Historia del Arte Moderno: Renacimiento

Breves orientaciones para superar la prueba presencial

Siempre es complicado dar instrucciones relativas a la manera más conveniente de preparar

los exámenes, porque cada estudiante es distinto y no es fácil acertar con ello. Con todo, y
solo a título orientativo, indico cómo lo haría yo si tuviera que enfrentarme a esta prueba.

En primer lugar es importante conocer bien la guía de estudios, los criterios de corrección y
estar familiarizado tanto con los objetivos de la asignatura allí descritos como con el sistema
de calificación. Eso hace que lleguemos más preparados al examen.

En ese sentido es importante entender que se trata de una asignatura generalista que tiene
que preparar unas bases estables para las asignaturas de especialización que vienen
después. Se busca por tanto que se adquiera un conocimiento suficiente del repertorio de
autores y obras del periodo y que se entiendan los conceptos básicos del mismo. Hay que
aunar memorización del mapa del Renacimiento y capacidad reflexiva para ser capaz de
explicar las obras y los acontecimientos a través de estos conceptos claves. Ambas cosas son
indispensables y hay que demostrarlas en el examen.

¿Cómo se aprueba el examen?

Las láminas son muy importantes. Por sí solas ya puntúan hasta 4, que es casi un aprobado.
Ya se indica en la guía que para superar la asignatura hay que identificar y datar
correctamente un mínimo de dos. Siendo un repertorio cerrado en la práctica, hay que estar
familiarizado con todas ellas. Hay que intentar también datarlas con la mayor precisión
posible. Tenemos que entender que en una asignatura que solo toca los siglos XV y XVI en
Italia y el XVI en el resto del continente, el hecho de decir que una obra es del siglo XVI no
supone aportar demasiado. Cuando no se sepa el autor, se valora también la capacidad de
ofrecer un acercamiento siempre que este sea razonado. En cualquier caso, un error muy
frecuente es no ofrecer análisis ni exposición de contenidos en el comentario. En muchas
ocasiones solo aparece una descripción de los elementos que aparecen en la lámina, y esto
no es puntuable. Yo dedicaría tiempo al estudio de las obras y a hacer ejercicios de
comentario, que después repasaría o cotejándolos con la información disponible en los libros.

El tema suma otros tres puntos. Aquí es importante ceñirse al enunciado, que se sea todo lo
preciso que se pueda en la explicación de los conceptos y en los nombres y fechas, y que se
relacione con otros asuntos cuidando no divagar, más cuando el espacio es tasado. Aquí se
valora también la capacidad de síntesis y de subrayado de las cuestiones más importantes. Si
se es capaz de ofrecer referencias bibliográficas que demuestren que se conocen los
problemas historiográficos en relación con el tema, y que se han manejado más libros además
del manual, la nota puede mejorar sustancialmente. Yo estudiaría haciendo esquemas y
resúmenes de los temas del manual (comprendiendo datos y conceptos), a los que añadiría
notas marginales de ampliación procedentes de otros textos básicos. Hay un matiz importante
en esto, no es lo mismo utilizar esquemas y resúmenes realizados por otros compañeros, que
hacerlos uno mismo. Lo importante aquí es el proceso de reflexión y síntesis que se produce
al hacer el esquema. Ese es un ejercicio importante para un aprendizaje que no sea solo
memorización.

El test suma los tres puntos finales. Las preguntas más sencillas, relativas a atribuciones y
datos biográficos deberían ser superadas si se ha estudiado para las láminas o el tema. Estoy
de acuerdo en que las preguntas más complicadas requieren un estudio muy atento de los
materiales, en el que entran algunas cuestiones de detalle y se requiere tener una
comprensión muy clara y precisa de algunos conceptos. Hay que ser capaz además de
leerlas con atención y reflexionar sobre los enunciados en el examen. Estas últimas suman
sin embargo poco más de un punto en la cuenta general del examen y no deberían ser por
tanto decisivas para aprobar, sino para sacar calificaciones altas.

Con carácter general es muy importante que cuidéis también la ortografía. De manera
principal en lo que se refiere a los nombres propios, pero también en cualquier palabra.
Muchos exámenes bajan calificación por ello.

Espero que estos consejos sean útiles para obtener buenos resultados. En cualquier caso, y
como apuntaba al inicio, cada estudiante debe encontrar su propia metodología de estudio.

Antonio Urquízar Herrera