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Facultad de
Humanidades

Generación de cartografía necesaria para la


posterior identificación de paisajes vulnerables
realizada a partir de imágenes satelitales

2012 | Capítulo de Libro


Universidad Nacional del Nordeste.
Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.
CONICET

Autora:
- Snaider, Patricia Perla

Snaider, P. P. (2012). Generación de cartografía necesaria para la


posterior identificación de paisajes vulnerables realizada a partir de
imágenes satelitales. En A. M. H. Foschiatti, (Ed.), Escenarios
vulnerables del Nordeste Argentino. (pp. 61-95). Resistencia, Chaco.
UNNE - CONICET.

http://repositorio.unne.edu.ar/handle/123456789/510

Universidad Recurso depositado bajo Licencia Creative Commons


Nacional Atribución - No Comercial - Sin Obra derivada - 2.5 Argentina.
del Nordeste La licencia se describe como Open Access.
B. GENERACIÓN DE CARTOGRAFÍA NECESARIA PARA LA POSTERIOR
IDENTIFICACIÓN DE PAISAJES VULNERABLES REALIZADA A PARTIR DE
IMÁGENES SATELITALES
Prof. Patricia Perla Snaider

a. Introducción
Al referirse a los paisajes Burel y Bau- del paisaje. Un ejemplo de ello es el desarrollo de la
dry (2002) sostienen: “El cambio es una ca- percepción remota en sus variadas formas, incluyendo
racterística intrínseca de los paisajes, no se trata de a la fotografía aérea y a las imágenes satelitales.”
impedir los cambios sino de controlar sus ritmos, sus (Naveh y Liberman, 2001:138). Una de las
trayectorias”. Por su parte, Sancho Comins ventajas de la teledetección es que “permite
(1996: 179) escribe “El tiempo acompaña al pai- abarcar vastos espacios geográficos que el ojo humano
saje. Cada segundo se vuelve irrepetible, siendo preci- no podría percibir simultáneamente de un solo vistazo
samente ese cambio el que lo mantiene vivo”. Du- […] y permite un análisis de los elementos, unidades
rante dicho proceso de cambio todos los pai- y tipos de paisaje” (Burel y Baudry, 2002: 56).
sajes se convierten en áreas vulnerables. To- Por lo antes señalado es que hemos ac-
do espacio geográfico es susceptible a sufrir cedido al análisis de los paisajes a través de la
cambios en mayor o menor medida, ya sean interpretación visual de imágenes satelitales
éstos naturales u ocasionados por el hombre de alta resolución espacial y de libre acceso a
y sus actividades, y para poder registrar di- través de Internet (Google Earth).
chas modificaciones a lo largo del tiempo
primeramente es necesario inventariar el es- Los geógrafos nos abocamos a estudiar
tado actual de los paisajes por lo cual es pre- la distribución espacial de los paisajes, su di-
ciso contar con una cartografía de paisajes a namismo a lo largo del tiempo y sus posibles
modo de catálogo y de cara a un diagnóstico. áreas vulnerables, y para ello se genera una
cartografía en la que se identifican las carac-
Tal como lo menciona Eduardo Martí- terísticas intrínsecas de cada paisaje. Esta car-
nez de Pisón (2006: 1) “el paisaje es cambio, tiene tografía es la información de base para poste-
dinamismo, evolución, tiempo […]”. Ese cambio, riores análisis y estudios de un espacio ge-
que en principio es imperceptible, luego se lo ográfico determinado, de cara a identificar y
empieza a notar cada vez más cerca: los pai- detectar las áreas con vulnerabilidad am-
sajes comienzan a degradarse o a “desfigu- biental, en combinación con el tratamiento de
rarse”. “Ante este escenario, resulta imperioso tomar las variables pertinentes para tal fin.
decisiones: antes de intervenir sobre un paisaje hay
que conocerlo, analizarlo, estudiarlo, saber cómo fun- a.1 Vulnerabilidad del paisaje:
cionan sus elementos para actuar adecuadamente so- Según el Sistema de Seguimiento de los
bre ellos en un futuro” (Snaider, 2010 a: 197). Paisajes Rurales Españoles –SISPARES-
Ramírez Juidías (2006), en su trabajo (www.sispares.com) “La vulnerabilidad del pai-
sobre Inventario y Cartografía del Paisaje, saje se mide en función de su capacidad de absorción
sostiene que: “Primero es preciso conocer bien toda de los impactos provocados por las actividades huma-
el área de estudio. Luego, hay que aprender a com- nas, y está en función de factores tales como la vegeta-
prenderla, a entender el porqué de sus lomas, de sus ción, la fauna, las condiciones hidrogeológicas, la ubi-
valles o de sus ríos, a relacionar las formas con sus cación del área, etc.”.
mantos buscando los diversos vínculos y asociaciones Pero uno de los principales inconve-
que proporcionan el carácter de toda la composición, a nientes al momento de estudiar la vulnerabi-
investigar la razón de sus cultivos, praderas y baldíos, lidad es el de hacer “operativo el concepto, espe-
estudiando sus orígenes […]. cialmente en lo referente al desarrollo de indicadores e
Pero a medida que se producen cam- índices de medición” (Gómez, J.; 2001: 7) para su
bios en los paisajes, afortunadamente “también posterior elaboración de mapas de vulnerabi-
evolucionan las herramientas, las técnicas y las meto- lidad.
dologías para perfeccionar la calidad de la evaluación

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La gran cantidad de índices espaciales
del paisaje se debe a la imposibilidad de re- IVP = IFP * DC/100
flejar mediante un único índice la estructura Donde: IFP: Índice de Fragilidad del Paisaje
DC: Densidad de la red viaria (m/ha)
espacial que presentan los paisajes. El
SISPARES presenta los siguientes índices del La fragilidad del paisaje se define como la
paisaje: debilidad que presenta como consecuencia de
tener una estructura con alta entremezcla de
Tipo de Índice Aspecto evaluado teselas pertenecientes a coberturas de elevado
contraste ecológico. En el Índice de fragilidad
Riqueza del Paisaje
del paisaje IFP se pondera la entremezcla por
Diversidad de cubier- el contraste forestal-aforestal del mismo.
tas
En el presente trabajo no aplicaremos
Silvicidad
los índices de vulnerabilidad sino que propo-
Agriculturalidad
Composición nemos generar la cartografía con los tipos de
Agroforestalidad
paisajes para poder aplicar estos índices con
Recuperación Forestal
posterioridad, ya que necesitamos contar con
Pasciculturalidad
la localización espacial de los paisajes y su re-
Matorralidad
presentación cartográfica para calcular, por
Urbanicidad
ejemplo, la conectividad, riqueza y fragmen-
Fragmentación tación que existe entre ellos, la diversidad de
Mosaicidad cubiertas, la entremezcla o yuxtaposición, la
Diversidad Teselar fragilidad y, por último, la vulnerabilidad del
Configuración paisaje.
Complejidad Teselar
Conectividad El área de estudio establecida para lle-
Accesibilidad var a cabo esta propuesta es un sector orien-
tal de la Provincia del Chaco, en este caso la
Entremezcla
Cuenca media y baja del Río Tragadero (Fig.
Combinados Fragilidad Nº 1), en el Nordeste de la República Argen-
Vulnerabilidad tina. En dicho sector se pretende generar una
Fuente: SISPARES. (www.sispares.com) cartografía de paisajes en la que se identifi-
El SISPARES ha propuesto el siguiente quen cada tipo paisajístico con el propósito
Índice de Vulnerabilidad del Paisaje: de contar con un “catálogo de paisajes de la
región”.
b. Materiales y Métodos
En la Fig. Nº 2 se ha esquematizado el ciones que conforman esa realidad paisajís-
desarrollo de la metodología llevada a cabo tica.
en esta investigación. Se ha utilizado el método La principal fuente de información pa-
deductivo, ya que se parte de una realidad o un ra identificar y determinar los tipos de paisaje
espacio complejo, completo y sistémico, des- en el espacio mencionado han sido las imá-
de el que se analizan sus partes elementales – genes de satélite, a partir de las cuales se han
teniendo en cuenta sus mínimas diferencias - confeccionado diversos mapas de aquellas
hasta llegar a identificar ambientes con confi- áreas consideradas más representativas de los
guraciones distintas que se denominaron “ti- diversos ambientes en el sector objeto de es-
pos de paisaje”. En síntesis, se parte de lo general tudio.
para llegar a lo particular, es decir, se parte del
espacio geográfico de la Cuenca del Río Tra- El logro de los objetivos propuestos
gadero para llegar a los elementos y a las rela- requiere el cumplimiento de determinadas
operaciones desarrolladas en diversas etapas

