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Alumna: Martínez Soto, Mayra Alejandra

Docente: Dr. Walter Cabrera


Curso: Fisiología humana
Especialidad: Terapia Física y Rehabilitación
AÑO:

2014
FISIOLOGÍA DEL ESTRÉS
ESTRÉS

Es una reacción orgánica (tensión). Así cuando cualquier estímulo exterior


supone un factor de desequilibrio que trastorne la estabilidad de nuestro medio
interno, se produce un estado de alerta, de preparación para controlar este
cambio de situación. A este estado se denomina RESPUESTA AL ESTRÉS. Esta
reacción consiste en un aumento de la activación fisiológica y psicológica y
constituye un mecanismo para preparar el organismo para una intensa
actividad motora, un procesamiento más rápido y potente de la información
disponible y una mejor selección de las conductas adecuadas para hacer frente
a las demandas de la situación.

Las conductas que adoptamos usualmente, suelen incluirse en estas cuatro


formas:

 Conductas Adaptativas, que se orientan a la anulación de la "amenaza" y


tratan de atajar el estímulo estresor.
 Las conductas de lucha y huida que intentan hacer frente a la situación
real, pero que superan nuestra capacidad física, incrementando los
niveles de activación fisiológica, hasta la aparición de la sintomatología
del estrés.
 Conductas sustitutivas que quieren disminuir la activación fisiológica pero
que no enfrentan la solución del problema ( comer, dormir, consumir
bebidas alcohólicas)
 Conductas de inhibición de la respuesta que no reduce la activación
fisiológica ni afronta el estímulo estresor.

Las conductas Adaptativas suelen ser las más aconsejables para mantener el
equilibrio interno ya que implican la resolución de los problemas que nos
plantean las demandas de la realidad
Un determinado grado de estrés estimula al organismo y permite que éste
realice su objetivo, volviendo después a la "normalidad" cuando el estímulo ha
cesado.

Estrés bueno y estrés malo


Desde una perspectiva psicológica, hay estrés "bueno" y estrés "malo".

Estrés bueno o Eustrés


El Eustrés puede ser divertido, emocionante y lleno de energía, especialmente a
corto plazo. Enfréntate a un peligro repentino y resuelve victoriosamente la
situación de forma segura, y lo obtendrás emocionado. Como cuando estamos
en una carrera para cumplir con un plazo emocionante, vestirnos para nuestra
boda, o volando por una pista de esquí. Mantiene nuestros jugos fluyendo.
La cantidad justa de estrés es estimulante y saludable. Llevamos a cabo las
tareas más rápido y mejor. Nuestros músculos se fortalecen. Mejora la función
del corazón. Aumenta la resistencia. El pensamiento se agudiza. Algunos
expertos dicen que el eustrés incluso puede ayudar a nuestro cuerpo a combatir
las infecciones.

Estrés malo o Distrés


Por otro lado, sin embargo, tenemos al estrés malo. Cuando pensamos en los
tipos de estrés, la distrés es lo que tenemos en mente. De hecho, por lo
general lo llamamos "estrés", sin más.
Estos son algunos ejemplos de situaciones que generan distrés:
 Un camión se desvía a tu carril
 Un puesto de trabajo perdido reduce tus ingresos
 Tu o un ser querido estais heridos

HORMONAS DEL ESTRÉS


Cuando el organismo es sometido a una situación estresante, se produce la
activación de una serie de mecanismos que tienen por objetivo elevar
rápidamente los recursos disponibles para aumentar las posibilidades de
supervivencia o éxito a corto plazo. Si bien existen otras hormonas relacionadas
con el estrés, las dos hormonas principales son el cortisol y la adrenalina, que
son liberadas por las glándulas suprarrenales:

La hormona del estrés - Cortisol

El cortisol (más conocido como "la hormona del estrés") pausa o ralentiza
temporalmente las funciones de reparación y renovación de los tejidos,
modificando el metabolismo de hidratos de carbono, proteínas y grasas. Su
función fundamental es la de proveer rápidamente de energía extra al
organismo ante una situación de emergencia, y lo hace liberando grandes
cantidades de glucosa en la sangre. Además, disminuye la actividad de otras
funciones corporales, como el sistema inmunológico, la digestión o el
crecimiento, para aumentar los recursos disponibles

La adrenalina

La adrenalina (también llamada epinefrina) produce un aumento del ritmo


cardíaco y la respiración, estrecha los vasos sanguíneos, aumenta la velocidad
con que circula la sangre y dilata los bronquios, aumentando la entrada de
oxígeno en el organismo. Además, esta hormona disminuye la irrigación
sanguínea cerca de la piel y en el sistema digestivo, con objeto de aumentar la
energía disponible en los músculos. La adrenalina constituye un elemento
decisivo del mecanismo de “lucha o huída” del sistema nervioso simpático.

Otras hormonas

Otras hormonas secundarias relacionadas con el estrés son la dopamina y la


noradrenalina.

La dopamina

La dopamina fue descubierta hace apenas medio siglo por químicos suecos. Es
conocido popularmente por ser el neurotransmisor encargado de las
sensaciones placenteras. Sin embargo, también participa en la toma de
decisiones, la regulación del aprendizaje o la memoria y la coordinación
muscular.
Ante una situación de estrés agudo o puntual, el organismo reacciona liberando
dopamina, cuando éste se prolonga demasiado en el tiempo o se hace
crónico, se ve afectada ésta función de producción de la hormona, lo que puede
acabar provocando depresión, al reducir la capacidad de sentir placer o
disfrutar de la vida del individuo.

La noradrenalina (o norepinefrina)

Cuando es liberada como parte de una respuesta al estrés, ésta hormona afecta
a determinadas partes del cerebro, como la amígdala cerebral, donde se
controlan los mecanismos de atención y respuesta, íntimamente relacionados
con el mecanismo de "lucha o huída". Además, al igual que la adrenalina,
produce un incremento directo de la frecuencia cardíaca, aumentando la
irrigación sanguínea muscular y la oxigenación del cerebro. La noradrenalina
también eleva los niveles de glucosa en la sangre y por tanto la cantidad de
energía disponible.

Como ya hemos dicho, el objetivo de las hormonas del estrés es defender el


organismo en el corto plazo, sin embargo en el medio y largo plazo diversos
estudios han encontrado relación directa entre el estrés y múltiples problemas
de salud, como cardiopatías, depresión o diabates.

TERAPIA DE ESTRÉS
El tratamiento del estrés consiste, básicamente, en reducir las hormonas de
estrés, como el Cortisol, y en facilitar la producción de sus antagonistas, las
hormonas regenerativas que nos hacen sentir bien

1. Se debe reducir el cortisol en las primeras fases del estrés, cuando hay
hiperactividad, aumentando las B-endorfinas, sus antagonistas. Esto impide la
conversión de dopamina en adrenalina, que ya hay en exceso.

Deporte: movimiento aeróbico (45 minutos diarios)

Terapia de motivación (proyectar en la primera hora del día algo agradable para
hacer, no dependiente)

Actividades sociales

Risa, placer
Relajación, meditación. Yoga. Masaje sensitivo

Mejorar sueño regular

Psicoterapia

2. Antagonistas del cortisol (Serotonina y dopamina)

Es curioso señalar que los sinergistas que colaboran en el metabolismo de la


serotonina y de la dopamina son los mismos: vitaminas B6, C, B3, Magnesio y
Oxigeno

3. Dieta:

SI: Frutas, verduras, carbohidratos de cadena larga integrales, legumbres,


pescado azul, frutos secos crudos, dátiles, higos secos, aceite de oliva virgen
prensado en frío, lecitina de soja

NO: Cerdo ni derivados, grasas animales y aceites refinados, conservas y


alimentos precocidos, azúcar, leche, alcohol y cafeina

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