Reconstrucción
Tras la ruptura del orden colonial, las disputas acontecidas durante la década de
1810 entre los representantes de un régimen político centralizado y los que
pretendían crear un república autónoma, confederada, dieron por terminada la
existencia de un gobierno central a comienzos de 1820. La consecuencia directa fue
el surgimiento de nuevas entidades territoriales autónomas, las provincias. Esta
nueva forma de gobierno no renunciaron a unirse bajo un pacto constitucional, pero
comenzaron a organizar sus instituciones según el modelo republicano. Las
experiencias acontecidas en cada provincia fueron desiguales: en tanto algunas
tuvieron un mayor grado de institucionalización política, en otras se observa una
gran inestabilidad institucional o también la presencia de caudillos locales.
En este último aspecto, los voceros de la revolución procurarán terminar con las
desigualdades injustas del antiguo régimen en pos de la libertad e igualdad. En
oposición a los “súbditos” del Rey, a la forma de organización en cuerpos (nobleza,
iglesia, gremios, ejército, etc.), la ciudadanía supone la proclamación del individuo
como sujeto de derecho, esto es, el reconocimiento formal de la igualdad jurídica de
las personas en materia civil y eventualmente en materia política.
Derrumbe del Poder Nacional y Tentativas de
Reconstrucción
Tras la ruptura del orden colonial, las disputas acontecidas durante la década de
1810 entre los representantes de un régimen político centralizado y los que
pretendían crear un república autónoma, confederada, dieron por terminada la
existencia de un gobierno central a comienzos de 1820. La consecuencia directa fue
el surgimiento de nuevas entidades territoriales autónomas, las provincias. Esta
nueva forma de gobierno no renunciaron a unirse bajo un pacto constitucional, pero
comenzaron a organizar sus instituciones según el modelo republicano. Las
experiencias acontecidas en cada provincia fueron desiguales: en tanto algunas
tuvieron un mayor grado de institucionalización política, en otras se observa una
gran inestabilidad institucional o también la presencia de caudillos locales.
En este último aspecto, los voceros de la revolución procurarán terminar con las
desigualdades injustas del antiguo régimen en pos de la libertad e igualdad. En
oposición a los “súbditos” del Rey, a la forma de organización en cuerpos (nobleza,
iglesia, gremios, ejército, etc.), la ciudadanía supone la proclamación del individuo
como sujeto de derecho, esto es, el reconocimiento formal de la igualdad jurídica de
las personas en materia civil y eventualmente en materia política.