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Fallo del Día: DAÑOS Y PERJUICIOS

Caída de un pasajero en una escalera


que comunica una estación de tren con
una de subterráneo
PUBLICADO EL 17 MARZO, 2014 POR THOMSON REUTERS

Tribunal: Cámara Nacional de


Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal, sala I
Partes: C. A. L. c. Metrovías SA y otros s/ cobro de sumas de dinero

Fecha de Sentencia: 2013-09-17

El Estado Nacional debe responder en forma concurrente con la concesionaria del


servicio de trenes por los daños sufridos por un pasajero que cayó por una
escalera ubicada en el hall central de una estación, pues, si bien transfirió la
custodia o guarda de los bienes inmuebles objeto de la concesión, no se
desprendió de su titularidad y, de acuerdo a los términos del contrato de
concesión, tampoco se desprendió totalmente de la obligación de vigilancia en
relación al buen estado de conservación de aquéllos y a la seguridad de los
usuarios

La empresa concesionaria del servicio de subterráneos debe ser eximida de


responder por los daños sufridos por un pasajero que cayó por una escalera que
comunica el hall central de una estación de tren con la plataforma de una línea de
subte, pues no existe factor de imputación apropiado, habida cuenta que el lugar
del hecho se encuentra fuera de la órbita de custodia o explotación de aquélla.

2ª Instancia.— Buenos Aires, septiembre 17 de 2013.

La doctora Najurieta dijo:

1. La sentencia de fs. 1212/1217 hizo lugar a la demanda promovida por A. L. C. y,


en consecuencia, condenó al Estado Nacional-Ministerio de Planificación Federal,
Inversión Pública y Servicios, a la empresa Trenes de Buenos Aires S.A. y a la
empresa Metrovías S.A. a abonar a la actora un resarcimiento de $50.000 con
más intereses —desde el día siguiente del hecho y conforme la tasa que el Banco
de la Nación Argentina percibe para sus operaciones de descuento a treinta
días—, más las costas del proceso.

Para así decidir, el señor juez a quo tuvo por acreditado que los demandados
fueron responsables de los daños sufridos por la demandante, con motivo de la
caída que sufrió el 10 de enero de 2003 al descender por una escalera que
comunica el hall central de la estación de tren de Retiro del Ferrocarril Mitre con la
plataforma del subte ‘C’, Para así resolver, el magistrado estimó que la
responsabilidad de Trenes de Buenos Aires S.A. surgía de su carácter de
concesionario encargado de la custodia y mantenimiento de esa zona del
inmueble donde está ubicada la escalera. Asimismo, fundó la responsabilidad del
Estado Nacional en su carácter de dueño, pues entendió que su obligación es
independiente a la del concesionario o guardián frente al damnificado. En cuanto a
Metrovías S.A. estimó que también debía responder por ser un sujeto que se
beneficia económicamente con la explotación de la escalera que permite el acceso
de innumerables pasajeros a la estación de subte. En cuanto a la estimación de
los rubros indemnizatorios, otorgó $30.000 por incapacidad física, $10.000 por
daño moral y $10.000 por daño psicológico. Habida cuenta que consta en autos un
informe del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados
—empleador de la actora— que manifiesta haber abonado todos los gastos
médicos de la demandante, el juez rechazó el resarcimiento en concepto de
gastos de atención médica y de farmacia. Finalmente, reguló los honorarios de
profesionales intervinientes.
2. Este pronunciamiento fue apelado por todas las partes. La parte actora, cuyo
recurso fue concedido a fs. 1222, expresó sus agravios a fs. 1307/13 y recibió las
contestaciones de las co-demandadas Metrovías S.A. (fs. 1340) y Trenes de
Buenos Aires S.A. (fs. 1341/1343). El recurso del Estado Nacional, concedido a fs.
1239, fue fundado a fs. 1313/1320 y recibió contestaciones de la actora a fs.
1331/1334 y de la co-demandada Trenes de Buenos Aires S.A. a fs. 1341/1343.
Por su parte, la co-demandada Trenes de Buenos Aires S.A., cuyo recurso fue
concedido a fs. 1245, expresó agravios mediante el memorial que corre a fs.
1325/1329 y que fue respondido por la actora a fs. 1338/1339. Finalmente, el
recurso de la empresa Metrovías S.A. fue concedido a fs. 1249, fundado a fs.
1321/1324 y mereció las respuestas de la parte actora a fs. 1335/1337 y de TBA a
fs. 1341/1343. Asimismo, se efectuaron apelaciones en materia de honorarios a fs.
1213, 1225, 1244, 1246, 1248, 1250/1251, 1276 y 1288.

