TU REVISTA DE CÓMIC Y CINE

OCTUBRE 2017
Nº2

The Dregs + entrevista a los autores

Jack Kirby y la guerra
jojo’s: phantom blood
especial batman day

Resurrxion
vuelven los mutantes

SECRET EMPIRE, EL EVENTO DE NICK SPENCER

death note
del manga a netflix
 DIRECTOR
RAÚL LÓPEZ
EDITOR
JORDI T. PARDO
DISEÑO Y MAQUETACIÓN
MÒNICA REX
RAÚL LÓPEZ
CORRECCIÓN Y REVISIÓN
GUSTAVO HIGUERO
IGOR ÁLVAREZ MUÑIZ
PEDRO MONJE
TRISTAN CARDONA
COLABORADORES
Alejandro García, Arturo Porras, Cristian Miguel Sepúlveda, Daniel
Gavilán, Diego García Rouco, Cristian Miguel Sepúlveda, Giovanni Casella,
Gustavo Higuero, Jordi Molinari, Jordi Querol, Jordi T. Pardo, Juan Iglesia
Gutiérrez, Juan Luis Daza, Luis Javier Capote, Miguel Ángel Crespo,
Mònica Rex, Nacho Teso, Oriol Estrada Rangil, Pedro de Mercader, Pedro
Monje, Pedro Pascual Paredes, Raúl Gutiérrez, Raúl López, Rubén Merino,
Sergio Fernández, Tristan Cardona y Víctor José Rodríguez.
AGRADECIMIENTOS
Dedicado a aquellos redactores que ya no forman parte de nuestro equipo
y que ayudaron con sus palabras a que poco a poco nuestro proyecto fuese
creciendo. Siempre os estaremos agradecidos: David Fernández, Toni Boix,
José Torralba, Alberto Benavente, Koldo Azpitarte, Juanjo Palacios, Pablo
Gutiérrez y tantos otros que no caben pero a los que no olvido, esta será
siempre vuestra casa.
ZONA NEGATIVA
Zona Negativa es un weblog colectivo creado en 1999, sin ánimo de lucro,
y dedicado a tratar el mundo del cómic y sus confluencias con otras for-
mas artísticas tales como el cine, la literatura o los videojuegos. Los ar-
tículos que aparecen en esta revista han sido publicados en la página web
donde encontrarás este y mucho más material:
www.ZONANEGATIVA.COM.
Además, nos puedes seguir en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter,
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Zona Negativa is a fan site and makes no profit of the usage of any images,
logos, or related indicia that have been copyrighted by their legal ow-
ners.
EDITORIAL
Orgulloso. Creo que esa es la palabra que mejor de-
fine mi estado de ánimo a la hora de escribir esta
editorial con la que abrir paso a la segunda entrega
de nuestra revista. Porque no nos engañemos, el es-
fuerzo de sacarla adelante mes a mes será un gran
reto. Pero satisfactorio, pues ha de servir para re-
compensar el esfuerzo que nuestros compañeros
están llevando a cabo a diario para crear más y me-
jores contenidos con los que sorprenderos. Aunque
quizás aun es pronto para confirmarlo, tengo la sen-
sación de que la publicación de nuestra primera en-
trega ha motivado aun más si cabe el trabajo de los
redactores y ha complicado nuestra labor a la hora
de escoger que entra y que se queda fuera de la re-
vista. Desde aquí darles las gracias por sus muchas
horas de dedicación y por mantener viva la llama de
Zona Negativa.
En la revista buscamos siempre que el contenido
sea variado, de obras de una calidad contrastada y
la inclusión de artículos que llevan muchísimas
horas de trabajo. De esta forma, obras como Bravo
for adventure o Shangri-La pasan por delante de
personajes con una mayor repercusión. Esto es así
porque creemos firmemente en este momento de
bonanza que vive el cómic en nuestro país, en el
que el abanico de obras y temáticas es más amplio
que nunca. Y también que en correspondencia de-
bemos hacernos eco de estos títulos e historias que
creemos puede pasar por alto a los lectores.
Iniciaba esta editorial con la palabra orgullo y la
tengo que terminar con otra muy diferente: tristeza.
Como sabéis, en gran parte, el equipo de Zona Ne-
gativa lo conforman redactores de varias ciudades
de España, cada uno con sus ideales políticos. Pero
si algo hemos demostrado en estos días pasados de
incertidumbre y miedo es el respeto y la confianza
que con el diálogo se pueden entender ambas par-
tes para conseguir un bien común. Ojalá que fuese
la tónica de lo que está por venir y que nuestros di-
rigentes sean capaces de mostrarse como personas
adultas y, sobre todo, responsables de sus actos.
Tristeza, mucha tristeza.
Raúl López Director de Zona Negativa
 CONTENIDO
05 TARZÁN POR RUSS MANNING
Fantástica tira de prensa surgida después de la II Guerra Mundial

08 BRAVO FOR ADVENTURE

Arte y nostalgia de la mano de Alex Toth

13 FRANk ROBBINS Y LA NARRATIVA

Se cumple el centenario del nacimiento del creador de Johnny Hazard

19 CONFESIONES DE UN HOMBRE EN PIJAMA
Paco Roca cierra su trilogía con este tomo recopilatorio de tiras de prensa

21 UNA HERMANA
Nos atrapa con la relación del pequeño Antoine y la adolescente Heléne

24 MATERIA
Un experimento que mezcla con maestría elementos complejos

26 SHANGRI-LA
Ciencia ficción capaz de mirar cara a cara a lo mejor del género

29 10 AÑOS DE LA JSA DE GEOFF JOHNS
La última serie de la JSA de Geoff Johns que revalorizó al equipo

32 SUPERMAN RENACIDO
Crossover entre las cabeceras de Action Comics y Superman de Tomasi

35 NUESTRO PRIMER CÓMIC DE BATMAN

Recordamos el Batman Day con una selección de experiencias personales

51 TREES: LA METAFÍSICA DE WARREN ELLIS

Una historia de ciencia ficción ecosocial del creador de Authority

54 THE DREGS. EL QUIJOTE EN VANCOUVER

Analizamos la obra y entrevistamos a Zac Thompsony Loonie Nadler
 CONTENIDO
63 BRIGGS LAND
La América profunda de Brian Wood

66 PÁJARO BURLÓN
El feminismo como superpoder

68 JACk kIRBY Y EL FENÓMENO PATRIÓTICO
Una vida dedicada a la guerra

101 RESURREXION AMANECER MUTANTE

La nueva etapa de las colecciones mutantes desembarcan en nuestro país

112 STAR WARS: VADER DERRIBADO

El villano en todo su esplendor

115 SECRET EMPIRE

La distopía del Capitán América

127 JOJO’S BIZARRE ADVENTURE

Acción, drama, humor y un punto de extravagancia en Phantom Blood

135 TRÁGICA DERROTA
Nobuhisa retrata uno de los episodios más dramáticos de la historia

139 DEATH NOTE: DEL MANGA A NETFLIX

Manga, anime, live-action y la reciente adaptación de Netflix

152 ATÓMICA. LA CIUDAD MÁS FRÍA

La adaptación del cómic de Anthony Johnston con Charlize Theron

155 kINGSMAN: EL CÍRCULO DE ORO

El regreso del nuevo James Bond

159 PREDICADOR: ACERCÁNDOSE AL CÓMIC

Analizamos la segunda temporada de la serie
 CLÁSICOS USA - RESEÑA

TARZÁN POR RUSS MANNING

Una de las tiras de prensa más fantásticas de todas las surgidas después
de la Segunda Guerra Mundial

Cuando Russ Manning empezó a encargarse
en 1965 de la franquicia de Tarzán, en su salto
al formato comic book, nadie podía imaginarse
que estaba empezando la etapa más gloriosa
de la serie. Este paso por las revistas mensua-
les de la editorial Gold Key no fue, sin em-
bargo, su trabajo más destacado. Es en las
páginas de prensa donde el autor hallará el ve-
hículo más adecuado para expresar su talento.
El Tarzán de Russ Manning para los periódicos
de Estados Unidos es la mejor plasmación en
cómic de este personaje ya de por sí rico en
adaptaciones extraordinarias.
Señor de la Jungla reina en todo su esplendor.
Manning pasa a ser el autor completo de la
tira de prensa. Se encarga de los guiones, del
arte y del color. Mike Royer y luego William
Stout o Dave Stevens le ayudarán con las tin-
tas y las tramas, especialmente en las dailies.
Su primera tira lo resume todo. “He corrido
aventuras en tierras extrañas durante dema-
siado tiempo. Ya es hora de regresar a la mejor
tierra de todas: ¡Mi casa!“. Es un regreso a los
orígenes, a las esencias, un verdadero back to
basics para lanzarse de cabeza a la aventura.

El 11 de noviembre de 1967 empieza la estan-

La característica esencial de la etapa de Man-
cia de Manning en las tiras diarias y el 14 de
ning al frente de su daily strip es la fidelidad al
enero de 1968 comienza su andadura en las
espíritu de las novelas de Edgar Rice Bu-
planchas dominicales. Manning mantiene las
rroughs. Nunca como entonces un autor había
dos líneas argumentales diferenciadas, en las
asimilado el legado literario de Tarzán tan pro-
daily strips el protagonismo de Tarzán es com-
fundamente. El Señor de la Jungla ya no vaga
partido con su hijo Korak, en las sundays el
por un continente africano más o menos re-

5
 CLÁSICOS USA - RESEÑA
alista, su reino es un fantástico escenario lleno trabajo en la prensa constituyen su culminación
de seres imaginarios como los hombres con como autor y lo sitúan a la altura de Dan Barry
cola, los hombres-bestia o los enigmáticos y su Flash Gordon, Leonard Starr con Mary
hombres alados y con criaturas fantásticas Perkins, on Stage o Warren Tufts con Casey
como dinosaurios, insectos gigantes y tigres Ruggles, por citar algunos de los más grandes
Dientes de Sable. autores y series de la prensa de posguerra. Más
tarde realizaría cuatro ál-
bumes del personaje
Las historias se inscriben en la más pura fan-
para el mercado eu-
tasía y a menudo el leitmotiv que
ropeo de los que
mueve a Tarzán a visitar tierras ig-
solo los dos pri-
notas no es otro que rescatar a
meros fueron pu-
su mujer Jane, secuestrada por
blicados por
seres hostiles a cuál más biza-
Dark Horse en
rro. La sensación del lector al re-
Estados Unidos.
correr las bellísimas páginas dibujadas
Escribió y dibujó la
por Manning es la de asombro; el
adaptación al for-
sense of wonder anglo-
mato sunday page de
sajón está a la orden
la serie Star Wars, trabajo
del día, nunca mejor
en el que estuvo poco más de
dicho, puesto que se
un año ya que falleció en diciembre
trataba de una serie
de 1981 a los 52 años. Demasiado
que se publicaba a
pronto.
diario, de lunes a sá-
bado en tiras en
blanco y negro y los Ahora esta etapa mágica en sus tiras de
domingo a ¾ de pá- prensa la podemos disfrutar en una
gina a color. cuidada edición a cargo del editor
portugués Manuel Caldas que la
publica en castellano en la colección
Russ Manning nació en California en 1929 y
titulada Tarzán por Russ Manning.
murió en 1981 en el mismo estado. Estudió en
La traducción corre a cargo de Ra-
el Los Angeles County Art Institute, fue movili-
fael Marín y el diseño es de Jesús
zado y destinado en Japón donde dibujó para
Yugo. Hasta el momento podemos
los periódicos militares y en 1953 entró en la
disponer de tres tomos dedicados a
editorial Western Publishing donde empezó
las tiras diarias y dos a las planchas
a realizar sus primeros trabajos para Dell Co-
dominicales. Son álbumes de tapa
mics.
b l a n d a , con una reproducción perfecta y que
respetan el formato original tanto de las dailies
En 1963, crea su primera gran serie Magnus en blanco y negro como de las sundays a color.
Robot Fighter 4000 A.D de la que realizará los
21 primeros números y en 1965 se encarga
Anteriormente a la edición de Manuel Caldas
para Gold Key de la serie Tarzán en formato
esta serie se publicó en dos ocasiones en Es-
comic book, ocupando el puesto del limitado
paña. La editorial Novaro sacó entre 1976 y
pero influyente Jesse Marsh. Su trabajo en
1977 ocho cuadernos apaisados donde se re-
este formato le sirve para que la Edgar Rice Bu-
producían en blanco y negro las planchas do-
rroughs Inc. le encargue las tiras diarias del
minicales originalmente a color, sin llegar a
personaje (de diciembre de 1967 a julio de
completar la serie. Por su parte, Ediciones
1972) y las páginas dominicales (de enero de
B.O. publicó diez años más tarde una decena
1968 a junio de 1979.) Estos casi 12 años de

6
 CLÁSICOS USA - RESEÑA
de tomos correspondientes a todas las tiras
realizadas por Manning. Además, Panini
Cómics sacó en color un tomo recopilatorio
dentro de su colección Clásicos del cómic que
incluía dos historias de Tarzán dibujadas por
Manning y guionizadas por Gaylord Dubois.

Por fin podemos disfrutar en todo su esplendor

del asombroso arte de Russ Manning y su-
mergirnos en las más fantásticas historias de
Tarzán que nunca se han creado para el cómic.

Poco a poco, a su ritmo,

Manuel Caldas nos va
entregando cada esplén-
dido tomo del Tarzan por
Russ Manning. Es una
espera que a veces re-
sulta angustiosa,
pero que siempre
tiene su recom-
pensa. Se trata de
tener por primera
vez entre las
manos, bien publi-
cada y en castellano la
totalidad de una de las
obras maestras del comic de
prensa norteamericano. Tener
paciencia en este caso, es nuestro
deber como lectores.

TRISTAN CARDONA

TARZAN DE RUSS MANNING
Tarzan de Russ Manning (IDW Publishing - Manuel Caldas) - Russ Man-
ning. Rústica 64 - 80 págs. 18,5€

“La sensación del lector al recorrer las bellísimas

páginas dibujadas por Manning es la de asombro.”

Tristan Cardona

7
 CLÁSICOS USA - RESEÑA
BRAVO FOR ADVENTURE. ARTE Y NOSTALGIA
Una novela gráfica de Alex Toth trasnochada, personal y comprometida
La nostalgia como un sentimiento creativo.
Este era el motor de Alex Toth cuando en
1976 le propusieron que realizara una novela
gráfica para el mercado europeo y con absoluta
libertad creativa. El famoso dibujante de comic
books decidió volver la vista atrás y fijarse en
los héroes de aventuras de los cómics y pelícu-
las de los años 30 y 40 del siglo pasado. Sus
referencias fueron strips para la prensa como
Scorchy Smith, Smilin’ Jack o Johnny Hazard y
películas del género como Sólo los ángeles tie-
nen alas o La escuadrilla de la aurora, esta úl-
tima protagonizada por Errol Flynn.
En las 48 páginas de la historia principal Toth
vertió toda su sabiduría técnica y artística para
crear una historia a medio camino entre la
aventura romántica y el thriller. La sinopsis
cuenta con personajes carismáticos que se en-
frentan con igual optimismo, tanto a la crisis
económica, como a unos mafiosos que preten-
8
den cobrarse una deuda de juego. Pero la filo-
sofía que recorre la obra es muy personal.
Como Howard Hawks en la mayoría de sus
películas, Toth habla de honor y pertenencia a
una comunidad. El valor principal de una per-
sona es que su entorno le respete por su hon-
radez y sus valores. El peor descrédito es
traicionar la confianza de los compañeros, uno
vale lo que tus amigos piensan de ti. Estos va-
lores, algo trasnochados en la década de los
70, le permiten a Alex Toth entregar una obra
personal, comprometida y de una calidad artís-
tica excepcional.
Por todo esto, podemos afirmar que Bravo for
adventure es la obra maestra de Alex Toth, un
artista excepcional que nos dejó un legado muy
por debajo de su talento. Algunos quizás pre-
fieran sus historias de los años 60 y 70 para la
Warren – magníficas algunas -, otros prefieren
las escasas colaboraciones que hizo en los 50

para las revistas de EC Comics – gloriosas casi
todas –, o los episodios de El Zorro para Dell
en los 60. Pero, como ya decimos, Bravo for
adventure es su obra más personal y un autén-
tico prodigio de narrativa con un arte superla-
tivo.
UN TODOTERRENO DE APELLIDO TOTH
Alex Toth (1928-2006) fue un personaje in-
quieto dentro del precario e insolidario mundillo
del comic book norteamericano. Nacido en
Nueva York, empezó a los 17 años colaborando
para la revista Famous Funnies de la editorial
Eastern Color Printing, allí conoció a Irwin
Hasen uno de los dibujantes que más le influyó
en sus inicios. Dos años después, en 1947, se
incorpora a la plantilla de DC Comics con
Sheldon Mayer como editor para realizar có-
mics de todos los géneros. Allí aprendió el duro
oficio de dibujante de revista de cómics y em-
pezó a desarrollar su estilo propio, una mezcla
CLÁSICOS USA - RESEÑA
del virtuosismo gráfico de sus maestros del
comic de la prensa con Noel Sickles, Will Eis-
ner y Frank Robbins a la cabeza, y con la
austeridad gráfica de los pioneros del comic
book como el mencionado Irwin Hasen, Dan
Barry, William A. Smith o Mort Meskin, por
citar a algunos. Sin embargo, sus referentes
artísticos principales eran tres maestros de la
ilustración de los que dos de ellos también tra-
bajaron en varias strips: Austin Briggs, Noel
Sickles y Robert Fawcett. En DC Comics se
ocupó de varios personajes importantes de la
compañía como Canario Negro, la Sociedad de
la Justicia de América, Flash o Johnny Thunder.
Se encargó de la revista All Star Western y creó
junto al guionista Robert Kanigher la serie
Rex The Wonder Dog. A principios de la década
de los 50 trabajó para dos compañías de gran
éxito como Lev Gleason y EC donde realizó al-
gunas de sus mejores historias de aquella
época. Para Standard Comics trabajó dos años,
del 52 al 54, realizando numerosos trabajos
con guiones de Kim Aamondt uno de los
pocos escritores, junto a Harvey Kurtzman,
que Toth respetó como profesional. “Escribía
de forma estructurada, simple y muy visual”,
dijo sobre él. Se especializó en relatos bélicos,
de suspense y, sobre todo, románticos, lle-
gando a ser uno de los grandes especialistas
del género.
En 1950, se mudó A California, concretamente
a San José para colaborar como ayudante de
Warren Tufts en la serie Casey Ruggles. Con-
cretamente le encargó que dibujara una tira
diaria. Tufts le alentó a hacerlo con su estilo,
hecho que no convenció a la distribuidora que
rechazó casi todo su trabajo. Conoció allí a su
primera mujer, se casaron y juntos volvieron a
Connecticut en la Costa Este. En 1954, hizo el
servicio militar en Japón donde realizó una pá-
gina dominical en blanco y negro para el perió-
dico militar The Quartermaster Depot Diary. Se
titulaba Jon Fury y trataba sobre un exmilitar y
publicista en busca de su hermano gemelo per-
dido en Japón. Se ocupó del guion, dibujo y
edición. Es uno de sus grandes trabajos. Re-
gresó a los Estados Unidos en 1956 y se mudó
a Los Ángeles para empezar a trabajar para la
9
 CLÁSICOS USA - RESEÑA
editorial Dell. Para esta edito-
rial adaptó al comic numero-
sas películas de la época como
Rio Bravo, Tierra desconocida
o F.B.I. contra el imperio del
crimen, y se ocupó de la
adaptación al cómic, seriali-
zada y a todo color, de una
serie de televisión dedicada al
personaje de El Zorro. Este
trabajo, del que Toth reniega
a causa de los pésimos guio-
nes que le entregaban, es otro
de sus mayores logros consi-
guiendo un trabajo artístico
irregular pero con momentos
de gran calidad formal. En los
sesenta, alternó sus colabora-
ciones para los comic books con un trabajo de
director artístico para la compañía de dibujos
animados Hanna-Barbera donde creó los con-
ceptos artísticos de series como El fantasma
del espacio, Los Herculoides, Dino and the Lost
Valley y para Australia la serie Super Friends.
Su producción durante la década de los 70 se
centró en dos editoriales, Warren y DC. Para
la primera hizo excelentes trabajos para las re-
vistas Eerie, Vampirella, Creepy, The Rook y
Blazing Combat. Para DC se ocupó de ilustrar
guiones para The Witching Hour, Hot Wheels,
Our Fighting Forces, Our Army at War e incluso
para una de las mayores cabeceras de la edi-
torial como la Detective Comics protagonizada
por Batman. También se ocupó de episodios
sueltos de Green Lantern y la citada Canario
Negro.
Es entre 1976 y 1977 que Alex Toth realiza
Bravo for Adventure por encargo de la editorial
Fernand Nathan que le dio, por segunda vez
en su carrera, pleno control artístico de la obra.
Finalmente, se publicó en blanco y negro en
1980 en la revista The Rook de la editorial Wa-
rren Publishing. La década de los 80 supone su
declive profesional, empieza dibujando para la
editorial española Toutain los dos primeros
episodios de Torpedo 1936 pero abandona la
10
serie completamente en de-
sacuerdo por el enfoque hu-
morístico de la violencia que
emplea el guionista Enri-
que Sánchez Abulí. Le
sustituirá Jordi Bernet que
realizará uno de los trabajos
de su vida. A partir de en-
tonces se dedicó a realizar
ilustraciones y portadas
además de colaborar con las
revistas especializadas
Comic Book Artist y Alter
Ego con una columna de
opinión rotulada a mano.
Murió en Burbank en el
2006 y cuenta la leyenda
que le sobrevino un ataque
al corazón cuando estaba dibujando en su
mesa de trabajo.
LA GéNESIS DE BRAvO FOR ADvENTURE
La novela gráfica estaba empezando a aposen-
tarse en el mercado europeo a mediados de los
setenta. Obras como Barbarella, Corto Maltese
o Valentina habían abierto un cierto mercado
para las historias largas publicadas directa-
mente en álbum. En el mercado europeo em-
pezaron a surgir iniciativas a cargo de editores
de libros convencionales que intentaban posi-
cionarse en este mercado. La editorial Fer-
nand Nathan intentó entrar en el mercado
contratando dibujantes franceses y también
contactó con Alex Toth, a través de Jean-Pie-
rre Dionnet, para que realizara una historia
larga para ellos. Era 1976, Toth aceptó y em-
pezó a escribir y dibujar Bravo for Adventure
donde intentaría plasmar toda su filosofía per-
sonal y artística.
“Yo quiero leer historias sobre el hombre ex-
traordinario, y verlo en las películas. En las pe-
lículas de los treinta y los cuarenta había
héroes que se podían admirar. Errol Flynn, por
ejemplo. Cuando éramos niños, nos imaginá-
bamos como esos héroes guapos y musculosos
que atravesaban la pantalla corriendo, que ac-

tuaban y hablaban con inteligencia, gracia… y
clase. (…) Tyrone Power también tenía las ca-
racterísticas extraordinarias del héroe en sus
películas”. Esto lo explicaría Alex Toth en una
entrevista de 1968 realizada por Bill Spicer y
Richard Kyle para la revista Graphic Story Ma-
gazine. Esta entrevista se puede encontrar en
el prólogo del recopilatorio Alex Toth: las me-
jores historias de los años 50 publicado por
Diábolo Ediciones.
Toth tardó un año en realizar 48 páginas en
blanco y negro. Las entregó en cuatro episodios
a la editorial francesa que las coloreó y preparó
para su publicación en revista. Sin embargo, en
1976 la iniciativa se torció. La editorial francesa
abandonó la idea de participar en el mercado
de cómics y la historia quedó inédita. Perma-
neció en el limbo hasta que en 1980 pudo pu-
blicarla en The Rook, una de las revistas en
blanco y negro que editaba James Warren en
los Estados Unidos. Un año más tarde la edito-
rial francesa Futuropolis aprovechó los origi-
nales coloreados para publicar en blanco y
negro la novela gráfica de Bravo for Adventure,
hecho que añadió tonos grises al arte original
de Toth.
A partir de entonces surgió a menudo la tenta-
ción de crear una serie regular con el personaje
pero Alex Toth solo pudo realizar dos historias
cortas más, una de ellas como introducción del
personaje, que se incluyen en el tomo recopi-
latorio que la editorial norteamericana IDW
CLÁSICOS USA - RESEÑA
publicó en 2015 a través de The Library of
American Comics. Un tomo antológico que ha
servido a Planeta Cómic para lanzar este
agosto su edición en castellano.
EL TOTH MáS PERSONAL
Con Bravo for Adventure Alex Toth alcanza la
cúspide de su estilo gráfico. Partiendo de las
enseñanzas de dibujantes e ilustradores de la
década de los treinta, su estilo se caracteriza
por la obsesiva búsqueda del equilibrio entre la
sencillez y la expresividad. El principal enemigo
de su arte era la ostentación y rechazaba siem-
pre lo superfluo. Narraba en términos gráficos,
nunca literarios y estaba obsesionado con que
la historia fluyera con naturalidad. Debido a
que trabajó casi siempre en el terreno de los
comic books normalmente planificaba sus his-
torias en términos de página suelta, nunca de
capítulo o secuencia de varias planchas, dado
que no podía controlar los insertos editoriales
como la publicidad o artículos de diversa índole.
Su dibujo se caracterizaba por la utilización de
las masas de negros para describir los puntos
de luz y la atmósfera de sus secuencias. Su en-
tintado era enérgico pero elegante y trabajó
tanto el pincel como la plumilla con inaudita
maestría. Era un narrador excepcional que
cuando no se aburría con el guion de turno nos
regalaba secuencias de aviación espectaculares
o escenas románticas emocionantes e íntimas.
En Bravo for Adventure vuelca todas sus habi-
lidades para las secuencias de acción y para el
género romántico añadiéndole a la historia un
sutil sentido del humor nada habitual en su
producción. Es curioso que estando la trama
dedicada al género de las acrobacias aéreas la
ambientación nocturna predomina de una ma-
nera especial en toda la obra. La escena cum-
bre se resuelve de noche con un trabajo de
iluminación por parte del dibujante absoluta-
mente excelso que nos regala alguna de las
mejores páginas de su carrera.
La edición que Planeta Cómic hace de Bravo
for Adventure es ejemplar, magnífica. Partiendo
de la realizada por la editorial norteamericana
11
 CLÁSICOS USA - RESEÑA
IDW en 2015, consigue mejorarla con mínimas que si Alex Raymond hubiese conocido las
aportaciones. La traducción es correcta, la ro- absurdas imposiciones del editor, está seguro
tulación impecable dada la dificultad de imitar que hubiese protestado por ello.
el excelso trabajo realizado por Toth y el papel La ceguera de aquel editor nos sustrajo para
es más blanco y más fino, hecho este último siempre la posibilidad de disfrutar del arte de
que facilita el manejo del álbum. Alex Toth en un medio más adecuado a sus
características personales y profesionales. Una
auténtica lástima. Por eso, Bravo for Adventure
Inconformista, independiente y polémico Alex
es una rareza y un regalo. Junto a las escasas
Toth trabajó a expensas de los caprichosos de-
historias de aviación en EC Comics, a los más
signios de numerosos editores y guionistas que
numerosos relatos de suspense en Warren y a
no entendían ni valoraban el medio para el que
obras como Jon Fury y El Zorro, este álbum su-
se debían. Este hecho le produjo un profundo
pone el legado de un artista excepcional que
sentimiento de frustración artística que le con-
nos dejó el grueso de una obra bastante irre-
virtió en un personaje amargado profesional-
gular y no acorde con su talento.
mente. Un ejemplo de esta lucha constante
contra las arbitrariedades del sistema editorial
lo encontramos cuando Toth, en los años 40, “Yo esperaba haber hecho mucho más de lo
le enseñó su trabajo a un editor de la poderosa que he hecho con mi profesión. Yo soy mi gran
distribuidora de series para la prensa King Fea- decepción. Quizás si este montón fuese de pá-
tures Syndicate, propietaria de los derechos de ginas dominicales, o de tiras diarias, quizás me
Flash Gordon y Rip Kirby de Alex Raymond. sentiría más satisfecho (…) El producto final no
Se trataba de continuar con la serie Perry es nada excepcional”.
Mason y cabe destacar que el medio de las
strips era el mejor pagado de la época, el mejor
Es posible que si el gran Alexander, más cono-
valorado y un entorno ideal para el tipo de arte
cido como Alex Toth, hubiese tenido entre sus
que Toth llevaba dentro. El trabajo que Toth
manos este álbum resultante de su trabajo se
presentó le gustó al editor Sylvain Brick que
hubiese sentido algo más satisfecho consigo
le entregó los guiones de tres tiras con el en-
mismo. De lo que no hay duda es que nosotros
cargo de que las dibujara pero a la manera de
estamos absolutamente entusiasmados con
Alex Raymond. Toth explica que le devolvió los
esta edición de Bravo for Adventure. ¡Bravo,
guiones al editor espetándole: “Me llamo Toth,
míster Toth!
no Raymond. Ya tenéis a Raymond y a todos
los que le imitan, a sabiendas o no. Lo siento,
pero yo no”. Cuando lo cuenta, años más tarde TRISTAN CARDONA
en la citada entrevista, el dibujante asegura

BRAVO FOR ADVENTURE

Bravo for adventure (IDW Publishing - Planeta Cómic) - Alex Toth. Cartoné 112
págs. 22€

“Con Bravo for Adventure Alex Toth alcanza la

cúspide de su estilo gráfico.”

Tristan Cardona

12

FRANK ROBBINS Y LA NARRATIVA
Se cumple el centenario del nacimiento del creador de Johnny Hazard
Frontera entre Pakistán y la India, años 50 del
siglo pasado. Dos occidentales, un hombre y
una mujer, hacen autoestop por las polvorien-
tas carreteras de la zona. Al principio solo les
ayuda un campesino del lugar que les trans-
porta en un carro lleno de heno, pero de re-
pente un coche les adelanta a toda velocidad
haciendo caso omiso a las súplicas de los dos
norteamericanos para que se pare. Sin em-
bargo, el automóvil da marcha atrás y su ocu-
pante, otro occidental, se ofrece a llevarlos.
Sus intenciones no son altruistas. Necesita el
pasaporte del joven y se lo apropiará a punta
de pistola...
Así empieza Pasaporte a Paraíso, una de las
historias que Frank Robbins creó para su per-
sonaje Johnny Hazard. La historia que iniciaba
la colección que la editorial Buru Lan dedicó en
1973 al personaje y que no tuvo continuidad.
CLÁSICOS USA - ARTÍCULO
Hubo un tiempo en que los reyes de la histo-
rieta no eran los dibujantes y guionistas de
manga, tampoco lo eran los dibujantes, guio-
nistas, entintadores, coloristas y editores de los
comic books de superhéroes. Hubo un tiempo
en que la aristocracia del cómic eran unos au-
tores que publicaban cada día en los periódicos
estadounidenses. Su labor –en palabras de uno
de sus integrantes, el gran Milton Caniff– era
simplemente vender más diarios que la com-
petencia cada mañana.
Esta época la podríamos acotar desde el inicio
del siglo XX hasta finales de la década de los
60 cuando los comic books de Marvel, y sobre
todo la televisión, cambiaron los hábitos coti-
dianos y el concepto de ocio de la sociedad oc-
cidental. Durante estos años Frank Robbins
realizó dos series de aviadores que resultaron
fundamentales para la historia del cómic de
prensa norteamericano. Fueron Scorchy Smith
13
 CLÁSICOS USA - ARTÍCULO
tanto en las tiras como en las páginas do-
minicales, Johnny Hazard presen-
taba dos líneas argumentales
claramente diferenciadas tanto
en dailies como en sundays.

La excelencia gráfica de Rob-

y, por encima de todo, Johnny Hazard. Este año
se han cumplido 100 años del nacimiento de
este autor y la mejor manera de recordar su
genio es, sin duda, hablar sobre su obra y vol-
ver a leerla.
bins es más espectacular en las
páginas dominicales donde predo-
mina la aventura exótica. Hazard viaja
por todos los países que uno pueda
imaginar, desde el Tíbet a las Islas del
Pacífico, siempre sorteando a los más
variopintos delincuentes y criminales.
En las sunday pages a todo color, el dibujo se
hace más panorámico y la acción más trepi-
dante. El coloreado adquiere, poco a poco,
peso narrativo, ofreciendo a los lectores de fi-
nales de los cuarenta y de los cincuenta un fes-
tín visual cada fin de semana.

¿QUIéN ES Johnny hazaRd?

Las tiras están más ancladas a la aventura ur-
bana, los escenarios son más europeos y la ac-
Johnny Hazard fue uno de los personajes más
longevos de las tiras de prensa norteamerica-
nas. La primera tira data del 5 de junio de 1944
y la primera página dominical es del 2 de julio
del mismo año. Su cancelación se produciría
durante el año 1977. A pesar de la gran canti-
dad de páginas la serie mantendría un nivel al-
tísimo, al menos hasta mediados de los sesenta
donde se empezó a notar un lento pero inexo-
rable desgaste tanto narrativo como artístico
de la obra. Su temática es heredera de innu-
merables series de aviación que por esta época
estaban embarcadas en ambientes bélicos a
raíz del inicio de la Segunda Guerra Mundial.
Pero, a diferencia de, por ejemplo, Terry y los
Piratas, la serie de Robbins no se convirtió en
una especie de diario de los soldados en el
frente, sino que potenció la faceta aventurera
de la historia. Esto hizo que la finalizar la con-
tienda tanto el autor como la serie se adapta-
ran mucho mejor al ambiente civil que la strip
de Milton Caniff.

Otra diferencia con Terry y los Piratas es que

mientras la obra de Caniff era una unidad,

14

ción más cercana al thriller. Londres, Paris,
Berlín serán el telón de fondo de historias de
suspense llenas de falsos culpables, persecu-
ciones espectaculares por vagones de metro o
puentes de apertura mecánica. Es curioso com-
probar que la limitación espacial de la tira diaria
en blanco y negro supuso un acicate para que
Robbins experimentara con la narración, re-
galándonos momentos de suspense que pocos
autores han logrado imitar.
Finalmente, y como ya hemos avanzado, la
serie se canceló el año 1977; las últimas entre-
gas fueron en las sundays del 14 de agosto y
las tiras del 20 del mismo mes. A sus espaldas,
y a lo largo de más de treinta años, Robbins
había dejado una infinidad de momentos me-
morables, mágicos y apasionantes que perma-
necerán para siempre en la historia del cómic.
Johnny Hazard es un canto a la vida llena de
emoción, una auténtica celebración de la aven-
tura.
FRANK ROBBINS: UN ARTISTA TOTAL
Con sencillez, con naturalidad y con emoción el
arte narrativo de Robbins aún hoy en día te
envuelve y te obliga a seguir leyendo; es inte-
resante tanto en las escenas de acción como
en las más reposadas usando como nadie las
viñetas para comprimir o acelerar el tiempo.
Fue un maestro en el arte de contar historias
con los dibujos y su influencia ha sido enorme
en generaciones de autores posteriores inclu-
yendo la de muchos de nuestros dibujantes pa-
trios. Si un maestro se mide por el nivel de sus
CLÁSICOS USA - ARTÍCULO
alumnos Frank Robbins es uno de los más
grandes autores de la historia del cómic. Entre
la incontable legión de seguidores de Robbins
podemos encontrar gente tan influyente como
Bernard Krigstein, Alex Toth, Hugo Pratt,
Jean-Claude Mèziéres, el australiano John
Dixon o Hermann. Y también podemos citar
a muchos autores españoles que, sobre todo
en los sesenta, aprendieron a dibujar y narrar
estudiando sus viñetas. Gente como Antonio
Parras, Carlos Giménez, Jordi Longarón,
Josep Mª Beà, Jordi Bernet…
No es de extrañar. Basta mirar una página do-
minical de Johnny Hazard, o mejor, aún una
simple tira diaria, para ver que estamos ante
un gran artista, un auténtico experto en el arte
gráfico y narrativo que se atreve con secuen-
cias de acción complicadísimas y momentos de
pausa llenos de interés. Su dominio de la ca-
racterización no tiene igual, integrando en sus
historias a los personajes más pintorescos sin
que resulten histriónicos y destacando sus ca-
racteres femeninos.
Uno de sus puntos fuertes fue también el ma-
nejo del suspense; página a página, tira a tira.
Cada entrega de Johnny Hazard contenía sor-
presas que eran perfectamente explicadas me-
diante arriesgados pero esclarecedores
encuadres que potenciaban la emoción. Su in-
fluencia estilística y narrativa llegó incluso a
una generación de cineastas formada entre
otros por Steven Spielberg y George Lucas. La
huella de Robbins llega mucho más allá del
mundo de los comics. Su principal atractivo es
sin duda lo que en francés se llama decoupage,
en inglés storytelling y aquí narrativa visual o
lenguaje gráfico-narrativo. En este aspecto
Robbins fue un precursor. Su dominio del es-
15
 CLÁSICOS USA - ARTÍCULO
pacio, del tiempo narrativo y su innovadora aunque con tramas completamente diferencia-
fragmentación del movimiento proporcionó a das, se prolongó hasta agosto de 1977.
los asombrados lectores de la época escenas de Paralelamente a la realización de esta strip para
acción espectaculares potenciadas hasta límites King Features Syndicate, Robbins trabajó para
insospechados. Su estilo de ralentización de la numerosas marcas en comics publicitarios que
acción ha sido muy estudiado por los artistas era un género muy popular en los años 40 y
japoneses del manga, por ejemplo. 50. Empresas como Kolynos, Bond Street o
Dr.Lyon’s se beneficiaron del enorme talento
del creador de Johnny Hazard.
Frank Robbins no sólo destacó en las strips
de prensa durante casi 40 años sino que realizó
una actividad paralela en los comics publicita-
rios y al final de su carrera colaboró también
con las dos grandes editoriales de comic books
de superhéroes con especial repercusión en DC
Comics.

UNA vIDA DEDICADA A NARRAR

Nació el 9 de septiembre de 1917 en Boston

(EE UU). Destacó por sus dotes artísticas a
temprana edad y con 15 años ganó el premio
Rockefeller de pintura. Estudió en el National
Academy of Design en Nueva York donde se
había mudado su familia a causa de la Gran
Depresión. En 1935 empezó a trabajar en una
agencia de publicidad y pronto empezó a reali- En los años 70 colaboró de manera intensa
zar los carteles publicitarios para la productora para la editorial DC Comics destacando sus
RKO Pictures. En 1939 recogió la tira de avia- aportaciones en el comic book de La Sombra,
ción Scorchy Smith sindicada por la Associated en la serie Batman principalmente a los guio-
Press y creada por John Terry. La serie la po- nes y en otras series de la editorial de Super-
pularizó el gran Noel Sickles, aunque cuando man.
Robbins se incorporó estaba siendo dibujada
por Bert Christman. Robbins empieza dibu-
En la misma década colaboraría, aunque con
jando la tira diaria pero su trabajo tiene tanto
menos intensidad, para Marvel Comics donde
éxito que al cabo de un año le encargan que re-
se le recuerda en una corta etapa de la cabe-
alice también la página dominical. Scorchy
cera del Capitán América, en Los Invasores y
Smith fue una típica serie de aventuras am-
en El Motorista Fantasma. A finales de los 80
bientada en el mundo de la aviación cuya
se retiró para dedicarse plenamente a la pin-
trama se vería involucrada en la Segunda Gue-
tura, otra de sus aficiones, y se mudó a México
rra Mundial a partir de los primeros estallidos
junto con su esposa. Murió el 29 de noviembre
bélicos.
de 1994.

En 1940 empieza a preparar otra serie de avia-

ción con personajes propios que iniciaría su pu-
blicación el 5 de junio de 1944 con el título de
Johnny Hazard. Esta serie que se publicó tanto
en tiras diarias como en páginas dominicales,
LA MANCHA COMO ESTILO
Frank Robbins fue uno de los primeros y prin-
cipales integrantes de una de las más influyen-

16

tes escuelas de cómic realista de todos los
tiempos. Es una corriente que combina lo
mejor de la ilustración de inicios del siglo XX
con dibujantes como Joseph Clement Coll y
Franklin Booth que profundizaron en el uso
de la plumilla y el rayado manual para crear
efectos lumínicos, con otros como Dean Corn-
well o Mead Schaeffer, que trabajaron vir-
tuosamente la mancha para capturar
sugerentes atmósferas.
Además, esta generación empezaría a
asimilar con gran rapidez los milena-
rios conocimientos de los artistas ja-
poneses en su uso de la tinta
china con pincel y del grabado
en madera. Katsushika Ho-
kusai ilustrador a caballo del
final del siglo XIX y principios
del XX, fue una de las princi-
pales influencias de este
grupo de artistas norteame-
ricanos. El primero que ex-
ploró esta fecunda senda fue
Noel Sickles cuando tomó la
serie Scorchy Smith el año
1933 tras una fatal tubercu-
losis de su creador John
Terry. Sickles empezó imi-
tando el estilo del creador de la
strip pero a medida que fue
afianzándose en la serie empezó a
introducir cambios en el estilo de di-
bujo que desembocarían en una revolución ar-
tística sin precedentes en el comic realista de
la época. Sus contrastes lumínicos radicales (el
claroscuro), su entintado a base de manchas
hechas con pincel y el acabado más moderno
marcaron una generación de autores. Curiosa-
mente, Noel Sickles cedió la serie a Frank
Robbins en 1939 para dedicarse a la ilustra-
ción y al dibujo comercial.
Amigo de Sickles y socio en algunas de sus ini-
ciativas, Milton Caniff fue la piedra angular de
esta corriente historietística. Aplicó a la serie
Terry y los Piratas todos los experimentos y
todas las innovaciones que él y Sickles habían
CLÁSICOS USA - ARTÍCULO
imaginado en un principio. Caniff sumó a la
excelencia artística un tratamiento argumental
y literario de primer nivel hasta conseguir que
Terry y los Piratas fuera una de las series más
famosas durante varias décadas. Con la parti-
cipación de Terry y sus compañeros en la Se-
gunda Guerra Mundial casi a tiempo real Caniff
enganchó a millones de lectores que vieron re-
flejados sus esperanzas y miedos en la serie.
La serie consiguió como ninguna otra una per-
fecta comunión entre el medio y su público.
Frank Robbins es el tercero de esta larga
saga de artistas que formarán también Alfred
Andriola, Georges Wunder, Mort Meskin,
Jerry Robinson, Leonard Starr e incluso
Warren Tufts. Sin embargo, Robbins tuvo
la suficiente personalidad para
desarrollar un estilo
propio siempre den-
tro de unas caracte-
rísticas comunes
con sus predeceso-
res. Su dibujo des-
taca por el
equilibrio entre las
masas de negros y
blancos, por su
aparente naturali-
dad y por el excelente
dominio del encuadre.
Antes incluso de dejar Johnny Hazard, Frank
Robbins empezó a colaborar en los comic
books. En los primeros setenta se encargó de
diversos arcos argumentales de la revista De-
tective Comics donde se encargó de la serie
principal, Batman, y donde creó el personaje
Man-Bat que se convirtió en una especie de ne-
gativo de la figura heroica de Gotham City. Su
aportación a la serie, paradójicamente más in-
tensa en los guiones, aunque también se pro-
digó como autor completo, fue crucial para la
reconversión del personaje en una figura
menos pop y más oscura que supondría en los
años 80 el motor de su renovación tanto en el
papel como en el celuloide.
17
 CLÁSICOS USA - ARTÍCULO
Robbins se prodigó en más series de DC Co-
mics como The Flash, Batgirl y también en va-
rios relatos sueltos en revistas como The House
of Secrets o El Soldado Desconocido. Sin em-
bargo, y pese a la importancia del personaje de
Batman, la serie que más se adaptó al estilo de
Robbins, y donde alcanzó su mayor éxito ar-
tístico, fue en La Sombra.
El aire retro, tomado del más puro estilo pulp
que tanto Dennis O’Neil, el guionista, como
Mike W.Kaluta, el dibujante inicial, le habían
insuflado a la serie, se adaptaba perfectamente
a las posibilidades de Robbins que en tan solo
cuatro números realizó todo un tratado de na-
rración visual y espectáculo tebeístico. La pos-
terior incorporación de E.R.Cruz supuso un
ligero bajón en una serie que en sus primeros
18
nueve episodios marcó una época en la evolu-
ción de la editorial de Superman.Un lustro más
tarde se incorporó a Marvel Comics donde se
encargaría de algunas series con aire más
retro, las ya comentadas Capitán América, Los
Invasores o El Motorista Fantasma.
Durante la década de los setenta y principios
de los 80 alternó apariciones en series de se-
gunda fila con historias autoconclusivas en
otras revistas no tan superheroicas. Nunca re-
alizó una página mala aunque la edad empe-
zaba a pasarle factura y el gusto del público se
movía por otros parámetros. Frank Robbins
resistió hasta finales de los 80 cuando vendió
su casa y junto a su esposa se fue a vivir a Mé-
xico para dedicarse a la pintura tras casi 50
años dedicados al cómic.
Sin ningún tipo de exageración podemos afir-
mar que el arte de los tebeos no sería el mismo
sin la aportación de Frank Robbins. Su in-
menso talento en todas las facetas de la crea-
ción de un comic y su extraordinaria longevidad
han hecho de él un referente para varias gene-
raciones de artistas de todo el planeta. Su obra
permanece tan atractiva y vigente como el pri-
mer día, como cuando decenas de miles de lec-
tores esperaban la salida del periódico para
sumergirse en un mar de aventuras. Como Ha-
zard, Frank Robbins fue durante décadas el
piloto de los sueños aventureros de los aficio-
nados y artistas de este castigado medio.
Actualmente, podemos disfrutar de una estu-
penda recopilación de las tiras diarias de
Johnny Hazard a cargo de Dolmen Editorial.
Hasta ahora la compañía ha publicado tres
tomos y esperemos que esta iniciativa prospere
adentrándonos en esos 15 años de historias
que empezaron con dos jóvenes occidentales
en la frontera entre Pakistán y la India ha-
ciendo autoestop…
TRISTAN CARDONA

CONFESIONES DE UN HOMBRE EN PIJAMA
Paco Roca cierra su trilogía con este tercer tomo recopilatorio de tiras
de El País Semanal y Revistas del Cine Español
Astiberri Ediciones publica el tercer y último
tomo de las desventuras del hombre en pijama
de Paco Roca. Su título es Confesiones de un
hombre en pijama. Esta serie recopila las pági-
nas humorísticas que Paco Roca ha realizado
desde 2010 hasta 2017 para diversos medios
y que comenzó en el diario valenciano Las pro-
vincias. En esta ocasión se recopilan las tiras
publicadas entre el 28 de Septiembre de 2014
y el 6 de Agosto de 2017. Además de dos his-
torias totalmente inéditas. Hay una película en
marcha que llegará a finales de año con Raúl
Arévalo y María Castro como protagonistas.
Presentar a Paco Roca a estas alturas es un
ejercicio absurdo, ya que es posiblemente el
autor de cómics español más importante y co-
nocido en lo que va de siglo. Es el autor de El
Faro, El juego lúgubre, Arrugas, Las calles de
arena, El invierno del dibujante, Los Surcos del
Azar o La Casa. Todas como mínimo muy inte-
EUROPEO - RESEÑA
resantes y la mayoría obras maestras. Paco
Roca es un hombre feliz, por fin ha cumplido
su sueño, que es pasar la mayor parte del día
en casa con el pijama puesto. Es un cuarentón
torpe, despistado y que no sabe decir no.
El hombre en pijama es el álter ego de Paco
Roca. Lo usa para reírse de sí mismo, uno de
los ejercicios de cordura más sanos que se pue-
den hacer en esta vida. Es evidentemente una
exageración de sus defectos y contradicciones
pero que sirven para su objetivo que no es otro
que sacarnos una sonrisa o incluso alguna car-
cajada. Si bien es cierto que desde el primer
tomo, que abarca las historias realizadas para
Las Provincias, el tono cambia y es menos slice
of life centrándose más en reflexiones sobre sí
mismo y el mundo que le rodea. Que nos
rodea. En el segundo álbum dejó de contar his-
torias de sus amigos o conocidos. Tal vez al-
guno se ofendió o Paco Roca sintió la
19
 EUROPEO - RESEÑA
necesidad de contar otro tipo de historias. A
cambio ganamos alguna tierna historia sobre la
paternidad. Lo que no ha cambiado es que
sigue hablando de sus rarezas y manías, que
todos tenemos aunque nos puedan ser invisi-
bles. Es por eso que resulta tremendamente
cercano y quien más quien menos se sentirá
reflejado con alguna de las historias.
Además en este álbum parece que el autor
toma conciencia de la tremenda realidad que le
rodea. No hay que olvidar que estas tiras se
publicaron en el momento más duro de la crisis
y sus injustos recortes. Nos regala pues unas
brillantes reflexiones sobre esta cuestión, sobre
las prácticas miserables de la industria farma-
céutica y los bancos, los mezquinos recortes a
la cooperación o las prácticas de los ricos y co-
rruptos que nos gobiernan. También aborda sus
dudas como creador y su día a día para seguir
viviendo del cómic. Es en parte un artículo de
opinión ilustrado, pero siempre con espacio
para el humor.
Sin lugar a dudas lo mejor del álbum se en-
cuentra al final ya que Como ondas en oposi-
ción de fase es una pequeña maravilla sobre los
amores de juventud. Una preciosa historia
sobre un reencuentro y cómo las oportunidades
pasan sin que te des cuenta y apenas duran un
suspiro. Y lo normal es que por mucho que las
desees no las veas.
ñetas por página, salvo en la primera historia
que no estaba pensada para el periódico. Las
historias publicadas en El País Semanal son de
dos páginas de duración. Las dos tiras inéditas
y la última del recopilatorio tienen más pági-
nas. Por otro lado, a pesar de contar con una
estructura tan rígida y cerrada las historias tie-
nen mucho ritmo y no resultan en absoluto
alargadas. Paco Roca sigue na-
rrando como los dioses del cómic.
En las últimas historias del tomo el
estilo de entintado cambia a una
línea más fina y suelta, tal vez de-
bido a que son estas las
tiras más realistas en
las que el protagonista
no es el hombre en pi-
jama sino el verda-
dero Paco Roca.
Como siempre buena edición de Astiberri Edi-
ciones que es una garantía en la calidad. Eso
sí, sorprende la ausencia de prólogo para este
último recopilatorio del Paco Roca más desco-
nocido. Alejado de la habitual seriedad de sus
otras obras aquí consigue un doble objetivo:
sacarnos una sonrisa e invitarnos a la reflexión
sobre nosotros mismos y sobre el mundo en el
que vivimos. Todo pasado por el matiz irónico
y socarrón de Paco Roca. Por cierto, la reseña
está escrita con mi pijama puesto, no podía ser
de otra manera.

DIEGO GARCÍA ROUCO (@diego_rouco)

Todas la historias del álbum siguen la misma
estructura, tres planchas cada una de tres vi-

CONFESIONES  DE UN HOMBRE 
EN PIJAMA
Confesiones de un hombre en piama (Astiberri Ediciones) - Paco Roca. Cartoné
64 págs. 12€

“Todo es mejor, más divertido y más lúcido en pijama.”

Diego García Rouco

20

UNA HERMANA. LO NUEVO DE BASTIEN VIVèS
El autor de El gusto del color y Polina consigue atraparnos con la relación
del pequeño Antoine y la adolescente Heléne
Una hermana, la nueva obra de Bastien
vivès, es un hermoso álbum en blanco y negro
que narra el encuentro entre Antoine, un chico
de 13 años curioso, tímido e inocente, y Hé-
lène, una adolescente de 16 que, junto a su
madre, pasará una semana con ellos en la casa
de vacaciones que tienen alquilada en la Île-
aux-Moines, cerca de Vannes, en la Bretaña
francesa.
Durante la lectura de este álbum asistimos con
un punto de emoción a la transición que expe-
rimenta Antoine en su paso de la infancia a la
adolescencia, siempre ayudado por Hélène que
lo adopta formalmente como si fuera un her-
mano, pero que nunca lo trata como tal. Hélène
le enseñará al chico cosas que nadie más po-
dría hacer; a emborracharse por primera vez,
a adentrarse en los juegos sexuales adolescen-
tes y, sobre todo, a ver el mundo que le rodea
desde otro prisma, un poco más salvaje pero
EUROPEO - RESEÑA
menos confortable y mucho más real. En este
tránsito hacia el mundo adulto es fundamental
la figura de Titi, el hermano menor del prota-
gonista, que ejercerá de contrapunto, de recor-
datorio del pasado infantil de Antoine y que
paulatinamente va alejándose de las priorida-
des del pre-adolescente para adoptar un papel
secundario, abandonado por todos.
En una buena historia escoger el punto vista de
la narración es un elemento clave que delimita
el campo de juego al lector/espectador. Nor-
malmente este punto de vista se sitúa desde
una atalaya algo elevada dominada por el na-
rrador omnisciente que conoce todos los deta-
lles de la acción y los mueve a su antojo.
Algunas veces el ángulo de visión está a la
misma altura que los personajes y la narración
se vuelve más fragmentada, más limitada, más
dirigida a la piel y no tanto al intelecto. Pero
cuando este punto de vista es ejercido por un
21
EUROPEO - RESEÑA
niño la sensación del lector es de descubri-
miento, de sorpresa, y todo se vuelve más ex-
traño, más dramático y caótico, porque
normalmente faltan piezas importantes del
rompecabezas que están en manos de los adul-
tos y que le son escamoteadas tanto al prota-
gonista como a los lectores. Éste es el punto de
vista escogido por vivès en Una hermana.
Apuesta por explicarnos estos cambios tan su-
tiles, pero tan fundamentales en el desarrollo
de una persona, a través del rostro asombrado
de Antoine. Con ello consigue transmitirnos la
emoción, la incertidumbre, el miedo y también
el placer de quien está experimentándolo todo
por primera vez. En un prodigio narrativo com-
plicadísimo, vivès consigue sumergirnos en la
adolescencia virgen y luminosa del muchacho.
Bastien vivès es lo más parecido a una estre-
lla en el panorama del cómic alternativo del
país vecino. Con su serie Lastman, ayudado por
Yves Biguerel “Balak” y Michäel Sanlaville,
se ha situado en una especie de mainstream
galo que le jalea la ocurrencia de crear un
“manga afrancesado” y lo premia con unas
ventas bastante aceptables. Sin embargo, la
reputación le viene al de Paris por sus álbumes
en solitario donde suele ser encuadrado en el
grupo de artistas de la nueva novela gráfica
franco-belga. Su estatus es similar al de gente
como Frederik Peeters, Joann Sfar, Chris-
tophe Blain y otros compañeros, aunque con-
viene recordar que vivès pertenece a una
generación posterior.
A sus 33 años el autor francés puede acreditar
una carrera muy densa poblada de obras muy
notables. Se dio a conocer con su cuarto álbum
titulado El gusto del cloro publicado en 2008,
un experimento gráfico de muchos quilates
donde empezaba a exhibir su dominio de los
matices, de las impresiones leves, de una na-
rrativa sensorial donde casi podemos oler las
viñetas, sentirnos mojados por el agua de una
piscina y oír el chapoteo de pies y manos.
Con Por el imperio I, II y III, en la que trabajó
junto a Merwan en el guion entre 2010 y
2011, vivès se divierte con un péplum de
autor donde presta toda su capacidad narrativa
y evocadora en describir la trayectoria de un
escuadrón de élite de las legiones romanas en
pleno apogeo del Imperio. Una epopeya desmi-
tificadora que el dibujante desmenuza con un
arte más pictórico que bélico. En 2011, publicó
Polina, su gran obra hasta el momento. Con-
movedora, dura y lúcida, nos muestra el largo
camino de aprendizaje de una niña hasta con-
vertirse en gran bailarina y su relación con un
duro profesor de ballet clásico. Con un trazo
grueso, sensual y libre compone unas páginas
maravillosas. La citada Lastman, cuya publica-
ción se inició en 2013, llegó a su noveno tomo
el año pasado y la historia está inmersa en la
mitad de su segundo ciclo. Finalmente, en
2015, vivès lanza el segundo álbum de Olym-
pia, serie dedicada a tres ladronas que junto a
La gran Odalisca de 2012 forman un díptico
aventurero creado junto a Jérôme Mulot y
Florent Ruppert.
Si su trayectoria le avala, el dibujo en esta obra
le doctora. El autor de Ellas realiza aquí un pro-
digio de arte luminoso, sencillo, hondo y
exacto. Lejos del trazo grueso de Polina, aquí
vivès juega con el trazo fino, limpio, muy
suelto y muy preciso. Hay pocos detalles pero
no falta nada. La luz la traza con una delicada
trama de gris y con discretas manchas de tinta.
La sensación es parecida a una foto sobrex-
puesta, quizás algo quemada, que transmite
 EUROPEO - RESEÑA
cotidianidad e inmediatez. Si en Polina su arte
nos recordaba a un ilustre anciano de la BD
como es Edmond Baudoin, en Una hermana
el referente es otro maestro del pasado lla-
mado Alex varenne, mucho menos conocido
pero de indudable peso en la rica tradición del
cómic independiente francés.

Narrativamente es donde Una hermana sobre-

sale. vivès nos resume la primera semana de
vacaciones de Antoine, Hélène y Titi encade-
nando anécdotas con episodios trascendenta-
les. Divide la página en tres tiras de dos viñetas
cada una, pero es muy flexible en la distribu-
ción de la tira ya que a menudo está ocupada
por un solo cajetín. En los momentos importan-
tes rompe esta estructura para ocupar la pá-
gina con sólo tres, dos o, a veces, una viñeta.
Elige encuadres de manera precisa y delicada
y a menudo nos regala secuencias mudas elo-
cuentes e impactantes.

Leer Una hermana es recuperar la sensación

que tuvimos cuando la adolescencia nos asaltó
sin avisar. Bastien vivès consigue apresar
este momento fundamental en el desarrollo de
una persona y lo hace con un álbum delicioso
lleno de aromas y matices. Una hermana es un
puzle de piezas pequeñas y hermosas que en-
cajan a la perfección, mostrándonos una ima-
gen final que supone toda una revelación.

TRISTAN CARDONA

UNA HERMANA
Una hermana (Casterman- Diábolo ediciones) - Bastien Vivès. Cartoné 216
págs. 21,95€

“Un álbum hermoso y delicado que nos transporta a una

etapa de la vida convulsa y excitante.”

Tristan Cardona

23
 EUROPEO - RESEÑA

MATERIA. DEMASIADO HUMANO

Un experimento que mezcla con maestría ciencia ficción y drama
costumbrista, paranoia y humor negro, reflexiones y denuncia social

Antonio Hitos tiene madera para ser una au- titud respecto a sus personajes y a sus histo-
téntica estrella del cómic. Con Materia, su se- rias el autor consigue que la lectura de sus
gundo álbum, nos lo demuestra a las claras. obras sea una experiencia inquietante y reve-
Dividido en tres partes, más un prólogo y un ladora.
epílogo, Materia reflexiona sobre tres concep-
tos: la ciencia, la ética y la estética. Para ello
Hay en los trabajos de Hitos un estado perma-
se vale de una extraña invasión extraterrestre
nente de paranoia que consigue incomodar
que lentamente va abduciendo a los habitantes
profundamente al lector; las cucarachas y los
de un planeta habitado por seres antropomór-
alienígenas son una plasmación concreta de
ficos anfibios y reptilianos, un planeta muy pa-
esta neurosis, pero los momentos más angus-
recido al nuestro. Mientras se produce esta sutil
tiosos se corresponden con secuencias cotidia-
ocupación, los habitantes del planeta siguen a
nas que vivimos la mayoría de los mortales. El
lo suyo luchando por nimiedades y coleccio-
plasta que pide imposibles a los dependientes
nando frustraciones como quien colecciona se-
de unos grandes almacenes, las cadenas de
llos. Si su primer álbum titulado Inercia era un
electrodomésticos que usan triquiñuelas para
puzle costumbrista con reflexiones ontológicas
no cumplir con sus garantías y promesas, los
incluidas, Materia es una historia de ciencia fic-
contratos basura y sus consecuencias o el
ción aderezada de denuncia social. Entrevis-
acoso inhumano de los medios de comunica-
tado por RNE, Antonio Hitos destaca el
ción sensacionalistas. Todos ellos elementos de
distanciamiento como una de sus claves narra-
un terror cercano, cotidiano e inexorable que
tivas y afirma que siempre intenta evitar tomar
aplasta sin remisión al individuo.
partido respecto a lo que cuenta. Con esta ac-

24 24

Al leer Materia surgen en mi mente infinitas re-
ferencias que van desde las vacas poseídas por
los skrulls en Los Vengadores de Thomas y
Adams, a los humanos anulados por los Manos
con un extraño dispositivo implantado en la
nuca de El Eternauta de Oesterheld y Solano
López o los duplicados humanos salidos de vai-
nas gigantes del espacio de la película La inva-
sión de los ladrones de cuerpos.
Antonio Hitos nació en Huelva en 1985. Se li-
cencia en Comunicación Audiovisual en la Uni-
versidad de Sevilla. Empieza a colaborar con la
revista El Víbora hasta su cierre en 2004. A
partir de entonces se dedica a hacer story-
boards y a preparar su primera novela gráfica
titulada Inercia (2013) que ganará el premio
VII Premio Internacional de Novela Gráfica Sa-
lamandra-FNAC. En 2015 es nominado al pre-
mio Autor Revelación en el Salón Internacional
del Cómic de Barcelona y con Materia (2016)
ha sido premiado por la Beca INJUVE.
Cuando surge un talento nuevo empieza el di-
vertido juego de buscarle antecedentes, in-
fluencias o maestros. El más evidente de los
aportados por la crítica especializada es Chris
Ware, pero también se le podría emparentar
con Miguel ángel Martín o vaughn Bodé. En
algunos de sus experimentos narrativos Hitos
recuerda a Max, el de Bardín el superrealista,
y estéticamente cuesta sacarse de la cabeza al
ilustrador Rick Griffin. El propio artista, sin
embargo, se remite al cartoon, a la larga tradi-
MATERIA
Materia (Astiberri) - Antonio Hitos. Cartoné 112 págs. 15€
“Un interesante experimento narrativo que sorprenderá e
incomodará a más de uno.”
EUROPEO - RESEÑA
ción del dibujo animado y a los cromos que co-
leccionaba en su infancia como sus principales
referentes.
El trabajo gráfico de Antonio Hitos es apabu-
llante. Utiliza la narrativa, el diseño y el color
para explicar sus ideas. Su narrativa de página
tiende a la uniformización, pero no desdeña el
uso de splash pages ni de secuencias mudas.
Utiliza una mínima gama de colores planos
compuesta por el amarillo, el cian y el magenta
que en conjunto tienen una función narrativa a
la hora de componer secuencias en paralelo o
de insertar flashbacks en la acción principal. El
trazo del dibujante es extremadamente grueso
y limpio y utiliza la perspectiva para separar el
mundo alienígena del reptiliano.
En este planeta manso y completamente alie-
nado solo unos escasos personajes intentan
expresar su voz por encima de la uniformidad
existente. Son un estudiante de física cuántica,
un jubilado y un grafitero. Son tres personajes
que se resisten a ser simplemente materia para
unos seres desconocidos. Y esta cualidad, la re-
beldía, es la que Hitos reivindica como esencial
a la hora de definir al ser humano.
Materia es un álbum extraordinario en el sen-
tido literal de la palabra. No es nada común, es
diferente y se sale de lo habitual. Y es además
una obra fascinante que presagia una carrera
artística llena de momentos memorables.
TRISTAN CARDONA
Tristan Cardona
25
 EUROPEO - RESEÑA

SHANGRI-LA. SEAMOS DIOSES

Ciencia ficción con mayúsculas capaz de mirar cara a cara a lo mejor del
género con la historia de Mathieu Bablet

Shangri-La es la primera obra como autor
completo de Mathieu Bablet publicada en Es-
paña. Nos llega de la mano de Dibbuks des-
pués de ser publicada en Francia en 2016 por
Ankama éditions.
Mathieu Bablet es un autor de cómics francés
nacido en 1987. La Belle Mort es su primera
obra publicada como casi todo su obra por An-
kama éditions. Para ellos también realizó una
historia corta con guiones de RUN en Doggy
Bags, publicada por Dibbuks en España. Los
dos tomo de Adrastrée son su última obra
antes de este Shangri-La. Desde ya, un autor
a seguir muy de cerca.
En un lejano futuro post-apocalíptico, la Tierra
ya no es habitable y un pequeño grupo de su-
pervivientes viven en una estación espacial so-
metidos a la hegemonía de una multinacional
que ha logrado imponer el consumismo entre
los ciudadanos. A simple vista parece que es-
tamos ante una sociedad perfecta donde nadie
se hace preguntas y todos están satisfechos
con el devenir de su vida. Pero la realidad es
bien distinta, los humanos no aceptan a la
nueva especie de animales humanizados llama-
dos “animoides”. Los científicos quieren empu-
jar sus límites y convertirse en dioses creando
vida de la nada a partir de antimateria y, un
grupo rebelde, romperá la paz instaurada con
manifestaciones y panfletos.
Shangri-La es un gran cómic de ciencia ficción,
con un gran diseño y un aspecto visual impe-
cable, pero también es mucho más, muchí-
simo. Si la Shangri-La de la novela Horizontes
perdidos de James Hilton es un paraíso terre-
nal situado en el aislado Himalaya, una autén-
tica utopía, en la obra de Mathieu Bablet hace
referencia a una estación orbital propiedad de
la multinacional Thianzu Entreprises que dista

26

mucho de serla. Veremos que no es oro todo lo
que reluce y que los errores de la humanidad
siempre viajan con ella allí donde van.
Esta historia le sirve a Mathieu Bablet para
criticar gran parte de los males que asolan a la
humanidad en tiempos presentes. Desde el ca-
pitalismo inhumano y desmedido hasta el ra-
cismo, pasando por los abusos de la tecnología,
la falta de ética de la ciencia, la ausencia de
preocupación por el medio ambiente, los siste-
mas de control de los gobernantes, etc. Todo lo
que en el futuro nos acabará conduciendo al
desastre. Son unos planteamientos muy cerca-
nos y realmente plausibles, ya que no estamos
ante una space opera sino ante una obra más
cercana a la ciencia ficción hard, que habla de
un futuro terriblemente familiar y plausible. Es
una obra que sigue los pasos de Aldous Hux-
ley, H.G. Wells, Ray Bradburry o el Alan
Moore de V de Vendetta, presentándonos una
sociedad en descomposición donde aflorarán
todo lo bueno y malo de lo que es capaz la hu-
manidad. Es una historia sin héroes. Scott, el
protagonista, tan solo es alguien tratando de
hacer lo que cree correcto. Lo que sí abundan
son los villanos, mezquinos, crueles y egoístas
como la vida misma.
Particularmente interesante es el uso que se da
de la tecnología con sus vertiginosos avances,
como herramienta de control de la gente.
EUROPEO - RESEÑA
Cómo se genera una necesidad que en realidad
no tienes para mantenerte esclavo y obligarte
a comprar la última versión del producto de
turno. Algo que nos debería llevar a revelarnos
contra el sistema pero que nunca haremos. Es
interesante la reflexión que plantea la obra
sobre que todas las sociedades necesitan al-
guna raza a quien odiar, como en este caso los
animoides y en el mundo real los ejemplos que
todos podemos poner. Una herramienta más de
control por parte de los poderosos.
Shangri-La gráficamente es un prodigio tanto
de composición y diseño como de la narrativa.
En los diseños de la tecnología presente en la
historia se puede ver bastante influencia del
manga, y no solo por la aparición de mechas.
El diseño de los “animoides” es brillante, pero
no así el de los humanos que es el único pero,
ya que a veces sus caras y expresiones son
muy parecidas y los hace difíciles de distinguir.
El tratamiento del color es inmejorable consi-
guiendo que los pasajes en la estación sean
opresivos y claustrofóbicos, las escenas del es-
pacio son perfectas por la quietud y a la deriva
que transmiten, con planetas rebosan vida y lu-
minosidad.
Shangri-La es una impecable edición de Dib-
buks con gran formato, gran papel y gran re-
producción. Con El arte de Charlie Chan Hock
Chye – Una historia de Singapur la editorial ya
27
 EUROPEO - RESEÑA
había coeditado una de las obras más intere-
santes del año, ahora ya son dos con el título
de Mathieu Bablet.

Tremenda historia de ciencia ficción con todos

los ingredientes para convertirla en uno de los
clásicos modernos del género. Sin ninguna
duda, uno de los tebeos del año y un autor del
que esperamos seguir viendo editada su obra
en España.

DIEGO GARCÍA ROUCO (@diego_rouco)

SHANGRI-LA
Shangri-La (Dibbuks) - Mathieu Bablet. Cartoné 224 págs. 28€

“Shangri-La es un gran cómic de ciencia ficción, con un

gran diseño y un aspecto visual impecable, pero también
es mucho más, muchísimo.”

Diego García

28
 DC - ARTÍCULO

10 AÑOS DE LA JSA DE GEOFF JOHNS

La última serie de la Sociedad de la Justicia de América de Geoff Johns
que llevó el nombre del equipo en el título

En febrero de 2007, DC Cómics volvió a lanzar ocupado las aventuras de los personajes de
una serie protagonizada por la Sociedad de la Tierra 2, algunos de los cuales han sido some-
Justicia de América, escrita por Geoff Johns, tidos a una reinterpretación que los ha alejado
dibujada por Dale Eaglesham y con Alex de sus características clásicas.
Ross encargándose de las portadas. Se trataba
de una nueva cabecera, que empezaba desde
Justice Society of America dedicó gran parte de
el #1 y continuaba las aventuras del primer
sus historias a enfocar la relación entre los
grupo de superhéroes de la historia. La serie
miembros veteranos del equipo, Green Lantern
continuaba la, para muchos, mejor etapa de
(Alan Scott), Flash (Jay Garrick) y Wildcat, con
estos personajes, con 87 números bajo el título
los jóvenes pero expertos miembros consagra-
JSA publicados entre 1999 y 2006.
dos, como Power Girl, Mr. Terrific (Michael
Holt) y Hourman (Richard Tyler) y otros recién
En esta ocasión, se recuperó la denominación llegados, como Damage, Obsidian, Stargirl y
original para la serie, Justice Society of Ame- Citizen Steel, entre otros muchos.
rica, dejando de un lado las célebres siglas. Fue
la tercera colección bajo el título del grupo, la
Las aventuras de este equipo, que trascendían
más longeva y, hasta la fecha, la última en salir
las relaciones generacionales, aunando expe-
a la venta con este nombre. Después de su
riencia y nuevos poderes, se extendieron du-
cancelación en el número #54, en octubre de
rante cuatro años, dando su espacio a
2011, coincidiendo con la llegada de los New
personajes clásicos de la Edad Oro y haciendo
52, el lugar de la Sociedad de la Justicia lo han
las delicias de los aficionados de la historia de

29
 DC - ARTÍCULO
DC Comics. Tal como se hizo con la anterior
serie, la JSA reivindicó en cada número la im-
portancia de este equipo frente al protago-
nismo inconmensurable de la Liga de la
Justicia. Por ello, a muchos lectores les dolió
saber que la Sociedad de la Justicia no formaría
parte del relanzamiento del Universo DC.
rrizar en la actual zona de la República Demo-
crática del Congo. Fue una historia que digni-
ficó el espíritu de la obra original de Waid y
Ross, a la misma figura de Superman y su sím-
bolo de esperanza y a la capacidad de colabo-
ración en equipo de la JSA.

Antes de dejar la serie, Johns escribió

Geoff Johns permaneció al frente de junto a Jerry Ordway y Matthew
los guiones hasta el número #26 y Sturges Sociedad de la Justicia de
dejó unos arcos argumentales para el América: Black Adam e Isis, un arco
recuerdo, destacando por encima de en el que el equipo hacía frente al vi-
todos El Reino llegará, publicado llano de Shazam y su poderosa fami-
entre los números #9 y #22, con tres lia: Isis y Mary Marvel. Después de
one-shots de Superman, Magog y El una historia de dos números de Ord-
Reino y un Annual. way, Bill Willingham y Lilah Stur-
ges asumieron el control como
escritores a partir del #29,
Se trata de una histo-
en julio de 2009, es-
ria que se vendió
cribiendo la saga
como una secuela
Mala semilla, con
de la mítica
pinceles de
Kingdom Come
Jesús Merino.
de Mark Waid
Esta etapa
y Alex Ross,
ofreció una
aunque este
batalla entre
último, que
los miembros
colaboró en
de la JSA y
el argumento
una legión de
de la historia,
monstruos,
declaró que
entre los que se
no se había re-
encontraban
alizado con ese
Atomic Skull,
propósito. Solo
Eclipso, Killshot,
se trataba de
Madmen, y mu-
una historia ba-
chos otros.
sada en el uni-
verso de la obra
original. La trama Sturges se marchó y
se centraba en la lle- Willingham permane-
gada a la Nueva Tierra ció en la serie hasta el
del Superman de Tierra #40, tras el arco Axis of
22 que no había logrado resolver el conflicto Evil. A partir del #41 James Robinson, que
planteado en Kingdom Come. Este Superman formó parte del equipo creativo de JSA en
se une a la JSA para hacer frente a Gog, un an- 1999, escribió los tres siguientes números, que
tiguo dios que sobrevivió a las batallas del Ter- formaron la saga Cosas oscuras, dentro del
cer Mundo y viajó a través de varios universos crossover con la JLA El día más brillante, con
paralelos mientras su cuerpo se encontraba Mark Bagley en los dibujos. En esta historia
hundido en el plano interdimensional hasta ate- la JSA y la JLA tuvieron que luchar contra Star-

30
 DC - ARTÍCULO
heart, aunando fuerzas para combatir a esta
caótica y poderosa amenaza.

El último escritor de la Sociedad de la Justicia

de América fue Marc Guggenheim, que se
encargó de los guiones hasta el definitivo nú-
mero 54, acompañado por los lápices de Scott
Kolins, George Pérez y Jerry Ordway, que
volvió como dibujante en los dos últimos nú-
meros. En el número #49 Guggenheim trajo
de vuelta a todos los miembros de la JSA, ex-
cepto el fallecido Magog y Power Girl, que se
distanció del equipo, así como a un nuevo per-
sonaje, Red Beetle, y los superhéroes chinos Ri
y Darknight.

Después de cuatro años de historias interesan-

tes, en DC Comis se tomó la decisión de que la
conclusión del relanzamiento del DCU ocasio-
naría que la Sociedad de la Justicia de América
nunca había existido y que el primer equipo de
superhéroes sería la Liga de la Justicia. Sin em-
bargo, como se ha citado al inicio del artículo,
los personajes de la JSA fueron reinventados
en la serie Tierra 2, que se extendió durante 35
números entre julio de 2012 y mayo de 2015.
Posteriormente, se publicó Sociedad de Tierra
2, entre agosto de 2015 y mayo del presente
año, cuando se canceló después de 22 entre-
gas.

Es una lástima que no haya más historias de

este grupo de superhéroes como las de esta
etapa, pues el concepto de la fuerza que aúna
experiencia con juventud es muy interesante.
Además, muchos personajes de la Edad de Oro
que solo se han visto a través de esta serie en
las últimas décadas merecerían tener más peso
en el DCU, como el Green Lantern Alan Scott,
Wildcat, Starman, Sandman y otros más mo-
dernos, como Stargirl y el Mr. Terrific de Mi-
chael Holt.

vÍCTOR JOSé RODRIGUEZ

31
 DC - RESEÑA

SUPERMAN RENACIDO
El crossover entre las cabeceras de Action Comics y Superman escrito por
Peter Tomasi y Dan Jurgens

La iniciativa Renacimiento introdujo en el Uni- ellas. La editorial ha recopilado el cruce entre

verso DC la idea de que alguien o algo externo la serie de Action Comics y Superman en un
había estado jugando con la realidad, manipu- único tomo bajo el título de Superman Rena-
lando el espacio y el tiempo, alterando la con- cido.
tinuidad tal y como la habíamos conocido hasta
entonces. Una gran amenaza con la forma de
Es una decisión acertada esta, ECC desvincula
un todopoderoso ente capaz de manipular
de las series regulares de Action Comics y Su-
mundos a su antojo. Desde entonces, las pistas
perman esta historia para ofrecerla integra a
han ido apareciendo desperdigadas por dife-
los lectores que no tienen por qué ver inte-
rentes colecciones, siendo las de Superman,
rrumpido el devenir mensual de su serie favo-
Action Comics y Detective Comics, las que más
rita. Un cruce que viene a dar respuestas pero
información han ido aportando a lo largo de los
que por el camino nos deja nuevas preguntas
últimos meses. Pero este no es el único miste-
con las que seguir calentándonos la cabeza de
rio que hay por resolver en el Universo DC ac-
cara al descubrimiento final que se esconde
tual. Hay otros interrogantes que han estado
dentro del relanzamiento de Renacimiento.
desarrollándose en las páginas de Action Co-
mics. ¿Quién es Clark Kent? ¿Quién es Mr. Oz?
Superman Renacido de salida no engaña. Su
concepto es de sobra conocido por los lectores
Estas preguntas ya están resueltas en Estados
y su desarrollo, en manos de Dan Jurgnes y
Unidos, pero en las publicaciones de ECC Edi-
Peter J. Tomasi, se lleva a cabo con la expe-
ciones solo se ha desvelado la primera de
riencia que estos dos autores atesoran. Jur-

32 32
 DC - RESEÑA
gens conoce a Superman a fondo
y su trabajo en Action Comics
constata que sigue siendo un guio-
nista fiel a la marca de Superman;
respetuoso con el personaje,
capaz de seguir encontrando
huecos con los que contar
historias intensas y novedo-
sas, sin perder el sabor de
antaño. Sin embargo, mu-
chos lectores cuando lean
este tomo pueden sentirse de-
cepcionados. Y no por la historia
en sí misma, sino por la revela-
ción, por la respuesta a la pregunta
entorno a Clark Kent. Las expectativas y
la imaginación de los aficionados no tienen
límites, generando unas expectativas que
pueden no verse del todo satisfechas.

Si dejamos a un lado el tema de

quién es Clark Kent, Super-
man Renacido se alza con
nota como crossover. El tra-
bajo de sus dos guionistas
es excelente en cuanto al
planteamiento y el desarrollo, sin
fijarnos mucho en el desen-
lace, que al final es lo de
menos.
Lo que importa de verdad es lo que se
dice a lo largo del cómic, cuenta y
ocurre a raíz de los acontecimientos
que se desencadenan cuando Super-
man y Lois Lane deben rescatar a su hijo,
Jon, secuestrado por ese Clark Kent que pa-
rece estar acosándoles en vida. No es necesario
estar al día de los acontecimientos de Action
Comics para poder disfrutar de este tomo, ni
tampoco haber leído todas las grapas de la
serie de Superman. Con saber que Clark y Lois
tienen un hijo en la actualidad y que no perte-
necen al mundo en el que ahora están, es su-
ficiente. Obviamente estar al corriente de todos
y cada uno de los detalles resulta mucho más
enriquecedor, pero el equilibrio entre lector
novel y el curtido está muy conseguido.
Superman Renacido se
sustenta sobre la pre-
misa de la familia. Todo
es para y por la familia,
como vínculo afectivo,
como fuente inagotable de
esperanza, donde nadie deja
atrás a nadie y donde el con-
junto es mayor que la suma de
sus partes. Un pilar central que
sirve a sus autores para dar salida
a la respuesta de quién ese Clark
Kent y añadir, además, una
buena dosis de reconstrucción glo-
bal de conceptos. Conceptos que son
precisamente los que provocan que
este recopilatorio, esta historia, genere cierto
grado de desafección.
Tomasi y Jurgens con esta trama demuestran
un grado de osadía importante por meterse en
un jardín donde de primeras no van a poder
contentar a nadie. Asumen un riesgo impor-
tante ya que se marcan un objetivo crítico, con-
trovertido y que a muchos puede llegar a
resultar desatinado. Sin embargo, ese arrojo,

33
 DC - RESEÑA
esa forma de enfocar el problema demuestra
audacia y valor en algo que debía ser tratado
de forma clara y sin contemplaciones. Esta ma-
nera de explicar lo ocurrido en el cómic es muy
difusa y vaga, pero no es posible hacerlo de
otra manera sin entrar en detalles que pueden
mancillar por completo la experiencia de lec-
tura.

Superman Renacido es un cómic que se dis-

fruta de principio a fin, del tirón, con inmensa
curiosidad por lo narrado y con ansias de con-
cluirlo para determinar si la respuesta que nos
dan estos dos autores está a la altura de nues-
tras expectativas. Puede que no lo esté o, por
el contrario, sea del agrado del aficionado, pero
esta historia se tenía que contar del modo que
fuera y en las manos de Tomasi y Jurgens el
resultado es más que satisfactorio.

Un especial que aporta una pequeña revolución

al personaje de Superman, permitiendo avan-
zar algo en la trama de Mr. Oz y al conjunto de
Renacimiento. Una historia de Superman atre-
vida como pocas que merece de nuestra aten-
ción, nos indigne o no el resultado final.

GUSTAvO HIGUERO (@VIACRUCIX)

SUPERMAN: RENACIDO
Action Comics 973 - 976, Superman 18-19 DC Comics - ECC Ediciones) - Dan
Jurgens, Peter Tomasi, Patrick Gleason. Rústica 144 págs. 13,5€

“Una historia de Superman atrevida como pocas que

merece de nuestra atención, nos indigne o
no el resultado final.”

Gustavo Higuero

34

NUESTRO PRIMER CÓMIC DE BATMAN
Recordamos el Batman Day con una selección de las historias con las que
los redactores de ZN conocieron al Hombre Murciélago
Cada año se celebra, y ya van tres, el Batman
Day, una festividad que arrancó en su primera
edición con las celebraciones del 75 aniversario
de la creación de Batman a manos de Bill Fin-
ger y Bob Kane en 1939. El primer Batman
Day fue un éxito y parece que la tradición ha
logrado instaurarse de forma regular, año a
año, como cita importante del calendario de
los
aficio-
nados al
cómic. Unas
celebraciones
que también
se han trasla-
dado a España
de la mano de ECC Ediciones que no
duda en promocionar al héroe enmascarado
mediante concursos de escaparates, regalos
para los lectores y concursos en diversas webs
especializadas. En Zona Negativa nos gusta
DC - ARTÍCULO
sumarnos a estas celebraciones aportando
nuestro granito de arena y si el año pasado ha-
blamos de nuestra viñeta favorita de Batman,
este, toca hablar de nuestro primer cómic de
Batman, ese que nos dejó marcados, que nos
hizo ver al superhéroe de DC Comics de otra
forma y nos atrapó irremediablemente bajo su
capa. La redacción aporta una pequeña porción
de
esos re-
cuerdos,
esas emocio-
nes y senti-
mientos, que
se atesoran
como parte de la historia personal
de cada uno, compartiendo ese cómic
que fue tan especial para ellos. Abrimos las
puertas del tiempo y nos dejamos llevar por
aquella primera vez en la que el Caballero Os-
curo apareció en nuestras vidas.
35
 DC - ARTÍCULO
Batman Vol. II Núm. 8
JUAN IGLESIA GUTIéRREZ (@Juan_Iglesia)
No voy a hablar exactamente de mi primer
cómic de Batman, sino de uno que resultó de-
cisivo para engancharme al Caballero Oscuro.
Fue el cómic oportuno en el momento opor-
tuno: el verano de 1989. En ese verano una gi-
gantesca ola se aproximaba por el Atlántico.
Era la batmanía. Aunque en estos tiempos nos
parezca inconcebible entonces las películas de
Estados Unidos tardaban meses en llegar a Es-
paña. Batman se estrenó el 4 de julio y no llegó
a nuestros cines hasta el 29 de septiembre.
Sin autopistas de la información, sin redes so-
ciales, con apenas una página de correo de los
lectores como fuente de sabiduría y documen-
tación había pocas maneras de enterarse si
quiera de la existencia de la película. Yo me en-
teré por un número de la revista dominical de
El País cuya portada era una fotaza increíble de
Jack Nicholson como el Joker. Una película de
Batman. Es difícil imaginar hoy, con media do-
cena de pelis de superhéroes al año, lo que eso
suponía entonces.
Así que todo un verano esperando, deseando,
saboreando cada novedad, cada adquisición. La
camiseta, la adaptación en cómic, el álbum de
cromos… ¡hasta posavasos!
Al menos un par de cómics de Batman ya ha-
bían pasado por mis manos en ese momento.
El nº 1 del volumen 1 de Zinco, el primer tebeo
de Batman que me compraron en mi vida. El
otro es un vago y borroso recuerdo que creo
que era el cuarto álbum del Batman de Bru-
guera. Sin embargo, el verano de 1989 sólo
hubo un cómic de Batman para mí: el nº 8 del
volumen 2 de Zinco. No recuerdo como lo ad-
quirí ni cuándo. Creo que ya lo tenía de antes.
Su fecha de publicación era de abril de 1988.
Puede que no fuera mío sino de mi amigo co-
miquero del cole. Sólo sé que ese verano se
convirtió en un tesoro. Lo tenía todo: Batman,
Robin, El Joker, Catwoman, fichas, un dibujo
espectacular. Poco importaba entonces saber
quién era Alan Davis, sólo había que disfrutar
36
de su Batman ex-
presivo, fibroso,
brutal; de ese Joker
imposible, con esos
labios rubí, que en
una viñeta parecía
una caricatura y en
otra daba miedo; o
de una Catwoman
con auténtica mi-
rada felina. La histo-
ria, sin ser nada del
otro mundo, conte-
nía los suficientes momentos álgidos y alicien-
tes como para engancharte: la imposible
pareja Batman-Catwoman, la identidad de Bat-
man en juego, la brutal paliza del final o las
motivaciones del Joker (primera lección sobre
la psique del Payaso del Crimen: “¡No quiero
matar a Batman! ¡Disfruto más con nuestros
enfrentamientos que con su simple muerte!”).
El cómic pasó por las manos de unos recientes
colegas comiqueros del barrio. A través de sus
páginas compartimos todo el verano y toda la
espera del estreno. Era un aperitivo inmejora-
ble para alimentar nuestro “hype” antes incluso
de que existiera de ese concepto. La informa-
ción que nos aportaban las fichas nos ponía al
corriente de todo lo necesario para afrontar la
peli como auténticos expertos en la vida y mi-
lagros de Batman y el Joker y escudriñar con
severos ojos de censor cada desviación del
canon tebeístico (y no fueron pocas). Ese cómic
y la película contribuyeron a afianzar una amis-
tad que todavía dura.
Así, mientras lo leíamos decenas de veces, nos
aprendíamos de memoria las fichas y copiába-
mos cada viñeta, el verano acabó, la película
llegó y ya quedamos atrapados bajo el manto
del Hombre Murciélago para siempre. El tebeo,
por cierto, acabó destrozado.

Batman: Bajo la Capucha
CRISTIAN MIGUEL SEPúLvEDA
Es ciertamente complicado afrontar este artí-
culo, puesto que no soy precisamente una per-
sona con la mejor memoria posible. No, no
recuerdo cuál fue el primer cómic de Batman.
De hecho, empecé a leer cómic americano, y
en concreto superhéroes de forma tardía,
cuando tenía unos 19 años aproximadamente.
Y no empecé precisamente por los clásicos, por
las obras maestras de Frank Miller o Jeph
Loeb, eso sí que lo recuerdo, porque cuando
las descubrí, ya con el tiempo, me quedé ab-
solutamente anonadado.
El caso es que, en mi primer picoteo con los su-
perhéroes, al ser absolutamente profano en
ellos, no me atrevía a dejarme un dinero im-
portante en un tomo, y una grapa me parecía
un aperitivo muy fugaz, por lo que le pedí a un
amigo de la universidad, el cual sabía que era
un aficionado a los cómics, que me dejara al-
gunos de ellos. Por mi afición a las películas de
Batman, tanto a las de Tim Burton como las
de Christopher Nolan, me dejó algunos có-
mics de Batman, de los cuáles no solo no re-
cuerdo exactamente cuál leí primero, sino que
solo uno de ellos se ha quedado grabado en mi
memoria, y que es del que hoy voy a hablar:
Bajo la Capucha.
DC - ARTÍCULO
Por aquel entonces,
yo no distinguía
entre los distintos
Robin, aunque sabía
quién era el perso-
naje evidentemente
por las adaptaciones
al cine, no sabía que
había diferentes
personas que habían
tomado el manto del
personaje. Para mí,
simplemente Robin
había traicionado a Batman, y había intentado
asesinarle, debido a una venganza personal en
una historia que no conocía, como es el asesi-
nato de Todd a manos del Joker. Posterior-
mente, con la edición de ECC Ediciones,
mucho más completa que aquel tomo en rús-
tica creo recordar de Planeta Cómic, así como
la lectura del clásico Una muerte en la familia,
lo entiendes todo a la perfección. Recuerdo
perfectamente esa brutal lucha bajo la lluvia
entre Capucha Roja y Batman, y la posterior
revelación de la identidad del primero como el
compañero de fatigas de Bruce Wayne, mo-
mento en el que me quedé irremediablemente
enganchado a este universo. Es curioso cómo
sin conocer quién era Jason Todd ni lo que le
había ocurrido, sin saber prácticamente nada,
Judd Winick consiguió transmitirme ese to-
rrente de emociones impactantes, lo cual deja
claro el enorme mérito de la historia que cons-
truyó. Por no hablar del estupendo dibujo de
Doug Mahnke, sin el cual las sensaciones de
ese primer número no habrían sido las mismas,
así como las elegantes portadas de Matt Wag-
ner, que tampoco pueden olvidarse. Aún hoy
en día, tras las lecturas de muchas más histo-
rias, obras maestras reconocidas incluidas, me
parece una de las mejores historias de Batman
que he leído jamás, y sin duda una de mis fa-
voritas, y que quizás por desgracia no ha tenido
tanto reconocimiento como el que se merece-
ría.
37
 DC - ARTÍCULO
Batman Vol. II Núm. 58 a 62
MIGUEL áNGEL CRESPO (@Okubo_ON)
Acababa de empezar la década de los noventa
y yo era un introvertido niño de primaria que
había encontrado en los cómics un estupendo
terreno en el que cultivar su imaginación. En
esa época el patio del colegio era un lugar hos-
til, en especial para los que preferíamos la lec-
tura al balón de fútbol. Por suerte, los cómics
también eran un buen motivo para socializar y
a su alrededor se había montado una pequeña
comunidad en la que compartir hallazgos y re-
alizar intercambios de material. Mi grupo era
pequeño, pero todos sus miembros tenían en
común su pasión por las viñetas. Vivíamos en
un pueblo en el que el acceso a los cómics no
era fácil, así que nada nos revolucionaba más
que el descubrimiento de un quiosco repleto de
viejos tebeos amarillentos. Resulta que uno de
los amigos de la pandilla y yo habíamos encon-
trado un sitio nuevo en una plaza apartada y
nos disponíamos a descubrir qué maravillas es-
condía. En ese momento la Editorial Zinco es-
taba saldando muchas de sus publicaciones de
la línea DC Comics, por lo que por poco dinero
se podían conseguir muchos números de per-
sonajes extraños sobre los que no teníamos ni
la más remota idea por aquel entonces. En
efecto, en aquel sitio nos encontramos dos
tomos de Batman a un precio de risa.
Creo que ya lo conocía por la película de Tim
Burton, pero mi concepción del personaje en
aquel momento era muy difusa. Después de
todo, el Joker de Jack Nickolson me daba
tanto miedo entonces que aún tardaría unos
años en poder verla entera. En el tomo que
tenía en mis manos el Hombre Murciélago pa-
recía un personaje distinto al que yo tenía en
mente. Su traje no era negro, sino gris y azul.
Su capa era enorme y parecía tener vida propia
cuando el viento la agitaba a su alrededor. El
de la película no parecía un superhéroe como
los que a mí me gustaban, pero éste sí. En sus
páginas también aparecía una mujer vestida de
gato, pero su traje gris me parecía muy abu-
38
rrido. Era mucho
más interesante el
chaval vestido de
verde, rojo y amari-
llo que aparecía al
final. No tenía ni
idea de que Batman
tuviese un ayudante
y mucho menos uno
con un traje tan
chulo. Obviamente,
en mi mentalidad
infantil cuanto más
colorido fuese el traje más atractivo me pare-
cía. Por último, lo más importante era que en
esos cómics no había ni rastro de payasos ma-
cabros. Eso estaba bien.
Yo pagué un tomo y mi amigo el otro. Nos los
íbamos a intercambiar más tarde, así que cada
uno compró el primero que había cogido sin
pensarlo mucho. Más tarde, ya en casa, em-
pecé a leer mi nueva adquisición… y acabé un
poco decepcionado. Batman no hacía gran cosa
en aquellas historias. ¿Dónde estaban las pe-
leas? Aquel era un tomo retapado que recogía
unos cuantos números de la colección de Edi-
ciones Zinco con escasa conexión entre sí.
Los dos primeros narraban una historia en la
que Catwoman robaba una joya con forma de
gato a un mafioso. Resulta que la mujer del
disfraz gris era un personaje más interesante
de lo que yo creía, pero ni siquiera llegaba a
cruzarse con Batman. Y el héroe no impedía el
robo, ¡qué mal! En el siguiente número un cri-
minal de poca monta utilizaba una especie de
hierba mágica para enloquecer a la gente y
hacer que se repitiesen crímenes pasados.
¡Hierba mágica! ¡Maldecida por una bruja!
Aquello me dejó muy confuso. Pensaba que
Batman luchaba contra supervillanos disfraza-
dos que robaban objetos extraños, no contra
misterios sobrenaturales. Mi confusión au-
mentó con la historia que había a continuación,

en la que el justiciero protegía a un asesino a
sueldo perseguido por la mafia, que pretendía
silenciarle para siempre. ¡¿Qué tipo de super-
héroe ayudaba a uno de los malos?! En el úl-
timo número descubrí que el Hombre
Murciélago estaba entrenando a un joven lla-
mado Tim Drake, que respondía al nombre có-
digo de Robin, pero en ese cómic no había
villanos ni peleas y se me hizo aburrido. Esta-
ban todo el rato hablando entre ellos. ¿Y quién
era ese Jason Todd que mencionaban? ¿Qué
había pasado con él?
Algún tiempo después, intercambié el tomo con
el de mi amigo y descubrí con gran frustración
que el suyo era mucho mejor. En el suyo sí que
había un supervillano como marcaban los cá-
nones: un tipo que se hacía llamar El Ventrílo-
cuo que llevaba un muñeco con una
ametralladora. ¡Una ametralladora de verdad!
Batman luchaba contra él y contra sus mato-
nes, lo cual era el tipo de cosas que por aquel
entonces yo esperaba ver en un cómic de su-
perhéroes. Durante algún tiempo le guardé
cierta envidia infantil a mi amigo por haberse
llevado el mejor cómic del quiosco, pero eso
fue porque no tenía ni idea de lo que había
comprado yo.
No sabía que había leído historias firmadas por
autores de la talla de Alan Grant, Norm Brey-
Batman: La Broma Asesina
RAúL LóPEZ (@raullopez_zn)
Tenía poco más de nueve años cuando cayó en
mis manos el cómic Batman: La broma ase-
sina, por aquel entonces era un devorador de
Don Miki y cualquier cómic de Bruguera aunque
mi favorito era Superlópez. Aún no habían es-
trenado en España la película de Batman con
Michael Keaton y Jack Nicholson con lo que
mi conocimiento del personaje era mínimo, y
aún menos de la figura del Joker, la relevancia
de alguien como el Comisario Gordon o la rela-
ción entre Batman y Bárbara la hija del comi-
sario.
DC - ARTÍCULO
fogle y Jim Aparo y, sobre todo, no tenía ni
idea de que Batman era mucho más que un
simple vigilante con capa que zurraba a mato-
nes e impedía robos extravagantes. El Hombre
Murciélago podía tener dilemas morales, ena-
morarse de una villana, ejercer el rol de mentor
(¡e incluso de padre!), combatir contra seres
mágicos, investigar casos sobrenaturales o in-
cluso viajar al espacio exterior. Y sí, también
enfrentarse a payasos macabros. Batman podía
hacer cualquier cosa y podía ser cualquier cosa
que los guionistas y dibujantes pudiesen ima-
ginar, aunque por entonces yo aún no lo sabía.
Por suerte, durante los años posteriores tuve la
oportunidad de seguir descubriendo a este per-
sonaje y a todos los que había a su alrededor.
Siguientes lecturas me hicieron apreciar a Cat-
woman, me desvelaron quién era ese descono-
cido Jason Todd y me llevaron a admirar con
fervor a Tim Drake. En cuanto al propio Bat-
man, aún tengo la sensación de que no he ter-
minado de descubrirlo del todo. De vez en
cuando aparece algún autor con una refres-
cante y original reinterpretación que me trae a
la memoria la sensación de leer aquellos nú-
meros del tomo retapado que compré con mi
amigo: la sensación de estar descubriendo algo
nuevo y extraño que no acabas de entender del
todo y que abre todo un nuevo universo de po-
sibilidades a descubrir.
No me avergüenza
reconocer que no
estaba preparado
para su lectura, de
hecho, fue mi pri-
mera incursión en el
género superheroico
con lo que bauti-
zarse con una obra
maestra como esta y
un guion complejo
aunque excepcional
39
 DC - ARTÍCULO
de Alan Moore no es una forma fácil de intro- dad y salvar al Comisario de las garras del
ducirse en el Universo DC. Con todo me dejó Joker.
fascinado, aunque ni sabía de desarrollo de
personalidades, ni de referencias anteriores, ni
La broma asesina cambió la concepción que
mucho menos de narrativa gráfica. Era senci-
tenía del cómic, algo similar a lo que sucedió
llamente una aventura soberbia en la que un
en el género cuando a principios de los ochenta
villano muy muy malo cruzaba la barrera que
la industria dio un giro de 180º con obras como
separa el cómic infantil del adulto, disparando
El Regreso del Caballero Oscuro o Watchmen,
a una de las protagonistas de la historia, un
con su lectura cambiaron mis hábitos de com-
disparo muy real y certero con unas conse-
pra y fue el germen para convertirme en el lec-
cuencias para la pobre chica que obviamente
tor que soy hoy en día. Una obra maestra con
no llegué a vislumbrar hasta años más tarde.
letras mayúsculas que aunque han pasado
Un comisario con una personalidad inquebran-
treinta años desde su publicación, como el
table al que el Joker le lleva hasta el filo del
buen vino, mejora con el paso de los años y
abismo, en su caso no es un dolor físico el que
que quizás por su corta extensión aprovecho
ha de sufrir, ni siquiera las vejaciones a las que
para releer cada pocos meses y descubrir nue-
se ve sometido, lo suyo es un bloqueo emocio-
vos matices en ella. Esta es la historia prota-
nal tras ver el daño que su hija ha recibido y
gonizada por Batman que más veces he
que en buena medida él es culpable de ello por
releído, será por algo.
no haberle metido una bala entre ceja y ceja
las muchas veces en que anteriormente lo han
detenido. Y claro está, ese héroe, Batman, im- Dedicado con todo el cariño a Alan Moore y
ponente, sobrio, inquebrantable quien tendrá Brian Bolland, gracias infinitas por cambiar mi
que ejercer de lo que es, el vigilante de la ciu- forma de ver los cómics.

Batman Vol.1. Núm. 8

LUÍS JAvIER CAPOTE PéREZ (@lcapote1973)

Cuando me puse a hacer memoria sobre el pri- ción de un cómic, de

mer cómic del Caballero Oscuro que había leído uno de los sitios por
acabé recordando, no solamente el cómic en los que tenía que
cuestión, sino las circunstancias que rodearon pasar. La posibili-
su adquisición y lectura. dad, la mera idea de
hacer una colección
se antojaba un poco
A mediados de los ochenta, yo era un chico que
complicada, aunque
terminaba lo que en aquellos tiempos se lla-
es menester reco-
maba EGB –Educación General Básica-. Vivía
nocer que las cabe-
en La Palma, una isla periférica en el archipié-
ceras de Bruguera
lago canario donde se pesaban las circunstan-
llegaban con regula-
cias y costes de la doble insularidad. Así pues,
ridad. Forum y
no es extraño que el primer tebeo de Batman
Zinco se asomaban tímidamente aquí y allá, en
que me eché a la cara como lector estuviera fe-
quioscos, librerías, papelerías y tiendas de todo
chado en septiembre de 1984, pese a haber
un poco. En una de ellas había varios tebeos
sido comprado en febrero de 1985 -¿o quizá,
protagonizados por los personajes de DC Co-
1986?-. En la negociación habitual entre pa-
mics y, después de pensarlo un buen rato, me
dres e hijos, mi contrapartida por hacer unos
decidí por Batman. Acostumbrado al Superman
recados un sábado por la tarde era la adquisi-
y al Spider-Man en versión Bruguera, aposté

40
 DC - ARTÍCULO
por ver en acción a este personaje cuya publi- diez años en comprar otro tebeo protagonizado
cidad había visto y del que solo sabía que era por él.
aliado del Hombre de Acero. Se trataba de la
octava entrega del primer volumen de Edicio-
Después de escribir estas líneas, he vuelto a
nes Zinco dedicado al personaje.
aquella tarde-noche de sábado de 1986 -¿o era
1985?-; al antiguo piso familiar, al sillón de la
El número trae una historia autoconclusiva y la sala en el que me senté para leer, a aquel úl-
entrega correspondiente a una saga que venía timo año de colegio, a aquel mes de febrero
desarrollándose y cuyo desenlace –como era donde rondaba por todas partes el ruido de
habitual en aquellos tiempos- permanecería –y carnavaleo. El hecho de que las fechas estén
permanece- en la incógnita. En el primer re- tan claras en unos detalles y tan oscuras en
lato, Batman se enfrentaba a la amenaza de un otros, me hace consciente del hecho de que
zepelín, de la mano de un tipo frustrado por el han pasado más de treinta años y que sonría
hecho de que el desastre del Hindenburg hu- con nostalgia al recordar ese momento mágico
biera malogrado el desarrollo de este medio de del primer tebeo y, al mismo tiempo, recuerde
transporte aéreo. La justificación del progenitor con cariño a quienes estaban entonces y, du-
que dio su vida por un sueño y sus fútiles in- rante un tiempo, me acompañaron en un ca-
tentos de llevarlo a cabo aparecía como motor mino vital donde, afortunadamente, nunca han
del villano que, al final de la historia, quedaba faltado los tebeos.
neutralizado. Un propuesta arquetípica y tópica
donde el detective no demostraba salirse
P. S. Hasta ayer, no me enteré de que los au-
mucho del guion general del “empijamado”. Sin
tores de la primera historia eran Gerry Con-
embargo, la segunda era harina de otro costal:
way y Paul Kupperberg. El editor, el
Batman intentaba desentrañar el misterio de
recientemente fallecido Len Wein. De la se-
una amenaza que ponía en peligro a muchísima
gunda, aún no he hallado referencias.
gente, mientras interrogaba –muy expeditiva-
mente- a una especie de profeta con un sospe-
choso parecido a Jesucristo. El capítulo en
cuestión, presentaba al que, desde ese mo-
mento y para mí, sería el villano definitivo de
la franquicia: Ra’s al Ghul. Por supuesto, tam-
bién aparecía su hija Talia y descubría que a
Batman uno y otra le llamaban respectiva-
mente «detective» y «amado». También veía a
Robin –probablemente, Jason Todd- ser captu-
rado por el adversario de su mentor y la histo-
ria quedaba colgada. El hecho de que el relato
terminaba allí me fastidió y, por un tiempo,
preferí la primera parte del tebeo, por su ca-
rácter autoconclusivo. Sin embargo, con los
años he aprendido a apreciar el segundo: al
niño de trece años le sorprendió que un super-
héroe pudiera propinar una trompada a un es-
birro de su oponente –cuando este último es
incapaz de evitar que el detective deduzca la
estrategia de su amo-. El nombre de la cabeza
del demonio era evocador y fascinante y, desde
entonces, Batman pasó a ser uno de mis per-
sonajes preferidos… aunque tardaría al menos

41
 DC - ARTÍCULO
Batman: Año Uno
vÍCTOR JOSé RODRIGUEZ

Reconozco que empecé a leer comics de Bat- peando un tronco

man tarde, con unos veinte años. Hasta enton- hasta partirlo, es
ces me habían interesado muchos otros una imagen que
personajes. A Batman lo tenía controlado con siempre me fascina.
las películas de Tim Burton y Joel Schuma- Y también su expli-
cher, la serie animada de Bruce Timm y, cación de cómo
cómo no, la de Adam West. Lo poco que había ataca a sus rivales,
leído de Batman en cómics eran apariciones emitiendo sonidos
suyas en JLA y en la serie Superman/Batman, de bestias para
con ese primer arco argumental titulado Ene- asustarlos. Bueno,
migos Públicos, que me encantó. Y resulta que su interrupción en la
antes de leer esta obra, había leído La Broma cena de los mafio-
Asesina, obra que no considero que tenga a sos… es una imagen
Batman como protagonista. No me había cen- tremenda.
trado en sus cómics en solitario hasta que un
amigo me prestó el tomo de Batman: Año Uno
Para mí, Batman: Año Uno es el auténtico ori-
publicado por Norma Editorial. Fue una au-
gen del personaje. Habrá otras interpretacio-
téntica experiencia. Recuerdo que me impactó
nes, pero ninguna puede superar la oscuridad,
la oscuridad de la decadente y corrupta Got-
la fuerza, el impacto y la calidad de esta pe-
ham, una ciudad que siempre la relacioné con
queña obra (por su extensión) de Frank Miller
una noche constante por la negrura de las pe-
y David Mazzucchelli. Me quedé con las
lículas. También me sorprendió la presentación
ganas de que hubiera un Año Dos, Tres, Cua-
de Bruce Wayne, como nunca lo había visto re-
tro… pero ahora mismo creo que es un relato
tratado hasta entonces. Su entrenamiento, gol-
perfecto tal como es. Un año inolvidable.

Las mejores historias de Batman: Caballeros de la Bellaquería

GIOvANNI CASELLA

Corrían los primeros años de la década de los eran ni más ni

90 y en mis manos cayó un tomo recopilatorio menos que el Joker
de Ediciones Zinco titulado: Las mejores his- y el Pingüino. Esta
torias de Batman jamás contadas. De entre especie de team-up
todos los números que incluía, me causó espe- forzado y forzoso
cial impacto la historia publicada en Batman tenía como protago-
#25. El título de esa historia era ya de por sí nistas a los dos
una genialidad y una declaración de intencio- malos de las pelícu-
nes: Caballeros de la bellaquería. las de Batman y
Batman Returns en
una sola historia. De
Ese cómic en el momento que lo leí tenía algo
este modo, y aun-
especial, y es que reunía a dos de los más
que el cómic se pu-
grandes e icónicos villanos de Batman que se
blicó en 1940, en la época en que lo leí me
ponían de acuerdo para luchar juntos contra un
pareció el equipo ideal para derrotar a Batman.
mal común, el propio Batman. Estos villanos no

42

Y ésta es una de las grandezas de Batman y de
por qué ha perdurado tanto en el tiempo: su
galería de villanos. Una galería que destaca
tanto en calidad como en cantidad. En esta his-
toria, Batman no es más que un mero secun-
dario, siendo la malvada pareja la auténtica
protagonista de la obra.
El cómic es ágil, ameno, y tiene las ideas muy
claras. Uno como lector sabe que la alianza for-
mada por estos dos tipos que están al margen
La caída del Murciélago
RUBéN MERINO (@TheBtm_90)
Como algunos de mis compañeros, es compli-
cado recordar exactamente el primer cómic del
Hombre Murciélago que cayó en mis manos. El
hecho de haber nacido en 1990 marcó inevita-
blemente mi relación con el mundo de los su-
perhéroes a la enorme fama que cosechó
Batman con las dos películas de Tim Burton y
yo crecí completamente enganchado a la exce-
lente serie animada de Bruce Timm y Eric
Radomski, con La Máscara del Fantasma
como mi película de visionado obligatorio casi
cada día y las melodías de Danny Elfman ha-
ciéndose ya inseparables ante la mera mención
de algo relacionado con el alter ego de Bruce
Wayne. En esos primeros años leía algún nú-
mero suelto de Ediciones Zinco, pero el primer
recuerdo del Caballero Oscuro que poseo está
mucho más relacionado con esa versión ani-
mada y algo más infantil.
Ya en plena pre-adolescencia comencé a inte-
resarme mucho más por la figura de Batman
dentro del mundo del cómic y a buscar alguna
historia que dejase de lado ese tono más ligero
y excéntrico para volverse algo más maduro y
oscuro. Buscando información sobre alguna no-
vela gráfica surgieron los nombres típicos: La
broma asesina, Batman: Año Uno, El Largo Ha-
lloween… Clásicos que todo aquel que co-
mienza a leer al personaje no puede ni debe
saltarse. Sin embargo, siempre había dos obras
que me llamaban poderosamente la atención y
DC - ARTÍCULO
de la ley no va a ir a buen puerto, pero la pro-
puesta es francamente atractiva. Ese duelo de
egos constante será su perdición.
Para finalizar, querría indicar que una de los
elementos que más me gustaron de la historia
es que tiene una estructura circular porque
acaba en el mismo punto donde empieza. Y no
lo olviden, tanto el Joker como el Pingüino son
unos auténticos caballeros. A su manera, claro.
despertaban en mi
mente de inexperto
lector un deseo es-
pecial: Una muerte
en la familia y,
sobre todo, La caída
del murciélago. De-
bido a mi escaso ba-
gaje en el mundo de
los superhéroes, me
fascinaba saber que
existían historias en
las que el bueno no
siempre gana, ni es capaz de evitar el daño
sobre sus compañeros ni sobre sí mismo. El
aura y el mito de invencibilidad que rodeaba,
para mí, al Caballero Oscuro saltó en mil peda-
zos la primera vez que supe que había un ene-
migo capaz de quebrarle, literalmente.
Busqué en las bibliotecas de mi zona alguna
manera de leer una historia que resultaba tan
digna de ser devorada y tuve la oportunidad de
disfrutar de la edición de Zinco que dividía la
historia en varios volúmenes y lo que encontré
fue mucho más de lo que esperaba. Era de las
primeras veces que me enfrentaba a un cómic,
algo para mi lleno de color y divertido o heroico
hasta ese momento, como una tragedia. Es-
taba viendo como mi gran héroe de la infancia
veía sus días más negros, como poco a poco se
apagaba, y pese a que intentaba asirse con
43
 DC - ARTÍCULO
todas sus fuerzas y tenacidad a la vida, final- nuevo protagonista y el retorno de mi Batman,
mente era destrozado por un enemigo a todas en unos capítulos de superación humana y per-
luces superior, no solo físicamente, sino tam- sonal que volvían a poner al personaje en el
bién en el plano psicológico. La presencia de pedestal que siempre le había reservado.
Bane era mucho más poderosa que la del resto
de villanos que acostumbraba a conocer (con
Con el paso de los años coincido con muchos
la obvia salvedad del Joker) y la épica y el gran
en que no es ni de lejos la mejor historia de
uso que Alan Grant, Chuck Dixon y compa-
Batman, ni en el apartado de guión, ni en el
ñía hacían de los secundarios, aliados y enemi-
apartado artístico. Pero La caída del murciélago
gos del murciélago, me tenía sobrepasado. No
siempre tendrá para mí un sentido especial, por
quedaría ahí la cosa, pues después de los dos
ser la primera vez que vi al ídolo caer, por ese
arcos iniciales de la historia, veía con incredu-
caos y épica que está presente en toda la his-
lidad como no solo Batman era un hombre de
toria, por algunas de las escenas más icónicas
carne y hueso que podía verse superado, sino
del mundo del cómic que nos regalan Bane y
que fui testigo por primera vez de cómo la ca-
Bats y por ser una manera perfecta de plasmar
pucha pasaba a otras manos. Con la aparición
en un medio como el cómic la caída y resurrec-
de la figura fascinante de Azrael, que con su di-
ción de un mito gracias a la superación del hu-
seño y su modo de actuar me ganaba total-
mano que se esfuerza día a día por mantenerlo
mente, haciendo cosas que Wayne jamás haría,
vivo. Una historia emblemática del murciélago
pero a la vez dejando la sensación de que una
y uno de los grandes momentos que todo el
situación así, tan dura y visceral, era insoste-
mundo recuerda de sus historias.
nible hasta el punto de la pérdida del norte del

Batman: El Largo Halloween

JORDI T. PARDO (@amodelosmythos)

Mi relación con Batman fue algo tardía, en que envidiar a las

parte porque mi contacto con el Universo DC grandes historias
partió desde la “periferia”. No recuerdo exac- del Caballero Os-
tamente cuál fue la primera vez que me encon- curo.
tré al personaje en las páginas de un cómic,
pero posiblemente fuese en su aparición en los
Lo primero que me
números de La Cosa del Pantano de la etapa de
llamó la atención de
Alan Moore. Luego me acerqué a los grandes
El Largo Halloween
clásicos “millerianos”: Batman: Año Uno y El
era, por supuesto,
Regreso del Caballero Oscuro. El segundo lo
el dibujo de Tim
devoré en la biblioteca de mi facultad junto a
Sale. Era total-
algunos tomos de The Sandman que estaban
mente diferente a
en la sección de historia del arte. Es allí dónde
todo lo que había
nació mi verdadera pasión por los cómics,
podido catar hasta ese momento. Era fresco,
dónde descubrí que había mundo más allá de
intenso, artístico y espectacular en todas sus
Mortadelo y Filemón. Pero mi verdadero amor
dimensiones. Tanto Batman como todo su uni-
por Batman viene de un cómic que me prestó
verso, y especialmente sus villanos, eran total-
un amigo, furibundo coleccionista de Iron Man
mente reconocibles, con un aire clásico que no
y Hellblazer (siempre me llamó la atención ese
pasaba desapercibido, pero al mismo tiempo
interés por dos personajes tan dispares). Ese
funcionaba como una reinterpretación de lo
cómic fue El Largo Halloween de Jeph Loeb y
más sugerente. A día de hoy, el Batman de Tim
Tim Sale, una obra maestra que nada tiene
Sale me sigue pareciendo una de las versiones

44

más icónicas del personaje. Tiempo después,
ya más curtido en lecturas, me percaté del gran
narrador que resulta ser este autor, de una ma-
nera tan sutil como puede serlo un maestro. La
historia me atrapó, era una introducción al uni-
verso de Batman, pero muy bien planteada y
en base a un misterio que lograba mantener la
intriga hasta la última página. Pasaban muchas
cosas en cada número y no había momento en
que pareciese bajar el ritmo. El guion estaba
claramente al servicio del dibujo.
Después de leer El Largo Halloween me inte-
rese por los otros trabajos que Jeph Loeb y
Tim Sale habían realizado juntos, disfrutando
de Victoria Oscura –aunque en menor grado,
todo hay que decirlo- , los especiales de Haun-
Clásicos del Cómic: Batman
PEDRO PASCUAL PAREDES
Si tuviese que elegir el primer cómic de Bat-
man que leí, tendría que remontarme a mi
edad infantil de los años 80, donde mis padres
traían junto a los “mortadelos” y los “zipi zape”,
tebeos de Batman, Superman y La Masa. Pero,
desgraciadamente, no tengo recuerdo de cua-
les podían ser. Más adelante, ya en mi tem-
prana adolescencia, tengo consciencia de leer
historias protagonizadas por el muñeco Scar-
face, que disfrute, pero, por no sé qué razón,
al poco tiempo me alejé del mundo de los su-
perhéroes – aunque ya en el siglo XXI devore
los tomos de Planeta Cómic del Detective Co-
mics de Norm Breyfogle.
De lo que si tengo absoluta memoria, es que el
cómic de Batman que me hizo regresar al
mundo del Cruzado de la Capa, fue un tomo
promocional que te regalaban comprando el
diario AS. 200 páginas que contenían 8 histo-
rias de diferentes épocas del Caballero Oscuro.
Ya con 26 años, vi con otros ojos los dos pri-
meros cómics de la Edad de Oro; la primera
aparición del Joker contenida en Batman#1 o
El Peligro ataca tres veces de Don Cameron y
DC - ARTÍCULO
ted Knight, Superman: Para todas las estacio-
nes y sus trabajos en Marvel Comics, las im-
prescindibles Daredevil: Yellow y Spider-Man:
Blue. Muchas de ellas obras de una calidad in-
cuestionable que me sirvieron para adentrarme
a un nivel más intimo en los respectivos uni-
versos de DC y Marvel. No obstante, con el
paso del tiempo he sido consciente que fue el
trazo de Tim Sale el que obró el milagro. Sin
quitarle méritos al trabajo de Jeph Loeb, ha
sido siempre su compañero la estrella de estas
colaboraciones. En mi caso, este autor logró
que mi imagen de Batman fuese irremediable-
mente ligada a su interpretación del personaje,
muy por encima de la de cualquier otro autor
que me pueda venir a la mente.
Dick Sprang pre-
sente en Detective
Comics #86. A con-
tinuación disfrute
con una sonrisa en
la boca, la historia
de finales de la Edad
de Plata, El debut
millonario de Batgirl,
de Gardner Fox y
Carmine Infantino
correspondiente al
Detective Comic
#359. Con las dos aventuras de los años se-
tenta dibujadas por Neal Adams que venían a
continuación, fue cuando redescubrí, que Bat-
man no era solo un divertimento infantil y ju-
venil, y como ejemplo Han disparado al
Senador de Bob Haney, coprotagonizado por
Green Arrow en The Brave and the Bold #85, y
la mítica La Hija del diablo de Dennis O´neil
de Batman#232, con la aparición de Ra’s Al
Ghul y su hija Talia.
Tras ello, ya estaba preparado para caer ren-
dido ante lo más actual de Batman, aunque el
45
 DC - ARTÍCULO
número de Sombras del Pasado de Ed Bruba-
ker y Scott McDaniel en Batman#595 tam-
bién me hizo sentir algo perdido al desconocer
la situación vivida en esos momentos por Bruce
Wayne. ¿Quién era esa Sasha? Pero su referen-
cia al pasado, y su categoría de número auto-
conclusivo, consiguió que mi enamoramiento
continuase y explotase con el one-shot titulado
Scottish Connection.
Vista hoy, la historia de Alan Grant es correcta
y poco más, pero en su momento, me entu-
siasmó aquella aventura fuera de Gotham, con
presencia de misterios templarios; aunque tal
vez, pueda ser que mi emoción viniese por el
impresionante dibujo, de un autor que se con-
Especial Millenium Núm. 2
GUSTAvO HIGUERO (@VIACRUCIX)
Es curioso que mi primer cómic de Batman sea
uno que en principio carece de cualquier tipo
de interés especial. Su relevancia estriba en
formar parte de los cruces que se producían en
esos lejanos meses de 1988 en los que el Uni-
verso DC estaba inmerso en su nuevo crosso-
ver editorial: Millenium. En un primer momento
pensé que había sido la edición de Zinco de La
Broma Asesina, pero tras cotejar las fechas es-
taba claro que mi primera toma de contacto de
verdad con el Hombre Murciélago se había pro-
ducido en la serie que fue el principio de toda
una afición.
La historia se centra en desarrollar lo planteado
en la serie central de Millenium, revelando que
el Comisario Gordon es un Manhunter que no
duda en agredir a Batman con tal de lograr su
objetivo: eliminar al Hombre Florónico. Jim
Starlin y Jim Aparo, son los dos Jim que fue-
ron capaces de fascinar la imaginación de un
muchacho de 13 años que se estaba subiendo
a un tren en marcha, aprendiendo a golpe de
correo y de preguntar a otros amigos con
mayor recorrido tebeístico, quien era ese vi-
llano denominado Espantapájaros. Lo relevante
de esta historia no es su calidad, sino su efec-
46
vertiría en uno de mis preferidos, Frank Qui-
tely. Eduardo Risso puso la guinda al pastel
en Gotham Knights #08 escrito por Brian Az-
zarello, para que un servidor ya no dejase al
Caballero Oscuro durante la siguiente década.
Cómo curiosidad, reseñar, que con la intención
de conocer a que cómics correspondían estos
tebeos recopilados en una rústica de pequeño
tamaño (del tipo Clásicos DC de Planeta
Cómic), el buscador Altavista me mostró un
enlace que me dirigía directamente a la página
de Zona Negativa. Así, que al mismo tiempo
que redescubrí Batman, también descubrí un
portal que me informaba sobre ello.
tividad a la hora de
atraparme de lleno
y querer seguir sa-
biendo más de ese
tipo con traje de
murciélago que pa-
recía estar obsesio-
nado con parar el
crimen de su ciu-
dad. Batman se
sentía profunda-
mente traicionado
por Gordon, pues al
principio no era
consciente de que era en realidad un robot,
sino que piensa que su amigo, el hombre en
quien confiaría su vida, lo ha traicionado de la
peor forma posible. El dibujo de Aparo me
gustó especialmente por su puesta en escena,
su dinamismo y su tono clásico, aunque por
aquel entonces no era consciente de eso, ni de
nada pues eran tiempos donde las historias se
medían por otros parámetros.
La portada me encantó, las figuras de Robin y
Batman cayendo hacia la nada, en un vórtice
rosa de rayos rectos, que poco o nada tenía

que ver con la historia que encerraba en su in-
terior el cómic, pero que cumplía con el obje-
tivo de resultar atractiva para el posible
comprador. Millenium fue mi primera serie y fue
la que me permitió conocer a una enorme can-
tidad de personajes, entre ellos Batman, del
que ya había oído algo, pues su existencia no
puede pasar desapercibida para nadie y menos
para un chaval de mi edad en aquel ya lejano
1988.
Batman: El Regreso del Caballero Oscuro
ALEJANDRO GARCÍA (@Agarcues)
Batman: El Regreso del Caballero Oscuro
– Alejandro García
Tuve la suerte de conocer a Batman, como
cualquier otro niño de finales de siglo, a través
de lo audiovisual. Las emisiones de Batman:
The Animated Series de los geniales Bruce
Timm y Eric Radomski y sus continuadoras
The New Batman Adventures, con la que llegó
Paul Dini, y Batman Beyond, a la que acabaría
por sumarse Alan Burnett, fueron una intro-
ducción perfecta al mundo del murciélago para
un niño como yo que esperaba con ansias la
programación infantil de cada fin de semana.
La experiencia se cumplimentaba con lo cine-
matográfico, a través de los constantes pases
televisivos de las películas de Tim Burton y de
Joel Schumacher. En mi defensa diré que
siempre preferí las de Burton y que, aún
siendo niño, la escena de George Clooney
vestido de Batman con la bat-tarjeta de crédito
me daba algo de vergüenza.
El terreno audiovisual del justiciero nocturno
me sirvió para asentar las bases de un mundo
que, años después, me resultaría apasionante
a través de los cómics. Tanto las series anima-
das como las películas me habían introducido
en Gotham y al gran elenco de personajes que
corrían por sus calles, siendo buenos o malos.
Pronto elegí a mis favoritos y a mis repudiados,
quedándome con sus nombres para conocerlos
DC - ARTÍCULO
Fue un encuentro fortuito, dentro de esta ma-
xiserie de Ediciones Zinco, que prendió la
llama, que propició que luego entrara en casa
La Broma Asesina (dejándome sin paga para
todo el mes) y el especial del 50 Aniversario y
Batman The Cult… y un sinfín de historias des-
pués el camino que me ha llevado a estar hoy
donde estoy empezó con una simple historia,
ni buena ni mala, simplemente una historia de
Batman, con la que un muchacho de 13 años
cambió para siempre, para mejor.
mucho más a fondo
en mi adolescencia.
Conforme uno llega
a los quince se va
haciendo indepen-
diente, llámenlo re-
belde o como
quieran, y comienza
a modelar una per-
sonalidad y unos
gustos propios a tra-
vés del autodescu-
brimiento. La adolescencia es una época llena
de hallazgos que van desde lo fisiológico hasta
lo cultural, y en este último campo conecté con
los cómics.
Yo ya había consumido tebeos en mi niñez, de
todo género y procedencia, pero uno no se lo
toma en serio hasta que tiene la libertad abso-
luta de acercarse a una tienda especializada y
empezar a elegir de manera más o menos si-
barita su próxima colección, gracias a sus pro-
pios ahorros. En este sentido fue Batman quien
me introdujo no sólo al género de los superhé-
roes sino a lo que algunos llaman novela grá-
fica. Seguro que en mi niñez leí algo del
enmascarado, pero los tres primeros cómics
que disfruté conscientemente de ello fueron:
Batman y los hombres monstruo, Batman: Año
Uno y El Regreso del Caballero Oscuro. Por ese
47
 DC - ARTÍCULO
orden, en las respectivas ediciones cartoné de
Planeta DeAgostini.
La introducción al universo editorial del perso-
naje fue ideal gracias al consejo de los libreros,
esas personas encantadoras que no dudan en
recomendar cosas buenas si se les pregunta.
La primera película de la trilogía de Christop-
her Nolan también ayudó a posar mi interés
de nuevo sobre el personaje.
El cómic de Los hombres monstruo de Matt
Wagner me pareció bastante normal, e incluso
algo “infantil”, bastante parecido a la faceta
que ya conocía del personaje gracias a la serie
de Bruce Timm. Comprendí entonces que
debía abandonar la idea del “dibujo bonito” y
lanzarme sin miedo a estéticas más clásicas o
extravagantes. También quería tramas más
adultas, más duras, y ahí fue cuando me topé
con los Batman de Frank Miller.
Batman: Año Uno me encantó y pronto pasé a
ser fan absoluto de la estética de David Maz-
zuchelli, quien para mí ha dejado uno de los
aspectos artísticos más bellos del murciélago.
Aunque lo impactante estaba en los guiones de
Miller.
Si Año Uno me reveló el origen más certero del
murciélago y me permitió conocer las profun-
das dimensiones psicológicas de personajes
como Jim Gordon, Selina Kyle o, incluso, del
propio Bruce Wayne, El Regreso del Caballero
Oscuro pulverizó todas mis expectativas y me
demostró que el cómic podía ser un arte. Ac-
cedí a la obra de Frank Miller gracias a la bi-
blioteca pública de mi pueblo. Se trataba de la
edición absolute de Planeta DeAgostini, por
lo que perdí la sensación de serialización de los
cuatro números originales que la integran (a
saber, El Regreso del Caballero Oscuro, El
triunfo del Señor de la Noche, A la caza del
Señor de la Noche y La caída del Señor de la
Noche), pero gané enteros con la experiencia
compacta y la sensación de lectura “noveli-
zada”.
48
No olvidaré su lectura en mi cama, a la luz de
la lámpara, pasando hojas sin ningún tipo de
freno y con una emoción inaudita en mí. En ese
momento estaba teniendo lugar uno de esos
descubrimientos que suceden en la adolescen-
cia y te cambian: acababa de descubrir al au-
téntico Caballero Oscuro; la versión más cruda
y realista del mito.
Comprendí entonces que no quería separarme
de aquello. Que Batman siempre tendría un
hueco en mi corazón y que, tarde o temprano,
siempre acabaría volviendo a él. En mitad de la
noche más oscura si hiciese falta, con o sin la
ayuda de la bat-señal.
Han pasado casi diez años, pero la ucronía
ochentera compuesta por Miller me sigue im-
pactando como el primer día. Su planteamiento
de un Bruce Wayne quincuagenario que re-
gresa a la actividad después de un largo retiro
(haciendo uso del típico relato del héroe viejo
que vuelve a la carga por última vez) con el fin
de limpiar su amada ciudad me parece excep-
cional. Para mí es la historia que convierte a
Batman en leyenda, dentro y fuera de las pá-
ginas.
Se dice que fue el origen de la novela gráfica
superheroica y comercial junto a Watchmen, de
Alan Moore, y que juntas trajeron una era de
superhéroes más violentos y moralmente com-
plejos. A ambos autores debemos agradecerles
la efeméride.
Hace unas semanas se anunció el cartel de la
Heroes Comic Con de Madrid, creado por
Frank Miller y protagonizado por la santísima
trinidad del Universo DC sobre el Edificio Me-
trópolis de la capital española. Me hizo especial
ilusión, no sólo por lo que supone que un autor
como Miller siga en forma y nos haya conce-
dido un hito remarcable de manera casi exclu-
siva, sino porque en la figura de Batman aún
veo a ese Caballero Oscuro que tanto me gustó
y que nunca olvidaré.

Detective Comics Vol.1 Núm 604
DANIEL GAvILáN (@daniel_gavilan)
Soy parte de esa generación cuya primera
aproximación a Batman vino propiciada por la
era “transmedia” en la que lo habitual era co-
nocer al personaje por otros medios antes que
por los cómics. Desde las reposiciones de la
vieja serie en imagen real de Adam West y las
series animadas de los Superamigos y deriva-
dos, a la película de Tim Burton o la mítica
serie de Paul Dini y Bruce Timm. Mi primer
cómic de Batman me supuso un considerable
shock, al encontrar en él un acercamiento
mucho más oscuro y siniestro al justiciero de
la capa de lo que estaba acostumbrado. Ni si-
quiera era un cómic propio, sino un hallazgo en
casa de mis tíos.
Era como uno de aquellos castigos bíblicos del
Antiguo Testamento, en el que la mano de
algún dios implacable sin rostro había conde-
nado a Batman a una atroz penitencia que el
afrontaba con estoica entereza. Una imagen
cortesía del histórico Norm Breyfogle, y que
solo era un preludio de los horrores que nos
aguardaban dentro del cómic. Y aunque no sé
si era también vuestro caso, a mí por aquel en-
tonces todo lo que daba miedo me provocaba
una fascinación irresistible que me era imposi-
ble evitar. Siendo uno de aquellos críos a los
que a sus padres le prohibían tajantemente -o
al menos eso intentaban simular- ver cualquier
película que pudiera incluir material que la ca-
lificase como no apropiado para menores;
siempre buscaba cualquier ocasión para escon-
derme detrás de un sofá, mirar desde debajo
de la mesa, aprovechar que no había nadie en
casa o hacer como que me tapaba la cara, para
entregarme al sobrecogimiento de ver como los
caballeros de la reluciente Camelot eran redu-
cidos a pasto putrefacto para los cuervos en su
búsqueda del Santo Grial, los nazis eran con-
sumidos por los horrores del Arca de la Alianza
o la tripulación del Orca y el comando de Dutch
eran masacrados sistemáticamente por sus
monstruos. Esto cuando no andaba viendo con
DC - ARTÍCULO
mis primos los ciclos
de Pesadilla en Elm
Street y la mítica
Noche de Lobos. En
el caso de Batman
tenía muy claro que
no había ningún vi-
llano que diese tanto
miedo como Cara de
Barro. Sobra decir,
por tanto, que era
mi antagonista favo-
rito del Hombre Mur-
ciélago. Personaje al que conociera por la
citada serie de animación de Timm y Dini, la
cuestión es que si la versión a la que daba voz
Ron Perlman ya resultaba perturbadoramente
imponente, en aquel cómic -que incluía los nú-
meros #604 y #605 de Detective Comics- no
solo tenía un Cara de Barro, sino cuatro Caras
de Barro diferentes, cada cual más aterradora.
Desde la presentación del atribulado Preston
Payne entre las tormentosas paredes de Ark-
ham, la orgía de muerte y carne deforme pro-
vocada por su huida, la introducción de Basil
Karlo a golpe de sanguinario cuchillo, los flas-
hbacks de fatalidad y tragedia, las misteriosas
pelirrojas con poderes mentales cuyos cuerpos
se disolvían en masas sucias e informes o las
pesadillas siniestras, aquel era un cómic que
sin duda era capaz de darle al crío imberbe de
entonces esos escalofríos con los que sentía
encogerse todo por dentro. Demonios, con la
forma en la que Alan Grant abordaba a Bat-
man, hasta el propio murciélago daba miedo.
La cuestión es que desde aquel primer cómic
del personaje, siempre he disfrutado más del
Caballero Oscuro mientras más cerca ha estado
de los relatos de horror y condenación, por no
hablar de que -como efecto secundario- soy in-
capaz de aproximarme a la etapa actual de De-
tective Comics, y ver en la versión
Renacimiento de Cara de Barro nada que se le
parezca ni remotamente a todo lo que para mi
hace grande al personaje.
49

TREES: LA METAFÍSICA DE wARREN ELLIS
Una historia de ciencia ficción ecosocial del creador de Authority
En el ser humano se produjo un cambio de
pensamiento cuando este comprendió que su
planeta, no solo no era el centro del universo,
si no que no era más que una mísera parte del
mismo. Uno de los sentimientos más inheren-
tes a nuestra raza es el ego. Creamos monu-
mentos alrededor de una figura a la que
adoramos, generamos ídolos basados única-
mente en la arbitrariedad de nuestras emocio-
nes… Siempre hemos necesitado una guía, algo
que dé significado a nuestra existencia, una ex-
plicación superior a todo el sufrimiento que
concentra este mundo, una razón detrás de
todo. Estamos programados para ello, y por
ello nos cuesta tanto asumir la nada, y todo el
nihilismo y el relativismo que de ella se des-
prende.
El carpe diem es un sedante que distrae nues-
tra atención de una verdad demasiado lesiva,
pero que en todo caso, no la anula.
INDEPENDIENTE - RESEÑA
Ese terror no solo nos conduce a la idea de que
somos completamente insignificantes, que no
importamos nada y que si desapareciésemos,
no solo no supondría un cambio significativo
para el universo, si no que este ni llegaría a in-
mutarse. De esta manera, cualquier explicación
superior ligada a la espiritualidad carecería del
más mínimo sentido, pero no solo eso, sino que
además cualquier clase de moral quedaría en
entredicho, puesto que al final nuestro destino
es el mismo y nuestras acciones no comportan
diferencia alguna. No importamos nada y
somos productos del error, como un hijo no de-
seado, o como un fruto del azar.
¿Y si en el mundo surgieran unos monolitos que
sean la representación simbólica de todo esto?
¿Cómo reaccionaríamos ante semejante golpe
al status quo? Trees nos plantea una sociedad
en la que alrededor de la Tierra han aparecido
una serie de monolitos (que recuerdan a los de
51
 INDEPENDIENTE - RESEÑA
2001: Una Odisea en el Espacio, todo sea
dicho), de origen desconocido, aunque supues-
tamente extraterrestre. Los humanos los han
bautizado como “árboles”. El que no hayan
hecho absolutamente nada desde su llegada es
la demostración irrefutable del absurdo de la
existencia humana.
Warren Ellis vuelve a su género predilecto y
a plantearnos temas que, como cualquier co-
nocedor de su obra sabrá, no son nuevos den-
tro de su prolífica carrera: conspiraciones que
mueven la sociedad, la obsesión, la lucha del
individuo, la verdad oculta detrás de lo que co-
nocemos, etc. Tampoco usa recursos especial-
mente novedosos: dotar al lector con la menor
información posible con el fin de mantener el
interés y la sorpresa, desubicarlo completa-
mente en un principio, que se sienta perdido
ante el aluvión de peripecias que suceden
frente a sus ojos, como si le faltase parte de la
información, como si hubiese irrumpido en una
fiesta ya empezada…
Pero lejos de aburguesarse, Ellis nos deleita
con una jugarreta narrativa que no había em-
pleado jamás hasta este momento. Como lec-
tor es inevitable que Trees me evocase a la
producción de George R.R. Martin, o Psicosis,
la película de Alfred Hitchcock. Pero meditán-
dolo mejor me resulta incluso más atrevido lo
que hace Warren Ellis aquí, ya que arrasa
completamente con todo, dejándose a sí
mismo poco margen de movimiento para la
continuidad de la serie. Es una jugada muy
efectista (aunque perfectamente coherente y
bien cimentada), que puede afectar a largo
plazo al desarrollo de la cabecera. El hecho de
que la serie esté inconclusa a día de hoy y que
52
lleve sin publicarse desde hace un año, puede
hacer sospechar que su autor quizás no supiese
exactamente lo que se traía entre manos.
El guionista nos sitúa, con mucho acierto, en
puntos de vista muy dispares. Los protagonis-
tas no podrían ser más variopintos: un artista
chino que, además de su traslado del pueblo a
la ciudad, debe descubrir su identidad sexual;
un científico cuya obsesión pondrá en peligro
las investigaciones de todo su equipo; un pe-
riodista que vive de primera mano los peligro-
sos movimientos geopolíticos de un dictador
africano; y una mujer que recibirá unas cuan-
tas lecciones de autosuficiencia de un anciano,
en el contexto de un recóndito pueblo italiano
que está controlado por un grupo fascista.
Todas esas ubicaciones en distintos puntos del
globo, el hecho de que se nos posicione en la
perspectiva de las personas de a pie, con con-
flictos completamente distintos, aunque partan
del mismo detonante (los árboles que dan título
a la serie) logran hacer de este mundo uno
muy vivo, habitado por personas reales que
tienen conflictos en los que nos podemos ver
reflejados en mayor o menor medida.
Ellis, a su vez, construye un relato a fuego
lento en el que lo primordial es la caracteriza-
ción de sus personajes. Aunque el lector no
comprende del todo qué sentido tiene de cara
a la perspectiva global de la serie, habiendo
unas tramas que sí entiende como más impor-
 INDEPENDIENTE - RESEÑA
sivos, y también que cada uno tenga sus ras-
gos diferenciadores, tanto raciales como de ca-
racterización psicológica. Por otro lado, raro es
ver algún fondo vacío dentro de las viñetas y si
lo son, tienen cierta carga expresiva (que está
apoyado en un exquisito uso de los colores, re-
forzando así el simbolismo que tiene cada uno
de los personajes de Trees). Howard, a su
vez, sabe perfectamente que aquí la estrella es
el guionista y se ajusta a las necesidades de su
narrativa, sin querer sobresaltar ni intentar
traicionar las intenciones de la historia.

La esperadísima edición de Norma Editorial nos

tantes, y otras complementarias o prescindi-
bles, en el clímax del tomo se sorprende al des-
cubrir lo que ha estado cocinando Warren
Ellis. El creador de The Authority juega con las
expectativas y, como suele ser habitual, no de-
cepciona.
Trees es un estudio antropológico con base es-
peculativa. Analiza cual sería la respuesta ante
una prueba innegable que equilibra la balanza
existencialista hacia un lado. Y lo hace logrando
plasmar distintas culturas de forma integradora
y, sobre todo, respetuosa.
Los lápices son de Jason Howard. Tiene un
estilo entre feísta y cartoon, pero sin ello sacri-
ficar un cuidado máximo al detalle. Primero,
consigue que sus personajes sean muy expre-
llega con más retraso del que le hubiese gus-
tado al lector (de todos es conocidos los pro-
blema de derechos que ha tenido esta obra),
incluyendo todas las portadas de la serie. Aun-
que, hasta cierto punto, se echan en falta al-
gunos extras que sí incluyen los tomos de otras
de sus publicaciones, lo cierto es que la espera
ha merecido mucho la pena y Norma ha lan-
zado una edición más que notable.
Warren Ellis vuelve a demostrar porque es
uno de los escritores más reverenciados de la
industria. Trees es una de sus mejores creacio-
nes contemporáneas. Una obra compleja,
osada, adulta, contemplativa y estimulante.
Imprescindible, tanto para los admiradores del
escritor inglés, como para cualquier lector de
ciencia ficción.
PEDRO MERCADER (@pedromercader)

TREES 1. A SU SOMBRA
Trees 1. A su sombra (Image Comics - Norma Editoral) -Warren Ellis y Jason
Howard. Rústica 168 págs 18€

“En un planeta sano, el género es un contínuo.

Un fluído. Las necesidades con las que nacemos no
tiene por qué encajar en cajas ortogonales definidas de
heteronormalidad.”
Trees, Warren Ellis

53
 INDEPENDIENTE - RESEÑA
THE DREGS. EL QUIJOTE EN VANCOUVER
Soberbia serie de Black Mask que es a la par una historia detectivesca y
sátira social
Uno de los mitos griegos presenta a Cronos de-
vorando a sus hijos nada más nacer, al igual
que las horas, los días, los años se consumen
sin cesar con el pasar del tiempo, impidiendo
que nada pueda echar raíces. Otros mitos pre-
sentan a Sísifo en el Inframundo intentando
hacer rodar su piedra, arriba y abajo; a Pro-
meteo y su hígado que cada día volvía a crecer
después de ser devorado por un águila; o Ixión,
atado a una rueda ardiente que gira sin parar.
Fue Immanuel Wallerstein el que señaló que
los capitalistas “son como ratones en una
rueda, que ruedan cada vez más deprisa a fin
de correr aún más deprisa”. Mientras que Terry
Eagleton comparó el capitalismo con una lo-
comotora en marcha fuera de control.
¿Y qué tiene esto qué ver con The Dregs, el
cómic de Zac Thompson y Loonie Nadler pu-
blicado por el sello independiente Black Mask?
54
The Dregs echa una mirada a Vancouver, una
de las ciudades más caras de Norteamérica en
cuestión de vivienda, con un fuerte desequili-
brio entre su población rica y pobre apenas se-
parada geográficamente por un par de calles.
Y como ejemplo de ello el comienzo del cómic.
En la página inicial, el dibujante Eric Za-
wadzki, presenta tres viñetas horizontales
donde se refleja el cambio producido en la pa-
norámica de la ciudad de Vancouver entre
1950, 1990 y la actualidad. Desde cierto punto
de vista, esa modificación del skyline es sinó-
nimo de progreso. ¿Pero bajo qué coste social
o humano? ¿El desarrollo se mide por los ras-
cacielos y puentes modernistas que presenta
una ciudad o por la calidad de vida de las per-
sonas que en ella viven?
Tras ello la historia se traslada a una especie
de matadero, donde a un hombre le rapan al
cero, le inyectan y le arrancan los dientes, la
 INDEPENDIENTE - RESEÑA
ropa y finalmente le cortan la cabeza, para a
continuación ser colgado como un animal y ser
desmembrado y extraerle las vísceras con las
que hacer una especie salchichas aparente-
mente destinados a un restaurante caro de la
ciudad llamado La Mancha. Sin ninguna duda,
un inicio impactante y demoledor, que traslada
los mitos o las comparaciones a la cruda reali-
dad. Crítica a la sociedad y a sus mecanismos
de reproducción que no quedan solo ahí,
puesto que en las páginas siguientes, nos rela-
cionan la desaparición de distintos individuos
de un barrio marginal de Vancouver con la es-
peculación inmobiliaria, o más bien, con como
sus desapariciones están contribuyendo de ma-
nera sórdida a la modernización del barrio.

Zac Thompson y Loonie Nadler centran sus

esfuerzos en mostrarnos el barrio marginal que
a causa del desempleo y las subvenciones ha
ido decayendo y donde el consumo y tráfico de
drogas se ha convertido en algo habitual. Es en
las calles de este barrio donde vive el protago-
nista de la historia, Arnold Marlowe, un indi-
gente drogadicto, con un misterioso pasado
aún por revelar. Su gusto por la lectura, y en
concreto por El largo adiós de Raymond
Chandler, le llevan a investigar la desaparición
de su amigo Manny.

infructuosa, sino más bien porque nos hallamos

El lector español, sin duda identificará al per-
en un mundo que hace oídos sordos de sus pa-
sonaje protagonista con Alonso Quijano, pues
labras de socorro. Esta es una realidad donde
Arnold, al igual que el personaje de Cervan-
la mentira se envuelve en un halo de verdad, y
tes, un día se despierta y decide emprender un
la verdad es deformada por los mass media y
camino contra la realidad que nos cuentan. En
la clase dominante para que sea percibida
ella ha de enfrentarse contra unos gigantes,
como una locura o mentira. Por ello, aunque
aunque a la mirada de la clase media, no sean
Zac Thompson y Loonie Nadler, logran que
más que molinos. Arnold, para la gente de
Arnold coloque todas las piezas del puzle, su
bien, es un desarrapado, un paria, un droga-
victoria queda en nada, haciendo que los lec-
dicto, un hombre mayor loco o senil que sin
tores se enfrenten a ese escenario y saquen
embargo nos mostrará lo que esconde la lim-
sus propias conclusiones.
pia, clara y brillante ciudad de Vancouver.

Respecto a Eric Zawadzki, este resulta ser el

Pero Arnold no es solo un Quijote moderno,
gran motor de la historia gracias a su narración
sino también una especie de Sísifo, pues su
gráfica, a la que hay que sumar su atrevi-
lucha, su búsqueda por la verdad, es un camino
miento y su juego con la deformación de la pá-
tortuoso que no lleva a ningún lado. Y no por-
gina a medida que la obra se desarrolla. Esta
que esté equivocado o porque su búsqueda sea

55
 INDEPENDIENTE - RESEÑA
llega a su eclosión en las páginas finales del
cuarto y último número, que resumen perfec-
tamente el pensamiento de Arnold o de cual-
quiera de nosotros, respecto a la realidad en la
que vivimos. Esto pese a su preponderante di-
bujo feísta, que por otro parte es el más ade-
duo debe ser reciclado. Zac Thompson y Loo-
cuado para imponer el tono y ambientación de
nie Nadler abordan la cuestión social bajo una
esta historia. Su versatilidad se aprecia en los
trama detectivesca, sin esconder sus influen-
detalles con los que recrea Vancouver, en la
cias: Jonathan Swift, Raymond Chandler,
manera de retratar las alucinaciones de su pro-
Albert Camus, Auster, Hammet o Cervan-
tagonista o en otras viñetas más experimenta-
tes. Una serie de cuatro números, muy reco-
les. Del mismo modo, se puede decir de su
mendable, para aquellos lectores de cómic
narración, tanto en el inició como en el final uti-
independiente a los que les interese leer una
liza la clásica página de 3×3, pero entre ellas
reflexión sobre el mundo moderno. Y decimos
encontramos composiciones de página más he-
reflexión, porque más que un cómic que dé res-
terogéneas, acorde a lo que demanda la obra.
puestas, Thompson y Nadler, pretenden
Narración que se ve ayudada por el color de
mostrarnos la realidad de Vancouver, y que el
Dee Cunnife, que al igual que el dibujante es
lector saque sus propias conclusiones. Por úl-
capaz de aplicar de manera acertada una pa-
timo, señalar que al final del cómic hay un
leta de colores según las necesidades de la his-
apartado titulado Off hours, donde Thanh
toria, pues dentro del ambiente oscuro y
Nguyen traslada a la realidad la ficción con-
agobiante creado por tonos verdes, azules y
tada en The Dregs, a través de una fotografía
marrones, hay cabida para colores más vivos,
en blanco y negro, con la que aborda la cues-
en los momentos en los que entran en acción
tión de la vivienda y la indigencia en las calles
otros elementos que chocan con el protago-
de Vancouver.
nista. Trabajo variado, donde ha de mezclar en-
soñaciones noir con los efectos de la droga, así
como las zonas ricas de la ciudad, con sucios “No pensamos en cambiar el mundo porque no
albergues. somos lo suficientemente ingenuos como para
creer que un cómic puede hacerlo, pero inten-
tamos ofrecer una mirada sobre la vida real en
En definitiva, The Dregs es una crítica sin con- las calles, y llegar a algún tipo de verdad a tra-
cesiones del actual sistema donde todo y todos vés de nuestra extraña ficción.”
han de tener un valor, y no soporta aquellos
que no ocasionan beneficio alguno. Todo resi-
PEDRO PASCUAL PAREDES

THE DREGS VOL. 1

The Dregs Vol. 1 (ComiXology) - Lonnie Nadler, Zac Thompson, Eric Zawadzki y
Dee Cunniffe. TPB USA 132 págs. 12,99$

“La ficción debe ser capaz de servir como puente entre

espacios, ya sean geográficos o mentales.”

Lonnie Nadler

56
 INDEPENDIENTE - ENTREVISTA
ZAC THOMPSON Y
LOONIE NADLER
Entrevistamos a los autores de
The Dregs
La pareja de guionistas Zac Thompson y Loo-
nie Nadler nos hablan en exclusiva de su tra-
bajo en The Dregs, una sátira social situada en
la ciudad de Vancouver que trata temas como
las consecuencias de la crisis económica actual,
la brecha entre pobres y ricos y la gentrifica-
ción de los núcleos urbanos. Una miniserie de
cuatro números publicada por la editorial Black
Mask que espera edición en España.
trabajo en vICE he conseguido mi trabajo ac-
tual como editor de Outspeak, que es una sec-
Zona Negativa.- Ambos habéis escrito ción de HuffPost. Zac también trabaja
para diferentes periódicos. ¿Cómo se pasa conmigo, así que no nos podemos escapar el
de ser periodista, a escritor de cómics? uno al otro. Nuestra vida y nuestro trabajo
están unidos
Lonnie Nadler.- Sí, Zac y yo tenemos trayec-
torias de carrera muy similares. Comencé es- Zac Thompson.- Honestamente Lonnie y yo
cribiendo para un sitio web de género de hemos estado prácticamente siempre en el
horror, bloody-disgusting.com, y temporal- mismo camino. También fui redactor en bloody-
mente me convertí en editor para su sección de disgusting.com por un tiempo. Después de eso
cómics. Escribí para otros sitios de entreteni- estuve en IGN y otros portales de entreteni-
miento, pero pasados unos años, no me resul- miento antes de conseguir un contrato en
taba muy satisfactorio, pues quería cubrir el vICE. Allí escribí largos textos sobre la subcul-
contenido de películas y comics. Entonces Zac tura, la cultura pop, y ensayos personales que
consiguió un contrato como escritor indepen- fueron muy importantes para mí. Creo que
diente para vICE y tuvo la amabilidad de pre- vICE fue un instrumento que me ayudó a de-
sentarme a su editor. Les mostré diferentes sarrollar mi voz como escritor y hacerme más
textos, y logré mi primer artículo para vICE valiente, pues me sacó fuera de mi zona de
Canadá. A partir de entonces, todo fue más confort en más de una ocasión.
fácil. Supongo que les gustó mi trabajo y qui-
sieron que siguiera escribiendo para ellos, por-
La mayoría de los autores comienzan con
que durante más de un año publiqué de
la lectura de cómics de dC o Marvel Co-
manera regular. Soñé durante años escribir
mics. ¿Cuáles fueron en vuestro caso esas
para ellos, es una publicación maravillosa por-
primeras lecturas? ¿Y qué cómic os hizo
que hay mucha libertad para cubrir cosas que
ver más allá y querer escribir cómics?
ninguna otra publicación toca. Escribía funda-
mentalmente sobre contenidos de la subcultura
y exploraba la historia oculta de Vancouver, en LN.- Crecí leyendo mucho de Tintín, que tomé
varias ocasiones me envían para cubrir los de la biblioteca de la escuela cuando era muy
acontecimientos locales extraños. Gracias a mi joven. Lo leí en francés, así que no entendía

57
 INDEPENDIENTE - ENTREVISTA
completamente todo lo que leía. Pero mi amor
por los cómics comenzó con cómics de los X-
Men y Spider-Man, que tenían mi hermano y
mi primo. Nunca los leí como una serie porque
no entendía cómo funcionaban los cómics, pero
me encantaba ver los dibujos de mis persona-
jes favoritos. Los primeros cómics que me im-
pactaron a un nivel más profundo y que
hicieron que quisiese escribir cómics fueron la
serie de Marvel Knights Punisher, Green Lan-
tern de Geoff Johns y Batman de Grant Mo-
rrison. A partir de ahí, al menos en términos
de libros de superhéroes, encontré cosas más
extrañas que todavía me inspiran a día de hoy,
como la etapa de Alan Moore en La Cosa del
Pantano, Watchmen, The Sandman, La Patrulla
Condenada y Animal Man de Grant Morrison.
Esos fueron los primeros libros que me permi-
tieron comprender el poder del medio. Fuera de
los cómics de superhéroes había otras influen-
cias importantes que descubrí y eran cosas
como V de Vendetta, Sweet Tooth, Agujero
Negro (prácticamente cualquier cosa de Char-
les Burns), From Hell, Fun Home y mucho
más.
ZT.- Solía pasar mucho tiempo leyendo los nú-
meros de Archie de mi madre. No eran cosas
particularmente emocionantes, pero era todo
lo que tenía a mano cuando era pequeño. Tras
ello, empecé a leer números de X-Men de mi
58
hermano mayor, así como comics de Batman
de los 90 tras ver los episodios de la serie ani-
mada. Aunque eso realmente no equivalía a
mucho más que un disfrute general del medio.
No fue hasta que más tarde que leí The Sand-
man de Neil Gaiman e Y: El último hombre de
Brian K. Vaughan, cuando las cosas realmente
hicieron clic. Pasé a leer todo lo que Grant Mo-
rrison había escrito y comencé a ver que las
cosas no tenían que ser sobre quién podía
pegar con más fuerza. Los cómics, como cual-
quier otra pieza de ficción, podían realmente
tratar cuestiones morales con todos sus mati-
ces. Podían ser poderosos y provocadores. Y es
lo que trato de hacer todos los días que me
siento a escribir.
The dregs parece basarse en dos puntos.
Uno de ellos es la situación social. ¿Un
cómic como este habría sido posible sin el
cambio de pensamiento respecto a la re-
alidad social acontecida tras la crisis del
2007? Por otro lado, están las referencias
a autores como Chandler, Swift, Camus,
Wilde y Cervantes. ¿Qué nos podéis decir
sobre la influencia de estos autores clási-
cos en The dregs?
LN.- Zac y yo somos un producto del mundo
en que vivimos y de los medios de comunica-
ción / entretenimiento que consumimos. Nues-
tras historias, generalmente, tratan de reflejar
la realidad y la contamos del modo que las his-
torias que leemos, vemos o escuchamos. Ob-
viamente, leemos mucha ficción y no ficción,
pero también nos hacemos eco de los terribles
niveles de vida y la actual crisis de drogas que
sufre Vancouver. Es difícil no sentirse inspirado
por lo que ves todos los días, y nos pareció bien
meternos en el mundo de la falta de vivienda y
de los traslados, están delante de nosotros y es
imposible ignorarlo. Lo que hemos hecho, ha
sido ver la realidad y aproximarnos a ella con
un medio que nos es familiar. La ficción y el tra-
bajo en diversos géneros, nos permite, extra-
ñamente, comprender mejor la realidad, o al
menos ver alguna otra clase de verdad detrás
de todo. Tampoco queremos hacer un libro solo
 INDEPENDIENTE - ENTREVISTA
social, que generase una lectura sesuda a los
lectores. Chandler, por ejemplo, siempre es-
cribió para explorar el moribundo sueño ame-
ricano, y es una profunda deconstrucción de
América, logrando que el país se viese con una
luz completamente nueva, pero normalmente
sólo se ve como un escritor del crimen. Todos
los escritores que influyeron en este libro tra-
taron temas sociales y filosóficos, pero nunca
hablaron al lector o predicaron al coro, así que
queríamos intentar seguir sus pasos.
The dregs está publicado por Black Mask.
¿Fue vuestra primera elección o era la
única editorial que podría publicar una
historia como esta?
ve un sello como Black Mask y se pregunta
porque tienen una línea de cómics tan fuerte,
pero hablando con Matt Pizzolo queda bas-
tante claro. Él busca cómics que tengan voz
propia, que tengan algo que decir, y no se in-
terpone en ante ello, no quiere hacerlo. Black
Mask permite a los creadores tomar riesgos y
realmente nos anima a permanecer en el ca-
mino iniciado en todo momento. Ha hecho un
trabajo maravilloso para crear una línea increí-
blemente fuerte, de libros arriesgados que de-
safían a los lectores a pensar y consumir los
cómics de manera diferente. No podríamos
tener más suerte que formar parte de la familia
Black Mask.

LN.- Enviamos el libro a otros sellos pero todos

lo rechazaron, y en realidad estamos muy
agradecidos, porque visto ahora, Black Mask
es el único lugar en el que realmente podía
estar este cómic. Como hemos señalado, todos
los elementos socio-políticos son parte inte-
grante de la historia, y queríamos explorarlos
de manera transgresora para acercarnos a la
sombría realidad de la situación. Y no creo que
ningún otro editor nos hubiera permitido deca-
pitar y castrar a una persona sin hogar en la
escena de apertura del libro. Tenemos suerte
de que Black Mask, y el editor Matt Pizzolo,
supieran lo suficiente como para ver más allá
La primera página es una declaración de
del gore de aquellas páginas iniciales. La ver-
intenciones, y las siguientes una cruda
dad es que Black Mask es probablemente el
metáfora. ¿De quién fue la idea?
sello que está tomando los mayores riesgos en
los cómics en estos momentos, con tebeos
como 4 Kids Walk Into a Bank, Young Terro- ZT.- Siempre supimos que teníamos que crear
rists, Black, Kim & Kim, y muchos más, por ello esa relación entre la ciudad y la población que
estamos orgullosos de formar parte de un se ve en las primeras páginas. La primera pá-
grupo tan brillante de personas en la industria gina es cien por cien toda una declaración de
del cómic que están tratando de impulsar el intenciones que trabajamos juntos. Queríamos
medio. También ayudó que Eric hubiese traba- mostrar la ciudad de Vancouver como un per-
jado con ellos antes y tenía una reputación de sonaje en sí mismo, creciendo indiferente-
ser un gran dibujante que cumplía con los pla- mente a la gente que habita en ella. Entonces
zos. supimos que teníamos que mostrar inmediata-
mente como crece la ciudad. Queríamos usar
esa cruda metáfora para mantener a los lecto-
ZT.- Mirando hacia atrás, este libro realmente
res atentos. Al hacerlo, al final de esas cinco
no podría haber existido en ningún otro sitio
páginas, sabes de lo que trata la serie y a lo
fuera de Black Mask. Creo que mucha gente

59
 INDEPENDIENTE - ENTREVISTA
que se opone Arnold.

LN.- También queríamos contar un misterio de

una forma diferente, uno donde la respuesta,
en su mayoría, es conocida por el lector. No es
tanto un quién lo ha hecho, sino más una cues-
tión de por qué está pasando esto y si una per-
sona va a ser capaz de resolver el gran
rompecabezas que se le ha presentado.

En el desarrollo de la trama a lo largo de

los cuatro números, se observa que el pro-
tagonista, el antihéroe de la historia,
asume los papeles tanto de Quijote como
del propio Marlowe de El largo adiós, así
Él coloreó esas secuencias finales en blanco y
como de Sísifo. Una mezcla de locura e in-
negro.
vestigación, pero lo que nos parece más
interesante, es precisamente esa relación
del mito de Sísifo con el hombre actual y ZT.- Desde el principio sabíamos que volvería-
la situación presente. mos a las referencias presentadas al inicio, y
las retorcimos alrededor de Arnold como una
serpiente constrictiva, en sus páginas finales.
LN.- Sí, al final se produce la unión de todos
A causa de que el lector ha estado en este viaje
los temas, influencias e ideas que estábamos
con Arnold durante tanto tiempo, esperábamos
explorando en el libro, y sin profundizar mucho,
que también sintieran el descenso a la locura.
la mejor manera de manifestar la idea de un
Tratamos de romper las convenciones típicas
héroe que lucha contra un mundo que constan-
de los diseños de página y la estructura para
temente amenaza con consumirlo, fue hacién-
generar una sensación de malestar, y mostrar
dole transitar por las raíces de las novela de
una porción de su mundo, haciendo que vivie-
detectives e incorporando algunas imágenes
ras ese momento con él.
del expresionismo alemán ya utilizadas por el
cine negro.
También resulta interesante en The dregs
la observación de la realidad: drogas, es-
Arnold tiene mucho de Sísifo, su lucha eterna,
peculación inmobiliaria, desahuciados, ve-
su deseo sin fin, ser algo que nunca puede ser,
cindarios fríos y muertos, etc. No es un
el esfuerzo por encontrar sentido y dar sentido
cómic este de respuestas aunque parecéis
a un mundo que intrínsecamente rechaza el
dar a entender lo fútil que resulta hoy en
sentido. Afortunadamente, Eric fue capaz de
día la lucha del individuo contra el sis-
aportar algo de magia a estas páginas finales.
tema.
Le dimos guiones detallados, pero él aportó
mucho al diseño de página, y la mayoría de lo
que ves, en términos de diseños y narración ZT.- Nos propusimos hacer comentarios sobre
gráfica de las páginas finales es responsabili- todas esas cosas, pero nunca dar respuestas
dad de un Eric desatado, y no puedo decirte lo de ninguna clase. Creo que The Dregs encarna
impresionante que fue cuando Zac y yo vimos la idea de que el lector busque las respuestas
esas páginas. Era todo lo que queríamos que frente a la futilidad. Como Lonnie dijo antes,
fueran, y estaba claro que Eric se estaba esfor- se trata de esforzarse por encontrar significado
zando por hacer el mejor trabajo de su carrera. en un mundo que se niega a tener sentido. No-

60
 INDEPENDIENTE - ENTREVISTA
sotros proponemos esta pregunta deliberada-
mente, pero no ofrecemos respuestas fáciles a
nada, porque estamos más interesados en que
los lectores hagan el trabajo por sí mismos.
Quiero decir, al leer el libro, probablemente
queda claro cómo nos sentimos acerca de la
mayoría de estas cosas, pero no estamos tra-
tando de empujar a nadie hacia ningún lado.
LN.- Creo que a la gente, a todo el mundo, le
gusta buscar significados, patrones ocultos,
signos de que hay algo mayor en el trabajo, y
como dijo Camus, el gran chiste de todo es
que estamos tratando de atribuir significado a
algo que inherentemente no lo tiene. Pero a
pesar de lo sombrío de ese pensamiento,
Camus sostuvo que todavía hay valor en la atri-
bución de un significado, en la lucha por man-
tener ese propósito. De ese modo, creo que
hay una especie de esperanza en el libro, pero
no como estamos acostumbrados.
Un ejemplo que muestra que lo narrado,
está sucediendo en la realidad, son las
fotos de Thanh Nguyen, publicadas al final
de cada número.
LN.- Sí, este era exactamente el propósito de
incluir la serie de fotografías de Thanh en la
parte final de cada número. Zac, Eric y yo es-
tábamos trabajando duro para construir un
mundo ficticio, sin embargo, la realidad de él
se extiende más allá de las páginas de nuestro
libro. Las fotos de Thanh realmente captan la
vida en la calle de Vancouver sin sentirse pro-
saica. Capturan la dureza de esa vida, pero
también la sensación de que son personas con
pasiones y pasatiempos. Tratan de mostrar
cómo todo en nuestro mundo es diverso y tiene
más matices de lo que pensamos.
La historia de The dregs es potente y a
ello contribuye con mucha fuerza los lápi-
ces de Eric Zawadzki y el color de Dee Cu-
niffe. ¿Qué nos podéis decir sobre su gran
trabajo?
ZT.- Eric y Dee hicieron que este libro sea lo
que es. Cuando trabajamos en la composición
de las páginas, teníamos en mente las increí-
bles capacidades de Eric para narrar y mejorar
nuestras palabras, garantizando que la acción
y el drama fuesen comunicados de manera efi-
caz. A menudo, Eric tomaba nuestros guiones
y realizaba pequeños cambios que mejoraba la
manera de transmitir la historia. Fue él, quien
nos empujó a incluir tantos detalles, constru-
yendo un mundo con tanta suciedad. Estamos
eternamente en deuda con él por hacer de esta
serie lo que es. Hubo tantas veces en que las
páginas mejoraron más allá de lo que yo podía
imaginar. Dee fue una pieza importante en la
creación de la estética y humor negro. Él y Eric
forman un gran equipo, su trabajo al color
evocó el género negro que teníamos en mente.
Mejoraba nuestros guiones de elementos pro-
pios, en su trabajo de iluminación y creación de
ambientes. Es responsable de dar a cada viñeta
una personalidad propia y que existiese fluidez
entre ellas. No puedo imaginar un equipo mejor
de colaboradores para este libro.
LN.- Eric es tan narrador como nosotros, y eso
es un plus añadido. No creo que muchos lecto-
res se den cuenta de lo importante que es para
que la historia funcione y como mejora la forma
de narrar el cómic; como en los diseños de vi-
ñetas, diseños de páginas, colocación de diálo-
gos y expresividad de los personajes. Eric
piensa mucho en ello y pone cuidado en cada
61
 INDEPENDIENTE - ENTREVISTA
uno de estos detalles, incluso en la forma en
que se dibujan los bordes de página, y es algo
que Zac y a mí también nos importa, para in-
tentar crear un libro como un todo. Así que
haber encontrado a alguien que es tan deta-
llista con la historia como nosotros, fue un gran
regalo. Creo que Eric nos ha malacostum-
brado, considerando que este es nuestro pri-
mer gran proyecto. En cuanto a Dee, llegó a
bordo un poco tarde en el proyecto y se ajustó
perfectamente con el equipo desde el primer
día. Sus colores encajan muy bien con las tin-
tas de Eric, y ver a los dos trabajando en tán-
dem fue realmente asombroso. Los colores son
un aspecto vital del libro, le proporciona un
pulso, Dee es del pensamiento, que las páginas
han de verse acorde al estado de ánimo que se
quiere transmitir en cada viñeta. Espero estar
trabajando con ellos dos durante mucho
tiempo.
Y después de The dregs, ¿tenéis alguna
otra historia en mente?
LN.- Zac y yo estamos trabajando en varios
proyectos juntos. Tenemos otra serie en la que
estamos trabajando para Black Mask que es
una especie de mirada a nuestra obsesión cul-
tural actual, respecto compartir nuestras vidas
digitalmente a través de una lente de terror
corporal, un gran homenaje a Cronenberg.
También tenemos otra serie de la que no puedo
decir mucho, pero es una especie de secuela
temática de The Dregs, en la que estamos tra-
tando con un extraño protagonista que tiene
una gran fascinación por algunas figuras litera-
rias muy interesantes. Además, tengo algunas
historias cortas, y estoy desarrollando un par
de películas y proyectos de televisión. También
debo mencionar que Eric tiene un nuevo pro-
yecto en el que está trabajando y he visto al-
gunas páginas y parece increíble. Nunca deja
de crecer como artista y va a hacer grandes
cosas en los próximos años. Y Dee actual-
mente está trabajando en Redneck y su color
en ese libro es simplemente impresionante. Él
es uno de los mejores, así que espero cosas
grandes de él.
ZT.- Tenemos algunas cosas bajo la manga
como dijo Lonnie. Trabajamos tan bien juntos
que no queremos perder eso. Los cómics son
siempre un trabajo de colaboración, y Lonnie
y yo realmente hemos encontrado una voz
única. Estamos canalizando eso en estos dos
nuevos libros. Aparte de eso, también estoy
trabajando en una extraña serie de ciencia fic-
ción que aún no se ha anunciado junto con la
preparación del lanzamiento de mi primera no-
vela en octubre. Ha sido un año salvaje.
Para terminar. ¿Queréis comentar algo
más sobre The dregs para el lector espa-
ñol?
LN.- Supongo que diría que es muy surrealista
para mí que nuestro libro sobre la gentrificación
en Canadá haya tenido eco en otros países
como España. Es una sensación maravillosa
saber que estamos conectándonos con perso-
nas de diferentes culturas, porque para mí, la
ficción debe ser capaz de servir como puente
entre espacios, ya sean geográficos o menta-
les. Por lo tanto, gracias por darle una oportu-
nidad a nuestro libro, realmente significa
mucho para nosotros.
ZT.- Comparto los sentimientos de Lonnie, es
simplemente una locura, que este libro esté lle-
gando al público en el espacio internacional. In-
tentamos realmente concentrarnos en los
temas que estábamos viendo específicamente
en nuestra ciudad, y parece que no estamos
pasando por estas cosas de manera aislada.
Esperamos que si leen el libro, les dé algo en
lo que pensar.
¡Muchas gracias, Lonnie y Zack! Espera-
mos que The dregs tenga una larga vida
porque lo merece.
LN.- ¡Muchas gracias! Fue una gran entrevista.
ZT.- Gracias.

62

BRIGGS LAND. VIAJE A LA AMéRICA PROFUNDA
El nuevo trabajo del autor de DMZ, The Massive o Demo, una historia
dura, emocionante y demasiado real
Dark Horse Comics ha encontrado un filón en
el guionista Brian Wood, y este a su vez ha
descubierto en la editorial estadounidense el
lugar ideal donde dar rienda suelta a sus mag-
níficas creaciones. De esta forma, hemos po-
dido disfrutar de obras tan interesantes como
The Massive, Rebels – aún por publicarse en
España y que dará mucho que hablar – y la
presente Briggs Land. Una serie que no debería
pasar desapercibida ante la avalancha de no-
vedades editoriales de cada mes, pues hasta la
fecha se puede considerar uno de los mejores
trabajos de Brian Wood, y teniendo obras en
su haber como DMZ o Northlanders os podéis
imaginar de qué nivel estamos hablando.
Si en The Massive o la citada DMZ Wood
apuesta por un futuro distópico en Briggs Land
se decanta por el realismo más crudo, mos-
trándonos la vertiente más oscura del desco-
nocido movimiento secesionista de una
INDEPENDIENTE - RESEÑA
pequeña población de Estados Unidos. Wood
se inventa un lugar llamado Briggs Land, si-
tuado a nada menos que 1.500 kilómetros cua-
drados en plena América profunda donde
gobierna con mano férrea el clan Briggs. Su
líder, Jim Briggs, se encuentra en prisión tras
el intento de asesinato del mismísimo presi-
dente de los Estados Unidos.
Su mujer, Grace Briggs, decide dejar de acatar
las órdenes que su marido le transmite desde
la prisión y dar un golpe sobre la mesa, erigién-
dose como la matriarca y nueva líder del clan y
reemplazando así a su marido. Este arriesgado
movimiento iniciará un emocionante juego de
tronos en el que nadie está a salvo, incluyendo
a los hijos del matrimonio, Isaac, Noah y Caleb,
más preocupados por sacar rédito de la situa-
ción que en defender a su madre ante posibles
ataques de otros miembros de la comunidad.
63
 INDEPENDIENTE - RESEÑA
Briggs Land sorprende por su innovador plan- ner la seguridad en la localidad. Y por último
teamiento, el hecho que los protagonistas sean tenemos al pequeño Isaac, quien optó por alis-
criminales ya aporta un aire diferente respecto tarse en el ejército americano para participar
al resto de propuestas que encontramos en las en misiones en el extranjero. Ahora ha vuelto
librerías. Pero también es de agradecer como y sigue siendo el ojito derecho de su madre
la obra prescinde de incluir elementos más fan- Grace de la que es as su vez un firme defensor.
tásticos, dando al lector la sensación en su lec- No obstante, Wood tiene una gran capacidad
tura de que lo que cuenta Wood podría tener para darle la vuelta a las tramas de sus histo-
lugar. El autor hace plausible la existencia de rias, así que esta relación la podríamos mante-
este tipo de organizaciones a ner en cuarentena hasta ver
modo de grandes sindicatos cuáles son sus intereses re-
del crimen antigubernamen- ales del personaje en este
tales que resultan de lo más nuevo escenario. A su vez, y
peligrosas en un mundo per- por complicar aún más las re-
manentemente crispado laciones entre madre e hijos
como este en el que nos ha tenemos a las mujeres de
tocado vivir. Caleb y Noah quienes presio-
nan a sus maridos para que
den un paso al frente, espe-
Adentrándonos un poco más
cialmente Caleb por ser el
en el planteamiento de la
mayor. Y es que su madre
serie nos topamos con unos
ocupe este puesto es una
personajes muy definidos;
anomalía, a fin de cuentas es
Jim el patriarca en la cárcel,
una posición de poder que
aun con poder, pero insufi-
siempre ha recaído en un
ciente para después de
hombre, el primogénito de la
veinte años recluido poder
familia en ausencia de su
detener ese ciclón en el que se ha convertido
padre. A este elenco de personajes perfecta-
su mujer; Grace, la matriarca del clan que se
mente definidos habría que sumarles otros que
casó con Jim siendo aún adolescente. Su posi-
juegan un papel importante en la trama como
ción es cuanto menos difícil pues si algo carac-
son el anteriormente mentado Bud Hillson, o el
teriza a estas organizaciones supremacistas es
agente de policía Daniel Zigler quien junto a su
la figura del hombre como un ser superior por
compañera anda siguiendo la pista de las ac-
encima de la mujer, con lo que no sólo tendrá
ciones del clan con el objetivo de llevarlos a la
que luchar con aquellos que se cuestionen su
prisión y terminar con su reinado. Se da la cir-
golpe de estado, sino también con las tradicio-
cunstancia que sería su padre quien veinte
nes. Y eso es algo mucho más complejo de
años atrás metería en prisión a Jim con lo que
combatir. Su hijo mayor Caleb, un suprema-
para él este caso es más que personal, es un
cista blanco de los más extremistas, regenta
asunto de familia.
una exitosa tienda de electrodomésticos en la
que comparte beneficios con Bud Hillson, el
dueño de este negocio familiar que ha pasado
ya por las manos de varias generaciones. Tras
Hillson Home Value lo que realmente se es-
conde es un importante negocio de blanqueo
de capital que sirve para mantener en buena
medida la economía de la familia Briggs. El hijo
mediano de Jim y Grace es Noah, un carácter
explosivo que tiene su particular ejército a las
afueras de Briggs Land que utiliza para mante-

64
 INDEPENDIENTE - RESEÑA
Briggs Land brilla por la forma en la que Brian atento a su evolución pues estamos ante un
Wood ejecuta con paso firme su trama, aun- nombre que seguramente dará mucho que ha-
que los sucesos se precipitan con velocidad blar.
todo parece estar perfectamente calculado y la
cantidad de información que el guionista va re-
Briggs Land es una historia memorable, épica,
velando se hace en su justa medida para man-
de esas que te dejan sin aliento. Su calidad no
tener en tensión al lector. Se sirve además de
ha pasado desapercibida para el canal AMC
pequeños momentos para hacer aún más
que ha comprado los derechos y ya está en
grande la personalidad de un personaje capital
fase de producción de su
como Grace y enseñarnos las
serie de televisión, un paso
diferencias a la hora de ges-
de lo más acertado pues la
tionar el grupo respecto su
historia contiene los suficien-
marido. La forma en la que
tes elementos como para
gestiona el intento de asesi-
convertirla en un auténtico
nato de Grace en su propia
éxito de crítica y público a
casa y como esa acción ter-
poco que sepan mantenerse
mina llevándonos a la cruda
fieles a la trama.
situación de la mujer de su
asaltante está a la altura de
muy pocos guionistas. Nos atreveríamos a decir que
Briggs Land es una de las se-
ries independientes más sor-
Si el trabajo de Brian Wood
prendentes de lo que va de
sólo se puede catalogar de
año, la historia es tan adictiva
excelente, hablar del dibu-
que será terrible la espera
jante Mack Chater es ha-
hasta que Panini publique el
cerlo de una auténtica
siguiente volumen de la ca-
revelación. Estamos ante un artista espectacu-
becera y así conocer más sobre las aventuras
lar, que maneja como pocos las escenas de ac-
de Grace y los suyos. Pero vaya si va a merecer
ción y que brilla en la construcción de escenas
la pena.
en la que un gesto o una expresión facial dice
mucho más que un disparo. Aun con sus mu-
chas diferencias recuerda su estilo al de auto- RAúL LóPEZ (@raullopez_zn)
res como Sean Phillips o Michael Lark en sus
primeros años con lo que habrá que estar muy

BRIGGS LAND 1. ESTADO DE EXCEPCIÓN

Briggs Land 1. Estado de excepción (Dark Horse - Panini Cómics) - Brian Wood,
Mack Chater, Lee Loughridge y Jeremy Colwell. Cartoné 160 págs. 16,95€

“Briggs Land es una historia memorable, épica,

de esas que te dejan sin aliento.”

Raúl López

65
 MARVEL - RESEÑA

PÁJARO BURLÓN. FEMINISMO SUPERHEROICO

Chelsea Cain y Kate Niemczyk hablan de la agenda
feminista de Bobbi Morse

Mucho se ha hablado de este cómic. El día que
la portada de uno de sus números, en la que
Bobbi Morse aparecía en la playa con una ca-
miseta en la que se leía “Ask me about my fe-
minist Agenda” las redes sociales ardieron,
volando las críticas y también los mensajes de
apoyo hacia sus autoras. Lo curioso es que,
como siempre suele ocurrir en estos casos, las
personas que acusaban al cómic de ser políti-
camente correcto hablaban desde la ignorancia
y el desconocimiento que da el no haber leído
la obra. Y es que, vivimos en la era de la infor-
mación, una era en la que afortunadamente
podemos expresarnos con libertad y transmitir
nuestra opinión por todo el mundo, lo que tris-
temente a veces, tiene consecuencias un poco
molestas, cuando el debate se convierte en
ruido y en la defensa de posturas nada edifi-
cantes. ¿Pero qué supone un cómic como Pá-
jaro Burlón para Marvel Cómics y el cómic
mainstream en general y, por el ende, para el
lector?
Bobbi Morse había sido hasta ahora un perso-
naje muy de segunda dentro del Universo Mar-
vel, con apariciones en los últimos eventos de
la editorial, pero ninguna de ellas destacables
o relevante. La triste realidad es que, si en
algún foro de opinión se preguntaba quién era
Bobbi Morse, la respuesta era bastante lacó-
nica: “La exmujer de Ojo de Halcón”. Esta era
la mayor “cualidad” con la que se describía a
esta Agente de S.H.I.E.L.D. por derecho propio
con una rama del suero supersoldado en sus
venas que había estado casada con el famoso
miembro de Los Vengadores.
Pues bien, a partir de esa premisa, y gracias a
la renovada fama que la serie de televisión
Agentes de S.H.I.E.L.D. había dado al perso-
naje, Chelsea Cain (conocida novelista de
bestsellers que con este cómic hace su primera
incursión en el noveno arte) nos da su propia
visión del personaje; una visión que está pro-

66

fundamente molesta porque no se le reconoz-
can sus logros propios, sino tan sólo por ser
vista como “la mujer de”. A partir de ahí, se
construye una divertida historia en la que Pá-
jaro Burlón (a veces sola, a veces en compañía
de su ex marido Clint Burton, o de su amigo
con derecho a roce Hunter) desempeña distin-
tas misiones para S.H.I.E.L.D., enfrentándose
a divertidas evaluaciones médicas al final de
cada una de sus aventuras.
MARVEL - RESEÑA
más, al tener una premisa y potencial de sobra
para ello. No obstante, hay que tener en cuenta
que Chelsea Cain no conoce el medio y que a
pesar de ello, en esta gran época que estamos
viviendo en la que Marvel Comics apuesta por
la diversidad de sus personajes, nos ofrece un
cómic fresco y diferente que nos aleja de todo
a lo que estamos acostumbrados como lecto-
res.

En cuanto al dibujo de Kate Niemczkc (tam-

En todas y cada una de esas misiones, que in-
cluso la llevan a pasearse por el crossover de
Civil War II, Bobbi es la que lleva la voz can-
tante, y los hombres, cuando ella permite que
la acompañen, son meras y molestas compar-
sas que en la mayoría de ocasiones solo sirven
para entorpecer su trabajo. Sí, puede que esto
moleste a muchos lectores, pero no debemos
de olvidar que estamos ante una sátira que
trata de mostrarnos como han sido utilizados
los personajes femeninos no sólo en el cómic,
sino en prácticamente todos los medios de en-
tretenimiento durante décadas.
Sin embargo, eso es lo mejor que le podemos
achacar a este cómic. Su valor como pieza fe-
minista (entendido el feminismo en su acepción
más pura, como la igualdad entre hombres y
mujeres) en el medio. Y es que su guion resulta
repetitivo y en muchas ocasiones monótono,
pretendiendo forzar el humor en no pocas oca-
siones pero sin lograrlo. Esto es una lástima,
puesto que esta obra podría haber sido mucho
bién primeriza en esto del comic) se lleva el so-
bresaliente. Y es que nos presenta a una Bobbi
Morse de formas sensuales pero no sexualiza-
das, con un uso del movimiento hipnotizador
en las escenas de acción, y de firmeza cuando
se da paso a la calma, destacando sobre todo
las originales composiciones de los reportes
médicos de S.H.I.E.L.D. y algún otro comple-
mento sorpresa que vale más no desvelar.
En resumen, estamos ante un cómic que quizás
no sea una obra de arte imprescindible, pero si
necesario, al otorgarle en una sociedad tan
atrasada a ese respecto como la estadouni-
dense, un papel líder a la mujer. Es algo que
esperamos sea tendencia en el futuro, igual
que esperamos disfrutar del dúo formado por
Chelsea Cain y Kate Niemczkc, y que ésta
sea la primera vez de muchas en las que sus
autoras se atreven a dejar su huella en el
mundo del cómic mainstream.
RAúL GUTIéRREZ

100% MARVEL: PÁJARO BURLÓN

100% Marvel: Pájaro Burlón (Marvel - Panini Cómics) - Chelsea Cain, kate
Niemczyk, Joëlle Jones y Rachelle Rosemberg. Libro con solapas 216 págs.
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“Una sátira que trata de mostrarnos como han sido

utilizados los personajes femeninos no sólo en el cómic,
sino en prácticamente todos los medios de
entretenimiento durante décadas.”
Raúl Gutiérrez

67
 MARVEL - ARTÍCULO
JACK KIRBY Y EL FENÓMENO PATRIÓTICO
Una vida dedicada a los cómics y a la guerra
Jack Kirby fue un pionero y un referente de
muchos tipos de historias y géneros que tras-
ladó a las viñetas de los cómics. En este artí-
culo nos vamos a acercar a un terreno muy
personal para el artista, ya que vamos a cen-
trar nuestro interés en el fenómeno patriótico,
derivado de la Segunda Guerra Mundial, y la
aportación que el Rey de los Cómics hizo al pro-
pio género bélico. A estas alturas, todo el
mundo conoce al Capitán América. Lo cierto es
que Jack Kirby y Joe Simon crearon a este
personaje como respuesta al avance del na-
zismo en Europa. Kirby siempre se verá aso-
ciado, desde entonces, a cualquier referencia
que se haga al tema del patriotismo en los có-
mics. Por otro lado, Jack fue reclutado para
servir en el ejército y tuvo que luchar en la
misma contienda armada. Eso le confirió una
serie de experiencias que luego supo trasladar
a su abundante producción. Así pues, con la in-
tención de matar dos pájaros de un tiro, nos
68
acercaremos a estos dos fenómenos tan rela-
cionados y veremos que le debemos a Jack
Kirby en ambos territorios. Por supuesto, nos
vamos a detener en obras concretas, pero
antes se hace necesario un somero repaso de
tales cuestiones, en aras de una mejor com-
prensión. Comencemos por ver como el mundo
del noveno arte asume y recoge toda la ola pa-
triótica surgida alrededor del conflicto ar-
mando.
CóMIC PATRIóTICO Y PROPAGANDA. ESA
ES LA CUESTIóN.
El cómic es una de tantas expresiones de la cul-
tura popular de la que se pueden extraer con-
clusiones para analizar el pulso del momento.
Otra herramienta más a la que acceder para in-
tentar comprender el impacto de un fenómeno
tan devastador como la Segunda Guerra Mun-

dial. Aun así, el noveno arte es anterior a los
años 40, no hace falta decirlo, por lo que po-
dríamos rastrear su impronta en el tema bélico
incluso hasta el periodo de entreguerras. Para
comprender su alcance e influencia debemos
ser conscientes de cuál era el uso y el pensa-
miento de ese primigenio arte en viñetas. Diri-
gido a audiencias de corte infantil y juvenil,
muchos podrían pensar que nos encontramos
ante pura fantasía, nada más que alucinantes
historias para divertimento del respetable; esta
afirmación tiene su parte de verdad, pero si se
indaga un poco más de la colorida superficie
podemos atisbar que el comic book norteame-
ricano ha reflejado la sociedad estadounidense
desde sus mismos inicios. Llegados a un mo-
mento tan definitivo como el estallido de la
peor conflagración de la historia, el público de
los EEUU no sabía muy bien a qué atenerse. No
estaban acostumbrados a lo que en Europa ya
se había conocido como la “guerra total”. Desde
la Guerra de Secesión (1861-1865) todas sus
operativas militares se ceñían a escaramuzas
varias, siendo las distintas poblaciones indias
(originarias de la región) el principal blanco de
sus operaciones. La Segunda Guerra Mundial
causó un impacto tremendo allende de los
mares. Los norteamericanos pusieron sus pri-
migenios esfuerzos en ayudar en lo que podían
a los distintos bandos en liza.
MARVEL - ARTÍCULO
Tenemos dos frentes diferenciados en abierta
pugna, por lo que el adoctrinamiento y la pro-
paganda fueron algo habitual en toda sociedad
con intereses en el conflicto. En Estados Unidos
lo podemos rastrear en los numerosos pósters
colocados estratégicamente en las calles o en
los seriales que se ofrecían de forma previa
antes de cada película, informando sobre el es-
tado de la guerra. Por supuesto, no podemos
olvidar las tiras de prensa (strip en su idioma
original) donde el humor político era algo habi-
tual desde comienzos del S. XX. Pero también
lo advertimos de manera evidente en las revis-
tas pensadas para niños surgidas al amparo de
la Gran Depresión. Durante esa época vimos el
nacimiento del superhéroe, donde, de forma
maniquea, se intentaba trasladar la disyuntiva
puritana del bien incólume vs el mal depra-
vado. Este subgénero recogía influencias varias
para crear una amalgama que caló y mucho en
el lector. Hay trazas de cómic bélico en él, pues
en la mayoría de ellos se presentaba a los sol-
dados como relucientes héroes sin mallas. De
años tan lejanos como los veinte del pasado
siglo podemos atestiguar obras como Halt
Friends! (1924), donde se describe la experien-
cia de soldados en la Primera Guerra Mundial,
o Happy Days (1928), realizada por un militar
norteamericano, Alban Butler, también con
temática centrada en la Gran Guerra. Son tra-
bajos de claro cariz panfletario donde se tra-
taba de enaltecer la participación de los
voluntarios estadounidenses, aunque el se-
gundo trataba de elevar un poco la visión sobre
el resultado de la guerra, sobrepasando el sim-
ple gag en muchas ocasiones. Son dos ejem-
plos de los muchos que podríamos citar en una
industria que trataba la cuestión de la guerra
desde su propia perspectiva.
Conforme arribaban las campanas del conflicto,
los enemigos que pululaban por los comic
books no tardaron en transmutar a caras reco-
nocibles del entorno del Eje, formado por Ale-
mania, Italia y Japón. En la década de los
treinta teníamos como malvados antagonistas
a codiciosas corporaciones y a egoístas villa-
nos. Con la llegada de la guerra, en muchos de
los tebeos más populares de la época se trans-
69
 MARVEL - ARTÍCULO
formaron en odiosos nazis o taimados “japos”.
Sin duda, estos últimos eran elementos deses-
tabilizadores para una sociedad que había re-
corrido un largo camino para asentarse. Una de
las interpretaciones que se da al héroe (lo que
incluye al superhéroe), ya sea en tira o en re-
vista, es su fuerte carácter como representa-
ción de los valores de una comunidad concreta
y como simbolizan la estabilidad en los tiempos
de caos. Ya seas Tarzán, Terry (el inmortal per-
sonaje creado por Milton Caniff), Superman o
la Antorcha Humana, el coraje que se te pre-
supone al ser el protagonista de la función te
obliga a ser guardián del statu quo reinante de
una manera conservadora. Normalmente, este
hecho llevaba aparejada una
imagen idealizada del con-
flicto intrínseco: se luchaba
con la certeza de que el bien
te asistía; el héroe lucha por
mantener y mejorar la socie-
dad. Para que eso tuviera un
sentido, toca convertir a ale-
manes y japoneses en los
tipos más abyectos del uni-
verso, portadores de todos
los males habidos y por
haber: crueles, lascivos, trai-
dores, cobardes, abusones….
todo un catálogo de malda-
des que termina por conse-
guir un efecto casi contrario,
pues de ser imagen terrible
pasaban a convertirse en caricaturas, fotos
desdibujadas por tanta exageración; en pocas
palabras, eso que podemos denominar “malo
de opereta”, que tanto se prodigó durante la
Golden Age y que incluso llego a perdurar en
los inicios de la Silver Age. Sin mucha dificul-
tad, se podía llevar hasta al absurdo, identifi-
cando a la mayor máquina de guerra europea
como una torpe y deslavazada fuerza de con-
quista. La cuestión era tan simple (o eso al
menos se buscaba reflejar en viñetas) como
que los americanos seguían las reglas y gana-
ban, mientras sus enemigos no paraban de en-
gañar, de tratar de vencer haciendo trampas, y
constantemente perdían.
70
En este juego de toma y daca, muy a menudo
se habla del impulso patriótico que se dio en el
cómic en Estados Unidos. El hecho de que los
principales villanos para Superman se tornaran
amenazantes germanos, aunque el bueno de
Clark Kent nunca pisó el teatro de guerra, o la
profusión de superhéroes vestidos con las ba-
rras y estrellas (The Shield o el Capitán Amé-
rica, del que hablaremos largo y tendido, por
citar dos ejemplos) provocaba cierto grado de
hilaridad en la Alemania nazi. Así, tenemos de-
claraciones de importantes gerifaltes del régi-
men, como el mismísimo Joseph Goebbels, el
gran ministro de la propaganda, que no le tem-
blaba la voz al afirmar cosas como que Super-
man era la creación de los
judíos que mejor representaba
todo lo que estaba mal en la
sociedad norteamericana. El
propio Adolf Hitler denostaba
la cultura popular de los EEUU,
lo que incluía toda la produc-
ción que se realizaba en los fa-
mosos tebeos. Le ofendía
como forma de expresión ba-
rata y chabacana. En realidad,
el concepto que el Führer tenía
de Norteamérica era muy, muy
bajo; incluso contando con un
alto porcentaje de raza aria
entre sus pobladores, en su
“elaborado” razonamiento, le
parecían gente de baja estofa
que se dejaba controlar por negros y judíos.
Ante semejantes lindezas poco más podemos
añadir. No nos debe extrañar que ciertos jóve-
nes artistas tuvieran el impulso natural de
arrearle un buen puñetazo. Hablamos claro, del
dúo Simon-Kirby. Este último decía bien claro
lo que pensaba de Hitler: “¿Cómo alguien des-
conocido pudo hacerse tan de repente con el
poder? Salió de la nada. No era nadie. De
hecho, incluso perdió su grado de teniente. No
era lo suficientemente digno para esa grada-
ción y todavía consiguió alzarse sobre las
masas con esos discursos encendidos… Así,
aquí tenemos al pequeño hombre que ha con-
quistado Europa, ¡por sí mismo! Y todo lo tuvo
que hacer fue influenciar a la gente”.

Puede parecer que los Estados Unidos busca-
ban unirse a la guerra de la forma más rauda
posible. Nada más lejos de la realidad. A la al-
tura de 1940, la mayoría de la población prefe-
ría mantenerse alejada de la batalla. Y aquellos
que sí estaban dispuestos no se alineaban con
un único bando, pues había sectores abierta-
mente pro-Eje (lo que llegó a desembocar en
la configuración de la organización conocida
como Bund, un entorno quintacolumnista pro-
alemán en territorio americano). Como todo el
mundo sabe, la cosa cambió de forma radical
con el incidente de Pearl Harbor. Pero meses
antes de la entrada efectiva en la guerra (fina-
les de 1941) sí que se notaba en el mundo del
noveno arte una especial
predisposición contra la Ale-
mania de Hitler, debido a que
muchos de los grandes nom-
bres que trabajaban en el
cómic en estos años eran de
origen judío. Y en aquellos
días ya llegaban ecos del
brutal tratamiento que dis-
pensaron los nazis a ese
grupo étnico. Una declara-
ción de intenciones total es la
portada de Captain America
Comics#1, donde el Centi-
nela de la Libertad propina
un sonoro puñetazo al líder
de la Alemania nazi (sin que
ello tuviera traslación en los
interiores), lo que dejaba bien clara la posición
de sus creadores, Joe Simon y Jack Kirby,
autores de credo judío. Pero siendo la más fa-
mosa imagen cuando se habla de este conflicto
en relación con el mundillo del tebeo, no es ni
de lejos la única. Pasemos a recordar alguna
que otra aventura más que nos ayude a con-
textualizar la situación.
Un buen inicio seria citar al legendario Will
Eisner, también judío y creador del famoso
personaje The Spirit, que no dejó pasar la
oportunidad de tomar partido en el tema.
Blackhawk era uno de esos caracteres que
tanto se prodigaban en aquellos días, de corte
aventurero y sin miedo a la acción. Como guio-
MARVEL - ARTÍCULO
nista, pues a los lápices figura como responsa-
ble Chuck Cuidera, da inicio a sus aventuras
en una peripecia que le va a llevar a enfren-
tarse con el malvado Barón Von Tepp. Aperci-
bido de los niveles a los que pueden llegar los
nazis, Blackhawk dedicará su vida y su obra a
castigar a los alemanes, llegando incluso a re-
clutar un equipo de operaciones especiales. Ni
el propio Eisner se libró de la visión maniquea,
utilizando la crueldad de un pueblo, así en blo-
que, para justificar la actuación norteameri-
cana. En Wings Comics#15, una revista
especializada en el tema de la guerra y en
estos días de manera exclusiva al conflicto con
las fuerzas del Eje, tenemos una pequeña his-
toria a cargo de Kip Beales
como autor completo. Lo cierto
es que la trama es para estu-
diarla de cerca pues nos habla
de un piloto perdido en las sel-
vas de África donde efectivos
nazis han lavado el cerebro a
las tribus del lugar. Si ya es del
todo chocante ver a un afri-
cano portando el Mein Kampf
como libro de cabecera, mu-
chas más ramificaciones tiene
el hecho de que se nos quiera
decir que una raza concreta
pueda ser fácilmente sugestio-
nable (sic!) y como deben lle-
gar los blancos (ya sean
europeos o americanos) a li-
brarles de su error. Corramos un tupido velo al
respecto. También se llegaron a realizar adap-
taciones a cómic del incidente de Pearl Harbor,
con razones puramente propagandísticas, pues
no se escatimó la descripción de los horrores
sufridos durante el ataque japonés. Como bien
dijo el presidente Roosevelt, era “una fecha
que vivirá en la infamia”, por lo que todos los
americanos de bien, sean de las edades que
sean, deben recordarla.
Como se puede observar, los comic books tu-
vieron su ración de propaganda y jugaron un
papel determinante en la educación sobre el
conflicto. Esas enseñanzas se pueden resumir
en: unir a la población ante el esfuerzo de la
71
 MARVEL - ARTÍCULO
guerra; alentar la vigilancia ante posibles es-
pías; rechazar de plano la propaganda que
viene del Eje; y, por encima de todo, ofrecer un
retrato muy negativo del enemigo, con lo que
conseguían que calase la idea de que los Alia-
dos luchaban por la causa justa. En esta tesi-
tura, las revistas de cómic se convirtieron en
un producto muy demandado en la época, no
solo en la tranquila retaguardia, sino muy es-
pecialmente en el frente. Hablamos de material
barato, muy fácil de transportar y del que no
se requería una alta cultura para disfrutar de
ellos. Resultado, los barracones en Europa se
llenaron de coloridos ejemplares que represen-
taban una forma de evasión sencilla y econó-
mica. Podemos decir que llegaron a formar
parte de la guerra en sí misma debido a su pro-
liferación.
Para los niños de aquellos días también tenían
su importancia pues muchas de sus páginas les
hacían ser parte del conflicto, aunque fuera de
forma simulada. Aprendiendo toda la parafer-
nalia de la guerra, los adolescentes eran un
caldo de cultivo fácil para ser en un futuro re-
lucientes reclutas. Sin contar con aspectos que
ahora nos parecerían tan polémicos como la re-
comendación de que esos chavales compraran
bonos de guerra, para ayudar al país levantado
en armas, detalle que se encontraban en mu-
chas de estas revistas. La más que evidente
propaganda patriótica complicaba en ocasiones
el equilibrio que los artistas trataban de plas-
mar en sus producciones. Era público que exis-
tía un interés aleccionador pero eso no debía
desviar la atención de lo importante, los cómics
como forma de divertimento, de escape ante
72
una realidad no muy agradable cuando te
hayas en medio de un conflicto a gran escala.
Los autores, por tanto, trataban de alejarse lo
más posible del carácter panfletario y de reali-
zar simples soflamas. Huelga decir que algunos
lo consiguieron, otros no tanto.
Todo el fenómeno patriótico inundaba la escena
del comic book desde finales de los años
treinta. Justo en los momentos donde un nom-
bre comenzaba a destacar en el panorama de
la viñeta. Un creador que todos conocemos
como Jack Kirby. A partir de ahora, tras una
visión general de lo que se movía en el mundo
editorial, veremos como Kirby se adapta y cuál
es su aportación a todo este fenómeno.
EL REY EN LAS TRINCHERAS
Jack Kirby nace en Nueva York como primera
generación de una familia emigrada desde Aus-
tria. Un dato importante para configurar su
personalidad como estadounidense, pero a la
vez conocedor del drama que conlleva ser un
pobre inmigrante en una tierra desconocida. La
familia Kurtzberg llega a América con lo
puesto; el cabeza de familia trabaja en em-
pleos de poca monta que apenas les deja lo su-
ficiente para el alquiler y el mínimo sustento.
El pequeño Jacob crece en el populoso barrio
del Lower East Side, lleno de foráneos con di-
ferentes razas y nacionalidades pero unidos en
el hecho de ser personas con escasos recursos.
En este ambiente tan poco propicio aprende
desde bien joven que la delincuencia es un ca-
mino muy fácil de tomar. En esta tesitura,
nuestro protagonista tiene la determinación de
superar el ambiente del barrio. A pesar de no
haber terminado los estudios elementales y ca-
recer de cualquier formación, Jacob decide de-
dicarse al mundo de la ilustración. Si algo había
aprendido en la vida es que el trabajo duro es
el único medio de conseguir tus objetivos, por
lo que rápidamente se puso manos a la obra.
La animación y las tiras de prensa serán sus
primeros destinos profesionales.

Trabajando para Lincoln Newspaper Featu-
res, Kurtzberg utilizaba variados pseudóni-
mos para firmar sus tiras. Las razones que
esgrimía el artista es que la diversidad de nom-
bres le permitía probar variados estilos, ya que
nos encontramos en los primeros estadios de
su arte, una época de experimentación gráfica.
El apodo que a la postre resultará definitivo es
el archiconocido Jack Kirby. Será tan impor-
tante que lo registrará como su nombre legal
en 1943, para disgusto de sus padres. El dibu-
jante lo recuerda así: “quería un nombre que
sonara más americano” y está claro que ese lo
era. Puede parecer que Jack reniega de sus orí-
genes; nada más lejos de la realidad. A modo
de chascarrillo, nos quedamos con una curiosa
anécdota con respecto a la madre del artista,
que reaccionaba así ante el cambio de nombre,
según Roz Kirby: “todo el mundo lo conocía
como Kirby, y cuando llamaban a casa de su
madre, ella respondía: ¡no conozco a ningún
Kirby!”. Jack siempre supo quién era, de dónde
venía y contra qué había que luchar. La ameri-
canización del nombre no representaba más
que un hecho accesorio y para nada definitorio
de la personalidad del artista.
Jack Kirby trata de labrarse un camino en el
campo de la strip, principalmente en la ya ci-
tada Lincoln. Ciencia ficción, western, humor…
cualquier género era válido para el artista,
MARVEL - ARTÍCULO
alentado por los mandamases de la editorial.
Hasta que la osadía del joven Kirby, firmando
como Jack Curtiss, llamó la atención de pro-
pios y extraños. Un simple dibujo, una breve
sátira política, hace que un airado editor llame
a filas al joven dibujante. Pongamos el relato
en su contexto. Nos encontramos en 1938, re-
cién finalizada la Conferencia de Múnich. La
razón para esa reunión internacional era el
pedir explicaciones a la Alemania Nazi por la
anexión de los Sudetes, legalmente territorio
que pertenecía a la antigua Checoslovaquia.
Francia y Gran Bretaña se muestran preocupa-
das ante la agresión y tratan de obtener la pa-
labra de Hitler de que la escalada militar no
continuará. El primer ministro británico, Nevi-
lle Chamberlain, se muestra permisivo e in-
cluso arrastra su colega francés a que acepte
el nuevo statu quo. Chamberlain justificó ante
la opinión pública su postura como un intento
de mantener la paz: “sería terrible para noso-
tros prepararnos para una guerra motivada por
un pueblo lejano y por gentes de las que nada
sabemos”. No pocos criticaron esa actitud per-
misiva frente el evidente peligro que suponía el
III Reich. Kirby era uno de los que estaba se-
guro de las intenciones alemanas. Pese a su ju-
ventud, ni corto ni perezoso, publicó un dibujo
satírico donde un Hitler con forma de serpiente
devoraba Checoslovaquia, ante la alentadora
mirada de Chamberlain. Golpe directo a la línea
de flotación. El editor de Lincoln le dijo, lite-
ralmente, “¿de dónde ha sacado un mequetrefe
jovenzuelo como tú el valor para publicar un di-
bujo sobre Chamberlain y Hitler?”. Jack, que
no se había amilanado frente a hampones
mucho más peligrosos en el Lower East Side,
permaneció impasible ante él, dándole la si-
guiente respuesta: “sé reconocer a un gánster
cuando lo veo”. Kirby no se mantuvo de forma
continuada en Lincoln. No por este incidente,
que no tuvo mayor repercusión, ya que el ar-
tista siguió a la suya, sino porque no conseguía
los beneficios económicos esperados. Esto le
llevo a virar su atención hacía el reluciente
campo del comic book.
Kirby no tardó en encontrarse con un compa-
ñero que supiera comprender el negocio en sus
73
 MARVEL - ARTÍCULO
mismos términos. Hablamos de Joe Simon,
también judío como Jack, y trabajador incan-
sable en busca de asentar su posición. Juntos
iniciaron una provechosa colaboración que les
llevó por variadas editoriales, desde Fox, pa-
sando por Timely, llegando incluso a National
(o lo que es lo mismo, DC Comics). Su unión
coincide con la constatación de un hecho que
se vislumbraba a lo lejos, el estallido de la Se-
gunda Guerra Mundial en Europa. A finales de
1939, gran parte del mundo es un polvorín; las
alianzas se suceden y la guerra estalla con toda
su dureza. Los dos artistas continúan traba-
jando pues en sus cabezas hay un pensamiento
y objetivo por encima de cualquier cosa, triun-
far en el mundo del cómic. De todas formas, no
descuidan los acontecimientos que se desarro-
llan a su alrededor y serán de los pioneros en
subirse a la nueva ola del fenómeno patriótico
que asola el mundo de la viñeta norteameri-
cana. Será en Timely Comics donde den la
campanada con la creación del Capitán Amé-
rica. Un personaje recubierto por la bandera de
los EEUU y creado únicamente con el objetivo
de representar una barrera ante el imparable
avance de los nazis. El gran éxito que acarreó
su creación les llevó a fichar por National Pe-
riodicals, editorial en la que no dejaron de
lado el peligro del Eje en series tan variadas
como Sandman, otorgando a este carácter vi-
llanos de corte nazi, o The Boy Commandos,
serie surgida de las mentes de Simon y Kirby
en la que un puñado de chavales se pasan la
guerra haciendo la vida imposible a los alema-
nes en el frente. Nos encontramos en el pe-
riodo que va de 1942 a 1943, con unos Joe y
Jack asentados plácidamente en las oficinas de
National como superestrellas del medio.
Stewart. Allí se integra en el cuerpo de mecá-
nicos, algo a lo que Kirby no estaba nada ha-
bituado. Su breve estancia en esos menesteres
fue un completo desastre, tanto que los altos
mandos no perdieron tiempo en recolocarlo en
un batallón de fusileros. A pesar de ser un re-
conocido cartoonist (denominación con la que
se hacía referencia a los creadores de cómic),
no se libró de un fuerte entrenamiento militar.
Y eso que se postuló para la revista de las Fuer-
zas Armadas, Yank, pero su intento no fructi-
ficó. Su futuro pasaba por las manos de gente
que buscaba soldados, no artistas del dibujo.
Mientras otros colegas de profesión eran ubi-
cados en puestos mucho más relajados (casos
de gente como Joe Simon o Stan Lee), Kirby
sabía desde el minuto uno que estaba desti-
nado a pisar el campo de batalla. De nuevo, su
carácter indómito y su deseo de hacer frente a
la tiranía del Reich no le permitían un paso
atrás.
Jack había partido a Camp Stewart con apenas
26 años. Era un joven recién casado que casi
no había salido de Nueva York. Llegar allí, inte-
ractuar con compatriotas de otros territorios,
cada uno con su propia idiosincrasia, fue todo
una experiencia para Kirby. El ambiente de
Georgia, muy distinto al de la Gran Manzana,
le resultaba del todo pintoresco al artista (re-
cuerda con desgana los mosquitos, con hilari-
dad el hecho de ver cerdos paseando por la
calle y la curiosidad de observar a los cocodrilos

El 7 de junio de 1943 Jack Kirby es llamado a

filas. De la forma habitual, es decir, mediante
un escueto telegrama, se le asignaba a la Ma-
rina, pero por circunstancias del destino, ter-
minó recalando a en el Cuerpo de Infantería.
En las mismas oficinas de reclutamiento al-
guien reclamaba seis personas para la Infante-
ría y Jack no dudó en cambiar de destino. Es
envidado al sur, a Georgia, al mayor campa-
mento del ejército de tierra de la zona, Camp

74

en los lagos). Pero algo que sí rememoraba con
cariño es el hecho de encontrar judíos en la
zona, con los que pudo relacionarse durante su
estancia: “encontré gente de mi misma religión
viviendo en Georgia. Vivía mucho judío en Sa-
vannah y en otros lugares de Georgia, en gran
parte del sur, incluido en Texas. Me di cuenta
de que se asentaba una abundante población
muy similar a mí por todos aquellos alrededo-
res. Fue entonces cuando comencé a adquirir
un sentimiento hacia los Estados Unidos que
nunca había tenido anteriormente”.
Kirby hace su periodo de formación militar y
se le anuncia en junio de 1944 que, junto al
grueso de reclutas de la base, será enviado a
Europa. Enclavado bajo de la bandera de la Un-
décima Compañía de Infantería, una de tantas
a las órdenes del General Patton, su desem-
barco efectivo en el viejo continente ocurre en
agosto de ese 1944. Jack tiene muy presente,
años después, el desangelado aspecto de las
ciudades inglesas, punto de llegada para las
tropas norteamericanas, prácticamente en rui-
nas tras los sucesivos ataques alemanes. Pero
claro, el plan no era quedarse en Inglaterra
sino hacer frente a la maquinaria nazi allí
donde más se le necesitaba; movimiento de
ciudad a ciudad, de ruina a ruina, metidos en
camiones, sin saber apenas donde estaban:
“recuerdo las ciudades que atravesábamos.
Esas villas se han quedado presas en mi me-
moria, de verdad, porque estaban en estado de
MARVEL - ARTÍCULO
auténtica ruina. Podías intuir la antigua belleza
de los emplazamientos y sentir mucha lástima
por los habitantes de los mismos…. Atravesa-
mos Paris (nunca vi la ciudad) y nos unimos al
resto de fuerzas del General Patton”.
Nos encontramos en zona de guerra, de autén-
tica batalla. Se acabaron los entrenamientos y
las pruebas. A partir de ahora es todo real.
Kirby llega al frente cuando el General Eisen-
hower, alto mando que había dirigido las ope-
raciones del Día D, organiza uno de sus
movimientos más polémicos, dividir las fuerzas
aliadas tratando de hacer una pinza, atacando
por variadas posiciones las principales fábricas
que abastecían al ejército nazi en la zona del
Rhur. Muchos altos mandos estaban en contra
de dividir las fuerzas y al poco acabó pasándole
factura pues los alemanes concentraron bata-
llones en zonas desprotegidas para atacar la
retaguardia de los efectivos de Eisenhower.
La consecuencia directa fue recrudecimiento de
los enfrentamientos y las primeras escaramu-
zas bélicas del artista: “yo era un reemplazo,
un reemplazo de gente herida o muerta. Entré
en acción casi inmediatamente, mi equipo es-
taba asignado para el asalto. Íbamos en direc-
ción a Metz, con el objetivo de tomarla”.
Tenemos Kirby en el norte de Francia tratando
de recuperar una posición fronteriza con Ale-
mania. Es aquí donde más tiempo pasó en zona
de guerra, pues los combates por asegurar las
riveras del rio Mosela fueron una constante.
En este territorio Jack aguantó envites alema-
nes para tratar de recuperar posiciones pero
también fue la única vez que pudo recordar su
profesión de dibujante, eso sí de una manera
muy sui generis. El Rey lo recuerda de esta ma-
nera: “la única persona que me tomaba en
serio era mi teniente. Un día me dijo, “Kirby tu
dibujaste al Capitán América, eres un artista”.
Yo dije, “sí, soy esa clase de artista”. Él respon-
dió, “aquí hay un mapa. Coge el mapa. Los dos
vamos a cruzar el rio esta noche”. El rio Mo-
sela, a las afueras de Metz. Continuó, “cuando
veas un tanque tipo Tiger pones una cruz
donde está”. Y por supuesto, es lo que hice”.
75
 MARVEL - ARTÍCULO
Comienza para Jack una nueva función como
explorador en la compañía, una que le va a lle-
var al suceso que más le caló durante su es-
tancia en la zona. A estas alturas, el artista se
había acostumbrado (en la medida de lo posi-
ble) a la tensión y a la muerte. De hecho, re-
cuerda al primer caído a su lado, yaciendo
moribundo y preguntando qué había pasado.
Una imagen descorazonadora que se repetiría
a lo largo de su estancia en los aledaños de la
ciudad de Metz. Pero nadie le había preparado
para los horrores de un campo de concentra-
ción. A las afueras de la ciudad francesa toda-
vía funcionaba un pequeño sub-campamento
satélite del más importante de la zona, el lla-
mado Natzweiler-Struthof. Se encontraba
nuestro protagonista en el área, de reconoci-
miento, cuando un hombre entrado en años se
acercó a él y le pregunto en voz baja si era
judío. Jack contestó afirmativamente y el viejo ya que escasos días antes sufrió un colapso y
le llevó al pequeño campamento, atestado de tuvo que ser mandado al hospital. El diagnós-
prisioneros en un estado lamentable: “la ma- tico, un caso severo de Pie de Trinchera. Una
yoría eran mujeres aunque también había al- enfermedad muy habitual en época de guerra,
gunos hombres; parecía que no habían comido al juntarse aspectos como la mala alimenta-
desde Dios sabe cuándo. Todos estaban flacos. ción, la deshidratación, calzado inapropiado y
Sus ropas estaban andrajosas y sucias. A los la humedad constante. Jack Kirby pudo sobre-
alemanes no les importaban una mierda. Tan ponerse tras un periodo de descanso y fue li-
solo abandonaron el lugar; como si dejaran a cenciado del ejército el 20 de julio de 1945,
un perro para que se muriese de hambre. Me cuando la guerra en Europa se dio por finali-
quedé ahí fuera mirando un largo rato pen- zada. Retornaba a casa, pero nunca volvería a
sando para mí, ¿qué debo hacer? Solo recuerdo ser el mismo: “me sentía orgulloso de volver;
expresar ¡Oh Dios, oh Dios! Una y otra vez”. estaba orgulloso de seguir vivo y no sé cómo
Este hecho marcó sobremanera al Rey de los ocurrió…. La guerra fue una experiencia increí-
cómics. Apenas dibujo campos de concentra- ble para mí, el implicarme en un asunto que
ción en sus cómics de guerra; nunca quiso dar- atañía a la humanidad en general”. Muchos
les una innecesaria popularidad y se sabe que años después, ya anciano, hacía las siguientes
no admitía la broma o la parodia cuando se ha- declaraciones: “no consigo recordar qué pasó
blaba de ellos. ayer; no podría decirte que he desayunado
esta mañana, pero tengo en mi mente las caras
de todo el mundo que estaba en mi unidad. Re-
Se puede decir que un hecho reconfortante
cuerdo sus nombres, recuerdo de dónde ve-
como liberar un campo de prisioneros pudo ali-
nían, recuerdo sus formas de hablar e incluso
viar el peso de la guerra, pero eso sería dema-
las cosas que hacíamos en el día a día”. La im-
siado idílico. Las batallas no cesaban y a finales
plicación emocional que tuvo el Rey en el con-
de 1944 el invierno se cebaba con los soldados
flicto le acompañó toda su vida. Las pesadillas
rasos. En noviembre hay una ofensiva impor-
fueron una constante y la lección aprendida fue
tante de nuevo por el control de Metz. La Un-
tan importante que no dudó en trasplantarla a
décima Compañía, donde servía Kirby, debe
su trabajo.
unirse a la Décima para aguantar el contraata-
que alemán. A esos menesteres no llegó Jack

76

Fin de la guerra y vuelta a laborar. National
Periodical fue su último destino antes de ser
alistado y allí se trasladó para volver a la rutina
de la vida civil. En National, Simon y Kirby
tenían un status especial. Los editores visitaron
a Jack durante su convalecencia e incluso pu-
blicaron material de inventario durante su au-
sencia. Pero Joe Simon tenía otro plan para la
pareja artística por lo que continuaron cam-
biando de editorial a editorial hasta que consi-
guieron formar su propio taller y, como fin de
fiesta, su propia editorial, Mainline Publica-
tions. Como jefes y maestros del cotarro, Joe
y Jack se preocuparon de tener algún título
con la temática bélica de trasfondo y nos pre-
sentaron Foxhole, en 1954. Como se puede
apreciar por la fecha, los dos creadores tenían
muy fresco el conflicto por lo que trataron de
recrear con toda su crudeza lo que suponía la
guerra, sobre todo, para los soldados. Es decir,
que no hablamos de tebeos fantásticos con la
guerra como temática de fondo y la búsqueda
de un sentido aventurero (tal y como hicieron
con Capitán América o The Boy Commandos);
no, esto es bélico de verdad y de los buenos
además. La dificultad al acercarse a esta cabe-
MARVEL - ARTÍCULO
cera, o la falta de un mayor análisis, se deben
al hecho de que se trata de una revista donde
la asignación de la autoría a los artistas es poco
clara. Recordamos que nos encontramos en la
época en la que Kirby trabajaba de forma con-
junta con Joe Simon, muchas veces mimeti-
zando su estilo de dibujo. Y cuando el taller
funcionaba, el Rey se dedicaba a montar las lí-
neas básicas de las historias, hacer bocetos y
pocas veces a terminar la faena debido a la in-
gente cantidad de trabajo. Para comenzar, no
hay constancia de Jack en el #1 excepto para
acreditar su portada. Sí se le reconoce parte de
crédito en el #2, #3, #5 y #6. Cuando decimos
parte es por el detalle de que cada ejemplar de
la revista contaba con varias historias de dife-
rente paginación, siempre con el trasfondo de
la guerra, aunque no necesariamente de la Se-
gunda Guerra Mundial (por la cercanía crono-
lógica, abunda el tema de Corea). Algunos
nombres que pasean por sus páginas, aparte
del propio Jack Kirby, son John Prentice,
Jack Oleck, Bill Draut, Bob McCarty o Art
Gates. Lo que sí querían recalcar Simon y
Kirby es que estaba hecha por auténticos ex-
combatientes, gente que había pisado los te-
rrenos pantanosos de la contienda y así consta
en la publicidad de la revista.
Mainline terminó por cerrar debido a los con-
vulsos tiempos que le tocó vivir. El Comics Code
y toda la crisis posterior terminaron por dina-
mitar los sueños de Simon y Kirby. Jack se
mantuvo fiel a sus amados cómics y pasó bas-
tante de soslayo por el tema bélico. Alguna
cosa dejó para la posteridad, que analizaremos
en líneas subsiguientes, pero por lo general
centró sus intereses en historias de superhé-
roes con un fuerte componente de ciencia fic-
ción. Aun así, sabemos que es un género bajo
cuyo paraguas se pueden desarrollar abundan-
tes subtemas y de forma velada introdujo su
granito de arena en oposición a ideologías de
corte fascista. Por poner ejemplos, no cuesta
reconocer trazos de cariz autoritario en un per-
sonaje como el Dr. Doom, un villano al que con
el tiempo se le ha revestido de cierta nobleza
más bien mezquina, pero que en la cabeza del
Rey funcionaba como un dictador de manual. A
77
 MARVEL - ARTÍCULO
pesar de que se le presuma “legitimidad” al
verse de cerca el “cariño” que le muestra su
pueblo, no dejaba de ser un ególatra que utiliza
los recursos del país en su propio beneficio y
en orden a sus propios intereses. Eso por no
hablar de uno de sus grandes personajes,
Darkseid, que el propio Kirby califica como el
mayor malvado que ha creado jamás. La di-
cotomía en el Cuarto Mundo estaba clara,
dos mundos enfrentados que representan
lo opuesto, libertad vs tiranía, algo que
Jack identificaba como una versión noveno
arte de la Segunda Guerra Mundial.
Darkseid es una suerte de conquis-
tador en busca de la Ecuación de la
Antivida, aquella que le va a per-
mitir sojuzgar las personalidades
de los seres humanos para que le
sirvan a su antojo. Centrados en
este ciclo, cómo no recordar a
Glorius Godfrey, uno de esos
personajes que huelen a tra-
sunto a la legua. Pocos episodios
hay tan claros, y a la vez tan ate-
rradores, como el Forever Peo-
ple#3. Una turba de ojos vacuos
adorando a un demagogo tal y
como era presentado en la historia el
taimado Godfrey. Sabiendo lo que pen-
saba Jack de Hitler, al que tildaba de
simple charlatán, o de Goebbels, al que
consideraba el maestro de la mentira y la
manipulación, poco más podemos añadir.
Solo recordar la respuesta del citado
Godfrey a la pregunta de un amenazante
Darkseid: “yo creo en la Antivida, pero
solo puede ser inducida en los demás me-
diante la palabrería”. Nuff Said. Tampoco
está claro si Kirby estaba señalando otro
mal endémico de la época, el político de
medio pelo; se puede decir que el Rey
supo predecir este tipo de ejemplar, tan nocivo
para la sociedad norteamericana, cuyo más
claro representante en tiempo actual sería Do-
nald Trump.
Otro aspecto que le enfrentaba con las ideolo-
gías autoritarias y que siempre tuvo a bien re-
presentar en su obra fue el apoyo a la
78
necesaria diversidad. Parece que sea un tema
de actualidad pero Marvel siempre se ha preo-
cupado de mostrar en sus páginas aspectos de
la sociedad que a cada uno de sus creadores le
ha tocado vivir y eso es debido a las fuertes
convicciones de dos de sus demiurgos princi-
pales, Stan Lee y Jack Kirby. Sin más; así lo
explica el Rey con sus propias palabras:
“la experiencia me ha ayudado a apre-
ciar la variedad del país; variedad de
personas, de lenguas y culturas. Es in-
creíble pensar que tan diversos como
somos hemos podido establecernos
como una cultura. De verdad, la
diversidad es uno de esos factores
que hace a esta nación única en el
mundo”.
A pesar de que Jack Kirby, a
través de su trabajo y, en nume-
rosas ocasiones, de sus declara-
ciones, trataba de distanciarse
de todo aquello que olía a posi-
ciones poco liberales, también
tuvo su ración de ataques por
parte de sectores que no duda-
ron en tacharlo como conserva-
dor. Para entender esto hay que
retrotraerse a su última estancia en
Marvel Comics en los setenta. Al
hacerse con los rumbos del Capitán
América, cambió de forma radical el
tono y la estructura que se había de-
sarrollado hasta ese momento, cau-
sando un gran enfado en un sector
del aficionado. Lo cierto es que las
etapas setenteras del Capi y de Pan-
tera Negra son bastante inanes en
cuanto a ideas para un autor de su ca-
lado. Divertidas, frenéticas, aventure-
ras y todo lo que queramos, pero
carentes de las cargas de profundidad que el
autor era capaz, si se lo proponía, de introducir
de manera velada en sus tramas. Tanto Rogers
como T’Challa eran dos caracteres en los que
la importancia de Jack en cuanto a su configu-
ración primigenia había sido trascendental,
pero que habían conseguido sus mejores rédi-
tos gracias al trabajo de otros autores, que lo

alejaron de su senda inicial en muchos matices.
Quizás Kirby pensó que trayéndolos a su te-
rreno, al de la aventura y la acción, y aleján-
dolos de caminos que otros habían transitado
con más éxito, conseguiría la aceptación del
fandom, pero no fue lo que ocurrió. Una ola de
críticas recayó sobre el dibujante. Tanto que al-
guna pasó al terreno del pensamiento político.
Siendo honestos, de manera comparativa, el
buen Jack no era tan “progresista” (en los tér-
minos de política americana que eso puede re-
presentar) como Steve Englehart o Don
McGregor, pero de ahí a tildarlo de conserva-
dor, había un buen trecho. Sobre este aspecto,
su hija, Lisa Kirby, hizo unas sugerentes de-
claraciones al respecto: “mi padre votaba al
Partido Demócrata…. Era bastante liberal, al
menos hasta donde sé, aunque sin duda estaba
chapado a la antigua en algunos aspectos”. Por
tanto, queda claro que ideológicamente Jack
no se sentía cercano al ala conservadora y que
toda esa negatividad partía de un grupo de afi-
cionados que no compartían el nuevo enfoque;
una renovada visión que surgió de una decisión
creativa, para nada política.
Jack Kirby siempre se ha tenido a sí mismo
como un luchador por la libertad. Lo hizo con
su arte cuando se vislumbraba la Segunda
Guerra Mundial en el horizonte. Tampoco dudó
en embarcarse rumbo al centro del conflicto
cuando fue llamado a filas. Y también lo intentó
al final de su carrera cuando tuvo los redaños
de enfrentarse a las grandes corporaciones. A
inicios de los años ochenta comenzó una lucha
por la recuperación de sus originales que a la
MARVEL - ARTÍCULO
postre se transformó en una representación de
la batalla de los artistas por sus derechos. Se
adscribió a los familiarmente conocidos como
“Amigos de Gerber”, creador de Howard el
Pato, otro de los que se alzaron bien pronto
contra el sistema. Y fue uno de los primeros au-
tores en recabar en Pacific Comics, una edi-
torial pionera pues se le asignaba todos los
derechos de la obra publicada a sus creadores
originales. Allí dio salida a Captain Victory and
the Galactic Rangers y a Silver Star, aunque su
colaboración no fructificó del todo, debido a la
poca organización de la empresa. El caso es
que todo ese primigenio movimiento de resis-
tencia, ese pararse ante los abusos de las gran-
des, además por parte de un gigante del medio
como Kirby, supuso un renovado camino para
el negocio y el nacimiento de la editorial
Image, en la que incluso llegó a colaborar,
puede resaltarse como un hito en esa senda.
Por todo esto, y probablemente mucho más,
Jack Kirby siempre será recordado como un
luchador por la libertad. Ha llegado el momento
en que veamos de cerca sus obras relacionadas
con el tema. Por lo menos, las más significati-
vas pues pararse a un análisis al milímetro
sería un imposible. Comenzamos por una de
sus más celebradas creaciones, aquella que lo
metía de lleno en el fenómeno patriótico.
EL CAPITáN AMéRICA. LA LIBERTAD POR
BANDERA.
Toca retrotraer la narración a comienzos de los
años cuarenta, una época convulsa, con la gue-
rra ya declarada en términos europeos. Jack
Kirby se hallaba unido de forma artística a Joe
Simon y éste le había arrastrado a una mo-
desta editorial llamada Timely Comics con la
promesa de mejores resultados económicos.
Ambos llevaban tiempo en el negocio, tenían
talento pero todavía no habían conseguido des-
pegar a grandes cotas. En Timely domina
Martin Goodman, un empresario muy parti-
cular, habituado a ser un segundón en la indus-
tria. Acostumbrado a seguir las modas de rigor
para mantenerse a flote, la llegada de estos
79
 MARVEL - ARTÍCULO
dos chicos con grandes ideas se trataba de una
apuesta personal y debía suponer un revulsivo
para la editorial. Lo cierto es que los primeros
trabajos de la dupla bajo este sello tampoco es
que fueran éxitos contrastados; es más, pasa-
ron por el mercado de forma muy discreta.
Pero a la altura de 1940, el comic book co-
mienza una tendencia al alza en cuanto a ven-
tas debido al fenómeno patriótico. Todo buen
americano de a pie parece llevado por un ata-
que de amor a la bandera y lo que ella repre-
senta, alentados por las noticias que llegaban
del viejo continente. En Timely ya habían in-
troducido a villanos de corte nazi en su produc-
ción. Tanto Namor como la Antorcha Humana,
los estandartes de la casa, luchaban a brazo
partido contra agentes del Eje. Pero todavía fal-
taba la puntilla. En la editorial conocida como
MLJ, que entonces era famosa por publicar los
cómics de Archie, habían dado salida a un
héroe patriótico apodado The Shield. Eso es lo
que necesitamos, pensó para sí Goodman, y
se lo trasladó a los dos artistas. Jack ya había
dejado patente su osadía en una tira publicada
bajo el sello de Fawcett apenas unos meses
antes. Ted O’Neil es el nombre de la misma y
en ella tenemos de protagonista a un aviador
americano que milita en la Royal Air Force bri-
tánica; como se pude suponer, el bueno de Ted
patea algunos culos nazis, con el beneplácito
del autor.
jes y el contexto en que los presentaríamos: el
tipo de villano que necesitaríamos y los artilu-
gios que emplearían”. Esto, que parece una
cuestión baladí, fue llevada a su máxima ex-
presión cuando en los años sesenta Simon de-
nunció a Marvel, alegando derechos exclusivos
sobre la figura del Capitán América. Kirby, en
este caso reclamando parte de su autoría, tes-
tificó a favor de la Casa de las Ideas. Dejando
aparte cuestiones polémicas, sí parece claro
que el primer esbozo presentado ante Good-
man fue obra de Simon en una frenética
noche insomne: “me quedé toda la noche des-
pierto haciendo bocetos. Camiseta de cota de
malla, músculos hinchados en pecho y brazos,
mallas apretadas, guantes y botas con solapa
doblada bajo la rodilla. Le dibujé una estrella
sobre el pecho y barras desde el cinturón hasta
una línea debajo de la estrella; coloreé el dis-
fraz de rojo, blanco y azul. Añadí un escudo”.
El primer nombre sugerido al respecto fue el de
“Superamericano”, pero tamaña pomposidad

Ya tenemos la idea sobre la mesa, un superhé-

roe que recoja los valores señeros de la nación,
en franca oposición al nazismo. Respecto a la
creación del mismo, tenemos dos versiones
contrapuestas. Según Joe Simon, la idea la
llevaba barruntando un cierto tiempo, algo
antes de que Goodman lo sugiriese. Tirando
un poco de hemeroteca, el Marvel Boy que
ambos habían creado de forma reciente se
puede considerar un prototipo del héroe patrió-
tico. No era algo que fuese del todo rompedor;
el concepto llevaba tiempo flotando en el am-
biente. Kirby, en cambio, comenta que fue una
cuestión trabajada a medias, sentados y to-
mando decisiones de forma conjunta sobre
cómo iba a ser ese nuevo carácter: “discutía-
mos prácticamente a diario sobre los persona-

80

quedaba algo excesiva. El hecho de darle una
gradación militar y añadir el apropiado América
a su nombre sonaba algo más sobrio. Capitán
América fue el apodo definitivo y así fue pre-
sentado al gran jefe.
A Martin Goodman le encantó, sin más. Tanto
que rápidamente le dispuso una revista con su
nombre como cabecera, algo del todo inusual
en este temprano estadio del medio. Las nego-
ciaciones tampoco es que fueran muy compli-
cadas. Goodman les ofreció el 25% de todo lo
recaudado a los creadores y estos no pusieron
ninguna pega. Un último requerimiento fue
puesto sobre la mesa, el primer ejemplar debía
publicarse inmediatamente. Según Martin: “el
cabronazo (Hitler) está vivo pero en medio de
una situación explosiva….puede ser asesinado
en cualquier momento”. Es decir, no debía per-
derse el impacto de la coyuntura y eso que Es-
tados Unidos todavía era país neutral. Esto
dificultaba la forma de trabajar de Joe y Jack,
por lo que no quedó otra que contratar a un en-
tintador. En esos menesteres entró Al Lieder-
man y posteriormente, debido al frenesí de los
plazos, Syd Shores, entonces un simple licen-
ciado en artes que andaba muy de capa caída
con un trabajo en una licorería de barrio. Con
el tiempo, sería un artista fundamental en la
compañía, sobre todo en la Golden Age. Su
faena, trabajar a marchas forzadas en la con-
fección del primer número de la revista en todo
aquello que Simon, Kirby y Liederman no
podían completar.
Captain America Comics#1 sale al mercado en
marzo de 1941 (fecha de portada). Se estruc-
tura como las publicaciones al uso, es decir, con
variadas historias en su interior. La mayoría co-
rresponde a peripecias del recién creado per-
sonaje pero también se incluyen un par de
historias cortas, con Hurricane, una suerte del
Mercurio mitológico, y Tuk, un muchacho que
vive en el mundo de las cavernas, además de
un relato en prosa sobre el capi de apenas dos
páginas. Obviamente, nuestras miras están
puestas en el Capitán América, por lo que
vamos a pasar de largo del resto del elenco
MARVEL - ARTÍCULO
pese a que esas tramas accesorias puedan ser
muy interesantes. En este primer número te-
nemos la historia de origen de rigor; así sabre-
mos de los sinsabores de un Steve Rogers no
apto para formar parte del servicio militar. Por
otra parte, el presidente Roosevelt anda muy
preocupado con el movimiento quintacolum-
nista, que no para de sabotear posiciones en el
propio país. Esto da lugar a que se apruebe un
experimento muy particular, un proyecto se-
creto para crear un “superagente” a cargo del
profesor Josef Reinstein. El ya nombrado Ro-
gers es un patriota, un entusiasta, que decide
poner en peligro su vida para servir a su na-
ción. El experimento es un éxito y el pequeño
Steve se convierte en un fornido ejemplar, casi
un superhombre. Ante la celebración de la ha-
zaña, nadie se apercibe de un miembro de la
Gestapo infiltrado, que hábilmente termina con
la vida del profesor. El sueño de crear un
cuerpo de supersoldados se desvanece y nos
deja a Steve Rogers como un ejemplar único,
a partir de entonces conocido como el Capitán
América.
Steve tiene el cuidado suficiente de mantener
su identidad secreta. Pasando desapercibido
como un soldado raso en Camp Leight, es des-
cubierto de forma fortuita por la mascota del
destacamento, el joven Bucky Barnes. Rogers
lo acepta como compañero de aventuras, en
aras de mantener su secreto. Esto, que a día
81
 MARVEL - ARTÍCULO
de hoy nos suena como un completo dislate,
seguía siendo algo irreal en la misma época.
Los niños no poblaban los barracones de los
campamentos militares. El concepto de side-
kick, denominación del acompañante juvenil,
viene de la misma esencia del comic book. So-
cialmente aceptado que su audiencia era infan-
til, o como mucho juvenil, los grandes editores
pensaron que la inclusión de un carácter con el
que esos lectores pudieran relacionarse les
haría aumentar las ventas. Y fue algo que se
extendió de manera generalizada. Todo buen
héroe debía de circular con su propio sidekick.
Así pues, a la conclusión de la primera historia,
tenemos perfilados todos los elementos nece-
sarios para disfrutar de la aventuras del Centi-
nela de la Libertad. El modus operandi será el
mismo, pues aunque los enemigos se llamen
Sando y Omar o Rathcone, siempre hablamos
de agentes del Eje que tratan de dinamitar la
logística americana en su propio hogar. Pero sí
queremos destacar algo en este episodio ini-
cial, la inclusión en continuidad del Cráneo
Rojo, uno de esos villanos que mejor represen-
tan las ideas de Kirby al respecto del fascismo.
En principio, no parece más que otro excéntrico
matón envidado por Hitler pero cuando descu-
brimos la verdad, si cabe es más aterradora.
Nos encontramos ante George Maxon, un em-
presario norteamericano con intereses econó-
micos en la victoria germana. Es indudable que
el diseño es una genialidad por parte de Simon
y Kirby, por lo que el personaje sería recupe-
rado en el futuro, pese a que al final de la
trama, a Maxon se le da por muerto y ente-
rrado.
82
Captain America Comics#1 fue un auténtico
bombazo. El salto a la fama de los autores. Se
estima que vendió más de un millón de copias,
lo que propició toda una producción basada en
el fenómeno patriótico en Timely. Eso lo sabe-
mos en la actualidad. En tiempos, los datos tar-
daban mucho más en llegar por lo que los
autores, sin tiempo a respirar, debían ponerse
con el número dos. Con el necesario tino de di-
versificar, esta segunda revista contiene in-
fluencias de corte pulp, con extraños gigantes
venidos de oriente o un truculento relato sobre
un misterioso enemigo apodado el Hombre
Cera. Como detalle a resaltar, el estableci-
miento de secundarios como Betsy Ross, una
avezada agente que interactúa con nuestro
protagonista, o el cambio del escudo. Después
de portar en el #1 un escudo triangular, hecho
de acero, con forma de cometa, modelado a
partir del que figura en el gran sello de EEUU,
Rogers tuvo que dejarlo de lado. Digamos que
la versión poética es que el diseño fue reno-
vado con una especial aleación de vibranium,
acero y otras sustancias experimentales, con-
siguiendo una mejora sustancial. La verdad
tras la cortina es que el primer modelo era sos-
pechosamente parecido al que llevaba The
Shield, el personaje de MLJ, y Goodman no se
arriesgó a que tuviese que pagar unas contra-
prestaciones económicas ante una previsible
demanda. Solicitó a los autores un nuevo di-
seño para el escudo, que estuvo presto a de-
butar en este #2. Como dato accesorio, los
colores varían con respecto al actual, más que
nada por el llamativo borde azul, que lo dife-
rencia de la versión canónica. A la altura del #6
ya tenemos su clásico borde rojo, a la postre el
definitivo.
Quizás lo más importante de este segundo
ejemplar sea la esperada interacción de nues-
tros dos protagonistas con la Alemania del na-
cional socialismo. Desde la misma portada del
#1, con aquel bofetón a Hitler, y siguiendo la
misma senda con la del #2, los lectores disfru-
taban de las aventuras de Rogers sin salir de
suelo patrio y mucho menos con visos de cru-
zarse con el Führer en persona. Esto debía de
solventarse y Simon y Kirby lo hicieron posi-

ble en este número. Un importante financiero,
Henry Baldwin, es secuestrado y llevado a te-
rritorio alemán. A Steve y a Bucky no le queda
otra que salir en su búsqueda. Dejando de lado
lo caricaturesco de sus disfraces (una fornida
señora y su crecido chaval), consiguen infil-
trarse en territorio enemigo. Hitler y también
Goering forman parte del relato pertrechado
por los dos autores por lo que esperen encuen-
tros insospechados.
El #3 marca un cambio considerable, girando
los autores hacia la aventura y el género pulp.
El dato más destacable es el retorno de Cráneo
Rojo, cuya historia es la
principal, pero las dos se-
cundarias ya son tramas re-
vestidas de diferentes
tradiciones, mucho más
concordantes con el género
aventurero que con el pa-
triótico. Otro detalle impor-
tante es que aquí tenemos
el relato en prosa de rigor,
solo que es este caso fir-
mado por alguien de tamaña
importancia que es imposi-
ble obviarlo. Hablamos de
Stan Lee, el hasta ahora
chico de los recados, que
pronto asumirá la crucial
función de guionista en la
casa. De momento, solo son
pequeños pinitos que no al-
teraban el discurrir de Joe y Jack. El #4 con-
tinua en la misma tónica, aventuras que
mezclan el terror con esvásticas nazis, dando
como resultado frenética acción que gustaba
mucho al respetable. A estas alturas el Capitán
América era todo un fenómeno y sobre sus es-
paldas se edificaban nuevas cabeceras (USA
Comics o All-Aces Comics). Se puede decir sin
ambages que es el modelo a seguir, hasta la
salida de Simon y Kirby en el #9 (también de
Timely). Los dos autores utilizan referencias
nazis para marcar a determinados villanos pero
la imaginería es de revista pulp, de manual:
podemos nombrar un relato con Iván el Terri-
ble, otro con gigantescos dragones marinos,
MARVEL - ARTÍCULO
enemigos orientales sospechosamente pareci-
dos a Fu Manchú, jugar con los resortes del po-
liciaco o ambientar tramas en islas perdidas. Ya
el colmo de los colmos es cuando los dos crea-
dores meten un trasunto de Batman muy des-
fasado, ¿homenaje o ironía? Nunca lo
sabremos. Pese a lo que pueda sonar, la cabe-
cera no pierde su identidad; Betsy Ross se
asienta como secundaria y Cráneo Rojo tiene
recurrentes vueltas a la acción, pasando a con-
vertirse en el enemigo del abanderado por an-
tonomasia. Las historias del Capitán América
casi parecían un género en sí mismo. Y esto es
debido a la personalidad de sus creadores.
La composición de las bases
sobre las que se edifica
Steve Rogers se haya implí-
cita en estos estadios semi-
nales. No hablamos de un
boy scout, ni de un tosco de-
tective que se conoce des-
provisto de moralidad. Lo
localizamos en una zona gris
muy poco vista en la época.
El Centinela de la Libertad
no es un policía que se en-
carga de llevar ante la justi-
cia a los malvados villanos;
simplemente se posiciona
ante cualquier hecho ma-
ligno, provenga o no de los
nazis, y no le importan las
consecuencias. Es un sím-
bolo que prevalece y al que cualquier ciuda-
dano de pie puede agarrarse. Obviamente,
Steve no detiene al mal con su desbordante
personalidad. Utiliza la violencia como cual-
quier superhéroe, pero llama mucho la aten-
ción que los dos creadores tuvieron mucho
cuidado que nadie muriese a sus manos; los
aparentes fallecidos (caso del Red Skull del #1)
son debido a desafortunados accidentes. Nunca
se le muestra como vengativo o sediento de
sangre, pese al indudable daño que causan
muchos de sus enemigos. Eso no implica que
exponga un fuerte desdén hacia ellos, tal y
como acontece tras la muerte del espía que
asesinó al buen profesor Reinstein.
83
 MARVEL - ARTÍCULO
Otro componente destacado del relato es el mación me ayudó mucho porque supe trasladar
joven Barnes. Los autores no buscan darle un gran parte de ese movimiento a mis figuras”.
trasfondo profundo pero es un elemento inse-
parable del personaje; allá donde vaya Steve,
Jack era el motor principal de la parte artística
Bucky estará a su lado. Y esa visión conjunta
pero eso no implica que Simon se quedará mi-
es la que nos da su propia valía. Frente al es-
rando al tendido. Hay parte de Joe en las his-
pécimen superpoderoso, casi metahumano,
torias y en las composiciones, solo que al lado
que representa el abanderado, el sidekick sim-
de una fuerza de la naturaleza como Kirby
ple y llanamente puede pasar por cualquier
puedes pasar injustamente desapercibido. Apa-
hombre corriente con ganas de hacer lo co-
rece documentado que se encargaba de los di-
rrecto. De facto, no pocos han identificado al
seños de las portadas y de las splash pages.
propio Jack Kirby en la figura de este primi-
Compuso un estilo propio para las páginas de
genio Bucky. Siempre peleón, en continuo mo-
presentación, otorgando a las viñetas su propio
vimiento, presto a levantarse cuando lo
interés y significado. También se
derriban. Recordamos que hay incontables
sabe que le gustaba experimentar
anécdotas acerca del carácter del Rey, ha-
con la estructura de página.
ciendo buena aquella má-
Pocas veces utilizaban la com-
xima de “pequeño,
posición 3X3, e incluso
pero matón”.
se jugaba con viñetas
circulares, arqueadas o
Respecto al arte, también en forma de S para hacer trasla-
tenemos una evolución ción entre planos. Por los testi-
importante de la dupla monios de la gente
creativa. Sobre todo aus- que los conoció, Kirby
piciado por los intereses era algo más clásico
de Kirby, que comienza mientras que a Simon le
a experimentar con fi- gustaba innovar en cuanto
guras exageradas, en a composición y fondo en
posiciones cinéticas im- las historias. Pero es in-
posibles, algo que se convertirá en marca de la dudable que ambos se mimetizaban en aras de
casa. Para Jack no era tan importante la cues- conseguir su objetivo, que como el Rey ha re-
tión de las proporciones o seguir las leyes físi- petido en incontables ocasiones, era el vender
cas básicas, todo lo contrario. Se necesitaba muchos cómics.
romper esas barreras para lograr un mayor
efecto en el lector: “la lucha es una forma ex-
Captain America Comics#9 fue el último de
trema de comportamiento, por lo que trato de
nuestra dupla creativa. Utilizaba el diseño es-
retratarla de una manera extrema. Dibujo la
tándar, con Simon y Kirby variando el tono y
posición más complicada en la que un perso-
la temática de una historia a otra. Todavía con
naje puede meterse. Por eso, siempre coloco a
elementos nazis pululando, hacía tiempo que
los caracteres de la forma más exagerada, y
se había convertido en un refrito de influencias
haciendo esto he desarrollado un estilo ex-
pulp, con gran éxito en el mercado, por lo que
tremo que es fácilmente reconocible por todo
no se adivinaba en el horizonte esta separa-
el mundo”. Sin duda, esa querencia por la des-
ción. La revista siguió publicándose con Stan
proporción, parece que le viene de su época de
Lee o Syd Shores como responsables creati-
la animación, cuando dibujaba cartoons en los
vos, pero ¿qué ocurrió para que Goodman
Estudios Fleischer: “tenía un luchador en mis
despidiera a sus más relucientes estrellas?
manos y tenía que hacer que luciera como tal
Bien, hay que añadir un poco de contexto.
luchador. Tienes que ver al personaje desde di-
Simon y Kirby ingresaron en Timely pero no
versos ángulos y el tener experiencia en ani-

84

con carácter exclusivo. Compaginaron su tra-
bajo en Fox o Fawcett con sus primeros pasos
en la nueva editorial. Martin Goodman no era
partidario de ese proceder por lo que pronto
trató de recompensarles para que estuvieran
contentos en su compañía. Joe Simon pasó a
ser editor jefe y tuvo mucho poder de decisión.
Esto hizo que centraran muchos de sus esfuer-
zos en Timely, pero nunca fueron del todo fie-
les. Llegados a cierto punto, el éxito del
Capitán América era incontestable. Joe y Jack
cobraban bien por su creación pero empezaron
a sospechar que Martin no estaba siendo del
todo honesto. Justamente, descubrieron que
les estaban escamoteando beneficios de ese
25% que les tocaba. Sabedores que tenían las
de perder frente al poderoso empresario, deci-
dieron darle donde más le dolía al dueño y co-
menzaron a colaborar con otras editoriales.
Siempre a escondidas, se pusieron en contacto
con Jack Liebowitz, que dirigía National Pe-
riodical (el germen de DC), y le ofrecieron sus
servicios, siendo ya considerados como eran
estrellas del medio. Jack recuerda momentos
de auténtica tensión al estar trabajando en
MARVEL - ARTÍCULO
otros proyectos en las oficinas de Timely. Al
final, se decidieron por alquilar una habitación
en un hotel que les serviría de cuartel general
para su faena bajo manga. En un principio, era
alto secreto pero el joven Stan Lee les descu-
brió y quiso ser parte del contubernio, a espal-
das de su jefe. Cuando Joe y Jack perfilaban
el #10, recibieron una incómoda visita en el
hotel. La familia Goodman había descubierto
el engaño y quedaban fulminantemente despe-
didos. A ese respecto tenemos dos visiones
contrapuestas: para Kirby, estaba claro que
fue cosa de Lee; Simon, en cambio, siempre
ha dicho que le pareció una estratagema por
parte de la propia National. No tenemos datos
sobre la mesa, nada más que simples opiniones
de los interesados, pero parece más lógico esta
segunda opción; Liebowitz se quedaría en ex-
clusiva con la pareja más reclamada del mo-
mento. Sea como fuere, se cerraba el camino
conjunto del Capitán América y sus creadores
originales….por ahora. Es bien sabido que
Jack, junto a Stan, lo recuperó en los sesenta
para la Era Marvel. E incluso, el Rey tuvo la
gran oportunidad de regir sus destinos como
autor completo en los setenta. Pero eso ya de-
berá ser narrado en mejor ocasión.
En estos nueve números tenemos la composi-
ción de un héroe patriótico, tal y como deman-
daban los tiempos. La Segunda Guerra Mundial
fue algo tan devastador que afectó a todos los
aspectos de la vida. A pesar de que se puede
identificar al personaje como militar, no en
vano muchas veces lo vemos circulando con su
uniforme oficial e interactuando con mandos
del ejército, como el Sargento Mike Duffy, las
tramas de sus aventuras se alejan de lo bélico
en estado puro. Es más, los autores utilizan
una mezcolanza de géneros para atraer a su
audiencia y parece que funcionó a las mil ma-
ravillas. Mucho nazi, alguna escapada al frente
y un poco de Hitler son los aspectos que se
pueden extraer como resumen en lo que res-
pecta al conflicto armado. Es una serie que re-
zuma personalidad por parte de los dos
creadores, tanto en la temática como en el as-
pecto visual.
85
 MARVEL - ARTÍCULO
Personalidad que se adscribe a dos autores de
credo judío, como gran parte de los que se de-
dicaban al medio en aquella época. Al igual que
se puede hacer con el nacimiento de Super-
man, en el que muchos han visto una clara ico-
nografía mítica de raíz hebrea, el capi también
ha tenido su ración de lectura por parte de ra-
binos judíos. Así lo expresa Simcha Wens-
tein, experto en el tema: “a
pesar de la apariencia pa-
triótica, el uniforme del Ca-
pitán América también
denota que hunde sus raí-
ces en la tradición judía….
Es en parte una alusión al
Golem…. La primera letra
del alfabeto hebreo es
Aleph, el equivalente a la
letra A. El Capitán América
lleva una A en su máscara y
es esa la letra que se nece-
sita para darle poder al
Golem, según nuestra tradi-
ción”. Interpretaciones va-
rias mediante, lo que es
indudable es que el buen
Capitán se convirtió en un
signo de los tiempos, que
ha tenido que ir reinventándose con el paso del
mismo, para lograr su sentido. Y es que no es
nada sencillo pasar una vida como un hombre
fuera de su propio tiempo.
THE BOY COMMANDOS. LOS CHICOS vAN
A LA GUERRA.
Jack Kirby, acompañado de su inseparable
compañero, recalan en National Periodical (a
la que a partir de ahora identificaremos con el
más conocido DC) a finales de 1941 con una
inmejorable oferta sobre la mesa. Era obvio al
tratarse de la editorial hegemónica en el sector.
Más ingresos y libertad creativa, algo que no
podían decir el resto de miembros del plantel.
La libertad les permitió seguir ahondando en
sus propias ideas, ya que fueron fichados por
esa misma razón, aportar frescura a la edito-
rial. Entre esas ideas se encontraba la Newsboy
86
Legion, literalmente, la legión de repartidores
de periódicos. Básicamente, se cogía algo que
había funcionado con el Capitán América (su
asociación con sidekicks, como los Jóvenes
Aliados) y se perfila en el entorno DC, extir-
pando cualquier atisbo de componente patrió-
tico. Un agente de policía se viste de
superhéroe en sus ratos libres, portando un es-
cudo con forma de placa, y
para que su función fuese lo
más efectiva posible,
adopta una pandilla de un
barrio problemático de
Nueva York para ser sus so-
cios en armas. Se puede
notar el componente auto-
biográfico en la composición
de los personajes pues Jack
fue repartidor de periódicos
cuando era chaval y su ori-
gen se localiza en el Lower
East Side, un entorno bas-
tante complicado. Incluso,
se dice que en todo cómic
del Rey hay un trasunto
personal y en este se puede
citar a Scrapper como su
alter ego particular. Los per-
sonajes tuvieron una muy buena aceptación y
comenzaron aventuras en diversas revistas de
la editorial.
¿Tiene esta Legión de Repartidores algo que
ver con nuestra narración? Pues algo. A finales
de 1941 se produjo el ataque a Pearl Harbor
que provocó que Estados Unidos entrara de
forma oficial en la guerra. Por tanto, más que
nunca nuestros autores eran conscientes de lo
que se venía encima. Consecuencia directa de
eso, el tándem artístico pensó en añadir a su
nueva producción en DC a los Boy Comman-
dos, un grupo de chicos en plena guerra euro-
pea al mando de un intrépido capitán. Lo que
venía a ser la Newsboy Legion pero en un
marco bélico. No se puede negar que los Boy
Commandos son consecuencia de la Newsboy
Legion. Son dos conceptos tan parecidos, casi
idénticos en su concepción, que ni los propios
autores podrían poner una objeción al res-

pecto. Sin duda, son este grupo metido a labo-
res bélicas el que nos interesa y a ellos dedica-
mos las siguientes líneas.
El equipo juvenil debuta en junio de 1942, en
las páginas de Detective Comics#64. Compar-
tiendo espacio con Batman y Robin, los autores
son conscientes de que la temática no pega del
todo con el resto de la revista: “¿Qué hace esta
tira en Detective, te preguntarás? Los super-
criminales que tienen encadenado a todo un
continente te lo pueden decir. Desde la caldera
caliente de la guerra se levantan nuevos agen-
tes de la justicia…. Los Comandos están lle-
gando”. Así reza la leyenda incluida en el propio
cómic; se notaba que la tensión de la batalla
se acercaba. A estas alturas, nuestros dos au-
tores estaban comprometidos en la lucha con-
tra el fascismo. Las noticias sobre el frente eran
constantes y Simon y Kirby pensaron que
sería interesante trasladar ese espíritu belicoso
a su audiencia. Así lo recuerda Joe: “los co-
mandos británicos comenzaron a aparecer con-
tinuamente en la prensa, disparando la
imaginación y la admiración de los estadouni-
denses con sus peligrosas hazañas. Jack y yo
ideamos entonces a los Comandos Juveniles,
que giraba en torno a un grupo de chicos jóve-
nes con diversos orígenes internacionales”. Por
tanto, tenemos a un grupo de chavales
provenientes de diversos países aliados,
jugueteando en pleno Teatro
de Guerra. Volve-
mos al con-
MARVEL - ARTÍCULO
cepto de sidekick bélico, que no tenía ningún
sentido, por lo que a estos menores se les hace
pasar por las “mascotas” de un destacamento.
A su cabeza se debe colocar un adulto, en este
caso el capitán norteamericano Rip Carter. Es
este oficial el que debe coordinar a la tropa ju-
venil: Pierre Chavard, de origen francés; Jan
Haasen, de la Holanda ocupada; Alfy Twidgetts,
el típico elemento británico; y por último,
Brooklyn, que ya pueden suponer su proceden-
cia (al igual que su cercanía a cierto dibujante
que todos conocemos).
Al contario que su anterior experiencia con el
Capitán América, los Boy Commandos es un
tebeo que se adentra de lleno en variados as-
pectos sobre la guerra. Desde su primera apa-
rición, donde hay una disputa acerca de un
componente importante de la resistencia fran-
cesa, entre alemanes y aliados, todo circula al-
rededor de la guerra y sus soldados. Pese a la
corta edad de algunos de sus protagonistas, la
trama no resulta para nada absurda, ni tam-
poco infantil. Es más, el guion se estructura en
una suerte de relato circular, que une su inicio
y su desenlace, de una manera muy inteli-
gente. Hay combates, hay muerte, hay tras-
cendencia, pues cada misión es importante.
Esta primera historia de los Comandos Juveni-
les gustó mucho a la audiencia de DC. Y claro,
los lectores demandaron más de manera ins-
tantánea. Primero ampliaron su espectro al
contar con un segmento en World’s Finest Co-
mics, y ya pasando a temas mayores, en di-
ciembre de 1942 consiguen su propia revista.
A Joe Simon le gustaba alardear del impacto
que consiguieron los personajes co-creados con
Kirby, y soltaba con pompa y
boato que en los años cuarenta
los tres pesos pesados de DC
eran Batman, Superman y los
Boy Commandos. Y para
muestra, la portada de Detec-
tive Comics#65, donde los
mismísimos Batman y Robin
dan la bienvenida a las nue-
vas estrellas de la editorial.
Tamaña declaración, pese a
ser en parte interesada, desde
87
 MARVEL - ARTÍCULO
luego no puede tomarse por algo intrascen- debía ser un cómic impregnó la editorial, aun
dente. Los Boy Commandos impactaron bas- cuando se notaba que tenían a muchos edito-
tante en los lectores, consiguiendo colocar en res en su contra. Haciendo una analogía con el
el mercado alrededor de un millón de copias de Capitán América, los Comandos Juveniles eran
cada ejemplar a la venta. casi un género en sí mismos. Había temática
militar, sí, en gran cantidad, pero igualmente
te podías encontrar con un número donde Rip
Esta serie se convirtió en la más longeva que
los mandaba a la escuela a estudiar, con insos-
Simon y Kirby inventaron en su primera es-
pechadas disputas con el tutor, y al siguiente
tancia en DC. El primer volumen llegó hasta los
se dirigían a territorios inhóspitos de África a
treinta y seis números, aunque a Joe y Jack
vivir fastuosas peripecias. No se parecía a una
solo se les puede acreditar del #1 al #5 (más
fórmula ganadora que se repitiese hasta la ex-
apariciones en complementos arriba señala-
tenuación; en el cambio, en la variedad, estaba
dos), ya que los dos autores fueron reclutados
el éxito. Utilizando su variado nicho de influen-
a filas y no pudieron continuar con su come-
cias, extraído básicamente del pulp, Jack y Joe
tido. Y eso representaba un problema para los
podían montar tramas con base de comedia,
editores de National. La editorial estaba mon-
algunas realmente alegóricas, con una bús-
tada al estilo industrial, con unos cómics cor-
queda de un significado mayor, o incluso añadir
tados por patrones casi rígidos. Joe y Jack
toques truculentos y del terror, a pesar de que
hacían de sus tebeos una experiencia única,
sus protagonistas principales son un grupos de
con un estilo característico muy difícil de imitar.
jóvenes mascotas de destacamento. Hay que
Cuando el gran jefe intuía que pronto iban a ser
suspender mucho la credulidad para meterte
llamados para servir en el ejército, les solicitó
de lleno en los papeles de los chavales. Pero
que aumentaran la cantidad de páginas entre-
una vez realizado el salto de fe, es del todo sor-
gadas, lo que claramente representaba más di-
prendente lo que nos ofrecen en estas páginas.
nero para los artistas pero también un fuerte
quebradero de cabeza. Ambos pensaron que la
mejor solución era montar un taller, con un re-
ducido grupo de profesionales, que les ayuda-
rían en variados menesteres. Así, se podía
repartir mejor la faena y aumentar la produc-
ción. Con el tiempo, este taller fue creciendo
hasta convertirse en toda una editorial, ya en
los años cincuenta. De todas formas, por más
que no fuera la intención de Liebowitz, tuvo
que tirar de sustitutos para cubrir la larga au-
sencia de los creadores originales, pues se
había demostrado que los Boy Commandos
eran todo un fenómeno. A la vuelta de la gue-
rra, Kirby todavía tuvo la fortuna de dedicarse
a sus queridos personajes, ya que se le acre-
dita en el #15 y en el #17. Y si no hizo más fue
porque al regreso de Simon, éste le convenció
para cambiar de editorial. Adiós a los Coman-
dos Juveniles.

Como no podía ser de otra forma,

Simon+Kirby revolucionaron la anquilosada
compañía. Su especial concepción de lo que

88

Jack Kirby y Joe Simon, pese a su aumento
de fama, siguen con su lógica evolución artís-
tica heredada de los tiempos de Timely. Ya se
les reconocen trazos de estilo inconfundible,
con esas escenas de acción con coreografías
imposibles y esa capacidad cinética. En DC tra-
taron de cambiarles la forma de trabajar. Re-
cuperamos palabras de Simon al respecto:
“Mort Weisinger y Jack Schiff llegaron a de-
cirme: “mira, los cómics no se
hacen así. Utilizáis mucho
sombreado de rejilla cruzada”.
Yo les contesté: “siempre
hemos trabajado así. Así hici-
mos el Capitán América y pre-
cisamente por el éxito que
tuvo nos llamasteis”… al final
lo hicimos como nos gustaba a
nosotros.” Es decir, permane-
cieron firmes antes las recla-
maciones de los editores. Para
ellos era muy importante el
acabado final y en DC la línea
era muy fina, muy lograda,
porque trataban de resaltar al
personaje por encima de la
ambientación o la trama. Para
los autores la composición era
parte de un todo, de algo
mayor, una que cada historia demandaba. Y si
el entintado de Jack se merecía el de rejilla
cruzada, ellos no se iban a echar a atrás pese
a las malas caras de muchos en la editorial.
Algo en lo que sí que se percibe un avance con-
siderable fue en su capacidad de narración, que
vemos reflejado sobre todo en las grandes
splash pages de Boy Commandos. Una mara-
villa que te abría las ganas de pasar a la si-
guiente página para adentrarte en la aventuras
de estos muchachos.
Como vemos, unos cómics que utilizan la mez-
colanza de géneros pasados por el tamiz de
Joe y Jack. Pero estos Boy Commandos son
algo especial. No por el hecho de reunir una
pandilla de chicos jóvenes, algo a lo que Kirby
y Simon ya nos tienen del todo habituados
(Centinelas de la Libertad en Capitán América
Comics, Newsboy Legion, estos Comandos Ju-
MARVEL - ARTÍCULO
veniles…incluso, de manera posterior, podemos
citar a los Boy Explorers), lo son porque es la
serie con su autoría que mejor representa una
lucha directa y sin cuartel frente a las fuerzas
del Eje. Acción, toques pulp, narrativa cercana
a los superhéroes… de todo esto tenemos en la
cabecera pero el principal interés de los crea-
dores era mostrar a una generación el mayor
mal de ese tiempo. Una representación como
otra cualquiera de la diatriba
entre la libertad, que se les
presupone a los aliados,
contra la tiranía del fas-
cismo y asociados. Era la
forma que los dos autores
se posicionaban; pronto
tendrían que utilizar más
que su arte, al acudir al
frente como cualquiera de
sus compatriotas. Nos que-
dan unos carismáticos per-
sonajes, que por cierto, son
puro Kirby, y unas historias
con un gran despliegue de
imaginación, plenas de
humor o drama, según la si-
tuación, y, por descontado,
con mucha acción.
FIGHTING AMERICAN. UNA vUELTA A LA
BANDERA.
La historia de Fighting American tiene que ver
mucho con el Capitán América. Las similitudes
son evidentes, porque los autores de forma in-
tencionada así lo quisieron. La situación a su
salida de Timely es que Goodman se quedaba
con la titularidad del Centinela de la Libertad.
El trato del 25% de la venta se circunscribía a
su estancia en la editorial. Esto era así enton-
ces y se mantiene con cada personaje creado
para una gran compañía, el más que conocido
“work for hire“. Simon y Kirby no tenían nin-
gún poder de decisión sobre los destinos de su
criatura. En 1944 ya se había dado un intento
de traslación al entorno audiovisual con un se-
rial producido por Republic Pictures, del que los
autores no recibieron ni un céntimo. Joe y
89
 MARVEL - ARTÍCULO
Jack seguían a lo suyo pero miraban de reojo Hay que decir que la copia duró más que el ori-
a lo que se hacía con el Capitán América en la ginal. La tentativa de Atlas se vio fallida nada
otra acera. más discurrir tres ejemplares y eso que con-
taba con activos tan importantes como John
Romita Sr. o Russ Heath. La versión de
Después de la guerra, el género del superhéroe
Simon y Kirby al menos duró siete números.
sufrió un retroceso importante, mucho más
Las bases sobre las que estaría montado todo
acusado en aquellos de corte patriótico. Los
el entramado eran sospechosamente parecidas
gustos del respetable giraron hacia otros lares
al Capitán América, algo del todo deliberado.
e incluso Simon y Kirby tuvieron que reinven-
Tenemos a un afamado presentador televisivo,
tarse, entre otros, con el pelotazo de los cómics
antiguo héroe de guerra ahora impedido, po-
románticos. A Joe y Jack les iba muy, muy
niendo al descubierto las diversas confabula-
bien pero un suceso en 1954 llamó su atención.
ciones de los enemigos de la nación. Al grito de
Atlas, la nueva nomenclatura de la empresa de
“¡Hola América! Al habla la voz de la libertad”,
Goodman, se propone traer
Johnny Flagg advierte a sus
de vuelta al Capitán América.
conciudadanos de los peli-
Buscándole un sentido al
gros que les acechan y ex-
abanderado, y ya con los
presa poderosas arengas
nazis extintos (o eso parecía
patrióticas de cara a sus te-
entonces), se buscó el si-
levidentes. La clave de su
guiente enemigo a abatir en
éxito reside en su her-
la lista, y esos eran los comu-
mano, principal impulsor
nistas. Los años cincuenta
intelectual y redactor de
fueron los de la eclosión de la
sus discursos. Lo que ocu-
Guerra Fría, el enfrenta-
rre es que Nelson, el citado
miento entre bloques, y en
hermano, es un chico en-
EEUU hubo una auténtica his-
clenque, más bien asusta-
teria al respecto, con episo-
dizo, que se siente
dios tan negros como la “caza
eclipsado bajo la sombra de
de brujas” auspiciada por el
su hermano. El tal Johnny
senador Joseph McCarthy.
Flagg tiene muchos enemi-
Como hemos dicho, sus crea-
gos, pues es capaz de des-
dores originales no le quita-
cubrir las más enrevesadas
ban el ojo a su personaje y
conspiraciones. Y en una de
aquello les sentó especial-
esas es atacado hasta quedar malherido, muy
mente mal. Joe Simon recuerda la situación y
malherido. Apenas aguanta con vida hasta la
hablar sobre ello con Kirby: “Han recuperado
llegada de su hermano. Sus últimas palabras
al Capitán América, Jack -dije-. Sí pero no du-
son de despedida. Nelson queda profunda-
rará -replicó Kirby-. No es como cuando lo ha-
mente tocado. Es el momento en que el ejér-
cíamos nosotros. ¿Sabes? -contesté- No hay
cito aprovecha para ofrecerle un curioso
ninguna razón por lo que no podamos hacer
experimento, el llamado Fighting American. La
nuestro personaje de nuevo. Ellos no pueden
proposición tiene su miga pues se ha recupe-
acaparar el mercado del patriotismo, después
rado el físico de Johnny, antes de ser herido,
de todo”. Así pues, ésta es la única razón por
todo un atleta, y se le propone al joven Nelson
la que surge esta colección. Al amparo de Prize
pasar su consciencia al nuevo receptáculo. La
Group, la editorial con la que mejor colabora-
unión de cerebro y cuerpo quedaría perfecta.
ban en aquellos tiempos, nace Fighting Ameri-
Tal y como le explica el general: “No te asustes,
can como un intento de emular su gran
es pura ciencia y no magia negra”. En esta in-
creación, aquella que había llegado a sublimar
sospechada situación, obtenemos el aspecto fí-
el cómic patriótico.

90

sico de Johnny con la mente de Nelson. Todo
ello perfectamente ensamblado y con un dis-
fraz confeccionado para la ocasión, con los tí-
picos elementos de la bandera estadounidense,
nos da como resultado a Fighting American.
Por supuesto, el todo nuevo y diferente Johnny
acude a sus compromisos como presentador de
tv, lo que causa un gran shock en sus enemi-
gos, convencidos de su muerte. Ambas versio-
nes, el periodista y el héroe enmascarado,
aúnan la lucha contra la tiranía de los enemigos
de la libertad. Hacemos notar que la historia de
origen es muy similar en
esencia a la de Steve Ro-
gers. Un chico de buen cora-
zón y gran espíritu se ve
superado por su incapacidad
física hasta que un experi-
mento gubernamental lo
pone en la senda del patrio-
tismo. Cambian las formas,
se mantiene el fondo. De
hecho, el final de la trama es
un espectacular enfrenta-
miento contra espías comu-
nistas, tal y como Steve tuvo
el suyo contra el espía ale-
mán que dinamitó el pro-
yecto Supersoldado. La
revista estaba configurada al
uso de la Golden Age, es
decir, incluía tres historias
cortas del personaje princi-
pal. La segunda de ellas nos presenta a Speed-
boy, el equivalente en sidekick a Bucky Barnes.
El chico es el botones de la cadena de televisión
donde trabaja Johnny y en sus quehaceres dia-
rios, salva la vida a nuestro héroe, sin comerlo
ni beberlo. Flagg se desenmascara delante del
chaval y este se ve involucrado en la aventura.
Debido a su buen hacer, Fighting American lo
solicita como acompañante juvenil, lo que lleva
aparejado un colorido disfraz de serie. A partir
de ahora, servirán a la causa como una dupla
bien avenida. El último de los episodios los lle-
vara a Europa, a participar en una importante
carrera de coches, con el honor americano en
juego.
MARVEL - ARTÍCULO
La estructura queda marcada y ésta es muy si-
milar al tipo de cómic que habían hecho en el
pasado. Como ejemplo, tenemos el #2, donde
Johnny continúa con sus arengas anti-comunis-
tas pero en la que también se incluyen elemen-
tos criminales. Así tenemos la vida y milagros
de unos ladrones “apuestos” que Fighting Ame-
rican debe atrapar o la curiosa figura del Rey
del Sindicato del Crimen, Cabezadúplex (Dou-
bleheader en su idioma original, un personaje
con dos cabezas, cada una de un tipo social;
un elegante señorito y un bruto de barrio mar-
ginal). Como se puede observar, Joe y Jack
parecen que vuelven a tirar de influencias pulp,
mucho más acentuadas en
la última trama de la revista,
con la aparición de una ex-
traña civilización oculta a los
ojos del hombre moderno.
Estos dos primeros números
ofrecen un nivel de calidad
estándar respecto a lo que
podríamos esperar de los
autores. Mezcla de influen-
cias, mensaje patriótico y un
arte especialmente efectivo
en este tipo de cómic, donde
la acción es tan importante.
Los dos artistas estaban de-
mostrando que podían hacer
el Capitán América mejor
que lo hacía la propia Atlas,
dueña de la licencia original.
Pero algo cambió a la altura del #3. Aparente-
mente, el inicio del tebeo sigue la misma tó-
nica, con una historia de hampones y un
pequeño complemento de dos páginas que ex-
pone de forma bastante chusca las diferencias
entre el modo de vida americano y el soviético.
Es tan panfletario como suena, por lo que poco
más vamos a añadir. Es la segunda gran trama
la que marca un giro hacia lo caricaturesco di-
fícil de asimilar. Lo de Iván Veneno, un infil-
trado ruso que va cambiando el parecer de
chicos de barrio, es tan surrealista que no hay
por dónde cogerlo. Expliquemos un poco el
contexto.
91
 MARVEL - ARTÍCULO
Ya hemos señalado líneas arriba que la labor
civil de Johnny Flagg era ser presentador de te-
levisión. Su cometido, soltar soflamas y aren-
gas que convencieran si cabe más a los
estadounidenses de su grandeza y advertir la
maldad de la tiranía del comunismo. Algo que
recordaba de forma evidente a Joseph
McCarthy. El que fuera representante del anti-
comunismo más furibundo se había hecho bas-
tante popular apareciendo en un show
televisivo comandado por Edward Murrow. A
la altura de 1954 parecía que se podían dar por
constatados dos datos bien distintos: por un
lado, por mucho que hubiera una guerra fría
entre bloques, el odio al comunismo no fue tan
profundo como lo había sido hacia el nazismo
en la Segunda Guerra Mundial; el segundo, y
más importante, se produce la caída en des-
gracia de McCarthy, uno de los personajes po-
líticos más influyentes de la época. El propio
Joe Simon admitió que cambió el tipo de his-
torias que escribía debido al fin del macar-
tismo. Y claro, toda esa situación que se vivía
en el momento era tan rocambolesca, con un
héroe patriótico entre manos, que decidieron
girar hacia el humor. Así lo ha dejado estipu-
lado el propio Joe: “al principio fue nuestra
respuesta al nuevo Capitán América, pero con
rapidez se convirtió en mucho más…Y después
de un comienzo serio, nuestro héroe inició algo
nuevo: el sentido del humor. Seguro, el tebeo
estaba lleno de rojos y otros villanos, pero tam-
bién se burlaba de todo el mundo de los super-
héroes”.
los primeros números. El comic book vendía
bien, sin tirar cohetes, porque el prestigio de
los autores lo mantenía en el candelero, pese a
su clara deriva hacía a lo intrascendente. A la
altura de su #6 la cosa ya no se podía sostener.
La historia de Super-Apestovich, una especie
de Superman comunista cuyo apodo proviene
de su olor corporal, es tan absurda, que por
momentos solo puedes sentir vergüenza ajena.
Ojo, no hablamos de cualquiera, son Simon y
Kirby, las mayores superestrellas del medio.
Que se plantearan sacar esta trama a la luz,
aunque fuera en plan cachondeo, es realmente
increíble. Curiosamente, la que da inicio al nú-
mero, titulada El Mortal Doolittle, es una que
se asemeja en tono a los primeros episodios,
aquellos que podemos denominar más “serios”.
Aquí realmente había una trampa. Resulta que
en pleno maremágnum de montar su propia
editorial, Mainline, y la vez trabajar para
Prize, decidieron reciclar una historia ya publi-
cada protagonizada por Manhunter (en Adven-
ture Comics#75, con fecha de portada 1942),
cambiando solo los elementos básicos para no

Así pues, podemos constatar que de forma de-

liberada, la intención de los autores era conver-
tir la cabecera en algo excesivo, desmesurado,
con parodias por doquier. Los dos creadores
dieron rienda suelta a sus excentricidades e hi-
cieron sorna descarada de los villanos e incluso
del propio Fighting American. Volvieron a tirar
de influencias varias, colando de soslayo histo-
rias de ciencia ficción pura, como era un viaje
al año 3000, pero también al pasado, nada
menos que a la antigua Roma, o relatos al es-
tilo Tarzán, con un chico de la selva que habla
inglés con acento italiano. Un cambio de rumbo
que debió resultar llamativo a los seguidores de

92
 MARVEL - ARTÍCULO
ser muy descarados. Y esa premura es algo Esta serie es una rara avis en la producción de
que también podemos notar en el arte. Se sabe Simon y Kirby. El navegar entre dos aguas no
que no todas las páginas de Fighting American le hizo ningún bien, ni tampoco el hecho de que
fueron dibujadas por Jack Kirby (la mayoría eran días frenéticos en la vida de los dos artis-
sí, pero no su práctica totalidad). Gente de su tas. Pero no se puede negar que fue un remedo
taller tuvo que ponerse a hacer horas extras del Capitán América, que buscaba atraer para
pues la exigencia que tenían en aquellos días sí todos aquellos que se entusiasmaron con las
era sobrehumana. A estas alturas de la función, historias primigenias de Joe y Jack en Timely.
está más que aceptado que Simon se dedicaba Y tampoco se puede obviar que quizás sea el
a labores creativas y de negocio, mientras cómic más panfletario, patriotero, en el mal
Kirby era el más implicado en lo artístico. Pero sentido, con la propaganda política más desca-
no podía con todo lo que se traían entre manos. rada que ambos autores hayan sacado jamás a
la luz. Que todo ello era recubierto con sentido
del humor es algo muy cierto; hay situaciones
El número siete marca el fin de la colección (co-
tan ridículas que es imposible tomarlas en
rresponde a abril-mayo de 1955, pues tenía un
serio. Y es que a veces el mensaje no queda
recorrido bimestral). Después de su cambio de
del todo claro Si no fuera porque los autores
rumbo, todo fue un lento declinar. El humor no
juran y perjuran que era todo guasa…otro gallo
era una cuestión que le fuera ajena a los dos
cantaría.
autores, pero ciertamente en esta serie queda
como demasiado forzado, más cuando tienes
una genuina representación del tema patriótico
en sus primeros números. Aun así, pese a su
aparente fracaso como concepto, los autores
volvieron a reunirse en 1966, con Jack relu-
ciendo como una estrella en Marvel, para
sacar un especial Giant Size gracias al empuje
de Prize. Inasequibles al desaliento, volvieron
a dotar a las historias de un tono paródico exa-
gerado. No hay más que nombrar a Robin Re-
dondete para darte cuenta del nivel aplicado.
Dentro de ese especial, destacamos una trama LA vIDA EN BARRACONES DE MARvEL.
que busca la crítica al medio en sí, a sus inte- SARGENTO FURIA
rioridades. Tintado es un artista con ínfulas que
busca revolucionar los cómics; su ego lo trans-
Toca dar uno de esos habituales saltos en el
formará en un trasnochado villano. Este tipo de
tiempo para ubicarnos en 1963. Durante este
pulla fue algo habitual en Jack: lo hizo en Boy
periodo de unos pocos años, ha ocurrido mucho
Commandos, donde caricaturizó a los editores
en la vida de Jack Kirby. El ascenso que pre-
de National; lo hace aquí; y lo haría después
cede a la caída fue vivido de una forma muy in-
en Mister Miracle, con los impagables Funky
tensa, con unos sueños que se rompieron de
Flashman y Houreroy. Fighting American y
manera drástica, pese al empeño del artista.
Speedboy daban sus últimos coletazos en 1966
No hay que poner paños calientes, es un mo-
bajo el auspicio de sus creadores. La buena
mento devastador. De estrella del medio, el Rey
nueva respecto a estos personajes es que
pasó a prácticamente recoger cualquier en-
Titan, editorial que actualmente posee sus de-
cargo que le salía. La quiebra de Mainline y la
rechos, ha accedido a recuperarlos en renova-
separación de Joe Simon lo dejaron en una
das peripecias, lo que apunta a vibrantes
posición muy complicada. Trató de volver a DC,
locuras. Si consiguen mantenerse como colec-
donde lo ningunearon sistemáticamente, y
ción o no solo el tiempo nos lo dirá.
trató de colar trabajos menores por aquí y por

93
 MARVEL - ARTÍCULO
allá. Una de las editoriales en las que colaboró
fue Atlas, la empresa de Martin Goodman,
un sitio al que Jack nunca pensó en volver. Allí
dominaba la estructura editorial el antiguo
chico de los recados, aquel que Kirby llamaba
despectivamente “el primo del jefe”, fuerte-
mente asentado como Director Editorial. Nos
referimos a Stan Lee. Lee nunca escondió su
admiración hacia Jack. Más allá de los conflic-
tos que tuvieron en el pasado, lo importante
era el talento de cada autor y Stan estaba con-
vencido de las capacidades del artista. Desgra-
ciadamente, no le podía ofrecer demasiado
surtido pues las directrices del mandamás eran
ceñirse a la moda del momento pero todo ello
cambió con el nacimiento de Los 4 Fantásticos
y el comienzo del Universo Marvel. Stan y Jack
se convirtieron en pareja artística, ofreciendo
tal cantidad de conceptos y nuevos personajes,
que llegaron a revolucionar el cómo se conce-
bía al superhéroe en aquellos días.
El mercado parece que cumplía una suerte de
vuelta cíclica hacía determinados géneros y el
de los empijamados sufrió un fuerte repunte a
inicios de los años sesenta. Lo llamativo en el
catálogo Marvel de la época es que se recupe-
rase una serie de corte bélico, como sería Sar-
gento Furia y sus Comandos Aulladores,
cuando era una temática de capa caída, y más
teniendo en cuenta que otras como el western
o el romance cada vez iban cediendo más es-
94
pacio a los superhéroes. Pero reza la leyenda
que esto fue una apuesta personal de Stan Lee
y como tal la trasladamos. Cuentan los menti-
deros de la corte que Goodman era un tipo
muy irrespetuoso con el material que editaba.
No le importaba más allá de que le granjeasen
beneficios económicos. También tenía la cu-
riosa teoría de que para vender tebeos solo te-
nías que poner sobre la mesa un nombre
pegadizo y una bonita portada. Aquello, que no
era más que la opinión de alguien que se de-
claraba poco interesado en el medio, molestaba
sobremanera a Stan. El mismo que Lee que
había fantaseado con escribir la gran novela
americana, aquel que cada vez era más solici-
tado en ambientes culturales, no podía sopor-
tar que el máximo responsable no apreciase lo
que su gente hacía en la editorial. Así que,
siempre siguiendo su relato, le propuso una cu-
riosa apuesta. Presentaría una serie con un
nombre horroroso pero con buenas historias en
su interior y le demostraría que estaba equivo-
cado. De esta forma surgen las aventuras y
desventuras de un sargento chusquero y su pe-
lotón en plena Segunda Guerra Mundial, el co-
mentado Sargento Furia y su Comandos
Aulladores.
El por qué el guionista decidió ubicar el tras-
fondo de la cabecera en un contexto bélico no
está del todo explicado. Quizás era una lógica
expansión hacia atrás del Universo Marvel; pu-
diera deberse a pagar un tributo con el pasado;
o simplemente en DC Comics estaban te-
niendo un notable éxito con una nueva línea de
cómics bélicos… quién sabe. Lee tuvo muy
claro que recurriría a Jack para ser su ilustra-
dor, obvio, por otra parte, ya que era su mejor
compañero. Pero había algo más que los unía
en estas lides: “tanto Kirby como como yo ser-
vimos en la Segunda Guerra Mundial. Jack fue
combatiente en infantería y yo estuve desti-
nado al Cuerpo de Señales. Ambos nos licen-
ciamos en 1945 después de tres años de
servicio. Y sé que no tengo que deciros que fue
una experiencia inolvidable”. Todavía faltaba
para rellenar los créditos el entintador Dick
Ayers, también veterano de guerra, en las
Fuerza Aéreas, que además sería el sustituto

de Jack cuando este se vio obligado a abando-
nar por la carga de trabajo. Siguiendo con el
razonamiento de Lee, trataron de rescatar el
ambiente que se vivía en los barracones, la ca-
maradería entre iguales, aunque su proceden-
cia y aspecto fuera distinto: “una cosa que era
realmente importante para mí fue asegurarme
de que tuviéramos un grupo mixto de gente,
igual que en el ejército real. Ésta probable-
mente fue la primera serie que presentara a un
irlandés, un sureño, un judío, un italiano y un
negro, por no mencionar a un recién llegado
gay”. Estamos hablando de la tropa, un grupo
heterogéneo que podría recodar a cualquier ba-
tallón de soldados que participó en la Segunda
Guerra Mundial.
Al frente de tan singular equipo tenemos al
Sargento Nick Furia, aquel que da nombre a la
obra. Lee siempre se ha preocupado en otor-
gar un trasfondo a sus personajes, pudiendo
reconocerse en muchos de ellos la marca Mar-
vel. Furia es un tipo duro, habituado a la gue-
rra, pero al que poco a poco vamos cogiendo
cariño debido a su buen corazón. Stan describe
su creación tal que así: “(Nick Furia) para mí
representa a todos los suboficiales duros, bru-
tales y encallecidos pero completamente heroi-
cos que había conocido a lo largo de la guerra”.
También parece indudable que tras la cortina
habitual de la apariencia, se esconde mucho de
la personalidad Kirby en el buen sargento. Y
no porque siempre este degustando su hu-
meante puro, sino más bien por ese carácter
MARVEL - ARTÍCULO
incendiario, peleón, del que hizo gala el artista
durante toda su vida, aunque la gente que lo
conocía bien sabía que en el fondo era un bue-
nazo.
Parece que fuera Stan The Man el único motor
de los Comandos Aulladores. Hasta ahora,
hemos hablado mucho de él, por lo que nos ha-
cemos la pregunta de rigor ¿cuál sería la apor-
tación de Jack? Una fundamental, como
pueden suponer. Para empezar, todo el diseño
de personajes y el entorno de guerra. Stan y
Jack habían participado en el conflicto, pero
Kirby fue el que pisó terreno bélico hasta lo
profundo. Estuvo en las trincheras, pasó ver-
daderas penurias; se jugó la vida al fin y al
cabo. Suya es la mayor experiencia en cuanto
a acciones de guerra. Por otro lado, la página
de presentación de los Comandos Aulladores es
extremadamente parecida a la de una vieja
creación del Rey, los Boy Commandos. Misma
estructura de la splash page, con recuadros ex-
plicativos y foto fija de los protagonistas. En
aquella, el capitán Rip Carter advertía que eran
pocos pero que se les daba de maravilla tirar
por tierra los planes nazis. Igualmente, pese a
que la tropa de Nick está situada en un entorno
mayor, formando parte de la Compañía Able, al
mando de Happy Sam Sawyer, son los princi-
pales encargados de acometer misiones casi
suicidas en solitario. El título de la aventura,
Siete contra los Nazis, ya lo dice todo. Esta pri-
95
 MARVEL - ARTÍCULO
mera trama tiene como objetivo localizar a un Kirby durante su reemplazo. Por lo tanto, el
importante activo de la resistencia francesa…. Rey algo sabía de la estratagema y su impor-
tal y como fue la primera de los Comandos Ju- tancia. Y como regalo especial, tenemos al mis-
veniles. ¿Casualidad? Y por último, hay un de- mísimo Adolf regañando a sus generales por
talle muy llamativo que no podemos obviar, y ser incapaces de detener a Furia y a sus chicos.
ese tiene que ver con el nombre. Stan clama a Hitler (y sus dobles) sería un habitual en el dis-
los cielos que él fue el autor de tan sonoro currir de la cabecera. Y no será el único perso-
sombre, los Comandos Aulladores. Es curioso naje histórico en la sala. Los Comandos
puesto que todo aquel que hubiera pisado Eu- Aulladores deberán hacer frente, en su mo-
ropa en aquellos días sabría que las fuerzas mento, a una figura tan importante como es el
americanas eran denominadas Rangers, que- general Erwin Rommel, desplazándose a su
dando el término comando para los británicos. terreno favorito, las arenas del desierto.
¿Puede ser que Stan realizase un guiño a Jack
para atraerlo hacia la futura cabecera recor-
Así, podemos decir que los grandes aconteci-
dando a Boy Commandos? Entra dentro de lo
mientos se juntan con los más desconocidos.
posible. Y sabemos que Simon y Kirby eligie-
Como un ejemplo cualquiera tenemos la figura
ron el término de marras antes de ser llamados
de Lord Ja Ja, basado en un suceso real que
a filas, influenciados por las noticias de las ha-
pasamos a relatar. Durante la contienda, el
zañas de los ingleses contra los invasores ale-
juego de intereses se movía en aras del mejor
manes.
postor. Los germanos lo sabían bien e intenta-
ron ganarse a cierto sector que podía ser afín
El tono y estructura recuerda bastante a las a los nazis mediante un programa radiofónico
clásicas cabeceras pertrechadas por la pareja, que emitía propaganda en un perfecto inglés.
entre ellas Boy Commandos. Aventura sin con- Bajo el apodo de Lord Haw-Haw se escondía
trol, personajes carismáticos y entorno de gue- William Joyce, nacido en los EEUU pero criado
rra, sazonados con un poco de personalidad de en Gran Bretaña. Joyce fue aprehendido por las
la Marvel de la época. Podríamos decir que, fuerzas británicas pero el apodo
pese al marco concreto del conflicto, se trata
de la típica producción de la Casa de las Ideas,
solo que sin superpoderes. Eso no quiere decir
que los creadores se abandonaran a unas tra-
mas fantásticas, sin ningún apego a la re-
alidad. Todo lo contrario. El primer
episodio nos da muestras al respecto.
Como ya hemos avanzado, lo Aulladores
deben recuperar a un afamado líder de
la resistencia francesa. Éste tiene
información privilegiada sobre
el Día D. Este concepto llevado
a la Segunda Guerra Mundial
equivalía a la Operación Overlord,
cuyo objetivo era ganar posicio-
nes en la Europa Occidental en
aras de disminuir el pode-
río alemán. El artífice de
tamaña empresa era
Dwight Eisenhower,
bajo cuyo mando, de
forma indirecta, sirvió

96

continuó utilizándose durante el resto de la
contienda. Stan y Jack cogen el concepto y lo
utilizan en pos de sus propios intereses, que no
eran otros más que deleitar al respetable.
En esta cabecera tenemos también una de las
pocas representaciones que hizo Jack
Kirby de un campo de prisioneros
nazi. Pasando muy de soslayo por el
tema, y sin apenas profundizar, los
dos autores se permiten un diálogo
entre el cabo Dugan y Furia que deja
bien a las claros sus pensamientos:
“¡Cuesta creer que un ser humano
pueda tratar así a otros hombres!- Por si no
te has enterado Dum Dum, es una de las razo-
nes por las que estamos en guerra”.
El peaje de formar parte de un entorno com-
partido, traería como consecuencia apariciones
estelares varias: Reed Richards, antes de ser
Míster Fantástico, el Capitán América o el mal-
vado Barón Zemo, que la pareja creativa había
utilizado en la serie de Los Vengadores como
un antiguo rival del Centinela de la Libertad con
pasado nazi. Siguiendo la estela del villano
aristocrático, Stan y Jack crearon al Barón von
Strucker, criado en las mejores escuelas mili-
tares bávaras y que sufrirá en sus carnes la fie-
reza de Nick Furia y compañía. Este personaje
pasó a ser unos de los más correosos enemigos
del sargento, y cuando éste fue trasladado a la
continuidad Marvel, Strucker no tardó en se-
guirle, convirtiéndose el amo y señor de la prin-
cipal organización subversiva de la casa, la
celebérrima Hydra.
Jack Kirby solo se mantuvo en la cabecera
ocho episodios de continuo. Regresó de forma
ocasional en el #13, para narrar el team up con
el Capitán América y realizó portadas de forma
puntual, pero nada más. Frente a los cerca de
treinta episodios a cargo de Lee (cuya senda
siguieron autores como Roy Thomas o Gary
Friedrich) o la dedicación de Dick Ayers, pue-
den parecer pocos. Sin embargo, cuesta ima-
ginar esta serie sin que Jack la hubiera puesto
en marcha. A Stan le gusta decir que las tra-
MARVEL - ARTÍCULO
mas que escribió en esta colección se encuen-
tran entre lo mejor de su andadura como guio-
nista; sin duda, son divertidas y trepidantes. Lo
máximo que se le ha escuchado a Kirby co-
mentar acerca de la misma es que “todo lo que
hizo Furia en su serie, yo lo hice”. Probable-
mente, no se refiera de forma literal a ciertas
tramas, como liarse con una dama in-
glesa de alta cuna, o gritar de manera
continuada a su pelotón, entre otras
cosas, porque Jack no pasó de ser un
soldado raso. Quizás se refiera a la di-
námica entre personajes, a esa vida
entre barracones, a la relación con los
mandos, a la sensación de mantenerse
bravo pese a que por dentro estás cagado de
miedo… La guerra era así de dura y nuestra
dupla trató de mostrarla de manera velada,
añadiendo trazos aventureros, con su tras-
fondo, pero con un objetivo lúdico. No podían
hacerlo de otra forma, el Comics Code jamás
se lo hubiera permitido. Los autores consiguie-
ron transmitir el drama, a pesar del organismo
censor; hay golpes muy duros para Furia y para
su fiel pelotón. Lo que Stan y Jack trataron de
enseñar a sus lectores es que los buenos siem-
pre se levantan y que los malos nunca descan-
san. Llevado a lo personal, Kirby siempre tuvo
claro que la única forma de triunfar era trabajar
duro y nunca dejó de hacerlo, fuese en la edi-
torial que fuese.
LA TRISTEZA DE LA DERROTA
Jack Kirby terminó por abandonar Marvel a
inicios de los setenta. Puede parecer algo ha-
bitual dentro del panorama comiquero pero en
el Bullpen sentó como una verdadera bomba.
Su constante ninguneo, tanto creativo como
económico, desembocó en esta situación y el
fichaje del Rey por DC Comics. Allí no es que
tampoco le fuera mucho mejor, pero comenzó
con un innegable empuje, desarrollando todos
los conceptos relacionados con el Cuarto
Mundo. Conforme Jack recibía informaciones
negativas sobre su proyecto más personal, lle-
gando a ser paralizado por la propia editorial,
se veía abocado a buscarse nuevos destinos
97
 MARVEL - ARTÍCULO
pues el suculento contrato firmado con la edi- ajenos, planteó novedades bastante radicales.
torial le obligada a una gran cantidad de pági- Para empezar, por los años de publicación, nos
nas al mes. Llegado el año 1974, Kirby es encontramos en un momento crítico respecto a
asignado a una revista de tipo bélico, Our Figh- la Guerra de Vietnam. Archie Goodwin, sin
ting Forces, protagonizada por un grupo de sol- salirse del género, llegó a meter mensajes de
dados apodados con el melancólico nombre Los tipo “pacifista”, o por lo menos, que trataban
Perdedores. Archie Goodwin, el antiguo guio- de poner en duda las razones de la guerra en
nista, abandonaba la serie y el encargado de sí misma. Con el Rey eso jamás funcionaría.
los cómics bélicos DC, Robert Kanigher, Para Kirby, que había luchado en una, la gue-
pensó en el artista para que se ocupase como rra era para ganarla y nunca se plantearía esa
autor completo. Tenía experiencia en la temá- visión con respecto a los personajes. Esto es lo
tica bélica (Boy Com- que pensaba de sus Per-
mandos, Foxhole, dedores: “Son una cues-
Sargento Furia) y había tión de gente normal y
participado en la Se- corriente. Un pequeño
gunda Guerra Mundial. escuadrón de tipos nor-
Sin duda, todo apuntaba males pillados en el cen-
a un buen repuesto. Ka- tro de los
nigher vigilaría desde la acontecimientos, lle-
distancia pues estos per- vando su saber hacer
sonajes eran sus criatu- hasta el límite para tra-
ras, ya que era el tar de sobrevivir”. O de
ideólogo y máximo res- forma más clara y evi-
ponsable de esta línea. dente aun: “Los Perde-
dores no son personajes
ficticios, sino pequeños
Kirby recoge unos ca-
trozos y piezas de mí
racteres que llevaban
mismo y de la gente que
unidos desde 1970. En
compartió la guerra con-
realidad, habían sido
migo”.
protagonistas de diver-
sos relatos que se lleva-
ban publicando cierto Jack Kirby prescinde de
tiempo en la zona bélica cualquier referencia an-
de DC, algunos debu- terior y comienza su pe-
tando en fechas tan leja- riplo de doce números en
nas como 1959. El plena acción, en abierta
Capitán Storm, Gunner, Johnny Cloud y Sarge confrontación con los nazis. El grupo se halla
eran soldados que llevaban un fuerte peso bajo en el meollo de una misión de rescate en la
sus espaldas; en cierta medida, se considera- Francia ocupada. En este caso, el rescatado no
ban perdedores, por lo que el citado Robert es un importante líder militar, ni un científico
Kanigher decidió unirlos como grupo para con valiosa información; es una concertista de
ahondar en esa tesitura. Robert se encargó de piano. Jack nos deja una historia donde el
foguear a personajes como el As Enemigo, el poder de la música subyace en el fondo de la
Sargento Rock o El Soldado Desconocido du- trama y nos asombra con una primera asocia-
rante la Silver Age y se había convertido en una ción entre Wagner y la guerra (¡¡hola Apocali-
eminencia en la materia. Su palabra era ley y sis Now!!). El #152 sigue la misma dinámica
decidió confiar en Kirby para continuar donde frenética. El autor quiere que sintamos la ba-
Goodwin lo dejó, en Our Fighting Sto- talla, el intercambio de balas y para eso se
ries#151. Jack, poco amigo de seguir caminos sirve de unos recursos onomatopéyicos bas-

98

tante evidentes. Parece claro que trataba de in-
cluir en el cómic un factor tan complicado como
el sonoro. En el #153 el equipo que forma Los
Perdedores tiene el dudoso honor de tratar de
detener a Big Max, un arma superpoderosa, la
nueva joya de la corona que el propio Adolf
Hitler supervisa personalmente. En el #154
viajan a una isla del Pacífico donde conocerán
de primera mano el código del Bushido y vere-
mos a los protagonistas pasar auténticas penu-
rias como en el caso de Sarge en Our Fighting
Forces#155. Jack no reparaba en espectacu-
laridad y desde que arribó a la cabecera fue
todo un in crescendo considerable. Pese a los
esfuerzos del artista, a escasos números de su
llegada, comienzan a asomar voces discordan-
tes. El propio guionista y dibujante tiene que
salir en su defensa, reclamando un poco de
tiempo para los cambios, y Kanigher elude
responsabilidades. En el correo del lector se li-
mita a decir que no coincide con el enfoque del
nuevo autor, a la vez que proclamaba que era
necesario esperar pues todavía no se sabe
hacia dónde se estaba caminando. Jack no re-
cibía el apoyo institucional necesario pero con-
tinuó en su manera de proceder.
El Rey se veía en una encrucijada. Se notaba
que a los seguidores de la cabecera no les gus-
taba su forma de encarar las tramas y perso-
najes. Por otro lado, su contrato con DC
todavía tardaría un tiempo en expirar; necesi-
taba conseguir encargos de cualquier manera
para mantener el sustento familiar. Además,
estaba disfrutando y mucho en la confección de
un cómic bélico a su manera. Kirby pensó en
ser fiel a sí mismo pero trató de refinar algo
más las historias. En una saga en dos partes
(números 157 y 158) tenemos una trama en
torno a Fattie Panama, un gran personaje
creado por el Rey, donde se une acción, ro-
mance, intriga y traición. El #159 deja a Los
Perdedores como simples secundarios para in-
troducirnos en la amistad de dos deportistas,
uno afroamericano y el otro alemán. La com-
plejidad de sentimientos alrededor de una
amistad imposible era un intento de reflejar el
periplo de Jesse Owens y Carl Ludwig Long
en los Juegos Olímpicos de Berlín. Y sí ya pa-
MARVEL - ARTÍCULO
samos al #160, aquí Kirby intenta disparar di-
recto al corazón. Mucho se puede hablar del su-
frimiento de los soldados en la guerra, pero las
verdaderas víctimas son civiles inocentes que
se ven arrastrados a un maremágnum de sin-
sentido. Alrededor de la aventura que protago-
niza el ruso Iván, observamos de cerca ese
horror, ponemos caras a los caídos y sufrimos
con cada uno de ellos. Quizás, sean las páginas
más desgarradoras jamás pertrechadas por el
Rey; con un talento gráfico inigualable, consi-
gue transmitir el horror y la pérdida de huma-
nidad que trae aparejada la calamidad de la
guerra.
No se puede negar que Jack se esfuerza en
atraer a los lectores. Pero ellos, erre que erre.
Que vuelva John Severin, que se respete su
imagen clásica, que dónde quedaban las tra-
mas pendientes, que si era lamentable hacer
que se parecieran a las aventuras del sargento
“ya sabes quién” (referencia a Nick Furia), etc.
Los enfrentamientos con Kanigher se hacen
frecuentes y Kirby, que ya tiene claro que no
va a renovar con DC, prepara dos tramas ac-
cesorias para finalizar su periplo. El #162 es el
último con su autoría y su mayor interés es el
ver a Gunner reclutar un grupo de chavales
para luchar en el campo de batalla (¡¡otra vez
Jack; otra banda de chicos!!). A partir del
#163, Robert Kanigher aparta a Kirby de la
cabecera, se pone de nuevo al frente de la
misma, tratando de cerrar los cabos sueltos, y
hacer que parezca que Jack Kirby nunca ha
pasado por allí. Este último, mientras tanto,
preparaba su regreso a Marvel.
Su etapa en los Los Perdedores es una de las
más desconocidas en el currículo del artista. Y
es una pena pues se trata de un intento ho-
99
 MARVEL - ARTÍCULO
nesto de acercar al público la vida y milagros
de los combatientes, una mirada directa a la
agonía de la guerra. El género andaba de capa
caída, eso es cierto, y encima Jack se apropió
de los personajes para llevarlos a una zona in-
cierta, a una forma de hacer cómics de otra
época. No es que nos viéramos arrastrados a
la vieja dialéctica patriotera, todo lo contrario.
Estos Perdedores son elementos abollados, de-
fectuosos, llenos de dureza y oscuridad. Sim-
plemente, trató de hacer las cosas a la manera
que tan bien le había funcionado en el pasado,
en colecciones arriba nombradas. Mucho
tiempo después, Jack Kirby recordaba con ca-
riño su estancia en la colección: “Tuve el privi-
legio de hacer Los Perdedores para DC, una
historia de guerra, y puse algunos elementos
reales allí, algunos elementos que yo mismo
experimenté, y que por supuesto facilitaron el
realismo de las tramas. No fue una historia de
guerra fantasiosa”.
Respecto a las capacidades gráficas del artista,
localizamos al Kirby típico de los setenta, con
formas exageradas y narrativa vibrante. Con
suerte, algunos de sus capítulos en Los Perde-
dores relucen con fuerza, entintados por su ha-
bitual colaborador, Mike Royer. Otros, en
cambio, apagaban bastante la potencia del di-
bujante debido a Bruce Berry. Éste era un en-
tintador de la casa, de la marca DC,
acostumbrado a homogeneizar líneas, lo que
representaba un flaco favor a los lápices del
Rey. Pese a esto, la fuerza de sus dibujos es
imposible de controlar y si en algo destacan
estas páginas es por representar un intenso
baile de balas, luchas y explosiones que a buen
seguro un lector avezado sabrá disfrutar.
100
Los Perdedores fue la última cabecera de gé-
nero bélico a la que se acercó el artista y toda-
vía le quedaban unos años de carrera. Mark
Evanier comenta que a su regreso a Marvel
hubo conversaciones con los editores acerca de
dos colecciones en concreto, con un intento de
tratamiento bélico, o por lo menos con un
cierto trasfondo. Una fue el Capitán América,
proyecto que al final acometió pero no en los
términos iniciales. Jack quería volver a la Se-
gunda Guerra Mundial, a su primigenio estadio,
el luchador contra los nazis. No se le dio el visto
bueno porque el personaje ya tenía una colec-
ción en esa época, con Los Invasores de Roy
Thomas y Frank Robbins. Como resultado,
Kirby trató de probar el estilo aventurero con
toques de ciencia ficción para el abanderado.
También preguntó por el estado de Sargento
Furia y este sí que era un caso a analizar. Re-
sulta que en esos días no se paraba de reeditar
las historias clásicas… y todavía vendían. Mar-
vel no iba a tocarla si las reimpresiones se-
guían dando beneficios.
Hasta aquí lo que ha dado de sí el tema de la
guerra y el fenómeno patriótico respecto a
Jack Kirby. No son la misma cosa pero es in-
dudable que uno no existiría sin la otra. Fueron
tiempos convulsos y Jack se vio en el medio
de todo ello; ya fuera con su pluma o con su
fusil, luchó contra la tiranía del fascismo. Y de
todas esas experiencias, el autor supo dejar
constancia en sus obras, pequeñas representa-
ciones escritas y dibujadas que nos hablan de
la persona, no tanto de la leyenda. Sirvan estas
líneas como reivindicación de todas ellas, algu-
nas sin edición disponible en nuestro país.
Sería un bonito regalo en el año de su cente-
nario poder acceder a la recopilación íntegra de
sus historias clásicas del Capitán América, la
alegría de ver guerrear a los chicos de Boy
Commandos o echar un repaso a esa joyita casi
olvidada que representa Los Perdedores. Por
pedir, por soñar, que no quede.
ARTURO PORRAS

RESURREXION: AMANECER MUTANTE
La nueva etapa de las colecciones mutantes desembarcan en nuestro país
Como mandan los cánones y la historia reciente
de la franquicia mutante, cada cierto tiempo es
necesario un cambio radical en los títulos de la
franquicia. Autores, series, personajes y hasta
uniformes se ven alterados de la noche a la
mañana en relanzamientos bautizados con
mayor o menor gracia, alternándose miradas al
horizonte y rompiendo con las normas estable-
cidas con regresos a la nostalgia más o menos
lejana, según manden el editor de turno y/o las
ventas mensuales. Axel Alonso, Nick Lowe,
Mike Marts y Mark Paniccia han sido los cua-
tro editores que han dirigido el destino del
barco mutante durante el presente siglo, de-
jando desde las sombras su huella en la pro-
ducción de estas cabeceras. Exceptuando casos
puntuales, como la estancia longeva de Mike
Carey en la franquicia, el resto de autores que
han guionizado las principales series-X estos
tres últimos lustros han aguantado al frente de
las mismas entre dos y cuatro años. La dupla
Grant Morrison-Joe Casey vio en el tándem
MARVEL - ARTÍCULO
Chuck Austen-Peter Milligan su relevo du-
rante la primera parte de la época de Joe Que-
sada como editor jefe de la Casa de las Ideas,
mientras Joss Whedon llegó a disfrutar de li-
bertad y protagonismo absoluto en su etapa en
Astonishing X-Men. Tras la marcha de este úl-
timo (y los sucesos de Dinastía de M), cuando
hubo que revitalizar los títulos por todo lo alto
se acudió a dos estrellas como Ed Brubaker y
Mike Carey, un poco antes de que Matt Frac-
tion o Kieron Gillen irrumpieran en unas se-
ries cada vez más globales con continuos
crossovers. En paralelo, autores como Peter
David, Craig Kyle o Chris Yost firmaban se-
ries importantes en la franquicia (X-Factor, X-
Force) llevando los títulos hasta el cisma
mutante, donde irrumpieron con fuerza Jason
Aaron y Rick Remender dinamitando el statu
quo de la familia mutante, hasta la llegada de
Brian Michael Bendis con carta blanca y un
giro al optimismo.
101
 MARVEL - ARTÍCULO
LA DECADENCIA DE LOS MUTANTES
Tras la marcha de este último y a raíz de los
acontecimientos del crossover Infinity que de-
sarrolló Jonathan Hickman en las páginas de
Los Vengadores, el editor Mike Marts y el
guionista Rick Remender (encargado enton-
ces de la cabecera Uncanny Avengers) habían
ideado una trama que llevaría a todos los mu-
tantes del planeta al espacio exterior, motivado
por el hecho de que la niebla terrígena inhu-
mana mataría a todo aquel mutante que si-
guiera en la Tierra. “Podemos dejar la Tierra.
Todos nosotros. Podemos empezar desde cero
en cualquier otra parte. O morir”, argumentaba
Hank McCoy. Sin embargo, la salida imprevista
de Marts para fundar y dirigir la editorial Af-
tershock cambió por completo sus planes. Su
sustituto, Mark Paniccia, eligió a Jeff Lemire
como editor estrella del relanzamiento en lugar
de a Remender, quien decidió abandonar por
completo Marvel tras quedarse a las puertas
de tener las llaves de la franquicia. La idea de
abandonar la Tierra se transformó en trasladar
la mansión al Limbo vía Magik, como se vería
en los Extraordinary X-Men de Lemire tras las
Secret Wars, donde alargarían en exceso la re-
solución de la trama de la niebla terrígena, un
nuevo recurso (manido) para poner una vez
más a los mutantes al borde de la extinción
(haciendo que por momentos echásemos de
menos El virus del Legado).
Este relanzamiento
además conta-
ría con las cabe-
ceras Uncanny
X-Men de Cullen
Bunn y Greg
Land y All-New X-
Men de Dennis Ho-
peless y Mark
Bagley, que alcanza-
rían la veintena de nú-
meros y surcarían
inalteradas durante
Civil War II y el relanza-
miento posterior. Tras la
102
conclusión del gran evento Marvel de 2016, el
catálogo de la editorial se relanzó en masa, con
la salvedad de los títulos de la franquicia mu-
tante, que siguieron inalterados su rumbo, en
colisión con Los Inhumanos. Mientras la FOX no
dejaba de anunciar proyectos cinematográficos
mutantes (Nuevos Mutantes, X-Force, Dead-
pool 2, X-Men: Fénix Oscura, serie de televisión
protagonizada por Legión, otra serie con piloto
dirigido por Bryan Singer…), desde la Casa de
las Ideas preferían apostar por otras licencias
a la de los mutantes aumentando el número de
series de Masacre y de Los Inhumanos, mucho
más estratégicos para Marvel Studios. El
único anuncio mutante en la treintena de de-
buts de Marvel Now! fue el evento Death of X,
en lo que parecía ser toda una metáfora edito-
rial. Esta miniserie de cuatro números estaría
coprotagonizada por mutantes e inhumanos y
estaba escrita a cuatro manos. “En este mo-
mento las cosas no van muy bien para los mu-
tantes. Los Inhumanos han adquirido una
creciente importancia y cada vez son más re-
levantes dentro del Universo Marvel, pero tam-
bién fuera, entre los lectores”, afirmaba Jeff
Lemire, co-guionista de la miniserie de cuatro
números. “Si a eso añadimos el hecho de que
las Nieblas Terrígenas son vitales para unos y
letales para los otros, la solución no es sencilla,
y habrá distensiones en ambos grupos”, añade
su compañero de guion Charles Soule. En
esta miniserie dibujada por Aaron Kuder, se
conocieron a modo de flashback los eventos
que ocurrieron durante los ochos
meses entre Secret
Wars y el co-
mienzo de las
series en curso.
“Vamos a ver a
algunos persona-
jes que han estado
desaparecidos en
combate y respon-
deremos a la pre-
gunta de dónde han
estado ciertos mutan-
tes y lo que les ha ocu-
rrido, sobre todo el caso
de Cíclope, de quien ha-
102

bíamos dicho que estaba muerto y realmente
eso es todo lo que habíamos dicho. Su muerte
fue muy controvertida, por lo que, obviamente,
va a ser parte de la gran historia que estamos
contando aquí”.
Y no podían tener más razón. El giro final de-
trás de la muerte de Cíclope causó revuelo
entre los aficionados, que no se podían creer
cómo el mesías y salvador de los mutantes
desde Dinastía de M hasta la actualidad su-
friese el peor destino posible fuera de cámara.
Era entendible que un personaje tan olvidado
como Alquimia (creado por Arthur Adams en
una breve saga de X-Factor en los ochenta) pu-
diera sufrir una muerte similar sin molestar a
nadie. Menos entendible era la forma de asesi-
nar al Hombre Múltiple también fuera de es-
cena, dado el tirón popular reciente de Jaime
Madrox en las manos de Peter David (y aun-
que todos sepamos que habrá algún duplicado
vivo suyo en algún rincón del Universo Marvel).
Pero nadie se esperaba que Cíclope fuera a su-
frir el destino que prepararon Lemire y Soule
para tan querido personaje. Solo una segunda
lectura, argumentando que las ideas nunca
mueren, o apelando al poder de la inmortalidad
de los iconos, puede salir en defensa de esta
decisión. Pero sus consecuencias (devolviendo
a Emma Frost a una posición que hacía tiempo
había olvidado) y la siguiente miniserie, Inhu-
manos vs Patrulla-X, no mejoraron la situación.
MARVEL - ARTÍCULO
La histeria entre el fandom alcanzaba límites
sin precedentes. Quedaba claro enseguida que
a Jeff Lemire le quedaba grande la cabecera
mutante y que no se manejaba correctamente
con grandes historias épicas y múltiples perso-
najes participando simultáneamente. Los epi-
sodios más íntimos (como el dedicado a Forja)
funcionaban, pero ni las ideas ni la ejecución
para el resto eran las adecuadas para el que se
consideraba el gran fichaje de Marvel tras la
salida de Fraction, Hickman, Gillen o el pro-
pio Remender. Y todavía quedaba un gran
evento: IvX.
Esta miniserie de seis números, publicada muy
recientemente en España, unía a
Lemire/Soule, con Leinil Francis Yu y Ja-
vier Garrón en el apartado gráfico, para narrar
el enfrentamiento sin cuartel entre ambas fac-
ciones. Sin espacio para subtramas, debates
morales o pinceladas de humor, las disputas se
suceden sin tregua. Tras un primer dominio
mutante, entrarían en escena los jóvenes inhu-
manos de nuevo cuño (Mosaic, Moon Girl,
Inferno, Quake, Synapse, Reader…) para
salvar el día. Pocos momentos interesantes (el
combate psíquico entre Karnak y la joven Jean
Grey a la vez que el combate físico entre Kar-
nak y Phantomex, por destacar alguno de
ellos), Kaos perdonando la vida a Rayo Negro
(“asesino” de su hermano) y un Deus ex Ma-
china del tamaño del Blackbird cuando Moon
Girl y Forja, tras marear la perdiz durante
meses, ponen final a la disputa convenciendo a
Medusa de destruir la niebla terrígena. En ese
momento los sucesos dan un giro a lo vergon-
zoso cuando Emma Frost, victoriosa, decide
perpetrar un genocidio y desvela que ha mani-
pulado a Forja para que construya centinelas
“anti-inhumanos”. Lo primero que hace al acti-
varlos es matar a todos los efectivos de la Cor-
poración Ennilux excepto Ahura (hijo de Rayo
Negro y Medusa). Vuelta al combate, todos
contra Frost quien es rescatada en el último
momento por Kaos. Los lectores mutantes
asisten atónitos a la conversión/regreso de
Emma como villana, con vestuario digno del
Club Fuego Infernal incluido, entendiendo por
primera vez que es mucho mejor una muerte
103
 MARVEL - ARTÍCULO
como la de Cíclope que arriesgarse al paseo de
la vergüenza y la inutilidad al que se ven so-
metidos otros personajes que continúan
“vivos”. IvX debutó con 167.000 unidades ven-
didas, quedando segunda en diciembre de
2017 a pocos ejemplares del experimento Jus-
tice League vs Suicide Squad. Sin embargo, el
derrumbe en ventas en siguientes unidades fue
excesivo para una miniserie de seis números
(100.000 ejemplares menos en el número 2
para acabar apenas con 50.000 copias más allá
del puesto 20). Un evento polémico como
pocos que puso punto y final a la enésima ame-
naza de extinción de los mutantes, más perse-
guidos y odiados que nunca. Era la hora de un
nuevo optimismo.
CON X DE RESURRXION
Acabada Inhumanos vs Patrulla-X, en abril de
2017, las franquicias inhumana y mutante se
relanzaban por todo lo alto. Todas las series
grupales hasta el momento en curso concluían
y, a excepción de Cullen Bunn, todos los guio-
nistas desaparecían por un extremo del esce-
nario para dar lugar a una nueva tanda de
autores con ideas frescas que poner en mar-
cha, con algún que otro regreso a la franquicia
de autores como Marc Guggenheim o James
Robinson. Incluso Charles Soule, que llevaba
escribiendo los designios de Los Inhumanos
desde abril de 2014, dejaba su puesto.
Entre las series relanzadas en la
franquicia mutante se
encuentran los
siguientes ocho
títulos: X-Men:
Gold, X-Men:
Blue, Weapon-X,
Generation-X, Jean
Grey, Iceman,
Cable y Astonishing
X-Men.
La importancia de los
Inhumanos para Mar-
vel Comics ahora
mismo es extraordinaria-
104
mente grande, con su nueva serie en el canal
ABC. Con un reparto formado por Serinda
Swan, Iwan Rheon, Ken Leung, Eme Ik-
wuakor, Isabelle Cornish, Mike Moh,
Sonya Balmores y Ellen Woglom, las espe-
ranzas puestas en esta cabecera (ambientada
en la continuidad oficial de Marvel Studios)
son muchas, así que no es de extrañar que
desde la editorial hayan querido acompañar al
estreno con tres nuevas series Inhumanas. La
primera de ellas es Royals, guionizada por Al
Ewing (New Avengers) y dibujada por Jonboy
Meyers (Teen Titans) y protagonizada por la
familia real Inhumana, la historia supone el re-
greso estelar de Marvel Boy y la promesa de
una aventura en el espacio profundo en pos de
los secretos de la terrigénesis. La segunda ca-
becera sería Rayo Negro, escrita por Saladin
Ahmed y con los preciosos dibujos de Chris-
tian Ward, la primera serie regular de Blacka-
gar Boltagon, separado del resto de Los
Inhumanos y atrapado en una prisión galác-
tica con alguno de los más peligrosos villanos
del Universo Marvel. La tercera serie, más coral
con la continuidad actual Marvel, es Secret Wa-
rriors, guionizada por Matthew Rosenberg
(Kingpin) y con dibujo de Javier Garron (In-
humanos vs Patrulla-X), en la que Daisy John-
son reúne un grupo de inhumanos (Ms.
Marvel, Moon Girl, Karnak e Inferno) para
combatir la amenaza de Hydra en pleno Impe-
rio Secreto de Nick Spencer. Además, Chris-
topher Priest vuelve a Marvel para
co-guionizar con Ryan North la
miniserie Inhumans:
Once and Fu-
ture Kings, con
dibujo de Phil
Noto, narrando el
origen y el legado
de la familia Bolta-
gon.
En un arranque de
nostalgia (por los años
noventa, por su-
puesto), Marvel Co-
mics lanzó dos
volúmenes evocadores de
104

los equipos azul y dorado de la época de Jim
Lee en X-Men. De hecho, durante el mes de
julio Marvel recuperó los cromos que hizo el
propio Jim Lee de los X-Men en los años no-
venta como portadas alternativas para la mitad
de los cómics del mes. Por un lado, X-Men:
Gold a cargo de Marc Guggenheim y Ardian
Syaf. Esta cabecera presenta la alineación más
“claremontiana” que se haya visto en los últi-
mos tiempos en la franquicia, con Tormenta,
Coloso, Rondador Nocturno, viejo Logan,
Rachel Grey (bajo el nuevo nombre clave de
Prestige) y Kitty Pryde, entre otros miembros.
Será esta última la líder de esta nueva iteración
del grupo mutante (así como directora del
nuevo Instituto Charles Xavier), descubrién-
dose así que dejará de ser un miembro de los
Guardianes de la Galaxia en el también inmi-
nente relanzamiento del título tras la salida de
Brian Michael Bendis del mismo. “Kitty Pryde
liderará a los X-Men en su vuelta a casa, siendo
su primer enfrentamiento una disputa con una
nueva encarnación de la Hermandad de Mutan-
tes Diabólicos”, asegura Guggenheim, quien
MARVEL - ARTÍCULO
continua comentando que “una de las cosas
que quiero hacer es intentar averiguar qué
quiere decir ser un mutante en el siglo XXI, en
un mundo donde se han encadenado catástrofe
tras catástrofe, y donde eventos como el M-Pox
hacen que la desastre de Genosha queden muy
lejos. ¿Por qué sigue existiendo racismo?”. La
promesa del autor consiste en ofrecer aventu-
ras de un perfil más superheroico del habitual
en la franquicia, donde “los personajes llevan
ya demasiado tiempo siendo perseguidos o al
borde de la extinción”. En el futuro más inme-
diato de X-Men: Gold, los aficionados podrán
volver a ver a Gambito, Omega Red, una
nueva versión de los Centinelas y, aunque
nadie lo haya pedido, el regreso del X-Cutio-
ner, personaje creado por Scott Lobdell allá
por 1993 y olvidado inmediatamente. Y, como
no podía ser de otra manera, un posible nuevo
romance entre Kitty Pyde y Piotr Rasputín.
La otra cabecera, también de cadencia quince-
nal y con fecha de estreno de Abril de 2017,
corre a cargo de Cullen Bunn y Jorge Molina,
con Arthur Adams a cargo de las portadas y
los diseños de uniformes (recordando a los de
la etapa de X-Factor) y protagonizada por los
jovencísimos Cíclope, Hombre de Hielo,
Bestia, ángel y Jean Grey asumiendo las fun-
ciones de líder de campo por primera vez, re-
legando a un Cíclope que continua en el título
a pesar de formar parte de Los Campeones.
Esta serie es la heredera temática del All-New
X-Men de Bendis y de Dennis Hopeless, aun-
que pierde por el camino a secundarios del úl-
timo volumen como Idie, X-23 o Génesis, ya
desgastados. En su lugar llegan dos fichajes de
infarto. El primero, Magneto. Erik ejercerá de
mentor de jóvenes mutantes una vez más.
“Magneto es el villano más antiguo de este
quinteto de los X-Men y ahora va a hacer las
labores de mentor, lo cual hará que los lectores
se hagan muchas preguntas sobre cómo se de-
sarrollarán los acontecimientos”, comenta Cu-
llen Bunn quien sin duda alguna está
doctorado en el tratamiento de Magnus tras ha-
berle guionizado con éxito en su serie regular
primero y posteriormente en Uncanny X-Men.
“Antes o después los X-Men descubrirán cuál
105
 MARVEL - ARTÍCULO
es el motivo de que Magneto haya querido vol- hacer lo que otros no se atreven. El principal
ver a tutorizar mutantes en el lado de los bue- misterio será quién ha reactivado Weapon X y
nos”. El segundo fichaje es el de James por qué quiere terminar con los mutantes. Aun-
Hudson Jr., también conocido por ser el hijo que quizá no haya tiempo para ello, porque en
de Lobezno y hermanastro de los Mercurio y su primer medio año de vida la serie cruzará su
Bruja Escarlata del Universo Ultimate. De curso con las cabeceras de El viejo Logan y
esta forma, con la incorporación de la creación El Alucinante Hulk, en un crossover bauti-
de Jeph Loeb y Arthur Adams, los jóvenes zado como “Armas de Destrucción Mutante”
mutantes azules continuaran acompañados de donde debutará un amalgama de lo más sal-
un personaje con garras, si no es que regresan vaje entre el Coloso Esmeralda y el canadiense
a su línea temporal original antes de lo pre- de garras.
visto. Hasta entonces, Mr. Siniestro, Madri-
poor, Polaris, unos nuevos Merodeadores
LA POLéMICA TIENE NOMBRE: ARDIAN
(también llegados del Universo Ultimate y for-
SYAF
mados por Armadura, Mach-II, Guardián y
Mercurio) y el esperado regreso de Emma
Frost (tras desaparecer al final de IvX) se cru- Sin embargo, y cuando parecía que el relanza-
zarán en su camino. Eso si la nueva afición de miento iba a seguir un perfil bajo a la sombra
Hank McCoy por la magia no cambia las cosas… del evento Secret Empire de Nick Spencer, la
polémica explotó en la cara de Marvel Comics
por donde menos se lo esperaba. El dibujante
La tercera gran serie del relanzamiento es
indonesio de X-Men: Gold, Ardian Syaf, apro-
Weapon-X, a cargo de Greg Pak (X-Men: Can-
vechó el primer número de la nueva cabecera
ción Final del Fénix) y Greg Land (Uncanny X-
para esconder mensajes cifrados anticristianos
Men). Garras y dientes en una alineación
y antisemitas en sus viñetas de forma lo sufi-
atípica formada por El viejo Logan, Dientes
cientemente sutiles para no ser captadas por
de Sable, Lady Deathstrike, Domino y Sen-
un no-entendido, pero no lo suficiente escon-
dero de Guerra, intentando canalizar el éxito
didas como para las redes sociales, que pusie-
de alineaciones recientes (X-Force de
ron el grito en el cielo a los pocos días. Estos
Kyle/Yost o Patrulla-X de Cullen Bunn) en
mensajes (“212” encima de Kitty Pryde o “QS
un relato que supone la vuelta del programa
5:51” en la camiseta de Coloso) hacen refe-
que creó a Lobezno y da título a la serie. “El
rencia a una fecha (2 de Diciembre de 2016) y
programa Weapon X ha vuelto, y es más mor-
al Corán, en su Capítulo 5, versículo 51. Estos
tífero que nunca. Esta vez su objetivo no es
números y fechas están relacionados con acon-
solo usar a los mutantes para sus intereses.
tecimientos recientes de la situación política en
Quieren exterminarlos. Los poderes y habilida-
Indonesia, los cuales intentaremos explicar a
des de esta nueva Weapon X son tan terrorífi-
continuación.
cos que necesitas a héroes y villanos haciendo
equipo para hacerles frente”, comenta Pak.
“Preparaos para un blockbuster emocionante
con un grupo brutal de héroes y antihéroes lle-
vados al límite en una batalla por la supervi-
vencia de la raza mutante donde los héroes se
van a volver locos unos a otros”. Aunque el
“verdadero” Lobezno lleva muerto ya tres
años y contra todo pronóstico no ha vuelto, su
presencia se hace notar mediante sus muchas
réplicas. En este ocasión, Logan y Dientes de
Sable son los encargados de reunir y liderar
una fuerza de choque mutante dispuesta a

106

Basuki Tjahaja Purnama es el gobernador de
la ciudad de Yakarta, la capital de Indonesia.
Esta región es clave en el avance de un político
si quiere llegar a ser presidente de Indonesia,
algo a lo que aspira ser según ha declarado en
público el propio Purnama, también conocido
como Ahok. Ahok es cristiano. El mencionado
versículo del Corán se traduce de la siguiente
manera: “¡Vosotros que creéis! No toméis por
aliados a los judíos ni a los cristianos; unos son
aliados de otros. Es cierto que Alá no guía a los
injustos”. Ahora bien, como bien explicó la
guionista G. Willow Wilson (Ms. Marvel) en
plena polémica, “amigos/aliados” no es una
traducción correcta. “Awliya”, plural de “wali”,
es la palabra que aparece escrita en el árabe
original del Corán. La traducción correcta,
según Wilson es “consejero/representante
legal”. Ahok se burló y criticó este versículo,
asegurando que muchos lo usaban para desa-
creditarle como gobernador del país con más
musulmanes del mundo. Cuando se filtró el
vídeo en el que Ahok criticaba el versículo, em-
pezó la polémica, que culminó en una protesta
de 200.000 personas el 2 de diciembre de
2016. Con esto acabamos nuestra clase de po-
lítica o religión, pero sirva de contexto para en-
tender la posición partidista que asume Ardian
Syaf (quien más tarde además confesó que
participó en las manifestaciones), en contra de
Ahok.
La polémica no tardó en estallar a lo largo y
ancho de Internet. La primera reacción oficial
de Marvel se produjo tres días después, a tra-
vés de una breve nota de prensa en la que afir-
maba que “las manifestaciones en el dibujo de
X-Men: Gold #1 fueron introducidas sin el co-
nocimiento del guionista, del editor o de nadie
en Marvel. Así mismo, no reflejan sus opinio-
nes y van en contra del carácter integrador de
Marvel Comics y de lo que han significado los
X-Men desde su creación. Estos dibujos serán
eliminados de futuras reimpresiones, de la ver-
sión digital y de la edición en tomo recopilato-
rio, mientras que se tomarán acciones
disciplinarias”. Nótese que ninguna de estas
cinco líneas de declaraciones incluyen ninguna
disculpa hacia las comunidades ofendidas,
MARVEL - ARTÍCULO
quienes además hacían notar que uno de esos
mensajes había sido dibujado en torno a Kitty
Pryde, el personaje judío más reconocible de
Marvel Comics junto a Ben Grimm. Además,
cabe recordar que los X-Men fueran creados
por Stan Lee y Jack Kirby, dos autores ju-
díos, así como su actual guionista, Marc Gug-
genheim, cuyas únicas declaraciones fueron
breves para alejarse de toda polémica. “Gracias
a todos por el fantástico apoyo. Tanto a los afi-
cionados como a mis compañeros de profe-
sión”. Otros tres días después (seis desde la
publicación del cómic), Marvel Comics final-
mente despedía al dibujante “de forma inme-
diata”, añadiendo que “el segundo y tercer
número con su dibujo ya habían sido enviados
a imprenta, pero los siguientes tres números
serán dibujados por R.B. Silva y los siguientes
tres por Ken Lashely”.
Solventado el asunto, tan solo quedaba por co-
nocer la opinión el propio Syaf, contradictorias
entre sí. En un primer lugar afirmó: “mi carrera
como dibujante está acabada. Es la consecuen-
cia de lo que hice, y lo acepto. Espero que con
esto acabe la polémica y el odio. Os deseo la
paz. En esta última oportunidad, quiero deciros
el verdadero significado de los números, 212 y
QS 5:51. Son números de JUSTICIA. Son nú-
meros de AMOR. Mi amor por el sagrado
Corán… Mi amor por el último profeta, el Me-
sías… mi amor por ALÁ, el único Dios. Mis dis-
culpas por todo el alboroto. Adiós, que Dios os
bendiga. Os quiero a todos”. El día siguiente,
en un periódico indonesio, Syaf no tuvo repa-
ros a la hora de analizar su despido de la si-
guiente manera: “disney es dueña de Marvel,
y cuando ofendes a los judíos, no tienen pie-
dad. Yo no soy antisemita ni anticatólico. Si lo
107
 MARVEL - ARTÍCULO
fuera, no habría trabajado para editoriales ex- res en su segunda entrega. Finalmente, se
tranjeras. Pero esto es lo que hay”. Y, poste- asentó en la frontera de las treinta mil copias
riormente, subió a su perfil de Facebook una por entrega y quedando fuera muchos meses
foto posando con Rizieq Shihab, fundador y de la lista de los 100 más vendidos. Curiosa-
líder del Islamic Defenders Front (FPI), una or- mente y rompiendo las expectativas, la serie
ganización urbana vigilante que ha sido denun- más vendida del anterior relanzamiento fue los
ciada en numerosas ocasiones por sus Uncanny X-Men de Cullen Bunn, lo cual ex-
manifestaciones de odio, discriminación e into- plica que desde la franquicia mutante se quiera
lerancia religiosa. La foto duró poco, ya que la seguir apostando por el guionista de Harrow
borró poco después. County. Tras un debut en enero de 2006 de
93.000 unidades y perder la friolera de 40.000
lectores en su segundo número quince días
Curiosamente, el impacto de la polémica no sir-
después, la serie cerró el 2016 vendiendo unas
vió para aumentar en exceso las ventas del pri-
estables 37.000 copias mes tras mes. Weapon-
mer número. X-Men Gold #1 vendió en abril
X, hereditario en temática y estilo (por aquello
114.332 unidades, siendo superado en ventas
de Greg Land) de Uncanny X-Men, deberá as-
tan solo por Secret Empire #0 y Batman #21.
pirar a esas cifras si no quiere hacer real el fa-
La cabecera hermana, X-Men Blue #1 debutó
moso dicho que establece que “las
en cuarto lugar con 108.800 copias vendidas,
comparaciones son odiosas”.
mientras que el primer número de Weapon-X
entró en el Top Ten con 68.874 ejemplares dis-
tribuidos. Los segundos números de las series vIDA MáS ALLá DEL AZUL Y ORO
(también a la venta en abril) tuvieron el habi-
tual descenso de unidades vendidas de cual-
Además de las cabeceras grupales X-Men: Blue
quier lanzamiento. X-Men Gold vendió 62.283
y X-Men: Gold (traducidos en España como La
unidades (puesto 17, 40% de unidades
Patrulla-X: Azul y La Patrulla-X: Oro), la fran-
menos), por las 54.074 (puesto 24, 50% de
quicia se relanza con otras dos series de grupo:
unidades menos) de X-Men Blue y las 42.471
Generation-X y Astonishing X-Men. El nuevo y
de Weapon X (puesto 38, 39% menos). A la es-
segundo volumen de Generation-X, a cargo de
pera de ver el rendimiento estos próximos
Christina Strain (colorista en su día de The Ru-
meses, de entrada se puede hacer una compa-
naways) y de Amilcar Pinna. Si los títulos ante-
ración con el lanzamiento previo. Los Extraor-
riores apelaban a la era Jim Lee, Generation-X
dinary X-Men de Jeff Lemire (noviembre de
conjuga dos nostalgias en una misma
2015) arrancaron con 133.000 ejemplares, una
serie. La nostalgia por el grupo
cifra superior a los dorados mutantes. Sin em-
original de Scott
bargo, los segundos números de ambas series
Lobdell y Chris Ba-
han vendido lo mismo. Extraordinary X-Men se
chalo (1994) y la
asentó sobre las 30.000 unidades por entrega,
dinámica de las co-
demostrándose que, tanto el contexto del mer-
lecciones adoles-
cado hoy en día no es lo que fue en su día,
centes que tan
como que Jeff Lemire tiene menos tirón po-
bien han funcio-
pular del que se esperaba cuando fichó por
nado reciente-
Marvel. Así pues, esa será una cifra que X-
mente, desde
Men: Gold debe aspirar a superar. La compara-
New X-Men a,
ción entre X-Men: Blue y All-New X-Men tiene
por supuesto,
lecturas similares. La serie de Dennis Hope-
Lobezno y la
less protagonizada por los cinco miembros ori-
Patrulla-X de
ginales de los X-Men debutó en diciembre de
J a s o n
2015 con 81.000 unidades, muchas menos que
Aaron. “En
las de su actual serie, perdiendo 25.000 lecto-

108

esta nueva etapa, el nuevo Instituto Xavier
quiere re-evaluar la educación que le da a sus
alumnos, dividiéndolos en tres grupos: la pró-
xima generación de X-Men, la próxima genera-
ción de embajadores mutantes y la próxima
generación de… bueno, digamos, que perdedo-
res con encanto”, explica la guionista, quien
añade: “Son mutantes con poderes que poco
podrán aportar en el campo de batalla y que no
encajan en ningún lado… ni siquiera en el cole-
gio donde les prometieron que encajarían”. Un
reparto que mezcla personajes de segunda fila
recientes con una nueva remesa de cadetes
mutantes, dirigidos en el nuevo Instituto Xavier
en pleno Central Park por la ex–díscola y actual
madre adoptiva Júbilo y el británico flamígero
Cámara, como representantes de la Genera-
ción-X original y lejos ya de sus épocas adoles-
centes. Entre los estudiantes protagonistas,
Strain ha elegido a Quentin Quire (olvidada su
etapa como Rey Blanco del Club Fuego Infer-
nal), Bling!, Morfo (Benjamin Deeds) y Chica
Naturaleza, así como al nuevo estudiante,
Hindsight (Nathaniel Carver). Una mezcla de
mutantes perdedores cuidadosamente selec-
cionada, ya que parece que han querido elegir
una creación de cada guionista mutante re-
ciente: Morrison, Milligan, Aaron, Bendis,
Latour… Todo ello sin descuidar los pasillos del
instituto, donde por los fondos de las viñetas
se pasean ya clásicos como Shogo, Nydo, las
Cuclillos Stepford, Glob Herman… ¿En el fu-
turo a corto plazo? “Quiero cen-
trarme en las relaciones
entre los cha-
vales, pero
puedo decir
que los pri-
meros enemi-
gos del grupo
serán Emplaca
y los Purificado-
res y por lo
demás… Solo diré
que Magik y sobre el villano de la
Moonstar son dos
personajes que me
encantan”, concluye
Strain.
MARVEL - ARTÍCULO
Astonishing X-Men encara su cuarto volumen
poniéndose en manos de Charles Soule. Tras
su salida de las cabeceras inhumanas, aterriza
así en la franquicia mutante en una serie es-
tructurada en forma de números autoconclusi-
vos, por la cual desfilarán varios de los mejores
dibujantes de la editorial (al estilo del actual
All-Star Batman en la Distinguida Competen-
cia). Desde Jimmy Cheung hasta Mike Deo-
dato, dibujantes como ACO (Nick Furia), Ron
Garney (Daredevil), Phil Noto (Viuda Negra),
Ramón Rosanas (Astonishing Ant-Man) o
Greg Land (Ultimate Power) tendrán la opor-
tunidad de dibujar las cuatro esquinas de la mi-
tología mutante. Este nuevo grupo-X está
formado por Logan (en su cuarta cabecera
mensual tras El Viejo Logan, X-Men y Weapon-
X, demostrando que la omnipresencia sigue
siendo un gran poder secundario), Pícara
(quien vuelve a la franquicia tras años de au-
sencia y que continuará en Uncanny Avengers
con la llegada de Jim Zub), Arcángel, Fanto-
mex, Bishop (¡!), Mística, Mariposa Mental
y Gambito. “El primer número tendrá repercu-
siones importantes para el futuro de la franqui-
cia“, confiesa el jefazo Axel Alonso, antes que
el propio Soule añada que “esta serie está
pensada para contar una historia muy con-
creta, como un gran puzzle con muchas capas
y misterios. Será difícil averiguar de qué va la
serie, pero los protagonistas serán clave y han
sido elegidos con cuidado”. Pistolones, espadas
y garras a tutiplén que de poco o nada
servirán para enfrentarse al vi-
llano anunciado para
la serie: “El Rey
Sombra fue el pri-
mer villano al que
se enfrentó Charles
Xavier y la razón por
la cual decidió entre-
nar a otros mutantes
para frenar amenazas
similares”, cuenta Soule
serie, muy de moda ac-
tualmente a raíz de cierta
adaptación televisiva.
“Dado que reside en el plano
109
 MARVEL - ARTÍCULO
astral, los enfrentamientos allí son en base a la
fuerza de voluntad, lo cual nos da mucho mar-
gen para hacer enfrentamientos espectacula-
res”.
Además de estas dos series grupales, tres mu-
tantes se han ganado el derecho a tener su
propia serie regular en pleno Resurrxion: los
jóvenes Jean Grey y Hombre de Hielo y el
viajero temporal Cable. La primera en debutar
ha sido la Chica Maravillosa, en una serie a
cargo de Dennis Hopeless y víctor Ibáñez.
Ambos autores encadenan así su segundo tra-
bajo con el personaje, tras guionizar y dibujar
All-New X-Men y Extraordinary X-Men respec-
tivamente. Ambos embarcarán a la joven telé-
pata en una aventura que involucrará, cómo
no, a la Fuerza Fénix. “Es una historia al estilo
de los trabajos de Hércules. Jean tiene una pre-
monición. El Fénix va a volver y la Tierra está
condenada a no ser que Jean Grey lo evite. De-
safortunadamente, esta Jean Grey es una ado-
lescente inexperta. Nuestra Jean necesita
mejorar rápidamente y tiene que prepararse y
convertirse en quien sabemos que acabará
siendo”, cuenta Hopeless. Para conseguir esta
experiencia vital, la futura Fénix cruzará sus
caminos con todos aquellos que han sido hués-
pedes de la Fuerza Fénix para intentar apren-
der de ellos (como se observa en la preciosa
portada de David Yardin para el segundo nú-
mero de la serie.): Rachel Grey, Quentin
Quire o Hope, pero también
Magik, Coloso o incluso
Namor (como
se vio en Aven-
gers vs X-Men).
Además, el Doc-
tor Extraño,
Odinson, Boom
Boom o Domino se
dejarán ver en el ca-
rrusel de invitados.
Enfrente encontramos
a un joven Bobby
Drake en el que es téc-
nicamente su tercer vo-
lumen propio tras la
miniserie de los ochenta
110
de J.M. DeMatteis y el producto Icons de prin-
cipios de siglos de Abnett y Lanning. En esta
ocasión, los responsables de sus aventuras
serán Sina Grace y Alexandro vitti. Desde
que Brian Michael Bendis (por boca de la
joven Grey) desvelase en Uncanny X-Men
#600 USA que este tierno Bobby Drake es gay,
la relevancia del personaje ha crecido exponen-
cialmente. Si bien el Hombre de Hielo nunca
ha llegado a explotar del todo su poder gélido
(en lo que bien podría ser una metáfora de que
siempre ha estado reprimiéndose), su versión
adulta acumula un largo historial de novias e
intereses románticos a sus espaldas (desde
ópalo a Kitty Pryde o Mística, por ejemplo),
lo cual choca con la salida del armario de su
versión más juvenil. Una dualidad que quiere
explorar el guionista, en su primer gran trabajo
para Marvel. “Este relanzamiento editorial mu-
tante quiere enfatizar el optimismo del futuro
de la raza. Y no encuentro mejor forma que ha-
cerlo con este nuevo Bobby, que en vez de es-
conderse no tiene reparos en dar la cara”,
comenta. “Desde su revelación, las aventuras
y peligros no le han permitido explorar este as-
pecto y ya va siendo hora. Y total, ¿qué puede
ir mal cuando le pides ayuda a tu futura novia?
Podría ser peor… como una comida familiar
irrumpida por los Purificadores”. Todo eso y
mucho más. Y por “mucho más” nos referimos
a Daken, el personaje bisexual más famoso de
Marvel Comics.
La última serie de todas
en debutar es
Cable, la cual
cuenta curiosa-
mente con el
equipo creativo
más potente de
todo Resurrxion,
que carece de gran-
des estrellas como en
pasados relanzamien-
tos. Para narrar las
aventuras de Nathan
Summers Marvel ha
apostado por James Ro-
binson (Los 4 Fantásti-
 MARVEL - ARTÍCULO
cos) y Carlos Pacheco (Uncanny Avengers), efecto mariposa del viaje en el tiempo y que
demostrando la importancia que tiene para la está usando el tiempo para sus beneficios.”
Casa de las Ideas el personaje que debutará en Una serie con todos los ingredientes necesarios
la gran pantalla en 2018, en la piel de Josh para seguramente hacer las delicias de los afi-
Brolin. El primero de ellos ya guionizó medio cionados más clásicos.
año de la colección del hijo de Ma-
delyne Pryor en su primer volu-
En definitiva, estamos ante un
men hace más de veinte años antes
relanzamiento sin grandes
de la llegada de Joe Casey, y el se-
nombres entre los auto-
gundo ha dibujado recientemente al
res elegidos (salvo el
personaje durante su corta etapa en
mencionado Cable) que
Uncanny Avengers, junto a Gerry Dug-
aboga por una etapa op-
gan. El enfoque de la serie tendrá un
timista dejando atrás
corte clásico de aventuras y viajes
las tramas sobre ex-
temporales, olvidándose
tinción y superviven-
referencias a complica-
cia que han
dos árboles genealógi-
acompañado, enca-
cos y a
denadas una tras
pérdidas/recuperacio-
otra, a la franquicia
nes de poderes cíclicas.
durante demasiado
“Una de las cosas que
tiempo. Series que
definen a Cable es que
apelan a nostalgia de
es un guerrero del
diferentes épocas
tiempo. El viaje tempo-
(Gold a Jim Lee, Blue
ral es parte esencial de
a los X-Men origina-
su vida y la serie se
les, Generation-X a las etapas
centrará en eso. Será
escolares de Kyle/Yost/Aaron,
una carrera contra el
Weapon-X al X-Force de
tiempo para arreglar la
Kyle/Yost…) para intentar ser
corriente temporal. Su
atractivas para todo tipo de pú-
objetivo es salvar el
blico. No existen grandes crosso-
Universo Marvel”,
vers a la vista y muchas de las
afirma Robinson. Este
series pasarán por encima de Se-
viaje temporal llevará a
cret Empire sin ver modificado
Cable al “Japón feudal del siglo 15, la
su curso. La cadencia quincenal
Primera Guerra Mundial, el viejo oeste, la Edad
de la mayoría de estas series
de Piedra, la Inglaterra victoriana y ejemplos
ofrece un ritmo de lectura y evo-
parecidos, pero siempre serán escenarios con
lución adecuado y las cabeceras
un filtro más de ciencia ficción que se irán rom-
dedicadas a héroes en solitario
piendo poco a poco como consecuencia de las
tienen una misión muy marcada.
acciones del villano de la serie”. Y mientras
La polémica sobre los mensajes anticristianos
todos estamos esperando a Discordia como
y antisemitas ha traído polémica al relanza-
enemigo a las sombras, Robinson descarta
miento pero no deben esconderse las virtudes
esa idea desde el principio. “Esta serie no se
de todas las propuestas por si solas, las cuales,
centrará en el pasado del personaje, sino en lo
sobre todo teniendo en cuenta la etapa ante-
que le convierte en lo que es y será atractiva
rior, son muchas.
para nuevos y viejos lectores. El villano es un
nuevo personaje llamado Conquest. Un tecnó-
crata del futuro que ha aprendido a emplear el PEDRO MONJE (@Pedro_Monje)

111
 MARVEL - RESEÑA
STAR wARS: VADER DERRIBADO
El primer crossover de las dos series principales del nuevo universo
expandido de Star Wars publicado por Marvel Comics
Los villanos son la esencia de toda buena his-
toria que se precie. Sin un buen villano no hay
héroe que valga. Si tuviéramos que hacer una
lista de los mejores villanos del cine, la litera-
tura y el cómic (pertenecientes al género su-
perheroico, fantástico o de la ciencia ficción),
podríamos encontrarnos nombres tan sugeren-
tes como Darkseid, Lex Luthor, el Joker, el Dr.
Muerte, Magneto, Sauron, Voldemort, Khan,
James Moriarty y, por supuesto, uno de los que
más presentes en la cultura y el imaginario po-
pular a nivel mundial, Darth Vader.
Vader fascinó al público cuando apareció por
primera vez en el original Episodio IV: Una
Nueva Esperanza, de la saga de Star Wars de
George Lucas. Su vestimenta, su voz pro-
funda y grave, su actitud, tenacidad y disciplina
no son más que alguno de los elementos que
dan forma a esa imponente imagen que pro-
yecta frente a quienes lo rodean. De él se habla
112
en la película como un maestro sith de enorme
poder, letal y sanguinario. La sola mención de
su nombre inspira miedo y pavor, sin importar
el bando en el que se esté. Un ente que tras-
ciende la galaxia y cuya sombra se extiende in-
cluso por encima del propio Emperador
Palpatine. Un villano de antaño, sobre el que
luego se construyó una de la saga galáctica
más conocida y exitosa de la historia del cine.
Sin embargo, en el medio que le dio vida, la tri-
logía original, nunca se nos permitió ver de ver-
dad que era lo que hacía que todos cuantos lo
conocían hablaran de él con reverencia y miedo
al mismo tiempo. Sus intervenciones siempre
son menores, limitadas a revelar información,
dar órdenes, amenazar, coaccionar y estrangu-
lar mediante el uso de la fuerza a sus subordi-
nados. Su presencia impresiona, pero su poder
solo podemos imaginarlo por lo que se habla y
comenta, no porque podamos verlo en acción
de forma clara y determinante.

Tal vez con eso en mente, Jason Aaron, em-
pezara a planificar el que iba a ser un cruce
entre la serie de Star Wars y la maxiserie de
Darth Vader. Una historia, encuadrada entre el
Episodio IV y el Episodio V de la saga cinema-
tográfica, donde poder ir más lejos y cumplir el
deseo de todo fan de la saga: ver al villano en
pleno uso de sus capacidades.
Cuando Disney compró a Marvel Comics, y
posteriormente hizo lo propio con los derechos
de Star Wars, se optó por empezar de nuevo y
usar los cómics como un medio con el que
complementar el ambicioso plan cinematográ-
fico que se estaba fraguando gracias a la incan-
sable maquinaria de la compañía. Los cómics
se lanzaron al mercado firmados por un elenco
de importantes dibujantes y guionistas que ve-
nían dispuestos a llenar huecos y añadir más
mitología al infinito universo que engloba Star
Wars.
De esta manera, cualquier aficionado a la fran-
quicia verá satisfechas sus expectativas con
Vader derribado, y cualquier lector ocasional,
conocedor de la saga cinematográfica, también
se sorprenderá por la fuerza de la historia de
Aaron.
MARVEL - RESEÑA
El guionista de Paletos Cabrones, Thor o Lo-
bezno y la Patrulla-X, entiende y respeta el
mito, toma lo que todos sabemos de este po-
pular personaje y nos lo plasma de forma bru-
tal en este tomo recopilatorio que podría
resumirse con un contundente, Vader contra
todos. Así de simple, así de eficaz, así de di-
recto. Un mazazo que permite descubrir de lo
que es capaz Vader cuando las condiciones lo
requieren de verdad y que nivel de control de
la fuerza puede llegar a tener.
La historia comienza cuando se filtra la locali-
zación de Darth Vader y los rebeldes acuden en
masa a capturarlo. Eliminar a tan importante
figura relacionada con el Imperio puede resul-
tar todo un golpe a la moral de las tropas ene-
migas y no piensan desaprovechar la
oportunidad que se les ha brindado. Vader pi-
lota su Tie Fighter con pericia sobre un planeta
desconocido cuando se ve rodeado por todo un
escuadrón de X-Wing que lo atacan con la sin-
cronía de un enjambre de abejas. Una lucha
desigual para el ojo no entendido que se salda
con un único resultado y con Vader haciendo
honor al título del tomo.
Aaron se suelta por completo y nos retrata
como Vader controla la situación fiel a su férreo
control emocional, sin dejarse llevar por el pá-
nico, la desesperación o el miedo. Vader es
único y como tal responde al problema que
tiene enfrente.
El cómic es un festival de acción, aderezado
también con los apropiados diálogos que per-
miten a Aaron y Gillen seguir construyendo la
historia para que esta no quede solo es un sin-
fín de viñetas cargadas de explosiones y dispa-
ros láser. Todo ha sido bien orquestado y
dirigido para que desencadenase esta situa-
ción, y esta situación va ser el catalizador de lo
que está por venir en las series de Star Wars y
la dedicada al propio Vader. Un cruce orgánico,
que reconforta perfectamente al lector y colec-
cionista de ambas series.
113
 MARVEL - RESEÑA
Aaron y Gillen han logrado darle un toque de
sofisticación a los cómics de Star Wars aleján-
dolos de las películas; han aprovechado para
ello las virtudes que este medio pone a su dis-
posición. Las herramientas están visibles en
todo momento y hacen uso de ellas para dar un
soberbio golpe encima de la mesa y hacernos
despertar de forma contundente. Aaron y Gi-
llen nos gritan a la cara y nos vuelven a recor-
dar por qué Vader resulta tan fascinante para
todos los aficionados a Star Wars. Vemos sus
acciones y, aunque no las compartamos, senti-
mos la punzada placentera al poder verlo ac-
tuar como todos hemos imaginado y
fantaseado en alguna ocasión. Todo esto se ve
mejorado por el trabajo en los lápices de Mike
Deodato y de Salvador Larroca, que son ca-
paces de dotar al conjunto de la espectaculari-
dad que precisa la historia.

Hay que dejarse seducir por este tomo, que re-

copila todo el cruce entre las dos series, en una
edición que cabe aplaudir por parte de Planeta
Cómic. Porque dejarse seducir por esta historia
es rendirse a esa figura oscura, imponente y
dura que se esconde tras esa máscara negra
con la que todos, en alguna ocasión, hemos te-
nido pesadillas. Vader en estado puro.

GUSTAvO HIGUERO (@VIACRUCIX)

STAR WARS: VADER DERRIBADO

Star Wars: Vader Derribado (Marvel - Planeta Comics) - Jason Aaron, kieron Gi-
llen, Salvador Larroca, Mike Deodato, Frank Martin Jr. y Edgar Delgado.
Cartoné 152 págs. 14,95€

“Un cruce orgánico, que reconforta perfectamente

al lector y coleccionista de ambas series.”

Gustavo Higuero

114

SECRET EMPIRE. LA DISTOPÍA DEL CAPITÁN AMéRICA
Ha llegado la hora de hacer balance del último gran evento
de la Casa de las Ideas
El poder de las palabras es infinito. Detrás de
cada letra, de cada sonido, el significado que
portan puede cambiarlo todo. Las palabras ins-
piran a los hombres, aterrorizan a los niños,
marcan eras y perduran en la historia. Con solo
dos palabras, Nick Spencer incendió el mundo
en 2016: ¡Hail Hydra! No tanto por lo que sig-
nifican, las hemos escuchado millones de veces
en los cómics de la Casa de las Ideas, sino por
quién las enunciaba: Steve Rogers, el Capi-
tán América. La deriva del antiguo Centinela
de la Libertad se narraría en su cabecera lle-
gando a su clímax fuera de sus páginas, en un
evento que ha implicado a todo el Universo
Marvel.
Esa historia ha sido Secret Empire, una dis-
topía que tomando las preocupaciones de
nuestro mundo actual ha vuelto a dar una
vuelta de tuerca a la continuidad de las series
de Marvel Comics. ¿Qué nos ha ofrecido la
historia de Nick Spencer? ¿Qué nuevo statu
quo nos deja Secret Empire? ¿Ha cumplido con
las expectativas? En este artículo nos encarga-
remos de analizar todos estos temas ahora que
el evento ha llegado a su final en Estados Uni-
MARVEL - ARTÍCULO
dos, por lo que desvelaremos detalles argu-
mentales que todavía no han sido abordados
en la edición española publicada por Panini
Cómics.
EL CAMINO HACIA SECRET EMPIRE
“¡Hail Hydra!”, proclamaba Steve Rogers al
final de Captain America: Steve Rogers #1. El
mayor héroe de todo el Universo Marvel era un
topo de la organización contra la que había lu-
chado toda su vida. El Capitán América era de
los malos. Sin embargo, no es aquí donde em-
pieza esta historia. Tenemos que remontarnos
a All-New All-Different Marvel y a Captain Ame-
rica: Sam Wilson #1 para ver la primera piedra.
El camino comenzaba en octubre de 2015, con
la segunda serie dedicada al otrora Halcón, que
había heredado el manto de Capitán América
durante la etapa de Rick Remender. En aquel
primer número ya teníamos varias de las cues-
tiones que se extenderán a lo largo de la etapa
115
 MARVEL - ARTÍCULO
de Nick Spencer: lo social, el posicionamiento
político, Hydra, el enfrentamiento contra Steve
Rogers y la autodeterminación de Sam en el rol
de Capitán América. Esto último derivaba del
hecho de que nuestro héroe decidiera posicio-
narse políticamente, lo que le colocaba contra
la opinión pública y contra S.H.I.E.L.D., ele-
mentos también muy importantes para la serie
en estos últimos años.
¿Qué significa ser el Capitán América? ¿Es sim-
plemente comportarse como lo haría Steve Ro-
gers? Sam respeta lo que hizo su predecesor,
pero cree que puede hacer más e ir más lejos.
Tras Avengers Standoff y el rejuvenecimiento
de Steve Rogers a manos de Kobik, lo que
estas dos preguntas suponen se intensifica.
Tras el crossover conmemorativo de los 75
años del Capitán América, se estrenó Captain
America: Steve Rogers #1 y tuvieron lugar las
ya mencionadas revelaciones. Es a partir de
aquí que la etapa gana en trasfondo incluso
cuando pierde en pura calidad. Cuando Steve
Rogers volvió a ser el Capitán, se suponía que
con él volvía la versión “original” del personaje.
Sin embargo, su posición como villano absoluto
terminaba de colocar a Sam como héroe abso-
luto.
La representación de esto la te-
nemos en el arco ar-
gumental
#Take-
BackTheS-
hield, en la
que Steve
inicia una ca-
dena de suce-
sos destinados
a quebrar a
Sam. “Rompe-
rán al Capitán
América, y el país
se romperá con
él”, proclama Ro-
gers al final de Cap-
tain America: Sam
Wilson #14. En ver-
116
dad, en los números 12 y 13 de la misma serie
ya vimos el comienzo de esto, con Sam enfren-
tándose a U.S.Agente. ¿Cómo de importante
es el escudo? La presencia de este trío formado
por Sam, U.S.Agente y Steve representa y da
a entender el hecho de que es el hombre que
levanta el escudo quien le da significado. Du-
rante #TakeBackTheShield se presenta una
idea corrupta, que el símbolo hace al hombre.
Sin embargo, como veremos más adelante, ya
en pleno evento, es la persona quien infiere
valor al símbolo. Sam abandonará el escudo,
pero una simple tapa de basura usada para de-
fender a una mujer en apuros ejerce el mismo
valor. A mitad del evento, cuando Sam vuelve
a levantar el escudo original, y a pesar de toda
la corrupción perpetrada por Rogers, le insufla
vida, optimismo y esperanza. Y es que, como
es natural en Marvel, lo importante es la per-
sona, no el superhéroe.
Mientras todo esto acontecía en Captain Ame-
rica: Sam Wilson, su serie hermana nos mos-
traba la otra cara de la moneda. Captain
America: Steve Rogers se movía entre los hue-
cos del Universo Marvel. Toda la etapa está di-
rigida a cimentar Secret Empire, con el lector
continuamente en fuera de juego. Steve es
más listo que todos nosotros, que observamos
sus malabares para hacerse con el
control de todo. Destaca
especialmente
durante
Civil War
II, evento
que Rogers
propulsa y al
que da sus-
tancia al con-
vertirlo en
antesala de su
propia historia.
Esto queda claro
cuando se lee Civil
War II: The Oath,
epílogo de aquella
historia. También
asistimos a flas-
hbacks que nos van

mostrando la realidad que Kobik creó para la
nueva versión Hydra del Capitán América.
Ambas líneas temporales convergerán justo
antes del inicio de Secret Empire, con todas las
piezas sobre el tablero dispuestas para que
Steve haga jaque mate nada más comenzar la
partida. Hasta ese momento el lector ha asis-
tido a la planificación, entendiera o no los de-
talles. Ahora tocaba el primer disparo.
PRIMER DISPARO: CóMO SE HA PUBLI-
CADO SECRET EMPIRE
Es preciso detenerse aquí en el apartado edi-
torial de Secret Empire. Como todo evento y/o
crossover que Marvel Comics ha publicado en
los últimos años, sus ramificaciones son múlti-
ples y alcanzan a casi la totalidad de coleccio-
nes que publica la editorial. Sin trastocar el
panorama de la misma manera en que lo hizo
Secret Wars, este Imperio Secreto ideado por
Spencer es un auténtico mastodonte. Cada
pieza es fundamental y eso juega a su favor y
también en su contra. A su favor, porque el
guionista da el cien por cien. No se deja nada
y apuesta todo a su historia, hasta las últimas
consecuencias. Trata cada elemento de este
mundo puesto en pie de guerra por Steve Ro-
gers, buscando retratar cómo reacciona cada
rincón del Universo Marvel a l a
conquista de Hydra.
Con Se-
cret Em-
p i r e
tenemos
una historia
con mucha
sustancia,
con un mon-
tón de piezas
que ofrecen
ángulos distin-
tos sobre este
nuevo mundo.
En su contra, la
historia se vence
por su propio peso.
MARVEL - ARTÍCULO
Tantas cuestiones que tratar provocan que la
narrativa se desvíe de vez en cuando, tanto en
la serie central como en sus tie-ins. Cabe pre-
guntarse acerca de la posibilidad de que Secret
Empire hubiese sido un statu quo al estilo de
Reinado Oscuro, con más tiempo de desarrollo
en zonas del conflicto por las que el relato pasa
sin pisar muy fuerte. También cabe pregun-
tarse por la posibilidad de haber metido algo de
tijera, recortando lo más accesorio para que los
temas centrales ganasen fuerza. Respecto a las
colecciones afectadas, hasta el momento
hemos mencionado las dos series bajo el título
Captain America, que suponen el grueso de lo
que hay que leer antes del evento. Sin em-
bargo, otras dos colecciones se introdujeron
justo antes del inicio bajo el banner Opening
Salvo: U.S.Avengers y Thunderbolts. En Es-
paña, Panini Cómics ha extendido ese paraguas
para cubrir también a Deadpool, cuya serie
también se ve directamente involucrada a nivel
personal. De todas ellas, los números finales de
Thunderbolts son los únicos verdaderamente
importantes.
Este Primer disparo ataba los últimos cabos
sueltos del plan del Capitán América antes de
asestar el gran golpe contra los héroes. A partir
de Captain America: Steve Rogers #16 co-
mienza Secret Empire como tal. Con-
tinúa en Secret Empire #0
y en Free Comic
Book Day
2017 Secret
Empire #1.
A partir de
ahí, el orden
es lineal,
desde Secret
Empire #1
hasta el número
10 (aunque origi-
nalmente iban a
ser nueve), aca-
bando en el epílogo
Secret Empire:
Omega. Entre medias
se intercalan las dos
series de los dos Capi-
117
 MARVEL - ARTÍCULO
tanes América, pero simplemente pondremos ción, Nick Spencer se ha esforzado en sinte-
como esencial Captain America #25, antes del tizar ideas atemporales que sigan vigentes sin
número 8 de la serie troncal. importar el momento en que se lea.

Hay que destacar también otros tres tebeos, SECRET EMPIRE: HéROES CONTRA EL FAS-
números unitarios que Marvel Comics publicitó CISMO
como esenciales. El primero es Secret Empire:
Uprising #1, que sigue las andanzas de la
Hay historias que son difíciles de contar. El lec-
Viuda Negra y los héroes jóvenes de la editorial
tor de cómics habitual es una especie extraña
entre los números 3 y 4 de la serie madre.
que reclama cambio, pero desea que las cosas
Nada útil, nada que aporte, nada que sirva. Po-
sigan más o menos igual. Movimientos muy
déis no leerlo e invertir vuestro tiempo en
bruscos son herejías contra aquellos persona-
cosas mejores. El segundo es Secret Empire:
jes que tanto amamos. Cuando el punto desen-
United #1, que nos muestra cómo funciona
cadenante de tu historia es que Steve Rogers
Nueva Tian y cómo afrontan el conflicto con
pertenece a Hydra, las reacciones en contra se
Hydra sus distintas clases sociales. Aderezado
acumulan como un tsunami. Nick Spencer
con un pequeño juego de tronos político, no
tenía una historia que contar, “la historia de
hay aquí nada espectacular, pero aporta más
unos héroes levantándose para derrotar a un
valor que el one-shot previo. El tercero y último
fascismo que ha trastornado y corrompido un
es Secret Empire: Underground #1. Seguimos
símbolo americano”. Una historia polémica,
al grupo de héroes de la Resistencia en una de
una historia que no se conformaba por caminar
sus aventuras en búsqueda de un objeto esen-
senderos ya pisoteados, sino que miraba en
cial para derrotar al Capitán América. Su prin-
otra dirección, contraria a la que muchos espe-
cipal valor reside en disfrutar de las dinámicas
raban. Y Nick Spencer ha contado esa histo-
entre todos los miembros del grupo liderado
ria.
por Pájaro Burlón, si bien de cara al evento
madre no ofrece nada que no se intuyera o que
precisara de más detalle. Secret Empire, y todas las reacciones acumu-
ladas desde Captain America: Steve Rogers
#1, son un recordatorio de que hay
El resultado de todo esto es una
que dejar que un relato se
maquinaria bastante
despliegue por
compleja,
completo
que ex-
para aten-
traña-
der bien a lo
m e n t e
que se nos
produce di-
ha querido
sonancia
contar. Nos
con la narra-
podemos que-
tiva y con lo
dar en la super-
directo que es
ficie o nos
el mensaje que
podemos dejar
pretende trans-
sorprender. Pero
mitir Secret Em-
Secret Empire
pire. Porque bajo
tiene mucha sus-
la macroestruc-
tancia y muchos ele-
tura de este
mentos interesantes
evento, y como ve-
que le colocan como
remos a continua-
uno de los mejores

118

eventos de Marvel Comics en bastantes años.
En Secret Empire #0 vimos como fructificaban
los planes de Steve para hacerse con el control
del mundo. Un plan en tres fases con el que ba-
rría a casi todos los héroes conocidos. A nivel
temático, aquí podemos encontrarnos una de
las ideas clave que nos acompañará a lo largo
de los próximos diez números: la esperanza. La
esperanza como motor para la voluntad y he-
rramienta para la conquista. Rogers se dedica
a romper sistemáticamente las esperanzas de
todos para, a continuación devolvérsela. Desde
ahí, la caída es incluso mayor.
Cuando el mal triunfa, ¿qué deben hacer los
héroes? Si quieres contar una historia en la que
los héroes se levantan contra el mal, una ma-
nera de hacerlo es colocarles en el peor de sus
días. Jóvenes y adultos se enfrentan contra la
desesperanza y dudan más que nunca en su
MARVEL - ARTÍCULO
lucha contra Hydra. Lo han perdido todo y se
encuentran al límite de sus fuerzas. Les han
roto quebrado dentro, y todo empezó cuando
primero quebraron al Capitán América Al Capi-
tán América como idea y como persona. Como
idea, representada por Steve Rogers, el clásico.
Todos confiaban en él y el golpe fue casi mor-
tal. Como persona, representada por Sam Wil-
son, el nuevo. Víctima de las maquinaciones de
sus enemigos, abandonó el manto y no hubo
un Capitán América al que seguir en el mo-
mento crucial. No obstante, ¿qué estaba ha-
ciendo Sam en esos momentos?
Alejado del ruido y de la ciudad, Sam vio de
lejos todo lo acontecido. En cuanto Hydra em-
pezó a extender su influencia por todo el país,
Los Inhumanos empezaron a ser internados en
campos de concentración. En un mundo in-
justo, si el Capitán América no ayuda, ¿quién
lo hará? Sam establece un sistema de ayudas
para sacar a inhumanos del país lejos de los
tentáculos del mal. Wilson se dedicó a lo que
se dedica siempre: a ser el héroe de aquellos
que lo necesitan. Con el mundo en contra, a un
mal paso de ser descubierto cada día, estaba
siendo el Capitán América. Y es que no pode-
mos olvidar que Secret Empire es tanto la his-
toria de Sam Wilson como la de Steve Rogers.
Como culmen a la etapa de Nick Spencer, este
Imperio Secreto supone la consagración de
Sam Wilson como el Capitán América, como el
gran héroe inspirador, aquel que levanta a
todos cuando peor están las cosas. A lo largo
del evento, Steve sigue un camino de caída y
Sam un camino de alzamiento. La corrupción y
el mal son vencidos cuando la esperanza se le-
vanta. Sam es la esperanza.
Ellos son “las dos torres” que se erigen más
alto en Secret Empire. Y se erigen en un mundo
cambiado, pero que la sociedad acepta. El con-
fort que supone el liderazgo de Steve Rogers
se suma a mecánicas propias de distopías or-
wellianas como el control a través de sustan-
cias en el agua; además de elementos más
mundanos como la promesa de más empleo y
un mejor sueldo para el vil populacho. Esto lo
119
 MARVEL - ARTÍCULO
vemos a lo largo de Secret Empire #1, una
grapa dedicada a mostrarnos el statu quo tras
la conquista de Hydra. Las ideas se expanden
en Captain America: Sam Wilson #22 y Captain
America: Steve Rogers #17. Estos números se
publicaron después de Secret Empire #2, que
termina de establecer la dirección de la histo-
ria.
Hasta el momento hemos hablado de espe-
ranza, desesperanza, dualidades y un mundo
cambiado. Secret Empire #2 se baña en todos
estos elementos. “Es la única cosa que nadie
os puede quitar, ¡¿vale?! Solo podéis perderla
vosotros– ¡así que no perdáis la esperanza!”,
exclama Rick Jones a mitad de grapa. Entonces
se forman dos grupos dentro de la Resistencia
en Nevada. Por un lado, el grupo dirigido por la
Viuda Negra, decidida a asesinar a Steve Ro-
gers. Ella ha perdido la esperanza, pero se verá
acompañada de Miles Morales y el resto de jó-
venes héroes que veremos en Secret Empire:
Uprising #1. Ellos no han perdido la esperanza.
El otro grupo está capitaneado por la IA de
Tony Stark que normalmente acompaña a Riri.
Él decide que merece la pena buscar los frag-
mentos del Cubo Cósmico que una vez fue
120
Kobik, por lo que monta un grupo aparte capi-
taneado por Pájaro Burlón. Los héroes más clá-
sicos, aquellos que en la última década no han
parado de luchar entre ellos, se adhieren a la
esperanza. La encontrarán en Sam Wilson.
Nick Spencer maneja un elenco amplio. A partir
de aquí, Natasha Romanoff se convierte por
momentos en una protagonista más. Instaura
una nueva Habitación Roja con la nueva gene-
ración, provocando unas dinámicas muy inte-
resantes con todos los personajes. Sin
embargo, tal y como hemos mencionado antes,
poco de eso bueno está en el tie-in que se les
dedica, Secret Empire: Uprising #1. En la serie
madre sí veremos un correcto desarrollo de
todo esto. Hemos hablado mucho del guionista
pero, ¿qué pasa con los dibujantes? Secret Em-
pire ha utilizado a varios artistas para evitar los
retrasos que este tipo de eventos ha tenido
Marvel Comics en el pasado. A pesar de añadir
un número extra a los nueve inicialmente
anunciados, al igual que Secret Wars o Civil
War II, el evento ha cumplido y se ha mante-
nido en las fechas fijadas, acabando cuando
debía. Steve McNiven dibuja los números 1 y
10 con una maestría, espectacularidad y cali-
dad fuera de toda duda.
Sin embargo, el MVP es Andrea Sorrentino,
que dibuja los números 2, 3, parte del 5, parte
del 7 y el destinado al Free Comic Book Day.
Con un gran uso del color y composiciones de
viñetas increíbles, el italiano demuestra una
constancia absoluta, supliendo los retrasos de
Leinil Francis Yu. El artista filipino es, por
contra, el que menos calidad demuestra en los
números que participa. No está a la altura, algo
que queda tristemente patente en el número 9,
que debería ser asombroso y se ve enorme-
mente lastrado por su arte. Yu dibuja en los nú-
meros 4, 6 y 9. Daniel Acuña dibuja los
números 0 y 8 a un gran nivel, sin ninguna
queja posible. Bien es cierto que en el número
8 necesita la ayuda de otros dibujantes para
entregar a tiempo. Finalmente, el otro MVP de
Secret Empire es Rod Reis, que dibuja una
historia paralela que converge en el décimo nú-

mero. Es uno de los elementos más interesan-
tes y misteriosos de toda la historia, que no re-
velaremos aquí para aquellos que aún no lo
hayan leído.
Secret Empire #3 avanza las historias, pero
pone un mayor énfasis en el frente espacial
(uno de los sitios donde están atrapados los
héroes) y en las contiendas bélicas que Steve
orquesta. Hydra debe enfrentarse a Atlantis,
Wakanda y Nueva Tian para hacerse con los
fragmentos de Cubo Cósmico que poseen estas
naciones. Es en sus
páginas finales que
podemos conside-
rar que la narración
empieza a perder
el rumbo, con la in-
troducción de dos
personajes que tie-
nen una extraña
participación en el
evento. Por un
lado, el Castigador,
que si bien fun-
ciona como extraño
cazador de la Viuda
Negra, recibe un
retrato algo distor-
sionado de su ser.
Por otro lado, Ul-
tron. Ambos reci-
ben su cuota de
pantalla en Secret Empire #4, aunque es Ultron
el rey de la fiesta. El número tiene lugar en
Alaska, donde Ultron ha asentado una ciudad
propia. Hacia allí se dirigen tanto Los Vengado-
res de Hydra como la Resistencia de Tony
Stark. ¡Y es un gran tebeo! Hay calidad a rau-
dales, momentos divertidos, tensos, siniestros,
optimistas… No es la calidad lo que descuadra
en Secret Empire #4, sino que parece fuera de
sitio. Solo podía suceder en el marco de este
evento, claro está, pero este es uno de esos
momentos en los que Spencer se desvía del eje
troncal de su historia, algo que queda eclipsado
porque estás leyendo algo realmente bueno.
Una vez más en las páginas finales, el foco
vuelve a su sitio.
MARVEL - ARTÍCULO
Por mencionar otros tie-in que tienen lugar du-
rante estos números, tenemos Captain Ame-
rica: Sam Wilson #23, Secret Empire: United
#1, Captain America: Steve Rogers #18 y Se-
cret Empire: Underground #1. Respecto a las
series regulares, se aplica la norma de leerlas
si seguías estas cabeceras antes del crossover.
Secret Empire #5 es un pequeño respiro en el
tempo de la historia. Se revelan algunos mis-
terios mientras se mueven los peones sobre el
tablero. Es un número cargado de información
y que no se lo pone
fácil al lector a la
hora de imaginar
por dónde transcu-
rrirán los hechos.
El final es bastante
explosivo y se de-
sarrolla en Secret
Empire #6. Y este
sexto número es
más especial de lo
que parece. Porque
es una metáfora de
los últimos años de
historias Marvel y a
la vez es la esencia
de Secret Empire
concentrada. “Tras
tanto esfuerzo,
este fue nuestro
momento de ajus-
tar cuentas. Cuando miramos cara a cara todo
aquello que temíamos… Cuando la oscuridad
nos miró”. Con esta narración empieza el nú-
mero. Los miedos y la oscuridad forman parte
de la dura tarea a la que Spencer ha enfrentado
a los héroes. El guionista les ha colocado en un
agujero cada vez más profundo, pero todavía
no había llegado su peor momento. Steve habla
del engaño de los héroes, de sus pecados. De
cómo su orgullo y su abuso de poder ha cons-
truido un mundo cimentado en mentiras. Los
continuos enfrentamientos entre ellos han de-
rivado en una espiral en la que se han divido
más y más. De fondo, nuestros protagonistas
pelean entre ellos.
121
 MARVEL - ARTÍCULO
Steve da el siguiente golpe revelando el mayor mal y luchar contra aquello que ha infectado a
de sus últimos pecados. La representación de lo mejor de los héroes del Universo Marvel.
todo lo que está mal en la comunidad superhe- También destaca en Secret Empire #7 otro
roica, la representación de todos sus fallos. Los tema de fondo: los héroes clásicos frente a la
héroes se encuentran cara a cara con la oscu- nueva generación. En los últimos años Marvel
ridad en su momento más bajo. “Y así cerra- ha seguido una línea respecto a la causa de los
mos los ojos, y nos preparamos para el Juicio”. conflictos internos de su universo. En general,
Porque, como ya hemos mencionado, bajo una la culpa ha recaído sobre los héroes adultos,
estructura muy compleja, Secret Empire es- que habían perdido el rumbo. Ante esto, la re-
conde temas y trasfondos atemporales. Cuando acción de héroes más jóvenes como Kamala
se trata de salvar vidas, los héroes son héroes. Khan o Miles Morales ha sido forjar su propio
Eso es lo que hacen y eso es lo que les define. camino a través de la creación de Los Campeo-
En su momento más bajo, se podrán rendir por nes. Que sean “héroes de legado” no implica
sí mismos, pero jamás por otros. Se levantan que estén de acuerdo completamente con sus
y luchan y aguantan. “Algunos recordaban referentes. Estas diferencias se trasladan tam-
cómo ser héroes”. bién a la forma de querer resolver el problema
de Hydra. Natasha Romanoff está totalmente
dispuesta a matar a Steve Rogers, en una línea
Dejando de lado la prosa más poética, este nú-
muy propia del papel que Brian Michael Ben-
mero refuerza de manera visual su temática
dis ha dado normalmente a Lobezno en sus
con citas visuales a las dos Civil War de los te-
historias. A su lado, personajes como Nadia
beos e incluso a la Civil War cinematográfica.
van Dyne, Joaquín Torres (Halcón) o Viv Vision
Esos momentos son evidentes en la superficie
pretenden resolver la situación sin llegar a tal
y refuerzan el mensaje que se quiere dar. Tam-
extremo. Entre medias se encuentra Miles Mo-
bién cabe añadir cómo Spencer recupera a Raz
rales, Spider-Man, primero de la nueva gene-
Malhotra de su etapa en Ant-Man y le convierte
ración. Se debate entre su destino profetizado
en una pieza fundamental en el contraataque
y su verdadero ser. Aquí se establece la línea
de los héroes. El nuevo Hombre Gigante se co-
loca en primera línea de una gran historia y
Spencer lo presenta a un público mayor, algo
que puede beneficiar mucho al personaje de
cara a su futuro. Hemos mencionado las refe-
rencias a las guerras civiles superheroicas, pero
en este momento que toca traer al frente Civil
War II. Cuando se publicó el evento, Nick
Spencer lo salvó de la quema total convirtién-
dolo en antesala de este Imperio Secreto. El
sexto número no solo cita de forma temática,
sino que aprovecha las predicciones de Ulysses
para sí mismo y para establecer el siguiente
número. Spencer cierra el círculo respecto a
uno de los puntos más polémicos para, a con-
tinuación, tratar la visión que colocaba a Miles
Morales matando a Steve Rogers.

De aquí en adelante se repite bastante todo lo

que hemos mencionado ya respecto a la espe-
ranza y la corrupción de los símbolos, pero em-
pieza el camino inverso, el de alzarse contra el

122

en un momento complicado para el personaje.
La conclusión final es que deben construir un
futuro mejor y evitar los errores del pasado.
Otro personaje que se encuentra en una encru-
cijada en el número 7 es el propio Steve Ro-
gers. Hasta entonces, el personaje había visto
claro su camino, pero de repente esto se ve
truncado. Es aquí cuando empieza de verdad
su caída. En solitario y repudiado, declara la
guerra y busca dar el golpe final y construir su
futuro soñado, su mundo bajo el control de
Hydra. Finalmente, Sam también completa su
círculo. Los próximos párrafos van a destripar
algo más la historia, pero es preciso para entrar
en materia. Si volvemos al Free Comic Book
Day 2017 Secret Empire #1, allí Steve Rogers
levantaba Mjolnir y se demostraba como digno
en su causa. Este hecho le otorgaba legitimidad
no solo interna, sino de cara a otros personajes
como Odinson. El hijo de Odín tiene dudas pero
confía a medias tintas en su antiguo compa-
ñero debido a este hecho. Aunque antes del
Imperio Secreto Rogers planeó hacerse con el
escudo que una vez fue suyo (algo que estuvo
muy cerca de conseguir de no ser por Misty
Knight), la falta del mismo le hizo virar hacia
este otro símbolo.
Al final de Secret Empire #7, Sam Wilson
vuelve a ponerse su uniforme de Capitán Amé-
rica y levanta el escudo ante todos sus compa-
ñeros. Ambos momentos riman, el final de una
batalla y el inicio de otra. La corrupción de la
idea de digno y la “redignificación” de un sím-
bolo manchado. Spencer termina de desarrollar
estas ideas en Captain America: Sam Wilson
#24 y Captain America: Steve Rogers #19.
Son dos números simétricos, que se miran cara
a cara en un retorcido espejo, como tantas
otras cosas de Secret Empire. Estos dos tie-in
no son esenciales, pero merecen mención por
su calidad y por ser el final de ambas series por
separado. Captain America #25 es el número
final de la serie regular. Es a todas luces un ca-
pítulo esencial que tiene lugar entre los núme-
ros 7 y 8 del relato principal, por lo que su
compra es obligada. Prepara el terreno para el
MARVEL - ARTÍCULO
gran final de los números 8, 9 y 10. Se produ-
cen grandes revelaciones que entrarán en
juego en esa traca final, y se resuelven los con-
flictos bélicos de Wakanda y Nueva Tian. Ha-
blemos del papel de estos frentes.
Atlantis, Wakanda y Nueva Tian son las tres na-
ciones opuestas a la Nación Hydra. ¿Cuál es su
papel? Además de proteger fragmentos del
Cubo Cósmico como jefes finales de un video-
juego, lo cierto es que todo esto es más fun-
cional que efectivo. Es decir, esto son ideas
creadas para que Steve Rogers pueda demos-
trar su enorme capacidad de liderazgo y plani-
ficación y que a su vez haya un motivo para su
caída por “aplastamiento”. Muchos frentes
abiertos pueden dividir su atención, lo pretenda
o no. Exactamente lo que le pasa al evento. Así
que por aquí gotea un poco Secret Empire, que
se complica manteniendo todos estos pilares
para acabar derrumbándolos con cierta prisa y
conseguir que las piezas acaben donde se ne-
cesitan. Hay componentes interesantes en cada
uno de ellos, pero se ven lastrados.
Finalmente, tenemos de corrido los tres núme-
ros finales. Es un buen momento para mencio-
nar el trabajo con el logo del título. Es una cosa
simple pero que añade capas. Hasta el número
7, el icono de Hydra ha ido envolviendo el es-
cudo triangular de Steve Rogers. En el número
8 se empieza a resquebrajar y en el 9 y el 10,
el escudo de Sam Wilson lo rompe definitiva-
mente para tomar su lugar. Básicamente con
esto logramos resumir lo que sucede en estos
números. Del 8 en adelante todo se dirige hacia
123
 MARVEL - ARTÍCULO
su final. Primero tenemos una grapa que rema Ideas que inspiran, que nunca mueren. En un
a la inversa con la caída de los héroes en el nú- mundo a veces demasiado siniestro, dema-
mero 0. El buen dibujo de Daniel Acuña com- siado llevado hacia el odio y en el que observa-
pleta un tebeo que está a la altura de lo mejor mos con asombro como villanos gobiernan el
del relato. Luego, los números 9 y 10 están de- mundo, Secret Empire nos dice que jamás per-
dicados a la gran batalla y el gran final. Estos damos la esperanza. Sí, el fascismo puede co-
dos no son tan buenos como podrían haber rromper el sistema. Pero ante eso, no debemos
sido, pero son lo que debían ser. Especialmente olvidar una verdad: habrá héroes que se levan-
el 9 tiene a un Leinil Francis Yu en horas muy ten a luchar. “Ahora que los héroes han pasado
bajas, incapaz de estar a la altura de la épica por esto y se han enfrentado a muchos de sus
que pide el guión. Ni siquiera con la ayuda de lamentos y demonios, pueden volver más fuer-
otros dibujantes es capaz de hacer un gran tra- tes que nunca”, comentaba Nick Spencer
bajo en sus páginas. El número 10 pertenece, sobre su historia.
por suerte, a Steve McNiven. Las páginas y
momentos que dibujan son una auténtica deli-
OMEGA: CONSECUENCIAS Y FUTURO
cia para el lector en el que probablemente sea
el número con mejor arte de todo Secret Em-
pire. ¿Y la trama? Todo lo que este número Secret Empire: Omega #1 pone punto y final
contiene ya lo hemos mencionado. Repetir una al evento. Hay que agradecer que en esta oca-
vez más esas ideas sería perder tiempo, así sión la serie principal se dedique a cerrar su
que es el momento de las conclusiones. historia y no a ser un adelanto de eventos por
venir. Age of Ultron o Civil War II son ejemplos
de esto último, pero a estas alturas está claro
Si bien los números 9 y 10 no son tan buenos
que Secret Empire juega más en la liga de Se-
como podrían haber sido, no menos cierto es
cret Wars. Así que el número especial Omega
que el relato tiene un final sin fisuras. Acaba
es el que se dedica a cerrar algunos cabos suel-
como debe, con el mensaje que desde un inicio
tos y adelantar cosas por venir.
quería dar. Se pueden achacar ciertas cosas
como la escasez de consecuencias o, sobre
todo, que una historia dedicada a decirnos que Nick Spencer no cierra todo, sino que deja la
Sam Wilson es el Capitán América no vaya a puerta abierta a que los guionistas que así lo
tener la debida continuidad en Marvel Legacy. deseen tomen tramas y elementos para sí mis-
También está el asunto del Vanishing Point, que mos y desarrollen como vean oportuno sus his-
se siente como un añadido de última hora para torias. Esto es a la vez bueno y malo, ya que
tener una premisa con la que lanzar Genera- da libertad creativa pero a la vez facilita dar
tions. Ninguno de estos fallos lastran la lectura. marcha atrás en algunas de las consecuencias
Secret Empire es una gran historia Marvel, una más importantes. Pero el guionista viene aquí
gran historia del Capitán América y un gran
evento. Lo es gracias al trabajo de sus dibujan-
tes principales y gracias a un guion con muchí-
simas virtudes. Cuando te alejas de la polémica
provocada por su premisa y observas el con-
junto, encuentras un relato atemporal del bien
contra el mal. De héroes contra el fascismo, de
personas demostrando lo mejor que habita en
sus corazones para levantarse y luchar contra
lo más oscuro de la humanidad. Ideas que for-
jan cómo somos y cómo nos definimos.

124
 MARVEL - ARTÍCULO
a hablar de su libro y a contarnos una vez más Kobik, Pleasant Hill, la nueva Hydra y, por su-
de que ha ido todo esto. En verdad poco se puesto, Sam Wilson, su Capitán América (y el
puede añadir aquí. Es un epílogo como debe de muchos de nosotros).
ser, con el valor que debe tener. Un cierre di-
bujado Andrea Sorrentino, cómo no. Quizá la
Secret Empire pone punto y final a Marvel Now
mayor crítica es lo inevitable de deshacer algu-
2.0. En el horizonte más inmediato tenemos
nas cosas que solo tenían razón de ser durante
Marvel Legacy y unos supuestos dieciocho
el Imperio Secreto, pero sin vida más allá. Una
meses sin eventos. Una nueva etapa en la edi-
lástima, porque da cierta sensación de inocui-
torial que aboga por volver a la esencia más
dad.
clásica en alguno de
sus elementos. La
O quizás no es inocui- calidad de sus his-
dad la palabra. Qui- torias es un asunto
zás hablamos de una que todavía es im-
falta de correspon- posible de tratar.
dencia entre lo que Pero, mirando a los
Nick Spencer ha que- últimos años, este
rido contar y lo que evento pone fin a
Marvel Comics nece- una etapa de riesgo
sitaba de cara a Mar- y atrevimiento, de
vel Legacy. El desarrollo y diversi-
ejemplo más crista- dad y de muchas
lino de esto lo tene- cosas buenas. Mar-
mos en Sam Wilson, vel no debe olvidar
que volverá a ser El todo lo conseguido
Halcón tras una histo- en este tiempo. La
ria en la que nos han editorial es más que
dicho que él es el Ca- nunca la represen-
pitán América. ¿Los tación del mundo
motivos? Están por en el que vivimos.
ver aún. No obstante, Es difícil juzgar una
es el aspecto más do- dirección que toda-
loroso de Secret Em- vía no se ha to-
pire y lo que hace que el lector sienta una mado, así que juzgaré la que hemos tenido. La
pequeña punzada al acabar esta historia si es diversidad ha sido muy buena para Marvel. La
consciente de lo que está por venir.Esto tam- diversidad debe ser su futuro. Todos los perso-
poco debe llevarnos a engaño. Secret Empire najes tienen cabida y eso es lo que no deben
es una historia magnífica a pesar de sus altiba- olvidar. Marvel Comics es una gran historia río,
jos. Sufre bajo el propio peso de su magnitud, desde los años 60, hasta hoy y hacia el ma-
pero ofrece temas imperecederos, momentos ñana. Marvel es Tony Stark, Steve Rogers,
para la memoria y un culmen a la altura para Peter Parker, Thor y Bruce Banner. Pero Marvel
la etapa de Nick Spencer en Captain America. es también Riri Williams, Sam Wilson, Miles
El guionista ha firmado una era para el re- Morales, Jane Foster y Kamala Khan. Todos
cuerdo en la colección y pasará a la historia ellos son su futuro. Todos ellos son su legado.
como uno de sus grandes arquitectos. Ha sido Make Mine Marvel.
un escritor valiente, capaz de tomar grandes
riesgos para ofrecer ideas nuevas y frescas. Y
NACHO TESO(@nachoteso)
no es solo la carga política de sus relatos lo que
queda para la posteridad, sino elementos como

125

JOJO’S BIZARRE ADVENTURE
Acción, aventuras, drama, humor y un punto de extravagancia en
Phantom Blood la primera saga del manga de Hirohiko Araki
Después de dos meses desde su fulgurante
puesta de largo en el mercado de la mano de
Ivrea, los lectores españoles ya han podido dis-
frutar en su totalidad de Phantom Blood, el
arco inaugural de JoJo’s Bizarre Adventure.
Después de haber leído esta primera saga de
la obra de Hirohiko Araki, en Zona Negativa
compartimos nuestras impresiones sobre el ini-
cio de la historia de los Joestar que continuará
en el arco argumental Battle Tendency de pró-
xima publicación.
El pasado 30 de junio Editorial Ivrea daba el
pistoletazo de salida a la “JoJomanía” en nues-
tro país, con la publicación del primer tomo de
uno de los mangas más carismáticos que han
salido de esa factoría de pelotazos gráficos
como es la Weekly Shônen Jump de Shūeisha.
También conocida por el kilométrico nombre de
JoJo’s Bizarre Adventure Part 1 Jonathan Joes-
tar: His Youth, Phantom Blood es la saga inicial
MANGA - RESEÑA
de las 8 que a día de hoy conforman la obra.
Esta primera parte comenzó a publicarse origi-
nalmente en el año 1987 durante un total de
44 capítulos recopilados en 5 tomos tankôbon,
aunque en la edición de Ivrea (al igual que en
la versión anglosajona, Jojonium) quedan re-
ducidos a 3, con un mayor número de páginas
por volumen. Phantom Blood pone la primera
piedra de la historia de superación de Jonathan
Joestar y nos enseña el germen de su enfren-
tamiento con Dio Brando, su hermanastro y ar-
chienemigo.
Con un estilo manga tremendamente ochen-
tero y una historia que mezcla de manera
arriesgada terror, aventura, acción y tragedia,
y un cierto toque sobrenatural e histórico, la
historia supone un acierto rotundo gracias al
mundo y los personajes que nacen de la mente
y la imaginación de Araki.
127
 MANGA - RESEÑA
EL ARGUMENTO DE PHANTOM BLOOD
Phantom Blood arranca en la ciudad inglesa de
Liverpool, en 1880, donde se sitúa la mansión
de los Joestar, una poderosa familia aristócrata
liderada por el patriarca, George Joestar, que
vive con su hijo y heredero Jonathan. Todo
transcurre con normalidad en la vida de la so-
ciedad inglesa de alta cuna en plena época vic-
toriana, cuando George Joestar toma la
decisión de adoptar a Dio Brando. El joven ha
quedado huérfano recientemente, y el líder de
los Joestar se siente obligado a acogerle ya que
su difunto padre salvó supuestamente la vida
de su hijo y de él mismo en el fatal accidente
que le costó la vida a su esposa. Desde un pri-
mer momento Jonathan, un muchacho noble
como ninguno, trata de hacerse amigo de Dio,
pero a cambio no recibe más que su desprecio
y abusos, ya que su nuevo hermanastro de-
muestra ser un hombre despótico, arrogante y
mezquino. Dio oculta su verdadero rostro ante
los demás, pero internamente tiene el plan de
desacreditar a Jonathan Joestar (más conocido
como JoJo) y ganarse los favores de su padre
para poder acceder a la herencia de la fortuna
familiar. El acoso de Dio no se limita al am-
biente doméstico, y con malas artes consigue
aislar y anular a JoJo, dejándole sin amigos, sin
mascota y hasta sin el primer beso de la chica
que ama.
128
Tras un fuerte enfrentamiento juvenil, y pese a
todos los palos recibidos, el tiempo pasa para
ambos, y en su época universitaria tanto JoJo
como Dio son dos alumnos brillantes en sus
campos de estudio (arqueología y derecho, res-
pectivamente), e incluso muestran cierta acti-
tud de respeto y cordialidad familiar entre
ambos. Todo cambia cuando George Joestar
cae misteriosamente enfermo y JoJo comienza
a sospechar que Dio jamás olvidó su malvado
plan para conseguir apoderarse de la herencia
Joestar, y tras descubrir una reveladora carta
de Dario Brando, decide viajar a Londres para
recolectar pruebas que permitan desenmasca-
rar a su enemigo. Ciertos barrios de Londres a
finales del siglo XIX eran extremadamente pe-
ligrosos para un inocente y noble joven, pero
pese a ser atacado por una de las muchas ban-
das callejeras que pueblan Withechapel y alre-
dedores, JoJo es capaz de derrotarlos y
ganarse el respeto de su líder, Robert Speed-
wagon, que se convertirá en uno de sus más
fieles y recurrentes aliados.
Una vez reunidas las pruebas y tras contactar
con la policía, JoJo y Speedwagon vuelven a la
residencia Joestar con la intención de acabar
con la treta de Dio, pero haciendo gala de su
sagacidad este ya está previo aviso, y ha ur-
dido su propio plan: utilizar la misteriosa más-
cara precolombina que posee como reliquia la
familia Joestar, que según sus investigaciones
alberga un poderoso poder. La máscara con-
vierte a Dio en un vampiro capaz de succionar
la sangre de sus víctimas para conseguir mayor
poder, y con una capacidad de regeneración
que le vuelve prácticamente inmortal. JoJo se
ve forzado a pelear a muerte con su hermanas-
tro, ahora convertido en monstruo, no solo por
el honor de su familia sino para proteger a sus
seres queridos y evitar que el mundo caiga en
sus manos.
LA EXAGERACIóN COMO vIRTUD
Esta primera saga de JoJo’s Bizarre Adventure
es una auténtica lección acerca de cómo se
deben sentar las bases de un mundo, unos per-

sonajes y un imaginario sobre el que quieres
tener una continuidad posterior, sobre todo te-
niendo en cuenta la importancia que va a tener
en la obra de Araki la herencia y la continuidad
de la vida entre diferentes generaciones. Una
de las cosas que más llama la atención de
Phantom Blood, a la hora de acercarse a ella
por primera vez, es el hecho de que por mucho
que te hayan hablado de JoJo nunca sabes bien
que vas a encontrar. Generalmente cuando al-
guien te recomienda JoJo suele pintarla desde
su punto de vista más cómico, o por su ver-
tiente de acción, incluso por el uso de poderes
y extravagantes técnicas de combate que tie-
nen sus protagonistas. Pero creo que poca
gente te prepara para el absoluto y extremo
espectáculo al que asistes la primera vez que
te sumerges en esta historia, en lo que todo
está polarizado, exagerado y define a la perfec-
ción el término grandilocuente. La pomposidad
y la polarización tan extrema que hace Araki
de todos los elementos de la obra es uno de sus
mayores aciertos, ya que le confiere al manga
una personalidad única, un ritmo especial que
sabes que es muy difícil de encontrar en otras
series.
En realidad JoJo’s no inventa nada, ni en su
trama, ni en su desarrollo ni en la manera de
presentar y usar a sus personajes. Sus valores
son los del shônen más clásico que te puedas
llevar a los ojos, con unos buenos muy buenos
y unos malos muy malos que escenifican la
eterna lucha de poder entre el bien y el mal,
entre la búsqueda de la salvación del mundo y
la destrucción o posesión de este. Así JoJo es
bondadoso, casi inocente, perseverante, capaz
de sacrificarse por los demás… Y Dio por su
parte es el perfecto ejemplo de un villano: ma-
nipulador, malicioso, egoísta, capaz de traicio-
nar hasta a sus propios sirvientes… No solo la
trama y personajes son tradicionales y simples,
también lo es su desarrollo, con las estructuras
de peleas más clásicas que podáis imaginar,
con extraños entrenamientos para adquirir ha-
bilidades y técnicas con las que derrotar a los
enemigos, con un grupo de héroes que deciden
enfrentarse a la amenaza de forma escalonada,
venciendo a los rivales uno a uno, del más débil
MANGA - RESEÑA
al más fuerte, hasta que llega un momento en
apariencia insalvable que se franquea gracias
al power up del protagonista y vuelta a empe-
zar. En este sentido es una obra hija de su
tiempo, algo que se ve incluso en detalles como
el papel femenino y la abrumadora presencia
de personajes masculinos o la utilización de
frases lapidarias de héroe de acción. Es decir,
una serie de peleas y aventuras típica de finales
de los 80.
Entonces, si todo es simple y típico, ¿qué hace
a JoJo’s tan buen manga? La respuesta es bien
sencilla: su autor. Hirohiko Araki es un excep-
cional narrador y un magnífico creador de mun-
dos. Tiene muy claro en todo momento qué
quiere hacer y cómo quiere hacerlo, y el estilo
que utiliza, tanto a nivel gráfico como a nivel
de guión y diálogos es perfecto. Araki concibió
el manga como un canto a la vida, una manera
de examinar dos maneras diferentes de vivir a
través el enfrentamiento de los dos personajes
principales. En sus propias palabras, JoJo’s es
“un cantar del himno de la batalla entre lo hu-
mano y lo no-humano”. Con sentencias como
esta, Araki ya deja entrever su carácter gran-
dilocuente y poético reflejado totalmente en
cada una de las situaciones y diálogos que po-
déis leer en Phantom Blood. Gracias a esa ma-
nera de narrar, de crear, consigue formar un
conjunto perfecto y carismático de personajes
y un mundo, no como entorno físico, sino como
el conjunto de reglas y normas que rigen su ac-
129
 MANGA - RESEÑA
tuar, su fluir por la obra. Eso provoca que los
elementos de los que dispone para enganchar
al lector tengan una doble vertiente y le sirvan
para un doble propósito: mantener la coheren-
cia de la obra y divertir y entretener mediante
la exageración. Es algo que vemos ejemplifi-
cado en la principal técnica de pelea de la saga,
el Hamon, un arte marcial totalmente creíble,
complejo y completo si lo analizamos desde los
preceptos del mundo de los Joestar, pero una
absoluta locura imaginativa y divertida vista
desde nuestro mundo. Araki se las apaña a la
perfección para lograr la suspensión de la cre-
dulidad del lector y a la vez no hacerlo, lo que
le genera ese potente magnetismo y esa cuali-
dad única al que todos acabamos entregándo-
nos cuando abrimos uno de sus mangas.
EL LOCO MUNDO DE JOJO’S
La narración de Araki no solo se nutre de el
cómo concibe y usa su obra, sino también de
cómo la desarrolla. El autor demuestra una
gran maestría a la hora de imponer el ritmo de
la obra, siempre ligero y con un buen equilibrio
entre la cantidad abrumadora de texto en al-
gunos tramos y la narrativa visual en otros.
Una de las cosas que más me gusta del guión
de Araki, y una de las, a mi modo de ver,
130
señas de identidad de JoJo’s, es la manera de
expresarse que tienen los personajes, pom-
posa, exagerada, rozando el absurdo en oca-
siones, anunciando absolutamente cualquier
cosa que ya estamos viendo que está ocu-
rriendo. En cualquier otra obra me quejaría de
que un personaje este haciendo algo y haya un
bocadillo lleno de texto diciendo exactamente
lo mismo que estoy viendo. Pero en el caso de
JoJo’s considero esto una parte fundamental de
la manera de ser de sus personajes, y sé que
si no fuese así ya no sería lo mismo. Me resulta
divertido y a la vez imprescindible. Lo mismo
ocurre en los combates, con esas técnicas ex-
travagantes e irreales, esas poses y movimien-
tos que desafían varios principios de la física,
las onomatopeyas (mención especial al detalle
de Ivrea de haber conseguido poder mantener
las originales, con esos “Muda, muda, muda”
de Dio) y los extravagantes nombres que con-
tinuamente gritan a los 4 vientos los luchado-
res para lanzar un ataque (Sunlight Yellow
Overdrive, Underwater Turquoise Blue Over-
drive…)… Todo es tan extremo, tan frenético y
alucinante que resulta divertido y atrayente al
mismo momento, no puedes dejar de esbozar
una sonrisa viendo la locura del combate y a la
vez disfrutar como un chiquillo del espectáculo
y añadir esos términos a tu imaginario de lector
de manga.
El frenetismo es otro de los pilares de la narra-
ción de Araki, tanto en los momentos de ac-
ción como en la estructura. En las peleas,
debido a las perspectivas y a la velocidad visual
que le aporta el trazo de Araki, la confusión se
apodera de cada página, pero la imaginación y
creatividad del autor para construir las escenas
hace que el resultado sea muy satisfactorio. Es
algo que, como digo, se transmite a nivel de
estructura de guión, ya que, como el propio
Speedwagon dice en uno de los capítulos, los
protagonistas están saliendo de una situación
y ya se han metido en otra aun más grande que
la anterior. Esto se ve acentuado por el hecho
de que este arco este compuesto solo por 3
tomos, haciendo que algunos momentos que-
den algo precipitados, como el sentimentalismo
hacia Zeppeli, que es un personaje que acaba-

mos de conocer pocas páginas atrás. Sin em-
bargo en general Araki sabe sacar provecho de
ese ritmo acelerado de narración, dando lugar
a situaciones muy vistosas y espectaculares,
momentos épicos y escenas dignas de re-
cuerdo, con su toque de dramatismo final,
siempre exagerado y rozando el culebrón. El
tempo del arco argumental también está muy
bien medido, conteniendo algunas de las me-
jores inclusiones de saltos temporales a modo
de flashback que he tenido el gusto de leer.
LA AMBIENTACIóN Y EL ARTE DE ARAKI
Otro aspecto a destacar de Jojo’s Bizarre Ad-
venture son los personajes y su ambientación.
Teniendo en cuenta lo alocada que es la perso-
nalidad de la obra, parece arriesgado usar un
marco histórico real para dar contexto a la his-
toria. Araki asume ese riesgo y lo transforma
en un punto a favor, con una magnífica repre-
sentación, no solo de la Inglaterra victoriana,
sino los añadidos de las reminiscencias al
mundo precolombino y el entremezclado de
personajes históricos y legendarios reales, con-
siguiendo un ambiente bastante único y atra-
yente. Por otro lado, hay que mirar más allá de
JoJo y Dio, que como ya he dicho son dos per-
sonajes arquetípicos pero dotados de un aura
especial que les hace únicos e irrepetibles. Pero
aunque indudablemente este par es el que sos-
tiene la mayor parte del peso de la obra, no hay
que dejar de remarcar la buena mano de Araki
a la hora de crear secundarios. Puede que su
peso no sea muy elevado, pero Speedwagon,
Zeppeli, Erina, Bruford o Tarkus son creaciones
sólidas, con personalidad y carisma propios
más allá de su relación con el protagonista, con
una intrahistoria interesante y que aporta al
contexto general de la obra. Personajes imagi-
nativos en el diseño, totalmente inolvidables,
perfectamente definidos por el autor, y que
ayudan a convertir el mundo de JoJo’s Bizarre
Adventure en uno de los más ricos del mundo
del manga.
Relacionado con la ambientación se encuentra
el enorme vínculo que Araki realiza en la obra
MANGA - RESEÑA
con el mundo vampírico, siendo el Drácula de
Bram Stoker una de sus principales fuentes de
inspiración (como vemos en muchas de las vi-
ñetas de Dio en su mansión en el tercer tomo,
todo un vampiro romántico). Una de las cosas
que más llamaba la atención al autor sobre los
vampiros literarios era su gran estilo, su no-
bleza y oscuridad y, sobre todo, la estética in-
telectual que les proporcionaba el ser unos
seres capaces de vivir bajo una serie de nor-
mas. Araki relacionó esto con su forma de
hacer manga, con unas normas preestablecidas
y que se repiten, y es algo que se nota en toda
la estructura de la obra, que ayuda a conseguir
un perfecto equilibrio
en la presentación,
nudo y desenlace y
que define también
a muchos de los
personajes en los
que esa capaci-
dad para llevar
una vida orde-
nada y adscrita
a unos valores,
en detrimento
de aquellos
que buscan
la salida
fácil.
En cuanto
a la parte
de arte, el
manga es
de nuevo hijo de su tiempo, y diseños y estilo
siguen la línea marcada por, entre otros, Tet-
suo Hara y Buronson en El Puño de la Estrella
del Norte. Es un dibujo artesanal con un pro-
fuso uso de la tinta, también exagerado en oca-
siones y muy sobrecargado de elementos para
encajar en el espíritu de la obra. Tenemos per-
sonajes grandes, angulosos, con las facciones
muy marcadas y diseños extravagantes pero
atrayentes, que desbordan creatividad e ima-
ginación. De nuevo todo tiende a lo grandilo-
cuente, también en el dibujo, en cuanto a
tamaño, anatomía, construcción de viñetas… Es
un dibujo tradicional y muy detallado y recar-
131
 MANGA - RESEÑA
gado, con un gran uso de la tinta a través de lector, pudiendo hacerse solo con las sagas que
distintas técnicas de sombreado y de búsqueda le atraigan y poder subirse o abandonar el
de efectos y volúmenes. Quizá donde más falla barco a conveniencia. Todo un acierto y un
el trazo sea en la recreación de los momentos punto muy positivo para toda esta estructura-
más gore, que quedan en ocasiones algo fal- ción.
sos, pero en otros momentos están muy bien
ejecutados y forman parte de las escenas más
Phantom Blood sorprende como saga iniciática,
espectaculares. Evidentemente, donde Araki
y no es una mera introducción de los cimientos
brilla más es en las escenas de acción, perfec-
de la historia de los Joestar, es mucho más. Es
tas, con un uso espectacular de planos, poses,
un arco argumental que merece ser leído por
mucho dinamismo y ritmo frenético, en ocasio-
contar con unos personajes redondos y memo-
nes algo confuso y sucio, pero muy visual y
rables, un ritmo narrativo envidiable, un ca-
fácil de seguir. El dibujo de JoJo’s, en general,
risma y una personalidad arrolladoras y, sobre
es una prolongación más de la obra, y en este
todo, por ser a la vez la primera piedra de la
sentido tiene todos los elementos característi-
monumental obra que es JoJo’s Bizarre Adven-
cos de esta (exageración, frenetismo, excesiva
ture y, también, un monumento en sí misma.
carga, irrealidades y ruptura con la lógica…),
Una obra que abraza la incoherencia y el irrea-
llevados al terreno gráfico. Es un dibujo único,
lismo y los lleva al extremo para ser única, y
y realmente brillante en algunas de sus esce-
vaya si lo consigue. Es una miniserie de 3
nas, aunque a primera vista pueda costar que
tomos que recomiendo encarecidamente leer
entre por los ojos al poder parecer demasiado
aunque solo sea por probar el mundo de Araki
arcaico.
y confirmar de primera mano si merece la fama
que tiene. Es una obra que puede generar sen-
Quizá una de las cosas que más atraiga de esta timientos polarizados, o la amas o la odias,
primera saga de JoJo’s Bizarre Adventure sea porque el estilo desde esta primera parte es
su corta duración en número de tomos y el bastante peculiar. Esta saga cuenta además
hecho de que, pese a sus vínculos posteriores con varias adaptaciones a diversos medios, con
con el resto de la obra, es perfectamente inde- una película animada del año 2007 y la archi-
pendiente. El hecho de que la obra tenga tantos famosa serie de anime, que comenzó a retrans-
tomos y capítulos por leer es algo que asusta a mitirse en 2004 y cuyos 9 primeros capítulos
muchos lectores que se asoman por primera abarcan este primer enfrentamiento entre JoJo
vez a esta, así que otro de los aciertos de Araki y Dio. Por otro lado, Phantom Blood también ha
está en esa concepción que ha hecho de este probado suerte en el mundo de los videojue-
manga. Gracias a esto el autor es capaz de gos, con una adaptación de la saga para PlayS-
romper uno de los mayores lastres que tienen
las series, shônen en su mayoría, de larga du-
ración: el alargarse hasta la extenuación con
unos personajes y un mundo que poco más nos
pueden contar o hacer para sorprender hasta
llegar al desenlace final. Con su estructura por
sagas JoJo’s consigue rejuvenecerse cada
cierto tiempo y, al igual que los vampiros de
Phantom Blood, ser en cierto modo inmortal,
adaptarse a los nuevos tiempos y retroalimen-
tarse de su propia historia, al mismo tiempo
que da la facilidad a su autor de hacer borrón
y cuenta nueva y tomar rumbos distintos sin
afectar a la continuidad de la trama. Por otro
lado es algo que también facilita la decisión al

132

tation 2 en el año 2006, y la presencia de Jo-
nathan, Zeppeli y Dio como personajes juga-
bles en JoJo’s Bizarre Adventure: All-Star
Battle (PlayStation 3, 2013), con la mansión de
este último como uno de los escenarios de
combate.
A vUELTAS CON LA EDICIóN
Para terminar, hacer una mención especial al
fantástico trabajo de Ivrea en la edición de
este primer arco argumental. El esfuerzo que
han realizado para poder traer la obra a este
país ha sido encomiable, ya que muchos de no-
sotros lo veíamos como una de las grandes, si
no la más grande, utopías editoriales que había
en el mundo del manga.
De hecho, durante muchos años la publicación
de Jojo’s en nuestro país estuvo vetada, era
poco menos que una quimera mencionar nada
acerca de su posible licencia pese a que el pú-
blico parecía receptivo a ella y la pedía con
ganas en numerosos eventos. La rumorología
apuntaba constantemente a la aparición de los
Joestar en España, pero las durísimas condicio-
nes que Shūeisha demandaba para hacerla po-
sible frenaban la buena noticia. El principal
escollo a solventar con los japoneses era la re-
ferente al formato, ya que Jojo’s cuenta actual-
mente con cerca de 120 tomos publicados y su
editorial nipona exigía la publicación se reali-
zase íntegra y desde el comienzo. Además,
MANGA - RESEÑA
tampoco permitía la utili-
zación del gran formato
recopilatorio que se adoptó
en Jojonium, por lo que el
riesgo era grande y
había que atreverse
con una obra que exige
un gran desembolso y
muchos quebraderos de
cabeza, y que pese a la
aclamación popular no
tenía porque tener
ventas segu-
ras, siendo
una obra tan larga.
Finalmente Ivrea aceptó la apuesta y ha con-
seguido un acuerdo bastante interesante en
cuanto al formato, en el que, partiendo de la
edición bunko japonesa, se han elaborado
tomos recopilatorios de entre 250 y 300 pági-
nas para poder agrupar las sagas y reducir de
alguna manera el elevado número de tomos.
Los tomos parten de ese formato bunko (de
bolsillo) pero adoptan un tamaño B6, algo
mayor al que estamos acostumbrados para los
volúmenes sencillos. De este modo, las sagas
en la edición española ocuparan un número de
tomos algo menor que la bunko original, con
Phantom Blood llegando a los 3 tomos, Battle
Tendency a los 4, Stardust Crusaders alcan-
zando los 10 volúmenes y Diamond is Unbrea-
kable cerrando con 12. En total 29 tomos que
resumen los 47 originales de las cuatro prime-
ras sagas, que serán editadas por Ivrea con
una cadencia mensual y un precio de 12 € por
volumen.
El resultado en sí mismo es realmente espec-
tacular, con un gran acabado tanto visual como
en calidad de materiales y con un precio real-
mente ajustado. La portada es un rediseño de
la de la edición Jojonium con la particularidad
de que las ilustraciones no son redibujadas
como en aquella, sino las originales. Una por-
tada realmente bonita y distintiva, con un di-
seño al que no se le puede poner ningún pero.
La sobrecubierta cuenta con un revestimiento
133
 MANGA - RESEÑA
acabado de la cubierta esta realizado en tinta
plateada y con un diseño muy elegante y con
la esencia de Jojo’s.

En cuanto al interior, el papel es de calidad y la

mate y una tinta especial, el “quinto color”, con
el tono distintivo de cada saga. En cuanto a la
cubierta interior es de un material consistente,
en apariencia rugoso y tosco al primer con-
tacto, pero que cumple y da al tomo la resis-
tencia necesaria. Al contar con tantas páginas
es un revestimiento algo engorroso por su du-
reza al inicio, pero se va “domando” con la lec-
tura y al final termina siendo agradable. El
maquetación cumple con su cometido. Ha ha-
bido algunas quejas acerca de la falta de cen-
trado en ciertos bocadillos o cortes en los
bordes de las páginas que separan dibujos que
deberían ir de seguido pero Ivrea ha explicado
en sus redes sociales que se debe a los archi-
vos con los que tienen que trabajar y que le son
suministrados desde Shueisha. Para finalizar,
comentar que cada tomo cuenta con la ilustra-
ción de portada a todo color y sin textos en el
interior, textos del autor exclusivos para la edi-
ción y la utilización de nombres originales y
todo el contenido original de la obra sin ningún
tipo de censura, modificación o alteración. Una
edición que hará las delicias de aquellos que
quieran disfrutar de Jojo’s y con un acabado
muy bueno. El trabajo ha tenido su recom-
pensa y JoJo’s Bizarre Adventure: Phantom
Blood ha tenido un éxito arrollador que conti-
nuará en Battle Tendency, la segunda de las
sagas que introduce al personaje de Joseph
Joestar y cuyo primer tomo ya podemos encon-
trar en nuestras tiendas de cómic y librerías
prometiendo otro viaje repleto de épica y exa-
geración de la mano de Hirohiko Araki.
RUBéN MERINO (@TheBtm_90)

JOJO’S BIZARRE ADVENTURE:

PHANTOM BLOOD
Jojo’s Bizarre Adventure: Phantom Blood (Shueisha - Ivrea) - Hiroki Araki. Rús-
tica con sobrecubierta 300 págs. 12€

“Genial primera parte de JoJo's Bizarre Adventure, una

gran oportunidad para acercarse a una obra
extravagante e intensa que forma parte de la historia viva
del manga.”
Rubén Merino

134

TRÁGICA DERROTA
Nozoe Nobuhisa pone palabras e imágenes a uno de los episodios más
dramáticos de la historia
El horror de la guerra ha llevado a producir una
ingente cantidad de obras literarias, artísticas
y audiovisuales. Es uno de los temas más re-
presentativos ya no sólo de la naturaleza hu-
mana, sino de sus formas de expresión. La
mayoría de esas obras, por lo menos las más
verídicas, han sido creadas con una clara natu-
raleza aleccionadora, con el objetivo de evitar
que la historia se repita en el futuro mediante
la representación cruda de lo que implica la
guerra y sus consecuencias.
Resulta que esas obras, cuyas lecturas ejem-
plares son bastante recomendadas, han sido en
su mayoría escritas por autores y autoras que
han vivido un conflicto de tales características,
de manera directa o a través de los testimonios
de antepasados suyos.
Aunque muchas veces hay que ir con cuidado
para no caer rendido ante una obra que, bajo
MANGA - RESEÑA
una apariencia sensible resulta ser, en realidad,
patriótica y adoctrinadora, dentro del cómic po-
demos echar mano de lecturas certeras como
la reverenciada Maus, de Art Spiegelman o La
guerra de las trincheras, de Jacques Tardi.
Dentro del panorama nacional podemos disfru-
tar de obras como Los surcos del azar, de Paco
Roca, o la emblemática El arte de volar, de
Antonio Altarriba y Kim. Pero, ¿y en el cómic
japonés?
La Segunda Guerra Mundial, que se zanjó con
el terrible lanzamiento de dos bombas atómicas
sobre la población civil de un país derrotado y
extenuado como lo fue Japón, ha sido uno de
los temas más recurrentes en la producción
cultural del país del sol naciente. Varias han
sido las obras que han tratado los bombardeos
de Hiroshima y Nagasaki; una obsesión histó-
rica y cultural totalmente justificada.
135
 MANGA - RESEÑA
El manga, en su papel por ser uno de los pro- quier ciudadano o soldado japonés de la época.
ductos culturales más consumidos en Japón, no Desde los duros avatares sufridos en campos
podía ser menos y diversos son los títulos que de prisioneros hasta la trágica rendición ante el
han tratado las consecuencias del conflicto, de imparable ejército norteamericano, el autor nos
forma más “cronológica y oficialista” (las bio- propone conocer una serie de circunstancias
grafías que dedicaron Osamu Tezuka y Shi- impactantes que marcan la vida de cada uno
geru Mizuki a la figura de Adolf Hitler) o de de sus personajes, tocados pero no hundidos.
manera más íntima y personal. Dentro de este
segundo grupo podemos encontrar obras exce-
El lector mínimamente interesado en el tema
lentes como En este rincón del mundo (cuya
no evitará pensar en el filme Cartas desde Iwo
adaptación animada ha sido recientemente es-
Jima (2006) de Clint Eastwood, pues aquí te-
trenada en España) de Fumiyo Kouno; Pies
nemos un par de historias que nos ponen en el
Descalzos de Keiji Nakazawa; u Operación
papel del soldado japonés entrenado para
Muerte, del ya mencionado Shigeru Mizuki. A
morir por su país pero que cambia de idea ante
esta lista debemos sumar ahora Trágica de-
el horror y busca sobrevivir a cualquier coste.
rrota, de nozoe nobuhisa.
Una desdichada rotura romántica que nos
muestra cómo hombres que se presentaban
El manga editado en España por ECC Edicio- voluntarios para morir se convierten en reali-
nes es una colección de relatos ficticios inspi- dad en jóvenes muchachos que no quieren per-
rados en testimonios y vivencias de der la vida.
supervivientes japoneses de la Segunda Guerra
Mundial que el autor ha recogido durante sus
A más de un lector le sorprenderá conocer por
investigaciones.
primera vez ciertos detalles que suelen pasar
desapercibidos en la mayoría de crónicas sobre
Creado originalmente en 2015, el concepto este período; como la ración de cianuro de po-
nace de la voluntad de Nobuhisa por conme- tasio que se repartía entre la población una vez
morar el 70 aniversario del fin del mayor con- perdida la guerra o la existencia de los Kaiten,
flicto armado del siglo XX y reflexionar sobre torpedos modificados para ser tripulados por
su herencia. Así, cada capítulo se centra en un un piloto suicida, los kamikaze del mar.
personaje que desde la actualidad rememora
las experiencias vividas durante la contienda.
Una de las historias del tomo tiene como pro-
tagonista a un anciano que recuerda cómo se
El drama prima sobre la acción en Trágica de- presentó voluntario para morir de esta manera
rrota pues las historias tienen un fuerte toque tripulando un bombardero Yokosuka D4Y o un
personal, el de sus protagonistas, que reme-
moran diversas circunstancias traumáticas ha-
ciendo gala de un carácter emocional soberbio.
Todos ellos derrotados, según el sentimiento
que destrozó el fuerte carácter nacionalista que
se vivía en el Japón de la época, no pueden evi-
tar recordar con tremenda inquietud todo
aquello que les tocó vivir.

La principal virtud de la obra de Nozoe Nobu-

hisa es la de proporcionarnos una amplia ga-
lería de conocimientos inéditos sobre los
episodios diarios, llenos de angustia, de cual-

136

caza
Mitsubishi A6M
Zero; pero al que en realidad se
le encomienda ser un piloto de Kaiten, con la
única ayuda de un periscopio y una brújula
para enfrentar la oscuridad del fondo oceánico.
Una experiencia extrema pero reveladora pues
este “torpedo humano” concederá al lector al-
gunas de las líneas más duras y remarcables
de toda la obra.
El tono antimilitarista de la obra queda palpable
en historias como Hambre, que tiene como pro-
tagonista a un hombre moribundo que re-
cuerda cómo su tropa quedó abandonada a su
suerte en una isla invadida por el ejército
aliado, al tiempo que padecían enfermedades y
hambrunas terribles que desencadenaría un
dramático caso de canibalismo por parte de un
teniente.
La voz femenina de la guerra también queda
recogida en Trágica derrota. En Repatriados
podemos ser testigos del desgraciado destino
al que se enfrenta una joven madre japonesa
que queda atrapada en Manchuria (territorio
chino que tras la derrota de Japón pasa a
manos de los soviéticos) para ser maltratada y
violada en repetidas ocasiones por soldados
enemigos. Para huir de la persecución sovié-
tica, las mujeres se cortaban el pelo y se pin-
taban la cara con carbón para parecer
muchachos. También se les proporcionaba cia-
nuro de potasio para, en caso de ser apresa-
das, no sufrir vejaciones. Pero nuestra
protagonista pretende luchar por sobrevivir y
volver a casa junto a su hijo.
MANGA - RESEÑA
El resto de tramas, protagonizadas igualmente
por ancianos que recuerdan sus vivencias como
soldados, contienen las mismas dosis de cru-
deza que las anteriores y son un claro ejemplo
de cómo puede llegar a marcar una guerra,
pese a ser un superviviente.
El conjunto se refuerza con un prólogo y un
epílogo; textos con los que el autor pretende
explicar su intención con la obra, así como
transmitir el sentimiento y las vivencias que le
llevaron a escribir sobre un período tan oscuro
y horrible. Al lector le resultará sumamente in-
teresante conocer la inquietud de un autor que
logró un gran reconocimiento con su adapta-
ción al manga de la obra Shinsei Kigeki, escrita
por Kyojin Oonishi. Esta le valió ganar en
2007 el Premio Cultural Osamu Tezuka y el
Gran Premio de la 36º Edición de los Premios
de la Asociación Japonesa de Dibujantes de
Manga.
Un punto curioso en Trágica derrota es la apa-
rición de interludios de dos páginas con los que
el autor reinterpreta algunas de las pinturas
negras del pintor español Francisco de Goya
para insertar reflexiones sobre la guerra, la
muerte o la condición humana, de manera to-
talmente supeditada a la intención del texto.
Otro detalle pictórico de la portada bebe direc-
tamente de la obra La apoteosis de la guerra,
del artista ruso vasili vereshchagin.
Adentrándonos en el apartado artístico debe-
mos comentar que los dibujos a lápiz de No-
buhisa cumplen notablemente con la intención
137
 MANGA - RESEÑA
expresiva y realista de la obra, pero se perci-
ben ciertas limitaciones técnicas que alejan el
dibujo de cotas más afines al género. Nos en-
contramos indudablemente ante un manga,
tanto por disposición como por ritmo, de esté-
tica totalmente adulta e independiente. Como
apunte debemos comentar que en algunas fi-
guras se llegan a percibir trazos de los esbozos
(incluso en algunos rostros de manera suave),
aunque desconoce-
mos si persigue
algún sentido justifi-
cable.
Antes de cerrar la
reseña debemos co-
mentar la edición
que ha preparado
ECC Ediciones para
Trágica derrota. En
términos de calidad
editorial, por lo
menos en la parte interna, el tomo cumple con
los estándares en cuanto a encuadernación,
maquetación e impresión. No obstante, la au-
sencia de sobrecubierta (dejando tan solo una
tapa blanda sin solapas) y sus 190 páginas
hacen difícil justificar su precio. Está claro que
no es una obra destinada a un público genera-
lista y que su concreción en cuanto a target le
priva de un precio menor, pero incluso los inte-
resados en el tema bélico o dramático podrán
encontrar la edición prohibitiva. Aunque el
manga se integra dentro de la línea de autor de
la editorial, que se caracteriza por un precio
mayor y las características de edición mencio-
nadas, en otras obras manga de la colección
como Historia de una Geisha, de Kazuo Kami-
mura, su precio se volvía algo más justificable
al tratarse de 350 páginas y ser un autor más
conocido.
Pese a ello, nos en-
contramos ante una
obra muy recomen-
dable, sobretodo
para los interesados
en la historia y en
los testimonios re-
ales de aquellos que
padecieron una
época terrible que
no debería repetirse.
Nobuhisa plantea una serie de guiones sobrios
de temática definitivamente trágica, depri-
mente pero tremendamente real, que invita a
la reflexión. Un muestrario de supervivientes
únicos de circunstancias terribles que lucharon
-y siguen luchando- por superar los efectos de
la barbarie.
ALEJANDRO GARCÍA (@Agarcues)

TRÁGICA DERROTA
Trágica Derrota (Ohta Publishing - ECC Comics) - Nozoe Nobuhisa. Rústica A5
192 págs. 16,95€

“El miedo que hasta entonces no había sentido empezó

a apoderarse de mí al ver esa enorme y negra masa de
acero y pensar que mi vida terminaría encerrado en
aquella oscuridad sin siquiera ver el cielo. Yo, que me
había imaginado surcando el vasto cielo y estrellándome
contra un buque enemigo.”

Nozoe Nobuhisa, Trágica derrota

138

DEATH NOTE: DEL MANGA A NETFLIX
Repasamos los elementos más destacados del universo Death Note y nos
centramos en la reciente adaptación de Netflix
El fenómeno Death Note se resiste a morir, por
mucho que sigamos hablando de él y escri-
biendo su nombre. Es normal, Tsugumi Ôba
y Takeshi Obata no se limitaron en su manga
a contar una historia, crearon un universo vivo
y lleno de posibilidades. No es extraño encon-
trar gente que no es aficionada al manga, pero
que conoce la historia gracias al anime o las
películas. Su éxito se debe, sin lugar a dudas,
a la calidad de la historia. El universo de los
Shinigami, Kira y L es tremendamente parecido
al nuestro, por tanto, los eventos que en él su-
ceden nos hacen pensar en qué queremos para
el nuestro. El deseo, tan humano, de tomar la
justicia por la mano se convierte en una per-
turbadora arma arrojadiza. La línea entre el
bien y el mal se tensa hasta obligarnos a tomar
una decisión: Kira o L. El fin justifica los me-
dios, o no. Una paradoja filosófica que, como
todas, se soluciona subrayando que hay un
error de planteamiento. En este caso, es que
los Death Note no existen. Por suerte. Motivo
MANGA - ARTÍCULO
que no impide que esta creación siga fasci-
nando a los aficionados y haya dado lugar a
una rentable franquicia. Esta ha parido novelas,
series de televisión, películas, videojuegos y
todo tipo de merchandising. Hoy hacemos un
repaso a todo lo que ha dado de sí Death Note,
desde las páginas de su obra original hasta la
reciente adaptación estadounidense de Netflix
firmada por el director Adam Wingard.
SHINIGAMIS, CUADERNOS Y MUERTE
Death Note es uno de los mangas que más
fama y repercusión ha obtenido en los últimos
años, manteniendo en vilo a miles de aficiona-
dos con su rebuscada y retorcida trama. En
Death Note encontramos un manga que entre-
mezcla de manera atractiva ciertos aspectos de
la mitología japonesa dentro de un relato de
corte policiaco y una aproximación psicológica
de personajes de reminiscencias dostoievskia-
139
 MANGA - ARTÍCULO
nas. Tsugumi Ōba y Takeshi Obata tejen
una enrevesada y compleja historia con gran-
des dosis de suspense e intriga.
Death Note comenzó a publicarse en el año
2003 por parte de la editorial japonesa
Shūeisha en su famosa revista semanal Shōnen
Jump. La obra de Tsugumi Ōba y Takeshi
Obata alcanzó un total de doce tomos recopi-
latorios más uno adicional conocido
como How to Read. Death Note es un
manga que tiene un enfoque más li-
gado al género seinen aunque su
desarrollo y su tratamiento de
personajes pueda parecer más
inclinado al shōnen, una am-
bivalencia que resulta uno de
sus mayores atractivos junto
a una temática adulta que per-
mite interesantes matices en su
lectura.
La historia se Death Note
tiene como protagonista a
Light Yagami, un sobresa-
liente estudiante a punto de
iniciar la universidad que un
buen día encuentra un ex-
traño cuaderno negro tirado
en la calle. El cuaderno es-
pecifica en su interior que al
escribir el nombre de una
persona en sus páginas ésta
morirá. El cuaderno perte-
nece a un shinigami, un dios
de los muertos amante de las
manzanas llamado Ryuk que
decide ceder su poder a Light.
Éste lo utilizará para crear un nuevo orden
mundial purgando a delincuentes y asesinos
del planeta y convirtiéndose en un oscuro jus-
ticiero anónimo conocido como el omnipotente
Kira. Las fuerzas policiales y los gobiernos de
todo el mundo pronto se ponen en alerta lla-
mando también la atención del famoso y mis-
terioso detective privado conocido simplemente
como L. Una terrible batalla de ingenio y habi-
lidad se desatará entre L y Kira, un macabro
140
juego psicológico entre dos rivales realmente
muy parecidos que persiguen metas contrarias
y no están dispuestos a perder la partida.
En base a este argumento, Tsugumi Ōba de-
sarrolla una intrincada historia con múltiples
personajes secundarios en liza, con constantes
vueltas de tuerca y giros a cada cual más inge-
nioso. El dibujo corre a cargo de Takeshi
Obata con un trazo perfilado y
lleno de detalle que logra que su
narrativa no se resienta a pesar
de que el argumento de Death
Note se base en sus diálogos y
personajes y no tanto en la
simple y llana acción. Sus
protagonistas, y muchos de
sus secundarios, tienen un
carisma muy plástico gracias a
su trabajo que ayuda a disimular
en parte su escasa profundidad real.
De esta manera, el tándem creativo
formado Tsugumi Ōba y Takeshi Obata
demuestra una gran química y entendi-
miento que se traduce en la intensidad que
son capaces de transmitir a la obra.
En el desarrollo de Death Note podemos
encontrar dos partes claramente bien di-
ferenciadas. La primera se centra en el
conflicto surgido entre los dos personajes
principales, un tour de force cuyos acon-
tecimientos y ritmo van in crescendo
hasta su inevitable clímax. Esto nos
dejar un primer final o checkpoint que
da lugar a una segunda parte que se
instala en la repetición de esquemas y
en una estructura a la que se añaden
nuevos personajes en conflicto.
La historia sigue estando narrada al detalle por
Tsugumi Ōba, pero el bypass solo sirve para
intercambiar piezas y mantener su engranaje
prácticamente inalterable perdiendo por el ca-
mino a uno de los personajes más interesantes
del relato que servía de perfecto contrapunto a
su homónimo y rival. La evolución del relato
brilla por su ausencia y sus autores pierden la

oportunidad de retratar mejor los cambios que
se podrían producir en una sociedad marcada
por un acontecimiento de este tipo. Esto habría
ayudado a Death Note a liberarse del monopo-
lio de la fuerza que ejerce el carisma maniqueo
de sus protagonistas. En resumen, Death Note
es una obra que, pese a sus defectos, resulta
una lectura muy recomendable, un entreteni-
miento realmente absorbente y ameno. La pri-
mera colaboración del grupo creativo
formado Tsugumi Ōba y Takeshi
Obata, uno de los más frescos
del actual panorama del cómic
japonés como demuestran
también títulos como Baku-
man o la reciente Platinum
End.
DEATH NOTE: UNA HISTORIA
EDITORIAL
En nuestro país Death Note fue publi-
cada por Ediciones Glénat en doce
tomos recopilatorios siguiendo al pie
de la letra la edición japonesa. Poste-
riormente, se publicó el especial How
to Read en un tomo en tapa dura.
Pero la pérdida de derechos de sus
principales mangas, la editorial de
Joan Navarro, por entonces ya cono-
cida como Editores de Tebeos (EDT),
también afectó a la obra de Tsu-
gumi Ōba y Takeshi Obata que
pasó a manos de Norma Editorial.
Esta volvió a editar la obra en un
nuevo formato conocido como
Black Edition. Para hablar de esta
edición es interesante abordar la
historia de su publicación. Para ello hay que re-
montarse años atrás y entrar más en detalle
sobre cuándo y cómo Norma Editorial consiguió
los derechos de Death Note.
Glénat Editions es una editorial francesa de
manga que en el año 1990 abrió una filial en
España bajo la dirección de Joan Navarro. Los
inicios de la firma no fueron buenos, principal-
mente porque tenían pocos títulos y los edita-
MANGA - ARTÍCULO
ban con una calidad muy baja. A finales de
siglo, la desaparición de la firma está casi ase-
gurada, pero llega un título que cambia esta si-
tuación: Rurouni Kenshin. Este manga,
literalmente, salvó a la editorial. Desde ese mo-
mento, Glénat se convierte en la editorial más
potente en el ámbito del manga. En 2002, em-
piezan a editar Naruto, la editorial está en la
cúspide de la ola. Pero el descenso no se hizo
esperar. La raíz del problema era económico,
simplemente la editorial no vendía todo lo
que la marca madre quería. Para au-
mentar beneficios, hubo un cambio
de imprenta acompañado de una dis-
minución en la calidad de las páginas
y el encuadernado. Pero los núme-
ros seguían sin entusiasmar a Glé-
nat Francia, por tanto, decidieron
venderla. En el año 2011, Navarro
y Félix Sabaté adquirieron la edi-
torial y la rebautizaron como Edi-
tores de Tebeos, EDT. El
cambio de nombre tenía impli-
caciones importantes: EDT
tenía que deshacerse, en el
plazo de cinco años, de los
tomos rotulados con la marca
Glénat. En este momento em-
pezaron a salir packs de tomos
a precio reducido.
Pero la aventura empresarial
duró muy poco. En el año 2012,
la editorial Shūeisha decidió
dejar de trabajar con ellos. Como
consecuencia, establecieron un
periodo de tiempo en el cual la edi-
torial tenía que deshacerse de todo
el material de Shūeisha. Las licencias más ju-
gosas se repartieron entre las grandes edito-
riales que se quedaron los cómics ya impresos.
Las licencias que habían dado malos resultados
fueron condenadas a la lista de descataloga-
das. Pero antes, EDT junto con SD Distribucio-
nes volvieron a lanzar packs de cuatro o cinco
tomos a precio de ganga y series cortas com-
pletas a menos de la mitad de su precio real.
Muchas voces en el mundillo se alzaron: eso
era una aberración, una locura. Parecía que, si
141
 MANGA - ARTÍCULO
EDT establecía una política de precios tan
agresiva, ninguna otra editorial iba a soportar
el terremoto. Pero la realidad fue otra… EDT
iba a desaparecer. En febrero del 2014 la pá-
gina web de la editorial dejó de funcionar.
Una de las series afectadas por toda esta situa-
ción fue Death Note. La edición tankobon más
el tomo número 13 y las dos novelas ligeras
fueron adquiridas por Norma Editorial. La es-
trategia de los nuevos dueños de la licencia de
Shūeisha fue la siguiente: entre abril y octu-
bre del 2013 empezaron a publicar la Black Edi-
tion. Una edición de lujo muy jugosa que
142
destacaba en cualquier tienda especializada. En
noviembre del año siguiente empezaron a pu-
blicar la edición básica (con nuevas portadas),
proceso que se alargó hasta julio de 2015. Fi-
nalmente, las novelas aparecieron para enero
de ese mismo año.
Los tomos de la Black Edition de Death Note
presentan en su sobrecubierta un diseño so-
brio y adulto que contribuye a la sensación de
estar frente a un producto “de lujo”. El borde
negro de las páginas recuerda a las biblias
antiguas con el borde dorado, pero con un
enfoque “malvado”. Es interesante el nexo
dado el contenido teológico del manga: per-
sonas que devienen dioses gracias a un ob-
jeto diabólico. En realidad, este aspecto
emula al de los Death Note que vemos en
el manga y el anime. No está claro si crear
esta comparación era el objetivo de los au-
tores, pero dada la cantidad de iconografía
cristiana que podemos encontrar en las ilus-
traciones, tampoco se podría descartar del
todo.
Pasemos a hablar del interior. El gramaje de las
páginas es excepcional, muy alto lo que da se-
guridad a la hora de manejar el tomo. El for-
mato del tomo es un kanzeban, incómodo para
leer en el transporte público, adecuado para un
sillón y agradable a la vista. Además, esta edi-
ción incluye, al inicio de cada volumen, ilustra-
ciones en color y con el mismo papel que el
resto del tomo. Todas ellas forman parte del
artbook de Takeshi Obata así que es una
buena alternativa al costoso libro Black et Noir.
Pero vayamos a lo práctico: el precio de cada
tomo de la Black Edition es de, aproximada-
mente, 15€, pero incluye dos de la edición tan-
kobon que vale unos 7,5€. Por tanto,
económicamente es equivalente, ahora sólo
queda que cada uno valore cuáles son sus prio-
ridades.
Respecto a Death Note 13: How to read tene-
mos en ella una guía de lectura interesante,
pero no imprescindible. En él podremos encon-
trar, entre muchas otras cosas, en el que se in-

cluían anécdotas, curiosidades, entrevistas a
sus creadores, fichas de personajes y el capí-
tulo piloto original de la propuesta de Death
Note. Uno de los datos más interesantes que
aparece es el nombre real de L: el que hay que
escribir en un cuaderno de muerte para acabar
con él. Este dato también aparece en la novela
ligera L: Change the World, donde Mello lo re-
vela de forma espontánea y natural. Por si aún
queda alguien que no sabe este detalle, no lo
revelaremos directamente en este artículo.
Pero, de hecho, sí que consta entre estos pá-
rrafos. Un pequeño acertijo para quienes ten-
gáis ganas de rescatar vuestros dotes
detectivescos.
En 2015, Norma Editorial anunció que para el
Salón del Manga de Barcelona el artbook de
Takeshi Obata, el citado Blanc et Noir. La edi-
ción se publicitó como un libro limitado, espe-
cial y exclusivo. Limitado porqué fue una única
tirada de mil ejemplares, aunque cabe decir
que aún es fácil encontrar el artbook en cual-
quier tienda grande. Especial porqué era una
réplica de la edición japonesa: tamaño grande
(37,8 x 26,8 cm), portada cartoné protegida
por un cofre y con estampados en plata. Exclu-
sivo por su contenido reproducciones de alta
calidad del trabajo de Obata en Death Note y
Hikaru no go, con láminas, desplegables y pós-
teres.
MANGA - ARTÍCULO
LAS NOvELAS DE DEATH NOTE
La franquicia de Death Note ha generado tone-
ladas de merchandising a su paso, con adapta-
ciones al anime y a imagen real y varias
novelas basadas en su historia y personajes. La
primera de ellas es Another Note. El caso del
asesino en serie BB de Los Angeles escrita por
NisiOisiN. Este es el nombre artístico de Nisio
Isin un novelista japonés nacido en 1981. De-
butó como profesional a los 21 años con la no-
vela Kubikiri Saikuru. Con ella ganó el
23º Mephisto Award, un premio que otorga la
revista Mephisto de la editorial Kōdansha.
Gracias a este reconocimiento comenzó a tra-
bajar para dos importantes revistas en el ám-
bito de la literatura juvenil: Faust y Pandora
ambas de Kōdansha. En la actualidad, está
trabajando en una gran cantidad de proyectos
que aún no han llegado a nuestras estanterías.
Por aquí, sólo tenemos Medaka Box (Ivrea)
guionizado por NisiOisiN y con el dibujo de
Akatsuki Akira, y Oogiri, un recopilatorio de
historias cortas con guion suyo publicado en
nuestro país por Norma Editorial.
En esta ocasión, L se enfrentará a un escenario
de novela negra clásica. Una serie de misterio-
sas muertes en las cuales el cadáver aparece
en una habitación cerrada por dentro. A pri-
mera vista nada conecta a las víctimas entre sí,
sólo la presencia de muñecos wara ningyo cla-
vados en las paredes de la habitación. Para
poder resolver este caso, L necesita que al-
guien sea sus ojos y sus manos en la ciudad de
Los Angeles. Para ello contacta con Naomi Mi-
sora quien había oído hablar del mejor detec-
tive del mundo, pero que jamás había
trabajado para él. Uno de los encantos de este
libro es conocer mejor a uno de los personajes
secundarios del manga. Mientras que en la his-
toria principal, Misora es una mujer que ha re-
nunciado a su trabajo para convertirse en un
ama de casa preocupada por su marido, en
esta historia su psicología es diferente: Misora
es una luchadora, inteligente y audaz capaz de
llegar hasta el final del caso por sus propios
medios. Esta visión de Misora me parece
143
 MANGA - ARTÍCULO
mucho más adecuada que la de la mujer com-
pungida que se deja engatusar por un adoles-
cente que dice trabajar para el cuerpo de la
policía japonesa.
A lo largo de la novela, NisiOisiN nos habla de
tres eventos del pasado de L que podrían, fá-
cilmente, podrían convertirse en otra novela.
En primer lugar, descubrimos que Watari cono-
ció a L cuando este tenía ocho años y evitó
unos atentados en Winchester que podrían
haber causado la Tercera Guerra Mundial. En
segundo lugar, a raíz de esa experiencia y tras
comprobar la asombrosa inteligencia y astucia
de L, Watari decidió crear la Wammy’s House
con el propósito de crear “copias de seguridad”
de L. Para ello, buscó por todo el mundo niños
con capacidades semejantes a las del original
y los moldeó para que consiguieran alcanzar
todo su potencial intelectual. Pero en esta
misma novela se nos explica que este objetivo
no es fácil de cumplir. La primera generación
de alumnos de la Wammy’s House fracasó al
verse engullidos por el miedo a no ser como L
y el orgullo de creerse mejores que él. No fue
hasta la cuarta generación que aparecen dos
dignos sustitutos: Mello y Near. Finalmente, se
nos comenta que L estuvo involucrado en una
guerra de detectives en la cual se hizo con los
nombres de Erald Coil y Deneuve; los
cuales utiliza como otros
pseudónimos.
La se-
gunda y
última no-
vela basada
en el uni-
verso Death
Note hasta la
fecha es L
Change the
WorLd del estu-
dio M/2008 [“L”]
PLOT PRODUCE.
La narración de
esta comienza de
forma abrupta y
144
segmentada en tres escenarios espacio-tempo-
rales distintos. En Los Angeles y antes del caso
Kira, L recupera unos documentos del FBI
donde se relata lo que sucedió en un atentado
en 1980 en el laboratorio de enfermedades
contagiosas. En este capítulo conoceremos a
Fairman el sustituto de Naomi Misora en el FBI,
quien acaba de casarse con Raye, otro agente.
También aparecerán otros dos personajes muy
importantes el agente Sugita y Maki Nikaido. Al
final, el Dr. Nikaido informará a su hija de su
inminente viaje al Congo para investigar un
virus desconocido. En el siguiente capítulo, si-
tuado durante la segunda mitad de la historia
de Death Note, L informa a Watari de que sólo
va a necesitar 23 días más para acabar con el
caso Kira. El último capítulo da paso a la novela
en sí.
Al regresar de su viaje en el Congo, el doctor
Nikaido trajo con sigo una muestra del virus
que estaba estudiando. Su objetivo es encon-
trar un remedio que no solamente alivie los sín-
tomas del virus, sino que acabe con él. Al
introducir en Japón las muestras contaminadas
de manera clandestina está incurriendo en un
gran peligro para él y para toda la humanidad.
Watari había contratado en alguna ocasión al
doctor para dar charlas sobre inmunología en
la Wammy’s House. Por esta razón,
también conoce a Maki.
Esta informa-
c i ó n
que se
nos da
en las
primeras
diez pági-
nas de la
novela es
importante
para enten-
der como
Maki acabará
recurriendo a L
para que la
ayude a escapar
de los bioterroris-
tas de Blue Ship.
 MANGA - ARTÍCULO
La historia ha sido adaptada en una película de
imagen real. Como pasa con todas las adapta-
ciones hay elementos absolutamente tergiver-
sados y otros más fieles. En este caso, los
últimos brillan por su ausencia. De hecho, en
la película aparece Near mientras que en la his-
toria sólo se le cita en una ocasión. En el live
action el virus es artificial y ha asolado una
aldea de Tailandia; lo cual no tiene nada que
ver con la historia de la novela. Más que adap-
tación es una reinterpretación, aunque la cinta
es bastante interesante de ver e imprescindible
para todos los fans de la saga.

Idolatrar a una persona es el primer paso para

convertirla en un icono. Las novelas ligeras vin-
culadas a Death Note repiten una decena de
veces (cada una) que L es el mayor detective
del mundo: el más certero, el que ha encerrado
más criminales y el que más vidas ha salvado.
La repetición hasta la saciedad de tales argu-
mentos parece una estrategia de marketing
para grabar a fuego en nuestra mente la figura
de L, el universo de Death Note y los nombres
de Tsugumi Ōba y Takeshi Obata. misma, pero con una interesante modificación
de los eventos. Esto permitía explotar los per-
sonajes más allá del realizado por Tsugumi
En definitiva, estamos ante una historia entre- Ōba y Takeshi Obata. En primer lugar, Naomi
tenida en que podéis invertir unas cuantas Misora aparece retratada como una mujer
horas de vuestra vida sin tener la sensación de fuerte y luchadora que se enfrenta directa-
haber perdido el tiempo. El redactado está lejos mente a Light/Kira sin ningún miedo. La intro-
de los grandes autores japoneses, pero tene- ducción de Shiori Kashino, novia de Light, nos
mos que ser conscientes de qué tenemos entre permite conocer a un personaje algo más cer-
las manos: esto es una novela ligera de corte cano que el frío e imperturbable sociópata del
adolescente. En este sentido es correcta y en- manga.
gancha gracias a su trama.

Death Note: The Last Name salió cinco meses

LAS ADAPTACIONES DE DEATH NOTE
Hasta la fecha hay cuatro películas japonesas
de Death Note a la que se debe sumar la re-
ciente producción de Netflix que ha adaptado
la premisa a la sensibilidad estadounidense. La
primera película, llamada simplemente Death
Note, se estrenó en junio del 2006. Con gran-
des cambios en el guion original y la psicología
de los personajes, consiguió atrapar a los fans
del manganime. En esencia la historia era la
después de la primera parte, en noviembre del
2006. Es la continuación directa de la anterior
y se centra en los eventos que propiciaron la
caída de Kira. La industria japonesa siempre ha
sabido captar y responder a los gustos y de-
seos de los aficionados. Por esta razón, ante la
posibilidad de dar un final alternativo a la his-
toria, no se lo pensaron dos veces. En esta
cinta, tenemos un final alternativo que conven-
ció más a algunos aficionados que el visto en
la obra original. Por tanto, los personajes de

145
 MANGA - ARTÍCULO
Near y Mello sólo han sido adaptados en el do-
rama, del cual hablaremos más adelante. Exis-
ten dos OVA llamadas Death Note Relight 1:
Visiones de un Dios y Death Note Relight 2: Los
sucesores de L que aglutinan, respectivamente,
la saga de L y la saga de Kira.

Tendrían que pasar dos años para tener una

nueva película. En febrero del 2008, L:Change
the WorLd llegaría a las salas de cine japone-
sas. En esta ocasión, la historia giraría en torno
a la novela ligera del mismo nombre. Una
aventura detectivesca situada inmediatamente
después del final de la anterior película. En ella,
L tiene que atrapar a un grupo eco-terrorista
llamado Blue Ship que tiene la intención de
acabar con la humanidad. En el apartado de las
novelas ligeras hemos hablado más acerca del
argumento. En los tres casos, el papel de L ha
caído sobre los hombros de Kenichi Matsu-
yama. Actor galardonado con el premio a la
popularidad del año 2009 de la Japan Aca-
demy. Tatsuya Fujiwara quien dio vida a
Light Yagami también encarnó a Makato Shis-
hio en la trilogía de películas de Rurouni
Kenshin de hace unos años.
Este 2017, casi una década después de la duo-
logía original dirigida por Shusuke Kaneko, se
ha estrenado el nuevo filme de la franquicia:
Death Note: El Nuevo Mundo. En la ficción han
pasado 10 años del gran enfrentamiento entre
Light y L, y también desde el paso por las salas
de cine de estas producciones, y esta nueva se-
cuela viene ahora a devolvernos a sus intrinca-
dos puzzles psicológicos. Masahiro
Higashide, quien protagonizó la adaptación a
imagen real de Parasyte de Hitoshi Iwaaki,
da vida a Tsukuru, un miembro del cuerpo es-
pecial de la policía japonesa encargado de in-
vestigar la presencia en el mundo de seis
nuevas Death Note que están sembrando el
caos y el desconcierto. Esto le llevará a colabo-
rar estrechamente con el investigador privado
Ryūzaki -interpretado por Sôsuke Ikematsu-
que se autoproclama sucesor de L. El último
personaje en liza es Yuki Shien, interpretado
por Masaki Suda, un ciber-terrorista que está
dispuesto a seguir los pasos de su dios. La di-
rección recae en este caso en Shinsuke Sato
del que hablamos recientemente en la web de-
bido a su desempeño en la adaptación cinema-
tográfica de I Am a Hero. En esta, y en la
presente Death Note: El Nuevo Mundo, Sato
ha demostrado ser un cineasta bastante co-
rrecto y respetuoso con el material de partida
de sus títulos. Una habilidad que esperamos
también corroborar en su próximo trabajo, la
adaptación de Last Hero Inuyashiki de Hiroya
Oku.
Finalmente, comentemos algo acerca del do-
rama. Para los que no estéis familiarizados con
el término, un dorama es el término con el cual
los japoneses designan las series de imagen
real de producción propia. En julio de 2015,
Nippon Television empezó a emitir un do-
rama basado en Death Note. El guion es una
adaptación libre de la historia original. Tan libre
que, al mismo tiempo, conviven Near, Mello y L
en la trama. Un elemento innovador que no se
había dado en ninguna de las adaptaciones an-
teriores.
JORDI T. PARDO (@amodelosmythos)
MòNICA REX (@ArticaRg)

146

DEATH NOTE DE NETFLIX: CONTRA EL
MUNDO
Como ya hemos dicho, Death Note es todo un
clásico moderno. El éxito de esta historia y sus
adaptaciones la han convertido en un icono que
trasciende la mera calidad y valor de su pro-
puesta original. Era cuestión de tiempo que en
Estados Unidos intentasen rentabilizar la obra
de Tsugumi Ohba y Takeshi Obata como ya
ha ocurrido en casos anteriores como Dragon
Ball Evolution o Ghost in the Shell. Lo que
nadie esperaba quizás es que fuese el canal en
streaming de Netflix el encargado de ello; un
hecho que hizo albergar cierta esperanza a los
aficionados en un primer momento. Pero
pronto la esperanza se convirtió en desmedida
ira cuando el casting se empezó a revelar y
quedó claro que la cinta sería una reinterpre-
tación estadounidense de la mitología de Death
Note. No había motivo para la sorpresa, era lo
que cabía esperar. En Zona Negativa hemos
visto la película dirigida por Adam Wingard,
nos ilustra sobre ella nuestro redactor de la
sección manga Alejandro García y completa-
mos sus impresiones con las opiniones de otros
compañeros de la redacción que han tenido el
(dis)gusto de ver la producción.
A toda adaptación le sobreviene la problemá-
tica de estar a la altura del producto original en
el que se basa. Este hándicap se resuelve mu-
chas veces de forma negativa, y ya son nume-
rosas las producciones cinematográficas
basadas en cómics u obras literarias que no
han estado a la altura de lo que se esperaba.
Es por ello que desde hace muchos años la
mente colectiva del fandom ha asumido este
problema como una constante inevitable; algo
que puede llegarse a obviar e incluso separar
del nuevo producto, consumiéndolo de forma
autónoma para perdonarle fallos de adaptación
que rozarían lo aberrante de ser muy críticos.
MANGA - ARTÍCULO
LA REDACCIÓN OPINA
“Se dice que Netflix prepara dos secue-
las, por lo que sería interesante ver la
evolución de estos dos personajes, y la
prometida batalla intelectual entre estos
dos titanes, cuyas versiones infantiles
hemos podido disfrutar o padecer, según
cada cual, en la adaptación de Wingard.
Ahora bien, no estoy del todo seguro de
que esas secuelas vayan a suceder, por-
que más de uno y más de dos han puesto
a Adam Wingard y al señor Netflix en
su Death Note.”
CRISTIAN MIGUEL SEPúLvEDA
“Si bien es cierto que cualquier buena vi-
bración inicial de encontrarnos con una
suerte de Donnie Darko / Frailty meets
Death Note se diluye en cuanto el prota-
gonista pierde toda la dignidad entre vo-
ciferos -para dejar claro que estamos ante
un producto más próximo a las entregas
más distantes de Destino Final-, cumple
con los mínimos exigibles en cuanto a “ul-
tracondensación” de los principales temas
de la historia. Tanto, que ni siquiera falta
lo que puede fácilmente interpretarse
como un delirante guiño a la irrefrenable
atracción sexual entre los protagonistas
del original. Pero aun con todo, termina
siendo una adaptación bastante deslucida,
que pese a lo correcto no llega a destacar
ni en su loable intento de dar dignidad al
personaje femenino interpretado por
Margaret Qualley.”
DANIEL GAvILáN (@daniel_gavilan)
“Pese a sus fallos, ha resultado ser bas-
tante lo que esperaba por una película es-
trenada directamente en Netflix. No es
un taquillazo, pero tampoco es la típica
secuela que salía directamente en VHS. Y
por ello, y por la moderada satisfacción al
verla, espero que no sea la última ocasión
que sepa de Light Turner, Ryuk y L en la
plataforma de Netflix.”
JORDI MOLINARI (@shinomune)
147
 MANGA - ARTÍCULO
Esta práctica piadosa funciona con algunas
sagas, y cuando la película en cuestión se des-
cubre como una buena pieza audiovisual, tanto LA REDACCIÓN OPINA
en lo estético como en lo narrativo, se puede
llegar a pasar por alto esa falta de fidelidad. “El problema de Death Note es que no
Pero este no es el caso de la adaptación que mantiene la esencia ni de personajes, ni
Netflix ha producido sobre el manga original de historia, ni de contexto, ni de nada. Un
de Obata y Ohba. paso demasiado arriesgado. Un paso inex-
plicable. Death Note siempre fue una his-
toria de detectives con elementos
Death Note (2017) es una película que no sólo
sobrenaturales; de crimen y castigo con
ha angustiado a casi todos los fans acérrimos
toques filosóficos. Un anime que jugaba a
del manga, sino que también lo ha hecho con
innovar con un medio anquilosado en vie-
los que no lo son de forma directa. Aficionados
jas tradiciones que empezaban a flojear.
y críticos bondadosos han intentado quitarle
Nada de eso se encuentra en esta adap-
hierro al asunto, suavizando el aluvión de críti-
tación. Death Note nunca fue una serie
cas negativas que han caído sobre la cinta diri-
para adolescentes. Nunca fue un producto
gida por Adam Wingard, pero el linchamiento
cercano a Crepúsculo.”
ha sido inevitable. Y no puedo estar más de
acuerdo. Si tienes lo que hay que tener para
FRANCISCO MIGUEL ESPINOSA
coger el nombre de una obra casi de culto y ju-
(@FranciscoMEsp)
gártela de esa manera, tienes que estar a la al-
tura de lo que se espera. Y si no es así, “Creo que alrededor de esta adaptación
prepárate. de Death Note se ha formado un movi-
miento hater desde el momento que salió
el primer tráiler. Cosas como que L fuera
de origen afroamericano parecían incom-
prensibles para un fandom acostumbrado
al live action japonés y a adaptaciones
americanas horrendas. En este sentido,
muchos son los que han comparado esta
película con Dragon Ball Evolution y, lo
siento, no tiene sentido. Esta última sí
pervertía completamente el sentido de ab-
solutamente todo lo que es Dragon Ball,
empezando por qué la acción ocurría en
Antes de ir directo al grano me gustaría trans-
un universo absolutamente distinto. En
mitir que, si el lector investiga un poco sobre
cambio, Death Note intenta acercar uno
el director de la adaptación de Netflix, encon-
de los clásicos modernos del manga a un
trará que esta producción no llega a ser un in-
público que rechaza el manga simple-
tento descarado de obtener billetes a
mente por: ser japonés, ser en blanco y
mansalva, en contra de la crítica más generali-
negro, y su sentido de lectura oriental. Si
zada. El proyecto original de Wingard fue re-
nosotros, como lectores de manga, que-
chazado en numerosas ocasiones por múltiples
remos que nuestro formato fetiche se ex-
estudios y varios años han pasado hasta que el
tienda por doquier, tenemos que aceptar
director estadounidense ha podido alcanzar su
que se realicen adaptaciones. En el sen-
meta. La intención del realizador con este pro-
tido estricto de la palabra adaptar. Sólo de
yecto ha quedado lejos de complacer a grandes
esa manera, el espectador se planteará
productoras cinematográficas, optando por la
dar el paso a la obra original; si le gusta,
vía más creativa.
quizás probará otro cómic manga. Final-
mente, quizás, se convierta en uno más
Y es que los únicos puntos buenos de la película de nosotros.”
residen en su técnica y todo lo que ésta en-
globa. Desde el diseño de fotografía hasta la MòNICA REX (@ArticaRg)
edición, pasando por algunas notas de arte es-
tético y de producción, la cinta de Wingard se

148

conforma como un intento serio de transmitir
algo único en lo visual que la aleja de la mayo-
ría de adaptaciones adolescentes, género en el
que sin duda entra esta versión de Netflix. La
atractiva presencia constante de los colores
neón, encuadres y planos inteligentes, trabajo
de cámara original, buen planteamiento y eje-
cución de las escenas… un buen puñado de
profesionales han hecho un trabajo notable en
este aspecto, muy por encima de una narrativa
llena de fallos.
Y vamos con lo malo.
En cuanto a guion y caracterización de perso-
najes, es una película escasamente fiel a la
obra original. El libreto en el que se apoya está
lleno de agujeros que no han respetado ni el
pulso ni la calidad narrativa de Ohba, que está
muy por encima de lo aquí planteado. Aunque
la esencia temática de la obra, el cuaderno, la
idea filosófica de lo que supone la justicia y
hasta qué limite se puede llegar para alcanzarla
sí que está presente en esta adaptación, todo
lo demás se pierde o queda tremendamente
deslucido.
Si lo que convertía al manga de la pasada dé-
cada en algo único era un desarrollo argumen-
tal adictivo basado en inteligentes procesos
deductivos expuestos a través de unos prota-
gonistas geniales, lo que tenemos aquí es una
terrible desvirtuación tanto del aura detecti-
vesca como de la psicología de cada uno de los
personajes. Una hora y cuarenta minutos es
demasiado poco para tanto manga.
No sé si echarle la culpa a la temida «america-
nización» imperante en cada uno de estos pro-
ductos que nos llegan desde la industria
marcada por los cánones de Hollywood para
que esto no suene a tópico, pero lo cierto es
que la caracterización de cada uno de los per-
sonajes aquí aparecidos roza lo insultante.
El lavado al que se ha sometido al protago-
nista, por ejemplo, aquí llamado Light Turner,
es un crimen. Han transformado a un genio, a
un inteligente y superdotado sociópata que
siempre se las apañaba para ir por delante, en
un mojigato irritable que llega tarde constan-
temente a toda circunstancia narrativa. Si el
MANGA - ARTÍCULO
LA REDACCIÓN OPINA
“Se puede entender lo que ha hecho
Adam Wingard como una aproximación
al material de origen, de mucha calidad y
bastante complejo, despojando su live ac-
tion de giros de guion y muchas explica-
ciones para poder hacerlo accesible al
público generalista americano (y de todo
el mundo). Pero por el camino se ha de-
jado la esencia misma de la historia, que-
dando en un batiburrillo de escenas
inconexas, faltas de tejido entre ellas, fa-
llando como adaptación y como película
en sí. Wingard no encuentra su propio
camino para explicar lo que los autores
originales transmitían, ni lo pretende: se
limita a coger lo más básico de parte de
la historia y a volcarlo en imágenes sin
preocuparse de que la historia tenga un
sentido de forma orgánica, general.”
JORDI QUEROL (@GammaTeruo)
“El problema subyacente es el que se de-
duce de una trama precipitada que intenta
sintetizar demasiado en muy poco espacio
y tiempo. Los personajes no tienen mar-
gen para sus jugadas de ajedrez, para ra-
zonar su comportamiento y sus acciones.
El componente Destino Final no era un
mal añadido, pero nuevamente juega en
contra de la trama detectivesca. Y tam-
poco hace honor a la causa una banda so-
nora fuera de lugar y desacertada que
rompe totalmente el tono de la producción
con su propuesta desde la primera escena
y hasta el mismo final. Este último man-
tiene lo enrevesado y retorcido de los
giros y vueltas de tuerca del manga, pero
utilizando las normas de los cuadernos de
muerte de una manera que no está del
todo bien explicada y dejando una conclu-
sión demasiado abierta que puede acabar
por molestar a muchos aficionados.”
JORDI T. PARDO (@amodelosmythos)
149
 MANGA - ARTÍCULO
Light original era un tipo cool sin querer serlo,
este lo quiere ser sin poder. Y eso se nota. La
cinta de Netflix nos presenta al típico adoles-
cente de buenas notas al que poco parece im-
portarle su condición de marginado, pero no es
así. El personaje se muere por ser popular y no
dudará en soltar a la mínima el secreto que le
cae entre manos para llamar la atención a la
chica de turno. Ridículamente infantil y total-
mente alejado del original.
El detonante de la trama, la razón por la que
Light Turner usa por segunda vez ese cuaderno
de inconmensurable poder, es un ajuste de
cuentas personal con un pasado traumático al
más puro estilo de héroe marginal americano.
Light Yagami, en cambio, lo utiliza porque es
un genio aburrido, al que el desasosiego que
siente a diario le lleva a caer en una espiral de
destrucción. Y esa era la bondad del personaje
original, su avanzada inteligencia y rápida acli-
matación al poder que comenzó a desarrollar.
Todo lo contrario al de esta adaptación.
El resto de personajes tampoco se libran, y si L
aquí es algo más fiel al original en cuanto a lo
determinante, también queda lejos de ser ni la
mitad de lo que era el del manga. Si bien al
principio parece el único con ciertas capacida-
des detectivescas a la altura, pronto comienza
a cometer una serie de fallos que no se expli-
can en un personaje de tales características. Y
lo mejor de todo es que no llega a ser un fra-
caso rotundo, porque su rival es un pazguato y
eso le da cancha.
En cuanto al personaje de Mia Sutton, inspirado
en Misa de la obra original, parece ser que es
la única que ha caído en gracia a la mayoría de
espectadores. Y no les falta razón. Es el único
personaje que se deja llevar por el poder del
cuaderno, que es sumamente atractivo, de
forma inteligente y a la altura de lo que se es-
pera de un usuario así. Acaba siendo la más
150
LA REDACCIÓN OPINA
“Como adaptación, la película de Adam
Wingard es un producto poco respe-
tuoso, fallido, incapaz de capturar nada
que no sean los elementos más superfi-
ciales del manga original. Nada de la ten-
sión y el interés que hacen de Death Note
una obra tan intensa tienen su reflejo
aquí. Los personajes son imitaciones sin
una pizca del carisma de sus originales. Y
todo esto, todo lo que he mencionado en
este párrafo, lo puedo obviar y perdonar.
Una adaptación no deja de ser su propio
ente. Uno de mis mayores intereses a la
hora de ver esta versión de Netflix era ver
cómo adquiría identidad propia. Si conse-
guían darme una buena película, poco me
importaba que no se pareciera al manga.
Sería un producto divergente que tendría
sus propias virtudes para ser disfrutado.
El problema es que Death Note ni siquiera
es una buena película.”
NACHO TESO (@nachoteso)
“Adam Wingard, uno de los enfants te-
rribles del terror yankee actual, ha tenido
el coraje de no ser engullido por un mate-
rial que, por otra parte, no deja ser el un
punto de partida, no algo a lo se deba un
respeto extremo (en mi opinión, ninguno
lo es ni debería serlo). Eso se traduce en
una adaptación que, obviamente, ya era
odiada mucho antes de estrenarse a la y
a la que muchos seguidores les hacía le-
vantar la ceja ante semejante ultraje y
traición. Nada nuevo. Hay que valorar
Death Note como lo que es: la última pe-
lícula de Adam Wingard, que ha demos-
trado merecer el término de autor tras
esta intrépida jugada. Netflix le ha do-
tado de libertad (o la ha logrado él antes
de firmar) y eso de aprecia en todo mo-
mento. Hasta los errores del filme, que los
tiene, sobre todo a nivel narrativo, que los
tiene y son muy severos, forman parte de
su identidad.”
PEDRO DE MERCADER
(@pedrodemercader)
 MANGA - ARTÍCULO
lista de la película e incluso su destino en los
compases finales de la trama resulta bastante
aceptable, pese a lo mal que le trata el irritante LA REDACCIÓN OPINA
giro final para encumbrar a Turner.
“Ni siquiera el aceptable inicio de la pelí-
cula logra salvar del todo un conjunto que
En cuanto al resto del casting, entre que faltan
termina resultando muy superficial y en-
personajes de la obra original y otros han sido
focado al público adolescente, perdiendo
totalmente reinventados, diremos que los ac-
las señas de identidad que hicieron grande
tores se esfuerzan por hacer un buen trabajo y
al manga y anime. Sin embargo, las críti-
el resultado es aceptable. Eso sí, las líneas de
cas feroces que ha recibido la cinta han
Willem Dafoe como Ryuk apenas llegarán a
pecado de grandilocuencia y, al final, esto
las dos páginas. Aunque considero una virtud
hace un favor a la propia producción. Por-
que se haya respetado la esencia del shinigami
que si bien esta Death Note fracasa estre-
como un mero espectador omnipresente de los
pitosamente como adaptación y se
hechos, similar al de la obra original.
derrumba a la mínima comparativa, lo
cierto es que es una película que no llega
Se podría decir que el fandom ha sido muy a ser tan horrible como la pintan, se deja
duro con esta adaptación, que en realidad ver, y aporta algunas ideas interesantes
puede funcionar como una película para ado- pero mal ejecutadas.”
lescentes que ha tenido arrestos para ser am-
biciosa transformando una trama original de SERGIO FERNáNDEZ
género thriller/detectivesco en un texto román- (@tryphio)
tico sobre el paso forzado a la edad adulta. Una
coming of age metafórica sobre una serie de
responsabilidades llevadas al extremo que en-
troncan con la justicia, resultando en un poder
inconmensurable que resulta altamente peli-
groso en manos equívocas. Pero pese a ello,
sigo sin considerarla una buena adaptación y “Hacer una rein-
me cuesta reconocer sus virtudes como pieza terpretación,
totalmente autónoma. Y creedme si os digo es quizás la
que he sido bueno. opción más
fácil, pero al
menos procura ser
La versión de Death Note producida por Net-
fiel al espíritu del
flix acaba siendo un ejemplo de cómo un ado-
original, no tanto en su forma, pero quizás
lescente medio juega con un poder que no llega
sí en su contenido, en su tesis, y sobre
a entender, deviniendo en una serie de proble-
todo, aprovecha todo lo bueno que tiene
máticas que podrán resultar interesantes a los
la obra original. Y esto es lo que no ha
que accedan a este producto sin ideas previas.
conseguido hacer Adam Wingard, que
Esa es la única virtud de la cinta, aunque se sa-
en esa infame segunda mitad se carga
crifique toda la atmósfera detectivesca del ori-
todo lo construido hasta el momento, trai-
ginal al primar la acción por encima del texto
ciona la esencia de los personajes (de su
(con agujeros y giros tramposos). Parece que
propia película, no digamos ya del manga)
Wingard ha sido consciente de las limitaciones
y nos ofrece un final espectacular, pero
de su trabajo como posible adaptación fiel y
que más que sorprender o emocionar, te
opta por descargar toda la fuerza en lo técnico,
deja con la ceja levantada...”
entregando un trabajo que únicamente brilla
por lo visual. En este caso, nos queda una pe- ORIOL ESTRADA RANGIL
lícula que puede resultar pasable, especial-
(@CapitanUrias)
mente si primero no se ha leído el manga.

ALEJANDRO GARCÍA (@Agarcues)

151
 CINE - CRÍTICA
ATÓMICA. LA CIUDAD MÁS FRÍA
La adaptación de la ciudad más fría de Anthony Johnston con una Charlize
Theron metida a espia en el Berlín de la Guerra Fría
Atómica (Atomic Blonde, en el título original)
es la última película de David Leitch, basada
en la novela gráfica La ciudad más fría del guio-
nista Antony Johnston y el dibujante Sam
Hart. El codirector, junto a su compañero
Chad Stahelski, de la primera entrega de
John Wick, y de la esperada Deadpool 2, nos
propone una historia moderna de espías que se
aleja de los clichés del género representados
por la saga James Bond.
UN FILME DE ESPÍAS MODERNO
La cinta comienza con la muerte de un espía
del MI6 cuya misión era encontrar una lista con
todos los espías infiltrados en la RDA (Berlín
Este) de todas las agencias de inteligencia in-
ternacionales. Véase la intención de dotar de
gran importancia el argumento por parte de los
guionistas: esta misión no sólo afecta al Reino
Unido o a Europa, sino a todo el mundo. No
152
afecta una agencia, sino a todas. Este es uno
de esos detalles que al ver el filme pasan de-
sapercibidos, pero que cuando piensas a pos-
teriori en ellos te dan que pensar. Es,
simplemente, inverosímil. Teniendo en cuenta
que la lista incluye nombres, apodos, agencias
responsables y detalles sobre el historial delic-
tivo, cabe preguntarse lo siguiente: ¿quién ha
escrito esto? ¿A qué agencia pertenecía? ¿Por
qué está información se ha acabado perdiendo?
En cualquier caso, no parece que existan res-
puestas satisfactorias a estas preguntas. Por
tanto, el punto de partida del argumento fla-
quea por todos lados. Este es el gran problema
de la película, pero seamos justos: este punto
de partida es común a muchas películas de gé-
nero negro y espionaje.
La trama irá complicándose a medida que en-
tren en escena otros personajes como Delphine
Lasalle, una espía francesa interpretada por

Sofia Boutella; el ambiguo David Percival en-
carnado por el escocés James McAvoy; y
Aleksander Bremovych, el espía ruso-alemán
que hace de villano principal, interpretado por
Roland Møller. Aunque el punto de partida no
sea creíble ni original, la evolución de la historia
sí que está bien llevada. David Leitch consi-
gue guiarnos por un guion rebuscado y com-
plejo, como toda buena película de espionaje y
contra-espionaje debe tener, pero sin llegar a
ser ininteligible. Antes del fundido en negro que
da paso a los créditos, el espectador sabe a
quién debe lealtad cada personaje y qué papel
ha jugado cada uno de ellos en la historia. Por
tanto, no estamos en una de esas cintas cuya
interpretación queda al gusto del espectador.
Este hecho indica que el guion está trabajado,
aunque parta de una premisa muy simple.
David Leitch realiza varios juegos visuales con
planos, perspectivas y secuencias que le dan
un aire moderno y fresco a la película. Esto, su-
mado al uso de colores vivos, luces de neón y
vestuario hacen de la cinta un producto con
fuertes reminiscencias a los formatos del cómic
y el videoclip. Cabe destacar el uso que se hace
del vestuario utilizado por Lorraine Brough-
ton, ya que no es para nada baladí. En princi-
pio, los vestidos, trajes y complementos que
usa llaman la atención porqué están fuera de
época. Aunque bebe de la moda minimalista de
los años noventa, en realidad esa tendencia se
limitó a la alta costura. De hecho, muchos de
los rasgos característicos del vestuario de la
CINE - CRÍTICA
protagonista tampoco tendrían cabida en aquel
momento, por ejemplo, los vestidos cortos que
permiten ver el ligero. Del mismo modo, las ga-
bardinas tampoco son representativas de aquel
momento histórico, más bien son una reminis-
cencia de las películas clásicas ambientadas en
la Segunda Guerra Mundial. Esta llamativa
mezcla entre vestuario antiguo y moderno,
pero respetando el espíritu del momento, con-
sigue potenciar la característica estética de la
cinta y que no le quitemos ojo a Charlize The-
ron en ningún momento. Porque esto es un
hecho acotado a su personaje, sus compañeros
de reparto sí que se ciñen a la ropa deportiva
de los noventa o al intemporal traje.
El impresionante apartado visual se comple-
menta con un uso muy inteligente y acertado
de la banda sonora. Entre los artistas que po-
demos escuchar tenemos: Depeche Mode,
Queen, David Bowie, George Michael, The
Cure, Alice Cooper… Y podríamos seguir des-
tacando nombres de artistas que se han con-
vertido en clásicos modernos e iconos de la
música que se pasan por esta producción. Hay
dos características sobre el uso de la música:
(1), no aparece en cualquier momento, se in-
troduce de manera natural, sonando desde la
puerta abierta de un coche, cuando la protago-
nista entra en un local con música, cuando se
enciende una radio, etc; y (2), la música que
suena en la RDA y la que encontramos en la
RFA no son iguales, hay diferencias y matices
interesantes para poder analizar.
En definitiva, Atómica es una película con un
apartado gráfico y musical brillante. Un guion
que flaquea por su planteamiento pero que se
desarrolla con gran elegancia y eficacia y al que
suma un reparto muy creíble que nos trans-
porta perfectamente al final de la Guerra Fría.
La propuesta de David Leitch resulta intere-
sante y entretenida y ha conseguido llamar la
atención del público; con un presupuesto de
solo 30 millones la cinta ha recaudado 95 mi-
llones en las taquillas de todo mundo, supe-
rando así las cifras de la primera parte de la ya
mítica John Wick de su mismo director.
153
 CINE - CRÍTICA
EL CóMIC QUE INSPIRó LA PELÍCULA escenas de sexo lésbico y romper la monotonía
que supone que todos los personajes secunda-
rios de la historia original sean masculinos. Es
Publicada en 2012 por la editorial inglesa Oni
una jugada interesante que revaloriza a este
Press, La ciudad más fría está guionizada por
secundario que, en el cómic, pasa mucho más
Antony Johnston y dibujada por Sam Hart.
desapercibido y apenas goza de protagonismo.
La película es muy fiel a esta historia original,
salvando algunas diferencias: personajes que
cambian de género y edad y tramas ligera- El objetivo del guionista, Antony Johnston,
mente distintas. Pero en todos estos cambios, no era simplemente hacer una historia de es-
se preserva la esencia de la historia ideada por pías clásica, sino crear una trilogía. El segundo
Johnston, aun con la nueva perspectiva que da número ya está en el mercado inglés y, en esta
el salto de registro. ocasión el dibujante es Steven Perkins que
introducirá cambios significativos en el apar-
tado gráfico. Manteniendo el estilo sobrio, en
En el cómic, el dibujo de Sam Hart apuesta
blanco y negro, el dibujo es más trabajado y
por el blanco y negro, con un trazo rico en tinta
propenso al detalle: menos boceto. Habrá que
y unos acabados tipo boceto. Un estilo que
ver si, con el tirón de la película, Planeta
combina muy bien con una trama de novela
Cómic se anima a editar el resto de volúmenes
negra. Ahora bien, tiene el típico problema de
de la saga.
este tipo de propuesta: algunas veces no se
distingue bien a los personajes. Si se realiza
una lectura rápida del cómic, puede convertirse La ciudad más fría es un cómic muy recomen-
en una lectura algo atropellada. dable al cual, lo único que le resta es un apar-
tado gráfico demasiado simple. Como cómic de
espías el resultado es bastante satisfactorio.
Merecen una mención especial las escenas en
que Lorraine Broughton afila su lengua contra
la actitud de sus compañeros. Una manera in-
geniosa de retratar el machismo y sexismo de
la época sin caer en él. Pero por supuesto, lo
más importante es que la tensión y el misterio
están presentes en toda la historia, incluso ha-
biendo visto previamente la película. Aquí es-
pera una lectora a que llegue el segundo
volumen de la saga: El invierno más frío, y la
Continuando con el aspecto gráfico, la ambien-
posible secuela del filme protagoni-
tación de la época es más realista y respetuosa
zado por Charlize
que en la película. Lorraine Broughton aparece
Theron.
con vestido y gabardina largo, así como el pelo
oscuro y recogido. Otro detalle que contribuye
a hacer más verosímil la historia es la edad MòNICA REX
media de los personajes. Mientras que en el (@ArticaRg)
filme los personajes tienen un aspecto juvenil,
en el cómic no. Para empezar Percival es un
hombre de mediana edad, como el resto de su-
periores de Lorraine. Otros cambios interesan-
tes es el género del personaje de Henri Serlet
que en la película pasa a ser Delphine Lasalle.
En ella nos presentan a una espía joven e ino-
cente, esto permite dos cosas: unas cuantas

154

KINGSMAN: EL CÍRCULO DE ORO
La secuela de The Secret Service, nuevamente dirigida
por Matthew Vaughn
No sabemos hasta qué punto Mark Millar pen-
saba que Kingsman podía ser un punto de in-
flexión en su carrera. Uno de los muchos
cómics “palomiteros” que lanza a través de su
sello Millarworld, y que pasó completamente
desapercibido en su día, se convirtió en una
producción viable para la gran pantalla, al con-
trario de otras muchas obras de las que su
autor ha prometido adaptaciones que a día de
hoy no han visto la luz. Pero no solo eso, si no
que gracias al pulso del enérgico director Matt-
hew vaughn y al barroquismo de sus escenas
de acción, señas de identidad de la saga,
Kingsman: Servicio Secreto logró convertirse
en uno de los éxitos comerciales más sorpren-
dentes de 2014. Una nueva saga, que si bien
es deudora de muchas cosas del pasado, ha
conseguido abrirse paso dentro del cine de en-
tretenimiento adulto y asaltando una taquilla
saturada de franquicias y tipos en pijama.
CINE - CRÍTICA
Tal vez, algunos de los factores que hayan po-
dido influir a todo ello hayan sido, por un lado
la decadencia cinematográfica en un James
Bond dubitativo respecto al tono que debe se-
guir en un mundo post 11S en el que el espio-
naje comenzó a cuestionarse determinados
asuntos que antes no trataba de forma tan di-
recta. Los conflictos, preocupaciones y miedos
de la población cambiaron, y ese subgénero se
hizo eco de esas mutaciones.
Jason Bourne y su saga probablemente sean la
mayor revolución e influencia que ha vivido el
subgénero en lo que llevamos de siglo, caniba-
lizando tanto en forma como en fondo todas las
películas mainstream de espías que se han pro-
ducido en la última década. Kingsman vino a
rellenar y revitalizar el hueco abandonado; su
mayor acierto, y la causa de su éxito, es ha-
berse lanzado en el momento idóneo. The Man
from U.N.C.L.E. de Guy Ritchie, pretendió
155
 CINE - CRÍTICA
hacer exactamente lo mismo, unos meses des- Porqué sí, no nos engañemos: esta película se
pués, con unos resultados comerciales bas- posiciona ideológicamente en una postura un
tante más cuestionables. El alumno superó al tanto discutible. Por un lado, tenemos el con-
maestro, adelantándole por la izquierda. trovertido tema de la misoginia, que es más
que patente en esta película. El papel de las
mujeres aquí es totalmente pasivo, directa-
Y, después de todo ello, no se tardó en anunciar
mente trofeos que debe ganarse el héroe o vi-
una secuela, con vaughn de nuevo a bordo
llanas como la pérfida Poppy). Por otro lado,
como capitán de este barco. El director estuvo
tenemos una exaltación de los valores colonia-
un tiempo dudando, porque en su naturaleza
listas, la “old school class” tanto británica como
no están las secuelas, prefiere lanzarse a cons-
estadounidense. Los hombres con traje, pre-
truir mundos antes que estarse tiempo de más
sentables y bien plantados (que es lo máximo
en ellos, algo que resulta bastante coherente
a lo que aspira la “working class”, según la ló-
con lo frenético de su puesta en escena.
gica del filme) o los cowboys los que nos salvan
constantemente. Sí, logra comicidad. Sí, es
Al igual que sucede en la primera película, algo que si atendemos a los referentes (James
Kingsman: El Círculo Dorado arranca in media Bond, The Man from U.N.C.L.E., Los Vengado-
res, con una acción que nos conduce directa- res, o cualquier serie británica de espías) ya
mente al detonante, al igual que sucede en las era un elemento más que instaurado en este
películas de 007. En esta ocasión, vaughn te tipo de ficciones, pero en este caso que sigan
coge del cuello en un viaje lleno de peripecia, planteándose, resulta un tanto nocivo.
de fuegos de artificio, en el que el espectador
no tiene tiempo de plantearse seriamente nada
de lo que sucede. Simplemente se deja imbuir
en un mundo, con unas reglas propias muy
particulares, que cumple la máxima cinemato-
gráfica de “más grande que la vida”.

Ver estas películas es lo más cercano a montar

en una montaña rusa. Te despeinas por la ve-
locidad, te embelesa su barroquismo formal
(casi rozando lo rococó), te ríes con sus chistes
malos (aunque una vez bajes y vuelvas a la re-
alidad, te plantees que clase de persona eres
por reírte de determinadas cosas).
Con mayor tacto se ha tratado el contraste
entre la metodología entre Estados Unidos y el
Reino Unido. Aunque sea a través de la carica-
tura y la sátira, comprendemos algunas cues-
tiones relacionadas con el contraste cultural
entre los dos puntos del globo. A su vez, aun-
que tal vez en su resolución termine siendo
más convencional y no se profundice en ello lo
suficiente, siendo un tema de tal calado, re-
sulta muy valiente por parte del director que
nos plantee el tema de la legalización de la
droga en una película de estas características.

156
 CINE - CRÍTICA
En cualquier caso, en la primera parte de protagonista, dejándolo, en la conclusión de
Kingsman había algo más de ambigüedad que este filme, en una situación bastante inusual en
aquí ha desaparecido, moviéndose esta secuela el cine de espías. Una jugada interesante del li-
entre el blanco y negro. Es lo que tiene que los breto firmado por Jane Goldman y Matthew
personajes sean completamente planos y está- vaughn.
ticos, que no aprendan nada del viaje y que
terminen como han empezado. Pero, tal vez, si
El director de Kick-Ass o X-Men: Primera Gene-
hay que destacar a algún personaje, por tener
ración nos transporta en su megalómana, hi-
cierta tridimensionalidad, como el fantástico
perbólica y desatada visión de las escenas de
agente Whiskey, al que dota de credibilidad un
acción, que aquí son mucho más grandes e in-
divertido y siempre efectivo Pedro Pascal.
cluso depuradas. Aunque, sin em-
bargo, la magia y la sátira que
Por otro lado, también se ha desdibujado en supuso la, ya mítica, escena de la
cierto sentido, la crítica a la construcción social iglesia de la primera parte, ya no
clasista en la que nos movemos. Mientras que se va a recuperar, por mucho es-
en la primera parte teníamos a la alta sociedad fuerzo que ponga el director con
salvándose en un arca de Noé, mientras el po- esos planos largos, llenos de ele-
pulacho la palmaba, aquí se ha quedado en una mentos a los que prestar aten-
insuficiente caricatura inerte de Trump y Hi- ción y con coreografías ante
llary Clinton. Se echa de menos algo más hi- todo estéticas.
riente, viniendo de dónde venimos. vaughn, en mu-
chas ocasiones,
recuerda en esa
No obstante, Kingsman: El Círculo Dorado tiene
visión lúdica
carisma suficiente como para que entremos fá-
de determina-
cilmente en su mundo. Es una película que
das escenas
sabe perfectamente lo que quiere, que sabe en
a Edgar
la liga en la que juega, lo que espera y lo que
Wright, ha-
busca el espectador. Y da lo que se pretende,
biendo al-
no engaña a absolutamente pretendiendo ser
canzado,
más de lo que es. Pero tampoco menos.
en ambos
Es una película cuya construcción argumental
casos, el
es muy sólida, en la que todo lo que se nos
epítome
plantea tiene utilidad en su globalidad, y en la
de su ca-
que todo está medido al milímetro. Se aprecia
rrera, lo
mucho las siembras y las recolectas del guion,
que llevan
y el hecho de que no se desaproveche absolu-
p e r s i -
tamente nada. No hay ningún tipo de deus ex
guiendo
machina, ni ninguna anticipación sin cumpli-
d e s d e
miento. Todo funciona, y todo fluye a nivel ar-
siempre:
gumental.
esa sin-
croniza-
Además, la película comprende perfectamente ción entre
su condición de secuela: no pretende repetir música y
esquemas, si no que busca enriquecer lo que filme en
ya sabemos de estos personajes y su mundo, una especie
incluso aportando ciertas ideas de interés. Uno de musical.
de los chistes de la película anterior, se con- Y ese frene-
vierte en uno de los conflictos principales del tismo, esas

157
 CINE - CRÍTICA
ganas de divertirse se contagian y hacen que de las cosas, de la vida. Pretenden dar un pro-
se disfrute de cada uno de los planos que com- ducto que se posiciona como ninguno en un
ponen las, nada (a priori), ligeras 2 horas y 21 enérgico entretenimiento palomitero, que debe
minutos de metraje de Kingsman: El Círculo ser leído como algo puramente posmoderno,
Dorado. con un mensaje dentro de los géneros que
abordan. Ideas más o menos originales, que
transgreden y a la vez alaban aquello en lo que
se fijan. Kingsman: El Círculo Dorado logra
todo ello. Y lo hace con una clase que ya qui-
sieran muchos otros productos que nos llegan,
con un director que tiene unas señas de iden-
tidad que, a estas alturas,
le convierten en uno de los
directores más reconoci-
bles del gran cine mains-
Destaca, la selección de temas, que una vez in-
tream en el que nos
tegradas en la película a través de un montaje
movemos actualmente. No
y unas coreografías perfectamente coordina-
hay que olvidar que los
das, logra dotar a la película de un tono muy
modales hacen al hombre.
particular; desinhibido, artificioso y socarrón
solo te da dos opciones: o entras o te quedas
en casa, mientras se ríe de ti por pringado. PEDRO DE
MERCADER
(@pedrode-
Con un plantel de estrellas en su salsa, y sa-
mercader)
cando sus partes más caricaturescas e histrió-
nicas sin ningún problema. Channing Tatum
y Jeff Bridges en plan sureño o Julianne
Moore que no ha estado nunca tan histriónica
como en su papel de Poppy. Hay que estar
atentos al guiño de Capitán Fantastic dentro de
la película, en un diseño de producción que pa-
rece haber sido diseñado en base a todo lo que
le gusta primariamente al director, sin ningún
criterio de que haya alguna coherencia. Y sí, el
director no se pudo resistir a añadir otro guiño
a El Gran Lebowsky, teniendo dos actores prin-
cipales de la misma en su película. Más conte-
nidos, pero igualmente icónicos, resultan de
nuevo Taron Egerton, desenvolviéndose a las
mil maravillas como galán y hombre de acción;
el veterano Colin Firth, cuyo personaje tiene
algo más de desarrollo que en la prima parte;
y un Mark Strong en un papel completamente
sorprendente.

Mark Millar, tras esta tercera colaboración, ha

encontrado su alter ego cinematográfico. Tanto
él, en su medio, como vaughn con sus adap-
taciones, no quieren cambiarte tu percepción

158
 CINE - CRÍTICA

PREDICADOR. SEGUNDA TEMPORADA

Analizamos la adaptación televisiva del canal AMC basada en el popular
cómic de Garth Ennis y Steve Dillon

Después de años de idas y venidas, con nom-
bres como Robert Rodríguez o Sam Mendes
vinculados al proyecto sin llegar a ninguna
parte, finalmente fueron Seth Rogen, Evan
Goldberg y Sam Catlin los que convencieron
a la cadena AMC (The Walking Dead) para
sacar adelante la adaptación televisiva del mí-
tico cómic Predicador que los británicos Garth
Ennis y Steve Dillon idearon para el sello Ver-
tigo de DC Comics en 1995. Con Dominc
Cooper como Jesse Custer, Ruth Negga en la
piel de Tulip y Joseph Gilgun dando vida a
Cassidy. El trío de showrunners se ocupó de re-
alizar una decepcionante tanda de episodios
que se revelaban como una precuela de lo que
narraron los autores de Hellblazer en las viñe-
tas. Se alejaban considerablemente del cómic,
moldeando una pieza que no funcionaba como
adaptación y que lo hacía a duras penas como
producto televisivo más allá de la buena labor
de realización y al acierto de casting que su-
puso la, en principio, desconcertante elección
de los actores principales. Aunque la primera
temporada fue una decepción el éxito de au-
diencia fue sobresaliente y llegó una segunda,
que según comentaron sus autores en la Comic
Con de San Diego de 2016 iba a ser más fiel a
los cómics, promesa que finalmente han cum-
plido sólo a medias como hemos podido ver
una vez hemos degustado íntegramente el
nuevo material de la cabecera.
La segunda temporada de Predicador se divide
en dos partes diferenciadas por el rol de impor-
tancia que toma la pareja de villanos que en
ella conviven. La primera se centra en la figura
de El Santo de los Asesinos (Graham McTa-
vish) cuya génesis ya fue presentada y desa-
rrollada en la anterior temporada; la segunda
gira entorno a Herr Star (Pip Torrent), miem-
bro de la organización religiosa conocida como
El Grial. El arranque transmite no pocas malas
vibraciones ya que los primeros episodios

159
 CINE - CRÍTICA
(sobre todo el segundo, Mumbai Sky Tower,
con el regreso puntual del indigerible ángel
Fiore) siguen manteniendo la dispersión narra-
tiva, el poco aprovechamiento del potencial de
los personajes y el mal uso que dan de un
Santo de los Asesinos que se aleja en demasía
de la sobrenatural máquina de matar que co-
nocimos en las viñetas a manos de Garth
Ennis y Steve Dillon. También es cierto que
podemos encontrar algún fogonazo de inspira-
ción (los protagonistas en la biblioteca bus-
cando información del pistolero sobrenatural
con la inclusión de ilustraciones clásicas del
personaje a manos de Carlos Ezquerra,
Glenn Fabry o el ya mencionado Steve Di-
llon) y un intento por dar cierta profundidad a
los personajes principales que eclosionará más
tarde. Pero, en líneas generales, la primera
mitad de la temporada no deja atrás las defi-
ciencias que le venían heredadas de la primera
tanda de episodios.
En su segunda parte, concretamente en el
sexto episodio titulado Pig, se establece el per-
sonaje de Herr Star como secundario fijo den-
tro del reparto y el programa comienza a coger
vuelo gracias a la presencia de tan peculiar vi-
llano y a las semillas que los guionistas habían
plantado en los primeros capítulos que facilitan
el desarrollo de la personalidad de Tulip y Cas-
sidy. El asentamiento del Grial en el núcleo ar-
gumental con personajes como el ya citado
Star o los de Lara y Hoover, la intervención de
estos como extremistas religiosos con la misión
de asesinar a los protagonistas (el arranque del
episodio Puzzle Piece con el grupo de asalto
está rodado con mucha potencia) y lo inteligen-
temente que se usan los dilemas morales a los
que se enfrentan los personajes de Ruth
Negga (el haberse vuelto adicta al peligro tras
mantener contacto físico con el Santo de los
160
Asesinos) y Joseph Gilgun (su relación con el
misterioso personaje de Denis) sirven para dar
empaque a media docena de episodios en los
que el show va cogiendo fuerza narrativa y co-
hesión temática. Por desgracia, hasta en ese
periodo de bonanza creativa encontramos las-
tres argumentales, como toda la subtrama de
Caraculo en el infierno que sólo se salva por
algún recurso meritorio en la escritura y la
labor de los actores a la que volveremos más
tarde.
Como comentábamos al inicio Seth Rogen,
Evan Goldberg y Sam Catlin sólo han cum-
plido en un 50% su promesa con respecto a
que esta segunda temporada iba a ser más fiel
a los cómics de vertigo. Por un lado es cierto,
esta nueva tanda de episodios se alimenta más
de las viñetas de Garth Ennis y Steve Dillon
a la hora de abordar personajes, tramas y
hasta el tono políticamente incorrecto (ese ini-
cio del episodio Dirty Little Secret con Jesu-
cristo de protagonista), pero todo está
predispuesto de manera desordenada y caó-
tica, sin orden ni concierto. En este sentido, lo
mejor que puede hacer el espectador que ha
leído los cómics es algo semejante a lo que le
pasó a los que habían leído a Robert Kirkman
antes de ver The Walking Dead, aceptar que
esto no es una adaptación de las viñetas, sino
una reinterpretación de las mismas que sólo re-
currirá a sus tramas y criaturas de manera tan-
gencial. Una vez asumamos eso podremos
dejarnos llevar por un producto que a marchas
forzadas, y con algo de retraso, comienza a
tomar entidad como una serie con la que real-
mente merece la pena perder el tiempo, lejos
de llegar a ser un proyecto brillante, pero con
los suficientes alicientes como para satisfacer
a distintos tipos de espectador y lector de la
obra original con la mente abierta. Pero son los
personajes y la labor de los actores que les dan
vida lo que se ha revelado como el mejor ali-
ciente de esta nueva temporada. Enorme
acierto de casting haber elegido al británico Pip
Torrens para dar vida a Herr Star, ofreciendo
una encarnación que en ocasiones supera a la
de las viñetas con pasajes memorables como
el de sus adiestramiento para formar parte de

El Grial (lo de la distracción onanista en plena
lucha es descacharrante) o las dos destacables
escenas que protagoniza relacionadas con la
sodomía. Sus miradas, tono de voz y lenguaje
corporal son lo mejor del apartado artístico de
esta temporada y seguro que en la próxima nos
deparará más de un momento para el re-
cuerdo. En cambio, más austera es la labor de
Graham McTavish como el Santo de los Ase-
sinos, aunque cumple con profesionalidad a la
hora de darle vida con fiereza y rotundidad fí-
sica a su rol de villano. Ruth Negga vuelve a
llenar de carisma, dureza y vulnerabilidad a
Tulip, la actriz británica ha ido poco a poco mol-
deando su versión del personaje y ese poso de
amargura en el que se adentra en esta tempo-
rada le queda genial. Algo parecido sucede con
Joseph Gilgun como Cassidy, ya que su rela-
ción con el Denis de un remarcable Ronald
Guttman sirve para que conozcamos una fa-
ceta diferente del vampiro irlandés y su conti-
nua lucha interna entre el raciocinio y su lado
salvaje. Curiosamente el personaje principal
que menos destaca esta segunda tanda de epi-
sodios es el Jesse Custer de un esforzado Do-
minic Cooper que aun protagonizando
algunas secuencias recuperables (su pelea con
los sicarios de Viktor, la batalla campal con los
armenios en la clase del colegio) queda eclip-
sado por la labor de sus compañeros de re-
parto.
Pero hay una subtrama en Predicador que dis-
curre paralela a la que atañe a los tres perso-
najes principales, la de Caraculo confinado en
el infierno y rodeado de criminales que día tras
día deben rememorar el instante más doloroso
de sus vidas y donde nuestro joven amigo tra-
bará amistad con el más inesperado de los alia-
dos, el mismísimo Adolf Hitler. Al igual que en
la primera temporada el estadounidense Ian
Colleti inyecta compasión, ternura y bondad a
su personaje y una vez más se gana el corazón
del respetable con su cara deformada, mirada
lastimera y vocalización ininteligible. Por otro
lado, el británico Noah Taylor (Casi Famosos,
Juego de Tronos o Al Filo del Mañana) ofrece
una divertidísima versión del “Führer” que se
adentra en no pocas ocasiones en una sana in-
CINE - CRÍTICA
corrección política humanizándolo hasta límites
en los que nos vemos obligados casi a empati-
zar con él, aunque finalmente siempre salga a
la luz su perfil cobarde, xenófobo y genocida.
Su última escena en la temporada sintetiza, por
medio de la comedia absurda y el slapstick, su
rol como ser penoso y patético, apuntando su
regreso en un futuro para saldar cuentas pen-
dientes con su amigo Caraculo.
Después de unos primeros episodios, consigue
enderezar el barco y parecer por primera vez
en su historia un producto meritorio, que sabe
utilizar adecuadamente su original argumento
y buscar un rumbo fijo para en el futuro ofrecer
una producción de verdadera calidad dentro de
su género. El problema reside en que por
mucho que el trabajo de Sam Catlin, Seth
Rogen, Evan Goldberg y sus equipos técnico
y artístico haya mejorado considerablemente,
no lo ha hecho lo suficiente como para que Pre-
dicador deje de ser una serie simplemente
aceptable y entretenida. En una parrilla televi-
siva en la que ha tenido que competir con
pesos pesados como Juego de Tronos, Twin
Peaks, The Handmaid’s Tale o The Leftovers, la
adaptación del cómic del predicador que se
unió a su ex novia y a un vampiro irlandés para
buscar a dios a lo largo y ancho del sur de Es-
tados Unidos palidece irremisiblemente. Mucho
tendrá que mejorar en un futuro cercano la
producción para que el que esto firma no la re-
comiende como otra cosa que no sea un pro-
yecto catódico para pasar el rato y con el que
no pensar demasiado mientras ve sus capítu-
los, tan divertidos y frenéticos como intrascen-
dentes y rápidamente olvidables.
JUAN LUIS DAZA (@juanluisdaza82)
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