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Rincon Ruiz Moises

3EV7
ECONOMIA POLITICA
Desde el punto de vista teórico es la capacidad de todo ser humano de dar sentido a sus
formas de coexistencia y decidir sobre la organización de los humanos entre ellos y con el
medioambiente. En sentido práctico, es la participación responsable de cada ciudadano y
de las comunidades, en la orientación y realización de una sociedad sustentable.
Por lo tanto, la participación en el proceso de toma de decisiones (junto con las instancias
políticas institucionales) para la organización y puesta en práctica de las decisiones
tomadas por la comunidad. La ecología política, sobre los datos que proporcionan las
ciencias (datos siempre relativos), formula juicios y orientaciones de manera tal de asegurar
la justicia ambiental para las generaciones presentes y futuras del planeta. En cuanto las
personas son una especie social y política, es decir, responsable de su destino, dentro de
los límites del quehacer humano, y en la medida en que sus actos son voluntarios, deben
dar sentido a las acciones, tanto de conjunto como individuales, para asegurar la viabilidad
del planeta para todos. Este sentido está dependiendo de un debate, del intercambio de los
distintos puntos de vista, experiencias e intereses, para buscar pautas comunes que hagan
posible una coexistencia lo más equitativa posible. La ecología es política porque apunta
directamente a resolver en conjuntos los problemas que atañen a la coexistencia. Es
política, en consecuencia, porque supone la participación de todos para resolver estos
problemas. En ausencia de certezas, y frente a la incertidumbre, los humanos deben tomar
decisiones que son políticas: confrontación, con una mentalidad amplia, de ideas y de
iniciativas para decidir sobre el tipo de coexistencia deseado. No se trata solamente de
mantenerse en conjunto sino de coexistir equitativamente, respetando la diversidad, la
pluralidad.
Aquellos que consideran la ecología política como los movimientos sociales ecológicos y
ambientales que luchan por una sociedad ecológica, es correcto, en la medida en que son
ellos los que están luchando por dar esta orientación a la sociedad, es decir para que todos
los seres humanos participen en las decisiones y logren una sociedad democrática y justa.
Lo que diferencia a los movimientos sociales ecologistas, como lo veremos más adelante,
de otros movimientos políticos de izquierda, es la plena conciencia de que la sociedad
ecológica es esencialmente anti productivista. La toma de conciencia de los daños que la
economía tradicional provoca en los ecosistemas de los cuales formamos parte, nos
enfrenta, no a una sociedad de abundancia sino de escasez, en la cual el "espacio
ambiental" para todos, no permite continuar con la concepción de la izquierda tradicional.
Retomando el hilo anterior, podemos decir que, en la condición humana, la ecología, la
economía ecológica, la ecología social y la ecología política se suponen mutuamente.
Ecología Política no es lo mismo que Ecología y Política. Si bien toda política conlleva una
buena o mala ecología y toda ecología humana conlleva una buena o mala política, ecología
y política dice relación a las políticas (en tanto medidas) que puede tomar el Estado o las
personas para mejorar la relación entre los seres humanos y el medio ambiente. En cambio,
Ecología Política, es mucho más que eso, dice relación al sentido mismo de la vida humana
para permitir hacer del mundo, un mundo común entre los humanos y con integridad
ecológica.
Rincon Ruiz Moises
3EV7

PRINCIPIOS DE LA ECOLOGÍA POLÍTICA.

PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD. Responsable, según el diccionario, es aquel que


debe responder de sus actos o de las personas a su cargo y responsabilidad, la obligación
de reparar una falta, de cumplir un compromiso y de tomar una decisión. Antes de ser un
principio jurídico, es un principio ético. Supone la libertad de cada cual, sino de todos sus
actos, al menos de los principales entre ellos, los actos voluntarios. Somos libres porque
podemos pensar y dar sentido a lo que hacemos y aunque los efectos finales sean
impredecibles, asumimos las posibles consecuencias de lo que comenzamos o
continuamos. Como vivimos en una sociedad plural, de muchos, «la tierra está habitada por
hombres y no por uno solo de entre ellos», nuestras acciones – aunque sean pasivas (dejar
de hacer) – tienen efectos queridos o no queridos; somos actores nunca autores
propiamente tales (no hemos escogido las condiciones de nuestro nacimiento sólo
podemos asumirlas) pero somos responsables frente a los otros y a nosotros mismos.
Podemos, dar un sentido a lo que estamos haciendo. Es el principio de responsabilidad el
que está a la base del sufragio universal, de la mayoría de edad y de la responsabilidad
penal.