3. Los agravios de la actora pueden ser presentados resumidamente del siguiente


modo: a) es equivocado el rechazo del rubro por los “gastos realizados”. Si bien es
cierto que la señora C. ha sido asistida desde que sufriera los daños por servicios
asistenciales correspondientes a la órbita del INSSJP, no es menos cierto que
también debió hacer frente a una serie de erogaciones en concepto de
medicamentos, traslados, remises, taxis, estudios, entre otros, que no fueron
totalmente cubiertos por su empleadora; b) es reducido el monto indemnizatorio
fijado por el a quo para el rubro de “daño moral” y debe ser incrementado; y c)
también son reducidos los montos establecidos para reparar los daños físicos y
psicológicos sufridos por la actora. Las conclusiones de la pericia médica dan
cuenta de un 18% de incapacidad residual, parcial y permanente que posee la
actora y que se encuentra vinculada de manera causal, decisiva y adecuada al
evento traumático probado en autos. En cuanto al daño producido en la faz
psíquica, el informe pericial ha ponderado la incapacidad en forma autónoma, en
atención al trastorno por stress post traumático padecido por la actora.

4. Los agravios del Estado Nacional-Ministerio de Planificación Federal, Inversión


Pública y Servicios pueden sintetizarse de la siguiente forma: a) el contrato de
concesión de servicios públicos es un contrato eminentemente administrativo y por
ende, debe ser juzgado por las normas de derecho público, siendo equivocado
extender al ámbito que interesa las reglas y los principios del Cód. Civil; b) la
empresa concesionaria asumió la responsabilidad por el mantenimiento y
conservación de los bienes objeto de la concesión y es ella quien debe responder
por el accidente ocurrido en ámbito de la zona otorgada en concesión; c) el Estado
Nacional resulta irresponsable pues el ejercicio del poder de policía de seguridad
que le corresponde no resulta suficiente para atribuirle responsabilidad en un
evento en el cual ninguno de sus órganos o dependencias tuvo parte, sino que se
trató de un accidente ajeno a su intervención directa; d) el guardián de la cosa es
el concesionario, quien contrató con el usuario; agrega que es improcedente un
razonamiento fundado estrictamente en el artículo 1113 del Cód. Civil por mas que
el Estado mantenga la titularidad de los bienes sujetos a explotación; e) en la
sentencia no se ha efectuado un acabado análisis de la prueba rendida sino que
ha sido examinada de manera fragmentaria; manifiesta que el accidente no está
plenamente probado, que la actora no fue atendida en el IADT, ni tuvo fractura de
tibia y peroné según dan cuenta los informes de la “Clínica del Sol”. Afirma que la
actora no actuó con la debida diligencia y que los daños sufridos son
consecuencia de su imprudencia, siendo totalmente improcedentes e irracionales
los montos por los cuales se pretende el resarcimiento.

5. Por su parte, la empresa Metrovías S.A. se agravia por el encuadramiento


jurídico dado por el juez a quo para imputarle responsabilidad. Afirma que no tiene
ninguna jurisdicción sobre la escalera y que si no hay vínculo o nexo jurídico es
imposible sostener que ejercía algún tipo de guarda y menos una “guarda
provecho”. En la posición de este litigante, la responsabilidad le corresponde a
Trenes de Buenos Aires S.A., quien es el concesionario y guardador de la cosa y a
quien compete el mantenimiento en buen estado de la escalera donde se produjo
la caída de la actora. Sostiene, además, que la escalera no une el hall con la boca
del subterráneo, sino que los molinetes de acceso al andén están al final de un
largo corredor lleno de locales comerciales que Metrovías S.A. no explota. Por lo
demás, pone en duda el acaecimiento del accidente o, al menor, la circunstancias
que fueron relatadas por la actora en su demanda y que no coincide con las
actuaciones labradas por la Policía Federal.

