1. ¿Qué características presenta la filosofía latinoamericana?
2. ¿Por qué hay reservas a la hora de hablar puntualmente de una filosofía latinoamericana? 3. Investigar la vida y el pensamiento de Leonardo Boff y Gustavo Gutiérrez 4. Investigar la vida y el pensamiento de Enrique Dussel; Andrés Arturo Roig y Paulo Freire. Respuestas. 1- La Filosofía Latinoamericana tiene el mismo problema en el mundo que tiene la filosofía de la liberación, la teología de la liberación y todo pensamiento que no sea europeo. Es difícil hacerse conocer cuando los dueños de los medios de comunicación tienen interés tan concretos como el de presentar el pensamiento mestizo europeo (griego-semita) como el valor universal del que debe depender todo pensamiento, Filosofía, Teología o Sociología posteriores. Zea, ya había olido hace siglos lo que se debería hacer para que nuestra América ocupe el lugar que merece dentro de la historia: “hagamos frente al fanatismo, rompamos las cadenas que esos infames déspotas de la literatura pusieron sobre nuestros entendimientos y sacudamos el yugo de la servidumbre filosófica“. En el siglo pasado surge en Europa un movimiento de solidaridad y simpatía por los latinoamericanos. Pero estaba rodeado más de romanticismo que de compromiso hasta las últimas consecuencias. Las simpatías con la liberación latinoamericana de parte de los europeos se queda en los escritorios. Gabo cuenta que “Un periodista europeo, en un encuentro de intelectuales de América Latina y del Caribe, andaba preguntando entre los asistentes si seríamos capaces de sostener un diálogo tan fluido con los intelectuales europeos. A título personal le contesté que no, por una razón que ni los europeos ni nosotros nos hemos decidido a aceptar: nuestra concepción de América Latina parte de dos análisis distintos. Durante la década de los sesenta, los intelectuales europeos se colocaron en la primera línea de la solidaridad con nosotros, nos desbordaron con un alborozo idealista que, sin embargo, no resistió el primer embate serio de la realidad. Su análisis tenía, y sigue teniendo, un rezago colonial: sólo ellos se creen depositarios de la verdad. Para ellos sólo es bueno lo que ha probado serlo en su propia experiencia. Todo lo demás es extraño, y, por consiguiente, inaceptable y corruptor”. Es una experiencia hecha por casi todos los pueblos subyugados y colonizados por las potencias a las que se les han considerado inferiores y capaces de nada. De esa concepción se sale de la fila Latinoamérica, al menos en el campo de la filosofía, Teología y sociología comprometidas y basadas en la realidad de nuestros pueblos, partiendo de lo que nos muestra la experiencia y no partiendo de teorías, así “En la base de cualquier pensamiento latinoamericano impulsor de una liberacion sociopolítica se halla la conciencia de una situación de injusticia grave y generalizada, caracterizada como opresión de grupos y de pueblos. Las ideologías que han engendrado esta conciencia son muy diferentes. En algunos casos ha sido la doctrina social que el magisterio de la iglesia católica o grupos de cristianos comprometidos han elaborado a partir del Evangelio. En otros, la doctrina social revolucionaria que numerosos grupos políticos de filiación marxista han elaborado a partir del materialismo histórico. Otros, finalmente, han tomado conciencia a partir de distintos pensamientos filosóficos, políticos y religiosos que proponen algún ideal humano en contraste con la realidad social de nuestros pueblos 2- La condición de latinoamericana de la filosofía latinoamericana, no resulta de una temática específica a la que necesariamente se circunscriba, o deba circunscribirse. Resulta de la condición latinoamericana de los sujetos que la cultivan, en tanto integrantes de una comunidad histórica con su característica tradición de cultura y su consiguiente tonalidad espiritual 3- Leonardo Boff: Nació en Concordia, Santa Catarina (Brasil), el 14 de diciembre de 1938. Es nieto de emigrantes italianos venidos del Veneto a Rio Grande do Sul a finales del siglo XIX. Hizo sus estudios primarios y secundarios en Concórdia-SC, Rio Negro-PR y Agudos-SP. Estudió Filosofía en Curitiba-PR y Teología en Petrópolis-RJ. En 1970 se doctoró en Teología y Filosofía en la Universidad de Munich-Alemania. Ingresó en la Orden de los Frailes Menores, franciscanos, en 1959. En 1992, renunció a sus actividades sacerdotales y se autopromovió al estado laico. “Cambio de trinchera para continuar en la lucha”: sigue como teólogo de la liberación, escritor, profesor y conferencista en los más variados auditorios de Brasil y del extranjero, asesor de movimientos sociales de cuño popular liberador, como el Movimiento de los Sin-Tierra y las Comunidades Eclesiales de Base (CEB’s), entre otros. En 1993 presentó concurso, y fue aprobado, como Profesor de Ética, Filosofía de la Religión y Ecología en la Universidad del Estado de Río de Janeiro. Gustavo Gutiérrez Merino (Lima, 8 de junio de 1928) es un filósofo y teólogo peruano, ordenado sacerdote en 1959 y dominico desde 1998, uno de los principales representantes de la corriente teológica denominada teología latinoamericana de la liberación, una de las más influyentes del siglo XX. Es, asimismo, fundador del Instituto Bartolomé de las Casas, con sede en Lima y el Cuzco. Sus propuestas teológicas se centran en la relación entre salvación, liberación y desarrollo; y en la opción preferencial por el pobre. En ese sentido, las dos preguntas fundamentales de su pensamiento son "¿existen dos órdenes paralelos --es decir, un fin autónomo y secular del ser humano, y una revelación sobrenatural--, de tal modo que el hombre se moverá en dos ámbitos del saber y de la vida completamente separados e independientes uno del otro? ¿O bien el ser humano, en su más profunda unidad como persona, es llamado por Dios a construir la vida individual y social relgiosa y éticamente?" ; y "¿cómo decirle al pobre que Dios lo ama?" . En ese marco, sus planteamientos siempre se han mantenido críticos contra las estructuras sociales injustas que perpetúan la pobreza en América Latina y a las posturas clericalistas al interior de la Iglesia. Gutiérrez, por su parte, ha sido objeto de críticas de diversa índole, incluyendo acusaciones de marxismo y de alejamiento de la ortodoxia . La Santa Sede, sin embargo, dio "por concluido el camino de clarificación de los puntos problemáticos contenidos en algunas obras del autor" en el año 2004 . Tanto el papa Benedicto XVI como el papa Francisco lo han recibido en Roma, y este último ha prologado el libro que co-publicó en 2015 con el cardenal Gerhard Ludwig Müller. En primer lugar, en el pensamiento de Gutiérrez se observará la realidad latinoamericana, como "signo de los tiempos", fundamento y motor de la teología de la liberación, tal y como la entiende él. Sin lugar a dudas su vida marcó de forma definitiva su pensamiento teológico. El mundo que conoció en su juventud era un mundo de injusticia y opresión en contra de los menesterosos 4- Enrique Domingo Dussel Ambrosini: (n. 24 de diciembre de 1934, departamento de La Paz, Provincia de Mendoza, Argentina) es un académico, filósofo, historiador y teólogo de origen argentino, naturalizado mexicano. Fue rector interino de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Enrique Dussel es reconocido internacionalmente por su trabajo en el campo de la Ética, la Filosofía Política, la Filosofía latinoamericana y en particular por ser uno de los fundadores de la Filosofía de la liberación, corriente de pensamiento de la que es arquitecto, habiendo sido también uno de los iniciadores de la Teología de la liberación. Ha mantenido diálogo con filósofos como Karl-Otto Apel, Gianni Vattimo, Jürgen Habermas, Richard Rorty, Emmanuel Lévinas y Adela Cortina. Su vasto conocimiento en Filosofía, Política, Historia y Religión, plasmado en más de 50 libros y más de 400 artículos –muchos de ellos traducidos en más de seis idiomas–, lo convierte en uno de los más prestigiados pensadores filosóficos del siglo XX, que ha contribuido en la construcción de una filosofía comprometida. Ha sido crítico de la modernidad apelando a un "nuevo" momento denominado transmodernidad. También ha sido crítico del helenocentrismo, del eurocentrismo y del occidentalismo. Defiende la postura filosófica que ha sido denominada bajo el rótulo de "giro descolonizador" o "giro descolonial". Arturo Andrés Roig: (Mendoza, 16 de julio de 1922, aunque registrado dos meses después, el 16 de septiembre - Mendoza, 30 de abril de 2012) fue un filósofo e historiador Argentino. Nacido en Mendoza, ingresó a la Universidad Nacional de Cuyo, y fue egresado en 1949 tras obtener un título en Ciencias de la Educación (Profesor de Enseñanza Secundaria, Normal y Especial en Filosofía). Continuó sus estudios en la Sorbona, y de regreso en Argentina, empezó a enseñar filosofía en la Universidad Nacional de Cuyo, en 1955, con un interés especial en los filósofos regionales. Poco después, este interés se expandió a los filósofos nacionales y latinoamericanos. Hasta su muerte fue el director-editor responsable de la publicación científica Estudios de Filosofía Práctica e Historia de las Ideas editada por el Instituto de Ciencias Sociales, Humanas y Ambientales, CRICYT, CONICET. Dr. Arturo Andrés Roig. Concluimos como él en que es posible concebir la afirmación de nuestra identidad, a partir de la asunción de los valores latinoamericanos. No han muerto los sueños, ni las posibilidades de pensar una vida mejor. Pensadores como Arturo Andrés Roig orientan el camino a los estudiosos de la historia en nuestro continente, en momentos en que nuevos fundamentalismos: el pensamiento posmoderno, el neoliberalismo, el proceso de globalización, o la respuesta radical de izquierda que ha resurgido en los últimos años, pretenden cerrar todas nuestras posibilidades creativas. Como dice Roig: no está demostrado ni científica ni epistemológicamente que es imposible concebir un futuro diferente. Pablo Freire: Hijo de una familia de clase media pobre de Recife, Brasil, nació el 19 de septiembre de 1921. Freire conoció la pobreza y el hambre durante la Gran Depresión de 1929, una experiencia que formaría sus preocupaciones por los pobres y que le ayudaría a forjar su perspectiva educativa. Freire ingresó en la Universidad de Recife en 1943, en la Facultad de Derecho, donde estudió filosofía y psicología del lenguaje al mismo tiempo. Se incorporó en la burocracia estatal, pero nunca practicó la abogacía, sino que prefirió dar clases de portugués en secundaria. En 1944 se casó con Elza Maia Costa de Oliveira, que era profesora de primaria. Tuvieron cinco hijos y colaboraron por el resto de su vida. Freire es reconocido como uno de los pedagogos más influyentes de América Latina. Promovió una educación humanista dirigida a integrar al individuo a la realidad nacional. “La práctica educativa es todo esto: efectividad, alegría, capacidad científica, dominio técnico al servicio del cambio”, sostenía Freire. Entre sus obras destacan La educación como práctica de la libertad, Educación y cambio, y La pedagogía del oprimido. Esta última fue la base de su propuesta educativa. Desde esta perspectiva definió la educación como un proceso destinado a la liberación y el desarrollo de la conciencia crítica. “La gran tarea humanista e histórica de los oprimidos: liberarse a sí mismo y liberar a los opresores”. Para Freire la alfabetización era la mejor vía para la liberación. Gran parte de su carrera la dedicó a alfabetizar a los adultos. Sus propuestas también influyeron en las nuevas ideas liberadoras de América Latina.