Elementos
Elementos Elementos
que
que que
constituyen la
constituyen la constituyen la
noción de
noción de noción de
querellante
agraviado actor civil
particular
Ofendido Perjudicado Ofendido
Perjudicado «En su «En su
agravio» agravio»
2
proceso penal mismo, como la nulidad del acto jurídico
fraudulento1.
1
Contra esto se podría contra-contrargumentar que la vinculación con el sistema
penal viene impuesto por la economía procesal. Y todo esto podría conducir a una
gran pregunta más de fondo: ¿todo lo ajeno a la estricta determinación de la
responsabilidad penal debe ser subsumido dentro del proceso penal? ¿O será mejor
que nada de aquellas cosas ajenas entren al proceso penal y éste se quede con
solamente su núcleo? Algo de lo que se va a decir más adelante incidirá sobre esta
pregunta doble.
2
Será interesante revisar, cuando aparezca, el trabajo —hasta ahora inédito, que
sepamos— de Eduardo ALCOCER POVIS, Comentario a las recientes modificaciones del
Código Penal en su Parte General / Apuntes a propósito del Decreto Legislativo 982,
nota al pie de página Nº 7.
3
Si de un delito contra la administración pública vamos a extraer lesión al bien
jurídico patrimonio; si de un delito contra la libertad vamos a extraer lesiones o
muerte; si de un atentado contra la buena y confianza en los negocios vamos a extraer
problemas contra la intimidad personal; entonces, ¿qué sentido tiene ya clasificar los
tipos penales en títulos, capítulos y secciones? Ya cualquier cosa puede significar
atentado contra cualquier cosa.
3
Penal4, para que los operadores y su práctica resuelvan el
problema.
ii) Se ha pretendido que un código procesal pueda variar
bases de un código sustantivo5.
4
dramática que se hace sobre la víctima y su segunda
victimización, sobre su estado de indefensión, sobre el
desconocimiento de sus derechos, etc·, no resultaría
aplicable aquí, y por tanto casi hasta podríamos afirmar
que no hay víctima. ¿Y qué decir si se atenta contra
una poderosa empresa trasnacional? ¿Dónde quedaría
toda ese discurso sobre la víctima desvalida, cuya
dignidad no se toma en cuenta?
2) AGRAVIADO Y DENUNCIANTE
5
qué habría que calificar de atentado contra la fe pública el
hecho de que se haya jugado con la credulidad de Juan
Pérez? ¿Qué de pública puede tener la fe o confianza que
Juan Pérez tiene en la palabra de sus semejantes o en los
documentos que éstos le presentan? Así, vemos que
expresiones como las acabadas de analizar («contra la fe
pública en agravio de Juan Pérez», «contra la salud pública
en agravio de María López») son contradicciones en los
términos.
7
Como que un “sexto sentido jurídico” nos dice que en principio nadie va a tomarse
la molestia de denunciar algo que no le importa. Hay un prejuicio de “sexto sentido”
en el art· 143º del Código de Procedimientos Penales y en el art· 171º.5 del Código
Procesal Penal, pues en ambos casos la declaración del agraviado se pone dentro de la
parte que regula la declaración de los testigos y se hace una equiparación sobre la
parte formal de ambas declaraciones; y es que en el fondo se piensa que «agraviado»
es una persona que “vio” los hechos. Es natural y casi necesario pensarlo. La compleja
regulación de la representación queda fuera de tanta sencillez, y por ello en la
práctica vemos que al apoderado de una persona jurídica agraviada se le hacen
preguntas como si hubiese “estado allí”.
6
d) ¿Quién puede y quién podrá denunciar?
i) El antiguo régimen
7
naturaleza.» (Primera disposición final del TUO del
CPC)
8
De conformidad con el artículo único del Decreto Ley Nº 17667, publicado el
28.MAY.1969, se modifica este artículo, en el sentido que la Resolución Autoritativa a
que se refiere es Ministerial y no Suprema.
9
Contra los que sostienen una teoría judicialista de la acción, según la cual sólo se
ejerce acción ante el Poder Judicial, y tratándose de un delito de persecución pública,
sólo hay acción de parte del Ministerio Público ante el Poder Judicial; y —por supuesto
— no hay acción en la interposición de denuncia ante la Fiscalía.
8
pueden ser técnicamente entendidas como
agraviados .
10
10
La práctica conoce una salida interesante para esta aporía: decir que, bueno, la
denuncia podrá no valer, pero el hecho es que el Ministerio Público ya se enteró y por
tanto puede actuar por la parte que lo faculta a accionar de oficio. Esta astuta
respuesta nos revela que no ha pensado en algo elemental: si cada vez que un no
agraviado denuncie, se va a acometer esta convalidación, ¿entonces ya para qué las
normas precisan que sólo el agraviado puede denunciar? Seamos más sinceros y
habilitemos —contra el art· VI del TP del CC y del art· IV del TP del TUO del CPC— que
cualquier persona denuncie.
9
Las conclusiones son las siguientes y harto diferentes de
las anteriormente descritas:
Los que técnicamente no son agraviados, pero aducen haber “sufrido” de alguna
manera por el delito
Los que creen erróneamente que de una denuncia sacarán algún provecho que en
realidad no les tocará
Los que quieren tomar alguna clase de represalia contra el denunciado y quieren
usar de arma al sistema penal.
Y sólo finalmente:
Los que tienen alguna curiosa y peculiar percepción de la realidad —que la
mayoría de los seres humanos no tiene— y que los hace ver lo que los demás no
ven y presentir lo que para los demás queda inadvertido.
10
Pese a que el Código abre la posibilidad de incluso
alguien no agraviado denuncie, pone las condiciones de
procedibilidad no en el agraviado, sino en el
denunciante. Pensemos en el protesto del último
párrafo del art· 215º del Código Penal, y
preguntémonos si tiene algún sentido exigir que ese
requisito lo aporte el denunciante (que —como hemos
visto— puede ser un perfecto extraño a la relación
comercial dentro de la cual se giró el cheque), o si no
hubiese sido una mejor idea pedírselo al agraviado.
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c) Los dos últimos conceptos nos llevan a la responsabilidad
civil contractual, sobre la que otro yerro común es creer que
la responsabilidad civil proveniente del delito sólo puede ser
extracontractual12. Como es sabido, algunos delitos
presuponen no sólo que exista un contrato, sino que la
acción típica sea el incumplimiento de un contrato (así en la
apropiación ilícita).
12
Decían los antiguos que “nadie celebra un contrato para delinquir”. Se basaban
seguramente en textos normativos análogos al art· 140º.3 del Código Civil («El acto
jurídico es la manifestación de voluntad destinada a crear, regular, modificar o
extinguir relaciones jurídicas. Para su validez se requiere: […] 3. —Fin lícito»). Pero su
apodíctica convicción desconoce que no se trata de que el contrato tenga un fin ilícito,
sino que en su proceso (negociación, celebración, ejecución) pueden cometerse
delitos, de una tal manera que la responsabilidad civil generada sea de índole
contractual.
13
El interesante trabajo teórico que ha hecho Víctor PRADO SALDARRIAGA en pos de una
ponderación técnica de la pena misma, indica que dentro de los márgenes mínimos y
máximos de punición que se dan para un tipo penal dado, los operadores no aplicarían
tampoco criterios técnicos y se limitan a utilizar también el método OBC. Algunos
códigos penales, como el colombiano, tienen —por el contrario— parámetros bastante
estructurados de por qué una persona concreta que cometió un delito que tiene pena
conminada de 5 a 15 años de privación de libertad, va a recibir 8 y no 12; 10 y no 6.
12
4) LA INCIDENCIA DE LOS SEGUROS EN EL PAGO DE LA
RESPONSABILIDAD CIVIL
13
d) Si el seguro ha sido tomado por el autor del delito o por el
tercero civilmente responsable, y cubre daños a terceros,
por hechos relacionados con el evento delictivo, será lógica
consecuencia que el agraviado del delito será indemnizado
por el seguro.
14
cubierto y el dinero indemnizable por ese daño), con el
art· 95º del Código Penal: «La reparación civil es solidaria
entre los responsables del hecho punible y los terceros
civilmente obligados». Debido a este problema, puede
suceder que un operador del sistema determine que la
reparación civil asciende a 25 mil nuevos soles. El seguro ha
puesto 10 mil, según los términos de su contrato; en
consecuencia corresponde que el condenado cumpla con
pagar la diferencia (15 mil). Pero el imputado no paga y
aduce insolvencia. El agraviado, basándose en el art· 95º del
Código Penal, puede solicitar que la compañía de seguros
pague también esa diferencia. ¿Sería ello viable? Considero
que no, pues la intervención del seguro se da sobre la base
de un aparato normativo especial, que prima sobre la regla
general del art· 95º. Es decir, en principio y genéricamente,
todo tercero civilmente responsable cubre la reparación civil
de manera solidaria con el condenado… salvo la compañía
de seguros, que lo hace de manera limitada al monto de su
cobertura y por los supuestos expresados en el
correspondiente contrato17.
[…]
17
Esto de «los supuestos expresados» nos lleva a una complejidad todavía mayor de
problemas de determinación de la reparación civil (qué opuesto es todo esto al método
OBC). Tenemos que si se produce un accidente que constituye lesiones culposas, hay
que distinguir entre el daño emergente, que es lo único que cubre el seguro, y el daño
moral y el daño a la persona. De esta manera, habría que determinar eventualmente
tres cifras que componen la reparación civil: [1] el monto de los gastos de curación y
recuperación que cubre el seguro; {2} el monto de los gastos de curación y
recuperación que no fueron cubiertos por el seguro, y que por tanto el condenado
tendrá que asumir de su peculio; <3> el monto de la indemnización por daño moral y
daño a la persona, que sólo cubrirá el condenado.
