Anda di halaman 1dari 14

CDS

Nombre Original: Childrens depression Scale (CDS)


Autores: M. Lang y Tisher
Administración: Individual colectiva
Duración: Variable entre 30 y 40 minutos
Aplicación: 8 a 16 años
Significación: Evaluación global y especifica de la depresión en los niños y adolescentes
Características Generales:
En principio, ha habido un cierto desacuerdo de tipo teórico sobre la validez del concepto de la
depresión en la infancia. Algunos autores (como H. E.Rie 1966) definen la depresión en términos
de un número de características psicopatológicas encontradas en los adultos, e indican que es
teóricamente imposible su presencia en los niños. Otros sostienen que, aun cuando las
manifestaciones clínicas de la depresión son similares en adultos y niños, las diferencias están en
que en éstos no aparecen “aquellas formas de depresión que son consecuencia de procesos
defensivos y restituidos más amplios y, en particular, de las introyecciones e identificaciones
patológicas que caracterizan la depresión melancólica de tipo neurótico y psicótico”. Por otra
parte, se han señalado distinciones entre las formas enmascarada y abierta de la depresión; al
describir la primera, K. Glaser y M.Sperling están de acuerdo con J. M. Toolan en que los niños no
presentan los síntomas de las reacciones depresivas de los adultos; en aquellos se encuentran
problemas de conducta y de delincuencia, reacciones psiconeurosis tales como las fobias
escolares, dificultades en el aprendizaje, berrinches de mal humor, tendencia a los accidentes,
holgazanería, autodestrucción, alteraciones digestivas y en el sueño, dolores de cabeza de tipo
migraña y deficiencias o retrasos motorices.

Desarrollo:
En cuanto a la depresión abierta, E. Poznanski y J. P. Zrull (1970) observaron 14 niños que
mostraban depresión afectiva, es decir, “la expresión de un estado afectivo de desgracia o tristeza
crónicas…” También E. Frommer (1967), J. Sandler describen la depresión afectiva clínica; los dos
últimos autores dividen su muestra de 84 niños según la edad (hasta siete, siete-diez, once-trece y
catorce-dieciséis años) y señalan que las diferencias intergrupos son fundamentalmente
cualitativas, mientras que las diferencias intragrupos son principalmente de tipo cuantitativo J.
Stack (1971) confirma la observación de E. Frommer (1967) de que la depresión en la infancia es
un mal común que se manifiesta frecuentemente con la sintomatología somática.

Como indica el segundo, “se debe sospechar la existencia de depresión en los niños que se quejan
de malestares abdominales recurrentes no específicos, dolores de cabeza, problemas de sueño o
temores irracionales, o presentan alteraciones de humor, tales como irritabilidad, llantos
incomprensibles o explosiones asociadas a mal temperamento”. Stack prefiere hablar de
depresiones en la infancia en lugar de considerar el fenómeno como una entidad única, e intenta
clasificar sus formas de la manera siguiente:

• Grupo 1, depresiones en niños preescolares:


a) Hiperactividad
b) Apatía
c) Somatización
• Grupo 2, depresiones en niños escolares
a) Depresión simple
b) Fobias u obsesiones con reacciones depresivas
c) Estados depresivos mixtos
d) Depresiones asociadas con síndromes cerebrales orgánicos y estados psicóticos.

Y en estos grupos el autor ha aplicado separadamente drogas psicotrópicas. También se


