La medicina mostró un interés precoz por los saberes populares en donde se propuso
ganar la batalla de medicalización, mediante libros de divulgación y recetarios que iban
destinados a culturar las practicas domésticas y a combatir creencias consuetudinarias
de la población ofreciendo alternativas terapéuticas y preventivas que contribuyeron a
reemplazar a los remedios caseros por los medicamentos.
Los lectores de esos libros vivían en las ciudades por lo que el proceso de
medicalización se inició en el medio urbano y no en el rural.
La medicalización en el campesino europeo fue más lenta, debido a que en los países
aún siguen vigentes las practicas consuetudinarias. Penetrar en ellos representó en el
médico un luchar con alternativas sólidamente asentadas pero que mediante el
folclore médico le permitió identificar y clasificar las creencias a culturar.
En el siglo XVIII muchos pensadores arremetieron contra lo que consideraban
supersticiones vulgares, muchas de ellas religiosas y que estaban en contradicción con
lo que sostenía la ciencia y la medicina ilustrada.
Black, un jurista escocés trató de sistematizar las supersticiones religiosas, rechazo las
ideas de Spencer sobre el origen onírico epilépticos de las enfermedades, pues lo
relacionaba con la magia y la religión.
Giuseppe Pitré un médico rural trató de clasificar la medicina popular según los
criterios de la científica. Para ello trató de situar a la medicina popular como un estado
primitivo de la culta, una medicina, desviante y anómala propia de algunas clases y
categorías sociales.
Rubio Galí y Olivarría en estos médicos se advierte una curiosidad intelectual hacia las
supersticiones, pero también la idea de que entre ellas subsistía prácticas empíricas en
las que se suele encontrar un fondo de verdad que deja atónico y que podrían ser
recuperadas.
De esta manera surge la ambivalencia para luchar contra las supersticiones
FOLKLORE Médico: la mayor parte de los autores deslinda las practicas empíricas de
las mágicas y describen a las primeras como la combinación de técnicas eficaces y de
prácticas inútiles.
Las antípodas de la medicina científica son creencias estables que actúan como
obstáculo a la penetración de la medicina.
Si los tratados de patología describen las enfermedades por sus formas clínicas, los de
medicina popular lo hacen según las variantes locales del tratamiento o del
diagnóstico. L a patología médica fija mediante el razonamiento inductivo modelos de
enfermedad; la popular los describe como mosaicos de casos sin llegar a síntesis
La vinculación entre el folklore médico y el folklore los distanció del discursó
dominante en medicina y reforzó la confianza de los médicos en su propia práctica. Así
la independencia del folklore médico y la antropología fue una de las consecuencias de
la escisión entre la antropología y la Medicina
Enfermedad y sociedad: