El maltrato ejercido contra los niños tiene como una de sus consecuencias la pérdida
del potencial humano manifestada a menudo en disminución de su capacidad para
aprender en los primeros años de educación. Perú es conocido a nivel mundial como
uno de los países con mayores índices de maltrato infantil en todas sus
manifestaciones; así el INEI en una encuesta nacional en hogares realizado el año
2014 revela que un 19.8 % de los hogares entrevistados creen necesario castigar a
sus hijos para educarlos, a ello se suma que el 28.6% de madres y el 25.6% de padres
refieren que usan golpes para disciplinar sus hijos. Según el ANAR indico que según
las denuncias reportadas por teléfono de la institución en la mayoría de los casos son
los mismos padres quienes golpean a sus hijos (81% de los casos) y la población más
vulnerable es la de menor edad, sobre todo se sexo femenino.
El Ministerio de Salud, define la violencia (2007:3) como "Todo acto u omisión que
atente contra la integridad física, psíquica o sexual de una persona, contra
su libertad o que amenace gravemente el desarrollo de su personalidad, tanto en el
ámbito público como en el privado"
En este sentido, el término violencia familiar en el estudio se remite a todas las formas
de abuso de poder que tiene lugar en las relaciones entre miembros de la familia. La
relación de abuso es aquella en la que un sujeto ocasiona un daño físico y/o
psicológico a otro miembro, pudiendo darse este daño por acción o por omisión.
se considera maltrato infantil como toda acción destructiva de la armonía y unidad del
sujeto victimizado; es cualquier forma, de daño físico o psíquico, amenaza, maltrato,
agravio, ofensa, tortura o ultraje, por causa del comportamiento de otro integrante de
la unidad familiar.
En los niños maltratados se presentan ciertas características que los muestran como
personas sensibles, retraídas, miedosas y propensas a
presentar problemas emocionales. También presentan síntomas relacionados
con depresión (tristeza y pérdida del interés por realizar cualquier tipo de actividades.
Son cautelosos, inseguros, ansiosos y dependientes. Además, señala que presentan
baja autoestima y manifiestan una actitud negativa hacia la violencia.; pueden también
ser irritables, agitados y hostiles.
Las víctimas de maltrato también se caracterizan por su deficiente rendimiento
académico y se considera que este deficiente rendimiento podría estar afectado por su
dificultad para permanecer atentos a las tareas escolares. Schwartz (1999) encontró la
falta de atención temprana, la hiperactividad y los problemas de comportamiento son
factores que originan la victimización posterior. Se puede decir que el ámbito familiar
tiene indudablemente una importancia fundamental para el aprendizaje de las formas
de relación interpersonal. Así, la estructura y dinámica de la familia, los estilos
educativos de los padres, las relaciones con los hermanos, etc., son aspectos
fundamentales que hay que tener en cuenta ya que pueden convertirse bien en
factores protectores o bien en factores de riesgo para que los niños se conviertan en
agresores o víctimas en su relación con los iguales.
De acuerdo con todo lo expresado, el maltrato infantil es sin lugar a dudas uno de los
graves problemas que afectan a los futuros jóvenes, y es también uno de
los delitos difíciles de avizorar por darse al interior de las familias, quienes ante su
práctica esconden los hechos a los docentes y otros familiares. Por esto, los niños
agredidos van a la escuela sin ganas de estudiar o aprender, y los docentes, si no
están capacitados pasarán inadvertido el problema. De esta manera, la escuela se
convierte ante el problema en un lugar privilegiado, ya que todos los niños pasan por
ella y los profesores son los agentes activos que están más tiempo en contacto con
ellos, lo que les permiten observar y conocer su comportamiento en el aula y en
la interacción con sus iguales.
Se puede decir que la incidencia del maltrato infantil en el aprendizaje es alta puesto
que existen vínculos directos y otras estableciendo nexos entre aspectos sociales y
culturales (violencia juvenil, situaciones sociales.). Cuando los niños enfrentan
situaciones para las cuales no están preparados desde el punto de vista emocional o
cognoscitivo, pueden reaccionar con agresión o violencia; sin embargo, se puede
afirmar que podemos mejorar la capacidad de los niños de evitar situaciones violentas
y resolver problemas de modo no violento, tratando de ampliar las relaciones sociales
y culturales que mantienen con otros niños de su misma edad, enseñándoles cómo
interpretar las normas de conducta y de mejorando sus habilidades para la resolución
de conflictos.
