La tabla periódica de los elementos es una disposición de los elementos químicos en forma de
tabla, ordenados por su número atómico (número de protones),1 por su configuración de
electrones y sus propiedades químicas. Este ordenamiento muestra tendencias periódicas, como
elementos con comportamiento similar en la misma columna.
[Nota: Incluye los símbolos de los últimos cuatro nuevos elementos aprobados por la IUPAC: Nh,
Mc, Ts y Og (28 de noviembre de 2016)3].
Las filas de la tabla se denominan períodos y las columnas grupos. 4Algunos grupos tienen
nombres. Así por ejemplo el grupo 17 es el de los halógenos y el grupo 18 el de los gases nobles.5
La tabla también se divide en cuatro bloques con algunas propiedades químicas similares.6 Debido
a que las posiciones están ordenadas, se puede utilizar la tabla para obtener relaciones entre las
propiedades de los elementos, o pronosticar propiedades de elementos nuevos todavía no
descubiertos o sintetizados. La tabla periódica proporciona un marco útil para analizar el
comportamiento químico y es ampliamente utilizada en química y otras ciencias.
Dmitri Mendeléyev publicó en 1869 la primera versión de tabla periódica que fue ampliamente
reconocida. La desarrolló para ilustrar tendencias periódicas en las propiedades de los elementos
entonces conocidos, al ordenar los elementos basándose en sus propiedades químicas,7 si bien
Julius Lothar Meyer, trabajando por separado, llevó a cabo un ordenamiento a partir de las
propiedades físicas de los átomos.8 Mendeléyev también pronosticó algunas propiedades de
elementos entonces desconocidos que anticipó que ocuparían los lugares vacíos en su tabla.
Posteriormente se demostró que la mayoría de sus predicciones eran correctas cuando se
descubrieron los elementos en cuestión.
Historia
La historia de la tabla periódica está íntimamente relacionada con varios aspectos del desarrollo
de la química y la física:
Las relaciones entre la masa atómica (y, más adelante, el número atómico) y las
propiedades periódicas de los elementos y la aparición de nuevos elementos.
Aunque algunos elementos como el oro (Au), plata (Ag), cobre (Cu), plomo (Pb) y mercurio (Hg) ya
eran conocidos desde la antigüedad, el primer descubrimiento científico de un elemento ocurrió
en el siglo xvii, cuando el alquimista Henning Brand descubrió el fósforo (P).13 En el siglo xviii se
conocieron numerosos nuevos elementos, los más importantes de los cuales fueron los gases, con
el desarrollo de la química neumática: oxígeno(O), hidrógeno (H) y nitrógeno (N). También se
consolidó en esos años la nueva concepción de elemento, que condujo a Antoine Lavoisier a
escribir su famosa lista de sustancias simples, donde aparecían 33 elementos.
A principios del siglo xix, John Dalton (1766-1844) desarrolló una concepción nueva del atomismo,
a la que llegó gracias a sus estudios meteorológicos y de los gases de la atmósfera. Su principal
aportación consistió en la formulación de un «atomismo químico» que permitía integrar la nueva
definición de elemento realizada por Antoine Lavoisier (1743-1794) y las leyes ponderales de la
química (proporciones definidas, proporciones múltiples, proporciones recíprocas).
Los químicos pasaron el siglo siguiente buscando un esquema de clasificación más preciso. Uno de
los primeros intentos para agrupar los elementos de propiedades análogas y relacionarlos con los
pesos atómicos se debe al químico alemán Johann Wolfgang Döbereiner (1780-1849) quien en
1817 puso de manifiesto el notable parecido que existía entre las propiedades de ciertos grupos
de tres elementos, con una variación gradual del primero al último. Posteriormente (1827) señaló
la existencia de otros grupos en los que se daba la misma relación —
cloro, bromo y yodo; azufre, selenio y te
lurio; litio, sodio y potasio—.
Tríadas de Döbereiner
Como surgió
Durante el siglo XIX, los químicos comenzaron a clasificar los elementos conocidos de acuerdo a
similitudes en sus propiedades físicas y químicas. El final de esos estudios generó la Tabla
Periódica Moderna que conocemos.
Entre 1917 y 1929, el químico alemán Johan Dobereiner clasificó a algunos elementos en grupos
de tres denominados triadas, ya que tenían propiedades químicas similares. Por ejemplo, en la
triada cloro (Cl), bromo (Br) y yodo (I) notó que la masa atómica de Br estaba muy próxima al
promedio de la masa de Cl e I. Desafortunadamente no todos los elementos se agrupaban en
triadas y sus esfuerzos fallaron para proponer una clasificación de los elementos.
En 1863, el químico inglés, John Newlands clasificó los elementos establecidos en varios grupos
proponiendo la Ley de Octavas, conformado por elementos de masa atómica creciente, donde
ciertas propiedades se repetían cada 8 elementos.
En 1869, el químico ruso Dmitri Mendeleev publicó su primera tabla periódica de los elementos
organizada en orden creciente de masa atómica. Al mismo tiempo, Lothar Meyer, químico alemán,
publicó su tabla propia periódica con los elementos ordenados de menor a mayor masa atómica.