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Figura N° 1. Localización del área de estudio. En el sector superior derecho se amplió la
Cuenca del Río Tragadero.
de trabajo que se trataron de plasmar de ma- cir, la Cuenca media y baja del Río Tragadero, de
nera esquemática en la Fig. Nº 3, y que serán manera que una vez determinado el objeto de
analizadas a continuación. estudio comienza la etapa del inventario o re-
El esquema a desarrollar tiene como copilación de la información geográfica nece-
punto de partida la realidad a investigar, es de- saria.
b.1 Primera etapa: inventario indirecto
En este caso el inventario fue indirecto, estudio son las siguientes, representadas a di-
ya que se utilizaron “datos de archivo” o ge- ferentes escalas:
nerados previamente. a. Escala 1:250.000.
Analizaremos cada uno de ellos: • Hoja 2760-II General José de San Martín
b.1.1. Los documentos cartográficos con- (edición 1967).
sisten en cartas topográficas realizadas y su- • Hoja 2760-IV Corrientes (parcialmente
ministradas por el INSTITUTO actualizada 1985).
GEOGRÁFICO NACIONAL (ex
b. Escala 1:100.000 (todas edición 1946)
MILITAR), actualmente dependiente de la
Secretaría de Planeamiento del Ministerio de • Hoja 2760-10 Laguna Limpia
Defensa, y mapas temáticos proporcionados • Hoja 2760-16 Colonia Elisa
por Organismos Nacionales y Provinciales. • Hoja 2760-17 La Eduvigis
Las cartas topográficas que cubren el área de • Hoja 2760-23 Makallé.

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• Hoja 2760-24 Paso de la Patria • Hoja 2760-30 Corrientes
• Hoja 2760-29 Puerto Tirol

Figura N° 2. Esquema metodológico.


Este material permitió, por un lado, la cala 1:250.000, realizadas 20 años más tarde y
ubicación de determinados elementos a partir actualizadas en la década del 80. La informa-
de los topónimos con los que se identifican ción en éstas últimas tiene más fiabilidad, aún
en la cartografía oficial (por ejemplo: ríos, en detrimento de la menor escala.
arroyos, lagunas, esteros y bañados), y por • Las cartas topográficas, al ser tan anti-
otro, la localización y delimitación de la guas, están representadas utilizando un Sis-
Cuenca del Río Tragadero a partir de la geo- tema de Referencia también antiguo en Ar-
rreferenciación de las cartas a escala gentina denominado Campo Inchauspe, ac-
1:250.000 con el objeto de trabajar de manera tualmente inutilizado. Entre éste y el sistema
conjunta y comparativa con las imágenes de en el que se encuentra el resto de la carto-
satélite (Fig. Nº 3). grafía nacional -denominado POSGAR 98-
A lo largo de esta etapa de recopilación existe un desfasaje de aproximadamente 200
de la información se presentaron algunos in- metros, por lo cual al llevar a cabo el proceso
convenientes, que en este caso son los siguien- de georreferenciación de las Cartas 1:250.000
tes: se presentó ese inconveniente cartográfico.
• No se cuenta en el país con carto- • Los mapas temáticos compilados no
grafía a gran escala para utilizarla en este tipo cuentan con el nivel de detalle necesario, por
de investigaciones, por lo que se debió traba- lo cual algunos de ellos no pudieron ser utili-
jar con la mayor escala disponible, es decir, zados (por ejemplo: usos del suelo, limitantes
1:100.000; no obstante ello, éste material no de uso).
se encuentra actualizado (los levantamientos b.1.2. Cabe mencionar algunas dificultades
fueron realizados en la década del 40) por lo relacionadas con los documentos bi-
que hemos utilizado también las cartas a es- bliográficos:

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Figura N° 3. Metodología de trabajo
• Para la caracterización de algunos ti- • Hubo casos en que se ha contado con
pos de paisajes la bibliografía con que se ha información detallada pero referida a un área
contado ha sido escasa –o nula-, o bien, la in- cercana a la cuenca del Tragadero (por ejem-
formación contenida en ellas trataba la temá- plo, los Esteros del Iberá, en la Provincia de
tica a escala regional o provincial, donde la Corrientes), por lo cual se han seleccionado
generalización prima en detrimento de las algunos contenidos que se adecuaban al espa-
particularidades que identifica cada tipo pai- cio objeto de estudio.
sajístico.

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b.1.3. Las imágenes satelitales han sido uti- la totalidad de la cuenca. Cabe mencionar que
lizadas como cartografía satelital de base a en el Google Earth la imagen satelital con alta
partir de la cual se representan los mapas con resolución espacial no cubre toda la cuenca
tipologías de paisajes. No se trata de las imá- objeto de análisis, sino sólo la cuenca media y
genes de satélites proporcionadas por una baja; mientras que la cuenca alta está repre-
empresa que las comercializa, sino que son de sentada mediante imágenes Landsat –de re-
libre acceso a través de internet, mediante la solución espacial media-. Por este motivo,
utilización de un software específico deno- entre otros, se analiza, por ahora, sólo el sec-
minado Google Earth. Antes de poder tra- tor cubierto por imágenes de alta resolución.
bajar con la cartografía satelital hubo que se- III. Georreferenciación de la imagen: una
guir una serie de pasos que se esquematizan vez armada la cuenca completa se la georrefe-
en la Fig. Nº 4 y se describirán brevemente a rención en el sistema POSGAR 98 para po-
continuación. der digitalizar y, tanto comparar como corro-
I. Captura de pantallas: a partir de la in- borar, los resultados obtenidos con la carto-
formación que presenta Google Earth y man- grafía de base –en este caso fueron las cartas
teniendo siempre la misma escala de vi- topográficas-. Los puntos de control para
sualización, fueron capturadas una a una las éste procedimiento fueron alrededor de 27 y
652 imágenes – pantallas del monitor - que se los tomaron del propio Google Earth.
luego formarían la cobertura de la cuenca. Al igual que en los casos anteriores,
II. Ensamble de la cuenca completa: las también se han presentado inconvenientes,
imágenes capturadas fueron solapadas hasta en este caso relacionado con el gran tamaño
generar el mosaico o ensamble realizado con de los ficheros generados que ocasionaban
el software Corel Draw 12. Las imágenes fue- conflictos de tipo técnico en el software utili-
ron uniéndose formando áreas que final- zado, por lo que se debieron fragmentar los
mente se encajaron generando el mosaico de archivos para que fuesen manejables.
b.2 Segunda etapa: digitalización y cartografía
Una vez que se contó con el mosaico Según el elemento del que se trate, dicha di-
de la imagen satelital georreferenciado y con gitalización fue realizada a diferentes escalas:
el apoyo de la cartografía topográfica se se- por lo general al contorno del río se lo dibu-
leccionaron cuatro áreas representativas de- jaba en escalas 1:5.000 a 1:10.000 para poder
ntro de la cuenca en las que se procedería a advertir el diseño del mismo, mientras que si
identificar y cartografiar los distintos tipos de el elemento tenía los contornos claramente
paisajes mediante la digitalización manual en definidos y tenia considerables extensiones se
pantalla. Se analizó la cuenca en su conjunto los dibujaba a escala 1:15.000 o inferiores.
y se escogieron cuatro áreas características. El Para poder cartografiar los diferentes
criterio para seleccionar dichos espacios fue tipos de paisajes previa y simultáneamente al
que entre todos ellos (los cuatro) debían con- proceso de digitalización se realizó el análisis
tener los tipos paisajísticos que representan y e interpretación visual de las imágenes sateli-
caracterizan la cuenca media y baja del Tra- tales y las salidas de reconocimiento de cam-
gadero, es por ello que fueron elegidos secto- po.
res que abarcan tanto esteros, como cañadas,
lagunas, meandros abandonados, llanuras de Como resultado de esta etapa quedan
inundación, etc. y en una de las áreas se ha digitalizadas cuatro representaciones car-
incluido una parte del lecho de inundación tográficas cuya escala aproximada es de
del Paraguay/Paraná en la desembocadura 1:40.000, a partir de las cuales se identifican
del Río Tragadero. los diferentes tipos de paisajes.
El software utilizado para desarrollar
las actividades de esta etapa fue ArcMap 9.2.

