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SÁNAME SEÑOR - DOCE PASOS PARA PEDIR SANACIÓN

Por el Padre Manuel Rodríguez C.M.F.


Hermano, hermana:
Te invito en este momento a que te pongas en la presencia de dios, te invito a
que te pongas ante JESUCRISTO, porque El está ahí, está delante de ti. El quiere
tu bien; El quiere sólo tu bien.
JESUCRISTO ha venido a salvarte a ti, ha venido a perdonarte a ti.
JESUCRISTO ha venido a sanarte a ti, pon toda tu confianza en El; que nada ni
nadie te aparte de JESUCRISTO, pon tu mirada en JESUCRISTO, el único
salvador, el único. El está presente, vivo y actuante como en Palestina; El quiere
salvar. El quiere salvarte a ti, El quiere perdonarte todo, absolutamente todo.
JESUCRISTO, como en palestina, quiere liberarte a ti y JESUCRISTO quiere
sanarte a ti; ábrete a JESUCRISTO. El está a la puerta de tu corazón, El sigue
diciéndote como en Mateo 11,28: “Vengan a mí, todos los que están cansados,
agobiados, afligidos, Yo les voy a aliviar”. Preséntate con JESÚS, no dudes,
ábrete a El, está a la puerta de tu corazón llamando; ahora mismo está, no lo
dejes a la puerta, ábrele tu corazón, invítalo a entrar.
CRISTO JESÚS, Yo pongo mis manos en esa parte enferma y pongo mis manos
en la cabeza y te pido que pases a través de mis manos ahora mismo; pasa con
poder, JESÚS, pasa con el fuego sanador a través de tu espíritu; sana de
cualquier mal la cabeza, ahora mismo. Sana de verdad, derrama fuego sanador
de arriba abajo. Sana la mente, el corazón, el cuerpo. Sana cualquier mal que
hay en la cabeza, el cerebro, el cerebelo, los centros nerviosos, motores,
intelectivos.
• Pasa curando, SEÑOR, cualquier mal que hay en la cabeza, dolor o
enfermedad.
• Sana, JESUCRISTO, los oídos, pon tus manos santas en cada oído, libera de
todo dolor, de toda sordera, de todo mal.

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• Pon tus manos santas en los ojos. Sana en este momento cualquier deficiencia
en la visión, cualquier dolor o enfermedad. Tú pusiste tus dedos en los ciegos
de Palestina y lo sanaste. Sana ahora también cualquier mal que haya en la
vista.
• Sana, SEÑOR, la nariz, la frente, los pómulos, la dentadura, la lengua, el
paladar.
• Sana cualquier mal que haya en la boca. Sana, SEÑOR, cualquier mal que hay
en la garganta, pasa con tu mano amorosa y sanadora.
• Sana cualquier mal que haya en los bronquios, en los pulmones, en el corazón,
en el diafragma.
• Sana todo el pecho, por dentro y por fuera.
• Pasa JESUCRISTO, ahora mismo sanando de todo mal los órganos internos,
derrama el fuego divino sanador en todos los órganos internos; derrama el
fuego divino sanador en todos los órganos internos. Pasa curando, sanando,
liberando; pasa JESUCRISTO, llenando de tu ESPÍRITU SANTO, todos los órganos
internos.
• Sana con el fuego del ESPÍRITU SANTO, el esófago, el estómago, los intestinos,
el hígado, la vesícula, el páncreas, las vías de evacuación, vías generativas.
• Pasa sanando todos los órganos internos con el poder de tu SANGRE
PRECIOSA, con el fuego del ESPÍRITU SANTO, con el poder de tus LLAGAS
SANTAS. Tus heridas nos han curado. Pasa, JESUCRISTO, sanando las piernas.
Sana la pierna derecha. Derrama el fuego divino sanador, por toda la pierna
derecha, de arriba abajo. Sana Jesús todo mal que hay en los pies. Sana la pierna
izquierda. Derrama fuego divino sanador, en este momento llévate a la CRUZ
para siempre todo mal, todo dolor, toda enfermedad.
• Pasa JESUCRISTO, sanando todo la espalda, la columna. Toca, Señor, la
columna, sana, llévate dolores, enfermedades a tu SANTA CRUZ. Gracias,
SEÑOR.

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• Pasa sanando las vértebras cervicales, sana las vértebras dorsales, sana las
vértebras lumbares. Gracias, Jesús. Pasa derramando el fuego sanador por toda
la espalada; sana las caderas, la cintura, las axilas, sana el hombro y el brazo
derecho. Pasa, SEÑOR sanando el hombro y el brazo izquierdo.
• Sana, JESUCRISTO, los huesos, la sangre, las venas, arterias, articulaciones,
linfáticos músculos, piel....
• Sana toda célula enferma, aunque no la conozca. Pon tu mano santa ahí, en
esta célula donde se está generando quizá una enfermedad grave.
• Sana ya en el origen esta enfermedad, llévate a la cruz todo mal, toda
enfermedad, toda perturbación. Derrama el fuego divino sanador, de arriba
abajo.

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