House of Cards es una de las series más vistas del momento, la saga de Netflix
se convirtió en éxito mundial al llegar a más de 130 países en más de cuarenta
idiomas; el usuario se ha cautivado con la cruda realidad de la vida política que
transcurre en Washington D.C. con Frank Underwood, personaje interpretado
por Kevin Space, un hombre frío, calculador, ambicioso, soberbio, arrogante y
avaro que se desempeña como Congresista de Carolina del Norte, quien para
llegar a ser Presidente de los Estados Unidos estará dispuesto a hacer lo que sea
necesario, desde mentir y engañar hasta matar.
Sin embargo vale la pena preguntar ¿Qué tan lejos de la realidad está lo
evidenciado en el rodaje de la serie?
Estos son claros ejemplos que la distracción y el engaño, hacen parte de las
prácticas oscuras de algunas escuelas de estrategia política, que adoptan estas
herramientas dado su alto índice de efectividad frente a la opinión pública, pero
repercutiendo de manera negativa en el ejercicio democrático asignado a los
diferentes sectores sociales trayendo con ello la apatía, la abstención y el
desagrado que sienten los ciudadanos frente a los candidatos políticos.
Nicolás Maquiavelo exhortaba “aunque el engaño sea detestable en otras
actividades, su empleo en la guerra es laudable y glorioso, el que vence a un
enemigo por medio del engaño merece tantas alabanzas como el que lo logra por
la fuerza” por esta razón, él consideraba a “la política como el arte de engañar”.
Ahora bien, las técnicas del engaño y la distracción se han hecho presentes
durante las diferentes confrontaciones de índole militar, político y hasta
empresarial; La colección de ensayos sobre el arte de la guerra de Sun Tzu, es el
tratado más antiguo que se conoce sobre este tema, el arte de la guerra se centra
en el engaño, por ello, las principales enseñanzas del general Tzu se citan de la
siguiente manera: