CHICLAYO
SEMINARIO N°02
DOCENTE:
Dra. Annabell Chávez Alarcón
CICLO: VI
2018 – I
INTEGRANTES:
o Calderón Ato Dámaris 201510039
o Muñoz Chumpen Dayana 201510024
o Vega Soberón Reinysabel 201510141
o Zapata Díaz Javier 20132156
2018
INTRODUCCION
El receptor para el antígeno de las células B (BCR) les permite reconocer y
responder a los antígenos, iniciando un programa de proliferación y
diferenciación en células B plasmáticas secretoras de inmunoglobulinas o
anticuerpos, que son formas secretadas del BCR que neutralizan al patógeno.
El BCR también permite que las células B memoria sean reactivadas por el
antígeno en las respuestas inmunes secundarias o de recuerdo. Las células B
integran la información recibida a través del BCR, con la de otros correceptores
y receptores de coestimuladores e inhibidores, para producir respuestas
celulares de distintos tipos, que incluyen la deleción, activación, proliferación y
diferenciación celular. Las células B se desarrollan en médula ósea. Sus
precursores reordenan los genes que codifican para las cadenas pesada y ligera
del BCR. Una vez que la célula B produce su receptor para el antígeno, si este
es autorreactivo, se produce la reprogramación o la selección negativa de la
célula que lo produce. Las células B maduran en la periferia, reconocen
antígenos en los órganos linfoides secundarios, proliferan y se diferencian en
células plasmáticas secretoras de anticuerpos. Existen varias poblaciones de
células B maduras que responden de distinta manera a los antígenos. Las
células B1 y las células B de la zona marginal del bazo (células B MZ) responden
de manera timo independiente produciendo IgM. Las células B foliculares
producen de forma timo dependiente anticuerpos de isotipos cambiados y de alta
afinidad por el antígeno, y se diferencian en células plasmáticas y células B
memoria de larga vida que mantienen nuestra inmunidad humoral.
OBJETIVOS:
Papel del receptor del complemento CR2/CD21 como correceptor para los
linfocitos B
La activación de los linfocitos B se ve aumentada por señales que proporcionan
proteínas del complemento y el complejo del correceptor CD21, que vincula la
inmunidad innata con la respuesta inmunitaria humoral adaptativa. El sistema del
complemento consiste en un grupo de proteínas plasmáticas que se activan por
la unión de moléculas de anticuerpo que forman complejos con antígenos (la vía
clásica) o por la unión directa a algunas superficies y polisacáridos microbianos
sin anticuerpos (las vías alternativa y de las lectinas). De este modo, los
polisacáridos y otros componentes microbianos pueden activar el sistema del
complemento directamente durante las respuestas inmunitarias innatas. Las
proteínas y otros antígenos que no activan al complemento directamente pueden
unirse a anticuerpos preexistentes o a anticuerpos producidos pronto en la
respuesta, y estos complejos antígeno-anticuerpo activan al complemento por la
vía clásica. Recuerde que la activación del complemento da lugar a una escisión
proteolítica de proteínas del complemento. El componente clave del sistema es
una proteína llamada C3, y su escisión da lugar a la producción de una molécula
llamada C3b, que se une de forma covalente al microbio o al complejo antígeno-
anticuerpo. El C3b se degrada, a su vez, en un fragmento llamado C3d, que
permanece unido a la superficie microbiana o al complejo antígeno-anticuerpo.
Los linfocitos B expresan un receptor para C3d que se llama receptor para el
complemento del tipo 2 (CR2 o CD21). El complejo C3d y antígeno o C3d y
complejo antígeno-anticuerpo se une a los linfocitos B, y la Ig de membrana
reconoce al antígeno y el CR2 al C3d unido.
En los linfocitos NK, los receptores inhibidores llamados KIR contienen dominios
extracelulares de Ig que pueden reconocer moléculas de la clase I del HLA, y un
subgrupo de estos receptores contiene estructuras ITIM citosólicas. El receptor
inhibidor CD94/NKG2A se une a una molécula atípica de la clase I del MHC
llamada HLA-E, y la cadena NKG2A de este dímero contiene estructuras ITIM
citosólicas.
Las tirosinas de las ITIM de estos receptores inhibidores y de otros pueden ser
fosforiladas por cinasas de la familia Src ligadas a la activación del linfocito y,
como se describióantes, reclutar tirosina fosfatasas que contienen dominios
SH2, como SHP-1 y SHP-2, y una inositol fosfatasa que contiene el dominio SH2,
llamada SHIP. La SHP-1 y la SHP-2 atenúa las señales iniciadas por las tirosina
cinasas de los receptores activadores en los linfocitos NK, así como de los BCR
y los TCR en los linfocitos B y T, respectivamente. La SHIP elimina fosfatos del
PIP3 y así inhibe la actividad PI3-cinasa en los linfocitos, los linfocitos NK y las
células inmunitarias innatas.
El CTLA-4 contiene una estructura tirosínica en su cola que puede ser inhibidora;
PD -1 contiene estructuras IT IM y ITSM citosólicas, y su cola citosólica es
fundamental para el inicio de las señales inhibidoras. Los receptores inhibidores
clave en los linfocitos B son FcyRIIB y CD22/Siglec-2.