6. Finalmente, los agravios de la empresa co-demandada Trenes de Buenos Aires


S.A. pueden sintetizarse de la siguiente forma: a) el piso de granito rugoso y sin
pulir al que refiere la pericia técnica es de por sí antideslizante, de manera tal que
el argumento de la demandante carece de respaldo; b) la actora no ha conseguido
probar el vicio de la cosa; c) la suma establecida en concepto de incapacidad
física ($30.000) resulta exorbitante y carente de fundamento. Afirma que a la fecha
de la peritación médica, el experto informó que la fractura de peroné ya estaba
curada y que la incapacidad ascendía sólo a un 18%, con carácter parcial y
permanente. Por otra parte, en los antecedentes personales de la actora, el perito
hizo referencia a una intervención quirúrgica a la que fue sometida la actora por un
by pass gástrico debido a obesidad mórbida (el 30/4/04). Ello resulta un
antecedente de relevancia ya que los huesos y las estructuras óseas de las
personas que sufren o sufrieron sobrepeso tienen un desgaste mayor y se hacen
mas débiles haciéndolos más propensos a sufrir lesiones; d) asimismo, son
arbitrarios los montos admitidos por daño moral y por daño psicológico, que no es
un rubro autónomo respecto del daño moral; e) la sentencia otorga intereses hasta
la fecha de pago, sin embargo, se ha denunciado la entrada de Trenes de Buenos
Aires S.A., en concurso preventivo por lo que el cálculo de los accesorios debe
tomar en consideración esa circunstancia relevante; y f) finalmente, la
codemandada solicita que se declare que las regulaciones se efectúan sin
perjuicio de la eventual reducción que pudiera corresponder por aplicación del art.
505 del Cód. Civil.

7. Habida cuenta que los agravios de los codemandados ponen en tela de juicio
las circunstancias en las que sucedió el hecho y la existencia misma del accidente,
comenzaré por examinar este punto con sustento en la totalidad de las
constancias de la causa.

El relato de la actora en el escrito inicial (punto 3.2., fs. 27) describe su descenso
por la escalera que comunica la estación de ferrocarril “Retiro” —ramal Mitre— con
la estación del mismo nombre de la línea ‘C’ de subterráneos; manifiesta que
resbaló del tercer escalón hasta el primer descanso y cayó con lesión en su pierna
y tobillo derecho. El accidente fue registrado por el SAME, servicio del Gobierno
de la Ciudad de Buenos Aires. Según el informe de fs. 610, a las 9,39 hs. del día
10 de enero de 2003, el SAME recibió un pedido de atención médica desde un
teléfono público con motivo de la caída de una señora en el hall de la estación
Retiro del FFCC Mitre. Se trataba de la señora A. C., de 48 años, que fue
trasladada con traumatismo “leve” a la Clínica del Sol. También se cuenta con el
informe coincidente de este centro médico. La actora ingresó a la Clínica citada
con diagnóstico de fractura de tobillo derecho, dolor y deformación de la
extremidad (fs. 559). A las 13,09 se dispuso su ingreso a internación para ser
operada quirúrgicamente, hecho que ocurrió el 11 de enero de 2003. Se ha
producido prueba sobre la atención recibida por la demandante en rehabilitación
(fs. 685/687), en períodos que van del 14 de enero al 1° de marzo de 2003 (en
domicilio) y del 11 de marzo de 2003 al 2 de febrero de 2005 (en consultorio). Por
lo demás, el médico traumatólogo Dr. L. J. confirmó los antecedentes de fractura
de hueso peroné, con luxación de la tibia y lesión en ligamento interno del tobillo
derecho. Afirmó el experto que se advierte la secuela de un callo óseo y de atrofia
muscular del miembro inferior derecho, lo que justifica la dificultad para deambular
y la permanencia de una incapacidad parcial y permanente del 18% (fs. 733/737).

Estas constancias conducen a descartar los agravios de las codemandadas que


ponen en duda el acaecimiento del accidente como así también la existencia de
secuelas o lesiones permanentes. Corresponde, pues, tratar los reproches
relativos a la atribución de responsabilidad.

8. En autos se ha realizado un dictamen pericial sobre la escalera donde ocurrió la


caída que motiva este litigio. El perito ingeniero mecánico y ferroviario J. A. S. la
describe como una escalera convencional, fija, situada en medio del hall central de
la estación Retiro (ex Mitre), explotada por el concesionario Trenes de Buenos
Aires S.A. La escalera tiene 4 metros de ancho, con pasamanos en ambos
costados y otro ubicado en el centro, de manera de separar el sentido de la
circulación del numeroso público que transita a lo largo de cada día. Está
construida de granito rugoso sin pulir y no tiene antideslizantes, lo cual es
evaluado por el experto como una carencia que eleva el riesgo de deslizamiento
(fs. 791/791vta.). Además, se ha informado que el estado general de este bien que
conforma los bienes inmuebles objeto de la concesión, es regular.

