VICEPRESIDENTE
Gonzalo Aguirre Arriz
CONSEJO DIRECTIVO
Clemencia Sarmiento Sánchez
Raul Benavides
Juan Zarate Gambini
Melitón Arce Rodríguez
Jorge Alarcón Revilla
Luis Paz Silva
Dante Córdova
Monseñor Miguel Irizar Campos
DIRECTOR EJECUTIVO
Alejandro Vassilaqui
03
04
Presentación
El Perú es un país donde se ha cultivado coca desde hace cientos de años, con carácter ritual,
religioso y médico. Reportes actuales indican que hoy más del 90% de la producción nacional
se destina a la elaboración de drogas cocaínicas, que ingresan con fuerza a los mercados locales
e internacionales, propiciando un grave elemento de riesgo para la salud y seguridad pública a
nivel personal, familiar y comunitario.
Nuestro país está afectado por la denominada ‘cadena de las drogas’, que comienza por el cultivo
de coca y pasando por la producción y elaboración de drogas llega hasta el consumo, con múl-
tiples consecuencias a nivel personal, familiar y social; promoviendo que la población general
considere al problema de las drogas como uno de los más graves a nivel nacional.
Los estudios han mostrado que el consumo de drogas resulta de la combinación de una serie
de factores denominados ‘de riesgo’, que incluyen la venta de drogas en el barrio, el empleo de
drogas en la familia, la ausencia de los padres, la falta de información sobre drogas, la carencia
de habilidades sociales, entre otros; que llevan a cada vez más jóvenes a iniciarse y mantenerse
en el uso de drogas.
La única manera de contrarrestar la presencia de los elementos de riesgo es alentar otros facto-
res, llamados ‘de protección’, tales como la educación sobre drogas, el buen uso del tiempo libre,
las oportunidades laborales o la pertenencia a organizaciones sociales, que se oponen a los as-
pectos inadecuados del entorno y promueven personas resistentes a las presiones por consumir
drogas y evitan el desarrollo de comportamientos disfuncionales.
La preocupación nacional es creciente y son muchos los organismos que están buscando aportar
en el desarrollo de políticas, programas y proyectos que aborden los diversos aspectos de la pro-
blemática. Existen modelos de prevención y control que están obteniendo resultados positivos
en afrontar estas situaciones, notables son los casos de los programas de desarrollo alternativo
en el caso de la lucha contra el cultivo de coca o las coaliciones comunitarias antidrogas respecto
al consumo de drogas.
En el Perú están disponibles tal vez las drogas cocaínicas más baratas del mundo, disponibles
para todos los que se aproximen a ellas. Precisamente por ello es urgente implementar un es-
fuerzo redoblado para la prevención del consumo. Más del 90% de peruanos están en contra
de la legalización de las drogas y el gobierno también se opone a esta alternativa perversa que
no haría más que alentar el consumo y probablemente no detendría el accionar de las mafias
criminales.
El Gobierno Peruano está enfrentando esta situación reforzando las acciones de interdicción y
reducción de cultivos de coca para que los campesinos se inserten en actividades económicas
lícitas. Las políticas de Desarrollo Alternativo están convirtiendo a productos como café y cacao
en productos estrella de exportación, dinamizando la economía de las zonas de producción de
drogas y sobre todo, generando desarrollo.
Por su parte, CEDRO promueve acciones diversas destinadas a generar un cambio de actitudes
en la población; propiciando un cambio cultural, promoviendo el liderazgo juvenil buscando que
los jóvenes se conviertan en actores de su propio desarrollo, distanciándose del consumo de
drogas y otros comportamientos desadaptativos.
05
El presente documento “El Problema de las Drogas en el Perú” busca orientar a la población na-
cional acerca de las distintas facetas de la ‘cadena de las drogas’, incorporando temas útiles tanto
para el lector simplemente interesado, para el estudiante y para el profesional o experto que
desea conocer sobre esta cruda realidad que afecta a nuestro país. A través de este documento
esperamos estar contribuyendo con nuestro objetivo de orientación e información. A todos los
lectores les pedimos sentirse libres de comunicarse con nosotros para resolver cualquier consul-
ta o duda pues estamos a su servicio.
Alejandro Vassilaqui
06
Sumario
Presentación .................................................................................................. 05
Alejandro Vassilaqui
Sumario ......................................................................................................... 07
CAPITULO 1 .................................................................................................... 09
1 Drogas en el mundo actual .................................................................... 11
Luis Tapia
CAPITULO 2 ................................................................................................... 15
2 Drogas de abuso
Milton Rojas
2.1 Breve reseña histórica ...................................................................... 17
2.2 Definiciones y contexto general ....................................................... 19
2.3 Drogas sociales ................................................................................. 23
2.4 Drogas ilegales ................................................................................. 26
2.5 Drogas de síntesis ............................................................................ 31
CAPITULO 3 ................................................................................................... 39
3 Situación de las drogas en el Perú
3.1 Cultivo .............................................................................................. 41
Virgilio Chávez
3.2 Producción ....................................................................................... 48
Virgilio Chávez
3.3 Narcotráfico ..................................................................................... 51
Gonzalo Falla
3.4 Microcomercialización ..................................................................... 56
Milton Rojas
3.5 Consumo .......................................................................................... 59
Alfonzo Zavaleta
CAPITULO 4 .................................................................................................... 65
4 Impacto de las drogas
4.1 Aspectos geopolíticos ....................................................................... 67
Percy Subauste
4.2 Aspectos poblacionales .................................................................... 71
Rolando Salazar
4.3 Aspectos económicos ....................................................................... 74
Virgilio Chávez
4.4 Aspectos sociales ............................................................................. 81
Laura Barrenechea
4.5 Aspectos ecológicos ......................................................................... 85
Gonzalo Falla
07
CAPITULO 5 ................................................................................................... 91
5 Estrategias frente a las drogas
5.1 Aspectos legales .............................................................................. 93
Julio Pinto
5.2 Afronte institucional ...................................................................... 103
José Delgado
5.3 Desarrollo alternativo .................................................................... 108
Percy Subauste
5.4 Interdicción .................................................................................... 116
Rolando Salazar
5.5 Prevención del consumo ................................................................ 119
Rosa María Ugarte
5.6 Tratamiento y rehabilitación .......................................................... 130
Milton Rojas
CAPITULO 6 .................................................................................................. 139
6 CEDRO: Lucha contra las drogas
6.1 Reseña histórica ............................................................................. 141
Carmen Barco
6.2 Orientación institucional ................................................................ 143
Liubenka Obrenovich
6.3 Principales resultados .................................................................... 148
Carola Sirvas
CAPITULO 7 ................................................................................................. 157
7 Artículos especiales
7.1 Responsabilidad Social y trabajo infantil ....................................... 159
Sonia Martinez
7.2 Capital social para la inclusión ...................................................... 162
José Delgado
7.3 Prevención de violencia y drogas .................................................. 165
Eduardo Vega Bazán Castillo
7.4 Tabaco y tabaquismo en el Perú ................................................... 167
Carmen Barco
7.5 San Pedro ...................................................................................... 170
Alfonzo Zavaleta
Carol Zavaleta Boza
Anexos
1 Principales lugares de venta de drogas en Lima ...................................... 188
08
1
DROGAS EN EL MUNDO
ACTUAL
10
1. Drogas en el mundo actual
El problema de las drogas afecta a millones de personas en todo el mundo. La Oficina de las Na-
ciones Unidas contra la Droga y el Delito [UNODC] estima que el 5% de la población adulta del
mundo consumieron una droga ilegal al menos una vez el año 2010; siendo los consumidores
problemáticos cerca de 27 millones de personas (0.6% de la población mundial). Hasta 0.2 millo-
nes de personas mueren por causas asociadas al empleo de drogas.
En esta línea, se reporta que el uso de drogas parece haberse estabilizado en todo el mundo
pero con aumentos en algunos países en desarrollo. La tabla 1 muestra la prevalencia anual
(consumo al menos una vez durante los 12 meses previos) y el número estimado de consumido-
res a nivel mundial, observándose una situación grave, que pone en riesgo las posibilidades de
crecimiento y desarrollo de muchas personas, generando importantes problemas en el ámbito
de la salud, pero también en lo referido a seguridad ciudadana, educación, cultura, economía y
muchas otras dimensiones.
Tabla 1
Al respecto, se debe reconocer que cada país tiene una especial perspectiva en cuanto a las
drogas, influenciada por sus particularidades locales. Así por ejemplo, es distinto lo que ocurre
en los países donde lo más grave es el consumo, en comparación con la situación de los países –
como el Perú- donde los problemas de producción de drogas coexisten con el consumo y agravan
la situación.
A lo largo de los años mucho se ha intentado hacer para enfrentar las drogas. Desde iniciativas
de penalización y castigo hasta propuestas de legalización que no han hecho más que incentivar
la discusión. Los países han propiciado políticas más o menos restrictivas o liberales y han retro-
cedido o se han mantenido en función de los resultados alcanzados. En este camino lo único que
ha quedado claro es que el afronte del problema de las drogas debe ser multisectorial y que no
puede promoverse una visión aislada de la problemática.
11
Hoy es claro que las drogas se inmiscuyen en los ámbitos más importantes de cada sociedad y
tienen la capacidad de generar graves efectos. Por ejemplo, se afectan las familias de los agricul-
tores cocaleros cuando deben vivir al acecho y sin una clara visión de futuro, con daños a la salud
y la ecología como resultado del empleo de agroquímicos. Se afectan muchos niños cuando son
involucrados en la cosecha de coca y en la elaboración de droga en contacto con los precursores
químicos. Se afectan jóvenes que ponen en riesgo sus vidas como mochileros para transportar la
droga desde las zonas de producción hasta las ciudades para su distribución en el mercado local
e internacional.
A nivel social se afecta la seguridad nacional ante la presión violentista de las fuerzas del narco-
tráfico, aliadas con la subversión; que buscan un ambiente libre para sus acciones. Existen afec-
taciones económicas asociadas al lavado de dinero o la corrupción; así como problemas relacio-
nados con el desarrollo local, la salud pública y la preservación de la herencia cultural peruana.
También se dañan las familias de los consumidores a través de las consecuencias de la adicción
(a nivel de salud, economía y relaciones sociales) pero también a las familias del entorno (princi-
palmente a través de afectaciones a la seguridad ciudadana), más aún cuando suele ser reducida
la capacidad de actuar a nivel comunitario y las alternativas de tratamiento son escasas, inexis-
tentes o muy onerosas.
Los países deben necesariamente comprometerse en la lucha contra las drogas pero consideran-
do que esta responsabilidad no debe recaer únicamente en las autoridades sino que es un tema
de todos los sectores, el público y el privado; las familias y las organizaciones; los más gravemen-
te afectados al igual que aquellos que ven el problema de las drogas como algo lejano.
Se requiere un abordaje integral en lo preventivo y remediativo, con especial énfasis en los sec-
tores de riesgo; reconociendo que una meta básica es evitar que más personas se inicien en el
consumo, que quienes ya han ingresado en adicción encuentren reales posibilidades de trata-
miento y que los que han logrado sobreponerse al consumo alcancen mejores formas de rein-
serción social.
Los programas de prevención de drogas deben insertarse en actividades más amplias de promo-
ción de la salud que alienten el desarrollo humano global mediante la incorporación de estilos
de vida sanos, con creatividad y libertad en un marco de respeto por los demás y el ambiente. El
contexto educativo y comunitario son escenarios importantes donde transmitir valores y estilos
de vida para los niños y jóvenes de hoy, adultos del mañana.
Prevenir el consumo no es solo eliminar las adicciones; más bien supone educar al individuo para
la salud promoviendo el bienestar a través de un proceso de información y adopción de una ma-
yor responsabilidad individual, con conocimientos, actitudes y estilos de vida equilibrados que
se puedan transmitir en las familias y a los demás en el entorno.
12
Esto no será posible, sin embargo, si nuestras sociedades no adquieren una real conciencia acer-
ca del problema de las drogas y cada quien desde su particular posición pone manos a la obra,
reconociendo que la inversión para generar estilos de vida saludables contribuirá de manera
fundamental al progreso del país.
13
2
DROGAS DE ABUSO
16
2.1 Breve reseña histórica
En el Perú, los incas e incluso sus antecesores empleaban las hojas de la coca como analgésico y
energizante de uso cotidiano en las tareas agrícolas, además de asignarle fines mágico-religiosos
en sus fiestas y celebraciones; costumbre que se mantiene incluso hasta nuestros días.
Sea para escapar de la realidad, para tentar hacer frente a los problemas, por placer o con fines
médicos o recreativos, el hombre ha hecho uso de plantas y productos químicos diversos, prepa-
rados en diversas formas. Hoy estos productos son definidos como drogas.
Han sido muchas las sustancias empleadas con este propósito; sin embargo, las más difundidas
son el alcohol, posiblemente el más antiguo, la cafeína, el tabaco, el alcohol, la marihuana, la
cocaína y los opiáceos.
Pascual y Rubio (2002) afirman que existen ciertas evidencias que indican que la fermentación
de algún fruto o de la miel podría ser el origen remoto del primer vino como elemento psicoacti-
vo. Desde entonces, el alcohol ha formado parte de la vida humana y las bebidas fermentadas se
convirtieron y siguen siendo hoy artículos importantes de comercio a nivel mundial (Escohotado,
1996).
De acuerdo a Escohotado (1996), a pesar que algunos han afirmado que el consumo de tabaco
ya estaba presente en las antiguas organizaciones del oriente, su origen más conocido es el
americano. Hoy se acepta que los Mayas fueron los primeros en utilizar hojas de tabaco fumado
desde el 2,000 A.C.
La hoy abandonada idea de que el tabaco tenía virtudes terapéuticas, llevó a los conquistadores
de la América hispánica a trasladar las semillas para su cultivo al viejo continente a principios del
siglo XVI, desde donde el cultivo se amplió hacia Prusia y Filipinas (y de ahí hacia China), mien-
tras los portugueses la diseminaron por Italia, África, Java, India, Japón e Irán; consumo que se
convirtió en un tema económico y de interés político debido a las enormes cantidades de dinero
involucradas, como ocurre hasta nuestros días.
El consumo de la marihuana también es muy antiguo. Con orígenes en Asia Central, el cultivo
del cannabis puede tener más de 10.000 años de antigüedad. Registros arqueológicos permiten
constatar que el cannabis ya era empleado como fuente de fibras textiles en el 4,000 A.C.; siendo
utilizado para hacer cuerdas, ropa y velas de barcos (Pascual y Rubio, 2002).
En Europa medieval su uso por las hechiceras estaba muy difundido, y tiempo después, algunos
médicos pasaron a adoptar el cáñamo como medicina. Durante todo el siglo XIX, el cannabis fue
empleado con fines recreativos y médicos, hasta que su utilidad terapéutica se vio reducida por
su inestabilidad farmacológica y por la aparición de medicinas más eficaces.
17
El problema del abuso del cannabis siempre estuvo restringido a pequeños grupos culturales y
religiosos, hasta que en los años 60 del siglo pasado, la cultura hippie y posiblemente la música
rock y reggae extendieron su uso recreativo a todos los niveles y capas sociales (Pascual y Rubio,
2002); con un consumo que se mantiene hasta el día de hoy.
Los opiáceos, por su parte, también poseen una larga historia. El opio, jugo de un tipo de ama-
pola, es una de las drogas más versátiles conocidas. Debido a su ingrediente activo: la morfina,
el opio adormece el dolor, produce júbilo, induce el sueño y reduce las aflicciones.
La planta de la amapola, conocida como adormidera, siempre fue utilizada como alimento y
aceite, pero algunos registros indican que sus funciones psicotrópicas ya eran conocidas en
3.000 A.C. (Hodgson, 2004). En Europa occidental, el opio adquirió importancia terapéutica en el
siglo XVI, después de los viajes del médico y alquimista suizo Paracelso, que difundió el uso de la
‘piedra de la inmortalidad’ para diversos fines en forma de láudano o tintura.
En China, el opio era inicialmente consumido oralmente y como medicina. Después, en el siglo
XVII, se hizo popular el consumo de opio fumado. El consumo se incrementó de forma alarman-
te, y la producción interna no era ya suficiente. Se estima que en el siglo XIX, en China existían
más de 16 millones de adictos al opio fumado. El intento de frenar su comercio generó dos gue-
rras sucesivas entre Inglaterra y China, culminando con la derrota China y la obtención de una
serie de privilegios por parte de Inglaterra.
Hasta finales, del siglo XIX, el consumo de opiáceos no constituyó un verdadero problema de
salud en occidente. Sólo con la popularización de la cultura de consumir opio recreativamente
y con el rápido incremento de los casos de adicción, sonó la alarma social para este problema.
La morfina fue aislada a partir del opio, a principios del siglo XIX por el alemán Fiedrich Sertüner
y pasó a sustituir (junto con la codeína) al opio en los tratamientos médicos. Posteriormente, en
1874, fue creado el primer opiáceo semisintético, la heroína, que empezó a popularizarse como
droga recreativa en Estados Unidos y en Inglaterra primero y, después, en casi todo el mundo,
generándose así una epidemia de adicción a esta sustancia.
Por otra parte, el masticado de coca como estimulante en los países andinos es tan antiguo como
el uso del alcohol, del opio y la marihuana en el viejo continente y Asia. Se estima que las hojas
de coca ya eran consumidas, en la región andina desde aproximadamente 5,000 A.C (Pascual y
Rubio, 2002; Escohotado, 1996).
La planta de la coca (erythroxilum coca) crecía al principio de manera silvestre, pero fue domes-
ticada y empezó a ser cultivada en el imperio incaico y por los chibchas colombianos, en el siglo
X A.C. En la cultura Inca, era usada como planta sagrada en rituales y hasta hoy es masticada por
campesinos con el fin de mitigar los efectos de la altura, el hambre y la fatiga; siendo también
empleada como medicina para problemas gastrointestinales y otros.
Hasta 1859, cuando Albert Niemann aisló la cocaína de la hoja de coca, el consumo no era no-
table fuera de América, pues el complicado transporte de las hojas generaba la pérdida de sus
principios activos. Con la mejora del embalaje del producto y con el aislamiento de su principio
activo, la cocaína empezó a ganar espacio entre los consumidores europeos.
Desde los años 70 del siglo pasado, debido al aumento en las superficies con cultivos de coca en
Colombia, Perú y Bolivia se incrementó el comercio mundial de cocaína, con exportaciones en
gran escala a Europa occidental y Estados Unidos, alentando una epidemia de consumo nunca
vista anteriormente, que se mantiene hasta hoy.
18
En el Perú si bien hay amplia evidencia del consumo de cocaína como clorhidrato y pasta básica,
desde hace algunos años se ha confirmado el consumo de crack, especialmente en algunos re-
cintos carcelarios de Lima y el Callao y en algunos grupos de personas que iniciaron su consumo
en otros países y que al llegar al Perú hay prolongado su consumo fácilmente dado que la mate-
ria prima -–la cocaína—es de fácil acceso y los precios son exiguos.
Aunque existen otras sustancias psicoactivas de consumo, merecen destacarse los alucinógenos
y las anfetaminas, debido a la importancia de su consumo a nivel mundial. El uso de solanáceas
alucinógenas tales como el beleño, la belladona, las daturas y la mandrágora, se remonta a viejos
testimonios del medio y extremo oriente.
Se conoce como ácido lisérgico (LSD) al núcleo común de todos los alcaloides presentes en el
cornezuelo de centeno. Fue empleado experimentalmente, para facilitar la psicoterapia y para
combatir trastornos tales como el alcoholismo crónico o ciertos problemas sexuales. Después,
cuando se comprobó que los efectos producidos eran imprevisibles, terminó prohibiéndose. El
uso ilegal de esta droga se generalizó, a partir de los años 60 y 70 del siglo pasado, asociado a la
llamada ‘contracultura’, siendo utilizado por universitarios, intelectuales, artistas y músicos en
busca de otros estados de conciencia.
Hoy el LSD sigue siendo empleado, al igual que una variedad de hongos con probados efectos
alucinógenos, la mezcalina y el peyote. Pero además están de moda otras drogas alucinógenas
de origen sintético tales como el DOM, DOET, DOB, TMA, MDE, MBDB, TMT, MDA y el MDMA,
que en general tienen un efecto estimulante y alucinógeno.
Las drogas sintéticas o de diseño son el nuevo desafío para las autoridades de represión del
mercado de drogas, pues en general son de fácil fabricación y circulación, lo que favorece su di-
fusión ilegal. Así se tiene que las anfetaminas son relativamente nuevas como estimulantes que
incrementan los niveles de actividad motriz y cognitiva, reforzando la vigilia, el estado de alerta
y la atención con potencial euforizante. Son derivados químicos de la efedrina que comenzaron
a ser empleadas en varios países para combatir la fatiga e incrementar la alerta entre las fuerzas
militares, con un empleo que se sostiene hasta hoy.
Otras sustancias del mismo grupo son las metanfetaminas; de entre las cuales la más conocida
es el éxtasis, que es un poderoso estimulante altamente adictivo y que como las anfetaminas
incrementa la actividad, reduce el apetito y produce una sensación general de bienestar; convir-
tiéndose en un grave problema de salud especialmente para la población joven.4
Las drogas actúan sobre el cerebro, penetrando el sistema de comunicación bioeléctrico, interfi-
riendo en los mensajes de las células nerviosas que normalmente envían, reciben y procesan la
información. Hoy se sabe que, algunas drogas, como la marihuana y la heroína, pueden activar a
las neuronas debido a que su estructura química imita a la de los neurotransmisores naturales.
19
Esta similitud en la estructura ‘engaña’ a los receptores y permite que las drogas se adhieran y
activen a las células nerviosas. Sin embargo, aunque estas drogas ‘imitan’ a las sustancias quími-
cas del cerebro, no activan las células nerviosas de la misma manera que los neurotransmisores
y hacen que se transmitan mensajes distorsionados y artificiales en la red de neuronas.
El sistema de clasificación más aceptado, es el que distingue a las drogas según los efectos que
producen a nivel del sistema nervioso central (SNC). De acuerdo a este criterio y como muestra
la tabla 2, las distintas sustancias podrían clasificarse en una o varias de las siguientes categorías:
Tabla 2
Clasificación de las Drogas según sus efectos sobre el SNC
Otra perspectiva común, es la que establece diferencias entre drogas sociales e ilegales. Las
drogas sociales son aquellas cuyo uso es legal y común en la población, de venta libre, sujetas de
tributación y tienen publicidad en medios de comunicación. Están aquí el alcohol y el tabaco. Las
drogas ilegales son aquellas no aceptadas socialmente, que son objeto de tráfico ilícito y están
asociadas a la corrupción y violencia. Las principales son las drogas cocaínicas (PBC, clorhidrato
y crack), la marihuana y las drogas sintéticas.
20
Algunas definiciones
La evidencia científica sobre las drogas y sus efectos ha permitido establecer un marco de cono-
cimientos cada vez más sólido, que permite describir e interpretar qué es lo que ocurre cuando
una persona toma una droga y por qué eventualmente se involucra en el consumo, llegando a
escalar a la adicción. A continuación se presentan algunos conceptos básicos:
Tolerancia. Es la reacción gradual del organismo, cuando entra en interacción con una sustancia
capaz de generar dependencia. Se desarrolla a lo largo del proceso del consumo y específica-
mente cuando se instala la dependencia. Así, el consumidor tendrá que incrementar la dosis
de la droga para experimentar los mismos efectos. Existen varios tipos de tolerancia: cruzada,
innata, aprendida y reversa.
Uso y abuso. Se considera que una persona es usuaria de drogas cuando el consumo ocurre
dentro de ciertos parámetros; es decir donde aún persiste la capacidad de autocontrol y por lo
general, aún no se encuentran daños o perjuicios en el consumidor o su entorno. En cambio, se
habla de abuso de drogas cuando ya existe un comportamiento desadaptativo que afecta tanto
al consumidor como a su entorno, derivados de la pérdida del autocontrol y la instalación de la
dependencia.
Policonsumo. Consumo de diferentes drogas aunque no siempre se hace al mismo tiempo. Por
ejemplo, es frecuente el empleo de drogas cocaínicas asociado al alcohol, a veces con el tabaco
o tranquilizantes. Se sabe que los patrones de policonsumo son cada vez más generalizados prin-
cipalmente en gente joven, el mismo incrementa los niveles de riesgo debido a las reacciones
adversas derivadas de los efectos a veces contrapuestos de las distintas drogas, que exponen al
organismo a grandes esfuerzos, que en muchos casos no pueden soportarse por mucho tiempo.
21
Tabla 3
Clasificación de las Drogas según sus efectos sobre el SNC
22
Cabe señalar que el uso inicial y experimental de drogas no necesariamente da lugar a la prolon-
gación del uso y el abuso. En realidad, el escalamiento al consumo adictivo depende de diversos
factores psicológicos tales como la estructura de personalidad, el autoconcepto, la autoestima y
la autoeficacia; los mitos, las ideas y creencias sobre las drogas; la herencia; los antecedentes de
adicciones y/o patología psiquiátrica en la familia; la presencia de enfermedades pre-existentes,
así como la disponibilidad, precio de las drogas y presencia de ‘pares consumidores’ en el entor-
no de la persona, que se constituyen en ‘factores de riesgo’ del empleo de drogas.
Alcohol
El etanol como ingrediente activo de las bebidas alcohólicas ha sido producido y consumido por
los humanos durante miles de años, en forma de fermentados y destilados, dando lugar a una
enorme variedad de productos alcohólicos que forman parte de la cultura y tradición de muchos
pueblos. La tabla 4 presenta aspectos básicos relacionados con el consumo de alcohol y la enfer-
medad del alcoholismo.
Tabla 4
Alcohol, efectos y consecuencias
Principio activo
Alcohol etílico.
Características
Bebida presentada de diversos colores, graduaciones y procedencia.
Producción
Se produce a partir de la catalización de azucares naturales presentes en los productos de los que se
deriva, obtenidos por destilación y/o fermentación.
Presentación
Dependiendo del tipo puede llevar sobrenombres que se identifican con su procedencia y formas de
preparación: ‘chela’, ’wiscacho’, ‘wiskola’, etc. Generalmente se comercializa en botellas y latas en
forma pura o combinada, con diferentes grados de pureza.
Efectos de intoxicación Efectos no deseados Consecuencias
• Euforia • Órganos más afectados: híga- • Pérdida de responsabilidad
• Desinhibición do (destrucción celular) y sis- social
• Aumento de la sociabili- tema digestivo (gastritis) • Desestructuración familiar
dad • Disminución del ritmo cardio- • Malos tratos
• Pérdida del control de las rrespiratorio • Ausentismo laboral
facultades superiores: di- • Pérdida de masa neuronal • Baja productividad
ficultad para asociar ideas • Dependiendo de la dosis se • Exposición a accidentes
• Estado de apatía, relaja- pueden afectar otros sistemas: fatales
ción y somnolencia habla, equilibrio, visión y oído • Conductas delictivas
• Disminución de reflejos y pér- • Suicidios
dida de la coordinación moto- • Accidentes de tráfico
ra fina • Conductas temerarias
23
El alcohol es capaz de generar dependencia, denominada de manera corriente como ‘alcoholis-
mo’ con sus correlatos de síndrome de abstinencia que puede requerir atención médica inme-
diata. El cuadro clínico de la abstinencia alcohólica puede estar caracterizado por:
• Ansiedad, insomnio, inquietud, nerviosismo e irritabilidad, sintomatología que puede apa-
recer entre 12 y 16 horas luego de la intoxicación. También pueden aparecer calambres
musculares, temblores, náuseas, vómitos, taquicardia e hipertensión.
• En el alcoholismo crónico, a partir del segundo día de abstinencia puede presentarse el ‘de-
lirium tremens’, caracterizado por confusión mental, delirios y alucinaciones y temblores
con pérdida de conciencia.
• El abuso prolongado y frecuente de alcohol genera tolerancia. En algunos casos el bebedor
puede llegar a tener una gran resistencia al alcohol, teniendo que ingerir gran cantidad de
alcohol para embriagarse. Sin embargo, con el tiempo la capacidad de tolerancia se revier-
te al punto que la misma persona puede embriagarse con pequeñas cantidades de alcohol.
Los efectos del alcohol sobre la conducta son bastante conocidos. En general están directamente
relacionados con la concentración en sangre, con características del temperamento del usuario,
el entorno en que se encuentra y el nivel de progresión alcanzado en el desarrollo de la enfer-
medad adictiva, como se presenta en la tabla 5.
Tabla 5
Efectos del alcohol sobre la conducta
Fases Concentración Efectos
en sangre
1 Sensación de Hasta 0.05 g • Relajado
bienestar • Confiado
La observación de los datos presentados permite comprender por qué es que las personas que
conducen vehículos deben mantenerse al margen de todo tipo de consumo de alcohol pues aun
habiendo consumido cantidades mínimas ya se presentan distorsiones sensoriales y de compor-
tamiento que los ponen en riesgo a ellos mismos y a otras personas del entorno.
24
Tabaco
El tabaco es una planta que se cultiva en muchos lugares del mundo, especialmente en climas
tropicales. Contiene un alcaloide denominado nicotina que al ingresar al organismo cumple una
función estimulante del SNC en oposición a la creencia errónea de muchos fumadores que asu-
men que el tabaco cumple una función de sedación o relajación. Hoy existe consenso en afirmar
que el consumo de tabaco puede generar graves efectos nocivos para la salud.
Tabla 6
Tabaco, efectos y consecuencias
Principio activo
Nicotina, alquitranes y otras 4,000 sustancias incluyendo el monóxido de carbono.
Características
Sustancia que se fuma (vía oral) y en algunos casos puede masticarse.
Producción
Se produce a partir de la planta solanácea conocida como nicotiana tabacum, que es secada y proce-
sada de manera artesanal o industrial.
Presentación
Tiene 3 presentaciones: cigarrillos, puros y tabaco para mascar. Los cigarrillos suelen venir en presen-
taciones de 5, 10 ó 20 unidades en envolturas de cajetilla. Los puros son envueltos de hojas secas de
tabaco de aproximadamente 20 centímetros de tamaño, con mayor pureza.
Efectos de intoxicación Efectos no deseados Consecuencias
• Refuerzo positivo: • Incremento de la frecuencia • Costos sociales y de salud
estimula la capacidad cardiaca, presión arterial y pública incalculables
de concentración, ritmo respiratorio • La exposición al humo ocasio-
hace que mejore el • Pérdida de control de las facul- na molestias al no fumador
sentido del humor, y tades superiores • Los hijos de madres fumado-
disminuya el peso • Dificultad para asociar ideas ras pueden presentar bajo
• Relajación • Estado de apatía, relajación y peso al nacer, con aumento
• Sedación somnolencia de complicaciones perinatales
• Disminución de capacidad • Mayor incidencia de bron-
pulmonar quitis, neumonía, infecciones
• Fatiga frecuente respiratorias, asma y otitis en
• Enfisema pulmonar hijos de padres fumadores
• Deterioro del gusto y olfato • Fumadores pasivos tienen
• Tos persistente mayor riesgo de enfermeda-
• Deterioro de los dientes des cardiovasculares y cáncer
vinculado a cáncer de las vías • Empeoramiento de las con-
respiratorias y de la boca secuencias de problemas co-
ronarios, asma y enfermedad
pulmonar obstructiva crónica
25
En general puede verificarse que los daños asociados a la dependencia al tabaco o tabaquismo
son mucho más graves de lo que generalmente se piensa, y se introducen en casi todos los sis-
temas del organismo. Adicionalmente hay que considerar que el consumo frecuente de tabaco
puede sensibilizar en algunos casos al uso de otras sustancias fumables como la marihuana, la
PBC, entre otras.
Marihuana
La marihuana (cannabis sativa) es una planta de color gris verdoso, de hojas, tallos, semillas y flo-
res, que pueden ser utilizados con fines psicoactivos. La sustancia responsable de la generación
de sus efectos es el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), responsable de las distorsiones menta-
les que acompaña la intoxicación. La cantidad de THC incorporado al organismo determina la
potencia de la droga y por tanto de sus efectos.
Al fumar, el THC pasa rápidamente de los pulmones al torrente sanguíneo y luego es diseminado
al resto del cuerpo. Cuando llega al cerebro ocurre un proceso químico–eléctrico que lleva a
que el usuario experimente una sensación de euforia pues la sustancia actúa sobre el centro de
gratificación cerebral, vale decir, sobre el área que regula necesidades como el hambre y la sed.
En todo caso, el THC, al igual que la mayoría de las drogas de abuso, activa el sistema de gratifi-
cación a través del neurotransmisor llamado dopamina.
Los cannabinoides, al igual que el resto de las drogas de abuso, inducen conductas de auto-ad-
ministración repetida en animales de laboratorio y provocan un marcado condicionamiento. Su
consumo crónico y exagerado genera tolerancia y dependencia, con posibilidad de inducir sín-
drome de abstinencia y alteraciones en la neurobiología del cerebro.
Existe evidencia de que las madres que fumaron marihuana durante la gestación emiten res-
puestas incompatibles a estímulos visuales y llanto incontrolable, que podría relacionarse con
disfunciones neurológicas. Los niños que no han sido expuestos a la marihuana por sus madres
tienen un desempeño académico superior en las tareas que requieren atención, memoria y so-
lución de problemas.
26
Tabla 7
Marihuana, efectos y consecuencias
Principio activo
Tetra-hidro-cannabinol delta -9 [THC].
Características
Sustancia que generalmente es fumada pero también puede ser ingerida (pasteles, galletas o infusio-
nes).
Producción
Se produce a partir de la planta conocida como cannabis sativa, indica y rudelaris. Es conocida como
‘pito’, ‘hierba’, ‘tola’ y ‘grass’ entre otros nombres.
Presentación
Hojas secas, flores y pequeños tallos de mata que son empleados de la misma forma que el tabaco
Efectos de intoxicación Efectos no deseados Consecuencias
• Relajación • Aumento del apetito • La alta tasa de consumo
• Desinhibición • Taquicardia ha favorecido la baja per-
• Enlentecimiento • Sudoración cepción del riesgo
• Sequedad de la boca • Insomnio • A dosis altas puede gene-
• Ojos brillantes y enrojeci- • Descoordinación en movi- rar accidentes de tránsito
dos mientos y de índole laboral
• Alteraciones sensoriales • Apetito voraz • Alteraciones en el sistema
• Dificultad en expresión • Déficit en funciones cogniti- familiar
oral, memoria inmediata y vas (atención, concentración
concentración y memoria)
• Ansiedad, paranoia o • Déficit motivacional
pánico • Actitud pro-consumo
• A dosis altas puede pro- • Problemas de rendimiento
ducir ilusiones visuales y académico y/o laboral
somnolencia
Drogas cocaínicas
La cocaína es un alcaloide con acción anestésica sobre el Sistema Nervioso Periférico y estimu-
lante sobre el Sistema Nervioso Central. Se extrae de las hojas de la planta erithroxylon coca
originaria de la región andina. Para la obtención de PBC las hojas de coca secas son mezcladas
con gasolina o kerosene, bases alcalinas, permanganato de potasio y ácido sulfúrico.
Por su parte, el clorhidrato de cocaína, se obtiene por tratamiento de la PBC con ácido clorhídrico
y otras sustancias, produciendo un polvo blanco cristalino y con sabor amargo que puede inha-
larse, fumarse mezclado con tabaco, disolverse en agua para inyección intravenosa, ingerirse por
vía oral, o aplicarse directamente en mucosas donde ejerce un efecto anestésico característico.
Según la vía de administración las drogas cocaínicas pueden ingresar al organismo por vía intra-
nasal, mediante la aspiración de sales de clorhidrato de cocaína; mediante la inhalación de los
vapores del crack o mediante la inhalación del humo como en el caso de la PBC, que en muchos
casos se realiza junto con el fumado de marihuana.
27
Clorhidrato de cocaína
Los efectos del clorhidrato de cocaína varían según la dosis, frecuencia, vía de administración,
grado de adulteración y la combinación con otras sustancias. El consumo controlado habitual-
mente es experimental o recreativo y precisa cantidades moderadas de sustancia (menos de 1/4
de gramo por ejemplo) y todavía se mantiene cierto autocontrol sobre el consumo. En cambio el
consumo patológico o compulsivo es caracterizado por el abuso, donde se usa una mayor can-
tidad de droga, muchas horas o días seguidos y existe incapacidad de abstenerse a pesar de las
consecuencias negativas evidentes.
Existe suficiente evidencia sobre la capacidad adictiva de la cocaína, principalmente cuando se
trata de la cocaína fumada o consumida como crack y base libre, donde la instalación de la de-
pendencia es prematura. En lo que se refiere a la tolerancia se ha determinado que la cocaína ge-
nera un fenómeno inverso, es decir sensibilización. En efecto, si bien el cocainómano incrementa
la dosis de la droga, con el tiempo los efectos son más intensos con la misma dosis. La capacidad
adictiva de la cocaína se demuestra aún en periodos de abstinencia dado que el recuerdo de la
euforia asociada al consumo, o solamente una referencia a la droga, puede disparar un deseo
incontrolable de consumo, conduciendo en muchos casos a recaídas.
Los aspectos generales referidos al empleo adictivo del clorhidrato de cocaína se presentan en
la tabla 8.
Tabla 8
Clorhidrato de cocaína, efectos y consecuencias
Principio activo
Benzoilecgonina.
Características
Su consumo puede ser aspirado, fumado, inyectado o ingerido.
Producción
Se produce a partir de las hojas de la coca (erythroxylum coca) y sustancias químicas empleadas en la
extracción de los alcaloides. Es conocida como ‘coca’, ‘blanca’, etc.
Presentación
Polvo blanco, cristalino e inodoro, con un sabor amargo, se suele presentar en bolsas o envolturas de
papel.
Efectos de intoxicación Efectos no deseados Consecuencias
A dosis moderadas: • Pérdida de la capacidad • Ausentismo o bajo
• Dilatación pupilar de autocontrol frente a rendimiento acadé-
• Desinhibición la droga mico o laboral
• Euforia • Pérdida del olfato • Internalización de
• Sudoración • Daño y perforación del conductas anti socia-
• Infatigabilidad tabique nasal les o psicopáticas
• Mayor energía • Paranoia • Problemas con la
• Excitación • Insomnio, falta de ape- familia, con la socie-
A dosis altas: tito dad, con la policía y
• Seguridad • Problemas en la alimen- la justicia
• Ansiedad intensa tación y pérdida de peso
• Ilusiones y alucinaciones • Disfunción cardiovas-
• Ausencia de sueño, hambre y fatiga cular
• Gran euforia • Temblores y movimien-
• Excitación tos involuntarios
• Incremento de la temperatura • Infecciones
• Aceleración del ritmo cardiaco y
presión arterial
28
Por lo expuesto, se puede decir que no existe el ‘consumo controlado o sostenido’ en el tiempo
y que el mismo no genera daños como muchos consumidores sostienen. En realidad, la cocaína
en cualquiera de sus presentaciones es altamente adictiva y destructiva tanto física como psico-
lógicamente.
La Pasta Básica de Cocaína (PBC) es un poderoso estimulante del SNC. Es una mezcla de diver-
sas sustancias que se produce durante el proceso de extracción de los alcaloides de la hoja de
coca. El componente principal es la cocaína que, en la sustancia no adulterada, debe representar
más del 80% de su masa. Su reacción es alcalina. Las principales características de su empleo se
muestran en la tabla 9.
El consumo de PBC genera rápida dependencia caracterizada por la compulsión y apetencia para
continuar el consumo. Su consumo produce tolerancia con gran facilidad. Existen reportes clíni-
cos donde se informa que un adicto experimentado puede llegar a consumir por encima de 100
cigarrillos de PBC en una sesión promedio de 8 horas de duración.
Tabla 9
Pasta básica de cocaína, efectos y consecuencias
Principio activo
Benzoilecgonina.
Características
Se tritura para fumarla mezclada con tabaco o marihuana. Se necesitan entre 5 a 20 segundos para
experimentar el efecto.
Producción
Puede producirse remojando las hojas secas de coca con potasa, agregándoles luego kerosene y pos-
teriormente, ácido sulfúrico y agua. Es conocida como ‘pye’, ‘pastel’, ‘pasta’, etc.
Presentación
Sustancia de color grisáceo, pálido, de consistencia pastosa con gránulos.
Efectos de intoxicación Efectos no deseados Consecuencias
• Euforia • Pérdida de peso • Enfermedades diversas:
• Desinhibición • Desgano, agotamiento Tuberculosis, anemia,
• Sensación de placer • Ausencia de hambre: sueño caries dental, infeccio-
• Desatención y cansancio nes, etc.
• Aceleración del pensamiento • Apetencia por el consumo • Conducta antisocial y
• Rigidez muscular • Alucinaciones que pueden delincuencial
• Angustia ser visuales, táctiles, auditi- • Abandono laboral
• Aceleración del ritmo cardiaco vas y olfatorias • Crisis familiar perma-
• Incremento de la temperatura • Insomnio nente
corporal • Locuacidad • Venta de drogas
• Dilatación pupilar • Vómitos, diarrea
• Paranoia • Alteración del juicio
• Agitación psicomotriz • Frecuente paranoia
• Sudores, temblores • Proclividad permanente a la
psicosis
• Enfermedades e infecciones
29
A los efectos devastadores del consumo de esta droga se añade un componente particular: el
prematuro deterioro comportamental, social y familiar. En efecto, la rápida incorporación de
conductas antisociales o psicopáticas (robo, vagancia, mentira frecuente, chantaje a la familia,
delincuencia, etc.), ha llegado a tener una relación con el tema de la seguridad ciudadana a tal
punto que muchos de los comportamientos delictivos (asaltos, secuestros, chantaje, robo, etc.)
se llevan a cabo bajo los efectos de la PBC.
Inhalantes
Son sustancias químicas de elevada toxicidad que son producidas con fines utilitarios, incluyen-
do pegamentos, combustibles, solventes, aerosoles, etc. cuyos vapores son utilizados con fines
psicoactivos, generalmente por grupos sociales específicos en entornos definidos usualmente
urbanos; siendo empleados usualmente como medio de escape ante las dificultades de un en-
torno poco gratificante o como factor generador de ánimo para insertarse en actividades delic-
tivas.
Son sustancias de venta legal y fácil acceso. Los más conocidos y usados en el Perú son los pega-
mentos, cuyo empleo como psicoactivo se da principalmente entre poblaciones de alto riesgo
tales como niños, púberes y adolescentes en situación de calle o también en adolescentes y
jóvenes que trabajan en industrias que requieren el empleo de dichos productos. Claro está
que la venta de inhalantes genera importantes ganancias para personas sin escrúpulos que los
distribuyen abiertamente entre los consumidores, aprovechando el contexto poco saludable en
que se desenvuelven.
La evidencia científica ha determinado que son varias las zonas cerebrales que están implicadas
durante los efectos anestésicos y de refuerzo de la intoxicación con inhalantes. La mayoría de los
inhalantes generan un efecto placentero artificial al deprimir el SNC con una intensidad similar a
la producida por el alcohol. Su consumo frecuente puede desarrollar tolerancia y abstinencia y
por tanto dependencia, haciendo que el consumidor necesite inhalar recurrentemente, en casos
incrementando la dosis para experimentar los efectos deseados, elevándose el riesgo de daño
en el SNC.
30
Tabla 10
Inhalantes, efectos y consecuencias
Principio activo
Productos con compuestos químicos tales como acetatos, bencenos, cloroformo, éter, cetonas, tolue-
no, etc.
Características
Se vierte el producto en una bolsa de plástico, se ajusta el orificio en la boca y nariz para aspirar los
vapores. Otros, impregnan un trapo o pañuelo directamente con aerosol sobre las mismas zonas. Los
efectos se inician en minutos y finaliza aproximadamente en 1 hora.
Producción
Son solventes volátiles (pintura, gasolina, keroseno, etc.), aerosoles, gases (tanques de propano, en-
cendedores de butano) y nitritos (nitrito de amilo, nitrito de ciclohexilo).
Presentación
Pueden ser tubos, aerosoles, botellas o botes.
Efectos de intoxicación Efectos no deseados Consecuencias
• Desinhibición • Mareo y desorientación • Bajo rendimiento y
• Euforia • Debilidad muscular deserción escolar
• Alteraciones del lenguaje • Daños neurológicos • Vagancia
• Delirios • Disminución de la memoria y • Incorporación a grupos
• Alucinaciones concentración o pandillas
• Irritabilidad • Depresión • Problemas con la justi-
• Oscilación de los ojos • Agresividad cia o la policía
• Disminución de los refle- • Aislamiento social • Alejamiento de la
jos • Anomalías hepáticas familia
• Afecciones renales, pulmonares,
digestivas y cardiacas
• Pérdida de audición y visión
• En mujeres, malformaciones
genéticas y problemas de parto
• Trastornos del equilibrio y de la
visión
• Parkinson
• Coma y muerte
Estas sustancias se vienen consumiendo cada vez más en el Perú y en contra de la creencia po-
pular de que son relativamente inocuas o poco dañinas, la evidencia científica ha demostrado
que son sustancias que producen daños cerebrales importantes y que el consumo continuado
puede generar problemas orgánicos y psicológicos. Aunque a nivel mundial existe gran variedad
de drogas de síntesis solo algunas han logrado ingresar al mercado peruano.
El control y fiscalización de las drogas sintéticas por parte de las fuerzas policiales locales e in-
ternacionales resulta complicado dado que periódicamente se sintetizan nuevas sustancias con
variaciones en sus contenidos y efectos, y su transporte y venta se camufla entre el comercio de
drogas con fines terapéuticos legales.
31
Anfetaminas
Son poderosos estimulantes del SNC. Se trata de sustancias de uso médico que usualmente son
empleadas en el tratamiento del asma y problemas respiratorios, obesidad, trastornos neuroló-
gicos y otras patologías. Su empleo se considera abusivo cuando pasa al plano de la auto-pres-
cripción y el uso recreativo. Las más utilizadas son Benzedrina, Dexedrina y Metilanfetamina.
En las últimas décadas al hacerse evidente su potencial adictivo, su empleo médico se ha ido
restringiendo a casos de narcolepsia, hiperactividad con déficit de atención y ciertos casos de
depresión que no responden con otros tratamientos, siendo también empleados como supreso-
res del apetito en casos específicos.
Principio activo
Fenil-isopropil–amina.
Características
Su consumo es oral. Sus efectos se experimentan luego de los 30 minutos, pudiéndose prolongar hasta
por 10 horas. Si ha sido inhalada o inyectada los efectos son inmediatos y de corta duración.
Producción
Son sintetizadas en laboratorios. Son un grupo de compuestos orgánicos del nitrógeno que pueden
considerarse derivados del amoniaco. Se las conoce como ‘anfetas’ y ‘pepas”.
Presentación
Se presentan en forma de tabletas y cápsulas con texturas y colores diferentes.
Efectos de intoxicación Efectos no deseados Consecuencias
• Incremento de alerta e • Intranquilidad, agitación • Anorexia
iniciativa • Resequedad bucal • Desnutrición
• Falta de sueño • Pérdida de apetito • Ideación paranoide
• Euforia y verborrea • Aceleración del ritmo cardiaco • Aparición de conductas
• Disminuye la sensación de • Dilatación de pupilas. repetitivas o estereoti-
fatiga • Dosis altas pueden producir padas
• Mejora el ánimo, la con- náuseas, sudoración, dolores de • Dependencia severa
fianza y la habilidad para cabeza y visión borrosa.
concentrarse
32
Cabe indicar que dentro de las sustancias relacionadas con las anfetaminas se encuentran los
anorexígenos, grupo de fármacos utilizados en el tratamiento de la obesidad o para reducir el
peso, pero que como efectos secundarios poseen poder estimulante, que se manifiesta en for-
ma de euforia e irritabilidad que ha llevado a que su uso sea cada vez más restringido con fines
terapéuticos.
Metanfetamina
La metanfetamina es un potente estimulante del Sistema Nervioso Central [SNC], que tiene ele-
vada capacidad de generar dependencia. Es la segunda droga más consumida en el mundo lue-
go de la marihuana. Se trata de un polvo blanco, cristalino, sin olor y con sabor amargo que se
disuelve fácilmente en agua o licor. Fue desarrollada a comienzos del siglo XX y originalmente se
empleó en descongestionantes nasales e inhaladores bronquiales.
33
La estructura química de la metanfetamina es similar a la de la anfetamina y a la del neurotrans-
misor dopamina, aunque distinto a la de la cocaína. Si bien ambos son estimulantes y tienen
efectos conductuales y fisiológicos similares, tienen diferencias en los mecanismos básicos de
funcionamiento. En contraste con la cocaína que el cuerpo elimina rápidamente, metabolizándo-
la casi por completo, la metanfetamina tiene una acción mucho más prolongada y un porcentaje
mayor de la droga permanece inalterado en el cuerpo.
