Resumen
Palabras clave: Common Law, Cultura Jurídica, Checks and Balances, Chile,
Derecho Continental, El Federalista, Estado de Derecho, Estados Unidos,
Hamilton, Madison, Montesquieu, Poder Judicial, Revisión Judicial, Rousseau,
Separación de Poderes.
Abstract
The separation of powers is one of the main principles of modern politics. Since
the 18th Century, many political regimes have been set up to this logic.
Montesquieu and Rousseau boosted those ideas on Europe, and on the other side,
the Hamilton - Madison duo impregnated the United States with this
revolutionary idea of the epoch, endowing with practicality his postulates. In this
study, we'll be asking about which is the place that it's assigned to the Judiciary
in both of the most important modern day's juridic cultures, in the continental
culture – specifically, i center the study on our local Chilean tradition –, and on
the other side, it's place in the common law culture – specifically of the United
States culture – , and we found fundamental differences that tell us a lot about
the history and tradition of those juridic and political cultures.
Ambos sistemas jurídicos que serán analizados mas adelante en éste trabajo tienen orígenes
cronológicamente e históricamente distintos, sin embargo, podemos observar que la
respuesta que se da a la amenaza de la concentración de los poderes en una entidad y de
convertir el gobierno en uno despótico es parecida, casi idéntica, en la tradición continental
vemos el origen de esta respuesta en Montesquieu, en Rousseau, y por otro lado, la respuesta
anglosajona, especialmente norteamericana, por parte de Alexander Hamilton y James
Madison, que si bien, no vivieron un periodo de revolución ni de iluminación como lo
vivieron Rousseau y Montesquieu, tomaron muchas de sus ideas y desarrollan con detalle un
sistema de puesta en práctica del sistema de separación de poderes, sistema que ha perdurado
en el tiempo casi intacto y trascendente.1
Sin embargo no debemos conformarnos con creer que el origen de la corriente de separación
de los poderes estatales comienza con las ideas de los ilustrados franceses, podemos
encontrar en la historia distintas expresiones previas a aquellas, que a pesar de ser
históricamente anacrónicas a la revolución francesa, tienen el mismo fundamento, debilitar
el poder despótico y convertirlo en más representativo, representación que importa mucho a
los anglosajones, en las consignas independentistas americanas se podía oír el famoso lema
1
José Fernández-Albertos; Dividir lo indivisible: separación de poderes y soberanía popular en James Madison;
Num. 128 Revista de Estudios Políticos (2005), pp. 293-295.
2
“No taxation without representation”2, que a pesar de ser revolucionario, cargado de malestar
por la situación que les hacían pasar la metrópoli inglesa, es una idea que está encarnada en
el imaginario anglosajón desde tiempos medievales, se deriva de las negociaciones que se
efectuaban entre el rey inglés y los comunes, representantes en el parlamento medieval de los
siglos XIII al XIV, periodo marcado por ser el instantáneamente siguiente a la Magna Carta
de Juan sin Tierra del Siglo XIII.3
Claramente si realizamos una investigación extensa sobre el origen de las ideas de separación
de poderes y si existe alguna manifestación precedente al caso de los parlamentos
medievales, es casi seguro que encontraremos mas de un caso, pero en aquel momento es
donde se consagra en el imaginario político anglosajón la idea de fragmentar el poder del
ente central – en dicho caso, el Rey – para debilitar y evitar el poder despótico y abusivo. Sin
embargo, en este trabajo no me remontaré a aquellos, ya que son irrelevantes para nuestro
propósito, que es desentrañar el marco conceptual de la separación de poderes y entender por
qué actualmente, en el siglo contemporáneo, el modelo norteamericano y el modelo
continental difieren en unos aspectos cruciales de la teoría de separación de poderes,
marcando por un lado, un sistema en donde efectivamente todos los poderes del estado están
balanceados de manera que ninguno se imponga sobre otro, y por el otro lado, encontramos
un sistema en donde algunos de sus poderes parecen tener menos injerencia que otros.
