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SINDROME PROSTATICO

La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es el crecimiento benigno de la glándula prostática en el


varón.
La HBP es el proceso clínico que provoca la mayoría de los síntomas urinarios en el varón adulto. Es
un proceso que se correlaciona con la edad del paciente.
1. SEMIOLOGIA DE LA PRÓSTATA
Los síntomas son a la vez obstructivos o irritativos, o incluso los dos a la vez.
1.2. Síntomas obstructivos:
Si se trata de disuria, es decir, dificultad de orinar con una emisión débil. El paciente debe esforzarse
para orinar. La duración de la micción se alarga y provoca la salida de gotas atrasadas. Las
micciones pueden hacerse en dos o tres tiempos. El paciente no vacía su vejiga de una vez.
Estos trastornos se traducen en:
- Necesidad de empujar para orinar,
- Reducción de la fuerza del chorro de orina,
- Dificultad “de terminar” la micción (gotas atrasadas).
Estos trastornos provienen de una dificultad progresiva del músculo de la vejiga para
contraerse. La vejiga se vacía mal y retiene un residuo de orina al final de la micción.
Este residuo aumenta el riesgo de infección urinaria.
El paciente aprende a compensar “empujando” con los músculos abdominales, lo que puede
provocar una hernia digestiva, un hundimiento del recto o hemorroides. Por último, en ausencia de
intervención médica, la distensión de la vejiga repercute sobre el uréter y el riñón (hiperpresión e
infección), y puede llevar a una insuficiencia renal. Estos trastornos del vaciado, que aparecen de
manera más tardía en la evolución de la enfermedad, son más graves que los trastornos de la
retención, para la integridad del aparato urinario.
1.2. Síntomas irritativos:
Se trata de polaquiuria, es decir micciones frecuentes, sobretodo por la noche, con deseos
frecuentes de orinar. El paciente no tiene tiempo de ir al servicio.
Estos trastornos se traducen en:
- Aumento de la frecuencia de las micciones durante el día,
- Aparición de micciones nocturnas,
- Necesidad imperiosa de orinar, a veces acompañada de escapes urinarios.
En esta etapa, algunos movimientos y/o acciones (cruce de los piernas, andar, frío…) pueden
generar necesidades urgentes de orinar. Estos trastornos conducen a menudo al paciente a
consultar al médico. En determinados casos el paciente no se atreve más a salir, ir al cine, al teatro…
Existen fichas de evaluación sintomática, el IPSS o el resultado internacional sintomático de la
próstata. Los resultados de 0 a 7 son poco sintomáticos, de 8 a 19 moderadamente sintomáticos, de
20 a los 35 síntomas son severos.
1.3. Retención aguda de orina.
Se trata un de imposibilidad total y dolorosos de orinar. Es un urgencia urológica que requiere
hospitalización para drenar la orina, generalmente por sonda urinaria o por catéter suprapúbico, en
particular, cuando existe fiebre asociada. El drenaje urinario es generalmente asociado a una toma
de antibióticos después de análisis cito- bacteriológico de orina. Esta retención aguda de orina va a
requerir probablemente de una intervención quirúrgica sin carácter urgente pero que se hará en los
días o las semanas que siguen a esta retención de orina, en particular, en caso de infección urinaria
asociada. Se podrá hacer antes una tentativa de ablación de sonda. Sin embargo la intervención no
es obligatoria, en particular, en caso de retención aguda de orina vinculada a un toma de fármacos
(descongestión nasal y neurolépticos) o de las retenciones de orina de origen neurológico.
A veces el simple drenaje de la orina durante 24 a 48 horas bastarán para que el enfermo vuelva a
tener micciones normales. Un test urodinámico y neurofisiológico permitirá revelar determinada
enfermedad neurológica en determinado caso.
1.4. Infección urinaria
La infección urinaria y un mal vaciado vesical, requieren generalmente un análisis citobacteriológico
de la orina y un tratamiento de antibióticos prolongado, en particular, en caso de fiebre superior a
39°. Un tratamiento antibiótico de 21 días mínimos se prescribirá con eventual drenaje vesical si es
necesario. A veces la infección puede afectar a los órganos genitales externos que causan una
epididimitis, es decir, una infección del epidídimo.
1.5. Incontinencia urinaria
Representa una fuga de orina por urgencia, pero puede tratarse de escapes involuntarios,
traduciendo dichas micciones por rebosamiento, es decir, que está demasiado llena la vejiga y se
evacua. El residuo vesical es permanente, pudiendo ir de 500ml a 1litro. El paciente no tiene más de
sensación de necesidad. Orina pues frecuentemente de manera casi permanente con la evacuación
del desbordamiento vesical.
El globo vesical está puesto de manifiesto y el drenaje orina será necesario así como un diagnostico
completo para eliminar una posible repercusión sobre los riñones así como la ausencia de cálculos
en la vejiga.
1.6. Hematuria
Es otra consecuencia del adenoma. Puede verse durante la evolución del adenoma. Hace falta
eliminar absolutamente un tumor del aparato urinario por un frotis urinario y una infección por un
ECBU. A menudo se trata de hematuria inicial debida a un brote congestivo del adenoma, en
particular, en los pacientes que toman aspirina a largo plazo.
Sin embargo en la aparición de una hematuria es necesario hacer los exámenes complementarios en
la búsqueda de otra causa. Finalmente la complicación mayor actualmente es la insuficiencia renal
en los pacientes no seguidos médicamente, ésta no será siempre reversible después del drenaje de
la orina, seguida o no de una intervención quirúrgica.
1.7. Trastornos sexuales
Fisiológicamente, la próstata no interviene directamente en la sexualidad, sólo con meta
reproductora. Su papel en la sexualidad no reproductora (que sea “amor”/lúdico/erótico) es indirecto y
se traduce en una modificación de la eyaculación (disminución de volumen, dolores, eyaculación
retrógrada). Desgraciadamente, el desconocimiento del papel exacto de la próstata sobre la
sexualidad es origen de confusión susceptible de repercutir sobre la sexualidad no reproductora. Por
ejemplo, la desaparición habitual de la eyaculación “normal” por el pene, después de cirugía de
hipertrofia de la próstata, puede ser responsable de una “impotencia” en algunos hombres
impacientes y debilitados (que piensan: ¡“no soy más un hombre! ”). Esta “impotencia” es de origen
psicológico puesto que esta cirugía es realmente responsable de sólo una infertilidad.

