PERSONAJES:
que tienen roles menores: Don Diego de Carriazo, Don Juan de Avendaño, Pedro Alonso, el
años que viene de una familia rica y de clase alta. No tiene alguna queja de su vida doméstica,
pero él quiere la libertad, quiere explorar el mundo—en pocas palabras, le gusta la vida
picaresca. Por esta razón, él ha pasado tres años en las almadrabas de Zahara y ha regresado a su
casa recientemente. Cuando regresa a su casa cuenta a sus padres sus aventuras, pero todos sus
cuentos son mentiras. No dice los partes que incluyen la violencia o los cantantes o los bailes o
los robos. A pesar de gustar la vida picaresca, Carriazo es un muchacho virtuoso y honorable, y
se puede ver que es de clase alta. Dentro de poco se pone triste porque echa de menos la
piscifactoría de atún. Carriazo decide que quiere ir a Zahara otra vez y convence a su amigo,
nombre a Lope Asturiano. Allí él sirve como un aguador. En vez de continuar a Zahara,
Carriazo permanece en la posada porque Avendaño, quiere quedarse. Al final se casa con la hija
del corregidor. El lector puede ver el desarrollo de Carriazo a través del texto. Al principio es un
muchacho pícaro que miente a sus padres para poder hacer lo que él quiera. Pero se queda en la
posada con Avendaño aunque quiere ir a Zahara por lealtad y amistad. Y además, al fin de la
novela, ya no es pícaro, sino un hombre que se casa porque acepta las obligaciones y
Avendaño / Tomás Pedro: es el mejor amigo de Carriazo que viaja con él. Él va con Carriazo a
vivir la vida "picaresca" aunque él también es un muchacho de clase alta. Carriazo dice que
Avendano es un muchacho bueno, rico, y discreto. Cuando Carriazo regresa a su casa después de
tres años y se siente triste y solo, Carriazo cuenta todas sus aventuras a Avendaño, y como
consecuencia, él también quiere ir con Carriazo. Cuando llega a la posada, Avendaño cambia su
nombre a Tomás Pedro y trabaja como mozo del mesón que da la cebada y paja para los caballos
Pero durante la novela su amor cambia a un amor puro, y al final, cuando se casa con Costanza,
él, así como Carriazo, ha madurado a ser un hombre que acepta los responsabilidades de la edad
adulta.
Costanza / la fregona: es la mujer más perfecta y bella. Todos los hombres están enamorados
de ella. Avendaño dice que ella tiene la cara de un ángel, también tiene una garganta blanca como
alabastro y pelo castaño hermoso (Cervantes 13); todos comentan que ella es inocente y honesta,
religiosa y recatada. Nunca habla con sus pretendientes. Ella ha vivido en la posada quince años
porque su madre la dejó en el cuidado del huésped y su esposa cuando era niña. Ella es fiel al
huésped y su esposa. Los lectores descubren que su madre era una mujer muy rica de Castilla la
Vieja que había sido violada. Ella da la luz a una niña preciosa, que la llama Costanza. Al final
Costanza se da cuenta que su padre es Don Diego de Carriazo y se casa con Avendaño. Ella
nunca camia durante la novela y el lector sabe que va a ser una esposa buena como ha sido hija
buena.
Don Diego de Carriazo: es el padre de Carriazo. Al final del cuento descubrimos que es el
padre de Costanza, la fregona. El confiesa su pecado (que violó a la madre de Costanza), y luego
Salamanca. Pedro Alonso es muy serio y severo y no quiere dejar a los muchachos ir a visitar
lugares de interés. Pero cuando los deja ir, Avendaño y Carriazo lo abandonan antes de llegar a
Salamanca.
El hijo del Corregidor / "don Periquito": también está enamorado de Costanza. Don Periquito
Argüello y la Gallega: son dos mujeres que viven y trabajan en la posada. Ellas sirven de
toques cómicos. Los dos son de clase baja. Están enamoradas de Carriazo y Tomás y son justo