Anda di halaman 1dari 5

Clase 1.

Karina Kloster

Consigna de Debate: Que elementos diferenciadores observan en los


procesos políticos que se desarrollaron en la región durante este siglo?
En ese sentido, ¿Podemos afirmar que se orientaron en una misma
dirección? ¿Es, entonces, pertinente hablar de procesos políticos
latinoamericanos, durante este siglo?

1. Antecedentes

En Conflictividad y Violencias en América Latina 1, leemos lo siguiente: América Latina


constituye un complejo escenario marcado históricamente por la tensión entre rasgos
heterogéneos y procesos comunes. Es destacable la herencia colonial diversa, la
dependencia de Europa y Estados Unidos, su inserción temprana en el desarrollo del
capitalismo mundial y los regímenes políticos caracterizados por la eliminación física del
enemigo político interno. A esto podemos agregar los altos niveles de desigualdad social
con rasgos diferenciados según países y regiones. De este complejo escenario se ha
destacado frecuentemente su alta conflictividad e inestabilidad sociopolítica, así como su
diversidad y heterogeneidad de sujetos sociales.2 Como señala MerleKling,3 el continente
no solamente es visto como un área conflictiva, sino como una región con una arraigada
cultura de violencia política.

Desde la década de 1970 la región experimentó grandes transformaciones sociales,


económicas y políticas relacionadas con la crisis internacional del petróleo y la anulación
del patrón oro. También se transformó la dinámica de los conflictos sociales e incluso la
forma en que éstos fueron visibilizados y analizados por las ciencias sociales. Hacia los
primeros años de la década de 1980, salvo excepciones, se dio por agotado el modelo de
industrialización por sustitución de importaciones,4 aconteció la crisis por el
endeudamiento masivo iniciado con el default declarado por México en 1981 5 y la
eliminación simbólica y física del sector más radicalizado de la población.

1 Kloster, K (coord.) Conflictividad y Violencias en América Latina.


2 Véase Philip Oxhorn, «The Ambiguous Link: Social Movement and Democracy in Latin America»,
en Journal of Inter American Studies and World Affairs.
3 Alain Rouquié, América Latina. Introducción al extremo occidente.

4 Fernando Fanjzylber, La industrialización trunca de América Latina.


5 Rosemary Thorp y Laurence Whitehead (eds.), La crisis de la deuda en América Latina.
El diagnóstico impulsado por los países centrales fue que el Estado no podía atender las
crecientes demandas sociales, sobre todo de los actores corporativos, como los
sindicatos y la pequeña burguesía protegida por políticas públicas.6 Se comenzaron a
implementar entonces «reformas estructurales», o las denominadas «medidas de ajuste»
con referencia a la necesidad de acomodar las balanzas comerciales y financieras a la
nueva etapa del patrón dólar, a pesar de las graves consecuencias para la población. Las
reformas implicaron la liberalización de los mercados, reducción del aparato estatal
mediante las privatizaciones y el despido de sus empleados, reformas laborales con el
objeto de abaratar la mano de obra, el traslado de la deuda de los privados al sector
público, entre otras. En el caso de muchos países latinoamericanos, por ejemplo, Chile y
México, estas medidas se realizaron en contextos de gobiernos autoritarios o con partidos
hegemónicos;7 en otros países se implementaron bajo gobiernos democráticos (Bolivia,
Colombia y Argentina). Así, con tiempos y ritmos diferentes, durante las décadas de 1980
y 1990, la transición hacia la democracia en su formato liberal convivió con una economía
de tipo neoliberal cuyo agotamiento funda el proceso conocido como la doble transición.

2. Elementos diferenciadores

Frente al agotamiento del modelo neoliberal (por la propia dinámica de las economías
nacionales y por factores internacionales, así como por la pérdida de consenso social
interno), después del año 2000, en algunas regiones de Latinoamérica comenzaron a
surgir gobiernos con una retórica centrada en la inclusión social, en la reparación de los
daños provocados por la doble transición (económica y política) y en la promesa de
fortalecimiento de los espacios público-políticos.8 Más o menos plebiscitarios, más o
menos radicales, más o menos populares, estos gobiernos se caracterizaron como
«gobiernos de izquierda», «centro-izquierda» «populistas» o «socialdemócratas» (Brasil,
Ecuador, Venezuela, Argentina y Bolivia, entre otros). Más allá de sus caracterizaciones,
estos gobiernos despertaron expectativas en tanto potenciales alternativas al modelo
hegemónico de las décadas precedentes. Por otra parte, países como México, Perú,

6 Claus Offe y Ulric Preub, «Instituciones democráticas y recursos morales», en Isegoría, pp. 45-
74.

7 Giovanni Sartori, Partidos y sistema de partidos.


8 Benjamin Arditi, «Arguments about the Left Turn(s) in Latin America: A Post-Liberal Politics?», en
Latin American Research Review.
Colombia y Chile9 (aunque en menor medida) sostuvieron mayor continuidad con el
modelo neoliberal y su retórica sigue siendo conservadora y está centrada en la libertad
de los mercados y la inserción internacional. 10

A partir de la conferencia de Daniel Filmus, podría resumirse a grandes rasgos los


elementos que diferencian ambas posturas de la siguiente manera:

1) Papel del Estado

El rol del Estado es una pieza diferenciadora sumamente importante, ya que en los
países con continuidad neoliberal, la capacidad del estado en la redistribución de
la riqueza es mínima y cuando esto sucede, se obtienen grandes cuotas de
desigualdad, imposibilidad de acceso a mercados laborales y sobre todo, la
imposibilidad de las personas de alcanzar un estatus de vida digno con la
consecuente pérdida de “energía social”.

Por el contrario, en los países en los que se dio el giro hacia la “izquierda”, se
pudo observar un proceso de fortalecimiento del estado y de la centralidad de la
“política de estado” en la lucha por un crecimiento con equidad (capacidad del
Estado para generar distribución del ingreso)11; prioridad en la lucha contra la
pobreza y la desigualdad social; la instalación de nuevos derechos sociales y la
lucha por la construcción de los derechos humanos y la “verdad histórica”.

De esta manera, el fortalecimiento del mercado interno, incluido el laboral fue una
política común en estos países, favoreciendo el pleno empleo y el consumo
interno12.

9 Con variaciones: de gobiernos socialdemocrátas, como el de Bachelet, a gobiernos más


conservadores, como el de Piñera.

10 Ilán Bizberg, «La primacía de lo político: divergencias entre el modelo económico-social


estadounidense y canadiense», en: cei.colmex.mx/PDFs/Prof
%20Bizberg/divegenciascanadaeu.pdf

11 Esto se ilustra con las diapositivas de Daniel Filmus, que no están en la bibliografía, pero sería
interesante tenerlas. Son los cuadros de la continuación del trabajo de Fajnzylber, Fernando
“Industrialización en América Latina: de la “caja negra” al “casillero vacío”.
12 Aquí está bueno releer el texto de Lenin, El desarrollo del capitalismo en Rusia, donde habla del
mercado interno y externo.
También el fortalecimiento de la integración regional fue una política
13
implementada, pero con límites muy concretos .

Problema: Tendencia al agotamiento de la renta del Estado / región frente a la


capacidad de acumulación capitalista de las empresas transnacionales.

2) Respeto a la institucionalidad democrática

Estas transformaciones de los países que dieron un giro a la centralidad del


estado lo hicieron intentando respetar las formas democráticas en la toma de
decisiones. Lo que se contrapone a los países de corte neoliberal cuya
democracia es cada vez más procedimental que inclusiva en la toma de
decisiones y en la construcción de agenda ciudadana.

Problema: a) la cuestión del poder y la determinación de la “derecha” de hacerse


con el poder independientemente de la forma democrática o no que se emplee. b)
El Estado como lugar de poder vs el Estado como el estado del poder en la
sociedad, correlación de fuerzas donde el nivel de conciencia de la sociedad civil
jugaría un papel importante.

3) Legitimación y consenso vs aumento de la violencia.

Un tercer aspecto que no está presente en las lecturas de esta clase ni en los
debates hasta ahora presentados, sería desde mi perspectiva, la forma en que se
ha producido en los países de continuidad neoliberal y achicamiento del estado, el
aumento desmedido de la violencia y la construcción de nuevos ejércitos para el
ejercicio del control social. Los casos emblemáticos hasta ahora han sido
Colombia y México, pero no están exentos de esta evolución el resto de los países
si no se toman medidas adecuadas para evitarlo.

A rasgos generales podemos indicar el siguiente procedimiento para la escalada


de la violencia: 1. La reestructuración de la economía en un mercado
transnacional ha producido como efecto una distribución de ingresos negativa, un
crecimiento de la pobreza, la informalización del empleo, el aumento del
desempleo y su dependencia a la economía de Estados Unidos. 2. En este
contexto, la consolidación de nuevas formas de explotación y producción de

13 Porta, Fernando. La integración sudamericana en perspectiva. Problemas y dilemas.


plusvalía fundado en el despojo y desterritorialización de la población requiere de
altos volúmenes de violencia: el sometimiento de una fuerza de trabajo
empobrecida como mano de obra cautiva; la creciente expulsión de población de
sus territorios dando lugar a movimientos masivos de población migrante al interior
y fuera de los países de origen; el mantenimiento de la baja salarial utilizando
entre otras, la eliminación física del excedente de esa mano de obra, con la doble
función de sembrar el terror provocando el disciplinamiento del resto de la
sociedad -los “sobrevivientes”- hacia la nueva dominación en formación. 3.
Estaríamos pues ante la presencia de dos fenómenos interconectados: la
aparición, por un lado, de nuevos mercados, con una capacidad excepcional de
construir riquezas a partir de la explotación de fuerza de trabajo abaratada gracias
a la violencia y cuyas fronteras exceden el control de las instituciones formales
creadas por el Estado; y por otra parte, la construcción también excepcional, de un
descomunal ejército de excluidos sociales que conviven con una creciente
elitización del consumo. 4. Se abre así una nueva forma de guerra encubierta por
una retórica de inseguridad y violencia.

3. Procesos políticos latinoamericanos del SXXI

No estoy segura y por eso tomo este curso, que este no sea el camino para toda la
región. En ese caso hablaríamos de un solo proceso político que los regímenes
centrados en el estado de estas últimas décadas lograron frenar en al menos por un
tiempo en algunos países.

Hasta ahora, en lo que va de los 18 años del corto siglo XXI aparecen claramente
diferenciados al menos dos procesos políticos, que generaron dos alternativas de
crecimiento (con inclusión / exclusión) basadas en el rol del Estado en las funciones
distributivas y las formas de violencia que de éstas se desprenden.

Anda mungkin juga menyukai