COLEGIO DE POSTGRADUADOS,
(Institución de Enseñanza e Investigación en Ciencias Agrícolas),
Campus Montecillo, Estado. de México.
“Este Programa es público, ajeno a cualquier partido político. Queda
prohibido el uso para fines distintos a los establecidos en el programa”
INSTITUCIONES PARTICIPANTES
INSTITUCIONES FINANCIERAS
INSTITUCIONES OPERATIVAS
Elaborado por:
Municipio de Jungapeo:
Raúl Tello Tirado, Efraín Jiménez Tello, J. Guadalupe Zavala Pizano, Heriberto López Ávila,
Enrique Jiménez Barrera, Javier Jiménez Guevara, Santiago Márquez Corona, Andrés Rojas
Sandoval, José Luis Rojas Ruíz.
Municipio de Juárez:
Hebert Flores Espinoza, Jesús Esquivel Gómez, Cándido Aguilar Garfias, Jorge Correa Alcántar,
Javier Orozco Cruz, Rubén Arroyo Urquiza, Federico Esquivel Gómez, Gerardo Hernández
Gomora, Álvaro Hernández Gomorra, Artemio Zarco Cortés, Arnulfo Camacho Suárez, Marciano
Romo Pedraza, Jaime R. Guadarrama Sotelo, Anastasio Garfias Tello, Jesús Martínez Arroyo,
Valentín Gómez Camacho, Asael Pérez Reyes.
Municipio de Zitácuaro:
Misael Arriaga Salvador, Teófilo Santana Rodríguez, Serafín Juárez Zarza, Eliel Araiza Gómez,
Domingo Mora Soto, Rogelio Padilla Zarza, Pedro Quintana Rodríguez, Orange Salvador
Rodríguez, Aida Zarza Santana, Modesto Guijosa Sánchez, Prudencio Frutis Camacho, Simón
González Vilchis, Mario Aguilar Nieto, Carlos Marín Padilla, Juan Prado Zarza, Juan Mora
Benítez.
• del Ing. Felipe Ruíz Ramírez, Presidente del Sistema Producto Guayaba.
• del Lic. Rigoberto Sandoval Mercado, Jefe de Proyectos Externos, del Colegio de
Postgraduados.
• de la Sra. Araceli Espejel Estrada, en la atención administrativa del proyecto y la escritura del
informe final del proyecto, así como del manual de procedimientos para la producción de
guayaba.
Con base en la Convocatoria 2010, con folio 16-2010-0005, con clave SIFUPRO 001737, se
presentó el Proyecto “Investigación sobre Nutrición Integral para la Producción de Guayaba”,
mismo que fue aprobado y dio inicio el 15 de octubre de 2010.
Los objetivos del Proyecto se refieren a la investigación sobre la nutrición óptima del guayabo,
acompañado de las correspondientes adecuadas prácticas de producción, considerando el análisis
de suelo y vegetación (hojas), la utilización del fertirriego con fines de eficientar el uso del agua y la
fertilización, y el estudio y control de la sintomatología de la peca del fruto, que afecta su calidad y
precio.
En este Proyecto participaron: el Dr. Víctor H. Volke Haller, del Colegio de Postgraduados, como
Responsable del Proyecto, y encargado de los aspectos de fertilidad de suelos, manejo y nutrición
de cultivos; el Dr. Prometeo Sánchez García, del Colegio de Postgraduados, encargado de los
aspectos de fertirriego y nutrición de cultivos; y el Dr. Ángel Rebollar Alviter, de la Universidad
Autónoma Chapingo, encargado de la epidemiología de la peca del fruto y su control, el Ing. Felipe
Ruíz Ramírez e Ing. Ramón Camacho Blas, en el desarrollo y atención de los experimentos de
campo y obtención de información de los productores, y todos ellos en la preparación del informe
final y manual de procedimientos para la producción de guayaba en la región oriente del estado de
Michoacán.
También se tuvo la colaboración de los estudiantes de licenciatura Erick Flores González y
Alejandro Ángeles Arroyo, de la Universidad Autónoma Chapingo, Campus Morelia, en el
desarrollo y atención de los experimentos sobre la peca del fruto.
Por otra parte, se contó con la colaboración de productores, quienes, ya sea, aportaron su huerto
para la realización de experimentos de campo y toma de muestras de suelo y material vegetal
(hojas y frutos), y proporcionaron información sobre el huerto y su manejo, rendimiento y calidad
de fruto.
Como parte de las actividades del proyecto, se realizaron una reunión con productores y técnicos,
el día 22 de febrero, para la presentación de avances de resultados del proyecto, a la cual
asistieron 60 personas, y entre ellas autoridades de la Coordinadora Nacional de las Fundaciones
Produce, A.C., Unidad Operativa Michoacán.
Otra actividad fue la asesoría a los productores que colaboraron en el proyecto, por parte de los
ingenieros Felipe Ruíz Ramírez y Ramón Camacho Blas, en todos los aspectos de producción,
durante el período de desarrollo del proyecto.
Página
PRESENTACION …………………………………………………………………………... 1
INTRODUCCION …………………………………………………………………………... 3
METODOLOGIA …………………………………………………………………………..... 6
RESULTADOS …………………………………………………………………………….. 17
BIBLIOGRAFIA ……………………………………………………………………………... 62
APENDICE 1 ………………………………………………………………………………... 65
APENDICE 2 ………………………………………………………………………………... 73
APENDICE 3 ………………………………………………………………………………... 75
INTRODUCCIÓN
En México, el guayabo ocupaba en 2009 una superficie de 22 816 ha, distribuidas principalmente
en los estados de Michoacán, con 9719 ha, Aguascalientes, con 6734 ha, y Zacatecas, con 4023
ha (SIAP, 2011).
Los rendimientos de guayaba que obtienen algunos productores alcanzan hasta 35.0 t/ha (Orozco,
2007, 2011), sin embargo, hay muchos productores que obtienen rendimientos muy inferiores. Si
bien algunas condiciones de suelo y clima pueden afectar los rendimientos, el hecho es que los
bajos rendimientos que están obteniendo numerosos productores se derivan de deficientes
manejos del cultivo, principalmente en cuanto a la fertilización, control de malezas, plagas y
enfermedades, y en casos por escasez de agua de riego (Orozco, 2007, 2011). El control de
malezas, plagas y enfermedades es un componente tecnológico que en gran medida conocen los
productores, pero no todos lo realizan correctamente, lo mismo ocurre con el riego; en cambio, la
fertilización, que se realiza con variaciones importantes en cuanto a fuentes, cantidades y
1
oportunidad, se presenta como el principal factor limitante de los rendimientos, además que esto, y
las diferencias de costos entre las distintas fuentes, dan lugar a menores ingresos de los
productores (Orozco, 2007, 2011).
Además de las variaciones de rendimientos y valores bajos de ellos, otro problema que se observa
es la presencia de la peca del fruto, la que en 2005 afectó a un 58% de los huertos (Rendón et al.,
Ruíz, 2006) y en 2008 al 100% de los huertos en diferente grado, entre 5 y 100 % de los frutos
(Orozco, 2011).
Esta sintomatología se presenta en los frutos en etapa de maduración, a partir de julio hasta enero,
con mayor intensidad en los meses de octubre a diciembre, y origina una menor calidad del fruto y,
consecuentemente, cuando la incidencia es más intensa, menores precios del producto e ingresos
para el productor.
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Otro aspecto importante de la producción de guayaba en la región oriente del estado de Michoacán
es el riego, en cuanto a que se realiza en cajetes, de acuerdo con la experiencia del productor y
disponibilidad de agua con que cuente, pero sin mayores consideraciones sobre su eficiencia, de
tal modo que resulta de interés su realización mediante métodos más eficientes, como el riego por
aspersión o goteo, que permiten además realizar la fertilización, con una mayor eficiencia.
3
METODOLOGÍA
• Experimentos sobre peca del fruto, con objetivos de determinar la posible presencia de hongos
como agente causal y su control mediante fungicidas.
Los tratamientos que se describen en el Cuadro 1 comprenden información sobre los nutrientes
aplicados y las fuentes comerciales y cantidades aplicadas en la primer y segunda fertilización.
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Cuadro 1. Tratamientos sobre fuentes de fertilizantes.
En el caso de:
• Nitrógeno, las fuentes corresponden a sulfato de amonio [ ], urea, triple 16, que
contiene urea, nitrato de calcio [ ] y nitrato de potasio (KNO3).
• Fósforo, las fuentes corresponden a superfosfato de calcio simple (SFS) y triple 16, que
contiene superfosfato de calcio triple, y las dos cantidades se refieren a: la menor para suelos
con aplicaciones más altas de fósforo en años previos y la mayor para suelos con aplicaciones
más bajas de fósforo en años previos.
• Potasio, las fuentes fueron el cloruro de potasio (KCl), el triple 16, que contiene cloruro de
potasio, y el nitrato de potasio.
6
• Calcio, las fuentes fueron el SFS, el triple 16, que contiene superfosfato de calcio triple, y el
nitrato de calcio.
• Microelementos, la fuente fue el producto con marca comercial Fermil, que es el que
preferentemente utilizan los productores.
Estas fuentes se combinaron en distintos tratamientos, con las mismas cantidades de nitrógeno,
fósforo, calcio y potasio aplicadas en la primer y segunda fertilización en los tratamientos del 1 al 7,
excepto para el tratamiento 3 que lleva una mayor cantidad de Fermil, los tratamientos 8, 9 y 10
que llevan cantidades ya sea menores o mayores de nitrógeno, fósforo, calcio y/o potasio, y el
tratamiento 10 que no lleva Fermil.