MDMA o “extasis”
La MDMA (3,4-metilenodioximetanfetamina), conocida en el medio peruano como ‘éxtasis’, es
una base sintética derivada de la feniletilamina y relacionada estructuralmente con la sustancia
estimulante psicomotora anfetamina y la sustancia alucinógena mezcalina, compartiendo pro-
piedades de ambos compuestos. Se la considera como una droga recreativa debido a su contexto
de consumo como suelen ser las discotecas, pubs y bares.
Sus efectos varían en función de la dosis, el grado de adulteración, las expectativas y la personali-
dad del usuario, entre otros factores. En el Perú, aun considerando que su consumo es marginal,
ya se ha confirmado su empleo en grupos escolares, universitarios y aún en población general,
donde hay un consumo crecientemente problemático que debe ser considerado en los aborda-
jes preventivos. Algunos estudios han determinado que muchos consumidores abandonan la
ingesta de la droga con la edad y el cambio de sus costumbres de diversión.
La adulteración de la droga es la norma como quiera que al hacerlo los vendedores incrementan
sus ganancias. En el análisis de muestras de éxtasis confiscado en Argentina, Uruguay, Chile,
Perú y otros países se encontró que las pastillas estaban contaminadas con ácido acetilsalicílico,
paracetamol, cafeína, efedrina, cocaína y otras sustancias. Las características, efectos y conse-
cuencias más importantes del consumo se presentan en la tabla 13.
Tabla 13
MDMA o “éxtasis”, efectos y consecuencias
Principio activo
3,4-metilenedioximetanfetamina.
Características
Se necesita entre 5 a 20 segundos para experimentar el efecto.
Producción
Feniletilaminas, anfetamina y alucinógenos (mezcalina). Es conocida como ‘pepas’, ‘tachas’, etc.
Presentación
Pastillas de diferentes colores con logos llamativos impresos en una cara de la pieza.
Efectos de intoxicación Efectos no deseados Consecuencias
• Empatía • Ansiedad, inquietud • Daño en procesos cogniti-
• Locuacidad • Irritabilidad vos: memoria, atención
• Bienestar • Insomnio • Daño en la función motora
• Euforia • Sudoración anormal • Accidente cerebro vascular
• Desinhibición • Sed • Calambres musculares
• Sensación de placer • Inapetencia • Hipertermia
• Aceleración del pensa- • Contracción de la mandíbula • Deshidratación
miento • Movimientos compulsivos de la • Psicosis paranoide aguda
• Aceleración del ritmo lengua • Psicosis tóxica
cardiaco • Disminución de las habilidades • Flash back
• Incremento de la tem- mentales • Puede producirse muerte
peratura corporal • Agresividad por hemorragia cerebral,
• Dilatación pupilar • Temblores y movimientos invo- hipertermia, rabdomiólisis
luntarios (destrucción de las fibras
• Fallo renal musculares estriadas),
• Fallo cardiaco insuficiencias renal y hepá-
• Sequedad de boca tica agudas, edema pulmo-
• Confusión mental nar agudo y taquicardia
• Visión
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Se acepta científicamente que el abuso de anfetaminas produce dependencia; sin embargo aún
persisten controversias en el caso del éxtasis. Al respecto en el caso de la MDMA o éxtasis los
estudios no han confirmado la presencia del síndrome de abstinencia, ni casos de consumo com-
pulsivo que se inscriban en los parámetros de la dependencia física, aunque existe cierta eviden-
cia de dependencia psicológica expresada en insomnio, decaimiento, cansancio, irritabilidad y
agresividad.
Ketamina
Es una sustancia alucinógena que produce perturbaciones en el SNC alterando la función del
neurotransmisor glutamato, sustancia responsable del sentido e intensidad del dolor, la memo-
ria, entre otras funciones importantes. En la intoxicación ocurren sensaciones que van desde
un sentimiento agradable de flotar hasta la sensación de separación del cuerpo. Los usuarios
suelen informar episodios aterradores de separación sensorial como experiencias cercanas a la
muerte. El consumo reiterado aún con un corto el tiempo de exposición induce a la tolerancia
y a la dependencia psicológica, siendo extremadamente difícil el abandono, como se evidencia
en la tabla 14.
Tabla 14
Metanfetamina, efectos y consecuencias
Principio activo
Hidrocloruro de ketamina C13H16CINO-HCL
Características
Es un derivado de la fenciclidina (PCP), se consume de forma oral, inyectada e inhalada. Sus efectos
aparecen en minutos y duran menos de 1 hora.
Producción
Es usada como anestésico en medicina humana y veterinaria. Es conocida como ‘coqueta’, ‘K, special’ y
‘Vitamina K‘.
Presentación
Líquido incoloro e inodoro. Otras formas de presentación son polvo, cristales blancos, pastillas o cáp-
sulas.
Efectos de intoxicación Efectos no deseados Consecuencias
• Dificultad para reconocer lo • Potente efecto analgésico • Trastornos de ansiedad
que pasa alrededor • A dosis bajas, incremento • Insomnio
• Sedación del ritmo cardíaco, presión • Problemas estomacales y
• Alucinaciones visuales arterial y sanguínea, con de micción
• Ansiedad disminución de la frecuencia • Crisis de pánico
• Efecto disociativo: sensa- respiratoria • Déficits de memoria y
ción de separación entre el • A dosis intermedia, incre- concentración
cuerpo y la mente mento de los efectos descri- • Ideación suicida
• Trastornos de ansiedad tos, se conserva la relación • Dificultades en el habla
• Paranoias con el entorno y hay concien- • Flash back (retorno de la
cia del yo, tiempo y espacio sintomatología del consu-
• A dosis altas, suele provocar mo sin haber ingerido la
náuseas, vómito, mareos y droga)
dolor de cabeza • Daño cerebral
• Dependencia
El primero y más grande estudio longitudinal de usuarios de ketamina desarrollado por Morgan,
Muetzelfeldt y Curran (2009), encontró que los pacientes que consumían grandes dosis de keta-
mina presentaban deterioro mental en el área cognitiva, principalmente a nivel de la memoria,
afectando la memoria verbal, a corto plazo y la memoria visual.
35
Dietilamida del Ácido Lisérgico (LSD)
Se trata de un potente alucinógeno que perturba el funcionamiento del SNC. Se absorbe con
facilidad por cualquier vía de administración aunque la vía oral es la más habitual. De lo ingeri-
do, sólo una pequeña cantidad alcanza el cerebro y como en muchas drogas la intensidad de los
efectos depende de la dosis incorporada al organismo.
Los efectos psicológicos emergen en los primeros momentos tras ingerir LSD. Se presenta una
sensación de tensión interior que se alivia llorando o riendo y, dependiendo de las expectativas
del sujeto, euforia. Al cabo de 2 ó 3 horas se presenta el cuadro característico de síntomas psico-
dislépticos que conforman el ‘viaje psicodélico’ tan mencionado usualmente.
La evidencia dice que la mayoría de los usuarios de LSD disminuyen o abandonan su consumo
voluntariamente. No se considera una droga adictiva debido a que no produce un comporta-
miento de búsqueda compulsiva de la droga. Sin embargo, sí produce tolerancia, en la medida
que algunos consumidores tienden a incrementar la dosis para lograr el mismo nivel de efectos;
pero esta tolerancia desaparece tras varios días de abstinencia. Uno de los mayores peligros en
relación con su consumo es el llamado ‘flashback’ o retorno de la vivencia tenida con la droga,
que puede conllevar riesgos para la integridad de la persona.
Los aspectos más importantes relacionados con su consumo se presentan en la tabla 15 a con-
tinuación:
Tabla 15
LSD, efectos y consecuencias
Principio activo
Dietilamida del Ácido Lisérgico.
Características
Es una sustancia cristalina, incolora y soluble en agua. Su consume por vía oral y tópica. Los efectos se
inician al cabo de 30 a 90 minutos, con una duración promedio de 12 horas.
Producción
Se trata de un preparado semisintético derivado del cornezuelo de centeno. Se lo conoce como ‘ácido’,
‘trip’, etc.
Presentación
Tabletas, cápsulas, tiras de gelatina, papel secante, etc. En la actualidad su distribución suele ser a
modo de hojas de papel secante impresas de la droga, decorados con diversos motivos, adquiriendo
un aspecto de sello o calcomanía.
Efectos de intoxicación Efectos no deseados Consecuencias
• Incremento de la agudeza • Reducción de la coordinación • Alucinaciones que pue-
sensorial muscular y la percepción del den conllevar alto riesgo
• Experiencias místicas o dolor. • Depresión y ansiedad
emocionales • Fotofobia crónica
• Profundo sentimiento de • Sudoración • Psicosis
alegría, paz y unión con los • Rubor facial • Paranoia
demás
• Sequedad de boca • Déficit en los procesos
• Alteración de las distancias cognitivos como me-
• Somnolencia.
y de la imagen corporal moria, concentración y
(despersonalización) • Aumento de la temperatura
capacidad de hilar pensa-
corporal, de la tensión arte-
• Dificultad de concentración, miento.
rial y del ritmo cardíaco
de control del pensamiento • Inapetencia
y de la memoria
• Fluctuaciones del humor
36
Debido a que el LSD se acumula en el cuerpo, los consumidores desarrollan una tolerancia a la
droga. En otras palabras, algunos usuarios habituales tienen que tomarla en dosis cada vez ma-
yores para lograr un ‘viaje’. Esto agrava los efectos físicos e incrementa el riesgo de tener un ‘mal
viaje’ que a su vez puede puede resultar en grados de psicosis.
37
38
3
SITUACIÓN DE LAS
DROGAS EN EL PERÚ
40
3.1 Cultivo
Los cultivos de coca y amapola del opio en el Perú, se han convertido en un verdadero problema
social, con múltiples consecuencias que afectan el medio ambiente, la economía, la seguridad
interna del país, principalmente en aquellas localidades donde se desarrolla esta actividad.
La coca es un cultivo ancestral que ha sido empleada por los antiguos peruanos con fines ritua-
les y debido a sus propiedades benéficas. La industria y laboratorios médicos la emplean para
elaborar filtrantes y productos médicos constituyendo justificaciones para que la coca continúe
cultivándose a pesar de la presencia del narcotráfico. El cultivo de coca no está penado, sin em-
bargo su uso ilícito orientado a la elaboración de drogas cocaínicas si está sancionado por la ley.
A diferencia de la hoja de coca, el cultivo de la amapola del opio no está permitido en el Perú. Las
leyes peruanas son muy severas para los que se dedican al cultivo de amapola con fines ilícitos,
esto en su afán de no llegar a los niveles que ha llegado el cultivo de coca, donde al final de cuen-
tas los más perjudicados son las poblaciones que viven en los valles cocaleros porque conviven
con un ambiente dominado por el narcotráfico.
Cultivos de coca
Históricamente en el Perú existe una relación estrecha entre el hombre andino, el trabajo y la
hoja de coca. Las culturas andinas han empleando la hoja de coca atribuyéndole propiedades
mágicas y reconociendo su capacidad para mitigar el hambre, el frío y el cansancio físico en las
jornadas de trabajo en el campo y las minas. Además, la coca ha sido y sigue siendo empleada
ancestralmente en la medicina folklórica.
Esta situación ha generado en el Perú una permanente demanda interna por hoja de coca para
usos folklóricos o medicinales, que algunos denominan ‘coca legal’. Sin embargo, con el pasar
de los años además de la demanda legal coexiste una demanda por coca para la elaboración de
drogas cocaínicas, en manos de la fuerza del narcotráfico. Hoy la demanda ilegal sobrepasa lar-
gamente a la demanda histórica de la coca legal.
La extensión de superficie de cultivos de coca legal en el Perú por muchos años fue controlada
por la Empresa Nacional de la Coca (ENACO), que mantenía un padrón de cultivadores y regu-
laba su comercialización. Sin embargo, desde fines de la década de 1960 el cultivo de coca se
incrementó en nuevas zonas de la selva peruana, haciendo difícil su medición por encontrarse en
áreas inaccesibles. Rápidamente el narcotráfico tomó el control de la oferta y demanda de coca.
Hasta la década de 1960 existían en el Perú entre 12,000 y 16,000 hectáreas de coca como lo
evidencia el ‘Estanco de la Coca’, documento de ENACO que contiene información precisa sobre
áreas de cultivo, volumen de producción y número de haciendas y productores. Por ejemplo, en
1963 se registró 16,154 hectáreas cultivadas de coca a nivel nacional, equivalente a un volumen
de producción de 9,740 TM de hoja de coca. También se conoce que las cosechas promedio del
cultivo eran 4 al año, desde 3 en Puno hasta 5 en Loreto. El rendimiento promedio nacional fue
de 603 kilos por hectárea, con rendimiento máximo en Ancash y mínimo en Madre de Dios.
En los años 70, el control que asumían las instituciones del estado en relación a la coca se vio
debilitado por la expansión muy rápida del cultivo. Diversas instituciones e investigadores in-
tentaron mensurar las superficies con coca así como el volumen de producción alcanzado. Esta
tarea rápidamente se tornó complicada debido a que el narcotráfico se había instaurado y la
producción de coca para elaborar drogas creció sin control, gestándose el denominado ‘boom
de la coca’.
41
En la década de los 80 no había consenso respecto a la superficie de coca cultivada en el Perú.
Por ejemplo, en 1989 algunas estimaciones señalaban que existían 150,000 hectáreas de culti-
vos de coca e incluso se llego a señalar 320,000 hectáreas, sin embargo cálculos razonables esti-
maban la existencia de 200,000 hectáreas de coca (Castro de la Mata, 1989). En 1993, el Instituto
Cuánto estimó 257,518 hectáreas de coca en el Perú.
Para la década de los 90 el Crime and Narcotics Center (CNC) de los Estados Unidos a través de
técnicas de muestreo de áreas de cultivos y tecnología satelital realizó estimaciones del cultivo
de coca para el Perú. Por ejemplo, para el año 1991 CNC estimó la existencia de 120,800 hectá-
reas y 115,300 hectáreas para 1995 (Gráfico 1).
Estos datos mostraban una tendencia creciente de los cultivos de coca en el Perú como resultado
de la intensificación de la actividad del narcotráfico en esos años, evidenciando la presencia de
firmas mexicanas, colombianas, brasileñas, bolivianas, entre otras, que contribuyeron a elevar
los niveles de corrupción y violencia principalmente en los poblados y ciudades con influencia
cocalera.
Tabla 16
Años 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999
Hectáreas 120,800 129,100 108,800 108,600 115,300 94,400 68,800 51,000 38,700
Desde mediados de los 90 en adelante se apreció una reducción paulatina de los cultivos de coca
según CNC (1995: 115,300 has.; 1999: 38,700 has.), lo que en su momento se atribuyó a los re-
sultados de la política antidrogas en el país, principalmente con una mayor presencia del Estado
y la cooperación internacional con los programas de desarrollo alternativo.
Del año 2000 en adelante el Sistema Nacional de Monitoreo apoyado por ONUDD (Oficina de
Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito) se involucró en la estimación de la magnitud de los
cultivos de coca en el Perú, a través de una metodología de interpretación y análisis de imágenes
satelitales, complementada por la verificación en campo y corrección de los patrones para redu-
cir los niveles de error; incluyendo además sobrevuelos de verificación.
A partir del año 2000 la tendencia de los cultivos de coca en el Perú ha mostrado un moderado
crecimiento sostenido, llegando a 64,400 hectáreas el 2011. Sin embargo, si se analizan las cifras
por periodos (2000-2005: 11% y 2006-2012: 25%) el incremento deja de ser moderado para
convertirse en un crecimiento significativo que merece toda la atención, principalmente por las
consecuencias que genera esta situación, incluyendo el narcotráfico, daños ambientales, violen-
cia, distorsión de la economía, etc.
En estos últimos 12 años (2000–2012) el cultivo de coca se incrementó en casi la mitad (48,6%),
lo cual significa mayor actividad cocalera con más personas dedicadas a su cultivo, mayor pro-
ducción de hoja de coca, mayor volumen de elaboración de drogas cocaínicas, mayor número de
personas dedicadas a su comercialización, mayor tráfico internacional y potencialmente mayor
número de consumidores de estas drogas en el Perú.
42
Analizando las cifras del cultivo de coca según valles cocaleros, se aprecia que casi las tres cuar-
tas partes (72,7%) de los cultivos de coca se concentra en los valles del Apurímac-Ene, Alto
Huallaga y La Convención-Lares, donde se mantiene una relativa estabilidad en su evolución.
Sin embargo, en los valles donde se registra superficies menores de cultivo se aprecia un creci-
miento significativo, como es el caso de Kcosñipata que registró un aumento del 74,9% el 2011
respecto al 2010, así como Marañón, Putumayo, Bajo Amazonas (40,4%), Aguaytía (27,0%), San
Gabán (14,2%) y Palcazú, Pichis, Pachitea (12.4%).
Si bien merece toda la atención aquellos valles con cultivos mayores, es necesario no perder de
vista aquellos cultivos emergentes, que de no tomarse medidas al respecto podrían convertirse
en el mediano plazo en las nuevas zonas cocaleras con influencia del narcotráfico.
Estos incrementos de los cultivos de coca podrían explicarse por la falta de compromiso de los
agricultores cocaleros por mantenerse alejados de la coca e insertarse en la producción de cul-
tivos alternativos tales como café, cacao, palma aceitera, entre otros propios de la región; así
como la falta de mercado, asistencia técnica e infraestructura básica para dinamizar la produc-
ción local. Asimismo, en muchas zonas donde se erradicó cultivos de coca, los propios agricul-
tores han vuelto a sembrar coca aprovechando los agujeros en el suelo dejados luego de la
extracción manual de la planta; que se esperaba fueran aprovechados para el cultivo de otros
productos.
43
Tabla 17
Superficie de cultivos de coca en el Perú según valles, 2000–2011
Marañón, Putumayo, Bajo Ama- 500 968 1,065 1,209 1,666 3,169 4,450
zonas
Inambari - Tambopata 2,250 2,366 2,864 2,959 3,519 3,591 3,610
Aguaytía 917 1,570 1,610 1,677 2,913 2,803 3,559
Palcazú – Pichis – Pachitea 211 426 1,148 1,378 2,091 3,323 3,734
Otros (Mazamari, Callería, Masi- s.d. s.d. s.d. s.d. s.d. 654 834
sea, Contamaná, Huallaga central,
Bajo Huallaga, Nuevo Requena)
La Encuesta Nacional de Hogares sobre Consumo Tradicional de hoja de coca realizada por
INEI-DEVIDA el 2003 mostró que 8,800 TM de hoja de coca se destinaban al uso tradicional,
equivalente al 8% de la producción; mientras menos del 1% se destinaba a usos industriales (pro-
ducción de filtrantes, saborizantes y gaseosas) y en la industria químico-farmacéutica. Es decir,
en total, el 2003 se destinó para usos legales el 9% de la producción nacional de hoja de coca,
mientras la diferencia al parecer fue absorbida por el narcotráfico.
44
Gráfico 2
Cuencas Cocaleras en el Perú
45
Cultivos de amapola del opio
Un problema creciente para el caso peruano es el ingreso de los cultivos de amapola del opio
(papaver somnífera), que es el insumo clave para la producción de látex del opio, opio y sus
derivados, tales como la heroína; que son drogas con gran poder adictivo y materia de comercia-
lización a nivel internacional en manos de grandes firmas del narcotráfico.
Esta planta posee más de 70 alcaloides y 25 componentes activos con empleos a nivel medicinal,
principalmente en la elaboración de conocidos medicamentos anestésicos, antiespasmódicos,
antitusígenos, ansiolíticos, hipnóticos, sedantes, oncológicos (en la medicina paliativa mitigante
del dolor fuerte en las afecciones principalmente cancerosas) entre otros.
Sin embargo, como se ha mencionado, no es la producción medicinal la que promueve los cul-
tivos de amapola, sino la búsqueda de su derivado más peligroso como es la heroína. Ello ha
generado que a lo largo de la historia se haya legislado sobre el opio, yendo desde la regulación
de su empleo hasta su prohibición absoluta.
La amapola del opio es una planta poco exigente en suelos, generalmente crece en climas cálidos
y templados - cálidos en primavera y verano, entre los 800 y 2,500 msnm; sin embargo en zonas
elevadas se reduce su contenido en alcaloides. En América Latina el cultivo de amapola y la pro-
ducción de opio ilegal ocurren principalmente en Colombia y México, seguidos por Guatemala,
Perú y Venezuela.
A nivel legal, el cultivo de amapola en el Perú es ilícito y por tanto sujeto a penalización. La ley
28002 del año 2003 señala la obligatoriedad de su erradicación, confiscación de terrenos y pena
de cárcel. Sin embargo no se puede decir lo mismo de la posesión y consumo de sus derivados
pues se estipulan cantidades mínimas para ello y en el caso del látex de opio se permite la pose-
sión de 1 gramo, y 200 mililitros de sus derivados.
En el Perú se cultivan 2 variedades de amapola del opio, que se distinguen por el color rojo oscu-
ro de una y rosado de la otra, con diferentes rendimientos de látex y alcaloides, que varían con la
época de cultivo, zonas de producción y prácticas agrícolas. Su ciclo biológico es anual y la planta
plenamente desarrollada puede medir entre 0.5 y 1.50 metros de altura.
La amapola del opio crece en climas cálidos y templados cálidos en los que se puede obtener
hasta dos ‘cosechas’ por año. El rendimiento promedio es de 10 a 12 flores por planta y 8 kilos de
látex por hectárea. Posee semillas pequeñas de un milímetro de diámetro, alojadas en un fruto
seco de forma capsular dotada en su parte superior de una corona ondulante. De las cápsulas en
su estado semi-maduro, se extrae el opio en estado crudo: savia desecada o látex de color blan-
co y pegajoso, mezcla compleja de alcaloides, resinas, azúcares, carbohidratos, grasas y muchas
otras sustancias.
El opio que se extrae de la amapola es un narcótico depresor del sistema nervioso central (SNC)
que se obtiene desecando el látex de los frutos de la planta. Su cultivo fue introducido en el Perú
alrededor del año 1850 por inmigrantes chinos. En la última década del siglo pasado los infor-
mes de inteligencia dieron cuenta de su utilización para surtir de látex a traficantes de heroína
colombianos que ingresaron a nuestro país por efecto de la globalización, entregando semillas
de amapola y enseñando a los campesinos de la zona norte del país el proceso de cultivo y pro-
cesamiento.
El Perú cuenta con condiciones geográficas que pueden favorecer el cultivo de amapola del opio.
Los estudios señalan que existen 180 distritos con áreas potenciales para el cultivo, entre ellos:
los valles de Cajamarca (San Ignacio y Jaén), Amazonas (Rodríguez de Mendoza y Chachapoyas),
46
y zonas de selva alta de San Martín (Alto Mayo: Nuevo Cajamarca. Huallaga Central: Tingo de
Saposoa y Tingo de Ponaza), asimismo Ayabaca y Huancabamba en Piura, y Pataz y Huamachuco
en La Libertad. Otros suelos son también viables para este tipo de producción: selva de Cerro de
Pasco, Ambo y Pachitea en Huánuco. Recientes reportes (CORAH) indican la existencia de culti-
vos de amapola en Huancavelica (Churcampa y Tayacaja), Ayacucho (Huanta y La Mar), Apurímac
(zonas aledañas a Andahuaylas y Abancay), Puno (San Gabán), y en la sierra de Lima.
No existen estudios que permitan cuantificar con precisión las extensiones de los cultivos de
amapola; sin embargo se estima que podrían existir entre 700 y 1,400 hectáreas cultivadas. El
más reciente reporte que se tiene respecto a observaciones satelitales confirma que en las zonas
aledañas a Cajamarca, Huánuco y Jaén existirían más de 200 campos de cultivo de amapola del
opio. Sin embargo, un análisis aislado es insuficiente para determinar un diagnóstico real del
problema.
Gráfico 3
Zonas de cultivo de amapola en el Perú
47
Para enfrentar un problema es necesario dimensionarlo; en este sentido es imprescindible con-
tar con un sistema de detección y medición de la superficie del cultivo de la amapola del opio,
igual que existe para los cultivos de coca. El Perú es un productor incipiente pero con gran po-
tencial para desarrollar este cultivo.
Es posible que el narcotráfico, al igual que hizo con los cultivos de coca, busque incentivar a los
agricultores para instaurar el cultivo de la amapola del opio, buscando ampliar sus mercados
cuando las condiciones sean favorables: a) demanda de opio y heroína; b) limitada presencia del
Estado en zonas de producción; y c) bajos precios y falta de mercado para los cultivos legales.
3.2 Producción
La producción de drogas ilegales ha convertido al Perú en uno de los países con mayor actividad
cocalera, donde los cultivos de coca se han convertido para muchos agricultores en el principal
medio de subsistencia y peor aún, muchos de ellos se han involucrado en el procesamiento y
comercialización de las drogas que producen, con el propósito de incrementar sus ganancias.
Recientemente se ha establecido que la amapola del opio también se está cultivando en el Perú,
lo cual constituye una verdadera amenaza para el desarrollo de las cuencas donde se desarrolla
esta ilegal actividad, así como para el país en general por la presencia del narcotráfico y sus no-
civas secuelas.
Producción de coca
Dimensionar los rendimientos de producción de hoja de coca por hectárea permite estimar el
volumen de producción nacional y conocer con mayor exactitud los volúmenes de producción y
oferta de las drogas, principalmente PBC y clorhidrato de cocaína; para así poder diseñar estra-
tegias de afronte y remediación mejor focalizadas.
Al analizar los rendimientos del cultivo de coca, se puede apreciar que el VRAEM (Valle del Río
Apurímac –Ene y Mantaro) registra los mayores rendimientos, alcanzando 3,6 TM/Ha anual-
mente, mientras que los menores rendimientos se registran en los valles con poca superficie de
coca cultivada como Alto Chicama, Marañon-Putumayo-Bajo Amazonas y La Convención y Lares
cuyos rendimientos oscilan entre 0,8 a 1,4 TM/Ha al año.
El rendimiento promedio del cultivo de coca fue de 2,1 TM/Ha para el 2011, lo que representó
una producción de 135,100 TM de hoja de coca seca al sol, incrementándose en 4,3% la produc-
ción respecto al 2010 a pesar que el rendimiento fue de 2,2 TM/Ha para ese año.
48
Tabla 18
Estimación de la producción potencial de hoja de coca y clorhidrato de cocaína en el Perú, 2004 – 2011
Según la Encuesta Nacional de Hogares sobre Consumo Tradicional de hoja de coca, realizada
por el INEI y Devida el 2003, la demanda en el Perú de hoja de coca con fines legales es la si-
guiente:
Como se puede apreciar, la demanda de hoja de coca para consumo tradicional permanecerá
en alrededor de 9,000 TM al año, equivalente a 6,676 has; es decir, que el 2011 el consumo
tradicional representó el 6,7% de la producción total, incluyendo la producción de ENACO de
bolsitas filtrantes de mate de coca, cocaína al 92% de pureza para uso farmacéutico y extracto
descocainizado para la producción mundial de bebidas gaseosas. Lo que queda evidenciado es
que el 93,3% de la producción de hoja de coca es destinada potencialmente al narcotráfico para
la producción de drogas cocaínicas.
En el mercado de hoja de coca, operan en paralelo tres tipos de comercialización (formal, in-
formal e ilícita), orientados principalmente a dos fines específicos, el narcotráfico y el consumo
tradicional. La comercialización formal de la hoja de coca está a cargo de ENACO, a través de
sus agencias y agentes autorizados, mientras que la comercialización informal lo constituyen los
agentes no autorizados, es decir, contrabandistas que especulan con el producto y la ofrecen
al mejor postor (Zavaleta 2009); a ello se suma la comercialización ilegal de la hoja de coca, es
decir, para la transformación en drogas cocaínicas, ejercida directamente por los productores
cocaleros y/o por acopiadores que trabajan directamente para el narcotráfico.
49
Respecto a la producción de drogas, se estima que para producir un kilo de clorhidrato de co-
caína se destinan aproximadamente 375 kilos de hoja de coca, es decir, para el 2011 se estarían
destinando potencialmente 126,100 TM de hoja de coca, lo que equivaldría una producción de
336 TM de clorhidrato de cocaína, en el supuesto que toda la hoja de coca disponible fuera trans-
formada en droga. Cabe señalar que la producción de drogas cocaínicas guarda una relación
directamente proporcional con la producción de hoja de coca.
Al observar la situación nacional de los cultivos de coca se hace evidente que se trata de una
problemática dispersa en varias regiones, algunas ya conocidas desde hace muchos años, donde
el cultivo de coca para el narcotráfico es un tema recurrente y otras que se están insertando cada
vez con más fuerza en esta ilícita actividad.
La principal atracción del cultivo de amapola y la extracción del látex de opio para los campesi-
nos, radica principalmente en el aspecto económico. Cabe señalar que de 1 hectárea de amapola
se obtienen 8 kilos de látex de opio; de 10 kilos de látex de opio se obtiene 1 kilo de morfina, y
de 1 kilo de morfina se consigue 1 kilo de heroína.
A diferencia de lo que ocurre en el caso del procesamiento de coca para la elaboración de dro-
gas, el látex de opio requiere una menor cantidad de insumos químicos para llegar a las formas
consumibles. El gráfico 4 presenta de manera esquemática el procesamiento del opio hasta lle-
gar a sus productos finales y el gráfico 5 muestra las proporciones de precursores químicos que
intervienen en este proceso.
Gráfico 4
Elaboración de derivados opiáceos
50
Gráfico 5
Insumos químicos utilizados para elaborar 1 kilo de morfina y 1 kilo de heroína
Las rutas de ingreso al Perú de los insumos para la transformación del látex de opio en morfina
son: a) del Ecuador: a través de los ríos Napo y Pastaza hasta la selva peruana; b) de Colombia:
por el río Putumayo; y c) de Brasil: a través de los ríos Amazonas, Yaraví y Madre de Dios.
3.3 Narcotráfico
Durante los años 80 del siglo XX en el Perú la mayor parte de la coca producida en la selva era
vendida a ‘traqueteros’ (personas que negociaban con el producto comprándolo directamente
a los productores), que a su vez lo entregaban a las firmas recolectoras o acopiadoras para su
conversión en droga y comercialización en distintos mercados internacionales. Los campesinos
únicamente ofrecían materia prima.
Sin embargo, paulatinamente la labor de estos intermediarios dejó de ser necesaria cuando los
productores comenzaron a elaborar drogas ellos mismos por haber ya incorporado los conoci-
mientos y tecnología necesarios. Esto implicaba importantes ventajas, relacionadas especial-
mente con el hecho de que al vender droga elaborada obtenían mayor rentabilidad, a lo que
se sumaba el hecho de tener menores complicaciones para el transporte y comercialización del
ilegal producto.
Como se sabe, para elaborar drogas se requiere contar con diversos insumos químicos. Para cu-
brir esta necesidad el narcotráfico ha creado mecanismos de transporte desde las ciudades hacia
las zonas de producción. Se trata de sustancias tales como kerosene, ácido sulfúrico, muriático
51
y/o cemento, que se incorporan a la industria de elaboración de drogas a través de vías alternas
y medios no motorizados, basándose en la corrupción de funcionarios encargados del control
de transporte.
También se sabe que en el Perú desarrollan actividades diversos carteles mexicanos, incluyendo
los de Tijuana, Guadalajara, Juárez, Guanajuato y Sinaloa; que buscan asegurar la exportación
de drogas cocaínicas hacia los mercados de Norteamérica; animados por el bajo precio local del
producto y las facilidades que encuentran para corromper funcionarios y sostener su actividad.
También existen bandas originadas en Colombia, Ecuador y Bolivia; así como algunas otras con
conexiones europeas, asiáticas y aún africanas.
Existen distintos puntos de salida para la droga que se produce en el Perú, que abastecen los
mercados internacionales:
a) En el norte se emplean los puertos de Talara, Paita, Bayovar y muchas caletas no contro-
ladas del litoral, tales como Parachique, Puerto Rico y La Tortuga en Sechura; La Islilla en
Paita; Cabo Blanco en Talara y La Cruz En Tumbes.
b) Las drogas que se produce en los valles del Huallaga estarían saliendo por el Monzón para
llegar a Chimbote y Huacho en el norte chico y de allí pasar a Lima y los mercados del ex-
terior.
c) En la sierra sur se toman rutas vía Sandia y Desaguadero en Puno para llegar a los merca-
dos internos de Bolivia y Brasil.
d) En el caso del VRAE se emplean caminos de herradura por las estribaciones andinas bus-
cando salir a la costa por Nazca o mediante la región Junín.
e) También se emplea el río Marañón y sus afluentes por La Libertad, Huánuco, Ancash y
Cajamarca; siempre con el propósito de llegar a las zonas de exportación preferentemente
de tipo marítimo y en menor cantidad por vía aérea. Se informa que además existen rutas
para llegar a Colombia y Brasil.
A nivel terrestre el narcotráfico toma rutas vía Cajamarca pasando por Jaén, Olmos, Chulucanas
y Ayabaca para pasar a Ecuador; o desde Cajamarca hacia Celendín, Chiclayo, Piura, Sullana y
pasando a Macará en Loja-Ecuador. También existen rutas que por ejemplo salen de Rodríguez
de Mendoza, pasan por Molinopampa, Chachapoyas y llegan a Chiclayo y otras que saliendo de
Rioja pasan por Pedro Ruíz, Bagua Grande, Corral Quemado, Olmos, Morropón y así llegan hasta
localidades ecuatorianas.
En el caso de las rutas aéreas se conoce que se estarían usando los aeródromos de Cajabamba,
Baños del Inca, Jaén y Santa Cruz en el norte del país; además se informa que en muchas otras
zonas del país (por ejemplo en Puno – límite con Bolivia) también se ha habilitado pistas que
permiten la exportación del ilegal producto.
52
Las principales rutas del narcotráfico en el Perú se presentan en el mapa 6.
Es sabido que durante el camino desde las zonas de producción hacia las ciudades y sectores de
consumo el precio original involucrado en la producción de drogas llega a multiplicarse hasta casi
200 veces, razón por la cual el negocio del narcotráfico sigue siendo uno de los más prósperos a
nivel mundial.
La tabla 19 presenta el precio en dólares por gramo de cocaína en distintas partes del mundo:
Tabla 19
Precios del clorhidrato de cocaína (al por menor) a nivel mundial
Por otra parte, tomando como base la información de los consultantes consumidores de drogas
cocaínicas que acuden al programa de atención en casos de consumo ‘Lugar de Escucha’ de
CEDRO, se ha determinado que el peso de 1 ‘kete’ (unidad de venta) de PBC oscila entre 0,16 y
0,25 gramos y que hoy cada kete puede llegar a costar unos 50 céntimos de sol. Al presente, el
precio de las principales drogas ilegales en zonas de venta al menudeo en Lima se presenta en
la tabla 20.
Tabla 20
Precio de drogas al menudeo en la ciudad de Lima
53
Cabe indicar que la amplia disponibilidad de drogas en la ciudad de Lima ha hecho que en mu-
chos lugares sea posible adquirir 3 ketes de PBC pagando 1 sol pues el precio en muchos casos
está determinado por el lugar de venta, la cantidad y el grado de pureza de la droga. Se sabe
que muchos vendedores mezclan droga con otras sustancias tales como yeso, tiza, talco para
incrementar sus ganancias.
El caso de la amapola
Hace menos tiempo el Perú ha comenzado a enfrentar la problemática relacionada con el cultivo
de la amapola del opio, de la que se extrae el alcaloide heroína. Este es un cultivo presente en
México, Colombia, Guatemala y Venezuela; en el caso peruano se ha instalado en Cajamarca
(San Ignacio, Chota, Celendín, Cutervo y Jaén); Huancavelica (Churcampa y Tayacaja); Ayacucho
(Huanta y La Mar); Apurímac (zonas aledañas a Andahuaylas y Abancay); Puno (San Gabán), y en
la sierra de Lima.
El Perú tiene condiciones geográficas que pueden favorecer el cultivo de amapola del opio, ge-
nerando un producto con calidad y rentabilidad. Estudios señalan que existen amplias áreas con
potencialidad para el cultivo y donde este ya se habría instalado, entre ellos: los valles de Ama-
zonas (Rodríguez de Mendoza y Chachapoyas), y zonas de selva alta de San Martín (Alto Mayo:
Nuevo Cajamarca. Huallaga Central: Tingo de Saposoa y Tingo de Ponaza). Asimismo Ayabaca y
Huancabamba en Piura; Pataz y Huamachuco en La Libertad así como la selva de Cerro de Pasco,
Ambo, Panao y Pachitea en Huánuco.
Se informa que 1 hectárea de plantación puede producir unos 8 litros de látex de opio y que el
precio promedio que recibe el productor es de 500 dólares por litro, que se va incrementando
de acuerdo al lugar de venta; pudiendo llegar a costar 1,200 dólares en Chiclayo y hasta 4,000
dólares en zonas de frontera. El látex comúnmente se transporta en botellas y bidones, lo que
permite su camuflaje entre la carga convencional.
54
Gráfico 6
Principales rutas del narcotráfico en el Perú
55
3.4 Microcomercio
Siendo el Perú uno de los principales productores de drogas cocaínicas, las firmas del narcotráfi-
co han desarrollado estrategias funcionales para hacer llegar la droga que acopian a las distintas
zonas de comercialización tanto para el mercado local como internacional. Naturalmente se em-
plean las rutas buscando camuflar el ilegal producto pero una alternativa muy usada es el trabajo
de mochileros jóvenes que en un número estimado de 2,000 transitan por los pasos andinos
buscando llegar a las ciudades.
Estos jóvenes arriesgan la vida a cambio de algunas ganancias para mejorar sus niveles de sub-
sistencia. Tal es el caso del VRAE (Valle del río Apurímac y Ene), donde deben atravesar a pie
muchos sectores aislados donde aún persisten remanentes subversivos contando únicamente
con una mochila donde cargan el ilegal producto y la confianza en que la suerte les permita llegar
a su destino.
Hoy se sabe que una vez en la ciudad de Lima, la droga es manejada por muchos intermediarios
denominados ‘proveedores’ o ‘abastecedores’, cada uno de los cuales a su vez abastece a un
grupo de micro-comercializadores en algún sector de la ciudad, donde distribuyen la droga a los
usuarios finales. De esta manera es posible establecer un mapa de puntos de distribución en la
ciudad de Lima.
En realidad los vendedores no llegan a establecer monopolios. Así en Lima, Callao, Arequipa,
Tacna, Chiclayo, Trujillo y otras ciudades se verifica que varios abastecedores pueden proveer
de mercancía al mismo micro-comercializador. Se establece entonces una economía de drogas
basada en una especie de ‘libre mercado’, sin la presencia de grupos organizados como suele
ocurrir en otros países tales como Colombia y México.
En muchos casos existen familias completas (padres, madres, hijos, tíos, primos, nietos, etc.)
que se dedican casi exclusivamente a la microcomercialización de drogas convirtiéndose en un
negocio familiar en base al cual en muchos casos logran generar importantes fortunas pero en
otros no pasan de establecer economías de subsistencia.
Los consumidores en ciudades como Lima generalmente son abastecidos por una multitud de
comercializadores que administran cantidades que no exceden unas decenas de gramos. Estos
micro-comercializadores, también llamados ‘paqueteros’ a su vez son surtidos por traficantes
mayoristas que suelen manejar entre 10 y 20 kilos de droga como máximo.
Los involucrados en este negocio suelen tener buen conocimiento de la legislación sobre la ma-
teria. En realidad tales personas emplean las normas para evitar ser encausados. Por ejemplo:
para ser considerado micro-comercializador se requiere que la cantidad de droga incautada ex-
ceda los 8 gramos de PBC; por ello, los vendedores no tienen en su poder cantidades mayores,
de tal manera que al ser detenidos alegan poseer dosis para consumo personal.
Los vendedores nunca llevan la mercancía en sus prendas o la guardan en sus domicilios; más
bien emplean casas de refugio o mantienen la droga en escondrijos de donde la sacan sólo cuan-
do la venta ha quedado saldada. Esta conducta guarda relación con el hecho que la policía es-
pecializada tiene la presunción de que la droga encontrada a diez metros a la redonda del lugar
donde se encuentre el vendedor, le pertenece a éste.
56
Respecto a los ingresos vinculados con la venta de drogas, se sabe que éstos varían permanen-
temente. Así, un distribuidor podría obtener una utilidad promedio de entre 300 a 500 soles
por kilo de pasta básica de cocaína comercializada, pudiendo llegar a vender entre 5 y 10 kilos
mensuales. Por su parte, un micro comercializador exitoso puede obtener entre 30 y 100 soles
diarios dependiendo del nivel de dedicación a esta actividad, las ventajas de su ubicación y la
amplitud de su clientela.
Cuando son interrogados, los micro-comercializadores usualmente señalan que los ingresos ge-
nerados por dicha actividad son empleados para suplir sus bajos ingresos y mantener a sus res-
pectivas familias. Sin embargo, se sabe que muchos de ellos han creado necesidades superfluas
que necesitan ser cubiertas y en otros casos los ingresos se diluyen en el propio consumo.
Como en todo negocio, existen mecanismos para atraer clientes y mantener a los que ya se
tiene. Los micro comercializadores suelen referir que mantienen la fidelidad de los clientes con-
sumidores a través de ciertos mecanismos: a) les dan un buen trato, sin agresiones y más bien
con respeto; b) les ofrecen mercancía de calidad (pura, no mezclada con otros elementos); y c)
les brindan servicios adicionales tales como un lugar para el consumo seguro.
Es necesario considerar que al presente se reporta que en sectores urbanos peruanos se han
establecido modalidades de venta de drogas a domicilio denominadas ‘delivery’ a través de la
telefonía móvil, en las que el comprador telefonea a un proveedor y solicita el envío a un lugar
preestablecido. Esta modalidad es usada principalmente en los estratos sociales medio-altos y
altos con cierta disponibilidad de dinero.
En un reciente estudio (Rojas, 2010) sobre el consumo de drogas sintéticas en Lima se ha verifi-
cado que en la actualidad existe la posibilidad de establecer contactos para comprar drogas me-
diante internet. Además de las drogas cocaínicas bajo estas modalidades también se expenden
sustancias tales como éxtasis, ketamina, PCP, LSD, y otras para públicos más ‘exclusivos’.
Lugares de consumo
En el caso de la PBC habitualmente el consumo ocurre en lugares variados. Sin embargo, los ‘fu-
maderos’ o ‘huecos’ han sido y son los lugares de predilección, dado que son sitios como casas
y terrenos abandonados o espacios de difícil acceso donde se ofrece ‘protección’ a los adictos
durante los momentos de consumo. Ello no invalida el hecho que muchos otros adictos a la PBC
consumen la sustancia en azoteas, techos y habitaciones de sus casas, calles, parques, automó-
viles y hostales.
El clorhidrato de cocaína también puede ser consumido en los lugares mencionados; sin embar-
go, existen ciertos lugares atípicos como es el alquiler de domicilios o habitaciones que pasan
desapercibidos por la policía, donde los adictos y adictas pueden ingresar a consumir por horas
y a veces por días. También se reporta el alquiler de habitaciones en hostales y hoteles para
dedicarse al consumo.
Hoy día y de manera creciente las ciudades peruanas están sufriendo la presencia de cada vez
más zonas de venta de drogas a muy bajos precios. Se tiene por ejemplo que en Lima Metropo-
litana y de acuerdo a información proporcionada por el programa ‘Lugar de Escucha’ de CEDRO,
existirían hasta 2,000 puntos identificados de venta y consumo de drogas, especialmente en los
distritos de Lima Cercado, Comas, La Victoria, Breña, Los Olivos, El Callao, San Juan de Lurigan-
cho, San Juan de Miraflores, Magdalena, Surco, Barranco, Miraflores y San Borja (gráfico 7).
57
Además se observa un incremento en la disponibilidad de las drogas cocaínicas y de micro co-
mercializadores y por ende de consumidores en las ciudades de la selva, en especial a las cerca-
nas a zonas de producción y trasformación.
Gráfico 7
Mapas de zonas de Microcomercio de Drogas en Lima
58
3.5 Consumo
Alfonso Zavaleta Martínez-Vargas1
Como en otras encuestas realizadas por Cedro y otras instituciones, se observó que las drogas
sociales (alcohol y tabaco) son las que presentaron mayor prevalencia de vida (consumo al me-
nos una vez en la vida), seguidas por las drogas ilegales (marihuana, PBC y clorhidrato de cocaí-
na) y en menor porcentaje otras drogas tales como el éxtasis. La tabla 21 presenta las prevalen-
cias de vida de drogas sociales e ilegales así como la estimación sobre cuántas personas estarían
representadas en dichos porcentajes en los estudios de Cedro efectuados en el año 2010 y 2013
respectivamente.
Tabla 21
Perú 2010 y 2013: Prevalencia de vida de drogas sociales e ilegales
% Población % Población
El gráfico 8 presenta la prevalencia de vida de drogas sociales e ilegales según sexo, apreciándose
que en tanto en el caso de las drogas sociales como en el de las ilegales es mayor el porcentaje
de hombres (en comparación con las mujeres) que ha probado drogas al menos una vez en la
vida. En los últimos años se ha observado un incremento progresivo del consumo de alcohol en
las mujeres, tendiendo a acercarse a los valores epidemiológicos del consumo en varones.
(1) Profesor Principal, Departamento Académico de Ciencias Celulares y Molecurales, Facultad de Cien-
cias y Filosofía, Universidad Peruana Cayetano Heredia. Jefe, Área de Investigaciones, CEDRO.
59
Gráfico 8
Perú 2013: Prevalencia de Vida de Drogas Sociales e Ilegales según Sexo
Fuente: CEDRO. Epidemiología de Drogas en la Población Urbana Peruana 2013. Encuesta de Hogares.
En cuanto a las drogas ilegales también existen diferencias según la droga involucrada, como
muestra el gráfico 9. Así, la prevalencia de vida de la Marihuana, PBC y cocaína es mayor en Lima
que en provincias. Considerando las drogas cocaínicas, la prevalencia de vida en provincias es
mayor en la selva, seguido por la sierra y las ciudades del resto de costa. La marihuana es siem-
pre la droga ilegal más consumida en todas las regiones del país.
Gráfico 9
Perú 2013: Prevalencia de Vida de las Principales Drogas Ilegales según Región
Fuente: CEDRO. Epidemiología de Drogas en la Población Urbana Peruana 2013. Encuesta de Hogares.
60
El empleo de drogas sociales es distinto según región, como se muestra en el gráfico 10. La pre-
valencia de vida de alcohol es siempre mayor que la del tabaco y es muy similar en todas las re-
giones consideradas. No obstante, en el caso del tabaco sí existen diferencias según región, con
mayor prevalencia de vida en Lima que en provincias; y entre estas es mayor en la sierra, seguido
por la selva y el resto de la costa peruana.
Gráfico 10
Perú 2013: Prevalencia de vida de Drogas Sociales según Región
Fuente: CEDRO. Epidemiología de Drogas en la Población Urbana Peruana 2013. Encuesta de Hogares.
En cuanto a las drogas ilegales también existen diferencias según la droga involucrada, como
muestra el gráfico 11. Así, la prevalencia de vida de la Marihuana, PBC y cocaína es mayor en
Lima que en provincias. Considerando las drogas cocaínicas, la prevalencia de vida en provincias
es mayor en la selva, seguido por la sierra y las ciudades del resto de costa. La marihuana es
siempre la droga ilegal más consumida en todas las regiones del país.
Gráfico 11
Perú 2013: Prevalencia de Vida de las Principales Drogas Ilegales según Región
Fuente: CEDRO. Epidemiología de Drogas en la Población Urbana Peruana 2013. Encuesta de Hogares.
61
El consumo de drogas ilegales es distinto según las ciudades investigadas, debido a factores
diversos, incluyendo su cercanía a las zonas de producción de drogas, el estar en las vías de
transporte de drogas o las condiciones que facilitan o dificultan su comercialización al menudeo.
Desde este punto de vista se aprecia mayor prevalencia de vida de marihuana en ciudades como
Cusco, Tingo María, Arequipa, Tacna y Tarapoto; así como mayor prevalencia de vida de drogas
cocaínicas en Iquitos, Tingo María, Arequipa. Tarapoto y Tacna (tabla 22).
Tabla 22
Perú 2013. Prevalencia de vida de Marihuana y Drogas Cocaínicas en Principales Ciudades
[n expandido: 12´464,747]
% n expandido % n expandido
LIMA METROPOLITANA 8.9 754,331 5.1 434,645
Piura 2.1 7,759 0.6 2,249
Trujillo 5.1 35,931 1.5 10,652
Ica 2.2 5,024 1.2 2,729
Tacna 5.4 13,035 2.6 6,393
Huancayo 1.3 4,398 0.4 1,410
Arequipa 5.8 46,516 3.0 24,126
Ayacucho 3.2 4,738 0.2 297
Cusco 9.7 33,753 1.9 6,664
Iquitos 4.9 17,502 3.5 12,582
Pucallpa 3.0 8,230 2.2 6,002
Tarapoto 5.1 5,926 2.6 3,007
Tingo María 7.2 3,459 3.2 1,534
TOTAL 7.5 940,602 4.1 512,290
Fuente: CEDRO. Epidemiología de Drogas en la Población Urbana Peruana 2013. Encuesta de Hogares.
