Tarea:
Para la sección I. Identificar las razones que explican el crecimiento, externas e internas,
que mencionan las noticias.
Para la sección II. Identificar en qué consiste el capital oculto, inerte, que señala
Hernando de Soto.
Para la sección III. Identificar las características de la inversión en China, la que recibe
China y la que hace China en el exterior.
22 de octubre 2017
Factores externos impulsan recuperación de la economía
Mejores precios de materias primas en el mundo alientan la confianza en el Perú y otros
países de la región. Entorno internacional ha sido más relevante para el rebote en
la actividad que el gasto público Los términos de intercambio del Perú han mejorado en
7% y la confianza empresarial ha regresado al tramo optimista. (Foto: Bloomberg) Luis
Alegría22.10.2017 / 09:10 am
En los últimos tres años, la economía peruana sufrió una desaceleración en la actividad,
causada por un entorno internacional desfavorable. Sin embargo, durante el 2017 los
vientos en contra se han convertido en vientos a favor y las condiciones externas se han
tornado benignas. Así, durante este año, los términos de intercambio (un indicador que
mide la evolución de los precios de los productos que exportamos e importamos) han
mejorado en 7% y, junto con ellos, la confianza empresarial ha retornado al tramo
optimista. Este mayor optimismo está altamente correlacionado con los precios de los
metales. En ese sentido, las exportaciones asumen un rol protagónico.
Para Alfredo Thorne, ex ministro de Economía, los envíos al exterior son claves para
nuestra economía. Su aporte al crecimiento de los últimos 12 meses –estimó– es de cerca
de 2,5%. “Eso se compara con el crecimiento de 2,7% que esperamos para este año”,
indicó. Pero cuando llueve, no solo es el Perú el que se moja: la recuperación también se
ve en los demás países.
Por ejemplo, los indicadores de confianza de las empresas, y en menor medida de las
familias, de los países de la región han repuntado, en línea con las mejores condiciones
en el mundo. Lo que sí es diferente es cuánto más crece cada país.
Elmer Cuba, socio director de Macroconsult, resaltó que el PBI del Perú siempre ha
crecido entre 2 y 2,5% por encima del promedio regional. “Están mejorando las demás
economías, pero el Perú mejora más rápido porque tenemos mejores condiciones físicas:
economía flexible, abierta al mercado, más ortodoxa”, sostuvo.
Así, por ejemplo, anotó que la inversión pública habría crecido 30% en setiembre y estaría
alrededor de 40% en octubre. Ello –dijo– va a sumarse a los vientos de cola para salir más
rápido del enfriamiento. Sin embargo, advirtió que por ahora la recaudación fiscal está en
mínimos históricos y ello quita espacio para que el gasto público sea el motor que se
espera en el 2018.
MIRADA REGIONAL La situación que viven otros países de la región no dista mucho de
lo que se observa en el Perú. Los vecinos Chile y Colombia también habrían dejado atrás
lo peor en la primera mitad de este año. En Chile, por ejemplo, la economía se viene
acelerando gracias al sector minero, que creció casi 10% en agosto. En este año también
se aceleró el consumo privado en el país del sur, pero ha habido un retroceso de la
inversión. El gasto público, evitó que Chile cayera en recesión durante el primer trimestre
de este año, cuando la paralización de la mina Escondida golpeó fuertemente la
producción de cobre.
BBVA Research prevé un crecimiento de 1,3% este año para Chile, que se aceleraría
hasta 2,4% en el 2018. Además, proyecta que el consumo privado subiría a una tasa de
3,1% el próximo año y la inversión aumentaría 2,9%, liderada por el sector minero. La
economía de Colombia muestra más similitudes con el Perú: también sufrió una
desaceleración por los efectos combinados de El Niño costero, la caída en los precios del
petróleo, los escándalos de corrupción y, además, una reforma tributaria que elevó el IVA
(equivalente al IGV peruano). Al igual que Chile y el Perú, Colombia muestra señales de
acelerar a partir de la segunda mitad de este año, según BBVA Research. Su PBI se
expandiría 2% en el 2018, alentado por mayor consumo privado y, en especial, por más
inversión en obras civiles y proyectos asociados a minería y energía.
PERÚ
Comercio crece 1,24% en agosto, acumula 4 meses de
expansión Según el INEI, el comercio al por menor creció por la recuperación de las ventas de las
prendas de vestir, ante la campaña comercial por cambio de temporada 21.10.2017 / 04:15 pm
La actividad comercial registró un crecimiento de 1,24% con respecto al mismo mes del
2016, en el que aumentó 1,82%, según informó el INEI. Con el resultado de agosto,
el sector comercio acumula cuatro meses consecutivos de resultados en verde, luego de
las cifras negativas obtenidas en marzo (-0,77%) y abril (0,56%). La evolución positiva del
mes de agosto se explica por la recuperación de las ventas del comercio al por mayor, al
por menor, así como la venta automotriz.
Así, el comercio automotriz pasó de una contracción de -2.65% en agosto del 2016 a
una expansión de 4,65% en el mismo mes de este año. Según el INEI, el aumento se
debió a la mayor venta de automóviles y camionetas impulsadas por el dinamismo de la
demanda por nuevos modelos, la intensidad de las campañas de marketing, la apertura
de nuevas sedes de distribución, y el mejoramiento de pago.
Con respecto al comercio al por mayor, el crecimiento de agosto de este año fue de
0,99%, por debajo del obtenido el mismo mes del 2016 (1,96%). El crecimiento del
subsector fue consecuencia de las mayores ventas de combustibles líquidos y gaseosos,
debido a la mejora en la distribución a estaciones de servicios y ventas al sector minero e
industrial.
Asimismo, en agosto, la venta de maquinaria aumentó por la demanda del sector minero
y construcción, entre otros; y la venta de materiales de construcción y artículos de
ferreterías se incrementó por la recuperación de los proyectos de vivienda y ampliación
de las líneas de crédito.
El comercio al por menor creció (0,77%), también por detrás del 2,71% registrado en
agosto del 2016. El resultado responde a la recuperación de las ventas de prendas de
vestir, calzado y artículos de cuero ante la campaña comercial por cambio de temporada,
así como por las estrategias de marketing y de promoción al interior del país.
Sin embargo, mencionó que el crecimiento económico del Perú tendrá una probable
recuperación de alrededor del 3.9% en 2018. Moody’s espera que la calidad crediticia
corporativa de Perú (A3 estable) varíe considerablemente para cada industria desde ahora
y durante 2018, debido a la desaceleración económica.
El crecimiento económico de Perú se verá restringido por dos impactos que golpean la
economía en el 2017: las fuertes inundaciones acontecidas recientemente y la suspensión
de proyectos de inversión en infraestructura relacionados con un escándalo de corrupción
de Odebrecht.
“La combinación de estos impactos representó una pérdida en los resultados de hasta 1.5
puntos porcentuales con respecto a 2016”, indicó Moody’s en su reporte. Añade que a
diferencia de 2016, la calidad crediticia mejorará en 2017 para las compañías orientadas
a la exportación en los sectores de minería y pesca, por ejemplo, en función de mayores
precios de los commodities, mayores cuotas de pesca y medidas específicas que tome la
compañía, como recorte de costos y reducción de deuda.
Según Mattos, las inundaciones fatales de los últimos meses también dejaron vulnerable
a la economía peruana. “Sin embargo, una caída en la inflación posterior al aumento en
los precios de los alimentos relacionado con El Niño respaldará mayores niveles de
ingresos y el flujo de crédito al sector privado”, indicó. Asimismo, manifestó que mayores
precios de los metales respaldan mejores condiciones financieras para las compañías
mineras, que también se benefician de mayores niveles de producción y una reducción de
los costos, lo que promueve una mayor solidez de los perfiles crediticio © Copyright
Gestion.pe - Grupo El Comercio - Todos los derechos reservados.
El organismo multilateral ajustó a la baja su proyección del PBI del Perú para 2017, desde
3,5% estimado en abril, a 2,7%. Mientras que para el 2018 elevó su estimación en un
punto porcentual, de 3,7% a 3,8%.
En esa línea, se muestra a favor del nuevo marco institucional para la inversión, la
reducción de procesos administrativos y el nuevo régimen tributario para las pequeñas y
medianas empresas.
Sobre el último punto, especialistas locales, como el ex jefe de la Sunat Luis Alberto
Arias, han vinculado la reciente caída de la recaudación con el nuevo Régimen Mype
Tributario, dirigido a pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, Ravi Balakrishnan,
líder de la misión del FMI en el Perú, considera que este desplome está más asociado al
descenso en las cotizaciones de las materias primas observadas en los últimos años.
FUTUROS RETOS
El FMI también se pronunció sobre los cambios a la regla fiscal aprobados por el MEF el
año pasado. En su informe, advierten que el cumplimiento de las nuevas reglas requerirá
ampliar la base tributaria y evitar que el gasto público se haga procíclico. "Es preferible
tener un sistema impositivo con una base amplia, lo que permitiría tasas impositivas más
bajas, lo que a su vez desincentivaría la evasión. Las exoneraciones tributarias tienden a
atentar contra este principio", agrega Werner.
