Anda di halaman 1dari 8

Piaget afirma que el conocimiento no es absorbido pasivamente del ambiente y tampoco es

procesado en la mente del niño ni brota cuando el madura, sino que es constituido por el niño
a través de sus interacción de sus estructuras mentales con el medio ambiente, más
concretamente, podemos decir que el conocimiento se construye según Piaget (1992) de
manera activa a partir de la acción que el sujeto realiza sobre el objeto de conocimiento
,entendiendo lógicamente a esta, como una acción física y también mental dependiendo de la
estructura cognitiva de conjunto que entre en juego.

Para Piaget en (1997 el desarrollo intelectual es un proceso de reestructuración del


conocimiento :el proceso comienza con una estructura o una forma de pensar propia de un
nivel .algún cambio externo o cambios en la forma ordinaria de pensar crean conflictos
cognitivos y desequilibrio, la persona compensa esta confusión y resuelve el conflicto
mediante sus propias actividades intelectual ;de todo esto resulta una nueva forma de pensar
y estructurar las cosas ,una nueva comprensión y por tanto ,la vuelta al estado de equilibrio.

Según Piaget el desarrollo cognitivo depende de la maduración biológica del sujeto, de su


experiencia física y social, así como un proceso de equilibraciòn permanente entre el sujeto y
su realidad .dicho proceso de equilibraciòn en el factor fundamental en el desarrollo
intelectual y exige la puesta en marcha de dos invariantes funcionales, la organización y la
adaptación las cuales a su vez posibilitan los procesos de aprendizaje en el ser humano.

La organización se refiere a la capacidad que tiene la mente pensante para organizar el


conocimiento de sí mismo y del mundo en esquemas de acción y representación, tales
esquemas se diversifican a medida que el sujeto actúa sobre los diferentes objetos de
conocimiento, formando así progresivas y complejas estructuras mentales que serán dentro
de un marco evolutivo, las que determinaran las posibilidades del pensamiento.

Simultaneo a la organización, se desencadena el proceso de adaptación a través de un proceso


de asimilación y acomodación entre el sujeto y el objeto de conocimiento. La asimilación se
refiere al proceso mediante el cual el sujeto incorpora nuevo conocimiento a los esquemas
previos que ya posee, y acomodación, se refiere a la necesidad de crear nuevos esquemas de
conocimientos.

Piaget (1997) ha sido uno de los pocos teóricos que ha caracterizado de manera extraordinaria
los diferentes estadios evolutivos cognitivo, identificando las características particulares que
presenta cada uno de ellos .estos estadios resultan fundamentales para el diseño curricular,
pues caracteriza lo que el sujeto puede o no puede aprender en determinada etapa de su
desarrollo permite comprender como se puede favorecer el aprendizaje en cada una de ellas

En este sentido Piaget (1997) distingue los siguientes estadios en el desarrollo cognitivo:

1. La inteligencia sensorio – motriz: Comienza con el nacimiento a partir de los reflejos


incondicionados es inmediato, pues trata directamente con los objetos y su tendencia es el
éxito de la acción este periodo culmina alrededor de los dos años cuando aparece el lenguaje.

2. El estadio pre-operacional: Implica un nivel cualitativamente superior en el desarrollo de las


estructuras intelectuales. El pensamiento preoperatorio abarca desde los 2 años hasta los 7
años aproximadamente y se caracteriza por ser un pensamiento pre conceptual intuitivo,
egocéntrico, muy influido por la percepción, y donde el niño se encuentra todavía centrado en
su punto de vista.
3. El pensamiento operatorio concreto: Comprende desde los 7 u 8 años hasta los 11 o 12 años
y conlleva u n importante avance en el desarrollo del pensamiento infantil .aparecen por
primera vez operaciones mentales aunque referidas o ligadas a objetos concretos .entre las
principales operaciones compendiadas en este estadio, se señala la clasificación, la seriación, la
conservación y otras. El estadio de las operaciones concretas se caracteriza por la capacidad de
enfrentarse eficazmente con los conceptos y operaciones concretos, es decir el sistema
cognitivo es capaz de asimilar información, cuando esta es manipulable, y no así cuando se
trata de operaciones u conceptos abstractos.

4. El estadio de las operaciones formales: Brinda la posibilidad de manejar eficazmente


conceptos abstractos y aplicar las habilidades de razonamiento hipotético- deductivo y de
solución de problemas a contextos diferentes de aquellos en los que se ha adquirido. a partir
de los 11 o 12 años el pensamiento formal se hace posible, justamente porque las operaciones
lógicas empiezan a ser traspuesta del plano de la manipulación concretas al de las meras ideas
,expresadas en cualquier tipo de lenguaje (palabras ,símbolos matemáticos, etc.) Pero el apoyo
de la percepción ni de la experiencia.
La inteligencia humana se puede medir y los tests de inteligencia son el modo de evaluación
más preciso de hacerlo. Algunos tests incluyen palabras o números y requieren un
conocimiento cultural específico, como, por ejemplo, el vocabulario. Otros, sin embargo, no
apelan a ese conocimiento, basándose en el uso de formas o diseños, en conceptos universales
simples tales como mucho/poco, abierto/cerrado o arriba/abajo. Sin embargo, todos estos
tests miden una misma inteligencia, una misma capacidad mental muy general.

La capacidad general valorada por los tests de inteligencia se designa mediante la letra g en
cursiva: g. Cualquier test mide g, aunque distintos tests pueden también valorar una serie de
capacidades cognitivas tales como la capacidad verbal, la numérica o espacial.

El hecho de que g sea el componente esencial de la inteligencia humana -igual que el alcohol
etílico lo es de una enorme variedad de licores-significa que, en la población, la persona más
inteligente propende a serlo en la mayor parte de las situaciones y la persona menos
inteligente también.

Pocos son muy brillantes o muy torpes: un 3% de la población presenta puntuaciones


superiores a 130 (considerado el límite de la superdotación) y el mismo porcentaje tiene
puntuaciones por debajo de 70 (considerado el umbral del retraso mental).

Actualmente sabemos que, en general, las medidas de CI no están culturalmente sesgadas en


contra de determinados grupos sociales. Los miembros de diferentes grupos étnicos o niveles
socio-económicos se sitúan a todos los niveles de la escala de CI.

Las curvas de los distintos grupos se solapan, pero suelen diferir por el lugar de la curva en el
que tienden a agruparse sus miembros. El hecho es que determinados grupos presentan
mayores puntuaciones promedio que otros y que ese hecho posee fuertes repercusiones
sociológicas.

El CI se relaciona con varios resultados sociales, económicos, ocupacionales y educativos. De


hecho, con más de sesenta de esos resultados, como, por ejemplo, el rendimiento académico,
el aprovechamiento en cursos de formación ocupacional, la eficiencia laboral, la salud física, la
genialidad, la estatura, la longevidad, los ingresos, el sentido del humor, la vulnerabilidad a los
accidentes, el alcoholismo, la delincuencia, la impulsividad, la mortalidad infantil, el liderazgo,
la elección de pareja, la miopía, la respuesta a la psicoterapia, las preferencia en la dieta, las
habilidades motrices o el hábito de fumar. No existe ningún otro rasgo psicológico que se
aproxime a esta cifra. Actualmente está fuera de duda el hecho de que las medidas de CI
poseen una gran importancia práctica y social.

Una de las relaciones más llamativas es la observada entre inteligencia y salud o bienestar
físico. En un estudio epidemiológico en el que participaron 20.000 personas, se observó una
correlación de 0.4 entre inteligencia y salud, mientras que la correlación entre el nivel
socioeconómico familiar (SES) y la salud fue de 0.2.

Cuando se calculó la correlación entre SES y salud, controlando estadísticamente el efecto de


las diferencias de inteligencia, el resultado fue de 0.07. Cuando se calculó la correlación entre
inteligencia y salud, controlando estadísticamente el efecto de las diferencias socioeconómicas
que separan a las familias, el resultado fue de 0.33

Es decir, la inteligencia personal se relaciona con la salud independientemente de la influencia


de las variables socioeconómicas, mientras que el nivel socioeconómico no se relaciona con la
salud cuando se controla el efecto de la inteligencia personal. En términos epidemiológicos, la
influencia de la inteligencia humana no se puede seguir ignorando.

Un alto CI supone una ventaja en la vida, dado que prácticamente todas las actividades
cotidianas requieren algún tipo de razonamiento y de toma de decisiones. Y a la inversa, un
bajo CI supone una desventaja, especialmente en ambientes desorganizados. Por supuesto, un
alto CI no garantiza el éxito en la vida, y tampoco un bajo CI garantiza el fracaso en las
situaciones vitales. Existen muchas excepciones, pero el éxito en nuestra sociedad favorece a
los individuos con CI alto.

Las ventajas prácticas de tener un CI alto aumentan a medida que las situaciones se hacen más
complejas (novedosas, ambiguas, cambiantes, impredecibles o con muchas alternativas de
actuación). Un alto CI es generalmente necesario para mostrar un buen rendimiento en
ocupaciones complejas (las profesiones cualificadas, la gestión); supone una considerable
ventaja en ocupaciones moderadamente complejas (aviones, policía y administración); pero
supone una ventaja algo menor en las situaciones que sólo exigen tomar decisiones simples y
resolver problemas sencillos (trabajos de baja cualificación).

Las diferencias en inteligencia no son, por supuesto, el único factor que influye en el
rendimiento educativo, el entrenamiento o las ocupaciones complejas, pero sí suelen ser el
factor más importante. Cuando ya se ha seleccionado a los individuos, entre personas de alto o
de bajo CI, de modo que difieren menos que la población general, como por ejemplo en la
Universidad, otras influencias ganan importancia. Algunos rasgos de personalidad, talentos,
aptitudes, capacidades físicas o el nivel de experiencia, son relevantes para lograr un
rendimiento óptimo en determinadas ocupaciones, pero tienen una aplicabilidad más reducida
(o desconocida) a distintas tareas y situaciones comparativamente con la inteligencia.

Los individuos difieren en inteligencia por razones tanto ambientales como hereditarias. Las
estimaciones de la influencia de la herencia van desde 0.4 a 0.8 (en una escala de 0 a 1). Esto
implica que, en términos relativos, la genética juega un papel más importante que el ambiente
en la producción de las diferencias de inteligencia, aunque las estimaciones pueden cambiar
en distintos contextos culturales o a través de las generaciones. Desde esta perspectiva, suele
comprenderse mal el hecho de que si todos los ambientes fuesen iguales para todo el mundo,
la influencia de la herencia sería del 100%, dado que todas las diferencias de CI que se
observasen tendrían necesariamente un origen genético. Las variaciones en la estimación
cuantitativa de la influencia de los factores genéticos y ambientales constituyen índices sobre
el impacto de los cambios sociales.

Es importante destacar, además, que el hecho de que el CI sea altamente heredable, no


significa que el ambiente carezca de relevancia. Los individuos no nacen con niveles
intelectuales fijos e inmodificables. Sin embargo, el CI se estabiliza gradualmente durante la
infancia, y generalmente cambia poco desde ese momento de la vida.

Los estudios de adopción son un método idóneo para separar la relevancia del efecto de los
genes y el ambiente sobre la inteligencia. Uno de los más renombrados es el Proyecto de
Adopción de Colorado, en el que se consideró una serie de niños desde que contaban 1 año de
edad hasta que llegaron a sus 16 años. Se comparó 245 madres que dieron a sus niños en
adopción nada más nacer, los padres adoptivos de las familias que acogieron a esos niños y a
los propios niños adoptados. También se estudiaron 245 padres y sus niños naturales, es decir,
familias de control en las que no había niños adoptados, que se emparejaron con las familias
adoptivas en una serie de características sociodemográficas para que fuesen comparables.

La inteligencia se evaluó en cuatro momentos de la vida de los niños: a los 3 años, entre los 7 y
los 10 años, entre los 12 y los 14 años, y a los 16 años. A esas edades se correlacionó la
inteligencia de los niños con sus padres adoptivos y con sus padres naturales. Asimismo, se
correlacionó la inteligencia de los padres y sus hijos naturales en las familias de control.
Es un factor fundamental en el aprendizaje en general ella realiza las funciones psicológicas
más complejas y difíciles, pero no se puede negar la importancia y la utilidad que tiene nuestra
vida diaria, ya que ella cumple funciones tan elementales como recordar nuestro camino a
casa o hasta suministrarnos recuerdos para la formación de nuevas ideas y soluciones.
En resumen la memoria es el banco donde guardamos nuestros recuerdos como
imagenes, sonido, olores. etc en forma de señales electro quimicas.

FUNCIONAMIENTO DE LA MEMORIA:

1- A NIVEL FISICO: La neuronas que están situadas en el cerebro forman un espacio al que se le
llama sinapsis, las neuronas y sus prolongaciones emiten señales eléctricas para transmitir sus
mensajes, estas señales son transformadas en señales químicas gracias a los
neurotransmisores. La señal química se transforma otra vez en eléctrica y así puede seguir
emitiendo el mensaje, el proceso termina en la corteza cerebral allí las neuronas traducen el
mensaje y produce la sensación correspondiente.
En pocas palabras podríamos decir que la memoria no ocupa un área sino que se halla
distribuida a lo largo y ancho de las capas del cerebro. Miles de millones de células nerviosas
llamadas neuronas forman estas capas, todas las neuronas están conectadas con otros miles
de neuronas. Al aprender la mente codifica cada recuerdo en estas redes neuronales; luego las
neuronas se ramifican para crear nuevos circuitos formando conexiones suplementarias.