Mendeleev organizó su tabla en filas horizontales dejando espacios vacíos donde debían
incorporar algunos elementos que aún no habían sido descubiertos. En esa organización
Mendeleev visualizó un patrón aparente: elementos con propiedades químicas similares aparecen
en intervalos regulares (o periódicos) en las columnas verticales de la tabla. El respaldo a las
predicciones de Mendeleev se produce tras el descubrimiento de galio (Ga), escandio (Sc) y
germanio (Ge) entre 1874 y 1885 localizándolos en aquellos espacios vacíos, lo que dio aun mas
valor y aceptación de su Tabla Periódica en la comunidad científica.
En 1913, un químico inglés, Henry Moseley, mediante estudios de rayos X, determinó la carga
nuclear (número atómico) de los elementos, reagrupándolos en orden creciente de número
atómico, tal como la conocemos hoy.
Entre todos los científicos que han estado presente en la evolución de la Tabla Periódica, hay
algunos que han destacado más, no por descubrir elementos (que también), sino por los estudios
en las propiedades y en la clasificación de dicha Tabla. Algunos de ellos son Robert
Boyle (diferenció entre elemento y compuesto químico e investigó, junto a Mariotte, cómo se
comporta un gas en relación con la presión y el volumen manteniendo la temperatura constante,
entre otras muchas cosas), Antoine Lavoisier (identificó 27 elementos químicos, re-definió el
concepto de elemento como una sustancia simple y clasificó los elementos en metales, no
metales, metales de transición y metaloides, entre otras muchas cosas), Humphry Davy (por el
descubrimiento de los metales alcalinos y alcalino-térreos por electrolisis, entre otras muchas
cosas), John Dalton (formuló el primer modelo atómico, que lleva su nombre, y publicó una tabla
de pesos atómicos, entre otras muchas cosas), Henry Moseley (gracias a sus estudios se
clasificaron los elementos por su número atómico, y no por su masa atómica como se hacía), etc.
Pero en este post se hablará de los cinco personajes que protagonizan la conversación vía Twitter
entre Luis, Dolores y yo. Éstos son Döbereiner, Chancourtois, Newlands, Mendeléyev y Meyer (en
orden a explicar), quienes realizaron los primeros intentos en la agrupación de los
elementos. Queda feo eso de mencionarlos sin añadir algo de información, ¿no?
Döbereiner
Hacia 1817 Döbereiner encontró cierta relación en las propiedades físicas de algunos grupos de
tres elementos, a los que se les llamó Tríadas de Döbereiner o Ley de las Tríadas. Esta relación se
centraba en el peso atómico, y el enunciado era el siguiente: el peso atómico del elemento
central de la tríada es aproximadamente igual al promedio entre los otros dos elementos
restantes. En 1827 se había encontrado esta misma similitud en varias tríadas más. En 1950 ya se
habían encontrado unas 20 tríadas con la misma propiedad física.
Ejemplos de tríadas donde se demuestra que la suma de los pesos atómicos del elemento de
arriba con el de abajo es aproximadamente igual al peso atómico del elemento del
medio. | Fuente
Pero Döbereiner no solo encontró relaciones en las propiedades físicas de los elementos, sino
también en las propiedades químicas. Por ejemplo, el Li, el Na y el K reaccionan con cloro
formando compuestos químicos de fórmulas similares (LiCl, NaCl, KCl) y forman hidróxidos
obteniendo fórmulas similares (LiOH, NaOH, KOH); el Ca, el Sr y el Ba se combinan con sulfatos
formando fórmulas similares (CaSO4, SrSO4, BaSO4) y reaccionan con cloro —diatómico— cuyas
fórmulas son similares (CaCl2, SrCl2, BaCl2); el S, el Se y el Te reaccionan con hidrógeno —
diatómico— formando fórmulas similares (H2S, H2Se, H2Te) y reaccionan con oxígeno —
diatómico— formando óxidos de fórmulas similares (SO2, SeO2, TeO2).
Meyer
Julius Lothar von Meyer fue un químico alemán. Nació en Varel el 19 de agosto de
En 1970, Meyer publicó una actualización de la Tabla Periódica anterior cuyas modificaciones
habían hecho que la nueva clasificación de los elementos fuese muy similar a la de Mendeléyev.
En ésta, los elementos estaban organizados en 9 columnas que se distribuían verticalmente, y se
señalaba gráficamente las propiedades físicas de los elementos (demostró la relación entre los
volúmenes atómicos y y sus pesos). Con esta publicación en 1970, Meyer descubrió la ley
periódica que concluía que “las propiedades de los elementos son funciones periódicas de su
masa atómica“.
Y he aquí los cinco protagonistas de la conversación tuitera entre 3 apasionados por la Química.
Pero tampoco son estos los más importantes de todos, sino que marcaron cinco grandes huellas
en la historia de la Tabla Periódica; algún día veremos las aportaciones a la Tabla Periódica de
científicos como John Dalton, Jöns Jacob Berzelius, Jean-Baptiste Dumas, William Odling, Gustavus
Detlef Hinrichs, etc. ¡La Tabla Periódica es otro mundo más que estudiar!
NOTA: Este post participa en la XXII Edición del Carnaval de Química, que aloja un roskientífico en
este mismo blog, y cuyo tema propuesto es la Tabla Periódica.