(2011-2015)
en esta obra se conmemora un trascendente hecho que dejó una marca im-
borrable en la historia de la provincia: se cumplen exactamente doscientos
años de que el General Manuel Belgrano convocara a los jujeños para que
auxiliaran a la Patria. Y para que, en uno de los mayores actos de heroísmo
colectivo que se recuerde, protagonizaran ese episodio de amor y desprendi-
miento dejando “tierra arrasada” para evitar así la instalación de las tropas
invasoras en el territorio.
En esta excepcional circunstancia, en la que juntos conmemoramos el
Bicentenario del Éxodo Jujeño, me sumo a este sentido llamado a poner
en valor aquella gesta patriótica, que permitió las posteriores derrotas de
los ejércitos españoles en Tucumán y Salta y le abrió camino definitivo a la
Independencia y la Soberanía.
Esa verdadera lección de los reales frutos que tiene para un grupo huma-
no el hecho de anteponer los intereses colectivos a los particulares, no pudo
tener la misma suerte sin la activa participación de los entonces jóvenes
jujeños, quienes con fortaleza y entusiasmo, respondieron al llamado de Bel-
grano, alistándose en una naciente Unidad de Caballería, con un nombre
distintivo: “Los Decididos”.
Fue cuando el General lanzó su proclama al pueblo: “Desde que puse el
pie en vuestro suelo para hacerme cargo de vuestra defensa, os he hablado
con la verdad… Llegó pues la época en que manifestéis vuestro heroísmo y
de que vengáis a reuniros al Ejército de mi mando, si como aseguráis queréis
ser libres…”.
VII
8 9
2 Marcelo Lagos y Viviana Conti, Jujuy de la Revolución de Mayo a nuestros días (1810-1910-
2010), Jujuy, EdiUNJu, 2010, páginas 395 a 398.
10 11
12 13
Viviana E. Conti
ISHIR-UNIHR UNJu
6 Joaquín Carrillo, Historia Civil de Jujui, Buenos Aires, 1877, reedición Jujuy, Talleres Gráficos
del Boletín Oficial, 1980, p. 173.
14 15
7 Juan Alfonso Carrizo, Cancionero popular de Jujuy, op.cit., Coplas Locales 140, p. 199.
16 17
10 En Jujuy, los festejos por el ascenso al Trono de Fernando VII se llevaron a cabo durante los
días 8, 9 y 10 de octubre de 1808, con grandes fiestas y regocijos. La descripción de la ceremo-
nia de homenaje y las festividades puede verse en Marcelo Lagos y Viviana Conti,op. cit., pp.
122-123.
11 En Jujuy el cabildo publicó un bando que llamaba a los vecinos y pueblo en general al acto
de juramento para el día 21 de febrero de 1809. Archivo Histórico de la Provincia de Jujuy
(AHPJ), Sección Ricardo Rojas (SRR), Caja IV, Libro Capitular de 1800 a 1812, fs. 182-182v, la
Jura en folio 184. Para detalles de la Jura a la Junta Central en Jujuy, véase: Marcelo Lagos y
Viviana Conti, op. cit., p. 124.
18 19
13 Armando Martínez, Manuel Chust (eds.), Una independencia, muchos caminos. El caso de Boli-
via (1808-1826), Universitat Jaume I, Castellón, 2008, p. 139.
14 Fue el argumento esgrimido por el cabildo de Jujuy en sus instrucciones al diputado ante la
Junta de Buenos Aires, Juan Ignacio Gorriti. Las reformas implementadas por los Borbones
en América, al crear la Intendencia de Salta del Tucumán y erigir la capital en la ciudad de
Salta, provocaron un desequilibrio entre las ciudades de la antigua Gobernación y afectaron la
autonomía jurisdiccional de Jujuy, sus instituciones y su facultad de recaudación fiscal; en ese
contexto debe interpretarse el reclamo de autonomía del cabildo de Jujuy, sobre la base de la
soberanía de los pueblos.
15 Así se sucedieron (desde 1810 a 1820), distintos gobiernos revolucionarios con distintos objeti-
vos, la Primera Junta, la Junta Grande, el Primer Triunvirato, el Segundo Triunvirato y el Direc-
torio. Asimismo, se reunieron dos congresos generales: la Asamblea General Constituyente de
1813 y el Congreso Soberano, reunido en la ciudad de San Miguel de Tucumán que en julio de
1816 declaró la independencia. Para un análisis más completo, véase Noemí Goldman, op. cit.,
p. 45 y ss.