El FMI sostiene que, en el camino del Perú para llegar a ser un país desarrollado, se debe
evitar quedar atrapado en la denominada “trampa del ingreso medio”. Para ello
recomienda elevar la competitividad, flexibilizar las regulaciones laborales y vincular los
costos laborales con la productividad. “La Comisión de Protección Social tiene un
importante mandato en este sentido”, afirma. Por último, destacan que el Perú haya
reducido significativamente el desempleo y la pobreza. De acuerdo al INEI, la pobreza
monetaria el 2016 alcanzó al 20,7% de la población. Sin embargo, sostienen que aún se
podría hacer más ¿cómo?
"Es importante que el crecimiento económico sea acompañado por políticas públicas
destinadas a reducir las grandes brechas de infraestructura, mejorar el acceso al agua
potable y saneamiento, promover la inclusión financiera, mejorar la cobertura de la salud
pública, y seguir fortaleciendo el sistema educativo", explica.
Sección II. Capital muerto. Hernando de Soto.
Por qué en el mundo en desarrollo hay hasta US$10 billones de “capital
muerto” Tim Harford BBC, 22 octubre 2017
En la China de los años 70, por ejemplo, donde los maoístas no eran los rebeldes sino el
gobierno, el concepto de que alguien podía ser dueño de algo era considerado un
pensamiento sedicioso y burgués. Los funcionarios del partido comunista les decían a los
granjeros en granjas colectivas que no eran dueños de nada. Todo le pertenecía al
colectivo. "¿Y qué hay con los dientes que están en mi boca?", preguntó un granjero.
Fue así que en Xiaogang, en 1978, un grupo de granjeros se reunió en secreto y acordó
un atrevido plan: en vez de cultivar de forma colectiva dividirían la tierra de manera
informal y cada uno se podría quedar con el excedente de su cosecha, una vez que
alcanzaran las cuotas colectivas. A los ojos comunistas se trataba de un acuerdo
traicionero y si los descubrían podrían haber sido ejecutados. Y, efectivamente, fueron
descubiertos. ¿Qué los delató?
Y las casas y terrenos son una excelente forma de garantía porque tienden a aumentar
de valor con el tiempo y son difíciles de esconder de nuestros acreedores. Pero el
prestamista se tiene que sentir confiado de que podrá quitarme la casa si no pago mi
préstamo. Por ello necesito comprobar que la casa es mía. Eso requiere una red invisible
de información que el sistema legal y bancario puede aprovechar. Para Hernando de Soto,
esta red invisible es lo que marca la diferencia entre tener una casa como un activo -un
bien útil que me pertenece- o tenerla como capital: un bien reconocido por el sistema
financiero.
En países pobres hay muchos bienes que se tienen de manera informal. De Soto los
llama "capital muerto" porque no sirven para obtener un préstamo. Según sus cálculos,
a comienzos del siglo XXI había casi US$10 billones de "capital muerto" en el mundo
en desarrollo: más de US$4000 por persona. Otros expertos creen que esa es una
sobreestimación y la cifra real ronda los US$3 o 4 billones. De todas formas es una cifra
enorme. Pero ¿cómo se convierte un bien en capital? ¿Cómo se visibiliza esa red
invisible? Requiere de un gobierno. Una de las pocas cosas sobre las que están de
acuerdo prácticamente todos los políticos de todas las tendencias -bueno, quizás no los
maoístas- es que una de las tareas fundamentales de un gobierno es garantizar los
derechos a la propiedad.
Y para los gobiernos no es solo una medida altruista para facilitar el acceso a una hipoteca.
Cuando sabes quién es dueño de la tierra le puedes cobrar impuestos. Quizás el primer
registro de propiedad moderno fue el de la Francia napoleónica, donde Napoleón
Bonaparte necesitaba financiar sus incesantes guerras. Decretó que todas las
propiedades francesas fueran cuidadosamente identificadas en un mapa y sus dueños
inscritos en un registro. Este mapa de propiedades se llama un catastro y Napoleón
proclamó orgullosamente que "un buen catastro de las parcelas será un complemento de
mi código civil". Luego de conquistar Suiza, los Países Bajos y Bélgica, Napoleón también
introdujo allí los mapas catastrales. A mediados de 1800 el concepto del registro de
propiedad comenzó a utilizarse por todo el Imperio británico: el gobierno trazó mapas y
adjudicó títulos de propiedad.
Claro que en ese momento a ningún poderoso le interesó demasiado que los indígenas
tenían su propio reclamo sobre esa tierra. El proceso no siempre se da de arriba para
abajo. En Estados Unidos se implementó de abajo para arriba: luego de décadas de tratar
a los ocupantes ilegales como criminales, el Estado los empezó a ver como osados
pioneros. El gobierno estadounidense se propuso formalizar los reclamos informales de
propiedad usando la ley de opción de compra prioritaria de 1841 y la ley de propiedad
ocupada de 1862. Una vez más, los derechos de los pueblos originarios que habían vivido
allí por miles de años no fueron tomados en cuenta. No fue muy justo pero sí muy
rentable. Al convertir una toma de tierras en un derecho propietario reconocido por ley
estos registros catastrales desbloquearon décadas de inversiones y mejoras.
Y algunos economistas -el más prominente siendo Hernando de Soto mismo- sostienen
que una buena manera de crear registros de propiedad en países en desarrollo hoy es
usar ese mismo proceso de abajo para arriba, reconociendo los derechos de los
ocupantes ilegales y registrándolos en modernas bases de datos.
Pero ¿realmente desbloquean estos registros lo que De Soto llama el "capital muerto"?
Zhou dijo que Pekín sostiene conversaciones con Japón y países europeos y asiáticos
sobre acuerdos de comercio bilateral e inversiones, pero está "esperando que la nueva
administración de Estados Unidos decida" cómo avanzará con los pactos comerciales.
Zhou aseguró que las reformas de China necesitan incluir la racionalización de la relación
fiscal entre el gobierno central y las administraciones locales. (Reporte de Elias Glenn,
Escrito por Dominique Patton, Editado en Español por Manuel Farías)
En 1999 el Gobierno chino dio un giro económico y político de gran calado. Bajo el lema
“Going global”, incentivó la inversión en el exterior de sus empresas para aprovechar las
ventajas de la globalización. Esta sugerencia —que en una economía dirigida se cumplió
al pie de la letra— coincidió en el tiempo con la entrada del país en la Organización Mundial
del Comercio y supuso el pistoletazo de salida de una colonización de Occidente,
progresiva pero sin pausa, por parte de las compañías de la República Popular.
En 2016, las compañías privadas representaban un 70% de los casi 100.000 millones de
dólares que se invirtieron en Europa y Norteamérica.
“En los últimos años, el cambio del modelo de crecimiento de China, la disminución de la
demanda de recursos y una liberalización significativa de la normativa de inversión exterior
ha transformado la naturaleza de la inversión internacional del país”, explica Danian
Zhang, de Banker McKenzie.
“Hace 30 años las compañías europeas empezaron a firmar las primeras joint ventures
con grupos chinos. Sin embargo, se cuidaron de aportar la tecnología más puntera que
tenían por miedo a que sus socios se la robasen.
Ahora ese tipo de acuerdos ni siquiera se firman, por lo que China tiene un déficit de
tecnología digital, lo que lleva a sus compañías a comprar empresas occidentales que los
ayude a mejorar la producción industrial”, comenta Paul Moran, profesor del Instituto de
Estudios Bursátiles (IEB).
El mercado local es enorme —1.300 millones de habitantes— y la clase media tiene cada
vez más protagonismo. Este cambio sociodemográfico explica que otras de las industrias
que más interés despiertan sean las de consumo y distribución.
Han caído también en sus redes nombres como Pirelli (Italia), Lumileds (Holanda), EDP
(Portugal), Tepma (Francia), Peugeot (Francia), Uralkali (Rusia), Nidera (Holanda),
Supercell (Finlandia), Kions (Alemania), Volvo (Suecia) y Pizza Express (Reino Unido),
entre otras muchas. En el caso concreto español, entre las adquisiciones (totales o
parciales) figuran: Real Club Deportivo Español (fútbol), Atlético de Madrid (fútbol), Grupo
Miquel (alimentación), Marqués de Atrio (bebidas), Clínica Baviera (salud), Madrileña de
Gas (energía), Osborne (el grupo Fosun solo estuvo dos años en el accionariado), NH
(hoteles), Iberwind (energía), Eptisa (ingeniería) y Urbaser (medio ambiente). OHL
reconocía hace poco el interés de China State, la mayor constructora del mundo, por entrar
en su capital, mientras que Mediapro negocia con el fondo de inversión Orient Hontai
Capital la venta del 50% de las acciones. “La inversión exterior que emite China es distinta
de la mayoría de los países debido a que factores como el tamaño del mercado, los costes
laborales o el entorno laboral no son los que determinan las operaciones”, destaca
Fernando Baldellou, socio de Deloitte y responsable del Chinese Service Group de la
consultora.
Este experto distingue dos patrones que dependen del destino de la adquisición: en países
de la OCDE, China se integra en sectores desarrollados para adquirir activos como
marcas, tecnología o capacidad de gestión; mientras que en el resto de naciones, Pekín
busca materias primas y recursos energéticos clave para el desarrollo de su industria.
“Estas inversiones están claramente orientadas por decisiones estratégicas del Gobierno
y son posibles debido a la gran cantidad de empresas públicas y las restricciones
financieras aplicadas”, agrega Baldellou.
El respaldo estatal y la facilidad para acceder al crédito son dos factores clave en esta
expansión internacional, pero ahí también podría radicar su talón de Aquiles. “El sistema
financiero chino es una incógnita. Hasta el momento no han tenido, al menos oficialmente,
problemas con activos tóxicos.
La economía, aunque ya no crece a las tasas de hace un lustro, marcha bien, pero hay un
gran desconocimiento sobre la salud bancaria debido a la poca transparencia existente.
Además, la prueba del algodón de cualquier economía es la moneda, y el yuan sigue
intervenido de facto”, advierte Francisco López, profesor de IE Business School.
El poderío económico chino explica que terminen llevándose el gato al agua en muchas
pujas, aunque los profesionales que se fajan en el mercado de fusiones y adquisiciones
(M&A) empiezan a detectar algunos cambios en sus pautas de comportamiento. “Son muy
competitivos, pero eso no quiere decir que compren las cosas a cualquier precio. Las
compañías chinas solían venir con las necesidades económicas cubiertas, pero ahora
empiezan a solicitar capacidad de financiación local para cerrar los tratos”, reconoce Jorge
Riopérez.
Barreras de entrada
La expansión de las empresas chinas no está pasando inadvertida para los Gobiernos
occidentales. Tanto en EEUU como en Europa, las autoridades han bloqueado varias
adquisiciones, principalmente en el sector tecnológico, argumentando motivos de
seguridad nacional. Uno de los vetos más recientes lo impuso el Ejecutivo alemán para
que el fabricante de microchips Aixtron no pasara a manos del grupo Fujian Gran Chip
Investment.
El Gobierno de Angela Merkel ha aprobado además una ley que le da más poderes para
estudiar y, en su caso, paralizar inversiones que vienen de fuera de la UE. En esta misma
línea, el nuevo presidente francés, Emmanuel Macron, también se ha mostrado favorable
a limitar las inversiones chinas.
UN VIAJE A LA INVERSA TURBULENTO
La compra de compañías o de paquetes accionariales de sociedades chinas por parte de
inversores extranjeros crece, pero lo hace a un ritmo inferior al de la adquisición de grupos
occidentales por firmas asiáticas. “Es difícil para las empresas europeas comprar
participaciones en compañías chinas porque la valoración actual de los activos chinos es
generalmente mucho mayor, impulsada por la liquidez que hay en su mercado local”,
argumenta Jonathan Shi, responsable de banca de inversión de Alantra en China. En el
segundo trimestre de este año, Japón desbancó a Hong Kong como principal inversor en
China.
Durante este periodo, el 66% del volumen total de operaciones se concentró en el sector
tecnológico. “China es la sede de una serie de empresas digitales y de Internet líderes en
el ámbito internacional. Y es posible que siga atrayendo la inversión y el know-how para
desarrollar aún más sus industrias”, apunta Danian Zhang, de Banker Mckenzie. En el
caso español, algunas de las principales compañías del país han tenido relaciones con
sus homólogas chinas, aunque la vinculación ha ido diluyéndose con el tiempo. Un
ejemplo es el de Telefónica y China Unicom. La operadora española llegó a tener el 10%
del capital y ahora su presencia no llega al 1%. Durante la última década mantuvieron
acuerdos estratégicos y el único vínculo que permanece es la presencia del presidente de
China Unicom, Wang Xiaochu, en el consejo de Telefónica (donde conserva el 1% del
capital).
Por su parte, César Alierta, expresidente de la teleco, se mantiene como consejero del
grupo chino. Hace también una década, el BBVA anunció una alianza estratégica con
CITIC Bank, que supuso una inversión de 989 millones de euros, una de las mayores
realizadas por la entidad hasta esa fecha. El pasado mes de febrero, el banco presidido
por Francisco González vendió el 1,7% de las acciones que aún conservaba del grupo
financiero chino. “El recelo en cierta medida puede entenderse porque no hay una
reciprocidad en cuanto a la apertura de mercados. Pekín lleva años anunciando una
liberalización de su economía, pero los cambios van muy despacio”, reflexiona Maite Díaz.
Restricciones
“Consideramos que este marco es sumamente positivo ya que arroja más claridad
respecto al modo en que China regirá sus inversiones en el exterior. Las autoridades no
tienen previsto regular las operaciones con un régimen estricto de autorizaciones. Por el
contrario, optan por un sistema de registro que simplifique el proceso”, destaca Danian
Zhang, responsable de la oficina de Baker Mckenzie en Shanghái.
Este experto, reconoce que el nuevo sistema es probable que afecte a los plazos de las
operaciones. “Especialmente en el caso de empresas que tengan previsto invertir en las
categorías restringidas, ya que es probable que el Gobierno actúe con mayor rigurosidad
a la hora de estudiar sus operaciones”, añade. Estas medidas, aparte de clarificar y
profesionalizar las salidas al exterior de las empresas locales, también tienen como
objetivo evitar la fuga de capitales que se había detectado hacia sectores como el
inmobiliario en determinados países europeos. El Gobierno también pretende cortar las
alas de aquellos magnates que, mediante la compra de activos de gran valor simbólico
como clubes de fútbol, estaban adquiriendo quizás demasiado protagonismo para una
economía tan centralizada como la China.
“No creo que estas restricciones provoquen un frenazo brusco a las inversiones, en todo
caso podemos asistir a su transformación de las mismas”, predice Paul Moran. “Es posible
que haya un menor volumen total de inversiones, pero con más operaciones. Las
restricciones afectan sobre todo a los grandes grupos privados como Wanda, pero se
facilitarán las adquisiciones de empresas medianas, que tendrán más fácil comprar
tecnología occidental con el visto bueno de las autoridades”. El profesor del IEB señala
que, en este nuevo contexto, España se puede ver beneficiada. “Contamos con un tejido
empresarial muy interesante de medianas y pequeñas empresas. Por otra parte, los
grandes grupos de infraestructuras e ingeniería nacionales no están en venta, pero sí
podrían desprenderse de algunas finales, sobre todo los que atraviesan problemas
financieros”, concreta Moran.
Esta opinión es compartida por Danian Zhang: “Somos optimistas respecto al crecimiento
a largo plazo de las inversiones chinas en el exterior, que están siendo impulsadas tanto
por la política nacional como por factores comerciales. El control de capitales ha formado
parte de un mecanismo político de compensación del Gobierno para hacer frente a la
salida rápida de divisas. No obstante, la dirección general de la política y estrategia de
salida al exterior de China no ha cambiado”.
El desembarco chino no es homogéneo, hay operaciones que toman el control del 100%
de la compañía adquirida y otras que se conforman con paquetes minoritarios, también
hay acuerdos realizados por compañías estatales, mientras que otras son de mayoría
privada. “En general, hay dos tipos de inversiones, los que operan solo basándose en la
valoración y los ingresos, y aquellos que buscan activamente sinergias”, resume Jonathan
Shi. “Las restricciones impuestas por el Gobierno sobre la salida de capitales han
eliminado al primer grupo, ya que los inversores ahora deben satisfacer a las autoridades
sobre los beneficios de la adquisición para la economía china si quieren la aprobación
regulatoria”, puntualiza el experto de Alantra.
Retrato robot
Las diferencias culturales y de idioma son un lastre que imprime características especiales
a cualquier operación de compra de un inversor chino. La primera tiene que ver con los
asesores. Los grandes bancos de inversión internacionales, las consultoras y los grandes
despachos de abogados han abierto delegaciones en el gigante asiático (esta semana
abría oficina en Pekín Cuatrecasas) para participar en el negocio que se genera en la
actividad de fusiones y adquisiciones. Sin embargo, los grupos chinos nunca van solo de
la mano de foráneos, y siempre llevan a asesores locales en su salida exterior.
Otro rasgo propio son los plazos, que se suelen dilatar más que si la compra la hiciese
una empresa occidental. “En el mundo del M&A suele bastar con el due diligence
[evaluación de la información financiera de la empresa adquirida] del comprador. Pero, los
inversores chinos tienen que justificar ante sus autoridades cualquier operación, lo que
ralentiza el proceso”, según Jorge Riopérez. Su mentalidad, es más industrial que
financiera.
“Cuando compran una empresa, reducir costes no suele estar entre sus prioridades. Como
su objetivo es aprender de lo último en tecnología para aplicarlo en su país de origen,
suelen potenciar la inversión en investigación”, asegura Paul Moran.
En esta misma línea se expresa Maite Díaz: “Siempre se ha dicho que lo que les
interesaba de nuestras compañías era el know how, y que una vez adquirido cerraban las
plantas.
Sin embargo, lo que estamos viendo es que siguen invirtiendo y no están dispuestos a
cerrar fábricas en el exterior, entre otras cosas porque los costes laborales en su propio
país ya han subido bastante”.
China se convierte en el nuevo rey de las inversiones
mundiales 06:45 25.10.2016 Es la primera vez en la historia que el gigante
asiático ha superado a EEUU en cuanto al volumen de inversiones extranjeras, que
van más allá de los activos energéticos y las materias primas. Desde enero de
2016, las empresas chinas ya han adquirido activos en el exterior por un valor de
$206.600 millones. © REUTERS/ TYRONE SIU © SPUTNIK/ ALEXANDR DEMYANCHUK
La suma acumulada de las inversiones extranjeras chinas en 2016 no solo triplicó su
monto total del año pasado, sino que China adelantó por primera vez a EEUU como primer
inversor mundial. Las inversiones extranjeras del país norteamericano se quedaron en los
$179.100 millones. Al mismo tiempo, se registra un significativo cambio del foco de los
inversores chinos, que dejan atrás la imagen de mero comprador de materias primas que
tuvo el país asiático. China se concentra más en la compra de grandes marcas mundiales
y empresas de alta tecnología. Además, han perdido peso las inversiones estatales que
solían predominar en esta esfera mientras que las empresas privadas están tomando la
iniciativa. Algunas de sus compras más mediáticas han sido las del AC Milán, el famoso
club de futbol italiano, por $821 millones, o la adquisición de la empresa de cine Legendary
Entertainment por $3.500 millones, poniendo así un pie en Hollywood. Los chinos están
penetrando en sectores como el de las tecnologías de la información ($23.800 millones),
las finanzas ($8.500 millones) y la industria química ($47.600 millones). Geográficamente,
son más activos en América del Norte, Europa Occidental y la región Asia-Pacífico. En
Europa del Este, las actividades chinas son limitadas. China podría continuar su 'ofensiva'
inversora si no topa con medidas de control. El Comité de Inversiones Extranjeras de
EEUU ya ha bloqueado una serie de transacciones con participación china aduciendo que
representaban "una amenaza" para la seguridad nacional. La actividad inversora podría
también verse afectada en caso de que se produzca una devaluación del yuan o por la
introducción de límites en las inversiones en el extranjero, contempladas por las
autoridades.
Estados Unidos, el gran socio. Estados Unidos ha sido el mayor receptor de dinero
chino en la década pasada, en gran parte por la explosión de inversiones desde 2012. A
estas alturas del ejercicio el año pasado, Australia era el destino número uno en los últimos
diez años. En la primera mitad del año pasado, la inversión china en EE.UU. se igualó a
la que se hizo en Reino Unido, consolidándose como el destino europeo favorito con
US$24.000 millones, más del doble de los US$12.000 que recibió Francia.
China ha hecho inversiones y firmado contratos por todo el mundo, pero África ha
captado particularmente su interés. Pekín, la segunda mayor economía del mundo, ha
hecho negocios en 34 países africanos. Nigeria, con US$21.000 millones. Etiopía y Argelia
atrajeron más de US$15.000 millones, y Angola y Sudáfrica casi US$10.000 millones
respectivamente. El continente es rico en recursos naturales. Las tensiones políticas
explican por qué China ha invertido tanto en Mongolia (US$1.400 millones) como en Japón
(US$1.600 millones), el país al que acaba de adelantar en la segunda posición de las
economías más poderosas.
Hambre de recursos energéticos. Los recursos que China necesita para cubrir su
demanda de energía, se prevé que se tripliquen para 2050. Es por eso que la inversión en
energía ensombrece a los otros sectores desde 2005, con casi US$400.000 millones
dedicados sólo a garantizar el suministro eléctrico a sus 1.400 millones de habitantes.
Pero, de hecho, la inversión en energía cayó ligeramente el año pasado, con áreas como
transporte, propiedad o tecnología llevándose la mayor parte. Las inversiones en energía
tienden a ser de muy gran escala y es un panorama dominado por las compañías de
propiedad estatal, así que en realidad supuso que su dinero ha ido menos a los estados y
más a manos privadas. En algunos casos, eso ha hecho que el dinero chino tuviera mejor
acogida en los países de destino. Los metales han sido otra área clave de inversión, en
tanto son necesarios en la construcción y en la industria para ayudar a alimentar la
creciente economía del gigante asiático. El Estado chino ha hecho también algunas
increíblemente grandes inversiones en compañías concretas y proyectos, la mayoría, por
supuesto, en energía. CNOOC, por ejemplo, puso US$15.000 millones en la canadiense
Nexen en 2013, mientras otras empresas estatales han hecho acuerdos multimillonarios
en los últimos años. Las finanzas han atraído cantidades serias de dinero, con Morgan
Stanley y Standard Bank como los mayores receptores. Puede que no representen el
mismo tipo de gasto, pero los chinos también han hecho inversiones en nombres
conocidos como Barclays, Ford, IBM o General Motors. En porcentajes, no suponen
demasiado, pero es un enorme desembolso en dólares. Algunos de los nombres pueden
ser una sorpresa.
2. Brasil En octubre de 2010 Sinopec adquirió el 40% de la española Repsol en Brasil por
US$7.100 millones. Un año después expandió sus operaciones en Brasil con la
adquisición del 30% de las operaciones de la portuguesa GALP por más de US$5.000
millones. Las dos operaciones son una clara indicación de la presencia de Sinopec en
Brasil y de la estrategia china de adquisición parcial o fusión con compañías que ya están
funcionando. La estatal petrolera Petrobras recibió en 2009 un préstamo de US$10.000
millones. En término de montos, estos préstamos superan cualquier inversión directa.
4. Perú Con la adquisición que hizo el consorcio MMG LTD de la mina de cobre Las
Bambas, la mayor en monto de la historia peruana, China elevó su inversión en proyectos
mineros en el país a US$19.000 millones. Según estimaciones de la Cámara de Comercio
Peruano China (Capechi), China controlaba en el 2014 33% del sector minero peruano.
Singapur 5,0
Macao 3,0
Taiwán 3,0
Japón 3,0
Alemania 2,0
Luxemburgo 1,0
Manufactura 43,2
Inmobiliaria 20,9
China es un mercado en fuerte crecimiento, que finalmente se ha visto poco afectado por
la crisis financiera. Con un enorme potencial, rica en trabajadores y socios
potenciales deseosos de aprender y evolucionar, el país representa una base productiva
de bajo coste.
Los puntos débiles.
El contexto legal cambiante, la complejidad administrativa, la falta de transparencia, la
corrupción, la débil protección de los derechos de propiedad intelectual, la dificultad que
encuentran los occidentales para comprender el enfoque de los negocios a nivel cultural
y práctico, las carencias a nivel de personal directivo intermedio y un alto nivel de rotación
de personal son obstáculos que se encuentran a menudo en este mercado.
Medidas establecidas por el gobierno. En la guía sobre inversiones extranjeras publicada
por la Comisión Estatal de Desarrollo y Reforma, en noviembre de 2007, el gobierno chino
hizo saber que "no se estimularán" las inversiones en sectores donde las empresas chinas
ya tienen "una capacidad de producción relativamente fuerte con tecnologías
desarrolladas". En cambio, serán bienvenidas las inversiones en sectores como la alta
tecnología, producción de equipos y nuevos materiales, servicios, economía de reciclaje,
producción limpia, uso de energías renovables y protección del medio ambiente, áreas en
las que China necesita empresas extranjeras. China indicó que prevé limitar las
inversiones extranjeras en las industrias que consuman recursos y contaminen. Además,
China parece limitar las inversiones extranjeras en ciertos sectores para que empresas
nacionales se transformen en sociedades multinacionales competitivas a nivel mundial;
en sectores que se han visto beneficiados históricamente por monopolios de Estado o por
una tradición de inversión pública; o en sectores que se consideran claves para la
estabilidad social. China además limita las inversiones que buscan obtener beneficios en
las divisas, el mercado inmobiliario o la especulación con activos.
Nota:
*Entre más grande sea el índice, mayor es la transparencia de las transacciones. ** Entre
más grande sea el índice, mayor es la responsabilidad personal de los gerentes. *** Entre
más grande sea el índice, mayor es el poder que tienen los accionistas para defender sus
derechos.
**** Entre más grande sea el índice, mayor es la protección de los inversores.
Varía según el sector. Es necesario presentar un plan de operaciones (business plan) que
debe ser aprobado antes de establecerse.
Normativa relativa a la adquisición de participación
La adquisición de una parte mayoritaria en el capital de una empresa local está permitida
en China dependiendo del sector.
Obligación de declarar
La Agencia de Promoción de las Inversiones Extranjeras facilita la información sobre los
permisos necesarios para establecerse. Todas las propuestas de proyectos de inversión
extranjera en China deben ser sometidas a la "verificación" y aprobación de la Comisión
Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC), o ante las comisiones de desarrollo y reforma
provinciales o locales, según el sector y el valor de la inversión.
Organismo competente para declarar la inversión
Comisón Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC)
Ministerio de Comercio (MOFCOM)
Administración Estatal de Industria y Comercio (SAIC)
Solicitudes para autorizaciones específicas
Todos los proyectos deben presentar un plan de negocios (plan de operaciones) que debe
ser aprobado por las autoridades competentes. Los proyectoss de inversión "Greenfield"
deben obtener la autorización del Ministerio de Protección Medioambiental y del Ministerio
de Tierras y Recursos. El gobierno chino mantiene un "control absoluto" en los sectores
como la aviación, el carbón, la defensa, la energía eléctrica y la red pública, el petróleo y
la petroquímica, el transporte marítimo y las telecomunicaciones; y un "control relativo"
sobre el sector automotriz, la química, la construcción, la exploración y el diseño, la
información electrónica, la fabricación de material, el hierro y el acero, los metales no
ferrosos, y la ciencia y tecnología.
Programas de privatización:
- Telecomunicaciones