2. EXÁMENES COMPLEMENTARIOS PARA LA PRÓSTATA


2.1Bandeleta urinaria (BU)
es un examen médico que permite la detección de algunos problemas de salud, las infecciones de
las vías urinarias, la ictericia, o algunos problemas renales. La cintilla urinaria reactiva sumergida
brevemente en la orina, es luego leída por el terapeuta comparándola a una escala colorimétrica.
Según la cantidad de reactivos, puede permitir determinar el pH e investigar la presencia en la orina
de glucosa, cuerpos cetónicos, leucocitos, nitritos, proteínas, sangre, urobilinógeno y bilirrubina.
2.2. Examen Cito bacteriológico de la Orina (ECBU)
El examen cito bacteriológico de la orina, (examen microscópico de la orina) es un examen de
biología médica, estudiando la orina de un paciente y determinando, en particular, la numeración de
los hematíes y de los leucocitos, la presencia o no de cristales y gérmenes. Es frecuentemente
utilizado para detectar una infección urinaria.
Este examen debe ser hecho teóricamente antes de la puesta en marcha de un tratamiento con
antibióticos. Después “higiene íntima” y desinfección cuidadosa de las mucosas con ayuda de un
antiséptico, se pide al paciente de orinar en un bote estéril. En la medida de lo posible, se recoge el
segundo chorro, el primero puede estar contaminado por los gérmenes situados en la parte terminal
de la uretra. Además, es necesario coger la orina de la mañana, de modo que si hay infección, las
bacterias sean en gran número bastante importantes para ser detectadas.
Resultados
- numeración de los hematíes y los leucocitos en gran número por mm. ³.
- presencia o no de cristales,
- presencia o no de gérmenes (= bacteriuria) que pueden cuantificarse.
2.3. Hemocultivo
Un hemocultivo es un examen sanguíneo esencial para detectar infecciones Consiste en una
extracción de sangre venosa, que luego se pone en cultivo con el fin de investigar los
microrganismos. Es efectuado si es posible antes de la puesta en marcha de una antibioterapia. Se
hacen en general 3 diferentes extracciones, con algunas horas de intervalo, efectuadas si es posible
en el momento de un pico de hipertermia, hipotermia o con escalofríos que confirman una descarga
bacteriémica.
El hemocultivo consiste pues en poner en cultivo una muestra de sangre, con el fin de identificar uno
o más gérmenes. La presencia de gérmenes es signo de una bacteriemia. Ésta, si está acompañada
de un síndrome infeccioso constituye la septicemia, donde la forma más grave es el choque séptico.
El hemocultivo permite también realizar un antibiograma sobre el germen encontrado, y orienta así al
médico en la elección del tratamiento antibiótico.

Resultados:
- Resultado normal o negativo
- Resultado anormal o positivo

2.4. Antígeno prostático específico (PSA)


El antígeno prostático específico (PSA) es una proteína fabricada exclusivamente por la próstata;
sirve para licuar el esperma con el fin de facilitar el desplazamiento de los espermatozoides. Se
supone también que ayuda a disolver la mucosa cervical, favorable para la entrada del esperma.
El PSA está presente en la sangre de todos los hombres. La dosificación de su tasa sanguínea es
utilizada para el diagnóstico o el seguimiento del cáncer de próstata.