16 Se designaba como “Alto Perú” al territorio de la Audiencia de Charcas, hoy República de Bo-
livia y “Bajo Perú” a lo que hoy es la República de Perú.
17 Envió un ejército compuesto por mestizos e indígenas bajo la dirección de José Manuel de Go-
yeneche (presidente interino de la Audiencia de Cuzco) y el coronel Juan Ramírez (intendente
de Huarochirí), que movilizaron a los escasos efectivos militares a su mando y a curacas con
sus huestes indígenas. Reprimió militarmente en Quito (desbaratando a la Junta de 1809 en
1813) y en Chile (Rancagua 1814). Estaba enterado de lo que ocurría en toda América hispana,
por donde había desplegado un ejército de espías que le enviaban información desde todos los
rincones del continente, Archivo General de Indias, Sevilla (AGI), Diversos 2A y 3A.
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22 23
19 Abascal ordenó a Goyeneche que se movilizara con sus tropas y las que pudiera reunir y mar-
chara hacia Desaguadero, límite entre el Alto y el Bajo Perú. Jorge Siles Salinas, Historia de la
Independencia de Bolivia, Madrid, MAPFRE, 1992.
20 Muchos revolucionarios, de Buenos Aires y del Río de La Plata en general, se habían formado
en Charcas, cursando sus estudios jurídicos en la muy selectiva Academia Carolina y mante-
nían sus redes sociales y distintas vinculaciones en las ciudades altoperuanas; podemos men-
cionar algunos ejemplos, como Juan José Castelli, Mariano Moreno, el tucumano Bernardo de
Monteagudo o los jujeños Felipe de Iriarte y Teodoro Sánchez de Bustamante. Clément Thi-
baud, La Academia Carolina y la independencia de América. Los abogados de Chuquisaca (1776-
1809), Sucre, Editorial Charcas, 2010.
21 La ciudad de La Plata, sede de la Audiencia de Charcas, también recibía el nombre de la región,
Chuquisaca o Charcas y actualmente se llama Sucre. Indistintamente puede mencionarse con
cualquiera de los cuatro nombres.
22 La insurgencia indígena tenía sus propios motivos, basados en una crisis del cacicazgo y los
cobradores de tributos, en contexto de movimientos revolucionarios y represiones llegadas
desde Perú. María Luisa Soux, El complejo proceso hacia la independencia de Charcas (1808-1826),
La Paz, Plural, 2010, p. 230.
23 María Luisa Soux, op. cit., p. 69. Gustavo Rodríguez Ostria, Morir Matando. Poder, guerra e
insurrección en Cochabamba, 1781-1813, Cochabamba, Editorial El País, 2012.
24 Véase: José Luis Roca, “Cochabambinos y porteños, 1810-1813”, Historia y Cultura No 10, La
Paz, 1986.
25 Es el mismo que estará con Belgrano durante el Éxodo en 1812.
26 Para una descripción de la ciudad y su jurisdicción (campo y poblados), véase Marcelo Lagos y
Viviana Conti, op. cit., pp. 21-83.
24 25
27 Se entiende por “tercio” a la media carga de mula. Una mula cargaba 2 tercios de 6 arrobas
cada uno.
28 Viviana Conti y Gabriela Sica, “Arrieros andinos de la colonia a la independencia. El negocio de
la arriería en Jujuy” en: Sara Ortelli (compiladora), Participación de indígenas y campesinos en
mercados coloniales iberoamericanos, siglos XVII-XIX, Revista Nuevos Mundos Mundo Nuevo:
http://nuevomundo.revues.org/60560. Debates 2011.
29 Para un panorama del comercio jujeño y su intermediación comercial entre Buenos Aires y el
Alto Perú, así como las actividades en las que se ocupaban los jujeños, véase Marcelo Lagos y
Viviana Conti, op. cit., pp. 41-83.
26 27
28 29
31 Gabriela Sica y Mónica Ulloa, “Jujuy en la Colonia. De la fundación de la ciudad a la crisis del
orden colonial”, en Ana Teruel y Marcelo Lagos (directores), Jujuy en la Historia. De la Colonia
al siglo XX, Jujuy, EdiUNJu, 2006.
32 Pedro Antonio Olañeta estaba casado con Josefa Marquiegui, hija del hacendado Bentura Mar-
quiegui de Jujuy; fue Olañeta quien comandó las últimas invasiones al territorio jujeño (aún
contraviniendo órdenes del virrey de Perú) hasta su muerte en Tumusla en 1825.
33 AHPJ, SRR, Caja 4, Libro Capitular 1800-1812 (362 folios), Acta del 3 de septiembre de 1810.
Chiclana también era el Auditor de Guerra del Ejército Auxiliar. Diego de Pueyrredón fue rati-
ficado como Teniente de Gobernador de Jujuy.
30 31
38 Para un análisis minucioso de la guerra, véase Emilio Bidondo, La Expedición de Auxilio a las
Provincias Interiores (1810-1812), Buenos Aires, Círculo Militar, 1987, pp. 274 y ss.
39 Antes de que se produjera el enfrentamiento de los ejércitos, hubo escaramuzas entre partidas
dispersas, sobre todo a lo largo del Camino Real, en Cangrejos (18 de septiembre) y en Yavi (14
de octubre).
32 33
40 René Arze Aguirre, Participación popular en la independencia de Bolivia, La Paz, Quipus, 1987.
41 María Luisa Soux, op. cit., p. 72. Para el proceso en el Alto Perú véase también René Arze
Aguirre, op. cit.
34 35
46 Museo Mitre (MM), Documentos Archivo Belgrano (DAB), Buenos Aires, Imprenta de Coni
Hermanos, 1914, Tomo IV, Libro Copiador del Ejército del Perú, Parte 76, Cuartel General de
Jujuy, 17 de diciembre de 1811, reconocimiento de Pueyrredón a quienes lo ayudaron en su
retirada de Potosí y La Plata.
47 La historia oficial de Bolivia, ve en este hecho un “saqueo de las arcas potosinas”. Pensamos
que en tiempos de hostilidades, el ejército que obtenía el dinero era el que podía abastecerse
mejor y por ende tendría mayores facilidades de triunfar. Si Pueyrredón no hubiese llevado los
caudales de Potosí a Buenos Aires, Goyeneche los habría enviado a Lima. A esa altura de los
acontecimientos, ambas capitales estaban igualmente necesitadas de fondos para administrar
la guerra.
48 Ante el avance arrollador de los ejércitos virreinales, Juan Martín de Pueyrredón emprendió el
regreso a Jujuy, con los hombres que lo acompañaban, entre los cuales se encontraban algunos
indígenas, como es el caso del caudillo Baltasar Cárdenas, quien lo siguió hasta Jujuy. Desde
Tarija envió mensajes al Gobernador Intendente de Salta, anunciando su próximo arribo y la
necesidad de que lo esperaran en el fuerte de Cobos con mulas de recambio para enviar los
caudales de Potosí a Buenos Aires. Ricardo Rojas, Archivo Capitular de Jujuy, Tomo IV, Corres-
pondencia de Gobierno y Guerra, p. 242. Tarija, 5 de septiembre de 1811.
36 37
53 Juan Alfonso Carrizo, Cancionero popular de Jujuy, op. cit., Coplas Históricas 7, p. 81.
54 AHPJ, SRR, Caja IV, Libro Capitular de 1800-1812. Acta Capitular de 26 de agosto de 1811.
38 39
55 Ricardo Rojas, Archivo Capitular de Jujuy, op. cit., Tarija, 5 de septiembre de 1811.
56 Ricardo Rojas, op. cit., p. 245.
57 MM, DAB, Libro Copiador del Ejército del Perú, no 56, carta de Pueyrredón, Cuartel General
de Jujuy, 4 de diciembre de 1811.
58 MM, DAB, Carta del Triunvirato fechada en Buenos Aires el 27 de febrero de 1812, firmada por
Manuel de Sarratea, Juan José Paso, Bernardino Rivadavia y el secretario Nicolás de Herrera.
59 El apellido Pueyrredón estaba asociado al prestigio y la notabilidad en Jujuy, por tanto estima-
mos que Juan Martín por sus relaciones familiares (era hermano de Diego José de Pueyrre-
dón), estaba inserto en las redes sociales de las familias prominentes de Jujuy y Salta; además
había estado con negocios en la zona e integrado la vanguardia revolucionaria en 1810. Como
sea, recibió colaboración del vecindario y cabildo de Jujuy durante los meses que estuvo orga-
nizando al Ejército del Norte. El prestigio del apellido provenía de Diego José de Pueyrredón,
casado con Juana Francisca Zegada (hija del poderoso hacendado Gregorio de Zegada), había
desempeñado diversos cargos políticos en Jujuy y Salta y había sido comandante de la Frontera
de Río Negro; participó en la fundación de Orán y tenía propiedades y negocios en territorio
jujeño; además, fue teniente de Gobernador de Jujuy en 1810 (ratificado por Castelli). Véase
Leonor M. Peirotti, “Negocios y Revolución: el origen del empresariado rural en una región
de frontera (1780-1820). El caso de Diego José de Pueyrredón”, en Ana Teruel (directora),
Problemas nacionales en escalas locales. Instituciones, actores y prácticas de la modernidad en Jujuy,
Rosario Prohistoria ediciones, 2010, pp. 25-53.