66
Figura N° 4. Tratamiento de las imágenes satelital

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En las figuras Nº 5 a 12 se represen- zamiento y disposición”. A continuación se pre-
taron cada una de las áreas seleccionadas, tan- sentan los criterios que se utilizaron para el
to la cartografía resultado de la digitalización proceso de interpretación visual.
como su correspondiente imagen satelital. Se I. Color o Tono: se lo define como “la percep-
ha denominado cada área según el curso flu- ción diferencial por parte del ojo de las distintas lon-
vial que surcaba en ese sector, así surgen las gitudes de onda del espectro visible” (Pinilla, 1995:
siguientes áreas representativas: 88) y junto con el brillo son los elementos
1. Arroyos Embalsadito y Tragadero básicos de la interpretación visual. Por ejem-
(Fig. Nº 5 y 6) plo, si se observa la figura Nº 12 se advierten
2. Arroyo Embalsado (Fig. Nº 7 y 8) coberturas espaciales de color verde que indi-
can la presencia de vegetación, mientras que
3. Arroyo Quintana (Fig. Nº 9 y 10) otros sectores aparecen en blanco o tonos
4. Río Tragadero (Fig. Nº 11 y 12). grisáceos lo que indica la ausencia de la cu-
b.2.1. Una vez seleccionadas las imágenes se bierta (generalmente representan rutas, cami-
procedió a su análisis a través de la inter- nos, parcelas con suelo desnudo, etc.)
pretación visual, la elección de este método II. Brillo o Valor: consiste en “el grado de os-
se apoyo, en primer lugar, en ventajas com- curidad de una imagen” (Pinilla, 1995: 87) y hace
parativas que ofrece el mismo para nuestra referencia a “la intensidad de energía recibida por el
investigación respecto del tratamiento digital, sensor para una determinada banda del espectro”
y, en segundo lugar, en cuestiones relaciona- (Chuvieco, 2006: 182). Continuando con el
das con los costes de las imágenes de satélite ejemplo anterior, el color verde presenta dis-
de alta resolución. En resumen: el método de tintas intensidades o valores: los verdes oscu-
análisis de las imágenes que se utilizó fue el ros representan las cubiertas vegetales más
tratamiento visual de las mismas y para su densamente pobladas, como bosques o mon-
elección se tuvieron en cuenta algunos as- tes cerrados, mientras que los verdes claros
pectos: indican la presencia de vegetación ge-
I. Exactitud requerida: la complejidad de neralmente herbácea o arbustiva, e incluso
los elementos espaciales que caracteriza al higrófila e hidrófila.
área estudiada puede identificarse de una III. Textura: se refiere a la heterogeneidad u
forma más precisa a través de la interpreta- homogeneidad espacial de una determinada
ción visual, debido a la posibilidad de incor- cubierta y visualmente se manifiesta como la
poración de criterios complejos que el trata- rugosidad o suavidad de los colores de la
miento digital no lo permite. misma (Chuvieco, 2006: 188). La textura
II. Costes: la adquisición de imágenes sate- puede ser grosera, tales como los bosques y
litales de alta resolución espacial requiere que selvas de ribera; media, como ser los esteros y
un proyecto de investigación se apoye en im- bañados; o fina, como los espejos de agua
portantes recursos económicos, por esta con escasa o nula vegetación en superficie,
razón las imágenes que se utilizaron son las por ejemplo lagunas y algunos meandros
que se encuentran disponibles a través de los abandonados.
servicios de Google Earth en cuyo caso la es- IV. Forma-tamaño: “es una característica ge-
tructura de imagen .jpg no admite el trata- ométrica de los objetos” (Machuca y Guerrieri,
miento digital de la misma. Chuvieco (2006: 2004: 19) y permite reconocer e identificar
170) sostiene que “[…] el análisis visual no re- elementos individuales a partir de la forma
quiere inversiones económicas importantes y puede ga- que tengan (Pinilla, 1995: 93; Chuvieco, 2006:
rantizar un nivel de precisión suficiente […]”. 193), por ejemplo los meandros abandonados
b.2.2. Chuvieco, (2006: 181) al referirse a los son reconocidos y diferenciados de las lagu-
criterios de la interpretación, dice que “una nas merced a la forma de media luna o herra-
de las principales ventajas del análisis visual es la de dura que poseen. Y por otra parte el tamaño
incorporar a la interpretación de la imagen criterios permite distinguir los meandros más antiguos
complejos, tales como la textura, estructura, empla-

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–son de mayor tamaño y grosor- de aquellos gen (Chuvieco, 2006: 189), tal es el caso de la
formados recientemente. localización de los alambrados a partir del
V. Contexto espacial o situación: las cu- análisis del comportamiento espectral de las
biertas o los elementos son identificados en cubiertas que lo circundan (Fig. Nº 7 y 8).
relación con los elementos vecinos en la ima-
b.3 Tercera etapa: caracterización y descripción
En las cuatro áreas representativas del cia cada tipo paisajístico como a identificarlo
espacio objeto de estudio se han reconocido, en la imagen satelital y a describir los criterios
identificado y caracterizado 12 tipos de pai- utilizados para dicho proceso de interpreta-
saje. En esta etapa se procede, tanto a definir ción visual de la imagen.
y conceptualizar el término con el que se aso-
c. Resultados
Como se ha mencionado en el apartado una escala aproximada de 1:40.000 y tienen
metodológico, una vez armado el mosaico de las dimensiones reales de 7 por 10 kilóme-
imágenes satelitales de la cuenca media y baja tros. La localización de cada figura dentro de
del Río Tragadero, la posterior selección de la cuenca aparece indicada en el sector infe-
las cuatro áreas consideradas representativas rior derecho de las respectivas representacio-
de la cuenca, se procedió -mediante la inter- nes.
pretación visual y la digitalización- a identifi- Luego se procede a la definición, ca-
car, delimitar y cartografiar los doce tipos de racterización y descripción de cada tipo de
paisaje que caracterizan al área de estudio paisaje que haya surgido de las representacio-
(Fig. Nº 5, 7, 9 y 11). nes cartográficas. Seguidamente se mencio-
A continuación se presentan las cuatro nan los criterios para la interpretación visual
áreas cartografiadas, acompañadas de su co- de las imágenes satelitales utilizados para la
rrespondiente imagen de satélite para compa- identificación y delimitación de cada tipo de
rar y/o verificar la información representada. paisaje.
Las figuras Nº 5 a 12 están cartografiadas a
c.1 Lecho fluvial activo
Con este tipo se intenta definir el pai- ción a la existencia, o no, de cubierta vegetal
saje del valle fluvial, es decir el espacio com- y a la densidad de la misma, de manera que
prendido entre ambas márgenes del canal en cuando la lámina de agua se encuentra libre
dos momentos: bajante o estiaje y creciente; de vegetación el satélite lo refleja con tonos
ya que en este tipo de ríos, con un régimen oscuros similares a los azules o negros, mien-
hídrico bastante irregular, es lógico que la fi- tras que, si en dicho cauce existe cobertura
sonomía sea totalmente diferente en un per- vegetal, ésta es expresada con la gama de los
íodo y en el otro. colores verdosos. Por ejemplo, en la figura
Algunos ejemplos de lo que se advierte Nº 13-A hay sectores del lecho por donde
mediante la interpretación visual de las imá- discurre el río con tonos verdes y otros con
genes satelitales son los siguientes: marrones oscuros indicando la presencia de
flora en el primer caso y la ausencia en el se-
1. Teniendo en cuenta el criterio de la gundo; mientras que en las figuras Nº 13-B y
forma se puede observar en la imagen un cau- C el cauce está libre de vegetación, ya que
ce fluvial meandroso, que mantiene prácti- presentan tonalidades marrones.
camente en todo su trayecto la sinuosidad
que lo caracteriza y, por ende, una gran can-
tidad de meandros que acompañan su tra-
zado.
2. Los colores con los que el agua se re-
fleja en esta imagen satelital difieren en fun-

69
Figura N° 5. Área 1, Arroyos Embalsadito y Tragadero.

70
Figura N° 6. Área 1, Arroyos Embalsadito y Tragadero. Imagen satelital

W E

Cuenca del
R. Tragadero

0 1 2 Km
Área
ampliada

Fuente: Imagenes satelitales de Google Earth 2007. Image 2007 DigitalGlobe Patricia Snaider. 2007

71
N Laguna
Cambá

W E

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A. Tragadero

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0 1 2 Km

Cuenca del
REFERENCIAS Río Tragadero
Infraestructura Tipos de Paisaje
; Edificio 1. Lecho fluvial activo 5. Estero 9. Interfluvio

Ë Molino de agua 2. Laguna 6. Bañado 10. Planicie aluvial


Alambrado 3. Meandro abandonado 7. Cañada 11. Albardon
Camino secundario 4. Paleocauce 8. Llanura de inundación Área
ampliada
FUENTE: El aboración propia. Digitalizado a partir de imágenes satelitarias Google Earth 2007. Patricia Snaider 2007.

Figura N° 7. Área 2, Arroyo Embalsado

72
N Laguna
Cambá

W E

0 1 2 Km

Cuenca del
Río Tragadero

Área
FUENTE: Imágenes satelitarias Google Earth 2007.Patricia Snaider 2007.
ampliada

Figura N° 8. Área 2, Arroyo Embalsado. Imagen satelital.

73
Figura N° 9. Área 3, Arroyo Quintana.

74
N

W E

Laguna
Chajá

0 1 2 Km

Cuenca del
Río Tragadero

Área
ampliada
FUENTE: imágenes satelitarias Google Earth 2007. Patricia Snaider 2007.

Figura N° 10. Área 3, Arroyo Quintana. Imagen satelital.

75
Figura N° 11. Área 4, Río Tragadero.

76
Figura N° 12. Área 4, Río Tragadero. Imagen satelital.

W E


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Cuenca del
R. Tragadero

Límit
0 1 2 Km e de
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ampliada

Fuente: Imagenes satelitales google earth 2007. Patricia Snaider. 2007

77
3. La diferencia de color e intensidad en el parte del mismo curso varios kilómetros
agua se explica por la cantidad de sedimentos aguas arriba.
que arrastra, de manera que cuanto más lim- 4. El ancho del lecho es diferente en
pia y transparente sea el agua –o menos car- cada tramo y no existe una correlación directa
gada de sedimentos y/o materia orgánica en entre naciente - lecho angosto y desemboca-
suspensión - más parecido al negro será el co- dura - lecho ancho.
lor con el que se refleje en la imagen satelital,
mientras que si los tonos son similares al 5. Los contrastes entre el lecho y las
marrón o al verde indica que el curso de agua áreas circundantes son diferentes a lo largo y
puede estar transportando cierta cantidad de ancho de la cuenca en función al tipo de fi-
material mineral y/u orgánico; es por ello que sonomía vegetal que el río atraviesa en cada
el tramo que representa el curso inferior y su caso: selva de ribera, monte alto, espacios de-
desembocadura (Fig. Nº 13-C) no es tan ne- forestados, monte bajo, etc.
gro-azulado como el de la imagen B, que es
c.2 Lagunas
Son ambientes lénticos, “[…] de agua tal, merece especial atención por su forma ca-
permanente, de cuenca bien definida y escasa profun- si triangular (Fig. Nº 14-D).
didad” (Olivier, 1971:32). Pueden tener o no Poseen dimensiones variadas. Aquellas
plantas sumergidas y flotantes, pero que casi cuyas formas son redondeadas tienen entre 2
siempre muestran un amplio espejo de agua, y 3 km. de diámetro (lagunas Lapacho y
y a veces, en sus bordes, arraiga vegetación Cambá respectivamente), mientras que las
palustre. alargadas, como la Laguna Cuchara, pueden
Las lagunas se localizan a lo largo y an- medir en su eje mayor entre 1 km y 4 km y
cho de toda la cuenca del Tragadero y, aun- tener un ancho de entre 200 m. y 400 m. (Fig.
que su distribución es más o menos regular, Nº 14-A).
se observa una mayor concentración en los Básicamente, a través de la imagen sa-
sectores medio y bajo de la misma. Sus for- telital se las reconoce por:
mas son:
1. Su tamaño: son los únicos espejos de
• redondeadas o subredondeadas: por ejem- agua de grandes dimensiones que sobresalen
plo las lagunas Lapacho y Cambá (Fig. Nº 14- a primera vista en la imagen.
A y C),
2. Su coloración: casi en todos los casos
• irregulares: como las lagunas Chajá están libres de vegetación por lo cual tienen
(Fig. Nº 14-B) y Balde, que se asemejan a una tonalidades oscuras –que indican la presencia
herradura (por lo que se podría deducir que de agua- o bien colores claros similares a los
fueron meandros originalmente), blancos y/o celestes, dependiendo de la
• elongadas con su eje mayor paralelo al composición química del agua: sales en diso-
eje de la red fluvial, en coincidencia con la di- lución, diversos coloides, arcillas, restos ve-
rección de mayor escurrimiento del agua. getales en descomposición, etc.

• el caso de la Laguna Desayuno, ubi-


cada en el extremo norte de la imagen sateli-
c.3 Meandros abandonados
En un lecho fluvial, un meandro es “un mos de “lecho meandriforme: son canales fluviales
trazado que se aparta sin motivo aparente de su di- móviles caracterizados por la presencia y el desarrollo
rección de escorrentía para volver a ella después de en su trazado de curvas alternantes más o menos re-
describir una pronunciada curva” (Derruau, 1966: gulares, a las que se da el nombre de meandros”
99). Una de las particularidades que posee la (Muñoz Jiménez, 2000: 227).
cuenca del Río Tragadero es la de tener tra-

78
Figura Nº 13. Lecho fluvial activo

Figura Nº 14. Lagunas

79
Por otra parte, el tipo de meandros que A partir de análisis de las dimensiones
contiene la cuenca son los denominados me- de los meandros y de su proximidad o lejanía
andros de llanura aluvial o también llamados me- al curso fluvial actual o a paleocauces se han
andros libres, divagantes, regulares o apenas diferenciado distintos tipos de meandros:
encajados en las llanuras aluviales (Derruau, “Hay casos en que el meandro abandonado si-
1966: 99; Coque, 1987: 139). gue teniendo una conexión al curso fluvial a través de
Un meandro se origina por erosión en la un pequeño canal o incluso el río discurre por una
parte cóncava del cauce, donde la velocidad parte del propio meandro, a este tipo de formas que
de la corriente es máxima, y sedimentación en la mantiene algún tipo de conexión con el curso activo
parte convexa, donde es mínima. Como con- las hemos denominado meandros conectados
secuencia de la sedimentación y erosión (Fig. Nº 15-B). Por otro lado, a los que se encuen-
combinadas, en las márgenes opuestas del tran muy alejados del cauce actual (más de 2 km., el
cauce, el meandro se desplaza hacia afuera, y río no aparece en la imagen), sin conexión con el ca-
en el sentido de la corriente ensanchando el nal del mismo –más que en el período de inundacio-
valle. (Cfr. Meléndez y Fuster, 2003). Se for- nes extraordinarias- y con dimensiones excesivamente
ma en los ríos de las llanuras aluviales con grandes para que los haya formado la red fluvial ac-
pendientes muy escasas, por lo cual, los se- tual, los denominamos meandros antiguos”
dimentos suelen depositarse en la parte con- (Fig. Nº 15-C) (Snaider, 2010b: 512).
vexa del meandro, mientras que en la cónca- Se observa un gran desarrollo de me-
va predomina la erosión y retroceso de la ori- andros, sobretodo en el curso inferior del Río
lla. Las franjas arenosas que se depositan en Tragadero, identificándolos en la imagen sa-
la margen convexa forman el lóbulo del meandro telital, fundamentalmente a partir de los cri-
o rivera aluvial, tal como se advierte en la figu- terios de forma, tamaño y teniendo en cuenta
ra Nº 15-B (Strahler, 1982: 485). Si el mean- un análisis del contexto. Se advierten:
dro es muy pronunciado, conduce al es-
trangulamiento del pedúnculo, ya sea por desbor- 1. Los meandros conectados se encuentran
damiento, cuando durante una crecida el río muy próximos –incluso unidos a través de un
desborda e inunda el valle y después de la pequeño canal a veces imperceptible en la
crecida la corriente conserva el trazo rectilí- imagen- al lecho activo (Fig. Nº 15-B) o bien
neo –y más corto- en vez de seguir por el éste discurre a través de un tramo del ma-
meandro; o bien por tangencia, fusión o contacto, drejón (Fig. Nº 15-A); se advierte una co-
es decir que cuando dos curvas cóncavas se nexión de tipo permanente entre el meandro
encuentran, el río corta camino a través de la y el río. Se desarrollan a lo largo de una franja
zona en la que se oponen las corrientes. La que acompaña la dirección general del río,
parte del lecho abandonada por la circulación encontrándose a no más de 1000 m del canal
se convierte en un brazo muerto, lago de principal. Suelen estar libres de vegetación, ya
herradura o lago en forma de media luna y se que aún mantienen algo de escorrentía.
lo denomina meandro abandonado (en 2. Los meandros abandonados tienen for-
inglés oxbow lake – collares de buey- y en Es- ma de herradura o semicírculos y pueden es-
paña se lo llama galacho), ya que los sedimen- tar cubiertos de vegetación en parte o to-
tos sellan la entrada y salida del meandro que talmente, aunque lo más común es que ten-
ha sido "decapitado" (Cfr. Coque, 1987: 141; gan algún sector de espejo de agua libre de
Derruau, 1966: 100) (Fig. Nº 15-A). plantas (Fig. Nº 15-A).
Regionalmente en Argentina también 3. Los meandros antiguos son bastante
se lo denomina madrejón y según Neiff (2003: más anchos (entre 100 y 300 m) y de mayor
41) significa “laguna alargada inundable, propia de tamaño que el resto, además de estar ubica-
llanuras de inundación y de comarcas planas con mal dos más alejados del canal actual (algunos se
drenaje, correspondiente a paleo-cauces o antiguos encuentran a más de 3 km del río actual), lo
tramos de ríos abandonados”. cual lleva a pensar que fueron modelados por
cursos pertenecientes a paleoredes (Fig. Nº
15-C).

80
c.4 Paleocauces o cursos fluviales antiguos
Los paleocauces son relictos de una pa- 1,5 y 4 km.- y alcanzando más de 22 km de
leored hidrográfica, canales de cursos flu- longitud; su anchura varía entre 60 y 380 me-
viales antiguos que se formaron bajo condi- tros (Fig. Nº 16-A y B).
ciones morfoclimáticas diferentes de las ac- En la imagen satelital se identifica a
tuales, más secas y frías. Debido a que la estos “ríos muertos” a partir de las siguientes
cuenca se encuentra en el área de los conoi- características:
des aluviales del Bermejo-Pilcomayo, caracte-
rizada por la presencia de lechos fluviales 1. Tienen una coloración y textura muy
abandonados que se disponen en forma de similar a la de los meandros antiguos, sólo
abanicos, se puede seguir en el área de estu- que en este caso cambia la forma: aparece el
dio el trazado de uno de esos valles antiguos curso antiguo completo, con escasos mean-
que aún permanece parcialmente ocupado dros abandonados antiguos que lo acompa-
por las aguas. ñen en su discurrir.
El antiguo río que surcaba esta región 2. Si se los compara con la red fluvial
(probablemente el Bermejo por la enverga- actual que fluye paralela a ellos, son conside-
dura del lecho) ha divagado en la enorme rablemente más anchos, tal como se observa
planicie aluvial que él mismo generó, y de- en la figura Nº 16-B, en cuyo sector superior
bido, entre otras causas, a la escasa pendiente derecho se encuentra el lecho del Río Traga-
y a la existencia de zonas deprimidas, ha de- dero.
jado segmentos de “ríos muertos” a lo largo 3. En su tramo inferior, más que el
del conoide, como es el caso del paleocauce continuo discurrir de un canal, se advierte
que se ubica en la cuenca baja del Tragadero, una trama compuesta por varios meandros
muy próximo a la divisoria de aguas con la abandonados unidos entre sí; esto se advierte
cuenca del Río Negro, localizándose a una en las figuras Nº 11, 12 y 16-B.
considerable distancia del curso actual –entre
c.5 Esteros
Según el diccionario de términos Geográficos bientes acuáticos no fluviales, y ello crea inevitable-
el estero es una “extensión del litoral delimitada mente, problemas en el propio trabajo…” (Morello
por el nivel máximo de la pleamar y el nivel mínimo y Adámoli, 1974: 34).
de la bajamar” (Monkhouse, 1978). En España Según Neiff (1986: 16) “los esteros son
se denomina así a “la porción distal, de influencia áreas anegables posicionalmente más bajas que los
marítima, de los canales (caños) de sistemas deltaicos bañados en el gradiente topográfico de las cuencas del
o llanuras de inundación que forman parte de los Chaco Oriental. Con ello, el agua permanece cu-
complejos de los humedales marismeños” (González briendo el suelo por más tiempo (9 a 11 meses/año)
Bernáldez, 1992: 80). generando condiciones muy diferentes a las del funcio-
En el Glosario de Humedales Lati- namiento de los bañados.” Arbo y Tressens
noamericanos se refiere a un estero como el (2002) hacen referencia con el vocablo estero
“humedal densamente vegetado por plantas palustres a un “cuerpo de agua permanente o con un corto per-
y acuáticas, con aguas permanentes o semipermanen- íodo anual de emergencia del suelo, alimentado por
tes, que tienen un estrato orgánico turboso, cubriendo aportes pluviales y con muy lenta circulación del agua
el fondo” (Neiff et. al., 2003: 26). en razón de la escasa pendiente; densamente vegetado.
En Argentina, y especialmente en el La profundidad del agua oscila entre 50 y 150 cm.”.
Nordeste –que es donde se lo aplica mayor- En este trabajo, con el término “este-
mente- el término “estero”, al igual que el de ros” se hará referencia a las depresiones per-
“bañado” y el de “cañada” son de uso gene- manentemente anegadas que se ubican en el
ralizado sin que exista una acepción clara pa- interfluvio y que ocupan extensas áreas, rela-
ra cada caso, sino todo lo contrario: “existe tivamente redondeadas y/o alargadas y aso-
anarquía en los nombres asignados a tipos de am- ciadas entre sí a modo de enjambres, es decir,

81
Figura Nº 15. Meandros abandonados, meandros conectados y meandros antiguos

Figura Nº 16. Paleocauce

82
con una cierta conexión entre ellas a través de o agua. Esta singularidad es la que los dife-
la red de escurrimiento. rencia de los pastizales o la sabana herbácea
Algunos de los esteros del área de es- que los circunda.
tudio tienen, tanto los bordes muy bien deli- 2. Su textura suele ser media y/o fina
mitados como una considerable permanencia revelando la ausencia de árboles, arbustos o
en el tiempo, lo que permite identificarlos bosques, contrariamente a la textura rugosa
con sus nombres propios; por ejemplo: Estero que presentan la selva del albardón o la del
Mula (Figuras Nº 5, 6 y 17-A), Estero Sarandí bosque del interfluvio (Fig. Nº 17-A).
(Fig. Nº 17-B) -ubicados en la cuenca media-, 3. Sus bordes son más definidos que
Ero. Guerreo, Ero. Mercado, Ero. Roldán, Ero. los bañados pero más difusos que los de las
Menjo y Ero. Guazú. Algunos de los que se lagunas, lo cual los diferencia de éstas, cuyos
ubican en la cuenca objeto de estudio llegan a márgenes tiene mayor precisión.
tener extensiones considerables, como por
ejemplo: 4. En algunos casos, como el Estero
Sarandí, pueden presentar espejos de agua li-
bres de vegetación, e incluso se advierten las
Dimensiones de algunos esteros islas flotantes o embalsados que se destacan
Ero. Sarandí 3,7 km. x 2,5 km. en el espejo de agua (Fig. Nº 17-B).
5. Aplicando el criterio del contexto espa-
Ero. Mula 12 km. x 3,5 km.
cial, en la figura Nº 17-C se advierte la pre-
Se forman a partir de la conjunción de sencia de un alambrado que atraviesa el es-
diversos factores, como la presencia de des- tero. Debido a que son extensas áreas prácti-
niveles de algunos centímetros en un terreno camente planas y con drenaje imperfecto,
con escasa o nula pendiente, que facilita el es- cualquier objeto que se encuentre en el ca-
tancamiento del agua y a su vez genera un es- mino del imperceptible escurrimiento del
currimiento más lento –si es que existe-, la agua puede significar un cambio en la fiso-
poca permeabilidad de los suelos y las abun- nomía. Tal es el caso del efecto que provocan
dantes precipitaciones. Todos ellos inciden en los esteros los alambrados, ya que se reco-
en la formación de estos espacios predomi- noce la retención de humedad a un lado del
nantemente palustres, que se diferencian de mismo debido a la aglomeración de matas de
los bañados por sus contornos más definidos y diversas plantas cerca de los postes o incluso
su mayor permanencia. debajo del alambre, sumado a otros factores
En la imagen satelital se identifican como el pisoteo del ganado y el sobrepasto-
los esteros a partir de las siguientes carac- reo. Las diferencias de color e intensidad entre
terísticas: ambos lados del alambrado pueden deberse
1. Teniendo en cuenta el color, aparecen al distinto uso pecuario de cada propiedad
representados con los tonos oscuros tales originando lo mencionado anteriormente: re-
como verdosos oscuros, marrones, azules o tención de humedad, sobrepastoreo, pisoteo
negros, que indican la presencia de humedad del ganado, etc.

c.6 Bañados
Los bañados son masas de agua semi- Corresponden a una inundación temporal
permanente, someras y con profundidad ge- con participación importante del agua de llu-
neralmente menor de un metro, de contorno via y del desbordamiento de un cauce que a
poco definido, con abundante vegetación veces lo recorre o lo atraviesa. (Cfr. Neiff, et.
emergente, generalmente herbácea y tierna. al., 2003; González Bernáldez, 1992: 36).
La cobertura de vegetación y las bioformas Se forman en las planicies situadas en
dominantes dependen del hidroperíodo y del terrenos bajos de pendiente suave y aparecen
efecto del fuego. Son los humedales más ri- como cuerpos de agua semipermanentes. Se
cos en fauna de vertebrados acuáticos y tie- diferencian de los esteros por la menor per-
nen mucho interés para la cría de ganado. manencia del agua y los contornos menos de-

83
finidos. También se los denomina malezales, con características fisiográficas y paisajísticas
un “[…] tipo especial de bañados, donde al anega- de esteros o viceversa (Snaider, 2010a).
miento estacional del suelo por lluvias locales, se le En la imagen satelital se los identifica
suma el efecto de procesos erosivos locales, fuego, y la a partir de las siguientes características:
actividad de agentes biológicos (hormigas y vacas)
[…]” (Neiff, 2003: 11). 1. El color es similar al de los esteros,
aunque como suelen tener menos humedad –
Si bien en la cuenca objeto de estudio incluso algún período del año pueden estar
no se han identificado bañados con nombres secos- los tonos son menos intensos y los
propios, existen algunos en la región, en contornos más difusos.
cuencas contiguas. A veces, la toponimia no
obedece a características hídricas, geomor- 2. Su localización es contigua casi
fológicas o fitogeográficas sino a la denomi- siempre a las lagunas, meandros abandona-
nación vulgar que fue transmitida generacio- dos (Fig. Nº 18-B), esteros o paleocauces, o
nalmente. Es por ello que pueden encon- bien aislados de otro cuerpo de agua, sim-
trarse humedales con el nombre de bañados plemente ocupando pequeñas depresiones
del terreno.
c.7 Cañadas
En España con el término cañada se procesos de colmatación por sedimentación
refieren a la “vía de trashumancia reservada para y, por ende, en lo ecológico han evolucio-
los rebaños migrantes” (George, 2007: 87) y en nado hacia una serie o xere más seca (xero-
muchas ocasiones esta vía ganadera se ubica sere) dentro de una sucesión ecológica prima-
en los sectores de mayor altura; por el contra- ria; es decir la fitocenosis de hidrófilas e
rio, en Argentina se trata de una “depresión lon- higrófilas es reemplazada por otra confor-
gitudinal, poco profunda, que suele colectar agua y mada por higrófilas y tropófilas que resisten
servir de vía de avenamiento permanente o temporal. mejor la desecación del sustrato y menor ex-
La anchura es de unos 100-400 metros y la longitud tensión de los períodos de inundación. Tal
es de más de 5 km., llegando algunas a 35 km.”. como se advierte en las figuras Nº 7, 8 y 19-
(González Bernáldez, 1992: 56). Biólogos que A, en el sector superior izquierdo se observa
han estudiado detalladamente el oriente cha- una red de paleocauces definida, que luego es
queño definen las cañadas como “[…] ese in- más difusa y los canales de dicha paleored
menso cuerpo de agua temporario, que en determinada fueron colmatados, teniendo actualmente un
época del año puede tener hasta un perezoso movi- escurrimiento que se asemeja al de una ca-
miento ‘orientado’ del espejo de agua” (Morello y ñada.
Adámoli, 1967: 17). Son conjuntos de canales de tipo
Neiff et. al. (2003: 13), en su Glosario dendrítico que se forman cuando la pen-
de Humedales Latinoamericanos, mencionan diente es muy escasa y el escurrimiento es
que en las partes más profundas de las caña- lento, e incluso nulo en determinados perío-
das “[…] puede haber agua permanente con vegeta- dos y, por lo general, tienen forma alargada y
ción palustre, pueden estar desconectadas de una red presentan islotes entre los difusos cursos de
hidrográfica y generalmente están alimentadas por agua. Popolizio (1980: 12 y 1981: 45) atribuye
lluvias.” su origen a procesos seudokársticos que for-
En la cuenca del Río Tragadero existen man redes “fantasmas” que en muchos casos
sectores ocupados por cañadas, algunos in- no se correlacionan con las de superficie,
cluso tienen nombre propio, como la Cañada aunque algunas de ellas parecen estar ligadas
Palma Sola y la Cañada Burión (Fig. Nº 19-B a procesos eólicos antiguos, de manera que
y C, respectivamente); sus longitudes rondan su génesis puede ser más compleja.
entre los 11 y 13 km., con un ancho total de En la imagen satelital se observan de
650 m. en el caso de la Cañada Burión. Algu- la siguiente manera:
nas veces las cañadas se desarrollan en secto- 1. Se las identifica teniendo en cuenta,
res ocupados por paleoredes que han sufrido en primer lugar el criterio que se refiere a la

84
Figura Nº 17. Esteros

Figura Nº 18. Bañados

85
forma del elemento geográfico, ya que apare- ferir notablemente entre el período lluvioso y
cen como cauces difusos, sin lecho mineral, y el seco.
completamente cubiertos de vegetación por 2. Están asociadas a depresiones o re-
lo que el color –otro criterio- suele ser siempre lieves negativos, por lo que se las verá atrave-
verdoso.Si bien los colores y textura conti- sando o bordeando esteros o bañados y pue-
guos son similares, estos insignificantes cau- den estar acompañadas de restos de albardo-
ces se advierten como largos segmentos –el nes o de la planicie aluvial, aunque erosiona-
trazado puede ser paralelo o entrelazado- cu- dos.
ya coloración difiere de las áreas próximas,
pudiendo ser más clara o de menor brillo, o 3. El modelo de red hídrica que forman
incluso más oscura si están con abundante es más bien similar al anastomosado, no al
agua. Dependerá de la estación del año en meandriforme propio de los cursos fluviales
que fue capturada la imagen, ya que puede di- de la cuenca, por lo cual los difusos canales
se entrelazan y suelen dejar islas entre ellos.
c.8 Planicie fluvial
La planicie fluvial, o llanura de inunda- parte interior de la misma; este procedi-
ción o Flood-plain, es el territorio afectado por miento llevado a cabo repetidas veces forma
la inundación más o menos periódica de un parte de la génesis de este tipo de llanuras o
río, lo que le confiere una serie de caracterís- planicies.
ticas geomorfológicas, edáficas y de vegeta- Si bien su forma es en general alargada,
ción. Forman sistemas muy complejos de ca- en algunos sectores donde los meandros fue-
nales, lagunas, islas, etc. característicos y de ron estrangulados o donde se hallan lagunas
funcionamiento ecológico sincronizado con muy próximas a los bordes laterales de la lla-
las fluctuaciones hidrométricas (migraciones nura de inundación, ésta deja de ser una fran-
de peces y otros organismos acuáticos), for- ja para adquirir formas irregulares acordes a
mando los “deltas internos”, complejos pai- los elementos que la forman. Pareciera que la
sajes semiterrestres de gran dinamismo, cons- llanura se ha “adaptado” a las lagunas y los
tantemente remodelados. Según Neiff et. al. meandros y no al revés, que los meandros
(2003: 29) la planicie de inundación “es una fa- abandonados estén “dentro” de ella.
ja deprimida por donde corre el río, constituida por Melton (1936) distinguió diferentes ti-
sus depósitos de canal y de inundación, permanente o pos de llanuras de inundación en relación con
temporalmente inundada por el aporte fluvial”. su origen y posición respecto del curso del
La planicie fluvial que se ubica en el río y al diseño de cada tramo; según su crite-
sector NE de la cuenca del Tragadero (Fig. rio sería la que está formada por cursos
Nº 9 y 10) es un ambiente sobre el que discu- meándricos y ocasionalmente inundada. (Ci-
rre el Arroyo Quintana, lo cual no significa tado en Neiff et. al., 2003: 29).
que la haya formado él. Se extiende aproxi- En la imagen satelital se la reconoce a
madamente a lo largo de 35 km, desde la La- partir de las siguientes características:
guna Cambá y pasando por la Laguna Chajá,
con una anchura que varía entre 1.000 y 1. Popolizio y Serra (1980: 26), al refe-
3.000 metros. rirse a ellas a partir de los estudios basados en
la interpretación visual, expresan que las imá-
Su origen se remonta a la paleored que genes “permiten reconocer los trazos de las antiguas
se ha desarrollado sobre el abanico aluvial del planicies fluviales, cuyos recorridos es posible seguir ya
Bermejo, y consiste en procesos de acumula- que a ellas se asocian unidades de fisonomías de ve-
ción de sedimentos y erosión del lecho fluvial getación de tipo mixto […]. El tono claro y la tex-
realizados al mismo tiempo, generando un di- tura las diferencian netamente de las áreas vecinas.”
seño que es sumamente complejo. Los me-
andros del río fueron erosionando la parte 2. En algunos sectores aparecen como
externa de la curva mientras que se construyó franjas con un modelado interno similar al de
una faja de terreno relativamente llano en la un delta; en realidad es el modelo geomor-
fológico fluvial lo que las caracteriza y las

86
Figura Nº 19. Cañadas

Figura Nº 20. Planicie fluvial

87
diferencia de cualquier otro ambiente y para ces debido a la presencia de palmares de ca-
identificarlas debemos tener en cuenta el co- randay (Copernicia alba).
lor, brillo, textura, pero sobre todo el contexto 4. Según Neiff et. al. (1994: 162) es un
y la relación con los demás elementos geográ- humedal “caracterizado por la predominancia de
ficos (Figuras Nº 20-A y B). elementos fluviales modernos y antiguos: albardones,
3. Se advierten sus bordes más eleva- antiguos meandros, etc.”, de allí que se visualicen
dos, debido a que está enmarcada por albar- dichas geoformas acompañando a la planicie
dones antiguos o incluso por los derrames la- y dentro de ese complejo diseño de red, pue-
terales; ello indica que sus bordes tendrán to- den aparecer, asociadas a ella, lagunas o tra-
nos verdes oscuros y textura grosera –de- mos de paleocauces, además de meandros
mostrativos de una vegetación frondosa-, abandonados, esteros, bañados y cañadas.
mientras que el color y textura de la superficie 5. En el centro de la llanura de inunda-
ocupada por la llanura difiere en función al ción aparecen islas o “isletas” de bosques en
elemento que contiene, pero básicamente son tonos verdosos oscuros y textura rugosa.
verdes claros y texturas finas a medias, a ve-
c.9 Planicie embutida
El interfluvio es el “terreno que hay entre sin salida o dificultosamente conectadas al es-
los valles de dos ríos” (Tejada Álamo, 1994: 78) y currimiento fluvial. (Popolizio, 1986: 11)
por lo general, al área interfluvial, por estar A su vez, tal como lo ilustra Juan Al-
dispuesta entre dos cursos fluviales, se la aso- berto (2006: 5) en el esquema de las fisonom-
cia con relieves positivos más elevados que ías vegetales del Chaco Oriental, el área de in-
los propios lechos de los ríos e incluso a terfluvio está dividida en sectores anegables o
través de ella debería discurrir la línea diviso- depresiones comúnmente ocupadas por este-
ria de aguas. Pero en esta región ocurre ros, bañados o cañadas y sectores más eleva-
prácticamente lo contrario, ya que los inter- dos y menos expuestos a inundaciones o
fluvios se convierten en lo que Popolizio anegamientos; éstos últimos son denomina-
(1986) y Jorge Alberto (2004) definen como dos en este trabajo como depresiones embu-
planicies embutidas. tidas o planicies que se describen en este
Para comprender su origen y funcio- apartado (Figura Nº 22).
namiento, nos remitimos a lo expresado por Fue muy dificultosa la tarea de identifi-
Popolizio (1986: 11) al afirmar que el “área se car, y sobre todo, delimitar las áreas que ocu-
caracteriza por la presencia de valles fluviales aban- pa este ambiente en la imagen satelital, de-
donados y originados bajo condiciones morfoclimáticas bido a lo siguiente:
diferentes de las actuales, más secas y frías. Dichos
paleovalles se disponen en forma de abanicos, es decir 1. Los ambientes que suelen ubicarse
como modelo divergente, que entran en contacto entre contiguos son los esteros y los derrames late-
sí llegando a formar una verdadera maraña.”(Figura rales, cuyos límites son demasiados difusos y,
Nº 21-A). por lo tanto, difíciles de determinar. Durante
la etapa de interpretación visual de las imáge-
Esos paleovalles, ocupados por ríos ac- nes se procedió al análisis y relación de mu-
tualmente, se caracterizan por la presencia de chos otros elementos y factores, como la ubi-
derrames laterales muy amplios que sobre- cación de las carreteras y los caminos vecina-
salen de las planicies embutidas como se ob- les, el emplazamiento y distribución de las vi-
serva en la Figura Nº 21-B. Por lo expuesto, viendas rurales, la disposición y distancia al
las divisorias de agua no se encuentran en los canal principal de los meandros antiguos, la
interfluvios sino sobre dichos derrames y co- posición de las áreas cultivadas, etc.; criterios
rren más o menos paralelas, terminando por de contexto geográfico que permitieron definir de
encerrar sectores de la planicie que se con- manera aproximada los límites de las plani-
vierten, de esta manera, en cuencas cerradas, cies embutidas, sobre todo con los derrames
laterales (Figura Nº 23).

