El término música clásica aparece por primera vez en el Oxford English Dictionary en
1836 y señala las composiciones europeas más destacadas del siglo anterior.1 Es el nombre
habitual de la música culta, académica, docta y otros. En la historia de la música y la
musicología, es la música del clasicismo o período clásico (1750-1820); pero en sentido
popular y de mucha aceptación en medio escrito, así lo recoge la RAE, es la música de
tradición culta; sus primeras luces en Europa se sitúan aproximadamente en 1450. Existe
una expresión que abarca casi todos los períodos para definir su época de mayor esplendor:
período de la práctica común.
Orígenes
La música clásica surgió tomando elementos de otras tradiciones musicales: la música de la
Antigua Grecia, la música de la Antigua Roma (sobre todo por sus contribuciones teóricas)
y la música de la Iglesia católica (principalmente el canto gregoriano). Los hitos que
definieron su rumbo, sin embargo, fue el descubrimiento y posterior desarrollo de la
polifonía, así como el posterior desarrollo de la armonía, la revolución musical conocida
como el Ars nova y la evolución de la notación musical, además del estudio de la estética
musical. Con la era de los descubrimientos que comenzó en el siglo XV y posterior
colonialismo, la música clásica llegó a otros continentes y sufrió una síntesis con las
tradiciones musicales de los nuevos territorios. Encontramos expresiones de la música
clásica en Estados Unidos (p.ej. Charles Ives), Latinoamérica (p.ej. Alberto Ginastera,
Heitor Villa-Lobos, José Ángel Montero), Asia (p.ej. Tōru Takemitsu, Tan Dun), África y
Oceanía, pero que están conectadas a la música clásica de tradición europea.
Formalización y contenido
La música culta está hecha exclusivamente para ser oída, a diferencia de otras músicas
adjuntas a otras formas de entretenimiento (la música de cine es ejecutada a veces en salas
de concierto). Los conciertos de música clásica suelen tener una atmósfera solemne, se
espera que el público esté en silencio para evitar distraer al músico y los oyentes. Los
intérpretes de ordinario visten de manera formal, una práctica vista como un gesto de
respeto para la música y el público; y tampoco interactúan directamente o bromean con el
público. Lecturas privadas de música de cámara pueden tener lugar en ocasiones
domésticas más informales.
Como en las bellas artes, la música clásica aspira a comunicar una cualidad trascendental
de la emoción, que expresa algo universal acerca de la condición humana. Si bien la
expresión emocional no es una propiedad exclusiva de la música clásica, esta honda
exploración en la emoción permite que la mejor música clásica alcance lo que ha sido
denominado lo «sublime» en el arte. Muchos ejemplos pueden citarse para demostrar esto.
Por ejemplo, la musicalización del poema de Friedrich Schiller "Oda a la Alegría" en la
Novena sinfonía de Beethoven, que suele interpretarse en actos de independencia nacional
o de celebración, como aquella famosa ocasión en que la dirigió Leonard Bernstein para
celebrar la caída del Muro de Berlín, y la tradición japonesa de tocarla para celebrar el Año
Nuevo. Sin embargo, otros compositores, como Iannis Xenakis, argumentan que el efecto
emocional de la música en los oyentes es arbitrario y que, por lo tanto, la complejidad
objetiva o el contenido de información de la pieza es lo supremo.
A lo largo de la historia, los padres se aseguraron que sus hijos y familiares fuesen
instruidos en la música culta desde muy temprana edad. Un experiencia musical temprana
daba las bases para un estudio serio posterior. Para aquellos que deseaban ser ejecutantes,
cualquier instrumento es prácticamente imposible de aprender a nivel profesional si, o al
menos un instrumento similar, no eran aprendidos desde la infancia. Algunos padres
buscaban la enseñanza musical por razones sociales o en un esfuerzo por impartirles un útil
sentido de la auto-disciplina; las lecciones parecen mostrar también un incremento en el
desempeño académico. Algunos consideran que el conocimiento de las obras de la música
clásica es parte de una buena cultura general.
Interpretación
Los compositores clásicos aspiran imbuir a su música de una relación muy profunda entre
su contenido afectivo (emocional), y los medios con los que lo logra. Muchas de las obras
clásicas más elogiadas hacen uso del desarrollo musical, el proceso por el que un germen,
idea o motivo musical es repetido en distintos contextos, o alterados de tal manera que la
mente del oyente, conscientemente o no, compara las diferentes versiones. Los géneros
clásicos de la forma sonata y la fuga emplean rigurosamente formas de desarrollo musical.
(Ver también Historia de la forma sonata). Generalmente, las obras de música clásica
muestran una gran complejidad musical gracias al uso que hace el compositor del
desarrollo, modulación (cambios de tonalidad), variación antes que la exacta repetición,
frases musicales que no siempre tienen la misma longitud, contrapunto, polifonía y una
armonía sofisticada. Además, muchas obras clásicas bastante largas (de 30 minutos a 3
horas) son construidas a partir de jerarquías de unidades más pequeñas: las frases, los
periodos, las secciones y los movimientos. El análisis schenkeriano es una rama de la
música que intenta distinguir estos niveles estructurales.
Música barroca: Entre 1600 y 1750. Surge el uso de tonalidades más complejas, en
lugar de la modalidad y el contrapunto. Se popularizan los instrumentos de teclado
(el clavicémbalo y el órgano).
Música clásica: Entre 1730 y 1820, fue una era importante que estableció varias de
las normas de composición y estructura. El período clásico también está marcado
por la desaparición del clavicémbalo y el clavicordio en favor del nuevo piano, que
a partir de ese momento se convirtió en el instrumento predominante para la
interpretación en teclado y la composición.
Música moderna: Entre 1905 y 1985. Representó una crisis en los valores de la
música clásica y su rol dentro de la vida intelectual, y la extensión de la teoría y la
técnica. Algunos teóricos, como Arnold Schoenberg en su ensayo Brahms, el
progresivo, insisten en que el Modernismo representa una progresión lógica de las
tendencias en la composición del siglo XIX. Otros sostienen un punto de vista
opuesto, que indica que el modernismo representa el rechazo o la negación del
método de composición clásica.
Música del siglo XX: Usado normalmente para describir la amplia variedad de
subgéneros posteriores al Romanticismo empleados hasta el año 2000, incluyendo a
los post-romántico, moderno y post-moderno.
El prefijo neo suele emplearse para describir a una composición del siglo XX o
contemporánea escrita en un género perteneciente a un periodo anterior, como el
Música académica contemporánea
Historia
A comienzos del siglo XX la música contemporánea ejercía el serialismo dodecafónico, el
politonalismo, un mayor número de disonancias sin resolución, la complejidad rítmica y la
música del neoclasicismo. La música contemporánea de los años cincuenta en general » es,
a menudo, más importante que la música misma. En una era que quizá tenga, por ejemplo,
no menos de 40.000 compositores de música orquestal sólo en EE. UU, los estrenos son
difíciles, y las reposiciones de obras aún más. La lección de desconocidos compositores del
pasado que se hacen famosos después se aplica doblemente a los compositores
contemporáneos, donde posiblemente habrá «primeros» anteriores a la lista oficial de los
primeros compositores de un estilo, y sus obras serán posteriormente admiradas como
ejemplos de esos estilos.
[editar] Neorromanticismo
El resurgimiento del vocabulario de la nueva tonalidad que floreció en los primeros años
del siglo XX continúa en el período contemporáneo, aunque no se le considera chocante o
controvertido como tal. Compositores que trabajan en la vena neorromántica son, por
ejemplo, George Rochberg y David Del Tredici. En la parte final del siglo XX y comienzos
del XXI, encontramos un nuevo resurgimiento del neorromanticismo en Europa.
[editar] Neotonalismo
El neotonalismo surge en la segunda mitad del siglo XX como reacción ante el atonalismo.
Dentro de este género se engloban compositores que utilizan de nuevo la tonalidad después
de que ésta fuese marginada en gran medida por las corrientes del género atonal
contemporáneo. El neotonalismo es un movimiento muy amplio que unifica y mezcla
estilos muy diferentes, entre los cuales se pueden citar como subgéneros de éste, el
eclecticismo (o poliestilismo) y el neorromanticismo citados más arriba. Un mismo
compositor neotonal puede contar dentro de su producción musical con obras
neorrománticas, electrónicas o ecléctricas. En este género también se emplean técnicas
modernas como la electroacústica y aparecen influencias ajenas a la música clásica
tradicional como pueden serlo el jazz, la música de cine, étnica, e incluso el propio
atonalismo del siglo XX, confiriendo no sólo una gran riqueza a este tipo de composición
sino una libertad de expresión que quedó truncada con la imposición de lo puramente atonal
en la segunda mitad del siglo. Existen muchos compositores, quienes habiendo iniciado sus
composiciones en el ámbito atonal, han regresado a esta forma, incluyendo elementos
tradicionales que son de una mayor aceptación por el público. Baste como ejemplos de
compositores actuales neotonales los citados más arriba: John Corigliano, John Rutter,
Arvo Pärt, Henryk Górecki y Astor Piazzolla. Y los españoles Pedro Iturralde, Manuel
Alejandre, Juan J. Colomer y Román Alís.
Nueva Complejidad
La Nueva Complejidad (en inglés New Complexity) es una corriente dentro del escenario
contemporáneo de las vanguardias europeas. Entre otros, Richard Barrett, Brian
Ferneyhough y Michael Finnissy están vinculados a este movimiento. Otra corriente es la
música espectral, tipificada por las obras de Tristan Murail, Gérard Grisey, Shigeru Kan-no
y Claude Vivier.
Música folk
Música folk es un término inglés que abarca tanto la música tradicional como la música
popular contemporánea.
Gene Shay, co-fundador y anfitrión del Festival Popular de Filadelfia, definió música Folk
en una entrevista de abril 2003 diciendo: "en el sentido más terminante, es la música que se
escribe raramente para el beneficio. Es la música que ha aguantado y pasado abajo por la
tradición oral, y la música tradicional es participatoria no teniendo que ser gran músico para
ser cantante popular, y finalmente, él trae un sentido de la comunidad. Es la música de la
gente.
1. Un esquema que abarca cuatro tipos musicales: ' primitivo ' o ' tribal '; ' élite ' o '
arte '; ' gente '; y ' popular '. ... la música Folk se asocia generalmente a una clase
más baja en las sociedades que son cultural y social estratificadas, es decir, que han
desarrollado una élite, y posiblemente también una cultura popular, musical. Cecil
Sharp (1907), A.L. Lloyd (1972).
2. Procesos culturales más bien que tipos musicales... continuidad y transmisión oral
del extracto... consideradas como caracterizar un lado de una dicotomía cultural,
encuentran al otro lado de la cual no solamente en las capas más bajas de feudal, a
capitalista y algunas sociedades orientales pero también en sociedades ' primitivas '
y en partes de las ' culturas populares. Redfield (1947) y Dundes (1965).
Aparte de la música instrumental que forma una parte de música folk, especialmente las
tradiciones de la música de danza, mucha música tradicional son música vocal, puesto que
el instrumento que hace tal música es generalmente práctico. Como tal, la mayoría de la
música tradicional tiene líricas significativas.