60 Emilio Bidondo, op. cit., p. 336. Recuérdese que el Convento de San Francisco comprendía
toda la manzana donde actualmente se encuentra sólo la Iglesia en la esquina. Por tanto, el
Cuartel General en Jujuy estaba emplazado en la manzana que hoy corre entre las calles Lava-
lle, Belgrano, Alvear y Otero.
40 41
61 MM, DAB, Libro Copiador del Ejército del Perú, no 59, carta de Pueyrredón, Cuartel general de
Jujuy, 16 de diciembre de 1811.
62 MM, DAB, Libro Copiador del Ejército del Perú, no 98, carta de Pueyrredón, Cuartel general
de Jujuy, 15 de enero de 1812.
63 MM, DAB, Libro Copiador del Ejército del Perú, no 71, Cuartel general de Jujuy, 17 de diciem-
bre de 1811.
64 MM, DAB, Libro Copiador del Ejército del Perú, no 83. Cuartel general de Jujuy, 19 de diciem-
bre de 1811.
42 43
65 MM, DAB, Libro Copiador del Ejército del Perú, no 87. Cuartel general de Jujuy, 31 de diciem-
bre de 1811.
66 Ricardo Rojas, Archivo Capitular de Jujuy, Tomo IV, Correspondencia de Gobierno y Guerra, p.
247. Cuartel de Jujuy, 31 de octubre de 1811.
67 Ricardo Rojas, op. cit., p. 249. Cuartel de Jujuy, 10 de noviembre de 1811.
68 Como parte de la organización de la retirada del ejército hasta Tucumán, Pueyrredón mandó
construir “balsas y jangadas” sobre el río Pasaje, a fin de cruzar los bastimentos y artillería del
ejército. MM, DAB, parte 123, Cuartel general de Jujuy, 3 de febrero de 1812.
69 MM, DAB, Libro Copiador del Ejército del Perú, no 114. Cuartel general de Jujuy, 29 de enero
de 1812. El punto elegido para fortificar la Quebrada era Volcán; sin embargo, la entrada del
ejército por el camino de la Puna (Despoblado) podía poner a los revolucionarios en una situa-
ción desesperante al impedir la comunicación entre la vanguardia y el campamento general,
que terminaría en un aniquilamiento total de ambos contingentes.
44 45
70 MM, DAB, Libro Copiador del Ejército del Perú, n0 128. Cuartel general de Jujuy, 14 de febrero
de 1812.
71 AGN 3-10-3, 4 de marzo de 1812. No se hablaba de “estrategia de tierra arrasada” pese al núme-
ro excesivo del ejército enemigo que se estaba concentrando en Tupiza; tampoco se pensaba
que la población civil pudiese correr riesgos. Sólo se trataba de salvar lo que quedaba de hom-
bres y armas del Ejército del Norte.
46 47
48 49
del Norte, Posta de la Ciénaga, 3 de abril de 1812. AHPJ, SRR, publicado en Viviana Conti, Ju-
juy en sus documentos. Recopilación del Archivo de Ricardo Rojas, Universidad Nacional de Jujuy,
1992, “Papeles de Belgrano”.
76 AGN 3-10-3, Campo Santo, 17 de abril de 1812. Belgrano explica al Triunvirato que, gracias a la
carta de Arze conoce cómo están formadas las tropas de Goyeneche (la mitad con reclutas) y
ese dato unido a las noticias de un próximo ataque de las huestes cochabambinas a los realis-
tas, lo animan a adelantar al ejército hasta Jujuy y Humahuaca.
“Según las noticias que tengo parece que Goyeneche ha salido de Potosí
para con el grueso de sus fuerzas atacar á Cochabamba, y llevar con el
terror sus miras adelante.
En tales circunstancias que son las más á propósito para que nosotros
pudiésemos trabajar con algún acierto y llamarle la atención, me veo con
poca gente, ya por la deserción, ya por las enfermedades, ya también por
el estado de reclutas en que se hallan muchos de ellos, como lo he manifes-
tado á V. E., y por último con pocas armas y malas.
Sin embargo, lo que se llama ejército está todavía en marcha, y hoy debe
estar Balcarce en Humahuaca con los pardos, húsares y dragones: la in-
fantería ha empezado á llegar á este punto, y luego que la vista y apronte
la artillería, continuará a reunirse hasta que desde allí tome las determi-
naciones que parezcan más conducentes.
Ya lo he dicho V. E., nuestra situación es crítica y pende en mucha parte
de los sucesos de Cochabamba; porque ha hablar verdad si se pierden
aquellas armas, Goyeneche puede convertirse francamente contra las
multitudes de naturales, y de grado o por fuerza, destruir la convulsión
interior que por otra parte tampoco está libre de la división entre sí, que-
riendo los jefes que la dirigen ser cada uno el primero.”77
77 MM, DAB, Jujuy, 19 de mayo de 1812. Se refería a las desavenencias entre los caudillos cocha-
bambinos.
50 51
78 AHPJ, SRR, Caja IV, legajo de guerra, Jujuy 23 y 28 de julio de 1812. El reclutamiento obedecía
a la incorporación al ejército en calidad de “reclutas” o sea, soldados en formación. Su orga-
nización militar y jerárquica era distinta de las milicias, estaba reglado por las Ordenanzas
militares; la oficialidad se nutría de los cadetes, jóvenes provenientes de familias notables
que entraban al ejército a la edad de 13 a 15 años (los había más pequeños) y sus padres se
hacían cargo de su manutención, uniforme y demás gastos. Si bien la carrera de las armas
estaba “abierta a los talentos”, como estipulara Mariano Moreno, los reclutas podían ascender
a oficiales sólo a través de los distintos rangos, demostrando destrezas y pasando un riguroso
sistema de selección. Al ingresar, pasaban a formar parte de la unidad según su procedencia
y sólo aquellos que se distinguían en una batalla y estaban alfabetizados, tenían posibilidades
de llegar a formar parte de la oficialidad –que les brindaba jerarquía militar y ascenso social–.
Alejandro Rabinovich, op. cit.
79 MM, DAB, Bando de Belgrano, dado en Jujuy el 14 de julio de 1812, solicitando el recluta-
miento de hombres solteros y ordenando que dicho bando se publicase en Salta y en toda la
jurisdicción.
80 MM, DAB, Jujuy, 19 de junio de 1812.
81 MM, DAB, Belgrano al Triunvirato, Jujuy, 19 de agosto de 1812.
52 53
83 Se trata del Empréstito a los comerciantes europeos de la ciudad y jurisdicción, mandado por
el Teniente Gobernador Francisco del Pico, emanado de una “Orden superior de 12 de diciem-
bre de 1811”, que el Gobernador Intendente hizo cumplir con un auto del 28 de julio de 1812,
dejando constancia que dichos vecinos estaban “bajo la protección del Cabildo por ser miem-
bros de la comunidad”. AHPJ, SRR, Caja V, Libro Capitular 1800-1812, Acta del 6 de mayo de
1812.
84 AHPJ, SRR, Caja V, Libro Capitular de Jujuy 1800-1812: Acta Capitular del 13 de julio de 1812.
85 MM, DAB, Correspondencia de Manuel Belgrano. Jujuy, 28 de julio de 1812.
86 AGN, 3-10-4, explicación que da Belgrano a las autoridades en Buenos Aires sobre los “enemi-
gos ocultos” en Salta, Jujuy 28 de julio de 1812.
87 MM, DAB, Campamento general de Jujuy, 24 de mayo de 1812.
54 55
cuadro del
armamento de
los cuerpos del
ejército de las
provincias
interiores
56 57
“Se han construido las zorras que han de conducir los cañones de á 6 […]
asimismo se ha trabajado en achicar los cajones para que las mulas puedan
conducirlos. También se ha dado principio á fundir granadas de su calibre
y después de algunas experiencias se ha logrado dar con la mezcla de los
metales […] pero ya para todo es necesario la pólvora de la que carecemos”92.
91 José María Paz, Memorias Póstumas, Segunda Edición, Buenos Aires, Almanueva, 1954, Tomo
I, p. 18 y p. 303, cita 44.
92 MM, DAB, Jujuy, 19 de junio de 1812.
93 Carta de Belgrano a Rivadavia, Jujuy, 19 de agosto de 1812. Transcripta en Luis Güemes, Güe-
mes Documentado, Buenos Aires, Plus Ultra, 1979, Tomo 1, p. 503.
94 Los zapatos elaborados en Córdoba se rompían con mucha facilidad, por cuanto se estimó
sustituirlos por los confeccionados en la maestranza.
95 MM, DAB, Carta de Belgrano al gobernador de Salta, Campo Santo, 6 de abril de 1812.
58 59
96 Véase Antonio King, Veinticuatro años en la Argentina, Buenos Aires, Vaccaro, 1921, en especial
los relatos de la vanguardia.