No cabe duda, que el bajo rendimiento es un problema de aprendizaje, que trae como
consecuencia el atraso académico, que perjudica e impide el desarrollo natural del
niño y por ende, la captación, elaboración o comunicación de información. En
consecuencia, los problemas de aprendizaje se van a reflejar en la conducta general
del niño volviéndose retraído, tímido, inseguro, agresivo y el bajo rendimiento escolar
lo hará sentir incapaz, en desventaja con los compañeros que parecen aprender más
fácilmente; provocará problemas en el grupo y pondrá a prueba la paciencia del
maestro que tiene que atender alrededor de 20, 30 ó más niños y, no puede
proporcionarle atención personal a cada uno de ellos. En otras palabras, se puede
decir que el niño con problemas académicos no atiende sus labores escolares de
manera eficaz y suficiente por lo que afecta su personalidad y relación con los demás
compañeros
Así mismo, todas las descripciones mencionadas sobre el maltrato infantil y sus
consecuencias académicas y conductuales se ven claramente reflejados en los
estudiantes de la institución educativa José Carlos Mariátegui 1246 ubicado el distrito
de Ate, Huaycan que cursan el primer grado de primaria, con edades de 6 a 7 años.
De no realizar un plan de acción sobre el problema mencionado la realidad académica
y conductual de los niños en estudio no se lograra resolver el problema planteado.
Para la mejora de esta situación se realizara un plan de acción que consistirá en
evaluar, capacitar a padres y profesores, charlas educativas a padres, talleres de
autoestima, resiliencia, aprendizaje, empatía y comunicación.
I.PROBLEMA DE INVESTIGACION
PROBLEMA GENERAL
PROBLEMA ESPECÍFICO
¿De qué manera influirá el maltrato infantil en la conducta de los niños del 1°grado de
primaria del colegio José Carlos Mariátegui de Huaycan?
II.OBJETIVOS:
OBJETIVO GENERAL
Conocer la influencia del maltrato infantil en la conducta y en el rendimiento académico
en los niños del 1°grado de primaria del colegio José Carlos Mariátegui de Huaycan
OBJETIVO ESPECIFICO
-Identificar el nivel del rendimiento académico en los niños que presentan maltrato
infantil del 1°grado de primaria del colegio José Carlos Mariátegui de Huaycan
-Describir la conducta del niño víctima de maltrato infantil en del 1°grado de primaria
del colegio José Carlos Mariátegui de Huaycan
Este proyecto de tesis es realizado a causa del alto índices del bajo rendimiento
académico y problemas conductuales presentados en los estudiantes del 1°grado de
primaria en el colegio estatal José Carlos Mariátegui –Huaycan manifestados durante
el presente año, dichos problemas no permiten que los docentes del aula desarrollen
su trabajo con eficacia, por lo que en el presente estudio se realizara un plan de
intervención llamado “reeducando generaciones”.
ANTECEDENTES NACIONALES
En la UNIVERSIDAD NACIONAL DE CAJAMARCA, Julcamoro Terrones, María Rocío,
en su tesis ¨ Violencia familiar y bajo rendimiento académico de los estudiantes del 6to
grado "C" de la I. E. N°82019 "La Florida" ¨ 2016 cuyos objetivos fueron Analizar
cómo influye la violencia familiar en el rendimiento académico de los estudiantes
del 6to grado "C" del nivel primario de la lE. N° 82019- ''lA FLORIDA'' de la ciudad
de Cajamarca, Determinar el nivel de rendimiento académico de los estudiantes Y
Explicar que consecuencias genera la presencia de violencia familiar en la vida de
los mismos. Concluyo que: conclusiones , la violencia familiar influye de manera
negativa en el rendimiento académico de los estudiantes del colegio mencionado, la
investigación realizada en dicha institución nos muestra que el 90% de los
estudiantes tiene un rendimiento regular y el 1 O % su rendimiento académico es
bueno, esto nos demuestra la poca preocupación en el estudio por parte de los
alumnos donde las causas emocionales como (conflictos familiares) están
afectando a su rendimiento académico, Las consecuencias que genera la presencia
de violencia familiar en la vida de los estudiantes es volverse más desobedientes,
tener poco interés en el estudio, no cumplir con sus tareas, poca participación en
clase; la consecuencia que genera esto es un bajo rendimiento académico en su
desempeño grafico N°08 nos muestra que el 90% de los alumnos tienen un
rendimiento regular y solamente el 1 O % su rendimiento es bueno. Además los
alumnos desarrollar los mismos patrones de conducta que observan en sus hogares;
se vuelven más agresivos hasta con sus compañeros.
ama de casa (25.2% y 72.4%), los padres de familias violentas presentaron en mayor
proporción .secundaria completa (8, 1 %) y los padres sin violencia en el hogar
tienen mayormente primaria incompleta (17.1%), la madre tiene primaria incompleta
en ambos grupos (8, 1% y 26,8%). Se ha encontrado relación estadística significativa
entre la violencia familiar y rendimiento académico, siendo valor de (p=0.049),
entonces se acepta la hipótesis de investigación. Es decir mientras mayor sea la
presencia de violencia al interior del hogar, más bajo será et rendimiento
académico de los estudiantes.
ANTECEDENTES INTERNACIONALES
Se llama maltrato a cualquier acción violenta o negligente ejercida contra un niño, niña
o adolescente, tanto en el plano físico como psicológico, y bajo cualquier propósito.
Según Paul & J de y Col (1988).Se llama maltrato a cualquier acción violenta o
negligente ejercida contra un niño, niña o adolescente, tanto en el plano físico como
psicológico, y bajo cualquier propósito.
Según Moreno, (2000). Se llama maltrato a cualquier acción violenta o negligente
ejercida contra un niño, niña o adolescente, tanto en el plano físico como psicológico, y
bajo cualquier propósito.
Siguiendo al Centro Internacional de la Infancia de París, sitúa al maltrato infantil
como “cualquier acto por acción u omisión realizado por los individuos, por
instituciones o por la sociedad en su conjunto y todos los estados derivados de
estos actos o de su ausencia que priven a los niños de su libertad o de sus
derechos correspondientes y/o que dificulten su óptimo desarrollo”. (Ignacio &
Gomez de Terreros, 1997,p25-26)
Entiende por maltrato infantil “cualquier daño físico o psicológico producido de
forma no accidental a un niño/a menor de dieciocho años y que es ocasionado por
individuos o instituciones, que ocurre como resultado de acciones físicas, sexuales
o emocionales, de acción u omisión y que amenazan al desarrollo normal, tanto
físico como psicológico del niño /a “. (Soriano & Soriano Díaz, 2001,p40-42)
Según las estadísticas registradas por el Ministerio de la Mujer, durante el 2005, las
Defensorías atendieron 3,396 denuncias por maltrato infantil y 1,549 casos de
violencia familiar que afectaron directamente a menores de edad en las 1,727
Defensorías de Niños y Adolescentes que existen en todo el país, de un total de
91,476 casos atendidos.
Actualmente existen 160 Defensorías provinciales, 537 distritales, 557 escolares, 306
comunitarias, 57 parroquiales, 36 promovidas por diversas ONG, 51 que operan en
igual número de Centros Poblados y 23 de otros modelos. Estas operan en las 24
regiones y Lima Metropolitana, comprendiendo a 171 provincias y 801 distritos.
• Maltrato físico: Se define como maltrato físico a cualquier lesión física infringida al
niño o niña (hematomas, quemaduras, fracturas, lesiones oculares, lesiones cutáneas)
mediante pinchazos, mordeduras, golpes, estirones de pelo, torceduras, puntapiés u
otros medios con los que se lastime al niño.
A diferencia del maltrato físico el castigo físico se define como el empleo de la fuerza
física con intención de causar dolor, sin lesionar, con el propósito de corregir o
controlar una conducta. No siempre es sencillo saber cuándo termina el "disciplina
miento" y comienza el abuso. En contraposición del maltrato físico, el castigo corporal
es una práctica muy difundida y socialmente aceptada.
• Maltrato psicológico o emocional: Es una de las formas más sutiles pero también
más existentes de maltrato infantil. Son niños o niñas habitualmente ridiculizados,
insultados regañadas o menospreciadas. Se les somete a presenciar actos de
violencia física o verbal hacia otros miembros de la familia.
Se les permite o tolera uso de drogas o el abuso de alcohol. Si bien la ley no define el
maltrato psíquico, se entiende como tal acción que produce un daño mental o
emocional en el niño, causándole perturbaciones suficientes para afectar la dignidad,
alterar su bienestar e incluso perjudicar su salud.
Actos de privación de la libertad como encerrar a su hijo o atarlo a una cama, no solo
pueden generar daño físico, sino seguro afecciones psicológicas severas. Lo mismo
ocurre cuando se amenaza o intimida permanente al niño, alterando su salud psíquica.
• Maltrato sexual o abuso sexual: Puede definirse como tal a los contactos o
acciones recíprocas entre un niño o una niña y un adulto, en los que el niño o niña
está siendo usado para la gratificación sexual del adulto y frente a las cuales no puede
dar un consentimiento informado. Puede incluir desde la exposición de los genitales
por parte del adulto hasta la violación del niño o niña.
Las formas comunes del abuso sexual son el incesto, violación, el estupro, el rapto,
rufianismo, actos libidinosos, etcétera. Una forma común de abuso sexual es el
incesto, definido este como el acto sexual entre familiares de sangre, padre-hija,
madre-hijo, entre hermanos.
• Maltrato por descuido o abandono: Significa una falla intencional de los padres o
tutores en satisfacer las necesidades básicas del niño en cuanto alimento, abrigo o en
actuar debidamente para salvaguardar la salud, seguridad, educación y bienestar del
niño.
Es decir, Dejar de proporcionar los cuidados o atención al menor que requiere para su
adecuado crecimiento y desarrollo físico y espiritual. Esto puede incluir, por ejemplo,
omitir brindarle al menor, alimentos, medicamentos y afecto.
Pueden definirse dos tipos de abandono o negligencia:
Efectos físicos:
- ITS/VIH
- Lesiones
- Enfermedad pélvica inflamatoria
- Dismenorrea
- Embarazo no deseado
-Dolor pélvico crónico
- Problemas ginecológicos
- Abuso de alcohol y/o drogas
- Incapacidad parcial o permanente
Efectos psicológicos:
- Depresión
- Ansiedad
- Disfunción sexual
- Baja autoestima y menor capacidad de tomar decisiones
- Desórdenes alimentarios
- Temor
- Sentimientos de culpa
- Sentimientos de enojo y humillación
- Conductas de alto riesgo (auto exposición a situaciones de peligro, fugas del hogar,
promiscuidad, etc.) (Revistasnew, Alarcon, Araujo, & Godoy, 2010,p105-109)
1.6 Leyes que Protegen a los Niños contra la Violencia Familiar y el Maltrato
Infantil
• El Código del Niño y el Adolescente establece que ningún niño o adolescente puede
ser maltratado (1992).
• La Ley de protección frente a la Violencia Familiar (Ley Nº 26260 y la modificatoria
Ley Nº 26763) establece que cualquier persona natural puede denunciar hechos de
violencia ante las autoridades competentes (1996 - 1997).
• El Ministerio de Salud ha aprobado por Resolución Ministerial las Normas y
procedimientos de atención a la violencia familiar y el maltrato infantil (2000). Aquí se
señala que es política del Ministerio de Salud garantizar la más amplia y adecuada
información impartida por los profesionales de la salud a la población en lo referente a
la prevención y atención a la violencia familiar y el maltrato infantil, de tal manera que
se asegure el proceso de atención a víctimas de la violencia en todos los niveles del
sistema de salud. (COLOR, 2011, pág. 15)
En el hogar:
La mayoría de los casos de maltrato infantil ocurre dentro de la familia. Cuando la
familia tiene vínculos estrechos con otro pariente, tales como los abuelos, la condición
de un niño puede salir a la luz por la intervención de estos.
La posibilidad de encontrarse con una relación de maltrato. El abuso sexual y el
maltrato físico se revelan al médico general o al pediatra. El maltrato emocional rara
vez se presenta de este modo, en gran medida porque surge la duda acerca de la
persona apropiada en quien puede confiar un pariente.
Aquellos profesionales que visitan familias, tales como trabajadores de salud y
trabajadores sociales, pueden llegar a sospechar el maltrato infantil, pero rara vez son
elegidos para confiarles tal revelación. Esto se debe con frecuencia, a que visitan
hogares a partir de que surgen preocupaciones iniciales sobre las aptitudes del padre
dentro de la familia. Tales padres muchas veces provienen de hogares en los que se
abusó de ellos; ven a los especialistas como adversarios más que como apoyo, ya que
a sus colegas los recuerdan en asociación con las tensiones de su propia infancia.
(previniendo el maltrato infantil, 2007, pág. 45)
En la clínica o guardería:
Los niños de menos de cuatro o cinco años de edad con frecuencia a revisiones
físicas y de crecimiento. Cuando se les cría en un entorno de creencias, es posible
que desde época temprana se les coloque en una guardería. La cuidadosa
observación de estos niños puede llevar a la detección d maltrato infantil, pero nunca
resulta fácil decidir cuándo el desarrollo de un niño se ve comprometido como
consecuencia dl maltrato. Cuando las lesiones no accidentales están presentes,
resulta menos difícil, pero dichos casos constituyen una minoría.
En la escuela:
El abuso contra escolar origina considerables problemas para el reconocimiento del
maltrato. Los niños con mayores riesgos vienen de familias en las aquellas que
sustenta la autoridad son considerados sospechosos. Los maestros dedican mucho de
su tiempo y sus habilidades en ganar la confianza del alumno y esto requieren hacer
amistad con ellos.
Mientras mayores son los niños, estos se tornan más reservados acerca de sus
cuerpos, de ahí que la enfermedad escolar y el oficial médico de la escuela que tengan
una importante responsabilidad en el reconocimiento de la evidencia física del
maltrato. Aunque los maestros son los primeros en sospechar del abuso, nunca resulta
fácil observar lesiones físicas cuando los niños se mudan de ropa. El comportamiento
de los menores sin embargo, sigue patrones relacionados con la edad y con los que el
maestro está familiarizado. El comportamiento anormal o divergente puede ser
síntoma más importante del maltrato infantil y el maestro es el profesional mejor
ubicado para sospechar de este. (Maltrato infantil, 2009, pág. 58)
RENDIMIENTO ACADEMICO
(BRUCE K. SHAPIRO, 2010, pág. 56)El BRE no se presenta al azar. Lo más común
es que el niño sea identificado cuando no logra cumplir con las expectativas de la sala
de clases. La Tabla 1 muestra una lista de expectativas académicas que pueden servir
como referentes para detectar BRE. El no cumplimiento de las expectativas
académicas puede asociarse con alteraciones del comportamiento que pueden ser
muy graves y en algunos niños incluso dominan el cuadro. Los comportamientos más
comúnmente observados son hiperactividad, desatención, tristeza, preocupación y
conductas disruptivas en la sala de clases. Sólo cuando se logra determinar la causa
de la alteración del comportamiento se le toma el peso al problema del bajo
rendimiento. Por ejemplo, a un niño se le puede diagnosticar un Trastorno
Oposicionista Desafiante hasta que no se detecte que tiene un Trastorno del Lenguaje
Mixto Receptivo-Expresivo y que es incapaz, y no reacio, a completar sus tareas
escolares. La alteración del comportamiento puede presentarse sólo en la sala de
clases y no en el hogar. En el caso de niños pequeños, los padres a menudo se
adaptan a las dificultades del niño y no les imponen las mismas demandas que en la
“La calificación bimestral o trimestral del área o taller curricular El calificativo bimestral
o trimestral del área o taller curricular resulta de la ponderación de los calificativos de
las competencias (criterios). El calificativo de cada competencia se obtiene de la
ponderación de los resultados que se evidencian en los indicadores de logro”
(MINEDU, 2017, pág. 10).
“La calificación anual del área o taller curricular El calificativo anual del área o taller
curricular, considerando que la evaluación es un proceso, es el mismo que obtuvo el
estudiante en el Área o Taller en el último período (bimestre o trimestre). 6.2.3. De la
evaluación del área de Comunicación Integral 6.2.3.1. Los criterios de evaluación de
los aprendizajes de los estudiantes en contextos bilingües y rurales son los mismos
que establece la presente directiva, tomando en cuenta las diversificaciones
curriculares, de acuerdo con sus características en sus respectivos entornos. 6.2.3.2.
En las Instituciones Educativas Bilingües la evaluación del área de Comunicación
Integral abarca tanto Lengua Materna como Segunda Lengua. 6.2.3.3. Todas las áreas
curriculares incluidos los talleres que se crean como parte de las horas de libre
disponibilidad se evalúan y califican de la misma manera. 6.2.4. De la evaluación de
áreas o talleres curriculares correspondientes a las horas de libre disponibilidad Los
resultados de la evaluación del aprendizaje en las áreas o talleres curriculares
(electivos, dentro de las horas de libre disponibilidad) se anotan en el “Registro de
evaluación de los aprendizajes” y en el “Informe sobre mis progresos”, bajo el rubro de
área / talleres curriculares de libre disponibilidad. 6.2.5. De los requisitos de
Promoción, Repitencia, y Recuperación de la evaluación 6.2.5.1.” (MINEDU, 2017,
pág. 10)
PROMOCIÓN AL GRADO SUPERIOR
a. “Los estudiantes de primer grado son promovidos al grado superior en forma
automática. (MINEDU, 2017)
b. Cuando al término del año escolar los estudiantes obtienen “A” en todas las
áreas curriculares incluidas las áreas o talleres creados como parte de las
horas de libre disponibilidad. (MINEDU, 2017, pág. 10)
c. Los estudiantes de 2º, 3º y 4º grados obtienen como mínimo “A” en las
áreas curriculares de Comunicación Integral, Lógico Matemática y como
mínimo “B” en las otras áreas y talleres curriculares creados como parte de las
horas de libre disponibilidad. (MINEDU, 2017, pág. 11)
d. Los estudiantes de 5º y 6º grados obtienen como mínimo “A” en las áreas
curriculares de Comunicación Integral, Lógico Matemática, Personal Social y
Ciencia y Ambiente y como mínimo “B”en las otras áreas y talleres curriculares
creados como parte de las horas de libre disponibilidad. e. Los estudiantes de
las Instituciones Educativas Bilingües para poder ser aprobados con “A” en
Comunicación Integral deben tener como mínimo en la Lengua Materna “A” y
en la Segunda Lengua “A”. 13 6.2.5.2. REPITENCIA a. Repiten de grado
automáticamente los estudiantes de 2°, 3°, 4°, 5° y 6° grados que al término del
año escolar obtienen “C” en dos áreas curriculares: Lógico Matemática y
Comunicación Integral. b. Repiten de grado los estudiantes que en el Programa
de Recuperación o en la Evaluación de recuperación no alcanzan los
calificativos requeridos tal como lo disponen los incisos c y d del numeral
6.2.5.1”. (MINEDU, 2017, págs. 10,11)
LA CONDUCTA
3 DEFINICIÓN DE LA CONDUCTA
(Davidoff objetivamente.”
Es una de las clases de conducta más fácil de identificar. Muchas conductas agresivas
que realiza el ser humano, son heredadas de nuestros antepasados, puesto que
tenían un propósito evolutivo muy útil. A lo largo de la historia las conductas
agresivas se utilizaban para advertir a posibles enemigos de que estaban invadiendo
propiedades, sobrepasando límites, defender posiciones de poder… En general,
defender derechos.
Las conductas de tipo agresivo están relacionadas con acciones como: elevar la voz,
tensar los músculos faciales, apretar puños… Hoy en día cuando alguien experimenta
conductas de tipo agresivo pensamos que está fuera de control o que está teniendo
reacciones desproporcionadas o fuera de lugar.
Este tipo de conductas son propias de personas que huyen de los conflictos. Son los
que “nunca dicen no”, “no dan una voz más alta que otra”, toleran mucho y se
comportan de una manera más sumisa.
Utilizan mucho el “no pasa nada”, “no importa “, … Si le preguntas a sus compañeros
de trabajo, serían los que siempre están dispuestos, hacen muchas horas extra y se
quedan a trabajar más de lo que toca. Muchas veces buscan agradar al resto, pero por
lo general, el objetivo va más enfadado a que se conserve un buen ambiente, libre de
discusiones y conflictos. Para ello, toleran más que el resto de personas. El mayor
inconveniente de emitir este tipo de conductas de una forma habitual, es que, otras
personas se aprovecharán de esto.
Las conductas asertivas son aquellas que en nuestra sociedad consideramos como las
más aceptadas y adecuadas para relacionarnos con los demás. Sin embargo, como
hemos visto, no todo el mundo sabe ser asertivo.
Las conductas de tipo asertivo, engloban una habilidad que, adquirida de forma
temprana, sería un medio preventivo para que no se desarrollen las conductas
disruptivas en niños. Sin embargo, pueden adquirirse después también, para paliar el
problema. Podría ser una forma de ayudar a los jóvenes/adultos con problemas de
conducta o conductas inadecuadas.
¿Cómo contribuye enseñar a un niño a ser asertivo en que se comporte bien?, ¿es
posible que el asertividad ayuda a los jóvenes adultos con problemas de conducta?
1- Enseñar a argumentar:
Cuando los niños tienen que adquirir este tipo de habilidades, los adultos
juegan un papel fundamental. Por ejemplo, si un niño pide algo y el adulto se lo
niega de una forma asertiva, clara, calmada y en base a unos argumentos, el
niño irá integrando este modo de respuesta. Si, por el contrario, optamos por
irritarnos, gritar, imponer… “por qué lo digo yo y punto”, no podemos esperar
después, que el niño no tenga rabietas, pataletas y chille para imponerse,
puesto que ha observado que para conseguir lo que quiere, tiene que
imponerse.
Cuando interactuamos con jóvenes u otros adultos, también se
modela. Nuestras neuronas espejo juega un papel muy importante en este
aspecto. Por ejemplo, piensa en cómo has actuado tú en alguna discusión
¿has acabado levantando la voz sin darte cuenta, a la vez que la otra
persona?, ¿te has cerrado enfadado la conversación porque no tenías
argumentos para continuar? Los estados de ánimo tienden a contagiarse, por
eso te invito a que, en tu próxima discusión acalorada, centres tu atención en
hablar pausado y bajito cuando tu “rival” levante la voz. A ver qué pasa.
En el ámbito familiar, nuestros hijos observarán qué hay que hacer cuando hay
un intercambio de opiniones. Tenemos que recordar que en un debate es una
“discusión” de opiniones, no de personas. Por tanto, no es tan importante
quien encuentre la solución correcta, si no encontrarla y obtener el mejor
resultado. Si tu hijo, pareja, tu amigo, el vecino, ha encontrado la mejor
solución, ¡reconóceselo! Ambos saldréis ganando. En el caso de los niños,
además, conseguirás que adquiera el hábito de escucha y la capacidad
de valorar las opiniones de los demás, viendo cómo se tolera frustración e
integrando que no siempre se tiene la razón, pero no pasa nada. De este modo
evitaremos gritos, enfados y conductas verbalmente agresivas.
En el ámbito infantil: Los adultos tenemos que aprender a hacer críticas hacia
el comportamiento de los niños, explicando por qué lo que está haciendo el
niño no es correcto y una forma de mejora. Incluso podemos darle la
oportunidad al niño de que elabore una mejora de forma autónoma. ¡Y no solo
eso! Los niños tienen una creatividad y originalidad desbordante. Podemos
preguntarles su opinión al respecto de ciertos temas y así, entrenar con ellos el
asertividad.
Los adultos, a menudo, tienen miedo de hacer daño al otro, por otro lado,
consideramos injusto que el otro no tenga esa consideración con nosotros
“¿pero ¿qué se habrá creído? Una crítica bien hecha, con la intención de ser
constructivos, ayudar a la persona a mejorar y sin juicios de valor, no tiene por
qué dañar. Eso es algo que tenemos que aprender y asumir ¿cómo? Quitando
la intencionalidad negativa que le otorgamos a la otra persona. Si nos duele, es
porque interpretamos que la otra persona quiere fastidiarnos, hacernos de
menos, piensa que no valemos… y entonces recibimos esos comentarios como
fatales, dañinos y hasta humillantes. Si trabajamos con esto, aprendemos a
tolerar y pensamos en el contenido real de las críticas que nos hacen, nos
ayudará a responder de una forma más social. Nos ayuda a evitar conductas
de rabia, odio, venganzas posteriores, incluso insultos o enfrentamientos.
Por lo general, hablamos de conducta disruptiva para hablar de acciones que “están
fuera de lugar”. Que no son apropiadas y que provocan un daño o perjuicio a las
personas que están en el mismo entorno que el actor de dicha conducta (incluso a si
mismo).
Por ejemplo, en niños, algunas son gritar, tener pataletas, pegar a otro, escupir,
levantarse en medio de clase, tirar comida, dar conductas impulsivas, desafiar a la
autoridad (padres, madres, profesores). En adolescentes, hablaríamos de conductas
más elaboradas, que, en su mayoría, se han ido consolidando a lo largo de su
desarrollo. Por ejemplo, tomar drogas, destruir material escolar o urbano, formar parte
de bandas organizadas, meterse en problemas con otros colectivos, conductas
desafiantes, plantarle cara a la autoridad.
Cuando oímos a un adulto decir “es que se porta fatal”, “hui, que niño más malo”, “es
un trasto”, estos comentarios pueden hacer referencia a un niño que lleva a cabo
conductas disruptivas.
Los niños preescolares tienden a culparse cada vez que la madre está enojada, se
consideran a sí mismos como culpables de la violencia y en muchos casos
responsables de la seguridad de su madre. En estos se ha descrito irritabilidad, temor,
inquietud, síntomas somáticos y conducta regresiva. Muchos viven con miedo y
ansiedad porque esperan el próximo episodio violento. Los niños en edad escolar
pueden ser ambivalentes, por un lado pretenden esconder lo que sucede dentro de su
hogar, mientras por otro desean que alguien lo descubra y pueda rescatarlos. A su
vez, experimentan culpa porque creen que habrían podido evitar la violencia. Esta
experiencia perturba el desarrollo de su autoestima y confianza en el futuro, en una
etapa del desarrollo en que tales logros son fundamentales. Fresia .Ulloa. Ch. año de
publicación (1996), Rev. Chilena de Pediatría pág. 183-187
Mostraron un frágil apego hacia sus padres en comparación con los que no fueron
maltratados (Sternberg, Lamb, Guterman, Abbott, & Dawud-Noursi, 2004, pp.59). El
maltrato infantil está asociado a altos niveles de ansiedad y depresión entre los
jóvenes que han sido institucionalizados, además de que la experiencia del maltrato
aumenta el riesgo de depresión en jóvenes que no han sido institucionalizados (Gover
& Layton-MacKenzie, 2003, pp.55).
La violencia en la niñez aumenta el riesgo de que las víctimas utilicen el castigo físico
en la edad adulta, independientemente de sus esquemas interpersonales (Merrill et al.,
2005). Los estilos parentales tanto positivos como negativos también son transmitidos
intergeneracionalmente (Belsky, Jaffee, Sligo, Wordward, & Silva, 2005, pp.94).
El ser testigo de la violencia entre los padres se asocia a la depresión, baja autoestima
y desorden post-traumático en los niños, aún después de controlar el abuso directo
(Davies et al., 2004). Por otro lado, los altos niveles de apoyo materno y los bajos
niveles de control rígido predicen altos niveles de simpatía, autovaloración y
competencia social en los adolescentes (Laible & Carlo, 2004, pp.48). El cariño y el
apoyo paterno siguen jugando un importante rol en el desarrollo socioemocional en la
adolescencia aún cuando el soporte de los compañeros se vuelve sumamente
importante (Laible, Carlo, & Raffaelli, 2000, pp.69). Los autores de estos estudios
argumentan que el soporte y el control proveniente de los padres definen las
competencias sociales, emocionales y morales de los adolescentes en muchas
formas.
