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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN

ANTONIO ABAD DEL CUSCO

Facultad de Arquitectura e Ing. Civil

ALUMNO : HENRY E. SALLO PUMACAHUA

CARRERA : ARQUITECTURA

DOCENTE : ARQ. RENE NAVARRO HALANOCCA

CURSO : TECNOLOGIA DE LA CONSERVACION

CODIGO : 131433

LA RESTAURACION, CONCEPTOS Y

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES.

CIUDAD UNIVERSITARIA,

MAYO DEL 2018


Contenido
INTRODUCCION ..................................................................................................................... 1

1. Relación con la restauración científica y crítica de las cartas internacionales de Atenas,

Venecia, Zimbabwe y el Plan Maestro del Centro histórico del Cusco.......................................... 2

1.1 Carta de Atenas ................................................................................................................ 2

1.1.1 Camilo Boito y los inicios de la Restauración Científica.......................................... 2

1.1.2 Gustavo Giovannoni y la Segunda Carta del Restauro. ............................................ 2

1.2. Carta de Venecia ....................................................................................................... 4

1.3 Carta de zimbabwe ........................................................................................................... 5

2. Ocho principios de Camilo Boito ..................................................................................... 6

3. Principios de la teoría restauro de Cesare Brandi ............................................................ 7

3.1 Principios de la obra de arte ............................................................................................. 7

3.2 Principios para la restauración de monumentos arquitectónicos ..................................... 8

Conclusiones .............................................................................................................................. 9

Bibliografía .............................................................................................................................. 10
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INTRODUCCION

Docente encargado Arq. RENE NAVARRO HALANOCCA de la asignatura “TECNOLOGÍA

DE LA CONSERVACIÓN” de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco, Facultad

de Arquitectura e Ing. Civil, Escuela Profesional de Arquitectura, con la debida consideración

que se merece entrego mi documento de análisis y estudio de las algunas cartas internacionales,

así como algunos conceptos y teorías de la restauración los cuales he desarrollado de manera más

explicativa posible esperando sea de su agrado.


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1. Relación con la restauración científica y crítica de las cartas internacionales de

Atenas, Venecia, Zimbabwe y el Plan Maestro del Centro histórico del Cusco

1.1 Carta de Atenas

1.1.1 Camilo Boito y los inicios de la Restauración Científica.

La carta de Atenas es producto de la convención de una serie de teorías las cuales parten de

un proceso de estudio el cual es a su vez proceso de la evolución teórica del concepto de lo que

se entiende por Conservación y Restauración, siendo primera base la obtenida del estudio de

Camilo Boito y la primera Carta Restauro. Si las dos líneas teóricas de restauración, base de las

siguientes metodologías eran la francesa y la inglesa, será la llamada “tercera vía”, lo que se

denominará posteriormente “restauración científica”, la que procurará arbitrar entre las bases de

la restauración moderna. Camilo Boito (1836-1914) planteará adoptar lo mejor de ambas partes

eliminando tanto la parte conservacionista como la de la restauración estilística, equilibrando de

manera científica y racional la idoneidad de no restaurar idealmente pero tampoco no hacerlo y

dejar que el ciclo vital del monumento acabe con él. Con esta perspectiva reconciliadora de las

bases restauradoras, se establecen una serie de procedimientos de lo que será llamada la primera

Carta del Restauro de 1883.

1.1.2 Gustavo Giovannoni y la Segunda Carta del Restauro.

Giovannoni (1873-1947) va a ser quien consolidará la teoría científica de restauración,

defendiendo y ampliando las ideas de Boito convirtiéndose en el heredero directo de sus

doctrinas. Giovannoni clasificará las intervenciones a realizar en un monumento en cinco tipos

siguiendo la estela de Boito: consolidación, recomposición, liberación, complementación e

innovación. Desde la primera carta del restauro de Boito en 1883 hasta principios de los años 30,

se vio la necesidad por el tiempo transcurrido y por las intervenciones claramente subjetivas que
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se habían producido, de la obligación de unificar criterios a la hora de acometer una restauración,

debido a que la problemática de conservación estaba siendo similar en todos los países europeos,

en 1931 en Atenas se reúnen especialistas en la materia con la intención de sentar unas bases

adecuadas para todos los allí reunidos y que sirviese de normativa a la hora de intervenir

patrimonialmente. La carta de Atenas introduce una serie de innovaciones importantes dentro de

la lógica conservativa como la del punto II de la misma en la que además de condenar cualquier

restitución integral, se aboga por el mantenimiento regular de la obra y siempre que sea posible

la ocupación del monumento, lo cual le garantiza una continuidad vital siempre que las labores a

realizar dentro del edificio no interfieran con el carácter histórico y artístico del mismo. Este

punto importante será recogido en la Carta del Restauro de Giovannoni de 1932, donde introduce

el concepto de “monumento muerto”, referido a los imposibles de hacer utilitarios, como puedan

ser los restos arqueológicos o restos de fortalezas extramuros en los que la única forma de

intervención sería por medio de la anastilosis de manera conservativa. Y debido a la importancia

de conservación que tienen los restos más antiguos, en el caso de no poder disponer de ellos para

su conservación por ser imposible de todo modo, se deben enterrar otra vez una vez constatados

y analizados y así volver a su estado original para su protección. De esta forma en 1932 codifica

definitivamente en la Carta del Restauro de restauración científica que en Italia “se eleva a rango

de un gran asunto nacional” y va a ser fruto de la necesidad de establecer una normativa por

parte del Consejo Superior de Antigüedades y Bellas Artes donde a lo largo de 11 puntos se

consolidan y concretan cuestiones ejemplares como la eliminación de cerramientos en ventanas e

intercolumnios de pórticos, como “afeamiento inútil”, pero siempre consensuado y no remitido a

juicios personalizados de quien emprende la restauración. (Alvarez, Artes y humanidades, 2014,

págs. 160,161,162)
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1.2. Carta de Venecia

La segunda guerra mundial y la importantísima destrucción patrimonial que sufrió Europa,

supusieron una revisión de los planteamientos hacia los bienes patrimoniales y por tanto, una

relectura de las teorías de restauración. Esta destrucción puso en evidencia la necesidad de

recuperar un patrimonio perdido como símbolo de las distintas identidades nacionales. Toman

fuerza nuevos valores que poseen las obras de arte y eso supone una revisión de los

planteamientos que marcaban el “restauro científico”. El valor documental o histórico no es el

único referente a tener en cuenta a la hora de considerar un objeto para su conservación. Aparece

como referente fundamental el valor estético y que puede estar por encima del valor histórico. Se

afirma que una obra de arte no es sólo un documento sino que es, ante todo, un acto que expresa

un mundo espiritual y que por eso asume importancia y significado. La consideración del valor

artístico es preponderante como fundamento de la restauración.

La aparición del valor estético en comunión con el histórico a la hora de estimar un objeto

artístico, supondrá el surgimiento de la teoría que más influencia ha tenido en el mundo de la

restauración. Se trata del “restauro crítico” con la figura de Cesare Brandi a la cabeza. Plantea

que la restauración debe ser realizada de modo que garantice el componente artístico del

resultado; debe recuperar la unidad figurativa, su entidad y naturaleza artística. Todo esto no

niega la necesidad de preservar la lectura documental sino que se subordina a la preeminencia

del valor artístico. Esta presencia de dos valores de importancia capital implica un proceso

crítico a la hora de acometer una restauración y es este proceso crítico el que condicionará la

dificultad de la restauración. Esto no supone volver a planteamientos de reconstrucciones

indiscriminadas, sino que el proceso crítico marcará también los límites que conllevarán la

intervención. La aparición del restauro crítico no supuso la invalidación de los principios


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formulados por Camilo Boito, sino que se han mantenido, especialmente en lo que se refiere a

los objetos que no gozan del carácter artístico sobre los que se centra Brandi.

Por lo que se ve entre estudio de Brandi, Bonelli, Pane entre otros siendo este último participe

de la comisión, una guia dentro de los criterios de realizar la carta de Venecia, de los cuales

podemos observar algunos puntos de la carta en si en los que guarda similitud con la restauración

critica:

La restauración es una operación que debe tener un carácter excepcional. Tiene como fin

conservar y revelar los valores estéticos e históricos del monumento y se fundamenta en el

respeto a la esencia antigua y a los documentos auténticos. Su límite está allí donde comienza la

hipótesis: en el plano de las reconstituciones basadas en conjeturas, todo trabajo de complemento

reconocido como indispensable por razones estéticas o técnicas aflora de la composición

arquitectónica y llevará la marca de nuestro tiempo. La restauración estará siempre precedida y

acompañada de un estudio arqueológico e histórico del monumento. (Barrios, Conservacion y

restauracion de objetod antiguos, 2014, págs. 12,13,14)

1.3 Carta de zimbabwe

La cual presenta algunos aspectos los cuales no son más de juicio de restauración critica sino

más de la científica o podrían claro ser un poco de ambas siendo la científica la de mayor realce,

de donde citaremos algunos pasajes que asemejan está a la científica:

 El valor y la autenticidad del patrimonio arquitectónico no pueden fundamentarse en

criterios predeterminados porque el respeto que merecen todas las culturas requiere que el

patrimonio material de cada una de ellas sea considerado dentro del contexto cultural al

que pertenece.
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 El valor del patrimonio arquitectónico no reside únicamente en su aspecto externo, sino

también en la integridad de todos sus componentes como producto genuino de la

tecnología constructiva propia de su época. De forma particular, el vaciado de sus

estructuras internas para mantener solamente las fachadas no responde a los criterios de

conservación.

 Habitualmente, un equipo pluridisciplinario, cuya composición vendrá determinada por el

tipo y la envergadura del problema, debe trabajar conjuntamente desde las primeras fases

del proyecto, así como en el examen inicial del lugar y en la preparación del programa de

investigación.