Por otro lado, la tabla 23 muestra que el empleo de éxtasis se está convirtiendo en un problema
cada vez más grave para el país. Se aprecia una prevalencia de vida ligeramente mayor en los
varones y en el grupo de entre 19 y 24 años. Además se incrementa en paralelo con el mayor
nivel de instrucción y con mayor importancia en provincias que en Lima. En el caso específico de
provincias, la sierra es la región con mayor prevalencia de vida de éxtasis.
62
Tabla 23
Perú 2013: Prevalencia de vida de éxtasis
En lo referido a la oportunidad de ofrecimiento, la tabla 24 evidencia que las drogas ilegales con
mayores ofrecimientos fueron la marihuana, PBC y cocaína en ese orden, seguidas por el éxtasis
y en mucha menor proporción la heroína y el opio. Esta información es relevante en la medida
en que por ejemplo evidencia que más de la cuarta parte de la población encuestada recibió al
menos un ofrecimiento para consumir drogas ilegales.
La misma tabla muestra que en todos los casos se reportó un mayor ofrecimiento en Lima en
comparación con provincias, con relaciones variadas que van desde alrededor de 3 veces más
en Lima con respecto a provincias para la cocaína, la PBC y la heroína. La marihuana es la droga
más ofrecida tanto en Lima como en provincias. Lima dobla el ofrecimiento observado en las
provincias.
Tabla 24
Perú 2013: Oportunidad de Ofrecimiento de Drogas Sociales e Ilegales
Relación
Sustancia Lima Provincias Total Lima / provincias
(%) (%) (%) (%)
Marihuana 29.3 20.0 26.4 1.5
PBC 12.0 8.8 11.0 1.4
Cocaína 4.9 3.4 4.4 1.4
Extasis 4.2 3.5 4.0 1.2
Heroína 0.6 1.0 0.7 0.6
Opio 0.5 0.7 0.6 0.7
63
La tasa de enganche es un indicador que evidencia cuál es la proporción de personas que habien-
do recibido ofrecimientos para el consumo de drogas se involucraron en ellas al menos una vez
en la vida. La tabla 25 muestra que las mayores tasas de enganche se dieron con la marihuana,
cocaína y heroína. El clorhidrato de cocaína (TE=3 de cada 10) y la PBC (TE=2 de cada 10) mues-
tran una muy importante tasa de enganche comparadas con las otras drogas de abuso.
Una mención especial merece la marihuana, cuya tasa de enganche subió de 2 a 3 de cada 10 en
esta encuesta. Esta elevación de la tasa de enganche podría deberse a la introducción de nuevas
variantes de marihuana con mayor contenido de principios activos (super K o superchunk) y por
tanto más adictivas dentro del mercado peruano
Tabla 25
Perú 2013: Tasa de Enganche de Drogas Ilegales
Oportunidad de Prevalencia
Tasa de
Drogas Ofrecimiento de vida
Enganche*
(%) (%)
Fuente: CEDRO. Epidemiología de Drogas en la Población Urbana Peruana 2013. Encuesta de Hogares.
Se observó que la edad promedio de primer consumo de las drogas sociales estuvo alrededor de
los 17 años y medio y en el caso de las drogas ilegales fue algo mayor, casi al terminar los 18 años
de edad (Tabla 26). No obstante lo anterior, el estudio mostró casos de inicio de drogas mucho
más tempranos, incluso antes de los 12 años para las drogas sociales y antes de los 14 años para
las drogas ilegales.
Tabla 26
Perú 2013: Edad Promedio de Inicio en el Consumo de Drogas
Sustancia Alcohol Tabaco Marihuana PBC Cocaína
Total 18.0 17.9 18.8 20.1 21.9
Hombres 17.5 17.3 18.7 20.2 22.0
Mujeres 18.7 18.5 19.4 19.5 21.5
Fuente: CEDRO. Epidemiología de Drogas en la Población Urbana Peruana 2013. Encuesta de Hogares.
La evidencia obtenida muestra que el consumo de drogas ilegales es grave para el país y requiere
la mayor atención por parte de las autoridades educativas y políticas. Hay que reconocer que
en el Perú se producen drogas que llegan a la población a bajos precios y en muchos puntos de
distribución. Es necesario identificar cuáles son los factores de riesgo que afectan a la población
y enfrentarlos directamente; solo de esa manera será posible ir venciendo la amenaza de las
drogas. Un papel indiscutible en el que debe intervenir la sociedad en su conjunto es el de la
prevención. Resulta de primera necesidad impedir y/o alejar a nuestros adolescentes del primer
consumo de drogas.
64
4
IMPACTO DE LAS
DROGAS
66
4.1 Aspectos geopolíticos
A consecuencia de una creciente demanda internacional, ya desde mediados de los años 70 del
siglo XX se genera una incomparable rentabilidad del clorhidrato de cocaína, que trajo como re-
sultado un gran crecimiento y expansión de los cultivos ilícitos de coca, con notable presencia e
impacto negativo en la amazonía peruana, especialmente en sectores de la selva alta.
Esta dinámica significó para la región una súbita evolución económica, aunada a un veloz proce-
so migratorio hacia dichas zonas, con crecimiento desordenado y no planificado, que favoreció
la aparición de dirigencias específicas en el entorno de un desarrollo económico ficticio, que
cuando finalmente cayó, mostró graves impactos negativos en lo social, político y económico;
postergando durante tanto tiempo el desarrollo real de dichas poblaciones.
El intento por determinar responsabilidades entre ‘países productores’ y países con mercados
receptores para las drogas fue durante cierto tiempo, el centro del debate internacional en torno
al problema de las sustancias ilícitas. Para unos, el origen del problema estaba en la demanda de
consumo (satisfecha por el narcotráfico) y para otros el problema estaba en una producción ile-
gal que debía ser controlada. En la actualidad, el enfoque concertado sobre este problema suele
partir de la noción de ‘responsabilidad compartida’ entre productores y consumidores.
a) Contar con una base social para la producción y elaboración inicial de drogas, incluyendo
la materia prima y los precursores químicos.
b) Contar con una base financiera para la comercialización y distribución en los mercados de
consumo.
c) Contar con mecanismos que faciliten el lavado de dinero proveniente del narcotráfico.
67
Según datos de ONUDD (2012) la producción de cocaína a nivel mundial durante el 2010 ha re-
gistrado disminución en contraste con las cifras registradas para el período 2005-2007; lo que se
atribuye al descenso de la fabricación en Colombia y el desplazamiento importante de la produc-
ción hacia Perú y Bolivia. Los principales mercados de consumo de cocaína siguen en América
del Norte, Europa y Oceanía (especialmente Australia y Nueva Zelanda). En América del Norte
se ha registrado una disminución del consumo de cocaína más no se ha observado disminución
similar en Europa.
De acuerdo al Sistema Nacional de Monitoreo respaldado por ONUDD el cultivo de coca en la re-
gión andina se ha mantenido estable en los últimos años apreciándose en general una reducción
conservadora del cultivo; lo que conduciría a una reducción en la producción regional de drogas.
Sin embargo, esta disminución obedecería principalmente a la reducción de cultivos de coca en
Colombia a diferencia de Perú y Bolivia, países hacia donde se habría trasladado el crecimiento.
El principal problema con este incremento es que los países involucrados (Colombia, Perú y Boli-
via) no mantienen una política antidrogas conjunta; como tampoco están integrados los esfuer-
zos para resolver los problemas sociales existentes en cada país, que suelen expandirse de igual
manera que lo hace el ilícito negocio del narcotráfico.
La UNODC estimaba que la mayor parte de esta droga se produce en Colombia (42%), seguido
del Perú (39%) y Bolivia (19%). Pero cifras reveladas por EEUU, a fines de octubre de 2011, infor-
man que hoy el país ha superado a Colombia como exportador de cocaína.
Se puede afirmar, que la expansión de los cultivos de coca en estos 3 países genera riesgos inmi-
nentes para la realidad nacional, regional e internacional; observándose que en realidad entre
ellos existiría un cierto tipo de complementariedad en la medida en que el narcotráfico requiere
garantizar el suministro internacional de clorhidrato de cocaína; así cuando la producción de
drogas en uno de los países baja el narcotráfico se desplaza a otro para suplir sus necesidades
del ilegal producto (tabla 27 y tabla 28).
Tabla 27
Cultivo de coca en la región andina (1999-2010)
[en hectáreas]
Perú 38,700 43,400 46,200 48,700 44,200 50,300 48,200 51,400 53,700 56,100 59,900 61,200
Colombia (a) 160,100 163,300 144,800 102,000 86,000 80,000 86,000 78,000 99,000 81,000 68,000 57,000
Total 220,600 221,300 210,900 172,300 153,800 158,000 159,600 156,900 181,600 167,600 158,800* 149,100*
Fuente Departamento de ESTADO USA Sistema Nacional de Monitoreo apoyado por UNODC
*Cifra para el 2009, debido a la no disponibilidad de la cifra del 2010 para el estado plurinacional de Bolivia al momento de la impresión
68
Tabla 28
Cultivo de coca en la región andina (1999-2010)
[en hectáreas]
Se estima que el Perú cerca del 10% de la producción nacional de drogas cocaínicas se destina
al consumo interno. El mercado nacional es abastecido por un remanente de la producción de
estas drogas, que es abundante y de muy bajo costo, poniéndose al alcance de la población en
general en muchos puntos de distribución, convirtiéndose en un flagelo social, económico y
hasta político.
Siendo esta una era en la que el dinero adquiere un carácter preponderante y de gran influencia
socio-política y cultural, las causas que conducen a ciertas poblaciones a vincularse con las acti-
vidades ilícitas relacionadas con el narcotráfico, son de tipo práctico, a las que se suman aspectos
actitudinales y de valores vinculados con la ilegalidad y marginalidad.
Los entornos sociales relacionados con la cadena de las drogas tienden a ser violentos e inse-
guros, con gran permeabilidad a la criminalidad como forma de equilibrio de poder entre los
diferentes actores, generando amplias redes de corrupción articuladas al poder que instala el
control del dinero. En este contexto nacen y crecen niños que con gran probabilidad podrían
mantenerse en esas ilícitas actividades y quizás llegar hacia otras igual o más graves.
Muchas veces se olvida que el narcotráfico, así como la producción y comercialización de dro-
gas poseen dimensiones sociales, económicas, políticas e incluso morales y no son únicamente
temas policiales o delincuenciales que deben estar en manos de especialistas. Por ende, el abor-
daje de la lucha contra el narcotráfico no debe ser solo un tema penal, sino que debe afrontarse
considerando la gran amplitud de aspectos relacionados con el problema.
69
Por otra parte, en el caso peruano, la participación del país en la industria del narcotráfico se
ha restringido casi exclusivamente a las áreas agrícolas, y es solo en los últimos tiempos que se
presenta una mayor participación en la propia elaboración de PBC y clorhidrato de cocaína. Por
ello, la base financiera, el manejo de los excedentes de comercialización y la influencia del nar-
cotráfico nunca han alcanzado la gravedad observada en Colombia y México.
En el país no existen redes de comercialización de drogas muy amplias pues la mayor parte de
pequeños productores nacionales generalmente destinan la droga a los mercados locales. No
obstante lo anterior es conocido que algunos grupos peruanos han intentado infiltrarse en la
sociedad civil y militar con el afán de influir en la política nacional y legitimar sus acciones apo-
yándose en el dinero.
Los grupos de traficantes generalmente han mantenido una relación diversa y ambigua con las
instituciones de la sociedad civil peruana. Los actores involucrados en la producción de drogas
suelen cuestionar a las instituciones establecidas; sin embargo, los narco-empresarios por el
contrario han buscado insertarse en las instituciones para corromperlas, promoviendo que el
Estado intervenga lo menos posible en las actividades vinculadas con el narcotráfico.
En este sentido, históricamente el rol del Estado peruano ha sido ambiguo y poco coherente, mo-
viéndose entre la resignación frente a un fenómeno que permitió paliar algunos de los proble-
mas generados por la crisis económica y la reacción descontrolada, que pocas veces ha logrado
resultados perdurables y más bien ha permitido que la problemática se sostenga en el tiempo.
Hoy en día las acciones contra la producción y el tráfico de drogas son intensas y sostenidas,
buscando la desarticulación de bandas involucradas con el narcotráfico y quebrando las redes
internacionales que intervienen en el país. Las acciones de inteligencia han alcanzado logros
ciertamente importantes aunque en realidad falta mucho por hacer.
70
bién fortaleció a las entidades de control de productos farmacéuticos con personal adecuado,
capacitación continua y programas informáticos, ampliando la cobertura de los cursos ofrecidos
para el control de sustancias químicas.
Se establece que el país desarrolló cursos especializados sobre técnicas de investigación en las
fiscalías en materia de control del TID y delitos conexos. Además el Perú estableció un sistema
de información para consolidar datos sobre personas acusadas y condenadas por delitos de co-
rrupción relacionados con el tráfico de drogas y el lavado de activos, y extendió controles admi-
nistrativos para prevenir el lavado de activos.
De esta manera se pone en evidencia los esfuerzos multisectoriales han logrado algunos re-
sultados con el objetivo de cubrir aspectos referidos con la cadena de las drogas y su impacto
negativo a nivel socio-cultural, político y económico en la dimensión más amplia posible. Sin
embargo, queda claro que se hace necesario construir mayores alianzas para la consecución de
mayores impactos, que debido a la gran dimensión del problema, se presenta como un gran reto
a cumplir.
Al ser el narcotráfico una actividad que demanda una ingente cantidad de mano de obra, involu-
cra con facilidad a campesinos de las zonas productoras de coca pero además ejerce una presión
sobre zonas vecinas con esta misma demanda, lo que determina el flujo migratorio hacia las
zonas cocaleras. Si se tiene en cuenta que la población involucrada en esta actividad es la más
pobre del país y el jornal pagado en el cultivo de coca ilegal puede superar los 50 soles diarios
(cuando lo normal es alrededor de 30 soles), se comprende lo complicado de la situación.
El estudio ‘Niños en Zonas Cocaleras’ UNICEF (2006) evidencia características interesantes de los
fenómenos migratorios entre la población del VRAEM y del Alto Huallaga. Entre estos dos valles,
la población del Alto Huallaga es la que presenta los más altos índices de migración. Mientras
que en el VRAEM el porcentaje de familias que ha vivido siempre en el mismo pueblo llega al
80%, en el Alto Huallaga este porcentaje es de 55%.
71
La movilidad poblacional ha sido mayor en el Alto Huallaga, como lo corrobora el porcentaje
de miembros del hogar que emigró: 14.2% en el Alto Huallaga y 8.9% en el Valle del Río Apu-
rímac-Ene y Mantaro (VRAEM). Entre los numerosos motivos por los que las familias migraron
hacia los valles cocaleros, destacan dos: buscar trabajo y adquirir nuevas tierras, esto es particu-
larmente cierto en el caso del VRAEM.
En la actualidad, el VRAEM está en el ojo público a pesar de una mayor presencia del Estado y de
fuerzas del orden. Obviamente esto podría determinar en el mediano plazo otro fenómeno mi-
gratorio; especialmente si la presunción de riesgo se reduce, la disponibilidad de recursos fruto
del canon gasífero continua y la movilidad comercial y la producción agrícola lícita se sostiene.
El reto para el Estado está así planteado; la posibilidad de un desarrollo armonioso está limitada
por el déficit de infraestructura vial y de telecomunicaciones y la bonanza económica sólo puede
sostenerse por un tiempo antes de ceder a la tentación de la economía ilícita, situación que la
desesperación y la pobreza usualmente promueven.
En 1993, San Martín era el quinto departamento del país con mayor volumen de inmigrantes
(175,318 personas). Entre 1981 y 1993 éstos se incrementaron rápidamente en 100,000 per-
sonas, el más numeroso después de Lima – Callao. Sólo entre 1988 y 1993 llegaron 70,000 mi-
grantes. Ucayali es otro departamento cuya población inmigrante aumenta significativamente
(55,000 personas) entre 1981 y 1993. A pesar de este crecimiento rápido y explosivo, curiosa-
mente no hubo una reducción igualmente significativa en el costo de la mano de obra para el
cultivo de hoja de coca.
Revilla (1993) plantea una explicación a este hecho, en función a una especie de conflicto atrac-
ción – evitación provocado por la interacción entre lo llamativo del ingreso esperado frente al
riesgo de la ilegalidad del cultivo y la violencia asociada al narcotráfico, lo que ha provocado que
la migración no sea masiva y que no haya generado nunca una oferta ilimitada de mano de obra
que la abarate masivamente; observándose más bien el fenómeno de asalariados ‘golondrinos’
que migran por temporadas.
Esta situación ha variado por diversos motivos: la culminación de vías de penetración desde
la costa a la selva (Moyobamba – Chiclayo, Ayacucho - Pisco) y de vías de conexión dentro de
la selva (Carretera Fernando Belaunde en San Martín, Carretera Quinua – San Francisco en el
VRAEM, etc.), la colonización intensiva de los ricos valles selváticos, el incremento del comercio,
la finalización del conflicto y la violencia y la paulatina asimilación de los agricultores temporales
a la cultura local (evidente en el caso de los asentamientos selváticos de mayor antigüedad).
En este marco, la diversificación del narcotráfico, que pasó de promover el cultivo de hoja de
coca a impulsar la elaboración de cocaína con sus correlatos de renovada violencia y daño ecoló-
gico, renueva la presión por mano de obra dispuesta a insertarse en la cadena productiva ilícita;
esta vez incluso con estudios superiores.
72
Otro factor de movilidad poblacional es la acción de los programas de apoyo al desarrollo al-
ternativo que han determinado, por ejemplo, que en la actualidad haya un interés creciente
por mano de obra especializada para el cultivo de cacao y café en el Alto Huallaga. Interesante
también es el caso de la movilidad poblacional que se produjo en Neshuya a raíz de la imple-
mentación de la planta de procesamiento de aceite de palma promovido por Naciones Unidas.
Las acciones de grupos terroristas ligados al narcotráfico han variado hacia un perfil que algunos
analistas advierten muy similar al de las FARC colombianas, cobrando especial relevancia desde
el inicio del nuevo gobierno por incluir ataques a empresas privadas operando en la zona de La
Convención. Esta situación ha determinado que desde el 2010 hasta la fecha se incremente tan-
to la presencia como las operaciones militares y policiales en la zona del VRAEM.
El impacto sobre el movimiento poblacional es lógico y previsible, Consultada una mujer líder
de la zona de Pichari revela que desde los campos de cultivo están regresando los campesinos
a las ciudades buscando alguna actividad económica alternativa porque la cosecha no es ya tan
rentable. Para empeorar esta situación, el precio del cacao, está bajando por lo que las alterna-
tivas lícitas tampoco ofrecen una salida. Es claro que la situación de la hoja de coca es pasajera,
lo previsible es que si finaliza o se reduce la presencia de las autoridades tutelares en la zona los
precios escalen nuevamente.
El VRAEM está, pues en el ojo público y atraviesa una situación que bien aprovechada podría
significar un cambio significativo. La reducción de las ganancias fruto del cultivo ilegal; el incre-
mento de la inversión pública siempre y cuando sea hecho de manera responsable y sostenible;
la reconstrucción y mejoramiento de las vías de acceso sobre todo la carretera Quinua – San
Francisco con la posibilidad concurrente de mejorar y facilitar el movimiento de productos desde
la Selva al mercado de Ayacucho y también hacia la costa, configura un escenario que podría ser
muy similar al de la selva de San Martín.
Tal vez el elemento pendiente en esta ecuación sea el capital humano, los liderazgos requeridos
no estarán presentes sin la correspondiente inversión en educación, sobre todo para los más
jóvenes. El análisis de planes estratégicos de gobiernos locales de la zona muestran una fuerte
inversión en infraestructura pero poca o ninguna en capacitación, formación en valores ciudada-
nos, liderazgo institucional o de promoción de la participación ciudadana.
El canon del gas de Camisea ofrece recursos y medios, mientras que existe una conciencia cada
vez más clara de lo que es pertinente y necesario hacer en la zona, la pregunta final es si las
autoridades y líderes actuales darán o no la talla para aprovechar esta oportunidad de oro para
el Valle.
73
4.3 Aspectos económicos
Analizar y comprender la dinámica económica en relación a las actividades de la cadena de las
drogas es complejo, pues existe poca información disponible al tratarse de una actividad total-
mente ilegal. Sin embargo, es posible acercarse hacia algunos aspectos de la actividad cocalera
y del narcotráfico a partir de información de campo, que ayuda a comprender la dinámica de los
circuitos de la droga desde su elaboración hasta su consumo.
Buscando obtener mejores ingresos, hace ya varios años un grupo importante de campesinos
cocaleros se han convertido en productores de pasta bruta y clorhidrato de cocaína en sus pro-
pias chacras, vendiendo droga transformada con mayor valor de mercado, asumiendo los riesgos
inherentes a involucrarse en una actividad ilícita y con escasas posibilidades de lograr mejoras
permanentes.
Hay que considerar que el dinero que ingresa a un país mediante el accionar del narcotráfico
o de cualquier otra actividad ilegal desestabiliza el desarrollo económico natural, propiciando
economías ficticias o crecimientos sin desarrollo. En el caso peruano el impacto del narcotráfico
es difícil de estimar pues no se han llegado a saber los verdaderos usos que tienen los ‘narcodó-
lares’ en la economía y cómo contribuyen a la conformación de bienes y servicios.
El punto de partida son los cultivos de coca en el Perú. Las razones para su existencia son mu-
chas, incluyendo aspectos de carácter estructural tales como los elevados niveles de pobreza,
falta de oportunidades, escasa infraestructura social y productiva y la reducida o nula articula-
ción entre el campo y las ciudades; a lo que se suma la limitada presencia del Estado.
En muchas zonas del territorio peruano esta situación se ha vuelto incontrolable, llevando a
que muchos agricultores y sus familias se hayan vuelto completamente dependientes de esta
actividad. De acuerdo a Álvarez (1992) y Cotler (1996) la crisis de la deuda externa de los años
ochenta y el mal manejo macroeconómico del gobierno de turno estuvo asociada a la expansión
de la coca en el Alto Huallaga y, en general, en la selva peruana.
Han pasado muchos años desde que se inició el ‘boom’ del cultivo de coca en el Perú y son mu-
chas las acciones implementadas para revertir esta situación, casi siempre con resultados poco
alentadores. Sin embargo aún existe el compromiso del Estado, la cooperación internacional y la
sociedad civil para sumar esfuerzos y desterrar el problema de la coca y el narcotráfico mediante
la promoción de alternativas de desarrollo sostenible en el marco de una cultura de legalidad.
A diferencia de lo que ocurría unas décadas atrás, hoy el narcotráfico ha reducido su influencia
como fuente de distorsión económica. Algunas estimaciones señalan la significativa contribución
de este ilegal negocio en la conformación del Producto Bruto Interno (PBI). De acuerdo a Macro-
consult (2004), en 1989 el valor bruto de la producción de PBC representó el 11% del valor del
PBI y en 1992 Cuanto estimó que el valor agregado de la coca fue el 3,3% del PBI nacional. En el
2008 la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP
(SBS) calculó que en el Perú se lavan unos dos mil millones de dólares anualmente, o sea 1,69%
del PBI.
Macroconsult (2004) señala que para el 2003 las firmas del narcotráfico internacional comercia-
lizaron 260 TM de clorhidrato de cocaína en punto de destino, obteniendo unos 18,200 millones
de dólares, de los cuales 1,053 millones fueron destinados a las firmas nacionales de narcotra-
ficantes por la venta a precio local (US$ 4,050 por kilo). Sabiendo que los comerciantes nacio-
nales compran la droga a una cuarta parte de ese precio, se entiende el enorme beneficio que
obtienen, al que se suma los casi 87 millones de dólares adicionales que reciben por la cocaína
consumida en el Perú.
74
En resumen los narcotraficantes locales obtuvieron en bruto 1,140 millones de dólares, dedu-
ciendo el pago a los productores en zonas cocaleras; el saldo fue de 762 millones de dólares,
de los cuales podrían emplear hasta un 20% para mantener su red de protección mediante la
corrupción a autoridades, políticos, policías, jueces y otros. Las firmas internacionales luego de
pagar a las firmas locales tendrían un saldo de 17,147 millones de dólares por exportar la droga
producida en el Perú.
En los valles donde pagan montos mayores (incluso el doble que en otras zonas), los grupos del
narcotráfico trabajan con los cocaleros para mantener una oferta cautiva, tratando de contra-
rrestar el impacto de las acciones de promoción de otros cultivos y enfrentándose a las acciones
de interdicción y control de precursores químicos. De esta manera se mantiene el interés de los
campesinos por el cultivo de coca destinado a la producción de drogas cocaínicas, que resulta
siendo más rentable que otros productos. Además de tener en cuenta los bajos precios que paga
ENACO por la hoja de coca (S/.5.0 en promedio por kilo).
En contraste, en los valles donde paga menos, el narcotráfico mantiene el interés de los agri-
cultores a través de medidas para regular el precio a su favor mediante la sobreoferta de hoja
de coca y la reducción de las amenazas para el libre cultivo. De esta manera, a mayor oferta del
producto, menores precios de producto y más beneficios para el narcotráfico.
Gráfico 12
Precios de hoja de coca según cuencas cocaleras, 2011
(Soles por kilo)
Para el 2011, en Tambopata-Inambari el kilo de hoja de coca registró un precio promedio de 16.1
soles por kilo, mayor al de todas las zonas productoras, como es el caso de los 13.2 soles pagado
en el Huallaga Central-Bajo Huallaga-Alto y Bajo Mayo; 11.8 soles pagado en Aguaytía; 11.0 soles
pagado en el Alto Huallaga; 7.5 soles pagado en el VRAE; y 6.3 soles pagado en Pichis–Palcazu–
Pachitea-Satipo.
Cabe señalar que en Tambopata-Inambari, Alto Huallaga y Aguaytía, el narcotráfico está pro-
moviendo la continuidad del cultivo de coca ante la amenaza que representan las labores de
erradicación e interdicción, lo que influye directamente en un mayor precio para motivar a los
cocaleros y asegurar el abastecimiento de hoja de coca para la elaboración de drogas. Esto expli-
ca las resiembras y los cultivos nuevos de coca detectados en dichas cuencas.
75
Como se puede observar en la tabla 29, durante el año 2011 los precios de los derivados de
la coca se han mantenido prácticamente estables en comparación con el año 2010. Solo se ha
observado pequeñas variaciones que pueden atribuirse a la propia dinámica de la producción
de coca, con diferencias posiblemente relacionadas con la logística necesaria para proveer los
insumos químicos empleados en la elaboración de drogas en las zonas de producción.
Tabla 29
Precios de hoja de coca y drogas cocaínicas en zonas de producción, 1999–2011
(Soles por kilo)
Años Hoja de Pasta básica Pasta básica Clorhidrato de
coca de cocaína lavada cocaína
1999 5.9 716.0 1687.7 3219.6
2000 7.2 1059.6 1798.6 3452.3
2001 8.3 1061.4 2079.3 3750.8
2002 8.8 854.7 2142.7 3380.7
2003 8.9 743.3 1815.6 3077.1
2004 9.1 1243.6 2434.6 3677.1
2005 8.8 1050.2 2078.9 3341.3
2006 7.3 805.8 1956.8 3059.6
2007 7.3 1080.2 1893.6 3094.9
2008 9.8 1011.2 2151.4 3318.0
2009 9.8 1180.6 2253.0 3447.6
2010 9.4 1088.6 2043.0 3193.1
2011 11.0 1194.4 2108.9 3446.0
Fuente: Gerencia de Desarrollo Alternativo Devida.
Sistema de Información y Monitoreo del Programa de Desarrollo Alternativo.
Para los agricultores cocaleros es más sencillo y rentable procesar drogas y venderlas al narco-
tráfico que movilizar grandes cantidades de hoja de coca, PBC o PBL. El narcotráfico no quiere
perder este beneficio y está dispuesto a invertir lo necesario para mantener estable el flujo de
producción de clorhidrato de cocaína para cubrir la demanda mundial y sostener sus ganancias.
A diferencia de los años 90, donde prevalecía el dólar; en la actualidad el negocio de las drogas
en los valles cocaleros peruanos se cotiza principalmente en soles. Sin embargo, cuando la droga
procesada sale de las cuencas cocaleras el precio es distinto, pudiendo incluso cuadruplicar su
valor antes de ser movilizada a los mercados internacionales (Tabla 30).
76
Tabla 30
Precios de hoja de coca y drogas cocaínicas, 1999–2011
(US$ por kilo)
Años Hoja de Pasta básica de Pasta básica Clorhidrato de
coca cocaína (PBC) lavada (PBL) cocaína
1999 1.7 211.8 499.3 952.9
2000 2.1 303.6 515.4 989.2
2001 2.4 302.4 592.4 1068.6
2002 2.5 242.8 608.7 960.4
2003 2.5 213.6 521.7 884.2
2004 2.7 364.7 713.9 1078.3
2005 2.7 318.2 630.0 1012.5
2006 2.2 247.2 600.2 938.5
2007 2.3 243.2 575.2 939.3
2008 3.3 344.0 731.8 1128.6
2009 3.4 414.3 790.5 1209.7
2010 3.3 382.0 716.8 1120.4
2011 3.9 419.1 740.0 1209.1
Como se aprecia, los precios que se pagan por la misma droga en los destinos internacionales
son realmente distintos y muy elevados en comparación con los que se paga en las zonas de pro-
ducción. Por ejemplo, en Estados Unidos el kilo de clorhidrato de cocaína puede llegar a costar
US$ 25,000, en España US$ 40,000 y en Japón US$ 90,000.
En base a estas estimaciones puede establecerse que el año 2011 un campesino cocalero po-
seedor de un promedio 1,5 hectáreas con cultivos de coca habría obtenido unos 34,650 nuevos
soles, es decir, un ingreso mensual de 2,888 nuevos soles, que difícilmente obtendría con otros
cultivos alternativos, cuya ventaja principal actualmente es su carácter legal más que su renta-
bilidad.
77
En general los campesinos cocaleros encuentran una gran ventaja comparativa al cultivar coca y
no otros productos; la coca les ofrece un mercado seguro y liquidez económica a intervalos más
breves. De esta manera se comprende que grandes grupos de campesinos se hayan involucrado
en esta actividad a pesar de conocer su carácter ilegal.
Probablemente uno de los efectos más dramáticos del narcotráfico es su capacidad de gene-
rar un despliegue comercial importante en la economía de las localidades y regiones donde se
instala. En los años 80, en las comunidades donde llegaban las firmas del narcotráfico también
aparecían tiendas de electrodomésticos, motocicletas, ropa, cantinas y burdeles; generando una
dinámica económica con fuerte presencia de foráneos. Las economías de pequeñas localidades
se dolarizaban y en algún momento era imposible que alguien no inserto en la actividad cocalera
se mantuviese con las reducidas ganancias que obtenía mediante actividades lícitas.
En estas localidades se ubicaban zonas de carga de droga (generalmente cerca al río) y un área de
comercio y servicios (calle central o la carretera de acceso que en muchos casos servía de pista
de aterrizaje para las avionetas). Rápidamente se desarrollaba todo un movimiento económico
al que no interesaba que la población no contase con servicios mínimos. Los poblados cobraban
forma, la forma efímera de un lugar sin raíces y sin proyecciones de desarrollo social, cultural o
económico que fuera distinto al narcotráfico.
El narcotráfico distorsionó la economía local pero además tuvo un gran impacto en la mentalidad
y cultura de los pobladores y sus dinámicas sociales. Produjo una secuela de consumo en las
zonas cercanas a las áreas de producción, que hoy es difícil de enfrentar por la falta de recursos
y la ausencia de alternativas para el tratamiento y rehabilitación de los usuarios de drogas. Hoy
en día, los establecimientos de salud pública de estas zonas, no cuentan con programas para
brindar atención y tratamiento adecuados a quienes puedan requerirlo.
Sin embargo, los enormes recursos económicos no llevaron desarrollo a las localidades: no hubo
inversiones de ningún tipo, de tal manera que cuando el narcotráfico las abandonó, quedaron
sumidas en la mayor pobreza. En realidad los perjuicios generalizados superaron los beneficios
individuales de quienes estuvieron vinculados a esta actividad.
Hoy en día el narcotráfico ha evolucionado al igual que cualquier empresa rentable con grandes
capitales: continúa operando en las cuencas cocaleras y continúa distorsionando las economías
locales, influyendo en la composición de los precios de los productos de consumo masivo, así
como de los servicios, lo que ha originado que las poblaciones se vean afectadas económica-
mente al requerir mayores presupuestos para satisfacer sus necesidades.
Otro aspecto importante para dimensionar el peso del narcotráfico en las economías locales,
es el valor que tiene la hoja de coca en comparación con el PBI total y agrícola, tal y como se
observa en la tabla 31.
Tabla 31
Valor de la hoja de coca en zonas de producción respecto al PBI Total y PBI Agrícola (2000-2009)
Años 2000 2006 2007 2008 2009
Valor de la hoja de coca/PBI Total (%) 0.2 0.3 0.3 0.3 0.3
Valor de la hoja de coca/PBI Agrícola (%) 2.4 4.9 4.4 5.3 5.2
Fuente:Cuánto - Perú en números, 2010
Sistema de Información y Monitoreo del Programa de Desarrollo Alternativo - Devida
78
De acuerdo a estimaciones realizadas por CEDRO el valor de la hoja de coca en relación del valor
del PBI se incrementó de 0,2% en el 2000 a 0,3% en 2009. De igual manera, el valor de la hoja
de coca fue 2,4% del valor del PBI agrícola del año 2000, pasando a ser el 5,2% para el 2009,
evidenciando que la actividad cocalera se ha incrementado significativamente en una década.
Según Macroconsult (2008) para el año 2004 en el Perú el narcotráfico representaba el 1,6%
del PBI nacional, considerando solamente el costo de producción de la cocaína y la utilidad de
las firmas locales. Al analizar el impacto del narcotráfico a nivel de las principales regiones con
influencia cocalera (Huánuco, Cusco Ayacucho y Junín) se apreciaba diferencias relacionadas con
la magnitud de la actividad cocalera y el narcotráfico (Tabla 32).
Tabla 32
Incidencia Económica Primaria del Narcotráfico según regiones (2004)
Región Ingresos generados por la PBI regional (US$) % del PBI regional
producción de drogas
Huánuco 114 millones 627 millones 18.2%
Cusco 82 millones 1951 millones 4.2%
Ayacucho 104 millones 557 millones 18.7%
Junín 18 millones 2160 millones 0.8%
a) En el caso de Huánuco, su contribución al PBI nacional fue del 0,9%, es decir de los 69,662
millones de dólares del PBI peruano, Huánuco generó 627 millones de dólares, siendo la agri-
cultura, caza y selvicultura la de mayor contribución al PBI de la región (19%). La producción
de 92 TM de cocaína tuvo un costo de 114 millones de dólares, incluyendo el costo de la hoja
de coca e insumos químicos, dicho monto representó el 18,2% del PBI de la región.
b) En el Cusco, su PBI regional representó el 2,8% del PBI nacional, siendo el turismo el de
mayor contribución a su PBI (16%) seguido por la minería (15%). El 2004 la producción de
clorhidrato de cocaína alcanzó las 66 TM, lo que significó un desembolso de 82 millones de
dólares realizado por el narcotráfico a los diversos agentes involucrados en su producción,
representando el 4,2% del PBI de esa región.
c) En Ayacucho, su PBI representó el 0,8% del PBI nacional, similar a Huánuco, siendo los ser-
vicios gubernamentales el de mayor contribución al PBI regional (21%). La producción de
cocaína alcanzo las 84 TM, lo que equivalió al pago de 104 millones de dólares como costo
de producción, representando el 18,7% del PBI en Ayacucho.
d) Por último, Junín representó el 3,1% del PBI nacional, la mayor participación en su PBI es la
de otros servicios (19%), seguido por manufactura (14%) y comercio (12%). Se produjo 14
TM de clorhidrato de cocaína, lo que equivalió una inversión del narcotráfico de 18 millones
de dólares, la que ingresó a la economía local, representando el 0,8% del PBI regional.
79
Lavado de dinero
La Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) define al lavado de activos como el conjunto
de operaciones realizadas por una o más personas naturales o jurídicas; tendientes a ocultar o
disfrazar el origen ilícito de bienes o recursos que provienen de actividades delictivas. El delito
de lavado de activos se desarrolla usualmente mediante la realización de varias operaciones,
encaminadas a encubrir cualquier rastro del origen ilícito de los recursos.
Uno de los problemas que generan las actividades ilegales a gran escala como el narcotráfico,
está referido al lavado o blanqueo de dinero para legitimar sus ganancias introduciéndolos al
circuito económico a través de diversos agentes, formas y mecanismos. Esto generalmente se lo-
gra valiéndose del sistema financiero peruano y aprovechando las ventajas que ofrecen algunos
países con leyes permisivas, llamados ‘paraísos fiscales’. Otra costumbre común es el empleo de
testaferros para el cuidado de los bienes e inversiones con dinero mal habido.
La magnitud mundial de las redes de lavado de dinero ha llevado a que muchos países se hayan
involucrado en acciones masivas para detectar e incautar los bienes provenientes del narcotráfi-
co: inmuebles, dinero en efectivo, acciones, vehículos y cualquier otro activo. Algunas legislacio-
nes consideran que la persecución a las acciones de lavado de dinero es una buena manera de
neutralizar la continuidad de la cadena de venta de drogas.
Es importante señalar que la forma inmediata de lavar dinero ilegal proveniente del narcotráfico
es introduciéndolo al menudeo en la economía local y nacional a través de los agricultores coca-
leros que reciben un pago por su cosecha de coca, así como por las personas que procesan dro-
gas en las zonas cocaleras. También se inyecta dinero ilegal a través de bancos, casas de cambio,
sobornos a autoridades políticas, policiales y militares, así como mediante el funcionamiento de
empresas de fachada, entre otras modalidades.
80
4.4 Aspectos sociales
Comenzando en los años 70 del siglo pasado, la creciente demanda internacional por la pro-
ducción de coca y derivados cocaínicos ha llevado al país a una situación fluctuante entre la
reducción de hectáreas de cultivo en algunos períodos y su alza en otros. Es de lamentar que la
tendencia de la última década responda al incremento moderado.
Drogas y subversión
En las elecciones generales de 1980 se hizo pública en la región Ayacucho (departamento enton-
ces) la presencia del movimiento terrorista “Sendero Luminoso”. El accionar subversivo y su con-
siguiente represión por las fuerzas del orden, generaron un gran desplazamiento de pobladores
de diversas comunidades campesinas, especialmente altoandinas, donde la gente se encontraba
a merced del abuso y el terror. Entre las zonas receptoras de esta población desplazada, que huía
de la violencia, se encuentran los valles cocaleros, donde desde años atrás se venía consolidando
una economía basada en la producción de pasta base de cocaína que era trasladada clandestina-
mente a Colombia para ser refinada y exportada como clorhidrato de cocaína.
Este lucrativo negocio ilegal atrajo también la presencia de columnas terroristas, las cuales se
instalaron en los valles cocaleros con la finalidad de levantar fondos para su causa, producién-
dose así una convivencia basada en la no agresión, ofreciendo el narcotráfico dinero y armas, a
cambio de que los dejen operar libremente. Si bien hubo algunos conflictos entre traficantes y
terroristas, éste fue el patrón que imperó.
Cuando en los años 90, bajo el régimen de Alberto Fujimori, es derrotado Sendero Luminoso,
algunas de sus huestes se refugian precisamente en los valles cocaleros, donde logran subsistir
gracias a su nefasta alianza con el narcotráfico. Al agudizarse la interdicción y ser capturados mu-
chos cabecillas de uno y otro bando, cada quien intentó subsistir a su manera, pero sin perder su
posicionamiento en ciertas zonas.
Aunque hubo años de aparente inactividad terrorista, estos grupos se fueron reorganizando y,
como resultado de ciertos cambios jurídicos en el gobierno de transición del presidente Pania-
gua y la paulatina liberación de mandos medios que habían sido inicialmente condenados a
cadena perpetua; tales grupos volvieron a tener una presencia amenazante desde los valles co-
caleros, especialmente en las regiones de Huánuco, San Martín y Ucayali y en el valle de los ríos
Apurímac-Ene y Mantaro (VRAEM), caracterizados por una escasa presencia del Estado. Sumado
a ello, en muchos casos, las fuerzas del orden asignadas a estos lugares optaron por evitar los
enfrentamientos directos, por otra parte, la interdicción y el control de insumos químicos ha sido
deficitario.
81
Estos grupos armados se insertan en las zonas más alejadas, en las de más difícil acceso, desde
donde ejercen un dominio sobre ciertos sectores de los valles cocaleros, secuestrando jóvenes y
niños para adiestrarlos y sumar fuerzas, extorsionando a la población, la cual vive en una ame-
naza permanente y, muchas veces, se ve involucrada, no por voluntad propia, sino por temor.
En esta misma región debe resaltarse las implicancias del desplazamiento de grupos armados
en el corredor Kimbiri - Quillabamba (Cusco); que están involucrados en sonados casos de ame-
nazas, extorsiones y secuestros ocurridos a lo largo del 2012, afectando a trabajadores y perso-
nal directivo de las empresas de extracción de gas. Esta situación ha puesto en grave riesgo el
desarrollo de localidades que se perfilaban como importantes centros productivos y mantiene
atemorizadas a sus poblaciones.
A esto se suma el fenómeno de la pobreza. Los distritos que conforman en VRAEM, presentan
indicadores sociodemográficos alarmantes. Por ejemplo, se observa alrededor de 40% de des-
nutrición infantil, 28% de embarazo adolescente y otros problemas que son factores de riesgo
importantes para el involucramiento poblacional en actividades ilícitas.
Al respecto, es necesario que el Estado tenga una mayor presencia en estos valles, que se invierta
lo necesario para favorecer el desarrollo local y que se reorganicen los Comités de Autodefensa
y a la propia población, para que el terrorismo y el narcotráfico sean rechazados desde adentro.
No se puede negar el aumento de estos grupos armados en los últimos años en el VRAEM y la
incapacidad de las estrategias implementadas para contenerlos; sin embargo, existen experien-
cias exitosas, incluso aplicadas en los mismos valles cocaleros, que pueden marcar el derrotero
de una lucha eficiente. Esto contribuiría al trabajo que las fuerzas del orden vienen realizando y,
principalmente, a unificar esfuerzos bajo una estrategia integral, donde se responda a objetivos
comunes.
Drogas y corrupción
El narcotráfico, como actividad ilegal altamente lucrativa, ha logrado permear gravemente insti-
tuciones clave del estado que deberían estar a cargo de su control y desarticulación. Ello permite
por ejemplo que la cantidad de derivados cocaínicos que se incauta en el Perú sea aún reducida
(cerca del 10% de la producción nacional) y facilita el enorme tráfico de insumos químicos, pese
a existir lineamientos para su control.
82
Otras muestras de ello son la falta de operatividad para colocar garitas móviles en lugares es-
tratégicos, claramente identificados; la inexistencia de capturas de los verdaderos jefes de las
organizaciones peruanas o internacionales del narcotráfico, o su pronta liberación en casos de
ser detenidos, incluso tratándose de sus mandos medios; así como la ausencia de una estrategia
moderna y efectiva, con el uso de alta tecnología para enfrentar las actividades relacionadas con
la cadena de las drogas.
Esto se vincula directamente con el “lavado de activos” que recicla grandes cantidades de dinero
provenientes de transacciones ilícitas, para insertarlas en la economía legal, transformando así
las ganancias criminales en dignos ahorros o respetables fortunas. Debido al enorme volumen
de este delito, se genera en los bancos un exceso de liquidez, distorsionando la toma de deci-
siones económicas por parte de las autoridades gubernamentales, al reducirse el control de los
mercados monetarios. Se constituye una inmensa “caja” al servicio de la corrupción que vulnera
los sistemas jurídicos y políticos.
Respecto a este delito, en el Perú se promulgó el año 2002 la Ley 27765, que pena los ingresos
o bienes obtenidos en forma ilícita; sin embargo, hasta la actualidad, el Poder Judicial no ha
dictado ninguna sentencia. Por otro lado, es débil la conciencia moral de muchos, quienes justa-
mente son los encargados de detectar, arrestar, juzgar y sancionar uno de los delitos más graves
y destructivos de la nación.
Frente a ello, se pueden contar algunos esfuerzos como la creación de la Oficina de Control de
la Magistratura (OCMA), cuya función es disuadir a las autoridades judiciales de involucrarse en
casos de corrupción y de hacer caer todo el peso de la ley a quienes la infringen. También se
rescatan operativos y purgas a nivel de las fuerzas armadas y policiales; aunque en reiteradas
ocasiones, muchos de sus miembros se ven implicados en este delito, asociando el problema,
por lo general, a sus bajos sueldos y a los altos riesgos de su trabajo.
Lo que es evidente es que estos esfuerzos no han sido suficientes para frenar el avance del nar-
cotráfico en las diferentes etapas de su cadena delictiva. En cualquier caso, es necesario hacer
una reforma a nivel del Código Penal y establecer sanciones verdaderamente ejemplares para
aquellos funcionarios públicos responsables del orden y el respeto a la Constitución, que se co-
luden con el narcotráfico, y no sólo defenestrarlos del cargo o darles penas leves, como ocurre
actualmente.
Por otro lado, el narcotráfico, en ciertas zonas de influencia, ha ido generando una corriente de
opinión que lo justifica y lo avala, como medio de hacer frente a la pobreza. Esta “narcocultura”
que tiene sus códigos y que utiliza elementos del acerbo popular, tiene que ser enfrentada de
manera directa, a través de una política educativa que contribuya a construir una sociedad basa-
da en valores y en un trabajo digno y sostenible por parte de sus ciudadanos.
83
Drogas y violencia
La criminalidad y la violencia están estrechamente ligadas, por tanto, la cadena del narcotráfico,
que en el caso peruano cierra el círculo de la producción, comercialización y consumo, genera y
arrastra situaciones permanentes de conflicto, delincuencia y agresión. Las expresiones de vio-
lencia tienen múltiples manifestaciones. Entre ellas se puede identificar:
• Aquella que se ejerce sobre los campesinos cocaleros, en los cuales la cultura narco pre-
tende insertar la idea que la única forma de enfrentar la pobreza, es dedicándose al cul-
tivo de coca, para el cual ofrecen precios tentadores. Sin embargo, así como en la colonia
la coca era una forma de pago por el trabajo y así instrumento de explotación y deterioro
de los indígenas peruanos; actualmente, su cultivo es instrumento de explotación del
narcotráfico, como lo demuestran los indicadores de pobreza extrema, especialmente en
los valles cocaleros.
• Aquella que se deriva de las formas de producción de drogas cocaínicas, donde se contra-
ta a voluntad o incluso se secuestra a mujeres y a menores de edad, para la cosecha y el
trabajo en las pozas de maceración, con alta exposición a sustancias tóxicas dañinas para
la salud y con la amenaza constante de estar insertos en un mundo delictivo.
• Aquella que se asocia a las mafias y a los medios de distribución de drogas, en los cuales
cientos de jóvenes son utilizados para transportar sustancias de un lugar a otro, con la
finalidad de facilitar su venta en los centros urbanos o en el exterior del país. Una moda-
lidad frecuente es el empleo de “mochileros”, que en grupos aproximados de 10 a 15, y
custodiados por agentes armados, llevan su nociva carga desde los valles cocaleros hacia
determinados puntos de comercialización, caminando por zonas de herradura, por espa-
cio de tres o cuatro días, con los altos riesgos para la vida y la salud. La otra modalidad
frecuente es la de los “burriers”, que llevan droga consigo o dentro de sí, desde el Perú
hacia el exterior. Las cárceles en Lima están atestadas por jóvenes que han cometido este
delito.
• Aquella que se asocia con la microcomercialización de drogas y compromete a cientos de
jóvenes y mujeres, la mayoría madres de familia, que se ven presionadas por sus parejas,
consumidores o traficantes, para ejercer la venta callejera de drogas y que, al ser deteni-
das, dejan a sus hijos en la orfandad. En muchos casos, tienen que afrontar largas conde-
nas porque sus delitos presentan agravantes, tales como la venta en penales, alrededor
de centros educativos, entre otros; situaciones ignoradas por ellas. Por otra parte, está la
amenaza de las pandillas, cuya violencia se agrava por el consumo o la comercialización
de drogas.
