¿Qué es “Populismo”?
“Populismo”, entendido como una práctica política, deriva de la palabra
latina populus que, como es fácilmente deducible, quiere decir pueblo.
Curiosamente, “democracia”, formada por la raíz griega de dêmos también quiere
decir pueblo. Según el sociólogo Gérard Mauger[1], el concepto de pueblo el
cual se refiere la “democracia” es el cuerpo cívico en el conjunto de un estado-
nación. Por el contrario, el pueblo que hace referencia al “populismo” se puede
interpretar de dos maneras distintas, basándose ambas concepciones en diferentes
representaciones mentales de la realidad. La primera, la versión correspondiente
al prisma político conservador, hace referencia al ethnos antes que populus,
donde su principal matiz reside en una lógica de darwinismo social. Por lo tanto,
lógica xenófoba y excluyente, como si la cultura fuese un algo cerrado, bien
delimitando y hasta cierto punto atemporal; además, pretende criminalizar a una
clase política asentada en el poder.
Por el contrario, la segunda versión, más propensa a ser usada por los sectores
políticos de izquierdas, no se fija en el darwinismo social, sino que considera el
pueblo en su conjunto, sin diferencias salvo aquellas que intervienen en la
división de clases. Es decir, según esta concepción el pueblo es el cuerpo vivo en el
que se desarrolla la cultura, una confluencia de singularidades imposible de
abarcar por un sólo marco explicativo. En lo político, es el pueblo desposeído por
unas élites sobre-apoderadas que intentan amoldar el pueblo según sus intereses.
Por otra parte, Ernesto Laclau, politólogo y filósofo argentino, nos sugiere una
definición que aglutina la división entre las dos visiones antes mencionadas:
“El populismo no es un término peyorativo. Sino más bien una noción neutra. El populismo
es una manera de construir la política. Juega la base contra la cumbre, el pueblo contra las
élites, las masas movilizadas contra las instituciones oficiales fijadas”.
Notas:
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