Pese a que el mercado del hierro está atravesando por un momento difícil, la minería
brasileña ha seguido ejecutando sus proyectos de inversión con este metal como foco, a la
espera de una revitalización de la demanda de Asia a futuro y de los requerimientos de
infraestructura interna del país.
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Notas al editor
Brasil es el país latinoamericano con unas de las industrias mineras más relevantes de la
zona. Según las últimas estadísticas del Instituto Brasileño de Minería (Ibram), la
producción de minerales de la potencia sudamericana sumó aproximadamente US$43.000
millones (excluyendo petróleo y gas), ligeramente por debajo del promedio 2010-2014, de
US$45.400 millones. Las exportaciones en tanto fueron de US$29.200 millones, donde el
protagonista es el hierro, mineral que representó el 88% de los envíos. Así, la minería fue
responsable de cerca de 16% de las exportaciones totales brasileñas, que llegaron a
US$242.000 millones en el ejercicio pasado.
Dentro del panorama mundial, Brasil es, debido principalmente a la minera Vale, el
segundo productor a nivel mundial de hierro, después de Australia. Sin embargo, su
producción minera es diversificada, ya que también es uno de los principales actores del
orbe en la producción de niobio, bauxita y tántalo.
En lo que son proyectos, según las últimas estimaciones disponibles del Ibram, revisadas en
febrero de 2014, suman en total US$53.600 millones para el periodo entre 2014 y 2018. De
ese monto, aproximadamente dos tercios son iniciativas en hierro. Sin embargo, Helcio
Takeda, consultor asociado de Pezco Microanalysis, y Juan Carlos Guajardo, director
ejecutivo de Plusmining, advierten que “es muy probable que esa cantidad esté
sobreestimada, pues fue calculada en el primer semestre del año pasado, y desde entonces
el panorama económico, tanto internacional como local, se ha deteriorado
sustancialmente”.
El potencial brasileño
La riqueza de recursos naturales del país, donde destaca la minería, junto a la prosperidad
de los sectores de producción y servicios, han permitido a la economía brasileña crecer de
manera importante en la última década, hasta situarse séptima en el circuito mundial por
tamaño. Como destacan Eduardo Tavares y Christopher Lyon, socios de Deloitte Industria
Minera de Brasil y Chile respectivamente, “hay estudios que apuntan a que los municipios
mineros están registrando mejores resultados socioeconómicos, tales como el aumento de
las tasas de urbanización e ingreso promedio por familia, además de mejorar los
indicadores económicos y sociales del país”.
Para algunos especialistas, la minería en Brasil tiene aún mucho que dar. El profesor
emérito del Centro de Tecnología Mineral (Cetem) de Brasil, Roberto Villas-Bôas, indica
que “como desafíos se pueden mencionar el inexplorado potencial de exploración mineral
aun por realizarse en el vasto territorio nacional, en especial en la denominada ‘amazonia
legal’, un territorio que comprende unos 5,5 millones de kilómetros cuadrados, además de
las dificultades de infraestructura y las bajas inversiones realizadas, merced de la enorme
necesidad nacional de reconstrucción de carreteras, ferrovías, plantas generadoras de
energía hidroeléctrica y nuclear, ríos navegables y terminales modulares”.
Para este año, tanto en lo que es el surgimiento de nuevos desarrollos mineros como la
actividad exploratoria de minerales, la situación es de stand by, como explica Villas-Bôas:
“Las perspectivas son de contracción en nuevos proyectos, con la mantención de los
actuales y una que otra postergación de inicio de estos últimos, hasta que se tenga una clara
idea de los rumbos de la economía mundial, en particular la recuperación de Estados
Unidos y de Unión Europea y el crecimiento de India”.
Tareas pendientes
2015 será un año de ajuste para Brasil y su llamada “nueva matriz económica”, que data
desde fines de 2011, la que combinó políticas monetarias y fiscales más flexibles, un
aumento en el crédito y un tipo de cambio más desvalorizado, lo que volvió a la economía
más frágil y vulnerable.
Para este año, se espera que el Gobierno tome medias para la recuperación de la confianza
de los inversionistas y niveles de crecimiento. “Por estos motivos, creemos que las mineras
deben cambiar sus tendencias más bien conservadores e incorporar la innovación y la
agilidad en sus procesos corporativos, para estar preparado para las nuevas realidades
operacionales”, declaran en Deloitte.
Además se espera que China disminuya su producción del metal, con lo que se espera que
sus importaciones aumenten a niveles récord por sobre 1.000 millones de toneladas, lo que
beneficiará a Australia y Brasil, que proveen más del 80% del hierro que importa China.
“El efecto agregado neto para Brasil va a ser finalmente positivo, ya que el aumento de la
producción probablemente aumentará los ingresos del país por este concepto”, proyectan
los representantes de Plusmining y Pezco Microanalysis. Por su parte, el analista del Cetem
celebra que “la gran exportadora brasileña de hierro, Vale, estuvo adecuándose a las bajas
del precio del mineral así como a las nuevas expectativas de demanda del mercado
internacional. Es de suponer que con los bajos precios del barril de petróleo, o sea de la
energía, y del mineral de hierro, entre otros, haya una nueva era de gran demanda de acero
y hierro fuera de China, lo que se nos dirá en un futuro temprano”.
Otro punto relevante son las inversiones en infraestructura, las que podrían fortalecerse por
medio de asociaciones de interés entre el Estado y el mundo privado, a través de
concesiones para la construcción y explotación de emprendimientos. Al respecto, advierte
el académico que “las dimensiones continentales de Brasil, con sus 8,5 millones de
kilómetros cuadrados, sus 16.000 kilómetros de fronteras terrestres y sus 8.500 kilómetros
de litoral tornan esta tarea hercúlea y de largo plazo, además de generar una constante
necesidad de capitalización, principalmente vía el Banco Nacional de Desarrollo
Económico y Social, llave para el apalancamiento de la economía nacional”. Pero, por el
lado positivo, estos planes de modernización del país fortalecerán la demanda interna de
hierro y otros metales, además de otros insumos de construcción, como son cemento, grava,
arena, yeso y arcilla, todos materiales producidos por la industria extractiva minera.
En Brasil, desde 2013 se está discutiendo en el Congreso Nacional un proyecto de ley para
establecer un nuevo marco jurídico o Código de Minería, lo que a juicio de los expertos, ha
causado retrasos en el anuncio de nuevos prospectos e inseguridad jurídica a un sector que
demanda más transparencia y más aceleración en el trámite legislativo.
En la actualidad, el sector minero en Brasil está regido por el Código de Minería que data
de 1967. Los principales organismos del gobierno federal son el Ministerio de Minas y
Energía, el Departamento Nacional de Producción Minera (DPNM) y la Compañía de
exploración de Recursos Minerales (CPRM). En lo esencial, el proyecto de ley sugiere
transformar el DNPM en la agencia reguladora del sector. Otro punto relevante trata sobre
las modificaciones al CFEM (Compensación Financiera por la Exploración de Recursos
Minerales) o royalty minero. Actualmente la tasa oscila entre 0,5% y 3%, mientras que el
proyecto propone una tasa entre 0 y 4%. Además, se considera que la base del cálculo sea
sobre la facturación bruta (actualmente es sobre la facturación líquida).
Otro tema importante que plantea esta reforma está en el plazo de concesión para la
exploración. Actualmente no hay un límite, por lo que la empresa puede explorar el
depósito hasta el agotamiento de las reservas, mientras que el proyecto de ley quiere
establecer un plazo de 30 años, prorrogable por 20 años más. Respecto a este punto, Takeda
y Guajardo opinan que “el nuevo marco regulatorio es un punto crucial para el desarrollo
de la actividad minera. Sin embargo, las discusiones, que comenzaron en 2010, parecen
estar lejos de concluir. Recientemente, el nuevo Ministro de Minas y Energía (Eduardo
Braga), admitió que el gobierno va a proponer nuevos cambios en el texto del nuevo
Código de Minería”.
Temas Asociados
Brasil, hierro, SNL Metals & Mining, Vale, Juan Carlos Guajardo, Ministerio de Minas y
Energía, Código de Minería, Deloitte, Instituto Brasileño de Minería, Ibram