DE INVESTIGACIÓN.
LA BÚSQUEDA DE SIGNIFICADOS
Después del año 1975, los enfoques cualitativos han tenido una aceptación nunca antes
experimentada. Este libro trata sobre cómo conducir la investigación cualitativa,
proporcionando una introducción adecuada, una perspectiva general de los enfoques y
una guía sobre cómo conducir el estudio propiamente tal.
LA OBSERVACIÓN PARTICIPANTE.
Se hace evidente la necesidad de establecer un buen rapport con las personas con
quienes se tratará durante el proceso a través de, por ejemplo, el completo respeto por
sus rutinas y métodos, el evidenciar los aspectos en común, ayudar a la gente que se
desempeña en el escenario, demostrar humildad y apertura, además de un gran interés
por los temas expresados espontáneamente. Si es importante para las personas que
componen el escenario, el que el investigador participe de las actividades, éste debe
hacerlo, pero resguardando la división entre su rol de participante activo y observador
pasivo; de hecho, si se ve en una situación de competición con los informantes, es mejor
que se retire, así como también cuando el medio exige la actuación extraña a su
personalidad. En definitiva, debe evitarse cualquier actividad que dificulte la actividad
de recolección de datos, que desdibuje la función del investigador o que signifique ser
explotado por los informantes.
La observación de campo depende del registro completo de las notas, lo más precisas y
detalladas que sea posible, tomadas con disciplina y metodicidad, para poder
examinarlas en cualquier momento de la investigación. Se debe encontrar un colega o
un superior que lea las notas recogidas, como estrategia de motivación para hacer
anotaciones de calidad. Los registros deben contener descripciones de personas,
acontecimientos, conversaciones, acciones, sentimientos, hipótesis, estructura del
escenario,etc.; en definitiva todo lo observado y de la forma más precisa posible: "Lo
que no está escrito, no sucedió". Para recordar detalles se recomienda prestar atención,
cambiar el nivel de análisis de mayor a menor, anotar palabras clave de las
conversaciones, concentrarse en el inicio y el término de las interacciones, reproducir
mentalmente las escenas, abandonar el escenario cuando se cuenta con la información
suficiente, anotar lo más rápido posible las observaciones, dibujar un diagrama del
escenario y de los propios movimientos, bosquejar las conversaciones llevadas a cabo
en cada lugar, hacer un resumen de la sesión si ha de demorarse su registro exhaustivo y
anotar los fragmentos de información no completados. También pueden utilizarse
dispositivos mecánicos de registro (que pudieran ser esenciales en algunos casos), pero
no son recomendables antes de conocer cabalmente sus posibles efectos sobre los
informantes. Las notas siempre deben permitir la recuperación fácil de los datos, para lo
cual resulta útil titular cada anotación, diagramar el escenario al principio de cada una,
dejar espacios para agregar comentarios, utilizar frecuentemente el punto aparte y las
comillas, usar seudónimos para los nombres, hacer varias copias e identificar
claramente los comentarios del observador para distinguirlos del registro descriptivo de
escenarios o personas (con sus gestos, comunicaciones no verbales, tono de voz y
velocidad del discurso), comprendidos inicialmente o no.
LA ENTREVISTA EN PROFUNDIDAD.
Todas las entrevistas comparten una estructura básica en la que el investigador tiene las
preguntas y el sujeto da las respuestas. Sin embargo, las entrevistas cualitativas, a
diferencia de las estructuradas, siguen el modelo de una conversación entre iguales,
donde el propio investigador es el instrumento y no lo que está escrito en el papel: éste
avanza lentamente al principio, intenta establecer un rapport inicial, plantea preguntas
no directivas, etc. aunque esto se lleve a cabo en situaciones preparadas.
La elección del método de investigación debe estar determinado por los intereses de la
investigación, las circunstancias del escenario o de las personas a estudiar, y por las
limitaciones prácticas que enfrenta el investigador. Las entrevistas en profundidad son
especialmente indicadas en situaciones en que los intereses de la investigación están
relativamente claros y bien definidos, los objetos de investigación no son accesibles de
otro modo, existen limitaciones de tiempo, la investigación depende de varios
escenarios o personas y al investigador le interesa la experiencia humana de los
acontecimientos; con la desventaja que recoge solamente enunciados verbales, implica
aceptar como verdadera la visión particular de la persona, no se sabe si la persona es
consistente en sus expresiones y se descontextualizan los acontecimientos.
No está claro qué reciben los informantes del proceso, si es que lo hacen, salvo la
satisfacción que alguien se interese en sus vidas. A raíz de esta relación unilateral, los
investigadores deben trabajar intensamente en mantener la motivación de los
informantes, proceso en que lo más efectivo es relacionarse con ellos como personas y
no como fuentes de datos. El entrevistador deberá manifestar su opinión, al menos,
sobre algunos temas manifestados por el sujeto y debe estar dispuesto a involucrarse
con los informantes de una forma más allá de la entrevista funcional.
DESCUBRIENDO MÉTODOS.
Existen varias técnicas y estrategias para analizar los datos y darles sentido. Dado que
en todos los estudios cualitativos contienen buenos datos descriptivos, proporcionan una
descripción íntima de la vida social y pueden conducir a análisis etnográficos
(puramente descriptivos, tratando de dar una imagen fiel a la realidad) o a análisis
teóricos (dirigidos a ilustrar o comprobar la veracidad de una teoría sociológica).
Se debe explicar a los lectores el modo en que se recogieron e interpretaron los datos, de
modo que ellos sean capaces de relativizar lo expuesto y juzgar la credibilidad y validez
del relato del investigador. Se debe informar sobre la metodología general y sobre los
procedimientos específicos utilizados, el tiempo y la extensión del estudio, la naturaleza
y el número de los escenarios estudiados y de los informantes consultados, la definición
del diseño de investigación, el encuadre y postura mental del investigador, las
relaciones con los informantes y sobre el control y análisis de los datos.
El estilo de escritura a utilizar también debe ser estudiado y estructurado, por medio del
bosquejo flexible de las ideas a redactar, la aclaración del público objetivo de la
publicación y la adecuación del lenguaje utilizado a este nivel, la explicitación de las
intenciones de la publicación, la inclusión dentro del texto de ejemplos descriptivos
específicos, escribir algo para superar el "bloqueo del escritor" y pedirle a los amigos
que lean y comenten los borradores.