John M. Reisman
DePaul University
Lexington, Massachusetts
2
Esta edición de Lewis Publishing Company es publicada en acuerdo con
Irvington Publishers, Inc.
Reisman, John M.
Anatomía de la Amistad
Bibliografía: p.
Incluye el índice.
1. Amistad. 2. Soledad. I. Título.
BJ1533.F8R44 158’.25 79-12857
ISBN 0-89197-646-9
3
Prefacio
John M. Reisman
Departamento de Psicología
DePaul University
Chicago, Illinois 60614
5
Contenidos
Prefacio
Platón en Sócrates/Aristóteles/Cicerón/Montaigne/
Emerson/James/Freud/Adler/Sullivan/Erikson/Rank/Lecky
3. EL PROCESO DE LA AMISTAD
4. ¿QUÉ ES UN AMIGO?
6. LA POPULARIDAD
6
Popularidad de Bolsillo/Los Orígenes de la Popularidad/Sobre los
Cambios Positivos y la Popularidad/Nacer Popular/Sintiéndose Popular
7. LA SOLEDAD Y SU TRATAMIENTO
8. El RECHAZO
Notas
Referencias
Índice
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1. Las Tres Amistades
Anatomía de la Amistad presenta la información que ha sido adquirida
sobre la amistad, principalmente con los objetivos de incrementar nuestra
comprensión de, y proporcionar una base informada para tomar decisiones
sobre esta importante relación humana. Dos ideas se introducen al
principio para aclarar la amplitud y complejidad de este tema: (1) la
existencia de los diferentes tipos de amistad y (2) la existencia de cambios
en las relaciones de amistad con el crecimiento y el desarrollo.
La primera idea suele pasarse por alto cuando las personas coinciden
la amistad sólo en su forma más idealizada: un vínculo de lealtad y afecto
entre dos personas que es desinteresado y duradero. Las relaciones de
amistad son más variadas que eso. Hay amistades que pueden ser
significativas y valiosas, no obstante, pueden ser diferentes grados de
intimidad y cercanía.
La segunda idea sirve como un recordatorio de que las amistades
pueden tener características y funciones cambiantes a lo largo de toda la
vida. Una amistad en la adolescencia, por ejemplo, puede servir diferentes
propósitos que en una edad adulta. Además, la idea de que hay un cambio
en las relaciones amigables resalta el hecho de que la amistad se adquiere,
depende del desarrollo de ciertas habilidades y destrezas, y aumenta y
disminuye su importancia para el individuo.
En este capítulo vamos a comenzar con tres historias que han existido
a través de los siglos y han servido para la influencia de cómo las personas
conciben la amistad, sobre todo en su forma idealizada, como una relación
caracterizada por un afecto, una lealtad y una admiración recíproca. Esto
puede ser nombrado una amistad de reciprocidad, en la cual cada amigo da,
toma de, respeta y le gusta el otro. Mientras que estas historias han sido
algunas veces usadas para promover un cuadro homogéneo de las relaciones
amigables, vamos a ver como sugieren tres tipos de relaciones en lugar de
una.
Este análisis también dejará claro cómo influencias sutiles pueden
actuar sobre cómo concebimos la amistad y las cualidades que tendemos a
asociar con esta relación humana. Sin duda, estas historias serán familiares,
y es precisamente debido a su familiaridad que merece una mirada más
cercana. ¿Qué nos dijeron cuando los escuchamos por primera vez?
¿Estaban distorsionados o sesgados de alguna manera para dar énfasis a un
mensaje idealizado? ¿Han, sin que nos demos cuenta, unido a cuentos
similares y películas entretenidas y programas de televisión que nos
proporcionen medidas poco realistas por medio de las cuales continuamos
midiendo nuestra amistad?
8
UNA AMISTAD DE RECIPROCIDAD:
DAMÓN Y FINTIAS 1
9
siquiera por la tardanza. Eso fue sorprendente. Fue llevado de su celda a
un patio donde fue ejecutado públicamente.
En el último momento, cuando parecía que todo estaba perdido para
Damón, Fintias apareció. Explicó que había sido retrasado por una lesión
a su caballo y estaba agradecido de haber sido capaz de completar su
jornada antes de que su amigo fuese sacrificado. Esto, también, fue
sorprendente. Fintias no había tratado de salvar su propia vida a expensas
de la de su amigo y había mantenido fielmente esta cita, aunque significara
que iba a morir.
Dionisio Estaba evidentemente aturdido por este giro de
acontecimientos y se quedó perplejo cuando Damón pidió que se le
permitiera sustituir a Fintias y Fintias imploró que la oferta de su amigo
fuera rechazada. La historia termina con Dionisio, tan conmovido por esta
muestra de amistad genuina, que perdona a Fintias y pide a Fintias y
Damón lo admitan en su círculo.
Aunque no hay más información, es dudoso que Dionisio alguna vez
se hubiera unido exitosamente con Damón y Fintias en un trío de buena
comunión. Damón and Fintias eran similares en edad y situación social;
Los dos eran filósofos de la escuela Pitagórica. Los intereses de Dionisio,
al contrario, eran principalmente en la táctica militar y gobierno
autocrático. De todo lo que sabemos sobre de la base de la amistad,
Dionisio difícilmente habría hecho una contribución satisfactoria a este
grupo.
Cicerón conto esta historia por muchas razones, y no menos
importante fue establecer dos de las principales características que elevan
cualquier relación amistosa ordinaria a una que es verdadera e ideal. La
primera característica es lealtad. Fintias fue juzgado y condenado a muerte
por traición, esencialmente un delito de deslealtad al Estado. Estaba en
desgracia pública y pronto sería ejecutado por su crimen. Es en tales
circunstancias que los llamados amigos serían perdonados si terminaran su
relación, ya que se unirían con otro buen ciudadano en repudiar al criminal.
Pero Damón no abandona su amigo. Él permanece firme, no aprobando lo
que su amigo había hecho, pero no rechazando a Fintias debido a eso. Tal
lealtad, Cicerón (1909, pp. 14-25) pensó, no siempre es admirable y en sí
mismo puede indicar más la estupidez y rigidez de la persona que la
mantiene que cualquier virtud. Pero es ciertamente agradable recibirlo, y
se mantiene, bajo condiciones menos extremas, como una de las
características de la amistad verdadera o ideal.
No hay una complicación similar en juzgar la bondad de la persona
por la segunda característica, el autosacrificio. Damón está dispuesto de
dar su vida por Fintias, el cual es, hasta donde sabemos, el último acto de
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generosidad. Desafortunadamente, Las personas están limitadas en la
frecuencia con que pueden demostrar tal devoción a aquellos que
consideran queridos, pero los actos menores de autosacrificio son, sugirió
Cicerón, un signo infalible de la bondad del donante y una indicación de
verdadera amistad. Lealtad, explicó, puede no siempre indicar bondad y
sabiduría. Deslealtad puede ser la más prudente de las acciones bajo las
circunstancias, tales como cuando vemos que un supuesto amigo ha
traicionado nuestra confianza o se ha embarcado en un comportamiento
grosero que nos parece desagradable y ofensivo. Pero la generosidad y el
autosacrificio siempre redundan en el crédito de la persona que la da.
“Mayor amor no tiene el hombre que este,” dijo Jesús a sus discípulos,
“que un hombre dé su vida por sus amigos” (Juan XV: 13).2 Esta
afirmación sirve de nuevo para contrastar la naturaleza de la verdadera
amistad con las pocas reivindicaciones de amistad y devoción. Mientras
Jesús está listo para ser crucificado por ellos, ellos, a pesar de sus protestas
no están listos para ser crucificados por él, y Pedro pondrá la cobardía por
encima de la lealtad repudiándolo tres veces.
La lealtad mutua, el afecto, y la generosidad son atributos de la
primera clase de relación amistosa que hemos identificado, la amistad de
reciprocidad. Esto es lo que la gente suele pensar cuando piensan en la
amistad perfecta, verdadera, ideal, porque así es como la amistad suele ser
retratada en la literatura, el cine, y la televisión. Un amigo es alguien que,
si es necesario, irá a la muralla contigo. ¿Cuántas veces los amigos se
sacrificaron noblemente por el bien del otro, caminaron a la guillotina con
una sonrisa valiente, renunciaron a su afecto para que su amor pueda
encontrar la felicidad con alguien más, expresó su gratitud por fatales actos
de valentía, heroísmo y resignación? Probablemente no veamos esto con
demasiada frecuencia en nuestras vidas, pero lo vemos con bastante
frecuencia en las películas o en la televisión.
Equilibrio y mutualidad son esenciales en una amistad de
reciprocidad. Cada uno de los amigos leal a, y dispuesto a dar a los demás.
Hay un sentimiento de cariño y respeto. Estos amigos se consideran unos
a otros iguales y están dispuestos a recompensarse mutuamente por igual.
Este es el tipo de amistad que la mayoría de las personas quieren tener con
sus amigos más cercanos.
Un sentimiento de igualdad, sin embargo, no es el caso en todas las
relaciones amigables. Puede haber desequilibrio y desigualdad en el cual
uno recibe principalmente del otro. A pesar de esta apariencia superficial
de injusticia y explotación, ambos amigos se benefician de su relación. Lo
que los dadores obtienen pueda que no sea tan obvio o substancial. Puede
parecer no ser nada. Sin embargo, las recompensas están allí, a menudo en
11
forma de satisfacción, los placeres de poder estar en la posición de dar y
prestar una mano a alguien más, Y tal vez anticipando alguna apreciación
o reembolso posterior. En cualquier caso, lo que tenemos es una relación
amistosa donde los amigos difieren en su posición y donde son algo
conscientes de que están en posiciones superiores-inferiores. Esto es una
amistad de reciprocidad.
14
Así la amistad de Jonathán y David llego a su fin. Adecuadamente,
David no estuvo presente en la muerte de Jonathán, y su canción fúnebre
trató sobre el amor de Jonathán por él, más que su amor por Jonathán. Su
amistad diferente a la de Damón y Fintias está en desequilibrio. Un amigo
ante todo da al otro, y los dos amigos eran desiguales en el rango social.
Es problemático, sin embargo, en cuanto a estos dos tenían la posición
superior. Aparentemente, fue Jonathán, el príncipe, y no David, el primer
pastor. Pero fue David fue reconocido y destinado por Dios para ser el
siguiente rey, y Jonathán reconoció la sumisión hacia su amigo (Samuel
23: 17-18). Por otra parte, Jonathán imploró a David prometer no hacer
daño a su familia después que él tomara el trono (Samuel 20: 14-17),
difícilmente uno pensaría que le tipo de petición es necesario para extraer
a alguien de un amigo reciproco. En todo caso, su amistad ciertamente
representa una relación diferente de la reciprocidad, a la cual designaremos
como receptividad.
Al principio, las amistades receptivas pueden atacarnos más de lo
inusual. Sin embargo, muchas relaciones amigables tales como entre
maestro y alumno, empleador y empleado- pueden ser de este tipo. Pueden
permanecer estables, o avanzar a una mayor mutualidad y convertirse en
amistades de reciprocidad, o puede haber un movimiento contrario, el cual
es, los amigos que eran cercanos se convierten en distantes. Anteriormente
las alianzas cercanas se mantuvieron para conservar los lazos atados,
hábitos, conveniencia, explotación mutua, u oportunidad.
En las etapas tempranas de amistad o de familiarización y en
amistades deterioradas o estancadas hay poco o nada de afecto. Estas
amistades agradables son bastante diferentes de las amistades receptivas y
reciprocas. En ocasiones podría haber resentimientos cuando algunas
circunstancias externas requieren que contiene una amistad desagradable.
Las partes involucradas podrían, por pura vergüenza, pretender ser amigos
debido a que la frecuencia de su contacto y la naturaleza de su asociación
son tales que otros esperan que una amistad exista, pero sienten muy poco
o nada de cariño el uno por el otro. Relaciones superficiales pueden
representar el principio del crecimiento o el decaimiento terminal del
proceso de una amistad. Podrían desarrollarse hacia una amistad profunda
y reciproca o podrían simplemente persistir o romper sin mucho
preámbulo. Ellos constituyen la mayoría de lo que la mayor parte de
personas incluyen en sus relaciones de amistad. Son amistades por
asociación.
15
UNA AMISTAD DE ASOCIACIÓN:
BRUTO Y CASIO3
16
Seguidamente César entra con su esposa y amigos. Después de recibir
una advertencia sobre los idus de marzo él sale, dejando el escenario a
Bruto y Casio. Bruto, quien no debería tener ninguna queja en cuanto a la
amistad de César, parece preocupado y le sugiere a Casio que salga y tenga
un buen tiempo sin él. Casio responde:
Tú has descrito
Un amigo caliente enfriándose, nota Lucilio
Cuando el amor comienza a enfermarse y decaer
Usa una ceremonia forzada. (acto 4, escena 2)
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constructivas. Estas características pueden estar ausentes en algunas
amistades de asociación.
En estos tres ejemplos han sido ilustrado los tres tipos de amistad y
Serán posteriormente, documentados en los capítulos siguientes. Una
amistad de reciprocidad existe cuando las dos partes sienten amor y lealtad
el uno con el otro. Es su lealtad y afecto que les permiten ser honestos, sin
experimentar su honestidad como cruel y amenazante. Ellos sienten la
libertad de ser críticos, seguros de que su amistad les provee una base firme
de sinceridad. Una relación reciproca de este tipo, entre personas que se
ven entre ellos con equidad, han sido, y son, reconocidas por las
autoridades y personas en general como la más deseable e ideal asociación
de forma humana.
Alrededor del año 326 b.c. Se supone que Bidipai dijo: “Los hombres
honestos estiman y valoran la palabra de un verdadero amigo. “Tal es uno
con el otro, al que le compartimos nuestros pensamientos más secretos,
quien comparte nuestra alegría, y nos reconforta en nuestras aflicciones;
agregando que su compañía es un eterno placer para nosotros.”
La calificación de “real” en la cita anterior es una de las más
frecuentemente hechas. Algunos amigos son descritos como “reales” o
“verdaderos,” “ideales” o “perfectos.” Sería preferible decir, dado que los
otros no son menos reales o verdaderos, son los amigos recíprocos, quienes
devuelven nuestro afecto, respeto y lealtad. Desafortunadamente, la
impresión es llevada a la literatura como el único tipo de amistad, con sus
virtudes ha sido reconocida y exaltada con el pasar de los años, aunque
otras relaciones de amistad han sido catalogadas como “falsas.”
“Y, de todas las mejores cosas sobre de la tierra,” dijo Earl Edward
Lytton,” Yo sostengo que un amigo fiel es el mejor.” Emerson, en su
ensayo sobre el tema, lo estableció de manera brillante y elocuente:
“Un amigo puede bien ser considerado como la obra maestra de la
naturaleza.” Y Emily Dickinson expresó los mismos sentimientos en
poesía melódica cuando escribió:
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Hemos tratado de enfatizar que a pesar de que las amistades amigables
prevalecen, la afirmación es frecuentemente hecha, o la gente escribe como
si, las únicas amistades reales son reciprocas. Una afirmación relacionada
es que estas relaciones comprenden una pequeña fracción, limitada, de
estas amistades que la gente ordinaria experimenta. Henry Adams, quien
parecía vivir una vida llena de amistades, sin embargo, declaró en su libro
La Educación de Henry Adams, el cual irónicamente fue publicado
exclusivamente para sus amigos: “Un amigo en la vida es mucho, dos son
demasiados, tres son difícilmente posibles.”
Otra afirmación que a menudo es hecha en la literatura es que las
amistades reciprocas son experimentadas en el verdadero y mejor sentido
por los hombres, pero no por las mujeres. Sorprendentemente, una mujer,
Gertrude Atherton, parecía totalmente de acuerdo con esta afirmación
cuando escribió: “La amistad perfecta entre dos hombres es el más
profundo y mayor sentimiento de la cual la mente finita es capaz; las
mujeres pierden lo mejor de la vida” (Libro The Conqueror 111, Ch.12).
Esta declaración, basada en la intensa, devota franqueza entre filósofos y
soldados, durante estos periodos de historia cuando las mujeres fueron
relegadas hacia la cocina y hechas a un lado, es ciertamente sin fundamento
en las sociedades modernas.
Una tercera afirmación, claramente romántica, sobre la amistad es que
la más intensa y perdurable de estas relaciones ocurre de repente,
misteriosamente y dramáticamente. La Biblia describe la amistad de
Jonathán y David que viene como un rayo de luz y no completamente bajo
un control consiente. Apoyado en esta creencia es la declaración
continuamente citada por Henry Adams de que, “Los amigos nacen, no se
hacen” y observaciones desconcertantes sobre las relaciones amigables
duraderas entre aparentemente personas dispares.
Estas afirmaciones, inocentes en sí mismas, pueden tener
consecuencias dañinas si son usadas para justificar la situación, proteger a
la gente de tener que prolongar la amistad, y asegurarse que una relación
menos satisfactoria con alguien está fuera de su área de responsabilidad. Si
los buenos amigos nacen, no se hacen, el argumento podría ser, entonces
la falta de amigos es una desgracia, una infeliz circunstancia donde todos
pueden ser acompañantes que no fueron creados o no han entrado en
contacto. Estas creencias reconfortantes usualmente no son verdad. Las
personas ordinarias pueden hacer de otros sus amigos, si ellos están
dispuestos a invertir el tiempo y esfuerzo necesario.
El segundo tipo de amistad que hemos considerado es la amistad de
receptividad, se distingue por el desequilibrio, por la desigualdad, quizás
un amigo que ama y da al otro, que se siente agradecido, piensa en un poco
22
de afecto de regreso. Cesar y Bruto, por ejemplo, tuvieron una amistad
receptiva. Mientras que una amistad receptiva apenas parece en acuerdo
equitativo y justo, y bien podríamos preguntarnos qué es lo que el dador
espera, hay tiempos en los que el dador aparece para ser muy generoso, tal
tipo, en el que no se espera ninguna consecuencia. Frecuentemente estas
amistades existen entre personas que difieren enormemente de una
posición social, está claro que el receptor será presuntuoso de dar más que
su apreciación. Y también se puede argumentar que el dador en estas
situaciones obtiene satisfacción de ser apreciado y por los actos de dar,
tales placeres son grandes compensaciones. En la historia de Jonathán y
David, Jonathán esperaba que David fuera agradecido para preservarle a él
y su familia cuando él tomará el trono. A menudo es la lealtad la que se
espera por los favores hechos. Cesar esperaba eso de Bruto, hay un
proverbio en el cercano oriente que expresa el mismo pensamiento: “Un
amigo es aquel que nos advierte.” Es fácil imaginar algún poderoso
soberano quien ha dado abundantes riquezas a un amigo y cuando nos
pregunta por un favor él espera de regreso siempre decir gratamente, “Un
amigo es aquel que nos advierte.”
La lealtad es lo que Freud esperó de su círculo más cercano de amigos
a quien él dio mucho en conocimiento. En un nivel más sublime de relación
con Dios, hacia los humanos es algunas veces representado de los padres
hacia los hijos y otras veces se observa en una amistad receptiva. En esta
amistad, los humanos reciben innumerables bendiciones del dador que no
espera más que amor, lealtad y obediencia. Saúl le dio a Dios su amor que
fue quitado cuando el desobedeció las órdenes del señor. Jesús dio a sus
discípulos amor, pero les dijo: “Ustedes son mis amigos si hacen lo que
mando.” (Juan 15:14). Estos ejemplos sugieren que las amistades
receptivas son diferentes, pero no menos dignas que las reciprocas.
Una posición diferente es una condición necesaria para una amistad
receptiva desde que hay un desequilibrio en la relación. La posición de
igualdad es una condición necesaria para una amistad recíproca. Incluso
ahí donde originalmente no hay diferencia de posición social, se esperaría
que una amistad receptiva actuara para llevar a cabo una posición distinta
por la naturaleza de la relación del donante al receptor. Asimismo, incluso
allí donde hay un factor de diferencia en posición social, de una amistad
reciproca se espera que actúe para eliminar cualquier diferencia social entre
amigos. Por consiguiente, en una amistad reciproca los amigos tienden a
pensar en los unos a los otros como iguales, mientras que en una amistad
receptiva tienen a sentirse en posiciones superiores-inferiores.
Finalmente, llegamos a la amistad de asociación, la cual es
ciertamente el significado más común del término “amigo”. Hace algunos
23
años el humorista “Red” Skelton personifico a un político dando un
discurso de campaña. “Amigos míos” resolló “Y ustedes son mis amigos,”
rápidamente titubeó, “y no me digan que no son mis amigos, porque nadie
va a decirme quienes son mis amigos.” Obviamente los amigos a los que
él se refería eran amigos de asociación, conocidos en los que hay poco o
ningún afecto o donde la gente interactúa sobre una base amigable.
Todos hemos tenido amistades asociativas. Los compañeros en la
escuela, los vecinos en la calle, los miembros de un comité, los
congregantes de una iglesia, el personal de una oficina, una facultad, una
fraternidad hermandad, la lista podría seguir y seguir. Estas personas por
lo general consideran a sus asociados como amigos, o por lo menos
amigables. Algunas de estas relaciones pueden convertirse en amistades
receptivas o reciprocas. O puede que no haya un sentimiento profundo de
cariño, sin lealtad, y solamente esfuerzos de medio corazón, si es que hay,
para prolongar la relación cuando su propósito inmediato es cumplido o la
razón para seguir juntos termina.
Amistades asociativas son del tipo que le han dado un mal nombre a
la amistad. Han generado un mar de cinismo extenso y duradero.
“Defiéndeme de mis amigos,” imploró Claude Louis Villars, “Yo puedo
defenderme de mis enemigos.” Villars tenía bastantes enemigos y
supuestamente antagonizó la corte francesa en Versalles haciendo
demasiadas fanfarronerías. En pocas palabras, Villars no jugó ningún papel
en crear sus propios problemas. Sin embargo, su comentario sigue vivo a
lo largo de los siglos porque muchas personas han experimentado
situaciones en las que fueron lastimadas por acciones de aquellos que
creían que eran sus amigos.
La naturaleza transitoria de amistades asociativas ha creado
innecesariamente la impresión que muchos amigos son desleales o que su
lealtad se mantiene sólo mientras no se hagan exigencias al respecto.
“Amigos de buen tiempo,” se les llama, pero hay formas más poéticas de
describirlos. Dorothy Parker lo describió caprichosamente:
CONCLUSIONES
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2. La Amistad a Través de los Años
¿Cómo podemos saber si un amigo es verdadero? ¿Cómo las
personas se hacen amigos? La primera pregunta ha sido un misterio a través
de los siglos y ha provocado una legión de filósofos al ejercicio mental. A
menos que le pidan a alguien que se someta a una prueba decisiva, ¿cómo
puede la gente estar segura de la autenticidad de una amistad? La segunda
pregunta sobre la formación de la amistad ha parecido más favorable a la
investigación y ha estimulado a un pequeño número de teóricos y
científicos para desarrollar hipótesis y realizar estudios que pudieran
establecer respuestas.
Los filósofos han estado especialmente preocupados por la
reciprocidad de las amistades, relaciones ideales, donde lo que es
verdadero o bueno puede ser visto con más claridad. Los científicos, sin
embargo, tienden a preocuparse de cuál es el tipo de amistad más común o
fácilmente disponible, los de asociación. Es importante tener en cuenta que
los resultados de la investigación científica tienden a basarse en amistades
que son principalmente nacientes y menos vinculadas por lazos de afecto
y lealtad. En este capítulo, se dirige a filósofos y teóricos; en el capítulo 3
comenzaremos a examinar algunos de los hallazgos empíricos.
Los filósofos suelen comenzar por aceptar que la amistad es una
relación deseable basada en un afecto y respeto mutuo. Recuerde que están
hablando de ideales, de amistades de reciprocidad, y se preocupan menos
por las relaciones casuales, las amistades de asociación o conocidos. Su
énfasis en la amistad ideal implica suposiciones sobre los valores, que
debemos reconocer, pero no es necesario aceptar.
Hay otras suposiciones acerca de la amistad que podríamos rechazar
porque imponen ciertas restricciones sobre su significado que no parecen
justificar. Por ejemplo, algunos escritores sobre este tema, en particular los
teólogos se esfuerzan por ser coherentes con su concepto de lo que es bueno
y afirman que la amistad debe limitarse a aquellas relaciones que son
independientes de las intimidades sexuales. Esto excluiría, por ejemplo,
que los esposos y esposas fueran amigos, al menos mientras son
sexualmente activos. Aunque esta estipulación estaba dirigida
principalmente a los homosexuales por una preocupación moral de que
algo considerado desviado no fuera considerado como algo cercano a
virtuoso, no tiene más sentido que los argumentos de algunos filósofos, por
el contrario, es decir, que la amistad en el mejor de los sentidos sólo puede
existir entre los homosexuales.
A partir de consideraciones éticas similares, también se ha
argumentado que las amistades y pandillas exclusivas no son verdaderas
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amistades porque sus miembros no son universalmente caritativos, por
consiguiente, son algo inmorales, y por lo tanto no podrían estar
involucrados en una relación virtuosa que la verdadera amistad
presumiblemente es. Si estas restricciones fuesen aceptadas habría muy
pocas amistades ya que casi todas son, hasta cierto punto exclusivas.
Estas condiciones normalmente no entraran en nuestra comprensión
o uso del término amistad. Mientras, podemos estar de acuerdo que sería
deseable que las amistades fueran buenas, virtuosas y basadas en motivos
desinteresados y puros que nunca deberían tramar algo para herir a otra
persona, nuestra preocupación es con la variedad de amistades en las
relaciones humanas actuales y su razón para venir y persistir. Con estas
suposiciones aclaradas, volvamos al primero de nuestros filósofos.
PLATÓN EN SÓCRATES1
ARISTOTELES2
CICERÓN3
Marco Tulio Cicerón, anteriormente mencionado en la sección de
Damón y Fintias, compuso un ensayo sobre la amistad el cual ha encantado
y cultivado a los lectores a lo largo de los años. Cicerón no estaba
interesado en todas las clases de amistad, sino solamente con aquella, la
cual él consideraba ser la verdadera, la ideal, la amistad virtuosa y de
reciprocidad. Su interés no era improductivo. El acto de depositar la
confianza de alguien en un amigo que resultó no ser leal podía ser una
cuestión de vida o muerte en la antigua Roma. Por lo tanto, era de suma
importancia saber cómo seleccionar amigos de manera cuidadosa y
juiciosa. La larga y satisfactoria carrera de Cicerón como abogado, orador
y político era el testimonio de sus habilidades al momento de seleccionar
amigos sabiamente, y su muerte violenta a manos de las tropas de Marco
Antonio dicen todo lo que se debió decir acerca del error de su última
alianza y su error al no ser igual de cuidadoso al momento de seleccionar a
sus enemigos.
Debemos recordar que, en aquellos tiempos, Cicerón hablaba de una
amistad en la cual uno pudiera sentirse seguro y no ser traicionado. Tal
amistad solamente podía existir entre hombres de bien, y la bondad era
estrictamente definida como: “un rasgo personal en aquellos cuyas
acciones y vidas no daban lugar a cuestionar su honor, pureza, equidad, y
libertad; quienes eran libres de la codicia, la avaricia y la violencia; y
quienes tenían el coraje de sus convicciones.”
Hoy en día, probablemente resulte difícil percibir cualquier tipo de
modelo de virtud. Existen sombras de la inconciencia entre nosotros, y
generalmente nuestra admiración por hombres y mujeres está asociada en
mayor medida con las situaciones que han enfrentado y superado.
34
Aun si moderamos un poco los requisitos de Cicerón para traerlos
dentro del ámbito del logro humano, su amistad aparenta estar fuera de
nuestro alcance. Cicerón definió la amistad como un “completo acuerdo en
todos los aspectos humanos y divinos, en colaboración con buena voluntad
y afecto.” Las condiciones presentes en un “completo acuerdo” y de una
“completa armonía en nuestros gustos, búsquedas, y sentimientos,”
parecen ser excesivamente estrictas. Probablemente Cicerón tuvo tal
amistad; en efecto, el declaro que así fue. Hoy en día sería razonable
consolidar tal identidad virtual como la ideal y sentar bases similares de la
misma en la amistad.
Aunque la bondad y la semejanza de las creencias e intereses eran
vistas como algo ideal en el desarrollo de la amistad y aunque Cicerón notó
que una amistad cercana era promovida por los mismos que vivían en las
cercanías, el afecto era la chipa necesaria. Dos personas, para que fueran
amigas, primero se tenían que agradar la una a la otra, y luego tenían que
creer en su bondad esencial y disfrutar de compartir objetivos y actividades
en común. Lo que debilitó la chispa, para Cicerón, fue que talvez no era
sano estar en total acuerdo todo el tiempo.
Una persona como tal puede que llegase a necesitar amigos, pero no
pareciera que fuesen bases particularmente admirables para la formación
de amistades o para extenderle la mano a alguien. Cicerón dudó de aquellos
amigos relativamente cercanos y de quienes podrían haber sido juzgados
por su necesidad de amistad por lo que se inclinaban en esa dirección.
Cicerón tenía la impresión de que los antipáticos carecían de opiniones
sobre sí mismos y por lo tanto evadían la compañía, mientras que aquellos
que, si tenían confianza, también tenían amigos y estaban ansiosos por
hacer más amistades. Esta no era una actitud empática hacia el solitario y
aislado, pero para Cicerón esto no era de su interés. Tal como se mencionó
antes, Cicerón tenía que determinar cómo seleccionar buenos prospectos
entre los muchos aplicantes.
Desde que Cicerón estableció la creencia en la virtud como la piedra
angular de la amistad, si el amigo se comportaba de manera que su bondad
llegase a ser cuestionable, había motivo suficiente para cortar la relación
amistosa. Cicerón no se molestaba en mantener relaciones amistosas con
aquellos que juraban lealtad bajo cualquier circunstancia. En el caso de
Fintias, probablemente habría abandonado a Damón ya que la traición de
Damón indica daba que él había perdido la virtud de la amistad, y para
Cicerón no valía la pena seguir con tal amistad. Un amigo, para Cicerón,
no significaba estar cegado ante la lealtad o la obediencia hacia las
peticiones de un amigo. Un amigo no debería pedirnos que realicemos
algún acto que está mal; aun si así lo pide, no deberíamos acceder a tal
35
petición. Un buen amigo, por el contrario, debería juzgar al otro, criticar de
manera honesta lo que está mal, y señalar el error.
Cicerón esperaba que incluso en una amistad ideal, donde hubiera
completa armonía, las discrepancias entre opiniones saldrían a la luz con
el tiempo. Para Cicerón debía ser posible hablar de estas diferencias
abiertamente, sin miedo o incitación de amargura o sentimiento, con la
finalidad de que la armonía pudiera ser restaurada. De no ser así,
difícilmente valía la pena continuar con tal amistad ya que el elemento vital
de dicha relación ya no estaba presente. Los amigos debían considerarse
los unos a otros como iguales, lo que significaba que una opinión era igual
de valiosa que la del otro, por lo que merecía respeto y atención. Cuando
no podía haber intercambios honestos entre las opiniones o discusiones, era
mejor dar por terminada la relación, o al menos las partes involucradas
debían tener presente, que, en caso de continuar tal relación, ya no se
trataba más de una amistad genuina.
Los Sofistas expusieron argumentos ingeniosos acerca de la amistad,
los cuales Cicerón no logró aceptar. Ellos sostenían que se debía evitar a
los amigos cercanos, ya que cuando dos amigos se volvían cercanos
empezaban a mostrar preocupación por los problemas y ansiedades del otro
y por lo tanto dichas preocupaciones y lamentos se multiplicaban. Para
Cicerón, las expresiones emocionales, especialmente aquellas que
mostraban interés por alguien más, eran distintivamente humanas y que
valían la pena considerar. Cicerón consideraba que la angustia y las
molestias de los problemas de un amigo enriquecían valiosos momentos de
felicidad. No tenían por qué ser obviados, y la amistad que los ocasionaba
se tornaba mucho más valiosa.
Los Sofistas también sostenían que las amistades tenían que ser
juzgadas por su utilidad. Esa amistad era mejor por ser útil y más
gratificante. Cicerón tampoco estaba de acuerdo en ese aspecto. Lo que
debía ser más valorado en la amistad, para Cicerón, debía ser el afecto por
el amigo. El afecto mismo era mucho más preciado que cualquier otro
servicio o bien material debido a que no podía ser una acción obligada o
comprada. En aquellas relaciones carentes de cariño o afecto podía haber
provecho, como podría ser el caso de un empleado y un empleador, pero
esa relación estaba lejos de ser una amistad sincera.
Cicerón concluyó su ensayo prestando mucho cuidado al momento de
seleccionar a los amigos. Él mismo mencionó algunas características
deseables en la amistad tales como “la firmeza, la estabilidad, y la
consistencia”. Desafortunadamente, era demasiado fácil para alguien jurar
su lealtad y luego esperar a ser escogido. Puede que Cicerón halla sugerido
36
algunos pequeños desafíos para probar o tentar a un amigo, pero
compasivamente tales pruebas fueron dejadas a la imaginación del lector.
Los valores y opiniones de Cicerón sobre la amistad han ejercido una
influencia poderosa sobre como las personas piensan acerca de sus
relaciones amigables. Las cualidades humanas resultan ser muy valiosas,
como también lo son las satisfacciones emocionales de afecto, la comunión
de pensamientos y creencias. La utilidad, por el contrario, está pensada para
ser una base a considerar y el alcance que entra a la determinación de la
relación amigable, las personas tienden a creer al igual que Cicerón, que la
utilidad misma puede disminuir la pureza de la amistad al punto de hacerla
menos preciada. Cuando las personas sostienen que las amistades deben
estar determinadas principalmente por características personales, en lugar
de su riqueza, poder, ganancia o estatus social, están siendo afines a
Cicerón.
Desde luego que Cicerón reconoció que las personas con intereses
similares están mucho más dispuestas a compartir gustos y actitudes
similares. Aun siendo este el caso, Cicerón recalcó que tales amistades no
deberían formarse indiscriminadamente entre miembros de cualquier
posición social, ni deberían ser terminadas en caso de que el destino tratase
de manera cruel a un amigo. Aun entre la clase intelectual se podían
encontrar amistades carentes de confianza, y un amigo de verdad no debía
ser abandonado en la adversidad. El estatus social debía ser una cuestión
de menor preocupación que una cualidad personal. Es triste y lamentable,
como el estatus social actúa como un sello de proximidad mediante el cual
restringe a un individuo de poder integrarse a un círculo social dando lugar
únicamente a grupos sociales cerrados.
Podemos encontrar en las escrituras de Cicerón, un brillante homenaje
hacia su propio enriquecimiento que deriva de estar informado de las
pruebas y problemas de alguien más. El acto de hablar y liberar problemas
entre amigos alivia las penurias, en caso de no hacerlo, las mismas se
imponen y se hacen más profundas. Evidentemente la severa imposición
que Aristóteles sentía que alejaba a la gente y hacía menos probable el
desarrollo de los amigos es especialmente crucial en la primera etapa de
atracción hacia los otros. En aquellos tiempos pudiera haber sido un error
fatal en la formación de las relaciones de amistad el quejarse demasiado.
Sin embargo, cuando parece haber algún compromiso en la relación
amigable, el mostrar y compartir momentos infelices puede hacer marcar
una diferencia en la relación y convertirla en una más valiosa y preciosa.
37
MONTAIGNE4
EMERSON6
40
Se fue la necesidad de que se completara el espíritu de armonía, que
identifico el interés y creencias, que Cícero pensó eran importantes. Por el
contrario. La amistad de Emerson fue brusca y cayó en lo que fue una
conexión estimulante y en desacuerdo. Pudo ser mejor, el argumentó, para
tener amigos que tienen un balance provocativo de similitudes y
diferencias. Sus diferencias podrían promover sus intereses el uno con el
otro y hacer de cada uno estimulantemente consciente de su individualidad.
Esta no fue una relación cursi. Cada amigo podía sentir el poder y la
fuerza del otro. En este sentido cuando había un acuerdo, había satisfacción
en tener el merecido consentimiento del otro.
El mayor valor de la amistad para Emerson fue una estimulación
intelectual y un discurso contencioso: “Mejor ser una molestia en el lado
de tu amigo que sólo su eco.” Mientras él no quiso como amigo a alguien
con quien se está perpetuamente discutiendo, él de vez en cuando
disfrutaba de los desacuerdos. Entonces ese consenso, podría ser
propiamente evaluado. (Si hay algún interés en que haya terapistas que
miren su rol como un eco cara a cara con sus pacientes, y otros a quienes
sus clientes envuelvan en lo que son casi diálogos de Sócrates, con ellos
mismos en el papel de los sabios de Atenas.)7
Emerson no trato con amistades perfectas o amistades exclusivas. Su
ensayo se ocupa del factor de tener un número de amigos, cada uno tiene
que tener un área especial o experta. Es mucho más que una coincidencia
que él comparo sus amigos con los libros de su biblioteca. A las personas
les gusta tener muchos libros porque cada uno tiene algo único que decir;
y pese a los placeres que ellos proveen, llega un tiempo en el que las
personas desean cerrar sus libros y ponerlos a un lado. Lo mismo sucede
con los amigos. Emerson quería que ellos estuvieran disponibles,
preferiblemente a su conveniencia, pero siempre al pie de su privacidad ya
que era muy preciada para él.
Emerson descubrió que cuando hablaba con sus amigos dos eran como
demasiados. Cuando había tres o más intentando tener una conversación,
no era posible aclarar o explorar como uno quería. Por alguna razón,
incluso cuando todos estaban presentes podrían haberse considerado el uno
con el otro como amigos, pero ellos no podían ser tan confidenciales como
cuando dos estaban participando en un dialogo. La única excepción para
esta regla ocurría si dos amigos trataban de participar el uno con el otro en
una plática intima sin la participación de nadie más presente; la persona
extra entonces funcionaba como la audiencia atenta. Uno no puede ayudar,
pero hay que preguntarse que podría haber pensado Emerson de su grupo
de terapia.
41
JAMES8
Un contemporáneo de Emerson fue el médico, fisiólogo, psicólogo,
y filósofo William James. En sus principios de la psicología James
compuso un segundo volumen, un clásico muy popular que tiene muy poco
que decir sobre la amistad. Dijo, sin embargo, es de importancia porque
revela el pensamiento de uno de los verdaderos y grandes psicólogos a
principios del siglo.
James creía que la gente era guiada en su comportamiento por una
serie de instintos. De acuerdo con esto, atribuyó a la amistad una
propensión innata para buscar compañía y ganar la atención favorable de
otros. Un hombre bondadoso y compasivo, James lo consideraba el castigo
más diabólico (si fuese posible) para una persona que fuera totalmente
ignorada. Esto sería una frustración diabólica del instinto social, lo cual
conlleva a las personas a formar relaciones amigables y hacer lo que sea
necesario para asegurar la aprobación de sus amigos.
Pero si la opinión de James es así, ¿por qué las amistades llegan
siempre al final? Las personas deberían instintivamente unirse por un
tiempo indefinido. La respuesta no fue difícil para James. También había
un instinto de agresión, esto inclinaba a las personas a lastimar a sus amigos
y romper sus relaciones. Fue el aumento de la agresión lo que provocó la
inconstancia y la naturaleza transitoria de muchas amistades. Sin embargo,
este no era el único instintivo que podría ser relevante.
Otro instinto mencionado por James fue el “aislamiento personal”.
Esto era una repugnancia supuestamente natural experimentada por
personas con la idea de tener relaciones sexuales con la mayoría de los
seres humanos que conocían, especialmente con los de su propio sexo.
Siendo muy propio, James pensó que este instinto se agitaba con especial
vigor en los hombres hacia los hombres y en las mujeres hacia los hombres.
Por lo tanto, al final del siglo XIX, el amor no solo dejo la amistad, sino
que era posible para los psicólogos destacados en Los Estados Unidos
afirmar que la idea misma era inherentemente repugnante.
FREUD9
42
vez lo fue. A menudo sus observaciones se dirigían a otras cuestiones, y es
necesario inferir cómo podrían relacionarse con la amistad.
En su artículo “Sobre Narcisismo” Freud consideró las razones de
los sentimientos de afecto. Debería ser entendido que, para él, el amor
puede ocurrir por razones obvias y consientes o por las acciones sutiles e
influencias inconscientes. Los primeros eran fácilmente evidentes y
sencillamente identificables por las personas. Estos últimos eran mucho
más interesantes porque la persona no se daba cuenta y era fácilmente
consciente de sus efectos.
De acuerdo con la formulación de Freud, las personas aman
básicamente a aquellos a quienes han amado en el pasado. Una de las
primeras personas a quienes aman es a ellos mismos. Este amor propio, o
más técnicamente esta inversión de energía psicológica en los
pensamientos sobre uno mismo y su cuerpo, este narcisismo, actúa para
determinar su afecto por los demás. En esencia, las personas sienten afecto
hacia a aquellos quienes de alguna manera les recuerdan a ellos mismos.
Una manera de que las personas nos puedan recordar a nosotros
mismos es si ellos tienen características que son similares a las nuestras.
Algo acerca de su apariencia física, su discurso, su manera de vestir, su
ropa, sus intereses y creencias pueden tocar un acorde sensible a nosotros.
El amor de otros es esencialmente el amor propio, porque lo que nos gusta
de los demás, es su semejanza con nosotros mismos como lo estamos ahora.
Una segunda forma en que las personas pueden amar narcisista-
mente es si las personas les recuerdan lo que eran. Aquí Freud sugiere que
una base del amor parental de su bebé es una respuesta inconsciente a un
ser tan impotente y adorable como ellos imaginan que alguna vez fueron.
Con respecto a las amistades, esta explicación seria apta para las relaciones
receptivas. El maestro que ama a su alumno, la persona de experiencia que
se siente tiernamente hacia el miembro novato de la profesión, el soldado
experimentado que toma el recluta inexperto bajo su ala se ven una vez
más como jóvenes, inexpertos, ingenuos y ansiosos.
Una tercera base para el amor narcisista es si una persona encarna
cualidades que las demás personas quisieran poseer o ver en ellas mismos.
En estos aspectos la persona representa un ideal en tener habilidades y
características que las personas desean. Enamoramientos o amistades que
las personas podrían tener hacia un maestro o compañero que sobresalga
en los deportes, el cariño que sienten hacia alguien por tener el valor de
hacer lo que no pueden, ilustran este tipo de amor.
Finalmente, las personas pueden amar a alguien que fue parte de
ellos mismos, tal como un bebe quien fue obviamente parte de sus padres.
Pero tal vez Freud quisiera decir que los miembros de un grupo se sentían
43
parte de un solo cuerpo y se sentían cariñosos unos con otros después de
que el grupo se disolviera. Las amistades de los miembros de una clase de
secundaria o de la universidad o sus buenos compañeros de las reuniones
habituales parecen ser un ejemplo de la forma narcisista.
Además de las opciones analíticas de amigos, existe la posibilidad
de elecciones analíticas o selecciones determinadas por apegos a los padres
de los que dependían para sobrevivir. Aquí las cualidades de cuidado,
protección y habilidades nutritivas de los padres son primordiales, y son
estos atributos de los amigos los que pueden ser más cruciales para llevar
a cabo su relación. Una persona puede ser atraída por alguien que ofrece
cuidado y seguridad y/o un patrón o una amistad receptiva.
Las formulaciones de Freud son muy diferentes a las que hasta ahora
hemos encontrado y es entendible porque, cuando aparecieron por primera
vez, algunos pudieron haberlos considerado como imaginarios e
irrelevantes. Seamos claros acerca de su significado. Freud no pretendía
disipar la importancia de la elección consiente. Sin duda, reconoció que las
personas eligen sus amigos o compañeros, deliberadamente, quizás para
ganar, para la estimulación intelectual o por cualquier otra de las muchas
razones previamente sugeridas. Él no había argumento sobre eso. Lo que
le preocupaba era el elemento de misterio invocado por los filósofos
cuando estaban en la catástrofe de explicar por qué se forman las amistades
y por qué pueden persistir (o romper) cuando son razones sólidas para su
terminación (o continuación). Aunque los propios amigos podrían estar
perplejos acerca del porque fueron atraídos el uno al otro, las discusiones
de Freud acerca del amor narcisista y analítico proporcionó un numero de
hipótesis convincentes.
Un maestro puede apreciar a un alumno porque le recuerda de lo
que él era. El alumno puede apreciar al maestro porque él representa lo que
al alumno le gustaría ser. El afecto del maestro disminuye a medida que el
estudiante avanza. El afecto del alumno disminuye a medida que los
estándares de competencia incrementan. A medida que cambiamos y
nuestra comprensión del yo cambia, hay cambios en las amistades que han
sido formadas sobre el concepto previo del yo. En la Civilización y sus
Descontentos y en una Psicología Grupal y Análisis del Ego Freud afirmó
que el amor encontrado ordinariamente en la amistad es inhibido.
El amor sensual conduce a la gratificación en las relaciones
sexuales. El amor o el afecto de una amistad no son siempre sexualmente
satisfechos, y fue la afirmación de Freud que está bloqueada. En un nivel
consiente los amigos se sienten afectuosos el uno al otro. La energía sexual
residual involucrada en esta relación está restringida y mantenida de la
conciencia, es decir, es inconsciente.
44
Esto no significaba que la amistad habitual fuera un caldero
hirviente de emoción reprimida. Frecuentemente, la energía sexual que se
hereda permanece fuera de la conciencia, y los amigos sienten cariño el
uno al otro sin ningún problema. Donde el análisis de Freud llega a ser
pertinente es en situaciones donde, por una razón u otra, las inhibiciones se
debilitan o se tensan y se experimentan tensiones o inclinación sexual.
La obra de Lillian Hellman, La Hora de los Niños trata de dos amigas
que llegan a temer que su relación pueda convertirse en lesbianismo. En sí
mismo, Freud podría decir, que no es algo sorprendente. En esencia, cada
relación entre las personas que sienten un afecto mutuo tiene una potencia
sexual, por lo que no debe ser demasiado angustioso tomar conciencia de
esos argumentos. El peligro sería que, si esos argumentos fueran puestos
en acciones, o si se actuaran, ambas partes deben concluir que son
homosexuales.
No es raro que los amigos se emborrachen y, mientras están
intoxicados sus inhibiciones se reducen a participar en actos homosexuales.
La conciencia de uno, o el superyó, como muchos analistas han observado,
es soluble en el alcohol. Asimismo, puede haber momentos cuando el
afecto entre amigos crece - en momentos de euforia, tal vez, o en ofrecer
comodidad y tranquilidad. De acuerdo con Freud:
45
ADLER11
SULLIVAN
46
Temprano en la vida, los personajes principales con los que las
personas interactúan son sus padres. Sin embargo, el círculo de conocidos
pronto se amplía a medida que el niño se aventura en las experiencias
escolares. Especialmente alrededor de los seis años, el niño comienza a
apartarse de los padres y tomar más en cuenta las opiniones de compañeros
y profesores.
Sullivan le llamaba al periodo de desarrollo desde los seis hasta los
doce años, la Era Juvenil. En la escuela y en la nueva gama de interacciones
el niño puede remediar algunas de las distorsiones comunicadas por el
hogar. Bajo el termino paraguas “relaciones entre compañeros” Sullivan
incluía las amistades de reciprocidad y asociación, así como los contactos
desagradables entre compañeros.
Las amistades reciprocas le brindan al niño un sentimiento de
seguridad y aceptación. Dentro de su calidez y afecto el niño puede
comenzar a modificar valoraciones críticas comunicadas por los padres y
reforzar la autoestima. El concepto de sí mismo puede cambiar para
convertirse en el de una persona digna de amor y admiración. Además, es
en el ámbito de las relaciones entre compañeros que el niño puede ser
tratado como igual, o incluso más que como igual, con ideas que imponen
respeto, con destrezas que provocan resuellos de envidia, y con una fuerza
que puede dominar a un adversario. En la escuela y en el área de juego
existe el reto de competir y el requisito de cooperar con los compañeros.
Las amistades de asociación proporcionan sentimientos de
popularidad y aceptación que son un tanto diferentes de las que se obtienen
a través de las relaciones reciprocas. El individuo es aceptado por un grupo
y tiene un sentimiento de pertenencia al grupo. Esto no puede ser adquirido
por tener una o dos amistades de reciprocidad, las cuales proporcionan
principalmente un sentido de intimidad y afecto. Probablemente para un
gran número de uno de sus compañeros es reconfortante en el sentido que
uno mismo o la personalidad debe ser valiosa para ser encontrado
agradable por otros. Son las diferencias, así como Arthur Miller hizo que
Willy Loman lo pusiera en La Muerte de un Viajador, entre ser querido y
ser bien querido.
Dentro del círculo de amigos la persona está preocupada por ganar una
reputación favorable y mantenerla. La aprobación del grupo es muy
importante, y funciona como lo hicieron y hacen los padres para regular las
actitudes y el comportamiento a través de expresiones de elogio y censura.
Para que la censura sea efectiva, debe despertar sentimientos de
inseguridad y preocupación por la finalización de la relación. Es decir, hay
una amenaza de perder los amigos o ser rechazados por ellos, lo que indica
que este tipo de regla es una función de las amistades asociativas, ya que
47
las relaciones reciprocas están caracterizadas por la lealtad, estabilidad y
aceptación.
Por lo tanto, las amistades de asociación pueden servir a funciones
negativas. Pueden despertar y aumentar los sentimientos de ansiedad e
inseguridad de la persona. Pueden hacer demandas de creencias y
comportamientos que estén en conflicto con los valores de los padres y con
la noción de capacidades personales del niño.
Sullivan sugirió que a medida que este conflicto crece, aumenta la
probabilidad que el niño reaccione a esto con trastornos psicológicos.
ERIKSON
RANK
LECKY
CONCLUSIONES
52
con la amistad. Para reiterar, nuestro objetivo es ver qué ha sido aprendido
y examinar lo que parecer prometedor y útil.
53
3. El Proceso de la Amistad
54
LOS AMIGOS ASOCIATIVOS
57
Hay varias posibilidades adicionales que podrían añadirse a las de
Kurth cuando se especula por qué las personas tienden a pensar en sus
amistades en una forma bastante amplia. Por una parte, una visión amplia
obviamente permite a la gente sentirse más popular y aceptada. Una
segunda razón, es que ayuda a las personas a sentirse más seguras de su
estatus y más seguras a pensar en sí mismas cuando están rodeadas de
amigos y lo que esa palabra normalmente implica. Una tercera posibilidad,
es que hace que su mundo parezca un lugar más amigable y menos hostil,
un lugar contrario.
Ciertamente las amistades asociativas tienen una serie de
características deseables, más allá de las ya mencionadas. Facilitan las
actuaciones de trabajo y roles. Proporcionan la validación de los miembros
de la sociedad para el tipo de personas que somos. También ofrecen la
compañía humana, generalmente de una naturaleza alegre y agradable, a
bajo costo en el sentido de demandas de tiempos, obligaciones y
compromisos. Con toda seguridad cuando estas relaciones no existen en
áreas de trabajo, encontramos una situación angustiosa de baja moral,
amargura e ineficiencia, por lo que no carecen de considerable importancia
y valor.
FAMILIARIZÁNDOSE
58
Dada la existencia de dos extraños, ¿cómo se llegan a conocer?
Generalmente hay algo sobre uno o ambos que es atractivo lo cual impulsa
el inicio de alguna propuesta- una sonrisa, guiño, asentimiento o
comentario. Supongamos que una persona viene a la otra y hace un
comentario obvio: “Chico, ¡es caliente!” “¿Es este tu primer viaje a-----?”
“Este lugar de seguro está lleno.” Nota, estas no son observaciones
especialmente brillantes o ingeniosas. Su objetivo no es deslumbrar.
Simplemente tienen por objetivo proporcionar a la otra persona la
oportunidad de responder. Si la respuesta es el silencio, un insulto cortante
o una petición de que el orador se pierda, entonces se ha hecho poco daño
y la apertura ha sido suficientemente ambigua para permitir el retiro sin
ningún daño importante a la autoestima. Sin embargo, si la persona
responde con palabras educadas y alentadoras, el primer orador puede
intercambiar más bromas o puede emplear una línea. Una línea es una
corriente de conversación más o menos desarrollada y pulida que pretende
ser atractiva.
Normalmente se reconoce por la velocidad y suavidad con que fluye
y por sus indicaciones de inadecuación a las circunstancias.
En esta etapa de una relación la falta de sinceridad de una línea no
es importante y puede ser visto como encantador y divertido. Una vez más,
su propósito es proporcionar un medio de interacción en el que el hablante
pueda ser rechazado sin sentirse personalmente desairado. También ofrece
oportunidades para que las partes determinen si desean que la relación
progrese. Suponiendo que lo hacen, van más allá de la línea de contacto
más extendido.
La información personal puede ser intercambiada. En el primer
encuentro, esta auto-revelación se centra en los datos de tipo de aplicación
y en las estadísticas vitales -las escuelas atendidas, la ocupación, las
aficiones, los intereses, las opiniones, etc. La conversación suele ser ligera
con salidas frecuentes en humor. Por esta coyuntura, una de las personas
puede sentir lo suficientemente alentado para sugerir otra reunión o un
contacto más íntimo, si la otra persona está de acuerdo, la relación puede
pasar a las primeras etapas de un tipo más profundo de amistad.2
Sigue siendo posible, aun después de dos o más reuniones, retirarse
de una amistad reciproca y mantener un contacto cordial, pero en distante
conocimiento o un plano de amistad asociativa. Todo lo que hay que hacer
es que una persona tenga dificultades para arreglar un tiempo para el
próximo encuentro y para proponer que encuentren algo en el futuro
cuando el tiempo esté disponible: “No puedo definirlo ahora ¿Por qué no
te llamo? O mejor, aun, ¿Por qué no me llamas en unas pocas semanas?”
Más que probable, esta vaguedad es suficiente para que ambas personas
59
sientan que es mejor tener una relación asociativa. La separación se
completa sin hacer ningún intento específico de ver a los demás de nuevo,
sino sólo para "te veo luego" o "hasta luego…nos vemos".
Una descripción vívida e inusual de la formación de una amistad
asociativa entre dos homosexuales es presentada por Alexander Douglas
(1973) en Amistades: Una Verdadera Historia de un Amor Masculino.
Alex entra a un bar-restaurante y ve a unas pocas personas que conoce
hablando con un hombre joven y guapo. Sexualmente atraído, se dirige a
su mesa y dice unas palabras en saludo a aquellos con quienes está
familiarizado. Le presentan a su objetivo, Juan.
Los fragmentos de conversación que hay entre estos dos hombres no
sugieren ningún modelo de seducción. Evidentemente, estaban
respondiendo a señales visuales y claves distintas a la autoridad. Se dicen
lo que están bebiendo. Hay pocos comentarios sobre el tiempo y el verano,
y después de unas cien palabras entre ello, Alex se está proponiendo
sexualmente a Juan y él acepta.
De particular interés es que, a pesar de las intimidades físicas de los
dos hombres, ninguno considera al otro como un amigo cercano. Esa es la
relación que se desarrolla después de interrupciones, trastornos y
reconciliaciones durante un periodo de varios años. Antes de que sientan
lealtad y compromiso mutuo, son amigos asociativos, honestos en su
comunicación, expresando sus sentimientos, afectuosos y de hecho
amorosos unos de otros, pero promiscuos en su relación. Es su deslealtad
casual, que estropea su relación y fomenta una actitud de sospecha que es
antitética a una amistad de reciprocidad. Es cuando pueden ser confiables
y fieles que reconocen que se han convertido en verdaderos y profundos
amigos.
En la discusión de las amistades asociativas, hemos pasado por la
idea de que hay algo acerca de una persona que es atractivo para otra. Los
científicos sociales han dado mucha atención a delinear lo que significa ser
atractivo para otra persona, y es ese cuerpo de investigación al que ahora
nos dedicamos.
LA ATRACCIÓN PERSONAL
SIMILITUD
LA ATRACCIÓN FÍSICA
64
Donn Byrne (1971), en su libro The Attraction Paradigm, presenta una
colección de evidencia impresionante para apoyar la tesis que la atracción
que la gente siente hacia un individuo es una función directa del número
relativo de recompensas y de castigos que asocian con ese individuo.
Cuanto más una persona recompensa a otros por aceptar sus ideas o
sentimientos, más atraídos se sienten hacia esa persona. Y también
funciona de la otra manera. Cuanto más una persona está en desacuerdo
con las ideas de alguien o los critica, más personas asocian el castigo con
esa persona y más ven a esa persona como alguien a evitar y desagradar.
Estos efectos, a pesar de su simplicidad, parecen ser bastante fuertes.
Influyen no solo en la atracción hacia conocidos y extraños, sino también
en cómo se siente la gente hacia las personas que ya conocen. Si un amigo
es crítico o insultante para otro, incluso mientras esta bromeando, la
persona en el extremo receptor considera al amigo menos favorable que
antes. Por otro lado, si una persona es halagada, incluso cuando el
halagador es visto como un enemigo y como un ser no sincero, los elogios
tienden a creerse y los halagados se consideran más favorablemente
(Byrne, Rasche, y Kelly, 1974). Esto conduce a una receta increíblemente
simple para aumentar la atracción: elogio, concordar con, y halagar a los
demás siempre que sea posible.
Byrne fue tan lejos como para afirmar que la intolerancia podría ser
superada si la víctima del prejuicio puede llegar a estar de acuerdo con el
intolerante en un cierto número de temas. Aunque “Si Señor jefe” no
parecía conducir el camino a la igualdad de derechos por cien años, Byrne
afirmo tener evidencias de que un racista blanco intolerante prefiere como
amigo a alguien de piel oscura que está de acuerdo con sus creencias más
que con un blanco que no lo está. El también estimo que ser de piel oscura
equivale a once desacuerdos con un blanco racista. Por lo tanto, una
persona de piel oscura tiene una buena oportunidad de volverse atractivo
para un blanco racista al concordar con el intolerante en once o más temas
u opiniones.
Así como los elogios y los acuerdos pueden aparentemente compensar
ciertas desventajas al establecer una relación, Byrne encontró que, si los
bienes de una persona son suficientemente impresionantes, es posible que
las críticas se hagan sin reducir el atractivo de uno hasta el punto de
volverse desagradable. Una persona magnifica puede alejarse con hacer
una observación desagradable y aun ser aceptada y vista como atractiva.
La misma observación hecha por una persona que no tiene el beneficio de
la belleza puede resultar en rechazo.
Sería un estado de asuntos singulares si hubiera una correspondencia
perfecta uno a uno entre las recompensas y el atractivo, hasta el punto en
65
que podríamos calcular cuántos insultos negarían una ventaja y cuántas
recompensas compensarían una desventaja. Indudablemente, la gente
estaría equivocada si viera el asunto de la atracción cediendo a la precisión
directa, lineal y aritmética. Pero sus reservas validas no deberían oscurecer
el hallazgo esencial: que el atractivo a otros puede disminuirse o
aumentarse dependiendo de la frecuencia con que una persona los
recompensa, ya sea a través de elogios, acuerdos o simplemente aclarando
sus méritos.
Una vez más, hay que subrayar que el concepto de recompensas debe
entenderse en su extensión más amplia y sutil. La belleza, en sí misma,
puede ser considerada como una recompensa, de modo que estar en
compañía de una persona hermosa puede ser gratificante. Las personas con
una calidad, estatus, o logro admirado tienden a ser experimentadas como
gratificantes por su misma presencia, como algún objeto de arte, y por lo
tanto son atractivas antes de cualquier interacción con ellas.
Dentro de un contexto similar muchos psicólogos sociales defienden
una teoría de atracción de recursos para la creación de relaciones duraderas
(Foa y Foa, 1976). Por recursos, se refieren a servicios, información,
bienes, dinero, signos de afecto, o cualquier cosa que una persona puede
dar a otra en la naturaleza de recompensas. Argumentan que toda
experiencia interpersonal deliberada se basa en el intercambio de recursos.
Lo que implica la atracción, el conocimiento, y el mantenimiento de
relaciones amigables es la expectativa de recibir algún recurso o
recompensa y, en realidad, conseguirlo. Si los recursos o recompensas no
son intercambiadas, entonces el proceso de la amistad es interrumpido o
abortado.
El poder y efectividad de los recursos y recompensas han sido
demostrados repetidamente. Es significativo señalar que se ha demostrado
que los actos insustanciales, aparentemente inconsecuentes, son
recompensas potentes, de modo que parece que cada persona, por muy
empobrecida que sea, tiene recursos que son de valor para dar a cambio.
Cuando las personas trabajan juntas y como grupo, son
recompensadas por alguien más, los miembros del grupo parecen asociar
la experiencia de ser recompensados entre si y verse mutuamente más
favorable (Lott y Lott, 1960). Un profesor elogiando a una clase no solo
tiende a hacer sentir a los niños más seguros hacia el profesor, sino también
hacia sus compañeros de clase que fueron esenciales en la obtención de
esta recompensa. En consecuencia, una clase, grupo o equipo elogiado se
siente más amigable uno hacia al otro.
Hace alrededor de una generación, dos psicólogos, Reader y English
(1947), concluyeron su investigación de la amistad con una observación
66
sobre qué determina la atracción: “el requisito principal es que los dos
individuos puedan satisfacer mutuamente las necesidades de la
personalidad del otro en una especie de simbiosis psicológica.” Como
conclusión podemos agregar que la gente considera a los demás como
instrumentales de acuerdo con las ganancias de recompensas.