 La práctica de la conservación requiere un conocimiento exhaustivo de las características

de la estructura y los materiales. Es fundamental disponer de información sobre la

estructura en su estado original y en sus primeras etapas, las técnicas que se emplearon en

la construcción, las alteraciones sufridas y sus efectos, los fenómenos que se han

producido y, por último, sobre su estado actual.

2. Ocho principios de Camilo Boito

Boito defiende que el monumento pierde importancia cuando el investigador puede dudar si

intervenciones anteriores han alterado más o menos las formas o si han añadido elementos que

parecen originales, y propone de forma metódica ocho reglas o principios a seguir en la

actuación:

1. Diferencia de estilo entre lo nuevo y lo viejo.

2. Diferencia de materiales en las fábricas.

3. Supresión de molduras y decoración.

4. Exposición de las partes eliminadas abierta en lugar continúo al monumento.


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5. Incisión de la fecha de la actuación o de un signo convencional en una parte nueva.

6. Epígrafe descriptivo fijado al monumento.

7. Descripción y fotografías de las diversas fases de los trabajos, depositadas en el

monumento o en lugar público próximo, sustituible por la publicación.

8. Notoriedad de las acciones realizadas. (Salvador C. R., Amigos de los museos, 2001,

págs. 28,29)

3. Principios de la teoría restauro de Cesare Brandi

3.1 Principios de la obra de arte

Brandi precisa 3 principios, los cuales se han de tomar en cuenta en la aplicación de

restauración para las obras de arte, al describir la potencialidad de una obra de arte como una

unidad y una cualidad dentro de un todo por lo cual deriva principios los cuales a su criterio no

han de considerarse empíricos y son:

1. La reintegración: debe ser reconocible siempre con facilidad; pero sin que por esto

haya que romper esa unidad que precisamente se pretende reconstruir. Por ello, la

reintegración deberá ser invisible desde la instancia a la que la obra de arte a de

contemplarse, pero inmediatamente reconocible, y sin necesidad de instrumentos

espaciales en cuanto se acceda a la visión apenas más próxima.

2. La materia de la que resulta la imagen: la cual es únicamente insustituible únicamente

donde colabore directamente a la figuración de la imagen, es decir, en cuanto al

aspecto pero no tanto en cuanto a su estructura.

3. El futuro: establece que cualquier intervención de restauración no haga imposibles

eventuales intervenciones futuras, antes al contrario las facilite. (Brandi, Teoria de la

restauracion ,version actualizada 1995, págs. 26,27)


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3.2 Principios para la restauración de monumentos arquitectónicos

Brandi establece principios para la restauración de monumentos arquitectónicos los cuales

según su propio juicio son los mismos establecidos para las obras de arte, todos estos descritos

en su libro “Teoría de la Restauración”.

Sin embargo al aplicar la restauración de monumentos arquitectónicos, las normas de

restauración de obras de arte es preciso tener en primerísimo lugar la estructura formal de la

arquitectura, que difiere de las obras de arte. (Brandi, Teoria de la restauracion , version

actualizada, 1995, pág. 78)

Aspecto que añade a la arquitectura, sin embargo, manteniendo las anteriores por el sentido

que Brandi considera a la arquitectura como una obra de arte más, pero con la particularidad de

que en esta la estructura formal se convierte en mayor resaltante.


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Conclusiones

Mediante el presente trabajo hemos de realizar la siguiente observación:

Que el proceso de restauración no es más que producto de la continuidad teórica y sucesión de

conceptos los cuales se basaron unos de otros para su adaptación o replanteamiento sin embargo

no ha de poder menospreciar uno con respecto a otro, puesto que cada nuevo concepto ha de

haber sido producto de la anterior, de sus estudio, reflexión, y criterio, por lo cual en los varios

documentos de hoy no se podría hablar de un preciso concepto de restauración, sino de uno

producto del análisis de los anteriores.


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Bibliografía

 ICOM-CC XV° conferencia trianual. (2008). Terminología para definir la conservación

del patrimonio cultural tangible. XV° conferencia trianual (págs. 1,2 ). Nueva Delhi:

ICOM.

 Alvarez, T. M. (2014). Los restauros italianos antes de la II guerra mundial. Revista de

artes y humanidades , 160, 161,162.

 Barrios, C. T. (2014). Conservacion y restauracion de objetos antiguos. Madrid: ISBN.

 Brandi, C. (1995). Teoria de la restauracion . Madrid: Alianza Editorial.

 Brandi, C. (1995). Teoria de la restauracion, version actualizada. Madrid: Alianza.

 Cultura, I. N. (2007). Documentos fundamentales para el patrimonio. Lima: ISBN.

 Cultura, I. N. (2007). Documentos fundamentales para el patrimonio cultural. Lima:

ISBN.

 Ramos, S. C. (2001). Rehabilitar el patrimonio arquitectonico. Amigos de los museos,

28,29.

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