Se denominan funciones del lenguaje aquellas expresiones del mismo que pueden
trasmitir las actitudes del emisor (del hablante, en la comunicación oral y del escritor,
en la comunicación escrita) frente al proceso comunicativo.
Ejemplo.
¡Creías que no podría, verdad! ¡Lo hice mejor que todos los demás!
¡Cállate, no estés molestándome!
Ejemplo.
¡Se sientan y se callan! – Esta oración es muy utilizada por los profesores en clase,
se espera que los receptores del mensaje, o sea los alumnos, tomen asiento y
guarden silencio.
¡Voten por mí! – Esta oración conativa es utilizada por los candidatos políticos
buscando influenciar al electorado a que voten por él. Como se puede observar en
los dos enunciados anteriores el emisor del mensaje espera como respuesta a su
petición una acción y no busca establecer ningún tipo de diálogo.
Función referencial.
Ejemplo:
La ventana sin rompió sin que nadie viera lo que había ocurrido.
Función metalingüística
Ejemplo:
“La forma correcta de escribir la palabra prohibir es con una ‘h’ delante de la
primera ‘i’ y con ‘b’”.
Función fática
Ejemplo:
¡Buenas noches!
¡Buen día!
Hola.
¿Me escucha?
Adiós.
Hasta luego.
Función poética:
Ejemplo: