Recalque las palabras o tipo de frases que quiere que el niño aprenda a enunciar
mejor, repitiéndolas a menudo. No se trata de repetirlas exactamente como un
disco rayado, sino de un modo natural, haciendo reformulaciones de un mismo
mensaje.
Atienda y escuche todos los intentos comunicativos de niños y niñas y todos sus
enunciados, es decir, todo lo que le dicen.
Mantenga una actitud positiva frente al niño o niña, muéstrele su interés ante lo
que le dicen.
Frente a situaciones en las que el niño o niña manifieste alguna duda o requiera
de alguna solución, muestre una actitud de duda, como si, al igual que él o ella,
no entendiera lo que ocurre. Lo importante aquí no es resolver la tarea sino probar
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Ministerio de Educación de Chile. Guía de apoyo técnico-pedagógico: necesidades educativas en el nivel de
educación parvulario.
diferentes estrategias de resolución, y sobre todo, facilitar el diálogo, la exposición
de puntos de vista, la comunicación verbal.
Evite dar “a priori” las respuestas o soluciones a los niños y niñas, en su lugar,
haga preguntas tales como ¿qué se puede hacer?, ¿dónde se puede poner esto? o
sugerencias: “yo creo que...”, “sería bueno...”, “te parece que...”, “no sé si...”.
Cuando el niño o niña produzca una o varias palabras, responda con extensiones,
sustituyendo con pronombres o sinónimos las palabras que él o ella emplea, y
añadiendo otras palabras para construir un enunciado parecido al del adulto.
Evite las falsas preguntas del tipo “¿qué es esto?”, éstas sólo son efectivas si la
actividad que realiza el niño es novedosa y el adulto presenta una actitud de
descubrimiento igual que el niño.