LA ATRACCIÓN EN CONTRASTE
67
descontadas en importancia. Por el contario, si alguien suele ser alegado,
los comentarios negativos probablemente le darían igual.
Este análisis sugiere que si una persona es siempre laudatoria se
vuelve gradualmente menos atractiva y gratificante mediante elogios. Las
personas no serán capaces de tomar estas decisiones favorables en serio ya
que parecen ser discriminadas. Sin embargo, cualquier crítica hecha por
esta persona, por el contrario, se incrementaría en importancia y al mismo
tiempo, por lo contrario, aumentaría la importancia de las recompensas
posteriores.
La noción de recompensas de contraste está estrechamente
relacionada con la idea de lo que la teoría del aprendizaje en la psicología
se refiere como refuerzo intermitente, es decir, las recompensas que no
siguen el desempeño de un acto, sino que se dan en un cierto horario.
Cuando las personas son recompensadas después de cada comisión de un
comportamiento, tienden a reducir o cesar su rendimiento poco después de
que la recompensa termine. Sin embargo, si las recompensas son dadas
intermitentemente, o de vez en cuando, las personas tienden a persistir en
la realización de las actividades mucho tiempo después que sus
recompensas hayan sido terminadas. Cuando se traducen estos hallazgos
de laboratorio en aplicaciones sociales sugieren un programa intermitente
de recompensas en actos de relación humana para mantener el valor de las
recompensas y sustentar la relación.
Por consiguiente, una persona que desea ser atractiva de una manera
altamente eficaz, a un individuo específico, haría bien en familiarizarse con
la historia de ese individuo de ser recompensado o criticado. Esa historia
permitiría a una persona determinar si la atracción podría lograrse más por
una evaluación franca y negativa que por los cumplidos. Para la mayoría
de las personas, sin embargo, parece apropiado asumir que la atracción se
fomentará en primer lugar por ser gratificante (complementaria) y luego,
por la moderación de apreciaciones favorables con algunas críticas
honestas. No sólo será una relación más genuina, que una basada
totalmente en las recompensas, sino que posiblemente crecerá para ser más
fuerte y más profunda.
LA AMISTAD AMERICANA
CONCLUSIONES
74
4. ¿Qué es un Amigo?
Como es el caso de muchos conceptos, nuestro entendimiento de qué
es un amigo se puede esperar que se convierta más complejo, abstracto, y
relativo con un creciente desarrollo. Los significados que les asignamos al
término “amigo”, es rico en sentimientos y expectativas, crece con nuestras
experiencias y comprensión intelectual. Niños pequeños- ciertamente de
dos o tres años, y algunos incluso más grandes como de siete y ocho años
- están inseguros acerca del significado de amigo. ¿Es alguien que juega
contigo? ¿Es alguien que te lastima? ¿Es alguien que sabe tu nombre y te
saluda? Estos tentativos acuerdos usualmente dan camino a la seguridad,
para que ya en la edad adulta casi todos crean que él o ella saben, y han
sabido, lo que un amigo es.
Quizás fuera de un sentido intuitivo que ciertos conceptos son muy
familiares podemos considerarlos como innatos: en la película La novia de
Frankenstein, el monstruo aprendió el término “amigo” como una de sus
primeras palabras. Esto se refiere a un amable viejo quien no tenía
intención de dañarlo y que con mucho gusto compartió sus escasas
posesiones con la criatura. Estas características-bondad, calidez,
aceptación, generosidad, -aunque no precisas, representan muchas de las
cosas esenciales sobre lo que la gente cree que un amigo es.
El popular entendimiento de amistad es de interés, en sí mismo, y
deberíamos estar considerando la búsqueda que ha explorado este tema.
Tales estudios han trazado como las personas, desde la infancia hasta la
edad adulta, piensan en la amistad y cambian en sus expectativas y en sus
conocimientos de la palabra.
Primero, no obstante, deberíamos examinar los esfuerzos de algunos
filósofos y científicos sociales en afiliar este concepto y definirlo con
precisión. Su objetivo ha sido remarcar sutilezas del significado u ofrecer
definiciones que hacen la identificación de amigos objetiva y no solamente
dependiente sobre un auto informe. Frecuentemente estas definiciones
están en desacuerdo con arreglos populares, y los juicios necesitan
determinar cuándo se aclaran y cuando innecesariamente se complican y
confunden el tema.
DEFINICIONES ACADEMICAS
76
hermanos el uno del otro, como, por ejemplo, cuando han
alcanzado el estatus de adultos.
3. Que los amigos sean compañeros o miembros del grupo de la
misma edad. Esta disposición tiene todas las deficiencias de las
dos primeras.
4. Que los amigos sean aquellos que espontáneamente o
voluntariamente busquen la compañía del otro. Esta es una
sutil característica que define la amistad, y resalta el hecho que la
mayoría de amigos pasaran juntos, deliberadamente su tiempo
libre. Sin embargo, se cree por las amistades asociativas, las
cuales, como hemos visto tienden a ser determinadas por
interacciones compulsivas en la realización de algunas tareas.
5. Que los amigos no sean aquellos quienes se involucran en
relaciones sexuales el uno con el otro. También se ha
argumentado que los amantes tienen sentimientos-de celos,
desconfianza, posesividad- muy diferente a los verdaderos
amigos. Debido a tales sentimientos y en la presunción de que las
mujeres tienden a ser caprichosas, temperamentales, y de cabeza
hueca, el filósofo Montaigne creyó que es improbable para un
esposo ser amigo de su esposa. Ciertamente, es innecesario para
explicar porque estas afirmaciones son engañosas. Entre los
antiguos griegos se defendió la forma opuesta de este argumento,
que los amigos expresan su amor sexualmente. Por ejemplo, se
sostuvo que el amor sexual entre guerreros los animaría a luchar
con especial ferocidad para defenderse unos a otros o para vengar
sus heridas o pérdidas, como en la historia de Aquiles en La
Iliada.
Nadie que reconozca la amplitud de las relaciones amistosas, desde la
infancia hasta la adultez, desde asociativas o reciprocas, aceptaría estas
restricciones sobre el concepto. Lo que parece ser definitivo es un
sentimiento mutuo de cariño o afecto. Casi todo el mundo estaría de
acuerdo que los amigos se agradan el uno con el otro, y que sería difícil
concebir una relación de amistad donde este sentimiento estuviera ausente.
Dada una relación en la que no existía cariño, pero una de las partes insistió
en que eran amigos, es probable que la persona sea juzgada equivocada o
desinformada.
Pero hay más en la amistad que en el afecto. Las partes involucradas
tienen que reconocerse mutuamente. Ellos tienen que conocerse el uno con
el otro, sentir cariño hacia el otro, pensar en ellos como amigos, y reconocer
abiertamente a todos y cada uno que son amigos. Por más obvio que
parezca, es esencial estipular que los amigos sepan quiénes son sus amigos
77
porque se dicen e informan a otros de la existencia de su amistad. Este
reconocimiento público y el reconocimiento mutuo de una relación
amistosa excluyen ciertas relaciones de carácter unilateral de considerarse
amistades. Una persona que secretamente ama o alguien puede ser
afectuoso, cariñoso, y leal pero no tienen ninguna existencia en lo que
concierne al objeto de esta adoración. Los fanáticos de una estrella de cine
o los que veneran a una celebridad no están en una relación amistosa con
el objeto de su adulación siempre y cuando esa persona no es consciente
de quienes son, no piensan en ellos como amigos, y no los reconocen como
amigos en común.
Una tercera característica que define una relación amistosa está
implícita en lo que se ha dicho. Se deduce que, como amigos como los
demás, tratan de evitar hacerse daños o lesiones mutuamente. Esto no
quiere decir que los amigos no se hacen daño nunca- tales lesiones pueden
ser infligidas imprudente e involuntaria o en raras ocasiones cuando se
pueden pasar por alto y perdonadas; es esencial decir que la lesión y el daño
no sea provocado deliberadamente y frecuentemente.
Si tuviéramos que enmarcar una definición en este punto y ponerla en
la forma de cómo estos atributos de la relación le parecerían al individuo,
diríamos que un amigo es una persona que le gusta y desea hacer bien a
otra persona y que cree que estos sentimientos y buenas intenciones son
recíprocos por el otro compañero. Para identificar a una persona que
piensa en sí mismo o sí misma como amigo, le preguntaríamos a esa
persona si ellos tienen sentimientos de cariño hacia esa persona que ellos
creen que es recíproca.
Esta definición, mientras parece incorporar lo esencial de la amistad,
puede ser criticada porque falla en capturar la complejidad y las cualidades
idealistas asociadas con esta relación. La lealtad no es mencionada en esta
definición. Sin embargo, la lealtad no es característica en las amistades
asociativas desde que tales relaciones de amistad son a menudo sometidas
a cambios en posición y estatus, puede perderse en nuestra definición. Pero
un problema inevitable en la definición de una amistad por lealtad es que
requiere virtualmente toda una vida para ser probado adecuadamente.
Otro atributo omitido que puede ser preocupante es la comunicación
profunda, íntima y confidencial. Algunas personas consideran el
intercambio de confidencias como la esencia misma de la amistad. Sin
embargo, esto no es verdad para todas las personas. Evidentemente, a pesar
del valor que los filósofos y los poetas atribuyen a estas comunicaciones,
muchas personas no esperan o, a menudo, realmente quieren que su
amistad vaya más allá de un nivel superficial. (Benton, 1974; Phillips &
Metzger, 1976) Podríamos esperar esto en relaciones asociativas. Sin
78
embargo, incluso entre amigos recíprocos, amigos íntimos, puede que no
haya siempre la comunicación personal fácil que podríamos suponer.
Cuando nos detenemos a pensar en ello, siempre podemos llegar a los
factores que podrían explicar por qué la gente podría encontrarlo difícil de
ser abierto y honesto con sus amigos más cercanos (Greeley, 1971).
Incertidumbres sobre si la relación continuará y si algunas divulgaciones
serán aceptadas, por ejemplo. Pero lo que se discute aquí es que incluso
bajo condiciones favorables las personas levantan obstáculos para
mantener sus relaciones y su comunicación intima a un nivel de lejanía.
Benton (1974) ha observado que “Auto-actualizadores o no cada uno
de nosotros emplea formas de crear distancia entre nosotros y nuestros
amigos” (p.47). Estas técnicas de distanciamiento o dilución- ampliando el
círculo de personas que participan en la relación, suplicando que no se
reúnan, reduciendo el tiempo pasado con el amigo, evitando ciertos temas
o sugiriendo que el amigo no sería capaz de entenderlos, la participación
en el zócalo y la intensidad de una situación al aclararla- son bastante
comunes. Su propósito puede ser para proteger la privacidad, que puede ser
otra manera de decir que sirven para salvaguardar un sentimiento de
individualidad. Porque, aunque las personas necesitan amigos, también
necesitan un firme sentido de quiénes son, y sin esta auto-seguridad, la
intimidad puede ser difícil. Una perspectiva ligeramente diferente sobre
este mismo tema fue presentada sucintamente por George McCall (1970):
79
amistad? Siguen cinco definiciones, que representan algunas maneras
influyentes en la conceptualización de esta amistad:
1. Robert Brain (1976) sugirió que hay tres elementos básicos y
universales en la amistad: afecto entre las partes, amigos se
consideran unos a otros como iguales; Y reciprocidad o
complementariedad, es decir que los amigos intercambian ideas,
bienes o recompensas.
2. Michal McCall (1970) distinguía entre dos clases de interacciones
humanas o amistades. Los primeros se llaman relaciones, lo que
corresponde a los contactos íntimos y duraderos a los que nos hemos
referido como amistades recíprocas y receptivas. El segundo
denominado encuentros, que incluyen reuniones transitorias y lo que
hemos llamado relaciones asociativas amistosas. McCall señaló que,
en las relaciones, las personas se involucran principalmente por lo que
son. Ellos se conocen, agradan, y se aceptan mutuamente, y cuando
se reúnen, su principal preocupación es por lo general es lo que harán.
En los encuentros la gente se reúne porque tienen algo que hacer, un
trabajo o su trabajo en un comité. Por lo tanto, su mayor preocupación
es dar a conocer quiénes son y cuál es su única contribución a la
realización efectiva de su tarea. Las personas en encuentros
(relaciones asociativas amistosas) tratan de recordarse mutuamente
que existen como personas y como colegas valorados. Si McCall
definiera a amigos receptivos y recíprocos, probablemente diría que
son personas en una relación centrada en sus identidades, puesto que
lo que son como individuos es el por qué de su unión.
3. Babin (1967) hizo alusión a 5 características básicas de la amistad:
entendimiento mutuo; lealtad; confidencialidad, es decir, los amigos
se involucran en una comunicación intima; un intercambio de
intereses y actividades; e igualdad. Peters (1974) hizo alusión a cuatro
características similares: actividades compartidas; un deseo de pasar
el tiempo juntos; cariño mutuo; un reconocimiento, tanto para el otro
como para lo demás, de que son amigos.
4. El filósofo y político Cícero (1909) definía la amistad como “un
acuerdo completo sobre todos los temas humanos y divinos, unidos
con la buena voluntad y el afecto.”
5. El psicólogo, W. Hartup (1975), quien estaba interesado en diseñar
una definición que sería útil para identificar que niños en un ambiente
escolar eran amigos, ofreció esta: “Los amigos son personas que
espontáneamente buscan la compañía del otro; además buscan la
proximidad en ausencia de fuertes presiones sociales para hacerlo.”
80
DEFINICIONES POPULARES
La Definición de un Niño
81
“Si ellos dicen que van invitarme a su fiesta de cumpleaños, lo hacen.
Si me dicen algo, es la verdad. Eso es confiar. Yo se ellos no me
mienten. Yo sé que ellos no olvidan.”
“Ya veo. ¿Algo más? ¿Un amigo significa algo más?”
“Alguien que me cae bien”
“Ah aja. ¿Algo más que significa un amigo?”
“Si. Alguien a quien le puedo decir, ´Hola´ y ellos dicen ´Hola´ de
vuelta. Eso es un amigo.”
“Correcto. ¿Algo más?”
“No.”
La Definición de un Adolescente
86
A los niños en los grados de primero a octavo se les pidió que
escribieran un ensayo sobre lo que esperaban de sus mejores amigos. Los
niños más pequeños eran más tendenciosos a describir a sus amigos como
compañeros de juegos y ayudantes (un amigo juega contigo y te ayuda),
los niños mayores eran más atraídos a mencionar a sus amigos como
confidentes (un amigo es alguien en quien puedes confiar tus secretos y
problemas.) Los niños esperan un compañero, alguien que se unirá a ellos
para jugar en los juegos. A medida que envejecen quieren un amigo que
pueda ser de ayuda para ellos, que en su mayoría pueda ayudarles en su
trabajo de la escuela. En la adolescencia temprana, quieren a un amigo que
sea útil, con el interés de que el amigo les ayude a resolver los problemas
sociales y personales.
Estos hallazgos han sido duplicados y extendidos (Reisman y Shorr
1978 a) en entrevistas realizadas con niños (treinta en cada grado de dos a
ocho años) adolescentes y adultos (treinta en cada nivel que representan
adolescencia tardía, adolescencia, edad media y vejez). A las personas
entrevistadas se les hizo una serie de preguntas sobre la amistad, la más
relevante de nuestra discusión era lo que les gustaba de tener amigos o por
qué pensaban que tener un amigo era interesante.
Cuando las repuestas fueron analizadas de acuerdo al sistema de
Aristóteles, se encontró que la expectativa que tenía que ver con el placer,
era mencionada con mucha más frecuencia por los niños más pequeños y
menos frecuente por los adultos, lo cual fue predicho por Aristóteles. La
gran mayoría de los jóvenes, casi cuatro de cada cinco, afirmaron que les
gusta tener un amigo para así poder jugar. A la edad de diez u once años,
el placer se menciona menos, y en la edad adulta tal vez sólo uno de cada
tres representa las alegrías de la amistad en términos de compañeros de golf
o de jugar a las cartas, todavía un porcentaje insignificante, sin duda menor
que en los primeros años.6
Sólo se encontró el patrón opuesto con las expectativas basadas en
utilidad. Alrededor de la mitad de los niños mencionaron que sus amigos
eran útiles de alguna manera cuando decían lo que les gustaba de la
amistad, y este número aumentó gradualmente hasta la edad adulta, donde
la gran mayoría de los adultos parecía esperar que sus amigos
desempeñaran alguna función útil. La utilidad fue expresada
principalmente en el amigo que está disponible para proporcionar ayuda o
algún servicio cuando sea necesario, y en ningún momento el amigo fue
considerado como explotado.
Las características ideales no mostraron desarrollo alguno en las
tendencias. Solamente algunas personas de cualquier edad mencionaron tal
virtud o las cualidades admirables que se esperaban de sus amigos. Esto
87
pudiera ser un error en el procedimiento de este estudio, y si a las personas
se les hubiera consultado directamente lo que admiraban de sus amigos,
pudiera haber una mayor tendencia entre adultos en comparación a los
niños al momento de mencionar tal virtud. Otra posibilidad sería que esa
virtud (la lealtad, la confiabilidad, la sagacidad) pudiera ser como el afecto
o la debilidad por algo o alguien -una de esas cosas que las personas
esperan de sus amigos al punto que no lo sienten necesariamente como para
especificarlo. Existen algunas evidencias acerca de esto ya que, para
algunos estudiantes universitarios, cuando se les preguntó acerca del autor,
mencionaron la lealtad y la honestidad por sobre las demás cualidades que
ellos valoraban en un amigo cercano.
Los hallazgos sugieren que la mayoría de niños jóvenes esperan que
sus amigos sean divertidos o placenteros, y la mayoría de los niños mayores
y adultos esperan de sus amigos, que sean útiles. El uso que mayormente
es esperado por este sector en estudio es alguien con quien poder conversar.
Resulta interesante saber que mientras la mayoría de los encuestados en el
estudio de todas las edades indicaron conversar con sus amigos, hubo un
gran porcentaje significativo después de ocho años de edad en el número
de los encuestados quienes reportaron haber conversado de problemas con
sus amigos y el número de los encuestados que señalaban conversar sobre
los problemas como una actividad más, valoraban su amistad. El niño en
cuarto grado podría decir, “Lo bueno de tener amigos es que puedes
confiarle tus secretos,” y un adulto podría decir, “Los amigos son
consejeros para mis ideas. Son una extensión de mí mismo, con quienes
comparto mis cosas e intercambio ideas.” De cualquier forma, que se lo
vea, conversar con un amigo es altamente valorado y algo que la mayoría
de adolescentes y adultos esperan (Reisman & Shorr, 1978a), lo que es a
su vez, una variante de la impresión de alienación ganada de las respuestas
del cuestionario de Phillips & Metzger.
Otra utilidad asignada para los amigos era un alivio a la soledad. Los
niños raramente expresaron esta función, pero vale la pena mencionar que
más de alguno lo hizo. Al comienzo de la adolescencia hasta la adultez,
una minoría sustancial, puede que uno de cada cinco o seis, mencionara
que sus amigos les proveían de confort por el simple hecho de tener
compañía. Un adulto hizo un comentario casi desesperadamente acerca de
los amigos: “No estarás del todo solo por ti mismo. Puedes sentir que a
alguien le importas, aunque en verdad no sea así”.
88
CONCLUSIONES
89
5. Los Amigos Cercanos
REALIDADES Y FANTASÍA
LA HISTORIA DE TED
________________________
LA AMISTAD PREESCOLAR
96
correctivas en el auto concepto y una mayor conciencia de los problemas y
dificultades de los padres (Sullivan, 1953).
Los compañeros también ayudan a que el niño controle su agresividad
o para expresarla de una manera aceptable. Los patios están llenos de duras
lecciones para los abusadores y los niños mimados. Cada niño comienza
por preocuparse principalmente con lo que él o ella quiere, pero deben
aprender a acomodar y tomar en consideración los deseos, demandas y
sentimientos de los demás. Sus interacciones conducen a experimentar las
frustraciones de los comportamientos egocéntricos y las recompensas de
compartir y cooperar (Lesser, 1959; Loban, 1953; Novak, 1975). Al
hacerlo, las interacciones entre compañeros ayudan a enseñarle al niño los
roles y comportamientos sociales que se esperan y proporcionan
aprobación, seguridad y aceptación cuando se realizan los
comportamientos deseados.
