En la Grecia Antigua se desarrollo una cultura que constituyó el fundamento de
toda la especulación posterior de la filosofía occidental. En particular aunque
los asuntos filosóficos expuestos por Aristóteles tienen una gran extensión, uno de los temas en los que incursionó con mayor ímpetu y en el que dejó gran contribución a la humanidad, fue en la política.
En su libro "La Política" Aristóteles comienza con afirmar que la sociedad es un
hecho natural al hombre, al que considera como un ser esencialmente sociable, un animal político y como tal no puede ser feliz ni virtuoso al margen de la comunidad.
Aristóteles considera a la sociedad como un gran organismo vivo, a toda
ciudad como una cierta comunidad y que toda comunidad esta constituida en función de algún bien, a este conjunto lo denomina ciudad. El Estado no es el resultado de la suma entre hombres, sino que pertenece a a su misma esencia o naturaleza. Y como por naturaleza el hombre siempre va en busca del bien, el fin que tendrá toda ciudad será el bien superior. Así pues, la asociación natural y permanente es la familia y para consumarla se necesita de hombre y mujer, ya que son aquellos que pueden procrear. Luego surge la agrupación de varias familias que se unen para auxiliarse en las necesidades cotidianas. La ciudad-Estado es la culminación de este proceso, su fin es el vivir bien, es decir, procurar la felicidad a todos sus miembros.
"Pero entre los bárbaros, la hembra y el esclavo tienen la misma posición, y la
causa de ello es que no tienen el elemento gobernante por naturaleza, sino por su comunidad resulta de esclavo y esclava." Según el autor, el que manda, se define por no ser una mujer, esclavo o bárbaro, es pues, un varón griego. Se podría interpretar como una forma de proteger a los derechos de los ciudadanos, evitando que puedan ser vulnerados. Sin embargo, El planteamiento anterior pues creo que una mujer también tiene la capacidad de ser activo, ser quien ejerce el poder tiene la misma Aristóteles, Politica, Madrid, Gredos, 1988, pp. 46-47.
Aristóteles afirma que el verdadero ciudadano es aquel que goza de funciones
de juez y magistrado, es gobernante de una ciudad aquel que de acuerdo a los principios de la ciencia política, se manda y obedece por tuno. Es la persona que es participe en las deliberaciones y la administración de la justicia, es el que vive en una democracia.
También se define al ciudadano como el que nacía de un padre y una madre
que fuera ciudadano, sin embargo seria insuficiente elegir únicamente este criterio para considerar a una persona como parte de la ciudad.