De acuerdo al dictamen del ingeniero Sarmiento, el sector que corresponde a la


concesión de Metrovías S.A. es claramente diferenciable pues tiene piso de
cerámicos blanco y termina en un arco del hall que conduce a la escalera
involucrada en este litigio. Del otro lado del arco, el piso es de cerámicos rojo y la
zona corresponde a la concesión de Trenes de Buenos Aires S.A., continuando el
revestimiento por el hall hasta alcanzar las escaleras que comunican con la
estación de tren. El informe del experto es plenamente coincidente con el oficio de
fs. 601 de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, según el cual la
escalera fija corresponde a la zona bajo administración de Trenes de Buenos Aires
S.A. y que no pertenece al área bajo la concesión de Metrovías S.A.

9. Habida cuenta que el Estado Nacional reprocha el enfoque de derecho privado


realizado por el juez a quo, me detendré en el contrato de concesión que vinculó al
Estado Nacional con la empresa Trenes de Buenos Aires S.A. y que consta de fs.
983 en adelante. Claramente infiero las siguientes conclusiones: a) que la
seguridad del servicio, de los pasajeros y de terceros usuarios fue un objetivo
relevante para el concedente, por lo cual previó que la cotización del
concesionario debía contemplar la disponibilidad de recursos necesarios para
esos fines (cláusula 8.3); b) que los edificios, los espacios dedicados al acceso, la
circulación y espera de los pasajeros, así como a actividades de apoyo a la
operación ferroviaria, estaban comprendidos en la concesión y su custodia y
conservación correspondía al concesionario (cláusula 9.4.4. y 9.12); c) que el
concesionario estaba obligado al mantenimiento de los bienes recibidos y a
recuperar el estado de aquéllos que hubieran sido transferidos con deficiencias
(cláusula 11); y d) que la Autoridad de Aplicación se reservaba el derecho de
efectuar revisiones y verificaciones y a intimar la realización de los trabajos que no
hubiesen sido concretados por el concesionario (cláusula 11.5). Esta reseña
conduce a confirmar la responsabilidad a cargo de la empresa Trenes de Buenos
Aires S.A., en su carácter de concesionario responsable de la guardia, custodia y
buena conservación de la escalera, y el factor de atribución es subjetivo, puesto
que la actora sufrió un daño causado “con” la cosa en regular estado de
conservación —sin antideslizantes— y no ha producido la prueba de su falta de
culpa, tal como exige la norma legal aplicable (art. 1113, segundo párrafo, primera
frase, Cód. Civil; BELLUSCIO, A. C. —Director— Cód. Civil y leyes
complementarias, tomo 5, editorial Astrea, Buenos Aires, 1990, p. 461, comentario
de Kemelmajer de Carlucci, Aída).

En tal sentido, es irrelevante que no se haya demostrado que la escalera


constituía una cosa objetivamente riesgosa y también me parece insuficiente el
fundamento exclusivo de la responsabilidad por riesgo-provecho, cuando falta
completamente la condición de dueño o guardián.

De lo anterior se colige que no encuentro factor de imputación apropiado entre el


daño sufrido por la señora A. L. C. y Metrovías S.A., habida cuenta que la escalera
—y el lugar del acaecimiento de la caída— se encuentra fuera de la órbita de
custodia o explotación de la empresa de subterráneos. Por el contrario, es
evidente la responsabilidad de Trenes de Buenos Aires S.A. y también encuentro
fundada la responsabilidad del Estado Nacional. Ello es así puesto que este sujeto
responde por su condición de dueño, de concedente que ha transferido la custodia
o guarda de los bienes inmuebles objeto de la concesión, pero no se ha
desprendido de la titularidad de tales bienes y, de acuerdo a los términos del
contrato de concesión, tampoco se ha desprendido totalmente de la obligación de
vigilancia en relación a la seguridad de los usuarios y al mantenimiento del buen
estado de conservación de los bienes involucrados en la concesión.

