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En este libro un grupo de reconocidos profesionales de la educ

ción describe cómo aborda la formación, y más concretamente cómo


plantea una clase o una conferencia. Los docentes que participan en es
LOS «TRUCOS»
DEL FORMADOR
singular experiencia pueden clasificarse entre las diferentes tipologí
existentes: aquéllos para los que constituye su profesión (profesores de
infantil, de primaria, de secundaria o de universidad) y también para
O
aquellos docentes esporádicos, consultores que tienen otra actividad
principal pero que, de vez en cuando, por razones profesionales, se ven Arte, oficio y experiencia
en situación de formadores.
Los autores y autoras de este libro comparten con el lector, y con
O
total generosidad, sus «trucos», incluso sus «secretos», expresando a lo cf)
Gregorio Casamayor (coord.),
largo de las páginas su temor o incomodidad por poner al descubierto Vicenc Arnaiz, Cris Bolívar, Jaume Cela,
«cosas» que hasta el momento guardaban para sí. Mari Carmen Díez Navarro, Pepa Horno Goicoechea,
Curiosamente, a través de los diferentes capítulos podremos com- O Francisco Imbernón, Caries Mendieta, Dino Salinas,
probar cómo los docentes que han aceptado el reto de participar en este
Miguel Ángel Santos Guerra, Glória Sanz
libro coinciden al considerar como factores clave la preparación del
curso o de la conferencia, la honestidad y la empatía, comunicar entu-
siasmo, la importancia de la acogida y de la despedida del grupo, el
valor del sentido del humor, etc.
Este libro trata de formación y lo hace desde un punto de vista dis-
tinto. Es, pues, una reflexión sobre la propia actividad que, de manera
sincera, resultará interesante para lectores ávidos de conocer los trucos
de otros profesionales y para aquellos que deseen, obviamente, mejorar
su propia práctica profesional.
Colección Desarrollo personal del profesorado. ÍNDICE
Director de la colección: Gregorio Casamayor Pérez.
Miembro de los consejos de redacción de las revistas Guix y Aula.
Director académico del Instituto de Formación Continua, IL3,
de la Universidad de Barcelona. 7 1. Imágenes y metáforas del formador, Gregorio Casamayor
14 Perfil del formador o formadora
17 El lado oscuro del formador
20 Una mirada institucional

25 2. Apuntes sobre cómo sobrevivir en una clase


de universidad, Dino Salinas
© Gregorio Casamayor Pérez (coord.), Vicerw Amaiz Sancho, Cris Bolívar 28 Preparar la clase
Farrás, Jaume Cela 011é, Mari Carmen Díez Navarro, Pepa Horno Goicoechea, 34 El comienzo de la clase
Francisco Imbernón Muñoz, Caries Mendieta i Suñe, Dino Salinas Fernández, 36 Recursos
Miguel Ángel Santos Guerra, Glória Sanz Pinyol 41 El rasgo que más me ayuda: el humor cómplice
© de esta edición: Editorial GRAÓ, de IRIF, S.L. 43 Neuras: perder el control de la clase
C/ Francesc Tárrega, 32-34. 08027 Barcelona 49 El trabajo en grupo dentro de la clase
www.grao.com 51 Situación difícil: el pobre que entró en clase
53 Propuesta de actividad
1. edición: marzo 2007
ISBN: 978-84-7827-488-8 55 3. Cita en el aula, para hacer cosas
D.L.: B-16.081-2007 juntos, Glória Sanz Pinyol

Diseño de la colección: Maria Tortajada 75 4. A pesar de los trucos, siempre serás


Impresión: Litogama un aprendiz de formador, Francisco Imbernón
Impreso en España 77 ¿Se puede ser un buen formador?
80 ¿Cómo hay que afrontar un curso?
Quedan rigurosamente prohibidas, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la 94 Un secreto
reproducción o almacenamiento total o parcial de la presente publicación, inclu-
yendo el diseño de la portada, así como la transmisión de la misma por cualquiera 95 5. Soñar despierta, Mari Carmen Díez
de sus medios tanto si es eléctrico, como químico, mecánico, óptico, de grabación 98 Un vínculo cercano, cordial y divertido
o bien de fotocopia, sin la autorización escrita de los titulares del copyright. 101 Planificar, pero no tanto

Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 3


..1111111~••■•-----
ÍNDICE
INDICE

102 Recursos, recursos, recursos... 201 Propuesta de actividades


110 No podemos ser perfectos... 203 Para concluir
12 De encuentros y despedidas
124 ¿Cómo no va a costar después la despedida? 205 9. Haciendo y deshaciendo, el aprendiz
130 Una propuesta de actividad para lectores inquietos se va haciendo, Jaume Cela
y aventurados 208 Cómo empiezo
211 Cómo acabo
133 6. Epistemología genética y numismática 212 Las actividades
o el absurdo hábito de la copia, Miguel Ángel Santos Guerra 215 Recursos
135 El perro hablador 216 Evaluación
51 El perro frustrado 217 Para terminar
153 Anexo. El dedo corazón
156 Referencias bibliográficas 219 10. Lo estás haciendo bien, Cris Bolívar
221 Cómo preparo una clase
7. No espere mucho de este capítulo, Caries Mendieta 226 El rasgo de mi personalidad que más me ayuda
00 ¡No deje que le presenten... demasiado! 229 Durante el desarrollo de las sesiones
Solicite qué esperan del curso 236 Propuesta de actividad
1 07 Explique lo que van a desaprender y evite puntualizar 240 Referencias bibliográficas
lo que aprenderán
170 Sea innovador... pero no se pase 241 11. Quién me iba a decir que me dedicaría
174 Si quiere ser un buen formador..., escuche a la formación, Vicerw Arnaiz
177 Propuesta de actividades 245 El éxito o fracaso de la ponencia depende del primer contacto
248 Preparación mediata de la ponencia
179 8. El encuentro, la palabra 250 La preparación inmediata
y el compromiso, Pepa Horno Goicoechea 251 Justo antes del inicio de la sesión
182 Preparando la intervención 252 Cómo empiezo
184 El comienzo 253 En los cinco primeros minutos
187 La delimitación de los tiempos y contenidos 256 Cuestiones que procuro cuidar durante las ponencias o clases
188 Las metodologías 257 A mitad de la sesión
191 Los miedos 257 Conclusiones
193 La personalidad del formador
197 Algunas situaciones difíciles de manejar

4 Los «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 5


untes sobre cómo sobrevivir
una clase de universidad

Dino Salinas
Departamento de Didáctica
y Organización Escolar
Universidad de Valencia

El humor, en ocasiones, cumple la función de «descolo-


car» al estudiante situándolo ante una visión «distorsiona-
da» de la realidad, una visión que capta su atención y le
hace «poner algo en marcha» en su interior para tratar
de volver a ordenarla y entenderla.
APUNTES SOBRE CÓMO SOBREVIVIR
EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD
Si me preguntaran cuál es la clase que más concienzudamente he
preparado en mi vida docente, aquella a la que más tiempo de-
diqué en su diseño y en la que con mayor minuciosidad contem-
plé todos los imprevistos posibles durante su planificación,
contestaría, sin dudarlo, que fue mi primera clase en la universi-
dad como profesor ayudante (en una sustitución, por supuesto).
Si a continuación me preguntaran sobre la clase que recuer-
do como una pesadilla, que me gustaría no sólo hacerla desapa-
recer de mis recuerdos sino borrarla definitivamente del universo
de situaciones que alguna vez existieron, también contestaría
que ésa fue, sin duda, mi primera clase en la universidad.
En pocas palabras, me situé en la mesa frente al grupo de es-
tudiantes, ese mismo grupo en el que el año anterior yo mismo
me encontraba, y bajé la vista hacia unos apuntes que, aunque
era capaz de repetir de carrerilla –y hasta sin respirar– antes de
hacer mi entrada en el aula, había olvidado en el momento de
traspasar la puerta, justo en el momento de comenzar a sudar.
Supongo que en aquella clase, en algún instante, levantaría la
vista y comprobaría que no estaba suscitando en la audiencia el
interés que yo había previsto, e imagino que rápidamente volve-
ría a bajarla para no perder el hilo (¿la soga?) de mi discurso. Lo
cierto es que a falta de media hora de clase ya había «dado» todo
el contenido previsto para esa sesión y el resto del tiempo recuer-
do haberlo dedicado a improvisar sobre lo que se supone debería
dar en las dos clases restantes de la semana.
Ésos fueron los inicios. A partir de esas primeras clases en las
que quizá uno va siendo consciente de que su problema funda-
mental no es demostrar lo que sabe sino «sobrevivir de la mejor

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APUNTES SOBRE CÓMO SOBREVIVIR EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD
APUNTES SOBRE CÓMO SOBREVIVIR EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD

manera posible», puede que se vaya tomando conciencia que no En los comienzos del ejercicio de la profesión y por aquello de
basta con saber y dominar aquello que tienes que enseñar, sino que das clase en la universidad, el problema básico de cómo pre-
que también parece necesario aprender cómo diablos lo tienes parar la clase lo planteaba en términos de cómo podría presentar
que enseñar para que otros –los de enfrente– estén medianamen- la información a los estudiantes de manera que estuviera bien fun-
te interesados en aprenderlo. Y la verdad es que resulta compli- damentada y fuera actualizada y ello bajo la hipótesis de que los
cado. De todas maneras, ahí van algunas ideas al respecto. estudiantes, al menos los mejores estudiantes, están altamente in-
teresados por el conocimiento más actualizado, por el debate epis-
temológico, por el rigor conceptual, por el último artículo... y si
PREPARAR LA CLASE realmente no parecen interesados uno siempre puede pensar que
es un problema de ellos, el mío consistiría en poner a su alcance
En mi caso la primera y más importante regla o principio para ese mundo de «alto conocimiento» al que, como estudiante, sólo
preparar una clase no consiste en tener claros los objetivos que se tiene acceso a través de un buen profesor-investigador (ése era
persigues ni en dominar a fondo el contenido, ni disponer de un yo) y un concienzudo trabajo sobre el material escrito disponible.
listado ordenado de actividades y recursos, consiste, en primer —De lo visto hasta el momento, y para completar y ampliar los
lugar, en conocer a quién vas a tener delante de ti, quiénes van apuntes, yo os aconsejaría que consultéis el artículo de San Martín
a tratar de aprender desde aquello que hagas o dejes de hacer, en en el número 132 de la Revista Ciencia Pedagógica, y un libro que
otras palabras, consiste en tener in mente a los estudiantes, al creo saldrá el mes que viene de Roda Beltrán en Graó (por supues-
grupo de estudiantes. Por supuesto que se debieran de tener cla- to), así como el trabajo de McPherson, 2006, en el número 47 de
ros los objetivos y disponer de un dominio de aquello que pre- la Science Education que tenéis disponible en la hemeroteca...
tendes enseñar pero, antes de nada... conocer a lo que te
enfrentas. Desde esa perspectiva, resulta muy difícil pensar en el aula
Es posible que la utilización de la frase «conocer a lo que te como un espacio de aprendizaje, más bien el aula y la hora de clase
enfrentas» pueda inducir a una imagen escasamente «pedagógi- se piensan en términos de cómo sistematizar la entrega al estudian-
ca» de la relación profesor-estudiante. A este respecto, de los sig- te de un abundante conjunto de informaciones supuestamente re-
nificados que el diccionario de la RAE de la Lengua ofrece para levantes (a través de la palabra, de algunos garabatos en la pizarra,
el término «enfrentar», elimino el de «hacer frente al enemigo» alguna transparencia, fotocopias a mansalva y recomendaciones de
y me quedo con el de «hacer cara a un peligro». ¿Y cuál es el pe- lectura). La idea es que, en algún momento y en la tranquilidad
ligro que representa no conocer a los estudiantes? Básicamente de su mesa de estudio o en el silencio de la biblioteca, el estudian-
el de que la hora y media que dura la clase no vaya a formar parte te, rodeado de apuntes, libros y muchas fotocopias, disfrutará de los
de la experiencia, de la historia vital de las personas que entran procesos de lectura, comprensión, síntesis, análisis... y aprenderá.
en el aula. Más simple: que la hora y media no sea un espacio Cuando uno comprueba que la cosa no suele funcionar de
propicio para que suceda algo interesante. esa manera, y se puede observar fácilmente a través de los exá-

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28 LOS «TRUCOS» DEL FORMADOR
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APUNTES SOBRE CÓMO SOBREVIVIR EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD APUNTES SOBRE CÓMO SOBREVIVIR EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD

menes, de las preguntas que haces en clase y que se desvanecen que aclararme con conceptos, principios y relaciones con los que
en el aire, de las conversaciones en la hora de tutorías, etc., se no estaba muy familiarizado y tenía que ponerme a mí mismo
suele disponer de dos alternativas, a saber: ejemplos y metáforas que simplificaran aquello que estaba leyen-
1. Partir de la hipótesis de que la mayor parte de los estudian- do, elaborando un esquema muy simple que me relacionara unas
tes no tienen el menor interés por aprender y por aprove- cosas con otras, etc., resulta que cuando todo eso se convertía en
char la oportunidad que se les brinda de acceso al una clase, los estudiantes te seguían, preguntaban y participa-
conocimiento... pero continuar en las mismas. ban, hacían referencia a los ejemplos, mis propias respuestas a
2. Buscar alternativas a lo que se hace en clase tratando de sus preguntas suscitaban otras preguntas, etc.
aprovechar ese espacio como espacio de aprendizaje, de ¿ Consecuencia? Por supuesto que no llegué a la conclusión
hacer y pensar sobre las cosas y el conocimiento, tratando de que contra menos supiera uno de un tema mejor llevaría la
de introducir recursos para una mayor intervención de los clase, pero sí a la de que:
estudiantes, hablando con ellos y ellas fuera del aula, co-
mentando con colegas... en otras palabras, experimentar, Contra más consciente es uno de cómo ha ido construyendo su conoci-
valorar y aprender sobre la marcha. miento sobre un tema, más posibilidades tiene de acercarse a la forma
en la que otros pueden construir su conocimiento sobre ese tema.
La idea es que la hora y media de clase no es una especie de «in-
tervalo» en la vida de los estudiantes donde se les proporciona in- Y en ese sentido, no sólo los ejemplos y metáforas a los que
formación para que aprendan, sino que en esa hora y media se uno acude para tratar de comprender sirven para que otros com-
puede realmente aprender. En otras palabras, «algo se tiene que prendan, no sólo las preguntas que uno se hace y que va relacio-
poner en marcha» en el tiempo que dura la clase. nando sirven para que otros se las hagan, sino que, y quizá esto
es lo más importante, las propias dudas que uno tiene pueden ser
En todo ese proceso de aprendizaje sobre cómo dar y prepa- compartidas con los estudiantes. Y es que, de pronto, también
rar las clases a través de la experiencia y a través de aciertos y de uno descubre que reconocer frente a los estudiantes que no se
fracasos estrepitosos, cabe destacar dos «descubrimientos» que a tiene respuesta única y verdadera para todo, constituye, tam-
mí me resultan esenciales en el proceso de construcción del bién, una forma de hacer accesible el conocimiento.
cómo enseñar.
Segundo descubrimiento
ler descubrimiento
La historia o evolución de una disciplina o de un campo de co-
Comprobé que cuando me enfrentaba a una clase o una secuen- nocimiento nos puede servir en muchas ocasiones de referen-
cia de clases sobre una temática que no dominaba en profundi- te sobre cómo puede evolucionar el conocimiento de los
e
dad y, por lo tanto, yo mismo, en la preparación de la clase, tenía studiantes. Trataré de explicarme. En general, la historia de

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APUNTES SOBRE CÓMO SOBREVIVIR EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD APUNTES SOBRE CÓMO SOBREVIVIR EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD

una disciplina está constituida de cambios progresivos de en- Por otra parte, otra de las cuestiones centrales es cómo
foques, paradigmas, metodologías, avances, revisiones... que conseguir desde ese «contexto» que trate de interesar y entu-
responden a situaciones históricas concretas. Y resulta que para siasmar a los estudiantes, que al mismo tiempo tenga lugar un
comprender y profundizar en determinado enfoque o paradig- avance significativo en el conocimiento académico funda-
ma –probablemente el más actual, «lo último de lo último»– mentado. Y en este punto uno debe ser consciente de que el
resulta muy útil conocer cómo y por qué se ha llegado hasta desarrollo de un curso académico constituye, también, un pro-
ahí. En ese sentido, por ejemplo, creo que para conocer, com- ceso evolutivo.
prender y profundizar en un enfoque cualitativista de la inves- Desde el primer día yo creo que uno, como profesor, ha de
tigación en el ámbito de la educación (mi ámbito de trabajo) ir estableciendo poco a poco «reglas de juego» que se hacen
es necesario dominar el planteamiento cuantitativista porque, más complejas conforme pasa el tiempo. Seguramente en esos
en gran medida, la evolución de uno se debe a las críticas, re- primeros días de clase uno puede conformarse con respuestas e
visiones y alternativas del otro y, aún más, uno y otro tratan intervenciones por parte de los estudiantes del tipo «Yo
de responder a problemas de su tiempo desde herramientas opino...», «Yo pienso...», «A mí me parece que...» y ello
que son –o fueron– posibles y razonables en ese momento. Yo desde un lenguaje quizá poco especializado. El objetivo en esos
creo, en suma, que: inicios de curso es que el estudiante pierda ese temor inicial
a intervenir. Sin embargo, yo creo que esas perspectivas per-
La imagen o perspectiva de que el conocimiento es una construcción sonales «de sentido común» deben de ir, progresivamente,
de las personas –de colectivos– que evoluciona en la historia a tra- siendo sustituidas por perspectivas de mayor complejidad, fun-
vés del conflicto epistemológico, tiene una especie de reflejo (o es damentadas y basadas en análisis más rigurosos, igual que por la
un reflejo) de la imagen de que el conocimiento, para el estudiante, introducción de un vocabulario más ajustado a los conceptos
es una construcción personal que evoluciona a través de su propio propios del área de conocimiento y, además, especializado. Eso
crecimiento y desde los conflictos epistemológicos a los que nosotros supone la habilidad del profesor, en muchas ocasiones, en «de-
–como docentes– tratamos de enfrentarle. volver» una respuesta, solicitar aclaraciones, ayudar a encontrar
los términos apropiados, proponer «pistas» para una respuesta,
Plantear, pues, la clase como un espacio de aprendizaje de solicitar otras intervenciones, invitar al estudiante a que pre-
los estudiantes, al menos de la mayor parte de los estudiantes que pare una intervención para el próximo día, etc.
acuden a esa clase, desde mi perspectiva, significa darles motivos
para que se interesen y a ser posible se entusiasmen con lo que Mis apuntes para desarrollar una clase son, entonces, algunos con-
les propongo que piensen, con lo que otros pensaron en su lugar, ceptos clave, algunas ideas que los relacionan y, sobre todo, pre-
con la posibilidad de responder a un problema o pregunta, o guntas, ejemplos, textos, imágenes, situaciones... que podrían
desde la situación de discutir un punto de vista diferente con la plantearse en clase.
persona que está sentada al lado.

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APUNTES SOBRE CÓMO SOBREVIVIR EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD APUNTES SOBRE CÓMO SOBREVIVIR EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD

COMIENZO DE LA CLASE «enlazar» con «el final» de la clase de ayer miércoles. Hay
más dificultad en conectar la clase del miércoles con la del
Mientras subo las escaleras hacia el aula 22, unos minutos antes jueves de la semana anterior. De hecho, en algunas ocasiones
de que sea la hora de comenzar la clase, es el momento en que te suelo comenzar la clase del miércoles de la siguiente manera:
asaltan las dudas de si llevas los apuntes, si se te ha olvidado —¿Os acordáis... esto es didáctica de la educación infantil... ya
algo, con cuántos estudiantes te vas a encontrar en el aula, si hay sabéis cosas de niños, de escuelas infantiles, juego, globalización...
indicios de que te entrarán ganas de ir al aseo y, por supuesto, os suena...? Seguramente tendréis por ahí, en algún lugar, algún
comprobar rápidamente que no tienes manchas visibles en la ca- par de folios de la semana pasada...
misa o que la cremallera no está abierta.
Entro en el aula y me dirijo directamente a la mesa del El personal suele lanzar alguna sonrisa mientras busca entre
profesor, donde descargo la mochila y con cierta parsimonia sus papeles los apuntes abandonados hace seis días. Lo cierto es
voy sacando algunos papeles y documentos. En ese intervalo que no suelen abundar las sonrisas cuando el comienzo es:
vas dando tiempo a que los estudiantes que hablaban en el —A ver... ¿dónde estamos?... ¿En qué nos quedamos la sema-
pasillo se decidan a entrar en el aula, se sienten, saquen na pasada... qué fue lo último que vimos en clase?... [apresura-
sus papeles y murmuren entre ellos. Me cuelgo el micrófono miento en abrir las carpetas y buscar papeles]... Venga, venga,
y, entonces, me dirijo a la puerta del aula y la cierro. Cerrar dejad de buscar y tratad de recordar... ¿en qué nos quedamos?...
la puerta del aula es como el «pistoletazo de salida» que da
lugar al comienzo de la clase, en realidad es un acto simbóli- Desde hace tres años, uno de los grupos a los que trato de
co pues, una vez cerrada, vuelve a abrirse a los pocos segun- enseñar, tiene su hora de comienzo a las 8.30 de la mañana. Otro
dos para dar entrada a grupos de estudiantes que llegan con grupo tiene un horario de tarde. Y son diferentes. Lo cierto es
retraso. que para mí, resulta más sencillo «conectar» con los estudiantes
o, mejor, «situarlos en contexto», en las clases que comienzan a
En el inicio de la clase suelo tratar de plantear alguna pregunta, las ocho y media de la mañana, allí donde tu clase es la primera
problema o cuestión que nos lleve a recordar «dónde nos queda- de la jornada: vienen «frescos» y no se encuentran cansados de
mos el último día», bien sea para continuar, bien sea para volver a estar sentados tomando apuntes y escuchando y, en general, te
insistir en dos o tres ideas básicas que nos servirán para continuar siguen sin mayores dificultades. Quizás, a esas horas, el mayor
avanzando. problema es que la asistencia es un tanto escalonada, escuchan-
do los argumentos de los que van apareciendo una vez comenza-
En realidad, desde hace algunos años, en nuestra facultad da la clase uno podría llegar a la conclusión de que hay una
venimos trabajando en clases de hora y media en dos días se- especie de confabulación (presunta confabulación) por parte de
guidos de la semana. Desde esta estructura organizativa, en la los transportes públicos para que los estudiantes lleguen tarde a
clase del jueves, por ejemplo, resulta relativamente sencillo su primera clase.

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APUNTES SOBRE CÓMO SOBREVIVIR EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD APUNTES SOBRE CÓMO SOBREVIVIR EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD

El peor horario para dar clase seguramente es el de medio- Por supuesto que el recurso técnico, cuando hablamos de «proyec-
día, impartir una clase de hora y media a las dos o tres de la ciones estáticas» sobre pantalla –transparencias o diapositivas de
tarde significa que, o bien los estudiantes acaban de comer y, PowerPoint– también cumple la importante función, al menos en mi
entonces, se instala poco a poco en la clase ese ambiente apaci- caso, de establecer un esquema al que puedo «agarrarme» sin ne-
ble previo a la «modorra», o bien no han comido y entonces sur- cesidad de ir consultando apuntes y papeles.
gen de forma continuada los bostezos y las miradas continuas al
reloj. En ese caso uno ha de emplearse «a fondo» para mantener En ese sentido, para mí, justamente el PowerPoint y la faci-
cierto interés en el personal, las preguntas han de ser continuas, lidad (desde hace un par de cursos) de poder proyectar en el aula
has de disponer de «historias», «anécdotas», ejemplos... que in- constituye un elemento importante, tanto para centrar el interés
troducir en los momentos clave, y de vez en cuando no viene de los estudiantes como para preparar mis clases.
mal darles cinco minutos de descanso. Son tres las reglas que trato de seguir al preparar material en
Dar clase el último día de la semana, o el día previo a una fies- «formato Power» para una clase:
ta, suele dar la impresión de que uno está trabajando en el andén de 1. Que las diapositivas sean estéticamente claras e impecables.
una estación. Ese día, desde primera hora, muchos estudiantes acu- 2. Que la información escrita en cada diapositiva sea mínima.
den a clase con sus maletas, valijas o bolsas, dispuestos a «volar» en 3. Que, si es posible, la información escrita vaya acompañada
cuanto terminen las clases. En esos días no resulta fácil caminar de imágenes que ejemplifiquen o hagan referencia a dicha
entre los pasillos del aula, más si vas leyendo algún documento. información.

Lo cierto es que las dos primeras reglas podían seguirse


1ECURSOS perfectamente con el retroproyector y las transparencias. Sin
embargo, la posibilidad de encontrar y seleccionar imágenes
Entiendo por «recurso» cualquier elemento que trato de poner de cualquier buscador de la Red y poder proyectarlas, para mí
en funcionamiento para provocar el entusiasmo y la curiosidad constituye la mayor potencialidad de la herramienta. Así,
de los estudiantes en aquello que estamos trabajando en clase. cuando en el despacho o en casa repaso el material prepara-
Diferenciaré entre «recursos técnicos» y lo que yo denominaría do para una clase, trato de actualizar las imágenes e incluso
«recursos para que no se cale el motor» (denominación escasa- me divierto introduciendo, en ocasiones, alguna viñeta,
mente académica para significar «medios que restablezcan el in- algún chiste visual o alguna imagen discordante que
«
terés y la participación del estamento discente»). rompa» el ritmo (o la monotonía) en algún momento pun-
Con respecto a los «recursos técnicos», parto del principio tual de la clase. Por otra parte no utilizo todas las «virguerí-
de que el recurso no es tanto el artefacto, por ejemplo el retropro- as» que proporciona la aplicación, ya se sabe, textos que
yector, vídeo, PowerPoint..., sino aquello que aparece en panta- aparecen y desaparecen con sonido de teclado de máquina de
lla –o en la pizarra– y que trata de clarificar o llamar la atención. escribir antediluviana, sonidos de frenazos, letras bailari-

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APUNTES SOBRE CÓMO SOBREVIVIR EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD APUNTES SOBRE CÓMO SOBREVIVIR EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD

nas... Quiero pensar que no lo hago porque me parece que mover un músculo. Algunos estudiantes con ciertos reflejos
eso dispersa la atención y no tanto porque no tengo ni idea han comenzado a pasar folios «hacia atrás» para tratar de bus-
de cómo se hace. car lo que se dijo del currículo oculto hace... ¿dos semanas?
Por último, hay otra regla básica aplicable a los recursos téc- Entonces intervengo:
nicos, en realidad yo la llamaría «la regla de todas las reglas en —Eh, eh... un momento... sin mirar los apuntes... sólo tratad
lo que hace a los recursos técnicos»: de pensar y recordar... he dicho que dejéis los apuntes en paz... re-
pito... ¿qué pensáis que es eso del currículo oculto?...
Nunca acudas a una clase armado exclusivamente del material que
has de utilizar desde un aparato. Pasan unos segundos y, como nadie parece decidirse, uno in-
tenta dar un cierto giro humorístico a la situación:
En otras palabras, guarda siempre en la cartera una alterna- —Llamando a Tierra, llamando a Tierra, cambio... ¿me es-
tiva: fotocopias para comentar, apuntes que desarrollar, activi- cucha alguien?... cambio... por favor si alguien me escucha que
dad grupal..., lo que sea. Lo cierto es que suele ocurrir que el responda... bravo, zulú, tango...
aparato deja de funcionar de forma misteriosa en el momento en
que más lo necesitas. El personal suele reír un poco, pero...
Con respecto a los «recursos para que no se cale el motor»,
son aquellos medios que trato de poner en marcha para captar la Lo importante es romper la temida secuencia de que conforme avan-
atención de los estudiantes. Apuntaré dos «recursos» a los que za la duración de un silencio se multiplican las posibilidades de que
suelo echar mano, los denomino «llamando a Tierra» y «las nadie se decida a intervenir.
manos abiertas sobre la mesa».
Bueno, y si nadie realmente se acaba de decidir, pues enton-
Llamando a Tierra ces se trata de ir aportando ayudas y pistas hasta que, al fin, al-
guien se decida.
Ha comenzado la clase y, en algún momento, hago una pregun- —Vamos a ver, ¿no recordáis que vimos el ejemplo de cómo
ta o solicito una intervención: los niños, desde pequeños, se integran en la vida de la escue-
Esto del currículo oculto lo vimos hace un par de semanas... la...?, por ejemplo... ¿cómo establece un niño la diferencia entre
¿Alguien podría ofrecer una explicación sencilla a la vez que co- trabajo y juego? ... ¿alguna idea? .
rrecta sobre qué es el currículo oculto? ...
De vez en cuando, pero no ocurre a menudo, es cierto que
En esos momentos el silencio se puede escuchar. Incluso uno llama a Tierra y nadie responde, es entonces cuando uno
los «tertulianos» que se encuentran situados en la última fila no tiene más remedio que contestar a su propia pregunta y,
han comprendido que lo mejor es aguantar la respiración sin además...

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APUNTES SOBRE CÓMO SOBREVIVIR EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD APUNTES SOBRE CÓMO SOBREVIVIR EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD

Debiera preguntarse qué es lo que no acabó de funcionar hace dos [Los estudiantes no tienen claro si es broma o va en serio.
semanas, para que no «se les quedara» a los estudiantes un concep- Continúo...]
to tan fundamental como el de «currículo oculto». —Preferiría no obligaros a levantar los brazos como si se trata-
ra de un atraco... así que... las manos encima de la mesa...
Las manos abiertas sobre la mesa
El personal, al fin, abandona los bolígrafos. Aún así, a
Tomar apuntes continúa siendo la actividad que define aquello veces se puede observar a algún estudiante que, a poco que te
que «habitualmente hace un estudiante en clase». Ello no supo- descuides, sin abandonar su posición de manos sobre la mesa,
ne ningún problema, al contrario, si uno se plantea la enseñan- tratará de escribir con el bolígrafo entre los dientes.
za como un «poner a disposición» del estudiante un conjunto
de informaciones más o menos estructuradas. Ahora bien:
EL RASGO QUE MÁS ME AYUDA:
Cuando de lo que se trata es de propiciar una situación en la que
piensen y comprendan, el hecho de tomar apuntes se convierte en
EL HUMOR CÓMPLICE
una dificultad.
Utilizar ciertas dosis de humor en clase yo creo que, además
Alguien definió con muy buen criterio, desde mi perspecti- de ser divertido, resulta sumamente útil a efectos pedagógi-
va, la situación de tomar apuntes como el camino que toma la cos. Por una parte te ayuda a captar la atención y, por otra,
información introduciéndose por el oído y pasando hacia el yo creo que te acerca un poco más a los estudiantes en la me-
brazo, la mano, el bolígrafo y finalmente al papel sin necesidad dida en que por un instante «tocas» sus emociones y no sólo
de pasar por el cerebro. su intelecto.
Mi problema es que cuando estamos tratando algo en clase, Por supuesto, en mi caso, no se trata de ir contando chis-
cuando yo mismo estoy argumentando cosas interesantes, pro- tes e historietas divertidas, sino el tratar de forzar la realidad
yectando algo en la pantalla o apuntando algo en la pizarra... los para comprobar que esa realidad no es, en ocasiones, tan razo-
estudiantes, que entienden que aquello que se dice es importan- nable como pudiera parecer.
te, tienden, de forma inmediata, a tomar apuntes en sus libretas. ¿Por qué en esta misma aula, el aula 22, nos encontramos
Por favor, no toméis apuntes... prefiero que me escuchéis... esta mañana unas setenta personas... a ver... vamos a contar...
luego dejo un rato para que escribáis todo lo que queráis... pero exactamente sesenta y ocho personas... y de las sesenta y ocho per-
ahora... ¡atención! sonas, las sesenta y siete que se encuentran sentadas y escribiendo
[Nada, ni por esas, el personal continúa tomando apuntes.] disponen de un espacio vital minúsculo, mientras que la persona res-
—Vamos a ver, las manos abiertas encima de la mesa... sin tante, o sea yo, que justamente es la que no tiene que escribir, dis-
moverlas... pone de una amplia mesa en el encerado que, además, no utiliza?

Los «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 41


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,APUNTES SOBRE CÓMO SOBREVIVIR EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD APUNTES SOBRE CÓMO SOBREVIVIR EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD

En mi opinión, para poder utilizar el humor –como una • No ridiculizar a través de gestos o comentarios irónicos o hi-
forma de conseguir que los estudiantes dejen escapar una sonri- rientes ninguna intervención, opinión o respuesta de un es-
sa espontánea– uno debe, por una parte, relativizar un poco el tudiante.
valor del contenido que trata de enseñar y, por otra, nunca uti- • Cortar de raíz públicamente cualquier intervención por
lizar a un estudiante en particular o al grupo de estudiantes como parte de algún estudiante que no se ajuste a las mínimas re-
objeto de chanza, burla o ridículo. glas de educación y ciudadanía (referencias racistas, que in-
Relativizar el contenido que tratas de enseñar no significa citen a la violencia, etc.).
quitarle importancia, sino plantearlo como una especie de ins- • El mayor respeto que merece una intervención cuyo conte-
trumento que nos sirve para entender y transformar la realidad, nido no compartes es discutirla.
en paralelo a otros instrumentos que también nos sirven para el
mismo fin, pero que sólo por sí mismo para lo único que vale pro-
bablemente es para aprobar un examen. NEURAS: PERDER EL CONTROL
El humor, en ocasiones, cumple la función de «descolocar» al estu-
DE LA CLASE
diante situándolo ante una visión «distorsionada» de la realidad,
una visión que capta su atención y le hace «poner algo en marcha» Intentar que la clase se constituya en un espacio temporal en
en su interior para tratar de volver a ordenarla y entenderla. el que el profesor y los estudiantes hagan y piensen, más allá
del modelo en el que uno habla y otros escuchan, conlleva sus
—Sentaros en el suelo un momento... no, no es broma, senta- riesgos. Seguramente el mayor temor que uno puede tener a la
ros todos en el suelo... ¿vale?... ahora describidme lo que veis hora de diseñar una clase «más o menos participativa», cuan-
desde esa posición... mirad a vuestro alrededor... eso que veis es la do se es novato, es el de perder el control de la clase. También
realidad habitual de un niño o una niña de cuatro o cinco años... pienso que, incluso en el profesor con experiencia, siempre
¿alguien ha traído plastilina... algún madelman... una cocinita...? existe, aunque sea agazapado, ese temor a perder el control
sobre la clase; quizá lo que ocurre es que la perspectiva de lo
Con este tipo de acciones es posible que, al principio, el es- que en un caso y otro se tiene sobre «el control de la clase» es
tudiante se sienta ridículo, pero luego, cuando todos lo hacemos diferente. Por ello no me resulta fácil definir qué es eso de «el
y pensamos sobre ello, se suele pasar de esa sensación de ridícu- control de la clase», insisto que para diferentes profesores sig-
lo a la de complicidad, la de compartir una situación que se «sale nifica cosas distintas, en todo caso podría ser definido algo así
de lo normal» y además es útil. como el tener claro en todo momento que uno dispone del do-
Con el tiempo también he aprendido que, al menos, hay minio, mando o preponderancia en la situación de clase.
tres reglas básicas a respetar en todo este proceso de «complici- El control del tiempo, por ejemplo, suele ser una obsesión
dad» con los estudiantes: en muchos de nosotros. Uno tiene una planificación, un tema-

42 Los «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 43


APUNTES SOBRE CÓMO SOBREVIVIR EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD
ArUNT SObki_ LN L)L uN AL%

rio que impartir o, en la jerga más actual, una guía docente que Existe otra forma de perder el control a la que temo: el
le compromete a impartir una serie de contenidos. Resulta re- alumno sabelotodo que, encima, participa. En concreto, hago re-
lativamente sencillo, por ejemplo, exponer en media hora lo ferencia al estudiante –siempre el mismo– que se apresura a res-
que uno prepara para media hora. Lo que no resulta tan senci- ponder a todas las invitaciones que uno dirige a la participación
llo es que ante una situación de debate, de intervención de los de la clase. Normalmente se trata de un o una estudiante con
estudiantes, de preguntas, respuestas y comentarios sobre tex- cierta facilidad de palabra, inteligente, que ha leído más que la
tos o problemas uno pueda determinar con antelación «lo que mayoría y que, cuando el profesor lanza una pregunta al aire, in-
va a durar». Uno puede acudir a clase, por ejemplo, con la in- mediatamente está dispuesto a responder, a veces ampliando la
tención de comentar con los estudiantes el texto previsto y en- respuesta a cuestiones más profundas de las inicialmente preten-
contrarse que de sesenta estudiantes sólo tres lo han leído didas por el profesor.
realmente –del resto, treinta y cinco argumentan que tienen El problema radica en que, llega un momento, en que el
un examen de otra asignatura para ese mismo día, dieciocho resto de compañeros «desconecta», y nadie más se atreve a in-
apuntan ofendidos que «no estaba en la biblioteca» y cuatro le tervenir. La situación es especialmente gravosa para el profesor
preguntan al compañero de mesa... «¿Es que había que leer cuando lo que ha preparado es una pregunta que inicialmente
algo?»–. De igual manera, puede que sí hayan leído el texto la pensaba que iba a dar juego para un cierto debate, o que iba a
mayoría, y que se suscite un debate o que el tema se vaya rami- suscitar, por la forma «tramposa» del planteamiento, unas res-
ficando hacia otras problemáticas que superen, con mucho, el puestas erróneas a través de las cuales trataba de propiciar la
tiempo inicialmente previsto. «ruptura epistemológica» en los estudiantes y, sin embargo, en
Se trata de riesgos que se corren cuando uno entra en el te- un par de minutos, el estudiante aventajado ha resuelto la
rreno de la incertidumbre de lo no linealmente planificado, y es cuestión, ha desmontado la trampa del planteamiento, ha ce-
cierto que, de vez en cuando, he de volver a planificar, a simpli- rrado el debate y la única ruptura que se ha producido en el
ficar determinados temas, a tratar de subrayar lo básico e impres- resto de estudiantes no ha sido precisamente la epistemológica,
cindible porque no he acabado de controlar el ritmo del sino la de su interés inicial por lo que se planteaba.
desarrollo del programa. En cualquier caso... ¿Qué hacer? Por mi parte, cuando esto me ha sucedido, he
optado por no lanzar «preguntas al aire» y tratar de lanzarlas
Yo no aconsejaría cortar de raíz una actividad interesante para «apuntando» lo mejor posible. Si dispongo del listado de los es-
el desarrollo intelectual o social de los estudiantes bajo los pre- tudiantes del grupo, lo que hago, bajo el pretexto de que así nos
textos de que no va a dar tiempo para entrar en otros temas, de vamos conociendo todos, es plantear una pregunta y continuar
que la previsión era dedicar sólo un tiempo determinado, de que «¿Qué opinas de esto, por ejemplo... (vistazo al azar al listado
entramos en temas que no corresponden o que se verán en otro de estudiantes) Aurora?». Es posible que Aurora no esté en
momento del curso, etc. clase, con lo cual pasamos a otro nombre del listado, y hasta es
posible que haya dos Auroras..., pues, que respondan las dos.

Los «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 45

r I
APUNTES SOBRE CÓMO SOBREVIVIR EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD APUNTES SOBRE CÓMO SOBREVIVIR EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD

DISCULPE PROFESOR.. ¿LE IMPORTA QUE LE HAGA UNA En todo caso, intento no dar importancia a que alguien a
CONSULTA?...
quien nombre no esté en clase. Por otra parte, si no dispongo del
listado, simplemente lanzo un nombre al azar... «¿Qué opinas de
ADELANTE. ADELANTE.. esto, Amparo?». Los estudiantes, entonces, se miran entre sí, se-
SIN NINGÚN PROBLEMA...
Om guramente si hay alguna o algunas Amparos no pueden creerse
" que me dirija a ellas (la clase es de entre sesenta y ochenta estu-
diantes), en todo caso, siempre creerán que me dirijo a otra...
«Vamos a ver... ¿es que no hay ninguna Amparo?», entonces al-
guna levanta la mano. Y si realmente no hay Amparos, pues nos
vamos a las «Mariajosés», a los «Antonios», «Migueles», etc. En
Valencia, Amparo y Joan son nombres que suelen dar juego en
ME HA PARECIDO MUY INTERESANTE Y ALECCIONADORA 5U CLASE DE HOY, ese sentido. No vale la pena lanzar nombres extraños, si en algu-
AHORA BIEN. CUANDO HA PLANTEADO LA OPCIÓN EPISTEMOLÓGICA
PARTIENDO DE UN MARCO CONCEPTUAL SOCIOECONÓMICO ADEMÁS DE LOS na ocasión se me ha ocurrido lanzar mi propio nombre a la pa-
PRINCIPIOS BÁSICOS QUE HA SEÑALADO... ¿SERÍA POSIBLE TOMAR lestra no ha tenido eco alguno, incluso prometiendo que si había
TAMBIÉN COMO REFERENCIA LO QUE SEÑALA McHILOSTER AL RESPECTO,
AUNQUE YA SE QUE McHILOSTER PARTE DE UN CONTEXTO algún Bernardino en la clase ya tenía el «notable» asegurado.
FUNDAMENTALMENTE CULTURAL Y HUMANISTA?... Por último, para finalizar el apartado de mis «neuras», haré
referencia a los estudiantes que «han pagado la butaca», los fut-
boleros y los hambrientos.
• Entiendo por estudiantes que «han pagado la butaca» aque-
llos que no tienen ningún interés en lo que sucede «en la
pantalla», pero insisten en acudir a clase –por lo general
sentados en la última fila–. Normalmente hablamos de un
BUENO... SÍ, POR SUPUESTO McHILOSTER. McHILOSTER
McHILOSTER PUEDE SER MUY ÚTIL EN ¿Y QUIEN DIABLOS SERÁ EL grupo de dos o tres estudiantes que, no se sabe por qué ocul-
EL ANÁLISIS PERO CUIDADO. SE TAL McHILOSTER...? ta razón, prefieren organizar sus tertulias íntimas sentados al
CORRE EL PELIGRO DE CAER EN UN
HISTORICISMO INGENUO... POR LO o
o
fondo de una clase repleta de gente que hacerlo en la cafe-
DEMÁS... POR SUPUESTO QUE o tería. Me cuesta entender la razón de tal actitud, no tanto
McHILOSTER AYUDA A CLARIFICAR.
porque crea que mis clases son lo suficientemente interesan-
tes como para embelesar a cualquiera, sino porque sospecho
que tanto mi charla como las intervenciones y actividades
del resto de estudiantes pueden ser decididamente molestas
para quienes desean mantener una conversación íntima en
franca camaradería.

46 LOS «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 47


APUNTES SOBRE CÓMO SOBREVIVIR EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD APUNTES SOBRE CÓMO SOBREVIVIR EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD

¿Qué hacer? He comprobado que el «Si no os interesa no te ésa es otra de mis «manías», no soportar que mientras
hay inconveniente en que abandonéis la clase» no acaba de hablo o mientras los estudiantes se encuentran trabajando en
funcionar, generalmente no abandonan la clase. Por otra pequeños grupos, haya alguien que mordisquee un sándwich,
parte, me parece ridículo –y violento– expulsar de una mastique unos palitos energéticos o, simplemente, abrace
clase a personas aparentemente adultas. Por el momento –y con fruición un bocadillo de atún envuelto en papel de alu-
a falta de mejores soluciones–, una forma de enfrentarme a minio. Ahí, además de avisarlo en la primera clase del curso,
la situación es la de situarme cerca del grupo «tertuliano» sí suelo tomar medidas drásticas solicitando públicamente
(normalmente voy paseando por el pasillo central del aula) que se guarde el alimento para un contexto más idóneo.
y en el instante en que reanudan la charla, detener el dis-
curso y volverme hacia ellos con cara de inocencia...
«¿Perdón... decíais?» Lo más probable es que a la segunda EL TRABAJO EN GRUPO
o tercera ocasión del «perdón-decíais», se sientan lo sufi-
cientemente incómodos o ridículos como para dejar la ter-
DENTRO DE LA CLASE
tulia para otro momento, incluso como para pensarse en
volver a clase en la próxima ocasión. Aviso: a veces no fun- En algún momento los estudiantes van a trabajar en grupos o
ciona y entonces ya es cuestión de hablar con ellos o ellas equipos de trabajo dentro de la clase. Puedo argumentar que in-
fuera del aula y plantear las cosas más «rudamente». cluyo en mi metodología docente el trabajo en grupo porque es
• Entiendo por estudiante «futbolero» aquel que acude a clase una forma de desarrollar competencias relativas al trabajo coo-
ataviado con una camiseta deportiva identificativa de un perativo, la participación, el liderazgo, la conducción del deba-
club de fútbol de categoría nacional o internacional, dicha te, etc. Sin embargo, también es cierto que, además de todo eso,
camiseta suele combinarse con unos pantalones de chándal. una clase de hora y media necesita, de vez en cuando, para la su-
Reconozco que se trata de una manía personal que, además, pervivencia de los estudiantes y la mía propia, que los estudian-
he de reprimir. Es evidente que la tarima del profesor de uni- tes trabajen o hagan como que trabajan en grupo.
versidad es, también, un observatorio privilegiado de las En mi caso me enfrento a dos problemas:
modas en el vestir «informal» de la juventud. Y salta a la 1. Cómo organizarles o prepararles el trabajo de forma tal que
vista que hay atuendos que quizá debieran de causarme sea lo más productivo posible en el tiempo de que disponen.
mayor perplejidad que una simple camiseta de fútbol, pero 2. Cómo organizarles para que no se molesten unos grupos a otros.
no es así. No puedo con las camisetas de fútbol en clase,
pero intento disimularlo. En ocasiones el trabajo en grupo es apenas una oportunidad
• Por último, por estudiante «hambriento» no quiero significar de romper la monotonía y que hablen un rato...
aquel que se encuentra ávido de sabiduría, sino de aquel que —Disponéis de tres minutos para comentar esta frase entre
necesita ingerir alimentos a toda costa en clase. Seguramen- vosotros... luego quiero ideas al respecto...

48 Los «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 49


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Sin embargo, cuando se trata de organizar un trabajo de SITUACIÓN DIFÍCIL:


EL POBRE QUE ENTRÓ EN CLASE
mayor complejidad –comentario de uno o varios textos, el aná-
lisis de una situación, la realización de una práctica...– he com-
probado que es mucho mejor ofrecerles un guión o una guía del
trabajo. ¡Ah! Y se lo toman más a rajatabla si lo das por escrito Esto de escribir para un público lector al que, en principio, no
que si lo enuncias en voz alta. conoces (luego resulta que tu libro o artículo parece que sólo lo
Les he dado dos noticias de prensa sobre el mismo tema a cada grupo. han leído algunos conocidos o, mejor, amigos) me permite ex-
Instrucciones: poner con toda su crudeza una situación a la que me encontré
1 . Quiénes sois en el grupo. abocado en los primeros años de mi carrera como «penene» uni-
2. Lectura por parte de una persona. (Sin comentarios, ni tomar nota, ni versitario y que si hubiera que definirla con una sola palabra, esa
interrupciones.) palabra podría ser... «¿ridícula?».
3. Identificación de fuentes y carácter del texto. En fin, ahí va: ocho y media de la tarde en invierno. Un aula
4. Releer texto a texto: inmensa, tipo anfiteatro, y unos noventa estudiantes y yo mismo
• Identificar hechos y opiniones. aguantando el sopor de la calefacción mientras trato de explicar-
• Ideas básicas. les las críticas que la corriente reconceptualista del currículo es-
• Relaciones, contradicciones. tablecen frente a una concepción tradicionalista cuyo motor de
5. Valoración personal. Discusión. arranque es la conocida obra de Franklin Bobbitt, publicada
en... –lo siento, es deformación profesional, continúo con la
Resulta complicado, en un aula abarrotada, que se organice historia...–. El caso es que a mitad de clase observo que hace su
el trabajo de los grupos sin molestarse unos a otros. ¿Solución?: entrada, por la puerta del fondo del aula, un estudiante, apa-
Disponéis de media hora para el trabajo. No tenéis por qué rentemente de mayor edad que el resto, con abrigo y bolsa en
quedaros en el aula. Podéis sentaros en el pasillo, iros al patio, al bandolera y que, sin mayor problema, se pone a susurrar algo
parque o a la cafetería... me da igual, pero dentro de media hora con la gente de la última fila que, por otra parte, lo miran asom-
aquí todo el mundo. A ver... ajustemos los relojes... son las ocho brados. Continúo hablando como si nada pasara, y el tipo va y
horas, cuarenta y dos minutos, nueve segundos... pasa a la siguiente fila de estudiantes y continúa susurrando... A
esas alturas yo ya había perdido el hilo del discurso y en voz alta
Necesario e imprescindible: ir dando vueltas por la clase, el y decidida, dije: « ¡Por favor, ya está bien!... ¿Quiere sentarse de
pasillo, la cafetería... e ir preguntando a los grupos cómo va la cosa, una vez?». Se hizo un silencio absoluto y sólo entonces me di
por dónde van, si les resulta interesante... Pero cuidado, esos «pa- cuenta que era un pobre o mendigo que, incomprensiblemente,
seos» por los grupos suelen ser una ocasión propicia para que el es- se había colado en clase y estaba pidiendo limosna fila a fila.
tudiante «sabelotodo-que-encima-participa» te lleve a un «aparte» Más rojo que un tomate bajé de la tarima y me acerqué al
y aproveche para comentarte sus últimas lecturas y reflexiones. hombre sin saber ni qué decir ni qué hacer. A estas alturas el si-

50 Los «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 51


SOBREVIVIR EN UNA CLASE DE UNIVERSIDAD
AFJRut 1.; E: N UN .ASE DE UNIVERSil,,

PROPUESTA DE ACTIVIDAD
lencio del aula había sido literalmente aniquilado por las risas,
Si el lector o lectora de este capítulo ha conseguido llegar hasta aquí, no creo que
exclamaciones y comentarios en voz alta de los estudiantes. Re- lo que le voy a proponer contribuya en demasía a aumentar su desconcierto. En
cuerdo que con suavidad lo cogí del hombro, como si fuera un todo caso planteo una actividad que pretende ayudarle a pensar en su enseñanza
amigo de toda la vida y lo conduje hasta la puerta diciéndole que «desde otro punto de partida».
estábamos trabajando y que ahí no podía estar (eso mientras tra-
taba de aguantar la respiración debido a la intensidad de las ema- Querido lector, sitúese en la coyuntura de preparar una clase. Partimos de la base
de que dispone del contenido: un esquema de principios, relaciones, conceptos,
naciones etílicas), y recuerdo que metí la mano en el bolsillo y
etc.
le di lo primero que agarraron mis manos, un billete de quinien-
tas pesetas. Lo recuerdo perfectamente porque en aquella época (.Intente resumir esa clase en cuatro o cinco palabras o principios clave. Vamos,
las quinientas pesetas, además de ser un capital, eran todo mi ca- vamos... no es tan complicado... Y ahora viene lo interesante.
pital para el resto de la semana. ?. A través de un buscador generalista en Internet (Google, Yahoo...) haga una bús-
En fin, el hombre se marchó, los estudiantes aplaudieron di- queda de imágenes sobre cada una de las cinco palabras que ha considerado
clave.
vertidos y yo, todavía de un rojo subido y sudando a chorros,
.1.Elija una imagen por cada palabra, aquella que pueda dar más juego en su
traté de continuar explicando qué es lo que había escrito el tal análisis, descripción, interpretación... o quizás aquella de mayor impacto,
Bobbitt para que, años después, los llamados reconceptualistas sobre la que pueda organizar su discurso y el de sus estudiantes. En todo caso,
no lo dejaran en paz. no se me quede «colgado» durante horas visionando imágenes y las páginas
web a las que conducen... céntrese en aquello que le puede servir.
t.Trate de montar una clase tomando como referencia esas cinco imágenes, con
la condición de no intercalar ni un texto. En realidad, incluso tendrá la próxima
clase solucionada si opta por ordenar –en forma de texto– las ideas y relacio-
nes que surjan desde el análisis de las imágenes en clase. Dispone de media
hora para elegir las imágenes y de otra media para diseñar preguntas y situa-
ciones alrededor de las mismas. A ver... ajustemos los relojes... son las...

5 2 Los «TRUCOS» DEL FORMADOR


Los «TRUCOS» DEL FORMADOR
di
A PESAR DE LOS TRUCOS SIEMPRE SERÁS UN APRENDIZ DE FORMADOR
5
8 Si tienes alguna muletilla («vale», «de acuerdo», «eeeeee», etc.) la escri-
bes en un papel y lo dejas encima de la mesa mientras estés impartien_
do una sesión y lo vas mirando de vez en cuando . Te ayudará a evitar
la muletilla.

9 En tu habitación finge que escribes en la pizarra y practica cómo hablar


mirando al hipotético auditorio. Cuando hables piensa siempre en los par.
ticipantes de la última fila. Mari Carmen a Navarro
Maestra. Psicopedagoga.
10 Si tienes mala letra aprende a escribir en mayúsculas en una pizarra Coordinadora pedagógica de la
escuela infantil Aire libre de
Si eres formador o formadora experimentado Alicante

Si tienes experiencia como formador y has leído hasta aquí no hace falta que hagas
nada. Seguro que tienes más «trucos», más estrategias, y mejores que yo. Si has so-
brevivido todo este tiempo y te continúan Ilama ? clo, si tus evaluaciones de expecta-
tivas son más o menos aceptables y continúas leyendo y preparándote sobre lo que
sabes, y sobre cómo compartirlo, no hace falta que te diga nada. Ya nos veremos.

JN S .:RETO
A lo largo de mi narración, de este capítulo, he ido describien-
do algunos pequeños secretos, aunque es cierto que otros me
los he guardado, no por soberbia ni por egoísmo, si no, más
bien, por la vergüenza de mostrarme tanto. Algunas cosas son
difíciles de compartir ya que son pequeñas transgresiones a lo Normalmente dedic luerzo y tiempo a ir trabajando
considerado políticamente correcto, y por eso me las callo. con los niños el d momento de la separación. El
Qué sería de un buen formador si no se reservara algún secreto grupo que se reunió y be organizó forjando poco a poco
sobre su manera de hacer. De todos modos, en este curioso un núcleo común de vivencias y afectos... ha de acabar-
libro el lector o lectora encontrará muchos secretos. se. Y ese hecho, en apariencia trivial y lógico, supone
todo un reajuste personal.

94 Los «TRUCOS» DEL FORMADOR


SOÑAR DESPIERTA
Me piden que desgrane en unas cuantas palabras lo que da su
particular acento a mi manera de estar en la escuela, al estilo
con el que trabajo, a mi manejo de las situaciones, de los vín-
culos, a mi enseñar y a mi aprender. Y me veo mirándome a mí
misma con unos ojos de lo más indiscreto, tratando de leer en
mis actuaciones y pensamientos cotidianos todo aquello que
los ha ido conformando y sustentando, pero que, a fuerza de
estar tan bien instalado en mi «adentro», no sé si atinaré a re-
citar en voz alta.
He titulado el escrito con una frase que este curso hemos
manejado bastante. La descubrió Jaume, viendo una película, y
nos la explicó así:
—Ayer aprendí a hacer una cosa nueva: soñar despierto.
— ¿Y eso cómo se hace?
— Pues se cierran los ojos y te imaginas todo lo que tú quieras
¡y hasta se puede hacer con los ojos abiertos, que ya he probado!
—Qué buena idea, Jaume, gracias por contarla. ¿Lo intentamos?

Las brillantes imágenes y las bonitas historias florecieron en


abundancia, y no sólo ese día, sino el resto del año. Incluso fa-
bricamos «La caja para soñar despierto», cuyo uso era imaginar
libremente a partir de los objetos que aparecían en su interior.
En la caja cada cual metía (un poco secretamente) pequeños ju-
guetes, flores, canicas, monedas, muñecos, palos, caracolas, bo-
tones, piedras... para enriquecer los productos imaginativos
resultantes de ese soñar despierto que tanto nos había gustado.
Así lo conté en su día en el Diario de clase:
Veo que cogen la caja entre varios, todos ellos muy amantes de las ima-
ginaciones y van hilando historias, aún sin la suficiente coherencia, pero
con frases largas y poéticas, que tienen memorizadas de relatos o pelí-

Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 97


SONAR DESPIERTA SONAR LILSPILkIA

culos: «Era el tiempo de las lluvias y los volcanes...», decía sentidamen- que nos reímos bastante y con las risas se va entretejiendo el tra-
te _loan. Qué buen comienzo. bajo, importante eje aglutinador en nuestra marcha diaria.
Lo que «me llega» a continuación es el aire musical y poético
Soñar y «estar despierto» a la vez, me recuerda la actitud rea- en que tengo envuelto todo lo que me rodea, sin poderlo ni que-
lista y a un tiempo «soñadora» que considero que «hay que tener» rerlo remediar. La música es una de mis aficiones preferidas y nor-
en este buen oficio de maestros, que viene a ser como una artesa- malmente la llevo conmigo «puesta», tarareando, zapateando, o lo
nía. Como un tejer tapices con hilos cotidianos y con hilos de lujo, que se tercie. Así que en mi aula siempre tenemos la música a
con hilos sentimentales y con hilos del conocimiento, con hilos del punto. Con audiciones clásicas, con cha-cha-chas, o con mambos.
ofrecer y con hilos del recibir, con hilos de pisar tierra y con hilos Con melodías que los niños traen de sus casas, o con las que llevo
de volar, persiguiendo el deseo de hacer una escuela... amable. yo. Pero música, música y música, que nos anima, que nos consue-
la, que nos hace bailar, cantar, o darle a las palmas todos a una.
Y con la poesía... cómo podría decirlo. Mi relación con la
UN VÍNCULO CERCANO, poesía es muy estrecha, me apasiona leer y escribir poesía, y el

CORDIAL Y DIVERTIDO afecto que pongo en ello, moviliza el interés en los niños y les
hace acercarse al mundo poético de una particular manera. Las
aficiones personales metidas en el aula son muy buenas de apro-
Mantengo con mis alumnos un vínculo hecho de palabras, inven- vechar. El caso es que por un lado la belleza y el poder de los
tos, bromas, ley y cariño. Un vínculo cordial y divertido, en el que poemas y por otra el afecto con que son transmitidos, logran año
tienen lugar preferente las sorpresas, los juegos, el trabajo, las rela- tras año «el milagro» de que se vivan en «onda poética» los
ciones, las historias y el soñar «en comandita». Los espero hasta que aconteceres cotidianos. Y lo que empieza con bromas «en verso»:
van entendiéndome las formas de hablar extravagantes que gasto, «Chiquillas, hay bocadillos de bombilla», o pareados con los
los dobles sentidos de mis bromas, las pequeñas metáforas de mis po- nombres de los niños: «Mireia se ha hecho amiga de una estre-
emas pareados, mis sugerencias de trabajo o de juego. Y cuando ya lla de color verde botella», acaba con lecturas de García Lorca,
están «en ello», me acompañan los vuelos, me sorprenden con sus o con preciosos poemas creados por los propios niños:
«pinitos» y me ayudan a crear un clima de buen estar y placer. Jilguero, rebonito
Si lo intento desmenuzar «pensándome» en la clase, lo pri- jilguero, encerradito
mero que me viene como una fuerte presencia es la risa, la mía y come mucho pastito
la de los niños. El meterme con la exhaustiva «pelada» de Sergio, y mucho chocolatito.
con los lazos de «papagayo» de Marta, o con la cara de «manza-
nitas agrias» que trae Anselmo por las mañanas. Empezamos el Ocho,
día con risas y así lo vamos pasando. El buen humor es tan indis- eres un bizcocho pocho
pensable para el ambiente sano de cualquier grupo... El caso es como Pinocho.

9S Los «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR

111111...-
SONAR ULSHLR IA SOÑAR DESPIERTA

Sin embargo, creo que es el tratamiento de los temas afecti- PLANIFICAR, PERO NO TANTO
vos, los del «piso de abajo» como yo los llamo, lo que podría ser
la tónica de mi tarea de unos años aquí. Pretendo, por encima de Cuando pienso en preparar una clase o en planificar un día
otras cosas, lograr un vínculo claro y cercano con cada uno tengo en cuenta varias cosas: la línea pedagógica de la escue-
de los niños, y en el proceso voy notando que entre ellos y yo se la, el proyecto educativo, los contenidos del currículo, los
va formando una especie de hilo «de palomar», oscurito, seguro tiempos, los espacios, los materiales, las metodologías..., pero
y resistente, que nos une y nos confirma en cada momento que en lo que me fijo principalmente es en mis alumnos. En su
vamos juntos en esta aventura de aprender y descubrir. tendencia a hablar, a callar, a moverse, o distraerse. En sus
Cada cual sabe y capta que lo tengo en cuenta, que me im- preferencias, en su edad, en sus pequeñas historias, y hasta en
porta, que le reconozco distinto a los demás y que me gusta que sus nombres, en sus caras, en sus ojos... También me fijo en la
lo sea. Como grupo saben que hay una «manera de estar», que yo dinámica de funcionamiento del grupo: su grado de cohesión,
propongo y que vamos matizando entre todos, y que alude a ha- su autonomía, sus movimientos de cambio o de resistencia, su
blar de las cosas que pasan, a verbalizar lo que se piensa y lo que manera de «estar», los subgrupos que lo conforman, los líderes
se siente, a aceptar los acuerdos y las normas, a cuidarnos, escu- naturales...
charnos, respetarnos, a trabajar y a divertirnos. Saben también Y desde luego, me tengo en cuenta a mí misma, porque he
que yo no soy una más en el grupo, sino que tengo un papel di- comprobado que estoy más tranquila y emprendo la tarea con
ferente y que puedo cobijarlos y controlarlos, enseñarles y reñir- mejor disposición si me «respeto el gusto» y no me pongo más
les, enfadarme y bailar con ellos. De esta manera ofrezco la obligaciones de las indispensables. Hay veces que tengo pensado
posibilidad (creo...) de que todos piensen, opinen, y vayan em- un plan, elaborado a partir de las propuestas de los niños o de las
pezando a manejarse como personas que ensayan independen- mías, pero de pronto se me ocurre que podríamos hacer otra
cia. En este ambiente de escucha surgen desde propuestas de cosa. Pues bien, hoy en día, hago caso a mis deseos y a mis «ins-
trabajo a resoluciones de peleas. Desde declaraciones de cariño piraciones súbitas». Antes no solía permitirme estas «transgre-
a preguntas por la muerte. Desde furibundas críticas a la narra- siones», estos pequeños placeres de adelantar o retrasar un
ción de experiencias o sueños. El grupo vibra, se muestra vivo. trabajo, esta posibilidad flexible y siempre abierta de cambiar el
Y aunque con frecuencia no sé si mis intervenciones han sido horario, la actividad, de saltarme lo previsto y hacer algo nuevo.
o no las indicadas, he perdido bastante el miedo, y me siento cómo- Me sonaba a falta de responsabilidad, a culpa, a excesivo espon-
da, tranquila y a gusto en la clase, sabiendo que me equivocaré, que taneísmo, a desorganización, a que les quedarían «lagunas» in-
dejaré de aprovechar cosas aprovechables, que tendré que «limi- salvables a los niños a causa de mis corazonadas. En cambio
tar» a algunos, «empujar» a otros, mirarlos a todos, pero que, como resulta que es casi al revés, veo que cuando recibo o transmito
no soy omnipotente, no siempre me irá todo a las mil maravillas. algo que me ilusiona, sale mejor. Así es que ahora me fío del
Y no pasará nada terrible, porque los maestros, aunque no esté es- valor de mis contagios, que no sé si serán muy pedagógicos, pero
crito en los cánones, también tenemos derecho a equivocamos. sí son bastante humanos.

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SOÑAR DESPIERTA

De hecho, en el trabajo por proyectos, que es el que hago


hace ya tiempo, los niños y yo planeamos juntos lo que quere-
1 SOÑAR DESPIERTA

a haber tormenta») y un caballero, que era él mismo, con una es-


pada preciosa hecha con dos plumas cruzadas y purpurina en
mos hacer, averiguar o aprender. Y en este ambiente de tarea abundancia. En la mesa de al lado su compañero Anselmo dibu-
conjunta, de conversación continuada y de relaciones abiertas, jó una enorme vaca con lunares de plastilina blanca y negra, en
veo que realmente da lo mismo que hagamos un día u otro los la que iba él mismo subido con aire triunfador. Martina, mien-
teatros que propuso Iván sobre animales salvajes, o la jirafa gi- tras tanto, se dedicó a pegar terciopelos y perlas, con lo que su
gante que quería construir Leo, o la estatura del personal para composición, más que un dibujo parecía un tapiz. Sergio hizo
asegurarnos de quién es el más alto de la clase, como sugirió una preciosa sirena con lentejuelas azul turquesa y rosa. Paulina
Angel. Porque he comprobado una y otra vez que hagan lo que pintó a Alberto y a su madre el día que vinieron a cantarnos su
hagan, aprenden, mejoran, crecen y disfrutan. Es por eso que me magnífico rap. Los hizo vestidos de africanos, sobre un fondo en
permito el lujo de incluir lo que ocurre y dar paso a las ideas, colores oscuros, seguramente para que se destacaran sus caras.
los sueños o los cambios que surgen, ya sea a partir de los niños, Unos trabajos realmente notables.
de mí misma, de las familias, o «del exterior». El objetivo ¿no es Es sabido que los productos que «salen» de uno mismo son
aprender juntos placenteramente? algo elaborado en nuestro interior. Algo que nos simboliza, que
nos representa, que es parte nuestra. Las palabras, los trazos, la
voz, los movimientos. Y antes: las primeras sonrisas, los primeros
RECURSOS, RECURSOS, RECURSOS... pasos, los besos... No es cualquier cosa, pues, recibir un dibujo de
un niño. En él va puesto su sello, su nombre, su estilo, su madu-
En mi práctica diaria manejo muchos recursos, que son tan va- rez, su ser... Son elementos de gran importancia para todo el
riados y estrafalarios como yo misma. Uno de los más «propios» mundo, y más en las primeras edades por estar revestidos de una
es la imaginación. Desde que me reconozco me gusta inventar y fuerte capa de narcisismo. Por lo tanto, habrá que cobijarlos lo
lo hago sin ninguna inhibición en clase con los niños, que pri- mejor que podamos para que el niño sienta que lo que sale de él
mero se asombran, después se ríen, y muy pronto empiezan a es bien recibido, o lo que es igual, que él es valioso para los demás.
aventurarse también en esto del soñar despiertos, del idear y usar Otro recurso que utilizo son mis recuerdos y mis experien-
la fantasía para animar las realidades. Así pues, imaginamos jun- cias, a los que acudo confiadamente como el que va a una tien-
tos creando historias, haciendo improvisaciones teatrales, dibu- da de materiales de alto diseño. Allí siempre encuentro algo que
jando... Recuerdo una sesión de talleres de este curso en la que me conecta con los niños que tengo delante, haciendo, medio
la propuesta de trabajo fue hacer una composición con materia- sin darme cuenta, una síntesis en la que alguna experiencia vivi-
les libremente elegidos. Y cómo al ver lo que iban produciendo da por mí se reúne con algún interés suscitado entre los niños.
los niños, hasta llegué a emocionarme. Había un castillo impre- Cuando están en plena caída de los dientes, por ejemplo, les
sionante, hecho por Iván con una llavecita pegada (que se la cuento alguna historia que me pasó a mí, a mis hijos, a mi her-
había traído de su casa), unas nubes de tela oscura (porque «iba mano... Cuando alguien habla de sus miedos, les confieso lo que

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SOÑAR DESPIERTA SOÑAR DESPIERTA

me asustaba a mí de pequeña, o lo que me asusta ahora. Cuando misma hora, y en medio de un silencio que al principio cuesta de
curiosean mirando, preguntando o... escuchando lo que habla- conseguir. Los cuentos que les cuento están elegidos cuidadosa-
mos las maestras, les reconozco lo curiosa que siempre he sido y mente, «comprobados» en su calidad y sus «efectos» por años de
que soy, y les cuento que incluso llegaba a esconderme debajo de contarlos. Incluso están tapados y envueltos en una mantita (te-
la mesa camilla de mi abuela para enterarme de lo que se decía. jida por la abuela de David)... «para que no se enfríen». Los hay
Y esas historietas, cargadas de afecto y de significado, nos van co- de muchos tipos, pero siempre han de decir algo, siempre han de
hesionando y animándoles a ellos a contar también sus viven- «atrapar», siempre han de abrir las ganas de seguir escuchando.
cias, logrando así crear un ambiente de grupo entre todos. De vez en cuando el cuento es contado de viva voz y sin apoyo
Hoy hemos usado los lápices por primera vez. Me he apresurado a ex- visual alguno. Son los cuentos de mi infancia, los que me conta-
plicar a los niños cuánto me gustaba a mí estrenar lápiz de pequeña, ba mi madre. Ésos son los de más fiesta. Siempre que hay un rato
por lo bien que me olía, lo suave que lo encontraba al tocarlo y «el libre me los piden: Blancabella, Los tres pelos del diablo, La mano
mucho caso que me hacía» al escribir. Después les he mostrado que el negra, El hombre del saco... Para mí es un placer notar el círculo
carbón señala suavemente líneas en el papel en color gris: palabras, di- tan cerrado y los oídos tan abiertos.
bujos, números... y les he demostrado lo frágil que es «la mina» con una Considero que el juego es otro recurso imprescindible. Los
brusca rotura de punta, que ha sobresaltado a Paulina. niños lo necesitan, si juegan están mejor, tienen más iniciativas,
Les he dicho que para que la punta no se rompiera con tanta facilidad están más tranquilos, se relacionan más saludablemente...
y para no mancharse los dedos, alguien inventó el lápiz, que es un car- Dando un tiempo y un espacio para jugar les hago saber que los
bón fino, llamado grafito, envuelto de madera. También les he comentado respeto. Así que dos veces a la semana hay «juego libre» en mi
que hay que cogerlo con tres dedos, «como los padres» para que «fun- clase. Estos ratos son suyos, yo me dedico a mirar y a anotar a lo
cione» realmente bien. Los niños cogen los lápices, los huelen, los prue- que juegan, con quién o cómo. A veces juegan con las muñecas,
ban. Pedro se lo pone detrás de la oreja. Jaume le rompe la punta del los coches, la cocina, las construcciones, la tienda, o se disfrazan,
brío que le pone. Mario escribe su nombre y lo «sombrea». Julia dibuja se esconden, se peinan, luchan, bailan, van en patinete, en zan-
muy suave. Pili va alternando fuerte y suave. Hacen líneas, dibujos, le- cos o en bicicleta. Otras veces los juegos son de movimiento, de
tras, piden «repetir». (Diario de clase Jirafas, 2005/2006) reglas, de habilidad...
El teatro también me sirve como magnífico recurso. Se pa-
Contar cuentos es uno de mis recursos favoritos. Me agrada rece tanto a jugar... Se presta tanto a mostrarse ante los demás
regalarles a los niños el gusto por las palabras, para que así pue- como si no fuéramos nosotros mismos, a ensayar nuevos lugares,
dan poco a poco acceder a los contenidos simbólicos que trans- a pasarlo bien, a perder vergüenzas e inhibiciones, a practicar el
miten las historias, que les ofrecerán un amplio abanico de hablar ante otros, a elaborar conflictos, a conocer desde cerca las
comportamientos y tipos humanos, de situaciones, de posibles historias, a profundizar en los poemas, o las lecturas sobre los
identificaciones. Y para que disfruten con ellas, claro. Suelo con- temas que vamos trabajando... En mi clase a toda hora hacemos
tar el mismo cuento durante los cinco días de la semana, a la teatrillos, primero los propongo yo y después ya los niños, como

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SOÑAR DESPIERTA SOÑAR DESPIERTA

una fuente más de diversión y de conocimiento. Igual dramati- Suelo acumular las que sé que normalmente gustan a los
zamos un cuento, que algo que nos ha pasado, o que hemos niños: lentejuelas, granos de café, telas «brillosas», peluches pe-
leído... Este curso, hicimos una escena con el accidente que queños, ganchos del pelo, espejos, cintas, recortes de revistas
tuvo Mario. Otra con Julia en la feria de Sevilla. En otra salió el con fotos sugerentes, bolas de collares rotos, plumas... y diez
partido de fútbol que ganó «el España». También representamos mil cosas más, con las cuales los trabajos de los niños quedan
la poesía de García Lorca: «Arbolé, arbolé, seco y verdé». Iván preciosos y son realizados con mucha alegría. Abrir el armario y
era el viento, Paulina «la niña del bello rostro», cuatro chicos echarle un poco de misterio a lo que sale, es remedio infalible
altos eran los jinetes, los tres más delgados que hay en clase ha- para despertar su ansia de novedades, y su inacabable capacidad
cían de torerillos, Roberto era el joven que iba solo, Carla el de asombro.
árbol... ¡Estuvo genial! En el proyecto de los animales salvajes, Me he dado cuenta de que para atraer el interés de los niños utilizo bas-
pude disfrutar viendo a Paulo representar el papel de Víctor, «el tante el elemento «novedad» o «sorpresa». Como suelo hacerlo con cosas
niño salvaje de Aveyron». En el de «Las muñecas Matrioskas» que me gustan particularmente, me es fácil compartirlas y contagiarlas. A
salía Antonio haciendo de carpintero dando golpes a todo volu- mí además esto me proporciona curiosidad y diversión. Este año ha sido
men y un grupo de siete niñas representando una serie de muñe- la «Zapatería Pepito» la que les ha movilizado. Traer un par de zapatos
cas rusas, que intentaban unas sonrisas estereotipadas y estaban de sus casas, ponerles precio, situarlos en la tienda ya montada... Otra
graciosísimas... cosa que les ha hecho gracia ha sido «La caja de las gafas». Al desta-
Un recurso que me sorprende a mí misma por la vida que parla hay un espejo y se puede leer: «JA, JA, JA». Y el tesoro, los imanes,
cobra, por lo útil que es y por los apuros de los que me saca, es la linterna, los caleidoscopios... (Diario de clase Jirafas, 2005/2006)
un sector del armario, que viene a ser como una despensa, y en
el que pongo aquellas cosas más bonitas, raras, llamativas, o bri- También es un buen recurso el recoger cualquier cosa y
llantes que me dan, que me encuentro, o que compro. Algunas «hacerla servir», con la sensación medio mágica de que «todo
veces al guardarlas tengo ya pensado cómo podrían ser utiliza- nos vale», porque podemos transformarlo en lo que queramos. A
das. Por ejemplo unos acetatos con rotuladores permanentes, este fin en mi clase hay siempre cestas o cubetas para telas, pa-
con los que quería que hiciéramos un móvil transparente algún peles sobrantes, trozos de juguetes y otras cosas que encontramos
día que «pegara». O unos botes con canela, café en grano, esplie- los niños, los padres o yo, y a las que damos utilidad.
go y manzanilla con los que pensé que se podían hacer trabajos Recurrir a la naturaleza es otra forma segura de conectar
«de olor»... Otras veces las guardo, sencillamente, porque el con los niños. A veces salimos a escuchar cantar a los pájaros,
material me resulta atractivo y pienso que a los niños también a recoger la cosecha de nuestro único almendro, a admirar las
les gustará, como fueron unas mazorcas secas de maíz, unas flores jacarandas cuando explotan en sus lilas solemnes, a vernos la
de colores y unos corazones de brillo que compré en un viaje a cara en los charcos (las pocas veces que llueve), a coger bichos,
Hungría, unos tules blancos de un taller de trajes de novia, unas a acostarnos en la montaña del patio para mirar las formas de
fichas desparejadas de juegos diversos, un carrete de cinta roja... las nubes...

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SOÑAR DESPIERTA SOÑAR DESPIERTA

Otro recurso muy significativo para mí es volver «ambiente» ron los cristales a la cara cortándosela en varios sitios. Tuvo que ir
o tarea los acontecimientos de la cotidianidad, ya sean los «per- al hospital. Suerte que no se le ha metido ningún cristal en el ojo...
sonales» de los niños, los de las familias, los de la escuela... Así Hablan de ciegos, dicen que no jugarán más a la pelota en sus casas
que incluimos en nuestro trabajo y en nuestra conversación los y acabamos haciéndole un dibujo a Mario para que vea que nos
viajes que hacemos, los museos a los que vamos, las fiestas que ce- acordamos de él. (Diario de clase Jirafas, 2005/2006)
lebramos, los encuentros, las despedidas, las visitas que aparecen
por clase para ilustrarnos sobre algún tema de interés, para ense- Aprovecho como recurso esas costumbres anónimas que fre-
ñarnos un bebé, para tocar el saxofón, o bailarse un buen tango. cuentemente pasan desapercibidas, e incluso están un poco desva-
Hoy ha venido Marcos serio. Le pedía a su madre que se quedara. Ella lorizadas, pero que tienen para los niños la categoría de verdaderos
se ha ido. A la hora del patio pide de nuevo verla, menos mal que se rituales. Les dan seguridad, amortiguan los tiempos de espera, les
deja calmar. Nos ha contado que fue al Brasil en tres aviones. Roberto sirven de entretenimiento, enlazan unas actividades con otras,
ha dicho que él no sabía nada del Brasil y que podíamos aprender de acompañan... Por ejemplo, decir una misma cantinela para reco-
eso. Anoto su propuesta para cuando se tenga que elegir tema de traba- ger los juguetes o los materiales, para salir o entrar, hacer juegos de
jo. Hemos apuntado a Marcos en varios gráficos ya hechos en los que palabras mientras todos se van sentando, cantar una canción a los
faltaba él. Su color de pelo, de ojos, su altura, su voz... También le he que vienen pelados, sortear el turno con algún pequeño poema,
leído las poesías que les hice de regalo para que las conociera. ¡Veo usar símbolos acordados para anunciar la secuencia del día...
que se las saben de memoria casi todos! Le hemos hablado de las jira- Hoy hemos estrenado la «canción del peladito» diciéndosela a Antonio,
fas, sobre las que hemos estado averiguando cosas. Noto que han que venía peladísimo. Como es «nuevo» no sabía esta costumbre, y al
aprendido bastante del «piso de arriba», aunque en realidad, hemos es- decirle que íbamos a cantarle, ha dicho: «¿Cuál? ¿Ésa de tonto pelao,
tado mucho más ocupados con «el de abajo». O sea: conocernos, en- que te pican los mosquitos? Es la que me canta mi padre». «No, es
otra», le digo. Se la recitamos y él la va dramatizando: «Oye, peladito,
contrarnos... Y «tomarnos las medidas».
Después del patio teníamos que hablar de varias noticias, unas bue- date la vuelta, oye, peladito, tócate un pie, oye, peladito, toca el suelo,
nas y otras malas. Las buenas eran menos: que ha nacido la prima oye, peladito, siéntate». (Diario de clase Jirafas, 2005/2006)
de Anselmo. Que el sábado será el cumpleaños de Pili y que Anto-
nio «el nuevo» avisa que «ya entiende las cosas de aquí y está muy Y en fin, supongo que el hecho de ser curiosa y amante de lo
bien en este colegio». Las malas eran: que la mamá de Martina es- nuevo, de lo asombroso y del soñar, beneficia mis conexiones con
tará un mes en reposo (por el bebé). Que la de Joan se va a Madrid los niños y mi quehacer cotidiano en la escuela. Aunque también
a un cursillo (pero vuelve pronto). Que Marta tiene una queja de Ma- mi lado serio, responsable y cuidadoso, hace que pise el suelo y
risa, que le ha dicho que no juegue con ella, ni con Ester, ni con Pau- trate de hacer que para los niños ir a la escuela sea un ejercicio de
li na «¡Y con lo graciosa que soy yo y las cosas que digo para que vida, con todo lo que eso conlleva: aprender a conocerse, y a co-
se rían...!». La peor noticia va a cargo mío. Mario ha tenido un ac- nocer, saber expresar lo que se siente, se piensa o se desea, tolerar
la frus
cidente en su casa. Chutó la pelota, le dio a una lámpara y le caye- tración, aprender a estar con los demás, disfrutar...

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SOÑAR DESPIERTA SOÑAR DESPIERTA

NO PODEMOS SER PERFECTOS... posición de acercamiento a los niños y a sus características desde
mi intuición, mis sentimientos, mis errores y mi reflexión. Cons-
Me dicen otras personas que manifiesto entusiasmo en mi que- ciente de mis limitaciones y del riesgo de hacer hipótesis en
hacer diario, que «saco punta» a las cosas, que puedo observar al terrenos tan poco «tocables» como son lo afectivo y lo social,
grupo y a cada niño, que actúo teniendo en cuenta lo que sé de pero decidida a no quedarme al margen de sus vidas.
cada cual... Y probablemente es verdad que estas cosas forman He visto que un niño le decía a otro, en tono despectivo, que no sabía
ya parte de mi actuar, pero yo me veo otras cosas más «de den- hacer «ni la letra S, ni el número 8, con lo fácil que era». También escu-
tro», que me han costado y me cuesta controlar. ché a dos niños reírse de un tercero, porque «siempre se le caían las
Una de ellas es intervenir verbalmente en momentos en que cosas» y a unas niñas que se burlaban de otra, que aún no pronuncia
mejor sería no hacerlo, ocupando un tiempo que debería ser de bien la R. Aunque en el momento en que pasaron esas cosas ya había-
los niños. Otra, atreverme a sostener, señalar y valorar las dife- mos hablado de ello, yo notaba que mi intervención tenía que continuar,
rencias individuales. Otra, la aceleración entusiástica en la que porque esas actitudes de burla y poderío no dejarían de darse tan sen-
entro en ocasiones y a la que arrastro a mis alumnos, que llegan cillamente. Seguiría haciendo falta tanto apoyo, como freno.
a alterarse a veces demasiado. También la dificultad para conec- La verdad es que me cuesta encarar estas situaciones, en las que suelo
tar con algunos de los más callados, más inseguros o más ariscos. «indignarme» de más, perdiendo la compostura y entrando en reñir, o
Tengo que luchar, y mucho, contra el empecinamiento que en hacer reflexiones más culpabilizadoras que otra cosa. Supongo que
mantengo de querer siempre alcanzar cotas excesivamente «idea- por una excesiva identificación con los que sufren la situación de abuso,
les» en las tareas emprendidas. Que la reunión de padres salga muy quedando burlados, o ridiculizados. Alguna vivencia de otros tiempos que
bien, que el baile quede genial, que todos consigan tener amigos, por lo visto aún me pesa... Los padres, lógicamente, lo llevan todavía peor.
que yo esté disponible y a la escucha... O sea, que todo salga Si acaso les comentan sus hijos que alguien les ha pegado, insultado o
«perfecto». En esto estoy aún... y a lo mejor tengo que trabajar molestado, reaccionan con fuerza y preocupación. Unos les aconsejan
sobre ello siempre, porque es una tendencia muy de mi «piso de que «se la devuelvan», otros se asustan y hay quienes intentan reñir a los
abajo» y eso no se quita sólo con una declaración de buenos pro- «malvados que han hecho llorar a su niño», o directamente le prohíben
pósitos. Pero al menos está bien saberlo para cazarme los gazapos al hijo que juegue con ellos.
a mí misma y para intentar no invadir o exigir de más a los niños. Así que cuando a los maestros nos llega lo que está pasando, hemos de
A lo largo de mi vida profesional me he encontrado muchas mediar muchas veces en los dos ámbitos. Con los padres pidiéndoles
veces en duda sobre cómo entender e intervenir con algunos de que tengan calma y que sugieran a sus hijos vías de diálogo y no de
mis alumnos. He ido probando maneras, he ido observando agresión. Con los niños hablándolo en el grupo y permitiendo que cada
cómo lo hacían otros maestros, he ido equivocándome y he cual se exprese y cuente su versión de lo sucedido y sus sentimientos al
ido aprendiendo. En el recorrido he perdido soledades y miedos, respecto. Es importante que todos puedan hablar, que se sientan segu-
y he ganado seguridad y algunas capacidades para entender cada ros y que noten afecto en el adulto, aunque en un momento dado hayan
caso diferenciadamente. En estos momentos hablo desde una de ser reconvenidos por alguna actuación.

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SOÑAR DESPIERTA SOÑAR DESPIERTA

Es sabido que los niños de estas edades están en los comienzos de su so- Lo importante es entender que esto pasa y que se pueda
cialización, y que muchas veces tienen detalles sádicos. Son momentos decir para que deje de ser tan desconocido ese no saber qué pa-
muy narcisistas en los que atacan a los demás para afianzarse a sí mis- sará, cómo me verán los otros, si les gustaré o no, si me atacarán,
mos, para hacer acopio de seguridad, para aprender a defender su lugar, si la maestra me querrá... Después de estos miedos del principio,
para enfrentar sus miedos, para ensayar a ver qué pasa si hacen estas el grupo se asienta y se conforma, con cambios continuos, crisis
cosas... De modo que lo deseable sería ni asustarse demasiado por el pri- y también una cierta continuidad. Y cuando llegue el final y ten-
mitivismo de sus actuaciones, ni cargarlos de sermones moralizantes. Pen- gan que despedirse, habrá que volver a acompañarlos para que
semos que hay un grado de energía y de fuerza que es necesario para puedan verbalizar su pena por dejar a los amigos, la clase, a mí...
estructurar y conservar cada cual su identidad, su parcela. No poder defen- Inicios y despedidas son dos momentos importantes en la vida de
derse también sería un problema... Yo transmito lo más claramente que puedo los grupos y de cada una de las personas que los componen.
que lo mejor es hablar las cosas y llegar a algún acuerdo, pero que En la escuela suelen tratarse más los principios, «el periodo
mientras eso sucede, no debe uno dejarse atacar. En esos casos hay de adaptación», que no es otra cosa que el crear vínculos que nos
que buscar una manera de defenderse y no recibir sin más la agresión. Es ayuden a perder el miedo. Es el tiempo de crear el grupo. Sin em-
igual que sea pidiendo ayuda, gritando, yéndose, sujetándole las manos al bargo los finales están bastante olvidados. Quizá como los niños
que te hace daño, o empujándolo. (Diario de clase Elefantes, 2004/2005) ya se van, parece que no nos corresponde ayudarlos a pasar el
trago de elaborar la pérdida, con el duelo que ello trae consigo.
Tendrán que recoger el afecto que han colocado en los demás
DE ENCUENTROS Y DESPEDIDAS para no sentirse vacíos, porque aunque luego se hagan otros ami-
gos y estén en otros grupos, el que se está deshaciendo nunca
Los sentimientos de inseguridad de cualquier «principio» no se más volverá a existir. Y eso... es una pequeña muerte para el
pueden obviar. Nos pasa a los mayores, y a los pequeños les pasa mundo afectivo.
aún más. Empezar supone enfrentarse a un devenir desconocido, Estos miedos «básicos», se noten más o menos, se dan en el
y eso cuesta. Por eso conviene nombrar esos miedos, ya que los empezar y el acabar de un grupo, y se ponen en acción en todo
niños aún no saben o no pueden. De momento sólo los sienten. grupo humano, sea de niños o de adultos. Por ello han de cono-
Por eso yo comento cosas así: cerse y esperarse, aunque sea para entender lo que puede impul-
• «¡Uf, estoy nerviosa !, como empezamos el curso y no os conozco bien...» sar a los integrantes del grupo a actuar de una u otra manera, a
• «El año pasado los Elefantes ya sabían cómo era yo y mis costumbres, reaccionar así o asá, a boicotear la marcha, o a inhibirse.
lo que me gustaba y lo que me enfadaba. Yo también los conocía a Son miedos que remiten a otros miedos. Miedos primitivos,
ellos, porque habíamos estado juntos desde los Delfines, en cambio del inicio del vivir. Vienen con el peso y el recuerdo del gran
ahora me habláis y aún no os conozco ni la voz...» miedo que fue nacer y encontrarnos ante un cambio realmente
• «Ayer soñé que no sabía cómo os llamabais y me equivocaba y os en- grande y significativo, como es desgajarse de la madre. Así que
fadabais conmigo...» cualquier cambio nos remueve por dentro, porque los sentimien-

)S «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 1 1 3


SOÑAR DESPIERTA SOÑAR DESPIERTA

tos se marcan en nuestro interior, como en una memoria conti- Van entrando y sentándose. Yo he puesto plastilina en las
nuada e imparable. Y para poder soportar estar solo, sin los pa- mesas para que no se vayan a los juguetes de momento y va bien.
dres, y vivir los cambios y las cosas nuevas sin desorientarnos Hay un clima de calma y formalidad, y por lo bajo hay nervios y
demasiado, convendrá recopilar experiencias buenas de amor y emociones. Preguntan por los que faltan, por lo que hay en las
cuidados, y cuantas más mejor. paredes... Yo les voy contestando, mientras pongo música y
Y es que las personas necesitamos sentirnos queridas, mira- bailo. Les comento que me gusta bailar. Es una forma de presen-
das, escuchadas. Sentir que se nos estima como somos, con nues- tarme y así, de paso, mantener una cierta distancia con ellos
tro cuerpo, con nuestra identidad diferente a cualquier otra. como grupo. Eso les hace entrar en contacto entre sí, y no cen-
Necesitamos sentir que no se nos prohíbe desear, que estamos in- trarse sólo en mí.
cluidos en un grupo, que hay unos límites que nos contienen y Cuando ya han venido bastantes niños, guardamos la
nos dan seguridad... Y tenemos miedo a perder o no lograr todas plastilina y les digo el plan para hoy utilizando unos sencillos
estas cosas. Es decir, miedo a perdernos, a ser confundidos con pictogramas, que iremos tachando cuando acabe cada activi-
otros, a no ser considerados valiosos, a no ser incluidos, a no dad. Les hace gracia eso y todo el día me persiguen para que
poder expresarnos, a no poder mostrarnos como somos. tache lo que ya está hecho. Hacemos una presentación en
El empezar y el acabar de un grupo serán, pues, momentos toda regla con un cochecito. Al que le lanzaba el coche tenía
importantes a cuidar y acompañar por parte de los maestros. que decir: «yo soy... y vivo con...». Los que tienen hermanos
Animar a la verbalización de los sentimientos que se despiertan lo dicen, y sale el tema de los bebés. Empiezo a anotar a los que
en esos tiempos de cambios y soledades facilitará que se vivan en tienen bebés, pero tengo que interrumpir, porque no hay
lo sucesivo de manera más saludable y tranquila. modo de aclarar «hasta cuándo un bebé es bebé». Unos dicen
Paso a transcribir del Diario de clase (2005/2006) cómo fue- que «si no anda es bebé, pero si anda, no». Otros que «si
ron los inicios, y un poco de los finales, de un grupo concreto de habla, ya es mayor». O «si viene al colegio». O «si me llega
veintitrés niños y niñas de cinco años: las Jirafas. por aquí»... Dicen los nombres de los bebés más pequeños,
una es Andrea, la de Antonio; otra, Mar, la de Martina. Otro,
' -9-2005, viernes
9 Noah, que «es como una mascota, porque va por la casa suel-
to todo el día», dice su hermano Iván.
El primero que llega a clase este primer día del curso es Guiller- Ahí hablan de los perros, gatos, y demás animales que tie-
mo. Se le ve nervioso. El padre de Carla me dice que a su hija le nen y quedamos en apuntarlos otro día. Cuando le toca a Rober-
daba susto que yo le hiciera comer lechuga, que me lo tomara to hablar, dice que él vive con su mamá y con su papá. De pronto
con calma por favor. Le digo que sí y luego resulta que ella se para y me mira extrañado. Le pregunto: «¿sí?», y dice: «ah, no,
misma se pone lechuga y se la come. Alberto trae una jirafa pre- yo tengo un papá que vive muy lejos». ¿Vive en otra casa sepa-
ciosa hecha por él y por su madre. Traen más jirafas de plástico rada de la que vives con tu mamá? «Sí.» Claro, unos papás viven
y las ponemos «en escalera». juntos y otros separados. Eso es así.

1 14 Los «TRUCOS» DEL FORMADOR LOS «TRUCOS» DEL FORMADOR 1 1 5.1


SOÑAR DESPIERTA
SOÑAR DESPIERTA

También van diciendo lo que les gusta más y hay coinci- didad ante cualquier molestia: en el corro, en el juego... Tam-
dencias que yo señalo: jugar, la nieve, los juguetes, las muñecas, bién pone cara de entusiasmo ante lo que le gusta. La cosa va bien.
pintar, la música... Iván pregunta por los carteles que están pre- Se despiden con cariño, algunos me besan.
parados para recopilar datos nuestros: el color del pelo, de los
ojos, la altura, los que llevan gafas... Hay un momento en el
13-9-2005, martes
que todos se ponen a decir el color de sus ojos a gritos y me veo
negra para que se calmen. Joan cuenta que han operado a su papá y otro niño le dice: «está
Les leo un libro que he preparado con sus fotos, se llama muerto». Él me mira agobiado. Aclaramos el asunto. Nombra
Nosotros y en él «salen» ellos haciendo diversas cosas: en un mucho al padre, se le ve preocupado y «sentido». «Tiene una
tren, en un bosque, llevando una piragua, con algún animal, pupa muy grande y le duele.» Voy tranquilizando a Joan de tanto
disfrazados... Lo hago con catálogos o ilustraciones de las revis- en tanto: estate tranquilo, Joan, se curará muy pronto, ya lo verás.
tas. Les hace mucha gracia y me piden que se lo lea dos veces. Antonio no para de provocarme saltándose las reglas y con
Luego les enseño la clase un poco para saber dónde están las cara de hacer gracia.
cosas. Vienen detrás de mí y parezco una guía turística. A algu- Jorge me «ataca» con un espejo y el reflejo del sol. Su «rati-
nos se les va la mano a alguna cosa, pero acabamos bien el re- ta» se me va metiendo en el ojo esté donde esté. O es con la mi-
corrido. Leo vuelve a señalar que el sofá rojo es como el suyo y rada, o con los pañuelos, o con la luz, pero me busca. Quizá son
que «es cama». Entonces les propongo jugar, que ya lo estaban las formas que le permite su timidez, o no sé...
deseando. Algunos se disfrazan, otros recorren casi todo, hay Iván dice que va a cambiar la foto de su familia «¿y sabes por
quienes se instalan en el mismo juego todo el rato. He visto a qué?». ¿Por qué no está tu papá? «Sí, y porque está muy oscura.»
Martina gritar a otro niño que se fuera, que ese juego era de Sí, mejor pon a tu papá. Aunque un papá viva lejos, es mejor po-
niñas. Veremos. Recogen muy bien, salvo dos excepciones. nerlo, así lo puedes ir mirando. Bueno, si quieres, claro.
Cuando se sientan a escuchar el cuento veo a Leo decir a otro
niño: «yo quiero ponerme aquí, que es donde estaba antes, en el
14-9-2005, miércoles
mismo sitio». Algunos más se ponen también como estaban al
principio, otros cambian de lugar. Iván se pone a mi lado y me toca Viene Anselmo que estaba en París. Entra vergonzoso y tengo
la pierna todo el rato. Cada cual encuentra seguridad a su manera. que estar un rato con él enseñándole la clase, diciéndole lo que
El cuento que he elegido les gusta: Pequeño Cowboy. No hicimos los días pasados... Sus compañeros me ayudan y le
es largo y tiene un ritmo de narración muy bonito y unas ilus- cantan La jirafa sinforosa. Después les leo medio libro de Carla
traciones sugerentes. Cantamos la canción de la estrella. Carla y un cuento de Marisa. Y hacemos unas escenas teatrales con
recuerda muchas cosas del año pasado y las comenta, hace de lo que hemos leído sugeridas por mí, que hago de «narradora».
«ayudante». Paulo se echa al suelo y arrastra a Mario, que lo Les gustan tanto que quieren repetir. Me encanta que les guste
imita. Lo riño y se modera. Jorge pone cara de genio o incomo- el teatro, ¡lo pasaremos bien!

S «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 1 17


w1
SOÑAR DESPIERTA SOÑAR DESPIERTA

Dibujan la escena que más les ha gustado y en eso viene que aprender. Hay que crecer... Me pregunto si serán simples
Marta y me dice que su dibujo es el mejor. Le digo que es bueno, «moralejas» venidas desde fuera de ellos, o si serán ideas úti-
pero no «el mejor». Un rato después me dice que se quiere ir a les, construidas con ellos, a partir de la provocación de sus refle-
otro «cole», «que no le gusta lo que hacemos aquí, ni juntarse xiones en grupo, y quiero creer que será esto último, aunque a lo
con las otras clases, ni nada». ¡Me pide que la escuche y la valo- mejor algunas les vendrán inevitablemente impuestas por mí,
re a ella sola! Y no es la única... ¡Socorro! tanto por lo que creo que debo irles «enseñando», como por
Alberto entra diciéndome que su padre tiene llagas en la mi modo de pensar, o de ser... ¡Qué vamos a hacerle!
boca y que a su madre le duele la espalda si él se le cuelga. Por lo
visto ha entendido que me interesa la salud de los padres, supon- 15-9-2005, jueves
go que a raíz de lo de la operación del padre de Joan. Qué risa.
Otro suceso chocante ha sido la crítica-piropo que me han Me gusta la costumbre que propongo de que cada día sea uno «el
«echado» Anselmo y Leo: primerito». Alguna vez la he puesto en cuarentena por si fuera
—Tú estás chalá –me dice Anselmo. algo rutinario, pero cada vez le veo más ventajas. Hoy ha sido
—¿Por qué me dices eso? Paulina «la primerita» y se ha mostrado tan responsable, tan
— Porque siempre bailas. amable, tan ordenada... que daba gusto verla. He podido mirar-
— Pues a mí me gustaría bailar como tú, pero me da vergüenza la mejor, hemos compartido la organización del material, los re-
–dice Paulina. cados, los repartos... La verdad es que se establece una relación
—Yo lo que digo es que estás loca por las tonterías que dices de colaboración y complicidad entre «el primerito» y yo, dife-
–añadió Leo. rente a la habitual y muy interesante y bonita.
—Pero tú bien que te ríes. Voy viendo sus preferencias y sus manías. A la hora de hacer
—Sí, me da mucha risa que digas: « ¡A lavarse el culo!» a la construcciones Pedro da un grito atronador. Voy a ver qué le
hora de lavarnos las manos. pasa y dice que Mario le ha hecho daño en la mano. Lo riño por
«
asustarme». Hay varias parejas que van prácticamente siempre
Veo que se van sentando las bases de temas clave. A modo juntas. Tendré que observar qué relaciones mantienen cada una
de «sentencias» que yo verbalizo y que vienen a resumir las con- de ellas. Veo que tendré que parar a algunos y «animar» a otros.
versaciones mantenidas: todos somos diferentes. En el mundo
hay chicos y hay chicas, y las dos cosas son buenas. La gente 16-9-2005, viernes
puede estar: sana, buena, herida, o muerta. La familia nos impor-
ta mucho. Los bebés preocupan, gustan, cansan y dan celos. Después del patio hemos ido a ver las estancias de la escuela: las
Cada cual pinta a su manera. «El que tiene boca se equivoca». Cada 111 clases, la siesta, los almacenes de material, los despachos, la sala
uno tiene unos gustos. Divertirse es muy bueno. Si uno habla, los de profesores (donde se reúnen las maestras a aprender cosas, a
p
otros se esperan y escuchan. Hay que comer. Hay que jugar. Hay reparar los trabajos... y a hablar de ellos), el aseo de los mayo-

1 18 LOS «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DO FORMADOR 1 19


SONAR DEDVICR SOÑAR DESPIERTA

res, la cocina, la despensa, el cuarto de la limpieza, el taller de 1-9-2005, martes


informática, el escenario para las fiestas...
Roberto hoy «propone» un taller de equilibrio. Bueno, en Esta mañana Alberto ha entrado en clase con un atuendo muy
realidad lo que hace es jugar a sostener el tenedor con el dedo a bonito. A todo color, con un verde sugerente, y dibujos geomé-
medio comer. Le digo que eso no puede hacerlo, pero que si quie- tricos. Le he dicho: ¡qué ropa más bonita traes!, ¡qué elegante
re, que proponga un taller de equilibrio y dice muy serio: «pues vas! «Es una camiseta de África, tengo tres.»
sí, lo propongo el taller de equilibrio». Vamos llevando bien tener dos niños más morenos de lo ha-
A la hora de salir hay muchas preguntas de los padres: ¿qué bitual. El papá de Marcos es brasileño y los abuelos de Alberto son
tal? Y me oigo contestar: muy bien. de Guinea. Cuando supe que estarían en mi clase preparé un grá-
fico con: más morenos, morenos y blancos. En cada apartado puse
una foto recortada de una revista, y colgando de unos cordones un
?-9-2005, lunes
muñequito blanco y otro negro. Sin embargo no lo puse en el sitio
Muere el bisabuelo de Roberto y eso suscita una pequeña con- de los gráficos, no sabía si lo tomarían bien, o no. De los dos me
versación sobre el tema. habían contado que eran vergonzosos y retraídos. También prepa-
—Mi madre está triste porque se ha muerto su abuelo, que es ré un cuento precioso: Niña bonita, que habla en un tono imagi-
mi «Bisa» y tendrá que verlo sólo en las fotos, porque los muertos nativo y agradable sobre el tema del color de la piel. Al terminar
ya no vuelven más. les canto con la guitarra Duerme, negrito. Mientras leía el cuento
—Yo lo que no sé es cómo suben al cielo. observé a Alberto (Marcos no estaba), y vi que estaba relajado y
—Ni yo. natural. Así que saqué el gráfico y lo rellenamos.
—A mí me han dicho que luego se vuelven polvo. Me cuesta trabajo que se mantengan sentados viendo cuen-
—Mis abuelos ya se han muerto los dos. tos en el rato de irse. Algunos se levantan y van a la mesa de las
—A mí me gusta morir y vivir. colecciones. No hay modo de separarlos de ahí. Han tenido
—¿Al mismo tiempo? mucho éxito las linternas, las lupas, los espejos, las piedras....
—No, morirme y luego moverme otra vez y vivir. Me gusta verlos cazarse los reflejos de luz en el techo: «las rati-
—Ah, pero eso no es así... tas». Anselmo ha cogido un espejo flexible y ha hecho un refle-
—Mi abuela se está muriendo. Y tarda. Y no puede respirar. Mi jo largo. «¡Un rayo!, ¡un rayo! ¡Dios me ha dejado hacer un
madre la cuida por la noche. rayo!», gritaba tan contento.

—Y cuando se muera, ¿qué pasará?


—Polvo, polvo... 9-2005, jueves
—A los que mueren los entierran dentro de una caja brillante y 1
muy bonita y luego los tapan con tierra. La madre de Marta llama por teléfono para preguntarme si puede
—Claro, para que no se les meta la tierra en los ojos. entrar la niña los miércoles a las once de la mañana. El motivo

120 Los «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 121
SOÑAR DESPIERTA SOÑAR DESPIERTA

res, la cocina, la despensa, el cuarto de la limpieza, el taller de .005, martes


informática, el escenario para las fiestas...
Roberto hoy «propone» un taller de equilibrio. Bueno, en Esta mañana Alberto ha entrado en clase con un atuendo muy
realidad lo que hace es jugar a sostener el tenedor con el dedo a bonito. A todo color, con un verde sugerente, y dibujos geomé-
medio comer. Le digo que eso no puede hacerlo, pero que si quie- tricos. Le he dicho: ¡qué ropa más bonita traes!, ¡qué elegante
re, que proponga un taller de equilibrio y dice muy serio: «pues vas! «Es una camiseta de África, tengo tres.»
sí, lo propongo el taller de equilibrio». Vamos llevando bien tener dos niños más morenos de lo ha-
A la hora de salir hay muchas preguntas de los padres: ¿qué bitual. El papá de Marcos es brasileño y los abuelos de Alberto son
tal? Y me oigo contestar: muy bien. de Guinea. Cuando supe que estarían en mi clase preparé un grá-
fico con: más morenos, morenos y blancos. En cada apartado puse
una foto recortada de una revista, y colgando de unos cordones un
19-9-2005, lunes muñequito blanco y otro negro. Sin embargo no lo puse en el sitio
Muere el bisabuelo de Roberto y eso suscita una pequeña con- de los gráficos, no sabía si lo tomarían bien, o no. De los dos me
versación sobre el tema. habían contado que eran vergonzosos y retraídos. También prepa-
—Mi madre está triste porque se ha muerto su abuelo, que es ré un cuento precioso: Niña bonita, que habla en un tono imagi-
mi «Bisa» y tendrá que verlo sólo en las fotos, porque los muertos nativo y agradable sobre el tema del color de la piel. Al terminar
ya no vuelven más. les canto con la guitarra Duerme, negrito. Mientras leía el cuento
—Yo lo que no sé es cómo suben al cielo. observé a Alberto (Marcos no estaba), y vi que estaba relajado y
—Ni yo. natural. Así que saqué el gráfico y lo rellenamos.
—A mí me han dicho que luego se vuelven polvo. Me cuesta trabajo que se mantengan sentados viendo cuen-
—Mis abuelos ya se han muerto los dos. tos en el rato de irse. Algunos se levantan y van a la mesa de las
—A mí me gusta morir y vivir. colecciones. No hay modo de separarlos de ahí. Han tenido
—¿Al mismo tiempo? mucho éxito las linternas, las lupas, los espejos, las piedras....
—No, morirme y luego moverme otra vez y vivir. Me gusta verlos cazarse los reflejos de luz en el techo: «las rati-
—Ah, pero eso no es así... tas». Anselmo ha cogido un espejo flexible y ha hecho un refle-
—Mi abuela se está muriendo. Y tarda. Y no puede respirar. Mi jo largo. « ¡Un rayo!, ¡un rayo! ¡Dios me ha dejado hacer un
rayo!», gritaba tan contento.
madre la cuida por la noche.
—Y cuando se muera, ¿qué pasará? 22
—Polvo, polvo... -9-2005, jueves
—A los que mueren los entierran dentro de una caja brillante y
muy bonita y luego los tapan con tierra. eLamadre de Marta llama por teléfono para preguntarme si puede
—Claro, para que no se les meta la tierra en los ojos. ntrar la niña los miércoles a las once de la mañana. El motivo

20 LOS «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 121


SOÑAR DESPIERTA SOÑAR DESPIERTA

es que es el único día que ella no trabaja temprano y así desayu- Hay quien se moja el pelo, pega a los que tiene al lado, dice
nan juntas y la trae a la escuela en coche. Como por la tarde le palabrotas... y todo ello como si tuviera unos interrogantes
toca irse con su papá... Le digo que sí. Creo que es importante puestos ¿podré hacer estas cosas aquí? ¿Seré más fuerte que tú?
ese ajuste familiar, ese tiempo deseado por las dos para estar jun- Hay quien evita ser mirado abiertamente y se mantiene en plan
tas de una manera especial. huidizo. Algunos me hablan «por encima» de todos, sin parar,
Hemos hecho un collage de j irafas y se ha armado un buen lío pretendiendo acaparar mi escucha. Otros hablan tan flojo que
al repartir el material. Así que me he sentado a explicar, un tanto no se les oye, lo cual hace que tenga que hacer callar a todo el
enfadada y un tanto «compungida», que «como no soy un pulpo, mundo para enterarme de algo, aunque eso no podrá ser siempre.
no llevo bien que todos me llamen a la vez, porque sólo tengo dos Unas cuantas niñas necesitan que yo las invite a hablar, no son
manos y no ocho, así que acudiré poco a poco, como pueda». aún capaces de hacerse hueco por sí mismas. Una de ellas opta
Gonzalo ha mordido a su amigo del alma. Luego estaba pre- por canturrear en voz baja, cosa que me molesta bastante. Un
ocupado y «culposo». Creo que le molesta que el amigo vaya con niño se hace presente con aplausos nerviosos. Como necesita
otros niños y en vez de decirlo, o de asumirlo, se pone serio y moverse, aplaude como si pensara que ése es un movimiento
ataca. Se lo digo y no lo niega, aunque tengo dudas (no estoy se- «bien visto», que podrá hacer cuando quiera. Hay otro que úni-
gura aún de esta hipótesis de sus ataques). Veremos si el nombrar camente me habla si estoy sola. Otro que intenta «seducirme»
los posibles motivos de su rabia le sirve para ir haciéndola cons- con sus bromas y sus imaginaciones, se ve que se ha dado cuen-
ciente y dejar sus impulsos. ta de que eso me gusta...
Iván trae un disco compacto con música de Mozart, que También veo que nombro a cada niño varias veces por día
según él es «para oírla en la bañera». Me pide que apunte en la y no sólo para decirles algo, sino para hacerlos presentes, salu-
pizarra: «Iván me deja este disco por diez días», con lo cual se es- darlos, valorarles algo, para mantenerles la atención si se des-
trena el servicio de préstamo de libros de este año y de paso, em- pistan, o para frenarlos. ¡Cuantos mecanismos, cuantos hilos
pezamos a ver para qué sirve escribir. ¡Muy bien! entrecruzados, cuantos aspectos en la comunicación diaria que
no hacemos conscientes salvo que los escribamos, los hable-
30-9-2005, viernes mos con los demás, o los pensemos!... Y con esta madeja es
con la que se va haciendo el vínculo transferencial. Un víncu-
Veo que a cada uno le hablo en un «registro». Según lo que sé de él lo en el que cada niño depositará parte del afecto que hasta
o de ella, lo que veo, lo que siento... entablo hilos de cone- ahora reservaba para sus figuras principales en la figura del
xión, o de duda. Con algunos la relación es de limitarlos, porque maestro, y así podrá confiar, sentirse seguro y dedicarse a
lo «requieren» así, en otros es de comunicación y entendimiento, aprender y a relacionarse con sus iguales. Vínculo con el ma-
en otros de lejanía. Es como seguir una conversación con sus estro y vínculos con los compañeros, con el grupo-clase, con
preguntas y sus respuestas, pero tan vertiginosa que no da tiempo los subgrupos, con los demás maestros, con la escuela como
co
muchas veces a pensar qué conviene mejor hacer o decir. njunto, con la cultura...

122 Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 1 Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 1 23


SOÑAR DESPIERTA SOÑAR DESPIERTA

¿CÓMO NO VA A COSTAR que vemos el tesoro, que nos disfrazamos, que hacemos tea-
trillos en clase, que leemos nuestro libro Nosotros, que mira-
DESPUÉS LA DESPEDIDA? mos las fotos, que acariciamos los cuentos preferidos, que
jugamos con las muñecas, los coches, las construcciones, los
Normalmente dedico esfuerzo y tiempo a ir trabajando con los imanes...
niños el difícil momento de la separación. El grupo que se reu- Y hablamos de los primeros tiempos juntos, de los cambios
nió y se organizó forjando poco a poco un núcleo común de vi- que han hecho, de las escuelas a las que van a ir, de los amigos,
vencias y afectos... ha de acabarse. Y ese hecho, en apariencia de cómo mantener el contacto entre ellos y conmigo, de los
trivial y «lógico», supone todo un reajuste personal. Habrá niños momentos que no quisieran olvidar... Surge muchas veces el
que se irán a otras escuelas, amigos que se separarán, cambiarán recuerdo de otros niños que ya no están con nosotros, pero a
de maestra, de espacio, de manera de trabajar en clase y a veces de los que también recordamos en este recopilatorio de afectos
muchas cosas más. que se mueven y se conmueven.
Lo previsto por mí es visitar la escuela para despedirse de Con frecuencia hay quien reacciona estando nervioso,
cada rincón. Las clases, la cocina, el patio, la siesta, los despa- soñoliento o «penoso» en casa o en la escuela, hay quien se
chos, la entrada, la sala de profesores, el armario de las cosas hace el indiferente ante los demás, pero en su casa dice que no
del teatro, la sala de psicomotricidad, el taller de informática, se quiere ir de la escuela, quien pide claramente «repetir» para
la clase de inglés, los talleres mezcladitos, el campo cercano al no irse, quien dice que quiere irse «ya» para no soportar la es-
que vamos de excursión los viernes y que los niños bautizaron pera, ni la incertidumbre de este tiempo, quien manifiesta
con el nombre de «El rompeculos»... Por supuesto se despiden mucho miedo, quien llora a cada rato...
de las personas que conforman la escuela en su conjunto: los Lo más raro es que no haya ninguna reacción. En esos
compañeros de otras clases, las cocineras y limpiadoras, la ad- casos presupongo que el niño en cuestión «lleva por dentro» su
ministrativa, las maestras. Todo el mundo les desea buenas preocupación e intento que diga algo para que no viva solo el
cosas para el futuro, o les cuenta lo que hacían cuando eran pe- agobio.
queños. Recuerdo que el gran miedo de Carla era «hacerse pis en-
La despedida incluye acostarse en las hamacas de la siesta, cima porque no sabía dónde estaban los aseos de la escuela a
a oscuras, hablar de lo que recuerdan de sus siestas, escuchar la que iba a ir»... O el de Miguel echar tanto de menos a su
acostados una nana y uno de los cuentos preferidos, jugar un amigo Víctor que no podría jugar con nadie. Los sentimientos
rato en cada clase, sentarse en la sala de las maestras a ver que se nombran son: «susto», «preocupación», «no tener
cómo se encuentran allí... ganas de bailar», «tener ganas de llorar», «echar de menos»,
«
Nos despedimos lenta y exhaustivamente de cada minús- pena»... Algunas veces, como este curso, he visto que los
culo rincón, material o actividad de nuestra clase. La última niños hablaban de la muerte comparándola con la pérdida del
merienda, los últimos talleres, el último teatro, el último día grupo , o del amigo.

124 Los «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 125
SOÑAR DESPIERTA SOÑAR DESPIERTA

—Yo he cambiado en leer, que antes no sabía. —Yo he cambiado porque en vez de defenderme pegando, ahora «es-
—Yo en guardar más los juguetes y en no «rabiarle» tanto a mi hermana. yyuooivyo yaa»
—Yo en desayunar sin tardar. no me pongo a llorar si pierdo.
— Por lo menos yo he cambiado en no estar tan «pegada» a la televisión. duermo en mi cama sin querer pasarme a la de mi madre todos
—Ni a las amigas. l oos días.
he
as
a. hn
—Antes yo era muy bestia en saltar en las camas. —Yo o lloro porque mi papá viva en otra casa.
—Y en escupirnos y en llorar por todo. —Yo echo dos cambios últimamente. Uno es que a veces me duelen
— Sí, pero he cambiado y además os he enseñado a soñar despiertos. las muñecas, porque me hago mayor. Y otro que ahora cuando quiero
—Es verdad. hacer algo, intento hacerlo y no dejarlo estar para otro momento, y
—Yo he cambiado en que antes pegaba, armaba lío y perseguía a los luego me alegro de haberme decidido a hacerlo. Por ejemplo, se me
pequeños por el patio. ocurre escribir una poesía y la escribo.
—Yo mando un poco menos. —¿Y hasta por la noche?
—Yo he cambiado en pelearme con mi hermano, ahora le pego menos —Sí.
que antes. —Pues vaya, ¡qué fresca!
—Yo antes no hablaba y ahora sí que hablo. — ¿Es que eso te molesta, Carla?
—Antes no hacía caso al hacer los trabajos y hacía lo que me daba la —Claro, porque me da envidia no saber escribir.

gana y ahora ya no. —No te preocupes, sabes bastantes cosas ya y el año que viene en pri-
—Antes yo no chillaba y ahora chillo, y eso me vale para defenderme. maria acabarás de aprender.
—Y sólo jugabas con tu hermana y ahora juegas con nosotros. —¡Ay, no me recuerdes que me voy, que me dan ganas de llorar!
—Yo he cambiado en no ser tan bajito. —Y a mí también...
—A mí antes me reñían por gritar, ahora ya no grito tanto. De la le- (Diario de clase Jirafas, 2005/2006)
chuga he cambiado también. Y de moverme mucho en las sillas y
cuando me decías: calma, no podía pararme y ahora sí que puedo. Espero haber podido transmitir en este escrito una sem-
—Sí. blanza de la escuela que me gusta: un sitio en el que se desea
—Yo ya como pescado. estar, en el que se puede sentir, pensar y vivir con los otros, pla-
—Y no hacía caso y ahora ya hace caso. centeramente.
—Antes cuando era medianito no sabía nadar y ahora sí. Y una manera, la mía, de estar en ella... despierta y soñan-
— Sergio y yo siempre hemos sido novios, pero un día él quiso ser do al mismo tiempo.
novio de Ester. Y como ella no quiso, volvimos a ser novios. Eso Ojalá, de paso, haya podido convocar algunos recuerdos,
era un cambio, pero luego volvió a cambiar todo y ser como al abrir algunas dudas, despertar algunas emociones... Ojalá mis pa-
principio. labras hayan logrado volar hacia vosotros para sentir que cada
—Yo ya no pego. Algunas veces le pegaba a mi madre y ahora ya no. día somos más los que soñamos una escuela viva y amable.

128 los «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 129

11111■___
---"911pl■

SOÑAR DESPIERTA SOÑAR DESPIERTA

UNA PROPUESTA DE ACTIVIDAD problemática estaba más fuera que dentro de nosotros. Curiosa-
PARA LECTORES INQUIETOS mente algo habíamos pensado ya, algunas hipótesis teníamos
«in mente» y hacía tiempo que les dábamos vueltas, sin embar-
Y AVENTURADOS go nos venía mal reconocer nuestros «enganches» o limitacio-
nes. Es más cómodo adjudicar las responsabilidades a los demás.
En el equipo de maestras de mi escuela hemos hecho diversos Por poner un ejemplo contaré que una de las compañe-
trabajos de profundización y análisis sobre nuestra tarea como ras descubrió que los niños que le causaban inquietud o dudas
docentes. eran los que menos hablaban. «No sé nunca lo que están pen-
Uno de ellos fue pensar en los grupos-clase de los años que sando, no los llego a entender y eso me da rabia y me alejo.»
pudiéramos recordar con el fin de rememorar con qué niños y Buscando «raíces», recordó lo mal que le sentaba no saber
con qué familias tuvimos dificultades del tipo que fuesen. He- nunca qué le rondaba por dentro a su hermano, que era muy
chos los dos pequeños listados, el trabajo era intentar averiguar hermético. Según nos comentaba días después, en vez de sen-
si había algún parecido o rasgo común entre los niños o entre las tirse «culposa», se había sentido bastante aliviada. Saber que
familias, de tal manera que pudiéramos extraer alguna «tipolo- ella era una parte de la cuestión liberaba al niño callado de sus
gía» de niños o de padres que nos presentaran problemas para presiones para que hablara, y así le daba más tiempo y oportu-
lograr un buen vínculo facilitador de relaciones y aprendizajes. nidades para expresarse a su ritmo sin agobiarlo, ni alejarse de
Después teníamos que tratar de ubicar en nuestras vivencias él. Los vínculos con estos niños se fueron mejorando y ella
si esos niños o padres se asemejaban, o nos recordaban alguna si- quedó muy contenta.
tuación, o a algún personaje importante en nuestras vidas. Todo Hubo quien no encontró sus «motivos internos» por mucho
ello para descubrir si algún lado del sentimiento tenía que ver que lo intentó. Sin embargo algo cambió en la calidad de su
con nosotros y aprender a controlarlo poco a poco. autoobservación, de tal manera que meses más tarde, empezó a
Al principio hubo resistencias. Había quien decía que no se averiguar cosas...
acordaba de sus casos difíciles. Quien entendía que lo que íba- En fin, este trabajo os propongo. No es muy cómodo, pero
mos a hacer nos llevaría a culparnos a nosotros mismos de las di- es útil. Realizarlo individualmente es bueno, pero efectuarlo en
versas problemáticas que se plantearan («A ver si al final grupo es muchísimo mejor. ¿Alguien se anima?
tendremos la culpa nosotros»). Pero como el objetivo no era fa-
tigarnos, sino «aligerarnos» de pesos adicionales, acabamos
haciéndolo y obtuvimos resultados muy valiosos.
Lo primero que vimos es que a veces sí que había coinciden-
cias en las «tipologías» de niños o familias que nos «costaban»
a cada cual. Otra cosa buena fue damos cuenta de que en algunos
casos compartíamos la dificultad, lo cual inducía a pensar que la

130 LOS «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 131
EPISTEMOLOGÍA GENÉTICA Y NUMISMÁTICA O EL ABSURDO HÁBITO DE LA COPIA

gica había usado para que esos muchachos hubieran superado la situa-
ción tan problemática en que vivían y triunfaran en la vida.
Los ojos de la maestra brillaron y sus labios esbozaron una grata sonrisa:
—En realidad, fue muy simple —dijo—. Todos esos muchachos eran ex-
traordinarios. Los quería mucho.

He aquí la clave. Si la educación es algo, es, sobre todo,


comunicación. Y si hay una comunicación que ayuda a crecer
y a desarrollarse de forma sana y equilibrada es el amor. De ahí
Caries Mendieta
mi decidida invitación a quien reciba un vaticinio aplastante:
Psicólogo. Consultor
« ¡el dedo corazón!». en desarrollo organizacional

arencias bibliográficas
BAIN, K. (2006): Lo que hacen los mejores profesores de universidad. Va-
lencia. Publicaciones de la Universitat de Valéncia.
McCOURT, F. (2006): El profesor. Madrid. Maeva.
PÉREZ ESCLARÍN, A. (1999): Educar valores y el valor de educar: pa-
rábolas. Caracas. San Pablo.
SANTOS GUERRA, M.Á. y alumnos de cuarto curso (1990): Investi-
gar en organización. Málaga. EAC. Universidad de Málaga.
—(1992): «Una noria en el pozo de la práctica». Revista de Enseñanza
Universitaria, 3(6).
—(1994): Entre bastidores. El lado oculto de la organización escolar. Ar- Unr b uenformador sabe callar a tiempo. [...] Con la ex-
chidona. Aljibe. p
eriencia he podido comprobar que en los programas
—(2001): Enseñar o el oficio de aprender. Rosario. Homo Sapiens. formativos
lativos que más he callado, mayor ha sido el nivel de
apr
(2004): «El pez en el agua. La micropolítica desde dentro de la escuela».
pe
endizaje conseguido. La razón es simple, se aprende
Organización y gestión educativa, 4(7). nsando y no escuchando, se interioriza la reflexión
pro ia y
—(2006): Arqueología de los sentimientos en la escuela. Buenos Aires. Fo) rovnoocala a j ena, que tan sólo sirve (y no es poco)
do
Bonum. Com, provocador.r.
ZIV, A.; DIEM, J.M. (1989): El sentido del humor. Bilbao. Deusto.

1 56 Los «TRUCOS» DEL FORMADOR


NO ESPERE MUCHO
DE ESTE CAPÍTULO
Explicar trucos personales es, por definición, una indiscreción
y, si me apuran, un puro error:
Primero, porque un truco explicado y no vivido pierde
toda su emoción.
Segundo, porque los trucos son simples juegos de lo obvio
que tienen su impacto si son realizados con naturalidad y
de manera personalizada.
Tercero, porque ante ustedes, lectores, jamás podré volver
a ponerlos en práctica. Así que les ruego que si alguna vez
me ven realizarlos aparenten que se sienten fascinados por
el resultado y eviten exclamar: «He visto el truco». Al fin
y al cabo, formar tiene un tanto de magia y un mucho de
ilusión en quien provoca y recibe el aprendizaje.

Como éste es un libro compilado por un grupo de profesio-


nales y no nos integramos en ningún tipo de formación específi-
ca, he optado por plantear algunos trucos genéricos y,
esencialmente, centrados en cómo iniciar las sesiones de forma-
ción. Espero que los puedan utilizar en alguna ocasión y, por
favor, eviten contarlos demasiado.

Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 1 59


No ESPERE MUCHO DE ESTE CAPÍTULO No ESPERE MUCHO DE ESTE CAPÍTULO

¡NO DEJE QUE cubrir las expectativas que había generado una presentación
LE PRESENTEN... DEMASIADO! como esa!
Una sencilla fórmula matemática orienta sobre esta cues-
tión:

¿ESTÁ USTED BIEN? Satisfacción = Realidad —


q
Expectativa
VERDADERO
FA SO O enunciado de otro modo, a mayor expectativa menor
posibilidad de que los participantes en la sesión de formación
queden satisfechos. Aunque les confesaré que en cierta oca-
sión se me ocurrió referir esta fórmula a un grupo de profeso-
res de matemáticas de una universidad politécnica y, después
de la explicación pertinente por mi parte, me corrigieron la
fórmula:

Curso

R - Exp
dExp

Reconociendo que la nueva formulación es mucho más


exacta, la dejo constatada sólo para uso de profesores de esta
Hace unos meses, al inicio de una breve sesión de formación, materia y evito desarrollar su interpretación en este capítulo.
un entusiasta presentador del curso se arrancó con una diserta- Pero regresando a la fórmula y su significado, un buen truco
ción sobre el valor de mis trabajos, mi larga experiencia in- para empezar una sesión de formación es conseguir que los asis-
ternacional y la magnífica oportunidad que tenían los tentes esperen realmente poco de la sesión. Intente no plantear
participantes de poder tener el honor de escucharme en una se- expectativas muy altas, no explique demasiado lo que va a reali-
sión de trabajo. ¡Ah!, y no olvidó anunciar que sería una sesión zar, evite provocar entusiasmo e interés excesivo. De esta mane-
muy divertida e interesante. En muy breves segundos, el orgu- ra puede conseguir que, al final de la sesión, se sientan mucho
llo que genera la adulación, pasó a la preocupación por el coti- más compensados por el esfuerzo.
lleo de anecdotario profesional del Google, después a la más Les sugiero algunas fórmulas que pueden utilizar para iniciar
pura preocupación por el resultado de la sesión: ¡Era imposible las sesiones de formación:

O Los «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 161


No ESPERE MUCHO DE ESTE CAPÍTULO No ESPERE MUCHO DE ESTE CAPÍTULO

Preséntense con un simple «Buenos días, me llamo Caries» )LICITE QUÉ ESPERAN DEL CURSO
(o como se llame usted, obviamente).
2. Indique que el curso tiene unos objetivos muy limitados
y que no esperen mucho de él. Dígalo así, descaradamen-
te, verá como provoca cierta reacción, pero ninguna
queja.
3. Anuncie que no va a cumplir con el programa que tienen
de la sesión (los programas acostumbran a ser siempre ex-
cesivos e imposibles de cubrir), que el programa es como
la carta de un restaurante, está todo disponible pero no es
conveniente comerlo todo, así que usted está abierto a ir
ofreciendo los platos a medida que se los pidan.
4. Prohíba la lectura del material de apoyo al curso que está
presentando (este punto acostumbra a relajar bastante a
los asistentes) y anuncie que el objetivo del material es
disponer de elementos que permitan recordar el conteni-
do de la sesión en el futuro y no una lectura obligada del
mismo mientras dure el curso. Presentado el curso llega el momento en que debe pedir al grupo
5. Últimamente estamos presentando una versión opuesta que se presente. Hay mucha literatura sobre distintas formas de
al punto anterior. Se trata de presentar la documentación presentar y presentarse en los cursos, así que nos centraremos en
en formato digital y, en consecuencia, compilaciones de la recogida de las expectativas que tienen respecto del curso...
material mucho más extensas. En este caso, es muy acon- ¡y desee que sean bajas!
sejable «vender» el contenido del CD artículo por artícu- ¿Cómo preguntar las expectativas? Les sugerimos algunas
lo, aunque sugiriendo que se lean sólo los que les preguntas clave para que pueda ir alternándolas a medida que
parezcan más oportunos. Sea como sea, el «truco» siem- van preguntando a cada uno de los participantes:
pre está en que el buceo en el material sea estrictamente • ¿Qué esperas del curso? Es una pregunta clásica, algo neutra que
voluntario. enunciada con cierto cariño no es percibida como agresiva.
6. Finalmente, no olvide nunca pactar las cuestiones logís- ¿A qué has venido? Pregunta más dura, pero que se resuelve
ticas del programa formativo: hora de inicio, y sobre todo muy bien con una sonrisa y que da pie a una respuesta más
hora final y pausas. Nunca empiece sin haberse asegura- sincera que la primera.
do de que todos los participantes saben exactamente ¿Por qué me felicitarás cuando se acabe el curso? Se trata de
cuándo podrán huir del aula. una pregunta que sorprende pero que da pie a una buena

Los «TRUCOS» DEL FORMADOR LOS «TRUCOS» DEL FORMADOR 1 63


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No ESPERE MUCHO DE ESTE CAPÍTULO

argumentación del estilo «Necesito saber con qué criterio Con la experiencia, uno descubre que existe una tipología
me vas a felicitar cuando finalice el curso, sino ¿cómo voy más o menos previsible de expectativas. A título de ejemplo y
a conseguirlo?» o «Si no sé con qué criterio evaluáis al for- aplicado a un curso de habilidades directivas en negociación, los
mador no puedo daros lo que queréis». Incluso, permite resultados pueden ser del tipo:
preguntas complementarias del estilo «¿No te gustaría «La verdad es que no espero mucho, llevo muchos años negociando y
ya sé lo que hay que hacer.»
saber, por adelantado, lo que tu jefe espera de ti?».
«Esperar, lo que se dice esperar, espero poco, pero siempre se aprende

En todo caso, el valor real de la pregunta reside en que algo de estos cursillos... sobre todo de lo que dicen los compañeros.»

