TEORÍA DEL CONOCIMIENTO

I. Posibilidad del Conocimiento

1.1. Dogmatismo
El dogmatismo se muestra como una doctrina fija y establecida para la cual no existe el
problema del conocimiento, debido a que considera que la relación entre el sujeto y el
objeto, simplemente es inexistente. Es por ello que ignora la función del sujeto y se
plantea que los objetos que percibimos y nuestro pensamiento cognoscente, nos son
dados en su absoluta totalidad, y quien refute estos planteamientos se encuentra
equivocado; de este modo el dogmatismo resalta una de sus características principales,
el ser acrítica, aceptando como algo verdadero y totalitario, los conocimientos que nos
son dados.

1.2. Escepticismo
En forma de sublevación, el escepticismo hace su aparición ante el dogmatismo,
mostrándose como su antítesis. Para esta postura, el sujeto no puede comprender al
objeto, es decir, no puede estar seguro de una verdad absoluta o de la existencia exacta
del objeto, es por ello que debe evitar en gran medida emitir cualquier tipo de juicio. Por
ende, el escepticismo desconoce la existencia del objeto y se centra en el conocimiento
del sujeto y los órganos perceptivos que le ayudan alcanzar tal conocimiento.

1.3. Subjetivismo y Relativismo

Estas posturas afirman la existencia de una verdad, sin embargo esta verdad no es
universal ni mucho menos absoluta, caracterizándose por ser limitada.
Para el subjetivismo esta verdad existe en función al sujeto tanto individual como
general, según el primero, un juicio es válido solo para el sujeto individual que la formula,
proponiendo que un enunciado puede ser verdadero para un determinado sujeto por más
que el resto de personas lo consideren falso. Mientas que para el subjetivismo general, el
enunciado es válido siempre y cuando lo sea para el género humano.

1.4. Pragmatismo
El pragmatismo niega la existencia de una verdad concreta, no obstante, reemplaza su
significado por uno nuevo, estableciendo que la verdad está relacionada con la utilidad;
planteando de esta forma, que el ser un humano es un ser de acción y no un ser teórico y
 pensante. De tal forma que el intelecto se le es dado no para investigar, al contrario, para
orientarse en la realidad y lograr sus fines prácticos, útiles y provechosos.

1.5. Criticismo
Afirma y está de acuerdo con la existencia de la verdad y por ende plantea que es posible
alcanzar el conocimiento. El criticismo examina todas las afirmaciones del pensamiento,
no las acepta irresponsablemente ni despreocupadamente, explora las causas y los
motivos de tales enunciados, procurando analizarlos meticulosamente. Por ende, se
podría decir que es reflexivo y crítico.

II. Origen del Conocimiento

Al afirmar un enunciado, nos basamos en la experiencia a través de los sentidos y nuestro propio
pensamiento. Es ahí donde parte la interrogante acerca del origen del conocimiento, preguntase
sobre el valor de la experiencia y el pensamiento y cuál de ellos predomina ante ambos.

2.1. Racionalismo
Para esta postura, la razón es la principal fuente y base del conocimiento humano. El
racionalismo plantea que tal conocimiento debe cumplir con dos requisitos, ser
universalmente válido y presentar una necesidad lógica, estos proceden de la razón y el
pensamiento. Por ende, una afirmación que no cumpla con lo mencionado, simplemente
no es considerada como conocimiento ante el racionalismo. Es debido a la aparición de
la lógica matemática que encuentra una fortaleza para sus fundamentos.
A pesar que el racionalismo es evidentemente exclusivista por darle prioridad a la razón
y dogmática por mostrarse acrítica ante otros pensamientos, se le puede dar crédito por
valorar el factor de la razón humana.

2.2. Empirismo
A diferencia el racionalismo, el empirismo menciona que el conocimiento humano está
basado en la experiencia, es decir, en las vivencias y hechos que la persona ha
experimentado. Y esto se demuestra claramente en la evolución del pensamiento y el
conocimiento a través de las etapas del desarrollo de la vida. Por si no fuera poco, los
empiristas plantean la existencia de dos tipos de experiencia, las internas que se centran
en la percepción de uno mismo, y las externas que se evidencian por la percepción a
través de los sentidos. En contraposición al racionalismo, el empirismo encuentra su
mayor fuente de desarrollo en las ciencias naturales.
 2.3. Intelectualismo
El intelectualismo hace su aparición como una especia de mediador entre el racionalismo
y el empirismo. Para esta nueva postura, el conocimiento está dado por elementos de la
razón y la experiencia, sin embargo, tiene cierta tendencia hacia el empirismo,
otorgándole una leve pero mayor importancia, lo cual desemboca en la aparición de
algunos críticos de esta postura.

2.4. Apriorismo
Al igual que el intelectualismo, favorece el planteamiento de que el conocimiento se da
por elementos racionalistas y empiristas. Menciona que la razón nos brinda elementos
independientes de la experiencia, pero en esta adquieren su contenido, es decir, nosotros
a través del pensamiento le damos forma a la información del exterior. No obstante, a
diferencia del intelectualismo, le da mayor importancia a la razón.

III. Esencia del Conocimiento

El conocimiento se da por la relación entre sus dos elementos, el sujeto y el objeto. Sin embargo
ocurre una disputa entre la valoración de cada uno. Si el objeto existe y se da en función al
sujeto o viceversa.

3.1. Objetivismo
Bajo esta postura, es el objeto quien determina al sujeto. Plantea que el objeto ya es algo
acabado, independiente del pensamiento, que tiene su propia estructura establecida y
definida. Y la función del sujeto es tomar dichas propiedades del objeto, es decir que las
reconstruye a través del pensamiento.

3.2. Subjetivismo
De forma contraria al objetivismo, plantea que el conocimiento humano radica en el
pensamiento del sujeto, y este es quien lleva consigo la verdad del conocimiento. Según
esta postura, los objetos son contenidos vacíos y la persona, a través del conocimiento
supremo, es quien les da significado.

3.3. Realismo
Es una posición epistemológica que menciona que existen cosas reales independientes
de la conciencia humana. Se divide en tres tipos:
 El primero es el realismo primitivo, es un realismo ingenuo que se muestra acrítico ante
posiciones que la cuestionan. Para este tipo de realismo no existe una verdad a explorar,
niega la existencia del conocimiento, porque la relación entre el sujeto y el objeto
simplemente se encuentra ausente. Plantea que las cualidades y características de los
objetos no les pertenecen a ellos, si no a la percepción del sujeto, por ello, menciona que
todo depende y es exactamente igual a como nosotros lo percibimos.
El realismo natural realiza reflexiones críticas sobre la conciencia. En este punto, el
realismo hace una distinción entre el objeto y el sujeto, sin embargo, mantiene la postura
de que el objeto responde ante el sujeto.
Por otro lado, el realismo crítico, como su propio nombre lo menciona, realiza una crítica
al conocimiento dado. Rechaza la postura de su antecesora y menciona que los estímulos
externos influyen en la conciencia a través de los sentidos y esta percibe las cualidades
de los objetos.

IV. Criterio de la verdad

4.1. Idealismo lógico

Plantea que para que una afirmación o enunciado sea considerado como “verdadero”
debe existir concordancia entre el pensamiento consigo mismo, es decir, la contradicción
debe estar ausente, sin embargo, ello solo es válido para una clase determinada de
conocimientos, ya sea para las ciencias formales e ideales, de tal modo que se aplica en
conocimientos que se encuentran solo en el pensamiento como la lógica matemática.
Este criterio fracasa cuando los conceptos se encuentran con objetos que pertenecen al
mundo real y no ideal.

4.2. Criterio de la evidencia inmediata

Para esta postura es verdad todo lo que ya conocemos de antemano, la percepción
inmediata de algunos contenidos y la relación existente entre ellos, por ejemplo. No solo
sabemos que los truenos se manifiestan en las tormentas, también sabemos la implicancia
entre ellos. Sin embargo, este planteamiento carece de valor universal y prioriza a la
percepción individual, lo cual pone en juicio sus fundamentos.