encuentran alusiones a las características somáticas de la depresión en la infancia en los trabajos
de W. Ling y colaboradores (1970) y de V. Kuhn (1971). Y este considerable aumento del interés
por el tema puede estar ejemplificado por el IV Congreso de la Unión de Paidopsiquiatras
celebrado en (1971) y las Conferencias sobre la Depresión en la infancia (975) promovidas por el
Centro de Estudios sobre el Niño y la Salud Mental del Instituto nacional de Salud Mental (editadas
por Schilterbrandt y Raskin 1977) Por otra parte, los informes sobre la frecuencia de dicha
depresión varían mucho.
Kuhn (1971) señala que “actualmente muchos investigadores bien conocidos afirmarían que, en
cualquier grupo promedio de niños tratados por un psiquiatra infantil, se puede esperar alrededor
de un 12% de casos con perturbaciones patológicas clasificables en esa línea”. Cuando Lefkowitz
(1977) hace una revisión de la literatura sobre el tema observa que, en los estudios
epidemiológicos de conductas desviadas en niños, un 20% de la población infantil parece
presentar los síntomas de problemas depresivos observados normalmente en muestras clínicas.
Más aún, en un estudio longitudinal de más de 50 niños, desde el nacimiento a la edad escolar,
Meierhofer (1971), las principales razones de la amplia variedad de frecuencias citadas se deben
fundamentalmente a que entre los investigadores hay divergencias en el significado del concepto
de depresión y a la diversidad de las muestras estudiadas. Esta considerable confusión en la
literatura sobre el concepto y la presencia de la depresión en la infancia, viene a señalar la
necesidad de un método sistemático, estructurado y aplicable para medir dicha entidad, lo cual ha
sido señalado por el Subcomité de Evaluación dirigido por Kovacs y encargado de investigar la
medida de la misma. La misma Kovacsy A. T. Beck (1977) han intentado ampliar la aplicabilidad del
BDI (Beck depression Inventory, diseñado para adultos) a muestras de niño y realizado un estudio
piloto. Con esta excepción, en el momento de diseñar el CDS no se conocía ningún otro intento de
medida escalar para investigar la depresión en la infancia, o por lo menos no se había publicado
ningún test en esta línea.

La presente Escala de Depresión para Niños (CDS) difiere del trabajo de Kovacs-Beck en que no ha
sido elaborada a partir de un test para adultos; se ha diseñado específicamente para los niños. Y
ha tenido en cuenta lo recientemente señalado por los mismos Kovacs-Beck y por A. Nowells
(1977): el hecho de que tienen mucha importancia las observaciones de las personas que rodean y
conocen al niño (los otros significativos), tales como los padres y los profesores; aunque el CDS
está destinado a los niños, la misma escala, con ligeras modificaciones de formato, puede ser
contestada por un familiar, profesor u otro significativo que responda según su conocimiento del
niño. A pesar de la citada confusión en la literatura, las autoras del DCS creen que dicha depresión
es una respuesta humana normal que varía en intensidad u cualidad, que se encuentra en la
población infantil y que juega un papel especial en muchos grupos psiquiátricos, incluyendo los
diagnosticados como depresiones neuróticas o psicóticas. ¿Es un estado o un síndrome? Las
diferentes características aludidas en los trabajos sobre la sintomatología de la depresión en la
infancia podrían resumirse en:

• Respuesta afectiva: sentimientos de tristeza/ desgracia y llantos


• Autoconcepto negativo: sentimientos de inadecuación, poca autoestima, inutilidad, desamparo,
desesperanza y falta de cariño.
• Disminución de la productividad mental y de los impulsos: aburrimiento, alejamiento, falta
deenergí, descontento, poca capacidad para el placer y para aceptar la ayuda o el confort, así
como retraso motórico. • Preocupaciones: por la muerte, la enfermedad, el yo o los otros, así
como pensamientos suicidas y sentimientos de pérdida (real o imaginaria)
• Problemas de agresión: irritabilidad y explosiones de mal humor.

