Descartes
René Descartes (1596-1650) Nació en Francia, estudió en su país y
también en Italia. Pero cuando decidió comenzar a publicar sus ideas se mudó
a Holanda, país en el cual la libertad de pensamiento era bastante mayor. No
es casual que otros grandes progresos e innovaciones en diversos campos
hayan acaecido en ese país y en esa época. (Anton Van Leeuwenhoek que
desarrolla el microscopio, los filósofos Locke y Spinoza, los pintores Rembrandt
y Vermeer, el educador y teórico Comenius, y muchos otros notables científicos
y artistas, no todos los cuales eran holandeses.)
El caso es que a Descartes le llama mucho la atención que la filosofía
haya dejado de producir ideas nuevas durante siglos, siendo que no ha podido
solucionar ninguno de sus problemas. Todo sigue siendo objeto de discusión, y
por lo tanto, todo es DUDOSO. Le perturba que el conocimiento no pueda ser
absolutamente seguro. A ello tal vez lo haya inducido en parte su actividad
científica muy notable, en materia de matemática, geometría analítica y la
enunciación de las leyes de refracción de la luz, los estudios sobre la inercia,
etc. Los que hicimos el nivel secundario nos acordamos seguramente de las
representaciones gráficas de funciones sobre ejes CARTESIANOS. Esta
palabra proviene de “Cartesius”, que es la latinización de su apellido.
Descartes se caracteriza por su “filosofía de la confianza”, y propone un
cambio RADICAL (desde las raíces) y comenzar a pensar todo de nuevo, como
si antes nadie hubiera hecho filosofía.
Pero por más que quiera, nadie puede empezar desde cero con todo. La
cultura, el lenguaje, y el conocimiento previo fueron de todos modos sus
herramientas, pero guiado por la DESCONFIANZA se centra en EVITAR EL
ERROR, lo cual le parece fundamental. Y para esto no solo hay que criticar la
realidad sino ante todo, ser críticos con uno mismos. Para ello quiere construir
un conocimiento que esté más allá de toda duda y para ello convierte la duda
en método.
Entonces se lanza a buscar aquello que sea absolutamente cierto. Para
ello es necesario Dudar de todo, y forzar la duda hasta sus últimos límites. Y
aunque no encontrásemos ese conocimiento último, al menos podremos
afirmar que no hay nada que buscar. Cito textualmente párrafos de sus
“Meditaciones Metafísicas”:
Del conocimiento sensible hay que dudar, porque a veces los sentidos
se equivocan, y la prudencia nos dice que no conviene fiarse de los que ya nos
engañaron una vez, tal como ocurre en los negocios y otros vínculos. Entonces
podríamos decir que al menos no es seguro que no nos engañen y por eso
conviene dar por falso todo lo dudoso, todo lo que no podemos distinguir
claramente con los sentidos, como lo muy distante, lo muy pequeño, etc.
Aunque hay cosas de las cuales no se puede razonablemente dudar, como por
ejemplo, que estoy escribiendo esto aquí en mi escritorio, por ejemplo. Sin
embargo, como tengo a veces sueños, sé que en ellos me represento estas
cosas con la misma verosimilitud que en la realidad, y no encuentro el modo de
distinguir ese sueño de la vigilia.
La conclusión es que TODO EL CONOCIMIENTO SENSIBLE ES
DUDOSO.
Criterio de Verdad
El Método
¿Qué soy?
Si bien puedo fingir o suponer –pensar- que no tengo cuerpo alguno ni
mundo en el que estar, no puedo pensar que no pienso. Así que digo que mi
naturaleza es pensar, y ello no depende de ninguna otra cosa: puedo entonces
decir que soy UNA COSA PENSANTE (Res cogitans). Esto comprende toda la
actividad psíquica consciente. O sea, pensar sería: dudar, entender, concebir,
afirmar, negar, querer, no querer, imaginar, sentir. Y todo ello sería
independiente del cuerpo, pues a éste lo conozco por las vivencias o
sensaciones, que son productos del “PENSAR·. En cambio la existencia del
alma, el COGITO, la “cosa pensante” (Res cogitans) está fuera de toda duda.
LAS IDEAS
IDEAS
ADVENTICIAS FICTICIAS
INNATAS
Rojo Amargo
Vienen de fuera las creamos nosotros El alma las
trae consigo
Etc.
Dios
Triángulo
Mayor y
menor
Etc.
TAMBIEN HAY AXIOMAS, O “VERDADES ETERNAS”, POR EJEMPLO,
“El todo es mayor que la parte” “Nada puede a la vez ser y no ser” (Principio de
contradicción); “De la nada, nada resulta” (Principio de razón suficiente). O sea,
los principios ontológicos, y algunas afirmaciones de las que se usan en
matemáticas.
La substancia extensa