Cada año, tras la bendición del pan de San Antonio de Padua, el pueblo de El
Tocuyo se viste de fiesta para celebrar el Tamunangue, también conocido como el baile de
los negros de San Antonio.
Combina la música con el baile y el fervor religioso, se realiza también para pagar
promesas relacionadas con la salud, bonanza económica y la recuperación de objetos
perdidos.
El Tamunangue es considerado como una de las expresiones más importantes del quehacer
cultural del país, dada su riqueza a la hora de la ejecución y esa mezcla de lo profano con lo
religioso que es producto de nuestra herencia blanca, india y negra.
El primer son es “La Batalla”, que lo juegan con maravillosas figuras dos
personas utilizando tan solo lo tradicional, un par de garrotes empatados.
El segundo son es el “Yiyevamos”. Este son tiene la propiedad que los cantores se
dirigen a los bailadores, quienes portan pequeñas varas, significando que están autorizados
para bailar.
El tercer son es “La Bella Mayor y Menor”. Cada una de éstas se toca en el tono
Mayor o Menor correspondiente. Este son es muy alegre y en él se oye el fuerte repicar de
los tambores, teniendo la oportunidad muchas personas para bailarlo.
El quinto son es “La Perrendenga”. Es un canto a base de coplas dirigidas por uno
de los cantores, siendo coreado el estribillo. El bailarín está muy atento a las coplas.
El sexto son es “El Poco a Poco”. Aquí la danza de “Los Calambres” bastante
jocosa y divertida por el aspecto cómico del bailarín, tiene una gran aceptación por los
diversos públicos. Con la misma música bailan “El Caballito” y ambas la finalizan con la
“Guabina o Corrida” a un compás ligero.
Es religiosa.
Páginas Web:
F:\TAMUNANGUE\El Tamunangue.mht