Estas características se tomaron como conceptos operativos para definir la entidad que intenta
evaluar el CS, y se elaboraron elementos pertinentes a todos ellos: en su construcción se tuvieron
en cuenta los contenidos de los informes psiquiátricos, las historias recogidas en el TAT y las hojas
de respuesta de tests de frases incompletas de niños con depresión, así como las descripciones de
las experiencias y fenómenos depresivos presentadas en la literatura. En la redacción se intentó
describir dichas experiencias de modo que fueran reconocidas por los niños si de alguna manera
las poseían, y fue depurada por una muestra de niños en tratamiento, a los que se pidió que
comentaran o modificaran dicha redacción y sugirieran nueva frases según sus experiencias. El
resultado final fue una escala con 66 elementos, entre los que hay 18 positivos (como “Me siento
alegre la mayor parte del tiempo) y 48 depresivos (como “me siento solo muchas veces). Los
elementos positivos están entremezclados con los depresivos, para reducir una tendencia halo en
respuestas, y para medir la “incapacidad para experimentar placer o diversión” como un
componente de la depresión; también se procuró que presentaran una variación tal que, al ser
contestados por el niño, no le afectaran de un modo depresivo. Con la ayuda de criterios teóricos
y lógicos, los 66 elementos se agruparon en subescalas, intentando que cubrieran muchas de las
características de la depresión en los niños, y en realidad estas subescalas son similares a los
conceptos incluidos en la definición dada en los párrafos anteriores; también e procuró que las
escalas tuvieran igual número de elementos.

A. DESCRIPCIÓN DE LAS ESCALAS


El Cuestionario CDS contiene 66 elementos, 48 de tipo depresivo y 18 de tipo positivo. Estos dos
conjuntos se mantienen separados y permiten dos subescalas generales independientes: Total
Depresivo y Total Positivo (TD y TP) Dentro de cada una de estas dos dimensiones se agrupan sus
elementos por el contenido de los mismos en varias subescalas, que podría describirse
brevemente de la siguiente manera:

1. Total depresivo, con seis subescalas:


• RA; Respuesta Afectiva (ocho elementos), alude al estado de humor de los sentimientos del
sujeto
• PS, Problemas sociales (ocho elementos), se refiere a las dificultades en la interación social,
aislamiento y soledad del niño
• AE, Autoestima (ocho elementos), se relaciona con los sentimientos, conceptos y actitudes del
niño en relación con su propia estima y valor.
• PM, reocupación por la muerte/salud (siete elementos), alude a los sueños y fantasías del niño
en relación con su enfermedad y muerte.
• SC, Sentimiento de culpabilidad (ocho elementos), se refiere a la autopunición del niño.
• DV, depresivos varios (nueve elementos), incluye aquellas cuestiones de tipo depresivo que no
pudieron agruparse para formar una entidad.

2. Total Positivo, con dos subescalas:


• AA, Ánimo – alegría (ocho elementos, puntuados en el polo opuesto), alude a la ausencia de
alegría, diversión y felicidad en la vida del niño, o a su incapacidad para experimentarlas.
• PV, Positivos varios (diez elementos, puntuados en el polo opuesto), incluye aquellas cuestiones
de tipo positivo que no pudieron agruparse para formar una entidad. Para estas subescalas son
muy interesantes para poder especificar e interpretar una determinada puntuación total depresiva
o positiva, puesto que los niños pueden manifestar su depresión de muy diferentes maneras.

FINALIDAD Y APLICACIONES El CDS es aplicable a niños comprendidos entre los ocho y dieciséis
años, es decir, a sujetos que puedan comprender el contenido de los elementos. No presenta
problemas la falta de una buena capacidad lectora, puesto que los elementos, en la mayoría de los
casos, son leídos en voz alta por el examinador; en algunas ocasiones puede ser conveniente que
el sujeto mismo lea las cuestiones en solitario y conteste en la Hoja de respuestas, como ocurre
cuando el CDS es contestado por los adultos significativos para el niño.