88
Figura Nº 21. Esquema de los conoides

Fuente: Alberto, Juan A. (2006) El Chaco Oriental y sus fisonomías vegetales. Geográfica Digital, Año 3, Nº 5.

Figura Nº 22. Fisonomías vegetales del Chaco Oriental


2. No se lo identifica con un determi- con tonos más claros que las circundantes –
nado color o textura ya que puede ser similar indicativa de la ausencia de árboles-, o bien
a los derrames laterales cuando tiene cober- aparece como grandes extensiones claras sal-
tura arbórea de bosque bajo o mixto. picadas de puntos oscuros, representado un
3. Por lo general tiene amplias abras área de pastizal con árboles aislados.
que en la imagen se las identifica como áreas
c.10 Derrames laterales
Este tipo de paisaje se refiere a la plani- las aguas fluviales producido durante las
cie formada por la deposición de sedimentos inundaciones (Ver figura Nº 21). Por su par-
trasportados por los ríos, generalmente adya- te, Jorge Alberto (2004: 2), identifica estos
centes a ellos, que sólo en parte puede ser ambientes con el nombre de paleoderrames, ya
inundada periódicamente. Eliseo Popolizio que “son el resultado de la existencia de enormes pa-
(1986) denomina derrames laterales al material leoconoides aluviales del Bermejo que se superpusieron
que fue depositándose con cada derrame de al modelado estructural, originando numerosos brazos

89
divergentes con derrames laterales que se sobreelevaron aparecerán colores verdes oscuros -aunque no
de la planicie […]”. tan intensos como los de la selva del al-
Los derrames laterales tienen dimen- bardón- y textura rugosa o grosera (Figura Nº
siones muy variables, con longitudes que 24-C). Pueden advertirse bosques menos
pueden acompañar un cauce desde sus na- densos o aislados, identificándolos a través de
cientes hasta su desembocadura y anchuras la presencia de círculos o puntos verdosos
que oscilan entre los 500 m. a más de 3.000 rodeados de áreas más claras (Figuras Nº 24-
m.; y junto con las planicies embutidas y los A y B).
esteros, son los tipos de paisaje que adquie- 2. Entre la textura rugosa que repre-
ren más desarrollo a lo largo y ancho de toda senta la vegetación boscosa aparecen man-
la cuenca. chas blanquecinas indicando suelo desnudo o
Al igual que las planicies embutidas, la erosionado, denominados blanquizales (Figu-
delimitación de este tipo de paisaje a través ras Nº 24-A y B).
de la interpretación visual de las imágenes sa- 3. Si el área se encontrase degradada
telitales fue muy laboriosa. A pesar de las di- seguramente se observaría algún tipo de par-
ficultades en la demarcación de las áreas que celamiento, ya sea debido a la implantación
lo identifican, se lo puede visualizar en las de cultivos, a la deforestación de un sector o
imágenes a partir de los siguientes datos: de la totalidad del bosque, o al sobrepastoreo
1. Cuando los derrames laterales estén producido por una sobrecarga de hacienda.
cubiertos de un bosque denso en la imagen
c.11 Albardones
El término “albardón” es muy utilizado verde tiene tonalidades más oscuras e inten-
en América Latina para referirse a lo que en sas que las áreas circundantes (Figura Nº 25-
inglés se denomina raised berm o en francés C).
levée (del latín levare: “levantar”). Es una eleva- 2. Se los observa en los bordes de las
ción natural junto al río, aunque también se llanuras de inundación, pero en este caso son
encuentra en los bordes de una llanura de bastante más anchos y más densos, los tonos
inundación formando un plano ligeramente verdosos son más oscuros que en el caso an-
inclinado, aumentando suavemente de altitud terior. Además, dentro de la propia llanura se
en dirección al cauce fluvial (back levée). Su forman una especie de islas que tiene la fiso-
formación se debe al depósito diferencial de nomía de albardones “aislados” (Figura Nº
materiales transportados por las avenidas, es- 25-A).
pecialmente limo. (González Bernáldez, 3. También se los encuentra entre las
1992: 26 y 122). cañadas, formando una estructura semejante
A través de la imagen satelital se los a la de un laberinto en el que se intercalan los
identifica en varios sitios dentro de la cuenca unos y las otras (Figura Nº 25-B).
y tienen formas y tonalidades similares, aun-
que con particularidades, por ejemplo: 4. Aparecen finalmente bordeando me-
andros, lagunas, esteros y paleocauces; se los
1. En la mayoría de los casos aparecen denomina en este último caso albardones an-
junto a los ríos formando una angosta franja tiguos, ya que los formó una paleored de cur-
que acompaña al curso, donde se advierte sos fluviales.
una vegetación más exuberante, por lo cual la
textura en la imagen es más gruesa y el color
c.12 Lecho de inundación de los Ríos Paraguay/Paraná
Este ambiente tiene escasa significación tituye el valle de inundación de ríos de mayor
por emplazarse en el sector terminal de la envergadura como lo son el Paraná y el Para-
cuenca, pero que incluso no forma parte de guay. Se ha cartografiado una parte del mis-
ella, ya que como su nombre lo indica, cons- mo y si bien no se pretende describirlo, más

90
Figura Nº 23. Planicies embutidas

Figura Nº 24. Derrames laterales

91
que nada porque no pertenece a la cuenca no corresponde al valle del Paraná en sentido
objeto de estudio, se presentan algunas carac- estricto, sino que lo labró el Paraguay, de cur-
terísticas: so muy sinuoso que formó enormes al-
bardones debido, en parte, a la gran carga de
Los ríos Paraná y Paraguay se asientan sedimentos que le aportaba el Río Bermejo.
sobre una falla que fue afectada por movi-
mientos diferenciales que provocaron el des- En la imagen satelital se distingue el
censo de la margen chaqueña –en relación plano de inundación por el que discurre el río
con la vecina margen correntina- contribu- formando meandros, islas aluviales y barras
yendo a la formación de un ambiente depri- arenosas que obstruyen la circulación del
mido fluviolacustre. agua, generando una modelo característico y
totalmente diferente a los sectores circun-
En realidad, el tramo por donde el Río dantes (Figura Nº 26).
Tragadero discurre dentro de este ambiente
d. Conclusiones
El empleo de imágenes satelitales cons- Pensamos que, a partir de la cartografía
tituye el fundamento idóneo y un elemento generada con la metodología descripta, se
importante dentro de la metodología para el pueden aplicar los índices de vulnerabilidad
reconocimiento del mosaico de paisajes de del paisaje de una manera eficaz y lo más re-
una región, como primera etapa, para luego presentativo y fidedigno de la realidad.
aplicar diversos índices de vulnerabilidad de
paisajes a la cartografía elaborada. Consideramos que una vez que se
cuente con los resultados de la Vulnerabilidad
Con la interpretación visual de las imá- del Paisaje se podría analizar la ordenación
genes satelitales obtenidas de manera libre y del territorio, los riesgos ambientales a me-
gratuita, además de las tareas de reconoci- dio-largo plazo, etc. constituyéndose, de esta
miento de campo que se puedan realizar y la manera, en un instrumento de gran interés en
bibliografía recopilada sobre los diversos am- la gestión de los recursos naturales de la re-
bientes se consiguió identificarlos, diferen- gión.
ciarlos y cartografiarlos.

92
Figura Nº 25. Albardones

Figura Nº 26. Lecho de inundación de los Ríos Paraguay/Paraná

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