Se realizaron tres experimentos, uno en cada una de las localidades de Cerro Colorado, municipio
de Juárez, de Pucuaro, municipio de Jungapeo, y de La Palma, municipio de Zitácuaro.
En cada experimento se tomaron muestras de suelo y de hoja a un 50% de floración para los
respectivos análisis químicos, además de textura en el caso del suelo.
Los análisis de suelo y hoja fueron realizados en el Laboratorio de Ciencias Ambientales del
Colegio de Postgraduados, Campus Montecillo, estado de México, según los procedimientos de la
Norma Oficial Mexicana (SEMARNAT, 2002).
7
El manejo del huerto, en cuanto a las demás prácticas de producción, como poda, control de
malezas, plagas y enfermedades, aplicación de productos para estimular la brotación vegetativa,
propiciar la floración y favorecer el amarre del fruto, y riego, correspondió a un manejo óptimo
recomendado al productor. En el Cuadro 2 se indican los productos aplicados para el control de
plagas y enfermedades y para estimular la brotación vegetativa, propiciar la floración y favorecer el
amarre del fruto.
En el caso del riego, este se aplicó cada 10 a 15 días, según se indica en el Cuadro 3.
8
Cuadro 3. Características del riego dado en los experimentos.
La cosecha se realizó en concordancia con la cosecha que realizaba el productor, siguiendo las
actividades normales de ella, y pesando el fruto de los árboles para cada tratamiento y tomando
muestras para determinar algunas variables del fruto.
Las variables medidas para cada tratamiento fueron: rendimiento de fruto, y peso, tamaño (largo y
diámetro), firmeza, grados brix y vida de anaquel, del fruto.
La firmeza del fruto se midió con un Penetrómetro Digital para frutas y los grados brix del fruto con
un Refractómetro de Mano, en dos momentos, a la mitad y al final de la cosecha. La vida de
anaquel se midió en días al inicio de la aparición del manchado café de los frutos y días cuando el
50% de los frutos presentaba manchas.
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Cuadro 4. Fertilización del huerto del productor.
localidad nutriente primera fertilización segunda fertilización
fuente kg/árbol fuente kg/árbol
Cerro Colorado N NH4NO3 0.136 Fosfato monoamónico 0.030
Triple 16 0.064 ─ ─
P2O5 SFS 0.120 Fosfato monoamónico 0.155
Triple 16 0.064 ─ ─
Ca SFS 0.120 ─ ─
Triple 16 0.018 ─ ─
K2 O Triple 16 0.064 ─ ─
Microel. Fermil 0.050 ─ ─
La fertilización mediante el riego contempla el uso de fertilizantes solubles que se aplican a través
del sistema de riego; esto puede hacerse: 1) con las cantidades de nutrientes que normalmente se
usan para aplicar al suelo, o algo menores y en diferentes fechas considerando que con el
fertirriego se logra una mayor eficiencia de aprovechamiento; o, 2) con base en la determinación
de la concentración de nutrientes en la solución del suelo, a partir de muestras tomadas con
instrumentos y determinación en laboratorio o laboratorio portátil, y su comparación con las
concentraciones nutrimentales de la solución de Stainer y con un programa de cómputo se obtiene
la cantidad de elementos a aplicar en el riego.
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Los experimentos sobre fertirriego consistieron en comparar a nivel comercial, el fertirriego con el
riego por cajete que normalmente hacen los productores, en cuanto al uso de agua y rendimiento.
Se establecieron dos experimentos de riego por microaspersión y riego por cajete, uno en un
huerto de la localidad de Cerro Colorado, municipio de Juárez, y otro en un huerto de la localidad
de Pucuaro, municipio de Jungapeo.
En el sistema de riego por microaspersión, la fertilización se hace a través del sistema de riego, y
en el sistema de riego por cajete se hace directamente al suelo. Sin embargo, solo en el
experimento de Cerro Colorado se realizó la fertilización mediante fertirriego, porque ya se contaba
con el depósito de agua y la bomba.
Con el objetivo de estudiar el control de la peca del fruto mediante fungicidas y los hongos
asociados con esta sintomatología, se establecieron tres experimentos de tratamientos de
fungicidas en huertos comerciales, en las localidades de Cerro Colorado, municipio de Juárez,
Pucuaro, municipio de Jungapeo, y La Palma, municipio de Zitácuaro.
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Los huertos se seleccionaron con base en que en años previos hubiesen presentado incidencia de
peca del fruto y cuya cosecha fuese a ocurrir a fines de noviembre y diciembre.
1. Benlate (BEN)
2. Azoxistrobin (AZOX)
3. Pyraclostrobim (PYRA)
4. Tecto (TEC)
5. Tiofanato (TIOF)
6. Bacillus subtilis (BS)
7. Santizante (SAN)
8. Captan (CAP)
9. Oxiclururo de cobre (OC)
Se programaron aplicaciones cada 15 días, a partir del 11 de agosto de 2011, en dos aplicaciones
mensuales de un mismo producto, y en distintas combinaciones mensuales sucesivas de ellos,
considerando 10 aplicaciones durante un período de 5 meses, en un total de siete tratamientos y
un testigo sin fungicida, según se muestra en el Cuadro 5.
12
Los tratamientos se distribuyeron en un diseño experimental completamente al azar, con tres
repeticiones, considerando un árbol como unidad experimental.
grado porcentaje de
cobertura del
fruto por peca
1 0-19
2 20-39
3 40-59
4 60-79
5 80-100
Para la muestra de suelo y material vegetal (hoja y fruto) se consideraron seis árboles distribuidos
homogéneamente en 1 ha representativa de las condiciones de suelo del huerto.
El aborto de los frutos se estimó mediante una escala como: escaso < 20 % de frutos, medio 20-40
% de frutos y abundante > 40 % de frutos.
La peca del fruto se midió en términos de una estimación del porcentaje de frutos con peca y de la
severidad de la peca a la cosecha; en este último caso, según la misma escala establecida por
Cardoso (2008) y presentada en el apartado 3. Experimentos sobre peca del fruto.
El tamaño de los frutos se estimó con base en el número de cajas de los tamaños segunda,
primera y extra, que consideran los productores en la cosecha, para la venta del producto.
El vigor de los árboles a la cosecha se estimó visualmente a partir del estado vegetativo del árbol a
la cosecha, en términos de bajo, medio y alto, según el desarrollo de las ramas.
Las variables aborto de frutos, vigor de los árboles a la cosecha, incidencia de peca, tamaño, vida
de anaquel y rendimiento, de frutos, se analizaron en función de todas los factores del huerto
consideradas, esto es, de sitio, de suelo y del huerto y su manejo, mediante análisis de regresión,
para observar su importancia relativa y, dado el caso, determinar su óptimo económico. Para el
análisis de regresión se siguió el procedimiento propuesto por Volke (2008) para información de
tipo no experimental.
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RESULTADOS
En este apartado se presentan los resultados de los experimentos sobre la respuesta del guayabo
a fuentes de fertilizantes nitrogenados, fosfatados, potásicos y cálcicos, así como a cantidades de
ellos, y cantidades de microelementos, en cuanto a rendimiento y peso, tamaño (longitud y
diámetro), firmeza, grados brix y vida de anaquel, del fruto, y distribución de los frutos por tamaño.
En cuanto a propiedades del suelo, la textura fue franco-arcillosa en una localidad y arcillosa en las
dos restantes, la materia orgánica presentó valores medios en las tres localidades, el pH fue ácido
en una localidad y neutro en dos, la conductividad eléctrica fue menor a 0.12 ds/m en las tres
localidades y la capacidad de intercambio de cationes varió entre 25.8 y 41.2 cmol/kg.
Por su parte, los contenidos nutrimentales del suelo presentan valores bajos de potasio en el
huerto de Cerro Colorado, y valores de medios a muy altos para los demás nutrientes en los tres
huertos.
Las concentraciones nutrimentales en hoja a 50% de floración, muestran valores bajos de potasio,
calcio, hierro, manganeso y zinc en los tres huertos, y de magnesio en dos huertos y cobre y boro
en un huerto; a su vez, las concentraciones de nitrógeno fueron altas en los tres huertos y las de
cobre en dos.
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Cuadro 6. Propiedades del suelo en los sitios experimentales.
experimento1
propiedad Cerro Pucuaro La Palma
Colorado
arena (%) 36 26 27
limo (%) 26 51 26
arcilla (%) 38 23 47
textura franco-arcillosa arcillosa arcillosa
materia orgánica (%) 2.0 m 2.7 m 3.0 m
ph 5.6 a 7.0 n 7.1 n
conductividad eléctrica (ds m1) 0.10 0.12 0.11
capacidad de intercambio de cationes (cmol kg-1) 25.8 41.2 39.6
1m= contenido medio; ma = muy ácido, la = ligeramente ácido, n = neutro.
Castellanos et al., 2000.
experimento1
nutriente Cerro Pucuaro La Palma
Colorado
fósforo (mg kg-1) 71 aa 168 aa 59 a
potasio (mg kg-1) 205 b 456 a 338 m
calcio (mg kg-1) 2105 m 5157 ma 5352 ma
magnesio (mg kg-1) 438 m 1151 a 1287 a
hierro (mg kg-1) 148 aa 29 a 76 aa
manganeso (mg kg-1) 32 a 69 aa 45 a
cobre (mg kg-1) 2.7 aa 4.1 aa 4.8 aa
zinc (mg kg-1) 1.9 m 16.5 aa 1.6 m
1b = bajo, mb = moderadamente bajo, m = medio, ma = moderadamente alto, a = alto, aa = muy
alto.