Su aplicación está indicada en todos los casos en que se sospeche la depresión. Como se ha
señalado anteriormente, hay muchas características que han mostrado relación consistente con la
depresión en la infancia: el niño parece o es visto como triste, desgraciado, lloroso, aburrido,
aislado, apático, con dificultades sociales, con problemas psicosomáticos (dolores de cabeza,
quejas abdominales, dificultades en el sueño, etc.), poca autoestima, sentimientos de inutilidad,
sensación de no ser querido, preocupación por la salud o la muerte, manifestaciones anómalas de
la agresividad, etc. Puede ser aconsejable cuando se tenga noticia de otros indicativos tales como
una gran privación, una pérdida de una persona importante para él, un bajo rendimiento escolar,
una enfermedad física o una ruptura familiar. Las autoras del CDS recomiendan que, además del
niño, sean también ambos padres los que contesten al Cuestionario y, si es posible, se obtengan
datos de algún otro adulto significativo para el sujeto; y cuando éste tenga hermanos en edades
comprendidas entre los ocho y los dieciséis años, puede ser valioso obtener las respuestas de
éstos al CDS preparado para adultos (en tercera persona), e, incluso, sus mismas respuestas al
Cuestionario como sujetos de examen (en primera persona).

Frecuentemente se ha observado que la depresión está presente como un problema de la familia y


sus miembros interactúan depresivamente; en estos casos el fenómeno no está sólo en el niño y el
examen y terapia debería incluir a toda la familia. En un proceso terapéutico, el CDS puede facilitar
la comunicación del sujeto; con sus elementos el niño expresa sus experiencias íntimas,
probablemente con más libertas que en una comunicación directa. Por otra parte, al encontrar la
redacción de los elementos el niño comprueba que sus sentimientos y actitudes no son un caso
único. En estas situaciones, cuando el CDS se utilice como instrumento terapéutico, el psicólogo
puede modificar a su juicio las instrucciones de aplicación del Cuestionario, conceder más tiempo,
conversar sobre algunos elementos compartir con el niño el procedimiento de corrección y
puntuación u ofrecerle la oportunidad de cambiar alguna repuesta.
WISC

Nombre: WISC-III – Escala de Inteligencia para Niños de Weschler


Autor: David Weschler
Edad de aplicación: 6-16 años de edad
Formas de aplicación: Individual
Área que evalúa: Inteligencia
Materiales WISC-III
• Manual
• Protocolo de Respuestas
• Protocolo de Registro
• Baremos de Conversión
• Rompecabezas 1,2,3,4,5,6,
• Cuadernillo de estímulos

Desarrollo:
El WISC-III comprende las 12 subpruebas del WISC-R y una subprueba nueva llamada búsqueda de
símbolos.

1. Completaciòn de Figuras:
Una serie de ilustraciones a color de objetos comunes y escenas, en cada una falta una parte
importante, que el niño debe identificar.
Materiales:
• 28 tarjetas de Completaciòn de figuras (incluyendo una figura de muestra) estos forman parte
del cuadernillo de estímulos.
• Cronometro

2. Información:
Una serie de preguntas, presentadas oralmente, que indagan los conocimientos del niño acerca de
hechos, objetos, lugares y personajes.
Materiales:
Las preguntas de información general se incluyen en el manual de aplicación.

3. Claves:
Una serie de formas simples, cada una de las cuales se corresponde con un símbolo simple. El niño
dibuja el símbolo en su forma correspondiente.
Materiales:
• Edades de 6-7 años- hoja de respuestas de claves, parte A
• Edades de 8-16 años- hoja de respuestas de claves, parte B
• Dos lápices de mina No. 2 sin goma de borrador
• Cronometro
• Plantilla de puntuación de Claves

4. Analogías:
Un conjunto de pares de palabras, presentadas oralmente, el niño explica las analogías entre los
objetos comunes a los conceptos que esa palabra representa.
Materiales:
• Las palabras de estimulo de las analogías se incluyen en el Manual (y en el protocolo de Registro)

5. Ordenamiento de Historias:
Una serie de ilustraciones a color presentadas desordenadas, que el niño debe reordenar para que
formen una historia con secuencia lógica.
Materiales:
• 14 juegos de tarjetas de estimulo (incluyendo un juego de muestra), en la caja de ordenamiento
de historias.
• Cronometro

6. Aritmética:
Un conjunto de problemas aritméticos que el niño resuelve mentalmente, la solución debe ser
expresada oralmente.
Materiales:
• Problemas de aritmética incluidos en el manual
• Tarjetas ilustradas de aritmética (ítems 1,2,4 y 5) y tarjetas de problemas (Item 17-23), incluidas
en el cuaderno de estímulos.
• Tarjeta en blanco
• Cronometro

