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“150 años de moda femenina estadounidense como reflejo del rol de la mujer en la

sociedad”

Josefina Figueroa
Bernardita Santibañez
Constanza Sosa
Camila López
Ivanka Sans

CÁTEDRA: FILOSOFÍA

DOCENTE: JAIME VILLEGAS

SECCIÓN: MARTES D-E

FECHA DE ENTREGA: 17/10/2017


Índice

Introducción y Antecedentes ……………………………… 2


Desarrollo y Análisis …………………………….... 7
Conclusiones …………………………….... 10
Bibliografía ……………………………… 12

Introducción

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La moda es tan antigua como el ser humano y es por naturaleza, variable ya que de
alguna manera refleja su propia época..
“En el traje de la mujer pueden estudiarse las costumbres de una época” (Burgos,
1927. p. 250).
En la presente investigación se analizará la moda femenina en Estados Unidos,
siendo éste la potencia de mayor influencia en el continente americano, con un
enfoque en el rol que juega en relación al género femenino, en los últimos 150 años.
El objetivo principal es el de hacer un seguimiento de la evolución de la moda
femenina de la cultura Estadounidense, rescatando lo más representativo de cada
década durante los últimos 150 años. Se analiza cómo el vestuario puede reflejar el
rol que ha tenido la mujer a través de los años y cómo ésta se ha manifestado el
feminismo de la mano con este proceso.
En Occidente la moda estructura la mayor parte de nuestra experiencia del vestir,
aunque no es el único factor que influye en la vida cotidiana, puesto que otros
factores, como el género y la cultura también juegan un rol importante. El vestido de
moda es aquel que encarna la última tendencia estética; es la prenda definida en un
momento dado como deseable, bella y popular.
La moda popular es un gran exponente y reflejo de los contextos socioculturales.
Desde esta perspectiva el vestuario de la mujer ha ido presentando diversos
cambios a lo largo de la historia, acorde a aspectos políticos, económicos,
culturales, entre otros. En la actualidad, el estándar femenino se ha despegado de
los tradicionales.

2. Antecedentes

1870-1900:
La principal influencia de la estética de la época recibe el nombre de “Belle Époque”.
Comenzó en Francia, luego de la guerra Franco-prusiana en 1971, en esta se
recalca la extravagancia, riqueza y la moda ostentosa. En un principio, la moda
estadounidense se vio fuertemente influenciada por la europea, sin embargo, con el
tiempo esto se fue disociando. El ideal de mujer era asemejarse a una muñeca de
porcelana, con muchos adornos. Se utilizaban sombreros recargados, vestidos
largos, pieles y plumas.
La caricatura de la “Gibson girl” surge como ícono de la moda. Se transforma en el

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primer ideal de belleza femenina estadounidense. Este se caracterizaba por la
preferencia de mujeres altas y delgadas, de caderas anchas, con su figura marcada
por el corsé, lo que también recibió el nombre de “siluetas en S” o “reloj de arena”.
Los ideales todavía responden a lo que el hombre creía correcto; mujeres sumisas y
serviciales.

1910-1920:
Los cuellos antes utilizados hasta las orejas dieron paso al escote en V y las faldas
se acortaron sutilmente, dejando al descubierto los tobillos. Esto causó un revuelo
en la época, ya que las piernas femeninas eran consideradas durante siglos como
símbolo erótico que provocaba la lujuria y debían ser escondidas.
Con la Primera Guerra Mundial se termina la moda ostentosa europea y se genera
con una ruptura con los ideales femeninos tradicionales. A finales de la década se
comienza a dejar atrás la idea de la mujer sumisa para dar paso a una trabajadora y
fuerte, gracias al auge del movimiento sufragista (Asociación Nacional Americana
por el Sufragio de la Mujer), fuerte epítome en la segunda ola del feminismo. Se
abandona el uso del corsé y se comienzan a usar vestidos más sencillos, cómodos,
útiles e informales.

1920-1930:
En esta época destaca la Revolución femenina y la tendencia conocida como los
“locos años 20’s”. Contexto post primera guerra mundial. En este período surge la
figura de Coco Chanel como exponente principal de la moda de la época, quien
presentó estilos más cómodos y sencillos, sin enfoque al antiguo ideal de feminidad,
sino que se transforma en una moda más útil, simple y flexible.
Se comienzan a utilizar vestidos cortos, sin corsé, bob cut, maquillaje exagerado,
además de flecos y transparencias. Los abrigos y los gorros ajustados a la cabeza
adquieren protagonismo. Esta tendencia se asocia a las mujeres que recibieron el
nombre de “flappers”.

1930-1940:
Con la crisis, consecuencia de la Gran Depresión de 1929, la industria textil
introduce la moda barata, sintética. La escasez de telas produce que se resalte más
el maquillaje, los peinados y los accesorios. La mujer comienza a lucir su

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sensualidad de manera más libre, sin miedo. Con la segunda guerra mundial, que
da inicio el año 1939 en Europa, EEUU se ve en la necesidad de crear sus propias
tendencias.

1940-1950:
Durante 1940, la forma de vestir de las mujeres se tornó más sombría y
conservadora, influenciada principalmente el estilo militar. Este se manifestó en
trajes de dos piezas y simplicidad de los materiales debido a la poca abundancia de
bienes. Se puede contrastar a la época próxima, bajo contexto celebratorio del fin de
la Guerra en el año 1945. Se ocultó la escasez de ese tiempo, con recursos que
desencadenaron toda la creatividad, tanto en peinados y maquillaje, como en la
vestimenta la cual se veía protagonizado por guantes, pañuelos y bolsillos ‘’falsos’’
en las chaquetas. Se mantiene la preocupación en las mujeres por vestir de manera
atractiva, a pesar de que en el interior tuviesen ocultas sus ropas más antiguas.

1950-1960:
Con el fin de la guerra, se busca el glamour y la elegancia de épocas pasadas, sin
embargo la mujer no pierde su sensualidad; Destaca la elegancia de antaño y, al
final de la década, la moda “Beatnik”, además de tendencias hollywoodenses.
“(...)la mujer optó por una actitud de mayor seguridad y menor sumisión obligada a
trabajar por las necesidades económicas dada la Segunda Guerra Mundial, el
hombre pensó que la mujer regresaría a su rol de casa, en esa década la mujer
tenía permitido realizar una pequeña tarea fuera de su hogar, siempre y cuando no
le ocupara tiempo para cumplir sus tareas en casa y estar siempre hermosa y
dispuesta para su esposo (...)”(Cazorla, 2016)
Marilyn Monroe como principal ejemplo de realce de la figura femenina. Aún con el
avance de los movimientos feministas, en la industria del cine seguía mostrándose
mediante las estrellas una la actitud sumisa asociada a la mujer. Debido al ideal
americano vendido en las películas, la imágen de la mujer aún era reducida al hogar
y la familia.
A finales de la década el estilo de vida “beat” recorre las calles, donde lo “beatnik”
era la imágen comercial, la moda, lo popular; se asocia a la cultura del rock n’ roll
de los 50-60’s. Además, en estos años cada vez más mujeres comienzan a
manifestar mayor desacuerdo con el estatus que les imponía la sociedad.

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1960-1970:
Los 60’s fueron muy polarizados en tendencia. El principio de la década se destaca
por una moda conservadora, con estilos y diseños clásicos. Sin embargo, durante la
segunda parte de esta, surge la filosofía pacifista debido al contexto de postguerra y
la creciente popularidad del rock psicodélico, donde nacen los conocidos Hippies,
caracterizados por utilizar ropa de muchos colores con diseños relacionados con
aquel estilo musical, y tomando las flores como el principal patrón.
Simultáneamente se imponía la moda de las “little girl” o “Lolitas” que jugaba con la
idea de parecer infantil y sexy a la vez, el largo de las faldas llega a revolucionar la
sociedad, buscando revelarse ante la generación reprimida de la posguerra de la
década de 1950.
En los 60’s surge la tercera ola del feminismo, que hasta el día de hoy resulta muy
influyente; se lucha contra el sexismo de los estereotipos en los medios de
comunicación, y comienzan las ideas de abolición de una sociedad patriarcal. Este
boom se traduce en la moda con el uso de prendas cómodas e incluso unisex.

1970-1980:
La moda de los 70’ mantiene los colores psicodélicos como parte principal del
estampado de la vestimenta utilizada, pero a diferencia de la anterior esta apuntó a
acortar aún más las faldas femeninas dándole la bienvenida a las “minifaldas”.
Aquellas, llegaron con la idea del empoderamiento y liberación femenina.
Por otro lado, con la onda Disco se vuelven populares los pantalones ajustados en
las caderas, pero sueltos en los tobillos, mismo diseño dado en los famosos
“jumpsuits”, trajes enteros.

1980-1990:
Popularmente, en los principios de los 80’s la moda se mantenía bastante apegada
a los 70’s. Más adelante se da paso a prendas coloridas. Tendencias deportivas y el
tiro alto. Prendas de múltiples y brillantes colores, acompañados por peinados con
rulos voluminosos. Para el final de los 80’s figuras como Cindy Lauper imponen una
moda extravagante acompañando la cultura de la música pop.

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Por otro lado, en las calles también se observa la rebeldía de las tribus urbanas. El
punk , el Rock y el Rockabilly marcaron esta época, entregándoles todo su estilo a
la manera en la que vestían. A raíz de las diferencias de todos estos estilos nacen
las “tribus urbanas”. Aquellas tenían completa autonomía sobre sí mismas y cada
una tenía una espacio en la vida colectiva. Los punky se caracterizaban por usar
camisetas con mensajes ofensivos a la sociedad (símbolos nazi, cruces invertidas,
entre otras.), chaquetas de cuero y en el cabello un peinado singular conocido como
mohicano, por otro lado los “rocker” tomaban el estilo “pin up” para definirse y por
último los “heavy” utilizaban poleras oscuras, botas y las tachas como accesorio.
Desde los años ochenta y hasta la actualidad, adquieren especial importancia las
diversidades femeninas, el multiculturalismo, la solidaridad femenina y el debate,
cada vez más intenso, entre diferentes corrientes del feminismo.

1990-2000:
Época de la tecnología. Los 90’ están marcados por el avanzado desarrollo
tecnológico, con ello las grandes figuras pop estadounidenses imponen nuevos
looks más desinhibidos y provocadores, las Spice Girls fueron un icono de la
sensualidad y los colores vivos. Salen a la luz las prendas sueltas.
Durante la misma época, se sitúa la aparición del estilo Grunge, caracterizado por
poseer una postura anticomercial, junto a la ruptura de prejuicios y estándares
sociales. Comenzó como un género musical con grupos com Nirvana y luego se
tradujo a la vestimenta, principalmente desarreglada y casual, fuertemente
influenciada por la moda punk y el rock de Seattle, lugar de origen de esta
tendencia. Se utiliza ropa más bien abrigada por el clima frío del estado, holgada,
camisas de leñador (escosesas, a cuadrille) y prendas de mezclilla.
Con estas culturas de rock y desorden, surge el movimiento del feminismo punk
asociado a las “riot grrrls” siguiendo la ola feminista de los 80’s, que logra
popularizar un estilo que se aleja de los prejuicios y se revoluciona contras las
reglas que la sociedad le impone a la mujer, lanzando a través de la música y la
estética mensajes explícitos apoyando el empoderamiento de la mujer.

2000-2010:
Siglo de la diversidad. Se reinventan todas las modas pasadas para crear una
nueva, se comienza a pensar que nadie se viste igual debido a la enorme variedad

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en la que se ve envuelto imitando a los años pasados, es la época en la que se cree
que no hay límites, disminuye el miedo a los prejuicios y críticas. Para la mujer se
vuelven populares los pantalones de tiro bajo y tops, prenda que no tiene tirantes ni
mangas, cubre solo la parte posterior del tronco y es generalmente ajustado.

3. Desarrollo y análisis
La moda femenina es una forma de expresión de la transformación y
empoderamiento de la mujer frente al desarrollo de las sociedades occidentales,
tomando como principal referente Estados Unidos, en los últimos 150 años.
Como se muestra en los antecedentes, durante la historia, el vestuario femenino ha
ido cambiando a través de micro revoluciones contenidas en el contexto social de
determinadas épocas. A través del análisis de su manera de vestir y la moda,
hemos podido ver reflejada la influencia social y cultural. Como la de instituciones
religiosas, en la manera de concebir el cuerpo femenino desde la procreación y vista
la mujer como compañera del hombre dispuesta a servirle.
Las mujeres han comenzado una constante lucha en busca de la igualdad,
logrando conseguir cambios en diversos ámbitos y desnaturalizando la noción de
inferioridad del género. Hoy en día, a pesar de que las mujeres se encuentran
atadas de manos en más de alguna oportunidad debido a las diferencias en cuanto
la objetivación femenina, la constante presencia de los micromachismos, entre
muchas otras cosas, se encuentra en mayor libertad.
La moda en la sociedad se comporta como una herramienta adecuada para
acentuar la importancia de aspectos culturales e identitarios de esta. Al paso de la
historia, ha significado una forma de unir y de uniformar a los individuos dejando de
lado lo individual. Esto se puede evidenciar en los países latinoamericanos, los
cuales siguen un mandato de moda regido por tendencias extranjeras del
Occidente, especialmente norteamericanas durante el último tiempo. De esta forma
la moda señala gustos colectivos que la mayoría de las veces están completamente
alejados de lo que es la identidad nacional, oponiéndose también a los aspectos
culturales y tradicionales. Esta realidad en cuanto a la moda se puede observar en
Chile, en relación con los Estados Unidos. La moda norteamericana ha tenido una
fuerte influencia en la sociedad chilena, los puntos explicados anteriormente
explican en parte este suceso.

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El concepto de moda femenina pertinente a Estados Unidos ha sido un medio para
interpretar, por medio de la vestimenta, la evolución de la mujer en las sociedades
occidentales. Este proceso se ve manifestado en el transcurso de una concepción
de la elegancia a una sensibilidad independiente que refleja libertades,
concepciones que mantienen relación con sucesos históricos partícipes de tales
transformaciones.
La historia se caracteriza por una permanente reflexión de los agentes históricos,
de elementos que se encuentran naturalizados, como lo fue en esa época el
machismo. Las mujeres, a medida que transcurrían los años, fueron realizando
mínimos cambios de manera paulatina, dado que no podían cuestionar
abiertamente que se encontraban oprimidas. Ideas como que el cuerpo se guardaba
para el esposo, o que tenía como principal función procrear, determinaban una
presión social sobre la forma de vestir que cumpliera con la expectativa social de la
mujer de la época.
Aunque actualmente parece algo muy normal el hecho de poder vestirse como se
quiera, el cambio de mentalidad de las mujeres insertas en una sociedad machista,
da cuenta de un proceso histórico de opresión y objetivación del cuerpo de mujer.
El machismo no solo se manifestaba en la desigualdad de oportunidades laborales,
o la libertad de decidir por ellas mismas, sino que se remonta al hecho fundamental
de este análisis, la vestimenta.
A partir de esta idea podemos dar a conocer por medio de la moda femenina una
forma de expresión de la transformación y empoderamiento de la mujer, eventos
relacionados inicialmente a intereses y experiencias de la burguesía que luego de
pasos de la lucha femenina dieron énfasis a problemáticas de la sociedad. Cada
uno de esos pasos revolucionarios expuestos en la moda femenina insertos en el
desarrollo de las sociedades occidentales nos concede finalmente una posible
comprensión de ese mundo. La lucha de la mujer empieza a dar provecho en 1920
cuando en Estados Unidos el Congreso aprobó el voto femenino. El movimiento
sufragista había tenido una aparición temprana y con el tiempo había ido
fortaleciéndose. Durante la Primera Guerra Mundial, este movimiento alcanzó una
mayor relevancia, cada vez más mujeres se unían con el fin de obtener igualdad de
derechos ciudadanos con respecto al hombre. Con el fin de la Segunda Guerra
Mundial, la mujer volvió a su antiguo rol de ama de casa, experimentando la fuerza
del ‘‘American Dream’’ y el estándar de familia tradicional, convirtiéndose

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nuevamente en el soporte de la estructura familiar. Dicho la anterior la mujer se
enfrentó nuevamente al quehacer del hogar, esto involucraba ser buena esposa,
criar a los hijos y cuidar de su aspecto. Esta idea introduce un engaño de sociedad
machista, idea que estimuló el movimiento feminista. Estos movimientos estuvieron
reprimidos por el Estado, sin embargo lograron impedir la lucha de las mujeres por
su libertad. La explosión de colores y formas expresaron la liberación sexual que por
tanto tiempo había sido invisibilizada por la misma sociedad. El movimiento
feminista influyó en la vestimenta de las jóvenes de la década del 60’. Esta manera
de pensar, se aplicó a la vestimenta femenina obteniendo por resultado una
apariencia chocante para la sociedad. La ropa expresa una forma de liberación
sexual, social, económica y simbólica en la lucha de la mujer.
Dicho esto, es importante comprender el lenguaje de la vestimenta el cual nos
relata una problemática que existe desde los inicios de las sociedades occidentales
las cuales, concentradas principalmente en el hombre y el desarrollo de este,
dejaban completamente de lado a la mujer. Por lo tanto, podríamos decir que la
moda se puede analizar como una forma de expresión de la mujer y los estándares
que debía seguir, tal como se vió cuando comenzó a utilizar prendas asociadas a la
masculinidad dónde ésta pudo manifestar su identidad de género y, mediante
personajes y diferentes épocas, impactar en los estándares, logrando que la mujer
tuviera un gran progreso.
En la cultura de las sociedades occidentales actuales, se caracteriza a la mujer
como una alguien que posee derechos y libertad respecto a su vida y las decisiones
que toma, al igual que con la ropa. Hay una capacidad de decidir
independientemente, por ejemplo, si usar shorts o minifaldas en espacios tanto
privados como públicos, pues no debe ser vista como objeto sexual, ni está
destinada a cultivar valores de pureza. Es más, incluso puede utilizar prendas
asociadas al sexo opuesto y no va a ser juzgada ni maltratada. Esta libertad es
resultado de una larga lucha, la cual se puede ver manifestada paso a paso por
medio de la vestimenta.
Este hecho que se muestra previamente, por más que se encuentre normalizado y
que hoy en día la mujer occidental tenga la libertad y el derecho de vestirse y
realizar lo que ella decida hacer con su vida, en la práctica no se refleja. En muchos
países de América y Europa todavía existen mujeres que por usar ropa ajustada,
corta o escotada son discriminadas en las calles exponiéndose muchas veces ser

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violadas, acosadas perdiendo mmun poco esa libertad que deberían tener. Por más
que los hombres no tengan un poder sobre las mujeres, hay un cierto miedo a
pasar por situaciones incómodas o peligrosas, ser llamadas prostitutas,
disminuyendo su persona debido a prejuicios que prevalecen hasta el día de hoy.

5. Conclusiones
Podemos concluir que la vestimenta es una parte primordial a la hora de indagar
acerca de las herramientas necesarias para tener una comprensión reflexiva de la
historia. En este caso, en las sociedades occidentales, al hacer un análisis de su
desarrollo a través de las épocas, podemos ver reflejados los periodos políticos,
sociales y económicos que se estaban viviendo. Tomando aquello en cuenta,
pudimos notar que el mundo de la moda, se convierte en un indicador ideal para
comprender la trayectoria que las mujeres y el feminismo han recorrido durante la
historia. Especial atención, se da a los hitos que revolucionaron la manera de ver a
la mujer desde ese momento en adelante, dejando así una huella que muchas
veces puede ser ignorada, pero que es primordial para contextualizar un buen
análisis.
Actualmente la evolución de la moda , ha tenido una repercusión positiva para las
mujeres, ya que aquellas revoluciones presentes en el vestuario, tales como el
comenzar a utilizar vestimentas asignadas inicialmente para hombres, o faldas
cortas y escotes para demostrar la sensualidad y la libertad de vivir, o simplemente
sentirse cómoda con ello, brindan el privilegio a las mujeres contemporáneas de
poder manifestarse de igual forma que un hombre lo puede hacer, representando
implícitamente todos los logros que la mujer ha conseguido con los años.
Esto nos da el indicio de que la moda por un lado, ha sido un factor importante, que
después de un largo progreso, ha beneficiado a las mujeres, brindándoles libertad, y
por otra parte, nos permite ver el proceso encaminado hacia la igualdad de género.

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7. Bibliografía y referencias

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indumentaria. Caso: Mujer cuencana. Recuperado de
http://dspace.uazuay.edu.ec/bitstream/datos/6027/1/12346.pdf

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http://www.redalyc.org/pdf/4398/439843033024.pdf

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Mann, A.R. () “A History of Feminine Fashion” Recuperado de
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https://en.wikipedia.org/wiki/Waves_of_feminism

https://es.wikipedia.org/wiki/Moda_en_Estados_Unidos

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