97 Gregorio Aráoz de La Madrid, op. cit., p 43.
98 Véase Marcelo Lagos y Viviana Conti, op. cit., pp. 148-149.
EL 25 DE MAYO DE 1812
Otra tarea que se había propuesto Belgrano era levantar la moral
de la tropa y del pueblo que la contenía. Para ello aprovechó la con-
memoración del 25 de mayo, que en 1812 en Jujuy contó con la pre-
sencia del Ejército del Norte y de su comandante en jefe, Manuel Bel-
grano, quien ya había creado un nuevo estandarte, celeste y blanco
–desconocido hasta entonces por el gobierno revolucionario de Bue-
nos Aires– bajo cuyos colores se identificaba la tropa a su mando.
Joaquín Carrillo, quien en la década de 1870 escribiera una historia
de Jujuy, relataba los sucesos de 1812 y advertía el papel de Belgrano
en la formación del nuevo aparato simbólico revolucionario, en el
cual los festejos del 25 de mayo adquirirían una notable relevancia y
de allí en adelante irían indisolublemente unidos al nuevo concepto
de Patria: “El sentimentalismo patriótico de Belgrano tuvo fecundidad
en la invención de una ritualidad patriótica para herir el corazón de los
pueblos i retemplarlos en la fatiga, sublimándolos para el sacrificio en el
60 61
101 Ibíd.
62 63
102 Recordemos que la ciudad de Cochabamba había sido tomada por las tropas virreinales de Go-
yeneche en septiembre de 1811 y recapturada por Esteban Arze en octubre de 1811. Las tropas
de Arze estaban compuestas por mestizos e indígenas. Gustavo Rodríguez Ostria, op. cit. La
noticia de la recuperación de Cochabamba llegó a Jujuy el 15 de noviembre.
103 Correspondencia de Pueyrredón, en MM, DAB, op. cit., y en AGN, División Gobierno, Sala X,
3-10-3.
104 Mariano Antezana había estudiado en Buenos Aires, tenía ideas liberales y conocía a Manuel
Belgrano. Fue uno de los dirigentes de la liberación de Cochabamba en octubre de 1811, nom-
brado por el cabildo como Intendente y Presidente de la Junta de Gobierno. Albornoz y Pen-
tinali, en Josep Barnadas (director), Diccionario Histórico de Bolivia, Sucre, Grupo de Estudios
Históricos, 2002, p, 129.
105 AGI, Diversos 2 A, Legajo 2, R.1 y 2. Correspondencia entre Abascal y Goyeneche.
106 Los indígenas de Cochabamba contaban como aliados a los de Chayanta (al norte de Potosí),
lo que los transformaba en una coalición temeraria. Por otro lado, debe tenerse en cuenta que
en el Alto Perú (contrario a lo que acontecía en el Río de La Plata), la potencialidad minera
les proveía de plomo, estaño y de los elementos básicos para la producción de pólvora, convir-
tiendo a la fábrica de armamentos de Cochabamba en un bien codiciado por ambos ejércitos.
Todos estos elementos, número de combatientes, capacidad logística y armamentos, convertía
a la guerrilla cochabambina en temible.
64 65
107 MM, DAB, Belgrano al Gobierno Central, Campo Santo, 20 de abril de 1812 y 22 de abril de
1812, recibió el pedido de Mariano Antezana de envío de Díaz Vélez con la vanguardia a Co-
chabamba, lo que era improbable en ese momento debido al grado de desorganización en que
aún se encontraban las tropas.
108 MM, DAB, Belgrano al Gobierno Central, Jujuy, 24 de mayo de 1812.
66 67
109 MM, DAB, Belgrano al Gobierno Central, Campo Santo, 11 de mayo de 1812.
110 El 26 de abril ambos caudillos firmaron un acuerdo por el que dividían sus fuerzas y se repar-
tían los territorios bajo su autoridad; a Antezana le correspondía la defensa de Cochabamba y
alrededores, Gustavo Rodríguez Ostria, op. cit.
111 La correspondencia de Antezana solicitando la ayuda de Díaz Vélez le llegó y de Arze llegó a
Jujuy el 17 y 18 de junio de 1812. (MM, DAB). Para entonces, la situación de la vanguardia y su
jefe eran críticas y se tardaron más de 15 días en organizar la partida de ayuda, que nunca salió.
112 Ibíd.
113 La enfermedad de Díaz Vélez, la poca confianza en Balcarce y el estado de inexperiencia de la
mayor parte de la vanguardia retrasó los auxilios a Cochabamba; finalmente, cuando todo es-
tuvo dispuesto para emprender la marcha, comenzaron a llegar a Jujuy las noticias de la caída
de la ciudad.