7. Construcción de Cubos:
Un conjunto impreso de modelos geométricos bidimensionales que el niño debe reproducir
empleando cubos de dos colores.
Materiales:
• Diseño 1 y 2 incluido en el manual
• Diseños 3-12 en tarjetas incluidas en el cuaderno de estímulos
• Nueve cubos, cada uno con dos caras rojas, dos caras blancas y dos caras rojas y blancas.
• Cronometro

8. Vocabulario:
Una serie de palabras presentadas oralmente que el niño define también oralmente.
Materiales:
• Palabras del vocabulario incluidas en este Manual y en el Protocolo de registro

9. Ensamblaje de Objetos:
Serie de rompecabezas que representan objetos comunes se presentan en una configuración
estándar y el niño los arma para formar un todo que tenga sentido.
Materiales:
• 6 rompecabezas (se incluye uno de muestra) en cajas separadas.
• Pantalla en la que se indica el modo en que deben presentarse las piezas.
• Cronometro

10. Subpruebas Descripción:


Comprensión Serie de preguntas presentadas oralmente, que requieren que el niño resuelva
problemas de la vida cotidiana y demuestre concepción de conceptos y normas sociales.
Materiales:
• Preguntas de comprensión están incluidas en el Manual.

11. Búsqueda de Símbolos:


Conjunto de pares de símbolos; cada par consiste en un grupo de símbolos-objetivo y un grupo de
búsqueda. El niño observa los dos grupos e indica si un símbolo- objetivo aparece o no en el grupo
de búsqueda. Se incluyen ambos niveles de la subprueba (A y B) en un único cuadernillo de
respuestas. Materiales:
• Edades 6-7 : cuadernillo de respuestas de la subprueba de búsqueda de símbolos. Parte A
• Edades 8-16: cuadernillo de respuestas de la subprueba Búsqueda de símbolos Parte B.
• Dos lápices de grafito No. 2 sin goma de borrar
• Cronometro
• Plantilla de puntuación de búsqueda de símbolos

12. Retención de Dígitos:


Serie de secuencias de números, presentados oralmente, que el niño repite: textualmente en
digitos en orden directo, y en orden inverso en digitos en digitos en orden inverso.
Materiales:
Ítems de dígitos en orden y dígitos en orden inverso, incluidos en el Manual (y en el protocolo de
registro)

13. Laberintos:
Conjunto de laberintos, de dificultad creciente, impresos en un cuadernillo de respuestas. El niño
los resuelve marcando el recorrido con un lápiz.
WAIS

Nombre: WAIS-R – Escala de Inteligencia de Wechsler para Adultos


Autor: David Wechsler
Administración: Individual
Edad de aplicación: 16 años en adelante
Duración: una o dos sesiones de 90-120 minutos
Número de ítems: 175 preguntas, mas historietas y series de dígitos
Material:
• Manual de aplicación
• 8 historias
• Rompecabezas
• Protocolos
• Figuras incompletas
• Cubos

La escala original, llamada “Wechsler-Bellevue” fue construida y desarrollada por David Wechsler
en 1939. Tenía dos versiones: las formas I y II. En 1949 Wechsler adaptó la forma II, que dio como
resultado la Escala de Inteligencia de Wechsler para Niños (WISC). En 1955 Wechsler realizó una
revisión de la forma I, que elimina la superposición existente entre el WISC y la forma I. Este nuevo
instrumento, destinado a la medición de la inteligencia del adulto, dentro de un enfoque global de
la inteligencia, es la “Escala de Inteligencia para Adultos de Wechsler (WAIS)”. En Enero de 1981,
Wechsler dio término a la estandarización de esta escala revisada, con el objeto de poner al día
este instrumento, y preservar así su efectividad y validez. La nueva versión se llama WAIS-R.