Para muchos niños no son lecciones fáciles, pero para todos son
lecciones invaluables. Sus amigos y grupo de compañeros son un medio
importante para la socialización (Novak y Harlow, 1975) y para adquirir
cooperación (Cook y Stingle, 1974), altruismo (Bryan y London, 1970), y
empatía (Flavell, 1968). A cambio de lo que el abandono de su propio
egoísmo, ellos reciben la amistad, el afecto, un sentido de su propio poder
y valor, y el respeto (Krieger y Wells, 1969). Es un intercambio que parece
impactar en la mayoría de los jóvenes como eminentemente razonable y
justo.
99
empleados en los contactos telefónicos, donde las tareas asignadas y las
crisis del día son discutidas.
Los amigos cercanos se vuelven cada vez más valorados como
confidentes. Por lo tanto, esas cualidades asociadas con el potencial de
comunicación íntima asumen mayor importancia en la selección de la
amistad: entendimiento, lealtad, sensibilidad, seguridad, integridad, tacto,
habilidad para guardar un secreto. Esto parece ser verdadero entre los
adolescentes de todas las clases sociales, y estos atributos continúan siendo
valorados hasta la adultez. Mientras que antes pudo haber sido importante
tener un gran número de amigos, ahora se coloca un premio por tener
algunos pocos amigos que sean cercanos y en los que se pueda confiar.
Basados en sus investigaciones, Douvan y Adelson informaron que
estos intercambios de confidencias no parecen relacionarse con cuestiones
de valores y sistemas de creencias. En lugar de luchar para definirse a ellos
mismos y resolver grandes asuntos filosóficos y morales, la mayoría de sus
adolescentes aseguran pasar el tiempo hablando unos de otros y de sus
actividades recreacionales, una especie de “¿Qué vamos a hacer?” “No lo
sé. ¿Qué quieres hacer?” gira el dialogo. Esto fue sorprendente cuando uno
de ellos reflexionó sobre los muchos desafíos que enfrenta el adolescente,
y los llevó a concluir que el grupo de compañeros servía principalmente
para el entretenimiento y hacían poco para avanzar el crecimiento genuino.
Su conclusión puede impactarnos a algunos de nosotros, como un
poco fuerte ya que los problemas graves pueden tener sus soluciones
fomentadas por medios lúdicos y casuales. Quizás la mejor forma de
evaluar su apreciación es reflexionar acerca de las propias amistades
durante la adolescencia, y pesar el valor de aquellas interacciones desde la
perspectiva que uno evolucionó finalmente.
ADULTEZ MEDIA
George
105
Ruth
Joyce
106
sus compañeros de clase fueran difíciles. Sin embargo, hizo todo lo que
pudo para acercarse a ellos y participó en una serie de actividades
extracurriculares.
Después de la secundaria, Joyce fue a la universidad y conoció al
hombre que debía ser su esposo. Sin embargo, no se establecieron
inmediatamente. Durante varios años después de su matrimonio se
mudaron por el país. Cuando este estilo de vida nómada llegó a su fin, se
establecieron no lejos del lugar donde habían ido a la universidad, pero a
cierta distancia del lugar donde Joyce había ido a la escuela.
Joyce, su esposo y sus hijos han estado viviendo en su
casa actual por más de una década. Su nivel de actividad sigue siendo
importante, y cada vez persigue enérgicamente una vida de participación
y exuberancia. Los clubes, las comisiones y las organizaciones sirven como
el vehículo principal para que ella encuentre a esas personas con las cuales
comparte intereses y metas comunes.
Algunas de las amigas cercanas de los primeros años de su
período de estabilización ya se han perdido. Se han alejado, y sus contactos
se han vuelto demasiado infrecuentes para que se pueda decir que una
relación así exista. Joyce diría que ahora tiene cuatro amigas cercanas,
todas mujeres, tres de las cuales ha conocido durante más de diez años.
Esta amistad principalmente gira alrededor del trabajo de comité, de modo
que sus contactos son por lo general no más que la duración de la reunión
programada, aproximadamente tres horas por semana.
(Técnicamente se podría argumentar si los amigos cercanos de Joyce
son realmente lo que hemos estado llamando amistades asociativas, pero
simplemente aceptamos estos informes como dados para tener una idea de
la amplitud de las relaciones que la gente llama "cercanas").
Ed
Sheila
Ted
108
Ted está casado y es el padre de cuatro niños. Él también vive no
muy lejos de nuestra ciudad natal. Ted tiene tantas amistades cercanas en
la secundaria que se podría haber supuesto que al menos uno o dos habrían
sobrevivido hasta la adultez. Pero eso no sucedió, y Ted parecía
reconciliarse con ese hecho y estar seguro de que las decisiones que había
tomado en su vida eran correctas. Él lo puso de esta manera; “No tengo
verdaderos amigos ahora, como los que tenía en la secundaria”. Las
diferentes fechas de matrimonio, la reubicación y las necesidades de la vida
cambiaron el grado de amistad. Mi familia y los negocios ocupan la mayor
parte de mi tiempo. Los amigos sociales son numerosos, pero no intensos,
sentimiento de cuate de mi juventud.
Como Jorge, Ted no sentía tener ningún amigo cercano en su edad
adulta. Del mismo modo, parecía encontrar la satisfacción de una
necesidad de relaciones cercanas a través de su familia y una cierta
compensación de su trabajo. Sin embargo, a diferencia de Jorge, su modelo
de relaciones adultas amistosas se diferencia de lo que él experimentó en
la niñez y la adolescencia. Para Jorge y Ted un ajuste en las relaciones de
amistad en la edad adulta parece ser requerido. Jorge tuvo que hacer las
paces con la persona que era. Ted tenía que hacer las paces con la persona
en la que se había convertido.
María
109
Miguel
Bill
110
Carol
Lou
Jane
ADULTEZ TARDÍA
CONCLUSIONES
117
6. La Popularidad
Durante la década de 1950 algunos científicos sociales lanzaron un
doble-ataque contra la popularidad. El primer dato era la crítica familiar de
la típica persona que se preocupaba por hacer muchos amigos y descuidaba
las relaciones íntimas, receptivas y recíprocas. Esta crítica estaba basada
sobre estereotipos de las amistades.
Según los estereotipos, hay dos tipos mutuamente exclusivos de
amistades: (a) conocidos casuales, superficiales y (b) profundos, íntimos,
duraderos. Las últimas son las relaciones frecuentemente idealizadas las
mismas que han sido exaltadas por poetas y ensayistas por siglos: “Este
mensaje del propio yo de un hombre hacia sus amigos produce dos efectos
contrarios; porque duplica las alegrías, y reduce la mitad de las penas.
Porque no hay hombre que transmita sus alegrías a sus amigos, y que no se
alegre más; y ningún hombre que transmita sus dolores a su amigo, y que
se aflija menos” (Sir Francis Bacon, 1963). Los primeros fueron
condenados por ser lo que son y por obstaculizar la transición hacia
relaciones más significativas.
Una de las obras más grandes de los años 50’s es La Muerte de un
Vendedor de Arthur Miller, en la cual nos muestra la poca importancia
existente de hacer una inversión de por vida en amigos por asociación y las
recompensas que conllevan el tener amigos cercanos. El héroe, Willy
Loman, vio en la popularidad la clave del éxito.1 El Rey Lear de clase
media creía que la popularidad tenía gran valor tal como los dólares y las
monedas lo poseen y fue parte de su tragedia encontrar su sonrisa y
contactos personales agradables inefectivos para venderse a si mismo junto
con su mercancía.
Miller parecía estar diciendo que parte del sueño americano es la
creencia de que una personalidad superficial conducirá a un gran éxito.
Pero Willy Loman no es exitoso. Significativamente, son sus fracasos en
términos de comunicación lo que acelera la tragedia de Willy Loman.
Tanto él como sus hijos transmiten mediante slogans, de manera superficial
y generosa, frases que ocultan sus verdaderos miedos y preocupaciones.
Willy Loman y sus hijos huyen de sus decepciones hacia un mundo de
fantasía.
Como resultado de todo esto, Miller envió un mensaje a una nación -
- los resultados de una popularidad y dedicación a la misma de por vida
resultan en vacíos personales, una familia conformada por extraños,
promesas vacías y personas que abandonan y rechazan a otros cuando ya
no resultan ser útiles y cesa el abuso de aprovecharse de los demás. Por el
contrario, las personas exitosas en La Muerte de un Vendedor son aquellas
118
que pasan de ser dependientes a ser independientes. Son personas
dedicadas, comprometidas con sus propios talentos y a unas cuantas
relaciones cercanas. No tienen tiempo para la popularidad. Son calladas y
concisas, mismas que están muy ocupadas para malgastar sus momentos
valiosos en charlas banales.
La estimación de Miller sobre las relaciones sociales no estuvo del
todo aislada. Una diversidad cultural de antropólogos, sociólogos, y
psicólogos expresaron sus mejores intereses acerca del carácter americano,
una personalidad llevadera, que es inmediata y que rara vez se compromete
socialmente hablando. (Gorer, 1948). Y es debido a la ausencia de
genuinas, lo que presuntamente hubiera hecho de una vida enriquecida y
satisfecha, lo que parecía ser un defecto tan deslumbrante en esta sociedad.
¿Por qué?, se preguntaron, ¿tienden los americanos a evitar a los amigos
receptivos y recíprocos? ¿Qué hay acerca de las relaciones superficiales
que hacen de los americanos más aptos y llevaderos en lugar de aquellas
relaciones más productivas socialmente hablando?
Los sociólogos, buscaron una explicación en la movilidad de los
americanos y las frecuentes dislocaciones y discontinuidades en las
experiencias de las personas. Debido a los desplazamientos, de un lugar a
otro y de una clase social a otra, estaba la pequeña cuestión que el patrón
de la amistad de esta sociedad cansó a una pequeña semejanza a la duración
de las relaciones pequeñas, de las villas aisladas.2
Los psicólogos se preguntaron acerca de los conflictos que se podrían
generar debido a la cercanía e intimidad: el miedo a la perdida de la
idiosincrasia de uno, como también a las preocupaciones sobre la
sinceridad y a revelar demasiado, los impulsos homosexuales que incitaron
vagos sentimientos de recelo. Además, había una depresión, el estrés y
afecto de las dolorosas experiencias de la perdida cuando una amistad era
finalizada; probablemente numerosas personas intentaron evadir esa
angustia nuevamente cuando observaban incertidumbre sobre su propia
permanencia en una comunidad o la permanencia de sus asociaciones.
Aunado a esto, el costo de las relaciones íntimas, no parecían valer el
tiempo y esfuerzo invertido en un determinado tiempo de vida, cuando se
comparaban contra las otras demandas sobre los recursos propios.
Los antropólogos buscaron una respuesta en la cultura, y esta fue
esencialmente la respuesta que Miller propuso en La Muerte de un
Vendedor. Willy Loman aprendió sobre el valor de la teatralidad de mostrar
una gran sonrisa y venderse a si mismo como una buena mercancía. Loman
inculcó este valor en sus hijos con cada jugada en futbol y con cada
excursión emocionante en una riqueza notable a través de un lustrabotas y
una amistad cimentada en una broma. Es lo que muchas personas creen,
119
valoran y enseñan a sus hijos en esta sociedad lo que para ellos es
importante -hacerse amigo de muchas personas y hacerlo con las personas
“adecuadas” es mucho más importante que conocer bien a unas cuantas
personas. La segunda punta del ataque hacia la popularidad vino de los
psiquiatras humanísticos y los científicos sociales que vieron a los seres
humanos luchar hacia su propio crecimiento como individuos. La
autorrealización, la autonomía, la identidad, el desarrollo, como también el
movimiento del potencial humano fueron algunos de los términos
asociados con este punto de vista. Uno de los portavoces de esta postura en
los años 50’s fue el sociólogo David Riesman, con su libro The Lonely
Crowd quien identificó el problema de forma que atrapó la atención del
público.
Riesman (1953) presentó al americano promedio como un conformista
ansioso -- La otra personalidad de los americanos.
Este tipo de personalidad operaba para ser agradable y evitar caer en
el desagrado y desaprobación. Parecido a un sistema de radar, el individuo
se mantenía en alerta al entorno y susceptible a los movimientos y acciones
involucradas. También en semejanza a un sistema de radar, la persona
recogía pistas del entorno sin registrar impacto discernible alguno.
Superficialmente, por apatía y vacío definía a la otra personalidad, que se
afanó en las compañías y trato de escalar en la compañía.
Los entornos de las personalidades multifacéticas eran las fiestas de
coctel, donde las bebidas y la belleza sin carácter eran arrebatadas de las
bandejas de plata mientras los miembros de las fiestas tenían
conversaciones sin sentido a través de sonrisas y contactos sociales con
extraños. Los personajes multifacéticos en diversos entornos
intercambiaban opiniones aun cuando no las tuvieran, para adaptarse a la
audiencia de ese momento. Dar una ofensa era un pecado, sentirse ansioso
era el gatillo que denotaba de que algo no andaba bien, y de esta manera
todas las palabras que se pretendían decir tenían que ser previamente
escaneadas para evitar cualquier ofensa hacia los pensamientos o creencias
de otros. Luchar por un acuerdo y lograr un consenso eran los medios.
Sentirse aceptado y popular, y por lo tanto seguro, eran los fines potenciales
a ser alcanzados.
De alguna manera (resultaba difícil especificar los mecanismos
exactos) Riesman relacionó los tipos de personalidad con los nacimientos
característicos y las tasas de mortalidad de una sociedad. Una alta tasa de
natalidad y una baja tasa de mortalidad, que prevaleció en los Estados
Unidos durante los años 40’s y 50’s, estaba asociada con personalidades
multifacéticas. (Las tradiciones dirigidas y las personalidades introvertidas
estaban conectadas con diferentes combinaciones de altas y bajas tasas de
120
natalidad y mortalidad en diferentes sociedades. Lo que resultaba
deplorable para las personalidades multifacéticas era la sumersión de la
individualidad. Este ser electrónico, mitad radar y mitad computador, tenía
que reprimir sus creencias por el bien de una aceptación superficial dentro
de un grupo social.
Numerosos libros y películas de los años 50’s mostraron el conflicto
entre el deseo individual por la aceptación popular y el deseo de expresar
ideas y creencias contra las opiniones prevalentes de un grupo social. El
hombre del traje gris, The Organization Man, y A Nation of Sheep
representaron este dilema y exhortaron a la nación a elegir relaciones
sociales más cercanas y a la autoexpresión.3 La popularidad fue comparada
con la superficialidad y ésta a su vez con el conformismo, en clara relación
con el materialismo más que con el valor humano mismo, que fue
comparado con la supresión de la espontaneidad y la creatividad, y
mediante analogías se comparaban con ulceras y alta presión arterial que
finalmente llevaban a la conclusión de lo que estaba mal con la mayoría de
la clase media en los Estados Unidos. La popularidad obtuvo una baja
presión debido, a como fue discutido, aquellos que la perseguían
sacrificaban sus propios intereses individuales, y auto respeto, y sus
oportunidades para generar profundas, y legitimas relaciones sociales.
LA POPULARIDAD DE BOLSILLO
121
Con 10,000 cartas de seguidores recibidas semanalmente, Travolta en
su punto más alto de popularidad, batió a Henry Winkler y Lee Majors
en el departamento de correos.
“Tengo 200,000 cartas de seguidores en mi sótano. Estamos buscando
la manera de responder a cada una de ellas” fueron las palabras de
Travolta.
“¿Qué se siente ser una de las personas más famosas de la televisión?”
“Genial” dijo Travolta.
La popularidad en este sentido difiere de la popularidad que hemos
estado tratando en relación con la amistad. Los fanáticos y admiradores de
una persona no son conocidos unos a otros, ni existe un reconocimiento
mutuo de una relación amistosa. El artista o animador puede que ame a sus
fans y viceversa, pero tal relación gira entorno al área de la farándula. Es
debido a esto que una celebridad como Johnny Carson puede decir que él
es básicamente una persona muy reservada, y él porque exista una calidad
patética hacia una figura popular como Janis Joplin viendo su aceptación
como cantante por compensación hacia su rechazo experimentado en la
secundaria.
El interés aquí no gira solamente hacia una dimensión popular de la
celebridad, sino con el reconocimiento mutuo y de estima de nuestros más
modestos círculos de amigos y conocidos. Es la falta de sentir aprobación,
cariño, aceptación, y estima dentro de un pequeño mundo de conocidos que
frecuentemente conlleva a un sentimiento de rechazo y depresión y que
puede perjudicar los sentimientos que las personas tienen sobre si mismos.
Lo que las personas piensan de sí mismas está determinado por una
larga y extensa percepción de cómo los demás aparentan responder ante
ellos. Y ellos esperan que esas respuestas lleguen a indicar que sus
comportamientos serán aprobados junto con una serie de opiniones
favorables. Esto resulta ser tan importante que algunas personalidades en
el campo teórico (Carl Rogers, Abraham Maslow) se han preguntado si las
personas nacen con esta necesidad de aceptación social o si la adquieren a
muy temprana edad en su desarrollo.4 Sea cual fuere el caso, esta necesidad
de estima o consideración positiva, sugiere que tan convincente pueden que
sea necesario lograrlo para ganar aceptación y de esta manera sentirse
seguro y valorado por el grupo de un individuo.
Algunas personas necesitan de la popularidad para sentirse seguros,
un sentimiento de aceptación que puede contrarrestar sus temores de ser
abandonados e indefensos en un mundo hostil e impredecible. Y otros la
necesitan para mejorar su autoestima, para sentirse valorados, competentes
y encantadores. El peligro de necesitar de algo que depende del visto bueno
de otros es que no se tiene un control total; para hacer que los demás den
122
el visto bueno sobre algo se debe minimizar el valor del comportamiento
de las consecuencias propias y someterse al juicio u opinión de su valor.
El peligro de incurrir a la auto negación para ganar aprobación social
es lo que a Riesman le preocupaba acerca de la conexión con la otra
personalidad dirigida y lo que le preocupaba a Rank acerca del conflicto
entre el miedo y el abandono y el deseo por el crecimiento individual. En
teoría, no es un conflicto irreconciliable. Es posible ser asertivo y expresar
las diferencias personales sin ofender a otros y al mismo tiempo ser capaces
de ver similitudes, acuerdos y compromisos entre si mismos y otros sin
sentir que uno ha traicionado los principios del otro. También es posible,
ser popular y seguir un espacio personal, en este caso, de amigos cercanos.
No hay razón para asumir que la superficialidad en algunas relaciones,
privan de la posibilidad de alcanzar grados más profundos de amistad, en
otros, más de alguno podría asumir que las personas de amistades sinceras
son incapaces de hacer de tales amistades algo casual o superficial.
Los ataques en cuanto a la popularidad, los cuales fueron ampliamente
resaltados por los críticos intelectuales de los años 50’s fueron declarados
bajo suposiciones de que aquellos que perseguían una amplia aceptación lo
hicieron para excluirse de relaciones genuinas, a costa de su propia
autoexpresión. De existir alguna verdad en estas suposiciones, también es
cierto que la popularidad puede ser un fragmento de una vida multifacética,
rica en diversos niveles de amistad. La popularidad también puede ser
producto de una consecuencia de un servicio para otros y ser para otros una
característica muy admirada.
124
serias, la mayoría tendería positivamente a ser atraídas por aquellas que
sonríen.
La sociabilidad y la extroversión están íntimamente relacionadas con
la simpatía y la popularidad (Diggins, 1974; Sorokin, 1950). Puede ser
difícil llegar a conocer a alguien y familiarizarse con personas que tienden
a ser calladas e indiferentes. Algunos individuos reservados podrían
sentirse por dentro bastante amigables, pero su falta de comunicación no
les ayuda sino más bien los proyecta como ambiguos y confusos para
aquellos que no son conscientes de su estado interior, quienes son a su vez
los que más se preocupan de llegar a ser rechazados socialmente. Cuando
las personas se saludan, cuando dedican tiempo de sus quehaceres para
decir, “Hola” e intercambiar cumplidos, tienden a ser más conocidos, a ser
considerados de manera positiva, y a que sus gestos amistosos sean
recíprocos.
Particularmente entre niños, la aceptabilidad social de los nombres
está asociada a la popularidad. Nombres tales como John, Jane, Jim, Bill,
y Mary son comunes y familiares. Niños como ellos son inclinados a tener
gusto por aquellos que los poseen. Pero nombres inusuales tales como
Whitney, Bruce, Mathilde, Basil, Boris, Elmer, Bernice, y Abigail tienden
a provocar reacciones negativas entre compañeros. Nombres confusos que
se pueden aplicar tanto a niños como niñas también son asociados con el
rechazo entre compañeros -Francis, Marion, Gene. Esto probablemente
tenga menor relevancia en la vida adulta donde poseer un nombre distintivo
sea más una cualidad superior que necesaria, pero en la niñez los nombres
comunes son los mejores, por no decir los más apropiados. 7
Entre niños, como también entre adultos, ser parte de la clase social
correcta ayuda en la popularidad de cada individuo (Neugarten, 1946). La
evidencia sugiere que los niños de clase media y alta tienden a ser
mayormente aceptados que aquellos de clases sociales más bajas. Pero esto
podría ser una función de los estudios llevados a cabo en escuelas donde
no hubo muchos participantes de clases sociales algo más bajas. En una
escuela donde predominan los niños de escasos recursos económicos,
parece probable que los niños de clase media y alta lleguen a ser los menos
populares.