Castellanos et al., 2000.
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Cuadro 8. Concentraciones nutrimentales en hoja, a 50% de floración, en los sitios
experimentales.
experimento1
nutriente Cerro Pucuaro La Palma
Colorado
nitrógeno (%) 2.18 a 1.88 a 2.40 a
fósforo (%) 0.16 s 0.18 s 0.21 s
potasio (%) 1.05 b 0.88 b 1.00 b
calcio (%) 0.57 b 0.71 b 0.77 b
magnesio (%) 0.20 b 0.22 b 0.32 s
hierro (mg kg-1) 85 b 48 b 69 b
manganeso (mg kg-1) 78 b 40 b 22 b
cobre (mg kg-1) 9.6 b 40 a 17 a
zinc (mg kg-1) 9.8 b 9.2 b 16 b
boro (mg kg-1) 41 s 36 b 42 s
Marchal, 1987: Mills y Jones, 1996.
La fruta presentó mayor tamaño en la localidad de Pucuaro, con una proporción importante de
tamaño superextra, seguido de la localidad de La Palma, con una menor proporción de tamaño
superextra, y menor tamaño en la localidad de Cerro Colorado, sin presencia de tamaño
superextra.
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Cuadro 9. Rendimiento de fruto de distintos tratamientos de fuentes de
fertilizantes, en los tres experimentos.
experimento promedio
trata- Cerro Pucuaro La Palma
miento Colorado
- - - - - - - - - (kg/árbol) - - - - - - - - - - -
1 40.3 69.1 78.8 62.7
2 43.7 78.3 77.2 65.7
3 57.6 83.6 77.6 72.9
4 55.2 70.1 67.7 64.3
5 68.7 70.6 71.2 70.2
6 72.8 74.0 81.2 76.0
7 71.7 56.7 73.7 67.4
8 59.5 45.7 29.0 44.7
9 60.7 42.2 52.2 51.7
10 65.6 33.3 41.4 48.4
18
Cuadro 11. Distribución de tamaño del fruto en distintos
tratamientos de fertilización, en el experimento
de Pucuaro.
distribución de tamaño
trata- segunda primera extra super
miento - - - - - - - - - - - (cm) - - - - - - - - - - - extra
1 2.8 20.1 35.0 42.1
2 3.5 24.1 34.9 37.5
3 7.5 26.0 33.8 32.6
4 2.5 22.2 36.0 39.2
5 9.3 31.6 26.7 32.3
6 5.4 35.0 27.1 32.5
7 11.7 32.6 30.3 25.4
8 8.9 32.3 32.1 26.6
9 6.7 40.8 25.5 26.9
10 2.3 28.3 23.2 25.2
segunda = 3.5 cm de longitud y 3.0 cm de diámetro.
primera = 4.5 cm de longitud y 3.5 cm de diámetro.
extra = 5.5 cm de longitud y 4.5 cm de diámetro.
superextra = 6.5 cm de longitud y 5.5 cm de diámetro.
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El análisis de los rendimientos se realizó mediante regresión para los tres experimentos en
conjunto y considerando la profundidad del suelo, a la vez que incluyendo también los
rendimientos medios que obtuvo el productor en su huerto con su manejo de fertilización.
Este modelo de regresión indica efecto de la cantidad nitrógeno aplicado en la primer fertilización,
pero no de las fuentes como sulfato de amonio o urea y triple 16 que contiene urea; en cambio, sí
muestra un efecto positivo de la fuente nitrato de calcio por sobre las fuentes de sulfato de amonio
y urea como triple 16 aplicados en la segunda fertilización; por otra parte, muestra efecto de la
profundidad del suelo, como era de esperar, y de los microelementos aplicados en la primera
fertilización.
Con el modelo de regresión se calcularon los rendimientos para los factores incluidos en él, y los
valores observados de ellos en los experimentos, a valores medios de los demás factores y
considerando una profundidad media del suelo de 0.8 m en las localidades de Cerro Colorado y
Pucuaro y de 1.0 m en la localidad de La Palma. Estos rendimientos se presentan en el Cuadro
13.
El efecto de la profundidad del suelo entre valores medios de 0.8 y 1.0 m, fue de 3.2 kg fruto/árbol;
sin embargo, el efecto será mayor si la comparación se hace a partir de suelos de menor
profundidad.
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Cuadro 13. Rendimientos obtenidos para diferentes valores de los factores incluidos en el modelo de
regresión, por localidad.
0.200 0 75 69.4
0.400 71.6
0.645 75.3
0.200 0 75 72.5
0.400 74.8
0.645 78.5
El efecto del nitrógeno aplicado en la primer fertilización entre 0.120 y 0.200 kg N/árbol, fue de 16.8
kg fruto/árbol, lo que muestra la importancia de este nutriente, especialmente cuando se aplican
cantidades inferiores a 0.120 kg N/árbol en la primera fertilización.
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El efecto del nitrato de calcio aplicado en la segunda fertilización, entre 0 y 0.645 kg/árbol, fue de
6.0 kg fruto/árbol, lo que indica que la aplicación de nitrato de calcio aplicado en la segunda
fertilización puede no tener gran efecto sobre el rendimiento.
Otra variable que se midió fue la vida de anaquel del fruto, debido a la importancia que reviste,
pues para muchos productores ella presenta valores bajos. En el Cuadro 14 se presenta los días a
la aparición del manchado y al 50 % de los frutos, para los distintos tamaños de frutos en los tres
experimentos y en el huerto del productor en el experimento de Cerro Colorado se observó una
menor vida media de anaquel del fruto, de 8 y 12 días, respectivamente, en comparación con 12 y
16 días en los experimentos de las localidades de Pucuaro y La Palma, a la vez que en el huerto
de Cerro Colorado la vida media de anaquel del fruto fue de 14 días, dos más que en el
experimento.
Otras variables que se determinaron en los experimentos fueron el peso, tamaño (longitud y
diámetro), firmeza y grados brix del fruto, cuyos valores se presentan en los Cuadros 1A a 15A del
Apendice 1 para los tres experimentos.
Para el peso del fruto, no se observa alguna tendencia clara en relación con los tratamientos de
fuentes y cantidades de fertilizantes, sin embargo, en el experimento de La Palma se observó
frutos de mayor peso, lo que coincide con una mayor proporción de frutos de tamaño extra y
superextra en esta localidad, lo que no ocurrió en la localidad de Pucuaro, que también presentó
una proporción alta de frutos de tamaño extra y superextra.
22
Cuadro 14. Vida de anaquel de los frutos, por tamaños, para los experimentos, y en
promedio para el productor.
experimento tamaño de fruto manchado
aparición 50 % de frutos
Cerro Colorado extra 8 12
primera 8 12
segunda 8 12
promedio productor - 14
El tamaño, expresado en longitud y diámetro, la firmeza y los grados brix del fruto, tampoco
presentaron alguna relación clara con los tratamientos de fuentes y cantidades de fertilizantes,
cabiendo señalar que la firmeza y los grados brix tendieron a aumentar el final de la cosecha.
2. Respuesta al fertirriego
El fertirriego permite hacer un uso más eficiente del agua, ya que se logra un mejor control en su
aplicación y cantidad óptima que se aplica por árbol, a la vez que también de los fertilizantes, pues
se pueden aplicar en menores cantidades y mayor número de oportunidades, según los
requerimientos del árbol.
El costo de instalación del sistema de riego por microaspersión en dos huertos se presenta en el
Cuadro 15.
23
Cuadro 15. Costo de instalación de un sistema de riego por microaspersión, en dos huertos.
El costo de una cisterna con capacidad para regar 1 ha, de 5 x 4 x 3 m, llega a ser de unos 30 000
pesos.
El riego por microaspersión se realizó con microaspersores con un gasto de 70 L/ha, y por 3 h a
intervalos de 8 a 10 días, dependiendo de la disponibilidad de agua; esto dio un gasto por riego de
210 L/árbol. A su vez, las características del riego por cajete en los dos experimentos se
presentan en el Cuadro 16.
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No se dispuso del gasto de agua en el riego por cajete, y se consideró la estimación de
investigadores de la Universidad Autónoma Chapingo, estado de México, de 240 L/árbol por riego.
En el huerto de Cerro Colorado se dieron 8 riegos, con ambos sistemas, lo que implicó un gasto de
1660 L/árbol en el riego por microaspersión y aproximadamente de 1920 L/árbol para el riego por
cajete, de tal modo que habría un ahorro de agua para el sistema de riego por microaspersión de
260 L/árbol, lo que para una densidad de población de 380 árboles/ha de este huerto, corresponde
a 98.8 m3/ha en un ciclo de producción.
En el huerto de Pucuaro, se dieron 10 riegos con ambos sistemas, por lo que los consumos de
agua serían de 2100 L/árbol para el riego por microaspersión y de 2400 L/árbol para el riego por
cajete, lo que implicaría un ahorro de agua de 300 L/árbol y para una densidad de población de
330 árboles/ha de este huerto, ello equivale a 99 m3/ha.
