Para así decidir, el señor juez a quo tuvo por acreditado que los demandados
fueron responsables de los daños sufridos por la demandante, con motivo de la
caída que sufrió el 10 de enero de 2003 al descender por una escalera que
comunica el hall central de la estación de tren de Retiro del Ferrocarril Mitre con la
plataforma del subte ‘C’, Para así resolver, el magistrado estimó que la
responsabilidad de Trenes de Buenos Aires S.A. surgía de su carácter de
concesionario encargado de la custodia y mantenimiento de esa zona del
inmueble donde está ubicada la escalera. Asimismo, fundó la responsabilidad del
Estado Nacional en su carácter de dueño, pues entendió que su obligación es
independiente a la del concesionario o guardián frente al damnificado. En cuanto a
Metrovías S.A. estimó que también debía responder por ser un sujeto que se
beneficia económicamente con la explotación de la escalera que permite el acceso
de innumerables pasajeros a la estación de subte. En cuanto a la estimación de
los rubros indemnizatorios, otorgó $30.000 por incapacidad física, $10.000 por
daño moral y $10.000 por daño psicológico. Habida cuenta que consta en autos un
informe del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados
—empleador de la actora— que manifiesta haber abonado todos los gastos
médicos de la demandante, el juez rechazó el resarcimiento en concepto de
gastos de atención médica y de farmacia. Finalmente, reguló los honorarios de
profesionales intervinientes.
2. Este pronunciamiento fue apelado por todas las partes. La parte actora, cuyo
recurso fue concedido a fs. 1222, expresó sus agravios a fs. 1307/13 y recibió las
contestaciones de las co-demandadas Metrovías S.A. (fs. 1340) y Trenes de
Buenos Aires S.A. (fs. 1341/1343). El recurso del Estado Nacional, concedido a fs.
1239, fue fundado a fs. 1313/1320 y recibió contestaciones de la actora a fs.
1331/1334 y de la co-demandada Trenes de Buenos Aires S.A. a fs. 1341/1343.
Por su parte, la co-demandada Trenes de Buenos Aires S.A., cuyo recurso fue
concedido a fs. 1245, expresó agravios mediante el memorial que corre a fs.
1325/1329 y que fue respondido por la actora a fs. 1338/1339. Finalmente, el
recurso de la empresa Metrovías S.A. fue concedido a fs. 1249, fundado a fs.
1321/1324 y mereció las respuestas de la parte actora a fs. 1335/1337 y de TBA a
fs. 1341/1343. Asimismo, se efectuaron apelaciones en materia de honorarios a fs.
1213, 1225, 1244, 1246, 1248, 1250/1251, 1276 y 1288.
7. Habida cuenta que los agravios de los codemandados ponen en tela de juicio
las circunstancias en las que sucedió el hecho y la existencia misma del accidente,
comenzaré por examinar este punto con sustento en la totalidad de las
constancias de la causa.
El relato de la actora en el escrito inicial (punto 3.2., fs. 27) describe su descenso
por la escalera que comunica la estación de ferrocarril “Retiro” —ramal Mitre— con
la estación del mismo nombre de la línea ‘C’ de subterráneos; manifiesta que
resbaló del tercer escalón hasta el primer descanso y cayó con lesión en su pierna
y tobillo derecho. El accidente fue registrado por el SAME, servicio del Gobierno
de la Ciudad de Buenos Aires. Según el informe de fs. 610, a las 9,39 hs. del día
10 de enero de 2003, el SAME recibió un pedido de atención médica desde un
teléfono público con motivo de la caída de una señora en el hall de la estación
Retiro del FFCC Mitre. Se trataba de la señora A. C., de 48 años, que fue
trasladada con traumatismo “leve” a la Clínica del Sol. También se cuenta con el
informe coincidente de este centro médico. La actora ingresó a la Clínica citada
con diagnóstico de fractura de tobillo derecho, dolor y deformación de la
extremidad (fs. 559). A las 13,09 se dispuso su ingreso a internación para ser
operada quirúrgicamente, hecho que ocurrió el 11 de enero de 2003. Se ha
producido prueba sobre la atención recibida por la demandante en rehabilitación
(fs. 685/687), en períodos que van del 14 de enero al 1° de marzo de 2003 (en
domicilio) y del 11 de marzo de 2003 al 2 de febrero de 2005 (en consultorio). Por
lo demás, el médico traumatólogo Dr. L. J. confirmó los antecedentes de fractura
de hueso peroné, con luxación de la tibia y lesión en ligamento interno del tobillo
derecho. Afirmó el experto que se advierte la secuela de un callo óseo y de atrofia
muscular del miembro inferior derecho, lo que justifica la dificultad para deambular
y la permanencia de una incapacidad parcial y permanente del 18% (fs. 733/737).