El WAIS es un test individual, que consta de dos escalas: verbal y manual, las que se dividen en los
siguientes sub-tests:
Escala Verbal
1) Información 29 preguntas
2) Comprensión 14 preguntas
3) Aritmética 14 preguntas
4) Semejanzas 13 preguntas
5) Dígitos 9 y 8 series
6) Vocabulario 40 preguntas

Escala Manual
7) Símbolos 90 casilleros
8) Completaciòn 21 preguntas
9) Cubos 10 dibujos
10) Ordenación 8 historietas
11) Ensamblaje 4 figuras

Los puntajes señalados, son puntajes brutos o directos que se asignan a las respuestas según su
corrección y exactitud. Deben ser convertidos a puntajes estándar a través de una tabla, para
posteriormente determinar el CI, utilizando otra tabla, en la que se considera la edad del
examinado. En todos los subtests manuales y en el de aritmética se controla el tiempo, existiendo
un tiempo límite para aceptar la respuesta y, en algunos casos, bonificación (puntos adicionales)
para las respuestas correctas dadas en tiempos menores. Aplicación del test. Se acostumbra pasar
las 11 subpruebas en el mismo orden que se detalla más arriba. El tiempo que demora la
aplicación depende de la capacidad y personalidad del examinado y de la destreza y práctica del
examinador. Puede administrarse en una o dos sesiones.
WPPSI
Nombre: WPPSI
Autor: David Wechsler
Administración: Individual
Edad de aplicación: 2:6-3:11 / 4:0-7:3 años
Duración: 30-60 minutos
Área que evalúa: Inteligencia

El WPPSI, aunque similar al WISC en forma y contenido, es un test distinto e independiente. La


muestra de estandarización, integrada por 1200 niños (blancos y no blancos), fue estratificada de
acuerdo con la información disponible más reciente, proveniente del Censo de los E.U.A. de 1960.
En el capítulo III se brinda una detallada descripción de la muestra.

ADMINISTRACIÓN DE LOS SUBTESTS


Los materiales que incluye el equipo del WPPSI son los siguientes:
1. Manual.
2. Protocolos de prueba.
3. Hojas plegables con los laberintos impresos.
4. Hojas para los diseños geométricos.
5. Un tablero de encastramiento de formas y una caja con 28 cilindros de colores para la Casita de
los animales.
6. Un cuaderno con los subtests Completamiento de figuras y Construcción con mosaicos 8 a 10.
7. Un cuaderno con los problemas 1-4 de Aritmética y con Diseno geométrico.
8. Una caja con 14 bloques rojos y blancos para La Construcción con mosaicos y para los
problemas 5-8 del subtest de Aritmética.

El examinador necesitará también un cronómetro y dos lápices de mina roja (para Laberintos y
Diseño geométrico). Para este propósito basta con disponer de lápices rojos de grosor y dureza
medianos. Hay que afilarlos de modo que la punta quede roma o redondeada; es deseable
también, en virtud de la coordinación escasamente desarrollada de muchos niños pequeños, que
el largo no supere los 14 cm. El protocolo ha sido proyectado de manera que ayude al examinador
a registrar y evaluar las respuestas del niño y a anotar otras informaciones pertinentes
relacionadas con sus antecedentes y su conducta durante el test. Algunos de los subtests pueden
ser evaluados mientras el niño ejecuta las tareas requeridas. Otros, en especial los verbales,
exigen que las respuestas sean registradas tal como fueron proferidas. Instrucciones de aplicación
Instrucciones: Con frecuencia conviene iniciar el test con una pregunta que, por su extrema
sencillez, hace las veces de tranquilizador: ¿Cómo te llamas? La respuesta no se evalúa, por
supuesto. Una vez que el niño ha contestado, se inicia la prueba. Lea cada pregunta en el orden
indicado y tal como está escrita. Si la respuesta no es clara, esta permitido decir: Explícame un
poco más o Dime algo más sobre esto. Interrumpa: Después de cinco fallas consecutivas.
Puntuación: Un punto por cada respuesta correcta. Los elementos imprescindibles de las
respuestas aceptables aparecen a continuación. Cuando se incluyen varias respuestas posibles
(son las separadas por puntos y comas), basta una sola para asignar el punto. Puntaje máximo: 23
puntos.
Test de Depresión Beck