Primera, los niños van a compartir los valores con los padres si sienten que éstos
responden recíprocamente; segundo, los niños que tienen una relación positiva con
sus padres adquieren orientaciones sociales positivas que pueden generalizar con
otros. Finalmente, los niños adquieren importante información y habilidades sociales a
partir de las interacciones con sus padres. Por lo tanto, podría decirse que el apoyo
paterno se relaciona con una variedad de resultados positivos, como la alta
autoestima, la conducta pro-social y bajos niveles de ansiedad, depresión y conducta
agresiva (Laible et al., 2000, pp.98).
El control rígido de la conducta parece ser perjudicial para un ajuste saludable de los
adolescentes (Laible & Carlo, 2004, pp.55). Hinton, Sheperies y Sims (2003, pp.53),
en una revisión de la literatura, encontraron que el soporte familiar era el predictor más
importante para reducir la delincuencia juvenil. Los niños maltratados manifiestan su
comportamiento externo como conducta disruptiva o antisocial. Estos suelen ser niños
que por lo general manifiestan bajo rendimiento académico, ausentismo, falta de
autocontrol, conducta antisocial y quieren llamar la atención de sus compañeros y
maestros en sus escuelas (Badia-Martín, 2005, pp.41).
La conducta antisocial se manifiesta con agresiones físicas, insultos, extorsión,
vandalismo y intimidación, entre otros (Luiselli, Putnam, Handler, & Feinberg, 2005,
pp.85). La mayoría de estas investigaciones sobre las repercusiones del maltrato han
medido las secuelas en los niños y muy pocas han utilizado otros informantes, aparte
de los menores o sus padres, para evaluarlas. Por lo tanto, este trabajo de
investigación pretende obtener información de los maestros de la escuela además de
los reportes de los niños. Los datos fueron analizados mediante modelo de
ecuaciones estructurales lo que posibilitó
Analizar al mismo tiempo el efecto de variables exógenas e intermedias en las
variables dependientes.
Las víctimas de violencia intrafamiliar presentan un riesgo muy grave de sufrir
problemas emocionales como la depresión (Johnson et al., 2002, pp.37). La literatura
frecuentemente menciona que éstas van a exhibir problemas de ajuste emocional
(Cicchetti & Toth, 2000, pp.98). Por lo tanto, se hipotético que la depresión pudiera ser
una variable mediadora entre el maltrato y otros problemas de conducta.
Consecuentemente, el objetivo de la presente investigación fue analizar los problemas
de ajuste emocional y de conducta en niños que han sido víctimas de maltrato, ya sea
experimentada directamente o siendo testigos de episodios de violencia entre sus
padres, a través del reporte de los profesores de las escuelas a las que asisten los
menores. (Cicchetti & Toth, 2000, pp.98)
Las investigaciones realizadas con pequeños durante los cinco primeros años de su
vida han realzado constantemente las secuelas socioeconómicas del maltrato, en
múltiples aspectos del desarrollo.3,17 Una vasta investigación ha demostrado que el
maltrato durante la infancia puede conducir a vínculos de relación inseguros con sus
cuidadores.
Ha El maltrato infantil que reciben los estudiantes de 1er grado de primaria del colegio
estatal José Carlos Mariátegui de Huaycán en sus hogares influye de manera directa
en las niñas más que en los niños en relación a su rendimiento académico y
problemas conductuales.
OPERACIONALIZACION DE VARIABLES
VARIABLES DE ESTUDIO
VARIABLE DEPENDIENTE
Nivel de autoestima
VARIABLE INDEPENDIENTE
Violencia familiar
Tipo de investigación
Tipo de Investigación básica, pura o sustantiva (no experimental), pretende los fundamentos
teóricos y conceptuales al problema planteado. Una descripción, explicación o predicción.
NIVEL DE INVESTIGACIÓN
EXPLICATIVO: CORRELACIONAL
La utilidad y el propósito principal de los estudios correlacionales cuantitativos son saber cómo
se puede comportar un concepto o una variable conociendo el comportamiento de otras
variables relacionadas.
De acuerdo a la naturaleza del estudio de la investigación, reúne por su nivel las características
de un estudio correlacional, pues en ella se persigue medir el grado de relación existente entre la
violencia, rendimiento académico y conducta.
DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN
Población: 90 estudiantes de primer grado del colegio Jose Carlos Mariategui, de Huaycan.
Muestra: 60 estudiantes
Estudiantes de 6 años
No repitentes
Viven en Huaycan
INSTRUMENTO
CUALITATIVOS:
Test de la figura humana
Test de familia
Test de la casa
CUANTITATIVOS: