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Tatiana Alejandra Ascencio
PENA DE MUERTE
Todos sabemos que la muerte es una necesidad de la vida. Que solo de la previa
agonía del otoño nace la primavera. (Torga, 2009). Se establece que la pena de
muerte es el fin último de la vida de una persona que cometió algún delito, pero del
mismo modo el hecho de decidir sobre una persona, en forma indirecta se puede
considerar, como un homicidio, además si se ve en un campo ético-religioso el único
que puede y es capaz de decidir sobre la vida de alguien es el mismo Dios.
La Pena de muerte es la sanción jurídica capital, la más rigurosa de todas, consiste
en quitar la vida a un condenado mediante los procedimientos y órganos de ejecución
establecidos por el orden jurídico que la instituye. (Di martino, 2004). Como se
establece en anterior comentario es la máxima pena que se establece para un
individuo, es por eso que en algunos países la pena de muerte ha sido abolida para
garantizar la vida como derecho fundamental que se debe garantizar a pesar de las
acciones cometidas por los acusados.
Durante casi toda la historia humana se ha usado la tortura como medio extremo en
ciertas ocasiones incluso para obtener algunas cosas quizás justas La tortura se ha
usado y desgraciadamente se continúa usando mucho más de lo que parece, Sin
embargo, hoy al menos oficialmente todos los países del mundo están de acuerdo en
considerarla como algo indigno inhumano (Bonini, 2001). La pena de Muerte, es uno
de los actos más infames que se puede tener la justicia ante la vida humana, pues
afecta directamente la integridad de la persona que está condenada a la pena y los
familiares, este acto va en contra del derecho humano fundamental. Muchas veces
La pena de muerte se aplica de forma discriminatoria. Generalmente se usa contra
las personas más vulnerables de la sociedad, incluidas las minorías étnicas y
religiosas, los pobres, y las personas con discapacidad psíquica, como ya se sabe,
Todos los sistemas de justicia son diseñados e implementados por personas. Las
personas son seres humanos, y cometen errores, y por tanto no hay un sistema de
justicia perfecto. Siempre existirá la posibilidad de error en la administración de
justicia. En los estados que mantienen la pena de muerte, eso implica que se puede
matar a una persona por un delito que no ha cometido (García, 2014), Por esta razón,
es un castigo cruel e innecesario, que supone una violación de dos derechos
humanos fundamentales: el derecho a la vida y el derecho de toda persona a no ser
sometida a penas crueles, inhumanas o degradantes (García, 2014).
En la antigüedad se decía que “Ojo por Ojo, Diente por diente” era la analogía perfecta
para cualquier acto de justicia e igual de responsabilidad, pero según un pensador “El
ojo por ojo nos dejará ciegos a todos y el mundo se volverá ciego” profetizó con
sabiduría Mahatma Gandhi Tiene que entender la afirmación en toda su profundidad;
los motivos por los que se asesinan son muchos pueden ser de los más variados. En
cambio la pena de muerte es una obra homicida muy particular porque asienta en una
pretendida razón científica que agrega una motivación de odio contra un pretendido
culpable; Pero nunca se piensa que cuando se mata a alguien con la pena capital
incluso al propio delincuente que está en la prisión en realidad no se está haciendo
justicia, se está dando fin al derecho fundamental de la vida, pues según la religión
nadie tiene la autoridad absoluta para quitar la vida, ya sea culpable o no, y en muchas
ocasiones los condenados a pena de muerte son inocentes (Bonini, 2001).
Dentro del mismo desarrollo de la pena de muerte, se han generado una serie de
posturas dentro de las cuales, se establecen diferentes pensamientos, que son
expresados allí por cada autor, así mismo se establece, qué cada una de estas
posturas esta predeterminada por la cultura y ética de cada ser. A continuación se
muestran las posturas más relevantes sobre la pena de muerte:
1. TEORIA ABSOLUTA:
Para esta teoría, una vez que el infractor de la norma haya expiado su
culpabilidad, entonces podrá reingresar a la sociedad como un hombre libre. Por
ello, una concepción absoluta de la pena afirma que ésta se libera de toda
finalidad preventiva.
Fue Kant quien sostuvo que el sentido de la pena es la retribución de la
culpabilidad. Puesto que la imposición de un castigo no se justifica en virtud de
la utilidad social, éste no podría ser impuesto como medio para alcanzar otros
fines (Di martino, 2004).
3. TEORIA MIXTA:
A través de una reflexión práctica, se sostiene que la pena puede cumplir con la
totalidad de sus funciones y; puesto que la ley no prescribe ni prohíbe
ninguna de las teorías, la aplicación preferencial de una de ellas -según cuál sea
el caso concreto a resolver- no encuentra ningún obstáculo legal.
La teoría preventiva de la unión es una variante de las teorías mixtas: en su
formulación, la retribución no entra en consideración como finalidad.
La teoría preventiva de la unión, por lo tanto, toma los puntos de partida de la
prevención especial y general, de modo tal que tan pronto unos u otros entren
en el primer plano: cuando ambos objetivos se contradicen, el fin de
resocialización preventivo especial toma el primer lugar; en compensación, la
prevención general domina el ámbito de las amenazas penales y justifica la pena
por sí sola en caso de ausencia o fracaso de los fines de prevención especial,
mientras que no puede darse una pena preventivo especial, sin ninguna intención
de prevención general, a pesar del dominio absoluto del objetivo de socialización
en la ejecución (Di martino, 2004).
Está claro que muchos de los seres humanos obedecen las leyes (sobre todo las
penales) no porque le teman a las sanciones penales sino porque están moralmente
de acuerdo con la mayoría de ellas y porque otras instituciones sociales han inculcado
valores que coinciden con los presentes en el sistema jurídico penal, Las personas
generalmente no matan por el miedo al castigo sino fundamentalmente porque han
aprendido que la vida humana es algo sagrado e inviolable y esto ha sido transmitido
a través de nuestros padres educadores y los valores sociales imperantes (Bonini,
2001), pero aun así se sigue quitando la vida sin importa la pena o castigo que se
imponga, muchas veces los delincuentes rompen la ley por el simple hecho de preferir
la pena de muerte, teniendo el pensamiento de no querer vivir más. Por esta razón,
Se tiene que seguir insistiendo con esto: que la muerte que quitarle la vida a otro ser
humano no es algo de competencia humana Por eso la pena de muerte no es justa;
no soluciona la criminalidad y no podemos nosotros los seres humanos tomar en
nuestras manos esa decisión (Bonini, 2001).
El derecho a la vida es el más importante de los derechos humanos, y está
inequívocamente reconocido por los tratados en materia de derechos humanos, la
jurisprudencia y las resoluciones de organizaciones internacionales como Naciones
Unidas. La abolición de la pena de muerte es una exigencia del derecho a la vida.
Existen, al menos, tres razones fundamentales que vinculan el derecho a la vida y el
rechazo de la pena capital: el riesgo de ejecución de inocentes, la ausencia de efecto
preventivo, y la arbitrariedad en el uso del castigo (García, 2014), por todo lo anterior,
muestra que la pena de muerte atenta seriamente con la dignidad del ser humano,
pues de una u otra forma, esta problemática convierte en asesino y criminal al que
lleva acabo este castigo.
La pena de Muerte, es uno de los actos más infames que se puede tener la justicia
ante la vida humana, pues afecta directamente la integridad de la persona que está
condenada a la pena y los familiares, este acto va en contra del derecho humano
fundamental. Muchas veces La pena de muerte se aplica de forma discriminatoria.
Generalmente se usa contra las personas más vulnerables de la sociedad, incluidas
las minorías étnicas y religiosas, los pobres, y las personas con discapacidad
psíquica, como ya se sabe, Todos los sistemas de justicia son diseñados e
implementados por personas. Las personas son seres humanos, y cometen errores,
y por tanto no hay un sistema de justicia perfecto. Siempre existirá la posibilidad de
error en la administración de justicia. En los estados que mantienen la pena de
muerte, eso implica que se puede matar a una persona por un delito que no ha
cometido (García-Moreno, 2014), Por esta razón, es un castigo inhumano e
innecesario, que supone una violación de dos derechos humanos fundamentales:
el derecho a la vida y el derecho de toda persona a no ser sometida a penas crueles,
inhumanas o degradantes (García Beatriz, 2014). El derecho a la vida es el más
importante de los derechos humanos, y está inequívocamente reconocido por los
tratados en materia de derechos humanos, la jurisprudencia y las resoluciones de
organizaciones internacionales como Naciones Unidas. La abolición de la pena de
muerte es una exigencia del derecho a la vida. Existen, al menos, tres razones
fundamentales que vinculan el derecho a la vida y el rechazo de la pena capital: el
riesgo de ejecución de inocentes, la ausencia de efecto preventivo, y la arbitrariedad
en el uso del castigo (García Beatriz, 2014), por todo lo anterior, muestra que la pena
de muerte atenta seriamente con la dignidad del ser humano, pues de una u otra
forma, esta problemática convierte en asesino y criminal al que lleva acabo este
castigo.
REFERENCIAS
Albert, C. (2005). EL MITO DE SÍSIFO. Unal, 2.
Bonini, R. (2001). Pena de muerte. Biblioteca Causteas, 4.
Di martino, E. P. (2004). Pena de muerte. Rosario: Universidad abierta
interamericana.
García, B. (2014). Pena de muerte:Una pena cruel e inhumana. Universidad de
Castilla, 2.
Legón, D. P. (2007). Las teorias sobre la pena de muerte. Revista del instituto de
Ciencias, 7.
Torga, M. (2009). Pena de muerte. Editorial Trotta, 1-2.
Zepeda, H. c. (2005). PENA DE MUERTE: Argunmentos a favor. Coquimbo: Revista
de Derecho-Universidad Catolica del Norte.