EL PRINCIPIO DE SOLIDARIDAD. El diccionario dice: dependencia mutua, sentimiento


que empuja a los humanos a ayudarse mutuamente. Es la toma de conciencia de un destino
común (vivimos en el periodo comprendido entre la natalidad y la mortalidad), toma de
conciencia de que las formas de coexistencia (positivas o negativas) dependen de la
manera en que nosotros y cada uno asumimos este destino común.
En la práctica, la ecología política, es la participación de todos en la toma de decisiones y
acciones que conciernen el destino común, y en este sentido, lo son prioritariamente los
movimientos sociales que se diputan por lograr esta orientación. Pero, además, hoy día, las
decisiones son imperiosamente solidarias considerando que, por ejemplo, los cambios
climáticos, efecto invernadero, migraciones forzadas, no dejan ninguna posibilidad de tomar
decisiones supuestamente puramente individuales.

EL PRINCIPIO DE UNICIDAD. Este principio se refiere al carácter único de cada cual, cada
uno es políticamente indispensable, cada cual ve el mundo desde su experiencia única,
desde su particular condición de mujer, hombre, niño, palestino, australiano, americano,
desde su condición específica, familiar y cultural, condición que es necesario asumir para
aportar la riqueza de esta diversidad al destino común. Supone el reconocimiento del otro
como par, como igual en la diferencia. Supone el reconocimiento y la implementación de la
igualdad social y política, por sobre las diferencias sociales. Nadie de las generaciones
pasadas, ni presentes, ni futuras, es remplazable, precisamente por esta condición
específica de cada cual.
Rincon Ruiz Moises
3EV7
EL PRINCIPIO DE PLURALIDAD. «La tierra está habitada por hombres y no por uno solo»
(Arendt). Este es un principio de constatación y derivado del anterior, de que nadie es
reemplazable. Ninguno de nosotros (as) tiene la verdad sino solo una parte de ella. El
reconocimiento de esta pluralidad es el fundamento de la necesidad del debate, de
intercambiar puntos de vistas y experiencias y que vuelve ilegítimo que algunos tomen las
decisiones que afectan por todos, salvo haber sido específicamente delegado para ello. El
espacio público, político, de confrontación, persuasión y decisión supone necesariamente
la pluralidad. El principio de mayoría y de minoría lo supone igualmente, pero se trata de
explicitarlo y de ser consecuente con él.

EL PRINCIPIO DE PARTICIPACIÓN. Este principio se deriva directamente del principio de


responsabilidad. Si los seres humanos son conscientes y libres, por lo tanto, responsables,
deben hacerse cargo directa e indirectamente de la situación de la humanidad y del planeta,
así como de su relación. Supone, entonces, estar presentes tanto para decidir sobre las
políticas a seguir, llevarlas a cabo y asegurar el control de estas. En cuanto las decisiones
son resultados de juicios de valor, de juicios políticos sobre el sentido del acontecer y de
sus posibilidades de orientarlo en beneficio de todos, los ciudadanos, deben confrontarlos
con los resultados y redefinir muchos de ellos. Supone debate, toma de decisiones
colectivas y revisiones periódicas, cuando ello sea necesario. La imposibilidad de estar en
todas las cosas, en un mismo espacio y tiempo, hace necesario delegar muchas
responsabilidades en personas elegidas para este efecto. Delegación que es siempre
transitoria y no puede convertirse en un substituto de la participación tampoco en renunciar
a la implicación directa.
Hoy en día se hace necesario revitalizar la participación directa y responsable frente a la
pasividad que genera el Estado centralizado, el consumo y la búsqueda abstracta del
«bienestar». La participación es una cualidad propia del ciudadano (responsable) y no de
las masas, las que necesariamente son pasivas.

PRINCIPIO DE INTEGRIDAD ECOLÓGICA. "Proteger y restaurar la integridad de los


sistemas ecológicos de la Tierra, con especial preocupación por la diversidad biológica y
los procesos naturales que sustentan la vida. Aportar a todo nivel planes de desarrollo
sustentables y planes de desarrollo que permitan incluir la conservación y rehabilitación
ambiental como parte integrante de todas las iniciativas de desarrollo. Evitar dañar el medio
ambiente y proceder con precaución. Impulsar el estudio de la sustentabilidad ecológica,
promover su amplia difusión, discusión y aplicación "(Carta de la Tierra, 2000).

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