2.5. Tacto rectal (TR)


El examen rectal es un examen médico que forma parte del examen proctológico, en el cual un
médico introduce un dedo con guante y lubricado en el recto del paciente, a través el ano. Permite
examinar el ano, el canal anal y la parte inferior del recto. Es en particular útil para la detección del
cáncer de próstata.
Consiste la exploración de los estructuras anatómicas que forman el aparato génitourinario y tanto
digestivo inferior en el hombre como en la mujer, por medio de la palpación digital efectuado
introduciendo un dedo a través del esfínter anal.
Es especialmente útil en las patologías de próstata o la extremidad distal del tracto digestivo, así
como para la evaluación de fecalomas.

El examen rectal está indicado:


- En urgencia para los dolores abdominales y los dolores pelvianos.
- En el marco de la detección del cáncer de próstata de 50 a 75 años , o incluso a partir de 45 años
de edad para los pacientes de riesgo de cáncer como el afro-caribeño y los pacientes que tienen
antecedentes familiares de cáncer de próstata.
- En caso de exámenes médicos de rutina en la búsqueda de posibles lesiones del recto.
- En caso de trastornos miccionales que pueden estar vinculados a una hipertrofia benigna de la
próstata.
- En caso de búsqueda de un cáncer de próstata cualquiera que sea la edad.
- En el marco del examen neurológico (tonicidad del esfínter).
de la sangre, y representa un factor de riesgo de trombosis.
2.8. Residuo post miccional ecográfico
Normalmente la vejiga debe quedar vacía después de la micción.
Hay casos donde un residuo de orina no permite la vacuidad total de la vejiga después de la micción.
Este residuo es apreciado por la urografía intravenosa o incluso por ecografía. La cistoscopia permite
investigar la causa de este residuo y de apreciar la repercusión sobre el aparato urinario alto.
Este residuo es en general el que forma el obstáculo en la emisión de orina. Esta permanencia de
orina en la vejiga, no permite la excreción normal de los riñones y puede ser responsable de
dilatación de la pelvis renal (hidronefrosis), o incluso en una etapa más avanzada de la insuficiencia
renal.

2.9. Flujometría
El flujometría urinaria es un examen médico rápido y simple que permite evaluar la cantidad de orina
evacuada en un determinado tiempo de la micción. Técnica que consiste en medir el derrame de un
líquido dentro de un conducto o simplemente su velocidad de derrame.
La flujometría es importante para juzgar el estrechamiento de un adenoma prostático sobre el canal
uretral.
Las indicaciones del test de flujometría urinaria son las siguientes:
- Disuria (dificultad de orinar);
- Polaquiuria (micciones frecuentes y poco abundantes);
- Incontinencia de orina;
- Hipertrofia de próstata;
- Disfunción neurológica.
En este examen, orinará en un aparato que se asemeja al váter, pero que está equipado para medir
la cantidad y la velocidad a la cual se evacúa la orina. El test dura más o menos 10 minutos.
Flujometría urinaria
El flujo urinario varía según la edad y el sexo del paciente. Si el resultado de la flujometría urinaria
indica problemas, por ejemplo una obstrucción, e utilizarán otros tests para clarifiquen el diagnóstico.

2.11. Examen urodinámico (eventualmente)


Este examen evalúa la presión y la función de la vejiga y la uretra. En algunos casos, los trastornos
urinarios no se deben a una hipertrofia de próstata, sino a una anomalía en la próstata o en la uretra.
Estas mediciones permiten saber si los problemas urinarios son causados por una hipertrofia de la
próstata o por una función anormal de la vejiga.

2.12. Ecografía
Practicada con ayuda de ondas sonoras, la ecografía es un examen que permite visualizar un
órgano. La ecografía puede desarrollarse por vía tanto externa (mediante el abdomen) como
interna (mediante el recto). Pero la ecografía interna aporta muchas informaciones, ya que
permite evaluar la talla, la naturaleza y la forma de la próstata pasando por el ano y el recto.
El examen es practicado por medio de un pequeño dispositivo que se fija en la punta del dedo y que
se introduce por el ano de manera completamente indolora.

2.13. Cistoscopia
La cistoscopia es un examen interno de la vejiga y de la próstata. Para este examen, se introduce un
fino cistoscopio flexible en el pene y pasa por la uretra. El instrumento flexible está proporcionado de
una pequeña cámara y de una luz que permite al urólogo ver el interior de la uretra, la próstata y la
vejiga. El cistoscopio flexible es también utilizado para introducir un líquido al medio del cual se llena
la vejiga con el fin de poder examinar.
El cistoscopio tiene fines diagnósticos y terapéuticos: observar la mucosa vesical, los orificios
uretrales, el cuello vesical y la uretra, efectuar la extracción de una lesión sospechosa, como cálculos
vesicales

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