126
sentimiento de autoestima moderadamente positivo parece ser el balance
apropiado para la popularidad (Coopersmith, 1967).
Las personas que parecen honestas y abiertas sobre sí mismas son
valoradas y atractivas. Esta cualidad, la cual Jourard9 llamaba auto-
revelación, es similar al concepto de sí mismo en el sentido de que una
cantidad moderada es la mejor. Muy poca auto-revelación está asociada
con reserva, timidez, o restricción. Mucha auto-revelación está asociada
con la indiscreción o imprecisión. Lo que puede ser particularmente
perjudicial es revelar algo personal que podría desacreditar al individuo
con las mismas personas que está tratando de impresionar favorablemente
(Chaikin & Derlega, 1976; Rubin, 1976).
He aquí algunos ejemplos de auto-revelaciones perjudiciales. Un
terapeuta les dice a sus pacientes que él también sufre de depresiones, o
sentimientos inadecuados, o cualquier otro problema para de los cuales
están tratando de encontrar alivio. Una abogada les confesó a sus clientes
que ella ha violado la ley o que no tenía ni idea de cómo manejar el caso.
Un esposo admitió que le ha sido infiel a su esposa, quien lo reconfortó al
confesar sus propias infidelidades. El denominador común de situaciones
como estas es que la revelación muestra una debilidad de la persona que
determina confianza.
La auto-revelación que promueve la popularidad implica la revelación
de una comunidad de experiencias que ayuda a unir a las personas. Es una
manera de decir, “Puedo entender cómo te sientes y lo que estás diciendo
porque yo mismo he pasado por eso o conozco personas que también han
pasado por ello,” y es menos una admisión de debilidad actual que una
sugerencia de fuerza actual.
Si tuviéramos que poner juntos todos estos estudios sobre la
popularidad, podríamos concluir completamente qué para ser popular,
ayuda aparentar y profesar estar equilibrado. Las personas se sienten
atraídas por aquellos que son saludables, felices, fiables, inteligentes y
seguros de sí mismos. Les gustan las personas a las que ellos les gustan, y
tienden a actuar hacia alguien en la misma forma que esa persona actúa con
ellos. Si la persona los acepta, es agradable, les pide ayuda (y así ellos se
pueden sentir importantes), y les da gracias de vez en cuando, ellos tienden
a responder a la persona de la misma forma. Las personas no se sienten
atraídas por aquellos que parecen ser ansiosos, débiles, lentos para
aprender, perturbados. Tampoco responden positivamente a aquellos que
tratan de imponer su atención haciendo cosas que son problemáticas e
incorrectas. El bromista práctico, alguien que haría lo que sea por una risa,
el gracioso, el bufón usualmente no gana amigos por sus acciones.
Sorprendentemente, el rebelde, el inconformista, pasa una estrecha línea
127
entre admiración y repugnancia. Un cierto grado de independencia es
deseada y admirada, pero la disconformidad por el motivo de ser
disconformidad o la inhabilidad de cooperar con las autoridades promueve
el rechazo (Feinberg, Smith, & Schmidt, 1958; L´Abate, 1960;
McCandless, Castanedo, & Palermo, 1956).
Entre los otros atributos valorados de un ajuste psicológico
satisfactorio están amabilidad, generosidad, sensatez, consideración,
cortesía, y comprensión simpática. Aquellos que tienen estas cualidades
tienden a ser más populares que aquellos que no las tienen. Además, la
crianza de los hijos asociada con el desarrollo de estos atributos está
relacionada con la popularidad de la descendencia. Por ejemplo, algunas
cosas que los padres pueden hacer para fomentar en sus hijos un concepto
de sí mismos positivo y modelar formas socialmente deseables de
comportarse, son rara vez ser agresivos con sus hijos, para motivar a sus
hijos a no ser físicamente agresivos, y dar a sus hijos amor y la aprobación
merecida.10
Un punto final. Comúnmente las personas están en relaciones sociales
donde la admisión de sus problemas y preocupaciones no es solicitada.
Hasta que estén seguros de su audiencia y lleguen a conocer a las personas
que están tratando de atraer, harían bien en mantener sus debilidades,
dudas, y preocupaciones personales para sí mismos. Esta puede parecer una
regla extraña de parte de un psicólogo quien establece un alto premio a la
comunicación intima. Sin embargo, las personas tienen que distinguir entre
aquellos que pueden estar conociendo por primera vez en la una situación
social habitual y aquellos que pueden estar conociendo después de un
tiempo de relación o para algún propósito terapéutico.
Bajo el último conjunto de circunstancias hay un entendimiento
general de que las preocupaciones personales deben ser reveladas, y hay
un reconocimiento legal de la naturaleza inusual de esta relación. (En
muchos casos los comunicados de un cliente a un psicólogo o terapeuta
están protegidos de hacerse públicos, y ciertamente el psicólogo o terapeuta
mantiene las declaraciones del cliente confidenciales a menos que se
produzca un peligro excepcional por permanecer en silencio.) Además, y
talvez sea lo más importante, un entorno terapéutico es donde no se espera
un ajuste positivo de los clientes; donde, de hecho, se espera un ajuste
negativo. Aquí, cuanto antes se manifiestan las insuficiencias y las
dificultades personales, mejor.
Obviamente, la comprensión y las expectativas que se obtienen
cuando las personas conocen a alguien por primera vez son muy diferentes
a las de terapeuta-cliente y lo que aceptan de aquellos que conocen. Por lo
tanto, en las primeras etapas de una relación, si el individuo desea estimular
128
una amistad asociativa, lo mejor es minimizar los problemas propios y
parecer tan ingenioso y seguro de sí mismo como sea posible.
NACER POPULAR
SINTIÉNDOSE POPULAR
131
CONCLUSIONES
VARIEDADES DE LA SOLEDAD
136
7. La Soledad y Su Tratamiento
El antropólogo Edward Sapir¹ señala que nosotros podemos aprender
algo sobre un pueblo estudiando su lenguaje. Las palabras nos dicen sobre
los conceptos importantes sobre una cultura, su variedad de ideas, y las
sutilezas de sus discriminaciones. Nosotros, por ejemplo, tenemos dos o
tres palabras para nombrar condiciones diferentes de nieve, mientras los
esquilames tienen muchos términos distintos para describir los tipos de
nieve, indicando su mayor importancia para ellos y su supervivencia.
Dado que las palabras pueden proveer u índice de los valores de las
personas, podemos inferir que todos aquellos que hablan inglés son
particularmente sensibles a estar solos. Con el lenguaje inglés las siguientes
palabras son variaciones sobre un estado sin relaciones de amistad:
abandonadas, distanciadas, solas, votadas, boicoteadas, desertadas,
descartadas, desechadas, solitarias, alejadas, desamparadas, desoladas,
marginadas, rechazadas, repudiadas, ahuyentadas, solitarias, aisladas. A
modo de contraste, hay algunas palabras en inglés que indican un
sentimiento de tener relaciones amistosas. Es incluso difícil llamar a tales
palabras a la mente. Nuestro lenguaje lujoso en lugar con exquisito cuidado
sobre matices de sentirse solo.
De estas palabras, “solo” tiene un tono neutral, “soledad” sugiere una
condición de alguna manera positiva, y un el remanente tiene
connotaciones negativas. Debido a que la mayoría de estas palabras
cargadas negativamente implican que la persona que está sola abiertamente
ha sido apartada por compañeros, también implican sentimientos de enojo
y humillación. Deberíamos esperar que la persona que es rechazada o
boicoteada es afectada por estas palabras y lo que estas representan. Para
muchos, estas traen a la mente imágenes de desamparo y mezclas de
sentimientos estresantes tan fuertes que podría ser de ayuda comenzar por
reflexionar sobre su razonabilidad y origen.
EL SIGNIFICADO DE LA SOLEDAD
INDEPENDENCIA Y SOLEDAD
En el sentido más real la gente está siempre sola. Nuestras vidas son
experimentadas por nosotros, y sólo por nosotros, aunque podamos luchar
poderosamente para compartir y comunicar nuestros mundos unos con
otros. “Toda la religión, toda la vida, todo el arte, toda la expresión,” dijo
Donald Marquis en su Capítulo Para los ortodoxos, “descenderá a esto: al
esfuerzo del alma humana para romper su barrera de soledad, de soledad
intolerable y para hacer algún contacto con otra alma que busca”. 4
Incluso en sus momentos de mayor intimidad compartida las
personas están solas. Su percepción de cualquier evento es exclusivamente
suya. Aunque pueden estar de acuerdo en ciertos aspectos, hay matices
peculiares de cada persona. Por otra parte, la percepción del individuo del
mismo evento difiere de un tercero. Nuestros mundos están dentro de
nosotros, privados y nunca totalmente compartidos. Estar solo
psicológicamente es una condición normal y permanente.
Estar solo es un sentimiento de tristeza que la gente puede
experimentar en su conciencia de estar solo. Sin embargo, no es el único
sentimiento. Esta la emoción de estar solo, de ser independiente, de tener
la fuerza o la habilidad para pararse y hacer algo por sí mismo, caminar
139
sobre sus propios pies, andar en bicicleta solo, estar en pie contra la
multitud, volar solo, a solas.
Si la soledad es una de las penas que cada persona paga por ser
diferente y aparte, entonces la independencia es una de las recompensas.
Dentro de la soledad se encuentra el artista que lucha por crear y expresar
pensamientos y sentimientos, la persona de contemplación y meditación
que intenta alcanzar la comunión con un ser espiritual o alcanzar la paz
interior, y las personas que buscan una mayor comprensión de sí mismas y
de un sentido de dirección. En cada uno de estos casos no hay soledad en
estar solo. Aquí hay actividad dirigida hacia un propósito. La soledad, en
sí misma, no es ni un estado negativo ni un estado positivo. Más bien es la
percepción de las condiciones bajo las cuales las personas se encuentran
solas, y estas determinan su respuesta emocional, si la reciben o la sufren.
Algunas personas acogen la soledad cuando representa un escape de
la estimulación. Cuando han sido variadas, arrojadas o sometidas a
demasiadas presiones, encuentran alivio al estar solas. Es entonces que
tienen la oportunidad de recuperarse, de ordenar sus fuerzas y de considerar
su próximo movimiento. O, como lo expresó Greta Garbo, renunciando a
las exigencias de su público, “quiero estar sola”.
Las personas también dan la bienvenida a la soledad cuando la ven
como una oportunidad para afirmar su independencia. En los períodos de
formación, los estudiantes y los aprendices se esfuerzan por adquirir el
conocimiento o habilidad que les permitirá estar solos, participar en la
práctica privada, hacer lo suyo. En cada vida, el curso del crecimiento
puede verse como un proceso de separación, de establecimiento de la
propia identidad y autonomía, y de demostración de la competencia
individual. Frecuentemente, las competencias se caracterizan por ir solas.
La soledad también es bienvenida cuando proporciona el tiempo
para la expresión individual y la reflexión personal. Clark Moustakas,
quien ha dedicado su vida a la práctica de la psicoterapia, veía a la persona
sola como el árbitro final de la auto comprensión, con cada momento de
estar solo, ofreciendo una confrontación constructiva con uno mismo. En
su libro La soledad y el Amor, Moustakas (1972) expuso una actitud muy
positiva hacia la soledad: “El individuo es ayudado sólo cuando se anima
a entrar en su propio mundo solitario y permanecer dentro de sí mismo
hasta que alcanza su propia claridad y sentido de dirección”.
A modo de resumen podríamos decir que la gente acoge la soledad
cuando sienten que la han elegido. También le dan la bienvenida cuando
han escapado a ella como un refugio o alivio. No les gusta estar solos
cuando sienten que su soledad les ha sido impuesta o tienen poca opción o
control sobre su condición. Observe una distinción dominante en cómo el
140
ser solo es experimentado, y esto es el control que las personas sienten que
ejercen sobre sus circunstancias. Esto sugeriría que la condición en sí no
necesita cambiar. Las personas podrían encontrar ser solo una experiencia
positiva en la medida en que creen que han elegido la soledad y son capaces
de modificar sus circunstancias.
Aparte de un cambio en la percepción, una serie de remedios
específicos se han propuesto para reducir la soledad.
142
los medios más obvios para reducir la soledad, ¿es el único medio para
lograr relaciones sociales cercanas y satisfactorias?
EL TRATAMIENTO SEGURO
DEL INTERÉS SOCIAL
Hermano solitario
¿Estás solo, oh hermano mío?
¡Comparte tu pequeño con otro!
Estira una mano a uno sin amigos,
Y la soledad ha terminado.
CONCLUSIONES
SISTEMAS DE RECHAZO
146
Nos podemos hacer la idea clara del sistema democrático describiendo
las estructuras del salón de clases y sistemas sociales que han sido
encontrados para promover hostilidad y alienación. Un sistema opresivo de
reglas y controles aparentemente arbitrarios, impuesto sin ninguna
discusión y explicación, hacen sentir que esos temas tienen poco que decir
en lo que pasa en sus propias vidas. No solo las personas se convierten en
ajenas del control de su cuerpo, pero tienden a convertirse ajenas y
distantes el uno del otro. Estos efectos son particularmente pronunciados
cuando la estructura autoritaria no deja claro sus metas u objetivos o sus
razones de sus diferentes reglamentos (Barakat, 1966). Por otro lado,
cuando el sistema cuenta con líderes que hacen sus objetivos explícitos y
proporcionan un razonamiento aceptable de sus reglas, el grupo o sociedad
responde por sentirse unido como un sistema cohesivo dirigido hacia una
meta deseable.
Estudio tras estudio ha demostrado que la amabilidad y generosidad
engendra amabilidad y generosidad, mientras que la aspereza y la
agresividad engendran la aspereza y la agresividad (Anderson, 1939;
Anderson, Brewer, & Reed, 1946; Hartup, 1970). La crítica, el rechazo y
la hostilidad de los líderes de un grupo fomentan situaciones donde la
hostilidad, el rechazo y las críticas de los miembros incrementan. Lo que
no ha sido establecido es porque esto podría ocurrir. Algunos han
argumentado que es debido a la modelación conductual, la identificación,
la frustración provocada por la agresión o el contagio conductual (Barnett
& Zucker, 1975; Hartup & Coates, 1967). Independientemente de la
explicación, podemos decir con un alto grado de seguridad, obtienes de un
sistema lo que pones en él. Puede preguntarse dónde en los Estados Unidos
u otras sociedades democráticas cualquier sistema no democrático existe.
Pueden ser encontrados. Si llegamos a agregar a las características
opresivas ya antes mencionadas tales desagradables condiciones tienen un
énfasis sobre la competencia, exhortaciones de hacerlo bien, hincapié en
recalcar la importancia de lograr un número limitado de signos de posición,
y la obtención de esos signos realizando tareas de considerable
complejidad y dificultad, una situación es descrita no muy diferente de
muchas escuelas modernas o universidades. Y por todo lo que hemos
venido diciendo, toma un poco de imaginación predecir estos ingredientes
que producirán un grupo competitivo y antipático.
Una vez más, si lo que deseamos son personas amistosas y
cooperativas, debemos tener una sociedad o sistema que recompense la
amistad y la cooperación y poner menos énfasis en las actividades en las
que los que ganan lo hacen al costo de que alguien más pierda. Sería una
sociedad que reconoce y valora los esfuerzos tanto de grupo como
147
individuales. Sorpresivamente, la productividad de un sistema social tan
cohesivo es probable que sea mayor que la de un sistema impulsado por la
competencia divisiva, ni hablar del hecho que sus miembros son más aptos
para estar satisfechos y felices.
La felicidad y la satisfacción son ideales que tenemos para los
ciudadanos de nuestra sociedad, y debemos reconocer de qué manera
nuestras prácticas actúan para derrotarnos en el logro de nuestros objetivos.
Un sistema que se involucra en el rechazo provoca amargura y rechazo de
aquellos que se sienten heridos por sus represiones. Un sistema que trata
sus miembros con firmeza, justicia, y un obvio sentido de respeto y
aceptación fomenta las mismas actitudes. Un sistema que complace y cuida
alguno de sus miembros a expensas de otros crea resentimiento, egoísmo,
y demandas. Nadie todavía determinó con qué frecuencia los rechazos
personales han sido funciones no tanto de los individuos afectados, pero si
de como de la manera en que su sociedad los trata.7
El RECHAZO SOCIAL
148
3. Seguramente ese chico de allí no tiene amigos. Debe tener algún
problema, ya que está caminando de esa manera.
149
8. El Rechazo
Incluso las personas más cordiales e inofensivas pueden estar en
situaciones en las que, no por su propia culpa, su amabilidad se encuentra
con la indiferencia, y si no, se encuentra con hostilidad absoluta. Esto es el
rechazo como mucha gente lo entiende y como es tratado usualmente: la
experiencia decisiva y desagradable de sentirse menospreciado o
rechazado. El rechazo también puede ser considerado desde el punto de
vista de cómo afecta a la persona que hace el rechazo, un aspecto del
problema menos simpático, sin embargo, importante. Primero,
consideraremos las consecuencias de ser rechazado, y seguidamente
examinaremos las consecuencias de participar en el rechazo.
EL RECHAZO PATERNAL
153
responsables de traer su distanciamiento sobre sí mismos. Hay cualquier
cantidad de numerosas razones sobre el rechazo y su justificación.
Es posible ver personas solitarias tan naturalmente retraídas y tímidas,
con intereses que corren a vagar por los prados y la lectura. Tal vez, esta
línea de razonamiento va, a que ellos son más felices dejándolos solos.
También es posible verlos como perezosos y poco dispuestos a hacer el
esfuerzo para conseguir amigos.
En consecuencia, ninguna virtud se ve al incluirlos extendiéndose a sí
mismos cuando deberían asumir la responsabilidad y dar el primer paso. Y
también es posible observarlos y notar lo que hay en ellos que pueda
repeler a las personas. Para extender esta tarea se hace más fácil por la
literatura, películas cinematográficas y producciones de televisión, las
cuales tienden a perpetuar una vista del estereotipo del aislamiento.
Hace algunos años fue hecha una popular película sobre la soledad,
llamada Marty. El héroe soltero, un carnicero de la edad media en el Bronx,
tiene un gran interés en salir con chicas. Como se muestra, no es muy
brillante, no es muy atractivo, no es muy expresivo, y tampoco tiene mucho
dinero. Todo lo que él tiene para él es una suave sinceridad. El conoce a
una chica, igualmente solitaria, en un baile, donde ella ha sido abandonada.
Ella es una profesora, quien en sus años de universidad fue evidentemente
nunca expuesta al maquillaje o al buen cuidado. Como Marty, ella tiene la
vivacidad de un catálogo de la escuela y una deslumbrante alacridad al
desnudar su alma. Estos dos son hechos el uno para el otro, y la audiencia
está encantada que ellos se hayan conocido. Ellos se merecen. Pero
¿cuantos miembros de la audiencia podrían querer que solo fuesen amigos?
Alguno podría apostar, pero no muchos.
Este estereotipo personas solitarias es que son tímidas, aburridas,
descoloridas y quietas. No dicen mucho. No son muy divertidos para
hacerlo. Sus pensamientos son raros y difíciles de entender. Tartamudean
y balbucean o se reservan las cosas para sí mismos. Ellos se mezclan en el
paisaje. Son aguafiestas, renuentes a hacer lo que la muchedumbre dice y
no quieren unirse a la diversión. La aceptación de los compañeros, como
hemos visto, está asociada con el atractivo físico, la inteligencia, la
adaptación psicológica, amabilidad, cooperación, y habilidad. Eso no
significa que todos aquellos que carecen estos atributos no serán
bienvenidos. Tampoco significa que la soledad y el rechazo sólo son
experimentados por los Martys de este mundo. Es quizás la ironía final que
las víctimas del rechazo rara vez provocan más que un rechazo adicional.