El costo de operación de ambos sistemas, se considera con base en 2 jornales por riego para el
riego por cajete y en 1 jornal para el riego por microaspersión por hectárea, diferencia que
corresponderá a 150 pesos/riego, y a 1500 pesos/ha de menor costo del sistema por
microaspersión para un total de 10 riegos.
Por otra parte, para el riego por microasperción es necesario aplicar fertilizantes solubles que,
excepto la urea, tienen mayores costos por unidad de nutriente, según se indica para algunos de
ellos en el Cuadro 17, a precios al 1 de diciembre de 2011, y que se han de comparar con los
costos por unidad de nutriente de los fertilizantes normales, que se indica en el Cuadro 29.
En el apartado 4.2 Rendimiento de frutos, se indican las cantidades de nutrientes que requiere el
árbol para la obtención de una buena producción y calidad del fruto, tanto para la primer como para
la segunda fertilización.
25
Cuadro 17. Costo por unidad de elemento de fertilizantes para fertirriego.
elemento y costo por unidad
fertilizante contenido de elemento
(pesos/kg)
Urea N – 46 % 17.2
Fosfato monoamónico N – 12 % 23.0
P2O5 – 61 %
Fosfato monopotásico P2O5 – 52 % 33.5
K2O – 34 %
Nitrato de calcio N – 15.5 % 32.5
Ca – 19.0 %
Nitrato de potasio N – 13 % 33.8
P2O5 – 2 %
K2O – 44 %
Poly feed – triple 19 N – 19 % 46.0
P2O5 – 19 %
K2O – 19 %
Poly feed − (12-43-12) N – 12 % 44.8
P2O5 – 43 %
K2O – 12 %
Sulfopotasse K2O – 50 % 32.0
Mediante el fertirriego, las cantidades de nitrógeno y fósforo requeridas en etapas tempranas del
desarrollo del árbol pueden ser satisfechas con la utilización de urea y fosfato monoamónico, sin
presentar costos significativamente mayores que la fertilización al suelo, considerando además que
habría un ahorro por concepto de aplicación del fertilizante a través del riego.
Sin embargo, el potasio que requiere el árbol, tanto en etapas tempranas como después de la
floración, deberá ser suministrado por los fertilizantes como el fosfato monopotásico, nitrato de
potasio o sulfopotasse, los que presentan un mayor costo por unidad de potasio que el cloruro de
potasio que se aplica al suelo, el que fue del orden de 138 %.
26
Para el calcio, que se requiere aplicar en etapas tempranas y aparentemente también después de
la floración, se deberá considerar la fuente nitrato de calcio, que al menos para las etapas
tempranas, se debe comparar su costo con el calcio aplicado como superfosfato de calcio simple
en la primer fertilización al suelo, y resulta ser 75 % mayor.
A este respecto, cabe señalar que la mayor eficiencia se logrará haciendo uso de determinaciones
de la concentración de elementos y la solución del suelo, mediante su extracción con los equipos
necesarios y determinación de las concentraciones de elementos en laboratorio, y comparando
estas concentraciones con las de la solución de Steiner, con un programa de cómputo se
determina la cantidad de elementos a aplicar con el riego, cada dos riegos. Pero esta opción
requerirá de análisis rápidos de laboratorio, o el uso de laboratorios portátiles.
27
Los rendimientos de fruto obtenidos con ambos sistemas de riego fueron similares en el huerto de
Cerro Colorado, de 54.5 kg/árbol con el riego por microaspersión y de 54.2 kg/árbol con el riego
por cajete, por lo que en este aspecto no hubo diferencias entre ambos sistemas de riego.
En estos términos, considerando además el menor costo que implica el riego por microaspersión,
así como el ahorro de agua, el fertirriego si resulta ser una práctica conveniente de establecer. Sin
embargo, si bien el establecimiento de un sistema de riego por microaspersión tendrá ventajas en
términos de ahorro de agua y de obtener una mayor eficiencia en el uso de fertilizantes, debido a
sus mayores costos de establecimiento, será poco factible de establecer para productores con baja
disponibilidad de capital, excepto que se les apoye con programas institucionales adecuados, pero
sí se podrá apoyar con asistencia técnica para los productores que ya tienen establecido el
sistema.
En el huerto de Cerro Colorado se observa menor severidad de peca para los tratamientos 2, 3 y 4,
en el huerto de Pucuaro, en los tratamientos 2 y 3, y en el huerto de La Palma, en los tratamientos
2, 3, 4 y 5 y en alguna medida en los tratamientos 1, 6 y 7.
Estos resultados indican que la peca del fruto es disminuida con la aplicación de algunos
fungicidas, y que en tal caso, podría ser causada por algún hongo.
Si bien hay alguna diferencia en la disminución de la severidad de peca por los tratamientos en los
tres huertos, los que mostraron mayor consistencia fueron los tratamientos 2 y 3, y en menor
grado el tratamiento 4, con menor efecto en el huerto de Pucuaro, consistentes en:
28
100
90
S 80
e
70
v
e 60
r 50
i 40
d 30
a 20
d
10
0
TRATAMIENTO
100
s 80
e
v 60
e
r 40
i
d 20
a
d 0
TRATAMIENTO
29
80
70
s 60
e
v 50
e 40
r
30
i
d 20
10
0
TRATAMIENTO
4.1.La información.
30
Cuadro 18. Distribución de propiedades del suelo en los huertos.
arena (%) 11-20 (12.5) 21-30 (42.5) 31-40 (37.5) 41-50 (5.0) >50 (2.5)
limo (%) 11-20 (12.5) 21-30 (72.5) 31-40 (15.0)
arcilla (%) 11-20 (2.5) 21-30 (12.5) 31-40 (20.0) 41-50 (30.0) 51-60 (35.0)
textura franco-arenosa franca franco-arcillosa arcillosa
(2.5) (2.5) (27.5) (67.5)
materia orgánica (%) 1-2 (10.0) 2-3 (52.5) 3-4 (27.5) 4-5 (5.0) 5-6 (5.0)
pH 5.1-5.5 5.6-6.0 (25.0) 6.1-6.5 (25.0) 6.6-7.0 (35.0) 7.1-7.5 (7.5)
conductividad eléctrica (ds m-1) 0.05-0.40 (97.5) 0.41-0.50 (2.5)
capacidad de intercambio de
cationes (c mol kg-1) 11-20 (2.5) 21-30 (50.0) 31-40 (35.0) 41-50 (12.5)
31
Para las propiedades del suelo, se observa:
- Valores de pH principalmente entre 5.6 y 6.0 (25.0 %), entre 6.1 y 6.5 (25.0 %) y entre 6.6 y 7.0
(35.0 %).
Para los contenidos nutrimentales del suelo, la mayoría de los suelos presentan contenidos medios
(10.9 %) y altos (76.1 %) de fósforo, bajos (21.7 %), moderadamente bajos (13.0 %) y medios
(60.9 %) de potasio, medios (54.4 %) y moderadamente altos (32.6 %) de calcio, medios (15.2
%), moderadamente altos (52.2 %) y altos (32.6 %) de magnesio, altos (96.7 %) de hierro, altos
(93.5 %) de manganeso, altos (93.5 %) de cobre, y medios (19.6 %), moderadamente altos (37.0
%) y altos (41.3 %) de boro.
Por otra parte, para algunos nutrientes se observan una proporción relativamente elevada de
concentraciones altas, como para el nitrógeno (100.0 %), fósforo (48.8 %), hierro (44.2 %) y cobre
(48.8 %).
32
Cuadro 21. Valores de variables de sitio, suelo, huerto, manejo, respuesta y venta del producto, en 39
huertos de guayabo.
variable valor
mínimo máximo medio o de mayor
frecuencia
de sitio
pendiente (%) 2 70 −
altitud (m) 1113−1320 1640−1810 −
de suelo
profundidad (m) 0.15 > 1.00 0.80−>1.00
pedregosidad no (59.0 %) sí (41.0 %) ─
del huerto
superficie (ha) 1 8 2−4
variedad − − media china
edad (años) 6 21 12-16
distancia entre árboles (cm) 5 x 5 (28.2 %) 6 x 5 (71.8 %) −
densidad de población (árbol/ha) 330 (71.8 %) 400 (28.2 %) −
fecha de poda (día/mes) 12/02 18/05 15/03−15/04
largo del ciclo (meses) 5.5 9.2 −
fecha de cosecha (día/mes) 26/08 23/02 5/10−25/11
de manejo
calmeo (días) 30 90 30−45−60
riegos (número) 7 13 8−9
intervalo de riego (días) 8 20 12−13
horas de riego (horas) 4 12 7−12
control de malezas (número):
químico 0 (51.3 %) 1 (48.7 %) −
mecánico 2 (66.7 %) 3 (33.3 %) −
químico y mecánico 2 (17.9 %) 3 (82.1 %) −
control de plagas y enfermedades:
número 6 14 12
intervalo (días) 15 20 −
número de fertilizaciones 1 (61.5 %) 2 (38.5 %) −
cantidad de fertilizantes (kg/árbol):
nitrógeno (N): en primera 0.100 0.400 0.160−0.280
en segunda 0 (74.4 %) 0.118 0.030−0.118
fósforo (P2O5): en primera 0.050 0.406 0.140−0.220
potasio (K2O): en primera 0 (5.1 %) 0.340 0.060−0.260
en segunda 0 (71.8 %) 0.350 0.100−0.350
calcio (Ca): en primera 0.010 0.200 0.022−0.158
en segunda 0 (92.3 %) 0.075 0.025−0.075
microelementos: en primera (Fermil) 0 (59 %) 50 −
33
de respuesta
abundancia de flor media (10.2 %) abundante (89.8 %) −
aborto de fruto bajo (43.5 %) alto (15.4 %) medio (41.1 %)
presencia de peca:
porcentaje de frutos 0 100 −
intensidad (%) 0 80 −
vida de anaquel de frutos (días) 8 16 10-14
rendimiento (kg/árbol) 19.5 78.8 52.5–72.5
fruto tamaño extra:
rendimiento (kg/árbol) 0 34.7 17.6
proporción (%) 0 48.7 29.1
costos de actividades
cajeteo 720 1440 720-960
poda 1800 4320 3000-3600-4200
riego 1500 3000 2400-3000
fertilización:
suelo 600 960 720-960
foliar − − 960
control de malezas
químico 480 600 480
mecánico 1040 1800 1200-1800
control de plagas y enfermedades 720 1200 960
venta de producto
lugar: localidad – 38.5 % − − −
Central de Abasto, D.F. – 61.5 % − − −
precio de venta (pesos/kg) 1.7 8.3 4.0−5.0
En cuanto al tipo suelo, se observó: un suelo de color negro, 10YR 2/1 en húmedo, sin o con
escasa pedregosidad, en 53.8 % de los huertos; y, un suelo de color pardo oscuro, 7.5 YR 3/2 en
húmedo, en 46.1 % de los huertos, y de estos con presencia de piedras en el perfil en 77.8 % de
ellos.