114 MM, DAB, Carta del 17 de junio de 1812.
68 69
115 Gustavo Rodríguez Ostria, op. cit. Entre los que huyeron esos días de Cochabamba, se encon-
traba José Antonio de Arriaga, quien llegaría hasta Jujuy, portador de las noticias a Belgrano
(véase más adelante).
70 71
72 73
116 Francisco Turpin había sido soldado en la 1a Compañía de fusileros del Regimiento No 6;
después de ser derrotados en Huaqui, fue a refugiarse a Cochabamba, de allí pasó múltiples
peripecias, pasándose como desertor al enemigo siempre que debía salvar la vida; así, después
de la caída de Cochabamba, llegó a Arque, se escapó por Sepultura y de allí por el Despoblado
hasta Jujuy.
117 AGN, 3-10-4, relato hecho por Francisco Turpin al secretario del Ejército y enviado por Belgra-
no al Triunvirato, Jujuy, 4 de agosto de 1812, 5 folios.
74 75
118 Juan Alfonso Carrizo, Cancionero popular de Jujuy, op. cit., copla 2, p. 181.
119 MM, DAB, Buenos Aires, 27 de febrero de 1812, carta firmada por Manuel de Sarratea, Juan
José Paso, Bernardino Rivadavia y secretario Nicolás de Herrera.
76 77
“Muchos oficiales, pocos soldados, y veinte armas entre ellas once o más
inútiles, es lo que ha venido después de la derrota de Cochabamba y de
la provincia de Chayanta: todos quieren de comer y plata: he dado mis
órdenes para lo primero y aún trato de vestirlos…”123
122 Ibíd.,
123 MM. DAB. Oficio de Belgrano al Gobierno Central, Jujuy 19 de julio de 1812.
78 79
126 Oficio de Goyeneche a las autoridades virreinales en Jujuy, leído en el cabildo realista el 6 de
noviembre de 1812. AHPJ, SRR, Caja II, Legajo 2, Actas del Cabildo de 1812, folios 8v-9.
127 AHPJ, SRR, Caja II, Legajo 2, Actas del Cabildo de 1812, folios 2-3.
80 81
Desde que puse el pie en vuestro suelo para hacerme cargo de vuestra de-
fensa, en que se halla interesado el Excelentísimo Gobierno de las Provin-
cias Unidas de la República del Río de la Plata, os he hablado con verdad.
Siguiendo con ella os manifiesto que las armas de Abascal al mando de
Goyeneche se acercan a Suipacha; y lo peor es que son llamados por los
desnaturalizados que viven entre vosotros y que no pierden arbitrios para
que nuestros sagrados derechos de libertad, propiedad y seguridad sean
ultrajados y volváis a la esclavitud.
128 En la época del Éxodo, Jujuy integraba la provincia de Salta del Tucumán y el Bando se dirigía
a los pueblos de toda esa provincia. De allí la expresión en plural. Sin embargo, la orden de
Belgrano fue acatada en su gran mayoría por los habitantes de Jujuy y por muy pocos salteños.
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No espero que haya uno solo que me dé lugar para poner en ejecución las
referidas penas, pues los verdaderos hijos de la patria me prometo que se
empeñarán en ayudarme, como amantes de tan digna madre, y los des-
naturalizados obedecerán ciegamente y ocultarán sus inicuas intensiones.
Más, si así no fuese, sabed que se acabaron las consideraciones de cual-
quier especie que sean, y que nada será bastante para que deje de cumplir
cuanto dejo dispuesto.
129 AGN, 3-10-4. Jujuy, 29 de julio de 1812. Copia 5 al Gobierno Central, 2 folios.
130 AGN, 3-10-4, Salta 31 de julio de 1812. Del Gobernador de Salta a Manuel Belgrano.
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131 AGN, 3-10-4, Jujuy, 2 de agosto de 1812. Belgrano al Gobernador Intendente de Salta.
132 AGN, 3-10-4, Jujuy, 3 de agosto de 1812. Belgrano al Gobierno Central en Buenos Aires.
133 MM, DAB, Jujuy, 1 de agosto de 1812.
134 En cada invasión realista, los indígenas se ponían a resguardo en parajes alejados en medio de
los cerros, buscando cobijo entre familiares, amigos o simplemente la soledad de la montaña.
Información proporcionada por el cabildo de Jujuy en: AHPJ, SRR, Caja II, Libro Capitular,
Acta 25 de agosto de 1818.