Autor: Aaron Beck, R.A. Steer y G.K. Brown


Tiempo: Entre 5 y 10 minutos
Edad: A partir de 13 años
Aplicación: Individual

El Inventario de Depresión de Beck (BDI) es uno de los instrumentos más usados para la valoración
de síntomas depresivos en adultos y adolescentes. La versión original se introdujo en 1961 por
Beck, Ward, Mendelson, Mock y Erbaugh como una prueba autoadministrada; revisada en 1971 en
el Centro de Terapia Cognitiva de la Universidad de Pennsylvania resultando en la versión BDI-IA.
La versión revisada y la original tienen alta correlación. Beck definió depresión como “un estado
anormal del organismo manifestado por signos y síntomas de ánimo subjetivo bajo, actitudes
nihilistas y pesimistas, pérdida de la espontaneidad y signos vegetativos específicos.” El
instrumento se diseñó para valorar este estado y fue derivado de observaciones clínicas y
descripciones de síntomas frecuentes en pacientes psiquiátricos con depresión e infrecuentes en
pacientes sin depresión. Aunque fue diseñado para población de pacientes, y no para tamizaje, ha
sido utilizado ampliamente para este propósito.
Las ventajas de esta versión son una alta consistencia interna, alta validez de contenido,
especificidad en la diferenciación de pacientes deprimidos y sanos, y su popularidad internacional.
Ha sido validado para población de habla hispana por Conde et al (1976) y por Bonicatto et al
(1998) en España y Argentina respectivamente con resultados satisfactorios. También fue validado
en poblaciones de universitarios, adultos y adolescentes psiquiátricos ambulatorios. Moran y
Lambert (1983) compararon el contenido de esta versión con el DSM-III y encontraron que solo
cumplía con 6 de los 9 criterios. Esto llevó a una nueva revisión que resultó en el BDI-II. Cuatro
ítems (pérdida de peso, dificultad para trabajar, cambio en la imagen corporal y preocupaciones
somáticas) fueron eliminados y se incluyeron agitación, baja autoestima, dificultad para
concentrarse y pérdida de energía. Se cambiaron dos ítems para mostrar tanto aumento como
disminución en apetito y sueño. Fue desarrollada para ajustarse a los síntomas correspondientes a
los criterios diagnósticos de depresión listados en el DSM-IV. En esta versión los ítems no fueron
seleccionados para reflejar ninguna teoría en particular de depresión, es más, ninguna definición
de depresión se incluye en el manual del BDI-II.

Descripción
La forma actual es el BDI-II: un instrumento autoadministrado de 21 ítems, que mide la severidad
de la depresión en adultos y adolescentes mayores de 13 años. Cada ítem se califica en una escala
de 4 puntos que va desde el 0 hasta el 3, al final se suman dando un total que puede estar entre 0
y 63. Tiene una duración aproximada de 10 minutos y se requiere de una escolaridad de 5º o 6º
grado para entender apropiadamente las preguntas. Esta prueba tiene una buena sensibilidad
(94%) y una especificidad moderada (92%) para el tamizaje de depresión en el cuidado primario,
teniendo en cuenta como punto de corte para depresión 18 puntos.
Liebowitz

Autor: Michael Liebowitz


Tiempo: Entre 5 y 15 minutos
Edad: A partir de 13 años
Aplicación: Individual

La Escala de Ansiedad Social de Liebowitz es un cuestionario corto desarrollado en 1987 por


Michael Liebowitz, psiquiatra e investigador de la Universidad de Columbia y del Instituto
Psiquiátrico del Estado de Nueva York. Su propósito es evaluar el rango de interacciones y
actuaciones sociales temidas por un paciente para ayudar al diagnóstico de trastorno de ansiedad
social. Comúnmente se utiliza para estudiar resultados en ensayos clínicos y, más recientemente,
para evaluar la efectividad de las terapias cognitivo conductuales. La escala presenta 24 ítems,
divididos en dos subescalas: 13 relacionados con ansiedad por actuación y 11 concernientes a
situaciones sociales.

