A causa de dichas señales las personas se excitan y su cuerpo reacciona con cambios fisiológicos.
El corazón late con mayor rapidez, las palmas de las manos sudan y la garganta se reseca. Es la parte
física de las emociones. Estas sensaciones suelen acompañarse de alteraciones observables en la
expresión facial, la postura, la voz y los movimientos corporales.
La diferencia entre las respuestas cognoscitivas explica por qué dos individuos pueden externar una
reacción emocional contraria en la misma situación. Mientras que Cristina se siente nerviosa, otro niño
del grupo quizá esté ansioso por leer su informe al grupo. Ninguna de las interpretaciones es correcta o
errónea: simplemente cada una define la realidad actual de los alumnos
La tristeza produce un poco de energía, dando tiempo para adaptarse a una pérdida o decepción. Ante
el miedo el niño trata de escapar, de huir o protegerse en contra de algo. En todos los casos, las
emociones
le ayudan a interpretar lo que está ocurriéndole y lo guían para adaptarse a las circunstancias
cambiantes. Tales interpretaciones se describen en la tabla
Las emociones mal controladas y los sentimientos negativos tienden a deteriorar el funcionamiento
intelectual; en cambio, las emociones positivas fuertes y las debidamente controladas favorecen una
actividad cognoscitiva superior.
La maduración emocional se ajusta a secuencias evolutivas tan predecibles como las relacionadas con
el desarrollo físico y lingüístico.
Antes de los 12 meses de edad, Nadia expresará claramente alegría (hacia las 6 semanas), ira
(aproximadamente entre los 4 y 6 meses), tristeza (más o menos entre los 5 y 7 meses) y miedo
(entre los 6 y 12 meses).
Alegría, ira, tristeza y miedo se clasifican como emociones primarias, de donde surgirán
otras más diferenciadas.
Las dos citas ejemplifican el cambio tan radical que ocurre en el conocimiento de las emociones
durante la niñez. Con el tiempo, a las declaraciones simplistas del niño de 1 a 2 años sucede un
razonamiento más complejo y un conocimiento más profundo. Todo comienza cuando el niño piensa
que sus emociones ocurren una a la vez. Cuando un niño de 1 a 2 años, o un preescolar, se enojan su
ira es terrible pero cuando se alegran, la alegría los desborda. Estas reacciones emocionales se alternan
rápidamente.
Mientras el niño está conociendo mejor las emociones, también adquiere una mayor capacidad de
regular lo que siente. En otras palabras, poco a poco aprende a manejar sus emociones para no dejarse
abrumar totalmente por ellas e interactuar con otros con mayor eficacia.
en varios momentos. He aquí las estrategias más comunes que adquiere
a través del tiempo:
Suprimir la expresión de ciertas emociones, consolarse uno mismo, buscar consuelo.
Cociente emocional