La revolución norteamericana fue una revolución burguesa,
causada por las trabas que la metrópoli ponía al desarrollo del capital industrial norteamericano. A finales de la guerra de los siete años, Inglaterra quería reformar el pacto colonial para de esta manera poder centrar el poder en las instituciones feudales, es decir, dotar de poder virreinal a los gobernadores de las trece colonias. Además ubicó a sus soldados en los hogares de los norteamericanos e impuso una serie de impuestos indirectos sobre los cultivos producidos en el agro norteamericano y comercializados en sus principales puertos. Los dirigentes de las trece colonias eran burgueses acostumbrados a gozar del poder social y de un amplio poder político, de aquí que mostraran una total rebeldía frente a las medidas tomadas por la metrópoli. La riqueza estaba desigualmente dividida: en el campo la tensión entre grandes hacendados y pequeños propietarios venia de antiguo; en la ciudad los grandes comerciantes se agrupaban en una elite social mientras veían el descontento de artesanos, obreros y marineros. Estos conflictos fueron parte de la propia revolución y la dotaron de una reconocible participación campesina. El desarrollo de una conciencia revolucionaria popular, es anterior a la proclamación de la política fiscal por parte de Londres. A partir de 1765 el movimiento popular se une con los patriotas burgueses y Gran Bretaña pasa a ser el gran enemigo.
2.- FRANCIA Y LA REVOLUCION INDUSTRIAL
Esta revolución industrial tuvo sus comienzos entre los siglos XVIII y principios del XIX y fue Gran Bretaña el país que llevó la delantera, seguido del resto de Europa continental, quienes tuvieron que sobrellevar una serie de transformaciones socioeconómicas, tecnológicas y sociales, para lograr formar parte de la misma. Haciendo énfasis especial en Francia, en este país el movimiento revolucionario se da de forma más tardía que en Inglaterra, debido a una serie de factores que influyeron en su lento crecimiento industrial en el siglo XIX, exactamente entre los años 1835-1840. Entre los factores se destacan los siguientes: Escasez de materias primas. La clase campesina en un gran porcentaje tenía derecho absoluto sobre las tierras. La existencia de un lento crecimiento demográfico, con el que siempre se ha caracterizado Francia y en general Europa, hasta la actualidad.
3.- EL PATRIMONIO CULTURAL
El concepto de patrimonio cultural es subjetivo y dinámico, no depende de los objetos o bienes sino de los valores que la sociedad en general les atribuyen en cada momento de la historia y que determinan qué bienes son los que hay que proteger y conservar para la posteridad.
La visión restringida, singular, antigua, monumental y
artística del patrimonio del siglo XIX será superada durante el siglo XX con la incorporación del concepto de valor cultural.
Hoy son varios los documentos internacionales que
consolidan una visión amplia y plural del patrimonio cultural, que valoran todas aquellas entidades materiales e inmateriales significativas y testimoniales de las distintas culturas, sin establecer límites temporales ni artísticos, considerando así las entidades de carácter tradicional, industrial, inmaterial, contemporáneo, subacuático o los paisajes culturales como garantes de un importante valor patrimonial.
4.- LA DEMOCRACIA COMO FORMA DE VIDA Y SUS CARACTERISTICAS
La democracia es un estilo de vida, no un sistema electoral.
Como puedes darte cuenta la democracia la practicamos en todas partes, cuando nos subimos a un camión, al hacer fila, en una tortillería y en tu propia casa cuando se toman decisiones para el bien común de la familia. La democracia como estilo de vida es un modo de vivir basado en el respeto a la dignidad humana, la libertad y los derechos de todos y cada uno de los miembros de la comunidad, en donde se garantiza los derechos de los habitantes y se deben respetar las opiniones de cada persona. La democracia como forma de gobierno es la participación del pueblo en la acción gubernativa por medio del sufragio y del control que ej erce sobre lo actuado por el estado pero también es el conjunto de valores, principios, normas y procedimientos expresados a través de la organización del gobierno.
CARACTERISTICAS: Igualdad y Libertad Representatividad Constitucionalidad Descentralización de decisiones Derechos Humanos
5.- PRINCIPIOS QUE SUSTENTE LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA.
Cuando se suman acciones es mucho más fácil conseguir o resolver asuntos de carácter público. Principalmente si se basan en los siguientes principios de la participación ciudadana: TRANSPARENCIA COMUNICACIÓN RESPONSABILIDAD RESPETO A LA DIVERSIDAD RESPETO A DISERNIR
6.- LA DIVERSIDAD Y GLOBALIZACIÓN
La Globalización es el liberalismo económico, social, cultural y tecnológico que, a través del tiempo ha ido abriendo mercados, servicios y metas para países más pequeños para una conexión mundial sin límites. Integra voluntaria o involuntariamente a países menos desarrollados a los marcos establecidos por las potencias mundiales.Es una nueva estrategia de liberalismo, donde afecta a las culturas y economías de países pequeños. Relación Políticas culturales y diversidad cultural: ventajas e inconvenientes Los países coinciden, en general, en una interesante y diáfana retórica sobre el tema de la diversidad cultural: Los gobiernos deben otorgar un trato prioritario a la protección y al fomento de la identidad y de los valores nacionales predefinidos. Los gobiernos deben de multiplicar e intensificar sus esfuerzos por lograr mantener la cohesión social dentro de sus fronteras nacionales. En el ámbito de la formulación de políticas culturales, la diversidad cultural es una herramienta que permite establecer un equilibrio entre las culturas locales y las influencias de la mundialización y de la comercialización. Si bien son compartidos, estos puntos de vista no necesariamente quieren decir que hay homogeneidad a la hora de plantearse la manera en que se han de implantar o interpretar los principios de la diversidad cultural dentro de los correspondientes marcos y estructuras.
7.- INTEGRACIÓN ECONOMICA CAN
La Comunidad Andina es un actor importante y comprometido con las iniciativas regionales de integración porque considera que con ellas se está “forjando la Patria Grande Latinoamericana y Caribeña”, a la que los países andinos aspiran desde los inicios del bloque andino en 1969. Por ello, la CAN ha sido partícipe de la creación de la Unión Suramericana de Naciones (UNASUR) y también ha sido un entusiasta participante del nacimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). La experiencia y capacidades acumuladas por la Comunidad Andina son una base y un referente importante" tanto para la UNASUR como para la CELAC. Lo mismo se puede decir del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), que tiene su propio acervo. Es por ello que en julio de 2011, los Presidentes de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, tras reafirmar su compromiso con el proceso de convergencia y diálogo entre los distintos mecanismos regionales y subregionales de integración, instruyeron para que la Secretaría General de la Comunidad Andina, conjuntamente con la Secretaría General del Mercosur y la Secretaría General de la Unasur, “identifiquen elementos comunes, de complementariedad y diferencias con miras a una futura convergencia de los tres procesos”.
8.- EL MARCO SUR Y ALIANZA PARA EL PACIFICO
Tanto por las exigencias del entorno mundial como por las propias dinámicas del acontecer regional, es fundamental promover la construcción de espacios amplios y unificados de cooperación. Un proceso de integración de características regionales es la mejor respuesta a los signos de los tiempos y a las exigencias del cambio estructural en pro de la igualdad en América Latina. La gradual convergencia entre la Alianza del Pacífico y el MERCOSUR podría constituir un catalizador decisivo de ese proceso. Con el presente documento, preparado para el seminario "Diálogo sobre la Integración Regional: la Alianza del Pacífico y el MERCOSUR", organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile (Santiago, 24 de noviembre de 2014), la CEPAL busca contribuir a la elaboración de una posible agenda de trabajo que dé expresión concreta a esa convergencia.