Este modelo se sienta en medio de dos sistemas extremos: el calvinismo y el teísmo abierto.
El calvinismo sostiene un fuerte sentido de soberanía y anula o redefine (desde la
perspectiva calvinista compatibilista) el libre albedrío. El teísmo abierto es una forma
radical de arminianismo que sostiene una habilidad absoluta para elegir lo contrario
negando que Dios conoce lo que las criaturas libres harán en el futuro. El molinismo
sostiene ambas (soberanía divina y libertad humana), pero sin ser determinista o fatalista, y
sin postular una omnisciencia limitada ni una habilidad absoluta para elegir lo contrario. El
molinismo busca reconciliar dos verdades bíblicas: Dios tiene el control sobre toda la
creación y el ser humano es responsable ante Dios de sus decisiones.
A pesar del gran poder y extensión explicativo que tiene este modelo sobre la soberanía
divina y la responsabilidad humana (y otras doctrinas en relación como la providencia y la
predestinación), en comparación con los otros modelos éste no busca explicarlo todo. Hay
espacio para el misterio. Pero hay que saber dónde ubicarlo.
Misterios en el Molinismo
Hay cosas que simplemente no han sido reveladas, y por tanto probablemente nunca se
conozcan ni se entiendan hasta que Cristo tome a Su iglesia. Sin embargo, el modelo sí
busca mostrar que sostener un misterio no es lo mismo que sostener una contradicción
ilógica.
Este escrito es una recopilación de ideas extraídas, resumidas y parafraseadas del libro
Salvation and Sovereignty A Molinist Approach de Kenneth Keathley.