2- FUNCIONAMIENTO DE LA MEMORIA A NIVEL PSIQUICO: Hoy en día los psicólogos convienen


en que la memoria no puede contemplarse como una entidad única y unificada, sino como
un sistema con tres partes que constantemente se halla en interacción mutua. Las tres partes
del sistema reciben el nombre de memoria sensorial, memoria a corto plazo y memoria a largo
plazo; todas ellas funcionan juntas, colaboran conjuntamente y envían información hacia y
desde una y otra y cada una de ellas posee una función definida y una duración cuantificable.

Entre los factores que afectan la memoria tenemos: los físicos y los psíquicos

4.1- EN LOS FISICOS:

La memoria es afectada por el consumo excesivo de alimentos ricos en grasas, almidón y


azucares.

El individuo debe tener un horario adecuado de descanso.

Evitar en lo posible el uso de somníferos.

1. Hacer buen uso de la respiración.

4.2.- EN LO PSÍQUICO:

Mantenernos alejados de situaciones anímicas extremas.

Mantener constante el humor y mantener tranquilidad.

Es preciso que apartemos de nuestra mente las ideas obsesivas estas suelen alterar nuestra
voluntad y deteriorar nuestra capacidad memorística.

El estres si no se sabe manejar adecuadamente es un factor que perjudica nuestra memoria.


Todos estos factores tiene relación ya que son malos hábitos que causan efectos en la
memoria, tales como: capacidad de concentración, capacidad de retener y disminuir
capacidades intelectuales entre otros.
Johann Nikolaus Tetens, en 1777, ya concebía el desarrollo como un proceso, continuamente
refinado y optimizado, que entrañaba ganancias y perdidas y que estaba influido por los
cambios sociales y las transformaciones históricas.

Desde esta perspectiva, la postura más razonable es aquella que asume que el desarrollo es un
complejo proceso de ganancias y pérdidas. Como dicen Baltes, Lindenberger y Staudinger
(1998) la biología no es una buena amiga de la vejez: después de la madurez, el potencial
biológico del organismo declina. Con la edad, el material genético asociado a los mecanismos
genéticos y a la expresión genética resulta menos eficaz y menos capaz de generar o mantener
unos niveles altos de funcionamiento. De aquí se sigue que la necesidad de los recursos que
proporciona la cultura (materiales, sociales, económicos y psicológicos) aumenta con la edad,
en la medida que la persona quiere mantener niveles altos de funcionamiento.

En la infancia, todos los recursos son empleados en el desarrollo, durante la vida adulta los
recursos se emplean en el mantenimiento y flexibilización de lo logrado, mientras que en la
vejez, los recursos se dirigen hacia la negociación y la regulación de las pérdidas. Por supuesto
que crecimiento, mantenimiento, flexibilización y regulación de las pérdidas son importantes
en todas las etapas de la vida, sin embargo, su relativa importancia va cambiando.

Podemos resumir la postura de Baltes y cols. en los siguientes puntos:

1. La ontogénesis es un proceso que afecta a toda la vida del individuo.


2. Hay cambios a lo largo del ciclo vital en la relación dinámica que se produce entre la
biología y la cultura.
3. A lo largo de todo el curso vital se produce una continua reasignación de los recursos en
función de las necesidades más urgentes de la persona.
4. El desarrollo supone un proceso creciente de optimización de la capacidad adaptativa del
psicoorganismo a las demandas biológicas, psicológicas, culturales y medioambientales.
5. El desarrollo es un proceso dinámico de ganancias y pérdidas: no hay ganancia sin
pérdida ni pérdida sin ganancia. De aquí resulta una imagen multidireccional,
multidimensional y multifuncional del cambio ontogénico.
6. El desarrollo intraindividual, desde el punto de vista de la variabilidad dentro de la propia
persona, se caracteriza por una enorme plasticidad.
7. La arquitectura biológica y cultural del desarrollo humano es incompleta y está sometida
a un cambio continuo. El desarrollo es la resultante de una compleja interacción entre
tres sistemas de influencias: las relativas a la edad (normativas), las relativas al contexto
histórico (también insoslayables) y las propias de cada individuo (idiosincráticas).
La selección permite especificar objetivos, jerarquizarlos, centrase en los más importantes y
buscar objetivos alternativos. Requiere, en definitiva, elegir dentro de un conjunto de
posibilidades. La optimización demanda esfuerzo y energía, prestar atención y dedicar tiempo
a la practica de las habilidades poseídas y motivación por el propio desarrollo. La
compensación, por ultimo, exige establecer nuevos medios para lograr los mismos objetivos o
cambiar los propios objetivos por otros más accesibles.

Podemos resumir este apartado con la idea de que estos tres elementos (selección,
optimización y compensación) constituyen los procesos fundamentales que rigen los cambios
en la capacidad de adaptación motivados por la edad.

Anda mungkin juga menyukai