15
4. El monto de la indemnización civil, la
forma de hacerla efectiva y la persona a
quien corresponda percibirla»
i) Artículo 349°.1.g
18
Y esto pese al art· 14º.2: «Una vez que la transacción se formalice ante el Juez de la
Investigación Preparatoria, respecto de la cual no se permite oposición del Ministerio
Público, el Fiscal se abstendrá de solicitar reparación civil en su acusación», porque
no se habla de los otros Medios Alternativos de Resolución de Conflictos (MARCs), ni
de la demanda civil que está autorizada en el art· 106º: «El actor civil que se desiste
como tal antes de la acusación fiscal no está impedido de ejercer la acción
indemnizatoria en la otra vía»
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c) En suma:
e) Luego entonces:
i) Demandar civilmente si el proceso penal se está
tramitando, haría concurrir una litispendencia (art· 446º,7
del TUO del CPC), que puede generar la anulación de
todo lo actuado y la conclusión del proceso civil
(art· 451º,5)
ii) Demandar civilmente si el proceso penal ha concluido
(con condena), haría concurrir una cosa juzgada
(art· 446º,8 del TUO del CPC), que puede generar
también la anulación de todo lo actuado y la conclusión
del proceso civil (art· 451º,5)
17
Y que sin embargo, sí se pueda admitir esta trasgresión
contra el fuero penal, con demandas civiles.
18
iii)Si se ha optado por que sí, el MP tendrá que pedirle al
agraviado que fundamente el monto de la reparación que
pretende, y ha de prohibirse que se utilice el método OBC.
La falta de interés del agraviado, que ya dijo que sí quería
ser reparado en sede penal, harán que el Ministerio
Público no introduzca este concepto en su acusación, ni el
Poder Judicial en su condena. Queda librado el derecho
del agraviado para pedir lo que corresponda en la vía
extrapenal.
19
sido siquiera extraído del recinto estatal donde se hallaba.
En ese caso, ¿qué se va a reparar?19
Para que:
19
Desde una perspectiva estrictamente técnica, tiene sentido condenar al
microcomercializador de drogas al pago de una reparación civil: el daño causado será
el perjuicio a la salud de las personas a las que les dio droga (cuya recuperación tiene
un costo bien concreto). Pero una inmensa banda internacional dedicada al tráfico
ilícito de drogas, que ha transportado y vendido toneladas de clorhidrato de cocaína, y
que es capturada cuando acababa de entregar su mercadería a un barco en alta mar,
¿qué daño cuantificable ha causado? ¿A quién se lo ha causado? La respuesta es
rotunda y única: no hay daño indemnizable, de ninguna clase. (Dejemos fuera actos
que sirvieron para facilitar este delito, que tienen su propia tipicidad y pueden tener
su propia dañosidad: corrupción, asesinato, secuestro para tener esclavos que
trabajen en el proceso, robo, tráfico de armas, etc·; no me refiero a esos delitos medio,
sino al tráfico de droga mismo.)
20
(1) Una norma imponga una regla semejante fuera
del entorno del Código Procesal Penal.
(2) En ambas partes se entienda que el texto no
quiere decir que un juez civil (o laboral o de paz, etc·)
no estará impedido de imponer el pago de una
indemnización, así el hecho haya sido materia de
sobreseimiento o absolución en el fuero penal; sino que
significa que si un juez penal abre proceso para
abocarse a determinar la responsabilidad penal y
también la reparación civil, el que emita una
absolución o sobreseimiento por lo primero, no implica
que deba dejar sin pronunciamiento lo segundo, incluso
para imponer el pago de una reparación civil, si
corresponde de acuerdo con el ordenamiento jurídico.
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realmente no puede cubrir dicho monto por su
indigencia. Por ejemplo, que no se le den beneficios
penitenciarios porque no pagó el íntegro, o que no se le
borren los antecedentes si es que no pagó el íntegro, etc.
i) Deducciones tributarias
ii) Ajustes de indemnización con su compañía de seguros
iii)Eventualmente tener la expectativa de cobrar más
adelante, si la situación económica del condenado
mejora20.
20
Imaginemos que por espíritu emprendedor en los negocios, o por un buen puesto de
trabajo, o por cualquier otro golpe de suerte, el condenado llegue a tener incluso
mejor situación económica que el agraviado. Imaginemos que éste se halle sumido en
la miseria a causa del daño causado por el delito, y que sin embargo no pueda exigir
nada de quien lo dañó, porque una sentencia tuvo la magistral idea de decir que una
fractura múltiple de pierna no merecía ni siquiera el costo de la primera operación…
sólo porque el condenado era insolvente o pobre de solemnidad.
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