Uno de los mayores aportes para impulsar y dar el puntapié inicial para la expansión de las
ideas de la separación de poderes en la cultura continental son los postulados de Montesquieu
sobre el tema, el sostenía que el gobierno que debía existir no era una democracia total, ni
tampoco una aristocracia, y mucho menos una monarquía despótica, si no un sistema
intermedio, un sistema de equilibrios. Aunque el concepto de separación de poderes no es
2
KUTLER, Stanley I.; Dictionary of American History, Volume 7 (2003), pp. 105
3
TORRES ÁVILA, Jheison; Los Paradigmas del Control de Poder y el Principio de División de Poderes;
Justicia Juris, ISSN 1692-8571, Vol. 10. Nº 1. Enero – Junio de 2014 pp. 92
3
explicitado por Montesquieu, sostenía que cuando los poderes no estaban separados no
existía libertad, y por lo tanto, caeríamos cualquier forma de gobierno que no fuera liberal.
El valor que buscaba Montesquieu era la libertad personal, individual, cuyo antagonista es el
poder, y como afirma él, todo poder lleva al abuso, por que el hombre tiende al mal por
naturaleza, y mediante la fragmentación del poder se puede alcanzar tal fin, el fin de la
libertad individual.
Montesquieu en su teoría nos propone tres poderes en el Estado, en primer lugar un poder
que se dedique a promulgar, enmendar y derogar las leyes, en este poder se diferencia de la
aproximación inglesa del poder legislativo que propone Locke y desarrollan Hamilton y
Madison en El Federalista, y aquí se evidencia una diferencia fundamental de la política y
sistema jurídico inglés en contra de lo franco-continental, Locke mezcla la función de legislar
con la de juzgar.4
En segundo lugar propone un poder que se encargaría de las relaciones exteriores y seguridad
interior, así como la puesta en práctica de la ley, y también reconoce otro poder que es el que
se encarga de dirimir las diferencias entre los ciudadanos y castigar los delitos, estimaba que
las personas que debiesen encargarse de esta tarea debiesen ser personas electas del pueblo
y que estén en el puesto por periodos cortos de tiempo, así se desvinculaba a una clase social
o estamento de ejercer el poder sobre cómo se administraría justicia. Señalaba que los jueces
debían atenerse a la literalidad de las leyes, y que por ningún motivo deberían comportarse
como creadores del Derecho. Los jueces deben ser meros seres pasivos, incapaces de moderar
ni la fuerza ni el rigor de la ley, es por eso que en la teoría de Montesquieu – la continental –
el poder judicial tiene una categoría similar a la de los dos demás poderes, pero se ve de
alguna manera siempre subordinado a los dos restantes, el poder judicial no se concibe tanto
como un poder, si no como una función, como un instrumento al servicio de la ciudadanía y
de los dos poderes del estado, el ejecutivo y el legislativo.
4
DÍAZ BRAVO, Enrique; Desarrollo Histórico del Principio de Separación de Poderes; Nº 38 Revista de
Derecho, Universidad del Norte; Barranquilla, Colombia; 2012, pp. 255
4
III. Bases de la teoría de separación de poderes norteamericana5
“Que los poderes legislativo y ejecutivo del estado deben ser separados y
distintos del judicial; que a los miembros de los dos primeros les sea evitado el
ejercicio de la opresión a base de hacerles sentir las cargas del pueblo y de
hacerles participar en ellas; para ello debieran, en períodos fijados, ser
reducidos a un estado civil, devueltos a ese cuerpo del que originalmente fueron
sacados; y que las vacantes se cubran por medio de elecciones frecuentes, fijas
y periódicas, en las cuales, todos, o cualquier parte de los ex miembros, sean de
vuelta elegibles, o inelegibles, según dicten las leyes.”
5
Ibid. pp. 257 - 264
6
Los autores de la Constitución Americana querían asegurarse de resguardar la salud política alejándola de
cualquier apropiación despótica de poder, y evitar también así los abusos que se cometen indudablemente al
poseer poder ilimitado, así que para dejar seguro que esto no pasaría, el Gobierno de los Estados Unidos fue
divido en tres poderes, los poderes originales que propone la teoría de la división de poderes del estado, son los
mismos que se encuentran en los postulados de Montesquieu y de Rousseau, sin embargo, para asegurar que en
la práctica esto funcionara, se instauró también un sistema en donde cada poder del estado puede revisar el
actuar de sus poderes pares, proporcionando así un balance de los poderes en el Gobierno, este sistema es el
Check and Balances, y en lo que nos importa a nosotros en este estudio, el poder judicial tiene control sobre el
poder legislativo y el ejecutivo en dos ocasiones: puede declarar una ley o decreto inconstitucional y además
no pueden ser despedidos los jueces por orden del presidente. Para ver más: LA PORTA, Rafael et al.; Judicial
Checks and Balances; Journal of Political Economy Vol. 2 No. 2. University of Chicago (2004) pp. 450 - 452
5
Consejos del Gobernador y la prohibición de que una persona pueda ser parte de más de un
poder estatal.