En cuanto al rubro “gastos de atención médica y farmacia” (fs. 34), consta que la
actora era dependiente del Instituto de Servicios Sociales para Jubilados y
Pensionados y que el empleador —en su condición de ente “autoasegurado”,
confr. fs. 640— manifestó haber cubierto la totalidad de los gastos de tratamiento y
rehabilitación (habiendo realizado la demandante los que fueron informados a fs.
685/687). Ahora bien: la jurisprudencia de la Sala es favorable al acogimiento de
cierto monto por el concepto de gastos de traslados y farmacia, sobre la base de
la situación de necesidad del damnificado y las reglas del sentido común, que
permiten concluir que nunca las obras sociales o los agentes de salud cubren la
totalidad de las erogaciones que son consecuencia inevitable de la incapacidad
física y la imposibilidad de ambulación. No obstante, también es cierto que, una
vez superada la etapa quirúrgica, la actora tuvo buena evolución, no obstante las
secuelas parciales y permanentes. En suma: propiciaré conceder un monto de
$2.000 por gastos de traslados y farmacia no cubiertos por los servicios sociales, y
mantener los importes que el señor magistrado de primera instancia ha
establecido en concepto de resarcimiento por incapacidad física. Respecto de este
último, tanto los reproches de la demandante como los de Trenes de Buenos Aires
S.A. consisten en meras discrepancias con el monto determinado por la sentencia,
pero no agregan argumentos nuevos idóneos para refutar las conclusiones del a
quo, razón que conduce al rechazo de los agravios de ambas partes.
11. Trenes de Buenos Aires S.A. impugna el rubro “daño psicológico”, que ha sido
apreciado por el magistrado con carácter autónomo.
12. Con relación al planteo que ha formulado Trenes de Buenos Aires S.A. en el
punto IV de fs. 1329 —respecto de la suspensión de los intereses conforme a la
ley 24.522— advierto que dicha parte no ha actualizado información alguna sobre
el trámite que habría seguido el concurso en el juzgado comercial. El punto
deberá, pues, ser resuelto en la primera instancia con la debida participación del
síndico (ver fs. 439 y fs. 485). En todo caso, la ejecución deberá respetar lo
dispuesto en el art. 133 de la ley 24.522, reformada por la ley 26.086.
13. La modificación que propicio conlleva la aplicación del artículo 279 del Cód.
Procesal, por lo cual se dejan sin efecto las regulaciones de fs. 1217. Las costas
se distribuyen por su orden en la relación actora-Metrovías S.A. en ambas
instancias, en razón que la demandante pudo necesitar la prueba rendida en el
expediente para advertir la falta de vinculación de esta codemandada con el daño
sufrido (art. 68, segunda parte, Cód. Procesal). En la relación actora – restantes
codemandados, las costas se imponen a cargo de los condenados en ambas
instancias (art. 68, primera parte, Cód. Procesal).
El agravio esbozado a fs. 1329 (punto V) es prematuro pues los honorarios
deberán ser regulados nuevamente en la primera instancia y, posteriormente, en
Cámara por los trabajos de alzada.