Ellos pueden ser ayudados a cambiar y comportarse de maneras que son
más al gusto de los demás. Pero los demás no están enteramente sin
responsabilidad en este asunto. Ellos pueden estar entendiendo. Pueden ser
154
receptivos al cambio. Pueden estar aceptando a cualquier ser humano
quien, como ellos mismos, al mejor de sus capacidades en el momento,
está luchando para ganar a favor sin herir su autoestima.
Dentro de las ciencias sociales, se observan y registran regularidades
y asociaciones en el comportamiento humano. El énfasis en la aceptación
de los compañeros y el rechazo de los compañeros ha sido en el lado de lo
que se puede hacer para cambiar a los rechazados en seres humanos más
aceptados.8 Pero hay otro lado en este balance, el lado de ayudar a las
personas a ser menos rechazadas y más aceptadas por todos quienes han
sufrido rechazo y tenderles la mano.
Nuestro mundo no es perfectamente justo. Hay personas quienes no
reciben lo que merecen y quienes obtienen más de lo que merecen.
Psicólogos pueden ayudar a personas a mantener sus ojos y sus mentes
abiertas, a aprender a cuestionar las hipótesis de un mundo justo, y sentir
más generosidad hacia los menos afortunados que ellos mismos.
Las regularidades y asociaciones respecto a la aceptación y el rechazo
no son inmutables. Cómo existen en este caso no refleja ningún crédito
sobre nuestra sociedad. No podemos sentirnos orgullosos de simplemente
notar un sistema social en el cual los niños rechazan a compañeros de clase
con nombres inusuales y rostros poco agraciados, más de lo que podemos
observar con indiferencia a aquellos niños y adultos mayores rechazar a
aquellos de colores o religiones diferentes a las de ellos.
Imaginemos una sociedad en la que la única consistencia respecto a la
aceptación es esa que se da hacia sus miembros, una sociedad que
promueve el respeto por los seres humanos y fomenta una actitud de
amistad. Sería una sociedad en la que habría aprobación y desaprobación
del comportamiento, de las acciones, pero no de las personas. Por cada
persona que se sintiera aceptada dentro de esa sociedad, se sentiría parte de
ella y segura dentro de ella. Si una sociedad como esta parece ser deseable,
entonces es hacia su creación que algunas de nuestras energías deben ser
dirigidas.
LA PERSONA MARGINADA
157
Es posible argumentar que para algunas personas el fanatismo puede
constituir un área pequeña y circunscrita de sus vidas y, por lo tanto, ser
insignificante en sus efectos -de la misma manera que una persona puede
tener un miedo irracional a las arañas y las serpientes y nunca ser
molestado. Mientras los temores de una persona o los odios de mascotas se
mantengan a distancia, rara vez presentan un problema preocupante. Las
relaciones amorosas y satisfactorias se pueden formar dentro de un grupo
a fin al fanatismo, y la felicidad puede ser encontrada, en analogía a la de
generaciones tras generaciones de imperialistas, colonialistas y
explotadores. Puede ser reconfortante asumir que algo de valor en la vida
se puede perder, pero esto no resulta fácil de documentar.
Puede que exista una situación diferente para la personalidad
antisocial.11 Tal persona se caracteriza por la ausencia de lealtad o de
compromiso con cualquier otra persona, una manipulación suave y sin
culpa de las personas para la autoayuda y la capacidad de mentir de manera
encantadora y convincente. La personalidad antisocial (o psicópata, o
sociópata, como se llama en diferentes momentos) se involucra en
sociedades u organizaciones sin escrúpulos, y siempre está en la búsqueda
de situaciones de crisis y novedad. En formas extremas, el personaje
antisocial puede ser un criminal despiadado. Pero en las manifestaciones
más leves él o ella puede que realmente no lleguen a quebrantar la ley, sino
que busquen manipularla y aplicarla a su beneficio propio. De hecho, las
personalidades antisociales a menudo alcanzan posiciones de importancia
y responsabilidad en la sociedad. Lo que nos preocupa aquí no es su
potencial para causar daños y actos corruptos sino más bien el grado de
explotación sobre la gente y su actuación indiferente y fría.
Puede que nos lleguemos a decepcionar ante la ausencia de
información pertinente. Se han realizado estudios sobre la personalidad
antisocial en relación con el aprendizaje, la ansiedad, la psique, la búsqueda
de sensaciones y la respuesta al castigo, pero nada sobre las consecuencias
personales del desprendimiento y la deslealtad.12 Se ha planteado la
hipótesis de que la personalidad antisocial, quien presumiblemente es una
víctima del rechazo, debe lidiar con un vacío interior agitando y
antagonizando a otros. El distanciamiento de algunos individuos con
comportamientos antisociales es una medida optada para protegerse del
rechazo futuro y de esta manera evitar tener que repetir un cuadro de
sufrimiento, pero a su vez que se protegen de tal amenaza, pierden la
oportunidad de ganar una nueva relación de amistad. El no involucrarse en
una relación con total sinceridad significa nunca entristecerse por su final,
y su vez, también significa nunca tener el placer de estar cerca de alguien
más o sentir la humanidad de afrontar una pérdida. No existe evidencia
158
contundente que afirme que la personalidad antisocial haya sufrido abuso
por parte de otras personas.
CONCLUSIONES
Sabemos más sobre las consecuencias del rechazo que sobre las
consecuencias mismas del acto de rechazar a otro individuo. Hay mucha
evidencia relacionada asociada a las víctimas de la hostilidad, negligencia
y abuso, pero poca de la misma para demostrar el daño que ha sufrido
también el victimario. Así como un cazador puede matar en un bosque de
animales inofensivos y disfrutar del deporte, quien rechaza, puede herir
tranquilamente los pensamientos y emociones de tros mientras disfruta del
dolor y sufrimiento que acontece. Se ha pensado que el daño para el que
rechaza no radica tanto en experimentar lo que se pierde, sino en una falta
de relaciones, de crecimiento y de cambios de personalidad. Sin embargo,
y dado a este mundo lleno de injusticias, puede que una indemnización de
agravios no llegue a existir.
El rechazo, cualquiera que sea la forma que adopte, daña la capacidad
del individuo para las relaciones amigables. Hasta la fecha se ha hecho
hincapié en el estudio de las variables asociadas con el rechazo de los
compañeros, con demasiada frecuencia con una aceptación acrítica de su
existencia. Poco se ha prestado atención a fomentar una actitud de
aceptación entre los niños y los adultos, a dar a conocer la naturaleza
injusta del rechazo, la persona puede verse afectada negativamente por el
repudio de los demás.
Esta área relativamente desatendida parecería justificar una
investigación. Un estudio de las consecuencias del rechazo de las personas
puede sugerir que sería más ventajoso aceptar el interés propio o el
desarrollo de programas que promuevan la aceptación, además de crear un
sistema social más conducente a la cooperación y amistad, ofrecer medios
para actuar sobre ese conocimiento.
La persona que ha sido rechazada tiende a rechazar. La persona que
ha sido aceptada tiende a aceptar. Al aceptar, aumentamos la probabilidad
de que seamos aceptados. Cuando deseamos romper el círculo vicioso del
rechazo, debemos estar preparados para ofrecer amistad y aceptación a los
rechazos. Esto no siempre es fácil, pero las recompensas pueden ser
grandes, no sólo para los individuos afectados, sino en efectos cada vez
más amplios sobre esta generación y sobre las generaciones posteriores.
159
9. Los Amigos Terapeutas
FUNCIONES TERAPÉUTICAS
DE LOS AMIGOS
B: Mi esposa me dijo que quiere que deje de jugar golf con mis
amigos.
F: ¡Oh amigo! Ese es el primer paso. Luego no tendrás nada de
tiempo para ti mismo.
B: Lo sé. Le dije que trabajo duro toda la semana y que tengo
derecho a relajarme.
167
F: Claro que si amigo. Tienes que hacerle saber a las mujeres
quien es el que manda. Ella lo sabrá y te respetará.
B: Pero se hizo la víctima. Me dijo que se quedó en casa con el
bebé toda la semana y que también quiere tiempo libre.
F: Todas dicen lo mismo. Mira, ¿Quién es más importante? ¿Tu
o ella?
B: Mi esposa me dijo que quiere que deje de jugar golf con mis
amigos.
F: ¿No crees que está siendo injusta?
B: Si. Le dije que trabajo duro toda la semana y que tengo
derecho a relajarme.
F: Ya veo.
B: Pero se hizo la víctima. Me dijo que se quedó en casa con el
bebé toda la semana y que también quiere tiempo libre.
F: Hm. Parece que les vendría bien algo de descanso a ambos.
¿Qué vas a hacer al respecto?
168
L: Bueno, anímate. Todos tenemos días buenos y malos.
¿Quieres ir por un trago o algo?
M: No. Eso no ayudará. No creo que nada me ayude.
L: Bueno, ya sabes lo que dicen, tras la tempestad viene la
calma. Tuve una prima que se sentía igual de mal que tú, y
ahora se siente muy bien. Solo no dejes que tus problemas te
hundan demasiado.
EL MANEJO DE PROBLEMAS
169
pueden traducirse en cuatro guías para comunicarse con alguien sobre
cualquier dificultad personal.
170
SUGERENCIA 2. Permita a la persona amplia oportunidad de
expresar el problema y los sentimientos al respecto.
Hay dos implicaciones simples para esta sugerencia: (1) no tenga prisa
y (2) no se meta en una discusión.
La primera implicación es una cuestión de cortesía. A la gente no le
gusta que le den poca atención o se apresuren por algo que consideran muy
importante. En caso de que el problema pudiese demorar más de lo
habitual, sería mejor tratarlo más adelante y con moderación que tratar de
precipitarse a una conclusión prematura.
La segunda implicación es una cuestión de respeto. A la gente le gusta
que sus sentimientos sean aceptados sin lugar a dudas. Hay una tentación
común de decir: "No debes tomarlo así. No deberías sentirlo de esa
manera". Como muchas buenas tentaciones, este también debe ser evitado.
Es mejor olvidar como se podrían sentir las personas acerca de las
cosas, lo que sea que eso signifique, y cultivar un aprecio por la diversidad.
Algunas personas se enojan y se molestan por insignificancias. Algunas
personas se irritan y se enfadan por cosas que no les molestarían a otras
personas. Y a algunas personas se les hieren sus sentimientos fácilmente.
En cualquiera de los casos, cuando un amigo expresa sus sentimientos,
es mejor no discutir sobre ellos o emocionarse mucho de participar en ellos.
Deben ser respetados y aceptados como un indicador de cómo se siente el
amigo, ni más ni menos. Cuando se aceptan los sentimientos, en lugar de
ser desafiados o minimizados, la persona tiene un espacio para respirar y
reflexionar.
Esta aceptación puede ser indicada por un mero asentimiento con la
cabeza o una expresión de interés. No se necesita decir nada. Sin embargo,
si las palabras parecen estar en orden, es sorprendentemente eficaz
reconocer el sentimiento diciendo algo como, “creo que eso realmente te
hizo enojar” (o cualquiera que fuera el sentimiento). No importa cómo se
haga, todos los que estén involucrados se sentirán mejor por el hecho de
que se hizo.
171
La forma más simple de transmitir compresión es siendo receptivo –
ya sea repitiendo o interpretando lo que la persona ha dicho o diciendo
frases como “Um hm,” “Ya veo,” “Si,” o “Puedo entender como te sientes
de esa forma” con gran profundidad.
También es posible transmitir comprensión al hacer una pregunta
apropiada, la cual, si nada más, sugiere que el interlocutor ha estado atento
y alerta. Una pregunta cómo ser, ¿Bien, que pasó?” o “¿Podrías contarme
más sobre eso?” son de gran utilidad.
Y después, por supuesto, es posible tratar de capturar la esencia o
algunas de las implicaciones de lo que la persona ha estado tratando de
decir y estructurarlas en palabras. Lo importante no es tanto lo que se dice
o como se dice, sino que eso se ha dicho. Las personas acogen bien y
valoran la atención y las buenas intenciones. Es mejor no preocuparse por
ser incorrecto en su comprensión de vez en cuando, eso le puede pasar a
cualquiera, solo continua y sigue intentando.
Casi a todos los psicoterapeutas les gusta verse a ellos mismos como
preocupados por sus clientes y amigables hacia ellos. El proceso de la
172
psicoterapia ha parecido ser una forma ideal de la amistad con el terapeuta
como un amigo idealmente aceptable y comunicador. Esto es
particularmente cierto en los terapeutas humanísticos y Rogerianos,
quienes destacan que lo que ellos están haciendo es proveer un tipo de
relación especial para aquellos que buscan su ayuda. Debe admitirse que
no todos han sido impresionados por esta petición o lo han considerado
como una virtud. Para algunos, la idea del terapeuta como un amigo ha
restado valor a la psicoterapia y le ha dado validez a la afirmación que esta
forma de trato no es más que una relación cordial.
Empezando con la tesis que muchas personas son solitarias y que
siempre están dispuestos a gastar recursos personales y financieros para
aliviar su soledad, toma apenas un pequeño salto a la imaginación para ver
esfuerzos reflejados en una multitud de actividades, donde la psicoterapia
es una. Schofield, en un tratado serio sobre el tema, llamo a su libro
psicoterapia: La Compra de la Amistad, no para derogar la psicoterapia,
pero si para capturar la esencia de lo que él creyó que sucedió en todas las
formas de este tratamiento. Ya sea el psicoanálisis, la terapia Rogeriana, la
terapia primaria, el análisis transaccional, la terapia de Gestalt, o lo que
tengas, puede ser argumentado que el psicoterapeuta está vendiendo y el
cliente está comprando lo que es básicamente una relación amistosa.
Una vez considerado de esta manera, no hay problema en
encontrar una serie de similitudes entre la amistad y la psicoterapia. Ambos
traen al menos dos personas a una relación cercana, en la que se espera y
se acepta el intercambio de intimidades y preocupaciones personales.
Frecuentemente, el propósito explícito de la terapia grupal, los grupos de
encuentro y los grupos de tratamiento similares es reducir la soledad
trayendo personas de antecedentes comparables, intereses y problemas en
conjunto, un objetivo ciertamente no extraño a muchas amistades. Y lo que
se aprende en la psicoterapia puede no ser más ni menos que lo que se
aprende en la amistad- que en el mundo hay alguien en quien se puede
confiar, de quien se puede confiar y contar, alguien quien que puede ser
leal. Sin importar si esta es la enseñanza principal de una experiencia de
psicoterapia, no se puede negar que es un mensaje importante y valioso, y
que la amistad y la psicoterapia son dos formas exitosas de enviarla.
Si se admite que lo principal que un psicoterapeuta le ha dado a un
cliente es la amistad, entonces es razonable que los terapeutas mejoren las
relaciones amistosas y eliminen las restricciones que obstaculizan tales
desarrollos. En los últimos años se ha prestado mucha atención a una serie
de sugerencias que servirían para aumentar la amabilidad de los
psicoterapeutas y, por lo tanto, posiblemente, la efectividad de su enfoque
de tratamiento. Una es que el terapeuta disminuye la distancia profesional
173
y se revela como un ser humano haciendo una revelación personal
ocasional al cliente. Algunas investigaciones se han dirigido a determinar
el mérito de esta sugerencia, qué debe revelarse y cuánto debe revelarse.
Los resultados de estos estudios generalmente indican que la
sugerencia tiene algún mérito, aunque un terapeuta no puede ser abierto y
desenfrenado en la misma medida que un amigo. Los clientes no aceptan
terapeutas que dominan constantemente la conversación y que les
dificultan hablar y expresarse. Ni un cliente obtiene mucha comodidad de
las revelaciones que el terapeuta ha sufrido problemas de situaciones
similares o peores. Lo que parece mejor es en cierto grado de auto-
revelación juiciosa para darle al terapeuta una porción de calidez,
humanidad y amabilidad.
Una segunda sugerencia ha sido que los terapeutas interactúen más
con sus clientes en eventos sociales fuera de sus reuniones prescritas.7 hay
precedente para esta sugerencia. Freud de vez en cuando invita a un
paciente a cenar con él y su familia, y algunos terapeutas han encontrado
útil desde el punto de vista de la diagnosis para ser invitados a cenar con
sus pacientes en sus hogares para que puedan observar a las familias en
interacción durante la cena.
Esta última sugerencia, sin embargo, no ha generado mucha
investigación ni interés. Aparentemente, la mayoría de los terapeutas
sienten que pueden comunicar su amistad más eficiente y efectivamente
con sus sesiones de terapia y ambiente de trabajo.
Una tercera sugerencia, hecha durante la época de 1960. La cual
tomo cierta popularidad, fue que el terapeuta demostraba amabilidad
teniendo relaciones sexuales con su paciente cuando este acto pareciera útil
y apropiado. Pero algunas demandas posteriores y la naturaleza poco ética
de esta extensión de servicios causaron que la práctica cesara. Sin embargo,
el contacto físico de algún tipo entre el terapeuta y el cliente- desde un
toque suave y amistoso en la mano hasta masajear y retozar en el desnudo-
tiene sus proponentes. Pero incluso estas prácticas de amistad más
moderadas han atraído críticas y precauciones de la profesión últimamente,
y la mayoría de los psicoterapeutas se contentan con irradiar su calor desde
una distancia respetable.
Esta discusión de los terapeutas como amigos expresa que los clientes
no tienen las mismas expectativas de los terapeutas que tienen con sus
amigos, ni los terapeutas tienen la misma libertad para actuar en la relación
terapeuta-cliente que tienen al interactuar con amigos. Esto se vuelve tan
obvio que puede preguntarse por qué alguien supuso que la relación en
psicoterapia es una forma ideal de amistad. Dado que ambas son relaciones
sociales, es inevitable que tengan algunos elementos en común, pero
174
claramente hay distinciones importantes entre los dos, que pueden ser
igualmente, si no más significativos.
Que los clientes quieran ser amables con los terapeutas no ha parecido
sorprendente. Lo que ha parecido claro es por qué los terapeutas deben
querer que sus relaciones con sus clientes sean amigables. ¿Es esto un tipo
de profesión especial donde la humanidad de los participantes es crucial?
Los propios terapeutas no están tan seguros acerca de la respuesta a
esa pregunta. Algunos creen que sí. Ellos creen que lo que tienen que
ofrecer a sus clientes no es el conocimiento superior o la comprensión, sino
una actitud diferente hacia los problemas y las emociones. Cuando otras
personas pueden ser sorprendidas, ofendidas, moralistas, críticas,
angustiadas o excitadas, son tranquilas y aceptan. Esta actitud, más que
nada, argumentan, permite al cliente experimentar una libertad para
expresar sentimientos y pensamientos; y es en esta atmósfera libre que se
hacen posibles los cambios y el desarrollo en un sentido nuevo y
constructivo.
Sin embargo, algunos, como Harry Stack Sullivan y Albert Ellis, han
sentido fuertemente que la psicoterapia es una relación profesional entre
un cliente y un experto en el campo de la comprensión del comportamiento
humano.8 Afirman que el terapeuta no está vendiendo amabilidad y calidez,
sino comprensión profesional y conocimiento difícilmente ganado. No son
adversos a ser duros y críticos cuando creen que un cliente está equivocado.
Esto no quiere decir que estos terapeutas van a extenderse para crear una
relación amistosa con los intentos de distorsionar la relación de un
profesional en algo más.
Estos terapeutas se dirigen a conceptos de transferencia,
contratransferencia, distorsión parataxis, y simplemente un sentido común
para reforzar su punto de vista. Argumentan que su amistad no es
necesitada por sus clientes ni es posible. Están impresionados por las
diferencias en la relación terapeuta-cliente, incluso en aquellas situaciones
donde los terapeutas insisten en una relación amigable.
Una de las principales diferencias observadas entre una amistad
terapeuta-cliente y cualquier otra, es que en el primero se trata de una
cuota. La relación entre terapeuta y cliente requiere el pago de dinero para
que comience y se sostenga. A pesar de que el cliente no puede pagar este
175
dinero directamente, el dinero es pagado, tal vez a través de una compañía
de seguros o un presupuesto de agencia subvencionado por fondos
comunitarios. Ver a los clientes es el sustento del psicoterapeuta, y si nadie
paga, el terapeuta no come. Es así de simple.
Otra diferencia importante es que las relaciones amigables son a
menudo entre pares o iguales, pero la relación terapeuta-cliente es entre un
ayudante y una persona que busca ayuda. Más que eso, el cliente, por lo
general infeliz y tener dificultades para hacer frente a los problemas de la
vida, asume que el terapeuta es competente y experto en tratar sólo con
esos problemas. El cliente se siente menos capaz que el terapeuta y
depende de él. Por lo tanto, las amistades, cuando ocurren, son más
propensas a ser receptivas que recíprocas.