La gran injerencia del poder judicial en los demás poderes estatales en los Estados Unidos
es el judicial review, ya que es el arma mas poderosa, y la principal, que posee el poder
judicial para hacer frente a las decisiones del ejecutivo y del legislativo. Desde los inicios y
formación de la institucionalidad norteamericana este elemento se ha hecho visible y ha sido
utilizado en numerosas ocasionas, cabe destacar que el revisar la constitucionalidad de las
leyes no es una atribución exclusiva del poder judicial, cualquier otro de los poderes puede
6
hacerlo, incluso el presidente de la república, sin embargo, quien tiene la voz definitiva en
cuanto a declarar una norma inconstitucional y dejarla inaplicable son las cortes de justicia.
Por ejemplo el Presidente Thomas Jefferson ordenó a su asesor legal que no impulsara las
Leyes sobre Extranjeros y Sedición por que él pensaba que violaban la primera enmienda de
la Constitución de los Estados Unidos, a pesar de que las cortes habían considerado que
aquellas normas eran compatibles con la Constitución. Los congresistas también interpretan
la constitución en la medida en que legislan, ellos hacen un juramento para respetar la
Constitución, y bajo ese juramento no pueden legislar en contra de ella.7
Esto claramente ha llevado a una politización de la Corte Suprema de los Estados Unidos,
ya que cada vez se ha entrometido en asuntos políticos declarando la constitucionalidad de
las normas promulgadas. Esta politización se viene dando desde los comienzos de la época
republicana norteamericana, desde las decisiones en la Corte de Marshall por ejemplo.8 Los
abogados y la judicatura siempre han tenido un fuerte rol político en la historia de los Estados
Unidos, ya sea por el poder legislador que les atribuye su tradición jurídica o por la tendencia
a hacer las políticas altamente constitucionalizadas. Inclusive en el proceso eleccionario de
los jueces se hace entrever el alto grado de injerencia ideológica-política de aquel proceso,
podemos observar esto en varios procesos emblemáticos norteamericanos, por ejemplo, en
Roe v. Wade, de 1973, el presidente Nixon al nombrar los jueces de la Corte procuró en que
quedaran jueces que tuvieran un corte conservador, a pesar de esto la decisión de la Corte
fue inclinada hacia una decisión liberal, el punto de esto, es que las decisiones de las Cortes
norteamericanas se reducen muchas veces en la esencia a decisiones políticas.
La autonomía del poder judicial es la puerta de entrada para que el poder judicial tenga el
peso que necesita para conformar un Estado de Derecho con una separación de poderes
7
ALT, Robert; What Is The Proper Role of The Courts?; 2012, Understanding America series.
8
SHAPIRO, Martin; Juridicalization of Politics in the United States; International Political Science Review
Vol. 15 No. , Sage Publications, Ltd. (1994) pp. 101-103
7
completamente funcional, ya Kelsen señalaba que la independencia judicial era la limitación
del poder absoluto del príncipe. Para que el juez pueda controlar a los demás poderes, es
evidente que no debe ser removible de su cargo por esos poderes.9
Con esto se abre el capítulo VI de la constitución – Poder Judicial –, un capítulo que dedica
todo su articulado a describir y organizar aquel poder, de aquel articulo podríamos entender
que se acoge la doctrina de la separación de poderes reconociendo al poder judicial como un
poder independiente y distinto del legislativo y del ejecutivo.
