Anda di halaman 1dari 8

INTRODUCCIÓN

En la actualidad es muy común que se den trastornos de, enuresis debido a los problemas físicos,
psicológicos, hereditarios, sociales a los que están propensos los niños, adolescentes o adultos.

Nuestro trabajo de investigación proporcionará información sobre la definición de enuresis que


es la emisión no voluntaria de orina por el día o por la noche, a una edad en la que se espera que
haya control al respecto, la. Sus diferentes, nombres, tipologías, factores que generan dichos
padecimientos, consecuencias que se manifiestan en síntomas físicos y psicológicos, exámenes
que se realizan para hacer una evaluación, además pasos para realizar el diagnóstico y
metodologías o procedimientos para realizar un tratamiento adecuado según sea la
problemática.
¿QUE ES LA ENURESIS?
La enuresis es un problema evolutivo de la micción. La definición más aceptada por la comunidad
científica a efectos diagnósticos y como criterio a efectos epidemiológicos establece que la
enuresis consiste en la “emisión involuntaria y persistente de orina durante el día o la noche,
después de una edad en la que el niño ya debería haber aprendido a controlar la micción (5 años)
y no existen indicios de patología. Se manifiesta si el niño no ha aprendido a evacuar
voluntariamente la orina en los lugares adecuados, es decir, si la micción no se realiza bajo control
del individuo. Desde el punto de vista del niño consiste en hacerse pis encima, en la ropa o en la
cama o en lugares inadecuados, cuando ya debería tener control.

Decimos que es un problema evolutivo porque todos nacemos con el reflejo de micción, de forma
que cuando la vejiga está llena se relajan los esfínteres y se libera la orina, pero en el curso del
desarrollo aprendemos a controlar el reflejo y a orinar en el lugar apropiado. El momento a partir
del cual controlamos la micción es muy variable y por tanto el diagnóstico de enuresis se establece
arbitrariamente a partir de los cinco años (aunque como en otros ámbitos del desarrollo, las niñas
adquieran la habilidad de controlar la micción antes que los niños).

Tipos de enuresis

Se puede diferenciar entre:

Enuresis diurna

La micción involuntaria se produce durante las horas del día.

Se da en un 10% de la población infantil con edades de entre 4 y 6 años.

Es más frecuente en niñas que en niños.

Frecuente en niños con problemas mentales.

Enuresis nocturna

Las pérdidas de orina se dan durante la noche.

Es más frecuente en niños que en niñas.

Normalmente tiene lugar entre 30 minutos y tres horas después de dormirse.


La enuresis nocturna

También se puede clasificar en:

Enuresis primaria: Hace referencia a cuando el niño no ha llegado a controlar la micción durante
al menos 6 meses seguidos. Según la Asociación Española de Pediatría, alrededor del 80% de los
casos son de este tipo.

Enuresis secundaria: En este caso, el niño ha controlado la micción durante un tiempo y después
comienzan las pérdidas. Puede tratarse de un período intermitente y transitorio y se suele
solucionar con facilidad.

Enuresis total

La micción involuntaria se da tanto durante el día como en la noche.

Ejercicios para aumentar la capacidad de la vejiga;

Cuando el niño tenga ganas de hacer pis irá al cuarto de baño y se sentará en la taza aguantando
un rato sin hacerlo.

Una vez que el niño empiece a orinar se le obligará a contener la orina varias veces. Al principio
bastará con una vez para luego ir aumentando dos, tres o más veces.

Una vez a la semana se medirá la capacidad máxima de la vejiga.* cuadro 1

Diariamente se hará el control de las veces que el niño va al cuarto de baño.**cuadro 2

3. DIFERENCIAS ENTRE SEXOS.

En cuanto a la incidencia, depende del tipo de enuresis, la diurna es más común en el sexo
femenino, y la nocturna en el masculino. Aunque se puede decir de forma global que la enuresis
es más común en niños que en niñas, según estudios de algunos autores como Rutter y
cols., Verhulst y cols., etc.

Rutter y cols. (1973) hallaron que la prevalencia de enuresis en varones y hembras de cinco a siete
años de edad pasaba, respectivamente, de 13'4% a 21'9% en los chicos y de 13'9% a 15'5% en las
niñas. Estos incrementos se explican por la aparición alrededor de los siete años de un cierto
número de recaídas, es decir de enuresis secundaria.

Verhulst y cols., estudió específicamente la relevancia de edad y sexo. El descenso de la


prevalencia entre el cuarto y sexto año de vida es mucho mayor en las niñas que en los niños. Le
disminución experimentada entre los cuatro y seis años es de un 71% en las niñas y tan sólo del
16% en niños, además, hasta los ocho años los varones no alcanzan el nivel aproximado que
ostentan las niñas a los cinco años.
Cómo se diagnostica la enuresis

Bien, como ya se ha mencionado en párrafos anteriores, si tu hijo tiene más de siete años y aún
moja la cama, es hora de consultar al médico, sobre todo para descartar la presencia de alguna
enfermedad.

El médico te hará preguntas sobre la frecuencia con la que el niño moja la cama, desde cuándo lo
hace, si orina bien durante el día, entre otras preguntas.

Revisará su historia clínica y preguntará acerca de los antecedentes familiares del niño.

Es posible que también realice un examen físico y le ordene análisis de orina, para descartar una
infección urinaria.

¿Cuáles son las causas de la enuresis nocturna?

Las causas de la enuresis nocturna primaria pueden ser varias, de manera que, el problema puede
estar causado por:

Retraso del desarrollo

El esfínter (las ganas de orinar) está controlado por centros neurológicos en el cerebro, hasta que
estos no maduren, el niño no será capaz de controlar la incontinencia.

Factor genético

No se conoce ningún gen asociado a este problema. Sin embargo, hay una predisposición
familiar y el 85% de los casos tienen un pariente cercano al que le sucedió lo mismo.

Otras posibles causas:

Alteraciones neurológicas

Infecciones urinarias

Malformaciones anatómicas de la vejiga, la uretra o los uréteres.

La causa de la enuresis nocturna secundaria siempre es psicológica. También puede estar


originada por el estrés, situaciones de maltrato o abuso sexual, infecciones o la presencia de
alguna enfermedad.
FACTORES PSICOLÓGICOS Y SOCIALES:

Situaciones estresantes: las enuresis secundarias frecuentemente se asocian a experiencias


estresantes, como el divorcio o la separación de los padres, fallecimiento de un progenitor,
nacimiento de un hermano, cambio de residencia, traumas escolares, abusos sexuales y
hospitalizaciones, accidentes e intervenciones quirúrgicas.

Clase social: mayor cuanto más bajo es el nivel socioeconómico.

Entrenamiento en el control vesical: familias desestructuradas o negligentes que nunca han


fomentado el entrenamiento vesical.

Trastornos emocionales y conductuales: los trastornos psiquiátricos son más frecuentes en niños
enuréticos que en no enuréticos, aunque sólo una minoría de enuréticos presentan algún
trastorno emocional. No se ha podido demostrar la existencia de asociaciones específicas entre
enuresis y algún trastorno concreto. La enuresis diurna es más frecuente en el sexo femenino, y
está más relacionada con la asociación de trastornos psiquiátricos

¿Cómo tratar la enuresis?

Es importante realizar un diagnóstico precoz y comenzar el tratamiento lo antes posible. Algunos


padres no consultan este tema con el pediatra y esto puede afectar a la vida social del niño.

La mayoría de los niños se recuperan siguiendo el tratamiento adecuado para cada caso, aunque
pueden pasar semanas e incluso meses hasta que dicho tratamiento comience a funcionar.

Algunos de los tratamientos que se utilizan para tratar la enuresis son los siguientes:

Tratamientos no farmacológicos

El niño puede anotar en un calendario las noches secas y las húmedas, de manera, que podrá ir
viendo sus progresos. Se puede incentivar al pequeño cuando se noten mejorías.

Y otro de los tratamientos más usados son las alarmas. Estas consisten en un detector de humedad
que está en contacto con el niño y conectado a un dispositivo que emite una señal. De esta
manera, cuando el niño comienza a orinar durante la noche la alarma suena y hace que se
despierte y pueda ir al baño.
La alarma es eficaz en el 60-70% de los casos, incluso más efectivas que el tratamiento con
fármacos como la desmopresina o los tricíclicos.

Tratamientos farmacológicos

Imipramina y otros antidepresivos tricíclicos: Afectan a las características del sueño y tienen un
probable efecto antidiurético. Son eficaces en el 50% de los casos.

Desmopresina: Actúa reduciendo la cantidad de orina durante la noche y tiene una eficacia de
entre el 40 y el 80%, pero con una tasa de recaídas alta.

Oxibutinina: Aumenta la capacidad vesical.

¿Cómo puedes ayudar a tu hijo con enuresis?

El papel de los padres es fundamental en el tratamiento y el diagnóstico de la enuresis. Por ello,


hay ciertas medidas que puedes tomar para contribuir en el tratamiento y solucionar el problema.

Hay que explicarle al niño que no se debe mojar la cama y que debe hacer un esfuerzo por
controlar la orina.

No debes enfadarte o castigarle cuando se orine en la cama, esto solo puede conseguir el efecto
contrario. El niño necesita tiempo para aprender y animarlo es la mejor manera de ayudarlo para
solucionar el problema.

Debe orinar cada noche antes de irse a la cama

No debes despertarlo a media noche para que vaya al baño. De esta manera, el niño no aprenderá
a levantarse solo cuando tenga ganas de orinar.

Es aconsejable que el propio niño cambie las sábanas y su pijama cuando se moja, no como
castigo, sino para que se dé cuenta de las consecuencias del problema.

Asegurarse de que el niño vaya al baño durante el día y que no mantenga la orina en la vejiga
durante períodos largos de tiempo.

¿Cómo se facilita o dificulta el aprendizaje del control de la micción por parte de los padres ?
En la mayoría de los casos lo que se hace en el seno familiar para facilitar el aprendizaje es
suficiente para aprender y desarrollar todas y cada una de las sorprendentes habilidades que el
niño va adquiriendo en los primeros años de su vida. Le ayudamos cuando le permitimos que nos
vea usar el baño; cuando le sentamos a él después de las comidas, cuando es más probable que
evacue; cuando ya sin pañal le corregimos por mearse encima y le elogiamos cuando lo hace en
el baño; cuando le pedimos que aguante un poquito (minutos) antes de atender la urgencia
urinaria. Sin embargo, le impedimos aprender, cuando el niño ya controla de día y le sugerimos
que vaya al baño frecuentemente; o cuando le ponemos ropa que a él no le es fácil desabrochar,
cuando le restringimos los líquidos por la tarde o la noche o cuando, temerosos de que se moje,
por razones propias de los adultos (prisas, o no disponer de ropa de recambio) le sugerimos que
vaya al baño. En este asunto, la recomendación del psicólogo a los padres es simple y general:
Estar tranquilos y confiados, que sus hijos aprenderán con más o menos rapidez, los niños no son
igual de rápidos en todo y unos son más precoces que otros. Pero es obvio que hay que ocuparse
de ellos y facilitarles el aprendizaje. Lo cómodo es que aprendan rápido porque nos hacen a los
adultos la vida más fácil, pero queremos hijos y criarlos, estando cerca de ellos para que logren lo
que sin duda desean: crecer. Por tanto, desear que los niños se comporten como adultos, ponerse
nervioso por los pequeños fracasos de los niños o impacientarse, no consigue más que la
infelicidad propia y la de quienes nos rodean.
CONCLUSIONES

El tratamiento psicológico de la enuresis es eficaz siempre y cuando se sigan las indicaciones.

No interrrumpa el tratamiento antes que se consiga que el niño no moje la cama para evitar las
recaidas lo cual puede resultar pesado para los padres por las interrupciones de sueño al cual se
someterán.

Sea tolerante pero mas que nada paciente pues asi como se presento la enuresis también
desaparecerá y ten presente que la paciencia es una virtud, y no debe perderla quien espera una
recompensa.

Anda mungkin juga menyukai