Por tanto, propiciaré revocar parcialmente la sentencia liberando a Metrovías S.A.


y confirmar el pronunciamiento en cuanto a la responsabilidad que se ha atribuido
tanto a Trenes de Buenos Aires S.A. como al Estado Nacional en forma
concurrente o in solidum. En palabras de la Dra. Kemelmajer de Carlucci, esta
posición responde a la tendencia mayoritaria, de indudable acierto, pues se trata
de dos obligaciones independientes, indistintas, en la que cada uno —el dueño y
el guardián— responde por un título distinto frente al damnificado, quien puede
demandar a cualquiera de ellos o a ambos conjuntamente (Belluscio, ob. cit., tomo
5, p. 478).

10. Procederé a tratar los agravios de la actora atinentes al resarcimiento —que


critica por exiguo—, cuyos rubros también han sido impugnados —por excesivos y
exorbitantes— por la codemandada Trenes de Buenos Aires S.A.

En cuanto al rubro “gastos de atención médica y farmacia” (fs. 34), consta que la
actora era dependiente del Instituto de Servicios Sociales para Jubilados y
Pensionados y que el empleador —en su condición de ente “autoasegurado”,
confr. fs. 640— manifestó haber cubierto la totalidad de los gastos de tratamiento y
rehabilitación (habiendo realizado la demandante los que fueron informados a fs.
685/687). Ahora bien: la jurisprudencia de la Sala es favorable al acogimiento de
cierto monto por el concepto de gastos de traslados y farmacia, sobre la base de
la situación de necesidad del damnificado y las reglas del sentido común, que
permiten concluir que nunca las obras sociales o los agentes de salud cubren la
totalidad de las erogaciones que son consecuencia inevitable de la incapacidad
física y la imposibilidad de ambulación. No obstante, también es cierto que, una
vez superada la etapa quirúrgica, la actora tuvo buena evolución, no obstante las
secuelas parciales y permanentes. En suma: propiciaré conceder un monto de
$2.000 por gastos de traslados y farmacia no cubiertos por los servicios sociales, y
mantener los importes que el señor magistrado de primera instancia ha
establecido en concepto de resarcimiento por incapacidad física. Respecto de este
último, tanto los reproches de la demandante como los de Trenes de Buenos Aires
S.A. consisten en meras discrepancias con el monto determinado por la sentencia,
pero no agregan argumentos nuevos idóneos para refutar las conclusiones del a
quo, razón que conduce al rechazo de los agravios de ambas partes.

11. Trenes de Buenos Aires S.A. impugna el rubro “daño psicológico”, que ha sido
apreciado por el magistrado con carácter autónomo.

En el expediente se ha producido el dictamen de la experta psicóloga M. U. (fs.


771 y ss.), quien ha concluido que a raíz del accidente, la actora presenta estrés
postraumático leve, con trastorno de ansiedad y cambio de carácter por su
condición de persona dependiente en la vida doméstica. La experta expone la
necesidad de un tratamiento psicológico sistémico, de una duración de no menos
de ocho meses, con frecuencia de dos sesiones semanales (fs. 774).

Conforme a la línea jurisprudencial de esta Sala, las alteraciones de índole


psíquica no han sido admitidas en principio como una categoría autónoma con
relación al daño material o al moral, pues la incapacidad afecta al ser humano
como unidad personal, y puede proyectar su influencia a través de consecuencias
que repercuten tanto en una u otra esfera, ya sea por la pérdida de ventajas de
índole económica (esta Sala, causa 2765/98 del 31/10/00 “Cooke” y causa
7134/98 del 16/11/00 “Gauto”), o por los padecimientos morales que es
susceptible de producir, tal como se aprecia en esta causa, es especial, en el
informe de la experta en psicología (esta Cámara, Sala 1, causa 3309/98 del
14/3/00, causa 39.971/95 del 20/6/00; Sala 2, causa 1844 del 15/2/83; Sala 3,
causa “L., E. y otro c. Estado Nacional-Ministerio del Interior s/ daños y perjuicios”
del 24/2/05, publicada en El Derecho del 31/10/05, considerando 16°). En
definitiva no importa en qué capítulo sea incluida la reparación de las
consecuencias lesivas, si el perjudicado recibe integral reparación (esta Cámara,
Sala 2, causas 2371/94 del 4/4/95 y sus citas doctrinarias; causa 9179/94 del
9/9/97, causa 4058/97 del 31/3/98; Sala 3, causa 8277/01 “Fogel Enrique c.
Estado Nacional-Ministerio de Defensa y otro s/ daños y perjuicios”, del febrero
2005).

