Derecho del Trabajo III – Prof.

Elena Fuentes
Estudiante: Carlos Rachadell CI: 25.443.241
Opinión sobre el Derecho a la Huelga en Venezuela
El país enfrenta a diario, fuertes conflictos de trabajo que muchos los califican como un
“ejercicio legítimo de la huelga”. Sin embargo, siendo la huelga una medida que afecta el
proceso productivo de trabajo, requiere varios elementos para ser considerada lícita.
La Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (LOTTT) permiten a
los trabajadores el ejercicio del derecho a huelga a través de los sindicatos de trabajadores.
La huelga se traduce en “la suspensión colectiva de las labores por los trabajadores”, con
el objeto de inducir al jefe o patrono a tomar o abstenerse de tomar medidas relativas a
las condiciones de trabajo.
En el ordenamiento jurídico venezolano, se encuentra consagrado que los trabajadores
del sector público y del sector privado tienen el derecho a la huelga, tal como está previsto
en el artículo 97 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la huelga
es definida como la “suspensión colectiva de las labores por los trabajadores interesados
en un conflicto de trabajo”; según el contenido del artículo 494 de la LOTTT.
El derecho a la huelga hasta mediados del Siglo XIX, era considerado delito, por las
diferentes legislaciones, y no fue sino después de innumerables luchas laborales que
implicaron cárcel o muertes de trabajadores huelguistas, que pudo obtener el derecho de
huelga, como un derecho de los trabajadores organizados.
Ahora bien, en Venezuela el derecho de huelga, no obstante de ser un Derecho Humano
que tienen los trabajadores, está sometido a las “condiciones que establezca la ley” y, esas
condiciones se encuentran regimentadas en el Título VII, Capítulo III, Sección Quinta de
la Ley Orgánica del Trabajo (Artículo 494º al 506º).
La LOTTT incorporó novedades en cuanto a los requisitos y límites de la huelga. Entre
los más relevantes está que el inicio de la huelga dependerá de que se instaure un
procedimiento conflictivo por la negativa del patrono a negociar una convención
colectiva o del incumplimiento de condiciones de trabajo que contemple una convención,
por ante la Inspectoría del Trabajo. Y la huelga sólo podrá iniciarse luego de que hubieren
transcurrido al menos 120 horas desde la admisión del procedimiento conflictivo.
Se requiere, antes de una huelga, el acuerdo entre el patrono y el sindicato para fijar los
servicios públicos y los servicios mínimos indispensables que no serán afectados por la
suspensión de labores (seguridad y mantenimiento, entre otros), así como los trabajadores
que los prestarán, para así evitar un riesgo mayor en el proceso productivo.
La no prestación de los mismos determinará la ilicitud de la huelga. En cuanto a los
límites, se incorporó la prohibición a las juntas directivas sindicales con períodos
vencidos de iniciar un procedimiento conflictivo y, por ende, la prohibición a los
trabajadores de llamar lícitamente a la huelga.
Es decir, que en Venezuela, la única huelga permitida es la que se ajuste a las condiciones
establecidas por el legislador patrio, en la Ley Orgánica del Trabajo vigente y su
Reglamento.
Siempre es necesario tomar en cuenta, los parámetros legales a seguir, para poder realizar
las cosas dentro del marco de la legalidad.
En la actualidad, muchos trabajadores creen que porque la Huelga es un derecho
consagrado en la ley, este no acarrea consecuencias, o efectos jurídicos, como la
suspensión de las actividades laborales mientras dure el conflicto laboral, entre otros.
Lo más recomendable es que antes de llegar a instancias de conflictos, se negocie, o se
solucionen las diferencias de una manera pacífica y siempre enmarcada dentro del rango
de los valores, la moral y la ética.
Hay que recordar siempre que la mejor pelea es aquella que no se lleva a cabo, y se pude
evitar, entonces si podemos evitar, llegar a tener conflictos laborales, podremos conseguir
mejores resultados. Claro está que si con las negociaciones no se obtiene ningún
resultado, es posible ejercer el derecho a la Huelga, siempre y cuando este se realice
dentro de los parámetros legales correspondientes, para que pueda surtir todos sus efectos.
Y así obtener los resultados deseados, sin perjudicar a nadie, y mucho menos al trabajo,
como beneficio para todos.