KIKO ARGÜELLO

ANOTACIONES
(1988-2014)

BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS

MADRID ● MMXVI

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 «Hay que hacer comunidades cristianas
como la Sagrada Familia de Nazaret,
que vivan en humildad, sencillez y alabanza;
el otro es Cristo».
(Palabras de la Santa Virgen María
a Kiko Argüello, 8 de diciembre de 1959)

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 ÍNDICE GENERAL

Págs.

Presentación, por Mons. Ricardo Blázquez,

Presidente de la Conferencia Episcopal Es-
pañola.................................................................. X

Introducción .......................................................... XVII

Anotaciones............................................................. 1

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 PRESENTACIÓN

El Camino Neocatecumenal hunde sus raíces

en el Concilio Vaticano II. Es un carisma vigoro-
so, extendido universalmente y muy fecundo en
frutos de conversión personal y de renovación de
la Iglesia. Los iniciadores han sido Kiko Argüello
y Carmen Hernández. Nació entre los pobres de
Palomeras Altas en Madrid y el lugar de origen lo
ha marcado con el sello de evangelización de los
pobres, pecadores y descartados de la vida. El libro
que presentamos ahora muestra los mismos ras-
gos. Aunque el autor dudó sobre la oportunidad de
publicarlo por miedo a la vanidad (n.º 451), estoy
convencido de que ha acertado al superar esa in-
quietud y difundir también por esta vía el carisma
recibido del Espíritu de Dios y destinado al servi-
cio de todos.
Está formado el libro por pequeñas piezas li-
terarias que pueden ser leídas sin conexión con la
anterior o la siguiente. Son reflexiones a partir de
un acontecimiento, una convivencia o un encuen-
tro; aldabonazos espirituales de anuncio o denuncia;
interpelaciones o llamadas a la esperanza en que se
siente concernido el lector: a veces son confidencias

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 XII Presentación

atrevidas que brotan del alma del autor; en ocasio-

nes son una especie de himnos o salmos, de súplicas
ardientes y de vibrante acción de gracias a Dios.
Por los datos que contienen los pequeños escri-
tos se puede de alguna forma seguir el hilo histórico
desde el año 1988 hasta el 2014. Los une la historia
creyente del autor y del Camino Neocatecumenal
más que el desarrollo temático, aunque aparecen
dispersos muchos contenidos del carisma específico.
Es una historia llena de gozos y de sufrimien-
tos; se transparenta la lucha del autor por llevar
adelante con fidelidad el encargo recibido de Dios.
El destino del Camino y el de los iniciadores están
inseparablemente vinculados en las pruebas y en
las alegrías. Llama la atención las veces que apare-
ce la humildad con diversas irisaciones. En ella se
muestra el contraste entre la magnitud del carisma
evangelizador que es el Camino Neocatecumenal y
la conciencia de debilidad y de pecado que posee el
instrumento personal elegido por Dios.
El miedo precede ordinariamente a una convi-
vencia difícil, a una convocatoria, a un viaje, a una
visita; y sigue la acción de gracias a la actuación
victoriosa del Señor. Es consciente el autor de que
si Dios no interviene sería todo un fracaso ya que
existe una inadecuación radical entre el instrumento
personal siempre deficiente y la promesa de Dios.
El autor subraya su abrumadora fragilidad y la obra
realmente imponente del Señor. La sorpresa por la
actuación de Dios en mil lugares y en mil celebra-
ciones es precedida por la convicción sincera de la

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 Presentación XIII

propia debilidad, de la confianza en Dios suplica-

da a gritos en ocasiones y de la exultante acción de
gracias que le sigue. Estos pensamientos leídos sin
prisa y meditados el tiempo que requieran dan que
pensar, que rezar, que admirar, que preguntar.
Libros de un género literario semejante a este
que el lector tiene ante sí han aparecido bastantes a
lo largo de la historia de la Iglesia. Podemos recor-
dar en un pasado ya distante Dichos de luz y de amor
de san Juan de la Cruz o Pensamientos de Pascal. En
el siglo xx he tenido la oportunidad de conocer
otros. El más famoso es seguramente Camino de
san Josemaría Escrivá, editado por primera vez en
Valencia el año 1939. Yo leí en Ávila el libro Suge-
rencias sacerdotales, publicado por el rector del Semi-
nario D. Baldomero Jiménez Duque, el año 1962;
Josemaría Javierre recopiló pensamientos de santa
Ángela de la Cruz con el título Un tesoro en vasija
de barro, aparecido el año 1997. Como este tipo de
libros, de ordinario, no están ordenados sistemá-
ticamente por temas o materias, no es necesario
ni conveniente leerlos de seguido. Cada número es
como un sorbo que se paladea despacio.
Para comprender más fácilmente los 506 nú-
meros, de que consta este libro titulado Anotaciones,
puede ayudar el conocimiento del autor y del Cami-
no Neocatecumenal con los rasgos más salientes de
su historia. Doy a continuación algunas pinceladas.
La evangelización en nuestro tiempo, la «nueva
evangelización», la iniciación cristiana y el catecu-
menado, radicados en el Concilio Vaticano II, se