Las texturas de ambos suelos son arcillosas, con algunas excepciones de franco-arcillosas, y los
contenidos medios de materia orgánica fueron de 3.1 % para los suelos pardo oscuros y de 2.8 %
para los suelos negros.
34
4.2.Rendimiento de frutos.
edad de los árboles = 15 años, profundidad del suelo = 1.0 m, nitrato de calcio aplicado en la segunda
fertilización = 0.400 kg/árbol, microelementos aplicados en la primer fertilización = 75 g Fermil/árbol, calcio
del suelo = 2500 mg/kg.
edad de los árboles = 15 años, profundidad del suelo = 1.0 m, nitrógeno aplicado en la primer fertilización =
0.200 kg N/árbol, nitrato de calcio aplicado en la segunda fertilización = 0.400 kg/árbol, microelementos
aplicados en la primer fertilización = 75 g Fermil/árbol, fósforo del suelo = 50 mg/kg.
35
Cuadro 24. Respuesta del guayabo al potasio aplicado en la primer y segunda fertilización (kg/árbol).
fertilización potasio aplicado (kg K2O/árbol)
0 0.025 0.050 0.075 0.100 0.125 0.150 0.175 0.200
primer 46.4 51.4 56.0 60.1 63.7 66.8 69.4 71.6 73.2
segunda 68.3 66.9 69.5 71.6 73.2 74.4 75.1 - -
edad de los árboles = 15 años, profundidad del suelo = 1.0 m, nitrato de calcio aplicado en la segunda
fertilización = 0.400 kg/árbol, microelementos aplicados en la primer fertilización = 75 g Fermil/árbol.
Cuadro 25. Respuesta del guayabo al nitrato de calcio aplicado en la segunda fertilización.
nitrato de calcio aplicado (kg/árbol)
0 0.100 0.200 0.300 0.400 0.500 0.600
rendimiento 72.4 72.5 72.8 73.4 74.2 75.3 76.6
(kg/árbol)
edad de los árboles = 15 años, profundidad del suelo = 1.0 m, nitrógeno aplicado en la primer fertilización =
0.200 kg N/árbol, microelementos = 75 g Fermil/árbol, calcio del suelo = 2500 mg/kg.
Cuadro 26. Respuesta del guayabo a los microelementos aplicados en la primer fertilización.
microelementos aplicados (g Fermil/árbol)
0 25 50 75 100 125 150
rendimiento 66.4 69.0 71.6 74.2 76.9 79.4 82.1
(kg/árbol)
edad de los árboles = 15 años, profundidad del suelo = 1.0 m, nitrógeno aplicado en la primer fertilización =
0.200 kg N/árbol, nitrato de calcio aplicado en la segunda fertilización = 0.400 kg/árbol, calcio del suelo =
2500 mg/kg.
edad de los árboles = 15 años, profundidad del suelo = 1.0, nitrógeno aplicado en la primer fertilización =
0.200 kg N/árbol, nitrato de calcio aplicado en la segunda fertilización = 0.400 kg/árbol, microelementos
aplicados en la primer fertilización = 75 g Fermil/árbol, calcio del suelo = 2500 mg/kg.
36
Cuadro 28. Respuesta del guayabo a la profundidad del suelo.
profundidad (m)
0.40 0.60 0.80 1.00 1.20
- Para nitrógeno, hubo respuesta al nitrógeno aplicado en la primer fertilización, del orden de
17.9 kg/árbol entre aplicaciones de 0.100 y 0.275 kg N/árbol.
- Para fósforo, hubo respuesta al fósforo aplicado en la primer fertilización, la que fue disminuida
por el fósforo del suelo, sin embargo, puesto que la mayoría de los huertos presentó
contenidos medios (10.9 %), moderadamente altos (4.3 %) y altos (76.1 %) de fósforo del
suelo, los rendimientos se calcularon para 50 mg/kg, y en tal caso el efecto entre 0.025 y
0.200 kg P2O5/árbol aplicado fue de 16.3 kg/árbol.
- Para potasio, hubo respuesta al potasio aplicado en la primer y segunda fertilización, lo que es
válido para suelos con contenidos medios de potasio (60.9 %), moderadamente bajos (13.0 %)
y bajos (21.7 %).
- Para microelementos aplicados en la primer fertilización, hubo respuesta de 15.7 kg/árbol entre
0 y 150 g Fermil/ha, la cantidad máxima observada.
- Para nitrato de calcio aplicado en la segunda fertilización, hubo respuesta de 4.2 kg/árbol entre
0 y 0.400 kg/árbol, que fue la cantidad máxima observada en los huertos.
37
El nitrato de calcio contiene 15.5 % de nitrógeno y 19.0 % de calcio, lo que para 0.400 kg/árbol,
corresponden a 0.062 kg N/árbol y a 0.076 kg Ca/árbol; sin embargo, la información que se
obtuvo no permitió definir a cual elemento se debe la respuesta del guayabo al nitrato de
calcio, o si fue a ambos.
Por otra parte, en cuanto al calcio, su aplicación en la primer fertilización está asociada con el
fósforo, puesto que se aplica como superfosfato de calcio simple, y la información disponible no
permitió separar el efecto de ambos elementos.
- Para la edad de los árboles, a partir de los 6 años, el efecto máximo de ella sobre el
rendimiento prácticamente se alcanzó a partir de los 12 años.
- Para la profundidad del suelo, si bien los productores establecen los árboles en un cajete que
deben profundizar en los suelos delgados, esta profundidad suele no ser suficiente en
comparación con la profundidad del cajete en los suelos profundos, por lo que se observó
mayores rendimientos incluso hasta profundidades del suelo de 1.20 m.
- Para la fecha de poda, aparentemente no se obtuvo una buena estimación de su posible efecto
sobre los rendimientos.
Estos fertilizantes varían en sus precios por unidad de elemento, y en el caso de fertilizantes
compuestos de dos o tres elementos un desbalance entre ellos hace muy cara su aplicación en la
segunda fertilización. En el Cuadro 29 se presentan los costos por unidad de elemento de los
fertilizantes indicados previamente.
Los costos de las actividades que se realizan en el cultivo, y de los productos y fertilizantes que se
utilizan, se expresarán en pesos por árbol, y para lo que se considerará una densidad de población
de 330 árboles/ha.
Los costos de la fertilización, debido a las combinaciones de fertilizantes que realizan los
productores, se consideraron en su valor más frecuente de 960 pesos/fertilización, para la primer
fertilización, y de 480 pesos/fertilización para la segunda fertilización, que se tomó como un costo
fijo, y corresponden, para una densidad de población de 330 árbol/ha, a 4.4 pesos/árbol.
Las unidades de fertilizantes a aplicar se consideraron en: 0.025 kg elemento/árbol para los
fertilizantes nitrogenados, fosfóricos y potásicos, 0.100 kg/árbol para el nitrato de calcio y 25 g
producto/árbol para los microelementos.
39
Cuadro 29. Costo por unidad de elemento de los fertilizantes.
fertilizante elemento y costo por unidad de
contenido elemento
(peso/kg)
sulfato de amonio N − 21 % 19.5
urea N − 46 % 17.2
triple 16 N – 16 % 17.1
P2O5 – 16 %
K2O – 16 %
El costo por mano de obra del cajeteo varió principalmente entre 720 y 960 pesos/ha, con una
mayor frecuencia de 960 pesos/ha; esto, considerando una densidad de población de 330
árboles/ha, da un costo de 2.9 pesos/árbol.
40
La poda es una actividad que los productores o la contratan o la realizan con su propio personal. El
costo de ella, expresado en el costo de los jornales, varió principalmente entre 3000 y 4200
pesos/ha, con una mayor frecuencia entre valores de 3300 y 4200 pesos/ha, por lo que se
consideró un valor medio de 3750 pesos/ha, y considerando una densidad de población de 330
árboles/ha, se obtiene un costo de 11.4 pesos/árbol.