La escala está compuesta por 24 ítems divididos en dos subescalas, 13 concernientes a ansiedad
por actuación y 11 pertenecientes a situaciones sociales. Los ítems se evalúan dos veces, primero
en una escala Likert del 0 al 3 con base en el miedo o ansiedad experimentada durante las
situaciones y una segunda ocasión con relación a la evitación de la situación.

Cada ítem se puntúa según una escala de Likert de 4 grados, que en el caso de la dimensión de
ansiedad se refiere a intensidad:

0 = ansiedad nula
1 = ansiedad leve
2 = ansiedad moderada
3 = ansiedad severa

y en el caso de la dimensión de evitación se refiere a frecuencia de aparición:

0 = nunca (0% de las veces)


1 = ocasionalmente (1-33%)
2 = frecuentemente (33-67%)
3 = usualmente (67-100%)

Es posible obtener dos puntuaciones totales de 0 a 72 puntos para cada una de las vertientes
citadas (grado de ansiedad y grado de evitación), donde 0 representa el grado de ansiedad y
evitación nulo y 72 el grado máximo.

INTERPRETACIÓN

Es uno de los cuestionarios más citados en la literatura en ensayos clínicos en pacientes con
diagnóstico de fobia social. Proporciona una aproximación adecuada de la gravedad de la
sintomatología y es sensible al cambio producido por el tratamiento.

Los puntos de corte propuestos por algunos autores para la puntuación total son:

Menor o igual a 51: fobia social leve.


De 52 a 81: fobia social moderada.
Mayor o igual a 82: fobia social grave.

En la validación española de Bobes et al. los puntos de corte propuestos son:

De 19.6 a 32.7 (rango 0-72) en el cuestionario de ansiedad total


De 19.6 a 26.1 (rango 0-72) en el cuestionario de evitación total.

Como vemos, los puntos de corte son muy amplios y quedan a criterio del examinador, se utilizan
los muy conservadores (mayor especificidad y menor sensibilidad) (19.6 en las dos subescalas)
para aportar información adicional en diagnósticos diferenciales y los más liberales (mayor
sensibilidad y menor especificidad) (32.7 y 26.1 en cada subescala) para emplearlos en el cribado
de posibles casos de fobia social.

Combinando el puntaje total obtenido en las secciones Miedo o Ansiedad y Evitación se obtiene
hasta un máximo de 144 puntos. La versión aplicada por médicos contiene cuatro subescalas más:
miedo por interacción social, miedo por actuación, evitación de la interacción y evitación de la
actuación. Usualmente, la suma del total de temor y del total de evitación se utiliza para
determinar el puntaje final. Las investigaciones apoyan al 30 como punto de corte, en donde el
trastorno es poco probable. El siguiente punto de corte es 60, en donde el trastorno es probable.
Los puntajes en este rango son típicos de personas que inician tratamiento para el tipo no
generalizado del trastorno. Entre 60 y 90 puntos indican que la condición es muy probable. Este
rango es típico para personas que inician tratamiento para el tipo generalizado. Más de 90 puntos
indican que el trastorno es muy probable. En este rango, las personas sufren de una gran aflicción
y dificultad para el funcionamiento social y por lo común se observa también en personas que
inician tratamiento para el tipo generalizado.

Como inconvenientes, probablemente no es un buen instrumento de diagnóstico, y destacar que


no contiene ningún ítem que explore síntomas fisiológicos que, a menudo, forman parte del
cortejo sintomático de este tipo de trastorno. Para algunos autores, es necesario un estudio más a
fondo de las propiedades psicométricas del LSAS.

Anda mungkin juga menyukai