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Integrantes

Alejandra Carrión 10/10


Johana Unapanta 10/10
Jefe de grupo - Geovanni Zambrano 10/10

Período
OCTUBRE 2017- FEBRERO 2018
Dimensiones de la Innovación

Al momento de hablar de innovación usualmente se piensa en un nuevo o mejorado producto

y/o servicio; pero el enfoque de la misma va mucho más allá y es más profunda, puesto que, no

sólo debe ocurrir en un bien final, sino en todo lo que conlleva su producción y difusión; es por

esta razón que las empresas tienen que orientarse en una innovación holística e integral de varias

áreas o dimensiones, todo debe darse al mismo tiempo en pro de un objetivo común. (Quiroz,

2016)

Por lo tanto, estas dimensiones son los ejes a los cuales se les debe prestar mayor atención

tanto para realizar benchmarking y compararse con empresas de su sector, como para identificar

nuevas oportunidades de innovación.

1. Sistema

La primera dimensión en la que la innovación tecnológica puede producirse en la empresa se

refiere a su estructura interna, respecto a cómo funciona la misma y los elementos que la

componen. Dentro de esta dimensión se engloba al personal a todos los niveles, desde dirección

hasta planta, y a las herramientas o métodos que se aplican para que la empresa funcione de un

modo correcto y operativo.

Para poder analizar mejor las interacciones dentro y entre los diferentes niveles en el aspecto

funcional, es decir, al modo de interactuar, el tipo de acciones, como se ejercen dichas acciones y

medios empleados para ello, la dimensión estructura o sistema se divide en tres sub-dimensiones

referentes a: dirección, personal y recursos humanos.

El primero se refiere al grupo encargado de la toma de decisiones a más alto nivel; el

segundo, personal, a aquellos que ejecutan las acciones en la empresa. Por último, recursos

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humanos, que corresponde al desempeño de las funciones necesarias para gestionar la mano de

obra de la empresa.

Ilustración 1. Chulvi, V & Ruiz, J (s.f) La dimensión tecnológica para la innovación en la empresa (ensayo)
Recuperado de:
http://repositori.uji.es/xmlui/bitstream/handle/10234/82446/La+dimension+tecnologica+para+la+innovacion+en+
la+empresa.pdf;jsessionid=FE06D2CDE048

Es importante que se gestionen bien esto tres grupos y que, a la vez, se combustionen con otro

elemento: la motivación. El resultado de su integración será una potente bomba creativa llena de

energía para innovar los productos y servicios ya existentes; según Fernando Fischmann (2014),

fundador y presidente de Crystal Lagoons, la innovación es un proceso esencialmente humano,

que dentro de esta dimensión (sistema) se refiere a la “gestión de la innovación a través de tres

ejes o dimensiones: el ecosistema creativo; la identidad innovadora, y la motivación intrínseca,

motor biológico que impulsa a actuar”.

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Ecosistema
creativo

Identidad Motivación
innovadora Intrínseca

Motivación

Ilustración 2. Elaboración propia

El ecosistema creativo en el que se desempeñan día a día puede bloquear o, por el contrario,

desatar la fuerza innovadora. Las empresas son conscientes de esto, y por ello invierten

muchísimo esfuerzo y dinero en acciones dirigidas a mejorar su cultura innovadora, pero, ¿Son

efectivas? En demasiadas ocasiones, no lo son.

Elementos como el entorno laboral (¿están a gusto? ¿cómodo?), las prácticas directivas

(¿valora mi jefe que innove? ¿pensará que no estoy haciendo mi trabajo?) impactan igualmente

sobre el comportamiento y, por supuesto, sobre si se intentará o no innovar. Medidas enfocadas

únicamente en la cultura de innovación no serán efectivas.

En segundo lugar, se encuentra la identidad innovadora. La innovación surge en las personas,

por lo que es necesario que sean creativas. Existe un claro consenso sobre esto, y por ello más

del 50% de las acciones dirigidas a fomentar la innovación ponen su foco en este factor, la

creatividad, pero de nuevo ¿son efectivas? En demasiadas ocasiones, tampoco lo son.

La identidad innovadora es una realidad mucho más compleja. Por ejemplo, la autoestima

(¿yo? ¿Seguro que yo?), el optimismo (¿y si también sale mal? ¿fracasaré?), el miedo al fracaso

(¿y si fallo? ¿me castigarán?) y el locus de control (¿depende de mí? ¿puedo hacer realmente

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algo?), impactan fuertemente sobre el comportamiento creativo, y deben ser entendidos y

gestionados correctamente. En caso contrario, el valioso potencial creativo se desvanecerá.

Y, por último, la motivación, esa fuerza o motor biológico que, dado un determinado

ecosistema creativo y una cierta identidad innovadora, impulsará a las personas a actuar, a

intentar innovar y crear. Esta dimensión se asocia con preguntas como: ¿Lo conseguiré? ¿Merece

la pena innovar?

Como consecuencia, aquellas empresas que apuesten por la innovación deberán establecer

mecanismos que minimicen las fugas de creatividad y que sistematicen la incorporación de todo

el ingenio organizacional en la maquinaria generadora de nuevas ideas. Para ello, deben

concentrarse en estas tres dimensiones, y aprender a monitorizarlas con eficiencia para vencer la

resistencia que ofrecen los viejos modelos. La fuerza motriz que necesitan para salir reforzadas

de esta crisis, que tarde o temprano tiene que terminar, está en ellas mismas.

Ejemplo.

Fundada en el año 2011, Walk Me es una plataforma de

adopción digital (DAP) que simplifica la experiencia del usuario

en línea e impulsa la acción del usuario mediante el uso de percepciones, participación y

capacidades de orientación. Es una de las empresas top en Israel en el modelo B2B, se la

considera dentro de la categoría “Cool Israel Companies”.

WalkMe trabaja continuamente para lograr que su empresa sea uno de los mejores lugares

para trabajar en el ecosistema tecnológico israelí. Con happy hours semanales, salidas nocturnas

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en equipo y eventos de toda la compañía durante todo el año, se aseguran de mantener su cultura

vibrante y divertida, adoptando la mentalidad de "trabajar duro para jugar duro".

2. Producto y Servicios

La dimensión denominada producto o concepto de servicio, se refiere al conjunto de

características ligadas al producto o servicio que ofrece la empresa, a la finalidad de la misma

y/o a aquello por lo que va a obtener beneficio. Esta dimensión no se refiere a los aspectos de

producción del mismo, sino más bien desde el punto de vista de ofrecimiento y venta del

producto. Dichas características engloban tanto al producto o servicio como a los individuos

relacionados en el intercambio del mismo (comercial-cliente).

Por lo tanto se consideran todas las innovaciones que se puede hacer en el producto o servicio

para hacer de este un producto más vendible o deseable por el cliente y sus modalidades de

oferta.

Así mismo se toma en cuenta al cliente, no como un individuo, sino más bien como conjunto

del mercado que está ahí para adquirir un servicio y los medios por los que se puede establecer

contacto con él y conseguir información del mismo.

Y por último consideramos el aspecto comercial, este es, el quién y cómo se da el servicio

demandado al cliente.

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Ilustración 3 Relación del producto con otras sub-dimensiones

Chulvi, V., & Ruiz, J. (s.f). La dimensión tecnológica para la innovación en la empresa. Obtenido de
http://repositori.uji.es/xmlui/bitstream/handle/10234/82446/La+dimension+tecnologica+para+la+innovacion+en+
la+empresa.pdf;jsessionid=FE06D2CDE048CDFE23A2026CBD48A00C?sequence=1

Entre el sistema y el producto podemos hallar una vinculación a través de las sub-dimensiones

personal-comercial, pues será parte del personal de la empresa el que se ocupe de llevar a cabo

las funciones de comercial.

Ilustración 4 Elaboración propia

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Así mismo debemos entender que una empresa requiere la creación de un producto o

servicio que pueda ser valorado por el cliente.