El costo por mano de obra del riego fue de 300 pesos/riego, considerando dos jornales por riego,
de tal modo que el costo total dependerá del número de riegos que se den, lo que a su vez
depende del largo del ciclo de producción según la altitud; para podas realizadas en marzo y abril
se observó un promedio de 9 riegos para las zonas bajas y de 11 para las zonas altas, lo que
corresponde a 2700 y 3300 pesos/ha, respectivamente, y a una densidad de población de 330
árboles/ha, da un costo de 8.2 y 10.0 pesos/árbol.
El control de malezas lo realizaron los productores en las modalidades de: 1) un control con
herbicidas y dos controles mecánicos con desbrozador; o, 2) tres controles mecánicos con
desbrozador. El costo por mano de obra del control con herbicidas es de 480 pesos/ha y del
control mecánico de 600 pesos/ha por control, lo que da un costo para la primera modalidad de
1680 pesos/ha y para la segunda de 1800 pesos/ha, y si a la primera modalidad le sumamos el
costo del herbicida de 4 L a 80 pesos/L, tenderemos para ella un costo total de 2000 pesos/ha; de
esta manera, los costos totales para una densidad de población de 330 árboles/ha serán de 6.1
pesos/árbol para la primera modalidad y de 5.4 pesos/árbol para la segunda modalidad.
El costo del control de plagas y enfermedades comprende el costo de los productos y por mano de
obra de la aplicación, donde los productos comprenden fungicidas e insecticidas, compatibles,
además de otros productos que los productores aplican para promover la floración, favorecer el
amarre y disminuir el aborto de los frutos. En promedio, se hacen 12 aplicaciones durante el ciclo
de producción, lo que corresponde a 24 jornales y a 2880 pesos/ha, a lo que hay que agregar el
costo de los productos, que en promedio llega a ser de 1750 pesos/ha, todo lo cual da un total de
4630 pesos/ha, y para una densidad de población de 330 árboles/ha, corresponde a 14.0
pesos/árbol.
41
Los costos de las actividades de manejo y productos se consideraran como costos fijos, y suman
47.0 pesos/árbol para la zonas con 9 riegos y de 48.8 pesos/árbol para las zonas con 11 riegos.
Por otra parte, la mayoría de los productores tienen un costo por caja de 12 kg, de 7 pesos, lo que
corresponde a 0.58 pesos /kg de fruto.
De los productores, el 61.6% vendió el producto en la Ciudad de México, lo que implica un costo
de transporte de 10 pesos/caja, esto es, de 0.83 pesos/kg para cajas de 12 kg, y el 38.4% de los
productores vendió el producto a intermediarios en la región. Los productores que vendieron en la
Ciudad de México, obtuvieron un precio de entre 4.1 y 8.3 pesos/kg, con un promedio de 5.4
pesos/kg, y los productores que vendieron en la región obtuvieron un precio entre 2.5 y 4.5
pesos/kg, con un promedio de 3.7 pesos/kg.
Por tanto, considerando el costo de transporte, los productores que vendieron en la Ciudad de
México obtuvieron un precio neto por su producto de 3.0 pesos/kg, y los productores que vendieron
en la región de 2.2 pesos/kg.
Esta situación da lugar a un análisis económico diferente para ambos tipos de productores.
42
Si bien los fertilizantes difieren en alguna medida en los precios unitarios de sus elementos, el
análisis económico se hará considerando los fertilizantes más utilizados por los productores,
siempre y cuando ellos no sean los de mayor costo unitario; de tal manera que:
En el caso del nitrógeno, puesto que no se encontró diferencias entre fuentes aplicadas en la
primer fertilización, se podrán considerar otros fertilizantes, como la urea y el triple 16, de
costos ligeramente menores que el sulfato de amonio.
Para los costos unitarios del elemento de estos fertilizantes, y considerando que la unidad de
aplicación es de 0.025 kg/elemento para el nitrógeno, fósforo, potasio y microelementos, y de
0.100 kg para el nitrato de calcio, y que el precio neto del producto es de 3.0 y 2.2 pesos/kg para
los productores que vendieron en la Ciudad de México y en la región, respectivamente, las
relaciones de precio insumo/producto serán: según se indica en el Cuadro 30.
A las relaciones de precios insumo/producto obtenidas se le aplicará una tasa de retorno por costo
del capital y riesgo de mercado (por precios) del 500 % para el nitrógeno, fósforo, potasio y
microelementos, lo que implica que serán incrementadas en seis veces, esto es, por ejemplo, para
el nitrógeno y el precio de venta de 3.0 pesos/kg, que los 0.025 kg costarán 0.96 kg de producto.
43
Cuadro 30. Relaciones de precios insumo/producto para los
elementos de los fertilizantes considerados y dos
precios netos de venta del producto.
elemento precio neto de venta (pesos/kg)
3.0 2.2
0.49 0.49
nitrógeno = 0.16 = 0.22
3.0 2.2
0.46 0.46
fósforo = 0.15 = 0.21
3.0 2.2
0.34 0.34
potasio = 0.12 = 0.15
3.0 2.2
0.20 0.20
microelemento = 0.067 = 0.091
3.0 2.2
2.55 2.55
nitrato de calcio = 0.85 = 1.16
3.0 2.2
Por tanto, según las respuestas observadas en los Cuadros 22, 23, 24, 25 y 26, las cantidades
óptimas de elementos y respectivos fertilizantes a usar serán las que se presentan en el cuadro 32.
44
Cuadro 31. Incremento económico de rendimiento (kg) por
unidad de aplicación del elemento, para dos
precios netos de venta del producto.
elemento precio neto de venta
(pesos/kg)
3.0 2.2
nitrógeno 0.96 1.32
fósforo 0.90 1.26
potasio 0.72 0.90
microelementos 0.40 0.55
nitrato de calcio 0.85 1.16
Con estas cantidades de fertilizantes se obtienen los rendimientos óptimos posibles de obtener; sin
embargo, más adelante se verá que el potasio aplicado en la segunda fertilización, en conjunto con
el potasio aplicado en la primer fertilización, tiene un efecto importante sobre la disminución de la
incidencia de peca del fruto, por lo que corresponderá considerarlo también en la fertilización
óptima. Según la información sobre la disminución de peca debido al potasio aplicado en la
segunda fertilización, su cantidad se considerará en un 50% de la cantidad aplicado en la primer
fertilización, a aplicar como cloruro de potasio.
45
Por otra parte, en cuanto al calcio, se aplica en cantidades similares al fósforo cuando este se
aplica como superfosfato simple de calcio, y más adelante se verá la importancia que tiene el
calcio en la disminución de la peca del fruto y de incrementar la vida de anaquel de los frutos; esto
permite considerar que si el fósforo no se aplica como superfosfato de calcio simple, se deberá
considerar el calcio en otra fuente, aunque las demás opciones serían: el superfosfato de calcio
triple, que tiene menor contenido de calcio y habría que aumentar la cantidad de aplicar de este
fertilizante a 1155 kg/árbol, para aplicar al menos los 0.150 kg Ca/árbol, lo que redundaría en un
exceso de fósforo y además tendría un costo excesivo; y, el nitrato de calcio, que también sería un
alternativa muy cara como para usarlo en la primer fertilización.
Cuadro 33. Ingresos netos a obtener para una densidad de población de 330
árboles/ha, dos números de riegos y dos precios netos de venta del
producto.
número precio de ingreso total por costo total ingreso
de riegos venta precio de venta de producción neto
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - (pesos/ha) - - - - - - - - - - - - - - - - - -
9 2.2 56 265 20 526 35 739
3.0 76 725 20 526 56 199
11 2.2 56 265 21 120 35 145
3.0 76 725 21 120 55 605
46
Como puede observarse en el Cuadro 33, la diferencia en ingresos debido a regar 9 u 11 veces es
despreciable.
Por otra parte, las cifras indicadas en el Cuadro 33 son promedios y variarán según los
rendimientos que obtiene el productor, los costos de algunas prácticas de producción que realice y
los costos de la cosecha, que presentó alguna variación entre productores.
También cabe señalar la importancia de la densidad de población, ya que el tener 330 árboles/ha,
correspondiente a una distancia entre árboles de 6 x 5 m, cómo fue el caso de la mayoría de los
productores con que se trabajó, en comparación con 400 árboles/ha, correspondiente a una
distancia entre árboles de 5 x 5 m, que tienen otros productores, se estaría disminuyendo el
rendimiento por hectárea, y consecuentemente los ingresos.
En el Apéndice 3 se presenta el modelo de regresión obtenido para la incidencia de peca del fruto,
y en los Cuadros 34, 35, 36 y 37 se presenta la respuesta de la incidencia de peca del fruto a la
aplicación de fungicidas, calcio aplicado en la primer fertilización, potasio aplicado en la primer y
segunda fertilización y microelementos aplicados en la primer fertilización, en relación con la época
de cosecha.
- La época de cosecha, con un incremento desde septiembre, el primer mes de cosecha, hasta
noviembre, y una disminución posterior hasta enero, el último mes en que hubo cosecha.
Esto concuerda con el hecho de que la peca comienza a presentarse en los meses de julio y
agosto, para llegar a un máximo alrededor de noviembre y prácticamente a desaparecer en
febrero.
47
Cuadro 34. Respuesta de la incidencia de peca del fruto a la aplicación de
fungicidas y a la época de cosecha.
aplicación época de cosecha
de fungicida 15/09 15/10 15/11 15/12 15/01
(número) - - - - - - - - - - - - - - - - - - (%) - - - - - - - - - - - - - - - - - -
6 32.4 53.1 60.8 55.5 37.3
8 19.4 40.0 47.7 42.5 24.3
10 7.9 28.5 36.2 31.0 12.8
12 0 18.2 25.8 20.6 2.4
14 0 8.6 16.3 11.0 0
48
Cuadro 36. Respuesta de la incidencia de peca del fruto al potasio aplicado
en la primer y segunda fertilización y a la época de cosecha.
potasio época de cosecha
aplicado 15/09 15/10 15/11 15/12 15/01
(kg K2O/árbol) - - - - - - - - - - - - - - - - - - (%) - - - - - - - - - - - - - - - - - -
0 4.4 25.1 32.8 27.5 9.3
0.050-0.025 3.7 24.3 32.0 26.7 8.5
0.100-0.050 1.3 22.0 29.7 24.4 6.2
0.150-0.075 0 18.2 25.8 20.8 2.4
0.200-0.100 0 12.8 20.5 15.2 0
0.250-0.125 0 5.9 13.6 8.3 0
Esto resulta válido para las cosechas en el periodo de los meses inmediatamente anteriores y
posteriores a noviembre, sin embargo, cuando las cosechas se realicen en los meses de
febrero – marzo a junio-julio, no se requerirá realizar tantas aplicaciones de fungicidas, y estas
estarán enfocadas a controlar el clavo del fruto.
49
- El calcio aplicado en la primer fertilización, que disminuyó la incidencia de peca, a diferencia
del calcio aplicado en la segunda fertilización, que no mostró efecto sobre la incidencia de
peca.
Esto resulta importante de considerar, pues previamente se determinó que el potasio aplicado
en la segunda fertilización no presentó efecto sobre el rendimiento de fruto; sin embargo, este
resultado justificará su aplicación en la segunda fertilización.
- El calcio del suelo, desde un valor medio-abundante, para un contenido de 1250 mg Ca/kg
suelo, hasta un valor medio-escaso, para un contenido de 5250 mg Ca/kg suelo.
51
- El manganeso del suelo, desde un valor medio-abundante, para un contenido de 20 mg Mn/kg
suelo, hasta un valor medio-escaso, para un contenido de 120 mg Mn/kg suelo.
- El cobre del suelo, desde un valor medio-abundante, para un contenido de 1 mg Cu/kg, hasta
un valor medio-escaso, para un valor de 8 mg Cu/kg suelo.
- El limo del suelo, desde un valor medio-abundante, para un contenido de 18 %, hasta un valor
medio-bajo, para un contenido de 34 %.
El efecto de disminución del aborto por los nutrientes calcio, manganeso y cobre del suelo y no
como nutrientes aplicados en los fertilizantes en la primer fertilización, ya sea como superfosfato
de calcio simple o como Fermil, habría de interpretarse en el sentido de que los nutrientes del
suelo estarían más accesibles a las raíces del árbol para su consecuente absorción temprana, que
los nutrientes de los fertilizantes.
En cuanto al limo del suelo, no se encontró alguna interpretación satisfactoria, ya que no se asoció
con contenido de algún nutriente en el suelo, excepto con el hierro, pero este no mostró efecto
sobre el aborto de frutos.
La respuesta del tamaño del fruto se consideró con base en la producción de fruto de tamaño extra
por árbol y de la proporción de fruto de tamaño extra en relación a la producción total de frutos de
los diferentes tamaños.
Los tamaños de fruto considerados fueron: segunda, con valores medios de 3.5 cm de longitud y
3.0 cm de diámetro; primera, con valores medios de 4.5 cm de longitud y 3.5 m de diámetro; y,
extra, con valores medios de 5.5 cm de longitud y 4.5 cm de diámetro.
52
En el Apéndice 3 se presentan los modelos de regresión para el tamaño de los frutos, y en los
Cuadros 42, 43, 44 y 45 se presenta la respuesta del tamaño de los frutos a la edad de los árboles,
al número de riegos antes de la cosecha, al intervalo entre riegos y a la arena del suelo, y en los
Cuadros 46, 47 y 48 se presenta la respuesta de la proporción de frutos tamaño extra a la edad de
los árboles, al calcio aplicado en la primer fertilización y a la arena del suelo.
Cuadro 42. Respuesta del tamaño de fruto extra a la edad del árbol.
edad (años)
10 12 14 16 18 20
rendimiento 11.7 19.6 22.3 22.8 22.1 20.5
(kg/árbol)
número de riegos antes de la cosecha = 3, intervalo de riego = 13 días, arena del suelo
= 28 %.
Cuadro 43. Respuesta del tamaño de fruto extra a número de riegos antes de la
cosecha.
edad (años)
0 1 2 3 4 5 6
edad de los árboles = 15 años, intervalo de riego = 13 días, arena del suelo = 28 %.
53
Cuadro 45. Respuesta del tamaño de fruto extra a la arena del suelo.
arena (%)
14 18 22 26 30 34 38
Cuadro 46. Respuesta de la proporción de fruto tamaño extra a la edad del árbol.
edad (años)
10 12 14 16 18 20
porcentaje de fruto 27.5 35.3 36.8 37.5 37.9 38.1
tamaño extra
Cuadro 47. Respuesta de la proporción de fruto tamaño extra al calcio aplicado en la primer
fertilización.
calcio aplicado (kg Ca/árbol)
0 0.025 0.050 0.075 0.100 0.125 0.150
porcentaje de fruto 25.8 27.7 29.6 31.5 33.4 35.3 37.2
tamaño extra
Cuadro 48. Respuesta de la proporción de fruto tamaño extra a la arena del suelo.
arena (%)
14 18 22 26 30 34 38
edad de los árboles = 15 años, calcio aplicado en la primera fertilización = 0.150 kg Ca/árbol.
54
Los resultados indican que:
- El mayor rendimiento de frutos de tamaño extra se alcanzó a los 14 años de edad de los
árboles.
- El rendimiento de frutos de tamaño extra fue incrementado por el número de riegos antes de la
cosecha y la arena del suelo, y fue disminuido por el intervalo entre riegos.
- La edad de los árboles, el calcio aplicado en la primer fertilización y la arena del suelo
aumentaron la proporción de frutos de tamaño extra.
Cuadro 49. Respuesta de la vida media de anaquel al calcio aplicado en la primer fertilización.
calcio aplicado (kg Ca/árbol)
0 0.025 0.050 0.075 0.100 0.125 0.150 0.175 0.200
vida de anaquel 5.3 8.4 9.7 10.6 11.5 12.2 12.8 13.4 14.0
(días)
potasio aplicado en la primer y segunda fertilización = 0.225 kg K2O/árbol, calcio del suelo = 3000 mg/kg.
55
Cuadro 50. Respuesta de la vida media de anaquel al potasio aplicado en la primer y segunda
fertilización.
calcio aplicado en la primer fertilización = 0.100 kg Ca/árbol,potasio aplicado: 2/3 en la primer fertilización
1/3 en la segunda, calcio del suelo = 3000 mg/kg.
- El calcio aplicado en la primer fertilización, que incrementó la vida media de anaquel desde 5.3
días, para 0 kg Ca/árbol, hasta 12.4 días, para 0.200 kg Ca/árbol.
- El calcio del suelo incrementó ligeramente la vida media de anaquel desde 10.6 días y para un
contenido bajo menor que 1250 mg Ca/kg suelo, hasta 12.2 días, para un contenido
moderadamente alto de 5250 mg Ca/kg suelo.
56
4.7. El uso del análisis de suelo y de hoja
El análisis de suelo, aunque no siempre es una buena opción para determinar recomendaciones
de fertilizantes en frutales, puede dar una información general sobre posibles deficiencias
nutrimentales.
Para el fósforo, el 91.8 % de los huertos presentó contenidos medios a altos en el suelo (Cuadro
19), y esto es corroborado por concentraciones en hoja a 50% de floración suficientes y altos en
95.3 % de los huertos (Cuadro 20), de modo que es válido suponer que los huertos requieren solo
de dosis de fósforo de mantenimiento.
Para el potasio, el 21.7 % de los huertos presentó contenidos bajos, el 13.0 % moderadamente
bajos y el 6.9% medios de potasio en el suelo (Cuadro 19), y el 60.5 % de los huertos presentó
concentraciones bajas de potasio en hoja a 50% de floración (Cuadro 20); en este caso, el análisis
de la información de los huertos indica un mayor requerimiento de potasio a menor contenido en el
suelo, para lo cual se da la respectiva recomendación, y las concentraciones bajas de potasio en
hoja a 50 % de floración, menor de 1.25 % de potasio, requerirían necesariamente la aplicación de
potasio en la segunda fertilización, del orden la mitad de la cantidad a aplicar en la primera
fertilización, que es de 0.200 kg K2O/árbol.
Para el calcio, el 13.0 % de los huertos presentó contenidos moderadamente bajos, y el 54.5 %
medios de calcio del suelo (Cuadro 19), y el 35.7 % de los huertos presentó concentraciones bajas
de calcio en hoja a 50 % de floración (Cuadro 20); en este caso, la recomendación para calcio
57
contempla la aplicación de al menos 0.150 kg Ca/árbol a través del superfosfato de calcio simple
en la primer fertilización, y 0.400 kg de nitrato de calcio en la segunda fertilización.
Para el magnesio, todos los huertos presentaron contenidos medios (15.2 %), moderadamente
altos (52.2 %), y altos (32.6 %) de magnesio en el suelo (Cuadro 19), y el 14.0 % de los huertos
presentó concentraciones bajas en hoja a 50 % de floración (Cuadro 20), por lo que huertos con
contenidos medios de magnesio en el suelo, entre 200 y 500 mg Mg/kg suelo, y concentraciones
en hoja menores de 0.25 %, deberían recibir aplicaciones al suelo o foliares.
Un producto que contiene magnesio es el sulfato de magnesio (10 % Mg), y que se puede aplicar
al suelo en la primer fertilización en cantidades de 0.250 kg MgSO 4/árbol, lo que sería válido para
el siguiente ciclo del cultivo. Para el presente ciclo del cultivo, se pueden hacer aplicaciones
foliares de quelato de magnesio, según las especificaciones comerciales.
Las correcciones de deficiencias para microelementos se pueden realizar con aplicaciones al suelo
de productos comerciales que los contengan. Una desventaja de esta opción es que el producto no
tenga un contenido suficiente del microelemento necesario de aplicar. También estas deficiencias
se pueden tratar con aplicaciones foliares de productos comerciales según las correspondientes
especificaciones. Otra opción es la aplicación específica del microelemento deficiente,
preferentemente de manera foliar; sin embargo, cuando la deficiencia es muy severa, como puede
ser para el manganeso y zinc en el presente caso, habría que considerar aplicaciones al suelo en
la primer fertilización.
Para el hierro, el 100 % de los huertos presentó contenidos moderadamente altos (4.3 %) y altos
(95.7 %) de hierro en el suelo (Cuadro 19), sin embargo, el 46.5 % de los huertos presentó
concentraciones bajas de hierro en hoja a 50% de floración (Cuadro 20); esto estaría indicando
que por alguna causa el hierro del suelo no se está absorbiendo adecuadamente por la planta, y
en tal caso, en huertos con bajas concentraciones de hierro en hoja a 50% de floración requerirían
de aplicaciones de hierro.
58
Para el manganeso, el 100 % de los huertos presentó contenidos moderadamente altos (6.5 %) y
altos (93.5 %) de manganeso en el suelo (Cuadro 19), y el 95.3 % de los huertos presentó
concentraciones bajas de manganeso en hoja a 50% de floración (Cuadro 20); esto estaría
indicando que por alguna causa la planta no está absorbiendo el manganeso del suelo, de tal
manera que en huertos con bajas concentraciones de manganeso en hoja a 50% de floración será
necesario realizar aplicaciones de manganeso.
Para el cobre, el 100 % de los huertos presentó contenidos moderadamente altos (6.5 %) y altos
(93.5 %) de cobre en el suelo (Cuadro 19), y el 23.3 % de los huertos presentó concentraciones
bajas de cobre en hoja a 50% de floración (Cuadro 20); de tal modo que en huertos con bajas
concentraciones de cobre en hoja a 50% de floración habría que realizar aplicaciones de cobre.
Para el zinc, el 78.3 % de los huertos presentó contenidos moderadamente altos (37.0 %) y altos
(41.3 %) de zinc en el suelo (Cuadro 19), y el 100 % presentó concentraciones bajas de cobre en
hoja a 50 % de floración (Cuadro 20); esto indica que en todos los huertos hubo deficiencias, y que
será necesario realizar aplicaciones de zinc.
Para el boro, no se dispuso del contenido de boro en el suelo, y el 16.3 % de los huertos presentó
concentraciones bajas de zinc en hoja a 50% de floración (Cuadro 19); de esta manera habría que
realizar aplicaciones de boro para concentraciones bajas en hoja a 50 % de floración.
59
Como puede observarse, para los microelementos no se obtuvo una relación entre los contenidos
moderadamente altos o altos en el suelo y las concentraciones bajas en hoja a 50% de floración.
El análisis de hoja a 50 % de floración indica las deficiencias a cierta etapa de desarrollo del árbol,
pero la corrección de ellas puede ser ya tardía, especialmente para el manganeso y zinc, de tal
modo que para asegurarse de que los árboles tengan una adecuada disponibilidad de
microelementos sería necesario aplicarlos en la primer fertilización, y considerar el análisis de hoja
a 50 % de floración para verificar si se corrigieron las deficiencias con las aplicaciones al suelo y,
dado el caso, realizar aplicaciones foliares.
El Fermil, además de manganeso y zinc, contiene magnesio (5.0 %), hierro (3.8 %), cobre (0.20
%), boro (4.4 %), etc.; sin embargo, también se pueden utilizar otros productos que tengan
mayores contenidos de manganeso y zinc, o de otros microelementos, o productos específicos
como el sulfato de zinc para el caso del zinc (35.0 % Zn), y así para los demás microelementos.
BIBLIOGRAFIA
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incidencia de la peca del fruto. Tesis de Maestría. Colegio de Postgraduados. Montecillo,
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61
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Volke H., V. 2008. Estimación de funciones de respuesta para información de tipo no experimental,
mediante regresión. Colegio de Postgraduados. Montecillo, Méx. 113 p.
62
APENDICE 1
63
Cuadro 3A. Diámetro del fruto en dos períodos de
cosecha en distintos tratamientos de fertilización,
en la localidad del Cerro Colorado.
64
Cuadro 5A. Grados brix del fruto en
dos períodos de cosecha en distintos
tratamientos de fertilización, en la
localidad del Cerro Colorado.
65
Cuadro 7A. Longitud del fruto en dos períodos de
cosecha en distintos tratamientos de fertilización,
en la localidad de Pucuaro.
66
Cuadro 9A. Firmeza del fruto en dos
períodos de cosecha en distintos
tratamientos de fertilización, en la
localidad de Pucuaro.
67
Cuadro 11A. Peso del fruto en dos períodos de
cosecha en distintos tratamientos de fertilización,
en la localidad de La Palma.
68
Cuadro 13A. Diámetro del fruto en dos períodos
de cosecha en distintos tratamientos de
fertilización, en la localidad de La Palma.
longitud del fruto
trata- mitad de final de promedio
miento cosecha cosecha
- - - - - - - - - - - (cm) - - - - - - - - - - - - -
1 4.5 4.6 4.5
2 4.3 4.4 4.3
3 4.3 4.4 4.3
4 4.3 4.2 4.3
5 4.6 4.7 4.7
6 4.3 4.6 4.5
7 4.2 4.6 4.4
8 4.4 4.8 4.6
9 4.3 4.3 4.3
10 4.3 4.3 4.4
promedio 4.3 4.5 4.4
69
Cuadro 15A. Grados brix del fruto en
dos períodos de cosecha en distintos
tratamientos de fertilización, en la
localidad de La Palma.
grados brix del fruto
trata- mitad de final de
miento cosecha cosecha
1 13.8 17.0
2 14.4 17.0
3 14.4 17.5
4 14.6 17.7
5 14.4 17.2
6 13.4 16.5
7 13.8 18.0
8 13.2 17.5
9 13.8 17.2
10 14.2 17.5
promedio 14.0 17.4
70
APENDICE 2
Modelos de regresión para las respuestas del guayabo a nitrógeno, fósforo, potasio, calcio,
microelementos, profundidad del suelo y edad de los árboles.
R = profundidad del suelo (m), N = nitrógeno aplicado en la primer fertilización (kg N/árbol), Nca
= nitrógeno aplicado en la segunda fertilización como nitrato de calcio (kg/árbol), Nnh4 = nitrógeno
71
aplicado como amonio en la segunda fertilización, P = fósforo aplicado en la primer fertilización (kg
P2O5/árbol), K1 = potasio aplicado en la primer fertilización (kg K2O/árbol), K2 = potasio aplicado
en la segunda fertilización (kg K2O/árbol), E = microelementos aplicados en la primer fertilización (g
Fermil/árbol), Cas = calcio del suelo (mg/kg), Ps = fósforo del suelo (mg/kg), Ks = potasio del
suelo (mg/kg), O = fecha de poda (mes), D = densidad de plantas (número de árboles/ha).
72
APENDICE 3
Modelos de regresión para las variables incidencia de peca del fruto, aborto de frutos y vida de
anaquel del fruto.
Pec = 286.036 + 33.592 (C−9) – 6.475 (C−9)2 – 34.425 F0.5 – 46.198 Cap0.5 – 136.551 Kt2
− 7.466 E0.5 – 25.128 M – 16.647 D0.05
(CME = 140.737, Pr.F = 0.001, R2 = 0.829)
Taex = 1.606 + 22.823 (D–9) – 4.407 (D–9)2 + 4.205 R0.5 – 6.961 I0.5 + 0.598 A – 0.00921 A2
(CME = 13.752, Pr.F = 0.001, R2 = 0.676)
Pec = incidencia de peca (% de frutos), Abo = aborto de frutos (escaso, medio, abundante),
Taex = tamaño extra de frutos (kg/árbol), Prex = proporción de frutos de tamaño extra (%), Ana =
vida de anaquel del fruto (días)
C = fecha de cosecha (mes), Cap = calcio aplicado en la primer fertilización (kg Ca/árbol), Kt =
potasio total aplicado en la primer y segunda fertilización (kg K2O/árbol), E = microelementos
aplicados en la primer fertilización (g Fermil/árbol), F = aplicación de fungicidas (número), M =
control de malezas (número), D = edad de los árboles (años), Cas = calcio del suelo (mg/kg), Mn =
73
manganeso del suelo (mg/kg), Cu = cobre del suelo (mg/kg), L = altitud (m), O = limo del suelo
(%), R = número de riegos antes de la cosecha, I = intervalo entre riegos (días), A = arena del
suelo (%).
74