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LA TRANSICION DE LA TRADACION A LA MODERNIDAD

Los elementos que se encuentra en la transición entre la tradición a la modernidad, fue


sin lugar a duda el cambio tecnológico de la época, que fue uno de los más poderosos
en mucho tiempo. A su vez también el cambio lo desarrollo, la evolución y la invención
de los nuevos elementos constructivos utilizados, aprovechó las posibilidades de los
nuevos materiales industriales como el hormigón armado, el acero laminado y el vidrio
plano en grandes dimensiones.
El empleo del hierro fundido se extiende mucho en la construcción. Columnas y vigas
de hierro fundido forman la armazón de muchos edificios industriales, y permiten cubrir
grandes espacios.
Se caracterizó por la simplificación de las formas, la ausencia de ornamento y la
renuncia consciente a la composición académica clásica.
El hecho determinante que cambió la manera de proyectar y construir los edificios o
los espacios para la vida y la actividad humana.
Otro elemento fue ruptura con la tradicional configuración de espacios, formas
compositivas y estéticas.
Se caracterizó por plantas y secciones ortogonales, generalmente asimétricas,
ausencia de decoración en las fachadas y grandes ventanales horizontales
conformadas por perfiles de acero. Los espacios interiores son luminosos y diáfanos.
Hacen una apropiación de la naturaleza con el edificio.
Son edificios funcionales que toman conceptos tradicionales y los convierten en
modernos, no solo en la reutilización del material sino es composición.
Hay un relación entre la estética, lo socio cultural y la técnica.

RELACION ENTRE LA ARQUITECTURA Y EL ARTE.

La composición académica clásica fue sustituida por una estética con referencias a las
distintas tendencias del denominado arte moderno (cubismo, impresionismo,
neoplasticismo, y futurismo, etc.). La arquitectura es influenciada por el cubismo, el
equilibrio dinámico factores apoyados en relaciones funcionales.
Hay una nueva visión del espacio. En las pinturas ya no se representa el espacio sino
la articulación del espacio., en arquitectura ya no hay fachadas principales ni
secundarias, puntos de vista, sino puntos de vista obligatorios, sino una configuración
espacial ligada al valor funcional del lugar.
El proceso avanza desde el interior hacia el exterior. Se destaca la función, mientras
que en el pasado se ocultaba el beneficio de la imagen, ahora la función se pone de
manifiesto, y se trata de obtener una imagen a partir de ella.
El racionalismo se desarrolló con autonomía, elaborando una técnica derivando del
principio arte para todos. La arquitectura se integra a la urbanística.
En la villa saboye el recorrido de la promenade de arquitectura es recorrido
íntegramente a través del movimiento del Víctor Pelli: “Elegí vivir en una ciudad y
trabajar en una universidad donde faltaba todo por hacer”.

Arquitecto UBA._ Investigador Principal CONICET, jubilado 2000._ Creador en 1967 y


Director del IIDVi hasta 2011.– Creador en 1987 y Titular hasta 2006 de la asignatura
Gestión y Desarrollo de la Vivienda Popular, carrera de Arquitectura, FAU, UNNE._
Creador y Presidente hasta 2000 de la Organización No Gubernamental ICoHa,
Instituto para la Comunidad y el Hábitat, implementada como unidad de extensión y
experimentación del IIDVi._ Ex Jefe de Proyectoen HABYTED, Subprograma de
Vivienda Social del Programa Iberoamericano CYTED, y Asesor, hasta 1994, en dicho
Subprograma._ Director de los proyectos habitacionales experimentales del IIDVi, y de
la elaboración de propuestas habitacionales no convencionales y apropiadas, desde
1970 hasta el final de estas prácticas en 1998._ Director de la Maestría en Gestión y
Desarrollo de la Vivienda Social, IIDVi,FAU,UNNE: 2012 y continúa. Profesor en
maestrías universitarias en diversas universidades de Argentina y en Rio Grande Do
Sul, Brasil.- Cursos y conferencias en univer-sidades y centros de estudio de
Argentina, América Latina y Europa._ Libros, artículos, ponencias y ensayos en
Argentina y en el extranjero._ Integrante, hasta 1999, por la disciplina Arquitectura, de
las comisiones asesoras del CONICET._ Premio "Ing. Luis V. Migone" (urbanismo y
vivienda) de la Academia Nacional de Ingeniería (Argentina), 1992.-Premio Hábitat
Popular, otorgado por la Federación Panamericana de Asociaciones de Arquitectos,
2012.

gestión de tecnología para viviendas, tecnologías alternativas de construcción,


tecnología "semilla".

Con frecuencia, los análisis de tecnología para viviendas priorizan la definición material
de la misma, sin observar, o a veces muy tímidamente, la dimensión de los sectores
que involucra: la organización de la mano de obra, la organización financiera de los
recursos, la capacidad técnica de los profesionales, la adopción cultural de un modelo
estereotipado, o los modelos de gestión dominantes. Desde esta perspectiva, la
gestión de tecnología para viviendas pocas veces está considerada en su dimensión
real.
La decisión tecnológica se toma a partir de los actores y de los agentes (1) que
intervienen en la gestión sociohabitacional. En las tecnologías formales (2), la decisión
tecnológica recae sobre los agentes que promueven (y dominan) la operatoria (3).

Con frecuencia nos preguntamos sobre la pertinencia de desarrollar modos no


tradicionales de construcción. Pocas veces nuestro análisis permea la barrera de lo
arquitectónico, de lo objetual.

La dinámica de la permanencia de sistemas de construcción y componentes no


tradicionales en el mercado hace aún más efímera nuestra respuesta, a la vez que
revisamos con cierta nostalgia aquellos modos constructivos artesanales, casi
folclóricos.

Para dar marco conceptual al análisis, se presentan cinco estrategias tecnológicas que
traspasan lo material, y que se relacionan con variables de índole económica,
intelectual, legal, técnico- constructiva, social, y también cultural.

El esquema de competencias tomado por los organismos intervinientes adquiere


modalidades diferentes a las asumidas por operatorias netamente privadas o
netamente estatales:
-La intervención de una entidad civil en el rol de proyectista y proveedor de
componentes y dirección parcial de la obra (en el montaje de componentes).

-El Estado Municipal como organizador, financista, ejecutor parcial de la obra (en los
roles de director de obra y capataz).
-El Estado Nacional como proveedor de mano de obra (Plan Trabajar).
-Empresas pequeñas a cargo de la infraestructura financiadas por PROMEBA
(Programa de Mejoramiento Barrial)).
-Los pobladores / destinatarios de la obra, destinatarios a su vez del Plan Trabajar, y a
cargo de los costos de completamiento, mantenimiento y ampliaciones.
-La figura clásica del comitente es compartida entre la Secretaría de Obras Públicas
Municipal y los usuarios.
Los criterios de selección y definición de la operatoria obedecen claramente a razones
económicas: bajo costo de la solución habitacional y desocupación inmediata del
inmueble fiscal.
La condición de tenencia de las nuevas viviendas es precaria, el compromiso
contractual se regula por un boleto de compraventa donde las viviendas no pueden ser
vendidas ni alquiladas, y
solo habitadas por el titular responsable de la vivienda y su grupo familiar.
1. REVISIÓN DE LAS TEORÍAS SOBRE EL MEJORAMIENTO DEL HÁBITAT DESDE
LA EDUCACIÓN POPULAR

Entonces, en este texto, se intentará la identificación de espacios, modos de


coincidencia y aporte recíproco entre los procedimientos de intervención en el hábitat
popular -particularmente en el mejoramiento habitacional de los asentamientos
espontáneos- y los postulados y métodos de la Educación Popular.

En las diversas versiones de autoconstrucción, "(...) en todas ellas se plantea la


inclusión de los habitantes en el proceso de producción de su propia solución
habitacional. Este núcleo es sólido y marca una profunda diferencia con todas las
propuestas de gestión habitacional que excluyen al habitante del proceso de
resolución (y que continúan gozando de la predilección de los sectores dominantes) ".
(PELLI, 2007: 93).

Como en este trabajo se intenta abordar el problema del mejoramiento en los


asentamientos espontáneos en todo el país, y en el contexto latinoamericano, se utiliza
el término asentamiento propuesto por el arquitecto VÍCTOR PELLI (PELLI, 1995: 57),
considerando incluidas las villas.
El nivel de precariedad de las viviendas en los asentamientos espontáneos urbanos no
está dado solo por la precariedad de los materiales, sino por la falta de servicios e
infraestructura y por el problema de la "Seguridad de la Tenencia de la Tierra"
(NACIONES UNIDAS HÁBITAT, 2006). En este sentido, el mejoramiento habitacional
en estos barrios necesita incluir la dimensión jurídico-legal del problema de la tierra,
así como también el ordenamiento urbano dominial.

La meta que se persigue en el objetivo de mejorar la vivienda existente es lograr una


"vivienda digna" o, mientras este concepto no se clarifique, la "vivienda socialmente
aceptable". Cuando una comunidad o un país acuerden sobre cuál es el estándar
socialmente aceptable, se dejará el camino allanado para la definición de políticas de
resolución del problema habitacional.

“La arquitectura de hoy le entrega productos y servicios sólo a aquel que los pueda
pagar”

Para partir, el arquitecto señala que el problema radica en la desconexión entre las
escuelas y la sociedad, asegurando que existen algunas universidades que tienen un
“cierto aire aristocrático” del oficio, donde la obra de arquitectura se entrega a la
sociedad como un bien precioso que no interactúa con la comunidad a la que está
destinada.
Es por eso que sugiere que debe existir un intercambio mutuo entre las escuelas y la
sociedad: "La sociedad como conjunto y su parte más crítica haciéndole a la
universidad conocer la realidad, y la universidad haciéndole transferencia al resto de la
sociedad de lo que por misión propia tiene acumulado y procesado".

Para él, la gran mayoría de los estudiantes de hoy están siendo formados dentro de las
reglas del mercado, donde según sus palabras:

La solución se encuentra entonces en hacer efectiva la “responsabilidad de la escuela


de re direccionar, de proporcionarle (a los estudiantes) otras lentes para ver la otra
parte de la realidad”.

Pelli no está en contra de la construcción de grandes torres ni edificios de lujo, pero le


preocupa que este tipo de arquitectura cope la mayor parte de la enseñanza. Según él,
esto debiese ser una de las tantas especializaciones posibles dentro de la carrera y no
la principal, dejando más espacio a una formación más general en relación con la
totalidad del espectro social real.

Ha ejercido la docencia de grado y posgrado en universidades del país y del extranjero


y ha dirigido proyectos experimentales de soluciones habitacionales innovadoras. Es
autor de números artículos de referencia sobre temáticas habitacionales y su
producción ha sido premiada tanto por entidades nacionales como internacionales.

. La gente en estas condiciones carece totalmente de recursos para acceder, por sus
propios medios, a la solución de sus necesidades en general y de las habitacionales
en particular. Esto requiere estrategias especiales por parte de las instituciones. El
planteo que yo cultivo se orienta al trabajo intersectorial y concertado. Esto es un
trabajo en el que actúan en un nivel de paridad todos los sectores involucrados:
habitantes con derecho a introducir sus criterios y sus intereses, técnicos de una gran
diversidad de profesiones, municipio, Estado, etcétera, compartiendo todas las
decisiones y responsabilidades del planteo, de la gestión y de la ejecución de un
proceso. El arquitecto allí no es el autor de la solución habitacional, si entendemos que
la real solución de vivienda es algo mucho más complejo que el edificio o casa. Visto
de esta manera, el arquitecto pone su oficio y las herramientas de su profesión al
servicio de la elaboración de una solución conjunta y concertada entre todos esos
actores.

Sabemos que la mejora del hábitat contribuye al desarrollo humano, ¿qué significa
para usted una mejora del hábitat?

- Lo de mejora está muy ligado a una escala de valores y de prioridades, lo que hace
que desde un punto de vista, cultivado por un sector de la sociedad, una obra sea una
mejora, y que desde otro punto de vista, la misma obra sea un retroceso o un daño.
Siempre, cualquier cambio en la conformación del hábitat da origen a una latente o
manifiesta puja político-social.

Pelli, en su planteamiento, apunta a una visión igualadora de la arquitectura: “Puede


ser que haya una arquitectura que ayude a erradicar la pobreza. En general, a lo que
apunta una visión más amplia y más completa de la arquitectura es que, en alguno de
sus sectores, colabore para una sociedad más justa”.

–En muchas ciudades, según dónde se realice la intervención, es la calidad que elige
el Estado en materiales y diseño. ¿Por qué se acepta esto, por ejemplo, en el
urbanismo?
–Se hace por un concepto muy simplista de lo que debe ser la arquitectura para
erradicar la pobreza. El concepto equivocado es que a los pobres hay que darles lo
que corresponde de acuerdo a las pautas culturales de nuestro medio, pero reducido.
Lo llamo “jibarización”, la vivienda como es cara, para que hayas muchas se las
reduce y parece que salen más baratas, pero tiene todas las connotaciones que tiene
reducirle el cerebro a alguien. No me consta que se acepte. Hay una buena cantidad
de personas a las que no se les puede adjudicar la reacción de no aceptarlo, sino más
bien no les importa.
–¿Hay algún modelo que se pueda seguir en Argentina de vivienda social?