Aquí se nos presenta un problema en la misma Constitución, que emana del Art. 19 Nª3
inciso quinto, dispone:
9
ALDUNATE, Eduardo; La Independencia Judicial. Aproximación teórica, consagración constitucional y
crítica; Revista de Derecho Universidad Católica de Valparaíso 16 (1995). pp. 23
8
Aquí la atribución de conocer las causas criminales , de resolverlas y de hacer ejecutar lo
juzgado, parece no ser exclusiva a los tribunales de justicia, nos encontramos con órganos
distintos, éstos distribuidos dentro de la esfera de los distintos poderes estatales, y esto se
confirma analizando el concepto de que se entiende como ejercer funciones judiciales o como
órgano jurisdiccional.10 Si nos remontamos a lo discutido en la Comisión Ortúzar (CENC),
en su sesión N° 103, Sergio Diez respecto de la redacción del precepto constitucional que
indica “Toda sentencia de órgano que ejerza jurisdicción necesita fundarse en un juicio previo
legalmente tramitado”, hace la siguiente constancia:
«El señor DIEZ señala que, en este evento, habría que aclarar que por “órgano
que ejerce jurisdicción” se entiende a los tribunales administrativos, fiscales,
Impuestos Internos, Contraloría General de la República, tribunales arbitrales,
etcétera. O sea, todo órgano que tenga facultad para dictar una resolución o
fallo, llámese como se llame, que afecte a la situación de una persona»11
Aquí nos estableció que que un órgano que ejerce jurisdicción es todo órgano que resuelve
una controversia en el orden temporal, dentro de ésta lógica podemos incluir a órganos que
están fuera del Poder Judicial en forma orgánica, por ejemplo la Contraloría General de la
República, Impuestos Internos u otros ejemplos que podemos encontrar dentro del ejecutivo.
10
BORDALÍ SALAMANCA, Andrés; La doctrina de la separación de poderes y el poder judicial chileno;
Revista de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso XXX (Valparaíso, Chile, 1er Semestre
de 2008), pp. 209 - 212
11
Actas Oficiales de la Comisión Constituyente, Sesiones 102ª y 103ª celebradas en 14 y 16 de enero de
1975, respectivamente; Disponibles en www.bcn.cl
9
hacer ejecutar lo juzgado en relación a un asunto civil o criminal, es decir, que ejerza
jurisdicción.12
Conforme a lo anterior, cualquier órgano, ya sea parte de la Administración del Estado, del
Legislativo o de otro poder, con tal que esté autorizado por ley para solucionar conflictos de
interés con relevancia jurídica puede ejercer jurisdicción, por lo que el poder jurisdiccional
de partida ya no puede conformarnos para asegurar la autonomía. En definitiva, a efectos de
consolidar un Estado de Derecho eficiente, se hace aconsejable excluir de los poderes
políticos la función jurisdiccional.13
Una de las principales atribuciones y funciones del poder judicial que constituye el
grueso del peso de aquel en contra de los demás poderes estatales es la función de
controlar los actos de aquellos, como se da en Estados Unidos, con el judicial review
que es el principal arma del poder judicial norteamericano para cumplir esta tarea, y
este poder debiese estar presente en la máxima medida posible en un Estado de
Derecho, se sostiene por parte de unos autores, aquí cito a Giacobbe14, él es partidario
de una mirada con la que simpatizo, la mirada de que el poder judicial en el sistema
continental ha ido perdiendo perdiendo el rol de poder del Estado para asumir una
nueva función cual es la de garantía, de una herramienta, incluso al servicio de los
órganos del Estado.
VI. Conclusiones
10
se cumple a cabalidad, desde tiempos remontables al siglo XIX, ya Madison y
Hamilton en El Federalista ya postulaban las bases que llegarían a perfeccionar la
práctica del modelo de separación de poderes estatales, en aquel sistema, a diferencia
del chileno, nos encontramos en una separación de poderes del estado que se da a
cabalidad, y como ya dije, se perfecciona con los checks and balances, evitando así
abusos y excesos de alguno de los poderes.
VII. Bibliografía
ALT, Robert; What Is The Proper Role of The Courts?; 2012, Understanding America
series
11
FERNÁNDEZ-ALBERTOS, José; Dividir lo indivisible: separación de poderes y
soberanía popular en James Madison; Num. 128 Revista de Estudios Políticos (2005)
LA PORTA, Rafael et al.; Judicial Checks and Balances; Journal of Political Economy
Vol. 2 No. 2. University of Chicago (2004)
12
13