pocas veces alguien se pregunta en base a qué valora una acti- «La verdad es que estoy aquí porque me han mandado. Yo no tengo
ningún interés por el tema.»
vidad y permite abrir una nueva forma de recoger las expecta-
«Espero herramientas y trucos para saber ganar en las negociaciones
tivas del curso.
que realizo.»
Estas son algunas preguntas, pero no se limite a eso, abra un
• «Me han hablado muy bien de este curso y estoy seguro de que me irá
diálogo abierto y franco con cada una de las personas a las que
maravillosamente bien para mi trabajo.»
pregunta, interésese por lo que dice, pregunte sobre su actividad,
por cómo va a usar lo que pueda aprender en el curso, por si ha
recibido una formación similar y qué resultados ha tenido, de Insisto en que, sea cual sea la respuesta, abra el diálogo
qué curso guardan mejor recuerdo y por qué. Escuche lo que le con todos y cada uno de los participantes, averigüe qué hay
dicen, sino no podrá descubrir por qué, realmente, le van a juz- realmente detrás de cada respuesta. No olvide que no le
gar y a felicitar. están respondiendo sólo a usted, sino que se están posicio-
Y a medida que vayan hablando anote la parte esencial, nando frente al grupo de compañeros y, en muchas ocasiones,
el resumen de lo que dicen, en la pizarra, si no lo hace, todo el es a ellos a quienes desean comunicar su posición frente al
grupo tendrá la sensación de que no sirve para nada y dejarán curso.
de hablar, dejarán de darle esa información que va a ser clave Otra consideración que debe tener presente, nunca juz-
gue ni valore ninguna de las respuestas. ¡No lo haga mien-
para que usted reordene la dinámica y la didáctica de su sesión
de formación. tras esté recogiendo la información de todo el grupo! Ya lo
hará después, si es necesario. Si usted evalúa lo que le dicen
«Parafrasear» es la habilidad de saber expresar lo que los en
s
ese momento, es más que probable que les frene y dejen de
otros dicen con otras palabras y es uno de los elementos clave
incerarse con usted.
para saber escuchar. En formación, una excelente manera de «pa- Cuando haya recogido toda la información y la tenga en
rafrasear» es escribir, con otras palabras, lo que los participan- la pizarra es el momento de releerla y responderla en su glo-
tes dicen. balidad y punto por punto, pero en este segundo caso, sin di-
rigirse a ninguna persona en concreto. En ese momento sí que

1 64 LOS «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 1 65


No ESPERE MUCHO DE ESTE CAPÍTULO No ESPERE MUCHO DE ESTE CAPÍTULO

puede evaluar y decir qué expectativas va a cubrir su progra- atIQUE LO QUE VAN
ma formativo y cuáles no. ¡Pero dígalo, posicione el curso
antes de empezar!
A DESAPRENDER Y EVITE
En el ejemplo anterior, puede usted decir que del curso PUNTUALIZAR LO QUE APRENDERÁN
no «esperen herramientas y trucos para saber ganar en las
negociaciones», que seguro «van a aprender de la experien-
cia de sus compañeros», que «a pesar de estar obligado, in-
tentaremos que el programa le resulte cómodo y acabe
disfrutando de unas horas agradables e, incluso, útiles» o
que «le pedimos que esa extraordinaria experiencia profe-
sional nos sirva a todos, seguro que puede ayudar a los más
inexpertos».
Al final, ahí tiene lo que esperan de usted, y no será fácil
conseguirlo, así que vuelva a disminuir las expectativas: no ga-
rantice nunca que va a conseguir todo lo que le piden, limíte-
se a proponer que, si al final del curso volviera a preguntar lo
mismo y las preguntas fuesen distintas ya sería un éxito. Pacte con
el grupo esta pequeña expectativa y vuelva a ella cuando 111P illMVPS . 131,07 4 1

acabe el curso. Verá como habrá conseguido cubrir satisfacto-


riamente la expectativa, esa pequeña y al mismo tiempo tan
grande expectativa. El siguiente juego les puede ayudar a arrancar un curso. Pida a
cada asistente que diga un número del 1 al 500, a medida que lo
vayan diciendo repítalo usted en voz alta para que quede claro.
Cuando finalice todo el grupo, vuelva a empezar y pida que le re-
pitan el número que le han dicho antes. Dígalo usted, otra vez
en voz alta hasta que se complete todo el grupo.
Una vez acabado, sin prisas, saque de su maletín una pelota
pequeña, a ser posible blanda, y pásela a un participante dicién-
dole el número que ha dicho y pidiéndole que la pase a otra per-
sona diciendo el número que haya dicho el otro. Si puede, evite
dar más instrucciones, pero si se bloquea el juego, pida que sigan
p
asándose la pelota diciendo el número que ha dicho la persona

,6 Los «TRUCOS» DEL FORMADOR LOS «TRUCOS» DEL FORMADOR 167


No ESPERE MUCHO DE ESTE CAPÍTULO No ESPERE MUCHO DE ESTE CAPITULO

a la que se pasa la pelota. Quédese observando al grupo y com- Pero lo más interesante es que cuando se realiza el segundo
probará que poco a poco van generando un conjunto de normas juego, en el que hemos eliminado una de las normas, mantienen
que usted no ha impuesto en ningún momento. intactas las normas que ellos han creado, así procuran:
Cuando el juego se agote o quede bloqueado, pida que le 1. Decir números al azar.
pasen la pelota y vuelva a iniciar el juego con una instrucción 2. Evitan las series numéricas.
distinta «Ahora tienes el número 224, pásala a otro compa- 3. No repetir persona y, además, tiran la pelota a otra persona,
ñero diciéndole el número que quieras». Deje que se desarrolle al azar, sin seguir ningún orden.
el juego como el grupo desee. Buscan la exhaustividad.
Cuando finalice, recupere la pelota y pregunte al grupo 5. También se castigan si alguien pasa la pelota a alguien que
«¿De qué iba el primer juego?». Las respuestas serán del tipo «Un ya la ha tenido y que, además, recibe un número nuevo.
juego de memoria», «Un sistema de interactuar entre todos», 6. Siguen sin preguntar ¿quién no ha tenido la pelota?
«Relacionar persona con número», etc.
Usted debe ir negando todas estas opciones hasta que al- Este breve juego, que no dura más de 10 minutos, es una mag-
guien, o usted mismo, indique que se trata de «Un simple juego nífica plataforma para explicar el concepto de normas implícitas, es
que consiste en decir un número y pasar una pelota». Recuerde decir, todas aquellas conductas que realizamos porque las hemos
al grupo que sus dos únicas instrucciones eran «Diga un número hecho siempre de la misma forma. En nuestro juego, la aparición
del 1 al 500 y pasa la pelota diciendo el número que ha dicho el de la pelota connota la condición de juego de competición y de
otro», mientras que ellos, sistemáticamente, habrán acumulado dificultad basada en la habilidad personal, cuando ninguna de
unas cuantas normas que usted no ha solicitado: estas condiciones ha sido apuntada en ningún momento.
1. Todos han dicho un número distinto. Ahí tendrá una magnífica oportunidad para explicar que el
2. Han dado números elegidos al azar, evitando las series. principal objetivo de su curso no es generar un gran aprendizaje,
3. Intentan evitar que la misma persona reciba más de una vez sino provocar que, en la medida que sea necesario, desaprendan
la pelota, aunque esta norma a menudo se rompe cuando no esas normas implícitas que tienen enquistadas en su conducta y
recuerdan ningún otro número. que, posiblemente, les dificulten la mejora de sus competencias
4. Buscan la exhaustividad, es decir, conseguir que todos los profesionales.
asistentes tengan, una vez y sólo una, la pelota. No descuide en este momento volver a reducir las expecta-
5. Realizan conductas de castigo. Cuando alguien pasa la pelo- tivas, insista en que su principal objetivo es ayudar a desapren-
ta a alguien y se equivoca en el número es habitual una res- der y conseguir que las expectativas que puedan tener al final del
puesta del tipo «No, mi número era el...». curso sean distintas a las que le han planteado al iniciarlo.
6. Se prohíben preguntar. ¡Con lo fácil que sería el juego si al- de
¡Ah!, y procure disponer de un buen estoc de pelotas en su
guien pregunta «¿Qué número has dicho?» antes de pasar la spacho, la posibilidad de que algún asistente se la quede es
extra
pelota! ordinariamen t e elevada.

1 68 Los «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 1 69

yr
No ESPERE MUCHO DE ESTE CAPÍTULO No ESPERE MUCHO DE ESTE CAPÍTULO

SEA INNOVADOR... a un árbitro asertivo


PERO NO SE PASE Lleve siempre consigo un silbato, le resultará extraordinariamen-
te útil para poder finalizar los ejercicios de grupo o para poner
orden en los debates. Sin embargo, el silbato puede tener conno-
INVESTIGACI
taciones negativas, así que compleméntelo con una tarjeta ama-
rilla y otra roja, eso le permitirá pasar de ser un policía a ser un
árbitro. A partir de ese momento muestre las veces que crea ne-
cesario la tarjeta amarilla y amenace, siempre con simpatía, con
la roja. ¡Pero no la saque nunca a ningún jugador/asistente!

Déjese acompañar por «coformadores»


Los muñecos y juguetes infantiles son recursos de gran versati-
lidad. Qué mejor que explicar la teoría de los conflictos enfren-
GAS ELLON UENOIETAI. tado a un brontosaurio con un tiranosaurio rex, o a un indio
siux con un soldado federal o un Power Ranger con un persona-
je maligno. Todos estos ejemplos le van a facilitar la compren-
Ahora ya está en condiciones de iniciar, propiamente, la sesión sión de que ésa no es forma de gestionar conflictos y es mucho
de formación y es aconsejable no olvidar que cualquier proceso de menos agresiva que centrarse en los conflictos internacionales
aprendizaje comporta un cierto grado de esfuerzo. De hecho, que aparezcan ese día en el periódico.
de la misma manera que para mejorar la forma física es necesa- Hay una cantidad extraordinaria de pequeños personajes en
rio realizar ejercicios de cierta dificultad y sudar la camiseta, para cualquier juguetería, busque, imagine, juegue con ellos y llévese-
aprender debemos realizar «ejercicios de músculo intelectual» y, los de «coformadores» a sus sesiones formativas.
en consecuencia, esforzarnos, así que procure, en tanto que «en-
trenador», ofrecer momentos de relax, complicidad y, en la me- Busque ejemplificaciones visuales
dida de lo posible, sentido del humor, para que el esfuerzo sea
más placentero. Este recurso lo puede utilizar en dos versiones distintas, pero con
Una buena manera de conseguirlo es a través de ciertos gad- impactos similares y parte del principio de que una imagen vale
gets que puede llevar siempre consigo y que, usados con pruden- más que mil palabras.
cia, espontaneidad y moderación pueden ser un buen recurso Por un lado disponemos de los objetos: un jarrón para poder
l
didáctico. Le presento algunos de ellos: lenarlo de piedras, arena o agua; un cojín para acomodar el

70 Los «TRUCOS» DEL FORMADOR LOS «TRUCOS» DEL FORMADOR 171


No ESPERE MUCHO DE ESTE CAPÍTULO No ESPERE MUCHO DE ESTE CAPÍTULO

aprendizaje; un juego de cartas para jugar con los asistentes. Hay «carné de participante al curso por puntos». Todos los asistentes
miles de objetos que puede utilizar en un momento determina- empiezan con los conocidos 12 puntos de partida, a partir de ahí,
do, lo único que necesita es estar atento, en cualquier momento tiene miles de posibilidades para ir sacando puntos: terminar úl-
puede aparecer en una tienda, en su casa o en el despacho, ese timos un ejercicio, responder mal una pregunta, llegar tarde a la
gadget que le ayude en sus explicaciones. clase. ¡Vaya sacando puntos a diestro y siniestro, pero procure
Otra forma de ejemplificación visual son las imágenes: foto- que nadie se quede sin ellos! Este juego le ayudará a mantener la
grafías impactantes, cuadros de pintura clásica o moderna (un atención durante toda la sesión.

1
magnífico autor para cursos de formación es Escher), pero, por
encima de todo, existe una fuente inagotable de material forma-
tivo en los libros de cómic. Personalmente siento debilidad por
Utilice a los personajes de moda
los libros de Quino, aunque existen extraordinarios dibujantes Finalmente, otro recurso que le puede ayudar es ejemplificar a
capaces de concentrar en una única imagen conceptos comple- partir de los personajes de moda, especialmente todos los referi-
jos. Aprovéchelos. dos a la prensa rosa.
Cantantes, actrices, participantes de concursos y pseudope-
Utilice juegos estándares riodistas televisivos son una fuente inagotable de conflictos, in-
fidelidades, confusión, ridiculez e, incluso, estupidez. Saque
Otro material que puede usar con facilidad son los juegos de cons- partido de ellos y observe cómo todo el mundo sabe de quién
trucción. Los productos de la marca Lego son los más versátiles, está hablando.
permiten ejemplificar sistemas de gestión de equipos, modelos
de liderazgo, de planificación del trabajo, de solución de proble- Una última recomendación, pero esta vez en sentido contrario:
mas, de negociación y de muchas más habilidades que compor- no abuse del material de presentaciones, evite el pasapantallas
ten sistemas de relación con los demás. Los juegos de estrategia, del PowerPoint y no apoye todo su discurso en él. Es imposible
si no son muy complejos, también tienen mucha utilidad. ajustarse al nivel de aprendizaje de un grupo y a sus necesidades
En todo caso, no olvide que lo importante no es el juego, si usted lo lleva ya todo programado.
sino la explotación de los resultados que sea capaz de realizar El material de apoyo es eso, material de apoyo, lo importan-
usted con los participantes. te es la cantidad de situaciones de aprendizaje que usted sea
capaz de ofrecer y no la cantidad de material que se ha prepara-
Las noticias de actualidad son siempre do para dar el curso.
un magnífico recurso 1
Cuando entró en vigor en España el carné de conducir por pun-
tos, apareció un nuevo y maravilloso recurso formativo, el 1
172 Los «TRUCOS» DEL FORMADOR
Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 173
NO ESPERE MUCHO DE ESTE CAPÍTULO NO ESPERE MUCHO DE ESTE CAPÍTULO

SI QUIERE SER UN BUEN se aprende pensando y no escuchando, se interioriza la refle-


xión propia y no la ajena, que tan sólo sirve (y no es poco)
FORMADOR..., ESCUCHE como provocador.
Así que me atrevo a afirmar sin riesgo a equivocarme mucho
que, a menudo, formar puede ser una profesión extraordinaria-
HAGA EL FAVOR DE NO INTERRUMPIRM mente aburrida. Saber esperar, tener paciencia en las dificultades
MANDO YO LE INTERRUMPA de aprendizaje, permitir que se dilaten los debates o aguardar
mientras se realiza un ejercicio puede ser, francamente, muy abu-
rrido. Pero no se lo permita, aunque crea que ya lo ha escucha-
do todo en esos debates, disfrute de ellos, aprenda de ellos.
Escúchelos.
En un curso, alguien me dijo: «Esto lo conocían bien en
mi pueblo, una frase lo expresaba muy bien: Dios nos ha
hecho con dos orejas y una boca para escuchar el doble de lo
que hablamos». Magnífica frase que me ha acompañado a lo largo
de muchísimos cursos. Intente escuchar el doble de lo que
habla y habrá mejorado muchísimo sus competencias como
profesor.
Hace unos años, un estudiante de máster de la Universidad
Y ahora un truco fácil de explicar, pero muy difícil de realizar: un de Barcelona se propuso como trabajo de tesis detectar las com-
buen formador sabe callar a tiempo. petencias que distinguen a un buen formador de un formador
Formar significa provocar aprendizaje y el aprendizaje re- mediocre. Para ello, identificó a los profesores mejor evaluados
quiere reflexión, debate, práctica y, a veces, repetición, y todas de la universidad y a los menos valorados por parte de los alum-
estas acciones están en manos de los participantes. El profesor nos. Las conclusiones resultaron muy interesantes, había iden-
se limita, en muchas ocasiones, a provocar un debate, propo- tificado cuatro competencias que generaban la mayor parte de
ner un ejercicio o evaluar una práctica y, en todas ellas, su la valoración de la satisfacción de los participantes.
papel ha de ser estrictamente pasivo, dejando el control de los 1. Conocimientos suficientes. Ni más ni menos, no se valoran
tiempos de aprendizaje y del contenido de la reflexión en los asis- los conocimientos excesivos, ni la erudición de los profeso-
tentes. Vaya, que le va a tocar estar callado en muchísimas res, tan sólo que sepa aquello que ha de saber para conseguir
ocasiones. Es más, con la experiencia he podido comprobar los objetivos que se propone el curso.
que, en los programas formativos que más he callado, mayor 2. Capacidad de dinámica de grupos. Un curso no es una pa-
ha sido el nivel de aprendizaje conseguido. La razón es simple, lestra desde donde un experto «ilumina» con su saber a los

174 Los «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 175
No ESPERE MUCHO DE ESTE CAPÍTULO No ESPERE MUCHO DE ESTE CAPÍTULO

PROPUESTA DE ACTIVIDADES
escuchantes, un curso es un juego de relaciones entre profe- Activida
d
1. Presentarse
sor y alumnos, pero también, de los participantes entre sí. :ree una nueva forma de presentarse. Intente que sea fresca, franca y que le ayude
La habilidad para saber gestionar y provocar estas relaciones conectar desde el primer momento con los participantes al curso.

es clave para los procesos de aprendizaje.


-ividad 2. Elementos de apoyo a la formación
3. Gusto por el show business... pero sin pasarse. Un forma-
iste los elementos que ha utilizado usted alguna vez en programas de formación
dor no es un showman, pero debe saber poner en escena los
elementos que van a provocar aprendizaje. Éste es un libro
cargado de pequeños trucos, es decir, un libro que le puede
ayudar en la puesta en escena de su show. Formar es también
actuar, aunque a la vez no olvide nunca ser usted mismo.
iste los elementos que ha visto utilizar en programas de formación
4. Entrar en el aula con ánimo de aprender. Personalmente
ésta es la competencia que más me sorprendió y la que más
me interesó. Un buen formador no entra en el aula con
ánimo de enseñar, sino de aprender, lo que implica un sufi-
ciente grado de modestia, un interés real por el conocimien-
Actividad 3. ¿Qué ha aprendido?
to, la experiencia y la capacidad de reflexión de los
Identifique cinco cuestiones que haya aprendido de los participantes en sus cursos
participantes, una elevada capacidad para escuchar, un espí- y valore cómo le han impactado en su actividad como formador.
ritu abierto que abrirá los canales de comunicación de forma
bidireccional, entre el formador y los participantes.

Y si me permiten un secreto, de todo lo escrito en este capí-


tulo, el mejor truco para saber formar es entrenar esta última
competencia. Como formador acuda a la sesión con todo el in-
terés y la intención de formarse, al mismo tiempo, usted.

1 76 Los «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 1 77

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