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 XIV Presentación

han desplegado de manera original y profunda en

el Camino Neocatecumenal. El catecumenado es
actualmente, como en la Iglesia antigua, el método
de la evangelización, de la conversión personal y de
la formación de la comunidad cristiana. Este mar-
co facilita la comprensión del libro.
La experiencia reiterada de personas en miles
de comunidades, certifica el hecho de que a me-
dida que se avanza en el itinerario catecumenal,
acontece una simbiosis viva y potente entre la fe
personal y la fe eclesial. Va naciendo en los partici-
pantes el sentido de la Iglesia a base de la vida en la
comunidad. La Iglesia no queda en una pertenen-
cia más o menos exterior a las personas, sino se
interioriza en una experiencia que nace y se afianza
con el recorrido.
La experiencia avala que en el Camino Neo-
catecumenal son transmitidas íntegramente y son
personalmente asimiladas las realidades funda-
mentales de la Iglesia: El Credo, los Mandamien-
tos de Dios con el espíritu del Sermón del Monte,
la oración del Padre Nuestro y de los Salmos, las
celebraciones sacramentales de la Iglesia, sobre
todo del Bautismo, la Eucaristía y la Penitencia. La
proclamación constante del kerygma llama a la fe,
refresca la fe y consolida la fe. Es un catecume-
nado postbautismal, «neocatecumenado», ya que la
mayor parte de los miembros de la comunidad han
sido bautizados.
Con la celebración de la Liturgia en las lenguas
vernáculas se hizo más clara la escasa formación

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 Presentación XV

bíblica de los cristianos. En el Camino Neocate-

cumenal la proclamación de la Palabra de Dios y
la celebración de la Eucaristía se refuerzan mutua-
mente. Una auténtica evangelización requiere que
se unan vitalmente Palabra de Dios, Sacramentos y
existencia concreta de las personas.
Dentro de la Iglesia, que significa literalmente
«convocación» de Dios y es la «patria» de todas las
vocaciones, cada catecúmeno descubre la vocación
a que Dios le llama: Al matrimonio cristiano, al
ministerio sacerdotal, a la vida religiosa contem-
plativa o apostólica, a ser catequista itinerante, a
formar parte de una familia en misión. El Cami-
no Neocatecumenal es inmensamente fecundo en
vocaciones sacerdotales y religiosas, sin tenerlas
como finalidad específica. ¡Cuántos matrimonios
y familias se han reconstruido por el Evangelio es-
cuchado en la comunidad! ¡Qué eficaz es la trans-
misión de la fe cristiana a los hijos en las familias!.
Es digno de ser subrayada la dimensión apostó-
lica de la fe y el celo misionero de los participantes
en la comunidad. Es natural que así acontezca ya
que la vocación cristiana es por naturaleza misio-
nera. Hay en el Camino Neocatecumenal una serie
de actitudes básicas cristianas que aparecen en el
libro que presentamos como reflejos de esa rea-
lidad honda. El amor a Jesucristo que murió por
nuestros pecados y con su resurrección nos ha
dado vida nueva; la persuasión de que los hombres
necesitamos ser salvados y de que, a pesar de las
apariencias, clamamos por esta salvación ofrecida

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 XVI Presentación

gratuitamente por Dios en Jesucristo muerto y re-

sucitado; la confianza en la providencia del Padre
celestial que cuida de sus hijos; el amor humilde
como generador de la reconciliación dentro y fuera
de la comunidad; la convicción evangélica, refor-
zada por la experiencia, de que no salva el dinero
ni el placer ni el poder. Los ídolos no salvan, sino
destruyen. Sólo en la cruz gloriosa de Jesucristo
Dios ofrece la salvación a través de la debilidad de
la predicación; por la oración se abre el corazón del
hombre a recibir la gracia de Dios.
Cada uno de los números de este libro es se-
dimento y reflejo del talante artístico y de la expe-
riencia existencial del autor; los rasgos del Camino
Neocatecumenal van como empedrando sus pági-
nas. Se comprende que para quienes están fami-
liarizados con el Camino sean extraordinariamente
elocuentes, pero todos pueden percibir el vigor hu-
mano y cristiano que las impregna. Deseamos que
el libro se difunda ampliamente y sea una colabo-
ración eficaz a la evangelización.
Valladolid, julio de 2016.

† Mons. Ricardo Blázquez Pérez

Cardenal Arzobispo de Valladolid
Presidente de la Conferencia
Episcopal Española

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 INTRODUCCIÓN

Desde hace casi treinta años, he venido es-

cribiendo en cuadernos, de manera esporádica e
irregular, y sin una intención determinada, algunos
pensamientos, reflexiones, máximas*, recuerdos,
consideraciones, apuntes, soliloquios, plegarias,
etc., suscitados en mí durante la misión de evan-
gelización y catequesis a la que me ha llamado el
Señor en la Iglesia, junto con Carmen Hernández
y el P. Mario Pezzi.
Alguna que otra vez cruzaba por mi mente la
idea de publicar estas notas. La rechazaba por re-
cato y por temor a que no fuese más que una pre-
tensión de mi vanidad.
Ahora que —porque se me ha pedido encareci-
damente— publico esas anotaciones, vuelvo a re-
cordar lo que me dijo una vez aquel anciano sacer-
dote: «No dejes nunca de hacer el bien por miedo a
la vanidad, porque eso viene del demonio».
¿Qué bien en este caso? Proclamar la gloria
de Dios, dando testimonio de su amor gratuito y

*  Algunas máximas están inspiradas, además de en la Escri-

tura, en los escritos de los santos, en los dichos de los Padres del
Desierto y en el Talmud.

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 XVIII Presentación

su fidelidad incondicional hacia mí que, como se

podrá comprobar, soy inadecuado, indigno, inútil,
infiel…
Si estas anotaciones ayudan a alguien, bendito
sea Dios. Lo que sí espero es que el lector, por in-
tercesión de la Santísima Virgen María, que inspiró
y guía el Camino Neocatecumenal, me encomien-
de a la misericordia de nuestro Señor Jesucristo,
para que me salve.
Rezad por mí, que soy un pecador.

PS: L
 os beneficios de este libro serán destinados
para ayudar a la evangelización de las familias
en misión.

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