En síntesis: en el contexto de la causa y en atención a las circunstancias


comprobadas, propongo confirmar la indemnización por incapacidad física,
agregar la suma de $2.000 en concepto de gastos realizados en traslados y
farmacia, incrementar el resarcimiento por daño moral hasta la suma total de
$20.000 y reducir el monto que se ha otorgado bajo el nombre de “daño
psicológico” a la cantidad de $6.500, pues no se ha demostrado la existencia de
una lesión psíquica con entidad autónoma, sino la necesidad de un tratamiento
terapéutico futuro, con el alcance y la extensión que resulta del dictamen de fs.
771/774.

Los importes en concepto de capital —con excepción de la suma destinada a


tratamiento psicológico futuro, que llevará intereses a partir de los diez días de
notificada esta sentencia— llevarán intereses en la forma dispuesta en la
sentencia de primera instancia.

12. Con relación al planteo que ha formulado Trenes de Buenos Aires S.A. en el
punto IV de fs. 1329 —respecto de la suspensión de los intereses conforme a la
ley 24.522— advierto que dicha parte no ha actualizado información alguna sobre
el trámite que habría seguido el concurso en el juzgado comercial. El punto
deberá, pues, ser resuelto en la primera instancia con la debida participación del
síndico (ver fs. 439 y fs. 485). En todo caso, la ejecución deberá respetar lo
dispuesto en el art. 133 de la ley 24.522, reformada por la ley 26.086.

13. La modificación que propicio conlleva la aplicación del artículo 279 del Cód.
Procesal, por lo cual se dejan sin efecto las regulaciones de fs. 1217. Las costas
se distribuyen por su orden en la relación actora-Metrovías S.A. en ambas
instancias, en razón que la demandante pudo necesitar la prueba rendida en el
expediente para advertir la falta de vinculación de esta codemandada con el daño
sufrido (art. 68, segunda parte, Cód. Procesal). En la relación actora – restantes
codemandados, las costas se imponen a cargo de los condenados en ambas
instancias (art. 68, primera parte, Cód. Procesal).
El agravio esbozado a fs. 1329 (punto V) es prematuro pues los honorarios
deberán ser regulados nuevamente en la primera instancia y, posteriormente, en
Cámara por los trabajos de alzada.

Por lo expuesto, propongo al Acuerdo: a) modificar la sentencia apelada en


cuanto, por la presente, se absuelve de responsabilidad a Metrovías S.A., con
costas por su orden en esta relación en ambas instancias; b) confirmar la
atribución de responsabilidad en forma concurrente respecto de Trenes de Buenos
Aires S.A. y el Estado Nacional; c) fijar el monto de la condena en el capital de
$58.500 en los términos de los considerandos 10 y 11 precedentes, con intereses
en la forma que se indica sin perjuicio de lo establecido en el considerando 12; y
d) imponer las costas de la relación actora-codemandados vencidos a estos
últimos en ambas instancias (art. 68, primer párrafo, del Cód. Procesal Civil y
Comercial de la Nación).

El doctor de las Carreras adhiere al voto que antecede.

En mérito a lo deliberado y a los términos del Acuerdo precedente, el Tribunal


resuelve: a) modificar la sentencia apelada en cuanto, por la presente, se absuelve
de responsabilidad a Metrovías S.A., con costas por su orden en esta relación en
ambas instancias; b) confirmar la atribución de responsabilidad en forma
concurrente respecto de Trenes de Buenos Aires S.A. y el Estado Nacional; c) fijar
el monto de la condena en el capital de $58.500 en los términos de los
considerandos 10 y 11 precedentes, con intereses en la forma que se indica sin
perjuicio de lo establecido en el considerando 12; y d) imponer las costas de la
relación actora-codemandados vencidos a estos últimos en ambas instancias (art.
68, primer párrafo, del Cód. Procesal Civil y Comercial de la Nación). Una vez que
sean regulados los honorarios en la primera instancia, se procederá como
corresponde en alzada. El doctor Ricardo Víctor Guarinoni no suscribe la presente
por hallarse en uso de licencia (art. 109 del R.J.N.). Regístrese, notifíquese y
devuélvanse los autos.— María S. Najurieta.— Francisco de las Carreras.

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