La justificación no solo es una doctrina Bíblica sino una doctrina fundamental,
como lo diría el reformador del siglo XVI Martín Lutero: “la justificación solo por la fe es aquella doctrina sobre la cual la iglesia se sostiene o se cae”. Así que lo primero que debemos hacer es definir lo que es justificación. Ésta es una palabra de aspecto legal, significa: ser declarados justos ante Dios. Dios es Santo y perfectamente Justo. Esto entonces nos deja frente al mayor de todos los problemas ya que estas declaraciones acerca de Dios son ciertas como también lo son aquellas declaraciones acerca de nosotros de que somos pecadores excluidos de la Santa presencia de Dios. Así que el mayor problema es este: ¿cómo puede un Dios Santo, perfectamente Justo declarar justos y aceptar en Su presencia a seres tan pecadores como nosotros? Dios no puede meramente hacer a un lado todos nuestros pecados, perdonarnos y declararnos justos por puro placer ya que la misma Palabra de Dios dice que Él “no dará por inocente al culpable” (Números 14:18); si Dios hiciera tal cosa de hecho sería injusto. Estamos entonces frente a la verdad mas grande, la manera en la que Dios declara perfectamente justos y aceptos ante Su presencia a personas tan pecadoras como nosotros. Así que la Justificación se recibe solo por fe, y tiene dos aspectos fundamentales. Primero nos ocuparemos de la fe. En Romanos 5:1 el apóstol Pablo declara: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.” Y en Tito 3:5 dice: “nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.” Así que por estos dos pasajes podemos entender que no hay manera en que los hombres sean declarados justos a los ojos de Dios más que al entender y aceptar que por nuestras propias obras es imposible, que el hombre está completamente perdido, a menos que Dios mismo intervenga de alguna manera, y eso es precisamente lo que Dios hizo por medio de Su Hijo Jesucristo. La justificación por la fe entonces es el hecho de admitir la incapacidad humana y colocar toda la confianza en lo que Jesucristo hizo para que los hombres sean declarados justos a los ojos de Dios. Es evidente entonces que esto se recibe solo por la fe, es decir al creerlo verdaderamente. Así que la Justificación no es algo experimental, sino algo legal que se acepta y recibe por la fe. Ahora es necesario ocuparnos de esos dos aspectos los cuales Jesucristo llevó a cabo para ser declarados justos a los ojos de Dios. Es aquí donde hablamos de otro término legal: imputación. La imputación significa: dar, otorgar o transmitir. Es así como por medio de la fe el hombre debe creer que todo su pecado pasado, presente y futuro fue imputado o trasmitido a Jesucristo. En la Cruz Jesucristo no murió por sus propios pecados ya que Él en su Humanidad fue Perfecto, Santo, completamente Justo, así que Él murió por alguien más. Él entregó Su vida como sacrificio por todos aquellos que creen en Él. Entonces en la cruz todos los pecados de aquellos que creen en Jesús fueron pagados, cancelados. En simples palabras, cuando una persona cree esto, es entonces vista a los ojos de Dios como si jamás hubiese cometido un solo pecado y como si jamás pudiera llegar a cometerlo, es decir que es declarada justa. Aún así esta es solo la mitad de la justificación ya que Jesucristo no solo murió en la cruz, sino que Él nació, y vivió una vida perfecta de competa obediencia; este es entonces el segundo aspecto de la justificación que es otorgado por imputación al que coloca su fe en Cristo. Y es que ahora la vida de perfecta obediencia que vivió Cristo aquí en la tierra le es otorgada o trasferida al que ha colocado su fe en Jesús. De esa manera se cumple lo que el apóstol Pablo dice en Romanos 3:26 cuando declara que Dios es “el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.” Podríamos resumir entonces que, al creer en Jesús, es decir, al creer lo que Él hizo por el hombre, una persona entonces es vista a los ojos de Dios como si jamás hubiera pecado ya que Él aceptó el pago por los pecados en el cuerpo de Su Hijo, y a la vez ve a quienes colocan su fe en Jesucristo como si hubieran vivido la vida perfecta de Su Hijo. Esta es entones la única manera en que el hombre es acepto delante de Dios. Al creer que Él ya aceptó el pago por los pecados en el Sacrifico de Cristo y que ahora Él ve tan perfectos como Su Hijo a los que ponen la fe la obra de Cristo. Esto es entonces Justificación solo por la fe. Bíblicamente no hay otra manera de ser salvos, no hay otra manera de ser perfectos, no hay otra manera de ser aceptos antes Dios, ya que ese es el estándar que Dios exige para que el hombre pueda estar en su Presencia: perfección. Pero ahora por medio de Cristo esta es la más grande verdad: el hombre es visto perfecto, es declarado justos por lo que Jesucristo hizo. Quizá el mejor resumen de esta gran doctrina se encuentra en Romanos 5:18-19 en la Nueva Traducción Viviente la Palabra de Dios dice: “Así es, un solo pecado de Adán trae condenación para todos, pero un solo acto de justicia de Cristo trae una relación correcta con Dios y vida nueva para todos. Por uno solo que desobedeció a Dios, muchos pasaron a ser pecadores; pero por uno solo que obedeció a Dios, muchos serán declarados justos.”