De igual manera cuando se crea un nuevo producto este puede abrir nuevas

oportunidades para obtener nuevos clientes o nuevos segmentos de clientes, una nueva

manera de cobrar por los productos o servicios, el desarrollo de un nuevo mensaje para la

comercialización, mejorar o cambiar los procesos, o cambiar partes de la cadena de

suministros.

Un producto y un servicio no se venden igual

Al momento de establecer la relación comercial entre el cliente y el vendedor existe una

diferenciación al momento de vender un producto y un servicio, Una empresa puede vender

productos, servicios o ambas cosas. Sin embargo, no es lo mismo vender productos que vender

servicios. Los productos son tangibles, se fabrican y se consumen, son homogéneos y se pueden

almacenar. Por otro lado, los servicios no se pueden ni ver, ni evaluar antes de comprarlos, se

fabrican y se consumen a la vez, son heterogéneos y no se pueden guardar ni almacenar. Los

productos, si no satisfacen las expectativas, se pueden devolver. Los servicios, no. Estas

diferencias entre productos y servicios pueden trasladarse directamente a la forma de afrontar la

venta de unos y otros.

Los productos suelen satisfacer necesidades concretas de los clientes. Los servicios, sin

embargo, se venden casi como si fueran una relación entre el comprador y el prestador del

servicio. Por tanto, son difíciles de objetivar y es vital que el cliente perciba el valor del servicio

y lo integre en su cadena de preferencias. En este sentido, cuentan mucho los factores

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emocionales, por lo que la propuesta de valor es muy relevante. Lo que marca la diferencia no es

qué se vende, sino cómo se vende. Y ese cómo obliga a la interacción frecuente con el cliente y a

la personalización de las fórmulas de venta.

Ejemplo

Desarrollo de nanotecnología inspirada en la naturaleza

La empresa ubicada en Herzliya, Israel es un líder en la innovación de materiales y sus

aplicaciones de dispositivos. Estos compuestos patentados mejoran drásticamente el rendimiento

de una gama de dispositivos, incluidas baterías, pantallas, sensores y memoria digital.

Diseñada para reemplazar tecnologías conocidas por medio de propiedades físicas, químicas,

eléctricas y ópticas mejoradas, la tecnología de StoreDot, inspirada en la naturaleza, puede

optimizarse para múltiples industrias, incluidas las baterías de carga rápida para dispositivos

móviles y vehículos eléctricos.

Las FlashBattery de StoreDot, que cargan un teléfono inteligente en 30 segundos, serán

producidas en masa este año. Utilizando los mismos nanomateriales respetuosos con el medio

ambiente en vez de litio, la compañía, em Herzliya Pituach, también está desarrollando un

sistema para recargar automóviles eléctricos en cinco minutos y tecnologías para la proyección

de colores libre de metales para televisión, computadoras, y pantallas LCD de móviles.

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Imagen 1 Oferta de StoreDot

Dot, S. (s.f.). Store Dot. Obtenido de https://www.store-dot.com/

Recomendaciones

1. Hasta el año 2015, únicamente el 56% de trabajadores es feliz laboralmente; hablar de

innovación no es únicamente cuán tecnológicas se convierten las empresas, sino en

mejorar las relaciones laborales entre las personas, tanto desde la cabeza hasta el último

puesto existente; todos importan. Lamentablemente, y con la crisis de migrantes

existentes, el estrés laboral incrementó porque no existe seguridad laboral, un día pueden

encontrarse trabajando y al siguiente ya no.

Es importante que los empresarios tomen en cuenta que al ser la innovación un proceso

netamente humano, si su personal no se encuentra motivado, entonces las ideas no fluirán,

por ende, las personas serían un recurso mal gastado. Innovar va más allá de lo tangible, la

propiedad intelectual de cada uno es importante.

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2. Con el crecimiento y desarrollo acelerado de la tecnología en la actualidad, se deben crear

productos que puedan satisfacer a un mercado cada vez más exigente y que busca más

facilidades para su vida diaria, en aspectos muy cotidianos, es por esto que se debe crear

productos deseables y útiles para los clientes aprovechando la innovación de productos y

servicios.

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