• Aquella que se vincula con la presencia de sicarios internacionales en las grandes ciuda-
des y en las zonas cocaleras que, en su delictivo accionar y en sus “ajustes de cuentas”,
ponen en riesgo a la población y siembran un clima de terror y desconfianza.
• Aquella que es producto del abuso de las sustancias y de la apetencia compulsiva dado
que las drogas producen estados alterados de la conciencia que, en casos de adicción,
pueden llevar a situaciones con gran carga agresiva. En el Perú se observa esto, espe-
cialmente con el abuso de alcohol y de PBC, bajo los cuales son muy frecuentes los acci-
dentes de tránsito y la violencia familiar y social, generados por estados de ebriedad; así
como la exacerbada violencia con fines delictivos, como asaltos, robos, secuestros, por
parte de los delincuentes, bajo el efecto de la PBC; las páginas policiales de los diarios
están plagadas de estas noticias. De acuerdo a un estudio realizado por el Congreso de la
República, cerca de un tercio de la población adulta encuestada en Lima Metropolitana,
84
había sido víctima de algún acto violento el último año; alrededor del 20% de víctimas de
robo en sus viviendas, reconoció que los ladrones estaban drogados.
• Aquella que proviene del lavado de activos y que constituye una amenaza económica
para propietarios de negocios que no pueden hacer frente a la competencia de ciertos
establecimientos que se financian de manera ilícita.
• Aquella que se expresa en la corrupción, socavando la vena moral de una nación y blo-
queando sus posibilidades de un desarrollo lícito sostenible.
El Gobierno Peruano busca enfrentar esta grave problemática, siendo notable la decisión de
incrementar la erradicación de cultivos ilícitos de coca de 10,000 hectáreas por año a 14,000
hectáreas para el 2012, meta que se cumplió satisfactoriamente; y a 18,000 hectáreas en el año
2013. Asimismo, se está buscando medidas para controlar el tráfico de precursores químicos con
intervención de la SUNAT y adicionalmente se mantienen los controles en el sistema financiero
para tratar de controlar el “blanqueo” de activos.
Frente a estos problemas, el estudio de opinión sobre drogas, realizado por CEDRO el 2010,
muestra que la población peruana reconoce la relación entre la coca y el narcotráfico (93.1%),
con la subversión (84.2&) y con el consumo de drogas (92.6%). Estos datos ponen en evidencia el
reconocimiento, por parte de la población, que el cultivo ilegal de hoja de coca es una amenaza
para el desarrollo del país. En esta misma línea, cerca de la mitad de los peruanos encuestados
(48.3%) considera que el gobierno debería tomar medidas efectivas para combatir o erradicar
su cultivo.
En el Perú, los cultivos de hoja de coca se ubican principalmente entre los 1500 y 3500 metros
sobre el nivel de mar, en ecosistemas tales como bosques montañosos altos, bosques de neblina
y bosques húmedos adyacentes que incluyen cursos de agua torrentosos en las cuencas de los
ríos Huallaga, Marañón, Aguaytía, Pachitea y Apurímac-Ene, entre otras.
Es necesario observar que el cultivo de coca requiere el uso de agroquímicos (pesticidas, her-
bicidas, etc.) y fertilizantes químicos que impactan negativamente en el medio, mientras los
desechos químicos tóxicos resultantes de la elaboración de drogas afectan al terreno y la calidad
del agua y a través de ello a la biodiversidad, los sistemas ecológicos y la salud de las personas.
85
Algunas sustancias químicas que se usan en la producción de drogas son kerosene, acetona, áci-
do sulfúrico, carburos, amoníaco, entre otros. Todas ellas se desechan en grandes cantidades en
los suelos y aguas de las zonas cocaleras y permanecen en el ambiente por muchos años, afec-
tando dramáticamente el delicado equilibrio de los bosques. Incluso más recientemente se ha
informado que la gasolina con plomo está reemplazando al kerosene en la producción de drogas,
contaminado así los cursos de agua.
Existe hoy por tanto una seria amenaza a los ecosistemas naturales, afectando la capacidad de
uso de los recursos naturales, la productividad de la tierra y la salud de las poblaciones humanas
que viven en los valles cocaleros y sus alrededores.
No obstante lo anterior, es claro que los impactos de los procesos de deforestación, contami-
nación y deterioro ambiental asociados a las actividades de la cadena de la coca aún requieren
mayor investigación para alentar un abordaje más sustancial y decidido.
Desde la instalación de nuevos cultivos de coca hasta la producción de la droga lista para el con-
sumo, la cadena de las drogas es altamente destructiva para el ambiente. De acuerdo a Bernex
(2009) y como se presenta en la tabla 33, se puede identificar hasta 5 etapas secuenciales en la
cadena de las drogas en las que hay un impacto negativo sobre el ambiente:
86
Tabla 33
Impactos ambientales del cultivo de coca
Introducción de Dotar de infraestruc- Habilitar zonas de bosque con • Quiebra del ciclo de forma-
sustancias quí- tura para implemen- presencia de corrientes de agua ción del suelo.
micas tar laboratorios y • Contaminación de los cuer-
almacenamiento de pos de agua superficiales y
grandes cantidades subterráneos.
de sustancias quí- • Impactos en la biodiversi-
micas dad.
Procesamiento de Extracción del alcaloi- Las pozas de maceración em- Concentraciones elevadas de
la droga de, reciclaje de sol- plean millones de litros de metales tóxicos como plomo,
ventes, lavado de los ácido sulfúrico, óxido de calcio, cadmio y cobre en las aguas de
equipos, disposición permanganato de potasio, ácido los ríos
de los deshechos muriático, amoníaco, acetona
y combustibles que terminan
arrojados en suelos y ríos.
Fuente: adaptado de Bernex, N. (2009)
87
Cabe señalar que las repercusiones del daño ecológico de la cadena de las drogas no se circuns-
criben a áreas o regiones específicas sino que están alcanzando escala mundial aunque tales
impactos son menores en comparación con el daño que ocasionan las actividades extractivas e
industriales legales. Sin embargo, la cadena de las drogas no puede ser regulada o reglamentada
al igual que sus potenciales daños al medio ambiente del país.
Por otro lado, el narcotráfico se introduce en áreas de reserva ecológica que pueden representar
el futuro económico de los países, afectando el ecosistema y la biodiversidad que en realidad son
el elemento más rico de cualquier nación.
El uso intensivo de los terrenos, la tala y quema de bosques, el empleo de pesticidas y herbicidas,
los químicos empleados en la producción de drogas o aún el simple hecho de asentarse en terri-
torios de selva natural, afectan el delicado equilibrio ecológico y el clima de vastas regiones del
planeta, con impactos a nivel de los ecosistemas circundantes, que ven reducido drásticamente
el número de sus especies animales y vegetales disponibles, esperanza de vida y salud.
No se conoce con precisión la totalidad de los efectos ambientales de las actividades vinculadas
a la cadena del narcotráfico; especialmente debido a la inexistencia de datos de mediciones
confiables. Es especialmente importante contar con estudios acerca de los cambios en la flora y
fauna originados por la preparación de nuevas áreas de siembra, el empleo de agroquímicos y la
disposición de los residuos del procesamiento.
Algunas propuestas
Se hace necesario tomar medidas para enfrentar este problema. Particularmente, parece ser
necesario:
a) Recoger información de campo sobre el impacto ecológico y de salud del cultivo de coca y
la producción de drogas.
b) Generar procesos educativos en niños, jóvenes y adultos para generar conciencia sobre
los impactos y motivar a la acción.
c) Continuar las acciones destinadas a reducir los cultivos de coca y la producción de drogas.
d) Alentar un desarrollo alternativo sustentable mediante el uso reducido de pesticidas, in-
dustria ecológicamente responsable, ecoturismo y rehabilitación de las áreas afectadas.
e) Recuperar las zonas degradadas por el cultivo de la coca y la producción de drogas.
Asimismo, sería importante concertar una estrategia nacional de mediano y largo plazo para la
lucha contra las drogas y la reducción y/o eliminación del cultivo de la coca para uso no tradi-
cional, en la cual se incorpore con seriedad y profundidad las acciones que ayuden a reducir los
impactos ambientales que hoy afectan severamente a la amazonia peruana. También es clara la
importancia de fomentar el manejo de los bosques de forma sostenible tanto ambiental, social
como económicamente, sobre la base de la actual legislación forestal y las nuevas estrategias
para la reforestación de las áreas de bosques deforestados.
Los programas de desarrollo alternativo deben enfocar su trabajo en el manejo del sistema pro-
ductivo y no solamente sobre un cultivo específico, pues se espera que la agricultura sustituta
sea sostenible en términos ambientales y marque una diferencia importante respecto al cultivo
de coca. Es en este contexto donde la agricultura ecológica es una excelente alternativa, no solo
88
por su relación amigable con el medio ambiente, sino por la importancia que tiene en los merca-
dos internacionales. Tal es el caso del cultivo del café con manejo agroforestal.
Se debe asegurar mayores niveles de productividad de los cultivos seleccionados y estos deben
estar insertos en programas de cadenas productivas. Los cultivos perennes pueden ser una bue-
na alternativa al cultivo de coca, como el café y el cacao orgánicos que están demostrando su
importancia en todo el mundo.
Se debe eliminar las políticas de subsidio a los plaguicidas, en especial a los que se usa en el
cultivo de coca. La interdicción, es decir, el control de los insumos químicos utilizados en el pro-
cesamiento de la coca debe ser más eficaz para evitar su llegada y empleo en las áreas de cultivo
de coca y elaboración de drogas.
89
90
5
ESTRATEGIAS FRENTE
A LAS DROGAS
92
5.1 Aspectos legales
El Perú cuenta con una copiosa normativa en materia penal con la finalidad de hacer frente al
problema de las drogas legales e ilegales, y en el caso de estas últimas, se aborda aspectos re-
lacionados con la producción, transformación, tráfico y consumo, en especial de las drogas que
son elaboradas a partir de la hoja de coca.
Existe normativa penal para tipificar los delitos relacionados al TID y otros conexos; normativa
procesal para llevar a cabo la investigación juicio y sentencia de las personas procesadas por este
tipo de delitos; y normativa en materia de ejecución penal, relacionada al tratamiento peniten-
ciario de las personas procesadas y condenadas.
Esta materia surge como una regulación de los impuestos atribuidos a los alcoholes y bebidas
alcohólicas fermentadas, prosiguiendo con su regulación en cuanto a su venta y consumo hasta
llegar al establecimiento de sanciones penales producto de las consecuencias originadas por el
consumo excesivo. La tabla 34 detalla las principales normas que se han promulgado sobre la
materia:
93
Tabla 34
Normas Legales relacionadas con las bebidas alcohólicas
Todas estas medidas implementadas a la fecha, tienen por objeto reducir los hechos o situa-
ciones de peligro que se generan por el abuso del consumo de bebidas alcohólicas, en donde
muchas veces arriban a desenlaces fatales para sus víctimas.
En los últimos años en el Perú se han venido estableciendo medidas legales que permiten una
mayor protección frente a la exposición al humo de tabaco, buscando de esta manera reducir la
accesibilidad y asequibilidad del tabaco, especialmente entre los más jóvenes. La tabla 35 detalla
las principales normas que se han dictado en este aspecto:
94
Tabla 35
Normas Legales relacionadas con el tabaco
Todas estas medidas implementadas durante los últimos 5 años, responden al compromiso que
el Perú ha asumido al suscribir y ratificar el Convenio Marco para el Control del Tabaco, al igual
que más de 170 países en el mundo entero.
El Tráfico Ilícito de Drogas (TID), representa en la actualidad, la mayor amenaza para la estabili-
dad política, económica y social del país. Frente a esta grave amenaza, el gobierno del Perú ha
venido promulgando e implementando un conjunto de normas jurídico penales destinadas a
combatir el problema de la producción, tráfico, consumo y demás delitos que forman parte del
narcotráfico.
Desde la dación del Código Penal de 1991, el Perú inició una nueva etapa en cuanto a normativi-
dad penal dirigida a reprimir el TID, recogiendo los lineamientos establecidos en los instrumen-
tos internacionales que sirven de base para la tipificación, sanción y prevención de los delitos de
narcotráfico y conexos. La tabla 36 presenta un breve recuento de los dispositivos legales más
importantes sobre la materia.
95
Tabla 36
Normas Legales relacionadas con el Tráfico Ilícito de Drogas
96
Norma Descripción Fecha
Facultan a las Fuerzas Armadas para que persigan y detengan a implicados en
Ley N° 26247 el delito de tráfico ilícito de drogas donde no existan dependencias de la Policía 25/11/1993
Nacional
Adiciona el artículo 298° del Código Penal, referido al porte de "pequeñas canti-
Ley N° 26320 02/06/1994
dades" de droga
Incorporan en el Código Penal artículo referido a la penalización de la comercia-
Ley N° 26332 24/06/1994
lización y cultivo de plantaciones de adormidera
D.S. N° 82-94-
Aprueban el Plan Nacional de Prevención y Control de Drogas 03/10/1994
PCM
Crea la Comisión de Lucha contra el Consumo de Drogas (Contradrogas) como
ente rector encargado de diseñar, dirigir e implementar el Plan Nacional contra
D. Leg. Nº 824 24/04/1996
las Drogas en el Perú. Asimismo, señala los procedimientos de agente encubier-
to y remesa controlada.
Sustituye el vocablo narcotráfico por la frase Tráfico Ilícito de Drogas en leyes y
Ley N° 26600 09/05/1996
decretos legislativos
Ley N° 26619 Modifica el artículo 297° del Código Penal 30/05/1996
Aprueban la Ley del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orgánica de
Ley N° 26702 la Superintendencia de Banca y Seguros. Regulando en los artículos 378° y 379°, 09/12/1996
las obligaciones y responsabilidades de las empresas del sector financiero
D.S. N° 013-97-
Reglamento de la Comisión de Lucha contra el Consumo de Drogas 03/04/1997
PCM
D.S. N° Inclusión de insumos químicos en la lista de químicos susceptibles de ser usados
23/04/1997
007-97-ITINCI para elaborar drogas.
Establecen normas referidas al control y fiscalización de insumos químicos que
D.S. N°
pueden ser desviados para la elaboración de pasta básica de cocaína, pasta 21/12/1998
021-98-ITINCI
lavada y clorhidrato de cocaína
Modifica el artículo 22° del Código Penal, sobre reducción prudencial de la
Ley N° 27024 25/12/1998
pena, salvo en los casos en que el agente haya incurrido en TID.
Dispone que Contradrogas estará adscrita a la Presidencia del Consejo de Minis-
Ley N° 27112 19/05/1999
tros
Resolución
Fiscalía de Crean Fiscalías Especializadas en Tráfico Ilícito de Drogas con competencia a
19/01/2001
la Nación N° nivel nacional
061-2001-MP-FN
R.M. N° 1096- Aprueban directivas de normas y procedimientos para la comercialización de
10/09/2001
2001-IN/1101 productos e insumos químicos decomisados por TID o excedentes de empresas
Modifica los artículos 2° y 3° del D.L. 824, referidos a los objetivos y a la natura-
Ley N° 27629 11/01/2002
leza jurídica de Contradrogas
Ley Nº 27634 Ley que modifica los artículos 41º y 68º de la Ley Nº 22095 16/01/2002
D. S. Nº 032- Reglamento de organización y funciones de DEVIDA (Cambio de Contradrogas a
11/05/2002
2002-PCM DEVIDA)
Ley que regula la penalidad de las formas agravadas de la micro-comercializa-
Ley Nº 27817 13/08/2002
ción de drogas.
Penaliza los actos de sembrío de amapola y marihuana y se modificaron los artí-
Ley N° 28002 17/06/2003
culos 296°, 296°-A, 296°-B, 296°-C, 296°-D, 297°, 298° y 299° del Código Penal.
Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2002 - 2007, diseñada para
D.S. Nº 004- combatir el problema de las drogas, a través de las áreas estratégicas de inter-
29/01/2004
2004-PCM dicción, desarrollo alternativo y rehabilitación y tratamiento de los fármacos
dependientes.
D. Leg. N° 982 Modifica artículos 296°, 296°-A, 297°, 298° y 299° del Código Penal 21/07/2007
97
Norma Descripción Fecha
D.S. N° 050-
Actualización Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2007-2011 30/04/2010
2010-PCM
D.S. N° 033-
Aprueban Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2012-2016 27/03/2012
2012-PCM
Ley Penal contra el Lavado de Activos, establece los tipos legales de actos de
conversión y transferencia, actos de ocultamiento y tenencia, sus formas agra-
Ley N° 27765 vadas, omisión de comunicación de operaciones o transacciones sospechosas, 26/06/2012
las reglas de investigación, la prohibición de beneficios penitenciarios y la dero-
gación de los artículos 296-A y 296-B del Código Penal.
Es así que, toda esta copiosa normativa en materia penal apunta a combatir la amenaza a la
seguridad interna de nuestro país, que es generado por el delito de narcotráfico. En esta línea,
a través de la tabla 37, se describe las actuales sanciones penales que se encuentran vigentes y
establecidas en los artículos 297º, 278º y 299º del Código Penal de 1991, respecto a las Drogas
Ilegales.
Tabla 37
Penas previstas en el Código Penal respecto a las drogas ilegales
Dentro de las estrategias empleadas para hacer frente al narcotráfico, se incluye normas orien-
tadas hacia el control y fiscalización de insumos químicos y productos afines, con la finalidad de
frenar la elaboración de los productos derivados de la coca. La tabla 38 detalla las principales
normas sobre la materia en el marco legal peruano:
98
Tabla 38
Normas Legales relacionadas con el control de insumos químicos
Como se observa, a través de estas medidas legales se busca disminuir el mal uso de insumos
químicos en la lucha contra el narcotráfico, ejerciendo control sobre su transporte y comerciali-
zación, contribuyendo a evitar la elaboración de drogas, lo que se inserta en las medidas deno-
minadas de interdicción.
99
Legislación sobre el lavado de activos
El delito de lavado de activos, lavado de dinero o legitimación de capitales está referido al pro-
ceso mediante el cual el dinero, bienes y ganancias ilegales, pretenden legalizarse a través del
sistema financiero, bursátil, comercial o por otros medios, con la finalidad de evitar su detección
y decomiso. La tabla 39 detalla las principales normas sobre la materia:
Tabla 39
Normas Legales relacionadas con lavado de activos
100
Norma Descripción Fecha
D. Leg. N° 992 Regula el Proceso de Pérdida de Dominio 22/07/2007
D.S. N° 010-
Reglamento del D. Leg. N° 992, que regula el Proceso de Pérdida de Dominio 21/10/2007
2007-JUS
D.S. N° 012- Modifica el Reglamento del D. Leg. N° 992, que regula el procedimiento de Pérdi-
18/11/2007
2007-JUS da de Dominio, aprobado por D.S. N° 010-2007-JUS
Aprueba el Reglamento de Infracciones y Sanciones en materia de prevención del
Res. S.B.S. N°
Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo, aplicable a los sujetos obliga- 05/12/2007
1782-2007
dos supervisados por la Unidad de Inteligencia Financiera del Perú.
De lucha eficaz contra el lavado de activos y otros delitos relacionados a la mine-
ría ilegal y crimen organizado. Crea el registro de empresas y personas que efec-
túen operaciones financieras o de cambio de moneda.
D. Leg N° 1106 Establece la obligación de declarar el ingreso y/o salida de dinero en efectivo. 19/04/2012
Modifica los artículos 17 y 18 del TUO de la Ley N° 27806, Ley de Transparencia y
Acceso a la información pública, aprobado por D. S. N° 043-2003-PCM. Modifica
los artículos 16 y 55 del Decreto Legislativo del Notariado, D. Leg N° 1049. Deroga
la Ley N° 27765 y el D. Leg N° 986
Este conjunto de dispositivos legales constituye un mecanismo para hacer frente a esta modali-
dad delictiva que ataca el sistema económico y financiero de nuestro país.
El proceso de pérdida de dominio constituye una norma innovadora, que tiene por objeto atacar
las ganancias ilícitas obtenidas a través de actos delictivos relacionados con el narcotráfico. La
tabla 39 detalla las principales normas sobre la materia:
Tabla 39
Normas Legales relacionadas con la ley de pérdida de dominio
101
Como es posible apreciar esta nueva figura legal busca limitar los medios y recursos económicos
con que se financian las redes de narcotráfico en nuestro país, contribuyendo a controlar aspec-
tos económicos de la cadena de las drogas.
El Perú participa con responsabilidad en la cruzada mundial contra las drogas, a través de su
adhesión e implementación de las obligaciones asumidas en diversos tratados e instrumentos
de carácter universal, birregional, regional, subregional y bilateral, que se detallan en la tabla 40
a continuación:
Tabla 40
Instrumentos internacionales en materia de drogas
Descripción Fecha
Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes, enmendada por el Protocolo de 1972. Somete a
fiscalización más de 116 estupefacientes, entre ellos el opio y sus derivados, así como drogas sin-
téticas tales como la metadona y la petidina. En su art. 26º establece la fiscalización del cultivo de
21/04/1964
coca y señala que en la medida de lo posible, se erradique los cultivos ilícitos. Señalando también,
en su Art. 49º que la masticación de la coca quedará prohibida dentro de los 25 años siguientes a la
entrada en vigor de la Convención Única.
Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971. Somete a fiscalización 105 sustancias psicotró-
picas, la mayoría de las cuales están contenidas en productos farmacéuticos que actúan sobre el 28/11/1979
sistema nervioso central.
Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotró-
picas de 1988, ratificada por la totalidad de países, y que no modifica de manera alguna la Conven-
ción Única, señala en su Art. 14º párrafo 2
“Cada una de las partes adoptará medidas adecuadas para evitar el cultivo ilícito de las plantas
que contengan estupefacientes o sustancias sicotrópicas, tales como las plantas de adormidera,
los arbustos de coca y las plantas de cannabis, así como erradicar aquellas que se cultiven ilíci-
tamente en su territorio. Las medidas que se adopten deberán respetar los derechos humanos
fundamentales y tendrán debidamente en cuenta los usos tradicionales lícitos, donde al res-
26/11/1991
pecto exista la evidencia histórica, así como la protección del medio ambiente.”
Este precepto hace referencia a la protección de los derechos humanos, motivo por el cual además
de formar parte del derecho nacional (artículo 55º de la Constitución), es de interpretación obliga-
toria, para efectos de garantizar el derecho a la identidad cultural reconocido en el artículo 2º 19
de la Constitución (Cuarta Disposición Final y Transitoria de la Constitución). Por lo cual, allí donde
las convenciones o tratados internacionales hacen referencia al “arbusto de coca” u “hoja de coca”
para aludir a una sustancia prohibida, se entenderán como alusión desproporcionada con la cocaí-
na
Convención Interamericana contra la Corrupción 04/06/1997
Convención Internacional para la Represión del Financiamiento del Terrorismo 05/11/2001
Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional 20/11/2001
Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción 20/10/2004
Decisión 505 - CAN: Plan Andino de Cooperación para la Lucha contra las Drogas Ilícitas y Delitos
22/06/2001
Conexos
Decisión 549 - CAN: Crea Comité Andino para el Desarrollo Alternativo (CADA) 25/06/2003
Decisión 602 - CAN: Norma Andina para el Control de Sustancias Químicas 06/12/2004
Decisión 614 - CAN: Estrategia Andina de Desarrollo Alternativo Integral y Sostenible 15/07/2005
102
Es claro que el delito de narcotráfico y conexos constituyen una amenaza a la seguridad interna-
cional, lo que ha motivado la unión de esfuerzos conjuntos entre los estados y las diversas orga-
nizaciones internacionales, que buscan afrontar esta problemática y lograr cambios relevantes
en la realidad nacional vinculada con este flagelo.
El año 2011 se dictó una serie de normas legales relativas a la salud mental, en especial relacio-
nadas a la atención y tratamiento de personas con dependencia a sustancias psicoactivas, como
se muestra en la tabla a continuación:
Tabla 41
Normas Legales relacionadas a la salud mental
Es por ello que CEDRO desarrolla iniciativas de corte integral, incluyendo temas de educación de
calidad, prevención en salud, promoción del empleo, generación de emprendimientos e ideas
de negocio, promoción de habilidades para la vida, habilidades sociales, liderazgo y participación
comunitaria, resolución de conflictos, toma de decisiones, conservación del medio ambiente,
equidad de género, entre otros temas.
103
A continuación, se presenta una reseña sobre las organizaciones aliadas en la lucha contra las
drogas en el Perú.
Las organizaciones públicas y privadas involucradas en el afronte del problema de las drogas en
el Perú, sustentan su accionar, de primera intención, en las disposiciones legales existentes a
nivel penal, administrativo, civil y municipal. CEDRO articula, coordina y desarrolla acciones con
ellas para la consecución de sus objetivos. Entre estos aliados, se incluyen:
104
• Juntas Vecinales.
• Coaliciones comunitarias antidrogas.
• Asociaciones de productores alternativos (productos del cacao, café, palma aceitera,
etc.)
Organizaciones de tratamiento. Aunque formalmente carecen de un reconocimiento como
organizaciones especializadas en el área de rehabilitación, en la práctica brindan auxilio en
el abordaje de los casos de drogodependencia. Se incluyen:
• Comunidades terapéuticas
• Instituciones de salud privada
Órganos gubernamentales. El Estado adopta acciones en los 3 ejes de la Estrategia Nacional
de Lucha contra las Drogas, no sólo implementado entidades especializadas sino también
otorgando atribuciones a ciertas órganos del aparato estatal.
Órganos de gobierno central. Aunque el abordaje del problema de las drogas en los 3
ejes de la Estrategia Nacional es multisectorial, el Estado distribuye sus competencias a
diferentes órganos del aparato estatal, otorgando especialización para cada uno de ellos.
• Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA)
• Comisión de Defensa Orden Interno, Inteligencia, Desarrollo Alternativo y Lucha Con-
tra las Drogas del Congreso de la República
• Dirección de Insumos y Productos Químicos Fiscalizados del Ministerio de la Produc-
ción
• Dirección General de Medicamentos, insumos y drogas del Ministerio de Salud y Di-
rección de Salud Mental
• Oficina Ejecutiva del Control de Drogas del Ministerio del Interior
• Unidad de Inteligencia Financiera del Ministerio de Justicia
• Dirección de Control de Drogas de la Dirección General para Asuntos Multilaterales y
Globales del Ministerio de Relaciones Exteriores
• Ministerio de Defensa
• Dirección Antidrogas de la Policía Nacional (DIRANDRO) – Ministerio del Interior
• Dirección de Tutoría y Orientación Educativa del Ministerio de Educación
• Dirección Nacional de Inteligencia de la Presidencia del Consejo de Ministros
• Instituto Nacional de Salud Mental ‘Honorio Delgado–Hideyo Noguchi’, Hospital Víc-
tor Larco Herrera y Hospital Hermilio Valdizán
• Observatorio Peruano de Drogas
Órganos de gobierno regional y central. Muchos de los planes operativos de los gobier-
nos locales incorporan acciones preventivas del consumo y micro-comercio de drogas.
En otros casos se implementan nuevas dependencias para reunir todos sus esfuerzos al
enfrentamiento de esta problemática.
• Programa Preventivo Promocional de Lucha contra el Consumo de Drogas de la Mu-
nicipalidad de Lima.
• Comité Multisectorial de Prevención del Consumo de Drogas de Lima Metropolitana.
105
Adicionalmente, otros aliados de CEDRO en materia de desarrollo integral, son sus aliados
de la Red Obra: Alianzas por la Juventud, con quienes desarrolla iniciativas conjuntas para
favorecer oportunidades para jóvenes a nivel nacional. Estos son:
• AFI Perú – Asociación para una Feliz Infancia
• AIESEC
• AIM Perú – Asociación para la Inserción de la Mujer
• ALTERNATIVA – Centro de Investigación Social y Educación Popular
• Asociación Negra de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos - ASONEDH
• Asociación Taller de los Niños – TANI
• CAPLAB – Centro de Servicios para la Capacitación Laboral y el Desarrollo
• Coherencia
• Diario El Comercio
• Dirección de Educación Superior del Ministerio de Educación
• EmprendeAhora
• Empresarios por la Educación
• Enseña Perú
• Ferreyros S. A.
• Fundación Telefónica
• Grupo Gea
• IPAE
• JCI Perú – Junior Chamber International Peru
• Planeta Océano
• REDNAJ – Red Jesuita para la Inclusión de la Infancia y la Juventud
• SASE
• SENAJU – Secretaría Nacional de la Juventud
• TECSUP
• TECHO Perú - Un Techo para mi País
Aunque dentro de los organismos internacionales confluyen los compromisos de los Estados en
materia de lucha contra las drogas, su implementación es responsabilidad individual. En ambas
situaciones existen organismos que apoyan los esfuerzos peruanos ante este problema.
106
• Interchurch Organisation for Development Co-operation (ICCO – Holanda).
• Business Alliance for Secure Commerce – BASC.
• International Youth Foundation.
• Schmitz Stitfungen (Alemania).
• Fundación Telefónica (España).
Instituciones estatales extranjeras de cooperación. Estas son órganos estatales extranjeros
que apoyan las acciones gubernamentales o de asociaciones civiles en la lucha contra las
drogas, desde sus diferentes ejes. Dentro de los principales se encuentran:
• Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)
• Oficina de Asuntos Antinarcóticos de la Embajada de los Estados Unidos (NAS)
• Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA)
• United States Food and Drug Administration (FDA)
• Deustche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) de Alemania
• Agencia Española de Cooperación Técnica (AECI)
• Ministerio de Relaciones Exteriores de Finlandia
• Japan International Cooperation Agency (JICA)
• Embajada de Japón en el Perú
• Embajada del Reino de los Países Bajos en Perú (Koninkrijk der Nederlanden)
• Embajada Británica en el Perú
Entidades interestatales de cooperación. Estas son redes de intervención interestatales u
organismos internacionales que hacen posible la implementación de las políticas, progra-
mas y acciones estatales o de instituciones civiles frente al problema de las drogas. Se en-
cuentran:
• Policía Internacional (Interpol).
• Unión Europea: Programa de Cooperación UE-América Latina sobre drogas.
Organismos internacionales de implementación de acuerdos. Estos organismos internacio-
nales entregan al Estado espacios de participación y acuerdo en el tema, así como su apoyo
en la implementación de los acuerdos asumidos por éste. Se incluyen:
Órganos de las Naciones Unidas. A este nivel, estas organizaciones de la familia de las
Naciones Unidas representan verdaderos centros de asesoramiento en el tema, así como
un canal informativo de nuevos conocimientos en las implicancias y el impacto que estas
sustancias ilegales tienen en cada país.
• Consejo Económico y Social de la ONU
• Organización de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (ONUDD)
• Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
• Comisión sobre Estupefacientes de las Naciones Unidas
• Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE)
• Centro para la Prevención Internacional del Crimen (CICP)
107
Organismos regionales. A nivel regional el Perú (gubernamental o privadamente) par-
ticipa en diferentes organizaciones especializadas en el tema de drogas, o que por su
naturaleza han incorporado a este dentro de sus agendas de trabajo. Dentro de estas se
encuentran:
• Comisión Interamericana para el control del abuso de drogas, CICAD-OEA
• Organización Mundial de la Salud (OMS)
• Organización Panamericana de la Salud (OPS)
• Red Iberoamericana de ONGs que trabajan en drogodependencia (RIOD)
Como puede verse, la amplia relación de organizaciones de distinta índole que participan en la
lucha contra las drogas en el Perú evidencia el enorme interés de todos por resolver los proble-
mas derivados de este problema. Cada una de estas organizaciones, por su cuenta, desarrolla
una serie de estrategias de intervención para mitigar los problemas asociados, o bien para im-
plantar vehículos de desarrollo alternativo e integral.
Sin embargo, la lucha contra las drogas implica también, y sobre todo, articular y trabajar de ma-
nera coordinada con una multiplicidad de organismos que desde sus particulares perspectivas
y posibilidades buscan aportar para combatir las nocivas consecuencias relacionadas con cada
uno de los eslabones de la cadena que comienza con el cultivo de coca, pasa por la producción,
elaboración, micro-comercialización y consumo, y culmina en la oferta de posibilidades de reha-
bilitación.
En ese sentido, CEDRO ha ido consolidando, particularmente en los últimos años, estrategias y
espacios de articulación multisectoriales con diferentes actores sociales y políticos, incluyendo
líderes comunitarios, entidades gubernamentales, asociaciones de productores, organizaciones
e instituciones diversas.
En esa misma lid, ha buscado transferir estas competencias de articulación intersectorial a go-
biernos locales y regionales con los que desarrolla intervenciones conjuntas; y también ha im-
plementado espacios de diálogo con ministerios y con el gobierno central para dar cuenta de
lecciones aprendidas y recomendaciones para mejorar la efectividad de las intervenciones.
Las propuestas de desarrollo alternativo están diseñadas para facilitar y potenciar el desarrollo
integral de individuos y colectividades, a través de actividades diversas que incluyen los aspectos
agrícolas, pecuarios, agroindustriales y acuícolas. Entre las actividades destacadas se ubican la
agroforestería, reforestación y ecología, así como servicios comunales, piscicultura, cultivos sos-
tenibles, crianza de animales menores y ganadería.
Bajo este marco de referencia, todas las acciones alientan la eliminación y sustitución de los
cultivos de coca, pero intentan proporcionar a las poblaciones involucradas medios sustitutos
que les permitan lograr mejoras en su calidad de vida y alcanzar un máximo nivel de desarrollo
integral.
108
El Programa Nacional de Desarrollo Alternativo (PNDA) se inició con la suscripción de un Conve-
nio de Proyecto de Donación para el Desarrollo Alternativo en 1,995 entre el Gobierno del Perú
y Estados Unidos. Desde Agosto de 1997, el ente rector DEVIDA asumió la representación del
gobierno peruano ante las fuentes cooperantes internacionales, constituyéndose en contraparte
encargada de las labores de coordinación, supervisión, monitoreo y dirección del programa en
relación directa con USAID.
El PNDA incluye diversos subprogramas diseñados para dar respuesta a la problemática existente
en las zonas productoras de coca:
El Programa de Desarrollo Alternativo pactado entre los gobiernos del Perú y Estados Unidos se
inició en 1995, identificándose contribuciones por más de 400 millones de dólares en 5 áreas
críticas de producción cocalera: los valles de los ríos Huallaga Central, Alto Huallaga, Aguaytía,
Pichis- Palcazu y Apurímac-Ene (VRAE), en los cuales se han desplegado programas para favore-
cer diversas actividades productivas y de infraestructura.
En el marco de esta estrategia, el ‘Modelo San Martín’ es considerado uno de las principales
ejemplos de desarrollo alternativo bajo la coordinación de DEVIDA y el apoyo de USAID, ONUDD
y la Cooperación Alemana; fruto del trabajo de desarrollo sostenible después de la erradicación,
alcanzando una reducción del 85% en los cultivos de coca. Como resultado de este proceso los
ingresos de los campesinos ya no dependen de la coca, sino de cultivos tales como palma acei-
tera, cacao, café, palmito, arroz, frutales agroindustriales y otros. Hoy se considera que la vida
social y económica de los agricultores de esta región ya no está definida por el narcotráfico y sus
secuelas.
a) Incrementar la productividad del cacao, café y aceite de palma, ayudando a los agriculto-
res a acceder al crédito para expandir sus cultivos.
b) Fortalecer las asociaciones de productores y cooperativas para asegurar precios óptimos
y acceso a mercados locales e internacionales.
c) Construir capacidades de los productores y sus comunidades para la acción colectiva y
auto-gestión.
109
d) Desarrollar propuestas creativas y participativas para la inclusión de la mujer en activida-
des económicas y para la toma de conciencia en las comunidades.
e) Asegurar acceso equitativo para ambos géneros a los beneficios del programa y a las me-
joras en la calidad de vida.
f) Mejorar la política y el marco institucional para promover la participación del Estado Pe-
ruano en relación al desarrollo alternativo.
Departamento Hectáreas
San Martín 18 236
Ucayali 18 109
Huánuco 7 374
Ayacucho 2 874
Junín 915
Cuzco 653
Total 48 161
110
• En lo referido a la erradicación voluntaria, se informa que desde octubre del 2002 se
adoptó la estrategia de reducción gradual y concertada de cultivo de coca, incorpo-
rando a 1,106 comunidades, con 85,276 familias firmantes del convenio marco para
erradicar 14,723 hectáreas con cultivos de coca
• En cuanto a la estrategia post erradicación, se informa que a partir del 2006 el PDA
ha incorporado comunidades con alta incidencia de cultivo de coca y economía ilegal.
La mayor evidencia que indica el éxito del PDA incluye el continuo incremento en ingresos
lícitos de las familias participantes, que aumentó en 24% del 2009 al 2010. Los niveles de
pobreza de los beneficiarios directos disminuyó en 25%, de 65.7% en el 2008 a 49% en
el 2010. Y más importante, el compromiso por conducir un estilo de vida libre de coca
ha echado raíces en las áreas del PDA, más del 70% de beneficiarios afirman que la coca
debe ser eliminada (PDA, 2011).
Tabla 43
Programa de Desarrollo Alternativo USAID/ DEVIDA/ PIR
Período 2003 - 2011/ Todos los cultivos
Años
Regiones
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Ayacucho 3,152 1,222 2000 3157 2020
Cusco 542 311
Huánuco 894 2,703 1,165 1,144 337 187 1,007 1,409 1,700 10,351
Junín 998 44
Loreto 63 163 68 118
San Martín 4,205 1,668 3,476 8,412 9,340 2,561 7,865 2,412 5,360 31,947
Ucayali 6,220 4,526 4,394 4,948 1,837 1,028 1,119 1,130 3,002 10,646
Total 16,011 10,474 9,035 14,504 11,577 3,939 10,059 7,069 13,219 54,964
Total
16,011 26,485 35,520 50,024 61,601 65,540 75,599 82,668 95,887 150,851
acumulado
En el marco de esta estrategia, el ‘Modelo San Martín’ es considerado uno de los princi-
pales ejemplos de desarrollo alternativo bajo la coordinación de DEVIDA y el apoyo de
USAID, ONUDD y la Cooperación Alemana. Cabe indicar que el Programa de Desarrollo
Alternativo (PDA) de USAID también incluye iniciativas en temas de democracia y gober-
nabilidad, desarrollo económico, medio ambiente, salud y educación; constituyendo un
importante componente en los esfuerzos para eliminar la producción de coca para usos
ilícitos, en coordinación con los esfuerzos de interdicción y erradicación.
111
ONUDD [Oficina de las Naciones Unidas Contra las Drogas y el Delito]
(1999-2006)
• En el VRAE se instaló 1,126 hectáreas de café, 488 hectáreas de cacao y 146 hectáreas de
palmito, beneficiando a 1,300 familias.
• En las cuencas del Aguaytía y Huallaga se instaló 1,800 hectáreas de palma aceitera, 461
hectáreas de café y 119 hectáreas de palmito. Además se contribuyó con la importación
de 400 pajillas de semen de raza Blonde d’Aquitaine de Francia para mejoramiento gené-
tico de ganado vacuno beneficiando a 850 familias. Se apoyó a 62 familias productoras de
caucho en el río Pichis.
• En la región de Inambari–Tambopata se contribuyó con la instalación de 1,935 hectáreas
de cultivos agrícolas, beneficiando a 900 familias. Se favoreció el mejoramiento vial de 12
kilómetros de la vía Santiago Pampa Pacaysuzo – Santa Rosa de Inambari Bajo Huallaga.
Se instaló 3,000 hectáreas de cultivos agrícolas, beneficiando a 400 familias.
• Se ejecutó 10 proyectos con 6,783 familias beneficiarias en el VRAE, Aguaytía Bajo Hua-
llaga, Pichis Palcazú, Monzón, Tocache y Tambopata-Inambari.
UNIÓN EUROPEA
(2002-2010)
El Programa de Desarrollo Alternativo en las Áreas de Pozuzo y Palcazú (PRODAPP), apoyado por
la Unión Europea desplegó actividades con los siguientes resultados significativos:
• Más de 300 proyectos desarrollados; permitiendo que cerca de 3 mil productores hayan
desarrollado capacidades técnicas en el manejo de sus fundos agrícolas y ganaderos.
• Se ha contribuido a la formalización de 5,365 predios rurales y apoyo para la formación
de 2 PYMEs.
• Apoyo a la construcción de la carretera Pozuzo–Codo del Pozuzo y otras; instalación de
225 kilómetros de línea eléctrica; construcción de puentes colgantes, peatonales y/o ca-
rrozables; mejoramiento de 5 sistemas de agua potable; e implementación de una plata-
forma de transformación de carne vacuna en la provincia de Oxapampa.
• Certificación de gobiernos locales de Pozuzo y Palcazú como Municipalidades con Gestión
Ambiental Local Sostenible (GALS), lo que les permite acceder al financiamiento y apoyo
técnico del Estado y la cooperación internacional para la ejecución de proyectos ambien-
tales.
• Apoyo a 8 gobiernos locales para que desarrollen capacidades de infraestructura interna
y mejoramiento continuo de sus recursos humanos para una gestión municipal eficaz.
• Apoyo y fortalecimiento de capacidades de organización y liderazgo para 36 organizacio-
112
nes de productores agropecuarios, 4 centrales de comunidades indígenas y 7 organiza-
ciones de jóvenes.
• Apoyo en la elaboración y aplicación de 16 planes Comunales, para desarrollar capaci-
dades de gestión mediante talleres participativos, elaboración de perfiles de proyectos y
ferias de proyectos.
Estas acciones demandaron una inversión de 32 millones de euros, 26,6 millones provenientes
de fondos de donación de Unión Europea y 9,4 millones de la contraparte del Gobierno Peruano.
113
AECI [Agencia Española de Cooperación Internacional]
En febrero de 2012, DEVIDA presentó la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2012 –
2016 en la que se propone una intervención en desarrollo alternativo integral y sostenible con
las siguientes consideraciones:
• Participación activa de los pequeños productores agropecuarios que abandonan los culti-
vos ilícitos, en el diseño y selección de los cultivos lícitos que van a implantar.
• Apoyo productivo a través de paquetes tecnológicos que incluyen asistencia técnica, ca-
pacitación, semillas y plantones y equipamiento básico.
• Selección de cultivos permanentes con acceso efectivo a mercados internos y externos y
que favorece el asentamiento de los productores y evita la migración.
• Sostenibilidad de las actividades buscando conservar, proteger y recuperar los impactos
ambientales negativos de los cultivos ilícitos, promoviendo la agroforestación, productos
orgánicos y reforestación.
• Promoción de la asociatividad de los productores y las organizaciones sociales como me-
dio de fortalecer el capital social y lograr resultados sostenibles.
• Inversión en infraestructura básica para mejorar las necesidades básicas insatisfechas de
salud, saneamiento y educación.
• Inversión en infraestructura física con la mejora de caminos rurales, pavimentado de ca-
rreteras, construcción de puentes y acceso a energía eléctrica.
• El apoyo de las autoridades regionales y locales para su implementación.
Las acciones de desarrollo alternativo han demostrado que sí es posible dejar de sembrar coca e
insertarse en la economía legal a través de cultivos alternativos tales como palma aceitera, cacao
y café. Gradualmente ha quedado establecido que el desarrollo alyternativo es viable en tanto
los programas desarrollados cumplan ciertos criterios:
114
c) Deben favorecer adecuados márgenes de rentabilidad para los agricultores, orientándolos
a abandonar los cultivos ilícitos.
d) Deben incorporar acciones de apoyo social que complementen las estrategias netamente
técnicas y agrícolas.
Diversas investigaciones realizadas por CEDRO han permitido establecer que en el caso de las
regiones San Martín, Ucayali y Huánuco, la mayor parte de agricultores muestra una disposición
favorable hacia los cultivos alternativos. Sin embargo, condicionan su aceptación a temas de ren-
tabilidad; solicitando el mejoramiento de los paquetes técnicos empleados al igual que apoyo
efectivo en temas de crédito y comercialización.
De esta manera, queda claro que los agricultores que tienen cultivos de coca estarán más dis-
puestos a insertarse en propuestas de desarrollo alternativo en la medida en que reciban pro-
puestas económicas viables y concretas que muestren las reales posibilidades reales de éxito, lo
que debe ser complementado por acciones que favorezcan el cambio de actitudes y la concien-
ciación de las poblaciones involucradas.
La experiencia de varios años de acción en el área del desarrollo alternativo permite plantear
algunos alcances importantes:
CEDRO, como parte de su labor en el marco de las acciones de desarrollo alternativo, está
implementando el proyecto “Inclusión Digital” que tiene por finalidad conformar una red
de telecentros en zonas rurales y urbano-marginales de las regiones Huánuco, Ucayali y
San Martín para fortalecer el desarrollo social y económico sostenible de jóvenes, muje-
res, productores agrarios, comerciantes, y sus familias y comunidades, a través del uso de
Tecnologías de la Información (TIC).
Los telecentros están contribuyendo con la inclusión en todas sus dimensiones (social,
económica, ciudadana), evitando el aislamiento, y brindando oportunidades de capacita-
ción y comunicación, constituyéndose en espacios de socialización y desarrollo personal
de los pobladores para reducir la pobreza.
115
b. Iniciativas industriales. El desarrollo requiere la implementación de proyectos industriales
y agroindustriales para mejorar los procesos de cosecha, post cosecha y la calidad de los
productos. Estas son las oportunidades que por ejemplo ofrece CITE Cacao, que busca
mejorar las condiciones de producción, calidad y tecnología de la cadena del cacao. Los
programas deben alentar especies y variedades con mejores rendimientos y mercados
favorables, incluyendo especies forestales convenientemente seleccionadas; lo cual su-
mado a estrategias comerciales adecuadas podrían ampliar la capacidad exportadora del
país en el contexto de los tratados de libre comercio.
Todas estas iniciativas requieren el aliento a las inversiones nacionales y extranjeras, el desarro-
llo de corredores económicos y la generación de cadenas productivas equitativas, proponiendo
condiciones que favorezcan la inversión en el desarrollo del país.
En este marco, debe también plantearse mecanismos efectivos para enfrentar la presencia de
fuerzas involucradas directamente con el narcotráfico, que amenazan a la población, generan
temor y alientan alternativas violentas como forma de proteger sus intereses económicos. Estos
grupos organizados en dirigencias cocaleras buscan infiltrar los puestos dirigenciales o tomar
cargos públicos para obstruir la presencia del Estado y los programas de lucha contra las drogas.
5.4 Interdicción
No somos ajenos al fenómeno del narcoterrorismo, -donde los remanentes de sendero lumi-
noso se involucran en la elaboración y resguardo de drogas cocaínicas-, que implica, además
del control policial de la circulación de precursores químicos y la droga en sí, el enfrentarse a la
subversión que es consciente de las debilidades de nuestras fuerzas: armadas, sociales, políticas,
legales, etc.
Hoy, el rol de la subversión es distinto, no son solamente sicarios que ‘limpian’ el camino de las
drogas, ahora se han involucrado completamente en la producción de drogas: son los nuevos
narcotraficantes, son ‘narcoterroristas’.
116
En este contexto desfavorable es muy importante el trabajo que viene desempeñando la Direc-
ción Antidrogas de la Policía Nacional (DIRANDRO), que ha tenido importantes logros en la des-
articulación de bandas dedicadas al narcotráfico, en el decomiso de insumos químicos y droga
elaborada y en la captura de personas clave que participan en este circuito a lo largo y ancho del
país. Hoy la DIRANDRO tiene más de 3,500 efectivos distribuidos en 26 bases antidrogas. En el
Huallaga cuenta con más de 1,200 hombres participando en la erradicación de cultivos.
No obstante lo anterior, cabe preguntar la razón por la cual a pesar de existir una labor de inte-
ligencia y personal motivado y comprometido en la lucha contra las drogas el Perú se está con-
virtiendo en el principal productor de drogas de la región. Probablemente, para dar respuesta a
esto debe comprenderse que la interdicción tiene un ingrediente clave: la tecnología.
El poderío económico del narcotráfico hace posible que las organizaciones ilegales cuenten con
vehículos de última generación y medios modernos para comunicarse. Cuentan con la logística
necesaria para delinquir y elementos de apoyo en todas las zonas en las que se asientan, donde
tienen un funcionamiento de tipo empresarial. En muchos sentidos son empresas eficaces.
Adicionalmente, cada semana los diarios muestran información sobre la enorme cantidad de
personas peruanos y extranjeros que son detenidos en los aeropuertos por intentar trasladar
drogas (generalmente clorhidrato de cocaína) al extranjero, donde, como es sabido, el precio y
por consiguiente las ganancias son enormemente más grandes. En las cárceles peruanas se está
incrementando el número de ‘burrieres’ hombres y mujeres, que esperan juicio o ya han sido
condenados por este tipo de delitos.
Información proporcionada por la DIRANDRO muestra que en lo que va del año 2013 (enero –
marzo) se registró un total de 1,464 operativos relacionados con el Tráfico Ilícito de Drogas (TID),
en los cuales se intervino a 338 personas por tráfico de drogas, 329 por micro-comercialización y
788 relacionadas con el consumo (que como es sabido, no está penado en el Perú).
Algunos elementos que hay que tener en cuenta para el análisis de la interdicción en el Perú son:
117
4. La geografía accidentada de nuestra ceja de selva dificulta el acceso a zonas de cultivo. Las
personas involucradas conocen bien el territorio y sobre esa base encuentran formas de
ocultar sus actividades ilegales.
Tabla 44
Indicadores de Interdicción en el Perú (2006-2012)
Algunos resultados importantes a mencionar del primer trimestre del año 2013:
• En cuanto a las tareas de interdicción, entre enero y marzo del 2013, se destruyeron 77
laboratorios de procesamiento de Pasta Básica de Cocaína (PBC) y 1 de clorhidrato de
cocaína; así como 150 pozas de maceración.
• Se destruyeron ‘in situ’, 308 kilos de marihuana, 5,742 kilos de hoja de coca seca, 141,349
kilos de hoja de coca macerada y 92,530 kilos de distintos insumos químicos empleados
en la elaboración de drogas.
Además, es importante recalcar que nuestra política anti-drogas es aún frágil. En realidad el éxito
dependerá del cumplimiento de varias condiciones, incluyendo:
b) Compromiso de los recursos necesarios para la implementación del plan nacional de lucha
contra las drogas (2012 – 2016).
c) Transmitir la seguridad de que el camino elegido para esta tarea es posible y que todos los
sectores están trabajando para ello.
d) Asignación del mejor equipo multidisciplinario: con ética y respeto a nuestro país, a su
gente y a nuestras diferencias.
Es fundamental que los organismos involucrados en esta tarea tengan la capacidad de negociar
eficazmente con las comunidades, los campesinos, sus familias, los mercados agrícolas, líderes
y las autoridades democráticas. Los ofrecimientos deben ser concretos y una vez hechos deben
ser cumplidos con el fin de no generar malestar o desconfianza en las poblaciones involucradas.
118
5.5 Prevención del consumo
El problema de las drogas es sin duda complejo, con muchas aristas, que requiere una interven-
ción que pueda abordar en todas sus dimensiones la complicada realidad en la que actúa. La
prevención para evitar el consumo y adicción a las drogas, necesita ajustarse a este escenario,
además de promover, especialmente en los niños, niñas y adolescentes, actitudes, comporta-
mientos y recursos apropiados para dar respuesta a una situación creciente y generalizada que
compromete a grandes sectores poblacionales.
Se puede decir que la prevención del consumo de drogas es un conjunto dinámico de estrategias
que tiene como objetivo eliminar o reducir al máximo la aparición de problemas relacionados
con el uso de sustancias. Se dice que es dinámico porque las estrategias están en constante evo-
lución, precisamente para ajustarse a los requerimientos de las diversas poblaciones y ser más
efectivo. En ese sentido la prevención ha ido perfeccionándose.
Hoy en día, la prevención del uso y abuso de drogas está priorizando la implementación de pro-
gramas integrales, dejando de lado los enfoques meramente médicos e informativos, que no han
sido muy exitosos, sumándose a la perspectiva de salud integral y desarrollo social; busca así in-
tervenir en todas las esferas individuales, familiares y comunitarias relacionadas con el consumo
y otros comportamientos disfuncionales.
Los programas preventivos, además de tener en cuenta la información científica acerca de los
efectos de las sustancias, deberían buscar fortalecer las habilidades para la vida y los factores de
protección, así como promover los estilos de vida saludables y disminuir los factores de riesgo.
Sólo de esta manera se eleva la probabilidad de contribuir a la reducción del empleo de drogas
y de otros comportamientos disfuncionales.
Gráfico 13
119
La prevención a través de la implementación de programas específicos, con objetivos y activida-
des derivados de los componentes de la prevención integral, busca ser efectiva en lograr el re-
sultado esperado, como es evitar o al menos reducir el consumo problemático. Esta planificación
asegura que la intervención sea organizada, sistematizada y adecuada a los requerimientos de la
población en la que se está interviniendo.
Por otro lado, la perspectiva de género es un componente importante a incorporarse en los pro-
gramas preventivos, que en general debe responder a cómo los hombres y mujeres enfrentan la
vida cotidiana, incluidos los estereotipos en la crianza y educación, la inequidad en el ejercicio
del poder y claro está, los patrones de consumo de drogas género, generalmente diferenciados
por género.
En general los patrones de socialización promueven que las mujeres tengan menos oportunida-
des, sean más dependientes y sumisas y tengan dificultades para tomar decisiones o afirmar su
identidad. Esto las puede llevar a tener problemas para rechazar el ofrecimiento de drogas por
parte de sus parejas u otros amigos varones, lo cual a su vez facilita la codependencia.
Se aprecia entonces la necesidad tener programas con componentes dirigidos a las mujeres, que
harían más efectiva la intervención preventiva para frenar esta tendencia al alza del consumo en
el género femenino, sobre todo en lo que se refiere a drogas legales, que como se sabe puede
ser vía de ingreso para el empleo de drogas ilegales.
El factor cultural también debe recibir una especial atención en el desarrollo de programas y
políticas educativas y preventivas. Es indispensable que toda acción incorpore un conocimiento
profundo de la población beneficiaria, incluyendo información sobre aspectos demográficos,
lingüísticos, educativos y culturales.
Los factores culturales nos dan a conocer los rasgos distintivos, particulares de los grupos huma-
nos y poblacionales, y sus significaciones, que nos permiten comprender los comportamientos
de los mismos. Saber de las costumbres, tradiciones, cultura, nos da información clave para for-
mular un programa preventivo adecuado para cada grupo humano objetivo.
Información
La información que se brinde acerca de las drogas debe ser clara y precisa, que incluya los últi-
mos hallazgos derivados de las investigaciones científicas. Generalmente se busca que el partici-
pante comprenda el concepto de droga, sus características, clasificación y efectos. Resulta útil y
vital abordar la clarificación de los mitos y creencias acerca de las diversas drogas, información
distorsionada sumamente difundida y arraigada en las personas, y de esta manera empezar a
cambiar las ideas que puedan originar un cambio de actitudes relacionadas al consumo.
120
Conocer cómo cualquier sustancia natural o artificial que actúa sobre el sistema nervioso central
produciendo adicción, es una droga, ayudará a tener una idea más certera del daño que pueda
ocasionar. Por ejemplo, ‘el alcohol no es una droga’ o ‘la marihuana es natural y no hace daño’
son creencias que evidencian desconocimiento del significado de droga y su acción en el cere-
bro, convirtiéndose en un factor de riesgo importante para que muchas personas, sobre todo
jóvenes, se inserten en el consumo de drogas.
Es necesario tener presente que los estudios epidemiológicos sobre consumo de drogas seña-
lan que las drogas más consumidas por la población general son el alcohol y el tabaco, que son
las drogas de inicio para la mayoría de las personas y cuyos efectos son igualmente de dañinos
que las drogas ilegales. Por consiguiente siempre deben tener un lugar relevante en el abordaje
preventivo.
Hoy se sabe que la incorporación de algunas destrezas clave pueden contribuir a que las perso-
nas tengan mejores probabilidades para afrontar exitosamente las exigencias y desafíos de la
vida diaria, que con una inclusión social positiva en su medio y el logro de un crecimiento físico,
mental y social saludable, ayuda a generar un pensamiento positivo y proactivo, que a su vez
contribuye a prevenir conductas de riesgo incluyendo el empleo de drogas.
Estas capacidades hoy se engloban bajo el rótulo de ‘habilidades para la vida’, aludiendo a su
funcionalidad en lograr un ajuste adecuado ante los desafíos de la cotidianeidad. Se dividen en
3 grandes grupos:
c) Habilidades para el manejo de emociones, que permiten controlar las emociones, ayudan
a re¬lajarse y calmarse ante un problema, de manera que se pueda pensar y re¬solver la
situación sin malestar o enojo, incluyen: a) dominio del estrés; b) autoestima; y c) auto-
control y control de emociones.
Desarrollo social
De igual manera, en el trabajo preventivo no se puede dejar de lado el contexto social, donde
se hace imprescindible la promoción de mejoras de las condiciones de vida en el cual se halla
inmerso el sujeto materia del programa preventivo. En efecto, las condiciones de pobreza, mar-
ginalidad, desempleo, abandono y reducida calidad educativa también contribuyen a elevar el
riesgo de que las personas se inserten en condiciones como el empleo de drogas. Visto desde
esta perspectiva puede afirmarse que el desarrollo social es un elemento necesario en la labor
preventiva.
121
Factores de riesgo y protección
Los factores de riesgo y protección pueden clasificarse en: a) factores intrapersonales; b) facto-
res interpersonales; y c) factores ambientales; debiendo considerarse que existe una relación
dinámica entre ellos y que su conocimiento e identificación ayuda a planificar las intervenciones
preventivas.
122
Tabla 45
Factores de riesgo y protección para el consumo de drogas
Clasificación Factores de riesgo Factores de protección
Clasificación Factores de riesgo Factores de protección
• Actitudes favorables hacia el consumo de • Ideas de rechazo al consumo de drogas conside-
drogas rando que hacen daño
• Desconocimiento sobre las consecuencias • Conocimiento sobre las consecuencias de las dis-
del consumo tintas drogas
• Mitos e información distorsionada sobre las • Desarrollo de habilidades sociales, tales como
drogas asertividad, expresión de sentimientos, toma de
• Reducidas habilidades sociales decisiones
• Bajo nivel de autoestima. • Adecuada autoestima
Intrapersonales • Despreocupación por el mantenimiento de • Valoración de la salud y preocupación por cuidarla
la salud • Capacidad de autocontrol
• Insuficiente capacidad de autocontrol • Capacidad de afrontar las frustraciones
• Escasa tolerancia a la frustración • Ausencia de antecedentes genéticos relacionados
• Predisposición genética para el consumo de al consumo de drogas
drogas • Éxito en el desempeño escolar
• Fracaso escolar • Organización del tiempo libre en actividades cons-
• Limitada participación o desinterés en activi- tructivas
dades de tiempo libre
• Dificultades de comunicación entre padres e • Adecuada comunicación entre padres e hijos
hijos • Presencia y cercanía emocional de los padres
• Ausencia física o emocional de los padres • Rol de padres como figuras de autoridad
• Ausencia de figuras de autoridad • Vigilancia y apoyo permanente de la familia
• Apoyo y control familiar débil • No empleo del castigo físico o psicológico y priori-
• Uso de la violencia o inadecuada adminis- zación de la recompensa en la educación
tración de castigos y premios en educación • Establecimiento de reglas y límites claros en la
infantil educación de los hijos
• Ausencia de límites o normas claras en la • Estilo de crianza democrático
educación de los hijos • No consumo o consumo moderado de alcohol por
• Estilo de crianza autoritario parte de la familia
Interpersonales
• Uso indiscriminado de alcohol y otras drogas • Actitudes favorables hacia la salud y de rechazo al
en la familia consumo
• Actitudes a favor del consumo • Adecuada dinámica familiar
• Conflictos familiares frecuentes • Sentido de pertenencia y recreación y disfrute en
• Falta de sentido de pertenencia y disfrute de familia
la familia • Autonomía y toma de decisiones propias en rela-
• Dependencia y presión de grupo de amigos ción al grupo de amigos
• Pertenecer a grupos antisociales o tener • Formar parte de grupos tales como parroquia, club
amistades con personas que consumen deportivo, recreativo, etc.
• Relaciones amicales con personas no consumido-
ras
• Situación de pobreza y marginalidad • Contar con acceso a recursos como vivienda, sa-
• Producción y venta de drogas lud, empleo, etc.
• Accesibilidad y disponibilidad de drogas • Políticas claras de control de drogas por parte del
• Ausencia o incumplimiento de normas de Estado
control de drogas • Control de la oferta
• Sociedad consumista, individualista, hedo- • Cumplimiento adecuado de las leyes de control del
nista consumo de drogas legales por parte de las auto-
Ambientales • Influencia de la publicidad en los medios de ridades
comunicación social • Incentivar valores como la solidaridad y responsa-
• Falta de promoción y ofertas de actividades bilidad
de tiempo libre saludables en la comunidad • Difusión y campañas sobre las consecuencias del
• Ausencia de redes de apoyo social uso de drogas
• Promoción y oferta de actividades de tiempo libre
saludables en la comunidad
• Contar con redes de apoyo social
123
Respecto a los factores de riesgo
Por mucho tiempo se ha venido trabajando en disminuir la influencia de los factores de riesgo,
con algunos ha sido más fácil de lograrlo que con otros, cuya acción negativa ha persistido; lo im-
portante, en todo caso, es tratar de actuar sobre la mayoría de ellos conociendo algo más sobre
sus características particulares.
Existen algunos otros factores de riesgo que tienen una presencia constante a lo largo del desa-
rrollo de la persona, como es el caso de las relaciones familiares disfuncionales o la agresividad
en los intercambios sociales. En contraste, otros tienen un mayor impacto en ciertas edades
como ocurre con el factor ‘presión de grupo’, que tiene un mayor impacto entre los 15 y 16 años.
Por otra parte hoy casi no existen dudas en relación a que la adolescencia en general es una
etapa de riesgo importante para la aparición y mantenimiento del consumo de drogas, debido a
que los jóvenes suelen presentar gran curiosidad por experimentar en cualquier campo, incluido
el de las drogas, por encontrarse en una época de cambios y búsqueda de sí mismos. Es así que
algunos investigadores señalan que los púberes y adolescentes consumen alcohol y otras drogas
en un intento de enfrentar o manejar la experiencia subjetiva de sus estados de ánimo.
También se ha señalado que existe una influencia de las actitudes y conductas respecto a las dro-
gas, de los padres, adultos o pares significativos, tanto para la iniciación como para el manteni-
miento del consumo. No hay que olvidar que los padres juegan un papel central en la prevención
del consumo de drogas en la adolescencia, etapa que exige una reestructuración de las relacio-
nes familiares en cuanto a las reglas, modelos de autoridad y disciplina, estilo de vida familiar y
tipo de comunicación, para que no se constituyan en un factor de riesgo.
Las nuevas tendencias en materia de prevención generalmente se orientan a favorecer los facto-
res de protección que atenúan o neutralizan el impacto del riesgo, fortaleciendo las estrategias
y habilidades para afrontar los problemas, incrementar soportes y lograr ayudas y apoyos perso-
nales y sociales o mejorar las habilidades y capacidades interpersonales, desde los ámbitos de
mayor influencia, cercanía y accesibilidad al individuo: familia, escuela y comunidad.
Los factores protectores favorecen el pleno desarrollo del individuo, orientándolo hacia la adqui-
sición de estilos de vida saludables con normas, valores y patrones de comportamiento contra-
rios al consumo de drogas, que a su vez sirven como amortiguadores de los factores de riesgo.
Por ejemplo, hacer deporte como un estilo de vida o la incorporación a grupos con objetivos
saludables (cultura, educación o recreación) son factores de protección importantes.
Este enfoque de factores protectores propone que desde los ámbitos de sociabilización tem-
prana mencionados, es posible aprender patrones de comportamiento prosocial o antisocial.
Se pueden potenciar, desde la infancia, estas conductas que benefician a otros y tienen conse-
cuencias sociales positivas que incluyen la ayuda, la cooperación y la solidaridad, y que pueden
proteger en el futuro del consumo de drogas a las personas.
124
Es posible promover los factores de protección en los niños, niñas y adolescentes estableciendo
lazos fuertes y positivos dentro de la familia, con una actitud prosocial y vigilante por parte de
los padres, que impongan claras reglas de conducta dentro de la familia y participen en la vida
de sus hijos, ayudándolos al éxito en la escuela, estableciendo lazos fuertes con organizaciones
escolares y religiosas, y adoptando normas que vayan en contra del uso y abuso de drogas.
Resiliencia
Se refiere a la capacidad que tienen algunas personas para salir adelante, mantenerse sanos y
ser productivos en sus comunidades a pesar de provenir o desenvolverse en entornos adversos,
teñidos por la presencia permanente de los factores de riesgo y distante de los factores de pro-
tección. Es un elemento que se busca sea promovido a través de diversas iniciativas preventivas.
En la base de la resiliencia se encuentran los factores de protección, que orientan las respuestas
de las personas al afrontar situaciones de riesgo, haciendo que se adapten a ella e incrementen
sus posibilidades de éxito. Desde una perspectiva preventiva se busca promover la resiliencia,
es decir, buscar que los mecanismos saludables actúen de la mejor manera en los niños, niñas y
adolescentes, para desarrollar los atributos que caracterizan a las personas resilientes.
Entonces la posibilidad de ser resiliente en los entornos más adversos tiene que ver con:
a) Ciertos atributos de las personas, tales como: a) el control de las emociones e impulsos;
b) la autonomía; c) el sentido del humor; d) la alta autoestima; la capacidad de empatía;
e) la posibilidad de comprender y analizar las situaciones; f) el interés por comprender el
contexto; y g) la capacidad de atención y concentración.
b) Condiciones del medio ambiente familiar y social, tales como: a) la seguridad de un afec-
to recibido por encima de todas las circunstancias y no condicionado a las conductas ni a
ningún otro aspecto de la persona; b) la relación de aceptación incondicional de un adulto
significativo; y c) la extensión de redes informales de apoyo.
Este componente de la prevención integral está dirigido a mejorar y mantener la salud física,
mental y social de las personas; incluyendo la espiritualidad comprendida como los deseos de
superación y trascendencia más allá de la orientación religiosa de las personas. Los estilos de
vida saludable entonces, son formas de vida que contribuyen a preservar los diferentes aspectos
de la salud integral.
Para promover estilos de vida saludables los programas deben alentar que cada persona se haga
completamente responsable del cuidado de su salud corporal, psicológica y social, asumiendo
actitudes y estilos de vida que favorezcan un desarrollo pleno que aporte para el bienestar per-
sonal y colectivo.
Algunos hábitos contribuyen decididamente a que las personas incorporen estilos de vida salu-
dables, incluyendo:
• Dormir siete u ocho horas cada día
• Desayunar cada mañana y nunca o rara vez comer entre comidas
• Tener un peso conveniente en función de la talla
• No fumar, no beber o hacerlo de manera moderada
• Realizar alguna actividad física con regularidad
125
• Generar un sentido, objetivos y plan de acción de vida
• Mantener la autoestima, el sentido de pertenencia y la identidad.
• Mantener la autodecisión, la autogestión y el deseo de aprender
• Brindar afecto y mantener la integración social y familiar
• Tener satisfacción con la vida
• Promover la convivencia, solidaridad, tolerancia y negociación
• Ocupar adecuadamente el tiempo libre y disfrutar del ocio
• Tener comunicación y participación a nivel familiar y social
• Lograr acceso a programas de bienestar, salud, educación, cultura y recreación, entre
otros
Hay que tener en cuenta que desde la perspectiva integral, tanto la salud como los estilos de
vida saludables no pueden ser aislados del contexto social, económico, político o cultural al cual
pertenecen y deben ser acordes a los objetivos del proceso de desarrollo, promoviendo mejores
condiciones de vida y bienestar.
Tipos de intervención
Los programas preventivos pueden estar dirigidos a diversas poblaciones con sus característi-
cas específicas, lo cual exigirá una determinada forma de intervención. La tabla 46 presenta la
clasificación de los tipos de prevención según Gordon, quien trató de precisar los límites entre
lo preventivo, lo terapéutico y lo social, que el modelo de salud pública (primaria, secundaria y
terciaria) no clarifica.
Tabla 46
Tipos de prevención
Tipo Definición
Universal Está dirigida a la población en general, a un grupo poblacional amplio, por ejemplo
a “los jóvenes”. Prioriza la promoción de la salud, el incremento de la percepción de
riesgo del alcohol, tabaco y drogas ilegales, desarrollo de habilidades para la vida y
el fortalecimiento de los factores de protección.
Selectiva Se dirige hacia grupos de riesgo específicos, que presentan una proclividad mayor al
consumo, tales como hijos de alcohólicos o reclusos, menores infractores, víctimas
de abuso sexual o violencia doméstica, niños o niñas con problemas de aprendizaje
o de conducta. Esta intervención priorizará estas condiciones específicas para
eliminar su riesgo para el consumo, además de promocionar la salud y fortalecer
los factores de protección y las habilidades sociales.
Indicada Dirigida a grupos poblacionales con sospecha de consumo inicial o experimental
o que poseen factores de alto riesgo para desarrollar adicción, con o pueden ser
los grupos cercanos a la producción y/o potencialmente involucrados en el tráfico.
La intervención será a través de consejería psicológica o médica, entrevista y
psicoterapia motivacional, para evitar que el consumo llegue a ser disfuncional o
patológico.
Esta tipificación es aceptada mundialmente y es difundida tanto en los ámbitos científicos como
académicos, pues parece ser más funcional y ayudar en las intervenciones de los distintos agen-
tes preventivos.
126
Prevención en la escuela
La escuela es un lugar privilegiado para la prevención del abuso de drogas, ya que es allí donde
se encuentran y permanecen por un periodo largo, los niños, niñas y adolescentes, población
clave para esta labor. Realizar programas preventivos desde la escuela requiere ciertas conside-
raciones que ayudarán a lograr una mayor eficacia. Estas incluyen:
• Incorporar dentro del proyecto educativo un programa integral de prevención de
drogas.
• Incorporar competencias y contenidos en relación con los temas de prevención inte-
gral, en los currículos de los diferentes niveles (inicial, primaria, secundaria) y moda-
lidades (básica regular y alternativa) del sistema educativo.
• Involucrar a toda la comunidad educativa en el trabajo preventivo (alumnos, profe-
sores, padres de familia).
• Capacitar a los docentes en programas de prevención de drogas y sensibilizarlos en
relación al rol que cumplen como modelos para el consumo o no de drogas.
• Brindar información y apoyo a los padres, particularmente a los padres de estudian-
tes involucrados en el uso de drogas.
• Establecer una política clara frente al consumo de drogas, que contemple la prohibi-
ción de vender o consumirlas dentro del centro escolar y en actividades organizadas
por la escuela, así como las sanciones derivadas de la posesión, uso y venta de drogas
dentro del ámbito escolar.
• Difundir a la comunidad educativa en general la política implantada por el colegio,
con la finalidad de que sea asumida por todos y se vele por su cumplimiento.
• Crear un entorno escolar seguro y afectivo, que brinde cuidado, orientación y apoyo
a todos los estudiantes.
• Convertir los centros escolares en espacios abiertos para la realización de actividades
extracurriculares del buen uso del tiempo libre.
Como se aprecia, la educación preventiva escolar debe comenzar desde la educación inicial y
continuar en la educación primaria y secundaria en la idea de que la prevención se basa en el
desarrollo y consolidación de valores, hábitos, habilidades, actitudes y comportamientos, que se
irán logrando en un proceso a lo largo de la vida de los niños, niñas y adolescentes.
Es fundamental que desde la escuela se puedan detectar las diversas conductas de riesgo de
los alumnos, para poder actuar tempranamente sobre ellas. En la educación inicial y primaria
hay que prestar atención a aquellos estudiantes que tengan problemas de conducta como hi-
peractividad o agresividad, o que ostenten problemas de aprendizaje. En secundaria es posible
encontrar estudiantes que están en consumo inicial, que deben ser derivados a tiempo a una
consejería que evite un mayor involucramiento con las drogas.
Prevención en la familia
La familia es por excelencia el primer ente socializador y educador, donde se ponen las bases
futuras de los niños y adolescentes. Por ello, de su actuación depende el desarrollo sano, equi-
librado e integral de los mismos, que evite que se adentren en conductas de riesgo, tales como
el consumo de drogas.
127
Actuar en programas familiares preventivos exige trabajar sobre los siguientes elementos:
b) Estilo educativo que maneja la familia para la crianza, en cuanto a la presencia, ausencia
o tipo de autoridad que ejerce, y también en cuanto a las normas, límites y consecuencias
utilizadas en la disciplina.
Así se podrá convertir a la familia en un agente preventivo sólido, que cumpla su misión for-
mativa y educativa, que se adapte a los cambios, incluyendo los nuevos roles que ejercen los
hombres y mujeres, formas de ejercer la autoridad o establecer la disciplina y las jerarquías, que
inciden en la dinámica familiar e influyen en las decisiones de consumo de los hijos.
Prevención en la comunidad
Este esfuerzo irá dirigido a promover la salud y la consecución de estilos de vida saludables en
las poblaciones que conforman los diferentes ámbitos de la comunidad, lo cual requiere de una
planificación en conjunto con un compromiso de los diferentes actores involucrados.
128
Prevención en el medio laboral
Es importante que estos programas sean realizados de manera continua, involucrando a jefes,
supervisores, áreas de salud, de seguridad y de recursos humanos que garanticen un tratamien-
to integral de la problemática, el mejoramiento de la calidad de vida en el trabajo y a la par la
productividad y el buen desempeño en la empresa.
Los medios de comunicación no deben ser dejados de lado en los esfuerzos hacia una preven-
ción integral de los comportamientos de riesgo, ya que son una estrategia complementaria im-
portante que pueden reforzar los programas que se desarrollan en las comunidades, al promo-
ver estilos de vida sanos, a través de la trasmisión de spots, semillas, videos, de acuerdo a las
características de cada comunidad.
Entre las campañas informativas, figuran aquellas que utilizan medios de difusión masiva tales
como la radio y la televisión. CEDRO ha optado por varias estrategias en la comunicación dirigida
a poblaciones especiales como son los jóvenes. Así, desde el año 2003 al 2013 se han producido
campañas audiovisuales, que han tenido como propuesta llegar a los adolescentes y jóvenes
a través de la presentación de mensajes motivadores de jóvenes con éxito, que pueden servir
como modelo de vida saludable, sin drogas y con espíritu de triunfo.
129
Esta es una propuesta que muestra la asociación del éxito personal con el distanciamiento del
consumo de drogas. Algunos personajes que han participado en estas campañas son el can-
tautor internacional Gianmarco Zignago, el tenor Juan Diego Flores, el tenista Luis Horna, la
campeona mundial de tabla hawaiana Sofía Mulanovich, el futbolista Claudio Pizarro, el rockero
Pedro Suarez-Vértiz, los campeones mundiales de ajedrez Jorge y Deysi Cori, las jugadores ju-
veniles de voleyball y el campeón de windsurf Nicolás Schreier, entre otros. Se promueven así,
comportamientos que reflejen una posición positiva y feliz frente a la vida, y por consecuencia,
de rechazo a lo que afecte la salud, como es el uso de drogas.
Es claro que los medios de comunicación masiva pueden ser una herramienta preventiva útil, si
su objetivo va dirigido a cambiar comportamientos, y si los mensajes se preparan con criterios
técnicos y de experiencia. Los mensajes deben ser positivos, incentivando a las personas a cui-
darse, a crecer sanas y felices, realizándose en las diferentes esferas de su vida: social, cultural,
laboral, familiar, pero sobre todo en lo personal, y utilizando sus propios recursos. Así se logrará
un mayor éxito en el objetivo de salud que se persigue.
Ahora bien, en el Perú si bien se cuenta con escasa información respecto al número de personas
internadas u hospitalizadas por dependencia a sustancias psicoactivas, así como el porcentaje
de los mismos que finalizan programas de tratamiento; se estima que para el año 2,000 existían
unos 2,000 pacientes internados en las distintas alternativas de tratamiento disponibles en el
país.
Una estimación realizada por CEDRO señala que a nivel nacional, para el año 2010 había 6,000
pacientes en las diversas modalidades de tratamiento, tanto en la modalidad de internamiento,
como en la ambulatoria. Tal estimación fue hecha en base a información sobre pacientes inter-
nados, número de camas disponibles, tasa de retención y tasa de ocupación de camas.
130
En la actualidad, en la mayoría de los países del mundo el afronte de tratamiento de las drogo-
dependencias es transdisciplinario, donde diversos profesionales incluyendo médicos, psicólo-
gos, psiquiatras, enfermeras, asistentes sociales, terapeutas ocupacionales, neurólogos y ex con-
sumidores debidamente recuperados, etc. conforman un equipo de trabajo (Naciones Unidas,
2003a, 2003b).
Las intoxicaciones agudas o los efectos crónicos son abordados generalmente por médicos psi-
quiatras, los que deberían llevarse a cabo siguiendo protocolos y técnicas con efectividad re-
conocida. Sea simultáneamente, o a corto plazo, la intervención psicológica, social y familiar
complementan el abordaje integral de las drogodependencias.
El tratamiento de la dependencia de drogas ofrece sin embargo dificultades muy grandes. Por
ejemplo, suele ocurrir que los pacientes no admiten su condición de consumidores y menos aún
que se han convertido en adictos o adictas. Por tanto, difícilmente se motivan a incursionar en
el tratamiento. Frecuentemente asumen una actitud de resistencia frente a las personas inte-
resadas en ayudarles. Al menos inicialmente la mayor parte de adictos y adictas se oponen a
cualquier tipo de internamiento o a seguir pautas de conducta que limiten su modo de actuar
habitual (NIDA, 2001).
La gravedad de los problemas asociados a la dependencia tales como la conducta antisocial, la
carencia de motivación y la falta de autocontrol hace que los familiares de los consumidores
tiendan a recurrir a medidas extremas, sometiéndolos a tratamientos no profesionales que casi
siempre incluyen inmovilización, aislamiento, ayuno o incluso rigor físico y de violación de los
derechos fundamentales; situación que en más de una oportunidad ha llegado a consecuencias
graves.
Por otro lado, las acciones destinadas al tratamiento de poblaciones especiales (niños, adoles-
centes, mujeres, etc.) se insertan en el campo de la llamada prevención selectiva e indicada, esta
última definida como el proceso por el cual se lleva a cabo la detección, diagnóstico e interven-
ción temprana en base al consejo psicológico sesiones motivacionales, evaluación psicológica y
médico psiquiátrico a grupos poblacionales en alto riesgo.
La intervención en el ámbito de la prevención indicada comprende la detección precoz de los
consumos tempranos o incipientes empleando estrategias y técnicas más educativas que tera-
péuticas; motivación hacia el cambio de actitudes, estilos de afrontamiento, técnicas de solución
de problemas, etc. Las metodologías de grupo de encuentro pueden ser útiles para cierto núme-
ro de adolescentes vulnerables y consumidores experimentales.
El tratamiento del alcoholismo hasta hace poco estaba a cargo exclusivamente de la medicina
y de la psiquiatría en particular. De un tiempo a esta parte el enfoque multidisciplinario ha asu-
mido más protagonismo. En el caso del tabaquismo en el Perú existe un enorme déficit de al-
ternativas de tratamiento; los pocos avances alcanzados están relacionados con el enfoque cog-
nitivo-conductual y el abordaje combinado de este enfoque y terapia farmacológica. También
existen opciones tales como el empleo de láser y acupuntura pero no existe evidencia científica
que haya probado su eficiencia.
En el caso de adicción al alcohol, existen modalidades de autoayuda. Tal vez la más importante es
la propuesta de terapia grupal creada por Alcohólicos Anónimos en Norteamérica y desarrollada
ampliamente en el Perú. En Lima y principales ciudades del país existen locales de Alcohólicos
Anónimos, que funcionan como grupos abiertos de soporte a cargo de alcohólicos recuperados.
En estos grupos se establecen normas de pertenencia y se alienta la motivación y el compromiso
de cambio mediante el compartir de experiencias, refuerzo mutuo y autoayuda.
131
También existen perspectivas de ayuda profesionalizada. Al presente se viene trabajando clínica-
mente con algunos grupos de alcohólicos combinando la psicoterapia con ciertos medicamentos
que han mostrado eficacia en el tratamiento del paciente con alcoholismo. Los centros de salud
mental a cargo del Estado abordan estos casos en sus unidades de tratamiento de adicciones,
generalmente en manos de psiquiatras y psicólogos.
Las primeras experiencias de tratamiento del consumo de drogas ilegales en el Perú se remon-
tan a finales de la década del 60 del siglo pasado, cuando se comenzó a emplear psicofármacos
desde una perspectiva médico-psiquiátrica. En las décadas del 70 y 80 se implementó progra-
mas de tratamiento incorporando técnicas terapéuticas derivadas del conductismo ortodoxo, el
‘biofeedback’ y más adelante la terapia cognitiva y finalmente el afronte cognitivo-conductual,
el consejo psicológico, médico y la psicoterapia motivacional.
En lo referido al tratamiento de las drogas ilegales y en consistencia con el hecho de ser las
drogas con mayores índices de consumo, los diversos enfoques de tratamiento se han centrado
principalmente al caso de la dependencia a drogas cocaínicas y marihuana. El abordaje de otras
sustancias se hace replicando las técnicas y procedimientos desarrollados para las drogas cocaí-
nicas.
132
La psicoterapia de grupo se ha consolidado tanto como un complemento necesario o como cen-
tro de los programas de tratamiento. Hay que señalar que la psicoterapia grupal en muchos
casos presenta ventajas importantes en comparación con el abordaje individual, dado que:
1. Permite romper los principales esquemas cognitivos característicos de la dependencia a
sustancias que desarrollan a lo largo de la convivencia con el alcohol y otras drogas.
2. Se logra romper con el aislamiento y con el sistema de relaciones superficiales que la con-
ducta adictiva suele desencadenar.
3. Contribuye enormemente a que el paciente admita su condición de dependiente, pues se
ve reflejado en la problemática de sus pares.
4. Significa menores costos dado que se puede tratar al mismo tiempo a un mayor número
de personas.
5. Permite que los pacientes compartan sus experiencias y se retroalimenten mutuamente
en relación a sus éxitos y fracasos.
Al abordar el consumo de drogas ilegales los profesionales generalmente deben también consi-
derar el hecho de que la mayor parte de consumidores suelen ser también usuarios habituales
de drogas sociales (consumidores múltiples o poli-consumidores) y en otros casos se observa
también trastornos psiquiátricos. Estas 2 condiciones complejizan mucho más el tratamiento y
son claves en el establecimiento del pronóstico de cada caso.
Los enfoques de tratamiento en drogas cocaínicas, marihuana, drogas de síntesis, entre otras,
más utilizadas en nuestro medio son:
133
3. Entrevista y psicoterapia motivacional. Es una modalidad de intervención cuyo objetivo
es generar motivación y cambios en el esquema cognitivo. Es una perspectiva aceptada y
empleada en muchos países debido a que sus efectos han sido probados y existe un nivel
aceptable de adherencia a este modelo; empleado fundamentalmente en púberes y ado-
lescentes de ambos sexos. El modelo es aplicado desde hace algunos años en el servicio
Lugar de Escucha de CEDRO.
4. Terapia racional emotiva. Tiene como objetivo el cambio de los patrones de pensamiento
irracional que se asume interfieren con el bienestar del individuo y lo inducen al consumo.
Los patrones de pensamiento disfuncional generalmente se refieren a problemas en las
relaciones interpersonales y de percepción del propio desempeño. El paciente aprende a
registrar y discutir sus pensamientos y concepciones irracionales, reemplazándolos por
otros que favorecen un desempeño adaptativo.
En la actualidad se desconoce el número de adictos y adictas a las drogas ilegales que requieren
tratamiento en el Perú. En el caso de las sustancias cocaínicas y de marihuana los estimados son
variables y van desde los que consideran 50,000 hasta los que creen que llegan a 200,000 en
Lima Metropolitana (CEDRO, 2011).
El National Institute on Drug Abuse (NIDA) en 1999, sugirió 13 principios que derivados de la
investigación empírica realizada en más de 30 años de trabajo, son considerados relevantes para
el tratamiento efectivo de las drogodependencias, que se presentan en la tabla 47.
134
Tabla 47
Principios para el Tratamiento Efectivo del Uso de Drogas
1 No existe un tratamiento único que sea apropiado para todos los individuos.
2 El tratamiento debe estar disponible fácilmente.
3 El tratamiento efectivo atiende a múltiples necesidades del individuo, no solo al uso de drogas.
4 Un plan de tratamiento y de servicios individual debe ser continuamente evaluado y modificado
cuando se considere necesario para asegurarse que el plan atiende las necesidades de cambio de la
persona.
5 Permanecer en tratamiento durante un adecuado período de tiempo es gravitante para la efectivi-
dad del tratamiento.
6 La consejería (individual y grupal) y terapias como la conductual y cognitiva, son componentes rele-
vantes del tratamiento efectivo para la adicción.
7 La medicación, aunque no en todos los casos, es un elemento importante del tratamiento para
muchos pacientes, especialmente cuando se combina con la consejería y otras terapias conductuales
y conductual-cognitiva.
8 Los individuos adictos o que abusan de drogas que presentan trastornos mentales coexistentes
deberían tener tratamiento para ambos trastornos de forma integrada.
9 La desintoxicación médica es sólo el primer estadio del tratamiento de la adicción y, por sí misma,
significa poco en lo que se refiere al uso de drogas a largo plazo.
10 El tratamiento no necesita ser voluntario para ser efectivo.
11 El posible uso de drogas durante el tratamiento debe ser monitorizado continuamente
12 Los programas de tratamiento deberían incluir evaluación para el VIH/SIDA, hepatitis C y B, tuber-
culosis y otras enfermedades infecciosas, así como consejería continua que ayude a los pacientes a
modificar o cambiar las conductas que les colocan a sí mismos o a otros en riesgo de infección.
13 La recuperación de la drogadicción es un proceso a largo plazo y, frecuentemente requiere múltiples
episodios de tratamiento.
Fuente: NIDA (2001)
En general las comunidades terapéuticas suelen desarrollar un modelo mixto, con internamiento
en las primeras fases de tratamiento y atención ambulatoria en la fase de seguimiento. Los fon-
dos para el sostenimiento de los grupos proceden de: a) aportes en efectivo de los familiares de
los pacientes; b) donaciones de particulares y empresas; c) actividades de autosotenimiento ta-
les como cultivo de parcelas o prestación de servicios menores; y d) subvenciones generalmente
en forma de alimentos ofrecidas por organismos de ayuda social.
135
Uno de los problemas más importantes asociados a la existencia de comunidades terapéuticas
se refiere al nivel de informalidad y desmesurado crecimiento en que desarrollan su labor. En
efecto, solo un reducido porcentaje de centros están debidamente registrados ante las autori-
dades municipales y de salud, probablemente debido a que los requisitos para lograr la forma-
lización son engorrosos e implican realizar una inversión significativa y en otros casos –posible-
mente en la mayoría de los casos-- por la falta de interés de un trabajo profesionalizado y de ser
supervisados.
Los bajos costos implicados y la desesperación de las familias que sufren la presencia de un
miembro adicto o adicta ha favorecido la propagación de este tipo de centros. Sin embargo, las
conclusiones muestran que la mayor parte de organizaciones no ofrecen adecuadas condiciones
de habitación y alimentación a los internos, quienes además no cuentan con atención profesio-
nal oportuna. Es común que no exista un protocolo de tratamiento estándar y no se cuente con
programas de acompañamiento, seguimiento y prevención de recaídas, factores que contribu-
yen a la limitada efectividad de este tipo de iniciativas.
En las clínicas psiquiátricas, clínicas de día y establecimientos afines, la categoría más económica
el costo para el paciente adicto, incluyendo exámenes clínicos, alimentación e internamiento,
llega a los US$ 600 mensuales (US$ 7,200 al año) mientras que en la categoría alta el costo llega
a US$ 2,000 por mes (US$ 24,000 al año). En el ámbito del tratamiento ambulatorio a modo de
consultas particulares, los honorarios de los profesionales de la salud mental (psiquiatras, psicó-
logos, neurólogos, médicos, etc.) pueden ir desde los 50 hasta soles por consulta.
Los costos en las comunidades terapéuticas son extremadamente variables. En las tradicionales
y no profesionalzadas, dirigidas por ex consumidores, hay casos donde el pago se da a través de
donación de alimentos y otros bienes, pasando por aquellas que cobran desde los 300 hasta 400
soles mensuales. En las comunidades terapéuticas profesionalizadas los costos pueden oscilar
entre 600 y 3,000 soles mensuales, es decir 36,000 soles al año.
En cualquiera de los casos queda claro que para un mayoritario sector de nuestro medio que
desea recibir tratamiento privado, las probabilidades de culminar los programas son reducidas
dado que el financiamiento de los mismos resulta oneroso para el sostenimiento mensual, con-
siderando que en la mayor parte de los casos se requiere entre 10 y 12 meses de tratamiento.
136
Lugar de escucha de CEDRO
A través del Programa ‘Lugar de Escucha’, el Centro de Información y Educación para la Preven-
ción del Abuso de Drogas (CEDRO) ofrece un servicio de atención al público en casos de consu-
mo, abuso y dependencia de drogas. Dicho servicio –pionero en el Perú- tiene el propósito de
brindar consejo psicológico y médico, sesiones de terapia motivacional, evaluación psicológica y
psiquiátrica para todas aquellas personas que directa o indirectamente se ven afectadas por un
problema de consumo de drogas.
El servicio está destinado a canalizar las demandas de atención, reforzando y/o incrementando
el nivel de motivación de los pacientes, así como el compromiso de los miembros de su grupo
de pertenencia, para que ambos se inserten en el proceso de tratamiento, factor imprescindible
para la recuperación del adicto. Así desde su apertura en 1988 el servicio ha atendido más de 1
millón de llamadas telefónicas y más de 30 mil casos en consulta personalizada.
En el año 2004 ‘Lugar de Escucha’ inició una línea de trabajo de orientación y consejo psicológico
‘on-line’, la misma que comprende el correo electrónico y el ‘chat’ o comunicación en tiempo
real. A través de esta metodología de intervención se intenta brindar la contención orientación
básica en personas con problemas de drogodependencias y otros comportamientos riesgosos, y
la agenda de una cita para ser recibido o recibida en consulta presencial.
Así entre 2004 y el 2012 el servicio ha atendido cerca de 20,000 solicitudes de atención vía in-
ternet vinculadas con el consumo de drogas, de los cuales el 56% fue a través del e-mail y el 43%
mediante el chat; observándose que más del 70% de los usuarios es un grupo conformado por
púberes, adolescentes y jóvenes. Ha sido interesante encontrar que a diferencia de la atención
telefónica, existe mayor demanda de consejo on-line de ciudades del interior del país, así como
de jóvenes de países latinoamericanos y algunos casos de población latina de los Estados Uni-
dos, Europa, Asia y Australia.
Las personas que tienen a su cargo la atención telefónica o personal son profesionales en la rama
de la psicología y de la psiquiatría y han recibido capacitación específica para tratamiento de ca-
sos de drogodependencias, de atención telefónica y de intervención mediante internet. Con una
periodicidad definida, el equipo de atención realiza reuniones técnicas y de coordinación que
permiten resolver eventuales problemas, revisar los casos que están siendo atendidos, compar-
tir bibliografía actualizada, etc.
Cabe finalmente indicar que CEDRO a lo largo de sus 27 años de vida institucional ha contribui-
do con los centros de tratamiento en adicciones a través de la asistencia técnica, capacitación,
actualización, del mismo modo las ha alentado a la formalización, profesionalización y respeto a
los derechos humanos. En el presente año, CEDRO ha sido convocado por el Ministerio de Salud
para la conformación de la Comisión de Reglamentación de la Ley de Comunidades Terapéuticas.
137
138
6
CEDRO: LUCHA CONTRA
LAS DROGAS
140
6.1 Reseña histórica
Hace 27 años, un grupo de peruanos preocupados por el creciente consumo de drogas en el
Perú, se reunieron y decidieron conformar una institución que pudiera enfrentar esta proble-
mática desde una perspectiva integral, considerando las diversas dimensiones que implicaba.
No existía en el país conciencia sobre el problema de las drogas ni se conocían las diversas con-
secuencias sanitarias y sociales asociadas al consumo ni del incremento del mismo, como se
apreciaba en el número de consumidores que llegaban a los centros de salud o se presentaban
en situaciones de emergencia en calles y estaciones policiales.
Con el auspicio de la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (USAID) y
bajo la coordinación de John García de Development Associates, se organizaron las primeras ac-
ciones tendientes a crear conciencia sobre el problema de las drogas en el Perú por un lado y por
el otro, implementar un centro de información y educación para prevenir las drogas en el país.
El nuevo centro, denominado ‘Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso
de Drogas’, eligió como miembros del Consejo Directivo a científicos reconocidos en el país por
su experiencia profesional. Algunos de ellos fueron los Doctores Ramiro Castro de la Mata, José
Matos, Rafael Navarro Cueva, Esteban Rocca, Luis Alberto Sánchez, Moisés Banarer, entre otros.
A estos se unieron, los Doctores Alejandro Vassilaqui, Carmen Masías y Roberto Lerner como
miembros del primer equipo institucional.
CEDRO se funda con la finalidad de crear conciencia, informar, educar y brindar asistencia técni-
ca a instituciones públicas y privadas, acerca de la problemática de las drogas. En este marco, las
primeras acciones se concentraron en la implementación de una base informativa (gráfica y au-
diovisual) sobre los diversos aspectos del problema de las drogas en el Perú y el mundo, logrando
conformar la base de datos más completa de esos años a nivel nacional.
Desde sus inicios CEDRO priorizó la promoción de la investigación científica sobre las diferentes
facetas del problema de las drogas. Fueron realizados concursos de investigaciones entre univer-
sitarios y profesionales interesados en el tema, los cuales lograron generar información vital para
entender el problema y diseñar estrategias de abordaje más realistas y efectivas.
El primer estudio epidemiológico sobre consumo de drogas en el país, presentado ante la co-
munidad científica nacional y el Ministerio de salud entre los años 1986 y 1987, constituyó un
aporte importante en la generación de conocimiento sobre el problema de las drogas en el Perú,
sirviendo de base para la programación y priorización de acciones informativas y de capacitación
en manos de los sectores público y privado.
Otra de las acciones para posicionar el problema de las drogas en la agenda pública nacional,
fueron el suministro permanente de información a los medios masivos de comunicación, publi-
cándose artículos y notas de prensa, registrándose además rigurosamente y permanentemente
las noticias relacionadas a drogas, lográndose conocer así, la percepción social sobre el proble-
ma en nuestra sociedad.
141
De igual manera y con el fin de propiciar un efectivo cambio de actitudes y percepciones respec-
to a las dimensiones de la problemática de las drogas, se difundieron spots radiales y televisivos,
lo que se logró gracias al apoyo de las radios y televisoras locales. Estos productos comunicacio-
nales fueron pioneros a nivel nacional y contribuyeron a que el mensaje de CEDRO y la propia
institución ingresaran a la mente de los peruanos.
Las crecientes acciones de asistencia técnica ofrecida a ministerios, organismos de salud, institu-
ciones educativas, profesionales y aún estudiantes tuvieron como resultado la incorporación de
componentes de prevención de drogas en los planes y programas de diversos sectores; respon-
diendo a una problemática que se iba apoderando de muchas regiones del país, todo lo anterior
en un país teñido por la inflación, devaluación, terrorismo y una economía que empezaba a
sentir los estragos del narcotráfico. Este fue el contexto que CEDRO enfrentó al iniciar sus acti-
vidades en el país. Esto implicó y aún en determinadas zonas, implica una gran inseguridad para
nuestro personal y para las acciones programadas.
Durante estos 27 años, la institución ha sido referente importante en relación al tema drogas
en el país. Algunos importantes logros han sido la creación de conciencia nacional sobre el pro-
blema de las drogas con una opinión mayoritaria en contra de la legalización de las mismas, la
relativa estabilización del consumo de drogas y mecanismos de organización comunitaria frente
al problema de las drogas.
Para enfrentar los nuevos desafíos, CEDRO actualiza y ajusta permanentemente sus interven-
ciones. En la actualidad, se facilita el acceso y uso productivos de tecnologías de la información
y comunicación a diversas comunidades del país, a través de las cuales se contribuye a reducir
la brecha de alfabetización digital, transferir nuevos conocimientos, promover negocios locales
alternativos y lícitos, acercar a las comunidades al Estado y sus servicios, además de fortalecerse
la asociatividad, la organización y la participación comunitaria.
En el lapso de estos 27 años hemos sufrido también pérdidas importantes en la institución, en-
tre ellas, la muerte en manos de delincuentes narcoterroristas de uno nuestros consultores más
apreciados, Fidel Castro Zambrano, en la Región San Martin el año 1995. Nos afectó grandemen-
te también, el fallecimiento de nuestro Presidente de Directorio y gestor institucional, Dr. Ramiro
Castro de la Mata; colaborador incondicional que nos dejó lecciones imperecederas.
Hoy, como principales logros de la institución puede mencionarse el trabajo constante con todos
los sectores de nuestra sociedad; se ha creado conciencia contra la cadena perniciosa de las dro-
gas y su impacto en las familias y la sociedad peruana; hemos logrado que los líderes de opinión
de los sectores económicos, políticos, religiosos y de base tengan en la institución un referente
para poder conocer el tema y desde sus espacios así construir una cultura preventiva.
142
Nuestro nombre y logotipo hoy es reconocido por toda la población peruana, que nos considera
líderes en la lucha contra las drogas. Como anécdota debemos decir que el logotipo fue gene-
rado a partir de un concurso y muestra a una persona protegida como por un paraguas que la
protege, a su vez es fuerte como un árbol y tiene la alegría del arco iris sobre ella. Es con esa
perspectiva que nació CEDRO; como ese árbol fuerte que sobrevive al paso del tiempo; desde
épocas donde el narcotráfico campeaba con un país que tenía más de 115,000 hectáreas con cul-
tivos de coca, con firmas de traficantes que acosaban a nuestra población y eran amos y señores
en los valles cocaleros del país.
En ese contexto iniciamos nuestras acciones el 26 de junio de 1986, cuando instalado el primer
directorio, con el Director Ejecutivo en funciones, los responsables del Área de Información y
Educación, así como de la unidad de capacitación y asistencia técnica CEDRO se lanzó a la vida,
para alentar el desarrollo del país.
Como institución, CEDRO afronta el problema de las drogas de manera integral, en sus dimen-
siones de producción, tráfico y consumo, creando conciencia sobre la magnitud de dicha proble-
mática entre los más diversos sectores de la sociedad, y especialmente en los líderes de opinión
pública, de manera tal que se tomen acciones concretas y efectivas a escala nacional.
Despliega importante esfuerzo en desarrollar estrategias de trabajo preventivo para crear con-
ciencia sobre los efectos negativos que la producción, la comercialización y el consumo de dro-
gas tienen sobre la sociedad; implementando programas de trabajo decente prioritariamente
con jóvenes, identificando cadenas productivas, entre otras oportunidades lícitas.
143
Como organización de la sociedad civil, crea planes estratégicos, programas y acciones, insertos
en políticas dirigidas a promover la salud integral de la población y disminuir su vulnerabilidad
frente al consumo de drogas y otras conductas de riesgo; entre ellas, el descontrol y la violencia
en todas sus manifestaciones.
Entiende que las drogas constituyen un problema multicausal asociado, entre otros factores, a la
ética, la presión de pares, la crisis de valores y la pobreza material y espiritual. Por lo tanto, sus
acciones institucionales están ligadas a la promoción y el desarrollo de los diferentes sectores de
la sociedad peruana, involucrando a niños, adolescentes, jóvenes y adultos en todos sus proce-
sos y haciéndolos gestores de sus propio desarrollo.
Misión y visión
En este marco se declaran las orientaciones básicas que sirven de norte para el trabajo del Cen-
tro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas [CEDRO]:
Misión
“CEDRO es una organización que acompaña procesos de desarrollo integral, brinda alternati-
vas de vida saludable y previene el involucramiento en la cadena de las drogas y en otras
conductas de riesgo en niños, niñas, adolescentes, jóvenes y otras poblaciones vulnera-
bles del país.”
Visión
“Los peruanos viven en una cultura de la legalidad y son protagonistas de su desarrollo sos-
tenible.”
Orientaciones de trabajo
Durante los 27 años de trabajo institucional CEDRO ha adquirido importantes experiencias que
han permitido que se posicione en la mente de los peruanos como un organismo líder en la lucha
contra las drogas.
144
Conocimiento sobre temas de salud
Ello implica acceder a información proveniente de fuentes tanto cuantitativas como cualitativas,
propias y de otras organizaciones pues la institución considera que los procesos de sensibiliza-
ción poblacional deben apoyarse en un profundo conocimiento acerca de los factores psicoso-
ciales y culturales involucrados en los comportamientos de salud de la población, intentando
incorporarlos en las propuestas como aspectos clave de intervención.
Experiencia en investigación
CEDRO cuenta con profesionales capaces en realizar estudios y desarrollar procesos de recolec-
ción de información mediante el empleo de metodologías cuantitativas y cualitativas de diag-
nóstico comunitario a través de indicadores clave, que favorecen las acciones de evaluación de
procesos, resultados e impacto de los distintos programas para el desarrollo poblacional. La ins-
titución ha sido pionera en el desarrollo de estudios epidemiológicos y de opinión sobre drogas
a nivel nacional.
CEDRO tiene presencia con diversos segmentos poblacionales, habiendo adquirido vasta expe-
riencia en el desarrollo de programas de capacitación y comunicación dirigidos a poblaciones
específicas, incluyendo jóvenes, adolescentes, niñas y niños, adultos, profesores, agricultores,
periodistas, mujeres organizadas, líderes comunales, integrantes de gobiernos locales y pobla-
ción general.
La institución implementa programas y acciones que son recibidos por las poblaciones objetivo,
que aspiran a iniciar un trabajo sostenido con miras a alcanzar niveles de autodesarrollo en un
entorno donde las drogas no tengan lugar. Así puede afirmarse que la institución es reconocida
como un referente importante que alienta los estilos de vida saludables en un marco de desa-
rrollo local.
Experiencia comunicacional
La institución cuenta con una Unidad de Comunicaciones eficaz en el desarrollo de diversos for-
matos de información, educación y sensibilización en medios masivos (radio, televisión, prensa
escrita) y alternativos (teatro, pasacalles, periódicos murales, lienzos, radios rurales, etc.)
También se tiene una activa presencia en redes sociales [facebook, twitter, youtube, entre
otros], que facilitan la transmisión y el posteo de mensajes directos e inmediatos para diversas
145
poblaciones o grupos meta, respetando y tomando en consideración las diferencias culturales.
Los productos de comunicación han sido bien acogidos por las poblaciones objetivo priorizadas.
Inclusión Digital
Desde el 2012, CEDRO a través del proyecto “Inclusión Digital”, viene elaborando el modelo de
Telecentro CEDRO, que se constituyen como lugares de aprendizaje y comunicación virtual que
conectan a las comunidades de la selva con el resto del mundo. Se considera también que los
telecentros son espacios de fortalecimiento de ciudadanía, donde la población puede acceder a
plataformas virtuales y participar de foros y cursos virtuales gratuitos, fortaleciendo la inclusión
social.
Organización interna
CEDRO posee una estructura organizacional compuesta por una Asamblea y un Consejo Directivo
que incorpora personas provenientes de diversos sectores políticos y sociales, que se renuevan
por tercios mediante elecciones democráticas, todos los cuales comparten el objetivo de contri-
buir a la disminución de la disponibilidad de las drogas y su consumo a nivel nacional (Gráfico 1).
Fuentes de financiamiento
Esta labor es facilitada por los medios de radio, televisión, prensa escrita y redes sociales tales
como el facebook, twitter y blog; contando con el apoyo de agencias de publicidad y muchas per-
sonas que colaboran de manera comprometida en la promoción de estilos de vida saludables, la
formación de valores y la incorporación de jóvenes en el trabajo de promoción.
146
Las principales fuentes de financiamiento de CEDRO son INL–NAS, USAID, PAS, ONUDC, OMS-
OPS, Unión Europea, GTZ, IYF (Nokia), IYF (DOL), ICCO, DAI, FONDAM, CARE PERU, Gobierno,
Regiones, Municipios y empresas nacionales diversas. A todos ellos, CEDRO reafirma su compro-
miso y agradecimiento en la importante labor conjunta por el desarrollo del país.
Gráfico 15
Organigrama Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas
[CEDRO] 2013
Fortalecimiento Institucional
147
Gráfico 16
Líneas de Fortalecimiento Institucional CEDRO
Dentro de las líneas de acción de fortalecimiento institucional CEDRO, con el apoyo de socios
internacionales [Deloitte-Finlandia] trabaja activamente en la actualización e implementación
de un Plan Estratégico Institucional al año 2018, que incluye un diagnóstico organizacional, el
mejoramiento del modelo de negocio y la ejecución, mejora de los sistemas de gestión e infor-
mación, gestión del conocimiento y movilización de recursos.
Ha realizado estudios sobre el consumo de drogas, midiendo además las opiniones, percepciones
y valores de los peruanos; generando información útil para orientar los programas preventivos
y generar conciencia poblacional acerca de los distintos eslabones de la cadena de las drogas.
Al presente, y con ya 27 años ininterrumpidos de trabajo de campo en contacto directo con di-
versas poblaciones es que se han incrementado las fortalezas institucionales, de tal manera que
CEDRO se ha posicionado como una institución líder en el campo de la promoción de la salud y
la prevención de comportamientos disfuncionales, incluyendo el empleo de drogas.
148
Tabla 48
Principales resultados de CEDRO según programa (hasta abril 2013)
Programa educación familiar integral • 180 autoridades, líderes locales y comunicadores sensi-
• Trabaja en 40 comunidades rurales del valle del Monzón bilizados sobre la importancia de una vida lícita.
y la provincia de Leoncio Prado con la finalidad de pro- • Más de 300 jóvenes líderes capacitados y trabajando por
mover actitudes y comportamientos favorables hacia una el desarrollo de sus comunidades.
cultura de la legalidad; contribuyendo a que los jóvenes, • 40 núcleos juveniles realizaron más de 2500 acciones de
mujeres y población se inserte en procesos de desarrollo mercadeo social, con mensajes a favor de una vida sana
comunitario. y cuidado del ambiente que llegó a aproximadamente 20
• Los participantes desarrollan capacidades para la orga- mil personas.
nización y el ejercicio de un liderazgo democrático que • 1500 mujeres capacitadas en talleres ocupacionales
apueste por emprendimientos sociales y económicos como herramienta de motivación y generación de ingre-
sostenibles. sos.
• Las actividades desarrolladas son diversas e incluyen la • Más de 200 jóvenes de la zona han visitado experiencias
conformación de núcleos de trabajo juvenil, que son for- de emprendimientos económicos lícitos.
mados para la implementación de iniciativas de desarro- • 160 emprendimientos lícitos liderados por jóvenes y mu-
llo local. jeres implementados
• Se ha generado también acciones de formación para
la instalación de pequeños negocios que promuevan la
economía lícita: crianza de animales, mejoramiento de
parcelas, generación de valor agregado a la producción
agrícola, etc.
149
Programa Principales Logros
Prevención en comunidades y zonas de alto riesgo • Más de 4850 niñas y niños, beneficiados.
• El programa incluye estrategias para fortalecer habilida- • Se ha brindado información y sensibilización a 1,245 pa-
des sociales de niños, niñas adolescentes y jóvenes, que dres de familia y/o tutores de menores en riesgo.
provienen de familias disfuncionales de zonas de alto • Se ha conformado redes comunitarias contra las drogas,
consumo y micro comercio de drogas incluyendo espacios juveniles comunitarios.
• Se busca mejorar las capacidades de los padres y tuto- • Se ha realizado intervenciones preventivas en zonas de
res así como espacios comprensivos y saludables, que venta y consumo de drogas de Cercado de Lima, La Victo-
favorezcan un adecuado afrontamiento del consumo y ria, Rímac y Magdalena
comercio de drogas, delincuencia y violencia en zonas • Apoyo a redes de instituciones que trabajan con grupos
tugurizadas. de alto riesgo
• Se realizan visitas de campo para el trabajo en calle, capa- • Elaboración de un manual de sistematización de expe-
citación y asistencia técnica a las redes comunitarias, de- riencias de trabajo
sarrollo de talleres para el entrenamiento en habilidades
sociales y organización comunitaria.
Juventud Ayacuchana: Hacia la cultura de la legalidad • Conformación de una fuerza social y corriente de opinión
• El objetivo es crear una corriente social a favor de la lega- a favor de la cultura de la legalidad y valores democráti-
lidad a través de iniciativas empresariales juveniles, forta- cos: más de 30 mil beneficiarios.
leciendo la identidad regional y la cultura local en el VRAE • Participación en acciones de sensibilización sobre la ca-
y zonas de influencia en la ruta del narcotráfico. dena de las drogas y la cultura de la legalidad.
• Se busca poner en valor los recursos naturales y cultura- • Difusión de spots de radio y televisión sobre el impacto
les de cada región, consolidando una actitud ética basada del narcotráfico en el medio ambiente.
en el bien común, fomentando el liderazgo de los jóvenes • Compromiso de más de 900 autoridades, comunicadores
y la promoción de emprendimientos laborales lícitos. y líderes locales para apoyar una cultura de la legalidad.
• Alrededor de 1500 jóvenes representando a 200 núcleos
de acción social desarrollan acciones cívicas de valora-
ción cultural.
• Incorporación de 600 jóvenes a la vida productiva a tra-
vés de iniciativas lícitas.
Acciones con el Poder Judicial y el Ministerio Público • Más de 280 jóvenes en vulnerabilidad han recibido infor-
• Apoyo al programa ‘Jóvenes Líderes hacia un Futuro Me- mación sobre prevención de drogas y otras conductas de
jor’ del Ministerio Público - Fiscalía de la Nación, con el riesgo.
objetivo de mejorar la calidad de vida de adolescentes y • Los jóvenes ha recibido entrenamiento en habilidades
jóvenes en vulnerabilidad del Rímac, El Agustino, La Vic- sociales como: cooperación, confianza en sí mismo y ma-
toria, Breña, Callao, Villa El Salvador. nejo emocional.
Programa con la Policía Nacional del Perú y las Fuerzas Ar- • Trabajo directo con: a) 25,000 miembros de la Policía; b)
madas 10,000 miembros del Ejército, c) 10,000 integrantes de la
• Implica el desarrollo de acciones preventivas con las Marina, d) y 8,000 miembros de la Fuerza Aérea.
Fuerzas Armadas (Aviación, Marina y Ejército) y la Policía • Se ha ofrecido capacitación a 10,000 miembros de Juntas
Nacional; involucrando a oficiales y subalternos, así como Vecinales de Seguridad Ciudadana y 1,000 integrantes del
a sus familias. sistema de seguridad ciudadana municipal.
• Las líneas de trabajo básicas son: a) formación de instruc- • Se han desarrollado cursos para la formación de promo-
tores en prevención de drogas, b) formación de promo- tores en prevención y cursos de capacitación a través de
tores en prevención comunitaria; c) formación sobre la mecanismos virtuales (internet).
problemática de las drogas a través de una plataforma • Realización de Seminarios Internacionales que analizan la
virtual; y d) producción de materiales de prevención, fo- problemática del crimen organizado, dirigidos a operado-
mento de las relaciones humanas, solución de conflictos res de justicia (jueces, fiscales y policías).
y legislación sobre drogas.
150
Programa Principales Logros
Coaliciones comunitarias antidrogas • 1,400 jóvenes organizados en distintas comisiones de
• Una coalición es la organización formal de vecinos e insti- trabajo voluntario participan activamente en la produc-
tuciones públicas y privadas, que trabajan colectivamen- ción de programas de radio, televisión, recuperación de
te para promover una comunidad segura, saludable y espacios públicos y campañas de difusión.
libre de drogas. • Se ha logrado que dueños de bodegas dejen de vender
• Como estrategia de salud social cohesiona el trabajo de bebidas alcohólicas a menores de edad, cumpliendo la
múltiples sectores, buscando empoderar a la comunidad Ley 28681.
en su desarrollo local y lograr un mayor impacto frente a • Las coaliciones se han esmerado en la recuperación de
la problemática de las drogas. espacios (lozas deportivas, parques y calles) que han sido
• Se ha logrado consolidar coaliciones comunitarias en los recuperadas para implementar bibliotecas y radios comu-
distritos de Lima y Callao así como en las ciudades de nales, así como espacios para danza, pintura entre otros.
Ayacucho, Tingo María y Tocache. • Se ha innovado en el empleo de herramientas virtuales
tales como el facebook, blog y boletines electrónicos.
• Las coaliciones reciben contrapartidas de los gobierno
locales a través de préstamos de espacios físicos, equipo
de sonido, sillas, impresión de boletines, volantes entre
otros. Los planes de acción de coaliciones se han posicio-
nado en la agenda de los gobiernos locales.
• Aprobación y publicación de la modificatoria de una or-
denanza municipal que prohíbe el funcionamiento de
bares y cantinas en el perímetro de plazas, colegios, lozas
deportivas y áreas verdes del distrito de Jesús Nazareno,
Ayacucho.
• Aprobación y modificación de Ordenanza que establece
la clausura de chicherías y regula el funcionamiento de
bares y cantinas y prohíbe el consumo de alcohol en vías
públicas y la no venta de alcohol a menores de edad en el
distrito de San Juan Bautista – Ayacucho.
• Impulso a la ordenanza 003-2009 que prohíbe el consu-
mo de drogas no legales y la ingesta de las bebidas alco-
hólicas en la vía pública en Tingo María.
• Se cuenta con espacio Radial, con cobertura en toda la
provincia de Tocache, en ella se difunden contenidos de
educación, planes de vida para los jóvenes, valores.
• Impulso de la “Radio Coalición te Pone en Acción” lide-
rada por los jóvenes de la coalición de castillo Grande en
Tingo Maria.
• Compromiso de Alcalde del Rímac, Enrique Peramas,
para apoyar la labor de la coalición y a los jóvenes prin-
cipalmente.
• Compromiso sostenido de apoyo a la coalición de La vic-
toria por parte de Subgerencia de Seguridad Ciudadana y
Sub Gerencia de Educación y Cultura de la Municipalidad.
• Recuperación en un 60% del Boulevard “Palermo” en
Urb. Balconcillo, espacio público que había sido invadido
por consumidores de alcohol.
• Recuperación de Loza deportiva de sector 23 de Conjunto
Habitacional Matute por parte de los vecinos de la coa-
lición, espacio público antes invadido por consumidores
de alcohol
• La coalición de ventanilla brinda asistencia técnica a la
Municipalidad del Centro Poblado Mi Perú, sobre el plan
estratégico municipal de Lucha Contra las Drogas.
• Posicionamiento en la agenda municipal en Ventanilla
de la importancia de impulsar acciones preventivas con
la coalición.
151
Programa Principales Logros
Servicio de consejería ‘Lugar de Escucha’ • Se ha atendido personalmente a más de 70 mil personas
• Es un servicio de atención profesional en salud mental y familiares en casos de uso de drogas.
destinado a brindar apoyo ante las demandas de ayuda • Se ha atendido más de 150,000 llamadas telefónicas y
en casos de abuso y dependencia a sustancias y otras más de 20,000 correos electrónicos de personas con pro-
conductas adictivas. El apoyo es brindado por un equipo blemas de consumo.
de psicólogos y psiquiatras con un enfoque humanista. • Se ha producido libros, manuales, guías, artículos y folle-
• La intervención incluye la realización de sesiones de in- tería sobre el tema.
ducción y motivación, evaluación y diagnóstico psicológi- • Se ha capacitado en aspectos de consejo, psicoterapia
co, médico psiquiátrico y derivación de casos. motivacional y manejo de adicciones a personal de salud,
• Se brinda 3 formas de atención: a) personal; b) telefónica; educación, fuerzas armadas y policiales.
y c) a través de internet (correo electrónico y sesiones • El servicio pertenece a una red nacional de centros de
de chat). ayuda en drogodependencias.
• También se trabaja con escolares adolescentes desarro- • Se ha participado en docencia universitaria en centros
llando acciones de detección, diagnóstico e intervención públicos y privados del país y el extranjero.
temprana de comportamientos adictivos.
• Con apoyo de las acciones comunitarias, ser llevan a cabo
sesiones de consejería itinerante en zonas de riesgo para
brindar orientación, consejo e intervención en crisis para
consumidores de drogas o sus familiares.
Programa de casas hogares–albergues • A lo largo del año se ha atendido a 135 niños, niñas y
• El objetivo es contribuir a la reducción de los niveles de adolescentes, de los cuales 23% han sido mujeres y el
riesgo físico y psicológico de niños, niñas y adolescentes resto varones.
vulnerables, en abandono físico y moral. • El 100% de los participantes ha recibido atención en sa-
• El programa brinda un espacio de protección a niñas, lud, el 85% ha realizado una escolarización exitosa, y el
niños y adolescentes, víctimas de violencia familiar, que 18% tuvo al menos una oportunidad laboral.
han tenido que abandonar sus hogares de origen. • Históricamente el 36% de los participantes en el progra-
• En los albergues los menores participan en actividades ma ha logrado reinsertarse en sus familias de origen y el
que fortalecen el desarrollo de habilidades personales y 14% ha logrado independizarse e insertarse saludable-
laborales y favorecen su reinserción familiar y social, pre- mente en la sociedad.
viniendo el consumo de drogas y otras conductas antiso-
ciales como el robo y la violencia callejera.
152
Programa Principales Logros
Programa empresas • Más de 3,500 eventos y planes de prevención realizados
• Programa que ofrece a las empresas del país, un conjun- en más de 350 empresas, con 60,000 integrantes de la
to de programas y servicios que amplíen la integralidad comunidad laboral.
y el impacto de sus políticas de responsabilidad social • Cerca de 270 eventos y planes de prevención con em-
empresarial. presas públicas y/o privadas del país, llegando a cerca de
• Son programas orientados a brindar capacitación y asis- 15,000 integrantes de la comunidad laboral.
tencia en prevención del consumo de drogas y promo- • El componente preventivo ha sido incorporado a las polí-
ción de la salud integral a personal y familiares de centros ticas y planes habituales de diversas empresas.
laborales. • Población laboral y sus familias, han sido sensibilizados,
• A través de diversas acciones informativas, educativas informados y educados en prevención de drogas y estilos
y sociorecreativas, conciencia sobre el valor estratégico de vida saludables.
que tiene la promoción de estilos de vida saludables, la • La institución es reconocida como un referente respecto
formación de valores y el fortalecimiento de lazos fami- a intervención preventiva del abuso de drogas en el me-
liares y comunitarios dio laboral.
• Implementación de programas promocionales y preven-
tivos en lugares de trabajo: escuela de padres, manejo
del estrés, relaciones interpersonales, formación de lide-
razgo y orientación vocacional para hijos de trabajadores.
• Apoyo a la certificación en aspectos relativos a la preven-
ción de las drogas y creación de cultura de prevención
en empresas, que reciben apoyo para generar políticas
respecto al consumo de alcohol, tabaco y otras drogas en
su interior.
• Asistencia técnica para implementación de programas de
promoción de la salud y prevención de drogas con pobla-
ción laboral.
Trabajo con empresas mineras, metalúrgicas y petroleras • Atención a proyectos mineros, beneficiando a más de
• Programas diseñados para contribuir al mejoramiento 8,000 pobladores de zonas de influencia (padres, docen-
integral de la calidad de vida y el desarrollo local de los tes, escolares, autoridades, líderes y trabajadores).
pobladores de las comunidades y zonas de influencia • Se ha incorporado el componente preventivo y de pro-
directa de emprendimientos mineros, metalúrgicos y pe- moción de la salud en las zonas de intervención, fortale-
troleros. ciendo las capacidades para promover la salud integral y
• Se desarrollan 3 componentes: a) sensibilización comu- prevenir conductas de riesgo.
nitaria parar generar conciencia acerca de la importancia • Se ha generado estrategias comunitarias para promover
del cuidado de la salud; b) fortalecimiento de capacida- la salud y enfrentar y atender la violencia, alcoholismo y
des y conocimientos en salud, prevención de conductas otras conductas de riesgo.
de riesgo y desarrollo en la comunidad; y c) estrategias
comunitarias de promoción de la salud y prevención de
las conductas de riesgo.
153
Programa Principales Logros
Programa educación para el éxito • De los 159 niños, niñas y adolescentes que participan en
• Es una alianza entre la empresa productos Tissue del el proyecto, 115 permanecen en el sistema educativo y
Perú – PROTISA, la Municipalidad de Santa Anita y la han sido retirados del trabajo peligroso.
ONG CEDRO, y que cuenta no solo con el financiamiento • El 80% de los NNAs participantes del proyecto mejoró un
de la empresa sino también de la Cooperación de los Paí- 20% sus notas de salida de comunicación integral y el
ses Bajos ( ICCO Cooperación). 92% mejoró en 20% sus notas de salida de lógico mate-
• Se inicio en el mes de julio del año 2010 con el propósito mática.
de promover la permanencia en el sistema educativo y el • 41 NNAs líderes orrganizados generaron 04 mandatos a
retiro gradual del trabajo peligroso de 150 niños, niñas su comunidad educativa y al gobierno local como parte
y adolescentes en 3 instituciones educativas del distrito de su empoderamiento.
de Santa Anita. • 105 familias firmaron compromisos para que sus hijos e
• Para ello se promueve la mejora de la calidad de los ser- hijas dejen de realizar trabajos peligrosos y se mantengan
vicios educativos y se promueve la información y sensi- en el sistema educativo.
bilización a diferentes actores claves, que intervienen en • 98 docentes participaron activamente en las actividades
esta problemática, entre ellos la misma empresa, donde del proyecto; de estos 51 mejoraron sus prácticas peda-
se incide en evitar la mano de obra infantil en su cadena gógicas.
de producción. • Fortalecimiento del Comité Municipal por los Derechos
del Niño, Niña y Adolescente (COMUDENA), del distrito
de Santa Anita.
• Incidencia para la incorporación de acciones de parte
de la empresa en la Estrategia Nacional de Prevención y
Erradicación del Trabajo Infantil.
• Incidencia para el involucramiento de la empresa en las
acciones de prevención y erradicación del trabajo infantil
con la Sociedad Nacional de Industrias y el Ministerio de
Trabajo.
Obra: Alianzas por la Juventud • 55 interacciones realizadas entre sus miembros, que in-
• Es una red democrática de 26 organizaciones e institucio- cluyen 3 proyectos de innovación sinérgica con más de
nes que trabajan juntos con y para jóvenes, para ampliar 300 jóvenes impactados en localidades de bajos recursos
sus oportunidades de desarrollo en materia de educación de Lima.
de calidad, trabajo digno y estilos de vida saludables. • 15 experiencias exitosas de trabajo con jóvenes a nivel
• El objetivo es incrementar el impacto de las interven- nacional sistematizadas y publicadas en medios impresos
ciones dirigidas a jóvenes, de forma integral, a través de y digitales.
sinergias, réplicas, la promoción de la escalabilidad y la • Se pasó de 8 a 26 aliados en menos de tres años.
generación de políticas públicas. • 6 vídeos testimoniales de experiencias exitosas identifi-
• Las organizaciones aliadas se reúnen periódicamente cadas.
para compartir metodologías, experiencias de trabajo y • 15 visitas de aprendizaje más reuniones de reconoci-
todo tipo de aprendizajes para mejorar sus respectivas miento y lecciones aprendidas entre los proyectos de las
intervenciones. organizaciones aliadas.
• Nació como una iniciativa de la International Youth Foun- • 1 Pasantía de Aprendizaje con más de 50 representantes
dation (IYF) y la Agencia de los Estados Unidos para el De- de organizaciones de Lima y de la ciudad de Ica, en la que
sarrollo Internacional (USAID) en el Perú en 2010. Actual- se visitaron 4 experiencias de trabajo con jóvenes locales.
mente, recibe financiamiento como un componente del • 2 eventos de incidencia pública y política con las oficinas
programa de Inclusión Digital, implementado por CEDRO de PRONABEC y DIGESUTP del MINEDU.
y con la asistencia técnica y financiera de USAID. • Espacios web operativos, cooperativos y en crecimiento:
página web, blog, cuentas en las principales redes socia-
les.
• Documentos de sistematización y recomendaciones para
la gestión de políticas públicas de juventud y oficinas pú-
blicas de atención a jóvenes.
• Sistematización del 1er. Foro de Empleabilidad y Partici-
pación Juvenil de Lima Metropolitana, coorganizado con
Oxfam, SENAJU y otras organizaciones.
154
Adicionalmente, debe mencionarse otros programas y proyectos que en su momento tuvieron
importante impacto sobre la población y fueron prólogo para las iniciativas que se desarrollan
actualmente. Entre estos deben incluirse:
Luego de 27 años de creación, CEDRO ha construido lazos de trabajo conjunto con asociaciones
de base social, entidades estatales, corporaciones empresariales y organismos internacionales.
El éxito de cada uno de sus proyectos, programas y acciones de prevención se sustenta en la
aplicación responsable de una metodología de intervención comunitaria que no solo permita
generar cambios positivos en las comunidades sino que también involucre a la propia población
en la solución de los problemas asociados al consumo de drogas.
155
156
7
ARTÍCULOS ESPECIALES
158
7.1 Responsabilidad social y trabajo infantil
Sonia Martínez
El trabajo infantil es una problemática que se ha venido abordando desde diversos frentes en el
Perú: el Estado, diversas ONG y empresas han realizado esfuerzos para revertir este problema;
sin embargo, todavía es poco lo avanzado. Si bien el país ha presentado un importante creci-
miento económico en los últimos años, éste no se ha visto del todo reflejado en la disminución
de la magnitud del trabajo infantil (Estrategia Nacional para la Prevención y Erradicación del
Trabajo Infantil 2012- 2021).
Se hace entonces necesario desarrollar nuevas formas de intervención ante la magnitud de este
problema, desarrollando formas más articuladas donde diversos sectores y actores confluyan
para más y mejores resultados.
Mediante la “Estrategia Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil” [ENPETI]
2012 -2021, se han dado señales desde el Estado de querer abordar seriamente el problema;
pero será el desempeño de los diversos sectores estatales, su capacidad de articulación, así como
la participación de los gobiernos regionales, locales, empresas y los aportes de la sociedad civil
y el seguimiento a los compromisos asumidos de parte de esta al Estado, lo que permitirá saber
si al 2021 será posible conseguir el resultado deseado, que es la erradicación del trabajo infantil.
CEDRO no ha sido ajeno a esta problemática. Ya desde sus inicios intervino con la niñez en si-
tuación de alto riesgo, siendo muestra de ello las casas hogares que permanecen hasta el día de
hoy. Pero es en el año 2006 que específicamente comienza a intervenir en la problemática del
trabajo infantil, entendido como aquel que atenta contra el desarrollo integral del niño, niña y
adolescente, violando sus derechos más fundamentales como son los de educación, recreación
y salud (exponiéndolos a riesgos físicos y emocionales) y condenándolos a ellos y a sus familias
al círculo de la pobreza.
El Programa “Prepárate para la vida” (2006–2010) surgió como una articulación entre CEDRO
y diversas instituciones tales como Capital Humano Social Alternativo [CHS], Fe y Alegría e In-
ternational Youth Foundation [IYF]; donde cada organización aportó con sus propias fortalezas
de intervención, con distintas metas pero objetivos comunes. Se estableció la meta de atender
10,500 niños niñas y adolescentes en Lima, Callao y Trujillo.
CEDRO, tuvo como metas de atención 5,250 niños, niñas y adolescentes, a los que había que
retirar del trabajo peligroso y lograr que permanezcan en la escuela (4,000 casos) o se reinserten
en ella (1,250 casos). Para ello se trabajó en dos áreas: escolarizados y no escolarizados; consi-
derando escolarizados a aquellos niños, niñas y adolescentes que se encontraban en el sistema
educativo, y no escolarizados a aquellos que se encontraban fuera del mismo.
A pesar de tener metas exigentes, estas fueron cumplidas, contribuyendo al cumplimiento de los
objetivos propuestos. Se intervino en los distritos de Villa el Salvador, San Juan de Lurigancho,
Comas, e Independencia en Lima, Callao Cercado y Ventanilla en Callao y El Porvenir y La Espe-
ranza en la ciudad de Trujillo.
159
Durante el funcionamiento del programa se trabajó con más de 5,000 familias y desde los Comi-
tés Municipales por los Derechos del Niño y del Adolescente [COMUDENAS] de los respectivos
distritos se promovió el cumplimiento de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, imple-
mentando acciones conjuntas para aportar a este importante objetivo.
Esta importante iniciativa dejó grandes lecciones y aprendizajes que deben ser tomados en
cuenta para futuras intervenciones:
• Evitar, en la medida de lo posible, la “tensión” entre lo cuantitativo y cualitativo. Por esto
es mejor diseñar proyectos con metas menores que favorezcan una mejor focalización de
la intervención en lo cualitativo que en lo cuantitativo.
• Buscar el compromiso de los gobiernos locales desde el diseño del proyecto, convirtién-
dolos en aliados de la iniciativa a través del apoyo a las acciones de acercamiento a la
población, la dación de normas que permitan el cumplimiento de la legislación vigente
sobre el trabajo infantil y la entrega de estímulos a los actores sociales destacados en el
desarrollo de la iniciativa. La participación desde el inicio de la intervención ayudará a
desarrollar capacidades dentro del gobierno local, que servirán a la sostenibilidad de los
resultados al finalizar la intervención.
• Incorporar a las empresas cercanas a las zonas de intervención en las acciones del proyec-
to, para apoyar las acciones comúnmente asumidas por la sociedad civil, lo cual sería un
aditivo importante en la consecución del retiro de niños, niñas y adolescentes del trabajo
infantil. Para ello es necesario visibilizar los grandes beneficios de retorno por su inver-
sión social, como parte de su Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
• Establecer con los padres de familia, desde el inicio, compromisos claros que incluyan su
esfuerzo para la obtención de vacantes escolares, documentos de identidad, pagos por
inserción en el sistema educativo y otros, lo cual permitirá generar un cambio real en la
cultura familiar.
• Intervenir en lugares donde los actores tienen disposición de cambio. Los resultados del
trabajo en las comunidades donde el programa intervino, en cuanto a la sensibilización
de las autoridades y líderes comunitarios, formales e informales, se ha dado en diferentes
niveles, ello por la receptividad e intereses distintos, de acuerdo a la zona de intervención.
• Incorporar acciones de trabajo con los docentes y tutores de las instituciones educativas
y los comités de tutoría para asegurar la sostenibilidad de la intervención, comprome-
tiéndolos en el desarrollo de acciones de prevención y erradicación del trabajo infantil.
Esto debe darse luego de un adecuado período de capacitación técnica y adiestramiento.
El proyecto “Educación para el éxito” viene siendo implementado por CEDRO desde el año 2010
con el apoyo de la empresa Productos Tissue del Perú [PROTISA] y el gobierno local del Distrito
de Santa Anita – Lima, teniendo como propósito promover la permanencia dentro del sistema
educativo de 150 niños, niñas y adolescentes y retirarlos del trabajo peligroso.
160
Se trata de una alianza que ha sido tomada como modelo para la promoción y articulación de
nuevas formas de cooperación entre empresa y sociedad civil. En el año 2011, se participó en el
evento, “Learning from Southern Practices of Civil Society Cooperation with Businesses” desa-
rrollado en la Universidad de Erasmus en los Países Bajos. Según la Organización Internacional
del Trabajo [OIT], PROTISA es la primera empresa de producción que se involucra en esta proble-
mática y realiza acciones para revertirla.
Un diagnóstico de la cadena de producción del papel evidenció que todas las empresas del ru-
bro están involucradas con el trabajo infantil. Es por ello que se está articulando acciones con el
Ministerio de Trabajo para llegar a más empresas y promover su involucramiento, de tal manera
que se obtengan resultados sostenibles y de mayor magnitud.
Por todo ello, la empresa PROTISA, gano el premio “Sumajg” en el año 2012 por el proyecto
“Educación para el éxito”, entregado por la Mínera Antamina, en reconocimiento a su buena
práctica. Se está implementando una iniciativa para alentar la replicabilidad de la experiencia en
nuevos espacios de trabajo.
Se ha comprobado que las grandes empresas son respetuosas de las leyes en cuanto a no contra-
tar mano de obra infantil, sin embargo no ocurre lo mismo en las medianas y pequeñas empre-
sas donde la informalidad prevalece. Aquí la responsabilidad de las grandes empresas si bien no
es legal, si es ética. Por ello es necesario involucrar a más empresas, convocarlas al cumplimiento
del ISO 26000, el GRI y/o a los principios del Pacto Global, que mencionan que las empresas
deben intervenir en la problemática del trabajo infantil, desde sus propias organizaciones y su
cadena de valor.
161
La ENPETI, también menciona al respecto que “dentro de las acciones señaladas a las empresas
se encuentra la identificación del trabajo infantil en la cadena de valor de empresas y/o sectores
específicos, en el marco del Pacto Global, que les permita tomar medidas para la PETI”. La erra-
dicación del trabajo infantil es una responsabilidad compartida que todos estamos llamados a
asumir.
7.2 Capital social para la inclusión social. Un nuevo reto para el nuevo
gobierno
José Delgado
A lo largo de sus 27 años de trabajo, CEDRO ha ido cosechando no solo una urdimbre de relacio-
nes y contactos con diversos sectores (gobiernos locales, instituciones, asociaciones de produc-
tores, institutos y universidades, etc.), sino también ha germinado y producido liderazgos locales
en las diferentes comunidades donde ha implementado sus proyectos de desarrollo.
Tanto así que varios ex adolescentes y jóvenes promotores, voluntarios y beneficiarios que pasa-
ron por el Programa de Desarrollo Alternativo o las Redes de Jóvenes Periodistas han terminado
convirtiéndose en funcionarios públicos, periodistas e inclusive alcaldes de centros poblados y/o
distritos, que ahora ven en CEDRO un aliado para la consecución de sus objetivos.
Con cada nuevo proyecto a nivel local, CEDRO sostiene el trabajo que ha venido desarrollando
desde que fue fundado en 1986. Pone en valor su experiencia, lecciones aprendidas y las buenas
relaciones que ha tejido durante todo este tiempo, y también la credibilidad que tiene frente a
las poblaciones con las que ha trabajado.
Sin embargo, y lamentablemente, como organización sin fines de lucro, no podemos llevar este
esfuerzo a todo el país. Necesitamos tender puentes, trabajar juntos, desarrollar vínculos con
empresas, otras organizaciones sociales, gobiernos locales y entidades ministeriales del gobier-
no central. Necesitamos también involucrar y hacer partícipe a la población en el tránsito hacia
su propio desarrollo. Cada nuevo proyecto es, pues, una nueva oportunidad de servir mejor a la
sociedad peruana, y de construir capital social para la autogestión y el desarrollo social integral
del país.
El capital social, por tanto, va de la mano con la sostenibilidad –en tanto que cada individuo
sensibilizado, concientizado, capacitado y empoderado se vuelve un promotor más- y el empo-
deramiento –transferencia de capacidades-, así como también con los indicadores de resultado
y el impacto. Va de la mano con la articulación intersectorial, la generación de confianza y la
generación de sinergias entre las organizaciones, ya que el capital social hace posible y consolida
dicha articulación, los espacios de interacción, de aprendizaje mutuo y de intercambio de leccio-
nes aprendidas, de generación de sinergias y el establecimiento de una mentalidad de trabajo
en red y de ganar-ganar.
162
No es pues, para nada fácil, construir o cultivar capital social. Implica no solo cumplir con las
metas, sino dejar huella, transformar mentalidades, generar procesos participativos que además
sean originales y propiciados por los propios miembros de las comunidades. Implica también
tener en cuenta los intereses, necesidades y aspectos socioculturales de dichas comunidades,
a fin de que se identifiquen con los proyectos, los asuman como propios y necesarios para su
bienestar, el de su familia y su comunidad; y de esa manera sumen tiempo y dedicación a la
consecución de los objetivos perseguidos. Una vez conseguido esto, se tienen las condiciones
óptimas para la toma de decisiones y se reduce variables impredecibles como las manifestacio-
nes de violencia, la conflictividad social, etc.
Para ello, las ONG, organismos de cooperación, empresas que desarrollan responsabilidad social
e inclusive algunos programas sociales del Estado –no todos, todavía- solemos hacer diagnósti-
cos situacionales participativos, líneas de base con mapeos de actores pormenorizados, y cam-
pañas de sensibilización, concientización y cabildeo a diferentes sectores locales: líderes comu-
nitarios, autoridades formales e informales, funcionarios municipales y del gobierno regional,
representantes del sector Educación, Trabajo, Salud, entre otros; asociaciones de productores,
organizaciones sociales de base, etc. Los involucramos desde el comienzo de nuestras interven-
ciones.
Cuando una ONG, empresa con responsabilidad social o entidad estatal que desarrolla un pro-
yecto social tiene la capacidad, experiencia y voluntad política para articular con diferentes ins-
tituciones, convocar a liderazgos y fomentar la participación de todos los sectores relevantes
de una comunidad en particular, es mucho más probable que el capital social generado por su
intervención sea lo suficientemente maduro para darle sostenibilidad a dichas intervenciones.
Por otro lado, para hablar de la consecución de un capital social a nivel nacional, es necesario
también considerar que en el Perú estamos todavía muy fragmentados social y económicamen-
te. Nuestros pobres extremos son muy heterogéneos y están muy excluidos, lo que dificulta aún
más su identificación e involucramiento, así como la generación de políticas para revertir dicha
situación.
163
Como bien dice Bernardo Kliksberg (1998), la desigualdad, la falta de oportunidades, la inequi-
dad en nuestros países latinoamericanos está lamentablemente asociada a características físi-
cas, étnicas y hasta culturales. Esto como parte de un sistema de exclusión que ha funcionado
desde el virreinato, y que ha propiciado la desconfianza, desarticulación entre nuestros pueblos,
y también una baja autoestima social de la gente, asociada a una pobre identificación con sus
propios valores culturales (necesidad de aculturación y de rechazo hacia su propia cultura). Son
muy pocos los que en sociedades desiguales como la peruana tienen éxito y emergen a la ciudad
y al exterior, y muchos de ellos, en lugar de generar reconocimiento, admiración y respeto, son
inmediatamente cuestionados, rechazados, “sospechosos”.
Como consecuencia, esta actitud de sospecha hacia la diversidad cultural, ha traído también,
por otro lado, mayor aislamiento y no participación, desconfianza, violencia y rechazo hacia lo
costeño, lo capitalino, lo limeño. Mientras no se superen, estructuralmente, estas diferencias,
va a ser muy difícil que experiencias exitosas locales como las que propicia CEDRO y otras va-
rias ONG, empresas con responsabilidad social u asociaciones de productores tengan éxito en
su escalabilidad, réplica o conversión en políticas públicas a nivel nacional. En todo caso, sería
necesario que estas políticas sociales en las regiones más pobres y desarticuladas, donde hay
mayor desconfianza, tengan como uno de sus objetivos principales la elevación de la autoestima,
la identidad socio-cultural local, y espacios de intercambio e integración con otras comunidades.
Si es posible que cada proyecto social del Estado tenga un componente de fomento de la iden-
tidad social local, de educación cívica para la participación comunitaria, este sería uno de los
ejemplos más concretos de articulación para el desarrollo. Otro podría ser el voluntariado so-
cial, en el que diferentes personas (estudiantes, técnicos, profesionales, líderes comunitarios,
productores, etc.) realicen pasantías de voluntariado social para apoyar campañas, proyectos
sociales u otras iniciativas para el desarrollo en localidades distintas a la propia, fomentando así
lazos de integración para superar estos problemas estructurales de desconfianza.
Ahora bien, ¿Quién generaría estos espacios de articulación previos para adoptar y/o replicar
estas experiencias? ¿El gobierno central? ¿El gobierno local? Creemos que es necesario que
haya una acción concertada. El gobierno central podría encargarse de sistematizar y recopilar
experiencias de asociatividad, quizás a través de consultorías, en diferentes lugares y regiones,
inclusive experiencias internacionales como las de la lectura; pero la replicabilidad tiene que ser
planteada con la participación activa y directa de los gobiernos regionales y/o locales.
Todo ello requiere, por su puesto, de voluntad política, de capacitación en gestión, y del reco-
nocimiento por parte del estado de su rol articulador, concertador. Requiere humildad y el reco-
nocimiento de que solo no podrá resolver los problemas sociales, de que debe tender puentes
con las organizaciones de la sociedad civil y el sector privado, y sobre todo generar confianza
y participación en la ciudadanía, con una aproximación distinta a la forma de hacer política en
nuestro país, con una mirada de gestión social, participativa e integradora que tome en cuenta
los intereses y aspectos socioculturales de las comunidades.
164
7.3 Prevención de Drogas y Violencia en la Agenda del Trabajo Comunita-
rio Organizado: “El casode Independencia”
Eduardo Vega Bazán Castillo
Existen en el Perú distintas organizaciones y redes comunitarias que se han insertado activa-
mente en el accionar de mecanismos tales como las mesas de lucha contra la pobreza, imple-
mentadas por gobierno central con el propósito de generar estrategias de abordaje de dicha
problemática. De igual manera, hoy existen diversas redes comunitarias que abordan de manera
específica la problemática de las drogas, como es el caso de las bien empoderadas “coaliciones
comunitarias antidrogas”.
Estas han sido concebidas como estrategias formales de la población organizada para fomentar
un trabajo conjunto contra las drogas, incluyendo a instituciones del estado y la sociedad civil
(CADCA, 2007). Han contado con el apoyo financiero ofrecido por la Oficina Antinarcóticos de la
Embajada Americana (NAS) y la asesoría de diversas ONG tales como Opción, Kallpa, IES, Prisma,
ADRA, Sumbi, CRESER y CEDRO. La experiencia se implementó en diversos distritos de Lima Me-
tropolitana y regiones como Huánuco, Pucallpa y Ayacucho (CEDRO, EPD-2012).
Sin embargo, es claro que si el adolescente debe retornar a un contexto social desfavorable, que
incluye el consumo de drogas y múltiples expresiones de violencia y marginalidad, se requiere
entonces un abordaje más complejo. En este caso, CEDRO cumple un rol relevante para los ado-
lescentes infractores que requieren consejería, que han sido derivados desde antes del 2009 al
servicio “Lugar de Escucha”.
Mesa de Concertación por la Lucha contra la Violencia Familiar y Sexual y Prevención del Consu-
mo de Drogas en el Distrito lndependencia
165
La Mesa tiene como referente el Acta de intención de Trabajo conjunto firmada entre el Minis-
terio de la Mujer, la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas - DEVIDA, la Munici-
palidad Distrital de Independencia, CEDRO, el Poder Judicial, Ministerio de Salud, Policía Nacio-
nal del Perú, Ministerio de Educación UGEL 04, UGEL 02, Asociación pensando en Ti Maestro,
Universidad Católica Sedes Sapientiae, SENAPAFA, Foro Familia, Manuela Ramos, Calandria, las
cuales son entidades comprometidas en la lucha contra el consumo de drogas y los actos de
violencia.
En agosto del 2012 la Municipalidad Distrital aprobó la Metodología del proceso de formulación
del “Plan Local contra la Violencia hacia la Mujer” del Distrito de Independencia 2012 – 2021;
Mesa a la que en este 2013 se ha sumado más activamente la sede de la Fiscalía de Independen-
cia (Municipalidad Distrital de Independencia, 2012). El diseño del plan recoge demandas desde
la población usuaria del Centro Emergencia Mujer denuncias de violencia familiar por parte del
varón hacia sus hijos o su pareja, estando bajo los efectos, entre otras drogas, del alcohol.
Sin embargo, existen otras formas de violentar la conducta de los adolescentes con repercusión
directa sobre sus proyectos de vida, esto es, cuando se involucran en experiencias placenteras
como las denominadas “fiestas pera” en la que la población escolar se expone a situaciones de
alto riesgo de embarazo no deseado, sobre todo a partir de su participación en el caso de las
fiestas “peras malogradas” (Arnao y Falla, 2010).
Se informa que el servicio “Chat 100” del MIMP, que funciona desde el 2011 como una especie
de conversación electrónica, hasta marzo del 2013 ha atendido 2,729 consultas, interesadas en
su mayoría en los servicios de dicha entidad. Trasciende que los casos de violencia física y psi-
cológica de sus parejas son el 35% de las consultas por el chat. Mientras que el 22% reportaron
situaciones de celos, con tendencia a comportamiento violento. El 35% de consultas por el chat
privado fueron por casos de violencia física y psicológica por parte de sus parejas y un 22% re-
portaron situaciones de celos y control por el enamorado o novio, que podría terminar en casos
de violencia (MIMP, 2013).
Este servicio, que funciona las 24 horas del día, todo el año, señala que atiende desde el 2006
y hasta marzo del 2013, ha atendido 142,594 consultas de casos de violencia familiar y sexual.
La mayoría de las consultas telefónicas reportaron a sus cónyuges, ex cónyuges y padres como
principales agresores. Esto es muy importante pues según el registro de feminicidios del
MIMP desde el 2009 a marzo del 2013 se ha identificado 447 casos de feminicidio y 293 casos de
intento de feminicidio.
166
Ello permitió replicar los contenidos de manera específica, ingresando a los salones de 17 institu-
ciones educativas para informarse sobre los peligros de las sustancias psicoactivas. Participaron
colegios de los centros poblados Villa el Angel, Ermitaño Alto, Tahuantinsuyo, Ermitaño, Túpac
Amaru, Pampa de Cueva, José Olaya, Víctor Raúl Haya de la Torre y El Milagro de la Fraternidad.
Además se programó concursos de arte y se implementó ferias informativas tipo carrusel al in-
terior de las escuelas, para que los jóvenes accedieran a información sobre los servicios de las
instituciones y ONGs participantes en la Mesa. A través de esto se consiguió que alumnos de
ambos sexos y distintas edades pudieran participar en actividades de prevención inespecífica
en temas de salud integral y se insertaran en actividades recreativas.
Puede hoy afirmarse que el trabajo de afronte al problema de las drogas y conductas violentas
pasa por un periodo sin precedentes en el distrito Independencia, pues el trabajo serio, ordena-
do y regular de la Mesa, ha contribuido a ser escogida junto a los distritos de Carabayllo, Comas,
Lima Cercado, Villa María del Triunfo, San Juan de Miraflores y Villa el Salvador; para la ejecución
del proyecto Articulación de Políticas y Acciones contra la Violencia hacia las Mujeres en Lima
Metropolitana, por parte de la Gerencia de Desarrollo Social de la Municipalidad de Lima, con
apoyo del fondo Fiduciario de las Naciones Unidas.
Los productos de tabaco son la principal causa evitable de enfermedad, invalidez, muerte pre-
matura. El consumo de tabaco se constituye en uno de los principales problemas de salud pú-
blica en el mundo, estando vinculado con la aparición de 56 enfermedades, entre ellas diversos
tipos de cáncer, y es la principal causa de más de la mitad de las enfermedades cardiovascula-
res. Por otro lado, se sabe que el tabaco es el único factor de riesgo compartido por cuatro de
las principales categorías de enfermedades crónicas no transmisibles, originando 1 de cada 6
muertes. Hasta 1 de cada 5 muertes por tuberculosis podría haberse evitado si los pacientes no
hubiesen fumado.
Anualmente son 6 millones de personas que mueren por enfermedades relacionadas con el ta-
baco, de los cuales el 72% residen en países de ingresos medios y bajos. La Organización Mundial
de la Salud, advierte que de continuar esta tendencia, para el año 2020 el tabaco habrá matado 7
millones de personas y más de 8 millones para el 2030. Los cálculos también señalan que de no
tomarse medidas urgentes, a finales de este siglo, el tabaco podría matar a mil millones personas
en el mundo entero.
167
Por otro lado, el tabaco promueve serios impactos en el bienestar y la economía de los países,
quienes tienen que asumir una serie de costos directos e indirectos. Según el Banco Mundial,
solo los costos de atención médica por consumo de tabaco, constituyen por lo general, entre el
1% y el 1.5% del producto bruto interno de un país.
De igual forma, el tabaquismo afecta y tiene un impacto negativo sobre la nutrición, la educa-
ción, el empleo y la igualdad de género de las personas de bajos ingresos, originando elevados
costos en términos de pérdida de oportunidades para las personas. El estudio de tabaquismo
en hogares pobres del Perú, realizado hace pocos años, demostraba que 9 de cada 10 hogares
dedicaban el 6.2% de su ingreso mensual familiar a la compra de tabaco, con graves implicancias
en el bienestar de estas familias.
Los más recientes estudios epidemiológicos realizados en el Perú evidencian que el tabaco sigue
siendo la segunda droga más consumida; solo superado por el empleo de bebidas alcohólicas.
Puede afirmarse que aunque el país ha tenido grandes logros y avances en control de tabaco, és-
tos no han sido suficientes para evitar que el consumo se produzca cada vez más a menor edad,
tanto en hombres como en mujeres y con elevados niveles de consumo entre los adolescentes
y los jóvenes.
El país cuenta en la actualidad con una legislación nacional de control de tabaco que, tal como
sucede en el mundo entero, establece una serie de medidas que comprobadamente contribu-
yen a lograr ambientes libres de tabaco; ello en correspondencia con un tratado mundial de
control de tabaco firmado y ratificado por el país en el año 2004 y que ha sido considerado por
el Tribunal Constitucional como un tratado de Derechos Humanos y por tanto de cumplimiento
obligatorio por el Estado Peruano.
Interiores de lugares de trabajo y espacios públicos cerrados 100% libres de humo de tabaco,
advertencias sanitarias en el 50% del empaquetado y etiquetado de productos de tabaco, pro-
hibición de venta de tabaco en cajetillas de menos de 10 unidades son algunos de los últimos
logros de la salud pública peruana. Sin embargo, son éstas, junto con otras medidas, a miras de
la integralidad, las que se aún se tienen pendientes.
Existe sobrada evidencia que pone de manifiesto que las actividades de publicidad, la promoción
y el patrocinio desarrolladas por la industria del tabaco, guardan relación directa con el consumo
de la población, especialmente para atraer nuevos consumidores, particularmente entre los más
jóvenes.
La industria utiliza una combinación de tácticas para influir directamente sobre el consumo de
tabaco y las actitudes relacionadas con éste. A través de la publicidad, las empresas que viven
a costa de la salud de la gente intentan crear un entorno en el cual el consumo de tabaco es
familiar y socialmente aceptable y se desacreditan las advertencias sobre las consecuencias del
tabaco para la salud.
Una revisión de 9 estudios longitudinales realizados en el mundo entero, que involucró a 12,000
jóvenes, concluyó que la publicidad y promoción aumenta la posibilidad de que los adolescentes
comiencen a fumar y los estudios demuestran también que los fumadores jóvenes comienzan a
fumar con las marcas más promocionadas.
168
Investigaciones científicas muestran que después de los avisos de lanzamiento de una nueva
marca dirigida a los jóvenes aumenta la prevalencia de uso de esas marcas así como la preva-
lencia de fumar en general. Un estudio en el Reino Unido determinó que por cada modalidad de
marketing de tabaco que los jóvenes reconocían, la probabilidad de iniciación de consumo de
tabaco se incrementaba en 7%.
Cada 31 de mayo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco, cuyo lema mundial propuesto por la OMS
y sus asociados, se dedicará a resaltar los riesgos para la salud asociados al consumo de tabaco
y la promoción de políticas eficaces para reducir ese consumo, a través de la prohibición de la
publicidad, la promoción y el patrocinio de tabaco.
Sólo las prohibiciones absolutas de todas las estrategias de comercialización, reducen el con-
sumo de tabaco entre la población de todos los niveles de ingresos y educación. Un estudio
realizado en 22 países desarrollados indicó que las prohibiciones absolutas reducen el consumo
de tabaco en 6,3%. Un estudio de 30 países en vías de desarrollo indicó que las prohibiciones
parciales se asocian con una reducción del 13,6% en el consumo per cápita, en comparación con
el 23,5% de los países con prohibiciones absolutas.
En los meses pasados, las Comisiones de Salud y Defensa del Consumidor del Congreso de la Re-
pública del Perú han aprobado un proyecto de Ley que modifica los artículos de la Ley de Control
de Tabaco, a fin de prohibir toda forma directa e indirecta de publicidad, promoción y patrocinio
de tabaco.
Sin embargo, la puesta en agenda y la aprobación de esta propuesta de Ley peligra, ante la se-
rie de argumentos señalados por la industria del tabaco y sus voceros, quienes señalan que la
medida es anticonstitucional y atenta contra la libertad de expresión y la libertad de empresa,
olvidándose que la publicidad sólo forma parte del discurso comercial que es un elemento de la
libertad económica y no de la libertad de expresión, buscando satisfacer un interés comercial,
tiene un ánimo de lucro y es un derecho de índole estrictamente privada, pasible por tanto de
limitaciones amplias fundadas en razones de interés público.
Son el derecho a la vida, la salud y la protección de la población, la que debe primar sobre la pro-
tección del discurso comercial, tal como se reconoce incluso en una serie de Instrumentos lega-
les internacionales como por ejemplo, la Comisión Interamericana sobre los Derechos Humanos,
quienes subordinan los intereses de propiedad privados, a intereses sociales más globales, como
la preservación de la salud pública.
Por ejemplo, la Corte Constitucional de Colombia ratificó esta constitucionalidad, señalando que
dado que no se afecta ni la fabricación, ni la posibilidad que los productos sean ofrecidos a po-
tenciales consumidores, en la convicción de que existen ciertas actividades comerciales permi-
tidas, pero que dados sus efectos dañinos para la salud, no deben ser promovidas; como en el
caso del tabaco.
El Congreso tiene la responsabilidad de legislar a favor de la salud de todos los peruanos. Ojalá
y el Perú pueda festejar en los próximos días un nuevo logro de la salud pública de nuestro país.
169
7.5 El cactus de San Pedro ¿una droga alucinógena tradicional en expan-
sión comercial?
Alfonso Zavaleta Martínez-Vargas2 3
Carol Zavaleta Boza 4
Las drogas Folclóricas, son sustancias cuyo uso está limitado a minorías étnicas. Son sustancias
que tienen las características de las drogas sociales en estos grupos minoritarios, en los que se
consumen habitualmente, y forman parte de los usos y costumbres de esas sociedades en par-
ticular.
Para el caso del Perú se pueden considerar como drogas folclóricas a la hoja de coca (Erytroxilon
coca) utilizada en coqueo en el ande, la ayahuasca (Banisteriopsis caapi) utilizada en la selva y
el San Pedro (Trichocereus pachanoi o Echinopsis pachanoi) utilizada principalmente en la costa
y sierra del norte peruano. Las últimas dos drogas se han considerado desde hace varios años
como de consumo local bastante circunscrito o de uso en áreas rurales, por lo que su uso por lo
general no se incluye en los estudios epidemiológicos nacionales (Zavaleta y Castro de la Mata,
2006).
En la figura 17 se muestra una escultura de piedra del Templo viejo de Chavín de Huantar que
muestra a un individuo antropomorfo con características de felino, pelo conformado por ser-
pientes que porta en la mano un cactus de San Pedro. Algunos interpretan esta figura como una
de las primeras representaciones del “chamán”, “brujo” o curandero chavín. La presencia del
cactus en la mano correspondería a una de las herramientas utilizadas en los ritos de adivina-
ción-curación de esa época.
El cactus San Pedro era utilizado por los nativos en las festividades religiosas por sus propieda-
des alucinógenas debido a la gran cantidad de alcaloides que tiene, especialmente mescalina.
Se preparaba una bebida llamada “aguacoya” (Chile), o “cimora” (Peru) que generalmente se
mezclaba con otras plantas psicoactivas alucinatorias (enteógenas).
El cactus San Pedro es una especie de la familia Cactaceae (Subfamilia Cactoideae, Tribu Tricho-
cereeae) es una planta arbórea, un cactus columnar de 3 a 6 metros de alto ramas numerosas
azul-verdoso, 6 a 8 costillas, anchas y redondeadas, con depresión transversal sobre las areolas,
espinas generalmente ausentes o escasas, pequeñas, 1 cm. desiguales, amarillo marrón.
Las flores nacen en la parte más alta de los tallos, y miden entre 19 y 23 cm de longitud, son
blancas, con pelo negro y algo perfumadas. Se ha descrito en los andes centrales de Ecuador
y Perú, crece a alturas superiores a los 2000 metros y más de 80 a 100 km de la costa. Llega a
Huancabamba, Piura; Quebrada Santa Cruz, Cordillera Blanca, Ancash, 3300 m. (Ostolaza, 2011;
Carod Artal, 2006).
2 Profesor Principal, Departamento Academico de Ciencias Celulares y Moleculares, Facultad de Ciencias y Filosofia,
Universidad Peruana Cayetano Heredia.
3 Jefe, Area de Investigaciones, CEDRO
4Profesor Auxiliar, Departamento Academico de Ciencias Celulares y Moleculares, Facultad de Ciencias y Filosofia, y
Departamento Academico de Odontologia Social, Facultad de Estomatologia, Universidad Peruana Cayetano Heredia.
170
En el Perú se conocen por lo menos 4 especies de este cactus distribuidas en diferentes regiones
del Peru y conocidas con el nombre popular de San Pedro. De ellas el San Pedro hembra (Tricho-
cereus pachanoi o Echinopsis pachanoi) que crece en la zona norte tiene efectos bien conocidos,
seguido del San Pedro macho o “Antorcha peruana” Trichocereus peruviana (Echinopsis peru-
viana) que crece en la zona central del Peru y el Departamento de Lima son las especies más
utilizadas por los curanderos en la medicina tradicional. La variedad Trichocereus pachanoi es
ampliamente cultivada como ornamental.
La concentración de mescalina en la planta verde alcanza el 1,2% del peso total. La dosis mínima
activa de mescalina se ha estimado en 300 mg, por lo que es necesario procesar al menos 250
gramos de planta en estado crudo. (Carod-Artal, 2006). Olabode reportó en 2010 que la concen-
tración de mescalina en Trichocereus pachanoi fluctuó desde 0% hasta 5% en la corteza seca y
de 0.1% a 2.37% en la planta total.
Los efectos farmacológicos del cactus Trichocereus pachanoi fueron reportados por Cruz en
1948. Posee efectos variables sobre la presión arterial, principalmente se observa respuesta hi-
potensora cuando se inyecta por via endovenosa. Sobre la respiración tiene un efecto breve esti-
mulante seguido de depresión. Contrae el útero, la vejiga y los músculos bronquiales. No afecta
la motilidad intestinal. La dosis letal media en ratones y ratas por vía intraperitoneal es 0.19 g/
Kg. Las mayores concentraciones de mescalina se hallan en la piel verde del cactus, que se pela
cuidadosamente y se seca a bajas temperaturas para después reducirse a polvo.
La mescalina estimula las áreas corticales visuales y de asociación, y altera la conciencia. Provoca
alucinaciones en el ser humano en dosis iguales o superiores a 5 mg/kg. Tras su ingestión, se
alcanza una fase sensorial de 4 a 6 horas, con pérdida de la percepción temporal, alucinaciones
visuales vivas (visiones coloreadas) y –en menor medida– auditivas, olfatorias o gustativas. Pue-
de provocar náuseas o vómitos. Los niveles de alcaloides varían bastante entre un cactus y otro;
algunos de ellos pueden tener un efecto simpaticomimético mayor, cuyos síntomas aparecen
entre media hora y una hora después, e incluyen midriasis, taquicardia, diaforesis, temblor e
hipertensión. (Carod-Artal, 2006).
Los efectos del San Pedro en seres humanos fueron estudiados inicialmente por Gutierrez-No-
riega y Cruz Sánchez (1947, 1948, 1951, 1960) tanto en pacientes psicóticos como normales. Los
efectos luego de la ingestión oral de la solución de San Pedro, se manifiestan a los 30 minutos y
pueden durar hasta por 10 a 12 horas.
Los efectos incluyen sensación de tranquilidad interior y separación del cuerpo, incremento
del estado de alerta, sensación de que los pensamientos fluyen con más rapidez, acompañado
de alucinaciones psicosensoriales (auditivas y táctiles), con disociación espacio / tiempo. Los
usuarios manifiestan que los colores se ven más intensos y hasta se puede ver el “aura” de
las cosas. Es necesario precisar que por definición, las alucinaciones psicosensoriales se tratan
171
de percepciones sin objeto real, cuyas características de nitidez y corporalidad las aproximan a
las percepciones sensoriales normales. Subjetivamente una alucinación es indistinguible de una
percepción normal (Caire, 2008).
Si bien se considera que la mescalina no causa dependencia muy notable, el consumo crónico
origina tolerancia en cuanto a las alucinaciones, por lo cual con una misma dosis se obtienen me-
nores efectos, indicando un proceso de acostumbramiento en el organismo del consumidor. Su
efecto indeseable más frecuente en dosis no tóxicas es el llamado ‘mal viaje’, en donde el sujeto
puede sufrir ataques de pánico y crisis de angustia (Carod-Artal y cols., 2003)
Todos los alucinógenos pueden provocar consecuencias fatales, pero no son muchos los casos de
muerte porque existe un rango de concentraciones amplio entre la dosis que causa los efectos
deseados por el consumidor y la dosis letal. (Albornoz de Ponce de Leon y cols., 2002).
Desde hace siglos en toda la costa y sierra del norte peruano los curanderos realizan sesiones
nocturnas, denominadas “mesas con San Pedro”, en las cuales tanto el curandero como los par-
ticipantes ingieren la bebida “San Pedro”. Una mesa con San Pedro está constituida por tres
“entidades”: el curandero, la bebida San Pedro y las artes. (Reyna y cols., 2009).
Según Carod-Artal (2006), el concepto ‘mesa’ (del latín mensa, ‘mesa’ o ‘altar’) se refiere tanto
a la sesión de curanderismo como al altar o tablero donde se colocan los objetos de poder, lla-
mados “artes”, que son necesarios para la práctica. Varas, cuchillos y espadas son los elementos
necesarios para ‘limpiar’ al paciente del mal durante la parte final de la ceremonia. Se disponen
alineados verticalmente en la parte externa de un paño blanco sobre el que se colocan las artes.
Una descripción detallada de las características, ritualidad y propósitos de la mesa es descrita
por Carod-Artal (2006).
La finalidad principal de la mesa es curar el ‘daño’ o hechizo hecho al sujeto, que se puede ma-
nifestar en forma de síntomas orgánicos (de carácter psicosomático), mala suerte, problemas
amorosos, familiares, laborales y otros. (Carod-Artal, 2006). Estas mesas rituales se llevan a cabo
de madrugada, en martes y viernes, días sagrados para la religiosidad andina.
La mayoría de curanderos prepara la bebida San Pedro mediante la decocción del cactus San Pe-
dro (Echinopsis pachanoi), sin la adición de ninguna otra planta. La cantidad de cactus y de agua,
y el tiempo de cocción, dependen de la técnica del curandero (Reyna & Flores, 2001:32). Otros
curanderos sin embargo, emplean el cactus de San Pedro con otras 4 plantas para preparar la be-
bida denominada “cimora” (, como en la zona de Huancabamba en Piura (“carqueja”, “trencilla”,
“hierba mora” [u “hornamo”] y “maique”) (Reyna y Flores, 2001; Reyna y col. 2010).
Recientemente se ha observado el uso fuera del contexto de la medicina folclórica y de forma si-
milar a lo observado en las últimas décadas con la hoja de coca pulverizada, se ha visto aparecer
recientemente en los mercados herbolarios y de medicina naturista de las principales ciudades
de la costa peruana, un producto micropulverizado denominado “harina de cactus” o “harina de
San Pedro”. (Figura 2), que corresponde al polvo de corteza del cactus T. pachanoi (San Pedro)
o T. peruviana (San Pedro macho), y es vendido en bolsas de aproximadamente 1 Kg de peso.
En la actualidad existe preocupación por las autoridades del Ministerio del Ambiente, por la
agresiva extracción y depredación de T. peruviana en la sierra de Lima, para producir harina de
cactus San Pedro, con fines de venta en el mercado interno e internacional.
172
Una empresa peruana “Compras Peru Peruvian products” (bajo licencia de Corporación Andina
Real) (http://comprasperu.com/product_info.php?products_id=259&language=es http://com-
prasperu.com/product_info.php?products_id=384&language=es ) ofrecía a inicios de junio de
2013, la cantidad de 190 paquetes de 900 gramos, y 1055 frascos de 1750 gramos de harina del
original “cactus San Pedro” para venta por internet y exportación a otros países (Figura 3). Refie-
re esta empresa que “el producto procede de cactus silvestre con plan de manejo aprobado por
la Dirección Forestal y de Fauna Silvestre del Ministerio de Agricultura del Peru”. Afirma que la
venta del producto incluye “licencia de exportación y comercialización (CITES)”, la que demora
7 días por lo que el paquete es enviado al octavo día. Además hace mención que el producto no
ha sido preparado para consumo humano.
Gráfico 18. Harina de cactus San Pedro comercializada informalmente en tiendas naturistas de Lima – Perú
173
7.6 Estado actual de la Investigación y el Consumo de la Marihuana con
fines Terapéuticos
Milton Rojas Valero
En la última década se han presentado un número importante de investigaciones sobre las apa-
rentes propiedades terapéuticas de la marihuana y sus cannabinoides, especialmente en el ám-
bito de la analgesia, incluyendo su empleo en la disminución de la presión intraocular, su efecto
antiemético en la quimioterapia antineoplásica, sus propiedades relajantes musculares en es-
clerosis múltiple, traumatismos medulares y alteraciones del movimiento, así como su posible
uso neuroprotector (en modelos animales de enfermedades neurodegenerativas e isquemia
cerebral), antiasmático y anticonvulsivante. Todo ello ha generado un amplio debate sobre las
evidencias científicas referidas al posible uso de estos compuestos.
El presente artículo toma como base el trabajo detallado sobre el particular desarrollado por
el Doctor Gregory Pike del Centro de Bioética y Cultura de Adelaida, Australia, el Informe del
Instituto de Medicina (IOM) de la U.S. National Academy of Sciences, presentado en 1999 y la
colección de artículos que abordan la investigación sobre marihuana de la National Institute on
Drug Abuse (NIDA), 2007.
En la actualidad existe suficiente evidencia científica para sostener que el consumo prolongado
de la marihuana es perjudicial para la salud (McClaren et al., 2008; Ramström, 2003; Puigherma-
nal et al, 2009; Stuart, 2009; Arias y Ramos, 2008; ONDCP, 2008; NIDA, 2007; Farré et al., 2006) y
no un tratamiento. No se ha comprobado que la marihuana fumada haya superado, por ejemplo,
a la morfina en términos de terapia en pacientes con cáncer terminal, o a otras estrategias mé-
dicas en el tratamiento del glaucoma, epilepsia, entre otras enfermedades.
La FDA ha sostenido que ningún estudio científico sólido ha apoyado el uso medicinal de la ma-
rihuana para tratamiento en los Estados Unidos y ningún dato animal o humano ha sustentado
la eficacia de la marihuana para usos médicos generales. Del mismo modo informan que en el
arsenal médico se encuentran medicamentos alternativos aprobados por la FDA para el trata-
miento de muchos de los usos propuestos para el fumado de la marihuana
El Instituto de Medicina (IOM) (1999) llevo a cabo uno de los estudios más completos sobre las
supuestas propiedades médicas de la marihuana. Los defensores del consumo medicinal de la
marihuana suelen citarlo; sin embargo, lo cierto es que el IOM demostró que la marihuana está
lejos de ser una medicina. Del mismo modo, expresó su preocupación en torno a los pacientes
fumadores en la medida que carece de sentido fumar como medicamento. La misma institución
también destacó la ausencia de evidencias sobre la marihuana fumada en enfermedades cróni-
cas.
El IOM, 1999 y Barthwell, 2010, definen que un medicamento para que sea aceptado como tal
debe cumplir los siguientes criterios:
• La química de la droga debe ser ampliamente conocida y reproducible
• Deben existir estudios adecuados de seguridad
• Deben existir estudios rigurosamente controlados que demuestren la efectividad
174
• La droga debe ser aceptada por expertos calificados
• La evidencia científica debe encontrarse ampliamente disponible
La marihuana fumada no cumple con estos criterios.
En efecto, ya es conocido que existe un sistema endógeno receptor de la marihuana sobre el que
actúa el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD) que son los componentes activos de
la marihuana. Las dos sustancias endógenas identificadas hasta hoy son la Anandamida y 2-Ara-
quidonilglicerol (2-AG) (Pike, 2013; Ellis et al., 2009).
El sistema cannabinoide receptor está diseminado en todo el cerebro, tal como se puede apre-
ciar en el Gráfico 1, y ejerce una amplia variedad de funciones, como el control motor, el apetito,
el dolor, las cogniciones (memoria), las emociones, motivación, entre otras.
Cuando se fuma la marihuana sus ingredientes activos ingresan a la sangre actuando sobre estos
sistemas que están diseminados en medio de una complejidad, el THC y CBD actúan sobre los
procesos relacionados con las funciones mencionadas.
La dinámica de la marihuana sobre estos sistemas explica con mayor claridad los efectos del
consumo en términos de ralentizar el razonamiento, las emociones; el apetito, la habilidad para
aprender, etc. La sistematicidad del consumo, la dosis, la calidad de la sustancia, el estado de la
salud mental del usuario al momento del consumo, la edad, entre otros factores, pueden definir
175
el grado de impacto negativo o de riesgos dado que el sistema endocannabinoide se ve inunda-
do de los ingredientes THC y CBD quedando por encima de la estimulación fisiológica natural que
ocurre con Anandamida y/o 2-AG.
En este contexto si bien el impacto y daños generados por el uso y abuso de la marihuana siguen
siendo investigados, hay evidencia que en varios perfiles de consumidores habituados los ries-
gos son significativos, especialmente en el aspecto de salud mental y específicamente cuando
el consumo es precoz, es decir en púberes o adolescentes con un cerebro en desarrollo, que se
ven sensibilizados a reaccionar favorablemente con pánico, ansiedad generalizada, déficits de la
memoria, daño al sistema de aprendizaje, desmotivación y psicosis (McClaren et al., 2008; Ram-
ström, 2003; Arias y Ramos, 2008; NIDA, 2007; Farré et al., 2006).
Es conocido el valor medicinal del opio. Sus ingredientes activos codeína y morfina fueron ex-
traídos y estudiados ampliamente. Hoy, desde la medicina, se conocen variadas fórmulas con
dosis y pureza; se han determinado los efectos secundarios, indicaciones y contraindicaciones.
Del mismo modo, hay claridad sobre los objetivos terapéuticos y poblaciones de pacientes para
quienes el tratamiento sería apropiado, así como cabal conocimiento sobre potencial de abuso.
No existe médico que pueda prescribir o recomendar fumar opio, no sólo debido a la disponi-
bilidad de fórmulas con ingredientes activos que son mejores, sino también por el daño que
ocasiona como sistema de transmisión.
Ahora bien, la pregunta es si el THC, CBD y otros ingredientes de la marihuana podrían emplear-
se como medicinas. El descubrimiento y la investigación sobre el sistema endocannabinoide del
cerebro han servido como base para pensar en la posibilidad del uso con fines médicos.
Es importante señalar que el número de investigaciones sobre los efectos de la marihuana fuma-
da ha crecido exponencialmente. Así, el Centro para la Investigación sobre Cannabis Medicinal
(CMCR) en la Universidad de California, ha publicado estudios clínicos sobre dolor neuropático
y dolor inducido experimentalmente. En general, los resultados muestran un modesto efecto
analgésico del cannabis fumado con respecto al placebo (Abrams et al, 2007).
176
podrían no ser extrapolados a pacientes sin experiencia (Pike, 2013) pues en algunos casos se ha
encontrado a participantes con antecedentes de abuso y dependencia, lo cual hacen probable
que el anonimato y blindaje se hayan vistos comprometidos y por ende los hallazgos deban ser
interpretados con cautela.
Es notorio que los estudios y ensayos controlados con marihuana presentan limitaciones, erro-
res y problemas por resolver; así, los efectos secundarios del dronabinol y la nabilona dificultan
un mantenimiento apropiado del anonimato y blindaje como criterios elementales en los ensa-
yos controlados al azar. Esto quiere decir que cuando los participantes del estudio conocen que
están ingiriendo el ingrediente activo y no el placebo, su percepción del valor terapéutico se ve
disminuida y la afirmación del estudio de tener una ventaja terapéutica sobre el placebo podría
verse comprometida.
En los Estados Unidos existen 18 estados donde el consumo con fines medicinales es permitido,
la venta regulada y accesible para mayores de 21 años, quienes pueden portar hasta 28.5 grs. sin
incurrir en un delito; sin embargo, en ningún caso ha sido aprobado por la FDA. La aprobación
se ha logrado a través del voto popular de los ciudadanos, quienes mayoritariamente no están
involucrados con el trabajo sanitario ni con la ciencia de la investigación.
Para Pike (2013), tanto en California como en Colorado existen alrededor de 400,000 personas
que fuman marihuana con fines terapéuticos. Es fácil dilucidar que dentro de esta población hay
consumidores que no lo hacen con esos fines y otro porcentaje importante son menores de 18
años, cuyos consumos son más con fines recreativos.
Hay que decir que tanto el estado de California como el de Colorado están muy lejos de tener un
sistema de monitoreo que controle todas las variables que asegure que la totalidad de los usua-
rios lo hacen por prescripción médica. La evidencia informa que la mayoría de los “pacientes” so-
licitantes tienen antecedentes de uso recreativo y fuman marihuana para tratar condiciones que
no pueden ser verificadas objetivamente. Esta situación no hace más que aclarar que una pro-
porción razonable de marihuana está siendo desviada del contexto terapéutico al recreacional.
Thurstone et al., 2011, informa que en el estado de Colorado, el 48.8% de los adolescentes ad-
mitidos para recibir tratamiento por abuso y dependencia a drogas obtuvieron su marihuana de
alguna persona registrada para utilizarla médicamente. Esta información guarda relación con los
de Cerda et al., 2012, quienes en un estudio encontraron que aquellos estados que tienen leyes
relacionadas con marihuana medicinal presentaban índices más altos de uso, abuso y depen-
dencia.
Por otro lado, Wang et al., 2011, informa que en varios estudios de casos retrospectivos sobre
exposición al humo de marihuana en niños menores de 5 años admitidos en urgencias hospitala-
rias del estado de Colorado, determinaron que 5 niños habían estado expuestos por un periodo
de 6 meses. Cuatro de los cinco niños provenían de hogares donde se encontraron documentos
de uso de marihuana medicinal.
177
Reflexiones sobre el vínculo médico-paciente
El vínculo terapéutico entre médico y paciente está definido como una relación intima cuyo
marco es la reflexión y la dirección ética muy particular Pike (2013). De hecho, incomparable a
la relación entre consumidor y proveedor de servicios de otras muchas profesiones; el médico
asume un compromiso directo en el diagnóstico y tratamiento que involucra el trato cercano con
el cuerpo de la persona y su integridad.
El código de ética en la medicina regula esta relación; el Juramento Hipocrático es el código por
el cual el trabajo de los médicos está exento de daños. Los códigos tienen por objetivo proteger
al paciente, buscar su recuperación y bienestar.
De acuerdo con Pike (2013), los programas de marihuana medicinal no cumplen con la mayoría
de estos requerimientos; el esquema de intervención altera la relación médico-paciente y ex-
pone a diversos grados de riesgo al paciente. Los doctores se encuentran en una posición muy
difícil cuando se les solicita la administración de una sustancia controlada federalmente, con una
pureza desconocida, potencialmente contaminada, y cuya evidencia sobre indicaciones, contra-
indicaciones, efectos adversos y secundarios y dosis es limitada.
Conclusiones
178
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Program Modality and Client Drug Dependence History on Drug Use Reduction. In: Journal of
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187
Anexo 1
Distrito Lugares
• Av. 21 de Marzo, ‘charola’ (3-4 cuadras del paradero ‘Da- • Panamericana Norte (último paradero de Ancón - para-
río’) dero VIPUSA)
• Av. Malecón Ferreyros cuadra 2 • En el paradero de Ancón ‘Virgen del Rosario’
• Calle Miguel Grau, cuadra 1 ‘Don Cipriano’ (por el parque • Paradero de Chacas (loza ‘marginal’)
Grau) • Los Rosales ‘Burro’
• Jr. Ancón, Mz J, ‘El Amauta’ (entre el estadio José Balta y
el cementerio de Ancón)
• Huaycán - Horacio Cevallos, ‘Alameda y cantina de ala- • 26 de Mayo, ‘la pampa del 5’ (altura carretera central)
meda’ • Av. Santa Teresa, ‘la posta’ (riel del tren)
• Mariscal Nieto, Mz D. ‘el diablo’ (Av. Separadora Indus- • Av. Principal de Huaycán, ‘ovalo’ (cruce Av. Mariátegui)
trial) • ‘El gringo’
• Mariscal Nieto-Los Sauces Mz D. ‘el flaco pituco’ (entre el • ‘El lúcumo’, 3 cuadras antes de la zona A y UCV 2
Pasaje Los Olivos y Los Sauces) • San Judas Tadeo Cuadra 3
• Urb. Mariscal Nieto - Los Sauces Mz D. ‘el fray’ • ‘El arenal’ (mercado Ceres)
• Av. Central, cuadra 3, ‘la biblioteca’ (por el colegio Edel- • Empresa ‘HH’ - Huaycán ‘la covacha’ (altura cruce con la
mira del Pando y el mercado 6 Av. Andrés Avelino Cáceres)
• Cruce Ceres ‘la cabañita’, paradero San Martín, ‘Juan Pa-
blo’
• AAHH 1 de Ciudad del Pescador, ‘la tía Lara’ (mercado • Av. Central ‘Las Américas’ (Corongo Chico)
San Pedro) • Calle Londres, loza deportiva ‘la chancadora’ (altura cua-
• Cruce de las avenidas Central y Alfredo Palacios, cuadra dra 5 de Faucett)
2 ‘la zona’ • Av. 2 cruce con Av. Colonial – frente a la farmacia El Ro-
• Avenida Colonial cuadra 5 cío, Ciudad el Pescador
• Av. Central ‘la zona nosigrina’ (Urb. Constanzo) • Av. Central ‘Lajan’, ‘la gringa’ (Urb. Constanzo)
188
Distrito Lugares
• AAHH Loreto, ‘la cámaras de gas’ antes Mariano Melgar • Jr. Loreto cuadra 15 ‘la tía Nora’ (mercado Virgen del Car-
• Mariano Cornejo con Av. Del Río, cebichería ‘el punto’ men)
• Jr. Pastaza Cuadra 6 ‘cruce Av. Arica cuadra 12 • Jr. Azcona ‘la tía Olga’ (altura Jr. Orbegoso)
• Av. Arica cuadra 2 ‘el castillo’ (Plaza Bolognesi) • ‘La tía Silvia’ (espalda del coliseo Amauta)
• Av. Huaraz con Venezuela ‘ferrocarril’ • Av. Orbegoso cruce con la Av. Brasil ‘Las Lomas’
• Av. Arica, cruce con Jr. Huáscar’ (coliseo Amauta) • ‘Curvas’ (cruce con Av. Jorge Chávez)
• Jr. Orbegoso y Jr. Varela s/n ‘la calle’ • Av. Loreto cruce con Jr. Orbegoso, ‘Las 7 puñaladas’
• Paradero Loreto (loza deportiva ‘la chancadora’ • Jr. Loreto, cuadra 15 ‘Malambito’
• Jr. Napo con Jr. Orbegozo (cruce) ‘la gorda Hilda’ • Av. Napo cruce con Jr. Castrovirreyna ‘Matute’
• ‘Agapito’ • Jr. Varela, cuadra 15, 16, 17, 18, ‘mazamorra’
• Barriada Napo, cuadra 15 y 16 ‘la granja’ (altura cruce Jr. • Av. Loreto, cuadra 15, ‘parque Chicama’
Orbegozo) • Av. Pedro Ruiz, cuadra 4 ‘parque industrial’
• Paradero Nosiglia cuadra 2, ‘La Gringa’ (entre Jr. Loreto y • Av. Tingo María, cuadra 15 ‘parque la cooperativa’ (cerca
Jr. Jorge Chávez, cuadra 16 al Parque de la bandera)
• Pasaje Santa Rosa Mz G, ‘chino toño’ • Urb. Pedro Ruiz Gallo, losa 13 ‘mantaro’(entre las Aveni-
• Av. Santa Rosa Mz G. ‘cholito ‘ das Argentina y Faucett)
• Av. Sáenz Peña cuadra 9 ‘contumazá’, ‘maldad’ • Urb. Elmer Faucett Esquina de Faucett y Los Portales
• Cementerio Corrello Arbonoz Cuadra 2 ‘el aeropuerto’ • ‘maraco’
(entre la Av. Pedro Ruiz • ‘tía Esther’
• Gallo y Av. Faucett) • ‘don Raúl’
• Av. Acapulco ‘el tuerto leo’ (zona aledaña al Mercado de • ‘Eugenia’ (pasando el Grupo 8 y a una cuadra de la Ave-
la zona) nida Canta Callao)
• Jr. El fango ‘el túnel’, El Parque de la ‘virgen del humo’, ‘el • Av. Loreto, cuadra 10 ‘margarita’
San Martín’ (zona aledaña a la comisaría) • Puerto Nuevo, ‘mariscal’ (4to. callejón)
• Fundo Brasil ‘el Túpac’ (por la Av. El Fango) • Jr. Tamarugal, ‘parque luna’ (Urb. Pedro Ruiz Gallo)
• Bocanegra ‘El valle de los disecados’ (altura del cruce • Jr. Loreto, cuadra 8 ‘pata con hipo’
con Av. Perú) • Av. Colonial ‘el osito’ (entre Av. 2 de Julio y Faucett)
• Jr. Puerto Nuevo ‘El viejo Félix’ (zona aledaña al óvalo • Av. República de Panamá, cuadra 3, ‘pelao’
Obelisco) • Av. Pacasmayo, ‘río Rímac’ (frente al mercado San Martín
• Calle Sanz Peña, cuadra 4 de Gálvez (por el Parque Zo- de Porres)
nal) • Av. Argentina, ‘Robert’ (cruce con Av. Corongo)
• Av. Gonzáles Vigil, cuadra 5, ‘hueco 19’ (cruce con el Jr. • Calle Arequipa Norte, cuadra 3 y 4 ‘rugía’
Ancash) • Pasaje San Martín, ‘santo cristo’ (cruce con Av. Quila)
• Esquina Tarapacá, ‘la 18’ (por lozas deportivas) • Av. Loreto, cuadra 6 ‘tienda’ (cruce con Washington)
• Av. Colón Cuadra 8 ‘la cancha 13’ (Mz H Ciudad del Pes- • Jr. Ancash, cuadra 6 (cruce con Wiese)
cador) • Av. Centenario, ‘tío Antonio’ (cerca de la comisaría de
• Paradero Huáscar, Gálvez Cuadra 2 ‘la casona’ (cruce con Sarita Colonia)
Alfonso Ugarte cuadra 54 • Av. Centenario ‘tío Pelé’ (cruce con Néstor Gambeta)
• Jr. Loreto, cuadra 11, ‘la catita’ (por los Barracones) • Jr. Tamarugal ‘tío pezuña’, ‘silvana’, ‘evi’ (cruce con Av. Co-
• AAHH Ancash No. 4 ‘la tía Ada ‘ (altura cruce con Jr. Vigil) lonial - Urb. Pedro Ruiz Gallo)
• Prolongación Puerto Nuevo ‘la tía Aidé’ (Obelisco) • Av. Estibadores, ‘estibador’
• Jr. José Gálvez, cuadra 1 ‘la tía chola’, ‘el tío pajarito’, ‘el • Jr. Apurimac cuadra 7, Callao, ‘Alipio Ponce’
cabezón’ • ‘Apurimac’
• Av. Arica, cuadra 10 ‘la tía Cristina’, ‘chambeto’ • Av. Cuzco con Jr. Ayacucho (esquina), altura cuadra 7 de
• Jr. Vigil ‘la tía gringa’ (altura Av. Víctor Fajardo) la Av. Sáenz Peña. ‘puri’
• Jr. Morales Duárez, ‘la tía gringa’ (Urb. Castilla) • Av. Callao, cuadra 1 y 2, frente al hotel Pacifico
• Jr. Lima, cuadra 1, ‘la tía Peta’ (por los jirones Moquegua, • Av. Venezuela cuadra 35; Urb. SIMA
Quilca, Bocanegra y Corongo) • Callao antiguo ‘los malditos de castilla
• Urb. San Judas Tadeo Mz D. ‘lola’ (Parque Viejo) • Pizarro (Miguel Virú, tercera cuadra)
• Av. Paz Soldán, cuadra 4 ‘los cabitos’ (cruce de Paz Sol- • Loreto Cuadra 11 ‘La mar brava’ (barracones)
dán y Loreto) • Calle 13 entre Av. Escardó y la Paz , Callao
• Jr. Castilla, cuadra 1, ‘los cachorros’ (iglesia matriz y local • Cuadra 26 de la Paz
de la PIP) • Jr. Puno ‘Cojo Bruno’
• Jr. Washington, cuadra 6 ‘los canallas’ (cruce de Washin- • Av. Ancash ‘Tía Flor’
gton con Loreto) • Av. Zarumilla ‘Cachona’
• Av. Buenos Aires cruce con Paz Soldán, ‘los carrizos’, ‘el • Bocanegra sector IV , ‘Kalin’, ‘Oscarito’, ‘el gordo Hugo’,
callejón del Chávez’ (colegio Maristas) ‘María Luisa’, ‘La colorada Flor’, ‘Cabro Ediño’
• Av. Ancash, cuadra 2 ‘los chinos’ (cruce de Ancash con • Av. Tamarugal cruce con Germania ‘malambo’ (parque
la Siberia) Ramón Zavala)
• Jr. Loreto, cuadra 6 ‘los chinos’ (cruce de Loreto con Mar- • Av. Buenos Aires cruce con Guisse ‘Melchor’
co polo) • Av. Ancash, cuadra 6 ‘manotas’
• Jr. Atahualpa cruce con el Jirón Cusco ‘los monos’
189
Distrito Lugares
• Merino Reyna, cuadra 1 ‘canchón’ (altura Km. 18 Av. Tú- • ‘Tía Vicky’ (Altura Km. 18 Av. Túpac Amaru)
pac Amaru) • Av. Puno Km. 11, cuadra 18 ‘tía meche’ (cerro Ramón)
• Av. Paradero la Avenida, 3ra. cuadra ‘cara de lancha’ (al- • Raúl Porras Barrenechea. Parque Barrenechea – El pro-
tura Km. 22 Comas) greso, Km. 18
• Merino Reyna, 1ra. cuadra ‘carreta’ (Altura Km. 18 Av. Tú- • ‘Merino’
pac Amaru) • Km. 18 , Raúl porras Barrenechea ‘El bunker’, ‘El viejo’
• Arequipa 2da. Cuadra ‘casa de familia’
• Av. Manco Cápac, cuadra 11 ‘el charro’ • ‘Tambo’ (por la Av. Morales Duárez, cuadras. 11 y 12)
• Av. Los Manantiales y Av. Luís de Velasco (Av. Wilson) • Av. Abancay y Grau, cuadras. 6 y 7 ‘la tía perrita’ (entre el Jr. Ayacucho y la Avenida
• Washington, cuadra 2 ‘callejón’ Grau)
• Tacna ‘cara de vaca’ y ‘lula’ (zona aledaña al Parque Grau) • Contumazá, cuadra 2, ‘la tía rosa’ (altura del cruce de Av. Colmena con Jr. Ca-
• Jr. Puente del Ejército ‘castillo’ (al lado del colegio) rabaya)
• Jr. Angaraes ‘chanaco’, • Av. Junín - Barrios Altos, ‘la trece’
• ‘chuto’ • Junín - Barrios Altos, ‘las agatas’
• ‘mora’ • Jr. Lampa ‘licorería’ (frente al edificio del Ministerio de
• ‘biblioteca’ Economía)
• ‘capilla’ (espaldas de la farmacia Universal) • Av. Argentina Cuadra 7 ‘loreto’ (altura Carcamo)
• Huancavelica, ‘chancadora’, ‘el gato’ (cruce con Angares • Jr. Angaraes Cruce con Emancipación ‘malambito’
y Oroya) • Jr. Jauja, ‘mercado’, ‘tía carmen’
• Ascode, cuadra 2 ‘chapulín o juana’ (altura camisaria fê- • Jr. Huánuco ‘mixto’ (puente nuevo)
nix) • Jr. Zepita ‘negra solcan’ (cruce con Av. Wilson)
• Chicago chico’ • Puente Santa Rosa ‘pacheco’
• Guillermo Dansey, cuadra 1 ‘chinchón’ • Jr. Tayacaja cuadra 7 ‘papicha’, ‘la bombonera’
• Pasaje Carmen de la Legua cuadra 2 ‘chino mazar ‘ (Mi- • Plaza Dos de Mayo ‘Parque Canepa’
rones Alto) • Av. Prolongación Huánuco’, ‘Parque Grau’ (cerca de la Jr.
• Av. Wilson, alrededores del colegio Bolognesi Anchas)
• Av. Washington cuadra 9 ‘cóndor y coloso’ • Av. Conde de la Vega cuadra 28 ‘pelé’
• Av. Guillermo Dansey, Cuadra 4 ‘donde la vida no vale • Prolongación Abancay con Av. Grau, ‘piñonate’ (altura
nada’ (cruce Carcamo y Dansey) Av. Montevideo)
• Jr. Coronel - Luzuriaga Cuadra 1 ‘el arbolito’ (por el Hos- • Jr. Montevideo ‘puno’ (cruce con Av. Abancay)
pital Mogrovejo) • Puente Nuevo ‘rebeldes azules’
• Av. Jauja Número ‘el arbolito’ (por el parque Huanuco) • Jr. Cárcamo Mz L Lote 6, ‘tamarugal’
• Av. José Olaya Cuadra 11 ‘el ayacuchano’ (cruce con la • Av. Santa Rosa ‘tía canina’ (ex huerta perdida)
Av. Mariano Mariátegui) • Av. Argentina Cuadra 6 ‘tía melchora’
• Av. Amazonas - Barrios altos ‘el buque’ (altura Río Rímac • Jr. Cárcamo ‘barbita’ (altura líneas del tren)
y Puente Huánuco) • Jr. Coronel Zubiaga ‘Virgen del Carmen’
• Abancay - Parque Manco Cápac, cuadra 5 ‘el chaparral’ • ‘Amauta’
(altura del cruce con la Av. Abancay) • ‘28 de Julio’
• Av. Amazonas ‘el jhon’ (altura Puente Huánuco - frente a • ‘1ro. de Mayo’ (entre el Jr. Centro Escolar y Jr. Tnte. Ro-
cancha martinete) dríguez)
• Jr. Alfonso Ugarte ‘el lobo’ (entre la Av. España y la Av. • Jr. Angaraes, ‘wilikichi’ (cruce con Emancipación)
Bolivia) • Jr. Ancash ‘willy’ (entre Jr. Manuel Pardo y Jr. Maynas)
• Prolongación Amazonas - Barrios Altos Cuadra 2 ‘el loco • Jr. Huancavelica ‘zona K’ (cerca de la Iglesia Nazareno)
Andrew’ (Entrada a la ‘Huerta Perdida’) • Av. Abancay (frente al Parque Universitario)
• Jr. Arica cuadra 22 ‘el loco punticia’ (frente al Colegio • Barrios Altos, Miro Quesada ‘la tía Marín’
Amauta) • Barrios altos, 5 esquinas, huerta perdida.
• Amazonas - Barrios Altos ‘el merca’ (altura puente Huá- • Barrios Altos por Manuel Pardo, ‘la servis’
nuco) • Jr. Agnoli por el puente el Ejército (Agnoli)
• Av. Emancipación, cruce con Jr. Chancay ‘huaca’ (por la • Cercado (bajo el puente)
Plaza Unión) • Barrios Altos, Miro Quesada Leoncio Prado, ‘Giselle’
• Cerro Enrique Meiggs, cuadra 13, Huaca Huantille (altu- • Barrios Altos, Miro Quesada Leoncio Prado (Kisser)
ra de la cuadra 13 de la Av. Argentina) • Barrios Altos por Manuel Pardo (Servis)
• Av. Colmena, cuadra 3, Jr. Moquegua, frente a la UNFV • Jr. Agnoli – Por el puente del Ejercito. Trébol de Caquetá
• Av. Cuzco, cuadra 10 ‘la abuela’ (cruce con Jr. Cangallo) al costado del depósito de la municipalidad, ‘Agnoli’.
• Av. Conchucos - Barrios Altos ‘la china’ (altura cemente- • Callejón las Carrozas , Jr. Huánuco , Barrios Altos , Lima
rio El Ángel) • Cerro Ancash, cuadra 5 ‘la paz’ (H.E. Neurología)
• Jr. Los Carrizos - Barrios Altos ‘la pampa o chacra de los • Jr. Cuzco y Huánuco (cruce) ‘la piedra’ (Hospital Dos de
perros’ (paralela a la Av. Amazonas) Mayo)
• Ancash - Barrios Altos, cuadra 15 ‘la pantera rosa’ (entra- • Av. Caylloma y Jr. Contumazá (cruce) ‘la pilonga’ (altura de Av. Col-
da por Puente Alipio Ponce) mena)
• Jr. Amazonas - Barrios Altos, cuadra 3 ‘la paupa’ (Altura • Jr. Barrios Altos, ‘la parada ‘ (quinta Esquina)
cruce on Av. Evitamiento)
190
Distrito Lugares
• La Campiña ‘aguadito’ • Jr. Cocharcas con Tacalá ‘el cinco’ (Av. Andrómeda, par-
• Los Próceres - Buenos Aires Villa ‘charola’ que Santa Rosa)
• ‘Apapito’ • Urb. Principal de Buenos Aires ‘la chata’ (altura cruce con
• ‘Pauchá’ Av. Vista Alegre)
• ‘La chicha’ • Av. Guardia Peruana Cuadra 14 ‘negro comegente’
• ‘Pasamayito’ (Av. Guardia Civil) • Av. Próceres, ‘río’ (cerca de la ex botica Caycho)
• Av. Guardia Peruana ‘chato Julio (pasaje Tolomeo) • Urb. San Genaro ‘munimin’
• Av. Huaylas ‘coposo’ (frente a la municipalidad) • Calle los Próceres, Urb. La Campiña Chorrillos ‘Tolomeo’
• Prolongación Av. Huaylas ‘Alpha’
• San Andrés - Segunda Zona ‘abarrotes’ (altura Colegio • Urb. San Felipe ‘la loza’ (invasión Yoshiyama)
Garcilazo de la Vega) • Jr. San Agustín ‘la loza de chonta’ (la cancha Unión Ja-
• Av. Repartición, ‘amado’ maica)
• Los Inkas, cuadra 3, ‘américas’ (Km. 12 y medio) • Jr. Balanza con Jr. España (cruce) ‘la loza de la alborada’ (altura Av. Túpac
• Av. Pueblo Joven de Año Nuevo ‘bar el gordo’ (altura Av. Amaru)
Túpac Amaru) • Jr. Huayna Capac, ‘la Loza’
• Av. Virgen del Carmen (Zonas aledañas a la Av. Belaún- • ‘chacho’ (cruce con Jr. España, espalda del Jr. ‘Nazi’)
de) • Av. Chávez ‘la mancha en la calle’ (La Merced - Av. Túpac
• Aguarico (zonas aledañas a la Av. Revolución) Amaru)
• Av. Los Inkas, cuadra 3, ‘boca del diablo ‘ (Km. 12 y me- • Ovalo Belaúnde 4ta. Zona ‘la mansión ‘ (Km. 14)
dio) • Av. Infanta ‘la mansión’ (Retablo - Panamericana Norte), Belaúnde 5ta.
• Jr. Virgen del Carmen, cuadra 4, ‘don juan’ Zona
• Jr. Virgen del Carmen Cuadra 4 • ‘la mansión’ (Km. 12, 13 y 14 de Comas)
• Prolongación Mercado y Pueblo Joven ‘año nuevo’ • Av. Las Flores, cuadra 20 ‘los leones’ (kilómetro 11 de la Avenida Túpac
• ‘Callejón del tentáculo’ Amaru)
• Av. Vista Alegre ‘campana’ (altura Km. 13 Av. Túpac Ama- • Av. 03 de Octubre cuadra 1 ‘martinete ‘
ru) • Av. Belaúnde, cuadra 3, ‘martinete’
• Calle Aviación – ‘la canina’ • Jr. Alvarado, cuadra 6 ‘negro martín’ (cruce con Av. Es-
• ‘cancha cubillas’ paña)
• ‘loza deportiva’ • Jr. Alvarado ‘negro pedro o pedrito’ (cruce con Av. Espa-
• ‘plaza richard’ (frente al Cañón del Carmen) ña)
• Av. San Martín, s/n Parque Junín ‘la cancha de tierra’ (al- • Av. Túpac Amaru ‘negro joya’
tura Cuadra 4 Av. San Felipe) • Av. 3 de Octubre ‘nicaragua’ (cruce con Av. Danubio)
• Jr. Cerro de Pasco, ‘cholo edgar’ (cruce con Av. Danubio) • Av. Francisco Pizarro Cuadra 7
• Av. Belaúnde Este, cuadra 17 ‘cristian socorro’ • Av. San Andrés ‘pozo’ (altura Av. Santa Ana)
• Av. San Antonio, cuadra 8 (5ta. zona Collique) • Av. Los Inkas, cda. 3, ‘pusy’ (Km. 12 y medio)
• Jr. Manco Cápac, cuadra 32 ‘el balcón’ • Av. Pascana Km. 15, ‘san judas’
• ‘la loza’ • Av. Túpac Amaru ‘segundo parque’, ‘el parque escondi-
• ‘vallejos’ do’, ‘lito’ (cruce con Av. Belaúnde)
• ‘la papito’ (cruce con la Av. José Gálvez) • Pasaje 17 Mz K, ‘señora esperanza’ (Urb. Año Nuevo)
• Calle Madre Selva cruce con la Av. Lima, y Av. San Felipe • Parque Junín ‘Tello - Juan’ (feria San Felipe)
‘el castillo’ –’la tía Benita’ • Av. San martín cuadra 4 ‘tentáculo ‘
• Jr. Año Nuevo ‘el mercado del Agustino • Av. Guillermo de la Fuente, ‘tía perrona’
• Av. San Gregorio ‘el mexicano’ (altura Cruce Av. Universi- • León Pinelo, cuadra 3 (con cuadra 3 de Rázuri)
taria con Av. San Carlos) • Nueva Esperanza (Vallejo, Chocano)
• Av. Túpac Amaru y Av. San Juan (cruce) ‘el micky’ • Av. Miraflores cuadra 20
• ‘la mosca’ (Frente al Colegio Fe y Alegría No. 10) • Av. Nicolás de Piérola CT Militar, ‘la balanza’
• Av. Bolognesi Cuadra 6 ‘el misti’ (altura del paradero ‘Es- • Av. Santa Rosa por el Colegio Fe y Alegría.
tunsa’. • Jr. Puno. CT Ejército (Comas Km. 11)
• Av. Revolución - Collique 1ra. zona ‘el monte ‘ (altura • Av. Los Pinos, por la Av. España
Cuadra 2 de Av. Revolución) • ‘Rosales’
• Av. Santa Rosa ‘el monte’ (altura del cruce con Av. Los • San Gabriel
• Av. Carabayllo y Av. México (cruce) ‘el monte ‘ (altura Km. • Haití
11 de la Av. Túpac Amaru) • San Ramón
• Jr. Universitaria y Av. México (cruce). Clínica Universitaria • Estadio Municipal
‘el monton’ (km 11 de Túpac Amaru) • Pasaje Ugarte
• Jr. La Unión ‘el negro patrulla’ • Chacra Cerro
191
Distrito Lugares
• Jr. Túpac Amaru Km. 14 y medio ‘el parque Huáscar’ • Av. Talara, las escaleras, ‘La chata Alicia’
• ‘el pampón ‘ (altura paradero Velasco, costado Colegio • Av. Belaunde espalda del mercado el progreso
Suecia 2059) • Calle Danubio ‘Jacho’
• Av. Libertad Km. 11 ‘el parque Nicolini’ (Av. Túpac Amaru) • Jr. Túpac Amaru con Jr. Año Nuevo (cruce), ‘la jorge’
• Av. San Felipe ‘el parque’ • Altura del Grifo Año Nuevo
• ‘el Pancho’ (altura del cruce con Av. Lima - en la esquina • Av. Santa Rosa con Jr. España (cruce) ‘la línea del tren’ (altura Av. Túpac
de la discoteca) Amaru)
• Túpac Amaru Km. 18 ‘el perro’ (zona aledaña al cruce con Av. San Fe- • Jr. Universitaria con Retablo (cruce) ‘la loca teresa’, (Boulevard de Re-
lipe) tablo)
• Jr. Collique 3ra. zona ‘el pinto (edificio)’ (altura cruce con • Av. Pallardeli con Av. Belaúnde (cruce) ‘la losita’ (merca-
Av. Revolución) do Chacra Cerro de Comas Km. 13)
• Av. El Pinar, La Alborada, cuadra 3 ‘German Aguirre’, ‘los • Parque Santa Rosa ‘la m’ (por la Av. Villarreal y en el Km. 15 1/2 Túpac Ama-
vikingos’ ru)
• Cooperativa Huancayo - La Parcela ‘La cueva de la ale- • Av. La Parada ‘la cuna’ (mercado mayorista)
gría ‘ (aledaño a la línea del tren) • Av. Riva Agüero cuadra 1 ‘la curva ‘ (colegio, cancha)
• Prolongación Los manantiales, ‘barracas’ • Jr. San Pedro ‘la piedra’ (cuadra 3 Av. Riva Agüero)
• Av. Mariscal Castilla, cuadra 1, ‘blanquito’ • Av. 7 de Octubre, 6º zona ‘los huecos’ (por el colegio Los
• 28 de Julio, ‘bolívar’ Libertadores de Ayacucho)
• El Agustino, ‘callejón del humo’ • Av. Riva Agüero cuadra 3 ‘los leones’ (plaza de Armas)
• Santoyo, ‘denda azul’ (cerca al cementerio) • Tanque de agua ‘Moquegua’
• Av. Héroes del Pacifico cuadra 1 ‘el cerrito’ (por el ferro- • Av. Independencia ‘Orongo’ (cerca cruz de Yerbateros)
carril del tren) • Pasaje Vallejo, ‘parque el porvenir’
• Mantaro, 2da. Zona ‘el cíclope ‘ (cruz de Yerbateros) • Puente Nuevo ‘pepe carpancho’
• Av. Valloso cruce con la Av. Héroes del Pacifico ‘Huasca- • Av. Héroes del Pacifico ‘ultra 7’ (altura líneas del tren)
rán’ • Cuadra 9 de la Av. Riva Agüero (Sucre), altura barrio de los Picheiros, ‘la
• ‘El chavo’, (Al costado del Hospital Hipólito Unanue) estera’
• Av. Héroes del Pacifico, cruce con la Av. ‘la riel’ • Av. Riva Agüero Cuadra 11 (Los Picheiros) ‘Sucre’ Pasaje
• ‘Huascarán’ Sucre
• ‘el leca’ • Puente Nuevo ‘Ríos’
• ‘el Micky ‘ (por la subida) • ‘Mostro César’ (por la ferretería)
• Av. Héroes del Pacifico, cruce con la Av. ‘el riel’ • La parcela, línea de ferrocarril, ‘El cholo’
192
Distrito Lugares
• ‘25 de mayo’ ‘ • Urb. Tahuantinsuyo 3ra. Zona ‘el chino Carlos’ (altura
• ‘El nazareno’ Iglesia San Martín)
• Av. Los Gladiolos - El Ermitaño ‘barracones’ • Av. Tahuantinsuyo 4ta. Zona ‘el chino Tarzán’ (altura Igle-
• Prolongación Los Gladiolos ‘callejón de las américas’ sia San Martín)
• Prolongación Los Gladiolos ‘callejón de los cuervos’ • Los Gladiolos cuadra 1 ‘Pocho’
• Los Gladiolos, cuadra 1, ‘callejón del Chávez’ • ‘El mexicano’ (altura Av. Túpac Amaru)
• Av. Cuatro Suyos, cuadra 2, ‘el chaparral’ (por el Parque • Calle Uno, cuadra 2, ‘tambo’
Pachacutec) • ‘Río Rímac’
• Jr. Las Granadas (frente al Colegio Manuel Escorza) • ‘Tomi’
• Las Américas, por la 79, ‘el Chávez’ (altura cruce Av. In- • ‘el zorro’ (Urb. Payet)
dustrial con Av. Túpac) • San Albino (Mandarinas y Magnolias)
• Jr. Las Sandias, cuadra 1, ‘el Chávez’ (altura cruce Av. Tú- • Tahuantinsuyo 3 ‘la gringa’ (por el mercado)
pac con Jr. Las Guindas) • Paradero Nº 7 ‘Tía Elena’
• Urb. Anta - Urb. Tahuantinsuyo 3ra. zona ‘el chichón’ (Al- • Independencia , Ermitaño, ‘Malecho’ Av. Tupac Amaru
tura cruce Huanacaure con Av. Valle Sagrado) • Jr. Los Laureles, paradero S - Ermitaño
• Av. Walkuski ‘el callejón’ (altura de la Plaza Bolognesi con • Av. Mariategui cuadra 9 Cuadra 11
Av. Brasil) • Jr. Olavegoya, cuadra 18
• Av. Hermilio Valdizán Cuadra 4 y 5 ‘el callejón de los pes- • Jr. Húsares de Junín, cuadra 10
caditos’ (cruce con el Jr. Huiracocha) • ‘La nave’, por la Iglesia San Antonio de Padua
• Jr. José María Plaza, cuadra 4 (Altura Av. Arnaldo Már- • Av. Huiracocha, ‘Pampa Yurac-Aguaytía’ (cruce con Av.
quez) Tizón y Bueno)
• Plaza Villarreal
• Jr. La Paz cuadra 28 y 29 ‘Conde la Vega’ (cruce con Av. • Jr. Zarumilla cuadra 2 ‘Los Sauces’ (entre las Av. José Gál-
Haya de la Torre) vez y Jr. Washington)
• Av. Bolognesi Cuadra 3 ‘el arco’ • Jr. Zarumilla ‘loza de Pachacutec’ Sector C
• ‘Cholo’ (ovalo la Perla) • ‘Gitano’
• Av. Grau Cuadra 12 ‘establo’ (cruce con la Av. Gálvez) • ‘Gala’
• Av. Las Paz y Vigil, ‘Genaro el cojo’ (por la Av. Gálvez) • ‘Omar’ (paralela Avs. Venezuela y José Gálvez)
• Av. Carrillo Albornoz cuadra 1 ‘la tía gringa’ • Av. Haya de la Torre, cruce entre Haya de la Torre y La
• ‘Willy’ (Ovalo la Perla) Paz, ‘loza luzurizos’ (parque Pacífico)
• Av. La Paz Cuadra 1 ‘la tía iris’ (costado de PNPGA) • Av. La Paz ‘Rincón Ventorino’ (frente a la playa)
• Jr. José Gálvez Cuadra 5 y 10 ‘la tía Juana’ (cruce con Jr. • Av. Zarumilla ‘tía rosa’ (cruce con Av. Huascar)
Brasil 10 y Jr. Zarumilla 5 • Av. Pacífico cuadras 2 y 3. Urb. Altamar.
• Av. Zarumilla ‘la tía Juana’ (cruce con Jr. Atahualpa) • Av. La Paz cuadras 5 y 6. La Perla Baja.
• Av. La Paz Cuadra 1 ‘la tía Julia’ (altura de la puerta del
colegio Militar Leoncio Prado - Altamar)
193
Distrito Lugares
• Renovación, cuadra 7 ‘comechao’ • Las Américas ‘la tía cocaína’ (altura cruce de Parinacocha
• Av. Santiago Cárdenas, ‘casa kirin’ (cruce Nicolás de la con Iza Motors)
Fuente con Los Diamantes) • Jr. Sucre con San Pablo Cuadra 7 ‘la tía lucha’ (paralela a
• Av. Isabel La Católica y Manco Cápac, cuadra 8 ‘callejón las avenidas Isabel
30’ (altura Plaza Manco Cápac) • la Católica y México)
• Las Américas ‘cementerio de comas’ (altura del cruce de • Av. Aviación Cuadra 1 ‘la tía luz’
Av. México con Parinacochas) • ‘ (altura del Hospital Dos de Mayo y la avenida Grau)
• Malecón 28 de julio ‘cheroke’ (cruce con la Av. Aviación) • Av. Aviación Cuadra 3 ‘la tía margot’ (altura del Hospital
• Av. Javier Prado ‘corralito’ (cerca al escarabajo) Dos de Mayo y la
• Jr. León ‘darillo’ • Avenida Grau)
• Av. Huascarán, ‘debajo el puente’ (cruce con Av. Isabela • Av. Entre Lucanas y Parinacochas ‘la tía nancy’ (paralela
Católica) a las avenidas
• La Parada ‘deposito cartavio’ (cerca grifo 28 de Julio) • Isabel la Católica y México)
• Jr. Lucanas (cruce con Isabela Católica) • Jr. Misti Araña Cuadra 2 ‘la tía pancha’ (a una cuadra de
• Las Américas, (altura del cruce con Parinacochas) la Av. Grau)
• Av. Mendoza Cuadra 6 ‘el canchón’ (cruce con la Av. Bolí- • Av. La Pólvora Cruce con Parinacochas ‘las calaminas’
var y la Comisaría 12) • Av. Las A méricas Cuadra 9 ‘las dalias’ (a unas cuadras
• Av. México Cuadra 12 ‘el canchón’ de la avenida
• ‘La Loca’ (por el Mercado Matute) • Parinacochas)
• Av. Feliciano ‘el chaparral’ (altura cruce de Av. Aviación • Av. Las Turquesas esquina del parque Unión ‘las fresas’
con García Naranjo) • ‘san juan’ (parque Unión y Avenida Las Américas)
• Av. Miguel Grau cruce con la Av. Abancay, ‘el chato’ (Por • Av. Manco Cápac, entre Manco Cápac, la Calle Luna Piza-
el Jr. Iparraguirre) rro y la Calle Francia
• Jr. Grau ‘el chato rolo’ (altura del Hospital 2 de Mayo) • ‘las torres de lima tambo’
• Av. García Naranjo, ‘el chino’ (entre La Mar y Lucanas) • Av. Canadá Cuadra 1 (local de la Policía de Requisitorias)
• Av. México ‘el cholo dimas’ (cruce con Av. Las Américas) • Av. Mendoza ‘loco’ (cruce con Humbolt)
• Av. México ‘el cuadrado’ (Av. Luís de Velasco) • Av. Las Américas, cruce de Las Américas y Parinacochas
• Av. México ‘el cubil’ (Callejón del humo) ‘loreto/barreada’
• Jr. Antonio Bazo, cuadra 1, ‘el río’ (altura del Jr. García • Av. Las Américas, cuadra 9 (parque Unión)
Naranjo) • Av. Arriola, cuadra 19 ‘los columbios’
• Las Américas, ‘el tentáculo’ (altura del cruce con Av. Pa- • Av. Manco Cápac, cuadra 25
rinacochas) • Av. 28 de Julio, cuadra 27, ‘malambito’
• Av. Gran Unidad Vecinal ‘matute’, ‘el terreno del tío lee’ • ‘carcamo’ (mercado mayorista ‘La Parada’)
(entre las Avenidas • Mendocita, ‘mart nete’ (mendosita)
• Abtao, Isabel La Católica, Andahuaylas y México) • Av. Grau, ‘matamula’ (cruce con Av. Aviación)
• Av. México Cuadra 11 ‘el tío’ (cruce con Av. Parinacochas) • Av. Las Américas ‘mendocita’ (cruce con Jr. Juan Castro)
• Renovación Cuadra 5 ‘el tío bigote’ (cruce con Av. Pari- • Jr. Francia ‘mendocita’ (esq. Renovación y Luna Pizarro
nacochas) mercado Matute)
• Av. Huascarán, ‘el tío burro ‘ (altura Del cruce de Av. Man- • Av. Canadá Cuadra 7 ‘mercado’, ‘la sanqui’
co Cápac y México) • Jr. Sergio Calle, ‘mexicano’ (cruce con Av. Margarita. Ce-
• Aviación ‘el tío cabezón’ rro San Cosme)
• Av. Gamarra y Av. Grau (cruce) ‘el tío félix’ (por Huánuco) • Av. Canadá cuadra 13 ‘méxico’ (parque de los Gitanos)
• Av. Parinacochas y Av. México (cruce) ‘el tío leo’ • Av. Bolívar ‘moquegua’
• AAHH Aviación con la Av. Isabel la Católica (cruce) ‘el tío • Av. Aviación ‘paita’ (cruce con Av. México)
Macoli’ • Entrada a Manzanilla, ‘papacho’ (la parada)
• Av. Huascarán cuadra 13 ‘fe y alegría’ (Esquina con Bél- • Jr. Sáenz Peña ‘parque guillen’ (cruce Jr. Francia)
gica) • Av. Parinacochas, ‘parque lobitos ‘ (cerca al Grifo)
• Calle San Pablo, cuadra 4, ‘feliciano’ (cruce con la Av. Hi- • Av. Las Américas, cuadra 9 ‘pay’
pólito Unanue) • Av. Krumdieck ‘pulpo’
• Av. Aviación, cuadra 7, ‘flor de amancaes’ (cruce con el • ‘bombilla’
Jr. Sucre) • ‘pajero’ (parque Krumdieck)
• Cruce Manuel Cisneros cuadra 7 ‘gambeta’, ‘tío santos’ • Av. México ‘puno’ (parque Chicama)
(cruce con la Av. Isabel la Católica) • Av. México ‘San Luís’ (costado del C.E. Madre Admirable)
• México ‘la 6’ de Ancash (cruce con Las Américas) • Urb. Balconcillo - Parque Unión Panamericana ‘totorita’ (1ra. Cuadra Jr.
• Jr. Mendoza ‘la bakana’ (altura Bausate y Meza) López
• Paradero México, cuadra 15, ‘la biblioteca’ • La Romaña)
• ‘los manzanos’, ‘la ponce’, ‘la carmencito’. (cruce con la Av. • Cruce con Av. Canadá y Las Agatas, ‘tu casa’ (detrás de
Parinacochas) la Via Expresa)
• Urb. Parinacochas, cuadra 59, ‘la cabañita’ (frente al par- • Av. Iquitos ‘tugúrio’
que Matucana) • ’cholo gilmer’
• Av. México Cuadra 22 ‘la cancha de la navarro’ (por el • Jr. Lucanas Pasaje 2 ‘Villa Maria y Planeta’ (cerca de la Plaza Dos de
parque 12 de Octubre) Mayo)
• Jr. Isabela Católica, cuadra 4 ‘la cancha’ • Av. Manco Cápac (cruce con Av. Iquitos)
• El Parque de Cocharcas • Av. Manuel Cisneros, cuadra 7
• ‘la bola’ de Buenos Aires (cruce con la Av. Renovación) • Av. Renovación Cuadra 6 ‘la riel’ (altura cruce entre Jr.
• Av. Luís Chiappe Cuadra 2 (cruce con Pablo Patrón en Unanue y el Jr. Humboldt)
la Cuadra 3) • Cerro Renovación Cuadra 9 ‘La selva’ (entre la Av. Isabel La Católica y Av.
• Grau ‘la cochabamba’ (frente al Hospital 2 de Mayo) Sucre)
• Av. Huascarán ‘la pirámide’ • Parque Kumdriek
• ‘El chato’ (zonas aledañas al parque Chicama) • Jr. Huánuco Cuadra 16
194
Distrito Lugares
• Ovalo Parinacochas, ‘la playa’ (altura Cruce con Av. Ca- • Jr. Bélgica
nadá) • Jr. Londres Cuadra 3
• Av. Arriola, ‘la plaza’ (entre las Avenidas Aviación y Las • Av. Palermo Cuadra 4
Américas) • Bassochi
• Av. Aviación ‘la pólvora’ (altura cruce con Av. Aire. Mer- • Ovalo Arriola con Aviación ‘La chanchería Cheri)
cado ‘San Pedro’) • Jr. Parinacochas con Humboldt
• Av. Huascarán, ‘la pólvora’ (altura cruce de Av. México y • Jr. Parinacochas cuadras 17 y 18 ‘La Pólvora’
Manco Cápac) • Cerro El Pino Sector 14
• Av. Iquitos cuadra 11, ‘la primera’ (parque Manco Cápac) • Jr. Pisagua, ‘tia Meche’
• Av. Sáenz Peña cuadra 10 ‘la quinta’ (cruza con Jr. Francia • La floral por el mercedo de frutas, ‘el chino’
y Jr. Italia) • Av. Aviación cuadra 15, ‘la chancho’
• Unidad Vecinal Las Américas, cuadra 3 ‘La quinta’ • Av. Las Américas cuadra 8, ‘El borrado’
• ‘los roperitos’ (Balconcillo) • Av. Parinacochas cuadra 18, ‘el chino’
• Av. Matute, Blocks Nos. 24, 57, 62, 63 y 64
• ‘La reja’ o ‘el portón ‘ (Av. México Cuadras. 6 y 7)
• Jr. Magdalena ‘la pampa’ (altura cuadra 35 - 36 de la Av. • Av. Del Ejército ‘parque unión’ (altura cruce Av. Brasil)
Brasil) • Av. Bolognesi, ‘pepe’ (altura Independencia con Sucre)
• Jr. Arica Cuadra 3 y 4 ‘la pampa’ (altura cuadra 39 - 40 de • Jr. Mariategui
Av. Brasil, cerca al Hospital Larco Herrera) • Jr. Amazonas
• Parque Libertad Cuadra 12 ‘la pampa’ (Altura Cruce con • Jr. Castilla
Jr. Amazonas) • Jr. Cuzco
• Jr. Echenique, cuadra 14 ‘la pampa’ (altura Av. La Marina) • Jr. Ayacucho Esquina de Ayacucho, Huachipa y Mercado
• Av. La Marina Huaca Huantille ‘la tía quincona’ (Huaca Magdalena. ‘las vegas’ (Mercado Magdalena)
Huantille) • Av. Libertad cuadra 15 ‘los secas’
195
Distrito Lugares
• Av. Ayacucho y Tarapacá ‘cholo juan’ (frente a la Huaca • Malecón Cisneros, cuadras. 8,10,12
Puccllana) • Av. Benavides, cuadra 4, 8, 10, 28
• Av. García Calderón ‘cholo sotil’ (cruce con Coronel In- • ‘Calle de las pizzas’ (pasaje San Ramón)
clán detrás de la Av. Arequipa) • Av. Cáceres
• General Mendiburú, cuadra 3, ‘el chato’ (cruce con Av. • Parque Morales Barrios, ‘carioca’
Santa Cruz) • Av. La Mar cuadras 13 y 14 – Santa cruz (Siberia)
• Av. La Mar, Santa Cruz, cuadra 11 ‘el chato’ • Alrededores de la Bajada Balta
• Av. Del Ejército, ‘las américas’ (parque Santa Cruz) • Chiclayo, cuadra 6 (con Arica cuadra 3)
• Av. Pardo (cerca al Ovalo) • Av. La Mar, cuadra 7 (con Merino)
• Av. Mariano Cornejo, cuadra 9 ‘cementerio’ • ‘La tía Sulaita’ (entre Avs. Sucre y Brasil)
• ‘Huayna Cápac’ • ‘La cueva’
• ‘El milagro’ • ‘Lavadores’
• ‘San Martín’ (pasaje Oviedo) • ‘Andalucía’
• Cruce de Avs. Sucre y Brasil, ‘la tía Ramona’ • ‘Carmen medio’
• ‘La tía Carla’
• Av. Ramiro Prialé Mz D, ‘bodega romero’ (río Chillón) • Av. San Juan Cuadra 1 ‘ventanita’
• Av. Ramiro Prialé Mz D, ‘callejón del pinto’ • ‘Sonifin’
• Av. Sáenz Peña y Miguel Grau, cuadra 3 ‘don mario’ (por • ‘Enrique’
la Panamericana Norte y la Av. Lecaros) • ‘Toto’ ‘
• Av. San Juan, cuadra 3 ‘el cerrito’ • ‘Henry’
• Av. Lecaros, cuadra 2 ‘el cerrito del diablo’, esquina de • ‘Dante’
San Martín (cruce con la Av. Buenos Aires) • Av. Emilio Basadre, ‘villa’
• Av. Las Dalias, cruce con la Av. San Juan ‘Huascarán’ • Sector Fe de los milagros’ (frente al puente Aguaytia)
• Av. El Naranjito, cuadra 1 ‘Intocables’ (por la Calle San • Urb. Panamericana Norte, ‘la cruz’ (cruce con el Río Chi-
Juan y San Pedro de Choque) llón)
• Av. Panamericana Norte Paradero Establo, Jr. Puno y Jr. • Barrio La Alborada ‘la cueva’ (Zapallal)
Moquegua (puente peatonal y Escuela de Policía)
196
Distrito Lugares
• Pasaje Cristal Mz A Lote 9 ‘el taco’ (altura Del cruce de • Av. Carlos Valderrama con Francisco Monserrate, licore-
Pizarro y Tarapacá) ría ‘El Fraile’
• Av. De Amancaes, ‘el tambo’ • Av. La Capilla cuadra 2 ‘Socorro’
• Cerro San Pedro ‘la huaca’, ‘parque’ • Jr. Marañón Cuadra 4 , Rimac. ‘El callejón’
• ‘psicosis’ • Unidad Vecinal del Rimac, frente del Metro en Av. Alca-
• ‘el canchón’ zar ‘La Unidad’
• ‘el pampón’ • Av. Alcázar cuadra 10, parque Juan Rios
• ‘los ficus’ (por el tanque sedapal) • Callejón Cristal Mz A Lote 9 ‘el tambo’ (zona aledaña al
• Av. 7 de Octubre Cerro 7 de Octubre ‘huachipa’ puente Huanuco)
• ‘mi casa santa anita’ (por la granja) • Pasaje Cristal Mz A Lote 9 ‘el tambo’
• Cruce Jirón Paita con Jr. Trujillo ‘Paita Marañon’‘La Rocha’
• Av. Lima ‘san juan de amancaes’ (cruce con Av. Santa • Av. El Rocoto, Ovalo Higuereta
Rosa)
• Av. Petit Thouars ‘el comechao’ (altura Cruce con La Flo- • Av. Petit Thouars, cuadra 28 ‘negro la muerte’ (cruce con
rida) Av. Javier Prado)
• Av. Petit Thouars, ‘el compadre’ • Calles Dasso y Bustamante
• ‘Don pedro’ (ex cine San Isidro) • Calle muñecas
• Av. Teruel ‘el corralón’, cruce de Av. Prolongación Arena- • Bosque El Olivar
les con la Cuadra 43 de la Av. Arequipa • Av. Pardo y Aliaga
• Puente Córpac, frente al Colegio Alfonso Ugarte ‘mano- • Av. Javier Prado, cruce con la Vía Expresa ‘la tía rocoto’
lo’, ‘marilú, ‘los chuecos’, ‘cojo chris’, ‘Memo’ (Metro de San
Isidro)
• Central Motupe Mz D, ‘av. parinacochas’ • Av. Próceres de la Independencia, cuadra 12, ‘la hacienda’ (Azcarrunz
• Cruz de Motupe Mz ‘callejón de caylloma’ ‘contumazá’ Alto)
• Av. Bayovar, Paradero 10, ‘chauchilla’ (altura mercado • Av. Lima, paradero 11, ‘la vicki’ (Huascarán)
Bayovar) • Av. Perú, Paradero 12, ‘la victoria’ y ‘méxico’
• Av. Los Chasquis Cuadra 6 ‘danza’ • Av. Lima, Paradero 5, ‘la vida no vale nada’
• Av. Los Alamos Cuadra 5 ‘el 11 de comas’ (por la Iglesia • ‘El cabro david’ (Caja de Agua)
Pentecostal) • Av. Cerro San Cristóbal, entre las avenidas 10 de Octubre
• Jr. Chacarrill de Otero, paradero 8 de Próceres ‘el Buque’ y Próceres de la
(cruce con la Av. Próceres de Independencia) • Independencia, ‘la virgencita’
• Jr. Rió Grande Mz 7 ‘el callejón’ (por el paradero 8 de • ‘infantas’
Huáscar) • ‘sopa’ (Óvalo y Grifo Shell)
• Huáscar, Paradero 2 ‘el callejón’ (altura del cruce con Av. • Paradero Huáscar, 2 y medio, ‘los gitanos’ (a dos Cuadras.
San Martín) de Av. Canto Grande)
• Av. Báyovar, paradero 14, ‘el cantarito de oro ‘ (por el co- • Jr. Huáscar, paradero 5 y medio, ‘los prado’ (Altura Cole-
legio Fe y Alegría) gio Ricardo Palma)
• AAHH Báyovar, Paradero 13 ‘el Carmen ‘ (por la Av. Wiese) • Av. Canto Grande, cuadra 11, ‘lozita’ (posta Materno In-
• Av. Juan Pablo, segundo paradero la curva, ‘el cartón’ fantil y Mercado Valle
(por el mercado 10 de Octubre) • Sagrado, colegio Francisco Bolognesi)
• Av. Huascarán Cuadra 10 y 11 ‘el castillo ‘ (cruce con 28 • Av. Arequipa, Paralela a la Avenida Lima, ‘luquitas’ (al
de julio) lado del Mercado
• Av. Luzuriaga, ‘el cubil’, ‘parque magdalena’ (altura Huás- • Paradero 12 de Canto Chico)
car Paradero ‘5’) • Av. Canto Grande, paradero 5, ‘malambito’
• Santa Rosa ‘El cúmulo’ (altura cruce del centro grande • La unión’ (altura de la Compañía de Bomberos)
Paradero’10’ con la Av. Santa Rosa) • Jr. Proceso 132, ‘parque fumadero’ (tienda con tres puer-
• Urb. Las Flores - Jr. Las Caléndulas Cuadra 13 - paradero tas)
10 ‘el garaje’ • Av. Los Olmos, ‘parque Junín’ (cruce Av. Canto Grande)
• Pasaje Las Flores - Jr. Alhucamas Cuadra 11 ‘el gordo javi- • Av. Canto Grande, ‘parque santa cruz’ (paradero Sol de
cho’ (zonas aledañas al mercado ‘Santa Rosa’) Canto Grande)
• Paradero 15 de Enero - (Pueblo Joven) ‘el hotel’ (parade- • Av. Huáscar, ‘parque Tarapacá’ (paradero N° 08)
ro ‘10’, Las Flores estadio La Bombonera) • Av. Báyovar, ‘parque triangulo’ (paradero N° 12)
• Paradero ‘10’ de Huáscar - Canto Grande • Av. Principal, ‘perochena’ (cerca de la Plaza Campoy)
• ‘El huachano’ (zona aledaña a Discoteca ‘Sunset’) • Av. Polonia, ‘petizo ‘ (Urb. Proyectos Especiales 2ª etapa)
• Parque 12 de Canto Grande ‘El hueco’ (zona aledaña al • Av. Las Flores, paradero 12, ‘pichilli’ (Urb. Canto chico, parque la
Colegio Francisco Bolognesi) Gruta)
• Jr. Ayacucho, cuadra 30 ‘la agencia’ (por la Av. Lima) • Av. Bayovar, paradero 14, ‘pikipike’
• Av. Los Heliantemos, Mz 117 Lt. 17 ‘la barraca’ (por la pro- • Av. Próceres de Independencia, paradero 8, ‘pilato’
longación Huánuco • Av. Agua Marina, ‘piñón’ (cruce con av. 13 de Octubre)
• Prolongación de Canto Grande # 10 ‘la bola de Buenos • Av. Central, Paradero 8, ‘pirata ‘ (Grupo 2)
Aires de Villa’
197
Distrito Lugares
• Av. Huáscar Cuadra 3 ‘la casa choza ‘ (por Sedapal) • Av. Las Flores, paradero 4 y 5, ‘pisa agua ‘ (parque la Coo-
• Jr. Huáscar # 6, ‘la casona’ (por la loza) perativa)
• Zárate. Los Chasquis Cuadra 6 ‘la chicha’ (altura De la Av. • Av. Báyovar, Paradero 13, ‘pisagua’ (cruce con Av. maris-
Gran Chimú) cal Cáceres)
• Av. Próceres de la Independencia ‘aa hacienda’ (altura cruce con Av. Pa- • ‘Av. Huáscar Paradero 8 ‘pista nueva la cachina’
tivilca) • Jr. Koricancha, cuadra 8, ‘plaza’
• Av. Línea 52 - Huáscar ‘La hacienda’ (Altura cruce de Av. • Av. Horacio Zevallos Plaza campoy’ (frente al colegio
Canto Grande con Huáscar) Kumamoto)
• Paradero Las Flores - Paradero 1- Las Anémonas, ‘la ha- • Av. Wiese, ‘plaza dos de mayo’ (curva de montenegro)
cienda’ • Av. Principal, ‘pochos’ (Coop. Daniel Alcides Carrión)
• ‘casa blanca’, ‘baño’, ‘Mariategui’, ‘10 de Octubre’ (merca- • Av. Wiese, ‘pollito’ (cruce con Motupe 6)
do de frutas. • Av. Central, ‘por mió y ríos’ (Parque Central)
• Hospital Las Estrellitas) • Av. Mariátegui, Mz A, lote 7, ‘portón negro’ (Urb. Huás-
• Paradero 5 y medio de Huáscar - Canto Grande ‘la huaca’ (mercado - Pa- car)
radero • Av. Central, Mz L, lote 8, ‘posta médica’ (Urb. Las Mag-
• Cuadra 1 de Huáscar) nolias)
• Paradero 12 de Buenos Aires ‘la huaca’ (paradero 12 de • ‘Puerto Nuevo 4to. Callejón ‘ (La Huaca de Mangomarca)
Wiese ‘Canto Rey’) • Av. Principal, ‘puerto nuevo’, ‘chato Koki’ (Plaza Campoy)
• Paradero San Martín ‘la huaca’ (parque El Bosque - Canto • Av. Huáscar, paradero 6, ‘Redondo’
Rey) • Av. Canto Grande, ‘restaurante súper bo’ (Frente el CE
• Jr. 10 de Canto Grande, ‘la huaca’ (zona aledaña al Mercado Valle Sa- Abraham Valdelomar)
grado) • Av. Mariscal Cáceres, Paradero 5, ‘tía Esterli’
• Jr. Huascar 2 y medio ‘la huaca’, ‘puente nuevo’, C.N. Julio • Calle Mariscal Cáceres, Paradero 5, Canto Grande ‘tía
C. Tello, ‘pampón de universal’ (pista Santa Rosa) • Paradero 17 (Mercado Central Caja de agua)
• Av. Wiesse Paradero 8 ‘la huaquita ‘ (pista nueva, Canto • Las Brisas de Campoy
Rey) • San Hilarión
• Paradero Zárate ‘La innova - el pato’ (parque La Concor- • Juana’ (Cruce con Av. El Muro)
dia (cruce cuadra 7 Av. Gran Chimú y Av. Pirámide del • El Valle
Sol) • Canto Nuevo
• Av. Las Flores No. 10 ‘la jarrita’ • Huayrona
• ‘El berribao’ • Puente nuevo ‘La Parcela’ (por línea del tren)
• ‘El muelle’ (zona aledaña a la Av. Próceres de la Indepen- • Mz S1, Lte. 14, José Carlos Mariategui, ‘El parque de los
dencia) 5 continentes’
• Av. Las Flores Paradero 10 • Paradero 12, sector B, Huáscar, Av. Canto Grande
• ‘la Javier Prado’, ‘méxico’ • Cuadra 3 de Huáscar
• ‘la marina’ • Av. Canto Grande ‘La Tía veneno’
• ‘Acho’ ‘plaza Grau’ • Paradero 8 , Av. Wiese, Huascar, Canto Grande
• Puente Santa Rosa (Canto Chico) • Av. Canto Grande, Mz 22 Lt. 2 ‘la tía rosa’ (paradero 2 de
• Jr. Cajamarca Cuadra 8 ‘la tía maría’ (entre el pasaje José Huáscar)
Olaya y el Jr. Tiahuanaco) • Av. Canto Grande, Paradero 5, Casa Blanca ‘la torre ‘ (Bayóvar y Huás-
• Av. Las Flores, Paradero 21, ‘la tía nelly’ (entre Ayacucho y Señor de car)
Luren) • Av. Las Flores, altura del paradero 7, ‘la ventana’ (Caja
• Jr. Salitre 2121, ‘la tía nelly’ (a la espalda de la Comisaría de Agua)
La Huayrona)
• Urb. Virgen del Buen Pastor, Mz J5, ‘alborada’ • Paradero 12 de Canto Grande, ‘la gruta’ (Av. Canto Gran-
• ‘la huaca’ de, espalda del colegio Francisco Bolognesi)
• ‘laguna’ • Av. Manuel Jaramillo , ‘licorería’ (Avenida Pachacútec y el Cine Star
• ‘la loza’ Sur)
• ‘mirador’ • San Juan, ‘loco fama’ (espalda de la Municipalidad)
• Pamplona Alta, Mz P5, Lote 12, ‘barbita’ • Villa Jesús, Cocharcas, ‘malambito’ (parque zonal)
• Pamplona Alta, Mz P5, Lote 12 ‘cabro rodo’ (paradero 17) • Av. San Juan, Cuadra 37 ‘mi juanita’ (Ciudad de Dios)
• Pamplona Alta, Mz P5, Lote 12 ‘cáceres’ • ‘parque alto’ (paradero 10 1/2 Pamplona Alta)
• Pista Carabely, ‘el huerto’ (Zona aledaña a las Av. Plata- • Mz J5, , ‘pocho’ y ‘El mexicano’
forma y Marista) • Mendizábal Zona B
• Jr. Nueva, ‘El jhon’ (Zona aledaña al Paradero ‘La Cachi- • El monte, ‘El cojo’
na’) • Alfonso Ugarte Block E
• Parque Av. Canevaro y Centro Técnico, Esquina ‘la 70 el • Zona D antiguo concejo – Ciudad de Dios (Zona K)
camping’ (por la plaza de Toros) • Pamplona Alta 10 y medio de la ruta B, ‘tía maría’, ‘la
• Av. Ciudad de Dios, ‘la china’ (colegio) amante’
• Yerbateros, ‘el paisita’ (Altura Cerro 7 de Octubre) • Av. Canadá con Javier Prado cuadra 15 ‘la tía lucha’
• Jr. 7 de Octubre, ‘el parque’ (Altura de El Agustino) • Las Moras
198
Distrito Lugares
• Av. Perú, cuadra 32, ‘canada city’ (cruce con Av. Univer- • Av. José Granda, cuadra 34, ‘la esquina del movimiento’
sitaria) (altura del cruce con Av. Universitaria)
• Av. Libertad, ‘gato’ • Urb. Perú, cuadra 37, ‘la esquina del sabor’
• ‘chiqui’ • Jr. Moquegua, cuadra 2, ‘el botija’,
• ‘tulito’ • Jr. Puno, cuadra 32, ‘la tía norma’ (altura cuadra 38 de la
• Jr. 12 de Octubre, ‘ciudad de dios’ (cruce con Av. Moquegua, cuadra Avenida José Granda)
37) • Jr. Piñonate, Paraderos 8 y 9, ‘los cóndores’ (frente a la
• Calle Puno, cuadra 37 ‘colán’ Universidad de Ingeniería)
• Urb. José Granda, cuadra 2 ‘edificio 2do. piso’ (ovalo José • Av. José Granda, cuadra 37, ‘marañon’ (cruce Jr. Crocra-
Granda y Dominicos) ne)
• Psj. Malecón, Rimac, ‘el botija’ (cruce con la Av. 27 de No- • Av. Habich, cuadra 6, ‘papicha’ (cruce con la Panameri-
viembre) cana Norte)
• Calle Moquegua, ‘el cojo’ (Av. Perú con Jr. Huancayo) • Av. Prolongación, Los Gladiolos 120, ‘santo domingo’
• Av. Lima, cuadra 37 ‘estatua’ (con el Cruce con la Av. 12 (Parque Luna)
de octubre) • Av. 25 de Enero ‘soledad’ (cuadra 9) y ‘javicho’ (cuadra 11), (Urb. Infan-
• Jr. 12 de Octubre, cuadras. 36 y 37 ‘expansión’ (altura tas)
cuadras. 37 y 36 de la Av. Perú) • Av. Principal, ‘soto’
• Av. Universitaria, cuadra 6 ‘la abuelita’ • ‘vinagre’, (frente al colegio José Antonio Encinas)
• ‘Cabezona’ • Chincha Baja
• ‘tilín’ (Por el Ovalo de José Granda) • Tomas Valle
• Jr. Junín, cuadra 40, ‘la canchita’ • Primavera
• Jr. Junín, cuadra 37, ‘la cantina de marcelo’ (altura cruce • Santa María
con 12 de Octubre) • Nogales
• Av. Moquegua, cuadra 35, ‘la carretera’ • Rosario
• ‘El chivo ‘ • Zarumilla Km. 11
• ‘La parroquia’ • Dos de Mayo
• ‘Mi casa’ (altura del cruce de la Av. Perú y 12 de Octubre) • El Carmen
• Jr. Puno, cuadra 33, ‘la casa del famoso jhon’ (cruce con • Las Vegas
Jr. Andahuaylas) • Av. F Kennedy – Valdivieso (Los Pacaes)
• Av. Lima, ‘la curva’ (altura cuadra 18 de la Av. Perú) • Parque de la Cooperativa, Valdivieso. Mercado Ingenie-
• Av. Jhon Dunnet, cuadra 1, ‘la curva ‘ (zona aledaña a la ría, Huaca Palao (Valdivieso)
UNI) • Av. Tahuantinsuyo, cuadra 4, Grifo Taurus (hacienda Na-
• Av. Perú, cuadra 17, ‘la dominicana’ (altura del cruce con Puente Due- ranjal)
ñas)
• Av. La Paz, cuadra 12 y 13, ‘cheche’ (cruce entre La Paz y • Av. Caminos del Inca, cuadra 1, ‘línea del tren’ (frente al
Av. Escardo) Colegio Bartolomé Herrera)
• Av. Lima, 150 No. 5, ‘el cojo denis’ (altura cruce Av. La Paz con Rafael Es- • Av. La Paz, cuadra 16 ‘lobo’
cardo) • Av. El Campillo, ‘pancho’ (cuadra 18 Av. La Marina)
• Av. La Paz, cuadra 8, ‘la huerta perdida’ • Av. Costanera, ‘el parque’ (espalda de Maranguita)
• ‘cámara de gas’ • ‘parque’ (ex hacienda Maranga)
• ‘el berraco’. • Av. La Paz, cuadra 13, ‘parque la escarapela ‘
• Urb. Libertad, cuadra 26 y 27, • Av. La Paz, cuadra26, (cruce con Av. Libertad) pasando la
• ‘la iglesia’ fábrica de candados
• ‘malecho’ • Cuadra 26, calle San Martín, ‘la zona grone’
• ‘el cerrito’ • Av. Universitaria, altura de la cuadra14 de la Paz a la derecha, ‘el
• ‘la curva’ castillo’
• ‘la industrial ‘ • Av. San Miguel la cuadra 13, por 28 de la Paz, San Miguel
• mercado miramar’ (‘La chira’ jr.
• La Huaca, ‘la tía colorina’ (altura Av. La Marina) • Iquitos, ‘Pipi’ Jr. Tacna
• La ‘huerta perdida’, La Hacienda’ cruce entre la Av. La Ma- • La Paz cuadra 14, ‘Los Soldaditos’
rina y Escardó
• Juan Velasco Alvarado, Los Jardines ‘bodega victoria’ • Av. Juan Velasco Alvarado, ‘santa rosa’
• Av. Los Jardines, ‘caja marina ‘ • ‘la mami’ (Urb. Huáscar)
• Jr. Juan Velasco Alvarado, ‘caliche’ • Av. La Guerra, cuadra 12, ‘santa rosa’, ‘amauta’, ‘carlos cue-
• Carretera Santa Anita, ‘la cruz’ (Frente a la Universidad San Martín de to fernandini’
Porres) • Mz 18, (frente al grifo - Panamericana Sur)
• Camote ‘la señora. del canteño’ • Parque Chumbau
• ‘tragos fuertes’ • Chanca de Andahuaylas
• ‘alcohol’ • Fortaleza
• ‘tragos bambas’ • Los Picus, altura Ovalo Santa Anita y Centro Bancario,
• ‘licor’ (Santa Anita) ‘Chaparral’
• Por la Meneca, Ovalo Sta. Anita (mercado Nocheto)
199
Distrito Lugares
• Av. Cáceres, cuadra 3 – 4, ‘barracones’ ‘ (altura cuadra 46 • ‘el conde’. (Calle Lucas Cuadra 3)
República de Panamá) • Mercado San Felipe, ‘parque central ‘
• Av. El Carmen ‘calín’ • Av. Principal, ‘parque chicama’ (detrás de Av. Angamos
• Av. Aviación cuadra 1, ‘callejón del humo’ (Torres de Li- Este)
matambo) • Jr. San Agustín
• Calle San Pedro, ‘el hueco’ (Av. Primavera) • Jr. San Felipe
• Bolívar, ‘el hueco’ • Jr. Sauces
• Av. Inca con el Carmen, ‘la gorda’. (zona aledaña a la Av. • Av. Villarán
Angamos Este) • Av. Harrington - La Calera de la Merced ‘el hueco chichin’
• Jr. Primavera, cuadra 18, ‘la gorda concha’ (altura cuadra 38 Av. Aviación)
• El Sol, ‘el huerto ‘ • Jr. Inca Pachacutec - San Gabriel, ‘la florida’ (pista nueva
• Prolongación V. E. S., Segundo Sector, ‘el misti’ (altura Salvador Allende)
César Vallejo) • Av. entre la ruta ‘C’ y ruta ‘D’, ‘la tía nancy ‘ (frente al Hos-
• Jr. Miguel Grau , ‘la cámara’ pital San Paulo)
• ‘el cementerio’ • Av. Los Ángeles, ruta ‘A’, Grupo 5, Mz L , ‘malambito ‘ (cos-
• ‘la rinconada’ tado del tren eléctrico)
• ‘la china’ • Av. Revolución, (con Av. El Ángel)
• ‘la chata’ (cruce con la pista nueva) • Villa de Jesús Sector III
• Nuevo Horizonte, Mz 1,’la estrella o la cancha de cubillas’ • Av. Separadora Industrial Grupo 4, ‘puente eléctrico’ (ini-
(pista nueva Salvador Allende) cio del puente eléctrico)
• Av. El Sol, Primer Sector (frente almacén de Ripley) ‘El • Los ‘Cubanos’ altura cruce Av. 200 millas con Av. Separa-
Bosque dora Industrial.
200
Distrito Lugares
• Av. cruce César Vallejo con ruta D, ‘chino chufla’ • San Francisco de la Tablada de Lurín
• Av. el Aire y Av. Aviación (cruce), ‘la china olga’ • Nueva Esperanza
• Cerro San Francisco
201
202
CENTRO DE INFORMACIÓN Y EDUCACIÓN
PARA LA PREVENCIÓN DEL ABUSO DE DROGAS
203