–Puede ser que sí. Mi línea y de la gente que trabaja conmigo es pensar en procesos,
modificarlos. Cuando participa en el diseño del proceso el propio interesado, aparece
al comienzo, no al final. Generalmente se construyen las casas y después se sortean.
No es una utopía o algo que esté inventando, las cooperativas de vivienda de Uruguay
tienen al usuario antes de las viviendas, y el usuario tiene un poder de participación en
la decisión muy grande. El tipo de solución al que yo apunto es a cambiar el esquema
de procesos y cambiar la ubicación de los actores. Hay mucho trabajado en eso, y no
sólo entre arquitectos, como crear mesas de concertación entre los sectores que no
son solamente los usuarios. Incluso, la composición ideal de una mesa de
concertación con los que se oponen a determinado cambio. Ahí se concibe la solución
habitacional. Para nosotros esa solución no es solamente la casa. La casa se define a
través de la experiencia personal, cuando alguien busca una casa busca otras cosas:
precio, financiamiento, sobre todo ubicación... La mejor solución se consigue con la
gente interviniendo en todo el proceso.
–Eso se contrapone lo que se sue

“La arquitectura de hoy le entrega productos y servicios sólo a aquel que los pueda
pagar”

Para partir, el arquitecto señala que el problema radica en la desconexión entre las
escuelas y la sociedad, asegurando que existen algunas universidades que tienen un
“cierto aire aristocrático” del oficio, donde la obra de arquitectura se entrega a la
sociedad como un bien precioso que no interactúa con la comunidad a la que está
destinada.
Es por eso que sugiere que debe existir un intercambio mutuo entre las escuelas y la
sociedad: “la sociedad como conjunto y su parte más crítica haciéndole a la
universidad conocer la realidad, y la universidad haciéndole transferencia al resto de la
sociedad de lo que por misión propia tiene acumulado y procesado”.

Para él, la gran mayoría de los estudiantes de hoy son formados dentro de las reglas
del mercado, donde según sus palabras, “se le entregan productos y servicios a aquel
que los pueda pagar, no al que no los pueda pagar. El que puede pagar, el que tiene
muchos recursos para pagar, realmente está de acuerdo en estar a la moda, en lo
mejor y lo más actual de las corrientes. Pero todo ese movimiento -que tiene sus
justificaciones- hace que se olviden o se posterguen, o se den por inaccesibles los
problemas del otro 50 por ciento”.

La solución se encuentra entonces en hacer efectiva la “responsabilidad de la escuela


de re direccionar, de proporcionarle (a los estudiantes) otras lentes para ver la otra
parte de la realidad”.

Pelli no está en contra de la construcción de grandes torres ni edificios de lujo, pero le


preocupa que este tipo de arquitectura cope la mayor parte de la enseñanza. Según él,
esto debiese ser una de las tantas especializaciones posibles dentro de la carrera y no
la principal, dejando más espacio a una formación más general en relación con la
totalidad del espectro social real.
¿Choca esto con las ilusiones de un estudiante de arquitectura? Víctor Saúl cree que
sí: “(al estudiante) no le gusta ser parte de un equipo donde las cosas que salen, a lo
mejor, no van a ser grandes obras de arquitectura. Pero bueno, creo que es parte del
proceso de formación: ir formando otro criterio de misión profesional, otra noción de
éxito”.

“Yo no tengo obras”

Pelli pone al usuario en un papel fundamental dentro del proceso de diseño de una
obra y la ve simplemente como una solución a un problema determinado. Es por eso
que cuando le piden ver sus obras, el responde: “Yo no tengo obras. Pero no es un
juego ni una postura, realmente si uno pone su interés y su trabajo para demostrar que
las cosas tienen que ser producidas por un grupo donde el habitante, el usuario, el
receptor, es un personaje importante, bueno ¡no son obras mías!”.

¿Cómo puede reducirse la pobreza entonces, a través de la arquitectura? Su respuesta


está enfocada en cambiar la idea de la arquitectura como una “producción de objetos”
y en centrar, como arquitectos, en terminar con la exclusión, no con la carencia.

“Si uno va más allá y cala más hondo en la naturaleza de la pobreza, pasa a proponer
que no se piense solamente en el objeto como el elemento activo en la reducción de la
situación de la pobreza, sino también en el proceso como un elemento activo. (…) El
proceso, con criterios de participación y de respeto -no sometimiento- del punto de
vista del receptor y de los otros actores, empieza a funcionar como un reductor de la
parte de la pobreza que no es carencia sino exclusión. Ese hombre, sobre todo el
beneficiario, entra en la práctica de hacerse cargo del problema, de tomar decisiones,
de hacerse responsable, de discutir… en paridad de condiciones con personas que en
el esquema convencional de la sociedad están por encima de él y no admiten otro tipo
de soluciones que no sean las propias. A mí no me gusta la idea de ayudar a los
pobres, yo creo que eso es beneficencia. Realmente a mí me gusta la idea de construir
una sociedad donde no haya pobres, que es otra cosa distinta”.

“No estoy en el mercado, no tengo estudio y casi no hice obras que pueda mostrar”,
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