Hay quienes creen que las redes sociales están exentas del delito de difamación, la
ley dice Art. 164 Código Penal: “Hay delito de difamación, cuando las imputaciones
constitutivas
de calumnia o injuria se hicieren en forma o por medios de divulgación que puedan
provocar odio o descrédito, o que menoscaben el honor, la dignidad o el decoro del
ofendido, ante la sociedad. Al responsable de difamación se le sancionará con
prisión de dos a cinco años. “, ¿será que las redes sociales pueden ser catalogadas
como medio de divulgación? Claro que lo son y tiene alcances a nivel mundial.
Otros creen que con darle “me gusta” a una publicación injuriosa no pasa nada y se
les olvida que al hacerlo reenvían ese mensaje a todos sus contactos, lo cual, los
hace pensar que no son responsable de nada, porque no son los autores de la
difamación, pero la ley dice en el Articulo 165 Código Penal: “Quien, a sabiendas
reprodujere por cualquier medio, injurias o calumnias inferidas por otro, será
sancionado como autor de las mismas de dos a cinco años.”
Esta situación se da a todo nivel y contra todo tipo de gente, sin importar nada,
parece que se volvió una forma de liberar tensiones o frustraciones, dejo de ser
algo para compartir y convirtió en algo para atacar, saliendo del plano
legal, quiero terminar diciendo que es necesario aprender a convivir en esta nueva
era de las comunicaciones, sabiendo que soy igualmente responsable por mis
actos en el ciberespacio, a criterio del que les escribe, siempre he pensado que la
gente inteligente no es aquella que más habla, sino aquella que habla solo lo que
sabe.
Como dijo Benito Juárez: “El respeto al derecho ajeno es la paz”, aprendamos todos
a no hacer dela confrontación una forma de vida.
sobretodo por la llamada “prensa rosa” o “prensa del corazón”. Por ello, parece
adecuado que tanto los medios de comunicación como los periodistas no utilicemos
Dicho esto, el único criterio legal directo que nos sirve a los periodistas como
Sin embargo, este párrafo no fija claramente hasta qué punto se pueden ejercer estas
libertades ni, cuáles son los límites del derecho al honor, a la intimidad y la propia
imagen en aras de la libertad de expresión o información.
No hay una línea clara que separe el derecho a la información y el derecho a la intimidad. Y
Algo más clara es la Ley Orgánica de protección civil del derecho al honor, a la
empiezan a utilizar, cada vez más, las vías civiles para castigar este tipo de delitos. Y no
como antes, donde la vía más utilizada era la penal.
que una persona ocupe un puesto en la función pública, no le priva del derecho al
respeto de su vida privada”.
Como es lógico, todo este cambio de orientación ya se había producido muchos años
de ese país estableció una referencia mundial para el tratamiento de este tipo de
supuestos delitos. Se produjo con la sentencia New York Times vs. Sullivan, la cual
recoge los principios de la Primera Enmienda.
De acuerdo con la citada sentencia, “quien reproduce en forma fiel y exacta los actos
El hecho de que nuestra Ley sobre protección civil del derecho al honor, a la
intimidad personal y familiar y a la propia imagen, tenga ese nombre y recoja los
tres derechos juntos induce a pensar que son como una naranja, que por dentro están
divididos en gajos, pero por fuera son una unidad.
Y no es así. Los tres derechos van unidos, no como una naranja, sino como un
Y el demandante tiene que precisar qué derecho, cuál de los tres, considera que se
La promulgación del Código Penal de 1995 modificó de forma sustancial la regulación de los
de los citados derechos, introduciendo algunos elementos que, hasta ese momento, no se
encontraban recogidos.
Por ejemplo, estableció que la libertad de comunicación es central para que los
ciudadanos podamos valorar la gestión de la cosa pública por aquellos a los que hemos
votado con el fin de decidir nuestro voto en cada una de las elecciones.
colectividad. Por ello, cuando el asunto es de carácter público, los límites no son tan
Así, nuestro Código Penal, en su título X, reconoce varios delitos relacionados con la
Y no es así. Los tres derechos van unidos, no como una naranja, sino como un
Y el demandante tiene que precisar qué derecho, cuál de los tres, considera que se
La promulgación del Código Penal de 1995 modificó de forma sustancial la regulación de los
de los citados derechos, introduciendo algunos elementos que, hasta ese momento, no se
encontraban recogidos.
Por ejemplo, estableció que la libertad de comunicación es central para que los
ciudadanos podamos valorar la gestión de la cosa pública por aquellos a los que hemos
votado con el fin de decidir nuestro voto en cada una de las elecciones.
Así, nuestro Código Penal, en su título X, reconoce varios delitos relacionados con la
social que se tiene de un sujeto. En relación al derecho al honor hay que precisar: la
Y también establece, en su título XI, dos delitos relacionados con el derecho al honor
como son:
1. La injuria (art. 208 del Código Penal) o lo que es lo mismo, “la acción o
2. La calumnia (art. 205 del Código Penal), que es “la imputación de un delito
límite, de tal modo que el art. 207 reconoce la exceptio veritatis (la excepción a la
optado por acudir al mecanismo de difusión: injurias con publicidad (art 209 y 211
CP) y sin publicidad (art 208 ), según se propaguen o no por medio de la imprenta, la
radiodifusión o por cualquier otro medio de eficacia semejante.
Calumnias
El menoscabo a la dignidad de otra persona se produce con la imputación de un
delito, sea perseguible de oficio o a instancia de parte, de tal modo que si lo que se
imputa es una falta podríamos hablar de una injuria, pero nunca del tipo del artículo 205
del Código Penal.
Aquí también debemos matizar que no podremos hablar de calumnia si lo que existe
es, en vez de un animus iniuriandi, un animus iocandi, (es decir, la imputación del delito
se produce dentro de un ámbito de amistad o broma).
Si alguien ha sido ofendido por una calumnia o injuria y desea que se castigue a los
correspondiente querella contra el presunto autor, dado que estos delitos son privados y
se refiere a hechos relacionados con el ejercicio de sus cargos, será suficiente presentar
una denuncia.
Código penal. Libro II: Delitos y sus penas
por daños morales al matrimonio Aznar, así como las costas causadas por los recursos,
de acuerdo con una sentencia del Supremo.
programa ‘Protagonistas’ de Punto Radio, de una noticia divulgada el día anterior por
Pese a que los demandantes eran personajes públicos, el magistrado considera que “la
Por otro lado está el Derecho a la Intimidad. Es el derecho a que a uno le dejen