Además, los amigos, como subraya Hartup (1975), buscan
espontáneamente la compañía unos de otros. En contraste, los terapeutas y
los clientes se reúnen en los tiempos prescritos y para duraciones
específicas. Su reunión fuera de sus citas es restringida y pocas, si es que
las hay, y sus contactos generalmente terminan con la terminación del
servicio profesional. Se espera que una relación amigable se haga más
profunda y duradera. Se espera que la relación terapeuta-cliente crezca
hacia la independencia y la autonomía del cliente del terapeuta.
La gente parece tener diferentes expectativas para los amigos y los
terapeutas. Esperan que sus amigos sean generosos y cálidos, mientras
esperan que los terapeutas muestren respeto, tengan una voz agradable y
se visten de manera conservadora. Se espera que tanto los amigos como los
terapeutas sean comprensivos y preocupados (Reisman, Livesay, &
Tuberville, 1972).
Además, las comunicaciones de los terapeutas con sus clientes son
muy diferentes a las de los amigos comunes. Aparte del hecho de que los
terapeutas están dispuestos a decir algo empático, que la mayoría de la
gente dice. Los amigos hablan entre sí con frecuencia, intercambian
experiencias personales, comentan sobre la bondad o la maldad o la
elegancia de algo, y son muy libres en dar consejos. Con frecuencia no
saben qué decir y cambiarán de tema.
Los terapeutas, en cambio, casi nunca intercambian información
personal, evitan dar sus impresiones y evaluaciones, y, posiblemente con
la expectativa de terapeutas conductuales, tratan de no decirle a la persona
qué hacer. Rara vez parecen estar en una pérdida de palabras y se adhieren
al tema.
A diferencia de los amigos, que se involucran en el intercambio de
ideas y opiniones cuando hablan, los terapeutas se abstienen de las
176
intrusiones personales que pueden distraer a su cliente de la auto
exposición y la comprensión.
Cuando toda esta información se recolecta, indica que algunos
terapeutas se esfuerzan por ser amigables con todos sus clientes, algunos
de ellos no están particularmente preocupados de que sus clientes los
consideren amigos, y otros terapeutas tratan de ser amigos de algunos de
sus clientes. En ningún caso, sin embargo, parece apropiado concebir la
relación psicoterapéutica como un ideal o súper amigo. Más bien, es un
tipo de amistad diferente, que pretende ser un medio eficaz para resolver
el problema personal de uno de sus miembros. Al igual que la amistad, la
psicoterapia puede presentar a sus participantes una relación íntima,
aunque por lo general es unilateral en el área de auto-revelaciones.
En consecuencia, para aquellos que pueden considerar la psicoterapia
como, en parte, un medio para obtener la amistad de un terapeuta
comprensivo parece indicar una palabra de precaución. No todos los
terapeutas se conciben a sí mismos cumpliendo esa expectativa. Por lo
tanto, sería apropiado preguntarle al terapeuta qué tipo de relación
considera deseable con el cliente. Si la relación propuesta no es lo que se
busca, el cliente puede (1) ir a otro lugar para obtener esa relación o (2)
discutir la diferencia de expectativas con el terapeuta. Es muy posible que
el terapeuta pueda referir al cliente a otro terapeuta que sea según el gusto
del cliente, o el terapeuta puede explicar por qué sería conveniente para el
cliente renunciar a esta consideración al decidir un método de asistencia.
CONCLUSIONES
Los amigos pueden ser útiles para resolver problemas de la vida y para
aliviar el estrés. Las personas pueden aprender a ser más eficaces en sus
habilidades sociales y en superar los sentimientos de aprensión que pueden
bloquear o interferir con la adquisición de amigos. Además, las personas
pueden desarrollar habilidades conversacionales y habilidades de escucha
que les permitan ofrecer oportunidades para la expresión de sentimientos
y la consideración de la opción. Al buscar la mayor cantidad de
información posible cuando se presenta un problema, al permitirle a la
persona un tiempo amplio para presentar un problema, escuchando y
comunicando una comprensión de lo que la persona parece estar diciendo,
cualquier persona puede mostrar preocupación y una actitud útil eso puede
ser reconfortante.
Los terapeutas ofrecen comunicaciones de comprensión, respeto y
ayudas frecuentes y consistentes. Muchos se han impresionado por las
177
similitudes entre una relación terapeuta-cliente y una amistad estrecha e
íntima. Sin embargo, existen diferencias significativas entre la psicoterapia
y la amistad, de modo que no parece apropiado pensar en la primera como
una forma sustituta o más perfecta de esta última. A las personas que
pueden estar buscando amistad en una relación con un terapeuta se les
aconseja discutir este asunto desde el principio. Pueden sorprenderse
gratamente al descubrir que su terapeuta está igualmente preocupado por
ver cultivada una relación amigable o, por lo menos, es agradable explicar
por qué sería mejor considerar el interés del cliente por la amabilidad del
terapeuta como irrelevante para el método del tratamiento planeado.
Los escritores existenciales nos dicen que la soledad es una parte
esencial de la condición humana. En nuestras experiencias, en la angustia
de tomar decisiones y decisiones personales, cada uno de nosotros está
solo. Además, los teóricos de la personalidad han argumentado que dentro
de cada individuo hay un esfuerzo por el crecimiento, la autonomía y la
expresión única de uno. Depende de cada uno de nosotros equilibrar y
reconciliar nuestra necesidad para con los demás, para aliviar el dolor de
la soledad, con nuestras necesidades de independencia y satisfacción.
A lo largo de este libro hemos estado discutiendo sobre la amistad y
considerando sus valores, sus manifestaciones y sus implicaciones. Hemos
enfatizado que hay diferentes tipos de amistad, que las personas cambian
en lo que quieren de sus amigos y que la importancia que le damos a los
cambios en la amistad durante nuestras vidas. Para algunas personas, los
amigos son de gran importancia durante un periodo limitado, aunque
significativo, de crecimiento; a partir de entonces, los amigos pueden ser
reemplazados en importancia por carreras, cortejos, matrimonios y
descendencia. Para muchos de nosotros, los amigos siguen respondiendo a
las necesidades de calidez, aceptación, estimulación y comodidad a lo
largo de nuestras vidas. Esta información nos puede ayudar a comprender
mejor nuestras experiencias únicas con la amistad y lo que, en todo caso,
podemos desear hacer en relación con nuestras relaciones amigables.
178
Notas
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
179
material relevante en las Cartas de Marcus Tullius Cicero, que se puede
encontrar en Los Clásicos de Harvard. Vol. 9.
4. El ensayo de Montaigne se puede encontrar en los Grandes libros del
mundo occidental, Vol. 25
5. Difícilmente creo necesario debatir la falta de validez de la observación
de Montaigne. Hoy en día, en nuestra sociedad, todo parece ser lo
opuesto. Benton (1974, p. 188) descubrió que aproximadamente el doble
de mujeres que hombres (60% en comparación con el 33%) informaron
que sus amistades no disminuían en intensidad al estar a cierta distancia
una de la otra geográficamente. Él interpretó este hallazgo para indicar
que las mujeres forman lazos emocionales más fuertes que los hombres.
6. Emerson se puede encontrar en muchas fuentes. El mío fue la Amistad de
Emerson, R. W. Westwood, Nueva Jersey: Ravell, 1957.
7. La terapia emocional-emotiva con frecuencia involucra al terapeuta en el
papel de desafiar la creencia del cliente y estimular al cliente a cuestionar
y cambiar las suposiciones. Una descripción de este enfoque se puede
encontrar en Ellis, A, Psicoterapia Humanista. Nueva York: McGraw-
Hill Paperbacks, 1974. Hacer eco es una forma de comunicación
receptiva que se trata en el Capítulo 9 de este libro. Está asociado (a
menudo injustamente en forma de caricatura) con Fogerian o terapia
centrada en el cliente.
8. Los principios de psicología de James están disponibles en varias
ediciones. Una fuente conveniente es los Grandes libros del mundo
occidental. Vol. 53
9. Hay muchas fuentes para Freud. Mi fuente para gran parte de esta sección
es los Grandes libros del mundo occidental. Vol. 54. El artículo "Sobre
el narcisismo" está en Sigmund Freud: Documentos recopilados. Vol. 4.
Nueva York: libros básicos, 1959.
10. Esta cita es de la psicología grupal y el análisis del ego, Grandes libros
del mundo occidental, Vol. 54, pp. 693-694.
11. Una fuente excelente para Adler es una juiciosa selección de sus escritos
que aparece en el libro La psicología individual de Alfred Adler. editado
y anotado por Ansbacher, H. L. y Ansbacher, R. R. New York: Basic
Books, 1956.
12. Rank ocupa una posición poco envidiable de tener sus ideas aceptadas sin
haber recibido mucho crédito por su origen. Rank, quien junto con Adler
fue pionera en la psicología del ego cuando fue una tarea ingrata hacerlo,
tenía mucho que decir sobre la separación-individuación, la voluntad y
las intervenciones breves y de tiempo limitado para el tratamiento. Tuvo
un impacto enorme y debidamente acreditado sobre el psiquiatra infantil
Frederick Allen y el psicólogo Carl Rogers. Una biografía personal de
Rank fue escrita por su devoto colega Jesse Taft: Otto Rank. Nueva York:
The Julian Press, 1958. Rank no es la persona más fácil de leer, pero se
180
puede encontrar un resumen justo de su punto de vista en Munroe, R. L.
Escuelas de pensamiento psicoanalítico. Nueva York: Dryden Press,
1955.
13. La contribución de Prescott Lecky del concepto de auto-consistencia ha
sido frecuentemente aceptada, pero con un reconocimiento menos
frecuente. La referencia citada no solo contiene esa teoría y un método
de tratamiento basado en ella, sino también un cálido boceto biográfico
de uno de sus alumnos, Frederick C. Throne.
CAPÍTULO 3
1. Además del relato bíblico del repentino amor de Jonatán por David,
Plato, Montaigne, y Henry Adams especuló que algunos factores
desconocidos estaban funcionando para determinar la amistad. Freud, en
su papel “sobre el narcisismo,” sugiere que una base inconsciente para la
atracción podría estar en el amor propio, la visión de nosotros mismos en
alguien a quien estamos "misteriosamente" atraídos. Dado que lo que
inconscientemente vemos de nosotros mismos podría ser lo que somos,
lo que somos o lo que deseamos ser, la explicación de Freud debe ser
dudosa, pero difícilmente rechazada.
2. Davis (1973) ha presentado una perspectiva sociológica para
familiarizarse, y “las líneas” se están demostrando constantemente en los
medios de comunicación. Hay que tener en cuenta que no importa cuán
intensa y dramática sea la participación desde el principio, como
Jonathan y David, la actitud de los científicos es considerar la relación
como asociativa hasta que haya sido probada por el tiempo. Los
científicos insisten en que los amigos recíprocos se hacen, no se nacen
siéndolo.
3. Carnegie, D. Cómo ganar amigos e influir sobre las personas. New York:
Simon y Schuster, 1936.
4. “Esta (sonriente respuesta) comienza al nacer como simple reflejo, pero
rápidamente asume su significado psicológico como un símbolo social
universalmente comprendido de un sentimiento de cordialidad y
aceptación, y a lo largo de la vida sigue siendo una expresión verídica de
alegría genuina que tiene gran importancia para ambos tanto el que lo
expresa como el que lo percibe.” Izard, C.E La cara de la emoción. New
York: Siglo de la explotación Appleton, 1971. Un estudio del efecto de
las sonrisas en la percepción de las personas es Bayes, M.A. Señales de
comportamiento de la calidez interpersonal. Diario de consultoría y
psicología clínica, 1972,39, 333-339.
181
5. Edward L. Thorndike atacó enérgicamente el concepto de acción ideo
motora como pura basura y similar al pensamiento mágico de los
primitivos (Thorndike, E.L. acción ideo motora. Repaso psicológico,
1913, 20, 91-106.) aunque la actual sugerencia de James fue al menos
parcialmente correcta [Schachter, S. La interacción de los determinantes
cognitivos y fisiológicos del estado emocional. En P.H. Leiderman y D.
Universidad de Shapiro Standford Press, 1964.]
6. Hay muchos artículos que podrían citarse en apoyo de esta declaración.
Para mencionar algunos: Challman (1932); Dahlke (1953); Duck (1973);
Hartup (1970, 1975); Heider (1958); Izard (1960); Newcomb (1961);
Pinter, et. al. (1937); Tuddenham (1951); y Winslow (1937).
7. Un resumen de los hallazgos de los efectos del atractivo físico es de
Berscheid y Walster (1972).
8. Anderson (1939) y Anderson, Brewer & Reed (1946) presentaron
evidencia de que los amables y positivos comportamientos constructivos
tienden a obtener comportamientos cooperativos positivos y amigables
de otros, mientras que los comportamientos hostiles y agresivos llaman
la hostilidad y la agresión como respuesta. Su trabajo se realizó en un
salón de clases. La documentación adicional del principio-la integración
engendra integración y la agresión engendra agresión-se encuentra en la
revisión de un artículo de Hartup (1970).
9. Los conductistas han explicado la persistencia del comportamiento del
juego sobre la base de un cronograma intermitente de refuerzo. La
imprevisibilidad de ser recompensado, pero al haber recibido algunas
recompensas para "engancharse," hacen comportamientos tan
determinados muy resistentes a la extinción. Una discusión técnica sobre
los calendarios de refuerzo es Skinner, B.F. Contingencias de refuerzo:
un análisis teórico. New York: Siglo de la explotación Appleton, 1969.
Una discusión popular y menos conductual es Skinner, B.F. sobre el
conductismo. New York: Alfred A. Knopf, 1974.
10. Gordon (1976); Riesman, D., con Glazer, N., & R. Denney La multitud
solitaria: un estudio del cambio en el carácter estadounidense. El Jardín
de la ciudad, New York: Doubleday, 1953; Packard (1972).
11. Las discontinuidades se refieren a rupturas dentro de patrones de
comportamiento o funcionamiento psicológico. Nuestra sociedad
contribuye a una mayor discontinuidad al enfatizar la expresión
individual, es decir, no seguir los pasos de tus padres, pero haciendo lo
tuyo; al ver la infancia tan diferente de la adolescencia como diferente de
la edad adulta; por la estructura familiar nuclear; por una actitud histórica,
que enfatiza el presente y el futuro y es impaciente con el pasado; por una
valoración de lo nuevo y una depreciación de lo viejo. Las
discontinuidades, en términos generales, también pueden considerarse
separaciones y, en ese sentido, se puede esperar que estén asociadas con
182
el estrés y la ansiedad. Ver comentarios en relación con Rank & Gorer,
G. Las personas americanas. New York: W.W. Norton, 1948.
12. Esta idea puede expresarse en forma de hipótesis. En la medida en que
las personas han sufrido separaciones y discontinuidades en su
desarrollo, se vuelven menos capaces de formar relaciones recíprocas y
tienden a concentrar sus relaciones amistosas entre aquellos que son
asociativos. Una consecuencia de la hipótesis sería: En la medida en que
las personas tienden a concentrar sus relaciones amistosas entre las que
son asociativas, habría indicios de depresión subyacente.
CAPÍTULO 4
183
discusiones sobre este tema. Véase, por ejemplo, Lefrancois, G.R. De
niños. Belmont, Calif: Wordsworth, 1977.
4. Esta discusión se está ejecutando un poco por delante del tema e introduce
puntos que se documentan más adelante en el capítulo.
5. El punto aquí es que una serie de científicos sociales conciben las
relaciones amigas que se basan o mantienen según lo que las partes
obtienen de sus interacciones. Cuando las pérdidas son altas o las
ganancias son pocas, es probable que la relación se vuelva tensa y que la
amistad se rompa. Sin embargo, pocas personas se ven a sí mismas
comportándose de manera mecánica y materialista. No piensan en sí
mismos como personas atraídas y retenidas como amigos por las
ganancias que reciben o porque encuentran útil la compañía del amigo.
La pregunta es ¿qué aumenta nuestro entendimiento si logramos pensar
en las amistades en estos términos? una implicación ventajosa es que
asigna gran parte de la responsabilidad y el poder de formación y
mantenimiento de la amistad a las partes involucradas.
6. Resultados similares a los encontrados en este estudio fueron reportados
por Berndt, T.J. Las concepciones de amistades de los niños y el
comportamiento esperado de los amigos. Documento entregado en la
American Psychological Association Convention, Toronto, 1978.
7. En un estudio presentado para su publicación por Reisman "Lugar de
control y atribuciones de amistad: identificando la ambigüedad en los
dominios sociales," setenta estudiantes de pregrado respondieron a un
cuestionario sobre amistad. Uno de los ítems en el cuestionario les pidió
que clasifiquen en importancia las siguientes características de un amigo
cercano: alguien que me gusta y que le gusto; alguien que me ayuda
cuando lo necesito; alguien cuya compañía disfruto y con la que es
agradable estar; alguien quien es leal y honesto. El lector notara que esas
características corresponden al cariño, utilidad, placer, y virtud. La
lealtad y honestidad fueron clasificadas altamente entre estas
características, con agradable compañía un momento.
8. “Tres elementos integrales para describir las relaciones cercanas son…:
una actitud favorable …, como se evidencia en el afecto, el respeto, el
gusto o el amor; compromiso de comportamiento..., como se manifiesta
en la acción afiliativa; identidad mutua” (Huston, T. L, & G. Levinger).
La atracción interpersonal y las relaciones. Revision anual de psicología,
1978, 29, 115-156).
CAPÍTULO 5
187
CAPÍTULO 6
189
11. Jones, E. La vida y obra de Sigmund Freud. Vol. 1. Nueva York: libros
básicos, 1953.
12. “A comparación de sus hermanos menores, los primogénitos tienen una
mayor necesidad de lograr y desenvolverse mejor académicamente, son
más curiosos, más competitivos, y son más propensos a preferir lo
novedoso o lo complejo. La probabilidad de que un primogénito vaya a
la universidad usualmente es más alta que la de sus hermanos.
Generalmente, estos efectos no son simplemente debido a ser el primero
o el ultimo, sino a al tipo de interacción social y a la mayoría de
características de los primogénitos en oposición a los hijos nacidos
después.” (Lefrancois, G. R. Of children. Segunda edición. Belmont,
Calif: Wadsworth, 1977, pp. 123-124.)
13. El estudio citado (Reisman & Shorr, 1978 b) encontró que fueron
diagnosticados como emocionalmente perturbados y excluidos de la
escuela afirmaban tener tanto amigos como los demás niños normales.
Estos hallazgos fueron definidos por la asistencia de los niños
perturbados en una escuela diurna, en la cual tenían menos probabilidades
de ser rechazados por sus compañeros. Experiencias clínicas de Reisman
trabajando con niños y adolescentes emocionalmente perturbados
revelaron un sin número de instancias en las cuales un niño podría ser
tolerado o explotado por sus compañeros – usado como la víctima, la
burla, una fuente de regalos y comida – y sin embargo insisten que estas
son relaciones amigables. Ya que esta parece ser una tendencia para
asegurar que uno tiene amigos en la infancia, es significado de dificultad
psicológica cuando un niño reporta no tener ningún amigo.
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
Auto revelación
(N= 30/Nivel)
Interpretativo
Interrogativo
Evaluación
Sugerencia
Expositivo
Empático
Sensible
Otros
7.4 0 0 0 13 3 32 16 11 24
8.8 0 0 0 11 14 36 10 19 10
9.3 0 0 0 13 8 34 6 20 19
10.6 0 0 0 14 8 35 7 18 18
11.5 0 0 0 20 10 34 11 13 12
12.6 0 0 0 21 9 39 5 15 11
13.5 0 0 0 19 9 44 9 13 6
16.9 0 0 0 15 17 32 7 24 5
28.3 0 0 0 13 23 36 3 24 1
44.5 0 0 0 15 26 27 4 26 2
59.6 0 0 0 16 19 33 2 26 3
195
Tabla 2. Porcentaje de comunicación en cada categoría de respuesta por
encuestados capacitados
Estudiante1 Estudiante2 Terapeutas3
Tipo de respuesta (N=9) (N=19) (N=25)
Enfático 0 4 9
Receptivo 3 7 7
Expositivo 26 16 10
Interrogativo 38 39 41
Sugerencia 12 6 11
Auto Revelación 2 7 2
Evaluación 16 18 17
Otro 3 2 3
Total 100 100 100
1. Primer año de postgrado en psicología clínica.
2. Estudiantes de posgrado de segundo y tercer año en psicología clínica.
3. Los terapeutas representaban una variedad de orientación de tratamiento:
Rogeriana, Gestalt, analítica, conductual.
196
Tabla 3. Porcentajes de comunicación en cada categoría de respuesta
197
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200
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