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141 Juan Ignacio Gorriti, Reflexiones, 1834. Extraído del texto de María Teresa Bovi, “Acción y
pensamiento de Juan Ignacio Gorriti”, MS.
142 AGN, 3-10-4, Belgrano al Gobierno en Buenos Aires, Jujuy, 23 de agosto de 1812.
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149 MM, DAB, Cuartel general de Potosí, 3 de agosto de 1812, instrucción dadas por José Manuel
de Goyeneche a Pío Tristán.
150 MM, DAB, Bandos de Pío Tristán a los cabildos de Jujuy y Salta, campamento de vanguardia
de Suipacha, 20 de marzo de 1812.
151 AGN, 3-10-4. Carta a Belgrano, sin firma, Trancas, 6 de septiembre de 1812, 5 folios donde se
relatan los sucesos de la entrada de las tropas realistas a Salta y los recibimientos en distintos
puntos de la jurisdicción; también aporta datos sobre número de efectivos y desplazamientos.
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“En la mui leal y constante Ciud de San Salvador de Jujui, en siete de oc-
tubre de mil ochocientos doce años haviendose congregado á son de cam-
pana los unicos vocales que componen este Ilt. Ayuntamto […] se leio el
Titulo en que el Señor General en Gefe del Exto. Rl del Alto Perú elije y
nombra por Governador Intendte Interino de la Provincia de Salta al Se-
ñor Coronel dn Jph Marques de la Plata, y manda en nombre de su Magd
que le resiva y ponga en posecion de dho. empleo en la Capital de ella, y
como esta se halla aun turbada por los facciosos Partidarios de la Rebo-
lucion; á fin de que los demas pueblos de su comprehencion no esten en
Anarquia, y mas pronto se restablezcan el horden y la Paz: Acordaron se
le resiva en este Cavildo, y reconozca portal Governador Intendente de la
Provincia, y se les guarden las onrras y exenciones que se han guardado á
los de su clase segun las leyes y ordenanzas del reyno156.
156 AHPJ, SRR, Caja II, Legajo 2, Actas del Cabildo de 1812, folios 5v-6.
157 AGI, Diversos 2 A, R1, N2, D17, Carta de Pío Tristán a Goyeneche, Salta, 30 de noviembre de
1812.
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158 AGI, Diversos 2 A, R1, N2, D19, Carta de Goyeneche a Abascal, cuartel de Potosí, 25 de diciem-
bre de 1812.
159 MM, DAB, Tucumán 10 de noviembre de 1812. Informes recibidos por Belgrano y transmiti-
dos al Triunvirato.
160 AHPJ, SRR, Libro Capitular de 1812, Jujuy, Acta del 5 de enero de 1813.
161 Viviana Conti y Dionila Baldiviezo, op. cit.
162 AGI, Diversos 3A, L3, R3, Carta de Goyeneche a Abascal del 31 de enero de 1813.
163 MM. DAB. Aclaración de Belgrano al Triunvirato sobre los términos del armisticio. Jujuy, 29
de marzo de 1813.
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171 Juan Alfonso Carrizo, Cancionero popular de Jujuy, op. cit., Coplas Históricas 3, p. 181.
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172 AHPJ, SRR, Caja VI, Documento 86, folio 1 (el resaltado es nuestro)..
173 AHPJ, SRR, Caja II, Libro Capitular de 1814-1820. Acta del 12 de julio de 1817.
174 Pedro Antonio Olañeta estaba casado con Josefa Marquiegui, hija del hacendado Bentura Mar-
quiegui; tanto el padre como el hijo Guillermo, fueron partidarios de la causa monárquica. El
saqueo de la ciudad por las tropas realistas fue durante los días 14, 15 y 16 de enero de 1818.
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175 AHPJ, SRR, Caja II, Libro Capitular de 1814-1820. Acta Capitular del 4 de abril de 1819. La
ocupación y saqueo comenzó el 26 de marzo de 1819.
176 Las invasiones a la campaña jujeña finalizaron con la muerte de Olañeta en Tumusla (Chichas)
en 1825.
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Impreso en Argentina.
Coordinación de la edición
Secteraría de Turismo y Cultura de Jujuy
Jorge Noceti
Cristina Tula
Inés Pemberton
Paola Audisio
Fotografías actuales
Arévalos, Gustavo
Carrillo, Joaquín
Moreno, Augusto
Pemberton, Inés
Reinaga, Walter
Corrección
Viviana Conti, Mirta Gutierrez, Mónica Undiano
Diseño
Alicia Calsina
Impresión
Artes Gráficas Crivelli
www.agcrivelli.com.ar
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